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ABDÓN CALDERÓN GARAYCOA

CAPITÁN
Lealtad : ECU
Participó en :La primera derrota de Huachi, la de Tanizagua, la victoria
de Cone, La segunda derrota de Huachi, el avance de Guayaquil a Cuenca,
el avance de Cuenca a Quito, Batalla de Pichincha.
Nacimiento : 30 de julio de 1804 Cuenca
Fallecimiento : †24 de mayo de 1822 Quito, Ecuador

Abdón Calderón Garaycoa nació en Cuenca, Ecuador en julio de 1804, seguramente el día 30,
en que se celebraba la fiesta de San Abdón, y fue bautizado el 31 del mismo mes. Fue hijo del
matrimonio de Francisco Calderón, nacido en Cuba, quien era Contador de las Cajas Reales, es
decir, funcionario del gobierno colonial en Cuenca; y de Manuela de Jesús de Garaycoa y
Llaguno, guayaquileña, quien pertenecía a una de las más destacadas familias del puerto.

PRIMEROS AÑOS
Francisco Calderón apoyó el golpe patriota del 10 de agosto de 1809, por lo que fue apresado y
enviado a Guayaquil y luego a Quito. Libertado al establecerse la Junta Superior de Gobierno
de 1810, se incorporó al ejército patriota con el grado de coronel. Como tal participó en oda la
campaña de 1810 1812, militando en el bando de las sanchistas o radicales. Tras la derrota
final del ejército patriota, fue fusilado en Ibarra el primero de diciembre de 1812.
Toda esta experiencia que tuvo su padre marcaría profundamente la vida de Abdón.
Como los bienes de coronel Calderón fueron confiscados por el gobierno realista, su viuda y
sus hijos fueron a vivir en Guayaquil en 1813. Allí Abdón continuó sus estudios, contando entre
sus maestros a Vicente Rocafuerte, su pariente lejano, futuro presidente del Ecuador, quien en
1842 habría de contraer matrimonio con Baltasara Calderón, hermana menor de Abdón,
nacida en Cuenca en 1806.

LA BATALLA DE PICHINCHA Y SU MUERTE


Pichincha fue el escenario del máximo sacrificio de Abdón Calderón, el lugar de su gloria. Sus
hechos en aquel memorable 24 de mayo de 1822 han sido narrados innumerables veces con
toda suerte de adjetivos grandilocuentes, que sin embargo no logran superar la fuerza del
propio general Antonio José de Sucre en su escueto parte de la Batalla de Pichincha, fechado el
28 de mayo del aquel año: " [...] hago una particular memoria de la conducta del teniente
Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del
combate. Probablemente morirá, pero el Gobierno de la República sabrá compensar a la
familia los servicios de este oficial heroico".
En eso consistió el heroísmo de Abdón Calderón: en que se consagró a luchar por la libertad de
su patria sin escatimar sacrificios. Y en su hora suprema, en Pichincha, a pesar de haber
recibido cuatro heridas que al final le ocasionarían la muerte, prefirió permanecer en la línea
de fuego, alentando a los suyos para que dieran también su máximo esfuerzo y consiguieran la
victoria. Al terminar el combate fue trasladado a la ciudad, donde murió al cabo de cinco días,
el 29 de mayo de 1822.
Cuando Simón Bolívar llegó a Quito y se enteró de estos hechos, ascendió póstumamente a
Calderón al grado de capitán y decretó que su sueldo fuera entregado a su madre. La
compañía del batallón Yaguachi a la que perteneció Calderón no tendría capitán y en las
revistas, al mencionarse su nombre, la tropa habría de contestar: "Murió gloriosamente en
Pichincha, pero vive en nuestros corazones".

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