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Benemérita Universidad Autónoma de

Puebla

Introducción a las ciencias sociales


Mto. Juan Manuel Contreras Méndez

Análisis de la lectura de Irving Zeitlin

Nombre del alumno:


Nestor Gustavo Bautista Ruiz

Licenciatura en Criminología

Otoño 2010
IRVING ZEITLIN

IDEOLOGIA Y TEORIA SOCIOLOGICA

LA REACCION ROMANTICO CONSERVADORA.

La filosofía del iluminismo tenía sus raíces en el pensamiento del siglo XVII. Los
philosophes que experimentaban una gran confianza en la razón, y la observación
sintetizaron con éxito dos corrientes filosóficas del siglo, estas eran el racionalismo y el
empirismo. Estas ideas se convirtieron en los fundamentos del siglo XIX, pero fueron
considerablemente modificadas, por los pensadores románticos y conservadores, se
apartaron al reconocer factores irracionales de la conducta humana y al darles un valor
positivo. Aunque el movimiento romántico se manifestó por toda Europa, su forma variaba
de un determinado lugar a otro, en Inglaterra y Alemania se pensó como una fuerte
reacción al iluminismo, y contra el expansionismo napoleónico. Aquel movimiento iniciado
con la obra de Rousseau y Hume alcanzo un desarrollo posterior en la filosofía de
Immanuel Kant. El fue el primero en prestar atención a un problema epistemológico que
desde entonces ha continuado ocupando a los filósofos, el del papel de la mente en la
determinación del conocimiento, sostenía que no es posible conocer un mundo tal y como
es en si mismo, explica que hay patrones como el espacio, tiempo, y causalidad que son
propios de la mente, para Kant, tanto el conocimiento espiritual como el científico eran
validos, Kant planteaba la pregunta que decía ¿Qué porque tenia que ser mas valido el
conocimiento científico, que el que no lo era?.

Nos habla, la lectura también de Burke y el decía que los revolucionarios estaban tratando
a la sociedad como una maquina, porque cuando una ley dejaba de funcionar,
simplemente la quitaban o la modificaban. En sus reflexiones sobre la revolución
francesa, desmiente punto por punto la posición racionalista. El individuo no tiene
derechos abstractos. Por el contrario, tiene solo aquellos derechos y privilegios que rigen
en una comunidad dada y que adquiere en virtud de haber nacido en ella. Dice que los
derechos y los privilegios se despliegan lenta y orgánicamente y que son de carácter
histórico, no abstracto, también explica que una comunidad, no existe solamente en el
presente, si no que es toda una cadena interminable de generaciones, dice que cada
generación, debe heredar algo a sus descendientes, que cada generación tiene que
acrecentar lo que ya tienen y han legado de los muertos, y transferir la totalidad a sus
herederos. Burke escribió que el estado es participé de toda ciencia, arte, virtud y
perfección, dice que el estado y la nación, son organismos que son asociación no solo
con los vivos sino también con los muertos, y los que nacerán, y que lo que mantiene
unido a estos organismos, son factores irracionales, según la lectura Burke mira el terrible
momento de Francia, pero solo en el momento en el que el lo vive, no le interesa lo que
ya sucedió solo, lo que esta sucediendo. La concepción histórica y conservadora que
elaboro Burke del estado y la nación, recibió un fundamento más explícitamente filosófico
del pensador alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel.

LA SINTESIS HISTORICA DE HEGEL

Para Hegel la concepción romántico-conservadora del desarrollo histórico y el relieve


dado a la razón por el iluminismo eran, cada una a su manera, ideas muy importantes.
Trato, por ello de unirlas en una síntesis filosófica. El afirmaba que todo lo racional es real
y todo lo real es racional, estas palabras significan que la razón no es solo una facultad
existente en el individuo que le permite medir las costumbres e instituciones; la razón es
inherente al proceso de desarrollo mismo. Hegel transforma a la razón en una fuerza
cósmica, no se trata de una escénica inmutable, sino que se halla en continuo desarrollo y
devenir. Explica que cada tesis engendra su propia antítesis, esto quiere decir, que para
toda pregunta hay una respuesta y para toda respuesta hay una pregunta, y que ambas
se resuelven luego en una síntesis que da lugar a una nueva tesis. Dice que la mente
individual solo puede abarcar aspectos de la realidad, pero la bellota se convierte en
aquello que puede llegar a ser un roble, de esto entendemos que la mente solo abarca el
aspecto personal, pero que con ayuda puede tener un mejor razonamiento y una mejor
comprensión de las cosas. En su publicación filosofía de la historia nos enteramos que
Hegel cierra el proceso con la encarnación final del espíritu, en el estado prusiano, la más
elevada expresión de la razón cósmica sobre la tierra, entonces podemos ver dos
tendencias diferentes en el pensamiento de Hegel. En todo esto se entiende que para
según Hegel, para que halla cambio en una sociedad debe haber conflictos. Hegel creía
que vivía en el Estado final y más perfecto de la historia del mundo.

BONALD Y MAISTRE

La reacción conservadora contra el iluminismo y en particular contra la revolución, se hizo


sentir en toda Europa, mientras que fuera de Francia y sobre todo en los pensadores
alemanes el movimiento adopto un fuerte carácter nacionalista como reacción contra el
imperialismo napoleónico entres los pensadores franceses adquirió un carácter religioso y
retrogrado al mismo tiempo. Bonald y Maistre desarrollaron la filosofía católica
contrarrevolucionaria que brindo una defensa ideológica al orden posrevolucionario, la
restauración y además pregono una mayor regresión al viejo régimen. Afirmaban que la
razón individual es inferior si la comparamos con la verdad revelada y tradicional. La
filosofía de Bonald y Maistre merece, considerarse a la luz de la afirmación de que el
conservadorismo filosófico es la fuente histórica de los principales conceptos e ideas
sociológicos.

AUGUSTE COMTE (1798-1857)

El termino positivo tal como Comte lo empleo en su filosofía positiva era claramente
polémico y pretendía ser un arma ideológica capaz de combatir el legado filosófico del
Iluminismo y la Revolución. Debían desacreditarse y repudiarse los principios críticos y
destructivos de la filosofía negativa, para poder remplazarlos por los principios reales y
constructivos de la filosofía positiva.

Comte veía un lastimoso estado de anarquía en su tiempo y juzgaba que si física social,
al abordar directamente las necesidades y dolencias principales de la sociedad ayudaría a
poner orden en el caos. Esperaba que esta ciencia atrajera la atención de los estadistas,
quienes dicen dedicarse a la tarea de resolver la impresionante constitución revolucionaria
de las sociedades modernas. Para Comte la gran desgracia de su época era que se
consideraban contradictorios los dos principios y que estuvieran representados por
partidos políticos opuestos. El partido que el llamaba retrogrado estaba por el orden,
mientras que el partido anárquico estaba por el progreso. Comte expresa particular
indignación ante la opinión metafísica que presenta a todo gobierno como enemigo de la
sociedad, y como deber de esta el mantener constantes sospechas y vigilancia,
restringiendo cada vez más la actividad del gobierno, para prevenir sus abusos. Comte
insiste en que la unidad y la unanimidad serán esenciales en la nueva sociedad orgánica.
Comte despreciaba la anarquía intelectual y la consideraba como la causa más
importante de la desunión moral. Sentía desprecio por aquellos legos que se expresaban
acerca de complejos problemas políticos y sociales como si estos pudieran tratarse sin
educación y disciplina.
EL ADVENIMIENTO DE LA FILOSOFIA POSITIVA

Comte tenía gran confianza en el ascendiente de la doctrina positivista, asegurado por su


perfecta coherencia lógica y su función social. En efecto esta doctrina impartirá un
carácter homogéneo y racional a la caprichosa política de nuestros días, y establecería
una armonía general en todo el sistema de ideas sociales. La filosofía positiva, creía, es
indudablemente superior a sus predecesoras, pues mientras la escuela metafísica
condeno a todos los periodos anteriores a la revolución y la escuela retrograda denigro a
la totalidad de la época moderna, solo el principio positivo puede reconocer la ley
fundamental del continuo desarrollo humano.

El objetivo de Comte es la escuela revolucionaria cuyas doctrinas serán absorbidas por la


nueva filosofía, mientras que se extinguirán todas sus tendencias anárquicas.

ORIENTACIONES FILOSOFICAS
Luego de la Revolución Francesa y la disolución del viejo orden, la tarea principal era la
consolidación del nuevo orden burgués-industrial. La filosofía negativa solo conducía a la
división, el conflicto y el desorden. La clase trabajadora debía adecuarse al período
presente; la revolución era inconcebible. La mejor manera de asegurar el progreso era
reconciliando las tendencias y las clases antagónicas, educando a todas las clases de la
sociedad para que ocuparan el lugar que les correspondía en la nueva sociedad
jerárquicamente organizada y se resignaran a su situación. La función principal de la
ciencia positiva era lograr el orden social orgánico y libre de conflictos. Marx restablece y
emplea las mismas premisas filosóficas que Comte detestaba: La perfectibilidad del
hombre; sustentaba el concepto de hombre natural, humano individual de sus
necesidades y de su potencialidad para el desarrollo. Marx tenía las esperanzas de
construir una sociedad verdaderamente humana. El hombre, para Marx es infinitamente
perfectible debido a que sus facultades esenciales tienen una capacidad ilimitada de
desarrollo. Si el hombre es ahora nada más que una bestia de trabajo, no es necesario
que permanezca en esa situación ya que puede alcanzar las formas de creatividad,
pensamiento y acción.
Perfectibilidad del hombre: Marx tenía una imagen de lo que podía y debía ser el hombre,
pero que estaba muy lejos de esa imagen.

Las facultades creadoras latentes del hombre se hallan sofocadas y reprimidas por la
situación propia de todas las sociedades clasistas. El sistema existente (capitalismo), no
solo estaba impidiéndole realizar sus potencialidades humanas, sino que hasta lo despoja
de sus necesidades animales. Marx condenaba al sistema capitalista por sus efectos
sobre los seres humanos individuales. El sistema industrial capitalista lo hubiera reducido
a un animal laborans, una bestia limitada a las más estrictas necesidades corporales. Las
necesidades de los obreros se hallaban entonces en el nivel más precario y miserable de
la subsistencia física. El nivel de vida y de actividad más bajo posible se había convertido
en la norma general. Ninguno de sus sentidos existe ya, no solo en su forma humana,
sino tampoco en su forma inhumana y, por ende, ni siquiera en su forma animal. Lejos de
desarrollas sus facultades humanas esenciales, se rebajaba y se deformaba al hombre,
que se convertía así en algo menos que un animal. Marx contemplaba la
deshumanización del hombre como consecuencia de la alienación. Analizó la alienación
como un fenómeno social manifiesto, abordándolo en el contexto de las relaciones
sociales específicas y en un sistema socio-histórico también específico.

La deshumanización como consecuencia de la alienación: Mientras Hegel elaboró la idea


como un concepto filosófico, Marx lo analizó como un fenómeno social.

Marx empleo el término alienación con diversos sentidos: por un lado desprenderse,
renunciar a, privarse de, despojarse de y por el otro hacerse exterior a si mismo. El
término alienación se refiere a un proceso complejo que presenta varios aspectos.
Comienza con la separación de los hombres con respecto a sus medios de producción y
subsistencia. Los hombres son alienados de su propiedad y, por lo tanto, para evitar
morirse de hambre y convertirse en vagabundos se ven obligados a vender su fuerza de
trabajo a los empresarios capitalistas. Las dos partes entran así, en una relación
esencialmente instrumental y permaneces ajenas una a otra porque la relación se basa en
intereses antagónicos y condiciones de vida fundamentalmente diferentes. La fuerza de
trabajo del obrero, se objetiviza en mercancías sobre las cuales no tiene ningún control.
En este sentido, cuanto más produce tanto más pobre es. Pone su vida en el objeto pero
ahora su vida no le pertenece a él, sino al objeto. La alienación del obrero con respecto a
su producto no solo significa q su trabajo se convierte en un objeto, una existencia
externa, sino también q existe fuera de el y que se transforma en un poder autónomo que
lo enfrenta. En su trabajo no se afirma, sino que se niega a si mismo, no es feliz sino
desdichado, no desarrolla libremente su energía física y mental sino que mortifica su
cuerpo y arruina su mente. Su trabajo es coercitivo y forzado; es un simple medio para
satisfacer necesidades externas a el. El hombre como obrero, se ha convertido en almo
menos humano porque está separado de sus cualidades humanas potenciales. El ser
consciente y la actividad vital del hombre, su ser esencial, se vuelve un simple medio para
su existencia.

Los salarios no serán más que un pago mejor para el esclavo y no conquistará para el
obrero o para el trabajo su condición y su dignidad humanas. Pero no solo el obrero está
sujeto a la alienación, sino que también lo está el que no lo es; “todo lo que aparece en el
obrero como una actividad de alienación, de enajenación aparece en el no obrero como
un estado de alienación.” El capitalista, también está sujeto, aunque en menor medida, a
la negación y la carencia. Para la economía política, negación y carencia, frugalidad y
ahorro, eran virtudes fundamentales del capitalista y del obrero. Es necesario abolir esta
condición general para elevar a los hombres a una condición verdaderamente humana. La
economía política es una verdadera ciencia moral, la negación de la vida y de todas las
necesidades humanas, es su doctrina cardinal. El establecimiento del comunismo
(movimiento real que suprime el presente estado de las cosas) era para Marx un medio
para que el hombre alcanzara una mayor libertad y humanidad. El comunismo es un
movimiento crítico y revolucionario, la fase real necesaria de la próxima etapa de
desarrollo histórico. El hombre es un producto de las condiciones sociales que el mismo
ha creado, pero no es necesario que permanezca prisionero de tales condiciones.

ESTILO DE PENSAMIENTO

El aspecto revolucionario de Hegel que indica que los hechos dados, tales como
aparecen, nunca pueden ser más que una verdad temporaria y parcial, pues solo
presentan una fase negativa en el desenvolvimiento de la verdad que se revela, a través
de la destrucción y la superación de esta fase, tiene una gran influencia en Marx, quien
como Hegel, se negaba a limitar la verdad a lo dado. Marx tenía presente en carácter
transitorio de los hechos, que solo eran momentos negativos de un proceso histórico
incesante y que las relaciones de producción determinan el carácter de los hombres,
influyendo en su conciencia. La afirmación de Marx es crítica, pues implica que la relación
vigente entre la conciencia y la existencia social es una relación falsa, que debe ser
superada antes de que la relación verdadera pueda manifestarse. La verdad de la tesis
materialista debe realizarse en su negación. La abolición de la propiedad privada y la
socialización de los medios de producción son los primeros pasos en la abolición del
trabajo alienado. Si los hombres no se asocian libremente y utilizan esos recursos para
satisfacer sus necesidades humanas y promover su desarrollo humano, entonces la
socialización de los medios de producción simplemente sustituirá una forma de sujeción
por otra. El individuo es el ser social, su vida es una expresión y una confirmación de la
vida social.

DE LA FILOSOFIA SOCIAL A LA TEORIA SOCIAL

Marx elaboró su propia teoría de la relación entre la existencia social y la conciencia


social, la llamada concepción materialista de la historia. Para él, el mundo ideal no es más
que el mundo material reflejado por la mente humana y traducido a formas de
pensamiento. Marx sostenía que la religión no es la base sino la manifestación de
condiciones seculares; los hombres, transcenderán su estrechez religiosa cuando hayan
superado sus limitaciones seculares. Marx intenta escapar a la formulación teológica del
problema transformándolo en un problema secular, sociológico. Trata a la religión como
un estado de alienación y expone las premisas de su propio punto de vista. La base de la
crítica religiosa es que el hombre hace a la religión y no viceversa. Es, en verdad
autoconciencia y auto-sentir del hombre que aún no se ha encontrado a sí mismo o que
ha vuelto a perderse. Pero el hombre es el mundo humano, el estado, la sociedad. La
abolición de la religión como felicidad ilusoria de los hombres es la exigencia de una
felicidad real. La crítica de la religión desengaña al hombre a fin de que piense, actúe y
modele su realidad como hombre que ha perdido sus ilusiones y reconquistado su razón.
La tarea de la historia es establecer la verdad en este mundo. La de la filosofía es
desenmascarar la auto- alienación humana en su forma secular. Marx elaboró su propia
teoría en oposición crítica a los hegelianos; su teoría no puede ser entendida como un
materialismo en el sentido tradicional. Su concepción debía distinguirse del idealismo y
del materialismo a la par que constituye la unificación de la verdad de ambos.

LA TEORIA GENERAL

Marx parte de los seres humanos reales, de carne y hueso, reales organismos físicos con
necesidades físicas reales. Para sobrevivir deben entrar en una relación metabólica con la
naturaleza. La actividad principal y más importante, el trabajo, es la producción de vida,
mantenimiento del proceso vital. No toman simplemente de la naturaleza lo que necesitan
para el mantenimiento de su vida, ellos producen sus medios de subsistencia con lo que
reducen su dependencia inmediata de las condiciones naturales. La actividad laboral de
los hombres, es una transformación consciente e intencional de las condiciones naturales.
El hombre no es solo un animal laborans sino también un homo faber, que vive y actúa en
dos mundos simultáneamente: el artificial y el natural. Para Marx, el proceso de trabajo no
es solo natural sino también social ya que los hombres producen interactuando y
cooperando entre sí y, por ello, entran en relaciones sociales y políticas de limitadas.
Producen materialmente y son activos dentro de límites materiales (tanto a las
condiciones naturales como sociales que se imponen a los hombres). El modo de
producción es una forma definida de actividad de los individuos, una forma definida de
expresar su vida, un modo definido de vida. Lo que son, pues, coincide con su producción
tanto con lo que producen como en el modo de producirlo. La naturaleza de los individuos
depende de las condiciones materiales que determinan su producción. Complejo proceso
por el cual los hombres interactúan simultáneamente con la naturaleza y entre sí; hay una
relación dialéctica. La suma total de estas relaciones de producción constituye la
estructura económica de la sociedad, el fundamento real sobre el cual se elevan las
superestructuras jurídicas y políticas y al cual corresponden formas definidas de
conciencia social. El modo de producción de la vida material determina el carácter general
de los procesos sociales, políticos y espirituales de la vida. No es la conciencia de los
hombres lo que determina su existencia, sino su existencia social la que determina su
conciencia. Al llegar a cierta etapa de su desarrollo, las fuerzas materiales de producción
de la sociedad entran en conflicto con las relaciones existentes de producción o con las
relaciones de propiedad en cuyo marco habían actuado antes. De formas de desarrollo de
las fuerzas de producción, esas relaciones se convierten en trabas de las mismas y se
inicia un período de revolución social. Por fuerzas productivas Marx entiende la actividad
productiva de los individuos reales en sus relaciones de cooperación. Una fuerza
productiva es una fuerza social (social: cooperación de varios individuos). Se sigue de
esto que un cierto modo de producción, o etapa industrial, se combina siempre con un
cierto modo de cooperación o etapa social, y de este modo de cooperación en sí mismo
una “fuerza productiva. Los hombres producen, se apropian y transforman los materiales
de la naturaleza cooperando. Para producir, establecen entre si relaciones y vínculos
sociales definidos, y solo dentro de ellos actúan sobre la naturaleza, solo dentro de ellos
se efectúa la producción. Estas relaciones sociales en las cuales entran los productores,
las condiciones bajo las que intercambian sus actividades y participan en el acto total de
la producción, varían naturalmente, según el carácter de los medios de producción.
Relaciones de producción alude a las relaciones de propiedad; los hombres trabajan con
otros hombres y también para otros hombres. En la primera fase del desarrollo de un
sistema, las relaciones de propiedad facilitan el crecimiento constante de las fuerzas
productivas. En las fases posteriores las relaciones de propiedad existentes retardan y
traban el crecimiento de las fuerzas productivas. Es necesario hacer estallar esas
relaciones de propiedad APRA permitir el crecimiento posterior de las fuerzas productivas.
Los obreros, actuando como clase, liberan las fuerzas que existen potencialmente en el
trabajo social mediante su acción revolucionaria. La revolución de los obreros es un acto
constructivo, porque libera la productividad social de las ataduras impuestas por las
relaciones de propiedad capitalistas.

Marx considera que el modo de producción se compone de dos partes: relaciones de


propiedad y fuerzas productivas. Las relaciones de propiedad pueden promover o trabar
el crecimiento de las fuerzas productivas. A medida que cambia el modo de producción,
se modifican de manera concomitante otras
esferas de la conducta social. Las ideas no existen ni cambian, son los hombres vivos
quienes cambian, junto con las condiciones materiales de su existencia, su pensamiento y
los productos de su pensamiento. Marx postula una etapa en donde la existencia social y
la conciencia social constituían una unidad, antes de toda división del trabajo, el hacer y el
pensar estaban estrechamente entrelazados, eran la emanación directa de la conducta
material. Con la división del trabajo entre actividades materiales y mentales, las relaciones
políticas y jurídicas deben asumir una existencia independiente frente a los individuos ya
que dio origen a una variedad de esferas ideológicas distintas. Para Marx, la división del
trabajo era una condición negativa. Marx afirma que las ideas dominantes en toda época
son las ideas de la clase dominante. Esta clase, al tener a su disposición los medios de la
producción material, controla también los medios de la producción mental y trata de
imponer sus ideas. Las ideas dominantes no son nada más que la expresión mental de
las relaciones dominantes.

LA SOCIOLOGIA MARXISTA DEL TRABAJO ALIENADO

Marx llamaba a la primera fase del desarrollo de las fuerzas de productivas en el modo
capitalista de producción “cooperación simple”, la cual predomina durante el período en el
cual el capital opera en gran escala, pero la división del trabajo y la maquinaria
desempeñan un papel secundario. El capitalista paga a cada obrero su fuerza de trabajo
individual y percibe más de lo que ha pagado ya que hay un incremento en la escala de
producción, es decir, la reunión de muchos obreros bajo el mismo techo, creo los
requisitos para el posterior desarrollo de las fuerzas productivas. Esta forma de
cooperación caracterizó a la primera fase del capitalismo y fue una importante fuerza
productiva nueva. Era novedosa a causa de que la utilización y el crecimiento de esta
fuerza productiva dependían de las relaciones de producción específicas. Las grandes
reservas de capital eran un requisito para la cooperación de muchos obreros. Pero,
puesto que solo se realiza una operación simple, el trabajador se aliena de algunas de las
prerrogativas creadoras que tenía antes. Todo su cuerpo se convierte en una herramienta
automática y especializada para esa operación. Lo que pierde en posibilidad creadora lo
gana e eficiencia. Emplea menos tiempo en realizar la operación específica que el
artesano. La división del trabajo entre muchos obreros es la base del sistema productivo
llamado manufactura, nueva organización bajo la cual se incrementa la fuerza de trabajo
socialmente productiva. Todo lo que interrumpe el flujo constante del proceso de trabajo
reduce también sus beneficios; la producción de mercancías en un tiempo adquirió
fundamental importancia. El obrero no solo se concentró en un lugar para trabajar sino
que empleó una herramienta especial para cada operación, cada instrumento especial
alcanzaba su plena utilidad solo en manos de un trabajador parcelario específico. La
transformación del obrero en trabajador parcelario no podía producirse, sin originar al
mismo tiempo, cambios en el carácter y la personalidad del obrero. La división del trabajo
cada vez más compleja alienaba al obrero de sus facultades creadoras y lo disminuía
como ser humano. La manufactura crea, también, una jerarquía en el trabajo. Los obreros
se ubican en una jerarquía y se las distribuye entre aquellos de acuerdo con sus
habilidades socialmente adquiridas: en la parte inferior las manipulaciones mas simples,
que cualquiera puede hacer. En la parte superior los trabajadores especializados. El
proceso que comenzó en la cooperación simple, donde el capitalista representaba para el
obrero el poder y la voluntad del trabajo asociado, se hizo más pronunciado en la
manufactura, que redujo al obrero a la condición de trabajador parcelario. Para Marx, la
maquinaria y su empleo en al industria moderna es la fase más importante del desarrollo
del modo capitalista de producción. Aunque se funda en la manufactura, se aparta luego
del sistema. El sistema mecánico obligó al obrero a adaptarse a la máquina. Se divide la
producción en una sucesión de fases y se resuelve cada una de esas fases por medio de
máquinas. La especialización vitalicia en el manejo de una misma herramienta se
convierte ahora en la especialización vitalicia en el cuidado de una misma máquina. La
dependencia del obrero con respecto a la fábrica y, por lo tanto, al capitalista es completa.
En la manufactura el obrero usaba la herramienta; en la fábrica, la máquina lo usa a él.
El proceso que lleva al poder capital, también lleva a las contradicciones y antagonismos
de la forma capitalista de producción, con lo cual crea, junto con los elementos necesarios
para la formación de una nueva sociedad, las fuerzas para destruir la vieja. El hombre
pierde cada vez más control del proceso de producción y la alienación se torna en una
deshumanización cada día mayor del hombre en las condiciones del capitalismo
industrial.
Para Marx el desarrollo de las fuerzas productivas bajo el capitalismo, es la base social y
técnica de la futura emancipación del hombre; pero hasta entonces era una manifestación
de la creciente alienación de éste.
Tarde o temprano los trabajadores las juzgarán intolerables y arrancarán el capital y el
poder de las manos de sus opresores.
A partir de entonces y con la posterior abolición de las clases y de los conflictos de clases,
los hombres podrán algún día llegar a una situación en la que “el libre desarrollo de cada
uno conduzca al libre desarrollo de todos”.

MAX WEBER (1864-1920)

Max Weber quien ha sido llamado el Marx burgués, se convirtió en sociólogo a través de
un largo e intenso debate con el fantasma de Marx. Una des sus principales obras,
Wirtschaft und Gesellschaft, su interés por la ética protestante y hasta sus magníficos
estudios sobre las Weltreligionen, todo revela su permanente preocupación por los
problemas y cuestiones que planteo Marx. El origen y la naturaleza del capitalismo fueron
sus mayores intereses lo que le llevo a estudiar el sistema económico de Occidente ty al
estudio de las principales instituciones culturales y sociales. Aquí nos muestra que gran
parte de la obra de Weber estaba basada en la de Marx, pero dejando a un lado lo vulgar,
y dogmático, no trata de refutar las ideas de Marx, solo complementarlas y/o combinarlas
con las suyas.

FUNDAMENTOS METODOLOGICOS

Weber publico sus artículos en lo que iba a ser un periódico científico, en el cual podían
opinar tanto el lego como el especialista, y sus páginas estarían abiertas a discusión
política y social. Aquel periódico iba a tratar problemas socioeconómicos y su relación con
los problemas sociales. Weber trata de demostrar en su ética religiosa que incluso la
religión tiene relación con lo económico, pero esto no es notado a simple vista sino que
hizo un estudio minucioso, Weber también habla de los fenómenos condicionados
económicamente y dice que para ciertas actividades cambian de acuerdo a la relación
económica que haya. Para Weber y para Marx lo económico se relaciona con la lucha
material por la existencia. Weber mantuvo la opinión de que existe una fundamental
diferencia entre los fenómenos culturales y los físicos, y por consiguiente entre los
requisitos metodológicos de las ciencias culturales y los de las ciencias físicas
respectivamente. Weber afirma que cuanto mas generales y universales son las
proposiciones de la ciencia de la cultura, tanto mas intrascendentes e inútiles resultan; y
lo que es más importante, tales generalizaciones oscurecen diferencias significativas y
necesarias.

TIPOS IDEALES

Weber fue un historiador interesado en las formas y combinaciones únicas que adoptan
los elementos culturales en contextos culturales específicos, le interesaron igualmente las
generalizaciones acerca de diversos fenómenos sociales. Weber consideraba el método
de abstracción de Marx, en particular su modelo de dos clases, como un método que
había brindado importantes conocimientos sobre la naturaleza del sistema económico
moderno. Mientras que Marx señalo la creciente concentración de los medios de
producción y la concomitante separación del obrero de esos medios, proceso que dio
origen a una clara dicotomía entre quienes poseían y controlaban dichos medios y
quienes no lo hacían.

LA TESIS DE WEBER: PROTESTANTISMO Y CAPITALISMO

En esta parte de la lectura se habla sobre la ética protestante y el espíritu del capitalismo
la cual es la publicación mas importante de Weber y dice que este trabajo no debe ser
visto como un estudio detallado del protestantismo, sino como una introducción a las
obras posteriores de Weber, en especial a sus estudios de la interacción entre varias
ideologías religiosas y comportamientos económicos. Weber presenta la tesis de que la
ética y las ideas puritanas influyeron en el desarrollo del capitalismo. La devoción religiosa
es usualmente acompañada de rechazo a los asuntos mundanos, incluyendo el rechazo a
la búsqueda de una mejor posición económica. Define al "espíritu del capitalismo" como
las ideas y hábitos que favorecen la búsqueda racional de ganancias económicas. Weber
señala que tal espíritu no existe solamente en la cultura occidental, cuando lo
consideramos una actitud presente en los individuos ya que también hay que tomar en
cuenta que estos individuos no podrían, por sí solos, establecer un nuevo orden
económico. Weber presenta sus tres trabajos más importantes después de este que son
la religión de china, la religión de la india y el judaísmo antiguo, a weber le gustaba
estudiar a la sociedad y la religión de manera profunda.

SOCIOLOGIA POLITICA Y VALORES POLITICOS

Weber considero al occidente como la civilización en la que se llevo a cabo de una


manera mas completa que en cualquier otra el desencantamiento del mundo.
Prácticamente todos los aspectos de la cultura occidental sufrieron este proceso de
racionalización, de tal modo que ya no había, en principio, poderes misteriosos,
incognoscibles o inescrutables. Weber y Nietzsche creían que la ciencia puede ofrecer
medios a los hombres, pero no fines; nunca puede señalarnos el camino hacia los valores
verdaderos. Lo mas sorprendente y quizás lo mas importante es la actitud nacionalista y
hasta atávica de weber hacia la guerra, menciona que se la hacían grandes y
maravillosas, Weber depositaba su fe en los lideres, la lectura dice que después de su
muerte, los principios carismático y burocrático se fusionaron, en su país natal, en la mas
horrenda síntesis que haya conocido el mundo.

Emile Durkheim (1858-1917).

Aunque para Durkheim, como para Comte, la Ilustración constituyó una influencia
negativa, en ambos casos tuvo efectos positivos sobre su obra (por ejemplo, el interé6 por
la ciencia y el reformismo social). Sin embargo, a Durkheim se le considera más
propiamente el heredero de la tradición conservadora, especialmente tal y como se
manifestaba en la obra de Comte. Pero mientras Comte se mantuvo apartado de los
círculos académicos, Durkheim legitimó la sociología en Francia y su obra se convirtió en
una fuerza dominante en el desarrollo de la sociología en general, y de la teoría
sociológica en particular.

Durkheim era políticamente liberal, pero intelectualmente adoptó una postura más
conservadora. Al igual que Comte y los contrarrevolucionarios católicos, Durkheim temía y
odiaba el desorden social. El móvil fundamental de su obra fueron los desórdenes que
produjeron los cambios sociales generales analizados en el principio de este capítulo, así
como otros muchos (como los conflictos laborales, el derrocamiento de la clase
dominante, la discordia entre la iglesia y el estado y el nacimiento del antisemitismo
político) más específicos de la Francia de Durkheim (Karady, 1983). De hecho, gran parte
de su obra está dedicada al estudio del orden social. Su opinión era que los desórdenes
sociales no constituían una parte necesaria del mundo moderno y podían solucionarse
mediante la introducción de reformas sociales. Mientras que Marx pensaba que los
problemas del mundo moderno eran inherentes a la sociedad, Durkheim (junto con la
mayoría de los teóricos clásicos) disentía de aquél. Por lo tanto, las ideas de Marx sobre
la necesidad de la revolución social se oponían radicalmente con las del reformismo de
Durkheim y otros. A medida que la teoría sociológica clásica se desarrollaba, lo que
predominaba en ella era el interés durkheimiano por el orden y la reforma, mientras se
eclipsaba la postura marxiana.

En dos libros publicados a finales del siglo XIX, Durkheim desarrolló una concepción
distintiva del objeto de estudio de la sociología y pasó a su verificación en un estudio
empírico. En Las reglas del método sociológico (1895), Durkheim argüía que la tarea
especial de la sociología era el estudio de lo que él denominaba hechos sociales.
Concebía los hechos sociales como fuerzas (Takla y Pope, 1985) y estructuras externas
al individuo y coercitivas. El estudio de estas estructuras y fuerzas -por ejemplo, el
derecho institucionalizado y las creencias morales compartidas- y su efecto en las
personas se convirtió en la preocupación de muchos teóricos de la sociología posteriores
(de Parsons, por ejemplo). Durkheim no se contentó simplemente con definir el objeto de
estudio de la sociología; quería también demostrar la utilidad de ese enfoque mediante la
investigación sociológica. Escogió como tema el suicidio. En un libro titulado El suicidio
(1897). Durkheim razonaba que si se podía vincular un comportamiento individual como el
suicidio con causas sociales (hechos sociales), ello supondría una prueba irrefutable de la
importancia de la disciplina de la sociología. Ahora bien, Durkheim no examinó por qué el
individuo A o B se suicidaba; más bien se interesaba por las causas de las diferencias
entre las tasas de suicidio de diferentes grupos, regiones, países y categorías de
personas (por ejemplo, casados y solteros). Su argumento principal era que la naturaleza
y los cambios de los hechos sociales explicaban las diferencias entre las tasas de
suicidio. Por ejemplo, la guerra o la depresión económica creaban probablemente un
estado depresivo colectivo que, a su vez, elevaba las tasas de suicidio. Como veremos en
el capítulo 6 sobre Durkheim, hay mucho más que decir sobre esta cuestión, pero lo que
más nos interesa es el hecho de que Durkheim desarrollara una perspectiva distintiva de
la sociología y se afanara por demostrar su utilidad en el estudio científico del suicidio.

En Las reglas del método sociológico, Durkheim distinguía entre dos tipos de hechos
sociales: los materiales y los no materiales. Aunque analizó ambos tipos a lo largo de su
obra, se centró más en los hechos sociales no materiales (por ejemplo, la cultura y las
instituciones sociales) que en los hechos sociales materiales (por ejemplo, la burocracia y
el derecho). Su interés por los hechos sociales no materiales quedó manifiesto en su
primera gran obra, La división del trabajo social (1893). Este trabajo se ocupaba del
análisis comparado de aquello que mantenía unidas a las sociedades primitivas y
modernas.

Concluía que las sociedades primitivas se mantenían unidas fundamentalmente a través


de hechos sociales no materiales, específicamente mediante una fuerte moral común o lo
que él denominaba una “conciencia colectiva” intensa. Sin embargo, debido a la
complejidad de la sociedad moderna, se había producido un descenso en la intensidad de
esa conciencia colectiva. El lazo fundamental de unión del mundo moderno era la
intrincada división del trabajo que unía unas personas a otras mediante relaciones de
dependencia. Sin embargo, Durkheim percibió que la división moderna del trabajo
producía diversas “patologías”; en otras palabras, era un método inadecuado para
mantener a la sociedad unida. Conforme a su sociología conservadora, Durkheim no creía
en la necesidad de la revolución para resolver estos problemas, y sugirió una diversidad
de reformas que podían “arreglar” el sistema moderno y mantenerlo en funcionamiento.
Aunque reconocía que era imposible regresar a los tiempos en los que predominaba una
poderosa conciencia colectiva, creía que se podía reforzar la moral común en la sociedad
moderna para ayudar a las personas a hacer frente a las patologías que experimentaban.

En sus últimas obras los hechos no materiales ocupan una posición más importante si
cabe. De hecho, en su última gran obra-Las formas elementales de la vida religiosa
(1912)- se embarcó en el análisis de la que tal vez sea la forma más esencial de un hecho
no material: la religión. En esa obra Durkheim examina la sociedad primitiva con el fin de
encontrar las raíces de la religión. Creía más fácil encontrar esas raíces en la sociedad
primitiva, más simple en términos comparados, que en el complejo mundo moderno. Llegó
a la conclusión de que la fuente de la religión era la sociedad per se. La sociedad era la
que definía ciertas cosas como religiosas y otras como profanas. Específicamente, en el
caso que estudió, el clan era la fuente de un tipo primitivo de religión, el totemismo, en el
que se deificaba a plantas y animales. A su vez, el totemismo era considerado como un
tipo específico de hecho social no material, una forma de conciencia colectiva. Al final,
Durkheim llegó a manifestar que la sociedad y la religión eran fenómenos indistintos. La
religión era el modo en que la sociedad se expresaba a sí misma bajo la forma de un
hecho social no material. En cierto sentido, pues, Durkheim deificó la sociedad y sus
principales productos. Evidentemente, al deificar la sociedad, Durkheim había adoptado
una postura altamente conservadora: nadie debería querer trastocar una deidado su
fuente social. Como identificaba la sociedad con Dios, Durkheim desaconsejaba la
revolución social. Al contrario, era un reformador social dedicado a buscar la manera de
mejorar el funcionamiento de la sociedad. En estos y otros sentidos, Durkheim se
alineaba claramente con la sociología conservadora francesa. El hecho de evitar muchos
de sus excesos le convirtió en la figura más importante de la sociología francesa.

Estos libros y otras importantes obras contribuyeron a la constitución de un campo


distintivo, propio de la sociología, en el mundo académico de la Francia de principios de
siglo, a la vez que situaron a Durkheim a la cabeza del desarrollo de ese campo. En 1898
Durkheim fundó una revista especializada dedicada a la sociología, L'année sociologique.
Esta revista se convirtió en una fuerza muy influyente para el desarrollo y la difusión de
las ideas sociológicas. El objetivo de Durkheim era impulsar el desarrollo de la sociología,
por lo que utilizó su revista como un punto focal para el desarrollo de un grupo de
discípulos. Estos extenderían sus ideas y las aplicarían a otras áreas y al estudio de otros
aspectos del mundo social (por ejemplo, la sociología del derecho y la sociología de la
ciudad. Hacia 1910, Durkheim había logrado hacer de Francia un poderoso centro de la
sociología, y en esta nación encontramos los orígenes de la institucionalización
académica de la sociología.

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