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EL CRISMO TRINITARIO
El Crismón consta de las letras griegas X (ji) y P (ro), que son las iniciales de Cristo en griego.
Además a cada lado puede estar representado la alfa y la omega, simbolizando que Dios es el
principio y fin de las cosas.
Un Crismón Trinitario es aquel que tiene la peculiaridad de tener entre sus elementos una S
referida a la Trinidad. Estos crismones son muy comunes en las iglesias de peregrinación del
Camino de Santiago.
Antinaturalismo.
Las figuras son rígidas, hieráticas. Solemnes y alargadas, para acentuar su carácter espiritual.
Técnicamente aparecen como primitivas, con un cierto aire arcaico.
Inmovilidad,
Frontalidad.
Función didáctica.
Tanto la pintura como la escultura (en especial, el bajorrelieve pintado), cumplían la función de
ilustrar mediante las imágenes las enseñanzas de la Biblia, los Evangelios y el Apocalipsis,
dado que la gran mayoría de los fieles eran analfabetos. Por lo tanto las imágenes cumplían
especialmente la función didáctica.
De manera similar a lo que ocurría con las primeras imágenes cristianas, estas imágenes,
realizadas con poco respeto por los cánones estéticos clásicos pero con gran expresividad,
tenían en cambio una importancia vital para los cristianos. Servían a la expresión y
comunicación de la fe y los símbolos y figuras representados contribuían a la difusión de
creencias.
6.- El crismón de Jaca en el contexto del Camino de Santiago
Como es sabido la Catedral de Jaca se encuentra dentro del Camino de Santiago, por lo que
no es de extrañar que aparezcan elementos que nos evoquen este hecho.
Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en el Crismón, en el que aparecen dos leones. Uno
de ellos, el de la parte izquierda es un león misericordioso, representa a Cristo perdonando al
pecador arrepentido, postrado bajo las garras del león y con una serpiente en sus manos. "El
león sabe respetar al que se prosterna y Cristo al suplicante". Este simboliza el viaje de los
peregrinos que buscan el perdón divino.
Otro ejemplo estaría en la parte baja de la P donde se inserta una S, importante novedad que
marcará un estilo en todo el románico del Camino de Santiago, especialmente en Navarra y
Aragón. La S no se enrosca en torno al radio como en crismones posteriores de Navarra y
Aragón, sino que se sitúa tras él. Las cuatro letras son bien visibles y culminan sus trazos con
ápices triangulares.