SANTA CECILIA

“Érame una vez”, sentado con la espalda reposada en el frío mármol

del gran coliseo, pidiendo limosna, pues ya había salido el público. Como

era de costumbre, no recibí ni una sola moneda, por lo que fui a una casa

cercana y le pedí a la dueña cobijo.

Lo que más me sorprendió es que me lo dio y me contó su historia mientras

tocaba un arpa.

Me contó que se llamaba Cecilia y que su padre le obligó a casarse con un

hombre. Me contó que cuando el hombre y ella estuvieron a solas ella le

dijo:

-¡No te atrevas a tocarme! Pues estoy protegida por un ángel y si me tocas

se enfurecerá.

-Para creer lo que dices antes debo ver aquel ángel del que me hablas.

-Para verlo primero tendrás que creer en Dios, ve pues a ver al Obispo y

que él te convierta al Cristianismo.

Entonces él se fue, y tras convertirse al Cristianismo, volvió a casa de

Cecilia y vio entonces al ángel junto a ella.

Tiempo después él y su hermano fueron predicando la Palabra de Dios. Por

ese motivo el emperador los torturó y mató.

Una vez terminó el relato le pedí que me convirtiera al Cristianismo.

Años más tarde, mientras le cantábamos al Señor, llegaron unos soldados y

apresaron a Cecilia. Yo los seguí y vi que la metían en el senado. Esperé en

la puerta hasta que al final salieron. Pregunté qué le iban a hacer, y me

contestaron que la iban a asfixiar en las termas. Entré con ellos y contemplé

cómo por mucho que subían la temperatura Cecilia no moría.

Desesperados, los romanos decidieron cortarle la cabeza. Tras unos

minutos llegó el verdugo que bajó el hacha fuertemente, pero ante mis ojos

atónitos el hacha se rompió.

Volvieron a intentarlo con un hacha mayor, que dio el mismo resultado que

la anterior. El verdugo lo intentó una tercera vez y, ahora sí, la cabeza de

Cecilia, que hasta el momento había estado cantando, rodó por el suelo.

Entre lágrimas grité:

¡Dichosos romanos, que dais la muerte al inocente y en cambio no dais

monedas a los pobres! ¡Que Dios os prive del cielo!

Ramón López-Palop López

6º B