“Imperialismo Cultural” e “Imperialismo Mediático”

¿Causas de la Globalización de los Medios de

Comunicación?

Ihiruye Rebolledo

C.I: 16656695
 Introducción

Desde comienzos del siglo pasado los medios de comunicación

masivos han tomado un papel fundamental en cuanto desarrollo de los

acontecimientos sociales a nivel mundial. Ejemplo claro de esto es el gran

desastre en la noche del 30 de Octubre de 1938, en que Orson Wells hacía una

dramatización de una novela de Ciencia Ficción llamada La guerra de dos

mundos (escrita por H. G. Wells) donde los marcianos invadían la tierra,

causando un pánico masivo en Nueva York y Nueva Jersey (allí

supuestamente eran las invasiones). Esto no solo impulsó la fama de Wells,

sino también demostró el poderío de los medios de comunicación de masas

(incluso para la época).

Ya en las últimas décadas las ciencias de la comunicación han hecho

especial énfasis en estudiar este fenómeno, con el fin de manipular la influencia

de los mismos en la población en general aspirando de esa manera controlar

las masas. Entendiendo esto, los grandes controladores de la economía global

se han presentado como los principales participantes (en cuanto inversión se

refiere) consiguiendo un “imperialismo mediático” que funciona como base

fundamental para lograr el “imperialismo cultural” que tanto les conviene para

garantizar su dominio económico.

El siguiente ensayo es un pequeño análisis sobre cómo la globalización

de los medios es un fenómeno que está principalmente impulsado y dado por

tales enfoques (imperialismo cultural e imperialismo mediático) y de cómo en

las últimas dos décadas este hecho representa el arma principal para el control

social global.
 Conociendo los términos

Para comenzar este ensayo lo mejor será definiendo los conceptos

y situación del llamado “imperialismo cultural” e “imperialismo mediático”.

Podemos definir al “imperialismo cultural” como la propagación o

imposición de una cultura a través de los medios de comunicación

masivos principalmente. En la actualidad el vivo ejemplo de este

fenómeno es la imposición de los valores norteamericanos por medio de

la publicitación de los mismos en la industria del entretenimiento. Quizás

el principal y primer aporte para esto venga desde de Hollywood, donde

se esparcieron por primera vez los símbolos sociales nacionales por el

mundo entero. El patriotismo, la democracia, las libertades civiles,

liberalismo, los símbolos (el águila calva, tío Sam, la bandera, viejo y

salvaje oeste, etcétera), historia, igualdad social, fueron diseminados

alrededor del mundo entero con tal efectividad que gran parte de la

población mundial los ha aceptado como un modelo social natural hasta

convertirse en los valores y principios fundamentales universales.

Seguidamente es necesario resaltar el efecto música que también se ha

propagado como modelo universal, el rock, el pop son los géneros más

escuchados y producidos en el planeta entero, simbolizando la gran

efectividad de la política imperial-cultural norteamericana. Por último

(pero no menos importante) podemos poner como ejemplo la televisión, o

mejor dicho los programas de entretenimiento televisivos, los cuales han

creado un gran furor a nivel internacional y fácilmente es uno de los

productos de más importación y de demanda internacional de los EEUU,

por el medio de los cuales se implanta de manera más clara la forma de

vida cotidiana (o lo que quieren hacer parecer cotidiano) como la forma

ideal para las sociedades de todo el mundo.

En cuanto al “imperialismo mediático” podemos decir que

simplemente es la estrategia a seguir para lograr el “imperialismo

cultural”. A este podemos definirlo como la búsqueda de control de los

medios de comunicación de masas, generando una cadena de empresas

comunicacionales, lo que permite un monopolio tanto empresarial como

informativo pues facilita tremendamente la creación de matrices de

opinión y transformar perspectivas editoriales en “realidades”. Este

sistema es claramente el usado en EEUU, donde las diez principales

corporaciones de entretenimiento controlan un porcentaje casi absoluto

de los medios de comunicación del país, y al mismo tiempo están

adueñados (y en los casos menos drásticos como accionistas

importantes) de cadenas de información y entretenimiento alrededor del

mundo entero.

En cuanto a la globalización de los medios podemos decir que, tal

cual como la palabra lo denota, se refiere a una unificación de tendencias

y alcances globales por parte de los medios de comunicación,

manteniendo relativamente los mismos intereses tanto informativos como

en tendencias y estilos aplicados para la creación de material.

 Ahora ¿qué papel juegan estos enfoques en la globalización de

los medios? pues simplemente es cuestión de visualizar el panorama

completo: Si el interés principal es un “imperialismo cultural” para

garantizar una expansión de diversos intereses por los dominantes y su

estrategia principal es un “imperialismo mediático” con el fin de crear un

monopolio y/o cadena corporativa que facilite su meta principal, es fácil

comprender que gracias a su poderío económico y el buen uso de los

medios los han hecho lograr un alcance global, llegando a todo tipo de

público en prácticamente todas las culturas y borrando casi todos los

obstáculos culturales que se presentaban.

 ¿A qué se debe la afirmación de que hay un imperialismo

cultural y mediático?

Si bien en las últimas décadas la tecnología comunicacional ha

dado saltos increíbles en el desarrollo de nuevas tecnologías y que el

acceso a las mismas se ha hecho una cotidianeidad en la mayoría del

planeta, los mayores beneficiados han sido las corporaciones

norteamericanas. “The American Way of Life” parece ser el modelo a

seguir (en la mayoría de la población mundial) cuando de sueños y

ambiciones se trata. Los parámetros sociales establecidos a nivel

mundial parecen ser copiados prácticamente de aquellos mostrados en

los programas de entretenimiento, opinión y educativos internacionales.

Lo que nos hace pensar que las tendencias comunicacionales

actuales, las metas de dominación económica y política de los EEUU, la

estructura corporativa de los medios de comunicación de masas y la

similitud en los cambios económicos y publicitarios no son mera

casualidad.

Se podría pensar que simplemente esta nación logro de manera

más efectiva el desarrollo de este campo comunicacional y que debido a

este éxito fueron quienes pudieron lograr un impulso de aceptación

global.

Pero hay hechos que nos pueden hacer dudar de esta teoría, como

por ejemplo el énfasis por reclamar y promover la libertad de expresión,

idea que por todo el mundo se propaga e incluso es usada como una de

las más grandes críticas a aquellos gobiernos adversos a los EEUU pero

dentro de este país existen grandes limitaciones informativas, e incluso

son censuradas gran parte de las noticias de interés nacional, lo irónico

y/o preocupante es que las grandes cadenas informativas de los EEUU

se prestan a callar y hasta en algunos casos opacan o contradicen la

noticia censurada. Acción absolutamente explicable al ver que los

dueños y empresarios de estas cadenas son los mismos o al menos

grandes inversores en todo tipo de negocios de la nación. Ejemplos hay

para botar al techo: La relación de la cadena FOX (de News Corporation)

con la corporación Halliburton y como aplacaron el escándalo

relacionado con el ex-vicepresidente Dick Cheney y el expresidente

George W. Bush (ambos relacionados fuertemente con ambas cadenas

corporativas).

También es resaltante el caso de A&E Network, una cadena desde

donde múltiples canales están reescribiendo la historia universal y

propagando esta perspectiva de forma absoluta por todo el planeta. Es

necesario resaltar que Walt Disney Company es uno de los accionistas

principales de esta cadena, que por cierto también invierten es

exploraciones petroleras y de gas natural entre muchísimas otras

inversiones en múltiples campos empresariales.

Es importante destacar que muchas de las grandes corporaciones

comunicacionales de los EEUU se han expandido a todas partes del

mundo creando filiales en el exterior (1BC, Televisa, Telemundo, Disney

Europa, Editoriales Larousse, Japan Sports Channel, por solo nombrar

unas pocas) o se han hecho espacio en el mundo de televisión por cable

que cada día tiene más demanda (CNN, FOX, MTV, HBO, etc). Y eso

solo hablando en el plano de la televisión, porque es igual con los

periódicos, revistas, emisoras de radio y demás medios tradicionales.

Como dije anteriormente, las 10 corporaciones mediáticas más

grandes de los EEUU parecen ser, no solo las líderes comunicacionales

del país sino también los órganos principales de la economía

norteamericana (en todo tipo de negocios). Incluso, este proceso cada

vez es más obvio y está tomando fuerza “con todas las de la ley”. Hoy

día es fácil ver gobernadores, senadores y demás entes políticos

participando en la programación y/o administración de cadenas

televisivas privadas (así como también tienen todo tipo de relaciones con

otros tipos de corporaciones) y usan a los medios como influencia social

para lograr beneficios con fines privados.

Paralelamente, está el problema de la desinformación. Cada año

son menos las personas que ven noticieros y leen periódicos o revistas;

conjuntamente cada vez son menos las noticias emitidas y ciertamente

parece ser que conforme pasa el tiempo las noticias más relevantes y de

mayor cobertura son el enjuiciamiento de Lindsay Lohan por uso de

drogas, los contratos deportivos por millones de dólares o cualquier

hecho menor en cuanto a impacto de la humanidad se refiere. Pareciera

que ahora los medios de comunicación solo son para ocio, perdiendo

cada día más su rol de comunicador y asumiendo en lo absoluto un rol

de entretenimiento.

Desde el caso infortunado de Arthur Teele (abogado

estadounidense que tras haber sido acusado de corrupción y haber

sufrido un ataque inminente por parte de los medios de comunicación

perdió su carrera y en medio de la humillación pública terminó

suicidándose en el año 2005) hasta la participación fundamental en

golpes de estados, los medios de comunicación han mostrado su poderío

inigualable en cuanto control de masas se refiere y es bien claro quiénes

son los administran los más importantes.

 El control absoluto

Ciertamente que el poder de los medios de comunicación se ha

incrementado en niveles anteriormente inimaginables, también es cierto

que este poder aún sigue aumentando y que cada día son más decisivos

e influyentes en nuestras sociedades. La especie humana ha hecho de

los medios de comunicación masivos una herramienta vital para nuestra

civilización y como tal se ha convertido en la ambición máxima para

cualquiera que quiera llegar a audiencias masivas.

Pero aún con semejante afirmación hay un factor que cambia todo

el panorama: El Internet.

El internet es una herramienta comunicacional fuera de lo común

debido a su gran alcance de audiencia y su prácticamente inexistente

nivel de control. Es bien sabido que la red rompe con todos los

esquemas establecidos haciendo accesible la información en un tiempo

literalmente inmediato a cualquier parte del mundo y por diversidad

ilimitada de autores, corresponsales, investigadores, etc. Incluso ya con

más o menos dos décadas de uso masivo no podemos predecir el

impacto que esta herramienta comunicacional causará en el mundo.

 De acá, la aspiración sobre el control en las sociedades a través de

los medios de comunicación masivos en una ambición cada vez más

difícil de lograr.

Conclusión

El gran fenómeno de la globalización de los medios es

absolutamente innegable y se hace evidente que el enfoque de

“Imperialismo cultural” y la aplicación del “imperialismo mediático” han

sido factores participantes en este proceso.

Aún así, vemos que quizás estos enfoques pierdan vigencia debido

a la evolución incontrolada de los medios de comunicación, como pasa

con el fenómeno del internet y por tanto ajustarse a la idea de vigencia

de dichos enfoques estaría ignorando el mundo cambiante donde

vivimos.

De igual manera ninguna herramienta podrá eximirse de la

posibilidad de un control o censura mientras no haya la capacidad crítica

para usarla, la falta de la misma (capacidad crítica) será siempre la

ventaja invencible de cualquier posición “imperialista”.

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