Desde hace muchos años se a tratado de simular en maquinas el
pensamiento humano, tratar de generar algún tipo de mecanismo autónomo que pueda ser capas de copiar o generar por su propia cuenta el pensamiento y comportamiento humano. Un matemático Inglés, Alan Turín, propuso una prueba que nos permite aclarar si una máquina es capaz de pensar por si misma.
Desde que se intenta simular el pensamiento humano, ninguna
maquina, software o mezcla de los dos a sido capaz de llegar a los resultados deseados por los científicos, esto en cuanto a llevar una conversación con la maquina sin que la otra persona este al 100 % segura de que no es una maquina.
Hoy en día se han construido maquinas humanoides capaces de
simular movimiento humanos, mas no el pensamiento, sin embargo la IA sigue desarrollándose con gran rapidez. En términos individuales en estos tiempos existen sistemas que predicen el movimiento de los mercados, superando notablemente la mayoría de los analistas mas experimentados, también hay aplicaciones que diagnostican enfermedades con un alto grado de certeza, incluso hay otras aplicaciones que pintan pinturas que se venden en galerías.
Gracias a las técnicas y métodos de las diferentes materias
encargadas del estudio de la mente como psicología, se han llegado a resultados bastante satisfactorios por parte de científicos que utilizan este tipo de resultados para ser aplicados es sus diferentes proyectos, esto con el fin de general estas maquinas que puedan ser capaces de producir pensamientos propios, como las que ya existen y pueden llevar con gran frialdad partidas de ajedrez, estas analizando y generando movimientos y jugadas en fracciones de segundos, superando así a la velocidad de la mente humana.
La IA es un área de estudio dedicada al conocimiento humano, con un
gran potencial para la ayuda a personas discapacitadas. Gracias a que el conocimiento es el principal factor que mueve y genera nuevas técnicas para la IA, es necesario invertir un gran capital para así poder producir maquinas humanoides que puedan ser capaces de producir conocimiento por si misma facilitando y ayudando a gran cantidad de tareas hechas por seres humanos. Pero al igual que se pueden producir maquinas autómatas con capacidad para ayudar, pueden producirse maquinas que no se desarrollen con este mismo principio, sino para fines bélicos de gobiernos con capacidad económica y utilizarlos para sus propios beneficios.
Hablando de beneficios para la humanidad maquinas que puedan
pensar, procesar y decidir por si mismas vendrían a mejorar notablemente la calidad de vida humana, utilizando a estas maquinas desde la industria en tareas peligrosas para seres humanos, como maquinas que analicen y den resultados mas precisos en el área de medicina.