Professional Documents
Culture Documents
En esta edición nos hemos centrado en la protección de los menores. Pero del mismo
modo podríamos haberlo hecho en la de los adultos, o en la de los propios animales.
Todos, en definitiva, padecen las secuelas de un mismo drama que, por su
consolidación, dimensiones y consecuencias, representa una tragedia de tal calibre, que
de ser humanas las víctimas se calificaría como el mayor genocidio conocido por lo que
tiene de exterminio sistemático de seres. No existe, sin embargo, un término aceptado
para denominar tan brutal holocausto porque aparentemente los damnificados son
siempre irracionales, y esa carencia idiomática es una prueba más de cómo el especismo
está instalado en el sistema por el que se rige la sociedad. Pero la realidad es que si los
animales pagan el precio más alto en forma de cadáveres, nosotros, los de nuestra
especie, lo hacemos envileciéndonos a través del culto a la violencia y de darle pábulo a
una degradación que sólo puede cohabitar con nuestra ética en un reducto de egoísmo e
insensibilidad.
Nuestra gratitud, por lo tanto, a todas las asociaciones y colectivos que entendiendo esa
realidad, han contribuido de forma generosa a fortalecer en este 27 de Noviembre a un
movimiento tan imprescindible e imparable como el animalista. Y sabemos que el
próximo año seremos muchos más, porque día a día aprendemos que si estamos
luchando contra el egoísmo, nosotros somos los primeros que debemos de evitar
batallas particulares y exclusivistas que lejos de ayudar a los animales, perpetúan su
estado de indefensión. Gracias también, a todas y todos los que hoy habéis demostrado
con vuestra presencia aquí, vuestro valor y compromiso hacia un ideal que,
afortunadamente, va perdiendo esa categoría, pues cada vez se aleja más del terreno de
la utopía para adentrarse en el de los hechos consumados. Sin vosotros y sin la
implicación de los grupos animalistas, ese sueño jamás habría dejado de ser eso: un
simple sueño. Salud Compañeros.