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Entre los medios de comunicación y el Estado

venezolano

Estudio de caso: la no renovación de la concesión de Radio

Caracas Televisión

“…no debe quedar ningún poder político incontrolado en una democracia (…)

La TV se ha convertido en un poder político colosal, potencialmente el más importante

de todos. Una democracia no puede sobrevivir si no pone bajo control la TV…”

Karl Popper
Los medios de comunicación y su influencia.

Desde comienzos del siglo pasado los medios de comunicación masivos

han tomado un papel fundamental en cuanto desarrollo de los acontecimientos

sociales a nivel mundial. Ejemplo claro de esto es el gran desastre en la noche

del 30 de Octubre de 1938, en que Orson Wells hacía una dramatización de

una novela de Ciencia Ficción llamada La guerra de dos mundos (escrita por

H. G. Wells) donde los marcianos invadían la tierra, causando un pánico

masivo en Nueva York y Nueva Jersey (allí supuestamente eran las

invasiones). Esto no solo impulsó la fama de Wells, sino también demostró el

poderío de los medios de comunicación de masas (incluso para la época).

Actualmente, el medio de comunicación más relevante es la televisión,

que rápidamente se ha hecho parte fundamental de la mayoría de las familias

alrededor del mundo. En Venezuela la televisión llega a un 95% aprox. de los

hogares, lo que significa un porcentaje altamente importante en cuanto a este

medio se trata, esto se refuerza cuando a esto le añadimos que el porcentaje

de horas invertidos por parte de los venezolanos en medios de comunicación

nos muestra que un 46% es para los canales de señal abierta y un 17% en

televisión paga (resaltemos que estas estadísticas pueden tener altos índices

de variabilidad pues un alto porcentaje de hogares que tiene señal paga la

tienen de manera ilegal).

Ciertamente comenzaremos este trabajo resaltando la influencia de los

medios de comunicación (específicamente los audiovisuales) y poco será lo

que discutiremos acerca de en qué áreas y de qué manera influyen en la

sociedad, sobre todo la venezolana.


Discutiremos y analizaremos el caso de la no renovación de la concesión

para la explotación del espectro radioeléctrico por parte de el canal Radio

Caracas Televisión, las causas, intereses políticos y claro está, los factores

positivos y negativos del mismo en la sociedad venezolana.

Pero para entablar esta exposición no hay mejor manera que definiendo

brevemente algunos de los términos esenciales en la materia:

-Medios de Comunicación: Al hablar sobre los Medios de Comunicación

estaremos refiriéndonos a aquella herramienta o por la cual se realiza un

proceso de comunicación. Entendemos por medio de esta definición que un

celular es un medio de comunicación, pero al usar este término en el presente

trabajo nos estaremos refiriendo a los “medios de comunicación masivos”. Es

decir aquellas herramientas comunicacionales que llegan a un gran número de

personas simultáneamente a en otras palabras “a las masas”. Es importante

resaltar el valor de la palabra “medio” que connota algo que está entre dos

puntos y se ajusta perfectamente al este caso, ya que los medios de

comunicación están entre el hecho en sí y el público o el receptor más no

representa a ninguno de los dos.

-Espectros radioeléctricos: Es una franja de la atmósfera por donde circulan

con mayor facilidad las ondas llamadas Hertzianas. Esta franja se encuentra en

la Ionósfera (franja atmosférica ionizada permanentemente, lo que la hace el

canal ideal para transmitir los hertz). Este espectro es usado para transmitir

señales de sonido y visuales (entre otras) y es un bien de dominio público,

siendo así una propiedad de la República y administrado por el Ejecutivo

Nacional, teóricamente no debe ser usado con finalidades individuales ni


privadas sino por el contrario en beneficio de todos los venezolanos y

venezolanas.

-Concesión: “4. f. Der. Negocio jurídico por el cual la Administración cede a una

persona facultades de uso privativo de una pertenencia del dominio público o la

gestión de un servicio público en plazo determinado bajo ciertas condiciones”.

(RAE, 1994).

Podemos apuntar que en Venezuela las leyes determinan que una

concesión no es “ni una propiedad ni un derecho que se tiene de manera

indefinida. Tampoco puede ser heredada por los descendientes de la misma…”

(MINCI, 2007). Se es necesario añadir que en cuanto a las concesiones para el

espectro radioeléctrico el MINCI dice: “Éstas (las empresas que tienen

concesión sobre este espectro), que sólo han obtenido un permiso para usar un

bien de dominio público, deben asumir las responsabilidades sociales que

conlleva su explotación” (MINCI, 2004). También debemos recordar que en

1987, el presidente Jaime Lusinchi decretó que las concesiones en Venezuela

tendrían una duración (máxima) de 20 años.

-Libertad de expresión: Simplificando el concepto, entenderemos a la libertad

de expresión como el derecho de difundir libremente ideas, a este derecho se

le adjunta el hecho de no ser molestado ni juzgado por tales ideas, incluyendo

la no persecución por la búsqueda y/o difusión de material informativo.

Importante destacar que tal como se establece en “la Convención Americana

sobre Derechos Humanos” este derecho no es regulado pero solo existe

mientras se mantengan “responsabilidades ulteriores”.


De la lucha de poderes entre el Estado y los privados por los

medios de Comunicación Masivos:

Para establecer este punto es fundamental aclarar que los medios de

comunicación masivos son en su mayoría propiedad privada. Los grandes

círculos de poder comercial han visto desde hace décadas la importancia de

los mismos en la economía y se han dedicado al uso de estos como

herramientas fundamentales para la expansión de los mercados, a tal punto

que gracias a los medios de comunicación muchos de los hábitos y costumbres

de consumo se han transformado en “necesidades” sociales. Así el mundo de

las comunicaciones, sobre todo las audiovisuales, se han tornado uno de los

negocios más lucrativos del planeta. Por tanto los intereses económicos y por

supuesto políticos cada día se preocupan más por el control de los mismos.

En el plano político podemos decir que si bien, muchos de los estudios

ha comienzo del siglo pasado, dedujeron que los medios de comunicación no

crean un cambio en la decisión electoral de los ciudadanos de manera radical,

la mayoría de los autores, que aún defienden estas tesis, parecen no tomar en

cuenta lo mucho que ha cambiado y evolucionado el uso de los medios (no

solo a modo de infraestructura sino también en teoría social y comercial).

Además debemos tener en cuenta que actualmente los medios de

comunicación están desplazando (si no es que ya lo hicieron) las relaciones

sociales. Cada día es más común ver como la relación entre los políticos (y sus

actividades) y la población en general esta mediada por los medios de

comunicación, valga la redundancia. Los medios de comunicación se han

convertido en los intermediarios entre la gente y sus líderes lo que implica en


una democracia que esta relación fundamental ciudadano-político depende de

una frontera comunicacional generalmente administrada por el sector privado.

Teniendo lo anterior en cuenta, es importante destacar que entonces los

medios de comunicación tienen la capacidad de decidir cuáles temas serán los

notables en la decisión y participación pública, es decir: son la fuente primaria

de la información política. Esto hace que tanto los políticos como los votantes

tengan cierta dependencia en estos medios, los primeros porque los necesitan

para llegar (hacerse conocer o postularse) a la gente y los segundos porque

forjan su realidad política según el despliegue de estos.

A causa de este complejo valor social, la disputa por el control mediático

se ha desarrollado como una prioridad en los círculos de poder tanto

gubernamentales como civiles. La disputa se mantiene en discusiones en

donde se busca la mejor manera de asumir tal fenómeno y hemos visto como

se le ha dado un grado de importancia tal que es una pieza fundamental en el

ajedrez de la política mundial.

Por esta razón los factores morales (y es importante diferenciar entre

moralidad y moral) y éticos que conlleva este punto mediador son

exageradamente complejos, la discusión prevalece como uno de los puntos

preferidos en las agendas políticas nacionales e internacionales.

Como se expresa muy bien en el artículo “Los Límites de la

Videopolítica” de Elys Mora, comúnmente hay dos visiones extremas en donde

rebotan los argumentos:

1- El primero sería el de favorecer y apoyar la independencia de los medios

para garantizar la libertad de expresión y demás libertades democráticas en


cada Estado. Claro está que esta visión es poyada por el sector privado que

trata de preservar libertades en su industria y mantener el poder que otorgan

los medios de una manera libre y legal. Cabe destacar que para los Estados

Unidos de América esta es la postura ideal, siempre y cuando los medios se

mantengan bajo los intereses políticos internos.

2- El segundo u otro extremo es aquel donde se cuestiona el funcionamiento de

los medios al realzar los valores materiales sobre los sociales. Por supuesto

en esta posición se defiende la idea de regular la información difundida,

engrandece la producción de programas que estén de a cuerdo con las

políticas internas vista como un beneficio social.

Particularmente añadiría un tercer punto de vista donde cada ciudadano

tiene el derecho de escoger el medio y la información de su preferencia pero

donde debe haber una competencia educacional lo suficientemente efectiva

como para poder generar criterios lo suficientemente fuertes que garanticen un

juicio válido (al menos coherentemente argumentado) a la hora de escogerlo

y/o absorber la información difundida. Para esto la participación civil debe

entender que la utilización de los medios es una herramienta fundamental (no

más ni menos que eso) para un óptimo desempeño social. Es necesario

aclarar que aun cuando se ve este punto como el ideal, acá aun debe

mantenerse ciertos parámetros que aseguren el funcionamiento del mismo.

Cualquiera que sea el punto de vista sobre el trato y como se deben ver

los medios de comunicación, siempre se entiende que deben existir

mecanismos y sistemas de regulación que asegure un equilibrio social.


Sobre los mecanismos políticos para la regulación y control de los

medios de comunicación.

Ciertamente, el tema sobre cómo regular la información difundida por los

medios de comunicación está indudablemente situado en todo un campo de

batalla, ya que es un tema que da mucho para hablar. Este campo de batalla

generalmente se encuentra entre los entres controladores (el Estado) y la

empresa privada.

Para la primera visión expuesta en la página anterior (regular la

información), la regulación ideal es la Deontología. Pero para esta aspiración

es lógico pensar: ¿es acaso la deontología viable en un campo donde el

movimiento organizacional depende de intereses individuales y/o privados? Si

queremos una respuesta que se refiera al bienestar social es simple: No, los

límites deontológicos no serán suficientes para garantizar el bienestar social y

la sana convivencia ciudadana.

Gracias a la propaganda de los medios de comunicación (tanto en pro

como en contra del gobierno existente) actualmente en Venezuela la discusión

acerca de los reglamentos y comportamientos de los medios de comunicación,

está una actividad constante. El 7 de Diciembre del 2004, fue decretada la Ley

de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Ley RESORTE) cuya

finalidad es, como su nombre los dice, establecer los parámetros de

responsabilidad que los medios de comunicación masivos, aquellos que usen

los espectros radioeléctricos, deben tener con la sociedad venezolana. Mucho

es lo que se dice respecto a esta Ley pero específicamente se trata sobre

reglamentos de programación en cuanto a censura-horarios, publicidad,


representación de valores nacionales y lo resaltante de esta ley es la obligación

de difusión de programación nacional y producción nacional independiente

(PNI) en un porcentaje de la programación total. Los artículos más criticados de

esta Ley son aquellos que determinan que la libertad de expresión no es

sometible a censuras previas sino a responsabilidades ulteriores, demandan el

respeto a los derechos de los demás y la protección de la seguridad nacional,

el orden público y la moral pública. El problema en esta forma de establecer es

que, por más absurdo que sea, se presta a debates debido a lo subjetivo de

estos términos sociales (respeto, moral pública, etc). Claro, que estos son los

puntos más criticados ya que acá es donde se disparan las disputas entre el

gobierno y el sector privado (y esto a causa de las ambigüedades y múltiples

interpretaciones que se le pueden dar a estos términos) pero debemos

recordar que estas concepciones son universales (específicamente

establecidas por la ONU y la OEA).

Ahora como se dice: “del dicho al hecho hay mucho trecho”, podríamos

decir que las leyes son “ideales” pero decir que se siguen (tanto por la

oposición como el oficialismo) es sobrestimar el sistema.


Sobre RCTV

Radio Caracas Televisión es una canal venezolano fundado en 1953,

por las Empresas 1BC dirigidas por William Phelps y RCA (Radio Corporation

of America –empresa estadounidense). Su alcance de transmisión es en toda

Venezuela y parte del Caribe.

Desde sus comienzos fue inscrito como un canal de programación

generalista (un canal con estas características quiere decir que debe transmitir

una programación variada o en otras palabras de contenido diverso:

informativos, educativos, entretenimiento, cultura, humor, etc.) de señal abierta

(que usa el espectro radioeléctrico) y se estableció en la señal número 2 del

espectro radioeléctrico (cabe destacar que este número de señal, la cual por

ser la más baja, es la de más fuerza y por tanto la de mejor transmisión).

Desde entonces el canal ha tenido una tremenda trayectoria y ha sido creador

de las novelas más vistas no solo en Venezuela sino en América y muchas en

el mundo entero.

La última renovación del canal fue en 1982 (lo cual significaba que se

vencía en 2002) pero gracias a que el expresidente Jaime Lusinchi hizo un

decreto presidencial en el año 1987 donde se establecía que las concesiones

en Venezuela tendrían un máximo de 20 años, el canal hizo uso del espectro

radioeléctrico (lo que se determinó la autorenovacion de la concesión) durante

5 años (1982-1987) mientras llevaba el caso a tribunales y argumento que el

año de dicho decreto (1987) era el año donde comenzaba el nuevo período de

concesión, es decir, nunca se contaron los años comprendidos entre 1982-

1987. Esto quiere decir que si bien el período de concesión era hasta el 2002,
fue extendido hasta el 2007. Vale la pena mencionar que al finalizar la última

concesión, la directiva de RCTV trato de hacer otra “autorenovación” al

argumentar que ya habían legalizado un nuevo período en el año 2002, en el

que CONATEL (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) solicitó una serie

de recaudos para registrar y actualizar la información de la misma. Este

argumento, aunque discutible fue totalmente rechazado por CONATEL y lo

contrapusieron diciendo que simplemente no se renovaría por la ley de 1987,

añadiendo que no habría negociación por su participación mediática en el golpe

de estado del 2002.

Cabe destacar que RCTV no participó directamente en el golpe de

estado, su participación en el mismo fue nula, simplemente se les acusa de

haber hecho un bloqueo de información a la población, esto por haber

transmitido durante 48 horas seguidas dibujos animados y programación de

entretenimiento, lo cual no solo viola el compromiso de informar veraz y

objetivamente a la población (veraz y objetivo son términos que también se

pueden prestar a interpretaciones personales por su ambigüedad y complejidad

de definir, aunque en este caso sabemos que no informó en lo absoluto) sino

también violó su acuerdo de canal mixto o generalista (que significa que debe

tener una programación variada que tenga infantiles, informativos, educativos,

etc).

Es importante resaltar que no es la primera vez que el canal RCTV ha

tenido problemas con el Estado “Vale recordar que las transmisiones de RCTV

fueron suspendidas en 1976, por tres días, por difundir “noticias falsas y

tendenciosas”; en 1980, por 34 horas, por transmitir narraciones

sensacionalistas, cuadros sombríos, y “relatos de hechos poco edificantes”; en


1981, por 24 horas, por la difusión de “una cinta de corte pornográfico” y

amonestada en 1984 por ridiculizar “en forma humillante” al entonces

presidente Luis Herrera Campins y su esposa.” (MINCI, 2007)

Se hace necesario comentar que debido a la calidad de programación y

contenido de la misma, RCTV siempre fue base de críticas y denuncias por

parte de algunos sectores de la sociedad civil. Las críticas más comunes fueron

sobre programación de adultos (sexual, de violencia, imágenes explicitas, etc.)

durante los horarios juveniles, lo cual reflejaba que aun cuando el canal se

presentaba como un ícono de la cultura venezolana, para muchos no

representaba más que un canal vulgar de muy mal gusto y calidad.

Aún así, el canal se preservó prácticamente intacto por una serie de

distintos factores y, aunque varias disputas entre el mismo y el Estado se

presentaron es su historia, siempre salió ileso de dichos conflictos. Esto hasta

la llegada del actual presidente (Hugo Chávez), quien desde un comienzo

entendió la importancia de los medios de comunicación y su gobierno ha hecho

un trabajo efectivo en la exigencia e implantamiento de ciertas

responsabilidades sociales por parte de los medios de comunicación privados,

ahora quedaría ver si pueden lograr una mejora en la calidad de los canales del

Estado o comunitarios para así generar un equilibro para mejores frutos.

Quizás el conflicto no haya comenzado por estas las exigencias que

planteaba el Gobierno al canal de TV, la batalla esta librada desde siempre y

se refiere más a aquel conflicto del que anteriormente hablamos, la batallas de

las voluntades privadas contra las voluntades del Estado (las dos visiones

nombradas).
La no renovación de la concesión

Ciertamente la no renovación de la concesión ha sido un alto conflicto en

la sociedad venezolana pero particularmente no creo que haya sido por un

reclamo a la falta de libertad de expresión o por atentar contra los intereses

privados de un canal. La serie de problemas causados por el disgusto social

(manifestaciones sociales –pacíficas y violentas tanto en pro como en contra-,

acusaciones internacionales por sesgo a la libertad de expresión, debates en la

materia, matrices diversas de opinión, etc), han sido provocados por una serie

de fallas que tuvo el ejecutivo nacional. Las políticas por mantener a los medios

de comunicación privados en un perfil pacífico y no conflictivo ha sido aplicada

y discutida en países alrededor del mundo, pero la administración del problema

en Venezuela falló en varios planos:

1- Primeramente el Gobierno debió pensar en renovar la concesión del

canal (RCTV), pero traspasando la señal hacia otro canal de la frecuencia. Acá

simplemente se tenía que argumentar (por parte del Estado) que el canal 2 es

la señal con mayor fuerza en el espectro radioeléctrico y por tanto debe

pertenecer al Estado.

2- Adjunto al primer punto debemos entender que para que este proceso

hubiera sido efectivo del todo, el Gobierno debería garantizar canales de alta

calidad, no solo me refiero a calidad de imagen y estética, sino también calidad

de programación que se ajuste a las verdaderas necesidades del país, que

esté adecuado a las tradiciones de los receptores para así poder llegar al

pueblo de manera efectiva y sana. Es decir, Lograr un posicionamiento en la

demanda de programación por medio de la competencia.


3- El discurso político por parte del gobierno debió ser otro. El discurso

debió ser más claro y menos conflictivo. Ejemplo claro es el discurso que

manejó el presidente Hugo Chávez y sus representantes dando a entender los

primeros meses del conflicto que “cerrarían” al canal, término que después

modificó a “sacar del aire” o “eliminar del aire”. Términos que crearon

impresiones en la sociedad y que se prestaron a la manipulación de

información por parte de quienes no estaban de acuerdo o son opositores del

gobierno. E irónicamente lo que se quería era simplemente una no renovación

que era absolutamente legal. Por parte del Estado se hizo más énfasis en el

conflicto de clases que en el hecho legal en sí. Este tercer punto pudo

perfectamente haber funcionado de manera impecable incluso sin aplicar el

primer y el segundo punto, pero al parecer por parte del Gobierno también hay

una agenda conflictiva en cuanto a la materia de informar respecta.

Ciertamente que los medios de comunicación deben mantener un

respeto, sobre todo, hacia aquellas autoridades democráticamente electas.

Pero también es cierto que a la hora de exigir o tramitar acciones que regulen a

los mismos, este proceso debe hacerse con relativa delicadeza, pies aún hoy

día los medios privados gozan de una gran libertad y poder para influir en

masas, lo que podría traducirse en un peligro eminente para cualquier

gobierno.

Si que se debe respetar la libertad de expresión, pero para garantizar

una convivencia del todo sana se deben mantener aquellas responsabilidades

ulteriores de las que depende este derecho y por el momento se deben generar

mecanismos para garantizar la existencia de las mismas y castigar a aquellos

que no las cumplan.


Situación actual

RCTV sigue su transmisión pero ahora por compañías de televisión por

cable o suscripción. Su Nombre cambio a “RCTV Internacional Corp.”.

Actualmente siguen habiendo conflictos legales entre el canal y el Gobierno, el

más actual es una demanda por parte del ejecutivo alegando que el canal no

tiene cobertura internacional suficiente como para ser considerado

internacional, y al tener mayor cobertura a nivel nacional debe cumplir con los

requerimientos de un canal nacional según la Ley RESORTE y la Comisión

Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL).

No solo RCTV Internacional Corp. Sino también otros medios de

comunicación audiovisuales privados en Venezuela siguen en conflicto con el

Gobierno (o viceversa). Caso particular es la actual disputa por la mayoría de

las acciones del canal Globovisión (principal canal de tendencia opositora en

Venezuela). Ahora en este caso muchas son las disyuntivas (¿acaso un

gobierno de régimen democrático debe aceptar un canal de señal abierta que

represente una oposición radical? ¿Tan estricta es la visión para la

interpretación de las leyes de la materia? Y en caso de serlo ¿el ejecutivo solo

hará valer las leyes aún cuando no tenga intereses inmediatos?

La competencia por el control de los mismos esta obviamente situada en

la agenda de ambos (oposición y oficialismo) y seguramente seguirá así por los

años de los años hasta llegar a comprender que los medios de comunicación

no son un arma para el control sino más bien (y aún cuando también puede

fungir de arma) una herramienta fundamental para el desarrollo de la

humanidad en general.
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