Boletín 18

Í n d i c e

Editorial................................................................................................2
Noticias Verdes ....................................................................................4
Viaje naturalístico a Chile, con especial referencia a sus bosques
Emilio Blanco y Helios Sainz ..............................................................5
El tablón de noticias
ARBA ............................................................................................14
El paisaje de bosques, montañas y agua. Simbolismo y significados
Paloma González Menéndez ..............................................................15
Predicciones etnometeorológicas basadas en las plantas.
Etnobotánica del Monfragüe
Álvaro Tejerina Gallardo ..................................................................23
Madre Tierra (poesía)
Rodolfo ............................................................................................28
Toponimia del tejo en la Sierra de Gredos (continuación)
Guillermo García Pérez ......................................................................29
ARBA, 20 años educando junto al bosque autóctono
Andrés Revilla ..................................................................................31
Noticias de andar por casa ..............................................................38
Opinión: Cambio climático
Andrés Revilla ..................................................................................39
Un homenaje merecido y único a una arbera incombustible:
María Luisa
Emilio y Simón ................................................................................42
Memoria de las campañas ..............................................................44
Higueras hay muchas (Hojas sueltas IX)
Günter Kunkel ..................................................................................47
Arboles notables: Souto de Retorta
Carlos Fierro ....................................................................................51
Fototeca de salidas de ARBA ..........................................................52
Boletín de ARBA
Número 18, Febrero 2007.
Imprime: Gráficas Gil Sanz.
ISSN 11338-0934
Depósito legal: M-29302-1997
Dirección y diseños: Carlos Fierro.
Maquetación: Lola López y
Carlos Fierro.

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 Boletín 18

Editorial

Llevamos más de 20 años trabajando y luchando por con-

servar un bien de incalculable valor; un bien que pertenece a
todos y cada uno de nosotros, que no tiene precio, ni se le puede
poner; un bien universal; un bien que nadie tiene derecho de
agenciárselo y que no debemos permitir que nadie se lo apropie;
un bien que es parte de nuestra vida: El bosque, el matorral, la
hierba; el arroyo, el río, el agua; el aire, el oxígeno; el suelo, la
tierra; el insecto, el reptil, el ave, el mamífero; el niño, el hombre.

Todos y cada uno de nosotros tenemos el derecho y la obliga-

ción de vivir en armonía con nuestro entorno, a igual que nuestro
entorno los tiene para vivir en armonía con nosotros.

Todos y cada uno de nosotros tenemos el derecho de seguir viendo la

vida, la nuestra y la del resto de seres que juntos hemos evolucionados en
este pequeño globo llamado tierra. Aquel o aquellos que piensen o crean
que están por encima del resto de seres y ejerzan esa aberración se alejan
muy mucho de aquello que en nuestro lenguaje hemos dado en llamar humano.

Más de 20 años llevamos intentando inculcar esta idea, 20 años en esa brecha,
20 años manteniéndonos gracias a todos los que de una forma u otra han hecho
posible que esta idea se mantenga, cada uno aportando en cada momento lo que
puede o ha podido.

Más de 20 años sin pedir nada y dando lo que podemos. Sabemos que no todos
tenemos la misma disposición, y es normal. Esto es un mal menor, lo importante es
que todos sigamos haciendo grande esta idea.

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N o t i c i a s
v e r d e s
Recopilación y comentarios: Carlos Fierro

Papua-Nueva Guinea, una mina para nuevas especies

En octubre de 2006, saltó a las noticias de todo el mundo, primera
plana en el País(8/2/2006), que un equipo de ciencíficos, en las montañas
de Foja (2 193 m) en Papua-Nueva Guinea, habían descubierto 30 nue-
vas especies de seres vivos.
El 16 octubre 2006, WWF, ADENA para los amigos, revela que en expediciones,
con su financiación, a las áreas inexploradas del bosque lluvioso tropical en la región de
de Kikori de Papua-Nueva Guinea han descubierto entre 8 y 30 nuevas especies orquídeas
para la ciencia. Las expediciones realizadas entre 1998 y 2006, coleccionaron unas 300
especies de orquídeas. De las que, ocho son nuevas especies, mientras que otras 20 tie-
nen que ser verificadas como tales (http://www.panda.org/rss/news).
Papua-Nueva Guinea es el país que tiene el mayor número de especies de orquídeas,
en dura competencia con países como Brasil, Ecuador y Colombia.
La región de Kikori es de una gran biodiversidad en plantas y animales.
Estos bosques albergan aves únicas, como los pájaros del paraíso, y
además, casuarios y el canguros arborícolas,
cuya distribución comparten con
Australia.
Las abejas salvajes y las flores ambas en declive
Investigadores (University de Leeds) han revelado que tanto la diversidad
en abejas como en plantas con flor polinizadas por ellas han disminuido sig-
nificativamente en Bretaña y en los Países Bajos durante los últimos 25
años. Mientras los estudios anteriores miraban sólo unos pocos sitios, el equipo de la
University de Leeds, entre profesionales y voluntarios comparó centenares de sitios, con
datos de archivos y actuales. La pérdida de diversidad de la abeja podría no ser
un problema si una única especie de abeja pudiera polinizar muchas especies de
plantas con flor, pero ese no es el caso, hay abejas particulares para espe-
cies concretas de plantas.
(Julio 2006, CBC News)

Y al tercer milenio resucitó

Una colaboración del Centro Médico Hadassah en Jerusalén, con el
Instituto de Arava para los Estudios Medioambientales, ha tenido
éxito germinando una palma datilífera cuyas semillas tenían 2000 años de antigüedad.
Son las semillas más antiguas que han sido resucitadas a la vida.
Las semillas se encontraron hace 30 años durante las excavaciones
arqueológicas en la fortaleza de Masada, la numancia israelita.
(Israel MFA newsletter, junio 2005)

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Origen de la flor más grande: la Rafflesia

La familia Rafflesiaceae, con unas 50 especies, poseen las flores más
grandes del mundo (con más de 1 metro de diámetro para la especie
Rafflesia arnoldii, que ostenta el record), sus relaciones evolutivas pre-
cisas han sido un misterio desde su descubrimiento. Son plantas parási-
tas, sin tallo, ni raíces, ni hojas. Sus flores gigantes pesan más de 7 kg ,
con colores rojos-pardos algo miméticos con el suelo del bosque. Su fra-
gancia a carne en descomposición, hace las delicias de las moscas carroñeras
que la polinizan. Su habitat son los bosques del sureste asiático.
Ahora un equipo de cuatro investigadores americanos ha publicado, en Science enero 2007,
los resultados de análisis filogenéticos del mitocondrial nuclear, que muestran el parentesco de
Rafflesiaceae con Euphorbiaceae. Lo curioso es que las euforbias son de flores diminutas,
y que de estas flores diminutas hallan surgido las enormes flores de
Rafflesiaceae, constituye uno de los casos más dramáticos de evolución en el
tamaño floral.
El término flor más grande requiere un
cierto análisis, pues a veces hay errores,
como en BBC News, donde se citaba como
la flor más grande al Amorphophallus tita-
num, el aro titán, que no es una flor sino
una inflorescencia (de hecho sus flores
son diminutas).

Rafflesia arnoldii.( http://www.lostworldarts.com/asia/rafflesia)

e s Los delfines blancos en China

i o n En poco espacio de tiempo han saltado a los informativos del
n c mundo dos noticias sobre delfines blancos en China:
x t i 1.) La Agencia Oficial Noticias de Xinhua, dijo que China en un esfuerzo de
E
proteger sus raros delfines blancos inicia planes para crear una reserva del
delfín blanco en el Delta de Río de Perla, de 460 kilómetros cuadrados.
(National Geographic News, abril, 2006)
2.) Extinción del pequeño, y casi ciego delfín blanco de agua dulce, también conocido como el
baiji, apodado “la diosa del Yangtze”. Una reciente expedición da por extinto el animal, conside-
ra que la navegación sobre el Yangtze, uno de los ríos más transitados del mundo, confunde la
ecolocación que usa el delfín para encontrar la comida.(CBS News diciembre, 2006).
Con estas dos noticias uno piensa “Que mala pata, las medidas conservacionistas lle-
gan siempre tarde, son una muerte anunciada”. Sin embargo, aquí no es el caso,
debido a una coincidencia en el nombre del delfín blanco: china posee dos, uno
de agua dulce, el baiji (Lipotes vexillifer), cuya extinción ha saltado a las
noticias de todo el mundo, y el delfín blanco de mar
(Sousa chinensis chinensis), cuyas medidas de pro-
tección son las referidas, y que por ahora
está lejos de una muerte anunciada.
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ues
s de los bosq
í s i d e a l p a r a los amante
Un pa
Viaje naturalístico a Chile,
con especial referencia
a sus bosques
Texto y fotos Emilio Blanco y Helios Sainz
Cuando se viaja al extranjero con fines preferentemente botánicos o naturalísticos,
conviene elegir países que tengan la máxima diversidad en el mínimo espacio, podemos
decir sin duda que hay "países-clave" para la biodiversidad en cada continente, y Chile es
uno de ellos. Por cierto que el nuestro, España, en alguna medida también lo es, aunque
sea en relación al microcontinente europeo.
Yo recomiendo especialmente Chile para los amantes de los bosques y su diversidad,
pero presenta otros muchos alicientes como son el desierto (Atacama, el más árido del
mundo) o el altiplano. Con el añadido de que en los espacios naturales se ve bastante
fauna silvestre con facilidad.

Es un país grande, enorme diría yo, alargado
como todos sabéis, con más de 4 000 km de lon-
gitud y entre 100 y 200 km de ancho, pero se pue-
den recorrer largas distancias muy rápido y bara-
to, en cómodos autobuses y en una sola noche.
Presenta un grado de diversidad y conserva-
ción de bosques muy aceptable. No es que sean
muy conservacionistas los chilenos, sino que no
les ha dado tiempo a destruirlo o “domesticarlo”
todo, aunque la superficie destruida hasta el pre-
sente es enorme, con incendios masivos en los
bosques australes que han durado durante dece-
nios, de continuo sin parar en toda La Patagonia.
Quedan buenas masas boscosas en las zonas
montañosas, pero en los valles han sido práctica-
mente destruidos y sólo quedan pequeñísimas
muestras
Los bosques naturales son llamados nativos
allá, hay una variedad enorme, por ejemplo entre
otros se encuentran los bosques templados más
grandes del mundo. El viaje es sencillo de prepa-
rar y no muy caro en relación a nosotros, aunque
no se puede decir que el país esté barato, sino el
más caro de Sudamérica. El chileno es persona
agradable y acogedora, se puede hacer camping
libre casi por cualquier sitio, aunque los círculos
turísticos están masificados y cobran por cual-
quier cosa
Se pueden ver una buena cantidad de unida-
des de vegetación o biomas. Veamos los más
importantes:
* El bosque mediterráneo chileno similar al
nuestro en apariencia pero con cactus, puyas y
palmeras, todos estos elementos vegetales muy
extraños para nosotros.
* Laurisilvas muy originales (llamadas val-
divianas) por ser Valdivia la ciudad más impor-
tante cercana. Se trata de un tipo de bosque sub-
tropical frío, que también denominan “selvas
frías”, con gran cantidad de humedad y múlti-
ples epifitos lianoides, donde dominan los árbo-
les lauroides perennifolios. Allí sobreviven
árboles y plantas de familias muy raras compo-
nentes o derivados de los que fue de antigua
flora de Gondwana.
* Bosques de coníferas australes muy origi-
nales, dominados por cupresáceas y con la inter-
vención de Podocarpus. Destacan entre todos
los bosques de alerce andino (Fitzroya cupre-
soides), de los que quedan hermosos bosques, a
pesar de su persecución a que han sido someti-
dos, ya que todas las casa antiguas del centro sur
del país están hechas de madera de alerce, que
es imputrescible (también intervienen otras
maderas). Hemos tenido la suerte de ver
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 Boletín 18
rodales de alerces chilenos milenarios, proba-
blemente superando los 3.000 años (bosques
catedrales) y vivir esa sensación inabarcable del
bosque virgen sin caminos ni posibilidades de
avanzar, sensación que por otra parte asusta bas-
tante y te sientes pequeño. Otros bosques
cupresáceas son los de Pilgerodendron,
Saxegothaea y Austrocedrus.
* Los más extraños son los bosques de arau-
carias (Araucaria araucana), por más que uno
haya visto imágenes, nunca se imagina lo que es
en vivo, parecen bosques extraterrestes o de otra
era geológica. Sólo por ver estos bosque ya vale
la pena el viaje. Su corteza parece un caparazón
de tortuga, las ramas ascienden hacia el cielo y
pinchan como el demonio, razón por la cual a
este árbol en francés le llaman “rompecabezas
de mono”. La visita se completa con la expe-
riencia de ver a los indios araucanos, algunas
comunidades todavía viven en parte de este
árbol; tuvimos la suerte de compartir una comi-
da con una familia mapuche muy agradable, que
nos mostraron todos los usos del piñón, que son
muchos, hasta se usan para fermentar la harina
y hacer una bebida ceremonial.
* Los bosques templados de hayas y robles
australes (gen. Nothofagus, con 11 especies).
Formaciones forestales equivalentes a nuestras
fagáceas y quercíneas, que cumplen una función
ecológica similar (vicariante, de vicario: el que
sustituye), aunque las especies son difíciles de
diferenciar entre sí. Hay también bosques equi-
valentes a nuestros quejigares, pero predominan
los planoperennifolios.
* Enormes y grandiosos bosques de este
tipo se conservan, además con las denominacio-
nes locales bosques de lengas, coigües, raulís,
etc. A otros les llaman robles, pero nunca dicen
“hayas”. Sobre el nombre “raulí” decir que en
Cádiz, en Los Alcornocales, llaman a Quercus
fruticosa, robledilla o raulilla, de donde podría
haber derivado el nombre raulí, y no ser verda-
deramente indígena.
* Hay toda una transición de bosques que
van cambiando desde la banda costera hasta el
bosque andino e igualmente hacia el sur, según
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nos acercamos a los bosques magallánicos,
hasta que se acaba el bosque para dar paso a la
estepa fría patagona y a la tundra austral.
* Por último están los árboles del predesier-
to y el desierto, que si bien no forman bosques,
son maestros de soportar sequía, nos referimos
al tamarugo (Prosopis tamarugo) y al chañar
(Geoffrea decorticans), árboles sagrados para
los colla y otras etnias casi extinguidas.
CRONICA BREVE DE NUESTRO VIAJE
La fase inicial duró unas 3 semanas en la que
se eligió recorrer la banda central del país, de
unos 2.000 km, renunciado al norte y sur. Luego
uno de nosotros continuaría el viaje tocando
estas zonas un poco.
Nos centramos en unos cuantos núcleos o fases:
* Comarca de Valdivia en sentido amplio.
* Hacia el sur: isla de Chiloé, Parques
Nacionales de Alerce Andino. Chiloe crónicas
lejanas de un mundo perdido y parado en el
tiempo (aldea de Delcahue).
* La que llaman “Suiza chilena”, región de
lagos y volcanes. Ver de lejos el Cerro Tronador
o el Puntiagudo impresionaba especialmente.
* Araucarias, sobre todo en el Parque
Nacional Conguillío.
* Alrededores de Santiago: chaparral medi-
terráneo en el Parque Nacional de la Campana.
Allí vimos la mutisia, bellas plantas trepadoras,
género dedicado por Linneo a Mutis.
* Y finalmente hacia Atacama y altiplano
andino para hacer un recorrido transicional
desde la costa al límite con Argentina, viendo
un poco el “desierto de los desiertos”, con sus
variantes: desierto de niebla (camanchaca),
Copiapó, Parque Nacional Pan de Azúcar y
zona de los picos más altos de Chile, el Nevado
o Volcán Ojos del Salado (6.749 m).
* Ciudades más visitadas: Santiago por dos
veces pisamos las calles (como dice la canción)
buen ambientillo urbano, pero nada más espe-
cial. Me sorprendieron los altares con velas de
 Boletín 18

Valparaiso ciudad patrimonio de la Humanidad

las “ánimas” que hacen milagros. Valparaíso la importante de Chile y os mostramos un poema
luz de Lisboa, muy disfrutable todo el día de Neruda sobre la Araucaria.
vagando por su casco urbano, por sus quebradas
Ventana 1: EL PAÍS DEL BOLDO
y barrios pobres, contraste es la palabra.
El boldo (Peumus boldus) es un gran árbol
Al final, en un anexo, hemos entresacado
que ya utilizaban los primitivos pobladores de la
algunos pasajes jugosos de nuestra crónica del
zona, ya Darwin nos habla de el.
cuaderno de campo (sobre todo de Helios).
Presenta excelentes propiedades hepatopro-
En resumen animaros “arberos” a visitar
tectora (para el hígado), en Chile también se
este país para aprender de sus bosques antes de
considera un buen digestivo y estimulante,
que sea demasiado tarde. Y a no desaminarse
además es colerética, diurética y antiinflamato-
mucho con lo difícil que es aprender a distinguir
ria.
la flora, incluidos los árboles, aunque al final se
le coge el tranquillo, hay bastantes libros divul- Los principios activos se extraen de la hoja
gativos muy buenos y una cultura botánica de este gran árbol, el boldo, que forma densos
general alta en Chile. bosques mediterráneos en la zona central de
Chile. Forma bosques mixtos junto con otras
Guardamos un buen recuerdo de la charla
especies de aspecto parecido como el belloto, el
que se dio en el 2006 en Arba de este tema,
peumo o el quillay, árboles todos ellos muy úti-
donde, además de fotos, mostramos en vivo
les, de este ultimo se extraen principios saponí-
pliegos de plantas, semillas y objetos etnobotá-
feros usados para elaborar jabones, champúes y
nicos. Las semillas traídas han sido germinadas
como expectorante.
por Salvador Mesa y otros compañeros de Jaén
con bastante éxito. Para terminar os hablamos Sus hojas son coriáceas (duras y ásperas
del árbol del boldo, la planta medicinal más como el cuero), presentan unos poros o glándu-

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 Boletín 18
las muy bien visibles, que le
dan un olor agradable y un
sabor refrescante cuando se
llevan a la boca. Se pueden
masticar en fresco o en seco,
reducen la sed notablemente,
por lo que son un buen recur-
so cuando viajas por aquellos
paisajes tan secos y calurosos
en verano (invierno nuestro).
Las flores son blancas y
muy pequeñas, son unisexua-
les. Los frutos son ovoides y
verdosos, parecen grosellas,
son comestibles cuando
maduros y están muy ricos.
Las semillas miden menos de
un centímetro y son de color Boldo
claro, con una venación reti- Ficha botánica del boldo
culada característica. Germinan bien, siendo fácil Nombre científico: Peumus boldus, descrito por
de reproducir el árbol, aunque no se suele plantar. el botánico Giusepe Molina (1740-1829) en el
La recolección de la hoja para uso medicinal se siglo XIX (el Género Peumus es monotípico, es
realiza en Chile a mano a partir de los árboles sil- decir con una sóla especie). Sinónimo Boldea
vestres, éstas se deben secar cuidadosamente, a la frangans.
sombra y en sitio ventilado. Se exportan a Familia Monimiáceas, familia tropical con cien-
muchas partes del mundo. tos de especies, emparentadas con las lauráceas.
Bastan dos hojitas por taza para hacer una Distribución: Zona central de Chile desde
infusión, ya que el boldo no se debe tomar nunca Coquimbo a Osorno.
muy concentrado, pues contiene algunos alcaloi- Clima: Bioma mediterráneo chileno, llamado
des que son tóxicos a dosis alta. No contienen allí “espinal”
cafeína, siendo una bebida que se toma allí como Hojas: opuestas, perennes, enteras, coriáceas y
té digestivo. con glándulas
Flores: blancas y muy pequeñas
El boldo contiene más de 20 alcaloides, la
Sexualidad: dioica (árbol macho y hembra sepa-
mayoría derivados de la aporfina (apofínicos), el
rados)
más famoso de los cuales es la boldina. Contiene
Frutos: drupas, verdosas y comestibles
igualmente varios aceites esenciales como mono-
Semillas: ovoides, de pared clara reticulada.
terpenos, linalol, eugenol, cineol, ascaridol, ceto-
Especies acompañantes: peumo, belloto, qui-
nas y cumarina; y además diversos flavonoides,
llay, canelo, patagua, etc.
taninos, resinas y sales.
A dosis elevadas puede presentar una acción
VENTANA 2: SOBRE LA PALABRA
neurotóxica, narcótica y anestesiante. Se usa en
ALERCE
el tratamiento de la hepatitis y es un buen
colerético. Estimula la secrección gástrica y Nos ha llamado mucho la atención el hecho
biliar, promueve la eliminación del ácido úrico. de que se denominen alerces a los famosos
En España existen restricciones legales para el cipreses chilenos (Fitzroya cupresoides) y nos
uso de esta planta. hemos interesado en el tema lingüistico, ¿cómo
llego ese nombre allí, para designar a esta espe-

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 Boletín 18
cie? Consultando diversos diccionarios, hemos
deducido que éste debió ser uno de los nombre
con el que se designaban en el sur España a los
enebros, las sabinas o a Tetraclinis articulata
(sabina de Cartagena o araar). Como su madera
es muy aromática y similar, el nombre pasó a
Chile y se empezó a utilizar para designar a la
fitzroya, cupresácea de madera rojiza y olor
similar a las especies citadas. El alerce español
pudiera ser en aquellos tiempos Juniperus oxy-
cedrus.
Alerce africano en tiempos de Colmeiro
(finales del XIX) era Callitris quadrivalens (=
Tetraclinis articulata). La palabra alerce, al
parecer, viene del árabe al-arz, de arz derivó ar-
ar o araar, que significa enebro. En latín enebro
procede de juniperus y tiene relación con la
palabra cedrus (de citrus: olor, aromático). Más
adelante cedrus pasó a designar a los actuales
cedros, como el cedros del Atlas, también muy
aromáticos. Citrus como género botánico paso
a denominar a los naranjos y otros cítricos. Lo
que no sabemos es como el nombre de alerce
paso a designar en castellano a Larix decidua,
unas coníferas caducifolias de los Alpes simila-
res a los cedros, que no vive en España. En la
actualidad al enebro en Canarias le llaman cedro
canario.
El misterio sigue abierto pero seguramente,
en tiempos de la “conquista” de Chile, alerce era
una palabra de origen árabe que se utilizaba en
España para designar a determinadas especies
de Juniperus y que por su parecido pasó a desig-
nar al alerce chileno. Como muchos saben el
nombre Fitzroya proviene del apellido del
capitán inglés del barco Beagle,donde iba
Darwin en su famoso viaje de juventud.
VENTANA 3 ODA A LA ARAUCARIA
ARAUCANA, DE PABLO NERUDA
Alta sobre la tierra te pusieron
dura hermosa Araucaria
de los australes montes
torre de Chile,
punta del territorio verde,
pabellón del invierno,
nave de la fragancia.
Ahora sin embargo no por bella
te canto, si no por el racimo
de tu especie, por tu fruta,
cerrada, por tu piñón abierto.
Antaño, antaño fue
cuando sobre los indios se
abrió como una rosa de
madera el colosal puñado
de tu puño, y dejó sobre la
mojada tierra los piñones:
Harina, pan silvestre del
indomable Arauco ...
LA ARAUCARIA MADRE Parque
Nacional Conguillio(Chile).
Para iniciarse en los árboles y bosques de
Chile, recomendamos:
DONOSO, C. (2005). Árboles nativos de
Chile. M. Cuneo ediciones. Valdivia, Chile.
APÉNDICE: Algunos jugosos pasajes
sacados del cuaderno de campo
Después de visitar Valdivia y estar allí unos
días con nuestros amigos ecólogos allí afinca-
dos, Alberto y Úrsula, alquilamos un coche y
hemos estado viajando intensamente 9 días en
plena naturaleza, durmiendo siempre en la tien-
da de campaña o aprovechando las invitaciones
que siempre surgen yendo con Emilio. Hemos
estado en la cordillera de la costa y en la isla de
Chiloe, cubierta de laurisilva valdiviana sin
Nothofagus, la formación que más interés tenía-
mos en conocer, en los bosques de alerce
(Fitzroya cupresoides) y araucarias (A.arauca-
na) de la cordillera, en los sabinares continenta-
les de Austrocedrus chilensis y por supuesto en
los casi omnipresentes bosques de variados
robles o hayas australes del genero Nothofagus
(11 especies en chile y 5 en la zona de Valdivia,
todas menos tres caducifolias).La singularidad
florística es muy impactante, varias familias
endémicas (sobre todo en la selva valdiviana
costera) y muchísimas especies. Enorme rique-
za de mirtáceas adaptadas a suelos pobres
encharcados y turberas. También muy impor-
tantes las proteáceas con frutos comestibles
(avellanillos) que testimonian el antiguo origen
gondwaniano de la flora.
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 Boletín 18
Muchas especies llegan por los bosques de
niebla andinos hasta centroamérica y
(Weinmannia, Drymis ... y muchas ericáceas:
Pernettia, Gaultheria). Es una maravilla que
pone de manifiesto relaciones biogeográficas
muy interesantes y una extraordinaria diversi-
dad. las únicas plantas comunes con nuestro
mundo son un puñado de aloctonas introducidas
por los colonos (el tojo la más típica). Nos
hemos hecho bien con la flora pues hay muy
buena bibliografía. A nivel paisajístico una
maravilla. Los reclamos turísticos “suiza andi-
na” o “escandinavia austral” sirven para hacerse
una idea del aspecto de la naturaleza aunque la
mayor parte de las montañas son aquí volcanes,
a menudo activos y que conservan nieves y/o
glaciares todo el año: lagos de aguas esmeraldas
o turquesas, valles glaciares y una vegetación
muy frondosa y con arboles de gran talla (son
corrientes los 40 m de altura y los gigantes sin
batir records llegan a 50-70 m). También la bio-
masa impresiona, sol suelos volcánicos son
ricos y la temperatura fresca pero estable resul-
ta optima para la fijación del carbono. En los
últimos años parece que el verano es más corto
El Nevado, y laguna Ojos del Salado (6749 m).
10
que antes y llueve más. Nos han pillado algunas
tormentas muy fuertes que pasan rápido. Los
días soleados son preciosos. Aunque estamos a
la latitud de Madrid hace bastante más fresco, el
clima se parece al Escandinavo debido a la
influencia antártica.
Nos han impresionado especialmente:
* La altura y la arquitectura de las arauca-
rias y los alerces, también de los Podocarpus y
otra media docena de coníferas cuyos nombres
no había oído anteriormente (Saxegothea,
Prumnopytis, Pilgerodendron). Como en
Europa ocupan los peores suelos y se defienden
de los agresivos Nothofagus gracias a su longe-
vidad (Fitzroya más de 4000 años medidos).
* La abundancia de familias y especies
endémicas raras, muchas con frutos
Comestibles
* Los Nothofagus (9 especies de las cuales
3 perennifolias)que llegan a tallas descomunales
mucho mayores que nuestros robles
* La riqueza de proteáceas, mirtáceas y
ericáceas (relaciones con Gondwana y el reino
capense)
 Boletín 18
* La convergencia cultural pionera con
Canada o Alaska
* La semejanza paisajística y cultural de
Chiloe con Galicia (culto al mejillón, la patata,
la comida natural con pescado y carnes cocina-
das con sencillez)
Se viaja con gran facilidad, esto es el primer
mundo, se paga casi por todo, la gente es muy
amable, por el carácter y el acento recuerdan
mucho a los canarios. Hay una gran costumbre
de rentar cabañas a orillas de los lagos como en
Canadá o Escandinavia. El verano es muy corto,
normalmente no llega a dos meses “confortabi-
lidad”. Ahora vamos para el norte a conocer la
zona mediterránea y la transición al desierto.
Tras dar por terminado nuestro periplo por la
zona templada, que ya os relaté, seguimos con
nuestro plan de visitar parques nacionales más o
menos representativos aconsejados por Alberto
y Ursula. No hemos podido hacernos una idea
de como cambian los paisajes pues la mayor
parte de los viajes los hemos hecho de noche
Pastos alto andinos de Festuca ichu
(600 a 800 km en una noche en autobuses
cómodos). Incluso yendo de día no se aprecia
nada pues las carreteras en Chile discurren por
la depresión interior entre la Cordillera de la
Costa y los Andes que está totalmente transfor-
mada, cultivada o industrializada. Primero fui-
mos al P.Nacional La Campana, el más famoso
de vegetación mediterránea, entre otras cosas
porque estuvo Darwin, subió al cerro de la cam-
pana e hizo algunos comentarios sobre su vege-
tación. Lo recorrimos en profundidad, a pie,
atravesándolo de oeste a este y subiendo a la
cumbre, para no ser menos. En la vertiente W,
más húmeda porque mira al Pacifico que está
cerca, a unos 50 km, hay un mosaico de forma-
ciones esclerófilas que van desde verdaderos
bosques en las zonas más húmedas o mejor con-
servadas, incluso con algunas especies lauroides
relícticas como el belloto (Beilschmieda mier-
sii, Lauracea) el canelo (Drymis winteri) o la
patagua (Crinodendron patagua) a matorrales
arbustivos con compuestas (Baccharis spp.)
ramnáceas. etc. Las especies más caracteristi-
11
 Boletín 18
cas son el boldo (Peumus boldus, monimiacea
con uso medicinal extendido -infusión-), el
peumo (Cryptocaria alba, lauracea) y el quillai
(Quillaja saponaria, rosacea), los tres con
hojas y portes que recuerdan a encinas. En la
parte superior del bosque hay rodales de
Nothofagus equivalentes a nuestros quejigos.
La presencia de elementos relícticos terciarios
en estos bosques es más notable que en los
nuestros quizás por menor influencia de las
glaciaciones y sobre todo por la ausencia de
barreras transversales. En cualquier caso la
vegetación mediterránea ocupa muy poca zona
en Chile emparedada entre lo templado y el
desierto que ha debido crecer mucho reciente-
mente por cuestiones climáticas y antrópicas,
como en todas partes. Subiendo a la cumbre
por encima del bosque hay cactáceas,
Bromeliáceas (Puya spp.) y bambues del gene-
ro Chusquea amen de una ramnacea (Colletia
hystrix). Es duro ir a campo traviesa todo pin-
cha o corta y mucho. En la otra vertiente más
seca hay un palmeral (Jubaea chilensis),
espectacular por lo compacto de su tronco y las
enormes hojas, acompañado por espinos
(Acacia caven) y mayos (Sophora macrocar-
pa). La connotación termófila tropicaloide que
en nuestro mediterráneo solo apunta con la
presencia de palmitos y algarrobo). Sigo sin
entender como es que no tenemos acacias.
Un paisaje espectacular en la zona del pal-
meral, ya veréis fotos. Después de esta aproxi-
mación rápida pasamos un día de asueto urba-
no en Valparaíso, me recordó mucho a Lisboa
por los barrios en cuesta y una zona plana cer-
cana al puerto y playa donde se concentran los
edificios nobles, neoclásicos. Se come muy
bien y barato, carne, pescado, marisco, cocina-
do con sencillez al estilo gallego. Es curioso
que nadie parece ser consciente de esa posible
influencia e incluso proliferan por todo Chile
los chistes de gallegos torpes o directamente
bóbos.
Nos quedamos con ganas de ver más sitios
mediterráneos pero no ha habido tiempo por el
momento. Tampoco nos hemos detenido en la
zona submediterránea, que llaman del maule
pues nos fallaron los contactos. De allí via-
12
jamos 800 km en otra noche a Copiapó donde
alquilamos un coche (pequeño Suzuki Maruti
hindú, maravilloso) y visitamos un interesante
parque costero con cactus ligados a la
Camanchaca (nieblas mañaneras provocadas
por la corriente fría de Humboldt): Pan de
Azúcar, y luego hicimos un recorrido por la
cordillera incluyendo lagunas antiplánicas y el
P.N. Nevado Tres Cruces. Allí vimos tb. el
Volcan Ojos del salado que es la cumbre más
alta de Chile(6749 m). En Pan de Azúcar hay
una gran riqueza de Cactus, unas 10 especies,
varias del género Copiapoa endémico. A
menudo están recubiertas de líquenes y no se
escapan al parasitismo (misosdendráceas). El
parque tiene estupendas playas de arenas blan-
cas. Las aguas están muy frias por la famosa
corriente que trae a la zona pinguinos lobos
marinos ....también hay algunas Euforbias y
otras plantas crasas. En la zona el desierto es
ya absoluto en las zonas rocosas alejadas 20
km de la costa. La vegetación (quenopodiáce-
as, franqueniáceas, labiadas, compuestas,
Atriplex), se concentra en los valles arenosos y
secos. En la Cordillera no disponíamos de
bibliografía para identificar especies. Grandes
superficies estaban dominadas por pajonales
estépicos de coirón (Stipa ichu o Festuca spp.)
Tambien eran abundantes las compuestas.
En una garganta tomamos contacto con los
árboles del desierto, los algarrobos chilenos
(Prosopis chilensis) y el Chanar (Geoffrea
decorticans) base de la alimentación de los
indigenas atacameños junto con el tamarugo
(Prosopis tamarugo) que se da más al norte en
la Pampa del mismo nombre. Creo que batimos
nuestros propios records de altura en coche
(4726 m) en la frontera con Argentina: Paso de
San Francisco por donde entró a Chile nuestro
ilustre antepasado Diego de Almagro, al lado
había una laguna termal que permitía recupe-
rarse como si de un “jacuzzi” se tratase
(Laguna Verde, 4300 m).
Emilio se marchó hace tres días desde
Copiapó, en la zona de transición al desierto de
Atacama donde se da el desierto florido cuan-
do hay precipitaciones en primavera. San
Pedro de Atacama esta unos 600 km al norte
 Boletín 18
donde el desierto es absoluto, ni siquiera en la
costa se aprecia un efecto amortiguador. Los
alrededores de Antofagasta que es una ciudad
grande son de una esterilidad aterradora.
Sorprende la total ausencia de erosión hídrica
y la ausencia de suelos.
Tras la vuelta de Emilio yo seguí hasta
Antofagasta, Calama y San Pedro de Atacama
donde llevo tres días conociendo el oasis y los
paisajes circundantes más geologicos que botá-
nicos. He podido ver tamarugos cultivados en el
oasis que esta lleno de chanares y algarrobos.
He tenido suerte y me ha tocado un festival
folclórico anual. He vuelto a estar en las forma-
ciones de ichu (Festuca spp. ) esta vez con yare-
tas pequeñas (Laretia compacta) y rica-rica
Cactus del género Copiapoa.. Se inclinan orientándose al norte,
actuando como plantas brújula.
(Verbena spp) que parece una quenopodiacea.
Hay cientos de vicuñas y llamas cerca de las
poblaciones. Es como la antesala del altiplano
de Perú o Bolivia o el P. N. Lauca de Chile En
esta zona de Chile parece que no persiguen a las
vicuñas... ventajas de la civilización aunque sea
de la mano de ultraliberalismo. Unos amables
estudiantes de psicología de clase alta me han
invitado a ir con ellos a los géiseres del Tatio,
uno de los espectáculos más valorados en la
zona. El viaje me ha permitido los comentarios
anteriores.
Mi vuelta (de Emilio) fue horrorosa: 10
horas de retraso acumulado, el avión salió de
Santiago 4 horas más tarde, lo que me permitió
volver a la ciudad y recorrer los sitios donde
habíamos estado y otros, lo
disfruté mucho. Luego vino
el calvario del avión de Air-
Madrid, pararon en Buenos
Aires sin avisar, recogieron
más pasajeros y nos tuvie-
ron casi 5 horas esperando,
alegando que había un pro-
blema de válvulas y no se
podía volar. Nos sacaron del
avión y nos metieron de
nuevo, al fin salimos y lle-
gué el 31. Pude acabar mis
apuntes en el avión, llegué
agotado...Jorge al verme
dijo pareces un indigente,
¡¡¡ eso lo dice todo. A la
vuelta eché mucho en falta
un tiempo de asimilación
que no tuve.
La Cruz del Sur siempre
nos acompañó en todo el
viaje.
(emiliobc@teleline.es)
(helios.sainz@uam.es)
13
 Boletín 18

El tablón de naticias
S o c i o s

E n e s ta s ecció n n os puedes m andar l os r ecort es

de n o ticia s q u e t ú cons i der es i nt er es ant e s

UNA NOTICIA QUE LO DICE TODO

INCENDIO EN BELORADO
La carretera BU – P 7101 que transcurre entre Belorado y Tormantos (La Rioja), en su
margen derecha y a la altura de Redecilla del Campo, sufrió un pavoroso incendio que
requirió el apoyo de varias unidades de helicópteros, bomberos de la Junta y Voluntarios de
Belorado, así como la colaboración de agricultores que, conocedores del terreno, apoya-
ron con sus tractores para evitar la propagación del fuego incluso hacia fincas aún sin
cosechar. En esta zona, a uno y otro lado de la carretera, prácticamente todos los años sufre
el azote de este elemento, y de nada sirven las medidas preventivas, ya que prácticamente
acabada la recolección del cereal, la zona arde como por encanto.
14 Diario de Burgos. Lunes 24 de julio de 06
 Boletín 18
io ambient
e c i e n c i a , arte y med
entr
integración
Hacia una
El paisaje de bosques,
montañas y agua.
Simbolismo y significados
"Las cosas existen porque las vemos.
Qué vemos en ellas y cómo las vemos depende
de las artes que nos han influido..."
Gran parte de la información que el ser
humano recibe del medio que le rodea se corres-
ponde con estímulos y sensaciones provenientes
de la percepción del paisaje. Conocer los ele-
mentos y componentes del paisaje, así como sus
interacciones, resulta necesario para realizar su
interpretación, predecir su evolución e introdu-
cir medidas para su protección. En este sentido,
sabemos que formamos parte del paisaje hasta
el punto que podemos modificar su estructura o
su dinámica mediante nuestras actitudes y com-
portamientos, siendo los bosques, las montañas
y el agua elementos del paisaje que pueden ser
gravemente afectados en un futuro. Y creo que
sería deseable que gran parte de nosotros estu-
viéramos de acuerdo en que éstos son recursos
especialmente importantes ya que han asegura-
do nuestra supervivencia desde la aparición de
la especie humana en la Tierra.
El papel de las interpretaciones creativas y
artísticas, tanto literarias como pictóricas del
paisaje es más importante de lo que parece.
Determinan una serie de informaciones que sir-
ven para influir en los análisis e interpretaciones
científicas del paisaje y, por lo tanto, sirven tam-
bién para resaltar sus valores y protegerlo fren-
te a posibles agresiones. En un mundo donde la
competencia económica prevalece y donde la
investigación científica, que realiza procesos
descriptivos del mundo, está enfocada a la pro-
e
Paloma González Menéndez
Oscar Wilde.
ductividad, la ciencia no toma postura en rela-
ción a ofrecer valores. A menudo, la dicotomía
que se establece entre arte y ciencia conlleva a
levantar obstáculos en el progreso del estudio de
la valoración estética. Según esto, la intuición,
la emoción y otros procesos más o menos inac-
cesibles estarían bajo el dominio de los artistas,
mientras que el pensamiento científico corres-
pondería al área de la investigación llevada a
cabo mediante la metodología científica y la sis-
temática. Se sabe que las confluencias entre dis-
ciplinas han sido generadoras de posiciona-
mientos hostiles, siempre acompañadas de
incomprensiones, de malentendidos y que en
ciertas zonas de convergencia, los que cultivan
las ciencias humanas trataron frecuentemente
los planteamientos científico-naturales de
“burdo reduccionismo” para recibir a cambio el
apelativo de “charlatanes”.
De momento es claro que la ciencia por
separado encuentra grandes dificultades para
tratar el mundo de lo imaginario e intangible,
sus estructuras antropológicas, la cultura, las
emociones o la intuición.
Aunque a veces se valoren como superficia-
les las connotaciones estéticas del paisaje es
evidente que los ciudadanos tenemos el derecho
a la belleza del entorno en el que vivimos. En el
fondo, en el paisaje de montañas, bosques y
agua hay un asunto de belleza, tan impor-
15
 Boletín 18
Arroyadas de las huertas del Luche. 1873. José Giménez Fernández. Museo del Prado. Madrid
tante en todas las manifestaciones de nuestra
cultura, que puede ser entendida como armonía,
integración, equilibrio y simetría. Y por otra
parte, la admiración que la belleza desencadena
es fuente de conocimiento verdadero, y la apre-
ciación del paisaje, es sin duda, la valoración,
intuitiva o expresa, del conocimiento que cada
sociedad, cada pueblo o cada persona tiene de
su territorio.
El examen de las interacciones entre el ser
humano y el entorno que nos proporciona el
estudio del paisaje nos ofrece una oportunidad
para realizar una integración de los aspectos
científico-naturales y científico-sociales de la
ecología. Además provee un conocimiento
extensivo hacia temas como la adaptación afec-
tiva al entorno, las raíces y presupuestos del
arte, la comunicación estética, la comunicación
persuasiva, el diseño, la simbología de entornos
artificiales y de la amplia problemática llamada
“ambiental” o ecológica. Por tanto, en toda
teoría del medio ambiente y la que tiene en
cuenta los recursos naturales, el paisaje, en su
sentido de “percepción”, sirve para reunir por
16
una parte los factores físicos y ecológicos y, por
otra, los antropológicos y culturales.
El arte puede convertirse en un recurso que
sirva de mediador entre la ecología y el cuidado
del medio ambiente y la ciencia, pudiendo ayu-
dar a proveer la necesitada dialéctica entre ellos.
Una estética ecológica sería un modo de ver una
concepción de nuestro entorno y nuestra socie-
dad, una teoría y una práctica desarrolladas a
partir de ellos, que anulan las actuales discor-
dancias entre naturaleza-arte, naturaleza-técni-
ca, naturaleza-civilización, naturaleza-cultura, y
evoluciona hasta una comprensión de la interac-
ción de todos estos aspectos que se relacionan.
Una práctica social en relación con el paisa-
je que siga los criterios de una estética ecológi-
ca daría lugar a grandes recursos en cuanto a
trabajo y creatividad con el consiguiente desa-
rrollo económico, pudiéndose llegar a una com-
prensión artística de la naturaleza a partir de la
discusión de la problemática ecológica y estéti-
ca del actual estado del paisaje. Se convierte
este estudio, en un valioso recurso para la edu-
cación ambiental y la gestión y conservación de
 Boletín 18
espacios naturales., lo que requiere a la vez Constable incluye al ser humano dentro del
conocimientos (ciencia) y sensibilidad (arte). paisaje, “existimos en el paisaje”y considera el
La conservación del paisaje y la orde- entorno natural como el lugar donde el hombre
nación del territorio conlleva la adquisición de encuentra su casa y su trabajo.
valores de estabilidad ecológica a largo plazo ( Los postimpresionistas Gauguin, inmerso en
no erosión, calidades de la atmósfera, el agua, la el primitivismo y Henry Rousseau pintan paisa-
vegetación, el suelo, etc) junto con la conserva- jes exóticos con gran riqueza y variedad de
ción del patrimonio genético y
documental que representa la flora
y la fauna. Actualmente y como se
explica con anterioridad, el carácter
estético, visual o escénico del pai-
saje es un aspecto de los valores del
medio natural que se incluye dentro
del patrimonio a proteger, siendo
imprescindible añadirlos en las eva-
luaciones del impacto ambiental.
La educación ambiental a
través del estudio del paisaje
requiere un enfoque holístico, cuyo
objetivo es crear vínculos afectivos
o emocionales que sirvan para
desarrollar sentimientos de amor y
respeto al entorno más próximo y al
mismo tiempo para adquirir conoci-
mientos y valores morales y éticos.
La pintura del paisaje puede ser un
medio para desarrollar una serie de "La casa de campo (vista de la Sierra al fondo". 1861. Martín Rico.
actividades que consigan estos Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid.
objetivos.
Simbología y significados del pai- vegetación, donde la naturaleza es la expresión
saje de montañas, bosques y agua en de la fecundidad de la tierra, la cual ofrece sus
frutos y en la que se vive en armonía siendo el
el arte reino de la felicidad.
Además de la belleza plástica del paisaje, es 2. Desafío, riesgo, exploración, aventura,
muy interesante observar que artistas de todos sorpresa
los tiempos y tendencias han representado siem- Los románticos Friedich, Humboldt o
pre los elementos naturales bosques, montañas Turner ponen de manifiesto en sus escritos o
y agua, entre otras razones, por las emociones y pinturas la necesidad de aventura y sorpresa que
afectividad que despiertan, dándoles un simbo- tiene la condición humana y las connotaciones
lismo especial y diferentes significados: He de desafío y misterio que puede tener el paisaje,
aquí, a modo de pinceladas, algunos de ellos: a veces por su inaccesibilidad y relieve abrupto,
1. El paisaje como fuente de recursos otras por la soledad que encierran y otras por la
para la supervivencia: una clara utilidad visión de formas retorcidas y amenazantes de
biológica rocas, árboles, etc.
Las representaciones prehistóricas en las 3. El paraíso
que aparecen elementos vegetales, junto con las Las culturas antiguas, Egipto, Persia,
escenas de caza significan la importancia de la Mesopotamia representan lugares de los que
consecución de alimentos, refugio y agua. quieren disfrutar después de la muerte que

17
 Boletín 18
son entornos en los que están presentes la vege- utilizándolos como fondos simbólicos de temas
tación y el agua. cristianos.
El Paraíso islámico o “al-channa” se sim- Para el romántico inglés Samuel Palmer es
boliza en jardines que contiene ríos y árboles un eco del paraíso, una expresión del amor por
donde existe todo lo necesario para proseguir la Dios, la fecundidad divina, la unión de la natu-
existencia tanto en el terreno material como en raleza con Dios.
el espiritual. Los artistas norteamericanos del siglo XIX
El Bosco pinta el paraíso de Adan y Eva con consideran el paisaje de montañas, bosques y
escenarios de naturaleza intacta y verde y agua ligado a la poesía y a una espiritualidad
Brueghel el Viejo, sitúa a estos personajes bíbli- muy elevada con fuertes connotaciones religio-
cos en medio de una gran diversidad de anima- sas, donde en ocasiones, existe una sensibilidad
les y una exuberante vegetación y agua. panteísta.
Constable considera la naturaleza como una El impresionista Monet encuentra su reino
especie de paraíso amenazado por el desarrollo de paz y su lugar de meditación en el jardín
urbano, y el postimpresionista Henri Rousseau acuático de Giverný cuyo estanque está atrave-
realiza paisajes en las que aparecen selvas fron- sado por un puente arqueado de estilo japonés y
dosas y ríos, con animales y personas que evo- contiene grandes matojos de nenúfares, algas y
can un paraíso primitivo. sargazos y está rodeado de lirios, juncos y sau-
4. Etica, espiritualidad, fuente de ces llorones.
energía y purificación Pierre Bonnard y los nabistas adoptaron un
En chino, paisaje
es “senshui” que quie-
re decir montes y
agua, elementos que
contienen la verdad.
Para los taoistas, los
paisajes de montañas,
bosques y agua invitan
a la introspección y a
la meditación, siendo
frecuente en las pintu-
ras la existencia de
templos entre las mon-
tañas. Es interesante la
convicción de los anti-
guos chinos del alto
poder de las montañas,
los bosques y corrien-
tes de agua al actuar
como corrientes de
energía. En este senti- Las lavanderas del Manzanares. 1835. Jenaro Perez Villamil. Museo de la
do, a mediados del Real Academia del Bellas Artes de San Fernando. Madrid.
siglo XVIII, J.J.
Rousseau describió el carácter purificador de las
altas montañas, con el éter como elemento de la sistema de vida que traía consigo aspectos de
más alta esfera celestial misticismo oriental, encuentros ritualistas y el
En el arte medieval occidental, el paisaje deseo de alcanzar profundidad espiritual en su
tiene connotaciones espirituales y estéticas a la arte.
vez. Muchos de estos paisajes se realizan En los tiempos actuales, Úrculo también

18
 Boletín 18
pinta a un hombre, sentado
sólo, vuelto de espaldas en
su contemplación del
pequeño lago del Palacio de
Cristal del Retiro, que le
aquieta y le inspira.
5. Sentimientos,
sensaciones, emocio-
nes
Alegría y disfrute.
Para los chinos el paisa-
je es motivo de alegría y
disfrute, al igual que para
los pintores flamencos del
siglo XVII y Monet expre-
sa en sus cuadros de
Argenteuil sensaciones que
respiran una gran alegría y
convicción ante el mundo
visible.
Pintores como Goya ,
Renoir , Manet , Cezzane ,
Álvaro Delgado y otros
muchos artistas, son cons-
cientes de la alegría y dis-
frute que están asociados a
los ambientes con árboles y
agua al situar los personajes
que pintan en sus lienzos
realizando actividades pla-
centeras como fiestas,
baños, comidas, meriendas,
descanso, conversaciones,
tanto en el campo como en
las ciudades.
Majestuosidad y gran- Bo s q u e c o n l e ñ a d o re s, 1 8 7 2 . C ar l o s d e H aes.
diosidad de la naturaleza Co l e c c i ó n Fe r n a n d o D u r an . Mad r i d
El paisaje chino comu-
nica a través de las inmensas montañas, bosques Wilson, como la naturaleza hostil y agreste que
y ríos, la sensación de grandeza de la naturaleza significa lo sublime, lo ilimitado, lo heroico, lo
en la que los seres humanos aparecen en escala grandioso. Jaime Morera dio a conocer una
reducida. imagen dramática y grandiosa de la Sierra de
Las montañas, antes ignoradas, menospre- Guadarrama a través de sus pinturas. Tanto en
ciadas o temidas por Occidente pasa ahora a España como en otros países tuvo gran éxito esa
ser el entorno predilecto de los románticos. actitud de carácter romántico y apasionado con
Significan inmensidad e infinitud, majestuosi- que se enfrenta a las montañas nevadas y los
dad y a la vez gran drama. Al representarla junto paisajes inaccesibles de la Sierra.
con ríos y bosques el paisaje puede ser conside- Amor, pasión
rado por los románticos Friedich, Turner o Aunque el paisaje de los artistas rococó,

19
 Boletín 18
Antoine Watteau o Boucher tiene un propósito
decorativo, la naturaleza que pintan vierte un
innegable ideal idílico de amor y armonía. Para
los artistas ingleses del siglo XVIII el paisaje es
un espejo de toda clase de pasiones, lo que les
hace sentirse más vivos en su presencia, pasan-
do a ser el centro de sentimientos privados en
lugar de la demostración de sus propiedades o
posesiones.
Belleza, pureza, naturalidad, serenidad,
felicidad
En el romanticismo la pintura de montañas,
bosques y agua que es la expresión de la natura-
leza libre no degradada por la civilización y por
la historia, produce sensaciones de belleza y
serenidad.
Para Wilson es en los escenarios naturales
donde se da un sueño de poderosa serenidad y
felicidad, al emanar pureza y armonía, y donde
extrañas fuerzas guían los asuntos del ser huma-
no. Gainsborough tenía un sentimiento amoro-
so hacia la naturaleza que despertaban en él sen-
sibilidad y pasión, concibiendo los paisajes que
interpretaba en sus cuadros como un sueño de
armonía y felicidad entre el ser humano y la
naturaleza, al igual que Gauguin en Tahiti. Para
Turner los arroyos rodeados de árboles produ-
cen una gran paz, y Humboldt adjudica el carác-
ter de “naturalidad “ a las regiones intactas
donde se puede regresar a los tiempos primiti-
vos.
Los postimpresionistas Seurat, Bernard,
Cezzane o Martín Rico expresan sentimientos
de paz y serenidad al representar bañistas o
paseantes en las riberas arboladas de los ríos.
6. La naturaleza como una entidad
viva y cambiante
En la antigua pintura china el paisaje expre-
sa la movilidad y la vibración de lo cambiante.
Los ríos tienen un significado de corrientes de
energía al igual que las montañas, resultando
entidades vivas y apreciándose en ellas el sinuo-
so movimiento de las serpientes.
Ya en la Edad Media son objetivos del artis-
ta los fenómenos que tienen lugar en la natura-
leza, como en el caso de Lorenzetti que explica
de forma plástica en su obra “ Los efectos del
buen y mal gobierno en el campo”, en los que
podemos entrever una ética ecologista.
20
Friedich refleja en sus pinturas la experien-
cia cambiante y transitoria a través del eterno
cambio de la naturaleza. Las nieblas, además de
producir un efecto de misterio en sus paisajes,
ilustran el ciclo de la naturaleza. Constable
representa a los seres humanos en continuo
movimiento presentes en un entorno natural en
permanente cambio, donde la vida transcurre
rodeada de fenómenos pasajeros: los ríos flu-
yen, las nubes se trasladan, el viento mueve los
árboles, los trabajos se suceden en unas estacio-
nes que dejan paso a otras. Es el eterno cambio
de la naturaleza en estado de transición.
En el siglo XX y XXI la contaminación y los
residuos son fenómenos de destrucción del pai-
saje. Así lo comunican en sus obras Jorge Fin
(Polvo, humo, sombra, nada de 1998) y
Gonzalo Puig en su obra fotográfica Sin título
de 2003, en cuya composición parece que las
preciosas montañas nevadas tipo Everest no
pueden escapar de ser inundadas por las basuras
que se sitúan en primer termino.
7. La naturaleza como mundo imagi-
nario y fantástico
En la Edad Media los bosques se concebían
como escenarios de fenómenos sobrenaturales,
donde podían regresar los muertos o aparecer
demonios, brujas y otros seres imaginarios
En los primeros tiempos de la pintura, el pai-
saje se utiliza como fondo, tratándose de un
mundo inventado y fantástico para ambientar
escenas mitológicas, religiosas o de costumbres.
Por poner escasos ejemplos, la fantasía desbor-
da la realidad en “El Bosco” y Patinir, y en las
acuarelas de Durero la interpretación se impu-
so a la verdad natural.
8. Documentos científicos, históricos y
sociales
El Mosaico de Madaba que data del s. VI,
tiene un gran valor científico e histórico al ser
un mapa donde se representan inscripciones
junto con ciudades, pueblos, iglesias, otros edi-
ficios, animales, plantas, adornos y elementos
paisajísticos especialmente desiertos, valles,
montañas y ríos.
En China, la pintura antigua de montañas,
bosques y agua está conectada con otras disci-
plinas como la poesía y la caligrafía. Supone,
 Boletín 18
además una recreación fiel de las formas de la
naturaleza.
En la Edad Media se plasman en los tapices
y frescos plantas y flores específicas cuyo
interés va dirigido a sus efectos benefactores,
entre ellos los medicinales.
Leonardo da Vinci es considerado como un
genio, artista y científico a la vez. El capítulo
El Guadarrama, 1885. Dario Regoyos. Colección particular. Barcelona
XV de su “Tratado de la pintura” lo dedica al
paisaje y en él realiza observaciones más que de
pintor de naturalista. Su interés por la topo-
grafía, geología y botánica es patente. Compara
la estructura de la Tierra con el funcionamiento
del cuerpo humano, realiza interpretaciones
científicas acerca de fenómenos geológicos
como la formación de montañas y valles, consi-
derando al agua como principal agente transfor-
mador del relieve terrestre y son también nume-
rosos sus dibujos, estudios y comentarios sobre
las plantas. Los fondos de paisaje en sus retratos
revelan la importancia que empiezan a tomar las
montañas, bosques y agua como causa de la
vida.
Los artistas flamencos de los s. XV y XVI
adquieren una perfección y realismo detallista,
constituyendo para ellos un deleite reproducir
de forma verídica y minuciosa los detalles y los
objetos de la naturaleza
En la pintura inglesa del siglo XVIII el pai-
saje es un documento de las posesiones de los
terratenientes. Hay retratos de propiedades en
que la elegante casa del propietario está situada
en el centro, y su jardín y sus tierras se extien-
den alrededor.
Las expediciones de Humboldt y Darwin
alrededor del mundo reflejaban en las ilustra-
ciones y pinturas recogidas todo tipo de descu-
brimientos en relación con aspectos como la
geografía, la topografía, el paisaje, las costum-
bres de los nativos, la flora, la fauna, etc.
En el arte de Constable es de resaltar el res-
peto por la naturaleza y por su apariencia en los
más pequeños detalles, basado en un laborioso
proceso de aprendizaje del lenguaje estético. Se
dice que cada árbol en Constable es un árbol en
particular, un olmo, un abedul, un sauce o un
fresno . Pinta científica y topográficamente, y
detrás de su trabajo existe un convencimien-
21
 Boletín 18
to y un principio teórico: “No vemos nada hasta
que no lo conocemos de verdad”.
Turner se formó en la tradición topográfica
y tenía la capacidad de reproducir con fidelidad
absoluta el entorno, con lo cual tenemos docu-
mentos del mismo. Así ocurría con los realistas
franceses como Courbet, los cuales descubren
el increíble interés que tiene la riqueza del pai-
saje.
Monet estudia los fenómenos que ocurren
con el color y la luz al pasar las estaciones en
sus pinturas de una avenida de álamos a orillas
del río Epte
En la década de 1850, pintores, dibujantes y
fotógrafos ingleses exploraban el paisaje para
identificar y diferenciar las tipologías botánicas
y geológicas con ánimo de investigación cientí-
fica, siendo el paisaje prerrafaelita consecuen-
cia de una cultura científica. Los artistas
entendían que la naturaleza tenía una enorme
diversidad y daban mucha importancia a cada
forma del paisaje por ser única. De esta forma
daban una documentación al entorno que era
precisa y objetiva.
La predilección de los viajeros extranjeros
románticos en España por las montañas, los
bosques y el agua, valorizan el paisaje, antes
ignorado y menospreciado. Fue entonces cuan-
do se inicia una actitud de aprecio hacia la
Sierra de Guadarrama. Martín Rico realiza un
estudio de la naturaleza con sencillez, verosimi-
litud e inocencia, alejándose de las influencias
románticas de su maestro, Jenaro Pérez Villamil
Carlos de Haes , que pintaba directamente en el
campo, concibe en sus obras que la naturaleza
pura es el motivo único y esencial; intenta
reproducirla fielmente a la realidad, sin ninguna
intención fantástica o imaginativa. Su preocupa-
ción por el estudio de la Geología y la Botánica
es patente en sus cuadros, dando interpretación
y documentación gráfica a los fenómenos natu-
rales, al mismo tiempo que expresaba senti-
mientos en sus pinturas y bocetos. Los mismos
presupuestos siguieron los alumnos de Haes al
plasmar en sus cuadros descripciones topográfi-
cas, geológicas y botánicas en el descubrimien-
to de zonas desconocidas; manifiestan de esta
forma el interés científico y el deseo de ofrecer
pruebas documentales. Este es el caso de la
22
obra de Jaime Morera, en la que se desprende la
intención de potenciar un claro interés científico
y el deseo de dar documento a la Sierra de
Guadarrama, objetivos también compartidos
por el conocido pintor Aureliano de Beruete
cuyo entusiasmo por los escenarios de la Sierra
fue paralelo al desarrollo de las ciencias natura-
les y sociales en aquel momento gracias a la
Institución Libre de Enseñanza y a la figura de
Francisco Giner de los Ríos. Su relación con
esta Institución educadora e investigadora
influyó de forma decisiva en sus cuadros de
temas serranos.
Son muy interesantes la descripción de fenó-
menos meteorológicos en la pintura como las
estaciones, el clima, la nieve, la niebla, la lluvia,
el granizo, que pueden verse en obras de la pin-
tura china, Turner, Constable, Jaime Morera,
Juan Espina y Capó, Sorolla y otros muchos
paisajistas.
Las costumbres son reflejadas en todo tipo
de épocas en la pintura del paisaje. Como se ha
dicho antes el paisaje en la pintura inglesa del
siglo XVIII servía para documentar las posesio-
nes de los territorios de los nobles y gentes
poderosas. Los pintores realistas realizan obser-
vaciones imparciales, objetivas y sencillas de la
vida cotidiana, siendo sobresalientes los cua-
dros de los realistas franceses o del mismo
Jaime Morera. Las riberas de los ríos están
reflejadas constantemente en la pintura del pai-
saje como escenario unas veces de actividades
laborales, como en el caso de las lavanderas de
Jenaro Pérez Villamil o de Martín Rico, y otras
como escenario de actividades de ocio y disfru-
te (fiestas, bailes, meriendas, baños, etc.).
Tenemos un extensísimo patrimonio artísti-
co en cuanto a paisajes de bosques, montañas y
agua en nuestro país y en el mundo mundial que
nos habla en términos de afectividad y sensibi-
lidad de la necesidad que ha tenido siempre el
ser humano del contacto con la naturaleza. Si la
destruimos, siempre nos quedarán los cuadros,
las pinturas, las fotografías como documentos
de cómo fue la belleza de la tierra en la que
habitamos. Mientras, apliquemos las soluciones
para proteger lo que nos queda.
 Boletín 18

Predicciones etnometeorológicas
basadas en las plantas.
Etnobotánica del Monfragüe
Te x t o y f o t o g r af í as Á l v ar o Tej er i n a
Nota. El presente texto es un apartado concreto que pertenece a una
investigación etnobotánica en Extremadura por publicar y que al ser utiliza-
do debe citarse como:
TEJERINA GALLARDO, A. (-sin publicar-). “Usos y saberes sobre
las plantas del Monfragüe. Etnobotánica de la Comarca Natural”.

La gente de campo muy observadora de su como añadidura, apostillan los-las protagonistas

entorno, del tiempo, de las circunstancias climá- de este estudio que “el tiempo se ha vuelto un
ticas, muy ligada a su derredor y dependiente poco loco y cada vez hace más calor y llueve
del clima para desarrollar sus tareas habituales y menos”.
de temporada, estaban muy atentos al cielo, al Siempre existieron y aún hoy en día, personas
tiempo y sus fenómenos y a una serie de indica- especialmente capacitadas para elucubrar,
dores biológicos o no que posee nuestro derre- mediante la observación de distintos aspectos,
dor y que auguran la climatología venidera de el tiempo venidero. Estas personas sabían
forma más que eficaz. Saber interpretar estos encontrar el nexo entre algunos acontecimientos
indicadores es un ejercicio muy interesante a naturales espontáneos y su significado en forma
practicar. de pistas
En la actuali- que la
dad, pronosti- naturaleza
car el tiempo insiste en
resulta una ofrecernos
“trapatunda” o a cada
dificultad que momento,
muchos inten- día a día,
tan y muy de esta-
pocos aciertan. ción en
Quizá, las dis- estación
tancias entre el c o m o
hombre y su indicado-
ambiente se res que
van haciendo auguran la
considerables, climato-
sus relaciones logía veni-
cada vez más d e r a .
esporádicas y Pronosticar el tiempo es una trapatunda (dificultad).
23
 Boletín 18
Estos nexos son cultura popular y sabiduría iné-
dita, imprescindible en el ayer para vivir en y
del campo, para sentirnos parte de la naturaleza.
Concretamente “la gente más de campo como
pastores, cabreros, labraores y demás, estaban
mu consideraos en esto del tiempo, sabían muu-
cho”.
Algunas observaciones se basaban en las refe-
rencias que proporcionaba la vegetación y es
que la vida rural siempre giró en torno a los dic-
tados del clima y dicha vegetación. Comentar,
por ejemplo, una circunstancia más que eviden-
te y es que la abundancia en la fructificación de
la mayor parte de las plantas cada año, depende
de la abundancia de las lluvias caídas con ante-
rioridad, entre otros factores. Es decir, las plan-
tas nos anuncian simplemente observándolas,
que tiempo reina en esos momento, que tiempo
futuro vendrá y nos informan también del tiem-
po pasado.
Así, “desta guisa”, al amanecer y al atarde-
cer, nada más levantarse o antes de dormir, era
muy habitual la observación y comentarios
paralelos en cuanto al ambiente reinante, clima-
tológicamente hablando. De aquí surgían las
interpretaciones correspondientes en cuanto al
tiempo que se esperaba, casi siempre muy acer-
tadas o al menos aproximadas.
Antiguamente, la puerta de la casa sólo se
cerraba para dormir y el resto del día perma-
necía entornada, debido a que parte de la vida
rural transcurría en la calle. Sobre todo por las
tardes, las calles eran lugar de reunión para
comentar la jornada, las noticias, intercambiar
información variada, contar chascarrillos o chis-
mes y entre otros temas se hablaba del tiempo,
del clima y se realizaban predicciones o pronós-
ticos para las siguientes jornadas.
Aparentemente tarea sencilla pero...
Ojalá sirvan las siguientes líneas para preser-
var un poquito el enorme bagaje cultural de la
Comarca Natural del Monfragüe en los aspectos
referidos o predicciones etnometeorológicas
basadas en las plantas.
Ajos (Allium sativum L.).
La frase popular “En enero el ajo en el cante-
ro”, nos invita a realizar la siembra en lo sur-
24
cos en ese mes como referencia temporal o pre-
sagio de un momento adecuado climatológica-
mente para la siembra de esta especie hortícola
y de muchas otras.
Aliso (Alnus glutinosa L.).
Algún pastor me aseguró que si las hojas más
viejas están blancas por abajo, lloverá.
-La interpretación de este color ligeramente
más blanquecino, menos verdoso, en el envés de
las hojas radica en que los estomas se abren
exhibiendo sus pelillos captadores de humedad
al detectar un aumento de ésta en la atmósfera,
por probable lluvia. En condiciones de ambien-
te seco estos pelillos blanquecinos no se ven
tanto, actuando la especie como un auténtico
barómetro natural.-
Baleo, Baleo fino, Baleo basto o gordo (SD)
(Odontites tenuifolia (Pers.)G.Don fil. –
Centaurea castellana Boiss & Reuter.).
Se dice que “Si no llueve en febrero, no hay
paja ni heno, ni baleo por los cerros” (MP, T,
TR, SD), lo cual se utiliza como pronóstico
climático o referencia de un año malo cuando
no llueva durante este mes. También “Con el
agua de febrero, buena avena, buen centeno y
buena escoba de baleo” (CM).
Campanitas, Campanillas (Diversos géne-
ros y especies: Campanula sp., Convolvulus sp.,
Leucojum sp.).
Cuando aparecen por octubre, orientan sobre
el momento de la “sementera”, como tiempo
bonancible climatológicamente de algunos cul-
tivos por parte de las gentes del Monfragüe para
realizar determinadas tareas de campo muy
habituales y necesarias antaño (MP).
Cardillo (Scolymus hispanicus L.).
La expresión “Los cardillos de abril pa mí,
los de mayo pa mi amo” (MP, T), es otra refe-
rencia climática que encontramos en el folclore
popular de la Comarca, pues en mayo dicha
planta ya está dura, “pasá, cucá o graná”, pin-
cha y su consumo ya no es de interés. Los
Cardillos silvestres y su “momento de recogida”
nos marcan la primavera jugosa a todos los
niveles.
 Boletín 18
Ceborrincha, Ceporrincha (MP), Gamonita, Gamonitera (Asphodelus albus
Ceborrancha (SJ, J, TR), Cebolla almorrana Miller).
(TR, SD) (Urginea maritima (L.)Baker). Si en septiembre la Gamonitera grana bien,
Si las Ceborrinchas florecen mucho a prin- está cargada de frutos en el extremo de sus
cipios del otoño (-que por cierto pocas espe- tallos, vendrá una buena otoñada en líneas gene-
cies mediterráneas lo hacen en esta época del rales, a nivel climatológico (T, SJ, SD).
año-), “allá pa primeros de setiembre”, es -Como nota técnica y al igual que en la
presagio de “una buena otoñá, dun año cojo- Ceborrincha, tras el contraste bibliográfico y
nuo” (SJ, J, TR). según datos recogidos en Almería por Fco.
-Tras el contraste bibliográfico y según datos Torres Montes, los Gamones son también plan-
recogidos en Almería por Fco. Torres Montes, tas indicativas del año agrícola pues dicen que si
existe unanimidad en los
informantes de esa provincia
al indicar que esta planta
posee valor mágico-predicti-
ble pues según la zona del
tallo donde germinen los
botones florales durante los
meses de agosto-septiembre
predice el tipo de precipita-
ciones del próximo año agrí-
cola. Así, si se concentran en
la parte inferior, las lluvias
serán tempranas; en la parte
superior anuncian un año
tardío de lluvias; y, por últi-
mo, cuando los botones sur-
gen uniformes por todo el
tallo indican que será un
buen año agrícola. También,
el mismo autor referenciado
recoge que otros informan- Si la gamoniterra grana bien, buena otoñá.
tes indican que el indicio
que predice el tiempo es la fecha de retoño; es su semilla está bien granada, es señal de que el
decir, si brotan los botones en agosto será un Trigo y demás plantas granarán también bien.
buen año; si, por el contrario, se retrasan, seña- Por tanto, la observación y seguimiento fenoló-
lan que serán escasas las lluvias.- gico de una especie silvestre nos servirá de refe-
Encina, Ancina (J) (Quercus rotundifolia rencia para conocer las posibilidades de que
Lam. = Quercus ilex L. subsp. ballota (Desf.) nuestras plantas de cultivo “se den bien y no se
Samp.). malogren”.-
Presagiando un mal año climatológico por la
razón que sea, en la cosecha de bellotas de las Jabas, Habas (Vicia faba L.).
Encinas se afirma que “La bellota que no se ve Pronosticando el tiempo se decía que “En
en mayo, no se ve en too el año” (MP, SD). abril jabitas al mandil” (MP, J, SD) y “En abril
Refiriéndose la frase a que si no existe buena jabas y en mayo se acaban” (TR, SD), como
floración, la productividad de frutos, en este reivindicando este mes como uno de los más
caso bellotas, no será adecuada. productivos y bonancibles en lo climático y
agrícola.

25
 Boletín 18
Jara (Cistus ladanifer L.).
Algunos informantes me comen-
taron que “Cuando la jara suda
mucho, está mu pringosa, hará
mucho calor ese día y en las
siguientes jornadas”.
-La explicación se basa en que
esta especie exuda mayor cantidad
de ládano cuanto mayor sea la tem-
peratura ambiente y esto es así
como adaptación evolutiva a las
altas temperaturas del ambiente
mediterráneo. Cada partícula o
gotita de esta resina tiene el mismo
efecto que nuestro sudor, es decir
refrigerar la superficie de la planta
cual pequeño aparato de aire acon-
dicionado ante la mínima ráfaga de Cuando la jara suda mucho, está muy pringosa,
viento. Evolución en acción o hará mucho calor ese dia.
capricho natural para conocer, con-
para equilibrarse con su derredor, captando
servar y amar.-
humedad de éste y apareciendo con ese aspecto
abatido al pesar más por haber captado hume-
Junco, Junco churrero o común (Scirpus
dad = peso.-
holoschoenus L.).
Me afirmaron que “Junco caío pal suelo,
Merendera (MP, J), Merenderita (SD),
agua segura”.
Pata de burro o mulo (MP, J, TR), Lirio
-Científicamente, si aumenta mucho la hume-
(TR), Zapatilla (SJ) -Quitameriendas-
dad atmosférica por precipitaciones venideras,
(Merendera montana Lange).
su aspecto general está rendido, caído, con
“Planta de flor azulá, que aparece en los
tallos no hirsutos. En este caso la interpretación
cordeles, las eras y los pastos agostaos a fina-
se basa en la higroscopicidad o facultad que tie-
les de verano, con la otoñá y cuya raíz en pata-
nen las plantas de captar humedad ambiental
ta se come” que cuando apare-
cen en gran cantidad, nos indi-
can una buena otoñada, anun-
ciando así la “sementera”
como época adecuada para las
siembras de antaño en base a
Cereales de secano tan habitua-
les en otros tiempos.
Además, con la aparición de
sus flores podemos interpretar
que “los días se van jaciendo
cavez más chicos”, el verano da
paso al otoño, los cambios cli-
matológicos irán creciendo.
-Algunos autores opinan que
el nombre más culto de
La merendera anuncia la otoñá.
Quitameriendas, viene dado
porque al irse acortando los días
26
 Boletín 18
por el cambio de estación provocaba que “los
niños ya no podían pedir la merienda en el Abreviaturas utilizadas: (MP) Malpartida
campo” (Sebúlcor). Incluso en otras realidades de Plasencia, (T) Toril, (SJ) Serrejón, (CM)
afirman “Virgen merendera que desechas a los Casas de Miravete, (J) Jaraicejo, (TR) Torrejón
perezosos de las eras” (dicho popular del muni- el Rubio y (SD) Serradilla con Lugarnuevo o
cipio Segoviano de Navalmanzano), para indi- Villarreal de San Carlos como pedanía.
car que para esa época ya tenían que estar todas
las labores agrícolas acabadas.

Olivo (Olea europaea L. subsp.

europaea).
Comentando un año bueno en
cuanto al tiempo y la productividad
de las plantas se dice que “Donde
veas una (-se refiere a la aceituna-)
por San Juan (24/VI), ves cientos
por Navidad” (MP). Al igual que
con las bellotas de la Encina, si no
existe buena floración, la producti-
vidad de frutos, en este caso aceitu-
nas del Olivo, no será abundante.

Donde ves una por SanJuan ves cientos por Navidad.

Etnometereologia.

27
 Boletín 18

MADRE TIERRA.

Ante ti todo me parece pequeño,

a todo le das vida,
P
O
nos muestras todo tal como es.

Eres mi ciudad favorita,

si como ciudad te puedo considerar.
En cuanto a la variedad nadie te puede igualar

E
en ti tiene cabida lo pequeño y lo grande,
lo bello y no tan bello
lo cual te hace exaltar toda tu generosidad.

Tu espíritu es universal,

S
y la paciencia y la constancias son tu virtud
que poco aprendemos de esta sabia actitud.

Que paz sentimos cuanto mas nos acercamos a ti,

que silencio cuando solo escuchamos tu voz,

I
Esa voz que solo podemos escuchar si sentimos amor.
Porque dentro de ti nadie te puede superar
solamente hay que admirar.
Eres un sustento para todos
y solamente podemos reconocer la vida que solo tu sabes dar.

De tu espíritu sentimos tranquilidad,

de tu tierra purificamos el ser,
de tus árboles recogemos energía,
de tu inmesidad aprendemos y equilibramos el cuerpo y la
A
mente.

Madre tierra, perdónanos

danos una oportunidad que como madre nos has criado
y como hijos no hemos sabido amarte.
Hijos que somos de ella,
reconozcamos que no tendríamos vida sin nuestra amada tierra.

Rodolfo.

28
 Boletín 18
Toponimia del tejo en
la Sierra de Gredos
Continuación del artículo con el mismo nombre, Boletín 14 (2004), pp. 15-16.
Hace ya más de dos años que publiqué un
articulillo con este mismo título en ARBA, 14
(2004), pp. 15-16. En la Feria del Libro de este
año (2006) vi el mapa de la Sierra de Gredos.
Valles del Alberche y del Tietar. Escala
1:50.000, Madrid, 2005, que había sacado la
Tienda Verde los meses anteriores. Una vez ter-
minado el curso académico ordinario, he podi-
do, por fin, examinar en el mapa de referencia la
toponimia de ese entorno, fijándome, como de
costumbre, en la que pudiera estar más relacio-
nada con el tejo (Taxus baccata, L.).
Y, como este mapa prolonga por oriente la
cartografía del Macizo de Gredos que manejé en
mis escritos anteriores1, me siento obligado a
continuar estas modestas pesquisas ecológico-
lingüísticas a la luz de los nuevos conocimien-
tos y materiales conseguidos.
En cuanto a los fines concretos de esta
pequeña aportación, son, naturalmente, los mis-
mos que en el artículo anterior: mostrar las posi-
bilidades de la fitotoponimia, como método
complementario, y en la medida en que se den
en los lugares apuntados las condiciones ecoló-
gicas correspondientes, en la búsqueda de tejos
silvestres, para su eficaz identificación, registro,
catalogación y conservación.
Como en los casos anteriores, ofrezco estos
datos a la consideración y cuidado de los aficio-
nados al tejo, a la toponimia o al montañismo
que tienen más a mano las averiguaciones y
comprobaciones pertinentes en cada caso con-
Guillermo García Pérez (ARBA, UPM)
creto (campo y archivos). En esta ocasión, mi
pequeña cosecha es la siguiente:
Bajoncillo (900 m). En Burgohondo.
Parece derivado de Val-hondillo, más bien que
de Bajo-hondillo. Tejos en Garganta de los
Caballeros, según el Libro del tejo (p. 182).
Compárese con el Barondillo (Val-hondillo) de
Rascafría (Madrid), donde se conserva la mejor
tejeda de la Sierra de Guadarrama, con
Redondilla (Re-hondilla, Rascafría), donde
quedan varios tejos, etc.. Véase, – Honda/o, –
Hondilla/o.
Honda. Garganta Honda (900 m). El
Tiemblo. Junto el Valle de las Iruelas, donde
abundan los tejos.
Garganta Honda (1.260 m). Al
Pon. del Prto. de Pedro Bernardo.
Garganta Honda (1.400 m). En
Villaviciosa, pueblo con tradición de
“ramos” de tejo.
Hondilla/o. Nava-hondilla. El Tejar (1.100
m.). Deséchese si hubiese huellas de alfar.
Mosqueda (590 m). Puente Mosqueda,
sobre el río Tietar. En La Adrada. Se conserva al
menos un tejo (620 m) unos 4 km al N. Véanse
Valdelejo y Fuente del Tejero. Sobre la posibi-
lidad (más probable a medida que van apare-
ciendo nuevos casos) de que mosquito sea un
nombre medieval del tejo, véase a mi artículo
(2005) “Texos, Texas (U.S.A.) y mosquitos”2.
29
 Boletín 18
Mosquillos, Los (1.575 m). Puerto de
Serranillos.
Mosquito, Charco del. Hay “1-2 ejemplares
rupícolas de tamaño medio”, según el Libro del
tejo (p. 182). No he conseguido localizar este
topónimo.
Ortejuelas (1.200 m). En Mironcillo.
Parece que remite a –tejuelas.
Tajo. Mesto Tajo (1.400 m). Es la forma
antigua de tejo (taxus). En Pedro Bernardo, 5
km al P. de la Garganta de la Eliza, donde, al
parecer, se conservan tejos (Libro del tejo, p.
181).
Tajoneras (600 m), Las. En Gavilanes.
Puede remitir al mustélido (tejón), que debe su
nombre a que contribuía con sus deyecciones a
la propagación de los tejos. Se usa también tejón
para designar al tejo (Colmenar V., Madrid).
Véase Tejoneras.
Techada, Fuente (1.000 m). Cadalso de los
Vidrios. Está junto a un Valhondo y un Arr. del
Castaño, en la Umbría de la Sierra. Parece remi-
tir a Fuente Texada, al igual que los Fontecha de
León, Soria, etc.
Tejadillas. (1.800 m), Portacho de las. En
Mijares.
Tejadillo (1.300 m). En Riofrío de Ávila.
Tejar (1.100 m), El. Junto a un
Navahondilla. Véase Hondilla.
Tejar o Arredondo (arroyo hondo), Arroyo
del. En El Barraco.
Tejero, Fuente del (600 m). En La Adrada.
Véanse Mosqueda y Valdelejo.
Tejo Centenario. En La Hoya (900 m) de
Navaluenga.
Tejonera (1.300 m). En Navalosa. Véase
Tajonera.
30
Tejoneras (750 m). En Cenicientos
(Madrid).
Tiesas (450 m). La Iglesuela. En Covadonga
(Ast.), teja/s toma la forma tiesa/s. Se da tam-
bién en Madrid y en Guadalajara en zonas pro-
picias al tejo.
Tijeras (1.500 m), Las. Arr. de la
Gargantilla. En Navalosa. Tijeras está por
Tejeras en más de una docena de casos conoci-
dos.
Tijeras, Las (1.700 m). En Navalacruz.
Valdelejo (650 m). La Adrada. Entiendo que
es error o derivación de Valdetejo (Garganta
de). Se conserva el tejo en las cercanías de La
Toledana.
1 GARCÍA PÉREZ, Guillermo: “Toponimia
del tejo en la Sierra de Gredos”. Arba, Bol. de
Arba, 14 (2004), pp. 15-16. IDEM: “Topónimos
montañeros de la Sierra de Guadarrama repeti-
dos en la de Gredos”, Estudios Bejaranos
(2004), pp. 83-91. En cuanto a los topónimos
repetidos en este macizo oriental, cuya localiza-
ción e interpretación dejo aquí para mejor oca-
sión para no distraer demasiado con esto al lec-
tor, mencionaré los siguientes: Aflecho (alfle-
cho), Arrecido, Asperón, Peña Cabrera,
Calamochos, Campanitarios, Campanitas,
Centenera, Cuchillos, Escorial, Galapagar,
Galayos, Arre-lobo, Maja-[da], Menga,
Mingogil, Mogote, Molar, Peñaltar, Palancar,
Reventón/es, Venero/a/s, Verruga.
2 IDEM: “Texos, Texas (U.S.A.) y mosqui-
tos”, Bol. de la Soc. Aten. de Aire Libre, 37
(2005), pp. 20-21.
 Boletín 18

ARBA, 20 años educando

junto al bosque autóctono
Andrés Revilla Onrubia
HAGAMOS UN LIBRO ENTRE TODOS: La propuesta que os hago es sencilla y creo que original.
Todos tenemos experiencias educativas en la asociación y lógicamente no podemos reunirnos para tra-
bajar pues no habría sala o manera de organizarse. Lo que os ofrezco es un primer boceto de una ambi-
cioso libro que de testimonio del innegable valor que han tenido nuestras experiencias educativas en
torno al bosque autóctono. Lo que os propongo es solo un guión fruto de un año de trabajo en la som-
bra. Ahora os pido colaboración. Mandar textos, fichas, ideas, sugerencias, detallar actividades que
hayáis realizado, poner por escrito esa experiencia que os gustó y no queréis que se pierda. Como os
digo la base ya está puesta. No se trata de correr, no hay plazo de entrega. Se trata de hacer un buen
documento que le pueda ser útil a cualquier asociación o educador que lo utilice, incluso a nosotros
mismos nos puede venir muy bien. Son muchos los socios actuales que no conocen bien la trayectoria
educativa de arba ni el papel que nuestra querida asociación ha jugado en este campo. Mandar vues-
tros escritos por correo electrónico o postal y mencionar en el título “estrategia educativa de arba”

INTRODUCIÓN excursiones, cultivo de plantas, talleres de

La Asociación para la Recuperación del
Bosque Autóctono lleva desde 1985 trabajando
en torno al bosque autóctono para desarrollar
sus estrategias educativas. Este documento
pretende recoger las experiencias de todo este
tiempo y además ofrecer unas fichas de activi-
dades aptas para que cualquier persona pueda
aplicarlas en sus tareas educativas.
El objetivo general ha sido siempre la plan-
ta autóctona y todas las actividades han girado
en torno a este objetivo.
Los objetivos específicos de difusión, sen-
sibilización, formación, investigación y recu-
peración de especies y ecosistemas han tenido
el objetivo general como nexo y guión.
La estrategia educativa se ha desarrollado
mediante cursos de formación, repoblaciones,
actividades con colegios, edición de un boletín
periódico, fomento de grupos locales, jornadas
técnicas, edición de folletos y pegatinas,
manuales y libros. Estas estrategias se desarro-
llan mediante actividades concretas como
reclicaje, plantaciones populares, etc.
Los recursos de la asociación han sido en
primer lugar el enorme capital humano que
suponen los socios y simpatizantes, sin cuyo
trabajo, casi siempre anónimo, ARBA no exis-
tiría. Los recursos económicos han sido siem-
pre escasos dada la convicción de ARBA de no
aceptar dinero de entidades privadas o públicas
que puedan condicionar su trabajo. Se mantie-
nen una serie de viveros (Valladolid, Madrid y
Tres Cantos) gracias a convenios con adminis-
traciones públicas.
Las claves de nuestro trabajo se centran en
un grupo de contenidos entre los que cabe des-
tacar la etnobotánica, la huerta biológica, de la
que ARBA fue una gran impulsora en los
ochenta, el bosque y la planta autóctona, el
inventario de árboles monumentales, la eco-
nomía rural y los trabajos monográficos. En
planta autóctona ARBA está reconocida como
una entidad de rigor y con fuerte especializa-
ción, contando entre sus miembros con desta-
cados botánicos, ingenieros, farmacéuticos y
aficionados especializados.
31
 Boletín 18
OBJETIVO GENERAL
Entendemos por objetivo general aquel
que une las actividades de la asociación y que
de alguna manera da sentido a la existencia de
la misma.
La planta autóctona entendida como tal es
un concepto amplio que implica determinados
términos geográficos no menos importantes.
ARBA no entiende la planta autóctona como
la propia de España (unidad política que inclu-
ye las islas Canarias y Baleares). Si hablamos
de planta autóctona hay que restringir el terri-
torio. Por este motivo ARBA habla siempre de
autóctona de cada lugar. Esta coletilla ha cos-
tado años de trabajo incesante y aún hoy en
día no está completamente incorporada al len-
guaje ni a la práctica. Decir que una planta es
autóctona de España es decir que podemos
plantar palmitos (Chamerops humilis) en la
Cornisa Cantábrica o dragos (Dracaena
drago) en Picos de Europa. Creo que el ejem-
plo es bastante gráfico para ilustrar el concep-
to. Puede caber duda si hablamos de encina
(Quercus ilex y sus dos subespecies), presente
en todas las provincias peninsulares de mane-
ra general. Pero cometeríamos un grave error
si olvidamos que cada encinar tiene sus pro-
pias características morfológicas y que debe-
mos respetarlas, ya que han sido fruto de lar-
gos siglos de evolución en ambientes diferen-
tes. Defendiendo la planta autóctona ARBA
defiende el ecosistema asociado a la misma y
de manera indirecta a toda la fauna que de
ellas dependen. Debemos saber que un gran
número de especies animales, insectos sobre
todos, dependen en muchas ocasiones de una
sola planta para existir y sin la misma desapa-
recerían en una sola generación. Hoy en día, y
con Valencia a la cabeza, se han creado las
figuras de las microreservas de flora.
Pequeños espacios de pocos metros cuadrados
que albergan una población de una o varias
especies y que la preservan de agresiones
externas. Esta figura de protección hoy en día
aceptada y de reconocida utilidad fue en su
momento una de las muchas propuestas que
ARBA lanzaba y lanza desde su boletín.
32
Visto pues que el concepto autóctona está
ligado de manera inexorable al territorio,
debemos considerar también el factor tiempo.
Hay plantas que un día fueron nativas natura-
les de la península Ibérica y que hoy en día
sólo se encuentran en otros continentes, como
por ejemplo el género Sequoiadendron. El
concepto autóctona toma así un carácter tem-
poral, entendiendo el mismo como un tiempo
reciente a escala geológica.
Todo nuestro trabajo inicial se centró en
defender los conceptos de planta autóctona y
potenciar su desarrollo en todos los ámbitos.
Hoy en día todos los libros de biología (cien-
cias naturales) de educación primaria y ESO
hablan de planta autóctona y ponen ejemplos
de ellas en sus textos. La administración ya
contempla la planta autóctona como algo nat-
ural. Incluso ARBA ha sido sancionada por
plantar árboles en espacios naturales ante la
duda de ciertos técnicos sobre el carácter
autóctono de los mismos. Esto jamás habría
ocurrido en 1985 y debemos congratularnos
por ello en cierta medida. (Cuando se com-
probó el carácter inequívocamente autóctona
de los ejemplares y su procedencia de semillas
recolectadas en el mismo lugar la sanción fue
levantada).
La aloctonía define a las especies que no
son autóctonas. Hay muchos grados para defi-
nir estas especies según sea su origen y ciclo
biológico. Tenemos las asilvestradas o natura-
lizadas que son aquellas que se reproducen
con éxito y llegan a competir con la flora
autóctona. Están además las adventicias, que
son aquellas que terminan por desaparecer por
falta de adaptación total. Contamos también
con las espontáneas, definidas por su indepen-
dencia del hombre para propagarse, capaces
de llegar a nuestro territorio desde confines
diversos y las escapadas de cultivos, cuyo tér-
mino las define bien. Las plantas cultivadas
estarían entre el amplio grupo de plantas alóc-
tonas controladas y que se circunscriben a
huertos y jardines. Entendiendo bien el con-
cepto de aloctonía entenderemos mejor el de
autoctonía.
 Boletín 18
Hoy en día la labor de inventariado de la
flora autóctona está muy avanzado. Sólo en la
península Ibérica hay más de 8500 taxones de
plantas vasculares. El inventario de hongos,
hepáticas, algas y otros grupos supera con cre-
ces esta cifra. Si además incluimos Baleares y
Canarias la biodiversidad que deben gestionar
nuestros responsables políticos es única en
Europa. A ellos es en definitiva a quienes diri-
gimos nuestras reivindicaciones y nuestro tra-
bajo. Nos dirigimos a ellos pero a través de
mil vericuetos que hemos aprendido a descu-
brir. La educación ambiental de las bases de la
población (niños, jóvenes y adultos) y de los
técnicos de la misma (agentes forestales,
catedráticos, técnicos de medio ambiente,
ingenieros de toda índole), es nuestra herra-
mienta más útil. En los siguientes apartados de
este libro desmigaremos cómo lo hemos ido
haciendo hasta hoy.
La defensa de la planta autóctona en todos
los ámbitos es nuestro principal objetivo. Para
lograrlo trabajamos su concepto a nivel len-
guaje, a nivel planificación territorial, a nivel
conocimiento, etc. No podemos defender algo
que no conocemos. Lo primero ha sido pues
difundir el conocimiento de nuestras plantas y
profundizar en los mismos en todos los ámbi-
tos, tanto taxonómicos como viveristas,
micorrízicos o culinarios por poner ejemplos.
Para ello hemos utilizado nuestro boletín
donde recogemos artículos divulgativos y
científicos de gran interés, muchos de ellos
primicias en todos los sentidos. Utilizamos
también todo tipo de cursos y talleres dirigi-
dos a todos los niveles, desde escuelas infanti-
les hasta especializados cursos para licencia-
dos, quienes agradecen de manera ostentosa la
ventana al mundo de la planta autóctona que
ARBA les ofrece. Cursos monográficos de
familias, géneros, arbustos o árboles se cubren
siempre sin dificultad y nos permiten hacer
realidad nuestro objetivo principal.
Hemos descubierto cómo el antiguo hom-
bre de campo tenía un gran conocimiento de
su flora autóctona, sobre todo los hierberos y
los pastores, y ha sido y es una labor de la
asociación recuperar este saber y fijarlo por
escrito para el futuro. La etnobotánica es una
ciencia con la que hemos corrido parejos y de
la que los científicos aprenden continuamen-
te. Refleja el saber de un pueblo, ayuda a des-
cubrir nuevas especies y ofrece mil herra-
mientas para acercarnos a las plantas de una
manera fácil.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1 DIFUSIÓN O DIVULGACIÓN
Entendemos por difundir o divulgar la
puesta en circulación de conocimientos puros
que no conlleven ningún tipo de adoctrina-
miento. El conocimiento puro es ciencia y
renegamos de cualquier tipo de paraciencia o
comportamientos sectarios con el conoci-
miento. Entendemos que el conocimiento no
tiene límites y que su difusión tampoco
puede tenerlos. El conocimiento en si mismo
no es malo y no debe frenarse. Para dar a
conocer el amplio mundo de la flora autócto-
na y sus ecosistemas asociados ARBA inten-
ta valerse de todos los medios a su alcance.
Describimos a continuación el uso que hace-
mos de ellos.
Boletín periódico: Como ya hemos dicho
ARBA nace en una época en la que los estu-
dios y el conocimiento o defensa de la planta
autóctona eran escasos o estaban poco divul-
gados. Detectada esta carencia ARBA se
lanza al mundo de la difusión con poca expe-
riencia y ningún dinero o medios. Los prime-
ros boletines divulgativos apenas tienen unas
páginas. Se realizan por fotocopia y los tex-
tos son en muchos casos manuscritos, los
dibujos realizados sobre el original y todo
realizado con pegamento y tijeras. Pero el
continente no tenía nada que ver con el con-
tenido: denuncias de talas de sabinas en Soria
o Segovia, denuncias de aterrazamientos en
Monfragüe, etc. La manera de luchar siempre
a nuestro estilo: el 18 de enero de 1987 con-
vocamos una plantación popular en Villareal
de San Carlos (Monfragüe) para paralizar las
obras que se comían los encinares. Hoy en
día todos nos beneficiamos del éxito de aque-
llas campañas y Monfragüe es Parque
Nacional.
33
 Boletín 18
El boletín ha tenido o tiene secciones como
la de etnobotánica, árboles notables, huerto
ecológico, monográfico de investigación,
micología, ficha técnica de árboles, cocina
natural, poemario, denuncias, educación
ambiental, experiencias con planta autóctona,
viajes botánicos, flora del mundo, prensa, car-
tas de los socios, etc. Cada sección tiene o ha
tenido su sentido en un momento concreto y
refleja el sentir del grupo de socios que lo
reciben, pues el boletín se hace con los escri-
tos que mandan los socios y simpatizantes.
Cada boletín refleja además el estilo de los
distintos maquetadores que lo han ido reali-
zando y los medios que la asociación ha ido
teniendo. Hasta el momento de escribir estas
líneas ARBA ha editado boletines durante dos
épocas. En la primera se publicaron 26 núme-
ros y en la segunda se llevan publicados más
de 15, los últimos están disponibles en forma-
to pdf en nuestra página web. Incluso cada
grupo local edita su propio boletín.
Publicaciones especiales: Otro medio de
difusión son las publicaciones técnicas que
fruto de nuestro trabajo de campo hemos podi-
do sacar adelante en estos años. Destaco por la
implicación que tuvieron todos los socios y
simpatizantes a “El libro del tejo”, monográfi-
co sobre esta especie que analiza a fondo
todos los aspectos relacionados con la planta y
ofrece una inventario actualizado de los tejos
de la península Ibérica; “Aproximación a la
flora de las Tablas de Villarubia de los Ojos”,
compendio de flora inventariada por com-
pañeros de la asociación y que pretende llamar
la atención sobre estas lagunas degradadas y
que antaño formaban parte de lo que hoy son
Las Tablas de Daimiel; “Estudio del ecosiste-
ma cárstico meridional a las sierras de
Guadarrama, Somosierra y Ayllón”, con abun-
dantes datos de geología, flora, micología y
fauna, con detalles de etnobotánica y nombres
vernáculos. “Flora protegida de la Comunidad
de Madrid”, editado como manual para un
curso del mismo tema, fue nuestro primer
esfuerzo editorial realizado íntegramente por
autores de ARBA.
Este tipo de publicaciones pretende que
34
la difusión de la planta autóctona trascienda
del ámbito técnico al doméstico y acercar así
los conocimientos de laboratorio al hogar de
nuestros lectores.
Otras publicaciones pretenden llegar al
mismo fin pero por un camino más domestica-
do. Me refiero a los libros de cuentos (“Los
doce árboles”, de Ricardo Codorniú, “Cuentos
de un naturalista” de José Luis Deltell y “Mi
amigo el árbol” de Martín Chico). Mediante
literatura de fácil lectura un ingeniero de mon-
tes y un maestro de escuela de principios del
siglo veinte, y un divulgador de finales del
mismo nos acercan a la planta autóctona desde
el sentimiento. Vierten en sus páginas ideas
sobre el bosque y las plantas que denotan un
profundo conocimiento de las mismas.
Manuales didácticos: Hemos publicado
también pequeños manuales de viverismo,
como “Árboles autóctonos”, cuya primera edi-
ción es de 1989, y “El manual del plantabos-
ques”, que realizamos junto con COMADEN
y que ha sido y es reeditado decenas de veces
por decenas de grupos y organismos. Este
manual, sencillo y de vivos dibujos se ha reve-
lado como una de las herramientas más efica-
ces para llegar a los escolares. Detalla mane-
ras fáciles para realizar plantaciones y viveros
además de dar consejos sobre ecología.
Papel barato: Quedan por fin los trípticos,
folletos y pegatinas, siempre baratos y de fácil
transporte y que pueden llegar a muchos rin-
cones. Nunca pasan de moda. Nuestro tríptico
con las reglas básicas para plantar árboles se
reedita en diferentes formatos una y otra vez.
Información digital: Trascendiendo el
mundo del papel a finales de los noventa el
ordenador se empieza a instalar en todos los
hogares. Hoy, en 2007, todos los socios del
grupo infantil que denominamos PequeArba,
reciben las circulares por correo electrónico.
Desde nuestra página web (www.arba-s.org)
difundimos tanto nuestras actividades como
nuestros trabajos específicos. Se ha revelado
como una eficaz herramienta que acerca de
una manera instantánea la información a todos
los socios. Aún así somos unos románticos
 Boletín 18
que no renuncian al papel y somos conscientes
de que no todo el mundo tiene acceso a la red
y su mundo. La página recoge además el sen-
tir, los movimientos y el conocimiento de toda
la asociación y sus grupos locales.
Foros públicos: ARBA no aprovecha por
principios todos los foros desde los que se
puede divulgar información. Hoy en día
todavía hay debate en la asociación sobre si
debemos ir a ferias comerciales como
Biocultura, antes Feria Alternativa. En nuestro
boletín número 4 (verano de 1986, página 3)
decíamos: “Vamos a participar en esta muestra
(Biocultura) aunque de alguna manera sea un
montaje comercial. Llevamos un puesto con
postres, pegatinas, folletos para hacer socios y
libros de árboles y plantas para vender con el
fin de amortizar gastos. También pretendemos
presentar un audiovisual y alguna sorpresa
para niños”. Los foros son punto de encuentro
para mucha gente y un buen lugar desde el que
llegar a desconocidos que no han oído hablar
de nosotros y poder transmitirle nuestro men-
saje, pero generalmente preferimos llegar a los
individuos por nuestros propios cauces y desa-
provechar estas ocasiones que siempre exigen
un precio ideológico, además del económico.
Audiovisuales: El audiovisual ha sido y es
nuestra gran sorpresa. Poder contemplar foto-
grafías de plantas que nunca has visto, paisajes
de lugares que desconoces, y que te digan que
eso es lo autóctono, que eso es por lo que
luchamos, que eso es lo que defendemos, hace
que el público se implique. Películas de dibu-
jos como el archiconocido (hoy) “El hombre
que plantaba árboles y creció felicidad” fueron
grabadas en video doméstico directamente de
su emisión en la segunda cadena de televisión
y ofrecidas en cada charla o repoblación que
hacíamos hasta mediados los años noventa.
Hoy este video es un clásico que no falta en
ningún centro de Educación Ambiental (fijaros
que está escrito con mayúsculas y no ha llama-
do la atención. Más adelante hablaremos de
este detalle).
Propongo confeccionar un anexo con ejem-
plos de cada uno de estos medios de difusión.
2 SENSIBILIZACIÓN
Educación Ambiental, hoy bien entendida,
era una entelequia en los años ochenta.
Jugaron un papel fundamental la Escuela de
Animación Juvenil y el CENEAM que aposta-
ron por este concepto igual que hoy lo hacen
por la Igualdad de Género o la Educación en
Valores. Entonces no había monitores ni coor-
dinadores titulados de EA, pero había gente
con muchas ganas y mucho conocimiento que
decidió poner las bases de lo que es hoy una
disciplina indiscutible. ARBA había contri-
buido mucho con su apoyo y sus conocimien-
tos al impulso de esta especialidad. Nos falta-
ba montar nuestro propio curso. Lo hicimos en
1995 y desde entonces montamos otros tres.
Para nosotros montar un curso de EA no era
una tontería. Queríamos que los monitores que
íbamos a formar adquirieran una especializa-
ción en recursos de la planta autóctona que no
adquirirían en otros similares. Hoy en día hay
una magnífica asociación de Educadores
Ambientales y la planta autóctona es una dis-
ciplina y una herramienta más de las muchas
que se utilizan.
La Comisión Educativa de la asociación
funcionó de manera independiente desde 1987
e incluso publicaba su propio boletín en los
inicios de nuestra andadura. Las primeras acti-
vidades se dirigieron a formar a los formado-
res (o deformarlos como le gustaba decir a
nuestro compañero Leo), a los profesores de
instituto, a profesores de universidad. A través
de los CAP y con el apoyo de las instalaciones
del vivero de la Casa de Campo de Madrid se
dieron los primeros pasos con un colectivo tan
importante. Se elaboraron fichas, se pulieron
tácticas y sobre todo se abrió la puerta hacia el
fascinante mundo de la planta autóctona. La
Comisión trabajaba el bosque autóctono, pero
también y de manera implícita amplios con-
ceptos de ecología como la reducción del con-
sumo, el reciclaje, la vida rural, el transporte
colectivo, el uso del agua, la demografía, la
contaminación, el papel reciclado, el ruido,
plantas medicinales, la degradación del paisa-
je, el empobrecimiento de la fauna y la flora
(entonces no decíamos la pérdida de biodi-
35
 Boletín 18
versidad que se estila hoy de manera tan técni-
ca), la alimentación sana y con productos
biológicos (otra palabra bastante moderna) y
el consumo. El papel reciclado aparecía entre
nuestras máximas y es otra de las aportaciones
que ARBA y otros grupos similares han hecho
a la sociedad. Hablar de papel reciclado en
España era una utopía. Nosotros lo traíamos
desde Alemania a través de conocidos y lo
poníamos en circulación sobresellándolo con
la leyenda “papel reciclado”. Nadie quería
saber nada de él, pero hoy en día se va impo-
niendo y ya son muchos los centros oficiales
que lo utilizan. Lo malo es que aparecieron los
kleenex (clinex), las servilletas de papel, los
manteles de papel, el matatrapos (nombre muy
gráfico), el papel higiénico (antes sólo se usaba
la conocida marca “el elefante” que comercia-
lizaba papel reciclado). Lo último en llegar son
los periódicos de usar y tirar que de manera
gratuita nos invaden a la salida del metro o del
autobús todas las mañanas y cada vez en más
número. Son un medio muy eficaz para comer-
nos el coco de manera anónima, pues este tipo
de periódicos suelen tener unos contenidos
poco contrastados y muy partidistas.
PROPONGO INCLUIR COMO EJEMPLO
EN EL ANEXO LA CIRCULAR NÚMERO 6,
PAG 5 Y 6 (EN EL ARCHIVO DE ARBA)
Sensibilizar a los que ya son sensibles es
fácil, y un alumno que acude a un curso de EA
ya es sensible. Lo difícil podía ser sensibilizar
a los insensibles o a los que no tenían o no tie-
nen base. En este grupo hay gente de todo tipo,
desde políticos que manejan nuestro territorio
y empresarios hasta profesores de colegio o
vendedores de periódicos. Lógicamente cada
población necesita una herramienta diferente.
Detectar la sensibilidad ambiental del
receptor es el primer reto del buen educador.
Debemos además detectar ideas incorrectas
sobre el medio y hábitos confusos. Una buena
práctica puede ser una lluvia de ideas sobre los
distintos aspectos de la ecología, la planta
autóctona u otras materias próximas. Podemos
ver así el alcance de sus conocimientos y su
permeabilidad a los mismos.
36
3 FORMACIÓN
Como hemos dejado caer en la introducción
y en otros capítulos uno de los aspectos educa-
tivos que más valoramos es la formación. El
saber no tiene límites, pero la ignorancia tampo-
co. Tenemos a gala el gusto por transmitir cono-
cimientos y nos gusta hacerlo a todos los nive-
les. Tanta formación necesita un adulto experi-
mentado como un niño que empieza a descubrir
el mundo. Hemos dado cursos de todo tipo a
receptores de todo tipo y condición. Maestros
de escuela y alumnos de las mismas, licenciados
y aficionados, técnicos forestales o voluntarios
de grupos ambientalistas.
En cualquier caso la planta autóctona es el
eje transversal de la enseñanza. Podemos ofre-
cer un curso tipo repetido año tras año o un
curso a la carta solicitado previamente. Los for-
matos de los cursos se adaptan siempre al con-
tenido y a las necesidades de los demandantes.
Talleres de verano: Han sido durante más de
diez años uno de los puntos de encuentro clave
y de los que más gente se ha nutrido posterior-
mente la asociación. Los talleres se estructuran
por quincenas de manera que cada grupo de
alumnos tenía al menos una salida al campo de
fin de semana y otras dos salidas entre semana.
Son talleres prácticos en los que hemos vertido
todo tipo de conocimiento y experiencias. Los
talleres se pueden organizar como monográficos
de reproducción y viverismo, o centrarlos en el
conocimiento de la flora de Madrid. Lo impor-
tante del taller es saber darle al alumno conoci-
mientos sólidos y espacio de libertad donde
desarrollarlos. La convivencia entre los alum-
nos es fundamental y todos los talleres han sido
mucho más dinámicos después de la excursión
en fin de semana, donde los alumnos han convi-
vido al menos diez horas seguidas y han pasado
incomodidades.
Monográficos: Con este tipo de cursos
hemos llegado siempre a receptores con un
mínimo de base. Los hemos centrado en el
conocimiento exhaustivo de una familia botáni-
ca (leguminosas, labiadas, cistáceas, etc.) o en
 Boletín 18
un amplio grupo de plantas (árboles o arbustos
de la península ibérica). Los hemos realizado a
medida para un grupo de receptores especializa-
dos (conocimiento de la flora protegida de la
Comunidad de Madrid para agentes forestales y
técnicos de medio ambiente). Cursos especiali-
zados para público en general (directiva hábi-
tats, etnomicología, plantas psicotrópicas, huer-
ta urbana, etnobotánica aplicada, etc.). Los
monográficos siempre han dejado en la asocia-
ción muy buen sabor de boca y los profesores
han sido los primeros en adquirir conocimiento
al comprometerse a preparar una o varias sesio-
nes.
Charlas botánicas: Esta experiencia se reali-
za desde el principio de nuestra andadura y con-
siste en aprovechar los medios técnicos y pro-
yectar diapositivas (hoy Powerpoint) para mos-
trar los distintos aspectos de nuestra flora. Este
tipo de actividad suele atraer mucho público por
lo llamativo de las imágenes y la novedad. Entre
muchas charlas podemos destacar las de viajes o
lugares poco conocidos, como flora de Turquía,
flora de las dunas, bosques de Chile, hongos
alucinógenos, etc.
Charlas en colegios y otros centros docen-
tes: Son charlas echas a la medida de lo solici-
tado por el centro, ya sea colegio, instituto o
universidad. Son siempre charlas agradecidas
porque el público que acude está muy concien-
ciado. Es importante en este tipo de actividad no
gastar tiempo en proselitismo de la asociación y
centrarse en los contenidos que se van a expo-
ner. Si al terminar hay algún interesado en el
funcionamiento de la asociación se le cuenta en
privado. No es tarea de ningún socio ni de la
asociación dedicarse ha hacer socios. Nuestro
número no es grande, pero no es nuestro objeti-
vo. Queda en la imaginación del ponente el
desarrollo de la charla, pero los niños y niñas
poseen una gran imaginación y facilidad de
juego, aspectos que se pueden aprovechar para
hacer más amena la actividad. No debemos por
tanto afrontarlo como una actividad estática y
unidireccional y debemos facilita a nuestro
público infantil el desarrollo de la actividad en
su propio lenguaje.
4 INVESTIGACIÓN
Es la tarea permanente con la planta autóc-
tona. Sabemos muy poquito de ellas y es fun-
damental impulsar su conocimiento. Hay
muchos trabajos de botánica, catálogos florís-
ticos, estudios locales, hay mucho material dis-
perso y mucho material perdido. Pero también
hay muchas lagunas. Hay infinidad de plantas
que no sabemos reproducir o de las que no
conocemos bien su ecología, su distribución o
su simple existencia. La investigación la cen-
tramos en varias líneas muy diferentes: estu-
dios de flora local, técnicas de reproducción,
seguimiento de especies raras o en vías de
extinción. Todos los resultados de estas expe-
riencias se aprovecharán después para divul-
garlos y mejorar el conocimiento de la flora.
De todos los aspectos de la investigación el
que más frutos ha dado es de las técnicas de
reproducción, ya que su carácter práctico per-
mite su utilización como herramienta educati-
va de primera línea. El vivero educativo se
convierte desde muy pronto en un auténtico
foro de la planta autóctona. En los noventa
corría la broma de llamar Harbar a ARBA por
asimilación fonética con la universidad de
Harvard. Bromas a parte, el vivero y el vive-
rismo son clave en el proceso educativo. Por
nuestro invernadero han pasado más de 8000
niños y cientos de adultos buscando saber más.
Se han encontrado con una experiencia de con-
tacto con la tierra y el agua. Han tenido en sus
manos diminutas obras de arte que son las
semillas de muchas especies y han vuelto para
verlas desarrollarse. Algunos incluso han com-
pletado el ciclo viniendo al campo a plantar los
ejemplares conseguidos. Acercar la investiga-
ción a los alumnos es abrirles las puertas al
saber.
Para los estudios de flora disponemos de
una nutrida biblioteca especializada, lupas
binoculares, guías botánicas y espacio para
afrontarlos. El mejor resultado de estos traba-
jos es la autoformación del equipo investigador
y el resultado obtenido, que revierte en medi-
das de protección al informar a los agentes
locales de la presencia en su territorio de
37
 Boletín 18
determinadas especies. En muchas ocasiones RECURSOS UTILIZADOS O NECESA-
una sola especie puede provocar la protección RIOS para cada actividad propuesta o realiza-
de un ecosistema o de un pequeño terreno, for- da
mando así una microreserva que atrae a curio-
sos que terminan por defender el entorno que CONTENIDOS CLAVES QUE SE DESA-
han conocido de esta manera. RROLLAN EN CADA ACTIVIDAD detalla-
dos y desmenuzados
OS PROPONGO REDACTAR OTROS
OBJETIVOS Y CAPÍTULOS CON TÍTULOS ADEMÁS RECOGEREMOS LAS
COMO LOS SIGUIENTES: SIGUIENTES FICHAS:

5 RECUPERACIÓN DE ESPECIES Y FICHAS DE ESTRATEGIAS. Habrá que

ECOSISTEMAS. ¿Qué hemos hecho al res-
pecto y por qué lo hacemos? ¿qué queremos
conseguir? ¿hay algún objetivo educativo
detrás? ¿cómo lo desarrollamos?
ESTRATEGIA EDUCATIVA ¿cuál es? ¿de
dónde viene? ¿es original? ¿lo era antes?
¿sigue siendo válida? ¿tenemos algo que cam-
biar?
diseñar una ficha tipo y realizar una por cada
estrategia desarrollada
FICHAS DE ACTIVIDADES. Habrá que
diseñar una ficha tipo y realizar una por cada
actividad desarrollada
Ánimo y a trabajar

N o t i c i a s ARBA
de andar por casa

Nace ARBA – Hontoria de Valdearado

El próximo domingo, día 21, se firmarán los estatutos y el
acta de constitución de ARBA – Hontoria de Valdearado
(Burgos), a las 11 de la mañana.

Después se procederá a realizar una plantación, para dar fe de

nuestro nombre.

Estáis invitados.

38
 Boletín 18
I Ó
P I N
O
Cambio climático, no hay mal que por bien
no venga o mal de muchos consuelo de pocos
(o a río revuelto ganancia de pescadores).
Hace 20 años un grupo de científicos muy
ufanos descubrió un agujero en la capa de ozono
de la Antártica y dijeron aquello de “que viene
el lobo”. Como es habitual nadie les hizo caso y
aquello se quedó en un loco intento de los eco-
logistas por frenar el desarrollo del planeta y
volver todos a la Edad de Piedra. Además la
Antártica era una cosa absolutamente lejos de
cualquier punto y la capa de ozono era una des-
conocida que a nadie le importaba. Nos empe-
zaron a hablar de los CFC como si tuviésemos
la culpa los mortales de a pie de que algún avis-
pado fabricante los metiera en el bote de la laca
o la pintura a presión (o en la nevera de nuestra
casa, otro aspecto del perverso efecto inverna-
dero: calienta la atmósfera y enfría la cerveza).
Ahora que todos sabemos explicar, más o
menos, en qué consiste el efecto invernadero,
qué es el Protocolo de Kyoto, qué es el CFC,
qué es el Cambio Climático, qué era un glaciar
o dónde estaba la Antártida, descubrimos que ya
no hay remedio, que aunque dejásemos de emi-
tir gases harían falta unos 200 años para recupe-
rar el clima de hace 20 años, ó 30 ó 50.
¿Por qué no han hecho algo antes? Hace
decenios que las ovejas de la Patagonia se que-
dan ciegas por la radiación solar. Las estaciones
de esquí son como las ruinas de los puertos
rusos en el desecado mar de Aral. La banquisa
ártica se deshiela y Bush ha declarado al oso
polar especie protegida debido a la pérdida de
hábitat por el cambio climático. Por primera vez
admite que hay una consecuencia y por tanto
hay un CC. ¿por qué no firma entonces el
N
Andrés Revilla
Protocolo de Kyoto? ¿por qué Rusia sigue sin
reducir sus emisiones de gases de efecto inver-
nadero? ¿acaso hay gato escondido?
Haciendo buenos los refranes castellanos
busquemos a quién pueden beneficiar todos
estos cambios. Primero vamos con los cambios:
1. Se deshiela la banquisa que llega a cerrar
todo el océano ártico
2. Se descongela el permafrost siberiano
3. Se retiran los glaciares
4. Se descongelan los polos
5. Aumenta la temperatura interior de los
continentes
6. ESCRIBE AQUÍ UNA CONSECUEN-
CIA QUE CONOZCAS
Veamos ahora los efectos de cada una de las
consecuencias citadas:
1. Si se deshiela la banquisa se abre una
nueva ruta marítima que por encima de Canadá
y de Rusia une ambos continentes y reduce las
enormes distancias que supone cruzar por el
Canal de Panamá. Se benefician todas las gran-
des industrias del transporte, todos los nuevos
puertos y los países que los alojen. Esto puede
ocurrir en solo 50 años.
2. Si Siberia se deshiela, y una vez extraídos
los mamuts congelados que puedan quedar,
obtendremos unos hermosos pantanos que una
vez desecados serán, gracias al clima benigno
que reinará en esa zona, los campos de cereal
más extensos que nunca hayan existido en la tie-
rra. Beneficiaria principal, Rusia. Esto ya está
ocurriendo.
39
 Boletín 18
3. Se van los glaciares. De veras que no sé a que se lleven a los toros también. Esta ha sido
quién beneficia esto. Buscaremos qué hay hoy una mala noticia para nuestro ex ministro de
en aquellos lugares ocupados hace sólo 50n información y turismo que aguerridamente se
años por una lengua glaciar. Creo recordar que jugó la vida en Palomares para potenciar esta
no hay bosque y vacas, sino estaciones de esquí industria. Si se van a ir a la m…….., ¿por qué
y urbanizaciones de montaña. ¡Pobres ilusos! siguen destruyendo la costa con sus chalets?
Debe ser algo así como el reparto del botín de
4. Se descongelan los polos, la mayor reser-
guerra. El hecho de que todos los años el mar
va de agua dulce según los libros de la ESO y
mediterráneo se lleve las playas de Villajoyosa,
PRIMARIA. En esos mismos libros he leído lo
Benidorm, Javea,…¿no será que ya está subien-
escasa que se ha hecho el agua dulce para el
do su nivel? Corre a verlo que si tardas ya no
80% de los habitantes humanos. En otro libro,
llegas.
pero de adultos leí que la próxima guerra será
por el agua (las de España y Portugal o 6. ESCRIBE TUS GANADORES Y SACA
Colombia y Venezuela debieron ser por el vino TUS CONCLUSIONES.
y por eso sus fronteras actuales son ríos).
NOTA DE LA SOCIEDAD: Todo lo escrito
¿Quién va a envasar en un futuro muy cercano
anteriormente son solo suposiciones ecologistas
el agua dulce de los polos? Puede ser coca-cola
infundadas escritas con ánimo catastrofista y
y puede que la compremos con certificado de
para pasar el rato y así llenar unas páginas de
origen: “Agua pura de los glaciares del Polo
vuestro fancine propagandístico. No te creas
Norte, calidad fósil” No creo que tarden más de
nada de lo que has leído.
20 años.
NOTA DEL AUTOR: PIENSA POR TI
5. Si España se cuece de calor o África se
MISMO (esto ya lo decían los ilustrados france-
reseca más todavía no parece importar a nadie.
ses del siglo XVIII y en España los mataban al
España firmó Kyoto y aún así ha aumentado su
grito de “Vivan las cadenas”. Hoy se dice algo
emisión de gases. Cuando las costas españolas
así como “ecologistas de …….. pacotilla”, prin-
sean anegadas por el mar, cuando el Atlántico se
gaos, vagos) En Francia no dicen nada parecido
coma Doñana y sus aguas lleguen hasta Sevilla
pero que le pregunten a Greenpeace y su nau-
(solo está a 7 metros de altitud), cuando desapa-
fragado barco. ¿quedarán ilustrados en Francia
rezca La Manga del Mar Menor (2 m el punto
o allí también los mataron? Aún no he estudia-
más alto), entonces diremos adiós al turismo
do ese tema en los libros de mi hijo. Ya os lo
hortera de sol y playa. Supongo que las playas
contaré.
bálticas de Polonia, Lituania, Estonia, Letonia y
Finlandia están frotándose las manos. No creo

40
 Boletín 18 S
N N O T ACIONE
ON CO
E R M I NOS C
DOS T ALES
P E R O NO IGU Reforestación.
A R E C I DAS También denominado
P
forestación. Conjunto de téc-
nicas destinadas a crear una
masa forestal leñosa, general-
mente de tipo arbóreo y que
consta de tres fases: 1º.
Desbroce de la vegetación
existente. 2º. Preparación del
terreno, aterrazamientos, sub-
solados, etc. con maquinaria
pesada; procedimientos muy
cuestionados por expertos en
regeneración vegetal. Y 3º.
Siembra o plantación en hile-
ras a modo de cultivos.

Reforestación.
Término más
ajustado a la restauración
de ecosistemas vegeta-
les. Puede ser siembra o
plantación en la que no
se emplea maquinaria
pesada, ni se planta en
hileras. Se utilizan dis-
tintas especies vegetales,
arbóreas y arbustivas
propias de la zona.

41
 Boletín 18

UN HOMENAJE MERECIDO Y ÚNICO A UNA ARBERA INCOMBUSTIBLE:

MARÍA LUISA

El pasado 1 de diciembre tuvo lugar en un restaurante vegetariano, el homenaje a María Luisa

(Maruchi). La verdad es que teníamos muchas ganas de decirle a Maria Luisa lo mucho que le debe-
mos en ARBA, sobre todo los viejos arberos. Ella es todo un testimonio y modelo de la lucha por la
conservación del medio ambiente y una pionera de la educación ambiental.
Con motivo del homenaje le regalamos una mata viva de hierbaluisa o marialuisa (Lippia triphy-
lla), maravillosa planta aromático-medicinal que lleva su nombre y su esencia. Le encantó y nos lo
agradeció.
Queremos hacer un breve perfil de la trayectoria de esta mujer para quienes la conocen menos.
Deciros que nació en 1929 en Perales de Tajuña (Madrid), en una familia de agricultores y ganade-
ros. Siempre sintió inclinación por las ciencias naturales, carrera que estudio en la Complutense.
Desde que acabó siempre se dedicaría a la docencia, su gran vocación, llegando a ser catedrática de
instituto (IES). Cuando nosotros la conocimos ejercía en el Instituto Riánsares de Tarancón, en el cual
era todo dinamita, quiero decir una dinamizadora explosiva de actividades ambientales, sobre todo
con los árboles, las encinas y el paisaje, sus grandes “obsesiones”. La encina fue objeto de un inte-
resante proyecto interdisciplinar en el que intervinieron los alumnos y profesorado, de todos los cur-
sos, que al final se plasmó en un maravilloso libro La encina floración secular del noble suelo, fir-
mado por su grupo educativo naturalísta Riánsares y publicado por la Comunidad de Madrid.
Fue en aquellos años 95 a 98 cuando colaboramos y ella se incorporó al proyecto de ARBA.
Realizamos varias repoblaciones juntos, recuerdo especialmente la de Tarancón que fue una maravi-
lla, realizada a las afueras del pueblo y donde todo había sido perfectamente preparado por ella y sus
alumnos/as, con la cooperación del Ayuntamiento y otras centros.
Maruchi como se la llama en Perales, había ejercido la enseñanza anteriormente en otros centros
de Valencia (Gandía), Almería o Ciudad Real, etc., pero se jubiló en Tarancón que fue su destino defi-
nitivo y donde estuvo 14 años. Aunque muy peraleña y madrileña de siempre, se ha sentido también
muy unida a la tierra castellano-manchega, por cuyo medio ambiente luchó mucho. Entre sus ideas y
proyectos estuvo el proponer que la encina fuera declarada oficialmente árbol de Castilla-La Mancha
y también de toda España.
En 1994 se jubila y empieza una nueva fase de su vida, en vez de descansar se dedica a promo-
ver e impulsar el senderismo peraleño, con la realización de rutas mensuales. En su pueblo, un tér-

42
 Boletín 18

mino con grandes valores naturales, ha llevado a cabo varias campañas de protección, por ejemplo
en el Risco de las Cuevas y Las Lágrimas de San Pedro; y la más reciente la defensa del paraje cono-
cido como Valle de El Lugar, un pequeño oasis de vegetación, con rica historia; enclave único situa-
do en el fondo del valle, donde se había proyectado un parque urbano natural del agua, muy alejado
de planteamientos ecológicos.
Nuestra protagonista ha llevado siempre muy alto el nombre de Arba por donde ha ido, ponién-
donos siempre por la nubes donde ha tenido oportunidad y sintiéndose ella misma una “arbera” de pro.
Más recientemente ha publicado otros libros deliciosos, como Diálogos de encinas en El Quijote,
editado con una gracia y desparpajo grandes, con dibujos de diferentes alumnos/as. Y hace muy poco,
un libro de su pueblo, Perales de Tajuña: Paisaje y recuerdo. Todos estos libros están a la disposi-
ción de quienquiera en la biblioteca de ARBA.
María Luisa tiene ya 78 años y afortunadamente esta en forma. Nos alegramos mucho de ello y
la pedimos que siga como siempre, desde aquí la mandamos este recuerdo imborrable y la concesión
de un simbólico “Diploma del Bosque”, por su labor en pro de los árboles y los bosques autóctonos
y por ayudar a Arba.
María Luisa: hemos querido agradecerte tu labor de todos estos años, con una celebración senci-
lla y demostrarte lo importante que es que existas y que sigas luchando por la ecología, por los árbo-
les y por los bosques autóctonos. Te queremos.
Como recuerdo adjuntamos la trascripción de la convocatoria
Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono
Albergue Juvenil “Richard Schirrmann”
Casa de Campo s/n – 28011 Madrid
Teléf. 914796593
E-mail: arba@arba-s.org

Comunicado de Emilio Blanco y Simón Cortés a todos los socios y amigos de ARBA
Asunto: Homenaje a Maria Luisa López el próximo viernes. Importante asistencia.
Convocatoria: Restaurante Vegetariano El Vergel, Paseo de la Florida frente a Mingo
(no hay pérdida), a partir de las 21 h, del próximo viernes 1 de diciembre. Apuntarse y con-
firmar a Simón o a Emilio.

Un grupo de “arberos” viejos os proponemos este pequeño homenaje a una persona, miembro de
ARBA, que lleva media vida (o tres cuartos) luchando por la ecología y por la defensa del Medio,
tanto en el pasado -desde su trabajo como profe de Instituto (catedrática)- como ahora jubilada (pero
muy ecoactiva), defendiendo su pueblo y las causas medioambientales. Ella nos ha representado en
muchas ocasiones orgullosa de ser una “arbera”, como a ella le gusta que la llamen.

Maria Luisa tiene 78 años y está en forma, acaba de presentar el último trabajo de su pueblo y
sigue haciendo libros, no le faltan proyectos e ideas para nuevas publicaciones y acciones. Os espe-
ramos a todos para pasar un rato juntos y homenajear a esta compañera y amiga tan entrañable y tan
necesaria.

Emilio y Simón

43
 Boletín 18
En la sementera
Memoria de actividades
ARBA Valladolid 2006
01-02-06. Firma del Convenio Marco de
Colaboración con INEA, por el que se autori-
za a ARBA-Valladolid a usar una parcela para el
cultivo a raíz desnuda de especies autóctonas.
Domingo 05-02-06. Recogida de material
forestal de reproducción en Puente Duero. Se
recogen estacas de cuatro especies de sauce
(salix alba, salix purpurea, salix fragilis y salix
atrocinera). Acudieron 6 personas.
Domingo 12-02-06. Plantación en
Mucientes de especies de ribera junto al arroyo
de la revenga. Se plantan 113 fresnos, 10 endri-
nos, 5 nogales, 5 álamos blancos y 5 álamos
negros. Se clavan estacas de cuatro especies de
sauces y de álamo blanco. Participan 19 adultos
y 4 niños. Es la tercera plantación en este lugar.
Se suspenden debido al mal tiempo por
nevadas las plantaciones del 26 de febrero en
Mucientes y del 5 de marzo en Villanueva
pasando a celebrarse en las siguientes fechas:
Domingo 12-03-06. Plantación en
Mucientes en el pago denominado “los cofres”.
Participan 16 adultos y cuatro niños. Se plantan
104 encinas, 31 quejigos de 3 savias, 39 jaras
estepas, 10 almendros y cinco rosales silvestres.
Se siembran 1200 bellotas de quejigo. Es la
cuarta plantación en este lugar.
Martes 21-03-06. Colaboración por media-
ción de Oria de Rueda en la Fiesta del Arbol
celebrada en la Escuela de Ingenieros
44
Forestales de Palencia. Presentación y venta
del libro “Mi amigo el árbol” y reparto de folle-
tos e información.
Domingo 26-03-2006. Plantación en
Villanueva de Duero, en la pesquera y en la
cerviguera. Participan 16 adultos y 1 niño. Se
plantan 95 fresnos, 12 nogales, 11 endrinos, 7
almendros, 4 cerezos, 4 chopos lombardos, 3
álamos blancos y 1 saúco.
Domingo 26-03-2006. Visita al “Vivero
educativo de especies autóctonas” de ARBA
Valladolid. Acuden 20 personas de la
Asociación Familiar Rondilla (rellenan 16
encuestas). Realizan una siembra de fresnos y
almendros que se llevan a su casa.
Miércoles 29-03-06. Colaboración con
AROCA-FAPAS, Frutales para el Oso, con la
entrega de 99 cerezos de una savia en brik, para
sus plantaciones
en la cornisa
cantábrica.
Mártes 04-
04-06. Taller de
siembra de especies autóctonas con “los colori-
nes” grupo de 9 niñas y niños de 3 y 4 años, de
la Asociación Juvenil Arco Iris, realizado en la
Casa de Juventud Aleste, c/ Pajarillos nº 1.
Siembran semillas de fresno.
Mártes 04-04-06. Se entrega semilla de
fresno y almendro a un educador de la asocia-
 Boletín 18
ción “el Puente” (centro ocupacional de perso-
nas con enfermedades mentales) para la realiza-
ción de una actividad de siembra de especies
autóctonas.
Viernes 21-04-06. Taller de siembra de
especies autóctonas en el C. P. de Ciguñuela. Se
siembra fresno, nogal y almendro. Se hacen
estaquillas de aromáticas con los de 5º y 6º. Se
plantan en el patio del colegio un almez, un arce
y un árbol del amor. Rellenan encuestas los pro-
fesores y los alumnos de 8 a 12 años. (9 niños
de infantil y 1º; 16 de 3º y 6º de primaria). Se
reparten detalles.
Sábado 22-04-06. Visita educativa guiada
“el lado salvaje de la ribera urbana”. Recorrido
por la ribera del Pisuerga desde la Moreras hasta
el “cuatro de marzo”. Participan 19 adultos y 6
niños. Presencia del Dia, Norte de Castilla y
Canal 4.
Viernes 28-04-06. Taller de siembra de
especies autóctonas en el C. P. de Geria. Se
siembra fresno, nogal y almendro, y se repica
endrino (transplante de semillero a brik). Se
plantan en el patio del colegio dos almeces, dos
arces y dos árboles del amor. Rellenan encues-
tas los profesores y los alumnos de 8 a 12 años.
(7 niños de infantil; 11 de 1º, 2º y 3º; 17 del
resto). Se reparten detalles.
Sábado 06-05-06. Excursión botánica a un
bosquete con ejemplares de Quercus pauciradia-
ta en las próximidades de Cistierna, conocidos
como “los crespales”, Saechores (León).
Participan 8 personas.
Martes 09-05-06. Taller de siembra de espe-
cies de especies autóctonas en el C. P. de
Mucientes. Se siembra almendro y fresno, y se
repica endrino (transplante de semillero a brik).
Rellenan encuestas las profesoras y los alumnos
de 8 a 12 años. (18 niños de infantil; 6 de primer
ciclo, 6 de 2º ciclo y 6 de 3º ciclo). Se reparten
detalles.
Miercoles 10-05-06. Participación de
ARBA-Va en la “Jornada Viva y Solidaria”
organizada por los estudiantes de la Facultad de
Educación y Trabajo Social.
10:00 plantación de tres arces con los orga-
nizadores y el Rector.
11:00 a 13:00 horas: taller de siembra de
especies autóctonas. Se realizó en la calle fren-
te a la puerta de la facultad. Participaron 75 per-
sonas.
Miercoles 17-05-06. Visita al “Vivero edu-
cativo de especies autóctonas” de ARBA
Valladolid. Acuden 10 personas y un educador
de la Asociación ”El Puente”. Algunos sembra-
ron almendras y fresno y se los llevaron. No
hicieron las encuestas. De
17:30 a 19:00 h.
Domingo 21-05-06.
Excursión botánica al
alcornocal de Foncastín
(Valladolid), participan 12 personas.
Domingo 04-06-06. Visita educativa guia-
da al parque de la Ribera de Castilla en colabo-
ración con la Asociación Familiar Rondilla, con
motivo de la celebración del Día Internacional
del Medio Ambiente. Se visita la parte del par-
que que no se visitó el año anterior. Asisten 28
personas, socias y socios de ambas entidades.
Viernes 09-06-06. Participación en una
mesa redonda de asociaciones de defensa
ambiental de Valladolid, dentro de las jornadas
“2ª Semana Ecologista de Valladolid” organi-
zadas por Ecologistas en Acción. Participaron
Federación de Asoc. de vecinos, Asoc. afecta-
dos por antenas de telefonía movil, Asoc. victi-
mas de tráfico, Asamblea ciclista de Valladolid,
Greenpeace Valladolid, Ecologistas en Acción
de Valladolid y ARBA Valladolid.
Documento elaborado en
septiembre de 2006.
45
 Boletín 18
ARBA-Cuenca informa:
Informe sobre la actividad de
recolección y siembra de bellotas de
encina en Albalate de las
Nogueras.
La convocatoria
reunió a catorce per-
sonas a pesar del mal
tiempo.
Se han recolectado algo más de 5 kilos de
bellotas en dos lugares diferentes:
1. Una cuarta parte de las bellotas proceden
de una vieja encina de Albalate de las Nogueras
llamada Carrasca Bizarria. De ella hemos obte-
nido la mayor parte de las bellotas sembradas
los dos años anteriores. Esta encina da bellotas
todos los años, unos más, otros menos, unos de
mayor tamaño y otros más menudas, pero no
deja de dar bellotas en cantidad significativa, al
menos desde que la visitamos. Seguiremos
visitándola los próximos años para confirmar la
sospecha de que esta encina no es vecera. Su
fertilidad y notable tamaño y el hecho de que
tenga nombre propio en el pueblo nos ha lleva-
do a tomarle las medidas para impulsar que en
el futuro sea catalogada como árbol singular
(para nosotros ya lo es): en realidad hay tres
pies que salen de un mismo tocón, el más gordo
tiene un perímetro troncal de 2,93 m (a 1,35 m
del suelo), el mediano 1,97 m y el pequeño 1,26
m. Como entre los tres pies aflora de base
común, hemos medido el perímetro total que es
de 6,42 m. Su altura es de 13,80 m y su anchu-
ra máxima de 18 m.
Las bellotas que produce tienen una morfo-
logía alargada y estrecha, como se puede apre-
ciar en las fotografías adjuntas.
Muchas de las bellotas recogidas de esta
encina estaban perforadas o enmohecidas.
Todas fueron recogidas en el suelo ya que en el
árbol apenas había.
46
2. Las tres cuartas partes de la recolección
de bellotas se obtuvieron en la dehesa de
Villaconejos de Trabaque, pueblo distante 5 km
de Albalate de las Nogueras. Bajo la copa de las
viejas encinas que se encuentran en las tierras
de labor hemos recolectado la mayor parte de
las bellotas. Éstas son de morfología más grue-
sa que las anteriores (ver fotografías).
En vista de que el día se presentaba lluvio-
so y que la fase de
recolección duró más de lo previsto, hemos
decidido postergar la siembra hasta febrero.
Tras la eliminación de las bellotas que flotan en
el agua y las que tienen taladro (esas no flotan y
hay que separarlas a mano) procedimos a estra-
tificarlas en arena en el pequeño vivero de la
Eduarda, vecina de Albalate sin cuya colabora-
ción no hubiéramos podido llevar a cabo las
actuaciones de estos
años.
La comida que se
celebró en la cueva de
la Eduarda al calor de
la lumbre ha sido,
como en anteriores
ocasiones, inolvidable. Los asistentes más jóve-
nes nos regalaron con
la lectura de algunos de
los pasajes más emoti-
vos del relato El hom-
bre que plantaba árbo-
les.
Gracias a Eduarda, Celia y María por haber
hecho de un día gris algo muy especial para
todos! Tenemos previsto realizar la siembra en
febrero, ocasión en la que esperamos que la
asistencia sea mayor.
Un fuerte arbazo
Pedro Méndez
 Boletín 18

Higueras hay
muchas

Günter Kunkel el texto y Mary Anne Kunkel dibujos

(Velez-Rubio, Almería)

Higueras hay muchas: muchos árboles, pumila (F. repens) apenas pasan de 3 cm de
muchas variedades, y todas estas pertenecen largo, mientras que las juveniles del Ficus
al género Ficus, del cual se ha descrito lyrata (F. pandurata) pueden alcanzar a
muchas especies. La mayoría de éstas son medio metro de longitud.
elementos de los trópicos húmedos. Excepto Aunque la mayoría de los Ficus poseen
en Europa, donde solamente son cultivadas, follaje persistente o son siempre-verdes, las
las hay en los demás continentes, siendo la relativamente pocas especies de zonas extra-
macroregión indomalayana la más rica y tropicales y hasta de clima semiárido son
diversa de estas moráceas, familia botánica a caducifolios, es decir” que pierden sus hojas,
que pertenecen. durante el invierno u otra época determinada.
Según fuentes competentes, el género A este segundo grupo pertenece Ficus cari-
Ficus consiste de unas 800 especies, aproxi- ca, la higuera corriente y bien conocida, y
madamente. Y de acuerdo con este número como frutal la más importante del género.
bastante elevado, la diversidad morfológica Variable, dentro del género, también es
foliar también es extraordinaria, es decir: hay el hábito de las especies, y así se conoce
muchas formas de hojas. Sin embargo, las plantas rastreras y trepadoras de poca altura
hojas suelen ser simples, y las variaciones como otras, generalmente arbóreas. Una de
son más bien las especies
marginales: mayores en
hay hojas con tamaño parece
bordes enteros, ser Ficus
ondulados, cre- macrophylla
nados, aserra- que en
dos, lobados y Australia, su
hasta profun- región natal,
damente recor- puede alcanzar a
tados, y sus 60 m de altura,
láminas son con un tronco de
glabras o son hasta 3 m de
ásperas. Con diámetro.
referencia a su
tamaño: las Estos árbo-
hojas adhesi- Hasta muros y paredes pueden ser afectados si les grandes sue-
vas del Ficus están al alcance de las raíces... Dibujo por Mary Anne len tener raíces
Kunkel, ligeramente modificado del original publicado de longitud
en Les Quatre Saisons du jardinage nº 26, 1984.
47
 Boletín 18
semejante; algunos de estos poseen raíces
tabulares bastante “obstaculizantes”, o una
especie de red radical igualmente impresio-
nante. No conviene cultivar ninguna de estas
plantas en las cercanías de edificaciones o
donde pasan tuberías.
La especie más sobresaliente pero, en
todos los sentidos, es el Ficus benghalensis,
el famoso “Fíanyan” (banián), o también
conocido como “Higuera de Bengala”. Dice
FONT QUER (1) que “es notable por sus raí-
ces adventicas columnares, las cuales, bro-

Hojas y frutos (siconos) de algunas especies del género FICUS : A = F. carica, B = F. rubigi-
nosa, C = F. aurea, D = F. benjamina, E = F. lyrata, F = F. macrophylla, G = F. benghalensis, H =
F. micro-carpa, I = F. religiosa, J = F. aspera, y K = F. elastica (decora).

48
 Boletín 18
tando de las ramas y llegando hasta el suelo,
arraigan en él, y de tal manera pueden multi-
plicarse que un solo árbol logra dar la sensa-
ción de una selva”. - Un otro autor (2)
reportó en 1967 que el “gran banyan” del
Jardín Botánico de Calcuta (India) mide (¿o
ha medido?) mil pies en circunferencia, y
tenia más de 600 raíces columnares. Quizás
aquel observador era filósofo o andaba muy
lento, pero dijo que el ejemplar era tan enor-
me y tenía tantos troncos que una persona
necesitaba diez minutos para circundarlo. -
Hay que ver qué árboles tienen en la India.
La mayoría de los Ficus conocidos a
nosotros se portan como arbustos o árboles
“normales”: nacen de semillas o se desarro-
llan de brotes secundarios, y crecen “como
debe ser”. No obstante, en las selvas tropica-
les (probablemente debido a la falta de luz o
por la densidad de vegetación en general) las
semillas de varias especies germinan sobre
otros vegetales: entre las frondes de palmeras
o en cavaduras de otros árboles donde ciertos
agentes (aves, mamíferos) dejan o depositan
las semillas. Y aquellas semillas, germinan-
do, despachan sus raicecillas hacia el suelo,
en busca de tierra y alimentación así como
para formar soporte. Y son estas mismas raí-
ces que, creciendo y engordando, son capa-
ces de estrangular el mismo árbol que ini-
cialmente le había dado hospedaje y sostén. -
¡Higueras como asesinas!
También curioso en el reino de los Ficus
está el asunto de los frutos. Porque estas
fructificaciones (por ej. en Ficus carica) no
son frutos en el sentido de la palabra sino son
los llamados siconos. Para explicarles pro-
piamente, dejaré la palabra al ya menciona-
do maestro FONT QUER (1):
“El receptáculo florífero de la higuera
tiene forma y coloración variables cuando
llega a sazón, pero siempre es más o menos
piriforme y de color verdoso amarillento o de
un negro violáceo. Dentro de él se hallan
innumerables florecitas inconspicuas y más
tarde los respectivos fructículos; la parte
comestible no es pues un fruto, el higo o
sicono, sino el propio receptáculo considera-
blemente acrecido, repleto de jugos y de
substancias azucaradas, junto con los pedice-
los y las partes florales acrescentes y jugo-
sas.”
Los “frutos” y de color que sean son
ricos, como sabemos y aunque estamos
comiendo las flores. Para que éstas pueden
producir semillas fértiles, acude un cierto
tipo de insecto que poliniza estas flores
escondidas. Y puede ocurrir que también
deje sus huevecillos, de los cuales suelen
nacer gusanitos, y etc. - Esto no ocurre en
todos los lugares y menos aún en todos los
higos. Solamente, vale recordar que algunos
de los higos sabrosos no se recomienda a per-
sonas estrictamente vegetarianos. - Según
CONDIT (3) existen testimonios de hasta
1600 (¡!) semillas por higo investigado.
Menos mal que germinan tan pocos, sino los
paisajes serán cubiertos por parásitos leño-
sos: los verdaderos, “rompemuros”.
Fuera del Ficus carica, la higuera común
y cultivada en los campos, son varias las
especies que se cultivan, en calles, parques y
jardines del sur de este país; por ejemplo:
Ficus rnicrocarpa (sin.: F.retusa, F.níti-
da), el ‘Laurel de la India1; árbol callejero
(podado o recortado), o impresionante solita-
rio de plazas de pueblos.
Ficus elástica, el ‘Fisco’, o ‘Higuera del
caucho’, en jardines protegidos o, con su
forma ‘Decora1, como planta del interior, de
tiendas y viviendas.
Ficus benjamina, actualmente ganan-
49
 Boletín 18
do terrenos, no solamente como planta del
interior sino también como árbol callejero.
Ficus macrophylla, recomendable sólo
para parques grandes; especie impresionante
pero sus raíces tabulares demandan conside-
ración.
Ficus rubiginosa, la que más se reco-
mienda como callejero: es Bastante resisten-
te, poco exigente, aguanta cierta contamina-
ción y, por lo menos durante los primeros 5O
años, su sistema radical rara vez amenaza
aceras, tuberías o edificaciones (4) .

Parte basal de una “Higuera de

Bengala”, con raíces adventicias
columnares. Dibujo: Mary Anne
Kunkel (de Les Quatre Saisons du jar-
dinage nº 26, 1984).

(fecha de publicación: 3 de Enero de 1996)

Referencias
(1) P. FONT QUER: Botánica Pintoresca. - Editorial Ramón. Sopeña, Barcelona 1958.
(2) E. A. MENNINGER: Fantastic Trees. - The Viking Press, New York 1967.
(3) I. J. CONDIT: Ficus, the Exotic Species. - Univ. de California, Berkeley 1969.
(4) G. KUNKEL: Arboles Ornamentales en Jardines Almerienses.- Edic. Alternativas, Almería
1986.

50
 Boletín 18

Souto de Retorta

Carlos Fierro

Decir que Galicia tiene una naturaleza toca-

da, sería un eufemismo, especialmente después
de un verano con Galicia entera en ascuas:
Galicia arde y su naturaleza está en bancarrota.
Para una ONG, como ARBA, donde se
intenta proteger el bosque autóctono nos resulta
chocante que el gobierno gallego declarase en
2000 al Eucaliptal de Chavin Monumento
Natural, ¿será un intento de legitimar las repo-
blaciones con eucaliptos?

En su defensa, no somos fanáticos, diremos

que el Eucaliptal de Chavin es parte de una
fraga atlántica de la ribera del río Landro cono-
cido como el Souto de Retorta, en donde rama
con rama con los eucaliptos encontramos laure-
les, arces, alisos, robles y tejos, que invita a un
agradable paseo, donde abunda el helecho real
(Osmunda regalis). Si bien el autentico motivo
de la denominación son los 200 pies de eucalip-
to (Eucalyptus globulus) plantados en la mar-
gen derecha del río, entre 1880 y 1912 por José
Barro González (fundador de industrias Do Seu
Nome). De hecho uno de ellos, El Abuelo con
un perímetro de 7,55 m y una altura de 61,78 m,
pasa por ser uno de los eucaliptos más altos de
Europa (en algunos panfletos y carteles infor-
mativos figura la altura de 80 m, además de la
leyenda urbana, bueno campera, de que si estu-
viese hueco cabría un camión).
Para los que quieran acercarse a verlo está a
siete kilómetros de Viveiro, por la carretera de
Naseiro y Chapín, siendo el punto de partida la
Foto: Carlos Fierro

Fábrica de Hidrofersa.

El Abuelo, un eucalipto con un perímetro de 7,55 m

y una altura de 61,78 m.

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 Boletín 18

Fototeca de salidas de ARBA

Fotos: José Antonio Rodríguez Crespo
Pepito de ARBA

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ARBA en Coslada 20-01-07

ARBA-Extremadura 13-01-07

52
Boletín 18

ARBA-Extremadura 13-01-07

Presentación de la Fundación Global Nature

ARBA-Extremadura 13-01-07
53
 Boletín 18

PequeARBA en el Cerro de San Pedro 16-12-06

PequeARBA en el río Perales 27-01-07

En busca de setas, Tamajón 18-11-2006

Sa
l id

as
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ARBA
Lección de identificación de setas Tamajón 18-11-2006

54