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GLOBALIZACION, ORIENTACION Y PLANEACION EDUCATIVA:

REFLEXIONES Y PERSPECTIVAS HACIA EL NUEVO MILENIO

Rubén Gutiérrez Gómez


Universidad Autónoma del Estado de México

1. Introducción
Las políticas neoliberales han incursionado de manera significativa en el ámbito educativo y en el de la
orientación en particular, desde hace ya varios años. Como educadores y profesionales de la orientación
debemos estar al tanto de los acontecimientos nacionales e institucionales de los avatares de los nuevos
tiempos, sobre todo en los inicios del nuevo milenio.
El presente escrito intenta reflexionar, debatir y establecer una serie de propuestas en torno a las
relaciones entre globalización, orientación y planeación educativa, con el fin de prever situaciones en las
que nos veremos inmersos con proyectos como los de la internacionalización y la movilidad estudiantil de
las universidades.
La actual administración de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) presidida por el
Dr. Rafael López Castañares, ha planteado en su proyecto de Apertura Universitaria, el Programa de
Internacionalización de la Universidad, como una alternativa al apoyo de la calidad educativa de la
Institución, el cual tiene como objetivo desarrollar los mecanismos necesarios para la apertura de la
universidad al libre tránsito de estudiantes de otros países y de la propia universidad, facilitando con esto la
movilidad estudiantil.
El trabajo que aquí se expone forma parte de una línea de investigación que se está iniciando en
esa perspectiva y que incluye al servicio de orientación educativa que se ofrece en el nivel medio superior
de la UAEM, así como al proceso de planeación bajo el que se instrumentarán las acciones a seguir.
La intención del mismo es compartir con ustedes algunas reflexiones iniciales y ponerlas en la mesa de
debate para conocer también sus posiciones y visiones que tienen al respecto, las cuales sin duda
enriquecerán aún más el proyecto.

2. La Globalización: algunas precisiones conceptuales


La llamada tercera revolución industrial caracterizada por el espectacular desarrollo de la cibernética,
telemática y las telecomunicaciones ha propiciado la complejidad de los distintos procesos de convivencia
humana, afectando distintas esferas como lo social, lo económico, lo cultural, lo educativo, lo institucional,
etcétera.
Estos avances tecnológicos aunados a procesos socioeconómicos de índole mundial han llevado a
concebir al planeta como un todo integral en el que poco a poco se irán cayendo las fronteras entre las
naciones. A partir de ahí surge como una respuesta al “fin de las utopías”, un nuevo concepto que se infiltra
día con día en nuestras mentes y actos como una “salida alternativa” a los cada vez más acentuados
problemas de la humanidad que se vislumbran en el nuevo milenio, la globalización.
En palabras de Octavio Ianni “…al descubrir que la Tierra es el territorio en el que todos nos
encontramos relacionados y remolcados, sorprende. Se trata de una ruptura drástica en el ser, sentir,
actuar, pensar y fabular. Algo parecido a las rupturas epistemológicas por el descubrimiento de que la tierra
ya no es el centro de universo según Copérnico, el hombre ya no es hijo de Dios según Darwin y el
individuo es un laberinto poblado de inconsciente según Freud” (1999: 3).
Un tanto metafóricamente la globalización ha adquirido distintas acepciones como: “economía-
mundo”, “sistema-mundo”, “nueva división internacional del trabajo”, “ciudad global”, “capitalismo global”,
“mundo sin fronteras”, “aldea global”, etcétera, lo cual ha abierto diversos análisis que como las
controversias sobre la modernidad y la posmodernidad y el poscolonialismo.
1
El mismo Ianni expone cuatro metáforas acerca de la globalización que devienen en utopías
susceptibles de afrontar las nuevas condiciones del contexto mundial y que se interponen en sus
2
planteamientos :

1
Estas metáforas se pueden asociar con los “tipos ideales” de Weber, en el sentido que hacen referencia a
“…construcciones de acciones racionales para comprender acciones reales influidas por irracionalidades de toda
especie como una desviación de la acción real”, en otras palabras se refieren a construcciones ideales o utópicas de un
curso de acción típico o real en una forma lógicamente precisa. Así, las metáforas plantean reflexiones del deber ser de
la globalización que sirven de base para el planteamiento hacia la forma en que ésta puede operar en la realidad. Cfr.
Weber, Max: Economía y Sociedad, p.53
2
Complementando la clasificación de Ianni, el denominado Grupo de Lisboa identifica siete tipos de globalización: a). de
las finanzas y del capital; b). de los mercados y estrategias; c). de la tecnología, de la investigación y desarrollo y del
conocimiento; d). de las formas de vida y de los modelos de consumo -de la cultura-; e). de las competencias
reguladoras y de la gobernación; f). de la unificación política del mundo y g). de las percepciones y la conciencia
planetaria, cfr. Petrella, R: Los Límites a la Competitividad, p. 52
• La aldea global, la cual sugiere la concretización de las realizaciones y posibilidades de comunicación
e información generadas por la electrónica. Es decir, la organización, funcionamiento y cambio social
están ocasionados por la técnica y especialmente por la electrónica, por lo que en poco tiempo las
provincias naciones y regiones, así como las culturas y civilizaciones, son permeadas y articuladas por
los sistemas de información, comunicación y fabulación agilizados por la electrónica. Así, la información
se transforma en mercancía empaquetada que está a la venta mundialmente, “…las informaciones, los
entretenimientos y las ideas son producidos, comercializados y consumidos como mercancías” (íbid.: 5).
En ese sentido, la aldea global implica la idea de comunidad global, mundo sin fronteras, shopping
center global o disneylandia universal.
• La fábrica global que plantea la transformación cuantitativa y cualitativa del capitalismo mundial más
allá de todas las fronteras, es decir, toda economía nacional se vuelve provincia de la economía global.
Así el mercado, la producción, la división del trabajo y la reproducción ampliada del capital se
desarrollan a escala mundial. La fábrica global está por encima de cualquier frontera y apoyada por los
mass media agiliza los mercados y generaliza el consumismo propiciando la desterritorialización de las
cosas, gentes e ideas, así como el redimensionamiento de espacios y tiempos.
• La nave espacial que establece el “…viaje y la travesía, el lugar y la duración, lo conocido y lo
incógnito, lo destinado y lo descarriado, la aventura y la desventura”. En ella coexisten los habitantes
siendo capaces de conocer su imposibilidad de descubrir o de transformarse. Ese viaje al infinito
desconocido al mismo tiempo conlleva una unidad en la que la sociedad es vista como un vasto y
complejo campo de intercambios en la que predominan fines y valores en el ámbito del mercado y el
capital.
• La torre de babel misma que se oculta en la metáfora de la nave espacial y que hace referencia a un
espacio caótico en el que los individuos tanto singular como colectivamente son incapaces de
comprender que están extraviados, en decadencia y/o amenazados de ser disueltos. Sin embargo,
paradójicamente y “…a pesar de las diversidades civilizatorias, culturales, religiosas, lingüísticas,
históricas, filosóficas, científicas, artísticas u otras, el inglés ha sido adoptado como la vulgata de la
globalización…Es el idioma del mercado universal, del intelectual cosmopolita, de la epistemología
oculta en la computadora y del prometeo electrónico”. Así, el hombre inserto en la dinámica de
supervivencia se amalgama a la globalización sin darse cuenta de la arbitrariedad del caos en el que
vive.

A través del proceso de globalización, uno de los supuestos esenciales es que cada vez más
naciones están dependiendo de condiciones integradas de comunicación, del sistema internacional y del
comercio, por lo que se tiende a generar un escenario de mayor intercomunicación entre los centros de
poder mundial y sus transacciones comerciales. En tal sentido, la premisa fundamental de la globalización
es que existe un mayor grado de integración dentro y entre las sociedades, el cual juega un papel de primer
orden en los cambios económicos y sociales que están teniendo lugar, sin embargo, en lo que se tiene
menos consenso es respecto a los mecanismos y principios que rigen esos cambios.
En otro sentido, la globalización se acepta como una teoría articulada al desarrollo de las naciones
atrasadas del planeta, postulando que dicha integración regional está afectando las condiciones sociales y
económicas de los países. Los niveles de mayor integración mencionados tienen mayor evidencia en las
relaciones comerciales, de flujos financieros, de turismo y de comunicaciones, no obstante, una de las
características particulares de la globalización es su énfasis en los elementos de comunicación y aspectos
culturales, siendo estos últimos los que se relacionan con la educación y que más adelante se abordan
(Reyes, 2000: 2-3).
El aspecto funcionalista de la globalización es el que distingue esta teoría del concepto de
internacionalización económica. De acuerdo a Kickens, la globalización contiene procesos cualitativamente
distintos de aquella, ya que en ellos se involucra no solamente la extensión geográfica de las actividades
económicas, procesos de internacionalización, sino también y más importante, la integración funcional de
actividades que antes se encontraban dispersas, esto último siendo el rasgo peculiar dentro de la misma
dentro de las innovaciones tecnológicas más recientes, por lo que el actual proceso de globalización
redunda, por ello, en la formación de unidades funcionales a nivel planetario.
De igual manera que la internacionalización, la globalización se distingue de otras teorías como la
modernización y la dependencia al tomar como unidad fundamental de análisis lo "global” más que la
categoría de Estado-Nación utilizada por aquellas. Pero lo verdaderamente contrastante de la globalización
y esas teorías es que acentúa sus fundamentos en el estructuralismo y el funcionalismo, mientras que
aquellas y especialmente la teoría de la dependencia se apoyan en los principios del materialismo dialéctico
e histórico. De allí que los globalistas consideren formas de transformación tendientes a las secuencias
graduales de sucesos, que a saltos revolucionarios de intensa y rápida transformación. Para la globalización
el reto de las sociedades es adaptarse a las innovaciones que plantean los nuevos escenarios en sus
cambios en las esferas de la comunicación y la economía.
Precisamente estos fundamentos doctrinales han generado distintos puntos de vista de la
globalización a favor y en contra, dependiendo de la óptica epistemológica desde que es analizada. Así,
encontramos que los cuestionamientos más fuertes han sido en relación a los impactos reales, no solo de
tipo económico sino de otro tipo como los ambientales, ecológicos, sociales, políticos, de desarrollo,
tecnológicos, laborales, productivos, etcétera, sobre todo en los países de la periferia en donde las
expectativas desde la década de los ochenta han sido bienestar y redistribución del ingreso per cápita.
Dichos cuestionamientos han abierto las puertas a una nueva mirada al marxismo –también llamado “nuevo
socialismo”- y anarquismo, que cuales ave fénix, vuelven cada vez con más fuerza y nuevos planteamientos
rescatando como eje del desarrollo al ser humano y su hábitat, cristalizándose en movimientos civiles,
políticos y armados como los del zapatismo en nuestro país (cf.; Chomsky, 1999; Menchén, 2000;
Cervantes et. al., 2000 y Petrella, 2000).

3. Globalización, Educación y Orientación Educativa


La globalización enfatiza que los aspectos económicos y culturales determinan los procesos sociales, por lo
que el sistema de valores, creencias y los patrones de identidad son aspectos claves para entender la
dinámica social. En tal sentido se deben tomar en cuenta la difusión de ideas, valores culturales y la
influencia en general de los medios de comunicación en las sociedades.
Esto es lo que clasifica el Grupo de Lisboa como la “globalización de las formas de vida y de los
modelos de consumo” o “globalización de la cultura”, asociada a la transferencia y transplante de formas de
vida dominantes, la igualación de los medios de consumo, la transformación de la cultura en “alimentos y
productos culturales” y la acción planetaria de los medios de comunicación (Petrella, op.cit.: 53).
Siguiendo a Ianni, la noción de aldea global es una expresión de la globalización de las ideas,
patrones y valores socioculturales e imaginarios. Puede ser vista como una teoría de la “cultura mundial”,
entendida como cultura de masas, mercado de bienes culturales, universo de signos y símbolos, lenguajes
y significados que crean el modo en el que unos y otros se sitúan en el mundo o piensan, imaginan, sienten
y actúan (op.cit.: 74).
En este tipo de acciones globalizadoras, la educación formal juega sin duda un papel fundamental
para la incorporación de los nuevos valores que exigen los tiempos de intercambio mundial. Máxime si se
considera la posibilidad que poco a poco van teniendo los estudiantes para acceder a otras instituciones
educativas que representan para ellos contextos distintos a los de su origen.
De los que se está hablando es de la “movilidad estudiantil”, que se encuentra en un proceso
gradual que impacta no solo a los propios estudiantes, sino también a las instituciones educativas. Es decir,
para el estudiante implica una ruptura con su cultura de origen que lo lleva a incorporar valores en
concordancia o no con los suyos y que afectan o no su identidad. Para las instituciones educativas implica
revisar sus currícula otorgándoles flexibilidad y criterios de aceptación homogéneos a nivel nacional y hasta
internacional, así como, instrumentar estrategias planificadas para “adaptar” a los nuevos estudiantes no
solo al contexto institucional, sino de la propia región sociocultural y geográfica.
Esta situación supera el concepto anterior, pero aún presente, del intercambio académico, ya que la
movilidad estudiantil y los procesos de internacionalización educativa toman en cuenta otros aspectos como
lo multicultural, y lo transnacional en lo que se podría llamar “aldea educativa global”.
El problema de lo multicultural en las instituciones educativas no es nuevo. Tiene que ver en
principio con las posibilidades de acceso a la educación en sus distintos niveles según el medio rural o
urbano, esto es, en el medio rural difícilmente se cuenta con servicios educativos de nivel medio o superior -
aún cuando poco a poco se han ido incorporando- por lo que el estudiante de educación básica se ve en la
necesidad a las ciudades que sí los ofrecen.
Asimismo, el factor socioeconómico también influye en los procesos educativos, puesto que
determina el ingreso y la permanencia en los estudios, así como, los niveles de desempeño y rendimiento
educativo, sobre todo al compartir con compañeros de distintas clases sociales y culturales.
Particularmente en este trabajo se retoma el primer aspecto del intercambio rural-urbano, el cual se
puede analizar desde la movilidad migratoria. De acuerdo a las estadísticas de la Asociación Nacional de
Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES), en el nivel licenciatura el 13.7% de los alumnos
de primer ingreso han emigrado de alguna Entidad Federativa y/o provienen de otros países (ANUIES,
1997).
Los Estados de la República con mayor cantidad de alumnos emigrantes son México, Veracruz,
Guanajuato, Oaxaca, Hidalgo, Durango, Guerrero Chiapas y Michoacán, con un promedio anual de 2,418
alumnos que emigran a otros estados a cursar estudios de nivel licenciatura. Mientras tanto, los Estados
con mayor índice de inmigrantes son el Distrito Federal, Puebla, Nuevo León, Jalisco, Coahuila, y
Tamaulipas, con un promedio anual de 4,040 alumnos que llegan a dichas Entidades a realizar estudios de
nivel superior.
En el caso del Estado de México el movimiento migratorio de los estudiantes para ingresar al nivel
licenciatura presenta una relación de 64% de emigrantes por el 36% de inmigrantes, es decir, más dos
terceras partes emigran respecto a los que llegan a estudiar. Este dato indica que existe un proceso
significativo de movilidad estudiantil en la Entidad, por lo que se hace necesario estudiar las causas de la
misma, así como los procesos multiculturales que intervienen en dicha movilidad, y como influyen éstos en
su permanencia y desarrollo.
La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) no es ajena a esta situación. El
movimiento migratorio para el nivel licenciatura representa un 11.3% de inmigración provenientes de otros
Estados de la República y del extranjero. Los Estados con mayor índice de inmigración son: Distrito Federal,
Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Morelos, Hidalgo, Veracruz, Puebla y Querétaro. Los países con mayor
índice de inmigrantes son principalmente centroamericanos y sudamericanos, tales como Nicaragua,
Colombia, Uruguay y Panamá, así como de EUA y de España (UAEM, 1997: 8-12).
En el caso del nivel medio superior (bachillerato) el movimiento migratorio es aún más significativo
en dos sentidos. En primer lugar respecto a la procedencia de otros Estados y otros países, el número de
inmigrantes corresponde al 23% -mayor que el de licenciatura-, siendo el Distrito Federal, Michoacán,
Guerrero, Puebla, Veracruz, Morelos, Guanajuato, Jalisco e Hidalgo, los cuales coinciden en su mayoría
con los del nivel superior debido quizás a la continuidad de estudios.
Ahora bien, si se considera que la propia Entidad presenta un contexto multicultural en sus distintas
regiones geográficas y socioeconómicas, es interesante conocer las características de inmigración a los
planteles de preparatoria ubicados en la Capital del Estado y en los planteles foráneos –Texcoco,
Tenancingo y Amecameca-. Así, se encuentra que para Toluca los Municipios de donde procede la mayoría
de los estudiantes (57%) son Zinacantepec, Metepec, Xonacatlán, San Mateo Atenco, Almoloya de Juárez,
Lerma, Temoaya, Valle de Bravo, Ocoyoacac y Otzolotepec . Para el caso del plantel Tenancingo, el 80%
proviene de Villa Guerrero, Tenango, Zumpahuacan y Toluca; del plantel ubicado en Amecameca, el 91%
procede de Chalco, Tlalmanalco, Ozumba, Tepetlixpa, Atlautla, Juchitepec, Ayapango, Cocotitlán y Tenango
del Aire. Finalmente, en el plantel Texcoco los Municipios correspondientes son Chimalhuacan, Chiconcuac,
Atenco, Chicoloapan, Chiautla, Tepetlaoxtoc y Chalco, representando el 70% del resto.
Como se puede observar existe una relación proporcional en los Municipios de procedencia con la
ubicación geográfica de los planteles, es decir, los alumnos se desplazan de Municipios cercanos o que se
encuentran en la periferia del Municipio sede. Pero además se encuentra una diversidad cultural,
socioeconómica, geográfica y educativa que debe ser considerada por la Institución a fin de apoyar
adecuadamente al estudiante tanto de bachillerato como de licenciatura.
Por otra parte, lo que se intenta decir con esta información es que la globalización no solo se puede
ver desde una óptica “macro”, sino también “micro”, empezando por nuestros propios contextos geográficos
e institucionales a fin de analizar y establecer propuestas que apoyen los procesos de tranculturación,
adaptación, axiológicos, integración, socialización y de aprendizaje.

3.1. ¿Cuál es el papel que debe jugar la Orientación educativa?


Sin duda alguna, los servicios de orientación educativa juegan o deben jugar un papel trascendental en los
procesos de globalización educativa, ya que las tendencias de movilidad estudiantil e internacionalización
de las Instituciones de Educación Superior en nuestro país ya son una realidad.
El principal antecedente de esas situaciones lo representan los mencionados Intercambios
Académicos, que tanto en instituciones públicas como privadas se han venido realizando desde hace más
de dos décadas, pero en los últimos años este intercambio implicará estancias semestrales o anuales de los
estudiantes en otras instituciones del país o del extranjero, ante lo cual surge la pregunta ¿el orientador está
preparado para enfrentar o dar a conocer esta situación a los alumnos tanto de bachillerato como de
licenciatura?, ¿cuál debe ser el nuevo rol del orientador en los procesos de internacionalización educativa?,
¿cómo puede enfrentar o enfrenta el orientador el “choque cultural” de alumnos provenientes de distintas
localidades, entidades y países?, ¿es posible planear estrategias comunes para la movilidad estudiantil y la
internacionalización educativa?, ¿en esas condiciones cuál debe ser la concepción y el tipo(s) de
planeación del servicio acorde a esos nuevos retos?
Estas y otras preguntas permiten visualizar otros enfoques de la orientación educativa en nuestro
país que posiblemente vengan a enriquecer su práctica y su sustento teórico, y que en este trabajo pongo
en discusión con los especialistas del campo.

3.2. El Programa de Internacionalización de la UAEM


La actual administración de la UAEM presidida por el Dr. Rafael López Castañares, establece en su
Proyecto de Apertura Universitaria el Programa de Internacionalización de la Universidad, en el cual se
busca la apertura institucional tanto para recibir estudiantes del extranjero, como enviar sus propios
estudiantes al mismo, apoyando al mejoramiento de la calidad educativa en un contexto global y altamente
competitivo.
En ese sentido, el programa implica analizar en principio el fenómeno “choque cultural” y sus
consecuencias en el proceso de aprendizaje de las personas en ambientes ajenos a su entorno natal,
considerándolo como parte integral de los planes de desarrollo internacional y partiendo del supuesto de
que una persona para que pueda aprender debe poseer las condiciones para asimilar los conocimientos
extraídos de una cultura diferente, lo cual se logra una vez que éste ha comprendido las características
esenciales que la diferencian de la propia.
Lo anterior se intenta lograr a través de un programa estructurado y orientado para que el sujeto
reconozca las características de una sociedad y de un sistema educativo, que le permitan identificar su
propio sistema de aprendizaje y pueda aprovechar al máximo su estancia en un país diferente a efecto de
asimilar otra forma de resolver problemas, y de manera general, de vivir en otro contexto utilizando al
máximo su capacidad de síntesis para, posteriormente, incorporar dicha experiencia en su sociedad
(UAEM-PEICI, 2000).
Ahora bien, en dicho programa se tiene considerado incorporar al servicio de orientación educativa
puesto que a través de él se puede construir el modelo que permitirá estudiar y abordar el choque cultural
del estudiante.
El actual Programa General de Orientación Educativa de la UAEM instrumentado y aplicado a partir
de 1998, de alguna manera consideró las tendencias de la globalización en nuestro país a través del marco
axiológico y metodológico que lo sustenta. En él se indica que el servicio debe procurar respetar
íntegramente al estudiante colaborando con él de manera ética y profesional en su formación psicológica,
pedagógica, social y escolar. Asimismo se promueve la apertura y tolerancia en el trabajo individual y/o
grupal, presentando siempre una visión democrática y justa en su trabajo cotidiano con los alumnos y la
comunidad universitaria en general (UAEM-COE, 1998: 20-21).
El servicio se propone como un espacio más para el fortalecimiento de esos valores y principios
operativos, en un lugar institucional donde el estudiante pueda reflexionar consigo mismo y con sus pares,
como posibilidades de reencuentro o esclarecimiento de sus intereses o expectativas de desarrollo.
Sin embargo, en dicho programa no se hace explícita ninguna equivalencia del proceso de
internacionalización, considerando al estudiante como un ser único que no está incorporado profesional y
socialmente en la diversidad multicultural representada por aspectos como la xenofobia, la reacción a los
límites de la tolerancia, inducción al mundo global, identidad ante el mundo global y el libre tránsito de
estudiantes al interior del país y el extranjero.
En ese sentido se incorpora a la Coordinación de Orientación Educativa (COE) al proyecto de
investigación del Programa Multicultural de Internacionalización y Cooperación Internacional para la
Comunidad Universitaria, en el que en una primera etapa se realizará un diagnóstico sobre las dificultades
de interacción en el mundo global de los académicos y estudiantes, a fin de proponer en una siguiente
etapa las bondades de colaboración e internacionalización de la UAEM y permear a todos los sectores y
actividades de la Universidad innovando programas en el intercambio de experiencias y conocimientos entre
la comunidad universitaria en general.

4. La Planeación Educativa en el Marco de la Globalización


Sin pretender un desarrollo exhaustivo de lo que desde nuestro particular punto de vista debe concebirse a
3
la planeación educativa en los procesos de globalización , a continuación se menciona la posición que se
asume de la misma.
Los nuevos desafíos que enfrentan las instituciones de educación superior (IES) están los reclamos
de altos estándares de eficiencia, calidad y competitividad, que no sólo implican cambios estructurales y
cualitativos en su interior, sino también en sus relaciones con el contexto social, nacional e internacional.
En esa perspectiva, la planeación de las IES implica cambios importantes en sus paradigmas como
el paso de una planeación autoritaria y tecnocrática a una planeación democrática y participativa, así como
una profunda modificación del papel de la evaluación en el proceso general de la misma, pasando de ser
una etapa más a un vínculo estratégico de todas las fases del proceso de planeación.
Los principios orientadores de esta posición son los siguientes:
ƒ La planeación en Latinoamérica deviene de la economía y se inserta en la educación en función de las
necesidades y la visión del desarrollo socioeconómico adoptado por los países del área, por lo que ésta
se debe ubicar en el contexto del subdesarrollo.
ƒ La planeación y en especial la educativa, es una actividad inherente al ser humano por lo que su estudio
y comprensión debe partir de una visión humano-social.
ƒ La planeación se asume desde tres ámbitos: el teórico, el metodológico y el técnico, siendo este último
el que predomina en la educación y en la orientación educativa.
ƒ La planeación educativa en nuestro país sólo ha permitido justificar el mantenimiento del status quo bajo
una visión “tecnocrática” de la misma.
La característica primordial que asume la planeación en América es la de una técnica que permitiría
alcanzar las condiciones óptimas para la estabilidad económica, política y social necesarias hacia la
búsqueda del tan anhelado desarrollo, mediante una adecuada capacitación de los encargados de elaborar
los planes y programas de desarrollo económico a través del Instituto Latinoamericano de Planificación
Económica y Social (ILPES) dependiente de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL).
Si se considera a la planeación educativa como un proceso político de toma de decisiones que
emerge de las relaciones de poder, de correspondencia y contradicción existentes en la sociedad global, se

3
Esta parte del proyecto de investigación ha sido abordada como un primer subproducto en un artículo publicado en la
Revista Interinstitucional Tiempo de Educar que edita la UAEM, el Instituto Tecnológico de Toluca y el Instituto Superior
de Ciencias de la Educación del Estado de México.
puede entender porque la visión tecnocrática de la misma no logra impactar al sistema educativo en función
de las necesidades de la propia sociedad.
Los tecnócratas de la planeación educativa elaboran sus planes y programas sobre sus escritorios
tomando en cuenta únicamente las metas y objetivos del plan general sin acercarse a las bases receptoras
del plan o programa, es decir, existe una desvinculación entre el planificador y los usuarios.
Por otro lado, insertar a la planeación en el campo educativo implica considerarla desde una
perspectiva humano-social en la que lo planeado afectará a seres humanos y no a objetos materiales, razón
por la cual todos los actores del servicio educativo tengan la misma posibilidad de participar en la
construcción del plan considerando y conciliando sus intereses y necesidades tanto particulares como de
grupo.
Un elemento sustancial de la planeación que se propone inicialmente en este trabajo, es la
construcción teórica e histórico-contextual del objeto a planear, lo cual permitiría acceder a la esencia
estructural del objeto planeado conociendo la forma en como se ha desarrollado a lo largo del tiempo, las
condiciones que lo han determinado tanto internas como externas, así como el papel que ha jugado en el
mantenimiento del status quo y las relaciones de poder, sus posibilidades de transformación y el apoyo a la
misma.
Solo de esa manera se podrá superar el carácter tecnocrático y centralista de la planeación
educativa, buscando la transformación social a partir del reconocimiento y participación integral de los
distintos sectores que componen al sistema educativo, sobre todo en el contexto de la globalización y la
internacionalización educativa.

5. Conclusiones
• Los nuevos desafíos que enfrentan las instituciones de educación superior ante los procesos de
globalización están relacionados con altos índices de eficiencia, calidad y competitividad, los cuales no
sólo implican cambios estructurales y cualitativos en su interior, sino también en sus relaciones con el
contexto social, nacional e internacional.
• Los proyectos de internacionalización universitaria conllevan el análisis e instauración de mecanismos
compensatorios que apoyen a todos los actores del proceso educativo a enfrentar el “choque cultural”
que implica trabajar con personas provenientes de otros contextos no solo internacionales sino también
nacionales y hasta locales tales como la tolerancia racial, religiosa, ideológica, etcétera.
• La orientación educativa no debe estar ajena a estos cambios, antes bien debe empezar a analizarlos y
enfrentarlos a través de la búsqueda de consensos para instrumentar acciones específicas de abordaje.
Muchas de sus acciones están operando en su práctica, por lo que se pueden reforzar y apoyarlas.
• Finalmente, todas las propuestas y acciones que se instauren en el sentido de lo dicho anteriormente
deberán ser pensadas y operadas desde la planeación educativa, la cual a su vez será asumida bajo
una visión histórico-social, teórica, metodológica y técnica que rescate lo humano-social del ámbito
educativo. Particularmente hacia la orientación educativa, la planeación debe asumir ese carácter en el
marco de la globalización y sobre todo mantener una posición participativa, democrática, integral e
iterativa.

Bibliografía
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• Gutiérrez, Rubén. (2001). “Planeación y Orientación Educativa desde una Visión Histórica y Contextual: el caso de
la UAEM”. Revista Tiempo de Educar. ITT, ISCEEM y UAEM. Toluca. México. No. 5
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