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ACTUACION
Historia
El primer actor del que se tiene conocimiento escrito fue el griego Tespo,
que actuó en el Teatro Dionisio en el año 534 a. C. En el escenario, Tespo
habló en primera persona, interpretando de esta manera a un personaje.
Hasta entonces ya se habían narrado historias ante una audiencia, pero
siempre en tercera persona y, además, de forma cantada.
Hasta el siglo XVII los actores sólo podían ser hombres. Se consideraba algo
de mal gusto que una mujer actuase en un escenario. Así, en la época de
Shakespeare los papeles femeninos eran interpretados por hombres o por
muchachos jóvenes. Fue en los teatros de Venecia donde se produjo el
cambio que permitió a las mujeres realizar interpretaciones teatrales.
COMEDIA
Por ello, su conflicto dramático suele ser, las más de las veces, con la
sociedad, además de consigo mismo, por lo que lucha por la superación de
los obstáculos que le impiden realizarse consigo mismo o con esa misma
sociedad.
La comedia es, junto con la tragedia, una de las formas clásicas del drama
griego, y uno de los tres géneros dramáticos llamados realistas.
Rasgos de la comedia
DRAMA
Según la definición griega clásica, drama (del griego δράμα, hacer o actuar)
es la forma de presentación de acciones a través de su representación por
actores y por medio del diálogo. Existe una confusa tendencia dramática
únicamente a todo lo que incluya elementos trágicos, especialmente cuando
se da el llamado "final trágico". Por ello, una tendencia generalizada, por un
lado, al drama como género literario (el texto), al teatro como de puesta en
escena del propio texto dramático; pues, según esta posición, el texto
dramático no es teatro hasta que se lleva a escena para ser visto por el
público.
MELODRAMA
La influencia del premio Nobel Jacinto Benavente asentó las bases del
melodrama actual. El melodrama está presente en la televisión como
telenovela.
DRAMATURGIA
OPERA
La ópera es un drama cantado con acompañamiento instrumental
que, a diferencia del oratorio, se representa en un espacio teatral
ante un público. Existen varios géneros estrechamente relacionados
con la ópera, como son el musical, la zarzuela y la opereta.
Descripción
Mimo corporal
El actor puede interpretar piezas con o sin texto, eso es una elección
estilística, y no una condición sine qua non del mimo corporal.
Por estos elementos pedagógicos, el mimo corporal hoy se utiliza como una
herramienta en el mundo de las escuelas y de las universidades de teatro,
está enseñado como una técnica de interpretación corporal.
TEATRO FISICO
TRAGEDIA
Tiempos modernos
• en Dinamarca, Enschlager.
3. Episodios: pueden ser hasta cinco, hay diálogo entre el coro y los
personajes o entre personajes; es la parte más importante por ser la
dramática por excelencia y expresa el pensamiento e ideas del
personaje. Dentro de los episodios se pueden encontrar los agones, lo
cuales son pasajes en los que el protagonista sufre.
4. Estásimo: es la parte lírica-dramática donde el autor expresa sus
ideas políticas, filosóficas, religiosas, etc.; hay de tres a cinco, es la
segunda entrada del coro y en esta parte no danza. Los episodios son
siempre separados por los estásimos. Estos mismos pueden estar
divididos en estrofas y antiestrofas, las cuales son siempre
pronunciadas por el coro, aunque en la tragedia griega antigua, las
antiestrofas eran dichas por Corifeo (un representante del coro)
TRAGICOMEDIA
TEATRO ISABELINO
LA TRAGICOMEDIA Y LO NOVELESCO
Teatro de vanguardia
El Teatro colonial es un movimiento teatral que surge paralelamente a la
anti novela o nueva novela (v.), en Francia, alrededor de 1950, un fenómeno
teatral que se caracteriza por la negación de las formas establecidas y por
la búsqueda de un nuevo y original lenguaje escénico. Sus precedentes se
hallan en las tendencias innovadoras en el teatro desde inicios del siglo XX,
uno de cuyos primeros exponentes fue la obra "Ubu rey" de Alfred Jarry
(1896) así como la enorme influencia de Antonin Artaud (1896-1948) con su
libro "El Teatro y su doble"
Historia
Precedente
Origen
Entre los principales dramaturgos del teatro del absurdo se cuentan Alfred
Jarry, Antonin Artaud, Virgilio Piñera, Eugène Ionesco, Samuel Beckett, Jean
Genet, Tom Stoppard, Arthur Adamov, Harold Pinter y Slawomir Mrozek.
Algunas obras representativas son: Esperando a Godot, de Beckett y El
rinoceronte, de Ionesco, o de este último también La cantante calva. Fuera
del teatro: algunas de las películas de Luis Buñuel podrían catalogarse de
absurdistas, si bien la clasificación es discutible.
Término
En palabras de Esslin, "Es una modalidad dramática que se rige por los
principios existencialistas expresados en términos absurdos".
Teatro en la educación
Teatro existencialista
Como los demás movimientos teatrales nacidos en esta época, refleja una
realidad interna y una preocupación extrema por la técnica utilizada para
expresar diferentes situaciones y sentimientos, dejando a un lado el tema
en si. Este teatro se diferencia de los demás de su momento por centrarse
en el tema del individuo y la circunstancia que lo rodea, los cuales suelen
ser problemas actuales y de toda una sociedad como los son conflictos tales
como guerras, pobreza, conflictos entre países, violencia entre otros.
Teatro Épico
Técnicas
Teatro de la crueldad
Estas vagas ideas han dado lugar a numerosas propuestas muy diferentes
entre sí. Algunas tendencias interpretan el teatro de la crueldad como una
obra que toque las fibras íntimas del público por el mero deslumbramiento y
ritualización del espectáculo teatral, en el cual se explotan al máximo sus
posibilidades físicas y visuales.
Sainete
Entremés
Evolución y estilo
Éste empezó a definirse con los Pasos de Lope de Rueda en el siglo XVI. Al
principio se escribía indistintamente en prosa o verso. Juan de Timoneda
cita la palabra entremés precisamente en una de sus obras más conocidas,
la colección dramática La Turiana, en la cual se contienen diversas
comedias y farsas muy elegantes y graciosas con muchos entremeses y
pasos apacibles (1565). Se ve pues en la denominación de paso era
sinónima del algo más gastronómico entremés. El mismo Timoneda en El
deleitoso (1567) dice: "Venid alegremente al Deleitoso / hallarlo heis repleto
y caudaloso / de pasos y entremeses muy facetos". Agustín de Rojas
Villandrando, en su obra El viaje entretenido (1603), escribió:
Entremeses de comedias
Por otra parte su lenguaje era mucho más realista y vivo que el de la
comedia y prescindía de los alambicamientos retóricos y metafóricos de
está siendo más directa y fresca; además, y recogía todo tipo de
tecnicismos relacionados con los oficios populares y, con su costumbrismo,
el vocabulario de la vida cotidiana del país; el erudito padre Martín
Sarmiento afirmó en su Declamación contra los abusos de la lengua
castellana (Madrid, 1795): "Nunca supe lo que era la lengua castellana
hasta que leí entremeses".
Personajes
Eran habituales personajes (o, mejor que personajes, tipos) del entremés el
bobo o simple, malicioso aunque suele ser víctima de los engaños ajenos, y
que en el entremés ejerce muchas veces el papel de alcalde de pueblo o
criado; entre los cargos públicos, los alguaciles, caricaturizados por sus
sordos oídos y ciegos ojos ante la gente del hampa que los soborna; los
alcaldes rurales, caracterizados por su palurdez y paletez y muchas veces
identificado con el bobo e incluso con un actor cómico característico, el gran
Juan Rana; la milicia ofrecía los tipos del soldado pobre sin oficio y
huésped triste de los figones, rival en amores del sacristán y casi siempre
desairado en ellos; la milicia era también criticada, porque a ella iban a
parar los segundones y aquellos que, por no poderse adaptar al método y
rigor del trabajo manual, buscaban mejor manera de ganarse su sustento, o
también aquellos que huían de cumplir algún castigo o condena; muchos de
ellos volvían al cabo de años cargados de heridas, presunción y vanagloria y
se incorporaban a la sociedad organizada sin hallar hueco a su talante
aventurero, terminando muchos de ellos como fanfarrones, camorristas o
gorrones. El opuesto al soldado y su rival era el sacristán, que tenía más
posibilidades económicas que él y más aceptado por las mujeres; tras el
bobo, es el personaje más frecuente. El médico es figura muy atacada en el
entremés a causa de sus pobres medios de curación; se les caracteriza
como ávidos de dinero y de confuso y culto lenguaje, siempre a lomos de
una mula para darse tono. El boticario era personaje menos popular,
acusado de envenenar y hacer morir a la gente como el médico, y solía ser
un amante ridículo, que cita importunamente medicinas y recetas en sus
argumentos amatorios. El escribano era popular y no entre los más
agudamente zaheridos, y aparece repetidas veces al lado del alcalde
simplón e ignorante como su contrapunto, aconsejándole lo que debe hacer,
en ocasiones en ligera o discreta disputa con él. Menos respetado y más
maltratado es el letrado, surgido de la fusión de la nobleza con la
burguesía, cuantioso producto de las universidades que ofrecían escapatoria
a los hijos de la baja nobleza y de la burguesía y que podían siempre
incorporarse al estado clerical sin más estudios que los proporcionados por
las universidades. Aunque encarnaban la aristocracia intelectual del país,
eran mirados con desprecio por el pueblo. Los criados aparecen
frecuentemente, aunque sus intervenciones no son principales; presentan,
aunque no siempre, la apariencia de rudos y atontados en contraposición
con el mismo tipo de la comedia, que siempre es inteligente y comedido.
Los pajes entremesiles suscitan la risa con su hambre y glotonería
sempiterna y con sus embustes y burlas; son muchachos de ingenua
torpeza y aguda picardía. Los estudiantes no aparecen favorecidos:
siempre se hallan envueltos en aventuras de amor, riñas nocturnas,
duelos, disputas con compañeros y bromas estudiantiles fuera de las
horas de estudio. Eran pendencieros, alegres y tunos y
proporcionaron a la comedia, a la novela picaresca y a la novela
cortesana numerosos episodios y caracteres a la par que
enriquecieron el idioma con giros, modismos y frases particulares; en
los entremeses son presentados como trampolicantes burlones y
auténticos genios de la picardía. Es sin duda el tipo más deformado.
Los mesoneros protagonizan un particular mundo de andariegos
soldados, mendigos, gente del hampa, campesinos y viajeros a la
corte; aparecen de dos maneras: como pobres víctimas de los
huéspedes, timados o estafados, o como rateros ellos mismos. De
peor catadura eran los venteros, más cobardes que aquellos, más
ladrones y de perversas y torcidas intenciones las más veces; están
en concordia y buena amistad con las gentes de mal vivir. Los
hombres aparecen con una impronta de profesión u oficio, pero a
veces también con un rasgo de carácter dominante: avaros, gorrones,
casamenteros o valientes o bravucones que se confunden ya en el
XVIII con el militar mismo y se arrugan siempre cuando llega el
momento de demostrarlo; son como el guapo de la obra y los
romances vulgares. En cuanto al hidalgo es de menguado buen trato
en el entremés, como lo fuera en la novela picaresca: pobre en el
fondo, fanfarroneando opulencia, digno de conmiseración más que de
risa, y víctima de un concepto decadente y deformado de lo que
había sido una gloriosa clase social; a fines del XVII y en el siglo XVIII
desaparece y es sustituido por el vizconde, que heredó todo lo que
de ridículo se había echado encima al pobre hidalgo y responde a un
contacto menos vivo con la realidad social. El poeta es tan pobre
como el hidalgo y es caracterizado por su manía de reducirlo todo a
verso. El marido ofrecía amplio campo al entremés en sus facetas de
cornudo, cartujo, burlado, celoso o embebido en las manías de su
mujer; es un campesino o un ciudadano que se guarnece de la
siempre veleidosa mujer que le ha tocado quitar el sueño.
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