Abogados representantes de Abuelas de Plaza de Mayo y del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y de los sobrevivientes y familiares de víctimas de delitos de lesa humanidad, según poderes acompañados en cada una de las causas de este Tribunal Oral Federal, ante V.E. decimos:
Que habiendo tomado conocimiento de las solicitudes de
prisiones domiciliarias realizadas por imputados y condenados por delitos de lesa humanidad, en virtud de la emergencia sanitaria declarada por coronavirus (COVID-19), venimos a presentarnos en nuestro carácter de representantes de los sobrevivientes y de familiares de las víctimas a fin de que se tenga en cuenta nuestra oposición al otorgamiento de estos beneficios.
Se trata de personas que han sido condenadas por
gravísimos delitos como lo constituyen los crímenes contra la humanidad, por lo que es necesario considerar el riesgo que puede implicar la permanencia en sus domicilios para los sobrevivientes y para sus familiares.
A pesar de que no se nos ha dado vista, hemos tomado
conocimiento del otorgamiento del beneficio de prisión domiciliaria a Segundo Héctor Carabajal, condenado por la apropiación de Claudia Domínguez Castro. Solicitamos que se vele por el estricto cumplimiento de las condiciones de detención domiciliaria asignando custodia policial para evitar cualquier tipo de violación a las pautas impuestas para esta modalidad de cumplimiento de la pena.
En relación al resto de los condenados por delitos de lesa
humanidad nos oponemos al otorgamiento de beneficios o morigeraciones en el cumplimiento de la condena, por entender que tal como consta en la resolución de rechazo a la domiciliaria de Etechecolatz estos no son crímenes comunes y las víctimas podrían verse afectadas así como también puede implicar la responsabilidad del Estado Nacional.
Los crímenes contra la humanidad son los crímenes más
graves de nuestro sistema penal y por lo tanto las medidas morigerantes a la prisión común deben ser excepcionales y temporales. Entendemos que solo puede otorgarse el beneficio de prisión domiciliaria para quienes están condenados por este tipo de delitos cuando, luego de haberse realizado informes médicos exhaustivos, se haya acreditado efectivamente que existe un riesgo cierto y determinado a la salud derivado de la pandemia de coronavirus.
Entendemos que, para los casos en que se haya
acreditado que existe riesgo cierto a la salud, las medidas de morigeración de la ejecución de la pena que se dispongan deberán ser excepcionales y sujetas temporalmente al plazo de persistencia de la emergencia sanitaria, luego de lo cual debería retrotraerse automáticamente la medida al estado actual.
En virtud de lo expuesto manifestamos:
1) Que nos oponemos al otorgamiento de los beneficios de prisión
domiciliaria solicitados por condenados por delitos de lesa humanidad.
2) Que, para el caso de condenados respecto de los cuales se haya
acreditado un riesgo cierto y determinado a la salud derivado de la pandemia de coronavirus, las medidas de morigeración de la ejecución de la pena se dispongan por el plazo en el que persista la emergencia sanitaria y luego se retrotraigan al estado actual.
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