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1.- ¿Estamos cerca del colapso del sistema publico de pensiones en España?
El
Gobierno,
el
Fondo
Monetario
Internacional,
la
Unión
Europea
(UE),
los
grandes
medios
de
comunicación
…,
todos
coinciden
que
el
colapso
del
sistema
es
inevitable
si
no
se
acometen
profundas
reformas
ya.
En
los
años
50
-‐cuando
España
gastaba
el
3%
de
su
Producto
Interior
Bruto
(PIB)
para
las
pensiones
-‐
economistas
liberales
preveían
el
colapso
en
50
años.
Hay
investigadores
que
en
los
últimos
15
años
van
prediciendo
agujeros
en
las
cuentas
de
la
Seguridad
Social.
José
A.
Herce
previó
en
1995
un
déficit
del
0,77%
(en
relación
al
PIB)
en
2005;
en
1996
del
1,8%
para
el
mismo
año;
en
2000
del
0,03%;
y
ahora
se
contenta
con
decir
que
“habrá
déficit
en
2020”.
Otras
previsiones
equivocadas
situaban
el
déficit
al
0,75%
en
2005
(Piñera
&
Weinstein,
1996),
o
al
1,61%
en
2000
(Barea
y
otros).
El
mismo
Ministerio
de
Trabajo
y
Seguridad
Social
en
1995
situaba
el
déficit
en
el
0,40%
para
2005.
De
hecho,
en
2005
se
registró
un
superávit
del
1,1%,
contrariamente
a
todas
estas
previsiones.
Incluido
en
un
año
muy
negativo
para
la
economía,
el
2008,
el
sistema
de
seguridad
social
registró
un
superávit
del
1,31%
del
PIB.
2.-
Pero,
no
se
puede
negar
que
la
población
siguen
envejeciendo.
¿Esto
no
pone
en
peligro
el
sistema
públicos
de
pensiones?
En
absoluto.
Es
verdad
que
el
Banco
de
España
y
la
UE
han
denunciado
que
el
coste
de
la
seguridad
social
en
España
va
a
aumentar
del
8,4%
en
2004
al
15,1%
del
PIB
en
2060.
Este
aumento
conllevaría
su
insostenibilidad,
según
estas
prestigiosas
Casandras.
Se
trata
de
uno
de
los
errores
metodológicos
más
comunes,
que
ignora
el
papel
determinante
que
tiene
el
aumento
de
la
productividad
para
financiar
las
futuras
pensiones.
Vicenç
Navarro
lo
explica
con
este
ejemplo.
Si
el
PIB
en
2004
valía
100,
el
Estado
estaba
gastándose
91,4
(equivalente
a
100-‐8,4)
para
gastos
no
relacionados
con
la
seguridad
social.
Asumimos
ahora
una
tasa
de
crecimiento
media
en
los
próximo
sesenta
años
del
1,5%,
cerca
del
promedio
de
los
últimos
treinta
años,
y
probablemente
por
debajo
de
la
realidad.
En
2060
nuestro
PIB
valdrá
-‐
relacionado
al
de
2004
-‐
223,
2,23
veces
más.
Si
de
estos
223
el
Estado
se
gastara
el
15,1%
-‐
o
sea
33
-‐
para
pensiones,
nos
quedarían
190
para
todos
los
otros
gastos,
más
de
dos
veces
más
que
en
2004.
El
Estado
tendría
entonces
mucho
mas
dinero
para
inversiones,
servicios
sociales
.…
,
aún
gastándose
un
porcentaje
mucho
mayor
del
PIB
en
pensiones.
3.-
Si
vivimos
más,
¿no
es
solidario
trabajar
más
tiempo?
Al
final,
vamos
a
disfrutar
también
de
más
tiempo
de
jubilación
…
Esto
podría
ser
cierto
para
los
trabajos
que
no
conllevan
un
deterioro
para
la
salud.
Las
estadísticas
demuestran
que
un
trabajador
no
cualificado
vive
en
promedio
diez
años
menos
que
una
persona
de
clase
acomodada.
Es
muy
injusto
que
el
primero
tenga
que
trabajar
dos,
o
cinco
años
más,
para
que
el
segundo
pueda
disfrutar
de
una
jubilación
más
larga.
Tampoco
es
cierta
la
afirmación
“si
la
edad
media
aumenta,
esto
significa
que
los
ancianos
viven
más
tiempo
a
cuesta
de
los
demás”.
Son
las
pequeñas
artimañas
de
las
estadísticas:
vamos
a
otro
ejemplo
de
Navarro.
Pensamos
un
país
“A”
que
tenga
dos
habitantes:
uno
muere
al
nacer
y
la
otra
a
los
80
años.
La
“esperanza
media
de
vida”
en
tal
país
sería
de
40
años.
Vamos
ahora
al
país
“B”
fronterizo
donde
la
primera
sigue
viviendo
hasta
sus
80
años,
pero
el
segundo
logra
sobrevivir
hasta
los
40
años.
¿Cuál
es
la
esperanza
de
vida
media
en
“B”?
(80+40)/2=60
años.
Pues,
¿cual
es
al
país
que
tiene
el
sistema
de
jubilación
más
sostenible?
Claramente
“B,”
ya
qué
en
el
segundo
el
habitante
que
muere
antes
ha
tenido
tiempo
de
contribuir
a
la
actividad
económica
del
país,
y
entonces
de
cotizar
para
la
pensión
de
la
que
gozará
la
anciana,
a
pesar
de
que
“B”
tenga
una
“esperanza
de
vida
media”
mucho
más
larga.
El
incremento
de
la
“esperanza
de
vida
media”
en
España
en
los
últimos
treinta
años
se
debe
en
importante
medida
a
la
disminución
de
la
mortalidad
infantil
y
a
la
mejoría
de
la
sanidad
para
todas
las
capas
de
la
población.
4.-
¿Y
entonces
vosotros
proponéis
pre-jubilaciones
para
todo
el
mundo?
Me
parece
demasiado
cómodo
…
Esto
en
un
típico
argumento
que
se
utiliza
para
descalificar
a
los
partidarios
de
los
sistemas
públicos
de
pensión,
y
es
totalmente
falso.
ATTAC
no
está
a
favor
de
las
prejubilaciones
anticipadas,
pero
sí
a
que
los
trabajadores
que
tienen
trabajos
más
repetitivos,
aburridos
o
dañinos
para
la
salud
puedan
jubilarse
antes.
Pero,
vamos
a
ver,
¿quién
de
verdad
quiere
las
pre-‐jubilaciones?
Son
los
grandes
emprendedores,
los
mismos
que
claman
a
favor
de
una
privatización
de
los
sistemas
de
pensiones
para
ahorrar
costes
en
cotizaciones.
Gracias
a
las
pre-‐jubilaciones
ellos
pueden
remplazar
trabajadores
con
contrato
fijo
y
buenos
sueldos
por
trabajadores
jóvenes,
precarios
y
con
contratos
y
sueldos
basura.
Debería
haber
leyes
que
impidan
la
discriminación
por
edad
(como
en
Finlandia
o
Estados
Unidos),
prohibiendo
la
prejubilación
por
edad.
En
vez
de
alargar
la
edad
laboral,
se
deberían
desincentivar
las
prejubilaciones.
5.- ¿Cómo podemos permitirnos pagar pensiones públicas tan altas en España?
Bueno,
que
en
España
las
pensiones
sean
“altas”
es
uno
de
los
otros
mitos
de
los
medios
de
comunicaciones
favorables
a
las
opiniones
de
la
patronal,
de
los
bancos
y
del
mundo
financiero.
Cuando
se
habla
de
pensiones
“altas”,
claramente
nadie
se
refiere
a
las
pensiones
no
contributivas
(viudedad,
accidente
o
enfermedad
laboral,
supervivencia
…)
que
en
España
están
por
debajo
del
nivel
mínimo
de
subsistencia.
Pero,
también
las
pensiones
contributivas
son
más
bajas
de
lo
que
correspondería
al
nivel
de
riqueza
de
España.
España
está
al
92,6%
del
PIB
del
promedio
de
la
UE-‐15
(los
15
países
de
la
UE
antes
de
la
reciente
expansión).
Sin
embargo,
su
gasto
social
es
el
62%
del
promedio
de
la
UE-‐15.
España
destina
el
19,7%
del
PIB
(datos
de
2005)
a
gastos
de
protección
social,
contra
el
28,3%
de
UE-‐15.
Si
nos
limitamos
a
los
gastos
para
pensiones
de
vejez,
invalidez
o
supervivencia,
España
está
en
el
penúltimo
lugar
en
la
UE-‐15
(datos
del
2003)
con
el
9,8%
(14,7%
en
Alemania).
¡Hay
mucho
margen
para
mejorar!
6.-
Los
empresarios
en
España
ya
están
cargados
de
demasiados
impuestos.
¿No
favorecería
la
actividad
económica
reducir
las
cotizaciones
sociales?
La
carga
fiscal
en
España
(porcentaje
de
los
impuestos
sobre
el
PIB)
es
una
de
las
más
bajas
en
la
UE-‐15.
De
hecho,
en
los
últimos
treinta
años
la
participación
porcentual
de
los
salarios
a
la
renta
nacional
ha
disminuido
en
más
de
diez
puntos
porcentuales.
ATTAC
quiere
ser
honesta,
y
decir
con
claridad
lo
que
hay
detrás
de
estas
propuestas
de
la
patronal:
la
desenfrenada
codicia
de
los
grandes
emprendedores
de
incrementar
sus
ganancias
y
beneficios.
Aún
en
tiempo
de
crisis,
cuando
se
piden
sacrificios
a
l@s
trabajador@s,
a
l@s
pensionistas,
y
l@s
parad@s,
y
se
recorta
la
financiación
de
los
servicios
públicos
(que
son
una
forma
muy
importante
de
salario
indirecto
en
beneficio
de
tod@s
los
ciudadan@s),
los
beneficios
empresariales,
y
muy
singularmente
los
de
los
bancos
y
de
las
entidades
financieras,
no
paran
de
crecer,
así
como
las
primas
y
la
jubilaciones
doradas
de
sus
directivos.
Es
una
lucha
de
ellos
en
contra
nuestra
para
acaparar
la
riqueza
social.
7.-
Todo
el
mundo
está
de
acuerdo
en
privatizar
el
sistema
de
pensiones.
¿Están
todos
equivocados?
Pero,
¿quién
es
“todo
el
mundo”?
La
población
española
en
su
inmensa
mayoría
está
a
favor
de
mantener
el
papel
central
del
sistema
público
de
pensiones
aún
a
cuesta
de
una
mayor
presión
fiscal.
Una
encuesta
de
la
Fundación
BBVA
en
2009
desveló
que
el
57,8%
de
la
población
prefiere
pagar
impuestos
más
altos
para
mantener
un
amplio
sistema
de
protección
social;
el
75,1%
piensa
que
el
Estado
tiene
la
responsabilidad
principal
de
asegurar
un
nivel
de
vida
digno
a
los
ciudadan@s;
el
97,4%
piensa
que
el
Estado
tiene
“mucha”
o
“bastante
responsabilidad”
a
la
hora
de
asegurar
una
pensión
suficiente.
Quienes
quieren
privatizar
las
pensiones
son
una
pequeña
minoría
de
la
población,
que
tiene
un
interés
personal
en
el
asunto
pero
-‐
lamentablemente
-‐
también
una
influencia
desproporcionada
en
los
círculos
políticos
y
en
los
medios
de
comunicación.
8.- Pero la gestión privada es más eficiente que la pública …
Bueno,
después
de
la
crisis
económica
más
grave
de
los
últimos
80
años,
que
ha
sido
desencadenada
a
consecuencia
del
neo-‐liberalismo,
de
la
políticas
especulativas
llevadas
a
cabo
en
un
marco
de
total
desregulación,
los
partidarios
de
la
eficiencia
de
la
gestión
empresarial
privada
y
de
la
“mano
invisible
del
mercado”
deberían
callarse
por
decencia.
Pero,
como
no
van
a
callarse,
debemos
también
subrayar
un
punto
sobre
la
“eficiencia
de
la
gestión
privada”
que
nadie
menciona.
Los
costes
administrativos
de
los
“fondos
de
pensiones
privados”
son
muchísimos
más
altos
que
los
de
la
gestión
pública,
tan
despreciada
por
ineficiente
y
despilfarradora.
Más
gastos
para
ejecutivos
y
publicidad,
y
menos
para
los
pensionistas
-‐
esto
acarra
una
gestión
privada.
9.-
Pero,
con
los
fondos
de
pensiones
privados
los
pensionista
van
a
tener
jubilaciones
más
altas
¡Ojala
fuera
así!
Pero,
al
final,
¿qué
son
estos
“fondos
de
pensiones
privados”?
Son
planes
de
inversión,
en
el
que
el
suscritor,
al
final
de
su
vida
laboral,
recibe
el
capital
invertido
más
un
interés
que
depende
de
la
rentabilidad
de
las
inversiones
que
el
asegurador
privado
ha
hecho.
Esta
rentabilidad
¡puede
ser
negativa!,
con
lo
que
el
pensionista
va
a
percibir
menos
de
lo
que
ha
contribuido.
De
hecho
entre
marzo
2008
y
marzo
del
2009
la
rentabilidad
de
los
fondos
de
pensiones
privados
ha
sido
del
-‐6,37%
(¡negativa!).
Rentabilidades
negativas
no
ocurren
solo
durante
momentos
de
gran
crisis
económica
como
el
que
estamos
viviendo.
Entre
1970
y
2007
-‐
en
plena
“bonanza
neoliberal”
-‐
se
han
registrado
117
crisis
bancarias
en
93
países,
y
113
episodios
de
“estrés”
financieros
en
17
países,
Todos
ellos
han
conllevado
quiebra
de
bancos,
aseguradoras
…
y
con
la
quiebra
los
inversores
pierden
todo
el
dinero
de
sus
futuras
jubilaciones,
a
no
ser
que
el
Estado
intervenga
para
“rescatar”
con
inyecciones
millonarias
de
dinero
público.
Pues,
si
al
final
paga
“papá
Estado”,
¿no
es
mejor
que
el
Estado
garantice
desde
el
principio
nuestras
jubilaciones
con
los
recursos
de
tod@s?
ATTAC
propone
fortalecer
el
sistema
público
de
pensiones
actuando
sobre
los
elementos
económicos
que
garantizan
su
viabilidad
para
las
generaciones
futuras.
Se
necesita
más
inversión
pública
para
disminuir
el
desempleo
y
el
empleo
precario,
aumentar
los
salarios,
promover
una
distribución
más
equitativa
de
la
renta,
aumentar
la
productividad
del
trabajo
y
su
calidad
a
través
de
más
inversiones
en
I+D,
combatir
la
economía
sumergida
y
el
fraude
fiscal,
abolir
los
paraísos
fiscales
y
favorecer
las
políticas
de
inserción
de
la
mujer
en
el
mercado
de
trabajo.
Todo
esto
el
“mercado”
no
va
a
conseguirlo.
Se
necesita
un
papel
más
fuerte
del
Estado
en
promover
y
regular
la
actividad
económica,
una
política
fiscal
que
pida
mucho
más
a
quien
más
tiene,
una
extensión
de
los
derechos
y
servicios
sociales
(que,
por
ejemplo,
liberen
a
las
mujeres
de
la
obligación
de
atender
a
las
necesidades
sociales
de
las
familias)
que
producen
trabajo
estable
y
cualificado.
Cuanto
más
gente
y
mejor
trabajemos,
más
cotizaremos,
y
mejores
pensiones
podremos
garantizar
a
las
generaciones
venideras.
Lamentablemente,
el
Gobierno
está
siguiendo
una
política
totalmente
opuesta
(recortes
presupuestarios,
liberalizaciones,
privatizaciones),
y
no
va
a
cambiar
de
rumbo
sin
la
presión
y
protesta
ciudadana.
Veo
que
es
preciso
saber
más.
¿Cómo
puedo
adquirir
información
independiente
y
científicamente
solvente?
ATTAC
ha
publicado
un
pequeño
libro:
“¿Están
en
peligro
las
pensiones
públicas”,
que
desarrolla
estos
temas.
Su
PDF
se
puede
descargar
gratuitamente
en
la
web
de
ATTAC-‐España:
www.attac.es.
El
nº1
de
la
revista
del
Consejo
Científico
de
ATTAC
-‐
“Desarmar
los
mercados”
-‐
también
afronta
el
debate
sobre
las
pensiones.
Sobre
la
crisis,
ATTAC
acaba
también
de
publicar
un
libro
juntamente
con
la
editorial
Sequitor:
“¿Por
qué
se
cayo
todo
y
no
se
ha
hundido
nada?