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156 días después de que lo metieron preso,

el periodista pudo hablar en la Audiencia Preliminar

J.R.Ramírez: ¡MI DEFENSA¡

POR ANTE EL JUEZ “REVOLUCIONARIO”


LUÍS RAMÓN CABRERA

Quiero iniciar esta exposición dejando sentado que ¡por fin! hoy, luego de 156 días de
estar metido en un calabozo, un tribunal me pueda oír. Como ya he denunciado hasta el
cansancio, ni la Fiscalía ni el Tribunal 52º de Control, (el que me privó de mi libertad) desde el
primer momento se negaron a oírme. No me dejaron hablar. En la “AUDIENCIA DE
PRESENTACIÓN PARA OÍR AL IMPUTADO”, celebrada el día 14 de Junio de 2007,
expresamente se me NEGÓ el derecho a intervenir y ser oído en ese acto, violándoseme
flagrantemente con ello mi derecho a la defensa y al debido proceso. El parcializado juez
Jesús Manuel Izaguirre Carvajal, repito, no me permitió rendir declaración en dicho acto,
realizado hace más de cinco meses. Repito, allí me negaron el derecho de palabra, a pesar de
que manifesté querer hacerlo. Expresamente dije: NO ME ACOJO AL PRECEPTO
CONSTITUCIONAL, tal y como aparece asentado en el acta levantada esa noche del jueves
14 de junio pasado. Dicho esto, paso hacer la exposición que debía haber hecho hace 156
días atrás:

En primer lugar debo decir que no conozco ni de vista, ni de trato, ni de comunicación a


la presunta víctima, WILMER JOSÉ RUPERTI PERDOMO. Jamás en mi vida lo he visto y
nunca he hablado con él, ni personalmente, ni telefónicamente, ni a través de ningún otro
medio de comunicación. En este sentido, hoy ratifico lo que él mismo, es decir, la presunta
víctima, declaró en ese espectáculo circense que fue el acto de interpelación que le hizo la
Asamblea Nacional, de que NO NOS CONOCEMOS Y NUNCA HEMOS CRUZADO
COMUNICACIÓN. Entonces, ni yo ni nadie podría entender como pude extorsionarlo, como se
afirma en este proceso, si jamás hubo entre nosotros comunicación alguna.

La Fiscalía basa su acusación de la supuesta extorsión en las publicaciones de prensa


que se realizaban en el diario “Reporte” y al respecto digo: Jamás escribí ninguna de las notas
publicadas en el periódico “REPORTE, DIARIO DE LA ECONOMÍA”, donde se afirma, están
contenidos los mensajes constitutivos de la supuesta extorsión. Es decir, no hay relación, no
hay vínculo, entre tales hechos y mi persona. En el ejercicio de mi profesión de periodista,
jamás he escrito una sola letra sobre WILMER JOSÉ RUPERTI PERDOMO, ni sobre su vida
personal, ni las relacionadas con su actividad como comerciante petrolero. Mi tema o mi
especialidad en el ejercicio del periodismo jamás han sido los asuntos petroleros. Mis temas
son los judiciales y de eso puede dar fe este mismo Poder Judicial que hoy arbitrariamente me
juzga, además que es fácilmente verificable en los archivos de los periódicos donde siempre
me han publicado la columna de vieja data, “POLÉMICA JURÍDICA”.

El denunciante y la propia Fiscalía sostienen que la columna involucrada en este


escándalo es una que se denomina “SEXTO PODER”, que como se sabe, aparece siempre
publicada bajo la firma de LEOCENIS GARCÍA. En este punto debo aclarar que pesar de que
ambos hemos sido columnistas de “Reporte”, puedo afirmar que con LEOCENIS GARCÍA he
tenido muy poco trato y en este sentido ratifico lo que él mismo declaró en este tribunal 39º de
Control, en la oportunidad cuando fue presentado por la Fiscalía: “..No le doy parte de lo que
publico a José Rafael Ramírez. No me impartía ordenes de lo que debía publicar…”. Eso
es totalmente cierto, yo jamás le di ordenes ni instrucciones respecto a lo que escribe o no. En
todo caso, tengo que destacar que en ninguna de las notas que se aluden en este proceso se
menciona a WILMER JOSÉ RUPERTI PERDOMO. Es él, quién según la versión de su jefe de
seguridad, FRANCISCO SALVADOR MADRIZ, quién se dio por aludido y ordenó que se
entrara en contacto con el reportero LEOCENIS GARCÍA, y que conversaran con él, “a fin de
saber de que se trataba esa campaña de difamación y desprestigio en contra de su
persona” Afirma SALVADOR MADRIZ que logró entrar en contacto con el reportero
LEOCENIS MANUEL GARCÍA OSORIO; es decir, que según esa declaración, es la supuesta
víctima quién propicia las distintas reuniones que afirman se celebraron con el propósito
extorsivo. Según esa declaración, RUPERTI fue quién ordenó llamar al periódico para que lo
extorsionaran, pues es quién le propone a su jefe de seguridad ubicar llamar e invitar al
“extorsionador” para incitarlo a que le manifieste la exigencia o el constreñimiento para la
entrega de dinero a cambio de no continuarse con las publicaciones que él consideraba que le
estaban afectando su moral.

Afirma en su declaración la supuesta víctima, WILMER JOSÉ RUPERTI PERDOMO,


que siempre se negó a pagar las sumas que le refería su empleado FRANCISCO SALVADOR
MADRIZ, argumentando: “porque no tengo nada que ocultar, soy un hombre honesto”. En
este sentido surgen las preguntas siguientes:

1) Si WILMER RUPERTI no tenía nada que ocultar, si es, como afirma, un hombre
honesto, entonces ¿Por qué se dio por aludido con las denuncias que hacía LEOCENIS
GARCÍA en la columna “SEXTO PODER” sobre hechos ilícitos en donde no se le
mencionaba?

2) ¿Por qué WILMER RUPERTI comisionó a su jefe de seguridad para que contactara
a la gente del periódico para que no continuaran las publicaciones, en vez de ejercer su
derecho a replica y/o proceder a ejercer alguna acción legal en protección a su honor y
reputación?

3) ¿Por qué FRANCISCO SALVADOR MADRIZ insistía en reunirse con gente del
periódico, si éste mismo afirma que desde un principio su jefe WILMER RUPERTI fue
categórico en negar a pagar ninguna suma de dinero?

4) ¿Qué revelación o ataque al honor puede valer la impresionante suma de CUATRO


MILLONES DE DÓLARES ($ 4.000.000.00), e incluso CUATROCIENTOS MIL ($
400.000.00), como afirma, fue el acuerdo final?, máxime cuando esa suma se aplicaría
solo a “cesar los ataques MOMENTÁNEAMENTE” como lo afirma Francisco Salvador
Madriz en su declaración.

5) ¿Quién puede creer que un “extorsionador”, a quién han localizado e invitado a


conversar de parte del “extorsionado”, mostrando así un gran interés, haya pedido
primero la escandalosa suma de CUATRO MILLONES DE DÓLARES, para luego
rebajarla a CUATROCIENTOS MIL DÓLARES, para finalmente conformarse con la
ínfima suma de CINCO MIL DÓLARES?
Según la versión de la supuesta víctima, WILMER JOSÉ RUPERTI PERDOMO,
plasmada en este amañado expediente, yo, José Rafael Ramírez, me “transé” en la suma de
CUATROCIENTOS MIL DÓLARES que me serían depositados mediante transferencia
bancaria a una cuenta en los Estados Unidos. Luego ¿Cómo es que me iban a dar CINCO
MIL DÓLARES para gastos de viaje a los Estados Unidos, cuando que para recibir los fulanos
400 mil dólares vía transferencia, no se requiere movilización personal alguna? A esto le
agregamos que el supuesto “extorsionador”, en este caso mi persona, en primer lugar no ha
poseído jamás ni poseo aún, visa para ingresar a los Estados Unidos, país al que nunca he
visitado. Tampoco, para el momento de los hechos y aún, no lo tengo, el pasaporte vigente.
Todo esto desmonta el entramado que armaron para meterme arbitrariamente en la cárcel,
como lo han hecho, presentando un video no solo logrado ilegalmente, sino editado y
forjado en algunos de sus segmentos, para causarme este daño que me han causado.
Todo lo que aquí digo fácilmente puede constatarse en las propias actas procesales de este
espurio expediente abierto en mi contra, amén de constituir un claro e irrefutable caso de
simulación de hecho punible cometido en mi perjuicio. Seguro estoy que al final, la verdad se
va a imponer. Lo lamentable e irreparable para mi, es que el daño moral que le han causado a
mi familia, especialmente a mis padres y a mis hijas y en particular a mi, con esta burda
maniobra. Nadie podrá pagarme eso.

LA REALIDAD DE LO SUCEDIDO

Desvirtuado como ha sido ese burdo montaje, paso a narrar la verdad de lo sucedido.
Veamos: Fui comisionado por TANNOUS FOUAD GERGES, dueño de “REPORTE, DIARIO DE
LA ECONOMÍA”, para concretar la venta del periódico a un grupo, con el que él, y Leocenis
García, ya habían iniciado las negociaciones, según me dijo el mismo. GERGES me indicó que
debía reunirme con un tal abogado “CÉSAR” y hasta me suministró su número celular.
Cuando lo llamé por primera vez me dijo que estaba esperando mi llamada. Luego me llamó
varias veces para reunirnos y así lo hicimos en dos o tres oportunidades anteriores al día
cuando fui arbitrariamente detenido. El tal “CÉSAR” resultó ser FRANCISCO SALVADOR
MADRIZ, con quién siempre hablé y solamente de la negociación del diario. Nunca jamás
hablamos de WILMER RUPERTI ni de sus negocios, puesto a que yo desconocía que ese era
el supuesto comprador. “CÉSAR” siempre se refería a RUPERTI, como su cliente. TANNOUS
GERGES aspiraba CINCO MILLONES DE DÓLARES por la venta del periódico, entregándolo
llave en mano; y el tal “CÉSAR” en representación de su grupo, sólo ofrecía CUATRO
MILLONES DE DÓLARES. A eso se debe, que en una segmento de ese video ilegal y
montado, se observa cuando yo tomo el teléfono y le informo a GERGES que ellos no dan los
CINCO que él aspira, sino CUATRO. En ese momento él me ordena que concrete la
negociación por los CUATRO MILLONES DE DÓLARES que ofrecen. En ese momento es
cuando “CÉSAR” me entrega un sobre, supuestamente con las condiciones de la
negociación, para que se las llevara a TANNOUS GERGES. Al final “CÉSAR” me reclama
dice: “Me dejaron por fuera”, y esto se debe a que en principio, cuando hablamos de que el
dueño de “Reporte” aspiraba CINCO MILLONES DE DÓLARES, él planteó que si lograba que
su cliente pagara esa suma, le dieran una comisión a él de 200 mil dólares. Como la
negociación se estaba concretando sólo por los CUATRO MILLONES que el supuesto
comprador ofrecía, él, “CÉSAR”, automáticamente quedaba sin comisión.
USTEDES SE PREGUNTARAN EL PORQUE REPORTE

ME HA CAÍDO ENCIMA DESDE QUE ESTOY PRESO…

VOY A EXPLICARLO:

En el momento cuando llegó el grupo policial a detenerme, como es lógico, al primero a


quién llamé fue a TANNOUS GERGES, quién me había mandado a esa reunión, para
informarle de lo que me estaba ocurriendo. Me colgó el teléfono. Volví a llamarlo y volvió a
cerrar la llamada. Entonces llamé al colega Nelson Bocaranda quién me escuchó con mucha
atención y me prometió que lo diría por la radio. A él le informé de lo que me estaba pasando y
le agradezco lo que hizo por mí en aquel instante. Paralelamente, los policías allí presentes
tomaron de la mesa que está frente a la caja del restauran “Príncipe Andrés”, el sobre con las
supuestas condiciones de la negociación. Debo destacar que en ese sitio ni yo ni los
funcionarios de CICPC nunca abrimos el sobre, del cual jamás vi su contenido. En ese
momento, fue cuando grité que era periodista de la oposición, para que la gente se diera
cuenta de lo que me estaba pasado. Temí a que me fueran a desaparecer. Al rato llegaron
otros tipos que, sumados a los anteriores, se identificaron con sus chapas del CICPC y me
pidieron que los acompañara a la sub-delegación de Chacao. Ya con la gente enterada de lo
que ocurría, accedí a irme con los funcionarios. No me esposaron. Fuimos tranquilamente
caminando desde el Centro Comercial San Ignacio, donde me detuvieron, hasta la sede
policial. Allí nunca apareció la representación Fiscal, sino hasta en la noche, cuando me
trasladaron a la División de Captura del CICPC en El Rosal.

Acto seguido se produjo la celebre rueda de prensa que ofreció Pedro Carreño, ministro
de Interior y Justicia en la sede de la DISIP, calificándome de delincuente. Dijo: “El periodista
José Rafael Ramírez extorsionaba a empresarios y funcionarios a quienes sometía a
escarnio público a través de su columna. El caso que ha provocado su detención es la
extorsión a un empresario de la industria petrolera sobre quien publicó informaciones
que le implicaban en acciones irregulares. Cuando el empresario le llamó para una
rectificación, Ramírez le dijo que “todo tenía un precio y que debían transarse”. Ayer
estaba recibiendo 5.000 US $ con los que debía trasladarse a Miami donde iban a hacerle
entrega de 400.000 US $.”. Allí mismo el ministro Carreño instó al juez que debía conocer mi
causa a que me aplicara todo el rigor de la ley, además que aprovechó para poner en tela de
juicio el ejercicio del periodismo en Venezuela.

No conforme con semejante show, el mismo gobierno, en la persona del diputado Luís
Tascón, amigo personal de la supuesta víctima WILMER RUPERTI, montó una función de
circo en la Asamblea Nacional, presentándole al país el ilegal video montado, para terminar de
descalificarme. Interpelaron a RUPERTI y allí él mismo reconoció que no me conocía y que
jamás habló conmigo, amen de que aseguró, que jamás habló de extorsión. En esa misma
“SESIÓN EXTRAORDINARIA” de la Comisión designada para tal efecto, ampliamente
difundida en vivo y en directo por varias televisoras, se dijo que para salvaguardar mi derecho
a la defensa, también se me interpelaría. Varias veces mis abogados solicitaron por escrito que
me llevaran a la Asamblea Nacional a declarar y todavía estoy esperando que los diputados y
el país escuchen mi versión.

Ya preso he sabido que el dueño de Reporte, TANNOUS GERGES entró en


negociaciones con la dupla WILMER RUPERTI - LUÍS TASCÓN, buscando salvar su pellejo.
Las evidencias notorias de esta afirmación las producen estos hechos:

1) Las últimas columnas que escribí desde la prisión, donde me refería a mi ilegal
detención, fueron mutiladas para quitarle el nombre de Ruperti y de Tascón.
2) Dos veces le exigí a Gerges que sendas notas fueran apoyadas con la fotografía
donde ambos personajes aparecen abrazados, con un vaso de licor en las manos. En ambas
oportunidades dicha foto fue suprimida.

3) Aceleradamente en Reporte se le fue bajando el volumen al caso, hasta que


definitivamente desapareció de sus páginas. Tampoco Ruperti fue mencionado más en
Reporte.

ESTOY SOMETIDO A UN PROCESO JUDICIAL AMAÑADO

Sin lugar a dudas, se me montó una celada, no se si con la complicidad del dueño de
Reporte TANNOUS GERGES, para meterme en prisión. Esa irregular actuación fue ejecutada
por funcionarios del Cuerpo de “Investigaciones Científicas”, Penales y Criminalísticas
(CICPC), sub-delegación Chacao, ejecutada por el Comisario Ricardo Gerentes Álvarez, quién
dijo que estaba obedeciendo ordenes directas del Comisario Marcos Chávez, director de ese
cuerpo policial. El montaje se hizo en complicidad con el ex Fiscal del Ministerio Publico,
Alberto Manuel Barroso, uno de los abogados de WILMER RUPERTI. En este proceso quedó
demostrado que el abogado Barroso, una hora antes de que me fuera dictada la privativa de
libertad, tuvo comunicación delictiva de 27 minutos con el juez que me mandó a la cárcel, el
52º de Control, Jesús Manuel Izaguirre Carvajal. Ese “juez” fue separado de este caso por
orden de la Sala 5 de la Corte de Apelaciones por existir “graves sospechas de parcialidad a
favor de la víctima”.

Como se sabe, se grabó la reunión que ha sido profusamente divulgada. Tal grabación
es ilegal y constituye delito sancionado con cárcel, pero los autores de tal hecho no son
sometidos a ningún proceso, a pesar de estar confesos, aceptando públicamente haber
realizado tal actividad ilícita. Está demostrado que la referida grabación, en ciertos y puntuales
segmentos, fue adulterada, descontextualizada, al extremo que le fueron colocados subtítulos,
lo cual revela que su edición original fue trabajada en un laboratorio para colocárselos. La
ilegalidad de tal grabación es tan manifiesta, que el propio juez PARCIALIZADO que
ilegalmente me privó de mi libertad personal, lo rechazó, es decir, no lo admitió como prueba y
expresamente lo declaró ilícito.

En ejercicio de los derechos que la ley me concede, solicité expresamente que se


practicara una prueba consistente en la reconstrucción de los hechos, esto con la finalidad
de demostrar la FALSEDAD del acta policial que se levantó cuando se me detuvo y, según la
cual, en el brevísimo lapso de 15 MINUTOS, los funcionarios de la muy “eficiente” policía
“científica” recibieron la denuncia, armaron la comisión, se trasladaron al sitio donde se iba a
realizar la reunión entre Francisco Salvador Madriz y mi persona. Además -dice el acta-,
presenciaron cuando se me entregó el sobre y esperaron que Francisco Salvador Madriz se
despidiera de mí y se fuera para abordarme, quitarme el sobre, abrirlo y contar el dinero
(5.000,00 dólares). Dicen además en esa acta los funcionarios policiales, que me dieron la voz
de arresto y me resistí, por lo que se vieron obligados a llamar refuerzos, para luego
someterme y llevarme preso. También afirman que trasladaron a la sub delegación a dos
testigos y los declararon. Todo esto, repito, lo hicieron según el ACTA POLICIAL en ese lapso
de 15 minutos. Pues bien, la Fiscalía me negó ese derecho a que se practicara esa
reconstrucción de los hechos, prueba que también el juez 52º de Control me negó, esto a
pesar de que ambas solicitudes las hice con once (11) días de anticipación al vencimiento
legal. La verdad es que no quisieron que se demostraran las arbitrariedades, los abusos e
irregularidades que se produjeron durante la “substanciación” espuria “INVESTIGACIÓN”.
EN CUANTO AL DELITO DE RESISTENCIA A LA AUTORIDAD

En este sentido debo decir que lo único que hice en aquel momento fue gritar: “Soy
periodista y me están sembrando”, y evidentemente eso no constituye el delito de
RESISTENCIA A LA AUTORIDAD que se me imputa. En efecto, no puede calificarse de
“violencia” una actitud como la que asumí en aquel momento, y menos cuando, como consta
en el acta, fui por mis propios medios, es decir, caminando y sin estar esposado, a la sub
delegación del CICPC. Ninguna fuerza opuse, no agredí ni amenacé a nadie, ni esgrimí arma
alguna. Solo pegué un grito, cosa que por lo demás es normal en un país como el nuestro,
donde en no pocas oportunidades, el hampa, haciéndose aparecer como si fuera la autoridad,
con chapas y uniformes incluso, ha secuestrado y asesinado personas. Esto es un modus
operandi que se ha venido practicando y que nos ha puesto a los venezolanos a sospechar
de cualquier alcabala o de cualquier uniformado que se nos acerque. Queda así desvirtuado
ese delito de RESISTENCIA A LA AUTORIDAD.

SOBRE EL DELITO DE ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR

Quiero en este punto comenzar preguntando: ¿Con quién me asocié? La acusación fiscal me
califica como autor del delito de “asociación”, y como tal me considera merecedor de la sanción
prevista en el artículo 6 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada , el cual
copiado textualmente es del tenor siguiente: “Artículo 6.- Quien forme parte de un grupo de
delincuencia organizada para cometer uno o más delitos de los previstos en esta ley, será
castigado por el solo hecho de la asociación, con pena de cuatro a seis años de prisión.” Dice
así el escrito del Ministerio Público: “Se subsume también la conducta desplegada por el
ciudadano José Rafael Ramírez Córdova encuadra (sic) en el delito de ASOCIACIÓN,
establecido en el artículo 6 de la ley Contra la Delincuencia Organizada, en relación con el
artículo 16 Numeral 13, por cuanto las publicaciones que se realizaban (sic) El Reporte Diario
de la Economía, se hacían a través de la sección Sexto Sentido , suscrito por el ciudadano
Leocenis García, quien fue la primera persona que entró en contacto con el asesor de
seguridad de la víctima”. Como puede verse, la Fiscalía ni se ocupa de explicar nada sobre
grupo de delincuencia alguno que estaría actuando en este caso. Si se me acusa por el delito
de asociación, resulta un deber inexcusable exponer los fundamentos de hecho de tal
conclusión, las circunstancias de lugar, modo y tiempo de la creación y actuación de dicho
grupo, sus actuaciones, sus integrantes, y demás especificaciones. Evidentemente que resulta
una irresponsabilidad lanzar semejante acusación sin base alguna como aquí se ha hecho,
tanto que se ha llegado al extremo, que raya en lo ridículo, de acusarme por asociación sin
decir con quien se estaría asociado, ni se acusa a nadie más por ello; es decir, para la
representación Fiscal la asociación puede cometerla una sola persona, lo cual es un verdadero
absurdo jurídico, pues el delito de asociación es plurisubjetivo, esto es, que requiere según la
ley respectiva, al menos del concurso mínimo de tres personas: “Artículo 2. Definiciones. A los
efectos de esta Ley, se entiende por: 1.- Delincuencia organizada: La acción u omisión de tres
o más personas asociadas por cierto tiempo con la intención de cometer los delitos
establecidos en esta Ley y obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico o de
cualquier índole para sí o para terceros….”

Esta total falta de seriedad de la acusación la descalifica totalmente. Ningún crédito


puede darse a semejante despropósito que ofende la inteligencia, esto al margen de que me
privó de una imputación específica, como lo ordena el COPP y la jurisprudencia, sobre hechos
concretos que puedan ser desvirtuados con otros hechos, y así se me ha imposibilitado mi
derecho a la defensa. Además, tengo que destacar que el delito de ASOCIACIÓN por el cual
la Fiscal también formuló acusación en mi contra, fue expresamente desechado por el
parcializado juez 52º en funciones de Control de este Circuito Judicial Penal, en la oportunidad
de llevarse a cabo, el día 14 de junio de 2007. Dicho esto, ¡ME DECLARO INOCENTE!, como
en efecto lo soy, de la comisión de los delitos de EXTORSIÓN, RESISTENCIA A LA
AUTORIDAD y ASOCIACIÓN que me han sido imputados por la Fiscalía; y repudio la
actuación del “juez” Luís Ramón Cabrera, 36º de Control, durante mi audiencia
preliminar, pues “haciéndose el loco” ante la serie de tropelías e irregularidades
policiales y procesales cometidas en mi caso, admitió pese a ello la infundada acusación
formulada en mi contra, pasándole por encima --sin rubor alguno-- a la Constitución, al
COPP y a la jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia.

José Rafael Ramírez Córdova

C.I Nº 4.567.612

CP Nº 3141

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