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156 Días Después de Que Lo Metieron Preso
156 Días Después de Que Lo Metieron Preso
Quiero iniciar esta exposición dejando sentado que ¡por fin! hoy, luego de 156 días de
estar metido en un calabozo, un tribunal me pueda oír. Como ya he denunciado hasta el
cansancio, ni la Fiscalía ni el Tribunal 52º de Control, (el que me privó de mi libertad) desde el
primer momento se negaron a oírme. No me dejaron hablar. En la “AUDIENCIA DE
PRESENTACIÓN PARA OÍR AL IMPUTADO”, celebrada el día 14 de Junio de 2007,
expresamente se me NEGÓ el derecho a intervenir y ser oído en ese acto, violándoseme
flagrantemente con ello mi derecho a la defensa y al debido proceso. El parcializado juez
Jesús Manuel Izaguirre Carvajal, repito, no me permitió rendir declaración en dicho acto,
realizado hace más de cinco meses. Repito, allí me negaron el derecho de palabra, a pesar de
que manifesté querer hacerlo. Expresamente dije: NO ME ACOJO AL PRECEPTO
CONSTITUCIONAL, tal y como aparece asentado en el acta levantada esa noche del jueves
14 de junio pasado. Dicho esto, paso hacer la exposición que debía haber hecho hace 156
días atrás:
1) Si WILMER RUPERTI no tenía nada que ocultar, si es, como afirma, un hombre
honesto, entonces ¿Por qué se dio por aludido con las denuncias que hacía LEOCENIS
GARCÍA en la columna “SEXTO PODER” sobre hechos ilícitos en donde no se le
mencionaba?
2) ¿Por qué WILMER RUPERTI comisionó a su jefe de seguridad para que contactara
a la gente del periódico para que no continuaran las publicaciones, en vez de ejercer su
derecho a replica y/o proceder a ejercer alguna acción legal en protección a su honor y
reputación?
3) ¿Por qué FRANCISCO SALVADOR MADRIZ insistía en reunirse con gente del
periódico, si éste mismo afirma que desde un principio su jefe WILMER RUPERTI fue
categórico en negar a pagar ninguna suma de dinero?
LA REALIDAD DE LO SUCEDIDO
Desvirtuado como ha sido ese burdo montaje, paso a narrar la verdad de lo sucedido.
Veamos: Fui comisionado por TANNOUS FOUAD GERGES, dueño de “REPORTE, DIARIO DE
LA ECONOMÍA”, para concretar la venta del periódico a un grupo, con el que él, y Leocenis
García, ya habían iniciado las negociaciones, según me dijo el mismo. GERGES me indicó que
debía reunirme con un tal abogado “CÉSAR” y hasta me suministró su número celular.
Cuando lo llamé por primera vez me dijo que estaba esperando mi llamada. Luego me llamó
varias veces para reunirnos y así lo hicimos en dos o tres oportunidades anteriores al día
cuando fui arbitrariamente detenido. El tal “CÉSAR” resultó ser FRANCISCO SALVADOR
MADRIZ, con quién siempre hablé y solamente de la negociación del diario. Nunca jamás
hablamos de WILMER RUPERTI ni de sus negocios, puesto a que yo desconocía que ese era
el supuesto comprador. “CÉSAR” siempre se refería a RUPERTI, como su cliente. TANNOUS
GERGES aspiraba CINCO MILLONES DE DÓLARES por la venta del periódico, entregándolo
llave en mano; y el tal “CÉSAR” en representación de su grupo, sólo ofrecía CUATRO
MILLONES DE DÓLARES. A eso se debe, que en una segmento de ese video ilegal y
montado, se observa cuando yo tomo el teléfono y le informo a GERGES que ellos no dan los
CINCO que él aspira, sino CUATRO. En ese momento él me ordena que concrete la
negociación por los CUATRO MILLONES DE DÓLARES que ofrecen. En ese momento es
cuando “CÉSAR” me entrega un sobre, supuestamente con las condiciones de la
negociación, para que se las llevara a TANNOUS GERGES. Al final “CÉSAR” me reclama
dice: “Me dejaron por fuera”, y esto se debe a que en principio, cuando hablamos de que el
dueño de “Reporte” aspiraba CINCO MILLONES DE DÓLARES, él planteó que si lograba que
su cliente pagara esa suma, le dieran una comisión a él de 200 mil dólares. Como la
negociación se estaba concretando sólo por los CUATRO MILLONES que el supuesto
comprador ofrecía, él, “CÉSAR”, automáticamente quedaba sin comisión.
USTEDES SE PREGUNTARAN EL PORQUE REPORTE
VOY A EXPLICARLO:
Acto seguido se produjo la celebre rueda de prensa que ofreció Pedro Carreño, ministro
de Interior y Justicia en la sede de la DISIP, calificándome de delincuente. Dijo: “El periodista
José Rafael Ramírez extorsionaba a empresarios y funcionarios a quienes sometía a
escarnio público a través de su columna. El caso que ha provocado su detención es la
extorsión a un empresario de la industria petrolera sobre quien publicó informaciones
que le implicaban en acciones irregulares. Cuando el empresario le llamó para una
rectificación, Ramírez le dijo que “todo tenía un precio y que debían transarse”. Ayer
estaba recibiendo 5.000 US $ con los que debía trasladarse a Miami donde iban a hacerle
entrega de 400.000 US $.”. Allí mismo el ministro Carreño instó al juez que debía conocer mi
causa a que me aplicara todo el rigor de la ley, además que aprovechó para poner en tela de
juicio el ejercicio del periodismo en Venezuela.
No conforme con semejante show, el mismo gobierno, en la persona del diputado Luís
Tascón, amigo personal de la supuesta víctima WILMER RUPERTI, montó una función de
circo en la Asamblea Nacional, presentándole al país el ilegal video montado, para terminar de
descalificarme. Interpelaron a RUPERTI y allí él mismo reconoció que no me conocía y que
jamás habló conmigo, amen de que aseguró, que jamás habló de extorsión. En esa misma
“SESIÓN EXTRAORDINARIA” de la Comisión designada para tal efecto, ampliamente
difundida en vivo y en directo por varias televisoras, se dijo que para salvaguardar mi derecho
a la defensa, también se me interpelaría. Varias veces mis abogados solicitaron por escrito que
me llevaran a la Asamblea Nacional a declarar y todavía estoy esperando que los diputados y
el país escuchen mi versión.
1) Las últimas columnas que escribí desde la prisión, donde me refería a mi ilegal
detención, fueron mutiladas para quitarle el nombre de Ruperti y de Tascón.
2) Dos veces le exigí a Gerges que sendas notas fueran apoyadas con la fotografía
donde ambos personajes aparecen abrazados, con un vaso de licor en las manos. En ambas
oportunidades dicha foto fue suprimida.
Sin lugar a dudas, se me montó una celada, no se si con la complicidad del dueño de
Reporte TANNOUS GERGES, para meterme en prisión. Esa irregular actuación fue ejecutada
por funcionarios del Cuerpo de “Investigaciones Científicas”, Penales y Criminalísticas
(CICPC), sub-delegación Chacao, ejecutada por el Comisario Ricardo Gerentes Álvarez, quién
dijo que estaba obedeciendo ordenes directas del Comisario Marcos Chávez, director de ese
cuerpo policial. El montaje se hizo en complicidad con el ex Fiscal del Ministerio Publico,
Alberto Manuel Barroso, uno de los abogados de WILMER RUPERTI. En este proceso quedó
demostrado que el abogado Barroso, una hora antes de que me fuera dictada la privativa de
libertad, tuvo comunicación delictiva de 27 minutos con el juez que me mandó a la cárcel, el
52º de Control, Jesús Manuel Izaguirre Carvajal. Ese “juez” fue separado de este caso por
orden de la Sala 5 de la Corte de Apelaciones por existir “graves sospechas de parcialidad a
favor de la víctima”.
Como se sabe, se grabó la reunión que ha sido profusamente divulgada. Tal grabación
es ilegal y constituye delito sancionado con cárcel, pero los autores de tal hecho no son
sometidos a ningún proceso, a pesar de estar confesos, aceptando públicamente haber
realizado tal actividad ilícita. Está demostrado que la referida grabación, en ciertos y puntuales
segmentos, fue adulterada, descontextualizada, al extremo que le fueron colocados subtítulos,
lo cual revela que su edición original fue trabajada en un laboratorio para colocárselos. La
ilegalidad de tal grabación es tan manifiesta, que el propio juez PARCIALIZADO que
ilegalmente me privó de mi libertad personal, lo rechazó, es decir, no lo admitió como prueba y
expresamente lo declaró ilícito.
En este sentido debo decir que lo único que hice en aquel momento fue gritar: “Soy
periodista y me están sembrando”, y evidentemente eso no constituye el delito de
RESISTENCIA A LA AUTORIDAD que se me imputa. En efecto, no puede calificarse de
“violencia” una actitud como la que asumí en aquel momento, y menos cuando, como consta
en el acta, fui por mis propios medios, es decir, caminando y sin estar esposado, a la sub
delegación del CICPC. Ninguna fuerza opuse, no agredí ni amenacé a nadie, ni esgrimí arma
alguna. Solo pegué un grito, cosa que por lo demás es normal en un país como el nuestro,
donde en no pocas oportunidades, el hampa, haciéndose aparecer como si fuera la autoridad,
con chapas y uniformes incluso, ha secuestrado y asesinado personas. Esto es un modus
operandi que se ha venido practicando y que nos ha puesto a los venezolanos a sospechar
de cualquier alcabala o de cualquier uniformado que se nos acerque. Queda así desvirtuado
ese delito de RESISTENCIA A LA AUTORIDAD.
Quiero en este punto comenzar preguntando: ¿Con quién me asocié? La acusación fiscal me
califica como autor del delito de “asociación”, y como tal me considera merecedor de la sanción
prevista en el artículo 6 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada , el cual
copiado textualmente es del tenor siguiente: “Artículo 6.- Quien forme parte de un grupo de
delincuencia organizada para cometer uno o más delitos de los previstos en esta ley, será
castigado por el solo hecho de la asociación, con pena de cuatro a seis años de prisión.” Dice
así el escrito del Ministerio Público: “Se subsume también la conducta desplegada por el
ciudadano José Rafael Ramírez Córdova encuadra (sic) en el delito de ASOCIACIÓN,
establecido en el artículo 6 de la ley Contra la Delincuencia Organizada, en relación con el
artículo 16 Numeral 13, por cuanto las publicaciones que se realizaban (sic) El Reporte Diario
de la Economía, se hacían a través de la sección Sexto Sentido , suscrito por el ciudadano
Leocenis García, quien fue la primera persona que entró en contacto con el asesor de
seguridad de la víctima”. Como puede verse, la Fiscalía ni se ocupa de explicar nada sobre
grupo de delincuencia alguno que estaría actuando en este caso. Si se me acusa por el delito
de asociación, resulta un deber inexcusable exponer los fundamentos de hecho de tal
conclusión, las circunstancias de lugar, modo y tiempo de la creación y actuación de dicho
grupo, sus actuaciones, sus integrantes, y demás especificaciones. Evidentemente que resulta
una irresponsabilidad lanzar semejante acusación sin base alguna como aquí se ha hecho,
tanto que se ha llegado al extremo, que raya en lo ridículo, de acusarme por asociación sin
decir con quien se estaría asociado, ni se acusa a nadie más por ello; es decir, para la
representación Fiscal la asociación puede cometerla una sola persona, lo cual es un verdadero
absurdo jurídico, pues el delito de asociación es plurisubjetivo, esto es, que requiere según la
ley respectiva, al menos del concurso mínimo de tres personas: “Artículo 2. Definiciones. A los
efectos de esta Ley, se entiende por: 1.- Delincuencia organizada: La acción u omisión de tres
o más personas asociadas por cierto tiempo con la intención de cometer los delitos
establecidos en esta Ley y obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico o de
cualquier índole para sí o para terceros….”
C.I Nº 4.567.612
CP Nº 3141