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DE FAMILIA Y COMUNITARIA
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS
para el
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS
p a r a e l M É D I C O D E FA M I L I A
MÉDICO DE FAMILIA
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser
reproducida, transmitida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico,
incluyendo las fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de recuperación de
almacenaje de información, sin permiso escrito del titular del copyright.
1. DIAGNÓSTICO DE LA ANEMIA
COORDINADORA:
Marta Sánchez-Celaya del Pozo
COMITÉ EDITORIAL:
Luis García Olmos
Tomás Gómez Gascón
Yolanda González Martínez
Pilar Martín-Carrillo Domínguez
Francisco Muñoz González
Pedro Nogales Aguado
Marta Sanz Sanz
RELACIÓN DE AUTORES:
ESPECIALISTAS EN MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA
- Alcaide Guindo, Pedro. Consultorio local Arroyomolinos. Área 8
- Alcaraz Borrajo, Marta. Dpto. Farmacología. Área 6. Madrid
- Alonso Babarro, Alberto. ESAD Área 5. EAP Reyes Católicos
- Alonso Roca, Rafael. Especialista en MFyC. EAP Griñón
- Alonso Sánchez, Belén. EAP Palacio de Segovia. Área 7
- Alonso Sandoica, Esmeralda. EAP García Noblejas. Área 4
- Álvarez Espinosa, Maica. EAP General Ricardos. Área 11
- Álvarez Sánchez, Belén. EAP La Plata. Área 3
- Andrade Rosa, Cristina. EAP Pintores. Área 10
- Aparicio Velasco, Josefina. EAP Alcalde Bartolomé González. Área 8
- Armisén Gil, Ana. Unidad Docente. Área 6
- Ávila de Tomás, José Francisco. EAP Castilla la Nueva. Área 9
- Ayerbe García-Monzón, Luis. Consultorio Villafranca del Castillo. Área 6
- Azcoaga Lorenzo, Amaya. Residente MFyC. EAP Mendiguchia Carriche. Área 9
- Balboa Esperanza, Clara. EAP Villa de Vallecas. Área 1
- Baños Morras, Raquel. EAP Buenos Aires. Área 1
- Baos Vicente, Vicente. EAP Villalba. Área 6
- Bermejo Lorero, Santiago. EAP Rosales. Área 11
- Blasco Albert, Juana. EAP Pozuelo I. Área 6
- Blasco Lobo, Ana. EAP Mª Jesús Hereza. Área 9
- Bordallo Huidobro, Juan Ramón. Clinisas. Madrid
- Botija Yagüe, Mª Pilar. EAP Barrio Cristo-Aldaia. Valencia
- Bris Pertiñez, Javier. EAP Villa de Vallecas. Área 1
- Caballero Gallego, Andrés Juan. EAP Mendiguchia Carriche. Área 9
- Caballero Martínez, Fernando. Coordinador Unidad Docente. Área 7
- Caballos Villar, David. Unidad Docente. Área 6
- Calonge García, Mª Eugenia. EAP García Noblejas. Área 4
- Cámara Escribano, Carmen. EAP Dos de Mayo. Área 8
- Camarelles Guillem, Francisco. EAP General Moscardó. Área 5
- Camargo Donaire, Leonor. EAP Federica Montseny. Área 1
- Canals Aracil, Magdalena. EAP Calesas. Área 11
- Carpio Pinedo, Dolores. EAP Federica Montseny. Área 1
- Casanova Colominas, José Mª. EAP Begoña. Área 5
- Causín Serrano, Sofía. EAP Alcalá de Guadaira. Área 1
- Cortes Rubio, José Alfonso. EAP Las Calesas. Área 11. Madrid
- Cossio García, Lourdes. EAP Rosales. Área 11
- Costa Zamora, Mª Pilar. EAP Las Calesas. Área 11. Madrid
- Cubero González, Paulino. EAP San Isidro II. Área 11
- De Alba Romero, Cristina. EAP San Fermín. Área 11
- De Dios Sanz, Juan José. Consultorio Local Santa María de la Alameda. Área 6
- De Hoyos Alonso, M. Canto. EAP Laín Entralgo. Área 8. Alcorcón
- De la Fuente Hermosín, Inés. EAP Rafael Alberti. Área 1
- De la Guía Galipienso, Fernando. EAP Las Matas. Área 6
- De la Peña Gutiérrez, Olga. EAP Rafael Alberti. Área 1
- De la Torre Munilla, Javier. MIR 3º año MFyC. EAP Buenos Aires. Área 1
- De Llama Arauz, Belén. EAP Cerro Almodóvar. Área 1
- De Miguel Sánchez, Cristina. Equipo soporte de Atención domiciliaria. Área 7
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RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
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RELACIÓN DE AUTORES
- León Vázquez, Fernando. EAP San Juan de la Cruz. Área 6. Pozuelo de Alarcón
- Lesmes Lora, César. EAP. Área 1. Arganda del Rey
- Llanes de Torres, Rafael. EAP Presentación el Sabio. Área 8
- Lobos Bejarano, José Mª. EAP Villablanca. Área 1
- López Álvarez, Begoña. EAP Goya I. Área 2
- López Delgado, Eugenia. EAP Miraflores. Área 5
- López-García Franco, Alberto. Director Técnico. Área 9
- López Higueras, Mª. J. EAP Palacio de Segovia. Área 7
- López Larrayoz, Irina. Consultorio Quijorna. Área 6
- López Montero, Mª José. EAP Villarejo de Salvanés. Área 1
- López Navarro, Rafael. EAP Barrio del Pilar. Área 5
- López Rodríguez, Carmen. EAP Ciudad Jardín. Área 2
- López Romero, Andrés. Gerencia Atención Primaria. Área 3
- Lumbreras García, Gonzalo. EAP Monterrozas. Área 6
- Madroñal Martín, Natalia. EAP Buenos Aires. Área 1
- Magan Tapia, Purificación. EAP Guayaba. Área 11
- Mainka, Joanna. C. S. Navalcarnero.Área 8
- Manrique Romero, Mª Isabel. EAP Legazpi. Área 11
- Mantilla Morató, Teresa. EAP Mar Báltico. Área 4
- Martín Acicoya, Diego. EAP Calesas. Área 11
- Martín Álvarez, Mª Dolores. EAP El Abajón. Área 6
- Martín Álvarez, Remedios. EAP Espinillo. Área 11
- Martín Fernández, Jesús. EAP San Martín de Valdeiglesias. Área 8
- Martín Méndez, Lourdes. MFyC. C.S. Área 5
- Martínez de Oporto, Mª Paloma. EAP Felipe II. Área 8
- Martínez García-Olalla, Carlos. EAP Legazpi. Área 11
- Martínez Machuca, Sonia. EAP. Soto del Real.
- Martos Martínez, Rafael.
- Mateo Juanas, Raquel. MIR 3º año MFyC. EAP Buenos Aires. Área 1
- Melgar Borrego, Ana Belén. EAP Dr. Castroviejo. Área 5
- Membrado Gómez, Silvia. EAP Las Matas. Área 6
- Méndez-Cabeza Velázquez, Jesús. EAP Torrelodones. Área 6
- Méndez Caro, Mª Luisa.
- Mentrida Rodríguez, José Manuel. EAP Alcalde Bartolomé González. Área 8
- Miguel Calvo, Isabel. EAP Palacio de Segovia. Área 7
- Miraflores Carpio, José Luis. EAP Juan de la Cierva. Área 10
- Molero García, José Mª. EAP Mar Báltico. Área 4
- Molina París, Jesús. EAP Francia. Área 9
- Molina Siguero, Antonio. EAP Presentación el Sabio. Área 8
- Moliner Prada, Carmen. EAP Rosales. Área 11
- Montero Ibáñez, Ruth. EAP Villa de Vallecas. Área 1
- Montes Barbero, Pilar. EAP Pontones. Área 11
- Mora Navarro, Gustavo. EAP Federica Montseny. Área 1
- Morales Zumel, Sira.
- Moreno Cano, Pilar. EAP Dos de Mayo. Área 8
- Moreno Gómez, Ana. EAP San Blas. Área 10
- Moreno González, Beatriz. Unidad docente A. P. Área 5
- Muñoz García, Juan Carlos. EAP San Fernando. Área 8
- Muñoz Gutiérrez, Javier. EAP Buenos Aires. Área 1
- Múgica Elorza, Pilar. Médico urgencias 061
- Nevado Loro, Armando. EAP Espronceda. Área 7
- Núñez Isabel, Soledad. EAP San Fernando. Área 8. Móstoles
- Nuñez Paloma, Sara. EAP Liria. Valencia
- Olmo Enciso, Luis. EAP Villanueva de la Cañada. Área 6
- Olmos Carrasco, Olga. Coordinadora Unidad Docente. Área 5
- Orna Martín, Esther. EAP Espronceda. Área 7
- Pardo Moreno, Gema. EAP Ángela Uriarte. Área 1. Madrid
- Parejo Pablos, Mª Dolores. EAP Barrio del Pilar. Área 5
- Parga Soler, Nélida. EAP V Centenario. Área 5
- Pastor Rodríguez-Moñino, Ana. EAP San Andrés. Área 11
- Pejenaute Labari, Mª Elena. EAP Dos de Mayo. Área 8
- Penedo Alonso, José Roberto. Urgencias. Hospital Alcazar de San Juan. Ciudad Real
- Pérez Alonso, Edith. EAP Vicente Soldevilla. Área 1
- Pérez González, Julia. Servicio Urgencias. Hospital Universitario. Área 6
- Pérez Muñoz, Raúl. Residente 3º año MFyC. EAP San Fernando. Área 8
- Pérez-Peñas Díaz-Mauriño, Elvira. EAP Villa Vallecas. Área 1
- Pinar Manzanet, Juan Manuel. EAP Canal de Panamá. Área 4
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RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
6
ÍNDICE
ÍNDICE:
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
ALTERACIONES ANALÍTICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1. Alteraciones de la serie blanca: leucocitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2. Alteración de la velocidad de sedimentación globular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
3. Alteraciones de los iones: potasio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
4. Alteraciones de los iones: sodio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
5. Diagnóstico de la anemia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
6. Eosinofilia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
7. Hematuria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
8. Hipertransaminasemia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
9. Hiperuricemia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
10. Poliglobulia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
11. Proteinuria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
NEUROLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
12. Conducta diagnóstica ante los trastornos de memoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
13. Diagnóstico de la convulsión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
14. Diagnóstico diferencial de las cefaleas más frecuentes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
15. Diagnóstico diferencial de las parestesias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
16. Diagnóstico diferencial del temblor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
17. Tratamiento de la enfermedad de Parkinson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
OFTALMOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
18. Alteración de la agudeza visual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
19. Dolor ocular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
20. Ojo rojo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
OTORRINOLARINGOLOGÍA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
21. Acúfenos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
22. Hipoacusia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
23. Otalgia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
24. Rinitis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
25. Vértigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
GASTROENTEROLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
26. Actitud ante el estreñimiento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
27. Diarrea crónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
28. Dolor abdominal agudo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
29. Epigastralgia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
UROLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
30. Diagnóstico y seguimiento de la incontinencia urinaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
31. Diagnóstico y tratamiento del prostatismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
32. Disfunción eréctil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
33. Disuria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
34. Úlcera genital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
ENDOCRINOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
35. Actitud ante el hipertiroidismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
36. Actitud ante el hipotiroidismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
37. Diagnóstico de la diabetes mellitus tipo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
38. Insulinización en diabetes mellitus. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
39. Nódulo tiroideo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
40. Obesidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
41. Prevención primaria de la hipercolesterolemia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
42. Tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 con antidiabéticos orales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
NEUMOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
43. Diagnóstico del asma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
44. Diagnóstico de la EPOC. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
45. Disnea. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
46. Neumonía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
7
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
8
PRESENTACIÓN
PRESENTACIÓN
El aprendizaje a lo largo de toda la vida es una de las señas de identidad de los pro-
fesionales sanitarios, que deben estar al día en la detección, valoración,
diagnóstico y tratamiento de enfermedades muy diversas.
Es por este motivo que se hace necesaria la edición de publicaciones como la que tiene
ahora mismo en sus manos. Recomendaciones prácticas para el médico de fami-
lia tiene como objetivo principal mejorar la calidad asistencial sanitaria que se
ofrece al ciudadano. Se trata de un compendio de guías de práctica clínica, que
supone una puesta al día de los diversos problemas de salud a los que se enfren-
tan los médicos de familia cada día y es una herramienta de trabajo que facilita
su labor en las consultas.
La obra hace un repaso a las enfermedades más prevalentes en las consultas médicas,
aporta las ideas clave de cada una de estas enfermedades, esquematiza toda la
información y hace recomendaciones bibliográficas.
9
PRÓLOGO
PRÓLOGO
Desde estas breves líneas deseo expresar el agradecimiento a los socios de los que
partió la idea, al trabajo callado de los autores y editores, y a la confianza depo-
sitada por todos los colaboradores, y por supuesto manifestar la esperanza de que
sea útil para todos los médicos de familia que consulten las diversas guías que lo
componen.
11
1. ALTERACIONES DE LA SERIE BLANCA: LEUCOCITOS
ALTERACIONES ANALÍTICAS
1. ALTERACIONES DE LA SERIE BLANCA:
LEUCOCITOS
Autores: I. Ramos Gutiérrez y E. Sola Vendrell
IDEAS CLAVE
1. La fórmula leucocitaria se compone de distintos tipos de células que en porcentaje
son las siguientes:
Neutrófilos segmentados: 55%-65%.
Neutrófilos en cayado = no segmentados = jóvenes: 3%-5%.
Linfocitos: 25%-35%.
Eosinófilos: 0’5%-4%.
Basófilos: 0’5%.
Monocitos: 4%-8%.
a) Se denomina leucocitosis a cifras de leucocitos mayores de 11*109/l.
b) Se considera leucopenia a cifras de leucocitos menores de 4*109/l. Casi siempre
se debe a un descenso de los neutrófilos y, como consecuencia, a la existencia de
una falsa linfocitosis en la fórmula leucocitaria.
c) Linfopenia: cifra de linfocitos menor de 1*109/l o al 15% de la fórmula leucoci-
taria.
d) Monocitopenia: cifra de monocitos menor de 0’2*109/l o del 3% de la fórmula
leucocitaria.
e) Neutropenia: recuento de granulocitos neutrófilos en sangre inferior a 1’5*109/l.
El recuento de neutrófilos se calcula multiplicando el recuento total de leucocitos
por el porcentaje de granulocitos neutrófilos (cayados y segmentados):
Recuento absoluto neutrófilos = recuento total leucocitos*(% cayados + % seg-
mentados) *0’01.
f) Desviación izquierda de los neutrófilos: se define como un aumento en la pro-
porción de sus formas inmaduras (juveniles, en banda o en cayado).
g) Linfocitosis: se define como el aumento del número de linfocitos mayor de
4’5*109/l.
h) Eosinofilia: cifras de eosinófilos mayores de 0’5*109/l. Suele indicar parasitosis,
hipersensibilidad o vagotonía.
i) La basofilia es un hallazgo que aparece sobre todo en estados hiperlipidémicos,
y en mixedema. Más importante es su frecuente significado como signo precoz
en las leucemias mieloides crónicas.
j) La monocitosis (monocitos mayores de 1*109/l) aparece preferentemente en pro-
cesos subagudos o crónicos y en la fase de defensa de los agudos.
Las falsas monocitosis se ven en la mononucleosis infecciosa, las infecciones por
citomegalovirus (CMV) y la toxoplasmosis. En la mononucleosis infecciosa (MNI)
13
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
2. Causas más frecuentes de leucopenia: las leucopenias más frecuentes son las neu-
tropénicas. Se debe pensar en una inducción por fármacos o en postinfección ya
que éstas son las dos causas más frecuentes.
3. Hemopatías más frecuentes relacionadas con una leucopenia: agranulocitosis, poli-
citemias, anemia aplásica, anemia esplénica, ciertas formas de leucemia aguda,
leucemias “aleucémicas” (especialmente la tricoleucemia) y en panmieloptisis.
4. Las reacciones leucemoides son aquellos cuadros que cursan con cifras mayores de
30*109/l y que plantean un diagnóstico diferencial con una leucemia. En las reac-
ciones leucemoides pueden presentarse formas inmaduras, pero nunca blastos.
Pueden plantear duda diagnóstica la MNI, las infecciones graves con reacciones
mieloides (tuberculosis, sepsis) y las neoplasias sobreinfectadas. En las reacciones
leucemoides del sistema mieloide sirven para el diagnóstico diferencial las fostata-
sas alcalinas de los leucocitos, que estarán altas en las infecciosas y bajas en las
leucemias mieloides crónicas.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Balcells A. La clínica y el laboratorio. 16.ª ed. Masson; 1993. p. 159-70.
• Farreras Rozman. Medicina Interna. 13.ª ed. Mosby; 1995. p. 1672-83.
• Robledo Martín E, Barajas Gutiérrez MA, Montejo Martínez C. Alteraciones de la serie blanca. FMC.
1999;10:669-77.
14
1. ALTERACIONES DE LA SERIE BLANCA: LEUCOCITOS
Leucocitosis
Linfocitosis Eosinofilia
Basofilia Monocitosis
LLA: leucemia linfática aguda; LLC: leucemia linfática crónica; MNI: mononucleosis infecciosa;
LMC: leucemia mieloide crónica; TBC: tuberculosis; DM:diabetes mellitus.
15
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Leucopenia
No neutropénica Neutropénica
16
2. ALTERACIÓN DE LA VELOCIDAD DE SEDIMENTACIÓN GLOBULAR
2. ALTERACIÓN DE LA VELOCIDAD DE
SEDIMENTACIÓN GLOBULAR
Autores: A. González Hernández y E. Díaz García
IDEAS CLAVE
1. La velocidad de sedimentación globular (VSG) es una prueba de laboratorio que
refleja la velocidad con la que los hematíes se agregan entre sí. Es considerada un
indicador global de la presencia de reactantes de fase aguda en plasma. Su mag-
nitud viene determinada por la presencia de moléculas asimétricas, sobre todo
fibrinógeno e inmunoglobulinas.
Sin embargo, existen numerosos factores externos no relacionados con reactantes
de fase aguda que pueden modificar su valor: factores técnicos, edad (aumenta con
ella), sexo (más alta en mujeres), alteraciones en cantidad y morfología de los
hematíes (anemia, poliglobulia, macrocitosis, microcitosis, esferocitosis, acantocito-
sis), embarazo, etc.
Existe otro parámetro de laboratorio que es un reactante de fase aguda y sólo está
determinado por el grado de respuesta inflamatoria, sin que se vea alterado por posi-
bles artefactos: la proteína C reactiva (PCR). Su único inconveniente es su mayor coste.
Los rangos de normalidad de VSG, como del resto de pruebas analíticas, deben ser
dados por cada laboratorio en función de los materiales y métodos empleados y de
las características de la población de su zona de trabajo. Como regla nemotécnica
podemos decir que su límite máximo, en varones, es su edad dividida entre 2 y, en
mujeres, su edad más 10 dividida entre 2.
2. Procesos en los que tiene mayor relevancia como índice de actividad:
a) Polimialgia reumática y arteritis temporal. Puede permanecer algo alta a pesar
de remisión con tratamiento. Puede haber una recaída a pesar de que no
aumente la VSG.
b) Artritis reumatoide. Puede permanecer algo alta a pesar de remisión.
c) Linfoma de Hodgkin. Puede indicar la presencia de enfermedad residual si no
disminuye en 6 meses tras finalizar el tratamiento, o recaída, en caso de que
vuelva a subir.
Una VSG superior a 100 sugiere enfermedad metastásica en pacientes con cán-
cer (nivel de evidencia 2b). Un alto porcentaje de pacientes con cáncer presenta
una VSG normal, por tanto una VSG normal no lo descarta. En infecciones agu-
das, la VSG puede ser normal los primeros días y posteriormente tarde más en
normalizarse que la leucocitosis o la temperatura.
3. Una VSG superior a 100 se asocia con muy pocos falsos positivos de enfermedad
(nivel de evidencia 2b). Es muy poco frecuente que en este momento no exista ya
evidencia clínica que sugiera investigar en determinada dirección. En caso de que
no la haya, se recomiendan las pruebas indicadas (nivel de evidencia 5, grado de
recomendación D).
17
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bridgen ML. Clinical utility of the erythrocyte sedimentation rate. Am Fam Physician. 1999;60:1443-50.
• Fincher RM, Page MI. Clinical significance of extreme elevation of the erythrocyte sedimentation rate.
Arch Intern Med. 1986;146:1581-3.
• Jurado RL. Why shouldn’t we determine the erythrocyte sedimentation rate? Clin Infect Dis. 2001;33:548-9.
• Saadeh C. The erythrocyte sedimentation rate: old and new clinical applications. South Med J.
1998;91:220-5.
18
2. ALTERACIÓN DE LA VELOCIDAD DE SEDIMENTACIÓN GLOBULAR
VSG elevada
(1)
Paciente previamente
diagnosticado de Sí
enfermedad infecciosa, El proceso está activo
inflamatoria o tumoral (2)
No
No
No
No
Persiste VSG elevada
Sí
No
No
Persiste VSG elevada Fin del problema
Sí
VSG: velocidad de sedimentación globular;
Revisiones anuales Rx: radiografía.
Los números entre paréntesis se corresponden
con las ideas clave.
19
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Descartar pseudohipopotasemia (leucemia) o pseudohiperpotasemia (hemólisis
extravascular, leucocitosis o trombocitosis graves, caquexia); el K+ plasmático es
normal. Síntomas de hipopotasemia (hipo K+): la mayoría asintomáticos; astenia,
mialgias, estreñimiento, debilidad/parálisis muscular, letargia, síntomas psicóticos,
alteraciones del electrocardiograma (ECG). Síntomas de hiperpotasemia (hiper K+):
alteraciones del ECG y neuromusculares (astenia, parestesias, paresia, íleo paralí-
tico, disartria y disfagia), en general cuando el K+ alcanza 7-7,5 mEq/l.
2. Si el K+ sérico es de 3,5-4 mEq/l indica depleción corporal de K+. Para evitar hipo
K+ se recomienda la ingesta de dieta rica en K+ y si recibe tratamiento diurético,
ajustar dosis o suspender. Si con las medidas anteriores no se corrige, valorar suple-
mentos orales en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva (ICC), hipertrofia
ventricular izquierda, tratamiento con digoxina o enfermedad coronaria, por alto
riesgo de desarrollar arritmias mortales incluso con hipo K+ leve.
3. Causas de hipo K+:
a) Ingesta inadecuada de K+, elevada ingesta de sodio o de alcohol.
b) Hipomagnesemia: sospechar ésta si el K+ sérico no aumenta tras 4 días de trata-
miento. Si el Mg sérico es inferior a 1 mEq/l (N = 1,7- 2,8 mEq/l), administrar
sulfato magnésico al 50% 2 ml i.m./12 horas × 2 días y 2 ml/día × 1 día o Mg
20-40 mEq/día × 1 día v.o. (Magnogene® 5-10 grageas/día en 1- 2 tomas).
c) Pérdidas intestinales (diarrea, laxantes) y renales (diuréticos -la causa más fre-
cuente-, alcalosis metabólica, vómitos, drenaje gástrico, diabetes mal controlada,
penicilinas, gentamicina, ingesta de regaliz, ICC).
d) Fármacos: catecolaminas, anfotericina B, aminoglicósidos, teofilina, beta2 ago-
nistas, cloroquina.
e) Síndrome de Cushing por elevadas dosis de corticoides.
4. El K+ en orina de 24 horas distingue déficit por pérdida intestinal (K+o/24 horas
< 25 mEq) o renal (K+o/24 horas >25 mEq).
5. Cambios ECG en hipo K+ (secuenciales): onda U superior a 1 mm y T aplanada y
depresión STQ, RS ensanchado, QT y PR prolongados.
6. Alimentos ricos en K+ (de mayor a menor contenido): higos secos, dátiles y ciruelas
secas, nueces, aguacate, cereales integrales, germen de trigo, verduras (espinacas,
tomates, brócoli, remolacha, zanahoria, coliflor, patatas), frutas (plátano, kiwi,
naranja, mango), carnes (vaca, cerdo, ternera, cordero).
20
3. ALTERACIONES DE LOS IONES: POTASIO
7. Reposición oral: cloruro potásico (KCl; Potasion® 1 cápsula = 8 mEq K+) de elec-
ción, salvo si existe acidosis metabólica, en la que se usará bicarbonato o citrato
potásico. La dosis media de KCl es 20-40 mEq 2-3 veces/día según déficit. El
ascorbato potásico (Boi-K® 1 comprimido = 10 mEq K+, Boi-K Aspártico® 1 com-
primido = 25 mEq K+) se puede usar en lugar de KCl.
8. Causas de hiperpotasemia (hiper K+):
a) Excreción de K+ disminuida: insuficiencia renal aguda (IRA) y crónica (IRC),
hipoaldosteronismo primario o secundario, fármacos (antiinflamatorios no
esteroideos [AINE], inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina
[IECA], trimetoprima-sulfametoxazol, pentamidina, digoxina, heparina y diu-
réticos ahorradores de K+).
b) Sobrecarga de K+: alimentos ricos en K+ en casos de insuficiencia renal crónica,
infección.
c) Redistribución del K+: acidosis metabólica (insuficiencia renal, cetoacidosis
diabética, intoxicación digitálica), bloqueadores beta y alfa-beta bloqueado-
res (labetalol).
9. Cambios ECG en la hiper K+ (secuenciales): T alta y picuda superior a 5 mm →
ensanchamiento QRS, aumento PR, desaparición P → patrón sinusoidal → diso-
ciación auriculoventricular, taquicardia o fibrilación ventriculares y asistolia.
10. Instaurar dieta pobre en K+ (50-60 mEq/día) y resinas de intercambio iónico
(Resincalcio®) oral (20 g/8-12 horas), se recomienda asociar laxante o en enema
de limpieza 50-100 g (200 ml de agua)/8 horas. Para evitar la sobrecarga
secundaria de sodio se puede asociar un diurético de asa.
11. Cloruro cálcico al 10% (1 ampolla = 10 ml), 10 ml diluidos en 50 ml de suero glu-
cosado al 5% a pasar en 10-15 minutos; si los cambios ECG no revierten se puede
repetir la dosis en 1-2 minutos. Después iniciar suero glucosado al 50% 50 ml +
insulina rápida 10 UI o suero glucosado al 20% 500 ml + insulina rápida 15 UI
en 2 horas.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Cohn JN, Kowey PR, Whelton PK, Prisant LM. New guidelines for potassium replacement in clinical
practice: a contemporary review by the National Council on Potassium in Clinical Practice. Arch Intern
Med. 2000;160(16):2429-36.
• Gennari FJ. Disorders of potassium homeostasis. Hypokalemia and hyperkalemia. Crit Care Clin.
2002;18(2):273-88.
• Mandal AK. Hypokalemia and hyperkalemia. Med Clin North Am. 1997;81(3):611-39.
21
Trastornos del potasio
(K+ sérico normal: 3,5- 5,5 mEq/l)
Descenso Elevación
(K+ < 3,5 mEq/l) (K+ > 5,5 mEq/l)
ECG Sí Sí ECG
anormal anormal
Anamnesis, expl. física
Anamnesis (fármacos),
Hemograma No expl. física
BQ sang: glucosa, urea, Cr,
Hemograma
Na, K, Cl, Ca, Mg, proteínas Sí Intolerancia Sí No
K+ 3-3,5 BQ sang: glucosa, urea,
Orina: SO, Na, K, urea, Cr, oral
Cr, Na, K, Cl, Ca, Mg,
22
Cl- y K+ orina 24 horas No GOT, GPT, CPK, LDH,
ECG Sí
Suplementos K+ ≥ 6,5 proteínas
Gasometría arterial
dietéticos Orina: SO, Na, K, urea, Cr
Rx/Eco sistema urinario No Gasometría arterial
Actividad renina y aldosterona
Rx/Eco sistema urinario
plasmática No Control Restricción K+
analítico en dieta
repetido Suspender fcos.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
que elevan el K+ Sí
Sí Tto Diagnóstico
Diagnóstico Tto Resinas inter-
Tto oral cambio iónico No
No
No Considerar:
Considerar: Sí Intolerancia Sí Derivación a Cortisol sérico basal
K+ 2,5-3
Abuso de diuréticos oral hospital Control Actividad renina y
Vómitos subrepticios No analítico aldosterona
Abuso de laxantes plasmática
Sí
K+ < 2,5
IDEAS CLAVE
1. Es fundamental realizar una anamnesis cuidadosa, registrando antecedentes de
pérdidas renales y extrarrenales, patologías de base, toma de diuréticos y posible
potomanía. La pérdida asociada de agua y sodio (diuresis osmótica, glucosuria,
manitol, diarrea osmótica) y la ganancia de sodio (sueros hipertónicos, exceso de
mineralcorticoides) son causas de hipernatremia.
2. Se debe explorar el estado del volumen extracelular, buscando signos de hipovole-
mia (p. ej., signo del pliegue positivo) o de hipervolemia (presencia de edemas).
3. Pruebas de laboratorio útiles: simple de orina incluyendo densidad y sodio, y básico
de sangre incluyendo glucosa, urea y sodio.
23
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Adirogue H, Madias N. Hypernatremia. Primary Care 2000; 342(20):1493-9.
• Alcázar Arroyo R, Caramelo Díaz C. Trastornos hidroelectrolíticos y del equilibrio ácido-base.
[14/05/2003]. Disponible en [www.senefro.org/nac/pdf/cap12pdf].
• Harrison´s principles of internal medicine. 15.ª ed. Editorial McGraw-Hill; 2001.
• Jennifer Chang MD. Hipernatremia treatement algorithm. [26/05/2003]. Disponible en [Emergency
Medicine at NCEMI emergency medicine and primary care resources.htm].
• Manual de diagnóstico y terapéutica médica. Hospital general universitario Doce de Octubre. 5.ª ed. 2003.
• Manual Washington de terapéutica médica. 30.ª ed. Editorial McGraw-Hill; 2001.
• Mosquera González, JM. Principios de Urgencias. Emergencias y Cuidados Críticos. Capítulo 5.2.3
Hipernatremia. [14/05/2003] Disponible en: www.uninet.edu/tratado/c050203.html.
24
4. ALTERACIONES DE LOS IONES: SODIO
Hiponatremia
Determinar
Osm (p)
Normal Baja
(275-290)
Elevada
Hiperlipidemia
Hiperproteinemia Densidad orina
< 1.005
Hiperglucemia
Pseudohiponatremias
Polidipsia
Densidad orina
> 1.005
VEC ↑
SIADH Hipotiroidismo
Déficit GC
Na(o) < 20 Na(o) > 20
Pérdidas Pérdidas
extrarrenales renales Restringir H2O
Dieta con sal
Pérdidas Pérdidas
extrarrenales renales
Tratamiento
Vómitos Diuréticos hormonal
Diarrea tiazidas
ICC Insuficiencia
Cirrosis renal
S. nefrótico
Restringir H2O
Administrar suero Diuréticos de asa
fisiológico Tratar patología de base
25
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Hipernatremia
Na(p) 150 mEq/l
¿Administración
Hipernatremia por de Na Hipernatremia por
ganancia de Na desproporcionalmente pérdida de agua y Na
alta con respecto
al agua?
Sí No
¿Función renal
alterada? VEC
Osm(o)
Sí No
↓↓↓Osm(o) ↓Osm(o)
No
¿Diurético?
Diabetes
insípida Sí
Diuresis
osmótica
26
5. DIAGNÓSTICO DE LA ANEMIA
5. DIAGNÓSTICO DE LA ANEMIA
IDEAS CLAVE
1. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la anemia se define como la
disminución de la concentración de hemoglobina en sangre por debajo de sus valo-
res normales.
2. Los valores normales del hemograma en adultos son:
Varón Mujer
Hemoglobina (Hb) 13-18 g/dl 12-16 g/dl
Hematocrito (Hto) 42 %-52 % 37 %-48 %
Volumen corpuscular medio (VCM) 86-98 fl 86-98 fl
Recuento de hematíes 4,5-5 millones/mm3 4-4,5 millones/mm3
3. Las anemias pueden clasificarse de distintas formas, una se basa en el VCM. Esta
clasificación nos permite, con un simple hemograma, orientar el diagnóstico desde
un principio. Según esto dividimos las anemias en:
a) Microcíticas: aquellas con VCM inferior a 80.
b) Normocíticas: aquellas con VCM de 80-100.
c) Macrocíticas: aquellas con VCM superior a 100.
4. El sexo, la historia de pérdidas hemáticas, los hábitos alimentarios, los anteceden-
tes familiares y la exposición a tóxicos ayudan a establecer el diagnóstico de la
anemia.
5. La anemia microcítica más frecuente es la ferropénica. En la mujer joven son las pér-
didas de origen ginecológico las que suelen producirla, y en el hombre y mujer
posmenopáusica la hemorragia oculta de origen gastrointestinal.
6. La microcitosis franca sin anemia sugiere talasemia minor, con una probabilidad
mayor del 90%.
7. En pacientes ancianos y con enfermedades crónicas la sensibilidad de la ferritina
sérica para el diagnóstico de anemia ferropénica disminuye.
8. En las anemias macrocíticas el grado de elevación del VCM puede orientarnos
sobre su etiología: si el VCM está entre100-110 fl es más probable que esté cau-
sado por alcoholismo, infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH),
enfermedades hepáticas, administración de fármacos antineoplásicos o trastornos
hematopoyéticos. Si el VCM es superior a 130 fl habitualmente se debe a déficit de
vitamina B12 o ácido fólico.
27
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Espinas Boquet J. Alteraciones del hemograma: serie roja, anemia. En: semFYC, editores. Guía de
actuación en atención primaria. 2ª ed. Barcelona: Doyma; 2002.
• Montejano Ortega L, Gilsanz Rodríguez F. Protocolo diagnóstico de la anemia. Medicine.
2001;8(50):2655-6.
• Ricard Andrés MP. Protocolo de actitud diagnóstica en las anemias. Medicine. 1996; 7(28):1220-2.
• Sociedad Española de Medicina Interna. Guías de actuación clínica. 2000. Disponible en URL
www.saludaliamedica.com.
28
Microcítica Anemia Macrocítica
Primaria Secundaria
Sideremia, ferritina y transferrina
Vit. B12 y ác. fólico
Alcohol, drogas, hepatopatía,
Fe ↓ Fe N o Fe N o ↓ Fe N o Vit. B12 ↓ Ác. fólico ↓ tabaquismo, reticulocitosis
Ferritina ↓ Normal hipotiroidismo, enf. MO
Ferritina N o Ferritina N o Ferritina
Transferrina Transferrina N Transferrina ↓ Transferrina Anemia por
Anemia
megaloblástica déficit de folato
Anemia Estudios de VSG Médula ósea
ferropénica hemoglobina neutrofilia Hemosiderina
linfopenia Sideroblastos Prueba de Buscar causa: malabsorción, Estudio de MO
↓ albúmina en anillo > 15% Schilling dieta carencial, embarazo, etc.
Buscar causa: Talasemia
digestiva, Enfermedad Anemia Déficit FI Malabsorción Diseritropoyesis Megaloblástica
ginecológica, etc. crónica sideroblástica Drogas
Metabulopatía
29
Estudiar An. perniciosa Buscar causa Mielodisplasia
Buscar causa Buscar causa Buscar causa
familia
Fe: hierro; N: Normal; ↓: disminuido; ↑: aumentado; vit: vitamina; ác.: ácido; enf.: enfermedad; an.:
anemia; MO: médula ósea; déf.: déficit; VSG: velocidad de sedimentación globular.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
6. EOSINOFILIA
IDEAS CLAVE
1. El hallazgo de eosinofilia en el hemograma es una situación muy corriente en la
práctica clínica.
2. Las causas de eosinofilia son muy numerosas: alergia, parasitosis, asma y otras
enfermedades pulmonares, reacción a fármacos, conectivopatías, enfermedades
malignas, fundamentalmente linfomas y síndromes mieloproliferativos, etc.
3. Es importante una detallada historia clínica haciendo énfasis en fármacos, viajes
recientes y síntomas generales, al igual que una cuidadosa exploración física, bus-
cando lesiones cutáneas, adenopatías y hepatoesplenomegalia.
4. Mediante historia clínica y la exploración física diagnosticaremos la gran mayoría
de las condiciones patológicas asociadas a la eosinofilia.
5. De los datos obtenidos mediante la historia y la exploración se deducirán las prue-
bas diagnósticas que se realizarán a continuación. La realización de pruebas
diagnósticas que no vengan sugeridas por la historia clínica y la exploración rara-
mente estarán indicadas.
6. El síndrome hipereosinófilo idiopático se define por un número de eosinófilos mayor
de 1.500 por ml en sangre, de más de seis meses de evolución, sin otra causa que
lo justifique. Su característica es una infiltración de los tejidos por eosinófilos.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bain BJ. Hypereosinophilia. Curr Opin Hematol. 2000;7:21-5.
• Bosch Gil JA. Síndrome hipereosinofílico. Med Clin (Barc).2001;117:375-6.
• Brigden ML. A practical workup for eosinophilia. You can investigate the most likely causes right in your
office. Postgrad Med J. 1999;105:193-212. Séller PF. Eosinophilia in travelers. Med Clin North Am.
1992;76(6):1413-32.
30
6. EOSINOFILIA
Sí
¿Diagnóstico? Tratamiento y seguimiento específico
No
No
Búsqueda específica de la
Antecedentes parasitosis dependiendo del antecedente:
Sí
epidemiológicos examen de heces, serología, aspirado
de parasitosis duodenal, ecografía abdominal
No
¿Más de 1.500
eosinófilos durante más
de 6 meses y/o síntomas
compatibles?
Sí No
31
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
7. HEMATURIA
IDEAS CLAVE
1. La hematuria es la causa más frecuente de cambio en el aspecto de la orina.
2. Otra causa de orina oscura no hematúrica (falsa hematuria) es una orina con-
centrada o con elevada concentración de pigmentos biliares. Se descarta
mediante el uso de tiras reactivas (ofrece una sensibilidad de mas del 90% y espe-
cificidad del 65%-99%).
3. La prevalencia de hematuria se estima del 13% en adultos.
4. La posibilidad de que sea la manifestación inicial de una enfermedad maligna
obliga a considerarla un síntoma importante que debe investigarse rápida y pro-
fundamente.
5. Puede ser: franca o macroscópica, o aparecer en el análisis de la orina (micros-
cópica). La presencia de hematíes en el estudio microscópico del sedimento se
considera patológica, siendo anormal la presencia de más de 3 hematíes/campo
microscópico (considerar el sangrado menstrual o toma de anticoagulantes).
6. La hematuria es indicio de enfermedad renal, del tracto urinario o de un trastorno
sistémico que secundariamente afecta al tracto urinario.
7. Se han definido más de 100 causas de hematuria.
8. Características clínicas: el sangrado del tracto urinario superior tiñe por igual todo
el chorro de la orina, es decir, total. Si es inicial orienta hacia una patología cer-
vicoprostática y si es final hacia una enfermedad vesical. Los coágulos en la orina
indican una causa posglomerular.
9. El 60% de las hematurias son de origen extrarrenal, siendo las más frecuentes:
a) Infección urinaria (más frecuente).
b) Litiasis.
c) Neoplasia genitourinaria (fundamentalmente el carcinoma de vejiga o de la
vía excretora alta en mayores de 55 años).
10. Entre las causas de hematuria aislada de origen glomerular se deben considerar
la glomerulonefritis mesangial IgA (no precisa mas intervención), la nefropatía
hereditaria (síndrome de Alport) y la enfermedad de la membrana basal adelga-
zada (hematuria familiar benigna).
11. La hematuria de origen glomerular presenta una elevada proporción de hematíes
dismórficos (mayor del 89%) y asocia proteinuria y/o cilindruria.
12. En el 70% de los casos de microhematuria no se encuentra causa a pesar de un
estudio exhaustivo.
13. Pronóstico: el 60% suele tener buen pronóstico. Solo el 15% suele corresponder a
una neoplasia.
32
7. HEMATURIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Alegre R, Morales E, Mon C. Aspectos clínicos del análisis elemental de orina. En: Acedo MS, Barrios A, Díaz
R, et al, editores. Manual de diagnóstico y terapéutica médica. 4.ª ed. Madrid: Hospital 12 de Octubre; 1998.
p. 537-48.
• Buitrago F, Turabián JL. Problemas nefrourológicos. En: Martín Zurro, Cano Pérez JF, editores. Atención
Primaria. Conceptos, organización y práctica clínica. 4.ª ed. Barcelona: Harcourt; 1999. p. 1082-127.
• Cantero M. Orina oscura. En: Guía de actuación en Atención Primaria. semFYC 2.ª ed. Barcelona:
EdiDe; 2000. p. 399-403.
• García Ramos JB, Fernández Santiago E, Torrubia Romero FJ. Un paciente con hematuria en Atención
Primaria. Medicina Integral. 1998;32(6):221-6.
33
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Confirmación
Falsa hematuria
No (Exploración, tira reactiva)
Sí
Sedimento
Lowenstein
Tto
Hipercalciuria o Sedimento a Baar orina
hiperuricosuria familiares
Hallazgos patológicos
Microhematuria Normal
No
Sí
Edad
> 45 años Microhematuria Seguimiento
No Sí familiar benigna
Ca (O): calciuria de 24 horas; U (O): uricosuria de 24 horas; UIV: urografía intravenosa; TAC: tomografía axial
computarizada; tto: tratamiento.
34
8. HIPERTRANSAMINASEMIA
8. HIPERTRANSAMINASEMIA
IDEAS CLAVE
1. La alteración de las pruebas hepáticas es un hallazgo frecuente en Atención
Primaria (AP).
2. Las transaminasas (GOT y GPT) son enzimas que se encuentran en los hepatocitos,
marcadores sensibles de lesión hepática, pero sólo la GPT es específica de tejido
hepático, ya que la GOT también se encuentra en riñón, músculo, cerebro, etc.
3. La determinación de transaminasas es rápida y barata.
4. No existe correlación entre las cifras de transaminasas y el grado de lesión hepá-
tica.
5. El límite superior de la normalidad es más alto en personas de raza negra, his-
panos y varones. Además las transaminasas se elevan con la edad y el peso
corporal.
6. En nuestro país la principal causa de elevación persistente de las transaminasas
se debe al consumo de alcohol. Otras causas son: medicamentos, hepatitis víricas
(B y C), hígado graso, hepatitis autoinmune, hemocromatosis, enfermedad de
Wilson y déficit de alfa1-antitripsina.
7. Prácticamente cualquier medicación puede causar una elevación de las transami-
nasas (antiinflamatorios no esteroideos [AINE], antibióticos, antiepilépticos, etc.).
8. Dentro de las causas extrahepáticas destacan la enfermedad celíaca, miopatías,
ejercicio intenso, sarcoidosis, enfermedad de vías biliares, neoplasias, etc.
9. El primer paso en la evaluación es obtener una anamnesis completa después de
haber repetido la prueba para confirmar el resultado.
10. Las pruebas de laboratorio iniciales recomendadas son: serología virus hepato-
tropos, perfil férrico, proteinograma, ceruloplasmina y estudio de coagulación.
11. La ecografía es una técnica que por su favorable relación coste-riesgo se ha con-
vertido en rutinaria para el estudio de las enfermedades hepáticas.
12. Cuando a la hipertransaminasemia se asocia una colestasis, la ecografía nos per-
mitirá distinguir entre un origen intra o extrahepático de la misma.
13. Si a pesar de todas las pruebas no se identifica la causa de la elevación de tran-
saminasas, se recomienda una biopsia hepática, excepto si dicha elevación es
menor del doble de los valores normales, donde se recomienda observación.
35
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Freixedas Casaponsa R, Espuga García M. Estudio del paciente con alteración persistente de las pruebas
hepáticas. Formación Médica Continuada. 1994;7:41124.
• Johnston DE. Special considerations in interpreting liver function tests. Am Fam Physician.
1999;59:2223-30.
• Payeras Llodrá G, Pérez Piqueras J. Protocolo diagnóstico de la hipertransaminasemia.
Gastroenterología integrada. 2001;2(1):48-52.
• Pratt SD, Marshall M, Kaplan MD. Evaluation of abnormal liver-enzyme results in asymptomatic patients.
N Engl J Med. 2000;342:1266-71.
36
Hipertransaminasemia asintomática
Control analítico posterior
¿Persiste elevación?
ECO Suspender tóxico/
Sí
Sí fármaco. Repetir
¿Sospecha analítica en 6 semanas
Anamnesis y exploración de tóxicos?
física completa
No
Enf. hepatocelular
Enf. vías biliares Sí
¿Sospecha ¿Persiste elevación?
Enf. páncreas No
alcohol?
Fármacos, etc. Repetir analítica incluyendo No
Sí
Serología virus hepatotropos
37
Perfil férrico Alta
Ceruloplasmina Abstención alcohol.
Proteinograma Repetir analítica en 6
Remitir a especialista semanas
Estudio de coagulación
¿Persiste elevación?
Ecografía abdominal
No
Sí
No Sí
Otras causas Diagnóstico de presunción Control en 3-6 meses
+
Solicitar: Enf. celíaca Hepatitis vírica, Wilson, etc.
Ig’s antigliadina
Ig’s antiendomisio
Aumentadas P. músculo
CPK, aldolasa Ejercicio extremo Elevación transaminasas
> doble Biopsia
Enf: enfermedad;
8. HIPERTRANSAMINASEMIA
9. HIPERURICEMIA
IDEAS CLAVE
1. La hiperuricemia no es una enfermedad, sino un trastorno metabólico. No está jus-
tificado su despistaje sistemático ni es una indicación de tratamiento per se, al no
estar éste exento de efectos secundarios.
2. Un 90% se producen por disminución de la eliminación de ácido úrico, teniendo
además la mayoría (90%) una causa secundaria, entre las que destacan el alcohol
y los fármacos hiperuricemiantes como son: tiazidas, salicilatos a dosis bajas, etam-
butol, pirazinamida, furosemida, ácido nicotínico, ciclosporina y levodopa.
3. Las complicaciones de la hiperuricemia son la artritis gotosa, la litiasis renal y la
nefropatía gotosa. A pesar de estar asociada a hipertensión arterial, resistencia
insulínica, obesidad y dislipidemia no se ha conseguido demostrar el papel de la
hiperuricemia como factor de riesgo cardiovascular independiente.
4. La 1.ª articulación metatarsofalángica se afecta hasta en un 90% de los pacientes
en algún momento de la evolución de la artritis gotosa, caracterizada por ataques
agudos monoarticulares. El tratamiento de un ataque agudo de gota debe iniciarse
con antiinflamatorios no esteroideos (indometacina, preferentemente) y colchicina
(si lo permiten los efectos secundarios gastrointestinales). En ocasiones son útiles los
corticoides orales e incluso intraarticulares.
5. A pesar de ser el déficit de eliminación la causa más frecuente de hiperuricemia, el
fármaco más empleado es el alopurinol (inhibidor de la formación de ácido úrico),
debido a las contraindicaciones para el uso de uricosúricos: insuficiencia renal,
gota tofácea y litiasis renal. No obstante, tanto para la elección del tratamiento
como para averiguar las causas será necesaria la determinación de uricosuria de
24 horas.
6. No se debe comenzar un tratamiento hipouricemiante hasta pasadas 3-4 semanas
de un ataque agudo, añadiendo siempre colchicina desde 3 días antes hasta 2-3
meses después de iniciado el tratamiento. Si el paciente ya tomaba un hipourice-
miante no debemos suspenderlo durante un ataque agudo de gota y tampoco
deberemos instaurar tratamiento hipouricemiante ante un primer ataque de gota,
sino esperar a ver el patrón de frecuencia de las crisis.
7. Las enfermedades linfo y mieloproliferativas, así como el tratamiento quimioterápico
pueden producir nefropatía aguda por ácido úrico, siendo necesario el tratamiento
profiláctico con alopurinol y la alcalinización de la orina.
38
9. HIPERURICEMIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Coll JM, Blanch J. Hiperuricemia y gota. Aspectos terapéuticos. JANO. 1997;52:735-40.
• Fernández I, Ron FA, Costa CJ. ¿Cuándo tratar la hiperuricemia? FMC. 1996;3(7):464-71.
• Rodríguez Pago C. Hiperuricemia y gota [en línea] [6-5-03]. Disponible en: [www. fisterra.com/
guias2/gota.htm].
• Wortmann RL. Disorders of purine and pyrimidine metabolism. En: Braunwald E, Fauci A, Kasper DL,
Hanser SL, Longo DL, Jameson JL editors. Harrison´s principles of internal medicine. 15th ed. New York:
Mc Graw-Hill; 2001 (edición digital).
39
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Hiperuricemia
(Ác. úrico > 7 mg/dl en varones, 6 en mujeres)
Considerar
Confirmar HTA
DM
Dislipidemia
Obesidad
Asintomática Sintomática
Artritis recurrente
Enf. mielo/linfoproliferativa
o quimioterapia
No Sí
No Sí
FÁRMACO
No Sí
Observación
y control Uricosúricos
analítico Alopurinol
(benzbromarona)
40
10. POLIGLOBULIA
10. POLIGLOBULIA
IDEAS CLAVE
1. Por eritrocitosis, poliglobulia o policitemia se entiende el aumento del volumen total
de los hematíes circulantes, cuya medición precisa se realiza mediante la determi-
nación de la masa eritrocitaria.
2. La probabilidad de que exista un aumento real de la masa eritrocitaria crece para-
lelamente a la elevación del hematocrito. Así, para un hematocrito de 52 en varones
o 47 en mujeres, la probabilidad es de un 35%, y llega al 99% ante un hematocrito
de 60 en varones o 55 en mujeres.
3. La eritrocitosis puede producirse mediante varios mecanismos:
a) Disminución del volumen plasmático, con normalidad de la masa globular real:
poliglobulia relativa.
b) Aumento de la masa globular por exceso de eritropoyetina fisiológico (hipo-
xemia), patológico (enfermedad renal/tumor) o iatrógeno (tratamiento con eri-
tropoyetina (EPO), corticoides o andrógenos): poliglobulias secundarias.
c) Incremento de la masa globular, de forma primaria, sin aumento de la EPO: poli-
citemia vera, eritrocitosis idiopática.
4. El tabaquismo es la causa más frecuente de eritrocitosis secundaria, pues la presen-
tan entre el 3% y el 5% de los fumadores. La probabilidad de que la eritrocitosis de
un fumador sea debida al tabaco es del 98%. Si se dispone de la determinación de
carboxihemoglobina, valores mayores al 4% apoyan fuertemente este diagnóstico.
5. Las demás causas de eritrocitosis secundaria, salvo las cardio y broncopatías, son
infrecuentes. Así, el 0,1% de las eritrocitosis de los fumadores y el 1% de las de los
no fumadores son debidas a tumores: carcinoma renal, hepatoma, hemangioma
cerebeloso, leiomioma uterino, carcinoma de ovario u otros.
6. La principal causa de policitemia primaria es la policitemia vera, un síndrome mie-
loproliferativo clonal con una incidencia anual de cuatro a seis casos por millón de
habitantes, y que suele debutar entre los cincuenta y los setenta años, con leve pre-
dominio en varones.
7. Actitud diagnóstica ante un aumento de hematocrito:
a) Confirmar la eritrocitosis e intentar conocer su existencia previa. Siempre debe
realizarse una minuciosa anamnesis y una correcta exploración física.
b) En pacientes asintomáticos, con cifras moderadas de hematocrito, normalidad de
plaquetas y leucocitos, y sin esplenomegalia, suele ser suficiente el seguimiento
clínico.
c) En pacientes con hematocrito mayor de 57 (52 en mujeres) es necesario un estu-
dio exhaustivo que incluya un estudio de imagen abdominal.
41
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Barquinero Canales C, González Martín M. Poliglobulias. En: Ruiz de Adana R, et al editores. Manual
de diagnóstico y terapéutica médica en atención primaria. 2.ª ed. Madrid: Díaz de Santos; 1996. p.
492-8.
• Cervantes Requena F. Policitemia vera y otras poliglobulias. En: Rozman C, editor. Medicina Interna. 14.ª
ed. Madrid: Harcourt; 2000. p. 1938-40.
• Díez JL. Policitemia Vera. En: Muñoz B, Villa LF, editores. Manual de Medicina Clínica. 2. ª ed. Madrid:
Díaz de Santos; 1993. p. 353.
• Pearson TC, Messinezy M. Idiopathic erythrocytosis, diagnosis and clinical management. Pathol Biol
(Paris); 2001. 49(2):170-7.
• Weber B, Budd J. Erythrocytosis. En: Black ER, Bordley DR, Tape TG, Panzer RJ, editors. Diagnostic
Strategies for common medical problems. 2 ed. Philadelphia: American College of Physicians; 1999. p.
596-608.
42
Eritrocitosis
→
(Hcto > 52%; > 47%)
Anamnesis + exploración física + hemograma + VSG + bioquímica + vitamina B12 + sistemático de orina
Confirmación de hematocrito elevado
Fumador Deshidratación
→
Hcto > 57; > 52 Control de
No Hcto periódico Cetoacidosis
No y sin Uso de diuréticos
Sí Síntomas Diarrea masiva
Sí
Golpe de calor
S. de Gaiböck:
Disnea, Mal de altura Sospecha de: Hematuria Asintomático > 50 años con: (varón con HTA,
taquipnea, Hemoglobinopatía Addison Dolor Sin hallazgos M1: masa eritrocitaria
Hcto sobrepeso, estrés,
→
43
Rx tórax corticoides, m1: trombocitosis Poliglobulia
Sí Espirometría andrógenos > 400.000 ml relativa
Gasometría Ecografía/TAC m2: leucocitosis
(SatO2 < 92%) abdominal > 12.000 ml
ECG Derivación a endocrino m3: fosfatasa alcalina
Ecocardio leucocitaria > 100 Corrección:
Eritrocitosis Volemia
del fumador m4: vit. B12 sérica
> 900 pg/ml Causas
Enf. endocrina o renal precipitantes
Neoplasia. Iatrogenia PA
Ansiedad
EPOC Sí No Peso
SAOS Poliglobulia (M1+M2) Tabaquismo
Cardiopatía secundaria Poliglobulia secundaria Eritrocitosis y (M3 ó 2
cianosante (Hipoxémica) (No hipoxémica) idiopática menores)
No
Se confirma
Sí
Sí El tratamiento específico No
causa secundaria Derivación a
corrige el Hcto Policitemia
de eritrocitosis Hematología vera
10. POLIGLOBULIA
ECG: electrocardiograma; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; Rx: radiografía; TAC: tomografía axial computarizada; EPO: eritropoyetina; SAOS: síndrome
de apnea obstructiva del sueño; Hcto: hematocrito; VSG: velocidad de sedimentación globular; HTA: hipertensión arterial; PA: presión arterial.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
11. PROTEINURIA
IDEAS CLAVE
1. Proteinuria: presencia de proteínas en orina, con o sin enfermedad subyacente.
2. Las tiras reactivas pueden dar falsos positivos: orina concentrada, gestación, pre-
sencia de mioglobina y hemoglobina, orina alcalina (pH > 8).
3. Detectada una proteinuria en la tira reactiva, debemos confirmarla con una
segunda determinación. Así se excluye la proteinuria transitoria.
4. Determinadas situaciones como, ejercicio intenso, infecciones, insuficiencia cardí-
aca congestiva (ICC), deshidratación, gestación o fiebre, pueden originar una
proteinuria transitoria.
5. Una eliminación menor de 150 mg de proteínas en orina de 24 horas, se consi-
dera fisiológica.
6. Es fundamental instruir adecuadamente al paciente en la recogida de orina de 24
horas, para que ésta se efectúe correctamente.
7. En niños o personas en los que sea difícil recoger la orina, se puede recurrir a la
relación proteínas/creatinina, en muestra de primera orina de la mañana, dada
su buena correlación con la proteinuria de 24 horas.
8. La cuantificación de la proteinuria por unidad de tiempo es importante para el
diagnóstico diferencial y para determinar el pronóstico.
9. En toda proteinuria patológica, de cualquier rango, hay que realizar historia clí-
nica completa, analítica con estudio de función renal y ecografía renal.
10. En la anamnesis de un paciente con proteinuria debemos investigar: antecedentes
familiares, diabetes mellitus, ingesta de fármacos, infecciones, abuso de drogas,
etc.
11. El 5%-10% de los adolescentes presentan una proteinuria de rango patológico
durante el ortostatismo, desapareciendo en decúbito (proteinuria ortostática). Se
aconseja seguimiento anual a pesar de su carácter generalmente benigno.
12. Para confirmar una proteinuria ortostática es preciso efectuar dos recogidas de
orina: una al levantarse, tras permanecer 8 horas en decúbito (orina decúbito), y
una segunda muestra durante el día (orina ortostática), tras llevar 8 horas en
activo, sin realizar ejercicios violentos. Si ambas muestras son positivas se des-
carta la proteinuria ortostática.
13. Toda proteinuria sintomática mayor de 2 g en 24 horas, o de causa incierta, debe
ser valorada por Nefrología.
44
11. PROTEINURIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Carroll MF, Temple JL. Proteinuria in Adults: A Diagnostic Approach. American Family Phyician. 2000; 62:
1333-40.
• Larson TS. Concise review for primary care physicians. Evaluation of proteinuria. Mayo Clin Proc.
1994;69:11154-8.
• Marqués A, Avellana E, Pujinla M. Abordaje y diagnóstico etiológico de la proteinuria. FMC.
1999;6:173-80.
• Yamagata K, Yamagata Y, Kobayashi M, Koyama A. A long-tern follow-up study of asyntomatic
hematuria and/or proteinuria in adults. Clin Nephrol. 1996;45: 281-8.
45
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Proteinuria
Normal
Cuantificar Proteinuria
Proteinuria No > 150 mg/24 h
fisiológica proteinuria/creatinina
Sí
+ –
Causa Causa Causa
Proteinuria Proteinuria conocida desconocida conocida
ortostática aislada
Tratamiento Tratamiento
enfermedad enfermedad
46
12. CONDUCTA DIAGNÓSTICA ANTE LOS TRASTORNOS DE MEMORIA
NEUROLOGÍA
12. CONDUCTA DIAGNÓSTICA ANTE LOS
TRASTORNOS DE MEMORIA
Autores: M. Canto de Hoyos Alonso, F. García de Blas, E. Tapias Merino
y A. Garrido Barral
IDEAS CLAVE
1. Las causas más frecuentes de quejas de memoria, son los trastornos de ansiedad,
los síntomas depresivos y las demencias. La pérdida de memoria puede ocurrir en
el curso de un envejecimiento normal.
2. La prevalencia de las demencias es del 5%-10% en sujetos mayores de 65 años,
aumentando con la edad. La enfermedad de Alzheimer es la más frecuente (50%-
80%), seguida de demencias vasculares y mixtas (20%-30%). Las demencias
reversibles (fármacos, depresión, procesos metabólicos o endocrinos) son el 1% del
total.
3. Ante quejas de fallos de memoria, debe hacerse una evaluación completa
(grado de recomendación A) con entrevista clínica en la que se investigará si
existen problemas emocionales (ansiedad, depresión), alteraciones de conducta
o síntomas psicóticos, si hay presencia de otros síntomas cognitivos (fallos de
orientación, dificultades de cálculo o lenguaje, pobreza de juicio), o problemas
funcionales (dificultad para realizar las tareas de la vida diaria que venía reali-
zando).
4. Se debe confrontar la anamnesis con un familiar que nos informe del momento de
aparición de los síntomas, su forma de comienzo, intensidad y comparación con la
situación previa del paciente (grado de recomendación A). Se investigará el con-
sumo de fármacos, alcohol y otros antecedentes personales o familiares que
orienten sobre la causa del deterioro.
5. Los test neuropsicológicos permiten una valoración mental estructurada, pero no
establecen por sí mismas el diagnóstico de demencia. Se recomiendan (grado de
recomendación B) el uso de un test de entrevista al informador (TIN) junto con un
test corto de valoración mental al paciente, como el MEC (Miniexamen
Cognoscitivo de Lobo) o el SPMSQ (Short Portable Mental Status Questionnaire
de Pfeiffer) o la prueba cognitiva de Leganes (PCL), recientemente validado en AP.
Se establece un punto de corte para demencias de 57/85 para el TIN, 24/35
para el MEC, más de 3 errores para el Pfeiffer (4 en analfabetos) y 22/30 para
el PCL. El test del reloj se recomienda como complemento.
6. La depresión y los síndromes confusionales (delirium) se presentan a menudo con
síntomas y exploración que pueden simular una demencia. Es preciso reevaluar al
paciente una vez tratado, ya que también son procesos que pueden coexistir con la
demencia.
7. El diagnóstico de demencia debe hacerse en base a criterios clínicos, siendo la
entrevista la clave fundamental. Hay criterios estandarizados (CIE 10, DSM IIIR,
DSM IV-TR, Sociedad Española de Neurología (SEN).
47
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• García de Blas F, Tapias E, de Hoyos MC. Demencias. En: Martín I, editor. Guía del anciano. 2.ª ed. [en
prensa]. Barcelona: semFYC; 2002.
• Knopman DS, DeKosky ST, Cummings JL, et al. Practice parameter: diagnosis of dementia (an evidence-
based review). Report of the Quality Standards Subcommittee of the American Academy of Neurology.
Neurology. 2001: 56:1143-53. Disponible en: www.aan.com.
• Paterson CJ, Gauthier S, Bergman H, Cohen CA, Feightner JW, Feldman H, et al. The recognition, assessment
and management of dementing disorders: conclusions from the Canadian Consensus Conference on Dementia.
CMAJ. 1999;160 Suppl 12:S1-15. Disponible en: www.cma.ca/cmaj/vol-160/issue-12/dementia/
index.htm.
• Robles A, del Ser T, Alom J, Peña-Casanova J y Grupo Asesor del Grupo de Neurología de la Conducta y
Demencias de la Sociedad Española de Neurología. Propuesta de criterios para el diagnóstico clínico del
deterioro cognitivo ligero, la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Neurología. 2002;17(2):17-32.
• GOLT de demencias semFYC. Guía de demencias semFYC. semFYC ediciones. En prensa.
48
12. CONDUCTA DIAGNÓSTICA ANTE LOS TRASTORNOS DE MEMORIA
Quejas de memoria
No Tratar y
reevaluar
Sí Ansiedad
¿Ansiedad/depresión? Depresión
No
Sí
Valoración
¿Afectación importante de las No diagnóstica
Deterioro cognitivo
actividades de la vida diaria? y
leve
seguimiento anual
Sí
(*) ver puntos clave. (CIE 10, DSM IV, SEN): criterios de demencia de la OMS, la Asociación Americana de
Psiquiatría y la Sociedad Española de Neurología, respectivamente. AF y AP: antecedentes familiares y
personales.
HTA: hipertensión arterial; TAC: tomografía axial computarizada; RMN: resonancia magnética nuclear.
49
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Una crisis comicial es la manifestación clínica de una descarga anormal sincroni-
zada y excesiva de neuronas corticales.
2. Una crisis convulsiva única y las crisis epilépticas accidentales no son una epilepsia,
ni tampoco puede considerarse como una epilepsia la repetición más o menos fre-
cuente de crisis epilépticas en el curso de una afección aguda.
3. Las características clínicas de una crisis epiléptica son:
a) Síntomas de activación cortical focal (aura) que precede al episodio convulsivo.
b) Estado poscrítico: estado confusional prolongado (dificultad en reconocer perso-
nas o ambientes familiares) inmediatamente después del episodio.
c) Automatismos durante el episodio de pérdida de conciencia (chupeteo, parpa-
deo).
d Mordedura de lengua.
e) Déficit neurológico después del ataque (afasia, hemiparesia).
50
13. DIAGNÓSTICO DE LA CONVULSIÓN
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Blanco-Echevarría A, Cea-Calvo L, García-Gil ME. Manual de Diagnóstico y Terapéutica Médica.
Hospital Universitario 12 de Octubre. 5.ª ed. 2003.
• Dias Silva JJ. Guía Clínica de Epilepsia (16/02/2002). Disponible en: www.fisterra.com/
guías2/epilepsia.
• Scott Morey S. Neurologic Group Develops Recommendations for Management of Epilepsy. American
Academy of Family Physicians, 1999.
• William J, Marks JR, García PA. Management of Seizures and Epilepsy. American Family Physician,
1998.
51
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Convulsión
Sí No
Manejo de la crisis
Síncope
Migraña
Primera crisis Epiléptico conocido Narcolepsia
Hipoglucemia
AIT
Psicógena
< 40 > 40
años años
AIT: accidente isquémico transitorio; AF: antecedentes familiares; AP: antecedentes personales; EF: exploración
física; BQ: bioquímica; ECG: electrocardiograma; TCE; traumatismo craneoencefálico; TC: tomografía
computarizada; EEG: electroencefalograma; RMN: resonancia magnética nuclear; P. lumbar: punción lumbar;
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
52
14. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LAS CEFALEAS MÁS FRECUENTES
IDEAS CLAVE
1. La mejor prueba diagnóstica en un paciente con cefalea es una anamnesis com-
pleta, que debe incluir:
a) Edad de inicio.
b) Intensidad, duración y frecuencia de los episodios.
c) Localización y características del dolor.
d) Síntomas asociados.
e) Factores moduladores del dolor.
f) Estado general de salud.
g) Respuesta a tratamientos previos.
2. Estará indicada la realización de pruebas de neuroimagen en aquellos pacientes
que presenten:
a) Cefalea de inicio brusco, sobre todo si está relacionada con el ejercicio físico.
b) Cambios recientes significativos y no explicados en el patrón de una cefalea pre-
via.
c) Empeoramiento progresivo a pesar de tratamiento apropiado.
d) Signos o síntomas de focalidad neurológica.
e) Cefalea tusígena.
3. La cefalea en racimos, por sus características clínicas, cumple varios criterios de
alarma, por tanto, a pesar de ser una cefalea primaria, requiere evaluación espe-
cializada.
4. En todo paciente mayor de 50 años con cefalea de reciente comienzo se debe des-
cartar arteritis de la temporal.
5. En todo paciente con cefalea crónica diaria se debe descartar abuso de analgési-
cos.
6. La clasificación de las de cefaleas de la International Headache Society (IHS),
aporta criterios para clasificar cefaleas, no pacientes. Se debe tener en cuenta que
un mismo paciente puede tener más de un tipo de cefalea.
53
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Headhache classification comité of international headache society. Classification and diagnostic criteria
for headache disordes, cranial neuralgias, and facial pain. Cephalalgia. 1988;9 Suppl 7.
• Evaluation of headhache. UP TO DATE. 2002.
• Silberstyein SD, Rosenberg J. Multiespecialty consensus on diagnosis and treatment of headache.
Neurology. 2000;54:1553.
• Grupo de Trabajo de Cefaleas de semFYC. Recomendaciones semFYC Cefalea, 1999.
54
Cefalea
Reciente comienzo
Larga evolución (horas o días)
Crónica diaria
(> 15 días/mes)
Episódica recidivante
Verificar signos y síntomas
de alarma
Duración
episodios
Cefalea
Migraña Clúster tensional
Duración 4-72 h <4h Variable: Focalidad neurológica
episodios horas a 1 Edad > 50 años
Signos meníngeos
55
> 4 horas < 4 horas Cambios recientes no
semana Disminución del nivel de
explicados tras historia
conciencia
Unilateral Unilateral clínica exhaustiva
Cefalea explosiva y/o
Localización alternante o estricta Bilateral Sin respuesta al tto
¿Cefalea relacionada con
bilateral Unilateral estricta
episódica ejercicio físico
previa?
Náuseas
Otros Vómitos Autonómicos No
síntomas Fotofobia ipsilaterales No
Sonofobia
Aura
Sí Precisa valoración Precisa valoración
especializada urgente hospitalaria
preferente para para completar
Cefalea completar diagnóstico diagnóstico
Migraña
tensional
Cefalea tensional
Migraña crónica diaria
crónica
14. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LAS CEFALEAS MÁS FRECUENTES
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Sensibilidad:
a) Primaria: táctil, vibratoria posicional, dolorosa y térmica.
b) Cortical: discriminación entre dos puntos, localización del tacto, estereoagnosia,
grafestesia y estimulación lateral simultánea.
2. Síntomas:
a) Fenómenos positivos: hormigueos, pinchazos, comezón, fulguración, cuchillada,
calambre, etc. Obedecen a génesis ectópica de ráfagas de impulsos en un lugar
con umbral disminuido de las vías sensitivas, tanto de las fibras sensitivas perifé-
ricas como centrales.
b) Fenómenos negativos: resultado de una pérdida de la función sensitiva con dis-
minución o ausencia de sensibilidad. Aparece entumecimiento con una distri-
bución determinada y hallazgos anormales en la exploración.
Los síntomas pueden ser positivos o negativos pero los signos sensitivos son fenó-
menos negativos.
3. Parestesia: sensación anormal sin estímulo aparente. Salvas anormales generadas
en uno o varios focos ectópicos.
4. Diagnóstico topográfico:
a) Sistema nervioso central: nivel medular, bulbar, cerebelo, subcortical y cortical.
b) Sistema nervioso periférico: neuropatías.
5. Las neuropatías se clasifican por:
a) Topografía lesional:
● Plexopatía.
● Radiculopatía: enfermedades degenerativas, metabólicas y vasculares, espina
bífida, traumatismos, tumores, infecciones e inflamaciones.
● Mononeuropatía: afectación de un único nervio periférico o craneal.
● Mononeuropatía múltiple: alteración de varios nervios individuales de forma
asincrónica y asimétrica.
● Polineuropatía: afectación simétrica, distal, sincrónica y difusa. Patrón típico
en guante o calcetín.
b) Síntomas predominantes: motora, sensitiva, sensitivo-motora y autonómica.
56
15. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LAS PARESTESIAS
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Demyer W. Técnica del examen neurológico. Editorial Panamericana; 1994. p. 372-408.
• Gimeno Álava A. Neurología básica. Ed Idepsa; 1995. p. 167-201.
• Guía de actuación en Atención Primaria. Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria; 1998.
p. 182-6.
• Harrison. Principios de Medicina Interna. 14.ª ed. Ed McGraw-Hill; 1998. p. 140-4; 2592-3.
57
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Diagnóstico
Topográfico
Pruebas complementarias
Sospecha Neuropatías periféricas
básicas de
Sistemático de sangre y orina, VSG, organicidad
proteinograma e
inmunoelectroforesis, vit. B12, ác.
fólico Plexopatías
Según sospecha Radiculopatías
HbAc, LUES, VIH, borrelia, PTH, Mononeuropatías múltiples
TSH, t3, t4, ANA, ANCA, factor Mononeuropatías
reumatoide, metales pesados en STC 1,2 y 3er dedo Tinel y Phalen
orina, crioglobulina, CK, porfirinas Canal cubital 4 y 5° dedo, mano en garra
en orina, tóxicos Parálisis radial dorso muñeca, mano péndula
Imagen Parálisis peronea pie caído, marcha en
Rx tórax, columna, TAC, RM estepaje
Otras Meralgia parestésica lateral muslo
punción lumbar, biopsia nerviosa,
electromiografía Polineuropatías
Adquiridas
Hereditarias
Tratamiento del
dolor neuropático Criterios de derivación
Sospecha de síndrome. Guillain-
Barré
Hipercalcemia
Primera elección Dosis Uremia
Antidepresivos tricíclicos 10-100 mg por la noche Patología vascular cerebral
(amitriptilina, nortriptilina, Fractura vertebral
imipramina, clomipramina) Esclerosis múltiple
Segunda elección Síndromes paraneoplásicos
Carbamazepina, 200-400 mg, 3-4 veces/día Tumores SNC
gabapentina, 300-800 mg, 3 veces/día Hernia discal
tramadol 50 mg, 3-4 veces/día Polineuritis del SIDA
Tercera elección Epilepsia
Mexiletina, 200-300 mg, 3 veces/día Sospecha de migraña acompañada
fenitoína, neosidantoína 300-400 mg por la noche Piramidalismo
Otras opciones Síntomas de evolución rápida
Crema de capsaicina 0,025%, 3-4 veces/día tópica Cuadros compresivos
SNC: sistema nervioso central; SIDA: síndrome de la inmunodeficiencia adquirida; VSG: velocidad de sedimentación
y glóbulos; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana; ANA: anticuerpos antinucleares; AUCA: anticuerpos
anticitoplasma de neutrófilo; PTH: hormona paratiroidea; TSH: hormona estimuladora del tiroides; TAC: tomografía
axial computerizada; RM: resonancia magnética.
58
16. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL TEMBLOR
IDEAS CLAVE
1. El temblor es un trastorno del movimiento y de la postura y, por tanto, depende de
alteraciones en los sistemas extrapiramidal y cerebeloso. La característica más
importante es su carácter rítmico.
No debe confundirse el temblor con otros movimientos anormales como tics, mio-
clonías, acatisia, corea, balismo, fasciculaciones, asterixis (flapping tremor).
2. Existe un temblor fisiológico que no puede apreciarse por inspección, pero que
puede exagerarse en situaciones normales (emoción, frío, fatiga muscular) o acom-
pañando a algunas condiciones patológicas como la hipoglucemia, el hiper-
tiroidismo, la ansiedad y la deprivación alcohólica.
Independientemente de la situación motora en que aparece o en que predomina, el
temblor patológico se atenúa o desaparece durante el sueño.
3. El temblor de reposo es el que aparece en situación de relajación muscular; el tem-
blor postural o de actitud es el que se desencadena por contracción isométrica de
determinado grupo muscular; el temblor intencional o cinético es el asociado a un
movimiento dirigido a un objeto específico.
La mayoría de los temblores suelen aparecer entre la sexta y séptima décadas de la
vida.
4. Para el paciente y la familia, la presencia de temblor suele provocar “miedo a la
enfermedad de Parkinson” o bien despreocupación, por creer que se trata de un
“fenómeno normal” por la edad o por la historia familiar.
El temblor es la forma de presentación inicial en el 70% de los pacientes con enferme-
dad de Parkinson. El diagnóstico de enfermedad de Parkinson requiere tener 2 de los
siguientes criterios: bradicinesia, rigidez y temblor de reposo. En el anciano, el temblor
esencial es 10 veces más frecuente que la enfermedad de Parkinson.
5. Los fármacos son causa frecuente de temblores. La mayor parte de ellos se resuelven
al suspender el medicamento implicado, aunque a veces se requieren meses.
Los fármacos son la causa más frecuente de parkinsonismo secundario. Los más fre-
cuentemente implicados son antipsicóticos y calcioantagonistas piperacínicos. El
parkinsonismo inducido por fármacos puede aparecer meses después de iniciado el
tratamiento.
6. En la anamnesis, por tanto, además de preguntar por el momento en que aparece o
predomina el temblor, debe preguntarse por el uso de fármacos, la historia familiar
de temblores y la existencia o no de síntomas de enfermedades asociadas (psiquiátri-
cas, endocrinas, hepáticas o neurológicas). También es muy importante valorar el
grado de incapacitación que ocasiona el temblor para decidir sobre su tratamiento.
59
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
7. Algunas maniobras que pueden ayudar al diagnóstico del temblor son: prueba
dedo-nariz (dismetría), observación de la marcha, provocación de reflejos postu-
rales, observación de la escritura y dibujo de una espiral.
8. El temblor esencial se presenta sin historia familiar en un 40%-50% de los casos.
Es lentamente progresivo, aunque rara vez causa incapacidad funcional (temblor
esencial grave o maligno).
Existen algunos temblores de clasificación difícil: temblor primario de la escritura,
temblor ortostático primario, temblor aislado de la voz, temblor aislado de la
mandíbula, etc., que algunos autores clasifican como temblores esenciales tipo II.
Se define otro grupo (tipo I) con los temblores esenciales asociados a signos neu-
rológicos que resultan insuficientes para definir una enfermedad neurológica
concreta.
9. El temblor esencial puede manejarse en Atención Primaria y tratarse con fárma-
cos si es molesto o incapacitante para el paciente. El fármaco de elección es el
propanolol (nivel de evidencia A) en dosis lentamente progresivas desde 10
mg/8-12 horas hasta 160-320 mg/día. Como alternativa se encuentran la pri-
midona o la gabapentina, aunque para ninguno existe evidencia consistente ni de
eficacia ni de mantenimiento del efecto a largo plazo.
10. El temblor postural asociado a enfermedad (en el algoritmo “temblor postural sin-
tomático o secundario”), puede ser diagnosticado en Atención Primaria y será
derivado a la especialidad médica correspondiente según se considere necesario.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Casabella Abril B, Ruiz Riera R, del Amo Monleón B. Temblor. En: “c@p sesiones clínicas”. Disponible
en: URL www.cap-semfyc.com/sesclin/sc0010/sc0010.htm [15 pantallas].
• García de Francisco A, García de Francisco S, Prieto Zancudo C. Parkinsonismo inducido por fármacos.
FMC. 2002;9(4):283-9.
• Roquer González J. Temblor. En: Martín Zurro, Cano Pérez, editores. Atención Primaria. Conceptos,
organización y práctica clínica. 4.ª ed. Madrid: Harcourt Brace; 1999. p. 1206-11.
• Urbano-Márquez A, Estruch Riba R. Temblor. En: Medicina Interna Farreras-Rozman. Generalidades.
13.º ed. Madrid: Harcourt Brace; 1995. p. 1376-8.
60
16. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL TEMBLOR
Temblor
¿Se observa
en reposo?
¿Toma Enfermedades
No Sí fármacos? del cerebelo
Sí Derivar a
Parkinsonismo Neurología
Enfermedad No
farmacológico
de Parkinson
¿Enfermedad
asociada?
Valorar retirada
No Sí
Temblor postural
sintomático o secundario
Temblor Temblor
fisiológico esencial
exagerado Enfermedad Enfermedad
episódico neurológica no neurológica
Parkinsonismo
Ansiedad
avanzado
Frío Hipertiroidismo
Neuropatía
Fatiga Atención Alcoholismo
periférica
muscular Primaria Deprivación
Deterioro congitivo
Emoción alcohólica
Depresión
Fármacos Enfermedad de
Focalidad
Wilson
neurológica
61
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson (EP) se hace por criterios clínicos que
son el temblor, la bradicinesia, la rigidez y la inestabilidad postural (han de estar
presentes al menos dos de los cuatro). Con estos criterios existe un 20%-25% de fal-
sos positivos. La presencia de dificultad para darse la vuelta en la cama, caminar
arrastrando los pies, micrografía, dificultad para levantarse de una silla y dificultad
para abrir un tarro, incrementan la probabilidad del diagnóstico de la EP. Nivel de
evidencia 3, grado de recomendación C.
2. Además hay otros síntomas menos frecuentes como el deterioro intelectual, la
depresión y la disfunción autonómica (estreñimiento, retención urinaria, etc.) y sig-
nos como las distonías segmentarias y la acatisia.
3. Los síndromes hipocinético-rígidos, también llamados parkinsonismos secundarios,
son indistinguibles hasta en un 25 % de la EP en estadios iniciales, y de ellos hasta
el 70% tienen causas farmacológicas (de ahí la importancia de descartarlas siem-
pre en primer lugar). Entre los fármacos parkinsonizantes más frecuentes se
encuentran: neurolépticos, litio, antidepresivos tricíclicos, metildopa, antiepilépticos,
antagonistas del calcio y etanol.
4. Tras la sospecha diagnóstica es imprescindible realizar una cuidadosa anamnesis y
exploración física acompañadas de una analítica completa incluyendo hormonas
tiroideas. Si el paciente tiene menos de 50 años se recomienda estudio de cerulo-
plasmina, cobre en orina de 24 horas y un examen de la córnea con lámpara de
hendidura para descartar la enfermedad de Wilson.
Derivar al neurólogo para confirmar el diagnóstico y valorar indicación de trata-
miento.
5. El tratamiento farmacológico pretende aportar la sustancia deficitaria (dopamina) y
disminuir la actividad colinérgica (que aumenta al disminuir la anterior). La elección
del fármaco depende de la edad, severidad y predominio sintomático y se realiza
mediante:
a) Levodopa: asociada a inhibidores de la dopa-decarboxilasa (levodopa/bense-
razida o levodopa/carbidopa) para evitar efectos secundarios dopaminérgicos
periféricos, indicado en pacientes con EP que padezcan compromiso funcional.
Con los años se pierden los efectos de la levodopa y puede aparecer resistencia
al tratamiento (a los 5 años de tratamiento dos tercios de los pacientes la pre-
sentan), situación que mejora con uso de dosis menores a intervalos más
frecuentes y/o adición de selegilina o agonistas dopaminérgicos.
62
17. TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Calvo E, Minué C, Zabala A. Tratamiento actual de la enfermedad de parkinson. FMC. 1995;303-13.
• Goutham R, et al. Does this patien have Parkinson disease? JAMA. 2003;347-53.
• Grupo de Estudio de los Trastornos del Movimiento Sociedad Española de Neurología. Enfermedad de
Parkinson: conceptos generales. Guías de práctica clínica en la enfermedad de Parkinson. Neurología.
1999;5-13.
• Kulisevsky J, Agular M, Calopa M, Marti MJ, Pascual BM. Enfermedad de Parkinson. Guías terapéuticas
de la Sociedad Catalana de neurología. Disponible en: www.scn.es/form/guiasterap/parkinson.htm.
• Moore AP, Clarke C. Enfermedad de Parkinson. En: BMJ publishing group. Barcelona: Evidencia clínica;
2004. p. 275-277.
• López del Val L.J. Tratamiento. Enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento.Continua
neurológica. 2004;21-37.
63
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Temblor
No Sí
Fisiológico ¿Fármacos?
Asintomático Suspensión Polineuropatía, aumentado
Enf. cerebral o (ansiedad,
cerebelosa hipertiroidismo,
Esclerosis múltiple beta-adrenérgicos,
Sí No Enf. Wilson abstinencia
alchohol, cafeína, Sí No
anfetaminas)
¿Secundario
a otra
enfermedad?
Parkinsonismo No Suspensión Temblor
farmacológico esencial
¿Qué
predomina? ¿Antecedentes familiares?
Sí
Síntomas Demencia
extrapiramidales
Sí No
Infecciones, TCE,
tumores cerebrales,
Sí No Sí No
enf. cerebrovasculares,
hipoparatiroidismo,
degeneración
hepatocerebral Parálisis Enf. Alzheimer, Enf. Wilson,
supranuclear Creutzfeld-Jakob, Neuroacantocitosis,
adquirida
progresiva Complejo Enf. Huntington,
Atrofia Parkinson- Enf., Hallevorden
multisistémica demencia-ELA Spatz
Parkinsonismo Idiopático
sintomático (enfermedad de Parkinson)
64
18. ALTERACIÓN DE LA AGUDEZA VISUAL
OFTALMOLOGÍA
18. ALTERACIÓN DE LA AGUDEZA VISUAL
Autores: C. Sanz Rodrigo y F. León Vázquez
IDEAS CLAVE
1. La agudeza visual es la capacidad de percibir como distintos dos puntos próximos,
esto es, la capacidad de percibir detalles.
2. Se puede confirmar la sensación subjetiva del paciente mediante los optotipos.
3. De la anamnesis obtenemos datos fundamentales:
a) Coexistencia de dolor y/u ojo rojo.
b) Afectación mono o bilateral.
c) Aparición brusca o progresiva.
d) Permanencia o desaparición de la pérdida de agudeza.
4. La pérdida de agudeza asociada a dolor nos orienta hacia el mismo diagnóstico
diferencial del ojo rojo, incluso antes de que el enrojecimiento se manifieste.
5. Las ametropías (miopía, hipermetropía, astigmatismo) son la causa más frecuente,
junto con las cataratas, de pérdida de agudeza visual de forma progresiva en adultos.
6. En las pérdidas progresivas de visión, el saber si son o no bilaterales ofrece escasa
ayuda para hacer el diagnóstico diferencial, ya que existen formas uni y bilatera-
les de todas las patologías descritas.
7. La pérdida brusca y permanente (más allá de 24 horas) de la agudeza visual suele
ser unilateral. Exige una revisión del fondo ojo para descartar patología de la retina
de origen vascular (oclusión de la arteria o de la vena centrales de la retina), no
vascular (desprendimiento) o neuritis óptica. También puede haber afectación vítrea
(hemorragia en diabéticos, enfermedad de Eales), o coroiditis.
8. Cuando la pérdida es brusca, permanente y unilateral es menos frecuente la pato-
logía ocular bilateral (como la neuritis óptica), y pensaremos en enfermedad de la
corteza cerebral occipital, donde reside la visión, o en casos de histeria o simula-
ción.
65
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Cilveti Puche A, Lapeira Andraca M. Alteración de la agudeza visual. En: Guía de Actuación en Atención
Primaria. 2.ª ed. Barcelona: Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria; 2002. p. 875-8.
• Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA). Neuropatías ópticas. Neuritis ópticas.
Diagnóstico diferencial de la disminución de visión. Valladolid: Universidad de Valladolid; 2000
[formato electrónico]. Disponible en: www.ioba.med.uva.es/pub/cb-of-12.pdf.
• Jiménez Parras R. Diagnóstico diferencial del ojo rojo y disminución de la visión. En: Andrés Domingo
ML, et al, editores. Pregrado de Oftalmología. Madrid: Luzán 5;1987.p.409-19.
• Vallelado Álvarez AI. Protocolo diagnóstico de la disminución de la agudeza visual. Medicine.
2000;8(24):1253-4. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.
fulltext?pident=14102.
66
18. ALTERACIÓN DE LA AGUDEZA VISUAL
Historia clínica y
exploración
Dolor No dolor
Pupila
Instauración
Progresiva
Brusca
Agujero
estenopeico
Transitoria Permanente
Opacidad No
medios opacidad
Segundos Minutos Menos de 1
Edema papila insuficiencia hora
vertebrobasilar Migraña Patología de: Glaucoma crónico
Córnea Retinopatía o
Cristalino maculopatía
(catarata, Neuritis óptica y
presbicia) otras patologías del
Vítreo nervio óptico
67
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. El dolor ocular abarca un amplio abanico de síntomas, desde el verdadero dolor
ocular a la sensación de cuerpo extraño. Las causas del dolor ocular son muy
numerosas y variadas (oculares, orbitarias y/o anejos y causas extraoculares o
dolor referido).
2. El dolor ocular verdadero puede estar localizado, pero generalmente se irradia a
órbita y región frontoparietal homolateral. Por otra parte, el dolor referido se pro-
duce por estructuras adyacentes cuya inervación sensitiva procede de la primera
rama del trigémino.
3. La dacriocistitis aguda es un cuadro local llamativo. Cursa con dolor, sobre todo
a la palpación, edema y eritema.
4. La celulitis orbitaria es un cuadro grave, de etiología infecciosa, generalmente
desde los senos paranasales. Cursa con dolor periocular que aumenta con los
movimientos y con el simple roce de la zona, exoftalmos, edema palpebral, que-
mosis conjuntival y alteración de la motilidad ocular y/o visión.
5. Los tumores y la patología vascular orbitaria son cuadros poco frecuentes pero de
gravedad considerable.
6. La cefalea refractiva, astenopia o fatiga ocular se manifiesta por punzadas oculares
y, a veces, dolor vago o difuso, irradiado a zona frontal y occipital. Se acompaña
de contracciones del orbicular, visión borrosa transitoria y congestión ocular. Es con-
secuencia de la fatiga del músculo ciliar para intentar compensar pequeñas
alteraciones refractivas y/o soportar un esfuerzo visual forzado y continuado.
7. En la neuritis óptica el dolor es profundo, unilateral y se intensifica con los movi-
mientos oculares. Hay una pérdida de visión que puede desarrollarse de forma
súbita.
8. La arteritis de la temporal cursa con cefalea, polimialgias, velocidad de sedimen-
tación globular muy elevada y a veces asocia una neuropatía óptica anterior que
produce disminución de la visión. Responde bien a los corticoides orales.
9. Cuando el dolor ocular se debe a patología del segmento anterior, asocia la trí-
ada sintomática de lagrimeo, fotofobia y blefaroespasmo. Cuando existe edema
corneal asocia visión borrosa.
10. El glaucoma agudo se manifiesta por dolor ocular intenso lancinante, pérdida de
visión, midriasis media arrefléxica, halos coloreados, hiperemia periquerática y
asocia sintomatología vegetativa.
68
19. DOLOR OCULAR
11. La uveítis anterior cursa con dolor ocular intenso pulsátil, miosis, fotofobia, lagri-
meo, inyección ciliar y visión borrosa. Se instaura progresivamente en horas.
12. Las lesiones corneales presentan dolor ocular intenso y blefaroespasmo, por ello,
para explorar a veces es necesario instilar previamente anestésico tópico, nunca
como tratamiento (retrasa la cicatrización). Pueden deberse a queratitis (que sue-
len afectar también a la conjuntiva: queratoconjuntivitis), cuerpo extraño o erosión
corneal.
13. El médico de familia debe derivar al oftalmólogo ante alguno de los signos de
alarma: dolor ocular intenso, disminución de la agudeza visual, anomalías pupi-
lares, alteración de transparencia de la córnea, diplopia o alteración de la
motilidad ocular y/o falta de respuesta al tratamiento en 48 horas de las siguien-
tes patologías: dacriocistis, conjuntivitis agudas, cuerpos extraños corneales y
conjuntivales, abrasiones corneales por traumatismos leves y queratoconjuntivitis
agudas.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Fontenla JR, Grau M, Martín C, Pita D. Dolor ocular agudo. Jano. 1998;55:44-58.
• Honrubia FM. Oftalmología General. Ebrolibro, 2001.
• Pastor Jimeno JC. Guiones de Oftalmología. McGraw-Hill; 1999.
• Val A. Dolor ocular sin ojo rojo. En: Guía de Actuación en Atención Primaria. 1.ª ed. semFYC. 1998. p. 724-5.
69
Exploración anejos Dolor ocular
Síndrome orbitario
(Inflamación periocular, alteración motilidad
Focal Difuso y/o proptosis)
No Sí
AB oral Calor seco Derivar a OFT
AINE oral ↓Agudeza visual ↓Agudeza visual
AB pomada
AB tópico No
Epiescleritis
No Sí
No
¿Asocia síntomas ORL? Pulsos temporales presentes Secreción
AINE tópicos
Sí
70
Tinción fluoresceína Conjuntivitis
Sí No Sí No
Sí
Sinusitis ¿Asocia lesiones Neuritis Arteritis – +
dermatológicas? óptica temporal Pupila Lesión corneal
Midriasis Miosis
Herpes zóster Cefaleas Infección AB tópico
1.a rama trigémino Migraña
Tensionales Glaucoma Uveítis Lentes C Retirar Extracción AB tópico
En racimos agudo
(lavado o + midriático
Refractiva Química Lavado torunda) + oclusión
Valorar afectación Neurológica +AB tópico
corneal Actínica Oclusión +oclusión
Aciclovir pomada
y oral Derivar a OFT Ojo seco Lágrimas
IDEAS CLAVE
1. El ojo rojo es un conjunto de entidades que cursan con enrojecimiento de la super-
ficie anterior del ojo, párpados, córnea, conjuntiva, epiesclera, esclera, iris y
cuerpo ciliar.
2. El ojo rojo es un elemento acompañante de múltiples afecciones oculares, por lo
que antes de adoptar una decisión conviene intentar un diagnóstico del proceso
causal.
3. El enrojecimiento puede deberse a la hiperemia de los diferentes plexos vascula-
res de la superficie anterior del ojo o a la colección de sangre en el espacio
subconjuntival que no sigue ningún entramado vascular característico.
4. Inyección conjuntival: afectación del plexo superficial, vasos móviles con ayuda de
torunda de algodón, la instilación de vasoconstrictores débiles produce blanqueo.
5. Inyección periquerática: afectación más profunda, vasos no móviles, no desapa-
rece con vasoconstrictores débiles.
6. Tinción corneal con fluoresceína: prueba diagnóstica para valorar alteraciones
corneo conjuntivales; colorante naranja que se presenta como verde fluorescente
con iluminación con luz azul cobalto, tiñe áreas erosionadas y denudadas del epi-
telio.
7. Se puede determinar de forma orientativa la presión intraocular (PIO) mediante
palpación bidigital del globo ocular bajo el reborde orbitario superior.
8. El dolor debe ser diferenciado de la sensación de cuerpo extraño y picor. La con-
juntivitis nunca duele.
9. La visión de halos, aunque a veces surge en la conjuntivitis, suele indicar presen-
cia de edema corneal, ya sea por patología propia de la cornea o secundaria a
un aumento de la PIO por glaucoma agudo.
10. La mayoría de las cojuntivitis bacterianas están producidas por Staphylococcus
aureus y que responden bien al tratamiento farmacológico habitual.
11. Nunca en un ojo rojo aplicar anestésicos tópicos, prescribir corticoides tópicos de
forma continuada, y si se sospecha glaucoma, no dar atropina ni colirios antico-
linérgicos.
12. Derivar al oftalmólogo ante: pérdida de agudeza visual, dolor ocular, inyección
periquerática, pupilas de tamaño y reactividad anormales, alteraciones cornea-
les, hipertonía del globo ocular.
13. El médico de familia puede tratar, si existe seguridad en el diagnóstico, blefaritis,
orzuelos, conjuntivitis alérgica, conjuntivitis bacteriana aguda y viral (estas últimas
71
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Douglas RC , Benjamín CH. The Wills Eye Manual: Office on Emergency Room Diagnosis and Treatment
of Eye Diseases. 2.ª ed.: R. Lippicott Company; 1994.
• Fernández-Vega L, Villacampa T. Patología inflamatoria del segmento anterior del ojo y de los anejos
oculares. Oftalmología: monografías para la formación. Luzán; 1993. p. 7-32.
• Kansky JJ. Conjuntiva. En: Oftalmología Clínica. Barcelona: Doyma; 1992. p. 48-65.
• Teus M. Ojo Rojo. En: Teus M. Manual básico de Oftalmología para la Atención Primaria; 1996. p. 1-53.
72
Hiperemia ocular
Hiperemia Hiperemia
conjuntival periquerática
73
inflamación normales hiporreactiva
palpebral
OTORRINOLARINGOLOGÍA
21. ACÚFENOS
Autores: C. de Miguel Sánchez y A. López Romero
IDEAS CLAVE
1. Afecta a un 10%-17% de la población adulta, sobre todo entre 50 y 70 años de
edad, sin diferencias por sexos.
2. Su fisiopatología no está aclarada, aunque se piensa que están implicadas varias
áreas del sistema nervioso central y periférico, lo que explicaría la distinta percep-
ción del síntoma y la débil respuesta a los diferentes tratamientos.
3. Los acúfenos subjetivos (sólo percibidos por el paciente) y no pulsátiles (no coinci-
dentes con el latido cardíaco, ni con la respiración) son los más frecuentes, y más
que de diagnóstico diferencial hay que hablar de asociaciones etiológicas.
4. Un 90% de los pacientes que presentan acúfenos subjetivos tienen problemas oto-
lógicos; alteraciones del oído externo: cerumen, otitis externa, osteoma; alteraciones
del oído medio: otitis media, otoesclerosis, perforación timpánica; alteraciones del
oído interno: síndrome de Ménière, presbiacusia, trauma acústico, barotrauma;
alteraciones en el conducto auditivo interno: neurinoma del acústico. Un 33% refie-
ren patología vascular: sordera brusca o apoplejía laberíntica, hipertensión arterial,
vasculitis o aterosclerosis. Un 10% se asocian al consumo de fármacos: antiin-
flamatorios no esteroideos, principalmente ácido acetilsalicílico, ibuprofeno y
naproxeno, antibióticos (aminoglucósidos, eritromicina, doxiciclina y minociclina),
furosemida y agentes tópicos otológicos (antisépticos, antibióticos y antiinflamato-
rios). Un 5%-10% presentan patología neurológica: traumatismo craneoencefálico,
esclerosis múltiple, jaqueca con aura auditiva, meningitis o crisis del lóbulo tempo-
ral.
5. También pueden ser debidos a problemas dentales, trastornos de la articulación
temporomandibular, factores metabólicos (hiper-hipotiroidismo, hiperlipidemia,
diabetes mellitus, déficit de vitamina B12 y zinc), ansiedad y depresión. No obstante,
los más frecuentes son por exposición al ruido y por presbiacusia.
La anamnesis se centrará en los antecedentes personales y familiares de interés
según el diagnóstico diferencial.
6. La exploración física se dirigirá hacia el área ORL, cuello, exploración cardíaca,
neurológica y fondo de ojo.
La mayoría de los pacientes con tinnitus presentan además hipoacusia.
Las quejas son proporcionales a los síntomas psicológicos y no a la intensidad del
sonido.
El tinnitus unilateral justifica un estudio riguroso para excluir el neurinoma del acús-
tico.
74
21. ACÚFENOS
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
75
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Acúfenos
Anamnesis
Exploración física
Otoscopia Otoscopia
patológica normal
Derivación si:
Acúfenos objetivos o pulsátiles
Hipoacusia de conducción sin causa evidente
Hipoacusia neurosensorial o mixta
Exploración neurológica patológica
Acúfenos persistentes de causa desconocida
AINE: antiinflamatorio no esteroideo; AAS: ácido acetilsalicílico; TSH: hormona estimulante del tiroides.
76
22. HIPOACUSIA
22. HIPOACUSIA
IDEAS CLAVE
1. Entre un 25%-40% de la población mayor de 65 años tiene un déficit de audición,
esta prevalencia aumenta hasta el 80% en mayores de 85 años.
2. La hipoacusia del adulto es causa de discapacidad crónica. En el anciano se
asocia con aumento de morbilidad (depresión, disminución de la capacidad
funcional y aislamiento social), siendo en la actualidad infradiagnosticada e infra-
tratada.
3. El médico de Atención Primaria debe ser el primero en detectar esta alteración,
pudiendo tratar algunas de sus causas, y realizar una derivación precoz para las
restantes.
4. Anamnesis, otoscopia y acumetría (diapasón) son los elementos diagnósticos con
los que cuenta el médico de Atención Primaria.
5. La acumetría permite sospechar si se trata de una hipoacusia de transmisión o
conducción (Rinne negativo y Weber lateralizado hacia el oído patológico), o una
hipoacusia de percepción o neurosensorial (Rinne positivo y Weber lateralizado
hacia el oído sano).
6. Dentro de los problemas frecuentes y abordables en Atención Primaria se encuen-
tra la otitis externa. En pacientes diabéticos e inmunodeprimidos habrá que
descartar otitis externa maligna.
7. Precisan derivación a Atención Especializada para completar estudio y/o trata-
miento aquellos pacientes con: hipoacusia y otoscopia normal, hipoacusia
postraumática, perforación timpánica y mala respuesta al tratamiento.
8. Se derivará para valoración urgente por otorrinolaringólogo toda hipoacusia
neurosensorial unilateral súbita, y aquellas causadas por ototóxicos.
9. El interrogatorio sobre dificultades en la audición a pacientes ancianos dentro del
programa de actividades preventivas puede detectar pérdidas significativas de la
misma (sensibilidad: 83%-90%, especificidad: 71%-75%, nivel de evidencia III).
10. La utilización de audioscopio (combinación de otoscopio y audiómetro simplifi-
cado) mejoraría la sensibilidad (87%-96%) y especificidad (70%-90%) de la dete-
ción con nivel de evidencia III, grado de recomendación B.
11. Dentro de las medidas de prevención de la hipoacusia, el fomento y desarrollo de
los Programas de Protección de la Audición y Control del Ruido presentan un
grado de recomendación A y nivel de evidencia II-2.
12. En la actualidad se están valorando distintos métodos de screening para esta patolo-
gía: “The screening for Auditory Impairment which Hearing Aids Test Trial: Wispered
Voice Test y Hearing handicap Inventory for the Elderly-Screening (HHIE-S)”.
77
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Yueh B, Shapiro N, MacLean CH, Shekelle PG. Screening and management of adult hearing loss in
primary care: scientific review. JAMA. 2003;289:1976-85.
• Patterson C. Prevention of hearing imparment and disability in the elderly. Canadian Task Force on
Preventive Health Care. 2003.
• Bogardus ST, Yueh B, Shekelle PG. Screening and management of adult hearing loss in primary care:
clinical applications. JAMA. 2003;289: 1986-990.
• Thomassin JM, Paris J. Stratégie diagnostique devant une surdité de l’adulte. Encycl Méd Chir, Oto-rhino-
laryngologie 2002;20-181-A-10:6p.
78
22. HIPOACUSIA
Patológica
Alteración en OE Alteración en OM
Cerumen Tumores
Hipoacusia Anamnesis Cuerpo Malformaciones
del adulto Otoscopia extraño
Tratamiento
en Atención
Primaria
Mejoría No mejoría
EpS Derivar a
Atención
Especializada
Hipoacusia de Hipoacusia de
transmisión percepción
Acumetría
(diapasón)
Normal
OE: oído externo; OM: oído medio; CAE: conducto auditivo externo; OMA: otitis media aguda; OS: otitis
seromucosa; OMC: otitis media crónica; EpS: educación para la salud.
79
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
23. OTALGIA
IDEAS CLAVE
1. Importante: ante clínica de otalgia, primero realizaremos la palpación preauricular
en el trago. Si es dolorosa (signo de trago +), sugiere patología del conducto audi-
tivo externo. Si además la otoscopia es imposible, por el estenosamiento del
conducto o por el dolor que produce al paciente, diagnosticamos otitis externa
aguda. En este caso no es fundamental la visualización del tímpano. El tratamiento
antibiótico es tópico, a no ser que sospechemos otitis externa maligna.
2. Sospechar otitis externa maligna en inmunodeprimidos, ancianos, diabéticos.
3. De rutina palpar la región retroauricular: mastoides. Si está inflamada, dolorosa a
la palpación y/o se borra el pliegue cutáneo del pabellón con la piel, de la región
mastoidea (mastoidismo positivo), debemos derivar al paciente a Urgencias para
descartar mastoiditis aguda.
4. Otalgia referida: supone aproximadamente el 50% de los casos. A considerar:
a) Neuralgias: pares craneales implicados V, VII, IX y X.
b) Patología cervical.
c) Patología dentaria.
d) Disfunción de la articulación temporomandibular: dolor en la masticación.
e) Faringoamigdalitis.
f) Parotiditis, sialoadenitis.
g) Enfermedad de la mucosa oral.
h) Tumores de la esfera de Otorrinolaringología. Descartar cáncer de cavum en oti-
tis media secretora del adulto.
5. Derivar con carácter urgente ante sospecha de complicaciones de otitis media
aguda: mastoiditis, meningitis, tromboflebitis del seno lateral, abscesos, etc.
6. Pautar antibioterapia en otitis media aguda en niños pequeños (menores de 2 años)
y si en 72 horas no mejora el proceso valorar cambio del antibiótico o realizar tim-
panocentesis.
7. La otitis media aguda que supura espontáneamente suele suponer el comienzo de
la mejoría. La perforación timpánica espontánea cicatriza en pocas semanas, pau-
tar antibiótico tópico no ototóxico y valorar el tímpano a las 3-4 semanas. Si
persiste la perforación, derivar al ORL con carácter normal.
8. En los casos donde se precise analgésicos hay que valorar pautar antiinflamatorios
no esteroideos, si no existen contraindicaciones.
80
23. OTALGIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Estopa Dueso J. Dolor de oído y otorrea. En: Espinás Boquet J, et al, editores. Guía de Actuación en Atención
Primaria. Barcelona: EdiDE; 2002. p. 125-30.
• González Saavedra I. Otalgia. FMC. 1998;5 Supl 9:45-54.
• Llor C, et al. Terapéutica de las infecciones de las vías aéreas altas. En: Guía semFYC. Recomendaciones
en el uso de antimicrobianos en Atención Primaria. Barcelona: EdiDe; 2001. p. 9-30.
• Molina Blanco A, López Amado M. Otitis y otalgias en Atención Primaria. En: López Amado M, et al,
editores. Diagnóstico y tratamiento de la patología ORL en Atención Primaria. Barcelona: Masson; 2000.
p. 15-30.
81
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Otalgia
Otoscopia No
alterada Otalgia referida
Sí
CAE Tímpano
alterado alterado
Miringitis OMA
OMA bullosa secretora
82
24. RINITIS
24. RINITIS
IDEAS CLAVE
1. Rinitis infecciosa: aguda inespecífica o coriza común/rinitis crónicas específicas
(diftérica, sifilítica, tuberculosa).
2. Rinitis colinérgica o vasomotora: etiología inespecífica/obstrucción nasal alter-
nante, estornudos ocasionales y en salvas, prurito intenso en crisis, rinorrea profusa
y gran influencia de factores ambientales/tratamiento: corticoides tópicos.
3. Rinitis farmacológica: aspirina, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), anticon-
ceptivos orales, vasoconstrictores nasales.
4. Rinitis hormonal: ciclo menstrual, pubertad, embarazo, hipotiroidismo, acrome-
galia.
5. Rinitis crónica inespecífica:
a) Rinitis crónica simple: presencia de factores favorecedores de la infección que
mantienen la inflamación constante de la mucosa: anatómicos (desviaciones sep-
tales, hipertrofia adenoidea), físico-químicos (humos, tabaco, drogas inhaladas,
sequedad ambiental, exposición continuada al frío), medicamentosos (vasocons-
trictores nasales).
Clínica: obstrucción nasal alternante que evoluciona a constante y bilateral, rino-
rrea espesa. A veces, anosmia, rinolalia, cefalea y faringitis.
Tratamiento: corrección de factores predisponentes/lavados nasales con suero
salino/antihistamínicos y/o mucolíticos/vasoconstrictores tópicos durante cortos
períodos de tiempo.
b) Rinitis crónica hipertrófica: evolución de la forma simple. Mala respuesta a tra-
tamiento. En ocasiones cirugía otorrinolaringológica.
83
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Clement P. Allergic and non-allergic rhinitis.Clinical aspects. WB Saunders; 1993. p. 58-65.
• International consensus report on diagnosis and management of rhinitis. International rhinitis
management group. Allergy. 1994;49 Suppl 19:1-34.
• Rodríguez Mosquera M. Rinitis alérgica. Inf Ter Sist Nac Salud. 2000; 24:1-8.
• Urbal KR. Overview of diagnosis and management of allergic rhinitis. Prim Care. 1998;25(3): 649-62.
84
24. RINITIS
Causa en mucosa
¿Estornudos en salvas?
No Rinitis no
¿Prurito y rinorrea acuosa?
alérgica
¿Tos recurrente?
Sí
Sí
Infecciosa
Tratamiento Colinérgica
Rinitis intrínseca
Por fármacos
Por alimentos
Hormonal
Tratamiento Crónica
Tratamiento
{
Control ambiental (siempre) Antihistamínicos/corticoides tópicos
Tto. profiláctico y/o sintomático Descongestionantes tópicos
Anticolinérgicos tópicos
Etiológico
ORL: Otorrinolaringología.
85
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
25. VÉRTIGO
IDEAS CLAVE
1. Definición de vértigo: ilusión de movimiento, normalmente rotatorio, del paciente o
de los objetos que le rodean.
2. Es imprescindible realizar en todos los casos una buena anamnesis y exploración
física, que incluya otoscopia, valoración del nistagmo y examen neurológico com-
pleto si se quiere realizar una adecuada orientación diagnóstica.
3. La presencia de inestabilidad importante, nistagmo que cambia de dirección y
manifestaciones vegetativas leves orientan al diagnóstico de vértigo de origen cen-
tral, mientras que una inestabilidad moderada, nistagmo unidireccional con o sin
componente rotatorio e importantes manifestaciones vegetativas son más caracte-
rísticas del vértigo de origen vestibular o periférico.
4. En Atención Primaria las causas más frecuentes son el vértigo paroxístico posicio-
nal benigno (VPPB), la neuronitis vestibular y la enfermedad de Ménière, aunque
siempre han de ser tenidas en cuenta causas de origen vascular y neurológico (Nivel
de evidencia 1b).
5. Los agentes tóxicos que pueden afectar con frecuencia al sistema vestibular incluyen
el alcohol y fármacos como aminoglucósidos, salicilatos, furosemida y cisplatino.
6. La maniobra de Dix-Hallpike explora la presencia de nistagmo posicional. Su valor
predictivo positivo es del 83% y su valor predictivo negativo del 52% para el diag-
nóstico de VPPB (Nivel de evidencia 1b). Se considera nistagmo posicional típico al
que aparece tras unos segundos de latencia, dura entre 2 y 30 segundos, y va ago-
tándose en sucesivos intentos.
7. La maniobra de Epley para VPPB es un tratamiento seguro y efectivo aunque sólo
dos ensayos controlados y con escaso tiempo de seguimiento sustentan esta conclu-
sión (Grado de recomendación A. Nivel de evidencia 1a). Las contraindicaciones
de la maniobra de Epley son: cardiopatía inestable, estenosis carotídea severa y
cervicopatía importante.
8. En general el tratamiento farmacológico sintomático de episodios agudos de vértigo
no debe ser superior a 3 días ya que períodos más prolongados suprimen el feed-
back para el desarrollo de mecanismos de compensación y pueden reducir la
efectividad de la rehabilitación vestibular. Diversos estudios apoyan la utilización de
sulpiride como tratamiento de elección para episodios agudos de vértigo de cual-
quier etiología (Grado de recomendación A.1a).
9. No hay suficiente evidencia sobre la efectividad de la betahistina para reducir la
frecuencia y severidad de los ataques en el tratamiento de la enfermedad de
Ménière. (Grado de recomendación D. Nivel de evidencia 5).
86
25. VÉRTIGO
10. Tanto el VPPB como la neuronitis vestibular son diagnósticos clínicos, por lo que
es necesario descartar otras patologías. Ante una evolución tórpida o atípica de
los mismos habrá que descartar causas vasculares, que se presentan hasta en un
25% de los casos con vértigo como síntoma aislado.
11. En caso de vértigo con afectación auditiva habría que pensar en las siguientes
posibilidades: laberintitis bacteriana (cuadro febril; derivación urgente para valo-
ración otorrinolaringológica [ORL], Ramsay-Hunt (zóster que afecta a VIII par
junto con otros pares vecinos; lesiones herpéticas en pabellón auditivo; valorar
derivación a ORL para tratamiento con antiherpéticos y corticoides), ictus del VIII
par (poco frecuente; valorar si hay factores de riesgo cardiovascular), afectación
tóxica del VIII par (aminoglucósidos, ácido acetilsalicílico, etc.; retirar tóxicos,
observación), laberintitis serosa (concomitante con viriasis respiratoria; trata-
miento sintomático, observación), Ménière (crisis de repetición, con sensación de
plenitud auditiva; a descartar neurinoma del acústico; derivación a ORL) y neuri-
noma del acústico u otros tumores del ángulo pontocerebeloso (derivación a ORL/
neurología en caso de sospecha, o de haber descartado las demás causas).
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Hanley K, O’Dowd T., Symptoms of vertigo in general practice: a prospective study of diagnosis. Br J Gen
Pract. 2002; 52: 809-12.
• Hilton M, Pinder D. The Epley (canalith repositioning) manoeuvre for benign paroxysmal positional
vertigo (Cochrane Review). Oxford. The Cochrane Library; 2002. Issue 4.
• James AL, Burton MJ. Betahistine for Meniere’s disease or síndrome (Cochrane Review). Oxford. The
Cochrane Library; 2002. Issue 4.
• Hanley K, O’Dowd T, Considine N. A systematic review of vertigo in primary care. Br J Gen Pract. 2001;
51: 666-71.
87
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Vértigo
Sí Posible patología
¿TCE reciente no valorado?
neurológica central:
No Isquemia de territorio
vertebrobasilar (ACVA-AIT),
No ¿Síntomas y Sí traumática, complicación
¿Curso tumoral (neurinoma del VIII
signos de
paroxístico focalidad par, cerebelo), epilepsia,
Vértigo Sí No
por cambios ¿Afectación neurológica? esclerosis múltiple
posicional
posicionales, auditiva?
paroxístico
asintomático Sí
en reposo? Afectación laberíntica o del VIII par
No
No
¿Duración < 1 hora? ¿Factores de riesgo cardiovascular?
Sí No
Sí
Probable Sí
Tratamiento fístula ¿Antecendente
sintomático perinlinfática de TCE,
¿Asociación con cefalea Sí Migraña barotrauma,
migrañosa? basilar Sí cirugía
Derivación otológica o
¿Conocida? ORL colesteatoma?
No No
No
Sí
Epilepsica ¿Conocida? No
Derivación ¿Antecendente
¿Con crisis Sí de esclerosis
comicial? Sí para valoración
neurológica múltiple o
Tratamiento ¿Desencade- No
urgente vasculitis?
nante claro?
No No
Sí
¿Criterios Sí Trastorno Sí
DSM-IV? Neuritis ¿Tóxicos?
de pánico Corrección
tóxica
No
No
Atípico Probable
AIT, migraña sin dolor o epilepsia NEURONITIS
Suspender
observación VESTIBULAR
¿Maniobra Dix-Hallpike?
Típico
Tratamiento sintomático
Probable
Derivación
VÉRTIGO Respuesta a Negativa Seguimiento.
para
POSICIONAL maniobras Sí Valorar VSG
valoración ¿Mejoría
PAROXÍSTICO liberadoras y serología
ORL 48 h?
BENIGNO lúes
No
Positiva
Reevaluación. Derivación para
Seguimiento valoración neurológica urgente
(descartar infarto cerebeloso)
TCE: traumatismo craneoencefálico; ACVA: accidente cerebrovascular agudo; AIT: accidente isquémico transitorio;
ORL: otorrinolaringología; VSG: velocidad de sedimentación globular.
88
26. ACTITUD ANTE EL ESTREÑIMIENTO
GASTROENTEROLOGÍA
26. ACTITUD ANTE EL ESTREÑIMIENTO
Autor: J. R. Bordallo Huidobro
IDEAS CLAVE
1. El 26% de los varones y el 34% de las mujeres mayores de 65 años padecen de
estreñimiento y al menos el 75% de los pacientes ingresados en residencias geriá-
tricas u hospitalizados.
2. Se considera la existencia de estreñimiento funcional cuando al menos existen dos
de los siguientes síntomas durante por lo menos un año sin toma alguna de laxan-
tes:
a) Sensación de esfuerzo considerable en al menos el 25% de las ocasiones.
b) Heces duras en al menos el 25% de las ocasiones.
c) Sensación de evacuación incompleta en al menos el 25% de las ocasiones.
d) Menos de dos movimientos intestinales a la semana.
3. Conviene destacar como preguntas clave: duración del proceso, hábitos higiénicos-
dietéticos, presencia de dolor abdominal, sangre o estrechamiento de las heces,
síntomas constitucionales y toma de medicación. La exploración física debe ser
completa e incluir el tacto rectal. En la analítica general puede ser aconsejable la
realización de sangre elemental, calcio, potasio, glucosa, creatinina y hormona esti-
mulante del tiroides (TSH).
4. Entre las causas de estreñimiento de tipo general se encuentran: diabetes, hipercal-
cemia, hipotiroidismo, enfermedad de Parkinson, accidentes cerebrovasculares
agudos (ACVA), depresión, etc. Sin embargo, la mayoría de los casos de estreñi-
miento de larga evolución son debidos a trastornos funcionales de la motilidad y al
uso de medicamentos astringentes.
5. Los medicamentos más a tener en cuenta son: analgésicos opioides, antiinflamato-
rios, antiácidos con calcio o aluminio, hierro, antidepresivos tricíclicos, litio,
sedantes, bloqueantes del calcio (especialmente verapamil), diuréticos y pseudoefe-
drina.
6. Causas de estreñimiento local pueden ser: fisuras, hemorroides trombosadas, rec-
tocele, estenosis y tumores.
7. La rectosigmoidoscopia debería ser realizada a todo paciente con estreñimiento
reciente sin una causa obvia. Incluso si se identifica un proceso benigno, el colon
debe ser examinado porque un cambio en los hábitos de la deposición puede ser
causado por una neoplasia oculta.
89
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Hert M, Huseboe J. Management of constipation. National Guideline Clearinghouse. Disponible en:
www.guidelines.gov.
• Leal JC, Castaños R, Saavedra P, et al. A06 laxantes. Medimecum: Guía de Terapia Farmacológica;
2002. p. 64-71.
• Locke GR, Pemberton JH, Philips SF. American Gastroenterological association medical position
estatement: guidelines on constipation. Gastroenterology. 2000;119 (6):1761-6.
• Schaefer DC, Lawrence JC. Constipation in the Elderly. American Family Physician, 1998. Disponible en:
www.aarp/98091/sap/schaefer.num.
90
26. ACTITUD ANTE EL ESTREÑIMIENTO
Sí
Sí Sí No Sí
Incrementar ¿Padece de
ejercicio Retirarlos Iniciar tratamiento
trastornos
y usar o cambiarlos específico
anorrectales?
antidepresivos no
astringentes
(p. ej. ISRS)
No Sí Realizar
tratamiento local
91
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Se define diarrea crónica como aquella que dura más de 4 semanas con aumento
en la frecuencia (más de 3 veces al día) y cambio en la consistencia (más de 200
g al día).
2. Las causas más frecuentes en Atención Primaria son: consumo de fármacos
(laxantes, etc.) y otras sustancias, factores dietéticos, infecciones, enfermedad
inflamatoria intestinal, carcinoma de colon y especialmente el síndrome del colon
irritable.
3. En la historia clínica hay que reseñar viajes exóticos, dieta, fármacos, hábitos
sexuales, antecedentes de endocrinopatías y estado emocional del paciente.
4. Para el diagnóstico etiológico es importante diferenciar entre los procesos de loca-
lización colónica y los situados en el intestino delgado.
5. En la diarrea cuyo origen es el intestino delgado, a diferencia de la de origen
colónico, las heces son de gran volumen, color claro, con mal olor y pueden apa-
recer partículas de alimento o gotas de grasa.
6. Una diarrea de instauración brusca, continua, de preferencia nocturna, con pér-
dida de peso y elevación de la velocidad de sedimentación globular es sugestiva
de organicidad,
7. Las pruebas diagnósticas se solicitarán según sospecha etiológica y origen de la
diarrea (intestino delgado o grueso).
8. El tratamiento de base consiste en la corrección del desequilibrio hidroelectrolítico
y déficit nutricional si existiese.
9. Los ensayos terapéuticos son una buena opción cuando existe un alto grado de
sospecha sobre la etiología, pero es difícil confirmarla.
10. La loperamida, difenoxilato y la codeína no deben utilizarse en diarreas infeccio-
sas, colitis ulcerosa, diarreas secundarias a antibioterapia, niños menores de 2
años y embarazadas.
92
27. DIARREA CRÓNICA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• AGA Govening Borrad. American Gastroenterological Association medical position statement: Guidelines
for the evaluation and management of chronic diarrea. Gastroenterology. 1999;116:1461-3.
• Cano Martínez S. Diarrea crónica [en línea] [8-1-2002] Disponible en: www.fisterra.com/guias2/
diarrea.htm.
• Fine KD, Schiller LR. AGA technical review on the evaluation and management of chronic diarrhea.
Gastroenterology. 1999;116:1464-86.
• Miguel Calvo I, García Paredes J. Diarrea crónica. En: Herrerías Gutiérrez JM, Amador Romero FJ,
editores. Gastroenterología y Hepatología. 1.ª ed. Madrid: Aula Médica SL; 2002. p. 175-86.
93
Diarrea crónica
Origen de la diarrea
Anamnesis
Exploración física
Intestino delgado Intestino grueso
Hemograma
Bioquímica
VSG
Tránsito Enema opaco y/o
Análisis de heces
gastrointestinal colonoscopia +/-
biopsia
+ -
No
Sospecha etiológica
Endoscopia D-Xilosa +/- Normal
Sí + biopsia grasa en heces
No Sí
94
Ca. Colon o Abuso de Hipertiroidismo Viaje a No
Déficit
sangre en laxantes de zona Diagnóstico Colon
heces otros lactasa endémica Normal Normal irritable
fármacos o
sustancias Sí No
Sí
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Enteropatía
difusa
Prueba de TAC, ECO,
Colonoscopia, Suprimir Determinar Dieta Coprocultivo
Schilling PFP
enema fármacos o hormonas Libre de
opaco sustancias tiroideas lactosa,
prueba de
H2 de
aliento
Sobrecrecimiento Patología biliar o
bacteriano pancreática
Prueba de H2: prueba de hidrógeno en aliento; TAC: tomografía axial computarizada; PFP:
pruebas de función pancreática; ECO: ecografía; VSG: velocidad de sedimentación globular.
28. DOLOR ABDOMINAL AGUDO
IDEAS CLAVE
1. El dolor abdominal agudo puede ser debido a entidades simples relativamente tri-
viales o a enfermedades graves que precisan una actuación urgente.
2. Si un paciente con dolor abdominal agudo presenta inestabilidad hemodinámica
se debe tratar de estabilizar y derivar a un hospital de forma urgente.
3. No se debe administrar analgesia a un dolor abdominal hasta aclarar el origen
del cuadro.
4. La sospecha clínica y la exploración son la base del diagnóstico del abdomen
agudo.
5. Los signos exploratorios abdominales de irritación peritoneal son los que tienen
mayor sensibilidad y valor predictivo positivo en el diagnóstico de abdomen
agudo.
6. La exploración pélvica y rectal cuidadosa es imprescindible en todo dolor abdo-
minal.
7. Varios procesos extra-abdominales pueden presentarse clínicamente como dolor
abdominal referido.
8. El dolor abdominal visceral (origen en vísceras abdominales o torácicas) es sordo
y mal localizado.
9. El dolor abdominal parietal (origen en peritoneo) suele ser agudo, intenso y bien
localizado, se agrava con la tos, los movimientos, la palpación y obliga al
enfermo a la quietud. Produce contractura refleja de la musculatura abdominal en
la zona afecta.
10. Ante un dolor en epigastrio en paciente con enfermedad coronaria previa o con
sospecha clínica debe realizarse un electrocardiograma para descartar patología
coronaria.
11. Las enfermedades metabólicas producen un dolor abdominal que puede simular
cualquier otro proceso de origen intraabdominal.
12. Una mujer embarazada con dolor abdominal debe ser valorada por un ginecó-
logo.
13. Si existe sospecha de embarazo en una mujer con dolor abdominal agudo debe
ser derivada a urgencias si no se puede confirmar la gestación en Atención
Primaria.
14. La clínica y las alteraciones analíticas en un abdomen agudo quedan establecidas
unas 6 horas después del comienzo del cuadro.
95
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Álvarez Sánchez JA, Fernández Lobato R, Marín Lucas J, Gil López JM, Moreno Azcoita M. Validez
diagnóstica de los signos y síntomas que definen el diagnóstico de apendicitis aguda. Gastroenterol
Hepatol. 1997; 20(1):11-6.
• Clinical policy: critical issues for the initial evaluation and management of patients presenting with a chief
complaint of nontraumatic acute abdominal pain. Ann Emerg Med. 2000;3 (4):406-15.
• Pujol Farriols R, Vilar Puig L. Patología digestiva. En: Atención Primaria. Conceptos, organización y
práctica clínica. 4.ª ed. Harcourt-Brace; 1999. p. 1271-4.
• Silen W. Abdominal pain. En: Harrison’s Principles of Internal Medicine. 15th ed. New York: Mc Graw-Hill;
2001. p. 67-70.
96
28. DOLOR ABDOMINAL AGUDO
Dolor abdominal
agudo
Estabilidad
hemodinámica
Sí
No
Anamnesis
Examen físico
Medidas de
soporte
Sí Irritación
peritoneal
Abdomen No
agudo
Gestación
Sí
No
Confirmada
o sospecha
Hemiabdomen
Sí superior
No
ECG
Diagnóstico
etiológico
No
Isquemia Normal
Sí
Criterios Observación
de ingreso sin
analgesia
No
Sí
Tratamiento
médico
Irritación
peritoneal
Derivación
hospitalaria
Resolución
Dolor
abdominal a
filiar
ECG: electrocardiograma.
97
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
29. EPIGASTRALGIA
IDEAS CLAVE
1. Aunque la mayor parte de los pacientes con dolor epigástrico tiene patología de
origen digestivo, hay que pensar siempre en otras posibilidades (cardiopatía
isquémica, dolor osteomuscular, neuralgia, etc.).
2. En pacientes con dispepsia, menores de 55 años y sin signos de alarma (pérdida
de peso, masa palpable, vómitos, hemorragia digestiva, disfagia) no es necesa-
ria la realización de una endoscopia en principio (B*).
3. El tratamiento con inhibidores de la bomba de protones (IBP) es eficaz en la
mejora de los síntomas de la dispepsia (A*). No hay estudios concluyentes que
muestren que los IBP son más eficaces que los anti- H2 (B*). El tratamiento sinto-
mático es la medida más coste-efectiva en pacientes con dispepsia (B*).
4. A los pacientes con dispepsia y uno o más signos de alarma se les debe hacer
una endoscopia (B*).
5. La endoscopia es la prueba de elección en la exploración del tracto digestivo
superior y la de más rendimiento diagnóstico (B*). Una endoscopia con resultado
negativo nos permite diagnosticar una dispepsia funcional (A*).
6. Todos los pacientes con úlcera duodenal, y los que tengan úlcera gástrica e infec-
ción demostrada por Helicobacter pylori, deben recibir tratamiento erradicador
(A*).
7. La prueba no invasiva de elección para detectar infección por H. pylori es la
prueba de urea C13 (B*).
8. El tratamiento erradicador de primera línea debe hacerse con amoxicilina (metro-
nidazol en caso de alergias), claritromicina e IBP durante 7 días. El tratamiento
de segunda línea se debe hacer con subcitrato de bismuto, metronidazol, tetraci-
clinas e IBP durante 7 días (B*).
9. No es necesaria la endoscopia de control a pacientes con úlcera de duodeno que
evoluciona bien (B*).
10. La dispepsia funcional mejora con IBP y con anti-H2 (B*). No hay estudios con-
cluyentes sobre el beneficio en estos pacientes tratados con procinéticos (B*). La
terapia psicológica produce alguna mejoría en estos pacientes (C*).
98
29. EPIGASTRALGIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bonfill Cosp X. Ferrándiz Santos J, Mascort Roca JJ, Marzo Castilleja M, Piqué Badía JM, editores. Guía
de Práctica Clínica de Dispepsia, 2001. Disponible en: www.guiasgastro.net.
• Delaney BC, Moayedi P, Forman D. Initial management strategies for Dyspepsia (Cochrane review) From
The Cochrane Library, Issue 2. Oxford: Update Software, 2003.
• Moayedi P, Soo S, Deeks J, Delaney B, Inmes M, Forman D. Pharmacological Interventions for non-ulcer
dyspepsia (Cochrane review) En: Cochrane library, Issue 2. Oxford: Update software, 2003.
• Sans Cuffi M, Soriano Izquierdo A. Protocolo Diagnóstico de la Dispepsia. Medicine. 2000:8(2):89-92.
99
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
¿Abdomen
agudo? Valorar dispepsia
No
No mejoran
– + Sí No
Mejoría No mejora
Seguimiento
Tto erradicador Tto erradicador
Prueba del
+ aliento, Urea
C13 – No mejora
Endoscopia de
control en 8-12
Tto erradicador semanas
Repetir tto
No mejora
100
30. DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO DE LA INCONTINENCIA URINARIA
UROLOGÍA
30. DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO DE LA
INCONTINENCIA URINARIA
Autores: M. D. Sánchez Sánchez, E. Alonso Sandoica, C. Fouz López
y A. J. Caballero Gallego
IDEAS CLAVE
1. La incontinencia urinaria (IU) es un problema prevalente, que puede afectar de
forma importante a la calidad de vida de quien la padece, y se prevé que
aumente en los próximos años. La Atención Primaria (AP) debe tener una actitud
proactiva en la detección de dicha patología. Los factores de riesgos indican
hacia dónde dirigir la sospecha clínica.
2. Un correcto diagnóstico y tratamiento puede permitir resolver hasta un 80% o más
de los casos de IU que se presentan en AP.
3. Hay un número importante de incontinencias reversibles. La polifarmacia, espe-
cialmente en personas de edad, puede alterar el equilibrio funcional,
favoreciendo la IU.
4. La IU de urgencia es la más prevalente en ancianos.
5. La IU de esfuerzo es propia de la mujer joven.
6. La hipertrofia benigna de próstata se asocia a incremento de frecuencia urinaria,
especialmente nocturna, urgencia o urgeincontinencia.
7. La IU de esfuerzo en el varón suele ser secundaria a intervención quirúrgica de la
próstata.
8. La prueba de esfuerzo y la prueba de Bonney se utilizan para el diagnóstico de
la IU de esfuerzo.
9. La IU de urgencia se diagnostica por incremento de la frecuencia diurna y noc-
turna, acompañado de síntomas de urgencia.
10. La historia clínica, la exploración física y el análisis de orina elemental tienen un
grado de recomendación (GR) A en el diagnóstico de la IU. La analítica de san-
gre tiene un GR B.
11. Es importante preservar el tracto urinario superior, facilitando el vaciamento vesi-
cal a baja presión.
12. La terapia conductual, el entrenamiento vesical y la rehabilitación del suelo pél-
vico ayudan a controlar los síntomas, y deben complementar el tratamiento
farmacológico.
13. Los fármacos antimuscarínicos tienen un GR A para el tratamiento de la IU.
14. El tratamiento debe realizarse siempre con la colaboración del paciente, con el
objetivo de la mejora de su calidad de vida.
101
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
15. Las técnicas de urodinamia no son fácilmente accesibles a la AP. Deberían reser-
varse para el diagnóstico de los casos complejos, graves o rebeldes al tratamiento
médico.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Abrams P, Cardozo L, Khoury S, Wein A, editors. Incontinence, 2nd International Consultation on
Incontinence; 2001 Jul 1-3; París, Francia. 2 ed. Plymouth (UK): Plymbridge Distributors Ltd; 2002.
• Choe JM. Incontinence, Urinary Nonsurgical Therapies. E-Medicine [pág. web] 2002 Mar 29. Disponible
en: URL: www.emedicine.com/med/topic3085.htm.
• Grupo de Estudio del Suelo Pelviano en la Mujer de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia
(SP). Actualización del Documento de Consenso sobre Incontinencia Urinaria en la Mujer. Madrid (SP):
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia; 2002.
• Resnick NM, Yalla SV. Evaluación y Manejo Médico de la Incontinencia Urinaria. En: Walsh PC, Retik
AB, Stamey TA, Vaughan DE, editores. Campbell Urología. 6.ª ed. Buenos Aires: Editorial Médica
Panamericana; 1994 p. 630-46.
102
30. DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO DE LA INCONTINENCIA URINARIA
D Delirium
¿Más de un mes de No R Restricción movilidad
Retención urinaria
Sí evolución? I Infección urinaria
Infamación
Impactación fecal
P Poliuria. Polifarmacia
Historia clínica (A), cuestionario breve y
diario miccional
Evaluación de la calidad de vida y deseo de
tratamiento
Exploración física (A): abdominal, rectal,
neurourológica, ginecológica, prostática No ¿Se resuelve con el
Orina elemental (A), con o sin cultivo (B) tratamiento?
Residuo posmiccional por ecografía o
sondaje (B)
Sí
Diagnóstico clínico
IU IU IU IU
rebosamiento urgencia mixta esfuerzo
IU compleja:
IU recurrente Pautas de comportamiento
IU asociada a: Reentrenamiento vesical
Dolor Ejercicios de suelo pélvico
Hematuria RPM elevado Tratamiento oral:
ITU recurrente Bloqueadores alfa si HBP
Síntomas miccionales Antimuscarínicos si IU urgencia
Radioterapia previa
Cirugía radical pelviana
¿Se resuelve? Sí
Manejo especializado
No
IU: incontinencia urinaria; RPM: residuo posmiccional; ITU: infección del tracto urinario.
103
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. La denominación de prostatismo está siendo sustiuida por el término más amplio
de síntomas del tracto urinario inferior (STUI) que deben ser investigados para
descartar una posible etiología vesical o uretral.
2. La incorporación de los cuestionarios de cuantificación de síntomas prostáticos
(IPSS) posibilita una mejor valoración de la intensidad de los síntomas de los
pacientes, siendo de gran utilidad en la toma de decisiones terapéuticas y en el
seguimiento de su evolución.
3. El tacto rectal aumenta el valor predictivo positivo del antígeno prostático especí-
fico (PSA) por lo que esta exploración debe seguir formando parte de la eva-
luación inicial básica.
4. Debido a las incertidumbres que aún rodean la detección del cáncer prostático en
cuanto a disminución de mortalidad con y sin tratamiento, la decisión de deter-
minar el PSA debe ser valorada individualmente, teniendo en cuenta la edad del
paciente, tacto rectal y factores de riesgo para soportar un eventual tratamiento
de cirugía o radioterapia.
5. El residuo posmiccional no se corresponde con la intensidad de los síntomas, la
flujometría, el tamaño prostático ni el grado de obstrucción.
6. Las pruebas de imagen en el estudio de los síntomas atribuibles a la hiperplasia
prostática benigna (HPB) deben considerarse como opcionales y sólo se justifica-
rían ante la sospecha de complicaciones de esta patología o para decidir la
idoneidad de un tratamiento intervencionista.
7. La variabilidad en la historia natural de la HPB justifica una actitud de simple
observación o de tratamiento, según la gravedad de los síntomas.
8. Aunque aún no se conoce con exactitud el mecanismo de acción de los diversos
agentes fitoterapéuticos existentes, se dispone ya de datos clínicos de algunos de
estos preparados que objetivan una eficacia superior a la obtenida mediante pla-
cebo.
9. Se ha comprobado la eficacia y seguridad de los fármacos bloqueadores alfa en
el ámbito de la Atención Primaria. El mareo y la astenia atribuibles a estos fár-
macos no se ven relacionados con los posibles cambios en la presión arterial de
este tipo de medicación.
10. Finasteride ha demostrado ser capaz de disminuir la sintomatología prostática,
siendo útil adicionalmente para tratar la hematuria secundaria a la HPB y dismi-
nuir la incidencia de retenciones de orina.
104
31. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DEL PROSTATISMO
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• De la Rosette J, Perachino M, Thomas D, et al. Guidelines on benign prostatic hyuperplasia. European
Association of Urology. Netherlands: EAU Central Office; 2001.
• Donovan JL, Peters TJ, Neal DE, Brokes ST, Gujval S, Chacko KN. A randomized trial comparing
transurethral resection of the prostate, laser therapy and conservative treatment of men with symp- toms
associated with benign prostatic enlargement: The ClasP study. J Urol. 2000;164:65-70.
• Fitzpatrick JM, Blackledge G, Newling D. PSA- Promoter os stress and anxiety or providentially-sent
antigen? Eur Urol. 2002; Suppl 1:10-4.
• Thompson I, Carroll P, Coley CH, et al. Pautas de buena práctica clínica para el PSA de la American
Urological Association. AUA Update Series (ed esp). 2001;3:97-104.
105
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Evaluación básica
Anamnesis PSA*
IPSS Análisis de función
Tacto rectal renal y de orina
Tratamiento farmacológico
Fitoterapia Bloqueadores
alfa Inhibidores
Alfuzosina 5-α-reductasa
Doxazosina Finasteride
Tamsulosina
Terazosina
Éxito
Fracaso
*En varones con esperanza de vida mayor de10 años en quienes el diagnóstico de cáncer de próstata alteraría su
manejo. PSA: antígeno prostático específico; IPSS.
106
32. DISFUNCIÓN ERÉCTIL
IDEAS CLAVE
1. La prevalencia de la disfunción eréctil (DE) en España es del 19% (estudio EDEM).
En varones mayores de 40 años alcanza el 40%, aunque sólo el 10% acudirá al
médico y será tratado. Asociada a enfermedades como: diabetes, hipertensión arte-
rial (HTA), hiperlipidemia, coronariopatías, enfermedad vascular periférica,
depresión; hábitos como el tabaco, alcohol, sedentarismo, drogas; y tratamientos
con tiazidas, bloqueadores beta, antidepresivos, benzodiazepinas, digoxina, gem-
fibrozilo. El médico de familia debería realizar una detección activa de la DE.
2. La DE puede comportarse como síntoma “centinela” en coronariopatías, enferme-
dad vascular periférica y diabetes según los estudios. La historia médica y examen
físico son recomendaciones tipo I-C.
La historia sexual filiará el proceso en orgánico, psicógeno o, con mayor probabi-
lidad, mixto y lo diferenciará de trastornos del deseo, eyaculación u orgasmo. Es
muy importante explicar al paciente las posibles causas de su enfermedad y tran-
quilizarle ante la posibilidad de tratamientos eficaces.
3. La petición testosterona en>de 50 años y en <de 50años si hay sospecha de hipo-
gonadismo (nivel de evidencia IIa – B), realización de glucemia (no realizada antes)
nivel de evidencia (IIa – C); TSH en sospecha de patología tiroidea (nivel evidencia
IIa-C); colesterol (no realizado antes) (nivel de evidencia IIa-C).
4. Solamente en un 5% de los casos habrá que derivar a otro especialista. En el caso
de alteraciones importantes psicodinámicas individuales o de pareja conviene deri-
var a psicoterapeuta para pedir asesoramiento.
5. Una buena información al paciente sobre el uso, eficacia y seguridad del trata-
miento permitirá establecer una alianza terapéutica; recordar que habrá pacientes
que por razones varias rehusarán el mismo. Intentar en lo posible la colaboración
de la pareja: el estímulo sexual es obligatorio para que estos fármacos actúen. Los
pacientes de bajo y medio riesgo cardiovascular (consenso de Princeton) para el
ejercicio que supone la actividad sexual (3-6 METS: cargar pesos, caminar 1,8 Km
en 20 minutos, etc.) pueden ser tratados por el médico de familia y derivar al car-
diólogo para una estabilización previa o programa de entrenamiento físico a los de
alto riesgo cardiovascular reevaluando posteriormente.
Advirtiendo que el riesgo cardiovascular viene determinado por el que entrañe el
esfuerzo físico inherente a la propia relación sexual, existe evidencia clínica sufi-
ciente para afirmar (ensayos clínicos realizados con sildenafilo) que no se modifican
las cifras tensionales, no existe interferencia con antihipertensivos y que la tasa de
eventos cardiovasculares es la misma que en población general.
6. Modificar hábitos nocivos por sí solo no hará recuperar una función eréctil deterio-
rada, la única recomendación preventiva eficaz es la práctica de ejercicio físico.
107
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Albaugh J, Amargo I, et al. Health care Clinicians in sexual Health Medicine: Focus on erectile
dysfunction. Urologic Nursing. 2002;22(4):217-31.
• Glassman PA, Bromley HR, Cusack. The Primary Care Management of erectile Dysfunction. Department
of VA. Pharmacy Benefyts Management/ Medical Advisory Panel –The Primary Care. 1999;99(14).
• Montorsi F, Salonia A, et al. Pharmacological management of erectile dysfunction. BJ Urology
International. 2003;91:446-54.
• Stegall MJ, et al. Assesing patients with actual or potential erectile dysfunction. Profesional Nurse.
2002;18(3):155-9.
• Therapeutics letter Octubre 1999. Nº 32 Therapeutics iniciative,Evidence Based drug therapy “Management
of erectile dysfunction” Autor The Therapeutics Initiative (The university of British Columbia).
108
32. DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Paciente con DE
El paciente consulta o el
médico detecta activamente
(1)
DE primaria
Anormalidades de
pene y/o testes Sí
Endocrinopatías
complejas Derivar a Atención
Cirugías y Especializada
traumatismos (4)
pélvicos previos
Psicopatología
complicada
Moderado y alto No eficaz
riesgo
Eficaz
109
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
33. DISURIA
IDEAS CLAVE
1. La disuria se define como dolor o sensación de quemazón al orinar. La infección es
la causa más frecuente de disuria, y se presenta como cistitis, prostatitis, pielonefritis
o uretritis. El síndrome miccional se caracteriza por disuria, polaquiuria, tenesmo
vesical o urgencia miccional, no siempre acompañado de bacteriuria.
2. En mujeres, la presencia de disuria, polaquiuria, hematuria, dolor lumbar y dolor
en ángulo costovertebral aumenta la probabilidad de padecer infección del tracto
urinario (ITU) (grado recomendación B). Sin embargo, la ausencia de disuria,
ausencia de dolor lumbar, historia de leucorrea, historia de irritación vaginal o la
presencia de exudado vaginal durante la exploración son síntomas o signos que
reducen la probabilidad de padecer ITU (grado recomendación B).
3. Datos sugestivos de complicación:
a) Síntomas indicativos de pielonefritis u otra infección grave: duración prolongada,
escalofríos, dolor en fosa renal o temperatura elevada.
b) Antecedentes clínicos que sugieran mayor probabilidad de infección urinaria
complicada o necesidad de estudio más detallado, como:
• Anomalías estructurales: obstrucción de la vía, prostatitis, litiasis, tumores,
malformaciones de la vía, cistitis, cuerpos extraños (prótesis, sonda, catéter,
stents), reflujo vesicouretral, vejiga neurógena, abscesos renales o vesicales,
fístulas.
• Alteraciones metabólicas y hormonales: diabetes mellitus, gestación, insufi-
ciencia renal.
• Inmunosupresión del paciente: riñón trasplantado, inmunodeficiencia congé-
nita o adquirida, neutropenia, neoplasias.
• Patógenos inusuales: resistentes al tratamiento antibiótico, parásitos y hongos,
especies de Mycoplasma, bacterias asociadas a cálculos.
• Otras situaciones: grupos de edad extrema (niños, ancianos), varones, hospi-
talización, duración del cuadro superior a 7 días, uso reciente de antibióticos,
consulta en el servicio de urgencias en medio urbano.
4. Piuria: presencia de más de 10 leucocitos por campo de gran aumento (400x).
Bacteriuria: presencia de bacterias en la orina, que, en condiciones normales, es
estéril.
Bacteriuria significativa: término que se emplea para diferenciar la infección real de
la contaminación. El método diagnóstico básico es el cultivo de la muestra urinaria
110
33. DISURIA
111
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Johnson JR, Stamm WE. Diagnosis and treatment of acute urinary tract infections. Infect Dis Clin North
Am. 1987;1:773.
• Medina-Bombardó D, Seguí-Díaz M, Roca-Fusalba C, Llobera J, and the dysuria team. What is the
predictive value of urinary symptoms for diagnosing urinary tract infection in women? Family Practice.
2003;20:103-7.
• Ronald AR, Harding GK. Complicated urinary tract infections. Infect Dis Clin North Am. 1997;11(3):583-92.
• Stephen Bent S, Brahmajee K, Nallamothu BK, Simel DL, Fihn SD, Saint S. Does This Woman Have an
Acute Uncomplicated Urinary Tract Infection? JAMA. 2002;287:2701-10.
112
33. DISURIA
Sí
¿Polaquiuria, ¿Secreción
Considerar No Descartar uretritis
tenesmo o uretral?
vaginitis, vulvo-
urgencia
vaginitis no
miccional?
infecciosa, etc.
No
Sí
Sí
¿Lesiones en el Descartar úlceras
pene? genitales, balanitis
Sí ¿Datos
Ver comentarios sugestivos de
complicación?
No
No Sí
Orquitis
¿Dolor escrotal? Epididimitis
Examen de orina
(tira reactiva)
No
Sí
¿Dolor prostático Prostatitis
Leucocituria o perineal? Prostatodinia
Nitritos +
Sí No
Urocultivo Sí
Estudio ¿ITU No No
Tratamiento según recurrente? ¿Piuria? ¿Hematuria?
antibiograma
No Sí Sí
113
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Son causa de úlceras genitales no infecciosas (1): las de origen traumático, exan-
tema medicamentoso, dermatosis (enfermedad de Behçet, síndrome de Reiter,
pioderma, psoriasis, liquen plano, aftas), sarna, neoplasias (cuando la úlcera es
crónica).
2. Todo paciente con primer episodio de herpes genital debe iniciar tratamiento,
incluso sin confirmación histológica (2). El tratamiento de las recurrencias se pro-
longa durante 5 días, con pautas similares. El tratamiento supresivo diario está
indicado cuando se padecen 6 ó más recurrencias al año.
114
34. ÚLCERA GENITAL
Ciprofloxacina 500 mg oral dos veces Eritromicina 500 mg tres veces al día, 7días
al día, tres días
9. Una vez excluidas las ETS más frecuentes o porque se trata de un paciente que
acude de zonas endémicas, existen otras (8) raras en nuestro medio a tener en
cuenta: el linfogranuloma venéreo (LGV) y el granuloma inguinal (GI). El LGV cursa
con una adenopatía característica y sintomatología general. Se produce por la
infección de la Chlamydia trachomatis. El diagnóstico se hace por exclusión de
otras causas y por estudio serológico. El tratamiento de elección es doxiciclina 100
mg dos veces al día, durante 21 días.
115
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Diseases characterized by genital ulcers. MMWR Recomm Rep. 2002;51(6):11-25.
• Soriano V. Manual del SIDA, 1999.
• Guía Sandford de terapia antimicrobiana, 2002.
• Recomendaciones en el uso de antimicrobianos en Atención Primaria. 3.ª ed. semFYC,1999.
• Manual de enfermedades infecciosas en Atención Primaria. Grupos de enfermedades infecciosas, 1999.
• Principios de Medicina interna. Harrison 14.ª ed.
• Picazo, et al. Infecciones en Atención Primaria, 1994.
116
34. ÚLCERA GENITAL
Descartar causas no
Historia clínica infecciosas de ulceras
y exploración de lesiones genitales (1)
Tratamiento
Tratamiento Tratamiento Tratamiento
de prueba para
etiológico etiológico etiológico
sífilis y VHS.
empírico (2) empírico (6) empírico (7)
Esencial el
y seguimiento y seguimiento y seguimiento
seguimiento
ETS: enfermedades de transmisión sexual; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana; VHS: virus herpes simple.
117
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
ENDOCRINOLOGÍA
35. ACTITUD ANTE EL HIPERTIROIDISMO
Autores: E. López Delgado y M. J. Guereña Tomás
IDEAS CLAVE
1. La tendencia actual es de hablar de: hipertiroidismo cuando hay un aumento en
la producción de hormonas tiroideas por la glándula tiroides. Se habla de tiroto-
xicosis cuando hay manifestaciones bioquímicas y fisiológicas derivadas de la
presencia en los tejidos de un exceso de hormonas tiroideas.
2. Prevalencia: es mayor en las mujeres (1,9%-2,7%) frente a los hombres (0,1%-
0,2%). Más frecuentes en edad media de la vida.
3. Clínica sugerente: síntomas (pérdida de peso, aumento de apetito, elevación tem-
peratura corporal, intolerancia al calor, taquicardia, pérdida de memoria y
atención, nerviosismo, insomnio, etc.) y signos (piel caliente y húmeda, eritrosis
palmar, mixedema, pelo fino, onicólisis, bocio, arritmias, taquicardia, etc.).
4. Pruebas complementarias: laboratorio (leucocitosis, anemia normo-macrocítica;
hipertransaminemia, hiperbilirrubinemia, hiperglucemia, hipercalcemia, etc.).
Electrocardiograma: taquicardia sinusal, arritmias (fibrilación auricular, taquicar-
dia supraventricular). Radiología: desmineralización ósea, signos de insuficiencia
cardíaca.
5. Los anticuerpos antitiroideos que solicitamos son los anticuerpos antiperoxidasa y
antitiroglobulina.
6. La ecografía tiroidea no es suficiente a la hora del diagnóstico de hipertiroidismo
y es indispensable la gammagrafía tiroidea (no siempre disponible desde
Atención Primaria).
7. En los casos que no se pueda acceder a gammagrafía tiroidea deberán derivarse
todos los casos para una valoración inicial por Atención Especializada.
8. El tratamiento tiene como objetivo mejorar la clínica y disminuir la presencia de
hormonas en sangre (endógena o exógena).
9. La actitud ante casos de hipertiroidismo subclínico y síndrome de enfermo eutiroi-
deo será expectante en función de la evolución.
10. Tratamiento farmacológico sintomático en cualquier etiología: bloqueadores beta
(propanolol principalmente, también atenolol y nadolol).
11. Tratamiento farmacológico inhibitorio de síntesis hormonal: tionamidas (metima-
zol; propiltiouracilo en embarazadas y crisis tirotoxicosis -medicación
extranjera-). Indicado en enfermedad de Graves-Basedow.
12. Otros tratamientos farmacológicos menos usuales: yodo, glucocorticoides, litio.
13. Tratamiento con 131 indicado en: enfermedad de Graves-Basedow, adenoma tóxico,
BMN (bocio multinodular) tóxico.
118
35. ACTITUD ANTE EL HIPERTIROIDISMO
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Álvarez P, Cordido Carballido F. Hipertiroidismo [en línea] [28/04/03].Disponible en: www.fisterra.com/
guias2/hipertiroidismo.htm.
• Martín Vélez RM, Delgado Martín AE, Sánchez López J, Soto Blanco F, Jiménez López AM, Maldonado
Díaz I. Un paciente con hipertiroidismo. Medicina Integral. 2001;37:383-9.
• García-Gil D, Tinoco Racero I, Rodríguez Leal C, García del Río E. Protocolo. Manifestaciones clínicas
de sospecha de patología tiroidea. Criterios de derivación a la asistencia especializada. Medicine.
2000;8:967-8.
• Carral San Laureano F, Oliveira Fuster G, Aguilar Diosdado M. Protocolo diagnóstico de Hipertiroidismo.
Medicine. 2000;18:971-3.
119
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Determinación de
TSH/T4L
↓TSH/T4L ↑ ↑TSH/T4L ↑
↓TSH/T4L normal
Hipertiroidismo
T3 ↑ T3 Normal T3 ↓ secundario/terciario
Sí No
Gammagrafía
↑Ac ↓Ac
Único Múltiple
Bocio
Sí No
Valorar Retirada
Derivación a endocrinología derivación producto
ORL
Derivación a
ginecología
Ac: anticuerpos; BMN: bocio multinodular; Ca: carcinoma;
TSH: hormona estimuladora de la tiroides; ORL: otorrinolaringología.
120
36. ACTITUD ANTE EL HIPOTIRODISMO
IDEAS CLAVE
1. El hipotiroidismo es un estado de hipofunción de la glándula tiroidea, derivado
de alteraciones a cualquier nivel del eje hipotálamo-hipofisario-tiroideo.
2. En el adulto los síntomas tempranos son inespecíficos y su evolución insidiosa, por
lo que la sospecha clínica resulta imprescindible para su diagnóstico.
3. Los síntomas típicos son: letargia, hipersensibilidad al frío, edema facial, estreñi-
miento, menorragia, rigidez muscular, mialgias, síndrome del túnel carpiano o
infertilidad.
4. Entre los síntomas atípicos: macrocitosis sin anemia, derrame pericárdico, dilata-
ción cardíaca, alteraciones psicológicas, íleo adinámico, megacolon u obstruc-
ción y ataxia cerebelosa.
5. El hipotiroidismo primario representa el 95% de los casos, siendo la etiología más
frecuente la tiroiditis crónica autoinmune de Hashimoto en áreas sin déficit de
yodo. El riesgo de hipotiroidismo clínicamente manifiesto es mayor si la hormona
estimulante de la tiroides (TSH) es superior a 10-12 microIU/ml, en ancianos y en
pacientes con anticuerpos antitiroideos positivos.
6. El hipotiroidismo central puede ser: secundario (alteración hipofisaria) o terciario
(alteración a nivel del hipotálamo). Se diagnostica por T4 libre baja con TSH nor-
mal o baja.
7. Se debe descartar hipotiroidismo en niños y mujeres menores de 30 años con
colesterol total superior a 280 mg/dl.
8. No está indicado el cribado masivo de hipotiroidismo subclínico en la población
general, sí en mujeres a partir de los 40-50 años con síntomas inespecíficos.
9. En el hipotiroidismo subclínico, por lo general asintomático, detectamos niveles de
T4 libre normales, con TSH ligeramente elevada. Existe una gran controversia
sobre la indicación de tratamiento en estos pacientes, en general se recomienda
en aquéllos con riesgo de evolución a hipotiroidismo franco: niveles de TSH mayo-
res de 10-20 microIU/ml, anticuerpos antiperoxidasa positivos, bocio o presencia
de síntomas inespecíficos susceptibles de mejoría (depresión, estreñimiento, can-
sancio, etc.).
10. El tratamiento de elección son los preparados sintéticos de hormonas tiroideas (L-
tiroxina) que no producen elevaciones bruscas en los niveles séricos de T3,
peligrosos en ancianos y cardiópatas.
11. En pacientes con enfermedad no complicada la dosis de inicio es de 50
microg/día, con aumentos progresivos cada dos semanas de 25-50 microg/día.
121
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• American Association of Clinical Endocrinologists medical guidelines for clinical practice for the
evaluation and treatment of hiperthyroidism and hypothyroidism. Endocr Pract. 2002;8(6):457-69.
• American Thyroid Association. Guidelines for detection of thyroid disfunction. Arch Intern Med.
2000;160(11):1573-5.
• Díez Juan J. Hipotiroidismo en el anciano: importancia clínica y dificultades en el diagnóstico y tra-
tamiento. Med Clin (Barc). 1998;11:742-50.
• Mark Helfand MD, Craig C Redfem DO. Clinical Guideline: Screening for Thyroid Disease: An Update.
Ann Intern Med. 1998;129:144-58.
122
Sospecha
hipotiroidismo
Anamnesis y
exploración
Determinación TSH
123
T4↑ o normal T4↓
Anticuerpos
Hipotiroidismo Con bocio: antitiroideos↑
tiroprivo: Bocio endémico Hipotiroidismo secundario:
Tirotoxicosis
Poscirugía-131 Exceso de iodo Adenomas
Fármacos
Radioterapia Inducido por Panhipopituitarismo
Enfermedad de Enfermedades
cervical fármacos Poscirugía-131
Hashimoto no tiroideas
Granuloma eosinófilo
Hipotiroidismo
subclínico
ECO tiroidea Derivación
Tratamiento
con L-Tiroxina Normal Nódulo Endocrinología
6-8 semanas
Determinación TSH
IDEAS CLAVE
1. Se admiten tres métodos válidos para diagnosticar la diabetes mellitus (DM):
a) Glucemia al azar ≥ 200 mg/dl junto con síntomas evidentes de hiperglucemia
(poliuria, polidipsia, pérdida de peso, polifagia) es también diagnóstico de DM.
Todo resultado diagnóstico debe confirmarse en días posteriores, excepto si existe
hiperglucemia con descompensación metabólica inequívoca, en cuyo caso, una
glucemia ≥ 200 mg/dl confirma el diagnóstico de DM.
b) Glucemia en plasma venoso (no capilar) tras ayuno de 8-12 horas: es el método
de elección en la práctica clínica.
c) Sobrecarga oral de glucosa mediante test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG).
No se recomienda su uso clínico rutinario por su gran variabilidad individual,
baja reproducibilidad, mayor coste, incomodidad y difícil cumplimiento de las
condiciones para su realización. Se reserva su uso en investigación, tras el parto
si se ha diagnosticado una diabetes gestacional durante el embarazo o ante
resultados contradictorios (por ejemplo, si la glucemia basal es normal pero existe
sospecha clínica de DM, complicaciones microvasculares o cifras elevadas de
HbA1c).
2. La hemoglobina glucosilada (HbA1c) no es válida para el diagnóstico, aunque exis-
ten estudios que parecen probar dicha validez; actualmente se recomienda como
método de elección para evaluar el grado de control glucémico. Tampoco la gluce-
mia posprandial sirve para el diagnóstico, aunque también existen ciertas ex-
pectativas al respecto.
3. Cribado de diabetes en personas asintomáticas:
a) En población general sin factores de riesgo no existen evidencias a favor del cri-
bado, por lo que se desaconseja (recomendación tipo D).
b) La Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda una determinación de
glucemia basal cada tres años en individuos mayores de 45 años sin factores de
riesgo. En nuestro medio parece prudente recomendar la realización de la glu-
cemia basal a la vez que se siguen las recomendaciones de cribado de los otros
factores de riesgo cardiovascular.
c) En pacientes con los siguientes factores de riesgo de padecer diabetes se reali-
zará una determinación:
124
37. DIAGNÓSTICO DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Classification of Diabetes Mellitus. Diabetes Care. 1997;20:1183-9.
• American Diabetes Association. Clinical Practice Recommendations 2002. Diabetes Care. 2002;25
Suppl 1:S5-20. http://care.diabetesjournals.org/content/vol26/suppl_1.
• World Health Organisation: Definition, diagnosis and classification of Diabetes Mellitus and its
complications: Report of a WHO consultation. Part 1. Diagnosis and Classification of Diabetes Mellitus.
Geneva: World Health Organisation; 1999.
• Birulés M, Fernández I. Criterios de cribado y diagnóstico de Diabetes Mellitus. Recomendaciones
SemFYC; 2001. Disponible en: www.semfyc.es
• Peters AL, Davison MB, Schriger DL, Hasselblad V, for the Meta-analysis Research Group on the
Diagnosis of Diabetes Using Glycated Haemoglobin Levels. Meta-analysis: Glycosilated Haemoglobin is
a reasonable test for diagnosing diabetes. JAMA. 1996;276: 1246-52.
• Rohlfing CL, Little RR, Wiedmeyer HM, England JD, Madsen R, Harris MI, et al. Use of GHb in screening
for undiagnosed diabetes in the US population. Diabetes Care. 2000;23: 187-91.
• Davison MB, Schriger DL, Peters AL, Lorber B. Relationship between fasting plasma glucose and
glycosylated haemoglobin: potential for false-positive diagnoses of type 2 diabetes using new diagnostic
criteria. JAMA. 1999;281:1203-10.
• 1998 Clinical Practice Guidelines for the Management of Diabetes in Canada. CMAJ. 1998;159 Suppl
8:S1-29.
• American Diabetes Association. Clinical Practice Recommendations 2002. Screening for Diabetes.
Diabetes Care. 2002;25 Suppl 1:S21-4.
125
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
• Engelgau MM, Venkat Narayan KM, Herman WH. Screening for type 2 diabetes. Diabetes Care
2000;23:1563-80 (correction, Diabetes Care 2000;23:1868).
• Wareham NJ, Griffin SJ. Should we screen for type 2 diabetes? Evaluation against National Screening
Committee criteria. BMJ. 2001;322:986-8.
126
37. DIAGNÓSTICO DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2
Glucemia al azar
≥ 200 mg/dl (1) Glucemia basal (2)
(1) Estos criterios deben ser confirmados repitiendo la determinación en un día diferente, excepto que presente
hiperglucemia con descompensación metabólica aguda inequívoca.
(2) Glucema basal: determinación en plasma venoso, a primera hora de la mañana, tras ayuno de 8-12 horas.
(3) TTOG: prueba de sobrecarga oral a la glucosa con 75 g. Esta técnica no se recomienda en la práctica clínica
rutinaria.
(4) Las cifras se refieren a glucemia en plasma venoso y confirmadas en dos ocasiones, en días diferentes.
(5) El diagnóstico de diabetes es provisional y debe ser confirmado mediante una segunda determinación.
127
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. El criterio para insulinizar debe ser la no consecución del objetivo terapéutico con
otras medidas: HbA1c superior a 7 (recomendación nivel B). En personas ancianas,
con enfermedades invalidantes, expectativa de vida baja o riesgo de hipoglucemias
graves deben utilizarse criterios menos estrictos.
2. La insulinización debe realizarse en el momento del diagnóstico cuando se sospeche
una diabetes tipo 1, diabetes y embarazo, clínica cardinal e hiperglucemias intensas
(> 300 mg/dl) con cetonuria. También puede realizarse tratamiento insulínico tran-
sitorio en situaciones de estrés o enfermedad intercurrente, ya que se revierte la
glucotoxicidad y se preserva la función de la célula β. En este caso puede intentarse
trasferencia a antidiabético oral (ADO) una vez conseguido control glucémico.
El tratamiento insulínico definitivo en diabéticos tipo 2 se realiza cuando existe con-
trol metabólico deficiente a pesar de tratamiento oral combinado adecuado a dosis
máximas o contraindicación de ADO.
3. La insulinoterapia debe utilizarse cuando el tratamiento combinado de ADO no
alcance el objetivo.
4. En terapia combinada con ADO la dosis de insulina recomendada es de 0,1-0,3
UI/kg/día. En obesos y en hiperglucemia grave asociada a cetonuria los requeri-
mientos suelen ser superiores.
5. En el tratamiento combinado la forma más frecuente y aceptada de administrar la
insulina es por la noche en una sola dosis a la hora de acostarse. La insulina utili-
zada en estos casos será generalmente de acción intermedia (NPH) o análogo de
acción lenta.
6. Habitualmente se mantiene uno de los ADO, el que presenta el mecanismo de
acción más apropiado: si existe sobrepeso u obesidad la primera opción terapéu-
tica es la metformina que además va a reducir la ganancia ponderal que produce
la insulina. Actúa fundamentalmente sobre la hiperglucemia basal.
Si el paciente es delgado o normopeso se combinará preferiblemente con un secre-
tagogo (sulfonilurea generalmente o repaglinida si predominan hiperglucemias
posprandiales). La dosis del secretagogo se reducirá en un tercio o un medio de la
dosis máxima empleada previamente. Los inhibidores α-glucosidasas se pueden uti-
lizar si predominan hiperglucemias posprandiales ligeras.
7. En caso de no conseguirse controles adecuados y predominio de hiperglucemia
basal deberá incrementarse la dosis de insulina nocturna de forma progresiva hasta
un máximo de 25-30 UI.
8. Si aun así no se consigue control deberá incrementarse la dosis y administrarse en
dos inyecciones: la forma más aceptada de hacer la distribución es el 60% por la
mañana y el 40% por la noche, aunque dichas proporciones pueden variar según
perfiles glucémicos. Si persiste el mal control pasar a insulina en monoterapia: dos
dosis de insulina mixta o terapia intensiva con tres o más pinchazos.
128
38. INSULINIZACIÓN EN DIABETES MELLITUS
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• American Diabetes Association. Standards of Medical Care for patients with Diabetes Mellitus. Diabetes
Care. 2002;25:S33-49.
129
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
• De Luis DA, Aller R, Cuellar L, Terroba C, Ovalle H, Izaola O, et al. Effect of repaglinide addition to NPH
insulin monotherapy on glycemic control in patients with type 2 diabetes. Diabetes Care.
2001;24(10):1844-5.
• Goday Arno A, et al. Proyecto COMBO. Criterios y pautas de terapia combinada en la diabetes tipo 2.
Documento de consenso (y II). Atención Primaria. 2001; 27:351-63.
• Skyler JS. Tratamiento con insulina. En: Levobitz HE, editores. Tratamiento de la Diabetes Mellitus y sus
complicaciones; traducción de la obra original en inglés Therapy for Diabetes Mellitus and Related
Disorders American Diabetes Association (ADA). 3.a ed. 1998; p. 148-63.
130
38. INSULINIZACIÓN EN DIABETES MELLITUS
No
No Sí
Sí No
Derivar a ¿Se consiguen los
¿Se consiguen los Endocrinología objetivos de control?
objetivos de control?
ADO: antidiabéticos orales; MTF: metformina; IAG: inhibidores α-glucosidasas; SU: sulfonilureas; R: repaglinida; I: Insulina.
Los números entre paréntesis se corresponden con las ideas clave.
131
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Factores sugestivos de malignidad en el nódulo tiroideo:
a) Antecedentes personales de radiación del cuello o de la cabeza.
b) Edad menor de 30 años o mayor de 70 años.
c) Nódulo solitario.
d) Nódulo de crecimiento rápido.
e) Nódulo duro y/o adherido a estructuras vecinas.
f) Existencia de adenopatías regionales.
g) Parálisis de cuerdas vocales, afectación del nervio recurrente.
h) Antecedentes familiares de carcinoma medular de tiroides y/o neoplasia endo-
crina múltiple (MEN).
i) Metástasis a distancia.
j) Sexo masculino.
k) Diámetro del nódulo mayor de 4 cm.
2. A considerar:
a) La prevalencia del nódulo tiroideo en la población general es del 4% y, de estos,
sólo el 5%-6,5% son malignos.
b) Ante la detección de un nódulo tiroideo, es obligada la determinación de hor-
mona estimulante de la tiroides (TSH), hormonas tiroideas y anticuerpos
antitiroideos. (Véase algoritmo de evaluación de función tiroidea).
c) Existen distintos procedimientos para la evaluación de los pacientes con nódulos
tiroideos.
• La punción aspiración con aguja fina (PAAF) y posterior biopsia de nódulos
tiroideos es el método más preciso para la selección de pacientes que necesi-
tan cirugía tiroidea, y la mejor prueba inicial para el diagnóstico.
• La utilidad de la ecografía de tiroides es básicamente para realizar la valora-
ción morfológica. El papel de la ecografía como prueba inicial es
controvertido y en general no es coste-efectiva. Hay que considerar la posibi-
lidad de descubrir otros nódulos menores de 1,5 cm. y no palpables (inici-
dentalomas), que si poseen características sugestivas de malignidad deben ser
estudiados. La aparición de microcalcificaciones no es sinónimo de maligni-
dad pero sí sugestivo.
132
39. NÓDULO TIROIDEO
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Hegedüs L, Bonnema SJ, Bennedbaek FN. Management of Simple Nodular Goiter: Current Status and
Future Perspectives. Endocrine Reviews. 2003;24(1):102-32.
• Mandel SJ. Thyroid Nodules. En: Meet-the-Professor Handouts, ENDO 2000, the Endocrine Society`s
82nd Annual Meeting, Toronto, Canada; 2000. p. 195-201.
• Ross DS. Diagnostic approach to and treatment of thyroid nodules. 2002 Up To Date. www.uptodate.com.
• Schlumberger MJ, Filetti S, Hay ID. Nontoxic Goiter and Thyroid neoplasia. En: Larsen PR, Kronenberg
HM, Melmed S, Polonsky KS, editors. Williams Textbook of Endocrinology. 10nd ed. Philadelphia:
Saunders; 2003. p. 457-90.
133
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Nódulo tiroideo
Evaluación clínica
Factores de riesgo de
malignidad: (ver ideas clave)
¿Riesgo de
malignidad?
No
Sí
PAAF
Derivación
cirugía
Sólido Quístico
Citología
Observación
Repetir PAAF
y citología
134
40. OBESIDAD
40. OBESIDAD
IDEAS CLAVE
1. La obesidad tiene una alta prevalencia (13%) y se asocia a una disminución en la
esperanza de vida.
2. Se relaciona con diabetes mellitus (DM) tipo 2, hipertensión arterial (HTA), disli-
pidemias, cardiopatía isquémica, problemas osteomusculares, insuficiencia
venosa en miembros inferiores, accidente cerebrovascular agudo (ACVA), gota,
esteatosis hepática, litiasis biliar, hernia de hiato, apnea del sueño, insuficiencia
respiratoria, trastornos psicológicos y tumores (colon, recto, próstata, ovarios,
endometrio, mama y vesícula biliar).
3. La mejor correlación con la grasa corporal es el índice de masa corporal (IMC)
(IMC= peso kg/talla m2), para adultos entre 20 y 69 años. IMC: sobrepeso grado I
(25-26,9), sobrepeso II (27-29,9), obesidad tipo I (30-34,9), obesidad II (35-
39,9), obesidad III mórbida (40-49,9) y obesidad IV extrema (> 50).
4. Desde un IMC de 28 la obesidad se convierte en un factor de riesgo de impor-
tancia.
5. Un índice cintura/cadera (C/C) superior a 1 en varones y a 0,90 en mujeres (dis-
tribución androide de la grasa), constituye mayor riesgo para la salud que la
distribución ginoide (glúteos).
6. La obesidad se debe a factores genéticos y medioambientales. Ante un IMC supe-
rior a 30 deben descartarse secundarismos como: hipotiroidismo, síndrome de
Cushing, poliquistosis ovárica, insulinoma, fenotiazidas, glucocorticoides, antide-
presivos tricíclicos, contraceptivos orales, hidrazidas, sulfonilureas y metiglinidas,
deshabituación tabáquica y trastornos del comportamiento.
7. En la historia clínica se investigarán antecedentes familiares, evolución de la obe-
sidad, entorno alimentario, enfermedades asociadas, intentos, aspectos psico-
sociales y actividad física cotidiana. La exploración física incluye inspección,
peso, talla, IMC, tensión arterial, palpación del tiroides, índice C/C.
8. Se solicitará: hemograma, glucemia, perfil lipídico, renal, hepático y uratos.
Hormona estimulante de la tiroides (TSH) si se sospecha alteración tiroidea.
9. La decisión de iniciar y seguir un tratamiento personalizado y con objetivos rea-
listas, debe ser iniciativa del paciente, dado el éxito poco frecuente.
10. El objetivo inicial será un descenso del 5% al 10% del peso, en 6-12 meses
11. La dieta hipocalórica (en general entre 1.200-1.500 calorías/día) es imprescin-
dible para bajar de peso (evidencia grado A). Ejercicio físico adaptado al
individuo, contribuye a la pérdida de peso (evidencia A), pérdida de grasa
135
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
136
40. OBESIDAD
17. Conviene advertir a los pacientes acerca de los peligros potenciales de ciertas
hierbas o fármacos de composición desconocida.
18. En el tratamiento de la obesidad de niños y adolescentes suele ser suficiente esta-
bilizar el peso, aumentando la actividad física y con consejo conductual para
instaurar hábitos saludables.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Clinical guidelines on the identification, evaluation, and treatment of overweight and obesity in adults:
Executive summary. exert panel on the identification, evaluation, and treatment of overweight in adults.
Am J Clin Nutr. 1998;68:899-917.
• Córdoba García R, Ortega Sánchez-Pinilla R, Cabezas Peña C, Forés García D, et al. Recomendaciones
sobre estilo de vida. Aten Primaria. 2001;28:32-5.
• Grupo de Salud sobre Riesgo Cardiovascular de la Gerencia de Atención Primaria de Valladolid Oeste.
Guía Clínica del manejo de la Obesidad. Junio 2003. Disponible en: www.fisterra.com/
guías2/obesidad.htm.
• Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). Consenso SEEDO 2000 para la evaluación
del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención terapéutica. Med Clin (Barc).
2000;115:587-96.
137
IMC > 27
No No
IMC 27-29,9 IMC 30-39,9 IMC > 40
Sí Sí Sí
Consejo: dieta, ejercicio
Control periódico
Peso estable
grasa ginoide Historia, exploración, analítica
Sí Derivar
No FRCV
No
Sí
Obesidad 2.a
¿Quiere perder No No
peso?
No
Sí ¿Quiere perder peso?
138
Sí
Sí
Dieta, actividad física, modificación de la
conducta
Dieta, ejercicio, modificación conducta.
Fármacos
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
↓5%-10% en 6 No Reevaluar.
meses Empleo fármacos No No
IMC < 34,9 ↓>10% Comorbilidad
en 6 meses
Sí
Sí No
Sí
Refuerzo ↓5%-10% Sí
EpS mantenimiento en 6 meses Refuerzo, control Analizar razones.
para mantenimiento Fijar objetivos
No
EpS: educación para la salud; FRCV: factores de riesgo cardiovascular; IMC: índice de masa corporal.
41. PREVENCIÓN PRIMARIA DE LA HIPERCOLESTEROLEMIA
IDEAS CLAVE
1. El diagnóstico de hipecolesterolemia se debe realizar tras dos determinaciones de
colesterol total (CT) igual o superior a 250 mg/dl (6,48 mmol/l) entre una semana
y tres meses de separación.
2. Perfil lipídico incluye: CT, lipoproteína de baja densidad (LDL), lipoproteína de alta
densidad (HDL) y triglicéridos (TG). Requiere ayuno de 12 horas.
3. Para realizar el cálculo del riesgo cardiovascular (RCV) se recomienda utilizar las
Tablas del Estudio SCORE para países de bajo riesgo, que estima mortalidad
cardiovascular en 10 años.
4. Las hiperlipidemias familiares tienen un alto riesgo aterogénico, por lo que no se
realiza cálculo del RCV. El objetivo de la LDL es inferior a 130 mg/dl (3,37
mmol/l).
5. La cifra de LDL se obtiene por la fórmula de Friedewald LDLc=CT-HDLc-TG/5. Si
los triglicéridos (TG) son mayores de 400 mg/dl se debe calcular el LDL de forma
directa o utilizar el colesterol no-HDL (CT-HDL) que será 30 mg/dl superior al mar-
cado como LDL.
6. El paciente con diabetes mellitus presenta un RCV mayor que la población gene-
ral. La ADA (American Diabetes Association) y el NCEP-III (National Cholesterol
Education Program) equiparan el riesgo al paciente que ha sufrido un evento car-
diovascular, por lo que recomiendan un objetivo de LDL inferior a 100 mg/dl.
7. Si el riesgo de mortalidad cardiovascular en 10 años es < 5%: dieta, abandono
tabaco, ejercicio físico y mantener el RCV bajo. Repetir cada 5 años.
8. Si el riesgo de mortalidad cardiovascular en 10 años es ≥ 5%: RCV alto: consejo
intensivo sobre modificaciones estilo de vida durante 3-6 meses. Si LDLc<100
mg/dl o RCV <5% insistir en modificaciones estilo de vida. Si persiste un RCV ≥ 5%
añadir fármacos con el objetivo de conseguir un LDLc<100 mg/dl.
9. El fármaco de elección son las estatinas. Según la disminución de LDLc necesaria
para el paciente se elegirá la estatina dependiendo de su potencia (atorvastatina,
simvastatina, lovastatina, pravastatina, fluvastatina).
10. Asociación de fármacos: estatina+ezetimiba; estatina+resina; fibrato+resina;
estatina+fibrato (no gemfibrozilo).
139
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• American Diabetes Association. Standards of medical care for patients with diabetes mellitus. Diabetes
Care 2002; 25: S33-S49.
• Conroy RM, Pyörälä K, Fitzgerald AP, Sans S, Menotti A, De Baker G, et al. Estimation of ten-year risk
of fatal cardiovascular disease in Europe: the SCORE Project. Eur Heart J 2003; 24:987-1003.
• Expert panel on detection, evaluation, and treatment of high blood cholesterol in adults. Summary of the
second report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection,
Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel). JAMA 2001; 285:
2486-97.
• Guía Europea de Prevención Cardiovascular en la Práctica Clínica. Tercer Grupo de trabajo de las
sociedades europeas y otras sociedades sobre prevención cardiovascular en la práctica clínica. Aten.
Primaria 2004; 34: 484-92.
• Lago F, Blasco M, Álvarez A, Mantilla T, Llor C. Manual de práctica clínica en Atención Primaria:
dislipemias. Barcelona: SCM; 2001.
• Lago F, Álvarez A, Blasco M, Lapetra J, Llor C, Mantilla T, et al. Dislipemias. Recomendaciones semFYC
2ª edición. SemFYC ediciones; 2004.
140
Colesterol total
(2 determinaciones)
141
Calcular RCV No
Tabla SCORE ¿Hiperlipidemia
Países bajo riesgo familiar? Sí
LDL: lipoproteína de baja densidad; RCV: riesgo cardiovascular; DM: diabetes mellitus.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
142
42. TRATAMIENTO DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2 CON ANTIDIABÉTICOS ORALES
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• American Diabetes Association. Clinical Practice Recommendations 2003. Diabetes Care. 2003; 26
Suppl 1.
• Fernández Fernández I. Actualización en antidiabéticos orales. Inf Ter Sist Nac Salud. 2001;25:33-45.
143
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
• Godoy Arno A, Franch Nadal J, Mata Cases M. Proyecto COMBO. Criterios y pautas de terapia
combinada en la Diabetes tipo 2. Documento de consenso (I). Aten. Primaria. 2001;27:197-206.
• Godoy Arno A, Franch Nadal J, Mata Cases M. Proyecto COMBO. Criterios y pautas de terapia
combinada en la Diabetes tipo 2. Documento de consenso (II). Aten. Primaria. 2001;27:351-63.
144
42. TRATAMIENTO DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2 CON ANTIDIABÉTICOS ORALES
Mal control
¿Sobrepeso?
No Sí
145
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
NEUMOLOGÍA
43. DIAGNÓSTICO DEL ASMA
Autores: J. Méndez-Cabeza Velázquez, L. Olmo Enciso, J. Molina París
y S. Núñez Palomo
IDEAS CLAVE
1. El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias de etiolo-
gía no del todo conocida. En los individuos susceptibles, esta inflamación determina
episodios recurrentes de obstrucción bronquial de intensidad variable con tos, sibi-
lancias, disnea y opresión torácica, que suele empeorar por la noche o en la
madrugada. Estos episodios se asocian generalmente a un estrechamiento de las
vías aéreas variable y con frecuencia reversible de forma espontánea o con trata-
miento. Esta inflamación produce también un aumento de la hiperrespuesta
bronquial a gran variedad de estímulos. Las pruebas de función pulmonar permiten
estudiar: la obstrucción bronquial, la reversibilidad, la variabilidad y la hiperreac-
tividad bronquial.
2. El diagnóstico de confirmación se realiza con espirometría forzada. La relación
FEV1/ FVC detecta la obstrucción. El FEV1 valora el grado de obstrucción y la res-
puesta al tratamiento.
3. La reversibilidad se evalúa mediante la prueba broncodilatadora (PBD), es positiva
cuando el resultado del FEV1 o de la FVC es superior al 11% del basal y el incre-
mento de volumen es de al menos 200 ml en valor absoluto. La sospecha clínica,
asociada a una obstrucción espirométrica con PBD positiva, es diagnóstica de
asma.
4. Si existe obstrucción y la PBD no es positiva, se debe realizar una prueba con cor-
ticoides. Si éstos logran la normalización de la obstrucción se considera que el
paciente puede tener asma y se beneficiaría del uso de ellos. Un resultado negativo
no excluye enfermedad.
5. La variabilidad se calcula mediante el FEM (registro domiciliario del flujo espirato-
rio máximo [RDFEM], por la mañana y por la noche) durante 10-15 días. Un
resultado superior al 20% es diagnóstico de asma. Si es inferior al 20% es desea-
ble realizar una prueba de carrera libre. Se considera positivo cuando el descenso
máximo del FEV1 o del FEM es superior al 15% del basal, pero un resultado nega-
tivo no excluye asma, debiéndose realizar pruebas de provocación bronquial con
metacolina o histamina.
146
43. DIAGNÓSTICO DEL ASMA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Calvo E, Hernández E, Llauguer MA, Molina J, Naberan K, y Grupo de Respiratorio de semFYC. Asma.
En: Recomendaciones semFYC. Barcelona: Edide; 1996.
• Global Strategy for Asthma Management and Prevention. NHLBI/WHO. Disponible en:
www.ginasthma.com.2002.
• Martín Escribano P, Molina París J. Asma bronquial. En: López Encuentra A, Martín Escribano P, editores.
Neumología en Atención Primaria. Madrid: Aula Médica; 1999. p. 269-98.
• Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y Sociedad Española de Neumología y Cirugía
Torácica. Recomendaciones para la atención del paciente con asma. Arch Bronconeumol. 1998;34:394-9.
147
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Espirometría
forzada
PBD
Reversibilidad casi
Variabilidad > 20% total Ensayo
RDFEM
terapéutico
Variabilidad No reversibilidad
< 20%
> 20 años
Sí
(-)
(-)
(+)
No Prueba de
Broncoprovocación
(-)
Expectativa, nueva
Expectativa, nueva valoración y considerar
Diagnóstico otra enfermedad
valoración y considerar de asma
otra enfermedad
148
44. DIAGNÓSTICO DE LA EPOC
IDEAS CLAVE
1. Presencia de una obstrucción crónica y poco reversible al flujo aéreo demostrado
mediante espirometría forzada y causada por la existencia de bronquitis crónica
(BC) y/o enfisema pulmonar (EP).
2. BC (criterio clínico): presencia de tos productiva al menos durante tres meses al
año, dos o más años consecutivos, siempre que se hayan descartado otras cau-
sas de tos crónica.
3. EP (criterio anatomopatológico): agrandamiento anormal y permanente del espa-
cio aéreo distal al bronquiolo terminal, acompañado por destrucción de las
paredes alveolares, sin fibrosis previa.
4. Manifestaciones clínicas: aparición de tos y expectoración crónicas, a las que se
asocian progresivamente infecciones respiratorias frecuentes y disnea más tarde.
5. “Paquetes-año”, se calcula dividiendo el número de cigarrillos fumados al día
entre 20, y el resultado se multiplica por el número de años que ha fumado.
6. Estudio diagnóstico inicial: espirometría forzada, con prueba broncodilatadora
(PBD), y radiografía de tórax. Seguimiento con espirometría.
7. Otras pruebas útiles en el estudio completo son: hemograma, electrocardiograma,
proteinograma (despistaje del déficit de alfa-1-antitripsina en < 40 años y enfer-
medad pulmonar obstructiva crónica [EPOC]), gasometría arterial, pulsioximetría,
medición de la capacidad de los volúmenes estáticos y de la difusión pulmonar
del monóxido de carbono (DLCO), tomografía computarizada y pruebas de
esfuerzo.
8. Se objetiva obstrucción cuando la relación FEV1/ FVC es inferior al 70% y el FEV1
inferior al 80% del valor de referencia.
9. La PBD es habitualmente poco reversible. Es positiva si el cambio del FEV1 pos-
broncodilatador es superior al 11% del basal y superior en 200 ml en valores
absolutos.
10. El FEV1 se utiliza para definir el nivel de gravedad y establecer el deterioro fun-
cional: EPOC leve > 80% del teórico, moderado 50-79%, grave 30-49%, muy
grave < 30%.
11. El consejo antitabaco es la medida terapéutica más importante (evidencia A).
149
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Álvarez-Sala JL, Cimas E, Masa JF, Miravitlles M, Molina J, Naberan K, et al. Recomendaciones para la
atención al paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. SemFYC-SEPAR. Arch
Bronconeumol. 2001;37:269-78.
• Calvo E, Cimas E, Hernández E, Llauguer MA, Molina J, Naberan KX, y Grupo de Respiratorio de
semFYC. EPOC. En: Programas Básicos de Salud. Programa del Adulto. Madrid: Ed. Doyma; 1999.
• Pauwels RA, Buist AS, Calverley PMA, Jenkins CR, Hurd SS. Global strategy for the diagnosis,
management and prevention of Chronic Obstructive Pulmonary Disease. National Heart, Lung and Blood
Institute/WHO. Global Initiative for Obstructive Lung Disease (GOLD), Workshop Summary. Am J Respir
Crit Care Med. 2001;163:1256-76.
• The COPD Guidelines Group of the Standard of Care Committee of the British Thoracic Society (BTS). BTS
Guidelines for the Management of Chronic Obstructive Pulmonary Disease. Thorax. 1997;52 Suppl: S1-28.
150
44. DIAGNÓSTICO DE LA EPOC
No EPOC Espirometría
Normal Patrón no obstructivo
Nueva forzada
valoración
PATRÓN OBSTRUCTIVO
PBD
Negativa Positiva
Nueva valoración
Registro domiciliario FEM
Tratamiento
(broncodilatodores y
corticoides inhalados u
orales)
Variabilidad
No Reversibilidad Sí
EPOC
Asma
EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; PBD: prueba broncodilatadora.
151
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
45. DISNEA
IDEAS CLAVE
1. La disnea se define como la “sensación de falta de aire”, que aparece durante el
reposo o con un grado de actividad física inferior a la esperada. No se considera
patológica cuando aparece con el ejercicio extenuante en individuos sanos con
buena condición física ni con el ejercicio moderado en personas sanas no acos-
tumbradas al esfuerzo.
2. La mayor parte de los pacientes con disnea de evolución crónica o de causa no
clara en un examen inicial tienen una de estas 4 etiologías: asma bronquial, enfer-
medad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedad intersticial pulmonar o
una cardiopatía.
3. Una correcta anamnesis puede darnos la orientación diagnóstica en dos terceras
partes de los casos.
4. Puesto que las causas orgánicas más frecuentes de disnea son cardíacas y pulmo-
nares, los métodos más útiles para evaluar la disnea son el electrocardiograma y la
radiografía de tórax. Sólo pueden excusarse en los casos en los que se tenga cer-
teza de que la disnea es de origen psicógeno.
5. La espirometría debe realizarse en todo paciente en el que las pruebas iniciales no
proporcionen el diagnóstico.
6. Los criterios de traslado urgente al centro de referencia por un cuadro de disnea son:
a) Disnea aguda con inestabilidad hemodinámica.
b) Disnea aguda subsidiaria de estudio urgente y no disponer de pruebas comple-
mentarias.
c) Necesidad de tratamiento urgente no disponible en centro de trabajo.
7. La inestabilidad hemodinámica se puede mostrar de las siguientes maneras:
a) Dolor torácico o síncope.
b) Disnea o taquipnea extremas.
c) Alteraciones del nivel de conciencia.
d) Alteraciones en la tensión arterial (hipo o hipertensión).
e) Cianosis, mala perfusión periférica, desaturación.
8. Aunque existen varias escalas para evaluar la disnea, la interpretación puede ser
difícil debido a la subjetividad del síntoma. Una de las escalas más empleadas es
la de la NYHA (New York Heart Association):
152
45. DISNEA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Anonimus. American Thoracic Society. Dyspnea. Mechanisms, assesment, and management: a consensus
statement. Am J Respir Crit Care Med. 1999;159:321-40.
• Laluezo Blanco A, Gracia Lorenzo V, et al. Disnea. Manual de diagnóstico y terapéutica médica. Hospital
Universitario 12 de Octubre. 5.ª ed. 2003(10):91-8.
• Morgan W, Hodge H. Diagnostic evaluation of dyspnea. American Family Physician.
1998;15;57(4):711-6.
• Prats Graciá E, Alonso Peces E, et al. Protocolo diagnóstico de disnea. Medicine. 1997; 7 (36): 1601-3.
153
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Disnea
Anamnesis Síndrome de
Exploración física distrés respiratorio
del adulto (SRDA)
Anamnesis Tromboembolismo
Exploración física pulmonar (TEP)
Volet costal
No Sí
¿Inestabilidad Actitud Neumotórax a
¿Origen psicógeno?
hemodinámica? urgente tensión
Sí
Otros: IAM, EAP...
No
Tratamiento
Duración
Menos de 1 semana Más de 1 semana
ECG, Rx tórax
ECG, Rx tórax Analítica, espirometría
Espirometría
Patrón de condensación pulmonar normal
(neumonía):
Tos, expectoración, dolor pleurítico,
fiebre... Sospecha
causa ¿Sospecha de PBD, PBP,
neumológica hiperreactividad Registro PF
bronquial?
Patrón pleural (neumotórax,
derrame):
Dolor lancinante, disnea súbita ¿Sospecha de
enfisema o VOL
proceso DLCO
Patrón de obstrucción vascular intersticial?
pulmonar (TEP): dinea brusca,
taquipnea, taquicardia, factores de
riesgo de enfermedad
Espirometría: VOL
tromboembólica, etc.
Patrón restrictivo DLCO
154
46. NEUMONÍA
46. NEUMONÍA
IDEAS CLAVE
Pneumonia Patient Outcome Research Team (PORT)
Sí No
Clase Descripción de ítems (1 punto por cada ítem) CURB-65 CRB-65 Manejo
C Confusión mental. Desorientación temporoespacial 0-1 0, 1 - Domicilio
(Test Mental Abreviado < 8 ítems)
U Urea plasmática ≥ 7 mmol*
R Frecuencia Respiratoria ≥ 30/min 2 2 Valoración hospital
B Baja presión arterial: PAS <90 mmHg y PAD < 60 mmHg 3-4-5 3-4 Ingreso hospitalario
65 Edad ≥ 65 años
*En CRB-65 se elimina este parámetro
155
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
156
46. NEUMONÍA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Fine MJ, Auble TE, Yealy DM, Hanusa BH, Weissfeld LA, Singer DE. A prediction rule to identify low-risk
patients with community-acquired pneumonia. N Engl J Med 1997; 336: 243-50.
• Lionel A. Mandell, John G. Bartlett, Scott F. Dowell, Thomas M. File, Jr., Daniel M. Musher, and Cynthia
Whitney .Update of Practice Guidelines for the Management of Community-Acquired Pneumonia in
Immunocompetent Adults. Infectious Diseases Society of America. Clinical Infectious Diseases 2003;
37:1405-1433. Disponible en URL: www.journals.uchicago.edu/CID/journal/issues/
v37n11/32441/32441.html.
• Tratamiento antibiótico empírico inicial de la neumonía adquirida en la comunidad en el paciente adulto
inmunocompetente. Consenso SEPAR, SEQ, SEMI, SEMES. Rev Esp Quimioterapia 2003; 16: 457-66.
Disponible en URL: www.seq.es/seq/0214-3429/16/4/457.pdf.
• Protocolos clínicos SEIMC. Pachón J. Infecciones en el tracto respiratorio inferior. [Consultado 1 de junio
del 2003]. Disponible en URL: www.seimc.org/protocolos/clinicos/proto1.htm#3.
157
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
158
46. NEUMONÍA
Radiología de tórax
Infiltrado radiológico
Sí No
Diagnóstico de NAC Valorar otros diagnósticos
Derivación al hospital
Riesgo leve/moderado de Riesgo elevado,
complicaciones (clase I, II, o III) PORT (Clase IV, V) CURB
Iniciar tratamiento empírico en domicilio
Cefalosporinas 2.a/3.a
G, o amoxicilinaclavulánico
+ macrólidos, (VO/IV).
Adulto joven (< 60 a) Edad avanzada (> 60 a)
o FQ, (VO/IV) 14-21 días
NAC: neumonía adquirida en comunidad; FQ: fluorquinolonas; IDP: inmunodeprimido; IRC: insuficiencia renal.
159
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. La tos de larga evolución es aquella que persiste más de tres semanas, no está
ligada a un proceso agudo, y cuya etiología hasta ese momento es desconocida.
2. La etiología más frecuente de tos crónica es el tabaco.
3. La historia clínica es la herramienta más eficiente para orientar el proceso diag-
nóstico.
4. Debe valorarse una posible causa farmacológica (colirios, gotas nasales y, espe-
cialmente, pacientes tratados con inhibidores de la enzima convertidora de la
angiotensina [IECA]).
5. En no fumadores las causas más importantes son el goteo nasal posterior, el asma
y el reflujo gastroesofágico, por este orden. Estas tres explican la tos de larga evo-
lución en el 94% de los casos.
6. La exploración otorrinolaringológica, la cardíaca y la pulmonar aportan impor-
tante información para el diagnóstico.
7. La radiografía de tórax representa la exploración complementaria más útil. Está
indicada siempre que la anamnesis y el examen físico no han permitido un diag-
nóstico preciso. Suele ser normal en procesos extrapulmonares, tabaquismo o
asma. Permite, generalmente, excluir enfermedades graves, como el carcinoma
broncogénico, la sarcoidosis o la fibrosis pulmonar.
8. Las radiografías de senos y lateral de cavum, y la espirometría con prueba bron-
codilatadora o el registro de la variabilidad domiciliaria del flujo espiratorio
máximo (FEM), tienen un rendimiento diagnóstico alto cuando no se ha llegado al
diagnóstico definitivo.
9. El tratamiento dependerá de la etiología. En todos los casos el paciente deberá
dejar de fumar.
10. El tratamiento farmacológico específico es altamente eficaz (88%-95%). Por ello,
la utilización de fármacos antitusivos inespecíficos, que no han demostrado cla-
ramente su eficacia en ensayos clínicos, o de antibióticos de forma indiscriminada
debe restringirse.
11. La derivación está indicada cuando se precisan exploraciones complementarias
no accesibles desde Atención Primaria, cuando existe falta de respuesta a un tra-
tamiento correcto o se presentan complicaciones de difícil control.
12. La tos de larga evolución puede ser la manifestación principal de una enfermedad
grave.
160
47. TOS CRÓNICA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• De Diego A, Perpiñá M. Estudio y diagnóstico de la tos crónica en el adulto. Arch Bronconeumol.
2000;36:208-20.
• Irwin RS. Silencing chronic cough. Hospital Practice. 1999;15:53-60.
• Molina París J, Olmo Enciso L. Tos de larga evolución. En: Guía de Actuación en Atención Primaria, 2.ª
ed. Barcelona: Edide; 2000.
• Palombini BC, Castilhos CA, Araújo E, Leite O, Carneiro D, Prestes D, et al. A pathogenic triad in chronic
cough. Chest. 1999;116:279:84.
• Plaza Moral V. Manejo diagnóstico de la tos crónica. Arch Bronconeumol. 2002; 38 Supl 7:22-6.
• Ross Lawler W. An office approach to the diagnosis of chronic cough. American Family Physician.
1998;58:2015-22.
161
Tos de larga evolución
Persiste tos
Normal Anormal Investigar la causa
Tratamiento específico
162
Goteo nasal posterior Asma RGE
Exploración ORL Espirometría + PBD pH-metría 24 h
Rx senos y/o cavum Registro del FEM Tránsito
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
gastroduodenal
Gastroscopia
Tratamiento específico Broncoscopia
Curación Persiste tos Derivación TAC
Ecocardiograma
PBD: prueba broncodilatadora; FEM: flujo espiratorio máximo; IECA: inhibidor de la enzima conversora de la
angiotensina; TAC: tomografía axial computarizada; ORL: otorrinolaringológica.
48. TRATAMIENTO DEL ASMA
IDEAS CLAVE
1. El tratamiento del paciente con asma engloba tres aspectos básicos: medidas de
evitación, educación sanitaria y tratamiento farmacológico.
2. Debe evitar: fumar, exponerse al humo de otros fumadores, el polvo de la casa,
irritantes (laca, insecticidas, pinturas, colonias, humos), tener animales domésticos
en el domicilio y fármacos desencadenantes de asma.
3. Los objetivos de la educación son: conocer qué es el asma y los signos y síntomas
que se deben controlar para determinar el estado de su enfermedad en cada
momento, resolver todas aquellas dudas que tenga el paciente, evitar desencade-
nantes, conocer los fármacos empleados en el tratamiento, la forma correcta de
administrarlos y la diferencia entre los “aliviadores” y los “preventivos”, saber qué
medidas tomar cuando están iniciando una crisis leve y qué hacer cuando no
mejora o en situaciones más difíciles.
4. Los beta2-adrenérgicos de vida media corta se deben usar únicamente cuando
hay síntomas. En las crisis de asma representan el tratamiento de elección, admi-
nistrados siempre con cámara espaciadora.
5. Los beta2-adrenérgicos de vida media larga son útiles para la prevención de los
síntomas a largo plazo, principalmente nocturnos, además de evitar el broncoes-
pasmo inducido por el ejercicio. No se deben usar como medicación de rescate,
ni como tratamiento único del asma.
6. El bromuro de ipratropio es útil como fármaco de rescate en niños pequeños, en
personas mayores y en pacientes con cardiopatía.
7. La teofilina tiene un efecto broncodilatador inferior, provoca efectos secundarios
más importantes y frecuentes y tiene un margen terapéutico estrecho.
8. Los corticoides inhalados son la base del tratamiento del asma crónico persistente.
Se debe mantener la dosis que consiga controlar los síntomas durante tres meses,
para después reducirla hasta alcanzar la mínima eficaz. En situaciones de mal
control se recomienda, antes de aumentar la dosis, añadir un beta2-adrenérgico
de vida media larga, siempre que previamente se haya comprobado la adheren-
cia al tratamiento y una correcta técnica de inhalación.
9. Los corticoides orales sólo se usan en pacientes con asma grave mal controlada y
en crisis, administrados en pautas cortas.
10. Los antileucotrienos son eficaces en el tratamiento de mantenimiento del asma leve
o moderado, su utilización permite reducir la dosis de corticoides inhalados.
163
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
11. Las cromonas son útiles como tratamiento preventivo, en el tratamiento de mante-
nimiento del asma persistente leve en niños, como coadyuvante a los corticoides
inhalados, o como alternativa si éstos no se toleran o se rechaza su uso.
12. El uso de la inmunoterapia puede considerarse en asma persistente leve, con sen-
sibilización a un solo alergeno demostrado por la historia clínica y las pruebas
cutáneas, y cuando no se logra controlar los síntomas a pesar de un tratamiento
farmacológico y medidas de evitación correctos.
13. Los avances en los conocimientos de los mecanismos inmunológicos del asma han
permitido valorar nuevas estrategias terapéuticas en investigación: antagonistas
de la IgE, anticuerpos monoclonales (anti CD4, anti IL-4, anti IL-5), suplatast tosi-
late, promoción de citocinas del fenotipo Th1 y la administración de IL-12 recom-
binante humana.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Calvo E, Hernández E, Llauguer MA, Molina J, Naberan K y Grupo de Respiratorio de semFYC. Asma.
En: Recomendaciones semFYC. Barcelona: Edide; 1996.
• Global Strategy for Asthma Management and Prevention. NHLBI/WHO, 2002. Disponible en:
www.ginasthma.com.
• Martín Escribano P, Molina París J. Asma bronquial. En: López Encuentra A, Martín Escribano P, editores.
Neumología en Atención Primaria. Madrid: Aula Médica; 1999. p. 269-98.
• Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y Sociedad Española de Neumología y Cirugía
Torácica. Recomendaciones para la atención del paciente con asma. Arch Bronconeumol. 1998;34:394-9.
164
48. TRATAMIENTO DEL ASMA
Asma
Persistente
Intermitente Persistente leve Persistente grave
moderado
165
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Los objetivos del tratamiento son: abandonar el hábito tabáquico, preservar la fun-
ción pulmonar o reducir su deterioro, detectar y tratar precozmente las agudi-
zaciones y complicaciones, mejorar la calidad de vida y aumentar la supervivencia.
2. Las únicas medidas que han demostrado aumentar la expectativa de vida son: el
abandono del hábito tabáquico y la oxigenoterapia crónica domiciliaria cuando
está indicada.
3. Recomendaciones generales: alimentación equilibrada para mantener peso ideal,
ejercicio físico, evitar exposición a humos y polución atmosférica, vacunación anti-
gripal en otoño a todos los pacientes.
4. La principal medida preventiva es la supresión del tabaco.
5. El paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) leve ha de utili-
zar medicación cuando presenta síntomas.
6. El paciente con EPOC moderado debe recibir tratamiento crónico con broncodila-
tadores. Puede beneficiarse del efecto sinérgico que ha demostrado la asociación
de anticolinérgicos y beta2-adrenérgicos inhalados (la teofilina se podría utilizar
como un tercer broncodilatador si no se controlan los síntomas con los anteriores).
7. En pacientes con EPOC grave, sintomáticos a pesar de no fumar y de recibir dosis
de broncodilatadores máximas, debe considerarse la administración de corticoides
inhalados, pues han demostrado disminuir el número de exacerbaciones y mejorar
la calidad de vida de estos pacientes.
8. Algunos estudios sugieren que el tratamiento regular con N-acetilcisteína disminuye
el número de agudizaciones y los días de discapacidad por paciente y mes, pero
todavía no hay suficientes datos para recomendar su empleo regular.
9. Los antibióticos (ATB) no deben emplearse en EPOC leve salvo que la agudización
sea grave, lo que se define por los tres criterios de Anthonisen (aumento de la dis-
nea, incremento del volumen del esputo y de la purulencia del mismo). En EPOC
moderada los ATB están indicados cuando aparecen al menos dos de estos sínto-
mas. En EPOC grave deben emplearse ATB al observar cualquiera de estos sín-
tomas, por el riesgo que conlleva el fracaso terapéutico.
166
49. TRATAMIENTO DE LA EPOC
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Global strategy for the diagnosis, management and prevention of Chronic Obstructive Lung Disease.
National Heart, Lung and Blood Institute/WHO. Global Initiative for Chronic Obstructive Lung Disease
(GOLD) 2003. Disponible en:www.goldcopd.com.
• Rodríguez-Roisin R, Barberá JA, Sánchez-Agudo L, Molina París J, Sunyer J, Macián V, Navarro D,
Hernando P, López Encuentra A, Puig F, Carné X. -Jurado de Consenso-, por el Grupo de Trabajo-
Conferencia de Consenso para el diagnóstico y tratamiento de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica. Arch Bronconeumol 2003; 39(Supl 3):5-47.
• National Institute for Clinical Excellence. Clinical Guideline 12: Management of chronic obstructive
pulmonary disease in adults in primary and secondary care. February 2004. Disponible en:
www.nice.org.uk
• Álvarez-Sala JL, Cimas E, Masa JF, Miravitlles M, Molina J, Naberan K, Simonet P, Viejo JL.
Recomendaciones para la atención al paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. semFYC-
SEPAR. Arch Bronconeumol 2001;37:269-278.
• Calverley P, Pauwels R, Vestbo J, Jones P, Pride NB, Gulsvik A, for the TRISTAN study group. Combined
salmeterol and fluticasone in the treatment of chronic obstructive pulmonary disease: a randomised
controled trial. Lancet 2003; 361:449-456.
167
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
EPOC
FEV1/FVC FEV1/FVC
FEV1/FVC FEV1/FVC
< 70% < 70%
< 70% < 70%
FEV1 < 30% ó <
FEV1 ≥80% del FEV1 50-79% FEV1 30-49%
del teórico 50%
teórico del teórico
más insuficiencia
Con o sin
respiratoria o
síntomas
insuficiencia
ventricular
derecha
168
50. ALOPECIA
DERMATOLOGÍA
50. ALOPECIA
Autores: J. Blasco Albert y C. Cámara Escribano
IDEAS CLAVE
1. Se considera fisiológico una pérdida entre 70-100 cabellos diarios. El diagnós-
tico de toda alopecia debe basarse en una cuidadosa historia cínica incluyendo
antecedentes familiares y personales.
2. La caída del cabello es uno de los motivos de consulta más frecuentes en derma-
tología, representando aproximadamente el 5% de las primeras visitas.
3. La alopecia es mal tolerada tanto en mujeres como en varones, llegando a pro-
ducir en algunos casos graves trastornos psicológicos.
4. La prueba de pilotracción o signo de Saboreaud consiste en realizar un simple
tirón de un mechón preferentemente del área temporal. Es positiva si se despren-
den más de dos cabellos.
5. El signo del pellizcamiento o maniobra de Jacquet consiste en intentar pellizcar el
cuero cabelludo afecto. Si se consigue con facilidad, estamos ante un caso de alo-
pecia cicatricial no reversible. Por el contrario si es difícil el pellizco es signo de
persistencia de folículos por lo tanto la alopecia es recuperable. Las causas más
frecuentes de alopecia cicatricial son: traumatismos, radiaciones, quemaduras,
mala praxis de trasplantes de cabello, infecciosas (lepra, lúes, tuberculosis, her-
pes zóster, tiñas inflamatorias); infiltraciones neoplásicas, liquen plano, LED,
foliculitis disecante, etc.
6. La alopecia areata es una pérdida brusca de cabello localizada sin descamación,
que conserva los orificios foliculares. Son típicos los “pelos peládicos” o en excla-
mación que se caracterizan por ser más gruesos en su extremo distal que en el
proximal. Es la alopecia localizada más frecuente. Con frecuencia es recidivante
y no es raro que haya antecedentes familiares de casos similares.
7. La MAGA (alopecia androgenética de patrón masculino) y la FAGA (alopecia
androgenética de patrón femenino) comprenden más del 80% de las alopecias
difusas.
8. La tricotilomanía es más frecuente en niños que en adultos. Los casos infantiles
habitualmente se resuelven solos, mientras que en los adultos suele ser preciso tra-
tamiento psiquiátrico.
9. El tratamiento de la alopecia androgenética con minoxidil o finasteride debe man-
tenerse por tiempo prolongado ya que el pelo vuelve a caer al suspenderlo.
10. El finasteride puede reducir los niveles de antígeno prostático específico (PSA) en
un 50% en varones mayores de 50 años. No está aprobado su uso en mujeres en
edad fértil por su capacidad teratogénica.
169
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Camacho F, Montagna W. Tricología. Enfermedades del folículo pilosebáceo. Vol. 4. Biblioteca Aula
Médica; 1999.
• Casanova JM, Ribera Pibernat M. Conducta a seguir ante un paciente con alopecia. FMC.
2001;8(2):113-27.
• De las Heras, Alonso ME. El médico. Aula Acreditada. Tema XV. Programa anual 2001-2002 de
formación continuada.
• Fitzpatrick TB, Johnson RA, Wolff K. Atlas de dermatología clínica. McGraw-Hill Interamericana; 1997.
170
50. ALOPECIA
ALOPECIA
Adquirida
Congénita
Aguda Crónica
Antecedentes No cicatricial
Stres médico- familiares de calvicie
quirúrgico previo Cicatricial
Parto
Anticonceptivo Alopecia Descamación
Intervención Androgenética (7)
quirúrgica Test
Enf. febril Pellizcamiento (5)
Reducción peso Tto con minoxidil al 2%-5% Sí No
durante 6 meses (11)
IDEAS CLAVE
1. Carcinoma intraepidérmico, lesión descamativa de bordes irregulares, bien defi-
nidos.
2. Por Candida, suele producirse descamación en los bordes de las lesiones.
3. Muy frecuente, suele comenzar en la infancia, intenso prurito, lesiones bilaterales
de bordes mal definidos en zonas de flexión. En el lactante afecta a la cara pero
respeta el triángulo peribucal.
4. Alérgica: se presenta con edema, descamación discreta, muy pruriginosa, por
cosméticos en cara y axilas, en manos suelen ser alergenos profesionales y en pies
componentes del calzado. Por irritante primario: muy frecuente, amas de casa y
trabajadores manuales en manos, con fisuras dolorosas, suele ser por desodo-
rantes en axilas.
5. Afecta a niños, se localiza en la punta de los dedos con escasa afectación de
espacios interdigitales.
6. Muy frecuente, ligeramente pruriginosa, afecta al centro de la cara y borde del
cuero cabelludo, también en región esternal y espalda.
7. Afecta a niños y adultos jóvenes, intenso prurito, comienza en las caras laterales
de los dedos y se presenta con vesículas; brotes en primavera-verano.
8. Infección bacteriana, ingles-axilas, bilateral, descamación uniforme, color naranja
o marrón.
9. Pruriginosa, simula una dermatitis alérgica de contacto.
10. Más frecuente que la fotoalérgica, simula un eritema solar intenso, es pruriginosa.
11. Aparece varias horas después de la exposición solar (12-24 horas), es pruriginosa.
12. Pápulas foliculares en la cara externa de brazos y muslos, también en la cara; la
piel recuerda a un rallador.
13. En la cara palmar de muñecas, con estrías blanquecinas y, habitualmente, lesio-
nes en la mucosa oral.
14. Lesión con intenso prurito, placa de borde bien definido.
15. Empeora con el sol, se extiende periféricamente y cura en el centro con cicatriz
atrófica.
16. Carcinoma de la piel, si afecta al pezón o la aréola está asociado a carcinoma
de mama.
172
51. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LAS LESIONES ERITEMATO-DESCAMATIVAS
17. Pápulas foliculares en codos, rodillas, tronco y cara, etiología desconocida, puede
dejar cicatriz.
18. Se inicia con una placa primaria o “heráldica”, generalmente localizada en el
tronco; posteriormente exantema con placas y pápulas ligeramente descamativas.
19. Pápulas epidérmicas foliculares que se desprenden de una pieza, en codos y rodi-
llas fundamentalmente.
20. Muy frecuente, máculas hipo-hipercrómicas, menos de 1 cm, en tronco, cuello y
parte proximal de extremidades.
21. Muy frecuente, escamas de color blanco-nacarado que se desprenden fácilmente
con el rascado y se provoca sangrado en pequeñas gotas. Buscar siempre más
lesiones en zonas típicas. En pliegues son placas de coloración rojo brillante sin
descamación (psoriasis invertida).
22. Lesión adherente, bien delimitada, tacto rugoso, generalmente en mayores de 50
años.
23. Borde con mayor descamación, ligeramente pruriginosa, a veces asintomática,
uni/bilateral; en los pies es típica la afectación de espacios interdigitales, aplicar
corticoides modifica el aspecto.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Ashton R, Leppard B. Diagnóstico Diferencial en Dermatología. 1.ª ed. Barcelona: IATROS-GRASS
Ediciones; 1994.
• Freedberg IM, Eisen AZ, Wolff K, Austen KF, Goldsmith LA, Katz SI, et al, editores. Fitzpatrick´s
Dermatology in General Medicine CD-ROM. 5th ed. New York: McGraw-Hill Companies, Inc, 1999.
• Rook, Wilkinson, Ebling. Textbook of Dermatology on CD-ROM. 6 th ed. Oxford: Blackwell Science Ltd;
1999.
173
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Pliegues Cuero
cabelludo
No Sí Sí No
No Sí No
(*) Síntomas: SÍ: prurito intenso, dolor, escozor; NO: ligero prurito o asintomáticas.
Los números entre paréntesis se corresponden con las ideas clave.
174
52. ICTERICIA
52. ICTERICIA
IDEAS CLAVE
1. Ictericia: Signo clínico que consiste en la coloración amarillenta de piel y mucosas
debido al exceso de bilirrubina (Brb), hiperbilirrubinemia (cifras normales de bili-
rrubina entre 0,3-1mg/dl). Clínicamente evidente cuando los niveles séricos de Brb
son superiores a 2-2,5 mg/dl.
2. El enfoque diagnóstico de la ictericia parte de la determinación de la cifra de Brb y
sus diferentes fracciones: Brb indirecta/no conjugada y Brb directa/conjugada.
3. La clasificación etiológica más utilizada, es aquella que se basa en la distinción de
la fracción de Brb elevada: hiperbilirrubinemia no conjugada, hiperbilirrubinemia
conjugada.
4. La existencia de coluria orienta hacia una hiperbilirrubinemia conjugada. Cuando
existe exceso de Brb conjugada, al ser hidrosoluble se elimina por vía renal produ-
ciendo coloración oscura de la orina, coluria. Por el contrario la Brb no conjugada
es liposoluble, por lo que no ocasiona coluria.
5. Cuando un paciente ictérico acude a la consulta las primeras pruebas de laborato-
rio que se deben solicitar son: sistemático de sangre, coagulación, función hepa-
tobiliar (GOT, GPT, GGT, FA, LDH).
6. Siempre que existe ictericia con hiperbilirrubinemia conjugada debe realizarse
como prueba inicial de imagen una ecografía abdominal, que nos permite el estu-
dio de la vía biliar y el parénquima hepático.
7. Recordar el concepto de bilirrubinemia moderada inferior a 6 mg/dl, y bilirrubine-
mia elevada superior a 6mg/dl, para el diagnóstico de enfermedad de Gilbert
frente a la de Crigler-Najjar.
La enfermedad de Gilbert es una enfermedad benigna que afecta al 2%-5% de la
población. Herencia autosómica recesiva, se diagnostica por un aumento mode-
rado de la Brb indirecta, ausencia de hemólisis y normalidad rigurosa de la función
hepática. La ictericia se suele acentuar en procesos infecciosos, embarazo o por
estrés.
La enfermedad de Crigler-Najjar es poco frecuente y suele ser diagnosticada y tra-
tada en la infancia.
175
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Caballería L, Parés A. Consulta diaria. Qué haría usted ante un enfermo ictérico. Medicina Integral.
2003;41:70-8.
• Caballería L, Rodés J. El enfermo con ictericia. En: Montero M, Bruguera M, Gomollón F, Santolaria S,
editores. Principios básicos de gastroenterología para médicos de familia. Madrid: Jarpyo Eds; 2002. p.
481-95.
• Franco A, Moreno V, García Ictericia. En: Blanco-Echevarria A, Cea-Calvo L, García-Gil ME, Menassa
A, editores. Manual de Diagnóstico y Terapéutica Médica. Madrid: Grupo MSD Eds; 2003. p. 563-9.
• Herrero JL, Prieto J. Ictericias. En: Farreras-Rozman. Medicina Interna. Madrid: Doyma Eds; 1999. p.
280-8.
• Iborra J, Calleja J. Protocolo diagnóstico de la hiperbilirrubinemia. Medicine. 2000;8:717-21.
176
52. ICTERICIA
ICTERICIA
Hiperbilirrubinemia Hiperbilirrubinemia
no conjugada conjugada
Enfermedad
Rotor/Enf.
Derivar a Dubin-Jonhson
especialista
para estudio
Derivar a
especialista Transaminasas >
Transaminasas
para estudio 10 veces
< 10 veces valor
+ CPRE valor normal
normal
↓Protrombina
Derivar a Hipoalbuminemia
especialista para
estudio
Moderada
+ CPRE/biopsia
colestasis
hepática
Hepatopatía
crónica
Hepatitis
aguda
Derivar a
Viral especialista
Tóxica para estudio
+ biopsia
hepática
LDH: lacticodeshidrogenosa; CPRE: colangiopancreatografía retrógrada endoscópica.
177
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Para el correcto abordaje es preciso una minuciosa anamnesis sobre las caracterís-
ticas del mismo (localización, duración, factores precipitantes, intensidad, crono-
logía) y los antecedentes del paciente (toma de fármacos, contacto con sustancias
irritantes, factores ambientales, relaciones sexuales, animales).
2. La exploración de la piel del paciente es fundamental en busca de lesiones derma-
tológicas que puedan justificar la clínica, así como el estado de hidratación, aspecto
(palidez, ictericia, color cetrino), pliegues, uñas, cabello.
3. En algunos casos es preciso realizar exploraciones complementarias básicas (hemo-
grama, bioquímica básica que incluya función renal, hepática, glucemia, sideremia
y, si existe sospecha clínica, hormonas tiroideas).
4. Existen unas medidas generales comunes (grado C de recomendación): utilizar
ropas holgadas, evitar lana y telas sintéticas, restringir los alimentos relacionados
con la histamina, vigilar la toma de fármacos, controlar los cambios bruscos de tem-
peratura, evitar situaciones de exceso de calor, recomendar baños de agua tibia,
evitar sequedad de piel utilizando cremas hidratantes después del baño.
5. Tratamiento tópico mediante el enfriamiento de la piel, con lociones antiprurigino-
sas (fenol, mentol, calamina) (grado C de recomendación), con cremas hidratantes
(vaselina) y emolientes de urea o lactato amónico. Los corticoides tópicos están indi-
cados sólo en el caso de lesiones dermatológicas con componente inflamatorio.
6. Los antihistamínicos sólo están indicados en el caso de procesos mediados por his-
tamina como urticaria. En la dermatitis atópica son precisos más estudios para reco-
mendarlos como tratamiento etiológico, sí como tratamiento sintomático sedante.
7. El uso de rayos ultravioleta tiene indicaciones precisas (prurito urémico, acuagé-
nico, síndrome de inmunodeficiencia adquirida [SIDA]), no hay grado de evidencia.
178
53. PRURITO GENERALIZADO
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Aoiz JI, Pérez de Molino AM, Luelmo J. Un paciente con prurito primario. Medicina Integral.
2000;35(4):149-59.
• Blasco J, Ruiz R, Sánchez I. Protocolo diagnóstico diferencial del prurito. Medicine. 2002;8(89):4841-4.
• Morató ML. El prurito sin lesiones cutáneas. FMC Formación Médica Continuada en Atención Primaria.
1998;5(3):148-56.
• Ruiz Carralero M. Guía de manejo del Prurito [en línea] [31-10-2002]. Disponible en:
www.fisterra.com/guias2/prurito.htm.
• Sarraqueta P, Biurrun MJ , Valcayo AM, Vives R. Actitud ante un prurito generalizado en Atención
Primaria. Atención Primaria. 1996;17(9):590-4.
179
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Prurito generalizado
Enfermedades
dermatológicas
Prurito No ¿Lesiones Sí (dermatitis, urticaria,
primario cutáneas
liquen plano,
primarias?
psoriasis,
eritrodermia)
¿Lesiones de No No ¿Enfermedad
rascado? ¿Embarazada? sistémica
conocida? No
Sí
Sí Xerosis
¿Piel seca? Prurito senil ¿Alterada?
Colestasis
Insuficiencia renal
No
crónica, infestaciones
Alteraciones
hematológicas Sí
Diabetes mellitus
No ¿Factores externos? Hipertiroidismo
¿Otros familiares
con picor? (fármacos, humedad, HIV, neoplasias
irritantes)
No
Sí
Sí
Prurito psicógeno
Prurito idiopático
Picaduras
Escabiosis
Prurito acuagéncioo
Lavados excesivos
Prurito en relación con
factores externos
180
54. PÚRPURA: DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
IDEAS CLAVE
1. Púrpura: Lesiones cutáneas maculares rojo violáceas que no desaparecen a la
vitropresión. Extravasación de hematíes en la dermis.
a) Ante toda púrpura:
• Valorar estado general del paciente.
• Si es posible, realizar aproximación diagnóstica.
• Casi siempre requieren estudio especializado urgente o programado.
• Con sospecha de alteración plaquetaria o defecto de coagulación derivar a
Hematología.
• Con sospecha de afectación vascular derivar a Dermatología.
b) Derivación urgente:
• Púrpura en neonatos.
• Extensas áreas equimóticas o hemorragias en mucosas.
• Signos directos o indirectos de hemorragias viscerales o sepsis.
• Signos o síntomas de afectación extracutánea en púrpuras palpables.
• Púrpura distal con livedo reticularis tras procedimiento intravascular.
181
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
B. Adquiridos
1. Inhibición de los productos de degradación de la fibrina
2. Disproteinemias
3. Fármacos: ticlopidina, anticuerpos monoclonales (Rheo-Pro)
III. Trastornos de la liberación de las granulaciones
A. Hereditarios
1. Albinismo oculocutáneo (Síndrome de Hermansky-Pudlak)
2. Síndrome de Chédiak-Higashi
3. Déficit aislado de granulaciones densas (δ)
4. Síndrome de la plaqueta gris (déficit de granulaciones α y δ)
B. Adquiridos
1. Derivación cardiopulmonar
2. Trastornos mieloproliferativos
3. Fármacos: AAS y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
182
54. PÚRPURA: DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Carrascosa JM, Ferrándiz C. Púrpura. FMC. 2001;8:215-29.
• Handin RI. Trastornos de la coagulación y trombosis. En: Fauci AS, et al, editores. Harrison: Principios
de Medicina Interna. 14.ª ed. Esp. Madrid: McGraw Hill; 1998. p. 842-54.
• Handin RI. Trastornos de la Hemostasia. En: Fauci AS, et al, editores. Harrison: Principios de Medicina
Interna. 14.ª ed. Esp. Madrid: McGraw Hill; 1998. p. 834-42.
• Lázaro-Ochaíta P. Alteraciones cutáneas en relación con trastornos vasculares periféricos. En:
Dermatología: Texto y Atlas, 1993. p. 357-75.
• Wankerton TE, Kelton J. The platelet life cycle: Quantitative disorders in blood. En: Handin RI, et al,
editors. Blood: Principles and Practice of Hematology. Philadelphia: Lippincott; 1994. p. 973-1049.
183
Paciente con púrpura
Derivación a Urgencias
Presencia de signos/síntomas de gravedad
Petequias: < 2 mm
Equímosis: > 10 mm
Morfologías de las lesiones Púrpura: 2-10 mm
Petequias no palpables, equímosis, Grandes equímosis, hematomas y Púrpura con apenas afectacion
afectación mucosas y hemorragias hemorragias mucosa
No petequias ni fragilidad capilar No hematomas ni hemorragias
No palpable
184
TS↑ TS↑ TTPA↑ T. de protrombina↑ TP↑ Localización preferente
Resto normal TP↑ TP normal o ↑ Trombopenia TTPA↑ en MMII con o sin Succión, tos, vómito,
afectación sistémica Valsalva, estasis venosa
↓Factores coagulación ↓Factores Bazo↑ Bazo∅ ¿Trombopenia? Vaculitis (tabla 2) Alteración tejido de
Vit. K dependientes Coagulación soporte perivascular
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
MMII: miembros inferiores; TTPA: tiempo tromboplastina activada; TS: tiempo de sangría; TP: tiempo de protombina; CID: coagulación intravascular diseminada.
55. TRATAMIENTO DEL ACNÉ
IDEAS CLAVE
1. El acné es una alteración benigna que consiste en la queratinización anómala del
folículo pilosebáceo asociada a una hipersecreción sebácea.
2. Es la enfermedad dermatológica más frecuente, afectando al 80% de la pobla-
ción. Predomina en la adolescencia. Afecta a ambos sexos por igual, aunque en
varones el comienzo suele ser más tardío y grave.
3. La causa exacta del acné es desconocida. Los principales factores son: el aumento
de la secreción sebácea, la obstrucción folicular y la proliferación de Propioni-
bacterium acnes.
4. El principal objetivo del tratamiento del acné es reducir el número de lesiones y el
impacto psíquico que conllevan.
5. El consejo (counselling) dado al paciente es una de las principales claves del
manejo terapéutico. La educación sanitaria es clave en el tratamiento, se debe
explorar la repercusión psicosocial sobre el adolescente, conocer qué es lo que
cree y sabe del acné. Se debe emplear el tiempo suficiente para informar ade-
cuadamente y desmontar falsas creencias sobre esta enfermedad.
6. No se ha demostrado que ningún alimento desencadene o empeore el acné. No
se relaciona con la falta de higiene, la masturbación, ni la virginidad.
7. La limpieza excesiva puede agravar las lesiones. Se aconsejan lavados suaves con
jabón neutro 1-2 veces al día.
8. Algunos cosméticos de base oleosa, pueden agravar la enfermedad. Advertir que
la manipulación de las lesiones facilita la aparición de complicaciones y cicatri-
ces.
9. El tratamiento deberá comenzarse lo antes posible. La respuesta terapéutica
puede aparecer pasados unos meses y en algunos casos el tratamiento ha de pro-
logarse durante varios años.
10. Los pacientes con acné grave y los que no respondan al tratamiento convencional
deben ser derivados para valoración y manejo por dermatología.
11. El acné comedogénico o inflamatorio leve debe ser inicialmente tratado con agen-
tes tópicos. Los agentes de primera elección son el peróxido de benzoílo o un
retinoide tópico, dependiendo de la tolerancia a estas sustancias.
12. Los medicamentos tópicos se deben aplicar sobre la piel seca cuando hayan trans-
currido al menos 15-30 minutos después de haberse realizado un lavado. No
deben usarse en el acné inflamatorio grave. Cuando se usan varios tratamientos
tópicos se debe separar su aplicación por lo menos una hora.
185
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Botija P, Garrido A, Iglesias MJ. Acné. En : El Adolescente. Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y
Comunitaria; 2001:133-9.
186
55. TRATAMIENTO DEL ACNÉ
• Guía terapéutica en Atención Primaria basada en la Evidencia. Problemas de la piel. Sociedad Española
de Medicina Familiar y Comunitaria. 2003;117-8.
• Johnson B, Nunley Jr. Topical therapy for acne vulgaris: how do you choose the best drug for each
patient? Postgrad Med. 2000;107(3):69-80.
• Salcedo F, Cabrejas A. Acné. Guía de Actuación en Atención Primaria. 2002;597-603.
• Webster GF, Poyner T, Cunliffe B. Acne vulgaris. BMJ. 2002;325:475-9.
187
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Tipos de acné
Si no responde en
3 meses derivar a
dermatología
188
56. TRATAMIENTO DE LA PSORIASIS
IDEAS CLAVE
1. Clasificación de la psoriasis según extensión y gravedad:
a) Psoriasis leve:
• Estable en placas, afecta a menos del 10% de la superficie corporal.
• Psoriasis en gotas.
b) Psoriasis moderada:
• Afecta entre el 10% y el 25% de la superficie corporal, excepto si afecta zonas
incapacitantes como cara, manos, pies, genitales y pliegues y siempre que no
exista afectación articular.
c) Psoriasis grave:
• Afecta más del 25% de superficie corporal o zonas incapacitantes.
• Afectación articular con limitación de la movilidad.
• Alteración emocional con repercusión en el desarrollo de las actividades nor-
males.
2. Recomendaciones generales:
a) Tratamiento e información individualizados sobre su enfermedad.
b) Medidas preventivas: evitar traumatismos en la piel, estrés, alcohol e ingesta de
fármacos (antiinflamatorios no esteroideos, bloqueadores beta, inhibidores de la
enzima conversora de la angiotensina [IECA], sales de litio, antipalúdicos, corti-
coides sistémicos, interferón alfa).
c) Empezar con terapias sencillas y cómodas.
d) Mantener buena hidratación de la piel y baños de sol.
3. Tratamiento tópico. Normas de aplicación:
a) Corticoides: recomendados de alta potencia betametasona y clobetasol, excepto
en zonas como cara y pliegues. No se deben aplicar más de 4 semanas para evi-
tar efectos secundarios, se consigue la remisión en el 70%, continuar con
tratamiento de mantenimiento.
b) Análogos de la vitamina D: mejoría global de las lesiones, pero sin diferencia con
los corticoides tópicos; puede usarse en la cara y en los pliegues.
• Calcipotriol una aplicación cada 12 horas durante 8 semanas, mejora la res-
puesta si se aplica con apósito hidrocoloide.
• Tacalcitol una vez al día durante 8 semanas.
b) Existe una asociación de calcipotriol con dipropionato de betametasona que se
aplica una sola vez al día.
189
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
c) Derivados de la antralina:
• Tazaroteno indicado en afectación leve-moderada, hasta el 20% de la superfi-
cie corporal. Una aplicación al día durante 12 semanas.
d) Cremas hidratantes y queratolíticos indicados para disminuir la hiperqueratosis.
El más utilizado como queratolítico es la vaselina salicílica a diferentes concen-
traciones, según localización, y la urea como emoliente.
4. Tratamientos sistémicos: indicación exclusiva por el dermatólogo. Dependen del tipo
de psoriasis, extensión y la patología de base.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Casanova JM, Ribera M. Actualización sobre el tratamiento de la psoriasis. FMC. 1998;5(9):603-13.
• Davison S, Poyner T, Baker J. Guía de bolsillo de la psoriasis 2002. Barcelona: J & C Ediciones Médicas;
2002.
• Lozano Ochaíta P, Suárez Fernández R. Actualización en el tratamiento de la psoriasis. Información
Terapéutica del Sistema Nacional de Salud. 2001;25(4):105-10.
• Pardasani AG, Feldman SR, Clark AR. Treatment of Psoriasis: An Algorithm-Based Approach for Primary
Care Physicians. American Family Physician. 2000;61(3):725-33.
190
56. TRATAMIENTO DE LA PSORIASIS
Psoriasis
P. infantil
P. vulgar
P. eritrodérmica
”placas eritematosas con
P. pustulosa
escamas balquecinas”
P. invertida
P. cuero cabelludo:
Eliminar escamas
(champú de alquitrán,
P. moderada-grave P. leve queratolíticos)
Corticoides (solución,
gel o emulsión)
Calcipotriol solución
P. cutánea
Derivación a
dermatología
Calcipotriol Tacalcitol
Fototerapia UVB
Fotoquimioterapia PUVA
Tratamientos sistémicos:
Retinoides orales (acitretina) Buen control
Metotrexate
Ciclosporina
No
Sí
No
191
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Pautas generales para cura de las úlceras:
a) Ambiente tranquilo y analgesia previa.
b) Medir tamaño de la lesión.
c) Limpiarlas con suero salino.
d) Secar con gasas estériles.
e) Retirar con material quirúrgico los restos de tejido necrótico.
f) Volver a limpiar con suero salino.
g) Seleccionar apósito, pasta o gel.
2. Tipos de apósitos:
a)Apósitos de poliuretano: son apósitos semioclusivos.
• Espumas: Presentan una baja adherencia a la piel y una gran capacidad para
absorber exudados. Están indicadas en úlceras de media y alta exudación.
También indicadas en úlceras con piel perilesional muy deteriorada por su baja
adhesividad, como en úlceras vasculares.
• Películas: lámina plástica fina de poliuretano adhesiva transparente, indicada
en heridas o úlceras superficiales, no absorben exudados.
• Presentación: espumas con o sin borde adhesivo y con formas anatómicas
como talón o sacro.
b) Apósitos hidrocoloides: oclusivos o semioclusivos. Las placas tienen una gran
adherencia por lo que requieren piel intacta alrededor de la úlcera. Indicadas en
úlceras con exudado leve o moderado. La presentación en cinta, gránulos o pasta
se emplea para rellenar cavidades. No debe utilizarse en úlceras infectadas.
• Presentación: cinta, gránulos o pasta. También láminas o placas normal o tras-
parente.
c) Hidrogeles: compuestos a base de agua y microcristales muy absorbentes. Tienen
el aspecto de gel semitransparente. Indicados para rehidratar la herida, favore-
cen el desbridamiento autolítico y absorben exudados. Alivian el dolor de las
heridas. Contraindicados en úlceras muy exudativas.
• Presentación: gel amorfo o en placa.
192
57. ÚLCERA POR PRESIÓN
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Directrices Generales sobre el tratamiento de las úlceras por presión: GNEAUPP;1998.
• Guía de úlceras por presión. Imsalud Área X de Madrid; 2003.
• Roldán Valenzuela A.Terapéutica Local. Disponible: en www.ulceras.net.
• Soldevilla Ágreda JJ. Guía Práctica en la atención de las úlceras de la piel. Braun;1994.
193
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Prevención Evaluación
Tratamiento: según localización,
estadío, severidad, signos de
infección, estado de piel
periúlcera, estado general del
paciente
194
58. ACTITUD ANTE EDEMAS
CARDIOLOGÍA
58. ACTITUD ANTE EDEMAS
Autores: M.ª M. Epifanio Gutiérrez, M.ª I. Sierra Elena, M.ª P. Costa Zamora
y J. A. Cortes Rubio
IDEAS CLAVE
1. Se define el edema como el incremento de volumen en el espacio intersticial que es
clínicamente evidente. Los edemas son una causa de consulta frecuente en Atención
Primaria.
2. Los signos y síntomas de los edemas son: aumento de peso inexplicable, tumefac-
ción de extremidades y cara (sobre todo en región periorbitaria), presencia de
fóvea en la piel después de la presión y aumento del perímetro abdominal.
3. El edema localizado suele ser unilateral e indicar patología local, pero en determi-
nadas ocasiones puede ser bilateral como: insuficiencia venosa bilateral o compre-
sión del sistema del retorno venoso a nivel de la cava superior (síndrome de vena
cava superior) o vena cava inferior (abscesos, adenopatías).
4. En el edema localizado la respuesta a diuréticos es pobre y puede acompañarse de
efectos secundarios.
5. Las causas más frecuentes de edema cardíaco son: hipertensión arterial, cardiopatía
isquémica, miocardiopatía, valvulopatías, pericarditis constrictiva y cor pulmonale.
6. Las causas de edema renal más frecuentes son: síndrome nefrótico e insuficiencia
renal.
7. Las causas de edema hepático más frecuentes son la cirrosis y la hipertensión portal.
8. Si tras estudio inicial en la consulta de Atención Primaria se sospecha cardiopatía,
nefropatía o hepatopatía que precise algún estudio especial (ecocardiografía, para-
centesis diagnóstica, etc.), o ante la ausencia de respuesta al tratamiento se derivará
a Atención Especializada.
9. En la consulta de Atención Primaria debemos realizar un adecuado control de las
causas que pueden provocar edema: hipertensión arterial, diabetes, ingesta enó-
lica, abuso de diuréticos y laxantes, etc.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Braunwald E. Edema. En: Harrison. Principios de Medicina Interna. 14.ª ed. Madrid: Interamericana
McGraw-Hill; 1998. p. 240-5.
195
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
• Kraytman M. Edema. En: El diagnóstico a través de la historia clínica. Madrid: Idepsa; 1991. p. 54-62.
• Lobos JM, Fernández T. Edemas. En: Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria ed. Guía
de Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona: Edide; 2002. p. 517-22.
• Moreno VJ, Cea-Calvo L. Edemas. En: Manual de diagnóstico y terapéutica del Hospital 12 de Octubre.
5.ª ed. Madrid; 2003. p. 87-90.
196
58. ACTITUD ANTE EDEMAS
Paciente con
edema
Historia clínica
Exploración física
Sí ¿El edema es No
localizado?
No Sí
Deja fóvea Edema generalizado
Celulitis Insuficiencia
Linfedema venosa crónica
Neoplasias Trombosis venosa
profunda
Linfangitis
Otras causas
Fármacos:
calcioantagonistas, Edema cíclico Hipotiroidismo
estrógenos, AINE, idiopático Hemiplejía
corticoides, insulina,
diuréticos y laxantes Retención
Embarazo ortostática
Menstruación de sodio
197
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Dolor opresivo centrotorácico, con frecuencia irradiado al brazo izquierdo, epi-
gastrio y base del cuello, que se asocia en general con algún desencadenante
(ejercicio, estrés). La duración no suele ser inferior a 2-3 minutos ni superior a 20,
autolimitándose al cesar el factor desencadenante o con el uso de nitroglicerina.
2. El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Debe realizarse una exploración física
(auscultación cardiopulmonar y medición de presión arterial) y un electrocardio-
grama (ECG) basal en reposo (grado de recomendación B). El ECG fuera de las
crisis de dolor precordial tiene un valor predictivo limitado para el diagnóstico de
angina (grado de recomendación B).
3. Angina estable en la que no ha habido cambios en su patrón de presentación en el
último mes de evolución.
4. Ángor inestable agrupa todas aquellas formas que se apartan claramente del
patrón típico de angina estable (reciente comienzo, progresiva, en reposo, prolon-
gada, postinfarto, angina variante).
5. Durante el episodio agudo de angina la nitroglicerina sublingual (dosis 0,4-0,8
mg) es el tratamiento de elección, salvo en caso de hipotensión (grado de reco-
mendación A). Si el dolor persiste se ha de repetir la dosis cada 5-10 minutos,
hasta la desaparición completa de la angina. Si tras 3-4 comprimidos no se ha
conseguido controlar, debe derivarse al hospital. La administración de AAS
reduce el riesgo de muerte y de eventos coronarios en pacientes con angina
(grado de recomendación A).
6. Todos los pacientes con diagnóstico clínico de angina deberán realizar una prueba
de esfuerzo (grado de recomendación B). Si la prueba se realiza con fines diag-
nósticos, deberá llevarse a cabo sin que el paciente tome medicación antianginosa
con el fin de no alterar el resultado de la misma. En pacientes con hipertensión arte-
rial (HTA) tratados con un bloqueador beta es recomendable sustituir dicho fármaco
por otro (inhibidor de la enzima conversora de la angiotensina [IECA] o calcioan-
tagonista). Cuando los síntomas de angina son típicos, la prueba de esfuerzo tiene
sólo utilidad pronóstica, por lo que estos pacientes podrán seguir tomando su medi-
cación mientras realicen la prueba (grado de recomendación B).
7. Deberá realizarse una valoración del riesgo cardiovascular global, ya que los
pacientes con angina estable presentarán un riego elevado de evento cardiovascu-
lar futuro. El manejo de cada uno de los posibles factores de riesgo cardiovascular
(FRCV) deberá realizarse en el contexto del manejo de otros factores de riesgo
modificables (grado de recomendación A).
198
59. ACTITUD ANTE EL ÁNGOR
8. Todos los pacientes con angina estable deberán recibir tratamiento con AAS a
dosis de 75-325 mg al día, ya que disminuye el riesgo de evento cardiovascular
futuro (grado de recomendación A). En caso de contraindicación o intolerancia
gástrica, deberá emplearse como alternativa el clopidogrel, mejor tolerado y sin
los efectos adversos de la ticlopidina (grado de recomendación D).
9. Se deberá discutir la identificación y el manejo de los factores precipitantes con el
paciente (grado de recomendación D). Todos los pacientes deberán recibir trata-
miento con nitratos de acción inmediata como respuesta al dolor y antes de
realizar cualquier actividad que se sepa produzca dolor anginoso (grado de reco-
mendación A).
10. Todos los pacientes sintomáticos (excepto los que presenten síntomas mínimos)
deberán recibir tratamiento sintomático regular (grado de recomendación D), pre-
feriblemente con bloqueadores beta (grado de recomendación B). La dosis deberá
aumentarse hasta conseguir la máxima tolerable, por lo que se ajustará de
acuerdo con la respuesta del paciente (grado de recomendación D). No se deberá
suspender el tratamiento con bloqueadores beta bruscamente (grado de reco-
mendación B), sino gradualmente durante un período de cuatro semanas (grado
de recomendación D).
11. Si el paciente no puede tolerar ni los bloqueadores beta ni el verapamilo, no existe
evidencia clara sobre qué fármaco se debe usar para sustituirlos. Se les debe
administrar el fármaco más económico que pueda controlar sus síntomas (grado
de recomendación D), estando indicados los nitratos o calcioantagonistas (grado
de recomendación D).
Si se pautan nitratos, éstos deberán utilizarse de una manera que evite la tole-
rancia a los mismos (grado de recomendación A), y si se utilizan los parches,
éstos deberán ser de una dosis de al menos 10 mg (grado de recomendación A).
12. Añadir segundo fármaco antianginoso (si inadecuado control de síntomas con
monoterapia):
a) A pacientes en tratamiento con bloqueadores beta añadir dihidropiridina o
nitratos (grado de recomendación B).
b) A pacientes que toman dihidropiridinas añadir mononitrato de isosorbide
(grado de recomendación D).
c) A pacientes que toman nitratos, añadir calcioantagonistas (grado de reco-
mendación B).
13. Añadir un tercer fármaco antianginoso si inadecuado control de síntomas con
doble terapia. No existe evidencia sobre el tipo de fármaco que debe asociarse
cuando no existe respuesta al tratamiento con dos fármacos antianginosos aso-
ciados. Deberá monitorizarse el efecto de un tercer fármaco, y si no se produce
efecto deberá interrumpirse (grado de recomendación D) y valorar revasculariza-
ción.
199
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Eccles M, Rousseau N, Adams P, Thomas L for the North of England Stable Angina Guideline Development
Group. Evidence-based guideline for the primary care management of stable angina. Family Practice.
2001;18:217-22.
• Fernández C, Bardají JL, Concha M, Cordo JC, Cosín J, Magriñá J, et al. Guías de práctica clínica de
la Sociedad Española de Cardiología en la angina estable. Rev Esp Cardiol. 2000;53:967-96.
• Gibbons RJ, Abrams J, Chatterjee K, Daley J, Deedwania PD, Douglas JS, et al. ACC/AHA 2002
guideline update for the management of patients with chronic stable angina: a report of the American
College of Cardiology/ American Heart Association Task Force on Practice Guidelines (Committee to
Update the 1999 Guidelines for the Management of Patients with Chronic Stable Angina); 2002.
• López L, Arós F, Lidón RM, Cequier A, Bueno H, Alonso JJ, et al. Actualización (2002) de las guías de
práctica clínica de la Sociedad Española de Cardiología en angina inestable/infarto sin elevación del
segmento ST. Rev Esp Cardiol. 2002;55:631-42.
200
59. ACTITUD ANTE EL ÁNGOR
Ángor (1)
Anamnesis
Ángor inestable Exploración Ángor estable
(4) ECG (3)
(2)
(10)
¿Contraindicación
Control FRCV Antiagregación NGC sl
bloqueador beta? (4)
Sí
Colesterol AAS (11)
(75-325 mg/d) Prevención
Diabetes diagnóstico y
TA No HTA
control de
Tabaco factores
Ejercicio Clopidogrel precipitantes
Reducción (si contraindicado No
(7) peso y dieta AAS) (8) Sí
Terapia combinada:
Triple terapia:
Bloqueador beta + nitrato
Bloqueador beta+
Bloqueador beta + DHP
Nitrato+ DHP (13)
DHP + nitrato o nitrato + DHP (12)
201
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Las características especiales del seguimiento del tratamiento anticoagulante oral
(TAO) se pueden resumir en: dosis diaria muy variable en cada individuo, escasa
separación entre dosis insuficiente y excesiva, complicaciones hemorrágicas a pesar
de un buen control, necesidad de controles analíticos frecuentes e interferencias con
otros fármacos, procesos intercurrentes y cambios en la dieta.
2. En los últimos 15 años la seguridad del TAO ha aumentado debido a la estandari-
zación de la medición del tiempo de protrombina (utilización del INR o relación
normalizada internacional).
3. Para tomar las decisiones contenidas en el algoritmo es necesario disponer de una
estructura que permita recibir los resultados analíticos el mismo día de la extracción
(es suficiente con los aparatos coagulómetros portátiles), así como una buena coor-
dinación con los servicios de Hematología.
4. Pequeños cambios en la dosis (de sólo un 5%-15%) corrigen el INR, por lo que se
utiliza siempre la dosis total semanal (DTS). Cambiando la dosis un solo día de la
semana puede ser suficiente. Ejemplo: bajar una DTS de 11 mg de acenocumarol
(Sintrom 4 mg® medio comprimido lunes, miércoles, viernes y domingo, resto de los
días un cuarto) a 10 mg (medio comprimido lunes, miércoles y viernes, resto de los
días un cuarto).
5. Existen dos anticoagulantes orales comercializados (acenocumarol y warfarina) con
diferentes presentaciones, lo que hay que tener en cuenta para establecer la dosifi-
cación en cada paciente. Sólo se debe usar una presentación en cada paciente,
para no crear confusiones.
6. En la mayoría de ocasiones los pacientes inician el TAO durante el ingreso hospi-
talario, por lo que llegan a la consulta de Atención Primaria (AP) con una DTS
estable. El algoritmo es utilizable para estos pacientes que ya tienen controles esta-
bles previos y una DTS establecida. Para iniciar el TAO se requiere un período de
tanteo, haciendo controles cada 4-5 días. Se suele iniciar con 1 mg/día de aceno-
cumarol o 2,5 mg/día de warfarina.
7. Junto a las indicaciones clásicas de TAO (prótesis valvulares cardíacas, valvulopa-
tías, trombosis venosa profunda con tromboembolia pulmonar [TVP-TEP],
coagulopatías), en los últimos años se ha demostrado el beneficio del TAO en otras
como la miocardiopatía dilatada y, sobre todo, la fibrilación auricular (FA) no val-
vular. ¿Cuándo anticoagular una FA? Se recomienda individualizar en función de:
el riesgo trombótico (mayor si embolismo previo, hipertensión arterial, edad > 75
años, insuficiencia cardíaca), el riesgo hemorrágico (4), la facilidad para el control
y seguimiento del TAO y las preferencias del paciente.
202
60. ANTICOAGULACIÓN ORAL
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Alonso R, Barroso C, Álvarez I, Puche N, Alcaraz A. Anticoagulación oral en atención primaria. Inf Ter
Sist Nac Salud. 1997;21:89-96.
• Ansell J, Hirsh J, Dalen J, Bussey H, Anderson D, Poller L, et al. Managing oral anticoagulant therapy.
Chest. 2001;119 Suppl: 22S-38.
• Bridgen ML. Oral anticoagulant therapy. Practical aspects of management. Postgrad Med. 1996;99:81-102.
• Hirsh J, Dalen JE, Anderson DR, Poller L, Bussey H, Ansell J, et al. Oral anticoagulants: Mechanism of
action, clinical efectiveness and optimal therapeutic range. Chest. 2001; 119 Suppl: 8S-21.
• Murray ET, Greaves M. INRs and point of care testing. Br Med J. 2003;327:5-6.
203
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Anticoagulación oral
Preguntar sobre
posible causa Mantener DTS, es decir, seguir
tomando lo mismo, y volver en
4-6 semanas
Causa puntual: Causa desconocida
Error en la toma Causa permanente
Proceso agudo Inicio o cese de
Fármaco para fármaco crónico o
proceso agudo cambio de dosis
Valorar estabilidad previa
Cambio puntual Inicio proceso crónico
del control del TAO
en la dieta Cambio permanente
en la dieta
Estable Inestable
Últimos 5-6 controles Algún cambio de dosis en
sin cambios de dosis los últimos 5-6 controles
Remitir urgente Suspender TAO y dar Disminuir la DTS Aumentar la Aumentar la DTS
al hospital vitamina K oral 3-5 mg y un 5%-10% y DTS un 5%- un 10%-20% y
Administrar monitorizar INR cada día control en 1-2 10% y control control en 1
vitamina K Puede repetirse la dosis de semanas en 2 semanas semana. Puede
5-10 mg IV lenta vitamina K. Reiniciar darse HBPM si
cuando el INR < 5 alto riesgo
trombótico (3)
(1) Si el rango terapéutico indicado para la patología del paciente está entre 2,5 y 3,5: prótesis valvulares
mecánicas, TVP-TEP recidivantes a pesar de TAO, embolismos a pesar de TAO correcto.
(2) Puede modificarse la dosis del 1.° día para corregir más rápidamente el INR.
(3) Prótesis valvulares mecánicas, tromboembolismo a pesar de TAO en niveles correctos, TVP-TEP recientes.
(4) Hemorragias previas, ACVA previo, edad avanzada, insuficiencia renal, anemia, IAM reciente, coagulapatías y
trombocitopatías.
TAO: tratamiento anticoagulante oral; ACVA: accidente cerebrovascular agudo; IAM: infarto agudo de miocardio;
DTS: dosis total semanal en miligramos.
204
61. CLAUDICACIÓN INTERMITENTE
IDEAS CLAVE
1. La claudicación intermitente (CI) es el dolor producido al caminar o hacer un
esfuerzo físico, debido a la obstrucción de la arteria, lo que produce disminución
de aporte de oxígeno a los músculos, con la consiguiente necesidad de detener la
marcha o el ejercicio para aliviar el dolor.
2. Tiene una prevalencia del 3%-6% de la población, sobre todo a partir de los 60
años. Alrededor del 75% se mantiene estable o presenta mejoría clínica sin preci-
sar revascularización arterial y un 25% presentan progresión o deterioro
significativo.
3. La presencia de CI implica un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares,
más en pacientes menores de 50 años, en los que hay una progresión de la arte-
riosclerosis y fracaso de las técnicas de revascularización arterial.
4. Es imprescindible una correcta anamnesis y una exploración física completa del
médico de familia antes de derivar al paciente a Atención Especializada para la
realización de las necesarias pruebas diagnósticas. Es preciso detectar los factores
de riesgo: tabaquismo, diabetes mellitus, hipertensión arterial (HTA), dislipidemia e
hipercoagulabilidad.
5. El índice tobillo-brazo (presión arterial sistólica [PAS] tobillo/PAS brazo) es una
prueba fácil de realizar, rápida e indolora. Si es igual o superior a 0,90 tiene una
sensibilidad del 95% y una especificidad del 100% para descartar enfermedad
arterial. Un índice tobillo-brazo menor de 0,50 en el momento del diagnóstico se
considera de mal pronóstico por indicar mayor riesgo de progresión de la enfer-
medad.
6. La ultrasonografía doppler arterial reconoce la localización de las lesiones obstruc-
tivas y permite valorar el grado de estenosis arterial. La ausencia de señal indica
obliteración completa.
7. La prueba de esfuerzo sobre cinta rodante (velocidad 3,5 km/h, pendiente 12% y
duración 5 minutos) está considerada el mejor método para valorar la incapacidad
funcional y confirmar el diagnóstico. La distancia recorrida hasta que surge el dolor
es un parámetro útil a la hora de realizar el diagnóstico de CI.
8. La angiografía digital debe emplearse cuando se piense en la posibilidad de
revascularización arterial quirúrgica o endovascular, siendo la ecografía dop-
pler arterial y la angiorresonancia magnética excelentes alternativas a la
angiografía en este grupo de pacientes.
9. La detección y tratamiento intensivo de los principales factores de riesgo cardiovas-
cular (tabaquismo, diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia,
homocisteinemia) son imprescindibles para controlar la evolución.
205
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
10. Es esencial la realización de ejercicio físico regular, con paseos diarios en llano,
caminando hasta que note dolor, descansando 3-5 minutos para volver a reanu-
dar la marcha.
11. El tratamiento de la CI tiene dos objetivos: prevenir las complicaciones y mejorar
la sintomatología de la arteriosclerosis sistémica. Es esencial el abandono del
tabaco, tratamiento intensivo de la diabetes (que no influye en la progresión de la
enfermedad), reducción de la dislipidemia y control de la HTA. La antiagregación
con ácido acetilsalicílico, o en su defecto ticlopidina o clopidogrel, disminuye el
riesgo de complicaciones cardiovasculares. Ningún fármaco ha demostrado una
reducción eficaz o completa de los síntomas, la pentoxifilina (400-600 mg/8-12
horas) mejora los síntomas entre un 12%-21% de los pacientes, el cilostazol (100
mg/12 horas), que es un inhibidor de la fosfodiesterasa III con acción antiagre-
gante y vasodilatadora, ha demostrado un aumento de casi el 50% en la distancia
de la claudicación, actualmente no está comercializado en España. Otros fárma-
cos (vasodilatadores, verapamil, aminofilina, cinaricina, ketanserina, Ginkgo
biloba, etc.) han demostrado un escaso o nulo beneficio.
12. Las técnicas de revascularización quirúrgica (cirugía arterial directa y técnicas
endoluminales) deben quedar reservadas ante el fracaso del tratamiento médico,
presencia de enfermedad vascular avanzada, estadios III-IV, y CI invalidante para
el desarrollo de actividades diarias en pacientes menores de 60 años.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Corominas-Roura C, Plaza-Martínez A, Díaz-López M, et al. Tratamiento médico de la claudicación
intermitente. Angiología. 2002;54:162-73.
• Hiatt WR. Medical treatment of peripheral arterial disease and claudication. N Engl J Med.
2001;344:1608-21.
• Riambau V, Piñol C. Claudicación intermitente. Revisión de una enfermedad de prevalencia creciente.
Tratamiento. Med Clin. 1998;110:220-7.
• Weitz JI, Byrne J, Clagett P, Farkouh ME, Porter JM, Sackett DL, et al. Diagnosis and treatment of chronic
arterial insufficiency of the lower extremities: a critical review. Circulation. 1996;94:3026-49.
206
61. CLAUDICACIÓN INTERMITENTE
Dolor en MMII
Características
del dolor
Inspección piel y
faneras
Auscultación soplos
Aorta abdominal y
Estadiaje femoral
Control FR Derivación
Ejercicio Cirugía vascular
Antiagregantes
Tto. sintomático
207
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. El diagnóstico actual de insuficiencia cardíaca (IC) requiere dos criterios: a) docu-
mentar una alteración de la función ventricular (generalmente mediante
ecocardiografía), y b) presencia de síntomas clínicos característicos. En caso de
duda se valorará la respuesta favorable al tratamiento.
2. La IC es un síndrome clínico complejo donde convergen distintas cardiopatías o
enfermedades sistémicas. Por tanto, el término IC no debe ser un diagnóstico
final.
3. Las manifestaciones clínicas clásicas de IC (disnea, edemas, intolerancia al ejerci-
cio) tienen una especificidad baja y son comunes en otras situaciones distintas a la
IC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC], insuficiencia venosa crónica,
mala condición física, obesidad, etc.). Al contrario, los signos/síntomas con alta
especificidad (tercer ruido, disnea paroxística nocturna [DPN], ortopnea, ingurgita-
ción yugular) poseen una sensibilidad baja.
4. Para aumentar el valor predictivo (VP) de los signos/síntomas deben existir condi-
ciones subyacentes que se asocian con una mayor incidencia de IC, los llamados
factores de riesgo para IC (edad avanzada, antecedente de infarto de miocardio,
hipertensión arterial [HTA], diabetes, etc.).
5. Un electrocardiograma (ECG) normal puede descartar virtualmente la IC (al menos
con disfunción sistólica: VP negativo del 98%). Los hallazgos ECG orientan sobre la
cardiopatía subyacente y/o factores agravantes (arritmia, isquemia).
6. Un valor normal de péptido natriurético ventricular (BNP) posee un elevado VP
negativo (98%) para el diagnóstico de IC, pero valores altos no implican necesa-
riamente una disfunción ventricular. La determinación de BNP es sencilla y podría
hacerse en Atención Primaria, incluyendo el domicilio del paciente, pero aún no
está disponible, con la excepción de algunos hospitales.
7. La radiografía (Rx) de tórax informa del grado de congestión pulmonar, pero una
Rx de tórax normal no descarta la IC. A menudo, un edema intersticial puede pasar
desapercibido o atribuirse a mala técnica. La ausencia de cardiomegalia orienta a
una disfunción (D) diastólica subyacente.
8. Para el diagnóstico clínico de IC se requiere una valoración global de la anamne-
sis, examen físico, ECG y Rx. Una combinación de los mismos puede alcanzar una
sensibilidad cercana al 100% y una especificidad del 95% (para la D sistólica), aun-
que depende de la precisión y experiencia del observador.
208
62. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA CARDÍACA
209
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Gomberg-Maitland M, Baran D, Fuster V. Treatment of congestive heart failure: guidelines for the primary
care physician and the heart failure specialist. Arch Intern Med. 2001;161:342-52.
• Konstman M, Dracup K, Baker D, et al. Heart Failure: evaluation and care of patients with left-ventricular
systolic dysfunction. Clinical Practice Guideline nº 11. AHCPR Publication nº 94-0612. Rockville, MD:
Agency for Health Care Policy and Research, US Department of Health and Human Services; 1994.
• Remme WJ, Swedberg K. Task Force Report. Guidelines for the diagnosis and treatment of chronic heart
failure. European Society of Cardiology. Eur Heart J. 2001;22:1527-60.
• Vasan RS, Levy D. Defining Diastolic Heart Failure: A Call for Standardized Diagnostic Criteria.
Circulation. 2000;101:2118-21.
210
62. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA CARDÍACA
Replantear
ECG normal
diagnóstico
ECG EPOC/cor
Replantear Rx de tórax ECG: BCRD, crecimiento pulmonale
diagnóstico de AD y/o VD Como
ESPIROMETRÍA: patrón diagnóstico
obstructivo y/o restrictivo
adicional o
alternativo
BNP Rx/ausencia de Replantear
Normal
(si disponible) cardiomegalia diagnóstico
Ausencia de signos de (¿disfunción
congestión pulmonar diastólica?)
- Diagnóstico diferencial
ANALÍTICA
hemograma, creatinina, Na+, K+, GOT, TPT, resto bioquímica - Factores precipitantes
elemental. Orina elemental, TSH - Repercusión de la IC
- Valorar TSH en subgrupos (p ej. FA)
Replantear
ECOCARDIOGRAFÍA Normal
Diagnóstico
HVI: hipertrofia ventricular izquierda; MMII: miembros inferiores; ECG: electrocardiograma; EPOC: enfermedad pulmonar
obstructiva crónica; FA: fibrilación auricular; IC: insuficiencia cardíaca; BCRI: bloqueo completo de la rama izquierda;
BCRD: bloqueo completo vena dcha.
211
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. La insuficiencia venosa crónica se define por los cambios que en los miembros infe-
riores provoca la estasis venulocapilar prolongada debida a la hipertensión venosa
secundaria a la incompetencia del sistema valvular.
2. Se clasifican las varices en: primarias (sólo sistema venoso superficial) y secunda-
rias a traumatismo, compresión, ligadura quirúrgica o destrucción postrombótica
(afectación del sistema venoso profundo).
3. Afecta al 10% de la población total. Proporción mujeres:hombres 5:1. La inciden-
cia aumenta con la edad. Presentan antecedentes familiares en un 50%-70% de los
casos.
4. La exacerbación de los síntomas y signos de sospecha con el calor y el ortostatismo,
y la disminución con el frío y el reposo en decúbito, nos debe hacer pensar en la
insuficiencia venosa periférica.
5. Ante un paciente con sensación de pesadez de miembros inferiores tenemos que
descartar además: edema por insuficiencia cardíaca congestiva, linfedemas, este-
nosis de canal medular, déficit sensitivo y motor secundario a ciatalgia crónica,
polineuropatías, claudicación intermitente, poliartralgias.
6. Se consideran factores de riesgo la edad, multiparidad, bipedestación prolongada
(importante reflejar actividad laboral), la obesidad (sólo en las mujeres). El paciente
debe ser explorado en ortostatismo y con los miembros inferiores descubiertos.
Nunca olvidar pulsos arteriales.
7. Maniobra de Schwartz: con el paciente situado de pie y los dedos de una mano en
la ingle, percutimos con la otra la mayor dilatación varicosa distal. La percepción
de una oleada en la mano situada en la ingle nos permite localizar el cayado de la
safena, su calibre y anomalías de situación (grado de evidencia B).
8. Maniobra de Trendelenburg: paciente en decúbito supino con la extremidad ele-
vada a 60º, vaciando las venas superficiales. Se aplica un torniquete en el tercio
superior del muslo para que ocluya el sistema venoso superficial pero no el pro-
fundo. Situamos al paciente en ortostatismo y observamos qué ocurre: a) si las
varices se mantienen vacías durante 15-20 segundos indica que las válvulas son
competentes, b) si se llenan progresivamente de distal a proximal antes de retirar
el torniquete quiere decir que existe incompetencia de las válvulas de las perfo-
rantes y c) si se llenan rápidamente de proximal a distal tras retirar el torniquete
implica incompetencia del cayado de la safena interna y sus válvulas (grado de
evidencia B).
212
63. INSUFICIENCIA VENOSA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Abidia A, Hardy SC. Surgery for deep venous incompetence (cochrane review). En: The cochrane
Library, 1; 2001 Oxford Updated Software.
• Díaz Sánchez S, Gordillo López FJ, González González AI, Puche López N, Fernández Vicente T. Guía
clínica sobre patología arterial y venosa. FMV. 2001;8 Supl 6:9-14.
• Kurz X, Kahn SR, Abenhaim L, Clement D, Norgren L, Baccaglini U, et al. Chronic venous disorders of
the leg, epidemiology, outcomes, diagnosis and management: summary of an evidence-based report of
the veines task force. Int Angiol. 1999;18:83-102.
• López S, Garro E, Marín MT, Martínez R, Moreno D, Navarro A, et al. Consultas en Atención Primaria.
Madrid: PMB; 2000.
213
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Preventivo Compresión
elástica Insuficiencia de cayado safena
Interna/externa/perforantes
Elevación de MMII
Ejercicio
Safenectomía, varicectomía (A)
Duchas con agua fría
Perder peso
Evitar ropa ajustada Escleroterapia (A)
Varículas
Probemas estéticos
214
64. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS PARA EL MÉDICO DE AP: PALPITACIONES
IDEAS CLAVE
1. Palpitaciones: percepción molesta del propio latido cardíaco.
2. Anamnesis, exploración física y electrocardiograma (ECG): a) identificar causas no
cardiológicas: estados hipercinéticos (ejercicio, embarazo, anemia, fiebre, tirotoxi-
cosis), umbral de percepción disminuido (estados de ansiedad), b) identificar datos
de cardiopatía estructural y c) descartar compromiso hemodinámico.
3. ECG en ritmo sinusal (RS) y sin hallazgos que sugieran la presencia de cardiopatía
estructural: identificar otras situaciones que cursen con incremento de la percepción
de los latidos normales.
4. ECG en RS, pero con datos que sugieren la presencia de cardiopatía estructural
(crecimiento de cavidades, PR corto, onda δ, ondas Q, bloqueo completo de rama
izquieda [BCRI], bloqueos bifasciculares, QTc largo, BRD + ST elevado en V1-3, blo-
queos auriculoventriculares [AV] de alto grado). Si no se conoce cardiopatía, pero
la historia sugiere su presencia, remitir al cardiólogo para diagnóstico. Si la car-
diopatía es conocida y no existen datos de agravamiento, mantener una actitud
expectante.
5. Ante la presencia de extrasístoles (ES) o de taquicardias no sostenidas (TNS), iden-
tificar datos que sugieran la presencia de cardiopatía estructural; los ES y las TNS
no requieren tratamiento farmacológico. Grado de recomendación B, nivel de evi-
dencia 2b.
6. Las taquicardias de QRS estrecho o supraventriculares (TSV) son bien toleradas si
no existe deterioro de la función ventricular y no suelen constituir una urgencia vital
que requiera tratamiento farmacológico inmediato. Comenzar siempre con manio-
bras vagales. Grado de recomendación A, nivel de evidencia 1c.
7. Posibilidades: reentrada intranodal (RIN) o taquicardia ortodrómica (conducción
retrógrada del estímulo por vía accesoria) en el seno de un síndrome de Wolf-
Parkinson-White (WPW). Remitir al cardiólogo para estudio si onda δ en el ECG
basal, o reiteración o mala tolerancia de los episodios. Grado de recomenda-
ción D.
8. Si la taquicardia no cesa o aparecen deterioro hemodinámico o angina: ADP en
bolo i.v. rápido a dosis crecientes (3-6-12 mg). Si antecedente de asma: verapamilo
en bolo i.v. (5 mg) lento. Grado de recomendación A, nivel de evidencia 1b.
215
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
9. Las TSV que no dependen del nodo AV se enlentecen sin interrumpirse; lo que faci-
lita el diagnóstico: taquicardia sinusal (TS), taquicardia auricular (TA), fibrilación
auricular (FA), flutter auricular. Cada tipo tiene su tratamiento, pero los bloquea-
dores beta son eficaces para el control de la respuesta ventricular si no están
contraindicados. Grado de recomendación A, nivel de evidencia 1b.
10. En las taquicardias de QRS ancho es necesaria una valoración rápida de la situa-
ción hemodinámica (conciencia, pulso y presión arterial [PA]). En caso de
compromiso hemodinámico: cardioversión eléctrica sincronizada (CVES) con
potencias crecientes (100-360 J). Grado de recomendación A, nivel de evidencia
1c.
11. Sin repercusión hemodinámica, pero la taquicardia acontece en un síndrome
coronario agudo (SCA): lidocaína iv en bolo (1,5 mg/kg), seguida de perfusión
(2-4 mg/min). Grado de recomendación A, nivel de evidencia 1b.
12. Si la arritmia es bien tolerada y no hay evidencia de cardiopatía isquémica, se
duda del origen ventricular, o no existe respuesta a la lidocaína: amiodarona iv
(300 mg a pasar en 15-30 min). Grado de recomendación A, nivel de evidencia 1c.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Almendral J, Marín E, Medina O, Peinado R, Pérez L, Ruiz R, et al. Guías de práctica clínica de la
Sociedad Española de Cardiología en arritmias cardíacas. Rev Esp Cardiol. 2001;54:307-67.
• Guidelines 2000 for cardiopulmonary resuscitation and emergency cardiovascular care. An international
consensus on science. The American Heart Association in collaboration with the International Liason
Committee on Resuscitation (ILCOR). Circulation. 2000;102 Suppl 8:1-370.
• Hebbar AK, Hueston WJ. Management of Common Arrhythmias: Part 1. Supraventricular Arrhythmias.
Am Fam Physician. 2002;65:2479-86.
• Hebbar AK, Hueston WJ. Management of Common Arrhythmias: Part 2. Ventricular Arrhythmias and
Arrhythmias in Special Populations. Am Fam Physician. 2002;65:2491-6.
216
64. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS PARA EL MÉDICO DE AP: PALPITACIONES
Palpitaciones (1)
Estados
hipercinéticos.
Anamnesis, exploración ECG Estados de
(2) ansiedad. Estrés
catecolamínico
(3)
Alteración
Sí del ritmo No
cardíaco No
No
Arritmia Sospecha de
sostenida ES, TNS
(5) cardiopatía
(> 30”)
Sí
Sí
Estrecho Ancho
QRS
Cardiólogo:
Holter
EEF (4)
Maniobras ECO, etc.
vagales (6) Compromiso
hemodinámico
No
Sí
CVES
(10) SCA
Respuesta Sí
Stop
↓ f.c.
Nula
Lidocaína Amiodarona
RIN TS, TA, FA, (11) (12)
ortodrómica flutter auricular
(7) (9)
Antecedente
de asma
No Sí
217
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
65. SÍNCOPE
Autores: D. Serrano Tomás, R. Ramírez Arrizabalaga, S. Sánchez Sánchez
y J. R. Penedo Alonso
IDEAS CLAVE
1. Es importante diferenciar síncope de lo que no lo es.
2. Síncope es la pérdida súbita y transitoria de conciencia, asociada a disminución
del tono postural, con recuperación espontánea.
3. La fisiopatología es común a todos los tipos de síncope: hipoperfusión cerebral.
4. El síncope puede clasificarse en cuatro grandes categorías: a) mediado neural-
mente (vasovagal, situacional, seno carotídeo, ortostatismo); b) cardiogénico
(arritmias, enfermedad estructural cardiopulmonar); c) neurológico, y d) otros
(psiquiátrico, metabólico).
5. No existe una prueba diagnóstica de referencia (gold standard).
6. La historia clínica, la exploración física y la realización de un electrocardiograma
(ECG) son más importantes que otras investigaciones para establecer el diagnós-
tico.
7. El primer objetivo es diferenciar un origen cardíaco del resto de causas, ya que el
síncope cardiogénico puede ser la manifestación de un trastorno potencialmente
grave.
8. La ausencia de síntomas premonitorios en el período presincopal es compatible
con un origen cardíaco. Secundario a arritmias supone el 5%-30% de todas las
causas, la cardiopatía estructural representa el 3%-11%.
9. El síncope neuromediado es el más frecuente, supone el 2%-38% del total.
10. Factores desencadenantes como miedo, dolor, instrumentación, descarga emocio-
nal, pródromos típicos sugieren etiología vasovagal.
11. Si el cuadro aparece durante o inmediatamente tras micción, defecación, tos o
deglución se trata de un síncope situacional.
12. Después de una evaluación cuidadosa se identifica la causa del síncope en sólo
el 50%-60%.
13. Tabla basculante: los mejores candidatos a esta prueba son individuos con sín-
cope recurrente inexplicable en aquellos con cardiopatía subyacente y estudio
electrofisiológico negativo o sin cardiopatía estructural conocida.
14. Estudio electrofisiológico: deberá contemplarse en los pacientes con cardiopatía
estructural subyacente o en ancianos con síncope recurrente.
15. El tratamiento del síncope debe individualizarse y dependerá de su etiología.
218
65. SÍNCOPE
16. Posible evolución y pronóstico, mortalidad acumulada a los dos años: baja (2%-5%):
pacientes jóvenes, menores de 60 años, con causa no cardíaca o desconocida.
Intermedia (20%): pacientes mayores de 60 años con causa no cardíaca o desco-
nocida. Alta (32%-38%): pacientes con síncope de causa cardíaca.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Asensio Asensio L. Pérdida de conciencia. En: Guía de Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. SemFYC;
2002. p. 539-46.
• Brignole. Task Force on Syncope E.S.C. Eu. Heart J. 2001;22:1256-306.
• Campbell L. Síncope. En: Marso, Griffin & Topol. Manual of Cardiovascular Medicine. Edición en
español. Marban Libros, S.L; 2002. p. 310-9.
• Kapoor WN. Syncope. NEJM. 2000;343:1856-62.
• López Merino V, García Civera R. Síncope cardiovascular. En: Farreras P, Rozman C, editores. Medicina
Interna. 14.ª ed. Harcourt; 2000. p. 612-7.
219
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Síncope
Historia clínica
(Circunstancias en que ocurre, síntomas precedentes,
duración, síntomas persistentes medicación habitual)
Exploración física
(TA en decúbito y bipedestación, FC, FR, ACP y
exploración neurológica)
Pruebas complementarias
(En todos los casos ECG)
220
66. SOPLOS Y RUIDOS CARDÍACOS
IDEAS CLAVE
1. La auscultación cardíaca es un elemento clave de la exploración cardiovascular.
Con un correcto entrenamiento y sistemática adecuada, junto a una buena anam-
nesis, se puede orientar la mayoría de la patología cardíaca y optimizar la
utilización de recursos.
2. La membrana del estetoscopio permite auscultar sonidos de “alta frecuencia”
(soplos sistólicos, diastólico precoz, clic, chasquido y roce pericárdico).
3. La campana sirve para auscultar sonidos de “baja frecuencia” (soplos diastólicos
de llenado de la EM y ET, tercer tono y cuarto tono). Si se presiona mucho se con-
vierte en membrana.
4. Lo primero que hay que hacer es identificar el primer y segundo tonos, es decir,
diferenciar sístole y diástole, para lo que nos podemos ayudar de la palpación
simultánea del pulso carotídeo.
5. Un soplo diastólico siempre es patológico.
6. Los soplos sistólicos aórticos se oyen mejor en el área aórtica (2EICD), 3EICI, en
la carótida derecha y en el cuello, y en el área mitral (punta).
7. Los soplos diastólicos aórticos se oyen mejor a lo largo del borde esternal
izquierdo, sobre todo en 3 y 4 EIC con el paciente reclinado hacia delante en
apnea postespiratoria.
8. Los soplos pulmonares son los más localizados en el foco pulmonar (2EICI paraes-
ternal) y 3EICI.
9. Los soplos mitrales se oyen en el área mitral (5EICI y línea medio-clavicular) y se
irradian a la región axilar. Se oyen mejor en decúbito lateral izquierdo y en espi-
ración, especialmente tras el esfuerzo o la maniobra de Valsalva.
10. Los soplos tricuspídeos se oyen en el foco tricúspide (4EICI paraesternal) y en la
punta. Se oyen mejor en inspiración o en apnea postinspiratoria y con la manio-
bra de Müller.
11. Clasificación de los soplos (Levine):
• Grado 1: audible en sala silenciosa y con buen estetoscopio.
• Grado 2: bajo.
• Grado 3: moderadamente alto, sin thrill.
• Grado 4: alto y con thrill.
• Grado 5: muy alto thrill.
• Grado 6: audible sin estetoscopio.
221
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
12. La intensidad del soplo no siempre guarda una relación proporcional con el grado
de trastorno hemodinámico que lo origina.
13. Efectos de las diversas maniobras sobre los soplos cardíacos:
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Macleod J, Munro J. Clinical Examination. 7.ª ed. Edinburgo: Longman Group Limited;1987.
• Sáenz de la Calzada C. Diagnóstico Cardiológico en Atención Primaria. Madrid: Ed. Doyma; 1999.
• Zarco P. Cardiología básica. Madrid: Ed. IDEPSA; 1986.
• Zarco Montejo J. Exploración cardíaca útil para el médico de atención primaria. Manifestaciones
cardíacas de enfermedades sistémicas. TIempos Médicos. 2001;.581:7-20.
• Zarco P. Exploración Clínica del Corazón. Madrid: Ed. Alhambra; 1961.
• Zarco Montejo J, Nogales Aguado P, Zarco Gutiérrez P. Exploración cardíaca. Módulo 3 Biblioteca
Multimedia semFYC de Ayuda al Diagnóstico. SemFYC; 2003.
222
66. SOPLOS Y RUIDOS CARDÍACOS
Auscultación cardíaca
Soplo cardíaco
Según su localización
en el ciclo
DAP
CoA
Pansistólicos Mesodiastólicos
Eyectivo (de regurgitación) Tardío Precoz (de llenado) Presistólico
EA IM PVM IA EM
EP IT IP
MHO ET
CoA CIV
MHO (se suelen acompañar de
Inocentes (pulmonar chasquido de apertura)
o aórtico)
y funcional
223
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Auscultación cardíaca
224
67. PRESIÓN ARTERIAL ALTA
IDEAS CLAVE
1. Medición de la presión (PA):
Se deben realizar al menos dos lecturas separadas por más de dos minutos.
Si las lecturas varían más de 5 mmHg se deben efectuar más mediciones hasta obte-
ner dos similares. Comprobar que se ha obtenido la PA de forma correcta,
aplicando las técnicas de medición de la PA en la consulta.
Medir la PA en ambos brazos en la primera visita y utilizar el brazo con PA más
elevada.
2. La PA se caracteriza por amplias variaciones espontáneas, por lo que el diagnós-
tico de hipertensión arterial (HTA) debe basarse en múltiples determinaciones
obtenidas en varios momentos distintos. Para el diagnóstico se deben obtener tres
series de lecturas separadas entre sí al menos una semana. Si la PA está sólo leve-
mente elevada, deben realizarse mediciones repetidas durante varios meses porque
frecuentemente se produce regresión a valores normales.
3. La monitorización ambulatoria de la PA (MAPA) o la automedición de la PA (AMPA)
estarían indicadas para el diagnóstico de HTA en las siguientes situaciones:
a) Si existe disparidad entre la PA en consulta y las PA obtenidas fuera del entorno
sanitario, para el diagnóstico de HTA aislada en la consulta (PA en la consulta
mayor o igual a 140/90 mmHg y PA ambulatoria de 24 horas menor de 125/80
mmHg o PA con AMPA menor de 135/85 mmHg) o de reacción de alerta (fenó-
meno de bata blanca).
b) En pacientes recién diagnosticados sin afectación de órganos diana.
c) HTA episódica o variabilidad inusual de la PA.
4. El umbral real para la definición de HTA debe considerarse flexible, más o menos
elevado en función del perfil de riesgo cardiovascular total de cada individuo.
5. Factores de riesgo cardiovascular que influyen en la estratificación del riesgo total:
edad (varones > 55 años, mujeres > 65 años), tabaquismo, dislipidemia (colesterol
total > 250 mg/dl o colesterol ligado a lipoproteína de baja densidad [c-LDL] > 155
mg/dl o colesterol ligado a lipoproteína de alta densidad [c-HDL] < 40 mg/dl en
varones o < de 48 mg/dl en mujeres), antecedentes familiares de enfermedad car-
diovascular precoz (varones < 55 años, mujeres < 65 años), obesidad abdominal
(circunferencia abdominal > 102 cm en varones, > 88 cm en mujeres), proteína C
reactiva > 1 mg/dl.
6. Lesión de órganos diana: hipertrofia ventricular izquierda, pruebas ecográficas de
engrosamiento de la pared arterial o de placa aterosclerótica, elevación de la creati-
225
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-
LELHA). Guía sobre el diagnóstico y el tratamiento de la hipertensión arterial en España. Hipertensión.
2002;19 Supl 3:9-15.
• The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment
of High Blood Pressure. JAMA. 2003;289:2560-72.
• 2003 European Society of Hypertension-European Society of Cardiology Guideliness for the
management of Arterial Hypertension. J Hypertens. 2003; 21:1011-53.
226
67. PRESIÓN ARTERIAL ALTA
PA en la consulta (mmHg)
PAS < 120 PAS 120-129 PAS 130-139 PAS 140-159 PAS ≥ 180
y PAD < 80 y PAD 80-84 o PAD 85-89 o PAD 90-99 o PAD ≥ 110
PA Óptima PA Normal PA Normal-alta HTA Grado 1 HTA Grado 3
o
PAS 160-179
o PAD 100-109
HTA Grado 2
No Sí No Sí
No Sí
Tabla de estratificación del riesgo cardiovascular absoluto (adaptada de: 2003 European Society of
Hypertensión. European Society of Cardiology Guideliness for the management of Arterial Hypertensión.
J Hypertens. 2003; 21: 1011-53.
PA: presión arterial; PAS: presión arterial sistólica; PAD: presión arterial diastólica; MAPA: monitorización
ambulatoria de la PA; AMPA: automedición de la PA; FRCV: factores de riesgo cardiovascular; LOD: lesión
de órganos diana; ECA: enfermedad clínica asociada.
227
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Tensión arterial sistólica (TAS) 130-139 y/o tensión arterial diastólica (TAD) 85-
89, si riesgo absoluto bajo o promedio sólo iniciar modificaciones estilo de vida.
Si riesgo absoluto alto o muy alto iniciar tratamiento farmacológico.
2. TAS 140-179 y/o TAD 90-109, si riesgo absoluto alto o muy alto iniciar trata-
miento farmacológico más modificación del estilo de vida. Si riesgo moderado o
bajo iniciar modificación en estilo de vida y monitorizar la tensión arterial (TA)
durante unos meses, si continúa TAS superior a 140 o TAD superior a 90 iniciar
además tratamiento farmacológico.
3. TAS superior a 180 y/o TAD superior a 110, iniciar tratamiento farmacológico
más modificación del estilo de vida.
4. Las principales modificaciones del estilo de vida son: la reducción del consumo de
sal, pérdida de peso, abandono del hábito tabáquico y el ejercicio físico mode-
rado de forma regular.
5. El inicio del tratamiento farmacológico se realiza con monoterapia, con cual-
quiera de los grupos farmacológicos, aunque la Organización Mundial de la
Salud (OMS) sigue recomendando el inicio de monoterapia con diuréticos y/o
bloqueadores beta, y el JNC-VII informe recomienda empezar siempre con diuré-
ticos.
6. El tratamiento farmacológico debe ser escalonado, añadiendo un grupo farma-
cológico nuevo cada vez que no se consiga un buen control de la TA.
7. Hipertensión arterial en pacientes con cardiopatía isquémica: modificación del
estilo de vida más tratamiento farmacológico. Indicado bloqueadores beta y/o
calcioantagonistas (dihidropiridinas de larga duración).
8. Hipertensos con lesión de órganos diana (hipertrofia de ventrículo izquierdo).
Objetivo: reducción del grosor de la pared del ventrículo izquierdo. Indicado: diu-
rético+inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina (IECA),
dihidropiridinas+IECA o diurético.
9. Hipertensión en pacientes con insuficiencia cardíaca: modificación del estilo de
vida más tratamiento farmacológico. Indicado: IECA o antagonista del receptor
de la angiotensina (ARA) II, diuréticos, bloqueadores beta (bisoprolol, carvedilol),
calcioantagonistas (dihidropiridinas larga duración-amlodipino, contraindicados-
verapamilo y diltiazem).
10. Hipertensión en pacientes con dislipidemia: modificación del estilo de vida más
tratamiento farmacológico. Indicado: IECA o ARA II, bloqueadores beta (carvedi-
lol), calcioantagonistas, diuréticos dosis bajas.
228
68. TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Grupo de trabajo en Hipertensión Arterial de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y
Comunitaria. Hipertensión Arterial en Atención Primaria. FMC. 1999;6 Supl 3.
• SEH-LELHA. Guía sobre el diagnóstico y tratamiento de la HTA en España 2002. Hipertensión. 2002;19
Supl 3: 30-53.
• The Seventh Report of the Joint Committe on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High
Blood Pressure. JAMA. 2003;289:2560-72.
• 2003 European Society of Hypertension-European Society of Cardiology Guideliness for the
management of Arterial Hypertension. J Hypertens. 2003; 21:1011-53.
229
Paciente con presión arterial elevada
Iniciar cambios en estilo de vida y Iniciar cambios en estilo de vida y Valorar otros
corrección de otros FRCV corrección de otros FRCV FRCV, LOD, DM, ECA
230
Estratificación del Estratificación del Iniciar cambios en estilo de vida y
riesgo absoluto riesgo absoluto corrección de otros FRCV
Muy alto Alto Bajo Riesgo Muy alto Alto Moderado Bajo
promedio
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Iniciar tto. Iniciar tto. Controlar No Iniciar tto. Iniciar tto. Controlar la PA Controlar la PA
farmacológico farmacológico la PA intervención farmacológico farmacológico y otros FRCV y otros FRCV durante
durante 3 meses 3-12 meses
S > 140 mmHg S < 140 mmHg S > 140 mmHg S < 140 mmHg
D > 90 mmHg D < 90 mmHg D > 90 mmHg D < 90 mmHg
Mantener pauta Revisar tratamiento no farmacológico Utilizar dosis plenas Descartar pseudohipertensión
231
Mantener pauta Añadir un segundo fármaco
procurar que sea un diurético
Combinaciones de riesgo
- Diurético distal + IECA
- Verapamilo + bloqueador beta
SALUD MENTAL
69. ACTITUD ANTE EL PACIENTE AGITADO
Autores: P. Cubero González, R. Redondo Romero, M. Álvarez Espinosa
y A. Garrido Barral
IDEAS CLAVE
1. Definición: la agitación es un estado de marcada inquietud psicomotora en el cual
existe un aumento incontenible de la motilidad y de la sensación de tensión interna.
Se acompaña de alteraciones afectivas como ansiedad, irritabilidad, euforia, etc. y
de alteraciones del pensamiento como desinhibición e incoherencia. La intensidad
en cada caso puede variar de leve a muy intensa. Es importante no confundir agi-
tación con violencia.
2. Es aconsejable establecer la comunicación mediante un solo interlocutor y mantener
una actitud firme sin manifestar hostilidad, asegurando los recursos necesarios para
controlar la situación, evitando siempre que sea posible el uso de la fuerza.
3. Aunque la causa sea manifiesta en la valoración inicial permitiendo un primer abor-
daje, se debe reevaluar en los días siguientes la respuesta y evolución del paciente
y completar el estudio si procede.
4. Delirium o síndrome confusional agudo: cuadro clínico reversible consistente en una
alteración transitoria y fluctuante de la atención y de las funciones cognitivas, de
instauración en horas o días con un origen orgánico o tóxico. Se presenta a menudo
en pacientes con deterioro cognitivo previo agravando los síntomas pero no debe
confundirse con demencia.
5. El delirium puede constituir una urgencia médica que debe ser resuelta ante la posi-
bilidad de agravamiento, cronificación o incluso fallecimiento.
6. Neurolépticos: haloperidol (de elección en cuadros agudos). Clorpromazina: más
sedante, más hipotensor, evitar en ancianos con cardiopatía.
232
69. ACTITUD ANTE EL PACIENTE AGITADO
9. Relajantes/sedantes: diazepam (de elección): 10-30 mg/d en 2-3 tomas vía oral.
Lorazepam: 1-5 mg/8 h-12 h-24 h vía oral.
10. Es frecuente la coexistencia de delirium, ansiedad y/o síntomas psicóticos como
causa de agitación en los pacientes con demencia. El tratamiento es similar
teniendo en cuenta el inicio con la mínima dosis, el mínimo tiempo y los mínimos
fármacos (regla de los mínimos).
11. Ante la presencia de cuadros de agitación recurrentes es importante realizar una
intervención sobre el entorno sociofamiliar del paciente para prevenir nuevos epi-
sodios. En el caso de la demencia ésta será la parte principal del tratamiento
durante toda la enfermedad.
12. Si la respuesta al tratamiento no es la esperada se ha de plantear la posibilidad
de causas mixtas.
13. Fármacos: abuso, deprivación, yatrogenia (valorar efectos secundarios de medi-
cación habitual, interacciones, reacciones adversas, etc.).
14. Neurológicas: epilepsia, accidente cerebrovascular agudo (ACVA), tumor, trau-
matismo craneoencefálico (TCE), etc.
15. Endocrinas: hipertiroidismo, hiperparatiroidismo, Cushing, feocromocitoma, etc.
16. Metabólicas: hipoglucemia, hipocalcemia, hiper e hipopotasemia, encefalopatías
(hipóxica, hipercápnica, etc.).
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Alberca R, editor. Tratamiento de las alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer y en otros
procesos neurológicos. R Alberca, editor. Madrid: Editorial Panamericana; 2001.
• Allen, Michael H. The Expert consensus Guideline Series. Treatment of Behavioral Emergencies. May
2001. www.psychguides.com
• Manus A, De Medeiros P, Monfort JC. État D´Agitation. Orientation diagnostique et principes du traitment
d’urgence. Rev Prat (Paris). 1992;42:8.
• Sáiz Ruiz J, Montes Rodríguez JM. Protocolo diagnóstico y terapéutico del paciente delirante agudo.
Medicine. 2003;8(107):5757-9.
233
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Agitación
(1)
Sí Fármacos o tóxicos
Desencadenante o
causa conocida Entorno físico: hambre, sed, calor, frío Tratamiento
Entorno sociofamiliar Sí y seguimiento
Causa orgánica: infección, fiebre, ambulatorios
hipoglucemia, traumatismo (3)
¿Se puede corregir?
No
No
Sí Sí
Deterioro cognitivo Previo Demencia
No
Tratamiento específico (7)
Síntomas psicóticos Sí
Antipsicóticos
(alucinaciones, deliriros) Corregir desencadenantes
(5)
Prevenir nuevos episodios
No
apoyando familia
Sí Ajustar dosis de fármacos
Ansiedad Relajantes/sedantes (6) (8)
No
No
¿Posibilidad de estudio ambulatorio? Derivar a urgencias
Sí
234
70. ANSIEDAD
70. ANSIEDAD
IDEAS CLAVE
1. Definición:
a) Ansiedad normal: reacción adaptativa ante una situación de peligro.
b) Ansiedad patológica: vivencia subjetiva de malestar, tensión o miedo indefinido
que carece de eficacia adaptativa y se transforma un factor de interferencia para
la funcionalidad del sujeto. Puede formar parte de otros trastornos psiquiátricos
o acompañar a distintas afecciones orgánicas.
c) Angustia: tipo de ansiedad endógena que cursa en forma de crisis de carácter
agudo, con una sintomatología de tipo vegetativo, y se asocia a la sensación de
miedo o pánico, pérdida de control o vivencia de muerte inminente, de duración
limitada.
d) Trastorno de angustia o trastorno de pánico: enfermedad en la que aparecen cri-
sis de angustia, que se repiten periódicamente, dando lugar al desarrollo de
miedo a que vuelvan a tener lugar, lo que se denomina ansiedad anticipatoria.
2. Prevalencia: en población general varía de un 3% a un 5%. En población psiquiá-
trica varía de un 7% a un 16%. Relación mujer/ hombre 2:1. Edad media es de 26
años.
3. Clínica:
a) Síntomas somáticos: circulatorios (palpitaciones, taquicardia, dolor, opresión
precordial, etc.), respiratorios (disnea, sensación de ahogo, paro respiratorio),
parasimpáticos (debilidad física, desfallecimiento, diaforesis, sialorrea, diarrea,
náuseas, urgencia defecatoria, micción imperiosa, rinorrea, hipo, visión
borrosa), centrales (sensación de sofocación, mareo, inestabilidad o vahído, ole-
adas de calor y escalofríos), neurológicos (temblor, estremecimientos, xerostomía,
entumecimiento, parestesias, torpeza, pesadez física, vértigos, cefalea, nudo en
la garganta).
b) Síntomas psíquicos: vivencia de extrañeza (despersonalización y desrealización),
experiencia subjetiva (pánico, sensación de muerte inminente, de estar volvién-
dose loco, de perder el control sobre uno mismo, etc.), del cuerpo (sensación de
torpeza, alteración de los estímulos sensoriales, estar separado de la gente, estar
como flotando, como si una parte o todo de él no le perteneciese), del entorno
(parece irreal, extraño, transformado, fantasmal, como en un sueño), expecta-
ción aprensiva y fenómenos amnésicos.
4. Diagnóstico: cada clasificación (CIE-10 y DSM-IV) tiene distintas pautas o criterios
diagnósticos para cada trastorno de ansiedad. Existen múltiples pruebas diagnósti-
cas validadas, las más prácticas para Atención Primaria son la escala de ansiedad
de Hamilton y la de Golberg.
235
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Aragües Figuero M, Olgado Madera PM, Laguna Freir I, Vázquez Fernández I. Urgencias Psiquiátricas.
En: Blanco-Echevarria A, et al, editores. Manual de diagnóstico y terapéutica médica. 5.ª ed. M.S.D.;
p. 171-3. www.miyahoooparamedicos.com
• Salgado Serrano P, Battaller Alberona RE, Vallejo Ruiloba J. Trastorno de Ansiedad. Trastorno Obsesivo
Compulsivo. En: Vázquez-Barquero JL, editor. Psiquiatría en Atención Primaria. 1.ª ed. Grupo Aula Médica,
S.A; 1998. p. 259-80.
• www.fisterra.com/guias2/ansiedad.htm.
• www.nzgg.org.nz/library/glcomplete/anxiety.
236
70. ANSIEDAD
Sí No
No
Ha tenido una experiencia traumática previa
Trastorno por estrés postraumático Trastorno por estrés agudo ¿Cursa con crisis?
No Sí
No Sí
No Sí
No Sí
¿Vinculada a circunstancias o situaciones fobógenas?
Trastorno de angustia
sin agorafobia
No Sí
Trastorno de angustia
Fobia social Fobia simple con agorafobia
237
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
71. DEPRESIÓN
IDEAS CLAVE
1. Estado de ánimo depresivo: tristeza (infelicidad o desánimo) exagerada, anómala
y patológica. Si está asociada a otras manifestaciones clínicas (síntomas de desvi-
talización, síntomas somáticos), durante tiempo suficiente y no es secundaria a otra
patología mental o somática, ni a la ingesta de sustancias es un trastorno afectivo
o un episodio depresivo.
2. Episodio de depresión mayor: dos de los siete síntomas siguientes al menos 2 sema-
nas: disminución de la atención y la concentración; pérdida de confianza en sí
mismo y sentimiento de inferioridad; ideas de culpa y de ser inútil; perspectivas
sombrías de futuro; pensamientos de autoagresión o actos suicidas; trastornos del
sueño; pérdida de apetito.
3. Síntomas más importantes para el diagnóstico de la depresión: síntomas anímicos
(disforia, tristeza, desánimo, abatimiento, ansiedad y anestesia afectiva) y síntomas
de desvitalización (apatía, anhedonia, astenia, inhibición psicomotriz).
4. Síntomas más importantes para evaluar la gravedad: síntomas conductuales
(inquietud psicomotriz, agitación, conductas suicidas).
5. Realizar una anamnesis semiestructurada adaptada a cada paciente. Investigar:
a) Presencia de pérdidas y duelos.
b) Exploración esfera psicológica: personalidad previa.
c) Gravedad del cuadro: explorar siempre la presencia de ideación y planes suici-
das y síntomas psicóticos.
6. Importante descartar enfermedades prevalentes mediante la entrevista (Alzheimer,
Parkinson, accidente cerebrovascular agudo [ACVA], LOES, EM, hipo e hipertiroi-
dismo, Cushing y Addison, LES, AR, fibromialgia, síndrome de inmunodeficiencia
adquirida [SIDA], tuberculosis [TB], cáncer de páncreas, anemia), toma de fárma-
cos (inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina [IECA], digital,
bloqueadores beta, hipolipidemiantes, propanolol, clonidina, antiinflamatorios no
esteroideos [AINE], interferón, ACO, corticoides, neurolépticos, L-dopa), explora-
ción física y exploraciones complementarias. Aconsejada la realización sistemática
de: glucemia, hormona estimuladora de la tiroides (TSH), hemograma, ferritina y
función hepática.
7. En las primeras entrevistas conviene formalizar un “contrato terapéutico” y acordar:
a) Visitas de seguimiento para abordar áreas de conflicto o desencadenantes si
existen.
238
71. DEPRESIÓN
239
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Gastó Ferrer C, Vallejo Ruiloba J. Manual de diagnóstico diferencial y tratamiento en Psiquiatría. 2.ª ed.
Masson; 2001. p. 25-31.
• Vallejo J. Árboles de decisión en Psiquiatría. 2.ª ed. Barcelona: Jims; 1999.
• Protocolos. Ansiedad y depresión. FMC; 1997.
240
71. DEPRESIÓN
• American Psiquiatry Association: DSM-IV Atención Primaria. Barcelona: Masson SA; 1997.
• CIE 10 capítulo V: Pautas diagnósticas y de actuación ante trastornos mentales en Atención Primaria.
Adaptación para España. Madrid: Izquierdo SA; 1996.
241
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Estado de ánimo
depresivo
Trastorno del estado de ánimo
debido a enfermedad médica
Sí
Sí Depresión
¿Sólo hay antecedentes de
mayor
episodios depresivos?
recidivante
No
No
Episodio
Sí
¿Hay antecedentes de episodios depresivo de
maníacos o hipomaníacos? un trastorno
bipolar
Sí Trastorno
¿Cómo consecuencia de cambio o
adaptativo con
situación estresante?
síntomas depresivos
No
No
No
242
72. SÍNTOMAS FÍSICOS INESPECÍFICOS
IDEAS CLAVE
1. La somatización aguda es un motivo de consulta en general benigno y de duración
autolimitada con la desaparición del factor de estrés emocional responsable (por
ejemplo, conflicto familiar, examen académico, etc.). Por el contrario, los trastornos
somatomorfos (TS) representan un arquetipo de paciente crónico de difícil manejo
para el médico de familia.
2. Los TS se caracterizan por la presencia de síntomas corporales que sugieren un tras-
torno físico, sin que exista una causa orgánica o un mecanismo fisiopatológico
conocido que los expliquen completamente, y por la presunción razonable de que
dichos síntomas están asociados a factores psicológicos o al estrés. Además el
paciente solicita continua ayuda médica por sus síntomas.
3. Ante la sospecha de un posible TS se debe valorar si puede existir una enfermedad
médica, consumo de sustancias u otro trastorno mental que puedan explicar los sín-
tomas. Para ello se precisa una historia clínica detallada, un uso prudente de
pruebas diagnósticas y, si no se dispone de tiempo o habilidad para una explora-
ción psicológica detallada, la autoaplicación por el propio paciente del cuestionario
GHQ-28 (Cuestionario General de Salud, de 28 ítems, Goldberg – 1972, validado
en español por Lobo 1986) resulta un mecanismo de criba válido de casos psi-
quiátricos (trastornos mentales no psicóticos) en Atención Primaria (AP).
4. La clasificación de los TS crónicos no está exenta de controversia: de hecho no hay
una exacta concordancia entre las categorías diagnósticas CIE-10 y el DSM-IV. Los
TS crónicos más comunes en AP y sus aspectos clínicos diferenciales son los siguien-
tes:
243
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
244
72. SÍNTOMAS FÍSICOS INESPECÍFICOS
9. Se deben derivar a salud mental los pacientes que precisen confirmación diagnós-
tica o diagnóstico diferencial, los TS infrecuentes (trastorno de conversión,
dismórfico, facticio y simulación), los casos de mala evolución o mala relación per-
sonal, y aquellos con comorbilidad psiquiátrica grave.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bass C, Benjamin S. The management of chronic somatization. Br J Psychiatry. 1993; 162:472-80.
• Bouckoms AJ, Hackett TP. Pain patients. En: Cassem NH, Stern TA, Rosembaum A, et al, editors.
Massachusetts General Hospital Handbook of General Hospital Psychiatry. 4th ed. St. Louis: Mosby;
1997.
• Caballero L, Caballero F. Trastornos somatomorfos, síndromes y síntomas funcionales, y trastornos
disociativos. En: Vázquez-Barquero JL, editor. Psiquiatría en atención primaria. Madrid: Grupo Aula
Médica; 1998.
• Othmer E, De Souza C. A screening test for somatization disorder. Am J Psychiatry. 1985;142:1146-9.
• Pincus HA, Wise T, First MB, et al. DSM-IV Atención Primaria. Barcelona: Masson SA; 1997.
• Smith GR. Somatization disorder in the medical settting. Washington: American Psychiatric Press; 1991.
245
Paciente que consulta Anamnesis y exploración física detalladas
por síntomas físicos
crónicos inespecíficos
¿Puede deberse a una enfermedad médica, Sí Diagnóstico
al consumo de sustancias de abuso o fármacos? orgánico
No
Exploración psicológica básica (valorar Diagnóstico
General Health Questionnaire) psicológico
Sí
¿Pueden deberse a otro trastorno mental
presente (ansiedad, depresión, etc.)?
No
El síntoma predominante es...
Aparentemente Dolor (o se sospechan Existen múltiples Preocupación excesiva Preocupación excesiva por Sospecha de simulación
neurológico factores psicológicos síntomas físicos con temor a padecer tener algún defecto intencionada
246
en su inicio, gravedad inespecíficos una enfermedad imaginado del aspecto físico
o exacerbación)
¿Existe incentivo externo?
Prueba de Othmer
Escala Madison ≥ 15 y De Souza
Sí No
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. El médico de familia debe investigar sistemáticamente la existencia de trastornos
del sueño en los exámenes de salud (recomendación B, nivel de evidencia 2a).
2. El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente en la consulta de Atención
Primaria (según la Organización Mundial de la Salud [OMS] hay una prevalen-
cia del 27% para la queja “dificultad para dormir”).
3. En todos los trastornos del sueño siempre hay que descartar causas secundarias:
orgánicas, consumo o deprivación de sustancias, enfermedades mentales, etc.
4. Clasificar el insomnio por su momento de aparición puede orientar el diagnóstico
etiológico.
5. El diagnóstico etiológico se basa en una adecuada historia clínica que debe
incluir: historia completa del sueño, datos médicos, sociales y síntomas asociados,
además de una adecuada exploración física (recomendación B, nivel de eviden-
cia 2a).
6. El manejo del insomnio depende de su etiología.
7. Todos los pacientes con insomnio transitorio o crónico deben ser educados acerca
de una adecuada higiene del sueño.
8. En la evaluación del insomnio son de utilidad los siguientes instrumentos: cuestio-
narios autoadministrados, prueba de cribado psicológico, listados de síntomas,
cuadernos del sueño y entrevistas al compañero de sueño.
9. El tratamiento del insomnio crónico se basa en medidas conductuales y farmaco-
lógicas. El tratamiento conductual es más duradero en sus efectos que el
tratamiento farmacológico. Este es complementario del anterior y se utiliza en
situaciones puntuales (recomendación A, nivel de evidencia 1a).
10. Los fármacos que se recomiendan actualmente en el insomnio son las benzodia-
zepinas, imidazopiridinas (zolpiden) y ciclopirrolonas (zopiclona). La eficacia de
las benzodiazepinas en el insomnio es incontestable, aunque debe valorarse la
relación beneficio/riesgo. Son preferibles las de vida media corta y se deben uti-
lizar a la dosis mínima eficaz, durante el tiempo más corto posible (< 4 semanas)
y si el cuadro clínico lo permite de forma intermitente (1 cada 2-3 noches). No
hay evidencia para recomendar su utilización crónica. El perfil farmacoterapéu-
tico de zolpiden y zopiclona es similar a las benzodiazepinas. Su única indicación
sería el tratamiento del insomnio a corto plazo.
11. En el anciano los trastornos del sueño se deben fundamentalmente a expectativas
inadecuadas sobre la duración de éste. Por ello el tratamiento está orientado a
conseguir una adecuada higiene del sueño.
247
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• HolbrooK AM, Crowther R, Lotter A, Cheng C, King D. The diagnosis and management of insomnia in
clinical practice: a practical evidence-based approach. JAMC. 2000;162(2):216-20.
• Gunderson J, Hirschfeld RMA, Blashfield R, Fiester SJ, Millon T, Pfohl B, et al. Trastornos del sueño. En:
DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. 4ª ed. española. Barcelona: Masson
SA; 1995.
• Sateia Mj, Doghramji K, Hauri PJ, Morin CM. Evaluation of chronic insomnia. An American Academy of
sleep Medicine review. Sleep. 2000;23(2):243-308.
• Morin CM, Hauri PJ, Espie CA, Spielman AJ, Buysse DJ, Bootzin RR. Nonpharmacologic treatment of
chronic insomnia. An American Academy of sleep Medicine review. Sleep. 1999;22(8):1134-56.
248
73. TRASTORNOS DEL SUEÑO
Comportamientos extraños en el
sueño. Parasomnias Etiología por historia clínica:
(pesadillas, sonambulismo y terrores Consumo o deprivación de sustancias
nocturnos) Trastorno mental asociado
Estado confusional agudo o febril
Historia familiar. Parasomnia primaria.
Según causa y repercusión general
derivar a salud mental/unidad del sueño
Alteraciones del sueño en cantidad,
calidad o duración. Disomnias
Ataques del sueño diurno, excesiva
somnolencia. Hipersomnias
Ritmo de sueño-vigilia no
Episodios súbitos de cataplejia. sincronizado con el del entorno
Narcolepsia Trastornos del ritmo sueño-vigilia
Hipersomnia primaria
Higiene del sueño/técnicas de
adaptación del ritmo sueño-vigilia
Trastornos del sueño
relacionados con la respiración
249
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
OSTEOMUSCULAR
74. CERVICALGIA
Autores: A. Pastor Rodríguez-Moñino y J. N. Villarroel Rodríguez
IDEAS CLAVE
1. Dos tercios de la población tendrán un dolor cervical a lo largo de su vida. Un ter-
cio de los pacientes que atendemos tienen un dolor cervical que dura más de seis
meses o una recurrencia del dolor.
2. La mayoría de las veces el dolor cervical se asocia a una mala postura, ansiedad o
depresión, estiramiento de los músculos del cuello y lesiones deportivas u ocupacio-
nales. En el dolor crónico son más frecuentes los factores mecánicos y degenerativos.
A veces, puede desencadenarse por lesiones en tejidos blandos, como en el síndrome
del latigazo cervical. Es raro que se deba a prolapsos en el disco vertebral, enfer-
medades inflamatorias (espondilitis anquilopoyética, artritis reumatoide, polimialgia
reumática), malignas (mieloma, enfermedad metastásica), infecciosas (estafilococo,
tuberculosis) o, más raramente todavía, metabólicas (osteomalacia).
3. Una adecuada historia clínica ayuda a diferenciar los tipos de dolor y la existencia
de signos y/o síntomas neurológicos.
4. El dolor de características inflamatorias no remite, a menudo se irradia a ambos
brazos y empeora con el reposo. Habitualmente hay una limitación de los movi-
mientos del cuello en todas las direcciones.
5. Las exploraciones complementarias son esenciales para llegar a un diagnóstico en los
casos de dolor cervical con características inflamatorias. Se debe realizar un análisis
que incluya: hemograma, velocidad de sedimentación globular (VSG), bioquímica
completa, sedimento urinario, pruebas reumáticas y antígeno (Ag) HLA-B27.
6. Las exploraciones radiológicas recomendadas son las siguientes:
a) En el dolor cervical no complicado no es necesario realizar estudio radiológico
inicial, salvo antecedentes de traumatismo, cirugía del cuello o historia previa de
tumor maligno. Si persiste el dolor, realizar radiografía (Rx) del cuello antero-
posterior (AP), lateral (L) y con la boca abierta. La oblicua se deja a discreción
del clínico, ya que no hay consenso para su recomendación.
b) Si es normal, sin signos o síntomas neurológicos, no es necesario proseguir estudio.
c) Rx normal con signos o síntomas neurológicos, realizar resonancia magnética
nuclear (RMN).
d) Rx con signos de espondiloartrosis sin clínica neurológica, no es necesario reali-
zar otras exploraciones, Rx con signos de espondiloartrosis con clínica
neurológica, RMN.
e) Rx con signos de antiguo traumatismo, sin síntomas neurológicos, no es necesa-
rio realizar otras exploraciones, Rx con signos de antiguo traumatismo con
síntomas neurológicos, RMN.
f) Si Rx muestra destrucción de hueso o disco, RMN.
250
74. CERVICALGIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Barry N, Jenner JR. ABC of Rheumatology: pain in neck, shoulder and arm. BMJ. 1995;310:183-6.
• Binder A. Dolor cervical. En: Evidencia clínica. 1.ª ed. Bogotá, Colombia: 2002. Grupo Editorial Legis
SA. (Título original: Clinical Evidence The internacional source of the best available evidence for effective
health care, 6. ed. London: BMJ Publishing Group; 2001).
• Climent JM. Cervicobraquialgias. FMC. 2003;10(3):150-8.
• Daffner RH, Dalinka MK, Alazraki N, Berquist TH, DeSmet AA, el-Khoury GY, et al. Chronic neck pain.
American College of Radiology. ACR Appropriateness Criteria. Radiology. 2000;215 Suppl:345-56.
• Gross AR, Kay T, Hondras M, Goldsmith C, Haines T, Peloso P, et al. Manual Therapy for mechanical
neck disorders: a systematic review. Manual Therapy. 2002;7(3):131-49.
251
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Dolor cervical
Anamnesis y
exploración
física
Sí No
Infección Inflamación Neoplasia
Signos/síntomas Radiculopatía
neurológicos
Sí No
Sí No
Puntos gatillo
252
75. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA LUMBALGIA
IDEAS CLAVE
1. Definición: el dolor lumbar es el dolor, tensión muscular o rigidez, localizados por
debajo del reborde costal y por encima de los pliegues subglúteos, con o sin dolor
en la pierna (ciática). Puede ser agudo o crónico (si persiste 12 semanas o más ).
2. Incidencia: un 70% de las personas en países desarrollados experimentará dolor
lumbar en algún momento de su vida. Muy frecuente entre los 38 y 55 años.
3. Etiología: el dolor es inespecífico en el 85% de los casos. La prevalencia de hernia
discal es del 1%-3%.
4. Historia clínica: edad, antecedente traumático, forma de comienzo, tiempo de evo-
lución, ritmo de dolor, irradiación a los miembros inferiores (MMII), parestesias y/o
debilidad MMII, alteración de esfínteres, rigidez matutina, fiebre, síntomas constitu-
cionales,antecedentes de interés.
5. Exploración orientada: palpación y auscultación abdominal, palpación lumbar,
movilidad lumbar: dolor e impotencia funcional, signos de compresión radicular,
exploración neurológica de MMII, sensibilidad perineal, fiebre objetivada.
Signos de alarma
Antecedentes Síntomas Signos
Manipulación instrumental Dolor inflamatorio Afectación motora de MMII
Drogas por vía parenteral Pérdida de fuerza en MMII Síndrome de cola de caballo
Infección previa Alteración de esfínteres Fiebre
Inmunosupresión Fiebre Masa pélvica
Tumor S. constitucionales Soplo abdominal
Síntomas
Edad < 20 o > 55 años
Traumatismo violento
253
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Alonso A, Álvaro-Gracia JM. Lumbalgia. En: Manual de la SER de las enfermedades reumáticas. 3.ª ed.
Madrid: Editorial Médica Panamericana SA; 2000. p. 96-103.
• Cochrane Back Group. www.update-software.com/abstracts/go5hindex.htm
• Humbría A. Formación Interactiva en Reumatología (F.I.R.E.): Dolor de Espalda. 1.ª ed. Madrid: Editorial
IUDE; 2002.
• Tulder MV, Koes B. Dolor lumbar y ciática. En: Evidencia clínica: La fuente internacional de la mejor
evidencia disponible para una atención efectiva en salud.1.ª ed. Bogotá: Grupo editorial Legis S.A;
2002. p. 1037-60.
254
75. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA LUMBALGIA
Dolor lumbar
Historia clínica
Exploración orientada
Sí Signos de alarma No
No Mejoría
Tratamiento
específico
Sí
Replantear diagnóstico
Completar
estudio y/o Anamnesis Recidiva
Exploración
derivar atención
Pruebas complementarias
especializada
Estudio radiológico Sí
de columna lumbar 60% 80% No
Estudio analítico
Estudio electrofisiológico
(según clínica y disponibilidad)
Ejercicio Curación
Sí Resultado
No
positivo
255
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
76. DORSALGIA
IDEAS CLAVE
1. Las causas más frecuentes de dolor dorsal son: la sobrecarga mecánica en relación
con factores posturales laborales o por la lactancia y los dolores psicosomáticos.
2. Otras causas de dolor dorsal son: artrosis (teniendo en cuenta que la artrosis radio-
lógica es muy frecuente y que sólo las avanzadas lesiones degenerativas pueden
producir dorsalgia de baja intensidad), fracturas (traumática, secundaria u osteo-
porótica), hernia discal, enfermedad de Scheuermann, neoplasias (primarias o
metastásicas), espondilitis sépticas (tuberculosis [TBC], brucelosis), enfermedades
por depósito, enfermedad de Paget y enfermedades reumáticas como la espondili-
tis anquilopoyética y la enfermedad de Reiter, sin embargo, la artritis reumatoide es
excepcional a este nivel.
3. Hay que tener en cuenta que con más frecuencia que en los dolores cervicales y
lumbares, la zona dorsal es asiento de dolores viscerales referidos: cardiológicos,
pleuropulmonares, aórticos, digestivos o urológicos.
4. En el dolor dorsal bajo es necesario descartar problemas orgánicos: aplastamien-
tos, tumores, metástasis, infecciones y enfermedades inflamatorias.
5. En anamnesis incidir en tipo de dolor y actividad laboral:
a) Dolor mecánico: aumenta con los movimientos y cede o se alivia con el reposo.
b) Dolor inflamatorio: no cede con el reposo, sino que persiste o incluso aumenta
con el descanso nocturno.
Dolor progresivo: a pesar del tratamiento el dolor es cada vez más intenso.
6. En el tratamiento de la dorsalgia por sobrecarga mecánica es fundamental la
corrección de los factores posturales laborales o en relación con la lactancia, tran-
quilizar al paciente remarcando la benignidad del proceso y un programa de
ejercicios para potenciar la musculatura deficitaria.
7. Si concurrieran factores afectivos, deben tratarse conjuntamente con los otros pro-
blemas.
8. Se debe valorar la utilización de analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos
(AINE), relajantes musculares (de controvertido uso y eficacia) y, en las dorsalgias
crónicas, antidepresivos tricíclicos a dosis bajas.
256
76. DORSALGIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bordas JM. Dolor Dorsal. Guía de actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Sociedad Española de
Medicina Familiar y Comunitaria. Barcelona: Edide; 2002. p. 751-3.
• Contreras MA. Protocolo diagnóstico de la dorsalgia. Medicine. 2001;8:1811-2.
• Roig D. Reumatología en la consulta diaria, 2.ª ed. Barcelona: Expas; 1997.
• Sánchez J. Dorsalgia. En: Alonso A, Álvaro-Gracia JM, Andreu JL, Blanch J, Collantes E, Cruz J, et al,
editores. Manual S.E.R. de las enfermedades reumáticas, 3.ª ed. Barcelona: Doyma; 2000: p. 94-6.
257
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Dorsalgia
Síntomas o signos de Sí
Descartar origen visceral
afectación visceral
No
No
Sí
Reiterar la importancia de
los factores posturales y la No
Análisis y Rx normales o
sobrecarga mecánica. Fin
cambios artrósicos
de proceso
compatibles. Dolor mecánico
Sí
258
77. HOMBRO DOLOROSO
IDEAS CLAVE
1. Definición: el dolor en el hombro puede tener distintas causas, entre las que debe-
mos distinguir: por un lado la patología articular glenohumeral y acromioclavicular,
los problemas tendinosos (tendinitis del manguito de los rotadores, tendinitis bicipi-
tal, etc.), así como de las bursitis agudas. Sin olvidar que puede tratarse de un dolor
referido o irradiado al hombro desde estructuras lejanas.
2. Incidencia: el hombro doloroso es un motivo de consulta muy frecuente en Atención
Primaria: se estima una prevalencia del 20%, siendo más frecuente en mujeres (25%
frente al 17%). En el 70% está afectado el manguito de los rotadores.
3. Etiología: los trastornos del manguito de los rotadores están asociados con movi-
mientos repetidos de abducción y antepulsión del brazo; alteraciones anatómicas
predisponentes como un área coracoacromial estrecha, acromion en forma de gan-
cho, etc.
4. Historia clínica: edad, profesión y actividades diarias, antecedentes traumáticos,
forma de comienzo, tiempo de evolución, dolor nocturno, presencia de fiebre.
5. Exploración física orientada: inspección, palpación, movilidad activa, pasiva y
resistida. Exploración cervical y examen neurológico de la extremidad superior.
6. Pruebas complementarias: radiografía (Rx), analítica con RFA, ecografía. Otras:
tomografía axial computarizada (TAC), resonancia magnética nuclear (RMN).
7. Signos de alarma:
a) Antecedentes: hombro doloroso crónico, otras patologías o enfermedades arti-
culares, traumatismo importante.
b) Síntomas: dolor inflamatorio, pérdida de fuerza miembro superior, limitación fun-
cional grave, fiebre.
c) Signos: asimetría o atrofia muscular, signos inflamatorios, equimosis, deformida-
des, pérdida de vello en miembro superior (atrofia simpática), aumento de la
circulación venosa del brazo.
8. Tratamiento: la medicina basada en la evidencia se encuentra con graves proble-
mas metodológicos para evaluar los diversos tratamientos en cuanto a la mejoría
del dolor y de la movilidad; no existiendo ningún estudio concluyente para ninguna
de las opciones terapéuticas disponibles. El tratamiento de la tendinitis del manguito
de los rotadores debe ser escalonado:
a) Reposo relativo y antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
b) Infiltración subacromial de corticoides y anestésico.
c) Ejercicios de rehabilitación y otras medidas físicas.
259
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Alegre de Miguel AC. Monográficas Médico-Quirúrgicas del Aparato Locomotor. Hombro. Ed. Masson;
1997.
• López García-Franco A., Valero Salinas J. Capítulo: Hombro doloroso del Manual de Diagnóstico y
Terapéutica Médica en AP (R. Ruiz de Adana) Díaz. 3.ª ed. 2001.
• Machahon PJ, MD, Sallis RE, MD. El Hombro doloroso. Postgraduate Medine. Versión española.
2001;5(2):13-21.
• Speed C, Hazelman B. Dolor de Hombro. Evidencia Clínica.1.ª ed. Bogotá: Grupo Editorial Lepis S.A.;
2002: p. 1134-52.
• Tratamiento del hombro doloroso. Colaboración Cochrane; 1998.
• Disponible en: www.ortopedia.rediris.es/docus/hombro.
260
Hombro doloroso
Hombro doloroso subagudo
Inicio paulatino de > 1 mes de evolución
Historia clínica
Exploración orientada
Dolor No
Maniobras Impingement +
referido
Hombro doloroso agudo Sí
Inicio agudo
Dolor y limitación
movimientos
Exploración activos y pasivos
Sí
No
Dolor con Probable
Normal Signos de artritis Dolor vivo Dolor tras esfuerzo movimientos capsulitis
Dolor y limitación (hiperálgico) Imposibilidad contrarresistencia adhesiva
movimientos Limitación de movimientos activos
activos y pasivos movimientos activos
Dolor Tumefacción
Flexión
261
referido Abducción Rotación Rotación Rehabilitación
resistida externa interna resistida Infiltración vía
Ecografía Maniobra resistida resistida Maniobra posterior
Radiografía
de Jobs Maniobra Maniobra de Speed
Dolor con: Dolor con: de Patte de Gerber Supinación
Abducción pasiva Abducción (colabora resistida Sí
Bursitis Rotura Maniobra Mejoría
> 110° la escápula) supraespinoso de Yergason
Encogerse de Rotación externa No
hombros pasiva
* *
Aducción extrema Rotación interna Infiltración vía Derivar
posterior Traumatología Tendinitis Tendinitis Tendinitis Tendinitis Ampliar
supraespinoso infraespinoso subescapular bicipital estudio
Artritis Artritis
acromioclavicular glenohumeral *
*
* * Infiltración vía Derivar Derivar
posterior o lateral Rehabilitación Traumatología
Infiltración Derivar
superior Traumatología
78. MONOARTRITIS
IDEAS CLAVE
1. Debemos estar seguros de que es una monoartritis: primero debe descartarse la
oligo- y poliartritis, y hacer el diagnóstico diferencial con las inflamaciones de par-
tes blandas, según duelan o no las articulaciones al movilizarse.
2. Debe diferenciarse la forma aguda de la crónica, de tratamiento menos urgente
esta última.
3. Una monoartritis aguda debe considerarse séptica mientras no se demuestre lo
contrario.
4. El principal medio diagnóstico es la artrocentesis, a la que recurriremos siempre
que podamos, remitiendo de forma urgente al servicio de Reumatología de refe-
rencia. Una excepción es la crisis de podagra típica en un gotoso conocido, en la
que no es imprescindible para empezar el tratamiento.
5. La artrocentesis diagnóstica permite medir el número de leucocitos, siendo muy alto
en la artritis séptica, moderado en las inflamatorias, y bajo en las artrosis y artri-
tis traumática. En esta última y en las coagulopatías veremos eritrocitos. Se puede
hacer una tinción de Gram para aproximar el germen causante en las sépticas (que
se confirmará con el cultivo del líquido), y ver microcristales al microscopio de luz
polarizada (artritis gotosa, condrocalcinosis).
6. Si no disponemos de artrocentesis, se hace aún más relevante la anamnesis com-
pleta, incluyendo antecedentes de enfermedades venéreas, aftosis, infecciones
urinarias, enfermedades intestinales, uso de fármacos, traumatismos previos, etc.;
igualmente lo es la exploración física.
7. El diagnóstico precoz de una artritis séptica es vital para la supervivencia de la arti-
culación e incluso la del paciente. Debemos sospecharla si hay antecedente de
contacto sexual de riesgo, cirugía articular reciente, adicción a drogas, fiebre ele-
vada, discontinuidad cutánea, gran inflamación periarticular, etc. En estos casos el
tratamiento es hospitalario, previa artrocentesis, con antibióticos parenterales.
8. Las artritis traumáticas con gran derrame se alivian con una artrocentesis terapéu-
tica y un vendaje compresivo. No hace falta analizar el líquido si el antecedente
traumático es claro y no hay lesión abierta al exterior, por lo que pueden realizarse
en el centro de Atención Primaria.
9. El papel de la radiología y los análisis es secundario, pudiéndose diagnosticar la
mayoría de los casos con la anamnesis y exploración.
10. Cualquier poliartritis puede empezar siendo una monoartritis. Cualquier proceso
crónico puede comenzar de forma aguda. Debemos contemplar ambas posibilida
des.
262
78. MONOARTRITIS
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bordás Julve JM. Monoartritis. En: Guía de Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona: Sociedad
Española de Medicina Familiar y Comunitaria; 2002. p. 784-8.
• Crespí Villarías N, López Rodríguez C, Mazzucchelli R, Múgica Elorza P. Monoartritis aguda en Atención
Primaria. Revista de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria. 2002;4(2):43-7.
• Galindo Izquierdo M, Criado Portera B, Balsalobre Aznar J. Monoartritis y poliartritis. En: Acedo
Gutiérrez MS, Barrios Blandino A, Díaz Simón R, Orche Galindo S, Sanz García RM, editores. Manual
de Diagnóstico y Terapéutica del 12 de Octubre. 4.ª ed. Madrid: MSD; 1998. p. 308-14.
• Martín-Rabadán Muro M, Refolio Abella C. Monoartritis. En: Ruiz de Adana R, editor. Manual de
Diagnóstico y Terapéutica médica en Atención Primaria. 2.ª ed. Madrid: Díaz de Santos; 1996. p. 518-25.
263
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Monoartritis
Historia clínica y
exploración física
Sí
Poliartritis ¿Otras articulaciones afectadas?
No
Sí
Tendinitis, bursitis, etc. ¿Inflamación sólo de partes blandas?
No
Sí Inicio monoarticular de
¿Duración mayor de 6 semanas? poliartritis crónica
No
No
Artrocentesis diagnóstica Tratamiento específico
No
Sí No Artrocentesis terapéutica
¿Traumatismo reciente? Artritis traumática Rx ¿fractura? Analgésicos, hielo
Inmovilizar
No Sí
79. POLIARTRITIS
IDEAS CLAVE
1. Hablamos de poliartritis cuando existe inflamación (dolor, tumefacción, calor, eri-
tema cutáneo y limitación a la movilización) de 4 o más articulaciones. La
afectación de 2 a 4 articulaciones se considera oligoartritis y su estudio se incluye
dentro de las poliartritis.
2. El dolor es de características inflamatorias, a diferencia de lo que ocurre en las
poliartralgias, que presentan características mecánicas.
3. La anamnesis y la exploración física detallada son el pilar básico para el diagnós-
tico. A partir de ellas es posible realizar una orientación diagnóstica inicial que
permitirá decidir fundamentalmente la perentoriedad con que el paciente debe ser
estudiado y la indicación de las pruebas complementarias.
4. Son criterios de derivación urgente si presenta: afectación del estado general, fie-
bre, sospecha de etiología séptica, sospecha de proceso neoplásico, gran derrame
articular.
5. Descartados activamente procesos potencialmente graves a corto plazo, iniciar tra-
tamiento con antiinflamatorios no esteroideos a dosis plenas y realizar seguimiento
evolutivo del cuadro.
6. En la anamnesis valorar: características del dolor, patrón de distribución articular,
síntomas sistémicos, antecedentes personales inmediatos de diarrea, contacto sexual
de riesgo y manifestaciones extraarticulares:
a) Afectación mococutánea: psoriasis; úlceras genitales (Behçet); úlceras orales
(lupus eritematoso sistémico [LES], Behçet y artritis reactivas); fotosensibilidad,
eritema malar y lupus discoide en el LES, eritema nodoso.
b) Afectación ocular: uveítis (Behçet y espondiloartropatías); epiescleritis (artritis
reumatoide [AR]); conjuntivitis (artritis reactivas).
c) Nódulos subcutáneos (AR, gota).
d) Fenómeno de Raynaud.
e) Hepatoesplenomegalia.
f) Afectación pulmonar y cardíaca.
7. Inicialmente se solicitará:
a) Velocidad de sedimentación globular (VSG), proteína C reactiva, hemograma,
bioquímica (glucemia, ácido úrico, función hepática y renal).
b) Determinaciones específicas siempre que la historia o la exploración lo sugieran
(debido a su baja especificidad).
265
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Cruz J. Historia clínica y examen físico en el paciente reumático: anamnesis. En: Andreu JL, Barceló P,
Figueroa M, Herrero-Beaumont G, Martín E, Olivé A, Tornero J, editores. Manual de enfermedades
reumáticas, 2.ª ed. Madrid: Mosby/Doyma libros; 1996. p. 63-5.
• García-Rodríguez R, Leal M, García Méndez MM. Poliartritis aguda. FMC. 1996;3: 361-8.
• Ordás Calvo C, Jalón Monzón A, Ballina García FJ, Babío Herraiz J, Viña Alonso LM, Rodríguez
Arboleya L. Un paciente con poliartritis en Atención Primaria. Med Integral. 2002; 39(1)8-17.
• Pinals RS. Polyarthritis and fever. N Engl J Med. 1994;330:770-4.
266
79. POLIARTRITIS
Paciente ya diagnosticado de
Paciente no diagnosticado
enfermedad reumatológica
Sí No
Valoración
etiológica*
Valorar derivar
a reumatología
Afectación Sin afectación
axial axial
Valorar:
Abandono del
tratamiento
Agudización Simétrica Asimétrica
de la
enfermedad
267
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. La osteoporosis se caracteriza por la reducción de la densidad mineral ósea (DMO)
y la alteración de la microarquitectura del hueso, lo que conlleva un aumento de la
fragilidad ósea. Desde el punto de vista práctico, en la consulta del médico de
Atención Primaria, interesa diagnosticar la presencia de fracturas osteoporóticas
(desencadenadas por traumatismos de bajo impacto) e identificar a las personas
con alto riesgo de padecer osteoporosis. Las mujeres que tienen este tipo de fractu-
ras deben recibir un tratamiento con independencia del resultado de la
densitometría. Una DMO normal no descarta la osteoporosis y se cuestiona la utili-
dad de la densitometría para evaluar la eficacia del tratamiento.
1. En los últimos años se ha puesto en cuestión la importancia de la ganancia de la
densidad mineral ósea en la reducción de fracturas: la contribución del incremento
de la DMO en la reducción de fracturas es tan sólo del 4% para el raloxifeno, y del
17% para el alendronato.
2. En general, se admitía que la menopausia precoz era una indicación para recibir
terapia hormonal (TH), con objeto de prevenir la osteoporosis y la enfermedad car-
diovascular (ECV). Sin embargo, los resultados de dos ensayos clínicos han
desechado la creencia de que la TH resulta beneficiosa en la ECV. En el estudio
HERS, la TH no disminuyó la morbimortalidad cardiovascular en mujeres con ante-
cedentes de cardiopatía isquémica, y el estudio WHI (Women Health Initiative) tuvo
que ser suspendido prematuramente, tras 5,2 años de seguimiento, al constatarse
un incremento de las complicaciones cardiovasculares y del cáncer de mama aso-
ciados a la TH.
4. En mujeres sanas la administración de estrógenos y progestágenos produce benefi-
cios incuestionables sobre el hueso, pero aumenta el riesgo cardiovascular (Ib) y el
cáncer de mama (Ib). Se ignora si la TH en la menopausia precoz, administrada
hasta los 50 años –edad media de la menopausia en España- aumenta el riesgo de
cáncer de mama en comparación con las mujeres sin menopausia precoz. Por ello,
la indicación de TH en la menopausia precoz está siendo sometida a revisión, aun-
que se admite su efecto beneficioso para prevenir fracturas vertebrales, otras
fracturas osteoporóticas no vertebrales (Ib) y posiblemente también las de cadera.
268
80. PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS POSMENOPÁUSICA
269
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Black DM, Stteinbuch M, Palermo L, Dargent-Molina P, Lindsay R, Hoseyni MS,etal. An assesment tool
for predicting fracture risk in postmenopausal women. Osteoporos Int 2001; 12: 519-28.
• Bone density measurement-a systematic revies- Report from SBU. The Swedish Council on Technology
Assesment in Health Care. J Intern Med 1997; 241 (supplement 739): 1-60.
• Cummings SR, Black DM, Person J, Karpf DB, Harris F, Genant HK, LaCroix AZ. How much of the
reduction in risk of vertebral fractures by alendronate is explained by increased spine BMD? J Bone
Miner Res 1999; 14: S159
• Group for the Women´s Health Initiative Investigators. Risk and Benefits of Estrogen Plus Progestin in
Healthy Postmenopausal Women. Principal Results from the women´s Health Inititive Randomized
Controlled Trial. JAMA 2002; 288 (3): 321-333.
• Grupo de trabajo de menopausia y postmenopausia. Guía de práctica clínica sobre la menopausia y
postmenopausia. Barcelona: Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Asociación Española
para el Estudio de la Menopausia. Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria y Centro
Cochrane Iberoamericano; 2004.
• Hulley S, Grady D, Bush T, Furberg C, Herrington D, Riggs B, Vittinghoff E. Randomized trial of estrogen
plus progestin for secondary prevention of coronary heart disease in postmenopausal women. JAMA
1998; 280:605-612.
• Kanis JA, Gluer C. An Update on the Diagnosis and Assesment of Osteoporosis with densitometry.Osteoporos
Int 2000; 11: 192-202.
• Kanis JA, Johnell O, De Laet C, Jansson B, Oden A, Ogelsby AK. International variations in hip fracture
probabilities : implications for risk assesment . J Bone Miner Res 2002; 17: 1237-44.
270
80. PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS POSMENOPÁUSICA
• Report from the British Columbia Office of Health Technology Assessment (BCOHTA). Executive summary:
Does evidence support the selective use of bone mineral density testing in well women? Intl J of Technology
Assessment in Health Care 1998, 14 (3): 584-586.
• Sarkar S, Mitlak BH, Wong M, Stock JL, Black DM, Harper KD. Relationship between bone mineral
density and incident vertebral fracture risk with raloxifene therapy. J Bone Miner Res 2002; 17: 1-10.
• U.S. Preventive Services Task Force. Screening for Osteoporosis in Postmenopausal Women: Recommendations
and Rationale. Ann Intern Med 2002; 137: 526-528.
271
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
1 2
4
3 6
2
TH hasta los < 50 años
50 años
> 50 años > 70 años
50-60 años
7 Recomendar: dieta
rica en calcio, no
fumar y hacer
ejercicio ≥ 3 FR de fracturas
No Sí
Calcio + vitamina D 6
Densitometría y tto. si T-score < –2,5
DE
Medidas para la
prevención de
caídas
272
81. ACTUACIÓN ANTE LA PACIENTE DURANTE EL CLIMATERIO
ATENCIÓN A LA MUJER
81. ACTUACIÓN ANTE LA PACIENTE DURANTE
EL CLIMATERIO
Autores: J. Landa Goñi y A. López García-Franco
IDEAS CLAVE
1. El climaterio es la etapa de transición entre la época fértil y la insuficiencia ovárica
completa: abarca desde un período de 2-8 años antes de la menopausia hasta 1-
6 años después de la menopausia.
2. La menopausia, o cese de las menstruaciones, no es una enfermedad sino un pro-
ceso fisiológico que acontece en toda mujer.
3. El abordaje de las manifestaciones climatéricas es necesario plantearlo desde una
perspectiva biopsicosocial: no todos los motivos de consulta requieren una pres-
cripción farmacológica y en muchas ocasiones, con una adecuada información, las
mujeres comprenderán qué cambios son los normalmente esperados con el paso de
los años en su cuerpo.
4. La percepción de apoyo y la presencia de acontecimientos vitales estresantes van a
condicionar la forma de vivir este período: es fundamental valorar la red social.
5. No hay evidencia que apoye la realización sistemática de determinaciones hormo-
nales con el fin de establecer tratamientos preventivos. La anamnesis orientada es
la principal herramienta para establecer el estadio del climaterio. Sólo en casos
seleccionados pueden resultar de utilidad tales como para filiar trastornos del ciclo
en ausencia de otros síntomas o en mujeres histerectomizadas.
6. No se debe “medicalizar” un proceso natural, pero tampoco privar de tratamiento
a aquellas mujeres cuya sintomatología interfiera en su calidad de vida. La terapia
hormonal (TH) no está indicada para la prevención de la enfermedad cardiovascu-
lar (según los últimos estudios puede favorecer su aparición), depresión ni deterioro
cognitivo.
7. El TH es el más eficaz para el control de los sofocos y la sequedad vaginal (A) y su
utilización durante 3-5 años no se asocia con un incremento del riesgo de cáncer
de mama. En mujeres no histerectomizadas se debe asociar un gestágeno al trata-
miento estrogénico, con el fin de no aumentar el riesgo de cáncer de endometrio.
La TH ha demostrado ser eficaz en la prevención y tratamiento de la osteoporosis.
8. La utilización de estrógenos vaginales 1-2 veces a la semana durante años no lleva
asociado incremento del riesgo de cáncer de endometrio.
9. El TH está contraindicado en presencia de gestación, cáncer de mama, cáncer de
endometrio, sangrado genital inexplicado, enfermedad tromboembólica activa, his-
toria de enfermedad tromboembólica en relación con la ingesta de estrógenos y
síndromes protrombóticos.
273
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bailón Muñoz E, Coutado Méndez A, del Cura González I, Fuentes Pujol M, et al. Actividades
preventivas en la mujer. Atención Primaria. 2001;28 Suppl 2:200-8.
• Bloomington. Hormone replacement therapy for clinical systems improvement (ICSI). Insitute for Clinical
Systems Improvement (ICSI). Disponible en: www.icsi.org/guide/HRT.pdf.
• Guía de atención a la salud de la mujer en el climaterio y la madurez. Consejería de Salud, Junta de
Andalucía. Sevilla; 2000.
• Landa Goñi J, Bailon Muñoz E, López García-Franco A, Isasi Zaragoza C. Menopausia (protocolo).
FMC. En prensa.
274
81. ACTUACIÓN ANTE LA PACIENTE DURANTE EL CLIMATERIO
Desmitificar e informar
Apoyo social
Actividades preventivas propias de la edad
Detección de situaciones que supongan riesgo de
osteoporosis
Valorar la presencia de ciclos irregulares, sofocos
y/o sequedad vaginal, etc.
Sí
¿Ciclos irregulares? Ver algoritmo alteraciones
menstruales
No
No ¿Síntomas climatéricos? Sí
(sofocos, sequedad vaginal)
No Sí
¿Cardiopatía
isquémica?
Considerar otros
Considerar otros
tratamientos
tratamientos diferentes
Revisión anual
al TH; el TH sería como
segunda opción
Revisión anual
No precisa tratamiento,
Considerar TH (A) Valorar a los 3 meses el control de los
salvo indicación de tratamiento
durante menos de síntomas y posteriormente cada 6 meses
por osteopososis (ver
cinco años u otros Transcurridos 3-5 años se puede valorar
algoritmo de osteoporosis)
tratamientos periódicamente la supresión del
Evaluación anual o si
Revisión anual tratamiento
aparición de síntomas
275
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. La menorragia es un sangrado menstrual excesivo (> 7 días, > 8 compresas/día)
durante varios ciclos consecutivos en una mujer en edad fértil.
2. La hipermenorrea es la hemorragia menstrual muy intensa de duración normal.
3. La polimenorrea es una hemorragia frecuente a intervalos menores de 21 días
pero normal en cantidad y duración.
4. La metrorragia es la hemorragia irregular o continua de intensidad variable que
hace perder el carácter cíclico de la menstruación.
5. La hemorragia uterina disfuncional (HUD) es una alteración menstrual (menorra-
gia o polimenorrea) que se diagnostica por exclusión de causa orgánica que la
justifique. Constituye el 33% de las hemorragias uterinas anormales, siendo la pri-
mera causa de alteración menstrual en las adolescentes.
6. La evaluación de la mujer con amenorrea o hemorragia uterina debe comenzar
con una detallada anamnesis y exploración física, que descartarán las patologías
no ginecológicas y orientarán en el diagnóstico.
7. El estrés emocional constituye uno de los factores más importantes de las causas
de anovulación.
8. El tratamiento médico inicial en la hipermenorrea o menorragia debe basarse en
el empleo de antifibrinolíticos (ácido tranexámico), antiinflamatorios no esteroi-
deos (AINE) (ácido mefenámico, ibuprofeno, naproxeno) y anticonceptivos orales
(preparados secuenciales con gestágenos), porque disminuyen la cuantía del san-
grado (grado de evidencia A).
9. El tratamiento de la HUD aguda consiste en hemostasia farmacológica con 0,01
mg de etinilestradiol y 2 mg de acetato de norestisterona (3-4 veces al día durante
10 días), precisando revisión ginecológica.
10. El tratamiento de la HUD crónica consiste en progesterona 5-10 mg/día desde el
12.º-14.º al 25.º día del ciclo. En mujeres que no desean gestación, está indicado
anticonceptivos con etinilestradiol y gestágeno.
276
82. ALTERACIONES MENSTRUALES
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Chihal HJ, London SN. Trastornos del ciclo menstrual. Clínicas de Ginecología y Obstetricia. Temas
Actuales. México: Interamericana McGraw-Hill; 1990. p. 327-404.
• Cooper JM. Tratamiento contemporáneo de la hemorragia uterina anormal. Clínicas de Ginecología y
Obstetricia. Temas Actuales. México: Interamericana McGraw-Hill; 2000 p. 265-83.
• Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) Tomo II Ginecología. Protocolos Asistenciales
en Ginecología y Obstetricia. Madrid: Ed. Comunicación y Servicio; 1994. p. 21-7.
• Timoner Aguilera J, Carreño Freire P, Álvarez Sánchez B. Dismenorrea, trastornos premenstruales y
amenorrea. En: Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria. El adolescente y su salud.
Madrid: SMMFYC; 2001. p.155-61.
277
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Alteraciones menstruales
Traumatismos
Estrés, ansiedad Tto. etiológico
Ejercicio físico
Pérdida o incremento de peso
Exploración
Sospecha No No Patología
patología no Beta-HGC ginecológica
ginecológica demostrable
Sí
Sí Sin anomalía
ginecológica
SS, bioquímica, Positiva:
anatómica u
coagulación GESTACIÓN
orgánica
278
83. AMENORREA
83. AMENORREA
IDEAS CLAVE
1. Se denomina amenorrea primaria a la ausencia de menstruación en mujeres mayo-
res de 16 años y amenorrea secundaria al cese de la misma durante más de 3
meses en mujeres que previamente han menstruado. En algunos casos la etiopato-
genia puede ser similar por lo que actualmente la clasificación es fisiopatológica.
2. Las causas más frecuentes de amenorrea en Atención Primaria son: embarazo,
menopausia, amenorrea pospíldora, síndrome del ovario poliquístico, fallo ovárico
precoz, causas funcionales (estrés, anorexia nerviosa, ejercicio), síndrome de
Asherman e hiperprolactinemia.
3. En la anamnesis interesa el antecedente de pubertad retrasada en la familia, de
enfermedades sistémicas, de anorexia nerviosa, los tratamientos recibidos, el con-
sumo de anticonceptivos y la fecha de finalización de los mismos, los antecedentes
menstruales y obstétricos, la dieta, la actividad física y deportiva, la actividad sexual
y la presencia de síntomas concomitantes.
Exploración física: valoración de los genitales externos y de los caracteres sexuales
secundarios (mamas, vello axilar y pubiano), signos de virilización, de deficiencia
estrogénica y de endocrinopatías. Si se sospecha una causa concreta se realizará
el estudio pertinente.
Si la edad y la clínica hacen sospechar menopausia no es necesario continuar el
estudio; si hay dudas se determina la hormona foliculoestimulante (FSH). Valores
superiores a 40 U/ml son sugestivos de fallo ovárico.
4. Hasta un 10% de las pacientes en amenorrea presenta concentraciones elevadas de
prolactina. Valores superiores a 20 ng son significativos y pueden ser secundarios
a muchas causas que se deben descartar (fármacos, estimulación del pezón, sín-
drome del ovario poliquístico); superiores a 100-200 ng sugieren prolactinoma. La
amenorrea puede ser un síntoma del hipotiroidismo o, con menos frecuencia, del
hipertiroidismo.
5. Prueba de gestágenos: 10 mg de acetato de medroxiprogesterona oral, o 300 mg de
progesterona natural micronizada, durante 5-10 días. Es positiva si hay sangrado
entre los días 4 y 14 posteriores. Significa que el eje hipotálamo-hipófisis-ovario está
íntegro, el conducto genital permeable y el nivel de estrógenos es el adecuado. Se
trata de ciclos anovulatorios con nivel adecuado de estrógenos. Generalmente se debe
a una enfermedad ovárica poliquística.
6. Prueba de estrógenos y gestágenos: 1,25 mg de estrógenos conjugados vía oral
durante 3 semanas y 10 mg de acetato de medroxiprogesterona, o 300 mg de
progesterona natural micronizada, los últimos 7-10 días. Si se produce sangrado
279
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Gómez MA, Orobón ML, García L. Abordaje de la amenorrea. FMC. 1997;4:491-504.
• Landa J, Ruiz de Adana R. Problemas ginecológicos. En: Martín A, Cano JF, editores. Atención Primaria.
Conceptos, clasificación y práctica clínica. 4.ª ed. Madrid: Harcourt; 1999. p. 1033-6.
• Lorenzo A. Amenorrea primaria. En: Guía de Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona:
Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria; 2002. p. 325-7.
• Menéndez E, Peña E. Amenorrea secundaria en una mujer joven. FMC. 1998;5: 251-7.
• Rodríguez A. Amenorrea secundaria. En: Guía de Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona:
Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria; 2002. p. 328-31.
280
83. AMENORREA
Prueba de embarazo +
Malformación anatómica
Derivación para
¿Sospecha estudio y
– Infantilismo sexual tratamiento
clínica?
Sí No
TSH y PRL
Valorar
en 6 meses
Niveles normales Niveles alterados (4) Estudio y tratamiento
Anovulación con
Prueba de gestágenos (5) + niveles normales de
estrógenos
–
Niveles normales o Niveles aumentados
disminuidos
Alteración en el tracto
de salida
Derivación para
estudio y tratamiento
281
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Contraindicaciones absolutas: embarazo, hemorragia vaginal no diagnosticada,
trombosis venosa profunda o tromboembolismo pulmonar (TEP), enfermedades car-
diovasculares, trombofilia familiar, hipertensión arterial (HTA) con enfermedad
vascular o superior a 160/100, diabetes mellitus (DM) complicada, fumadoras de
más de 20 cigarrillos y mayores de 35 años, tumores malignos de mama y otros
hormonodependientes, tumor hepático o enfermedad hepática activa, migraña con
focalidad, cirugía mayor con inmovilización prolongada.
2. Contraindicaciones relativas: fumadoras menores de 35 años, HTA menor de
160/100, hepatopatía crónica no activa y enfermedad tracto biliar, migraña
intensa, interacciones farmacológicas.
3. No existe evidencia científica para la realización rutinaria de: exploración mama-
ria, mamografía, citología ni analíticas. Estas pruebas se realizarán según las
características y antecedentes personales y familiares del paciente.
4. No existe evidencia científica suficiente para recomendar como primera elección un
preparado monofásico, bifásico o trifásico. Con los monofásicos la experiencia es
más amplia y el precio más económico.
5. Los progestágenos de 3.ª generación (desogestrel y gestodeno) parecen tener cierto
aumento del riesgo de tromboembolismo respecto a los de 2.ª generación, que se
debe considerar y advertir a las mujeres. Son más potentes y tienen menos efectos
metabólicos y androgénicos que los de 2.ª (norgestrel y levonorgestrel), por lo que
podrían estar indicados en las mujeres que experimentan efectos secundarios (acné,
cefalea, depresión, aumento de peso, mastodinia, etc.) con otros progestágenos.
6. Informar previo al inicio del modo de uso en los siguientes aspectos:
a) Iniciar la toma el 1.er día de regla (en la 1.ª caja), y explicar el inicio de sucesi-
vos envases con o sin interrupción respecto al previo según el anticonceptivo
oral (ACO) prescrito.
b) Conveniencia de tomar anticonceptivo siempre a la misma hora.
c) En caso de olvido:
• Si han pasado menos de 12 horas: tomar el comprimido olvidado y conti-
nuar con la toma normalmente.
• Si han pasado mas de 12 horas: tomar el olvidado, continuar la toma y
emplear método de barrera durante 7 días.
282
84. ANTICONCEPCIÓN HORMONAL
283
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Alonso Roca R. Planificación Familiar. Anticoncepción. En Guía de Actuación en Atención Primaria. 2.ª
ed. semFYC; 2002.
• Prodigy. Female Contraception, 2000.
• Programa de Salud de la mujer. semFYC; 2000.
• Van Vliet HAAM, Grimes DA, Helmerhorst FM, Schulz KF. Biphasic versus monophasic oral
contraceptives for contraception (Cochrane Review). En: The Cochrane Library, Issue. Oxford: Update
Software; 2003.
284
Solicitud/
indicación ACH Otro método
Absolutas anticonceptivo
Sí
Anamnesis R>B
¿Contraindicaciones? R<B
No Toma TA
TA ≥ 160/100
285
TA < 160/100
Elección de ACH
ACH: anticoncepción hormonal; R/B: riesgo/beneficio; estr: estrógenos; SOP: síndrome ovario poliquístico.
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
85. HIRSUTISMO
IDEAS CLAVE
1. El hirsutismo es el excesivo crecimiento de pelo de distribución masculina a dife-
rencia de la hipertricosis donde el crecimiento de pelo es en zona no
andrógeno-dependientes.
2. Sus causas son el hiperandrogenismo ovárico o suprarrenal, los fármacos (andró-
genos, glucocorticoides, anabolizantes, norgestrel, danazol, fenotiazinas y
metopirona pueden producir hirsutismo y minoxidil, fenitoína, diazóxido y ciclos-
porina hipertricosis), la superproducción periférica de andrógenos y otros trastornos
endocrinos (Cushing, acromegalia, hiperprolactinemia). La causa más frecuente de
hirsutismo es el síndrome del ovario poliquístico (SOP).
3. Siempre debe realizarse historia clínica completa y exploración física con al menos:
peso, talla, índice de masa corporal, tensión arterial, palpación abdominal, mama-
ria y valoración del grado de hirsutismo mediante escalas (Gallwey-Ferriman):
puntuación mayor o igual a 8 indica hirsutismo.
4. El comienzo brusco del cuadro, el inicio en edades no puberales y la presencia de
virilización sugieren enfermedad subyacente grave y requiere derivación a espe-
cialista para descartar neoplasia.
5. La existencia de hirsutismo leve, estable y sin alteraciones menstruales no requiere
exploraciones complementarias, sólo tranquilizar al paciente, control de obesidad
y medidas cosméticas (decoloración, depilación por medios físicos o químicos).
6. En el resto de los casos debe solicitarse cortisol, hormona estimulante de tiroides
(TSH) y prolactina para descartar hirsutismo secundario a otras enfermedades
endocrinas, 17-hidroxiprogesterona (cifras superiores al triple de su valor normal
sugieren hiperplasia adrenal congénita), testosterona total y libre y sulfato de dehi-
droepiandrostendiona (S-DHEA), cifras superiores al triple de su valor normal
obligan a descartar neoplasia y debe derivarse, si el aumento es menor se conti-
nuará el estudio con pruebas específicas en consulta especializada (pruebas de
imagen y pruebas de estimulación/supresión con hormona adrenocorticotropa
[ACTH]-dexametasona y agonistas Gn-Rh).
7. El tratamiento farmacológico del hirsutismo requiere 6-18 meses para objetivar
mejoría. Es indefinido y se realiza con anticonceptivos orales, glucocorticoides,
antiandrógenos, finasteride, análogos Gn-Rh y otros (ketokonazol).
8. Los anticonceptivos orales (asociados a acetato de ciproterona) son el tratamiento
de elección en el hiperandrogenismo ovárico (incluido SOP) (recomendación tipo C)
y en el hirsutismo idiopático.
286
85. HIRSUTISMO
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bergteld W. Hirsutismo en mujeres. Postgraduate Medicine. 2001;5:31-44.
• Ehrmann D. Hirsutismo y virilización. En: Braunwald E, Fanci A, Kasper D, Hanser S, Longo D, Jameson
J, editores. Harrison. Principios de Medicina Interna. 15.ª ed. Madrid: 2002. p. 352-6.
• Tomas J. Hirsutismo y virilización. En: Alonso R, Castro JA, Franch M, Ibáñez F, Lorenzo A, Martín-
Carrillo P, editores. Guía de Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona: 2000. p. 332-7.
287
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
HIRSUTISMO
Iniciar estudio
Sí No
Diagnóstico final
TRATAMIENTO
Farmacológico No farmacológico
S-DHEA: sulfato de dehidroepiandrostendiona; HAC: hiperplasia adrenal congénita; ACO: anticonceptivos orales;
SOP: síndrome del ovario poliquístico; (C) (D): grados de recomendación según criterios de medicina basada en la
evidencia; PRL: prolactiva; TSH: hormona estimulante de la tiroides.
288
86. VAGINITIS
86. VAGINITIS
IDEAS CLAVE
1. La vaginitis es uno de los principales problemas ginecológicos que se plantea en la
consulta de Atención Primaria. El 90% de los casos se debe a candidiasis, tricomo-
nas o vaginosis bacteriana.
2. En su diagnóstico es importante realizar una correcta anamnesis: relación con
hechos concretos (coito, etc.), patologías asociadas (prolapsos, ingesta de fárma-
cos, hábitos higiénicos, etc.) y una exploración detallada (palpación de
adenopatías, inspección de vulva, uretra, vagina, etc.).
3. Existe controversia acerca de las pruebas a realizar, algunos autores dicen que es
preciso un estudio microscópico, medición del pH y pruebas de aminas. Otros
defienden un tratamiento empírico y reservar las pruebas complementarias como el
cultivo para casos rebeldes.
4. La candidiasis es la causa más frecuente de vaginitis en España. El 85%-90% se debe
a Candida albicans. El síntoma más frecuente es el prurito vulvar, aunque se acom-
paña de otros como dolor, irritación, dispareunia, etc. Pueden aparecer placas
blanquecinas y ocasionalmente pústulas. La secreción vaginal no siempre está alte-
rada. Entre los factores predisponentes están: gestación (fundamentalmente el tercer
trimestre), enfermedades sistémicas (diabetes, alteraciones inmunitarias, etc.), fárma-
cos (antibióticos de amplio espectro, corticoides, anticonceptivos orales de alto
contenido estrogénico, etc.), ropa ajustada y poco ventilada, sustancias irritantes, etc.
5. En la candidiasis el examen microscópico presenta pocos leucocitos, si la cifra es
alta puede ser debido a una infección mixta. Se considera vaginitis recidivante
cuando presenta al menos 4 episodios de vaginitis por Candida en 12 meses.
6. En la vaginosis existe proliferación anómala de bacterias anaeróbicas por altera-
ciones del ecosistema vaginal. La más frecuentemente asociada es la Garnerella
vaginalis (95%). Consideramos factores de riesgo: dispositivos intrauterinos (DIU),
inicio temprano de las relaciones sexuales, embarazo, etc. Entre 1/3 a 3/4 de los
casos son asintomáticos. En la mayoría de los casos con clínica aparece una alte-
ración maloliente de la secreción vaginal acompañada de escaso componente
inflamatorio.
7. Los criterios diagnósticos de Amsel son: flujo gris homogéneo, test de aminas (al aña-
dir hidróxido de potasio [KOH] al 10% aparece olor a pescado podrido), pH mayor
a 4,5 y presencia de células clave (células epiteliales con bacterias adheridas).
8. En el examen microscópico con suero salino aparecen escasos leucocitos, con pre-
dominio de cocobacilos y detrimento de lactobacilus. Es preciso tratar a la mujer
que tiene síntomas o que va a ser sometida a maniobras invasivas como histeros-
copia, etc.
289
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
7. La tricomonisis se adquiere por contacto sexual, en el 30% de los casos puede aso-
ciarse a otras enfermedades de transmisión sexual (ETS). El 50% de los casos no
tiene clínica, entre los síntomas más destacados están dolorimiento, disuria, dispa-
reunia y leucorrea maloliente. El mejor diagnóstico consiste en visualizar
laTricomonas en el frotis, si se combina con cultivo llega a un 100% de sensibilidad.
En el 25% de los casos se visualiza el clásico cérvix en fresa cuya frecuencia llega
al 90% si se realiza colposcopia.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Hermida Porto L. Guía Clínica del manejo de las vaginitis [en línea] . [Consulta 16/05/2001].
Disponible en: www.fisterra.com/guías2/vaginitis.htm.
• Figueras R. Flujo vaginal anormal. En: Guía de Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona:
SemFYC; 2002. p. 364-7.
• 2002 national guideline on the management of bacterial vaginosis. Association for Genitourinary
Medicine (AGUM). Medical Society for the Study of Veneral Disease (MSSVD), 1999 (revised 2002).
• 2002 national guideline on the management of trichomonas vaginalis. Association for Genitourinary
Medicine (AGUM). Medical Society for the Study of Veneral Disease (MSSVD), 1999 (revised 2002).
• 2002 national guideline on the management of vulvovaginal candidiasis. Association for Genitourinary
Medicine (AGUM) Medical Society for the Study of Veneral Disease (MSSVD), 1999 (revised 2002).
290
86. VAGINITIS
VAGINITIS
Vaginitis:
No malestar local (picor, quemazón), flujo anómalo e Sí
irritante, y/o disuria, y/o dispareunia
¿MEJORÍA?
No Sí
¿MEJORÍA?
No Sí
291
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
MISCELÁNEA
87. ACTITUD ANTE EL CONSUMO DE TABACO
Autor: F. Camarelles Guillem
IDEAS CLAVE
1. El 75% de la población pasa anualmente por las consultas médicas y el promedio
de veces que se les atiende anualmente está entre 5 y 6. Esto nos da una oportuni-
dad única, específica de la Atención Primaria, de poder intervenir. Por otro lado,
más del 60% de los fumadores quieren dejar de fumar y la mayoría han hecho
algún intento para conseguirlo. Las intervenciones terapéuticas sobre el tabaquismo
muestran una excelente relación coste-eficacia (evidencia grado A).
2. Preguntar y registrar. Debemos identificar sistemáticamente todos los fumadores en
cada visita (evidencia grado A), incluyendo la valoración del consumo de tabaco
como una más de las constantes vitales. Es útil usar etiquetas recordatorias en la his-
toria clínica de papel, y sistemas de alarma o recuerdo en los sistemas
informatizados.
3. Aconsejar. A todos los pacientes que dejen de fumar (evidencia grado A) el con-
sejo debe ser: claro: “como su médico/enfermera, le aconsejo que deje de fumar y
puedo ayudarle”; enérgico: “dejar de fumar es lo mejor que puede hacer por su
salud actual y futura. Nosotros podemos ayudarle”; personalizado: según la condi-
ción clínica, la historia del consumo de tabaco, la motivación/disponibilidad para
el cambio, el impacto del tabaquismo sobre los niños u otros miembros de la fami-
lia, los intereses personales o los costes sociales y económicos.
4. Valorar la disponibilidad para hacer un intento de abandono y actuar según ésta:
si el paciente es capaz de hacer un intento solo ayudar. Si el paciente quiere ayuda
intensiva proporcionársela o derivarlo. Si claramente dice que no es capaz de dejar
de fumar en este momento intervención motivacional.
5. Para hacer una valoración más completa del fumador disponemos de pruebas de
dependencia de Fagerstrom, que mide la dependencia a la nicotina, y de la prueba
de motivación de Richmond, que nos mide la disponibilidad para el cambio en el
fumador.
6. Ayudar al paciente a dejar de fumar. Fijar una fecha, siendo lo ideal en las 2 sema-
nas siguientes. Decírselo a la familia, amigos y a los compañeros de trabajo,
buscando su comprensión y apoyo. Prever las dificultades al dejar de fumar, sobre
todo los síntomas del síndrome de abstinencia a la nicotina. Eliminar todos los pro-
ductos relacionados con el tabaco del entorno habitual. Dar consejos prácticos:
aconsejar abstinencia total (“usted no se puede permitir ni un solo cigarrillo”), apro-
vechar experiencias anteriores (qué fue útil y qué dificultó en el intento anterior),
evitar/afrontar las situaciones asociadas al consumo de tabaco, limitar/evitar el
consumo de alcohol mientras se está abandonando el tabaco, buscar el apoyo y/o
292
87. ACTITUD ANTE EL CONSUMO DE TABACO
respeto de los otros fumadores del entorno. Dar apoyo claro desde el centro de
salud: “mi enfermera/o y yo estamos disponibles para ayudarle en su abandono
del tabaco”. Ayudar al paciente a obtener apoyo social fuera del centro de salud:
en su entorno. Proporcionar material de autoayuda y ofrecerse a discutirlo con el
paciente.
7. Recomendar ayudas farmacológicas (evidencia grado A) (sustitutos de la nicotina
y/o bupropión): explicar qué aumenta la probabilidad de éxitos y reduce los sínto-
mas de abstinencia, especialmente en fumadores dependientes (los que fuman 15
cigarrillos o más cada día, los que fuman su primer cigarrillo en los primeros 30
minutos después de levantarse y los que han hecho intentos previos con recaídas en
las primeras semanas). La elección del fármaco debe estar orientada por la fami-
liaridad del médico con los fármacos, las contraindicaciones en pacientes
seleccionados, las preferencias, las experiencias previas y las características del
paciente.
8. Seguir. Fijar una visita de seguimiento, una en la primera semana y otra durante el
primer mes. En las visitas de seguimiento: felicitar; si ha consumido tabaco, revisar
las circunstancias y lograr de nuevo el compromiso de dejarlo totalmente.
Recordarle al paciente que una recaída debe ser usada como una experiencia de
aprendizaje, identificar los problemas que se han tenido y anticipar los obstáculos
futuros. Valorar el cumplimiento con la farmacoterapia, los efectos adversos y los
cambios en las dosis. Considerar si se necesita un seguimiento más intensivo o una
derivación.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Cabezas C. Guía para ayudar a la gente a dejar de fumar. Guía de educación sanitaria y promoción
de la salud del PAPPS. Barcelona: Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria; 2000.
• Fiore MC, Bailey WC, Cohen SJ, et al. Treating Tobacco Use and dependence. Clinical Practice
Guideline. Rockville, MD: U.S. Department of Health and Human Services. Public Health Service; 2000.
• Silagy C, Stead LF. Physician advice for smoking cessation (Cochrane Review). En: The Cochrane Library.
Oxford: Update Software; 2002.
293
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Recaída
Seguir
Valorar la
Preguntar por el Aconsejar disponibilidad Ayudar al
Si fumador Sí
consumo de el para hacer un paciente a
tabaco y abandono intento dejar de
resgitrar del tabaco de dejar fumar
de fumar
No
fumador Exfumador
No
El paciente
quiere hacer
un intento
Prevenir Motivar a dejar
Felicitar
recaídas de fumar
294
88. ACTITUD ANTE LA FIEBRE
IDEAS CLAVE
1. El término fiebre se define como una temperatura matutina a nivel bucal superior a
37,2 °C o una temperatura vespertina superior a 37,7 °C. La temperatura rectal
suele ser 0,4 °C mayor que la bucal. De una manera práctica se suele reservar el
término de fiebre para la temperatura axilar igual o mayor a 38 °C, denominán-
dose febrícula cuando la temperatura está entre 37 y 38 °C.
2. Ante un episodio febril de corta evolución debe realizarse una evaluación general
con anamnesis y exploración física orientada según presencia o no de otros sínto-
mas o signos asociados (disuria, tos, hemoptisis, diarrea, exantema, etc.), que
pueden orientar sobre el proceso y la conducta a seguir, y descartando siempre
criterios de gravedad. La anamnesis y exploración física debe ser exhaustiva y
meticulosa en caso de persistir la fiebre y no encontrar ningún signo de focalidad.
Se analizará el patrón y cronología de la fiebre y se buscarán síntomas o signos
asociados. Se preguntará por contacto con otras personas febriles dentro del
ámbito familiar, escolar o laboral, por exposición a animales, humos tóxicos,
agentes infecciosos o antígenos, por gustos dietéticos (carne o pescado crudo,
leche o quesos no pasteurizados), prácticas sexuales de riesgo, viajes recientes y
áreas geográficas de residencia. Se descartará que haya antecedentes de trau-
matismos, mordeduras de animales, picaduras de garrapatas y otros insectos.
También puede ser importante conocer la presencia de enfermedades previas,
estados de inmunosupresión, intervenciones quirúrgicas, extracciones dentales,
ingesta de fármacos (incluidos los medicamentos o hierbas tomados sin supervi-
sión), alergia a fármacos e hipersensibilidades, transfusiones previas, consumo de
alcohol, tabaco, marihuana, cocaína, éxtasis o drogas intravenosas. Grado de
recomendación D.
En la exploración física debe valorarse el estado general, signos meníngeos, alte-
raciones de color o lesiones en la piel y mucosas (incluyendo genitales, boca, uñas,
conjuntivas, etc.), palpación tiroidea, presencia de adenopatías, alteraciones en la
auscultación cardiopulmonar (roce pericárdico, crepitantes, sibilancias, hipoventila-
ción) o en la palpación abdominal (dolor, masas, megalias, etc.), dolor o
inflamación articular, focalidad neurológica. Grado de recomendación D.
3. Las causas más frecuentes de fiebre de corta evolución son infecciones urinarias de vías
bajas, gastroenteritis víricas agudas, síndromes mononucleósicos, infecciones por virus
de la influenza y parainfluenza, infecciones víricas o bacterianas otorrinolaringológi-
cas, bronquitis agudas de origen vírico o bacteriano, infecciones cutáneas, y fiebre
producida por fármacos (sobre todo inmunosupresores y corticoides).
295
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Dinarello CA, Gelfand JA. Fiebre e hipertermia. En: Harrison Principios de Medicina Interna. 15.ª ed.
Madrid: Ed McGraw-Hill-Interamericana de España S.A.U. ; 2002. p. 110-5.
• Montes Ramírez ML, Ruano Soriano E, Sánchez Martínez L, Rodríguez Zapata M. Protocolo diagnóstico
terapéutico del síndrome febril de corta duración en el paciente ambulatorio. Medicine. 2002; 8:3486-9.
296
88. ACTITUD ANTE LA FIEBRE
• Núñez Isabel MS. Fiebre sin focalidad aparente. En: Guía de Actuación en Atención Primaria. 2.ª ed.
Barcelona: Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria; 2002. p. 10-4.
• Plaisance KI, Mackowiak PA. Antipyretic Therapy. Physiologic Rationale, Diagnostic Implications and
Clinical Consequences. Arch Intern Med. 2000; 160:449-56. www.archinternmed.com.
297
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Fiebre
Evaluación:
Anamnesis, exploración general
¿Presenta
Derivar a ¿Tiene
Sí signo de No
hospital focalidad?
gravedad?
No Sí
¿Presenta Sí
signos de
gravedad? ¿Persiste
¿Tiene fiebre?
No focalidad?
Sí
No
Tratamiento antipirético
Iniciar estudio según clínica y factores de riesgo
Sí Estudio de fiebre de
origen desconocido
298
89. ACTITUD ANTE LAS MORDEDURAS
IDEAS CLAVE
1. Las mordeduras humanas o por animales abandonados siempre se consideran
como alto riesgo de infección.
2. La sutura primaria de heridas leves no infectadas sólo está indicada en casos esté-
ticos. No suturar heridas infectadas o con riesgo de infección.
3. La profilaxis antibiótica se realizará durante 3-5 días o 7 días en caso de morde-
dura humana, y el tratamiento antibiótico durante 1-2 semanas (celulitis) o 4-6
semanas (osteomielitis). El antibiótico de elección es amoxicilina-ácido clavulánico
por vía oral (500/125 mg/8 horas) y en caso de alergia doxiciclina (100 mg/12
horas) asociado a ciprofloxacino (500 mg/12 horas). En caso de infección esta-
blecida se requerirá ingreso hospitalario, desbridamiento quirúrgico y
antibioterapia con ampicilina-sulbactam (1,5-3,0 g/6 horas) por vía intravenosa
durante 7 días.
4. La profilaxis e inmunización antitetánica se realizarán siguiendo las pautas habi-
tuales de las heridas. La inmunización antirrábica se realizará con inmunoglobulina
antirrábica humana (IGHR) a 20 U/kg. Se utilizará vacuna antirrábica (HDCV) los
días 0, 3, 7, 14 y 28. Declaración a los Servicios Veterinarios Oficiales del
Ayuntamiento o de la Comunidad Autónoma correspondiente. En Madrid
91/3814167 (Ayuntamiento) o 91/4467350 (Comunidad).
5. En caso de heridas cutáneas por animales marinos (erizos, medusas, pez araña) se
administrarán de forma sintomática corticoides y antihistamínicos por vía parente-
ral y se valorará la administración de antibióticos siempre que exista solución de
continuidad en la piel. En caso de mordedura de serpiente además del tratamiento
local de la herida hay que tener en cuenta el estado general del sujeto, y si se sos-
pecha mordedura por serpiente venenosa administrar suero antiofídico polivalente
vía intramuscular.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Crespo Casal M, Pigrau Serrallach C. Protocolo terapéutico empírico de las mordeduras animales y
humanas Protocolos clínicos MEDICINE. 2002; 63(8): 3377-80.
299
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
• González Martínez Y. Atención a las Mordeduras. Guía de actuación en Atención Primaria. Barcelona:
semFYC; 1998. p. 704-5.
• Harrinson; Principios de Medicina Interna, Mordeduras animales. 15.º ed. McGraw Hill Interamericana;
2001. p. 968-71.
• Martínez Sánchez G, Biendicho Palau MP. Consultas urgentes por lesiones cutáneas atribuibles a
animales domésticos. JANO. 2000;1331(58):54-9.
300
89. ACTITUD ANTE LAS MORDEDURAS
Mordedura
No
Lavado
Desbridamiento Tratamiento
Sutura (sólo en local
casos estéticos y
No
heridas de menos
de 24 horas)
Riesgo de No
infección (2)
Sí
Amoxicilina
clavulánico.
Alternativa: Tratamiento Revisión Evolución
clindamicina + antibiótico 24 horas favorable
quinolona
Sí
No
Riesgo de infección
específica
Sí Alta. Revisión
en 10-14 días
Valorar tipo
Profilaxis Profilaxis
antitetánica antirrábica (3)
(declaración)
(1) Manifestaciones sistémicas de infección, afectación de planos profundos, inmunodepresión, lesiones en cara o
manos con pérdida importante de tejidos, lesiones profundas o con compromiso articular, infecciones refractarias a
tratamiento oral, dificultad para cumplir tratamiento (p. ej. alcohólicos).
(2) Menores de 2 años o mayores de 60, inmunodeprimidos, mordeduras por animales salvajes o callejeros,
mordedura humana.
(3) Mordeduras o arañazos por murciélagos, zorros, perros y gatos callejeros que hayan mostrado comportamientos
agresivos.
301
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE
1. Definición: maltrato es todo tipo de violencia física, psicológica o sexual que sufre
un individuo incluyendo las amenazas, la coacción o privación de la libertad tanto
si se produce en la vida privada como en la pública.
2. Preguntas indirectas: ¿Qué tal van las cosas en casa?/¿Qué ocurre cuando discu-
ten en casa; cómo resuelven las diferencias?/¿Se siente usted seguro/a?
3. Preguntas directas: he visto lesiones como las suyas en personas que han sido gol-
peadas, ¿a usted le ha sucedido esto?/Cuando consultan personas con sus síntomas
pensamos que tienen problemas en casa, ¿a usted le han estado lastimando de
algún modo?/¿Alguna vez ha sido golpeado/a o maltratado/a por su compa-
ñero/a?/Usted comentó que su compañero/a o familiar bebe o consume drogas,
¿se pone agresivo/a en estos casos?
4. Factores de alto riesgo para la persona maltratada: existencia de armas en casa;
consumo de drogas o alcohol por el agresor; aumento de la frecuencia de episo-
dios violentos; lesiones graves; amenaza de suicidio u homicidio por el agresor;
maltrato a otros miembros de la familia; factor estresante del agresor como pérdida
del trabajo o separación próxima; agresión sexual; fracaso de los sistemas de
apoyo familiar o social; conducta vigilante, celotipia extrema por parte del agresor.
5. Plan de huida: recomendar siempre en caso de alto riesgo. Valorar previamente los
lugares donde puede recibir ayuda y las personas de confianza con las que puede
contar. Aconsejar a la víctima no difundir el lugar donde vive, permanecer poco
tiempo en casa de familiares.
6. Parte de lesiones: hay que hacerlo siempre aunque la víctima no reconozca el mal-
trato o no tenga intención de denunciarlo, ya que éste servirá al juez y al médico
forense para el inicio de actuaciones posteriores. El informe contiene datos de filia-
ción de la víctima y del médico que la atiende, descripción de los hechos según lo
manifieste la persona agredida, antecedentes de interés en relación con la agresión,
descripción minuciosa de las lesiones y del estado emocional en que se encuentra
la víctima, diagnóstico, pruebas complementarias, tratamiento, plan de actuación y
observaciones. El parte debe estar escrito con letra legible y debe constar en él la
firma del médico.
7. Precauciones:
a) No hablar con el agresor sin permiso del paciente.
b) No recomendar psicoterapia familiar en el momento agudo.
c) No insistir en la separación (sí apoyar y asistirle en sus decisiones).
302
90. ACTUACIÓN ANTE LOS MALOS TRATOS
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• La atención sociosanitaria ante la violencia contra las mujeres. Edita: Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales, Instituto de la Mujer. Madrid, 2002.
• Protocolo sanitario ante los malos tratos domésticos. Consejo Interterritorial. Sistema Nacional de Salud.
Edita: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Instituto de la Mujer. Madrid, 1999.
• Sarasua B, Zubizarreta I. Violencia en la pareja. Ediciones Aljibe, 2000.
• Voces García D, Real Pérez MA, Barajas Gutiérrez MA. Atención a la mujer maltratada. FMC.
1999;6(2):87-92.
303
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Maltrado en el adulto
Motivo de consulta
Declarado No declarado
Sí No Servicio
ginecológico de
Sí No
referencia
304
91. ASTENIA
91. ASTENIA
IDEAS CLAVE
1. Hablamos de astenia para referirnos a la falta de energía o sensación de fatiga-
bilidad, entendida como disminución de la capacidad para trabajar y llevar a cabo
las tareas habituales.
2. La prevalencia se encuentra en torno a un 21%-24%, y es superior en mujeres, en
una proporción de 2:1 con respecto a los hombres.
3. La depresión y los problemas psicosociales representan en torno al 50% de los
diagnósticos de cansancio en ambos sexos y en todos los grupos de edad.
4. Las infecciones agudas son la causa orgánica más identificada, en especial la
mononucleosis infecciosa, hepatitis víricas y pielitis.
5. La mayoría de los pacientes con cansancio tienen una enfermedad que puede diag-
nosticarse y tratarse
6. Aun con sospecha de patología psicógena es recomendable pedir pruebas comple-
mentarias de primer orden
7. Uno de los errores más frecuentes es etiquetar la astenia como de origen psíquico,
sin descartar una posible causa orgánica. Por otro lado, un cuadro psicógeno
puede ser la manifestación inicial de un proceso orgánico.
8. Criterios diagnósticos de SFC: fatiga como síntoma principal. Síndrome definido en
el tiempo. La fatiga incapacita gravemente y afecta el funcionamiento físico y psí-
quico. Otros síntomas pueden estar presentes, sobre todo mialgias, trastornos
afectivos y trastornos del sueño. La fatiga debe estar siempre como mínimo 6 meses
durante más del 50% del tiempo.
9. La prevalencia del SFC no está clara, cifrándose entre un 0,3% y un 1% de la pobla-
ción. Parece afectar a mujeres previamente sanas con edades entre 25 y 40 años.
9. SFC: Síndrome de fatiga crónica
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Atorrasaguasti Urrestarazu Y, Sánchez Haya E y Olloqui Mundet J. Síndrome de Fatiga crónica. FMC en
Atención Primaria. 1998; 5(3):177-82.
• Losilla M. Sobrino A. Cansancio y debilidad. Guía de actuación en Atención Primaria;1998. p. 28-31.
305
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
306
91. ASTENIA
Astenia
Fatiga fisiológica:
estrés, sobreesfuerzo
físico o mental Pruebas complementarias
Hemograma y VSG
Bioquímica básica con enzimas hepáticas
Hormonas tiroideas
Orina y sedimento
Confirmación diagnóstica
No Sí
No Sí
Confirmación diagnóstica
Si más de 6 meses
Reevaluar de evolución valorar Tratamiento
específico
Síndrome de fatiga crónica
307
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE:
1. Entendemos por unidad de bebida estándar (UBE) la ingesta de 10 g de alcohol,
que se correspondería con 1 vaso pequeño de vino, 1 caña de cerveza o media
copa de licor brandy, ginebra, whisky, etc.
2. Tratamiento según evidencia científica:
2.1 Bebedor con consumo de riesgo: intervención muy breve (recomenda-
ción grado A): valorar estadio de motivación para el cambio y simple
consejo donde se informará al paciente de las consecuencias para su salud
si decide mantener su ingesta de alcohol. Disminuir consumo de alcohol a
límites de bajo riesgo. Facilitar material de autoayuda. Visita única y control
anual.
2.2 Bebedor con consumo perjudicial: abordaje complicación clínica derivada
del consumo excesivo de alcohol. Intervención breve (recomendación
grado A): valoración estadio de motivación para el cambio, entrevista moti-
vacional de 10-15 minutos apoyada en los principios de: expresar empatía,
promover discrepancias, evitar discusiones, suavizar resistencia y reforzar
autoeficacia. Se preguntará por la salud y por la posible relación entre su
deterioro y el consumo alcohólico; se revisará en un día el consumo de alco-
hol, se informará de los riesgos y se indicará abstinencia de alcohol hasta la
resolución de las complicaciones derivadas del consumo. Se le ofrecerán
propuestas para, posteriormente, disminuir y mantener su consumo en lími-
tes de bajo riesgo. Se le entregará material de apoyo. Se le revisará al mes,
tres meses y al año pudiendo reforzar la eficacia si a los 15 días de la pri-
mera visita, la enfermera le realiza una llamada de teléfono para apoyo y se
repite al mes.
2.3 Síndrome de dependencia alcohólica (SDA): valorar estadio de motivación
para el cambio (¿desea abandonar el hábito?):
2.3 • Precontemplativo: ofrecer ayuda para cuando esté motivado.
2.3 • Contemplativo: negociar con paciente nueva cita.
2.3 • Preparado para la acción: a) desintoxicar; b) deshabituar; c) manteni-
miento, y d) recaída.
a) Desintoxicación: Para conseguir la abstinencia se valorará el riesgo de sín-
drome de abstinencia en la escala CIWA-Ar (recomendación grado A), si se
obtuviera una puntuación superior a 8, se pautará tratamiento farmacológico
308
92. BEBEDOR EXCESIVO DE ALCOHOL
309
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
lidad depresiva (recomendación grado A). En esta fase el paciente debe tener
claro el “no quiero beber”.
c) y d) En la fase de mantenimiento, que durará cuanto dure la vida del
paciente, debe llegarse al “no necesito beber”, esta fase estará salpicada por
las recaídas, que en la mayoría de los estudios se entiende por la toma de 5 o
más bebidas, pero de ellas pueden aprenderse los factores de riesgo, para ela-
borar un programa de prevención de recaídas.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Garbutt JC, West SL, Carey TS, Lohr KN, et al. Pharmacological treatment of alcohol dependence: a
review of the evidence. JAMA. 1999;281(14):1318-25. The Cochrane Library 2002.
• Guía Terapéutica en Atención Primaria Basada en la Evidencia. semFYC, 2003.
• Guidelines for Recognising, Assessing and Treating Alcohol and Cannabis Abuse in Primary Care.
National Health Committee. Wellington, 1999. (Última actualización a fecha de mayo 2003.)
• Kosten TR, O´Connor PG. Management of Drug and Alcohol Withdrawal. N Engl J Med.
2003;348:1786-95.
• Prodigy Guidance- Alcohol- problem drinking. 2000. (Última actualización a fecha de mayo 2003.)
Disponible en: www.prodigy.nhs.uk.
• Srisurapanont M, Jarusuraisis N. Opioid antagonists for alcohol dependence (Cochrane Rewiew). En:
The Cochrane Library, Issue 4. Oxford: Update Software, 2002.
310
92. BEBEDOR EXCESIVO DE ALCOHOL
PAPPS
No Sí
Varón ≥ 4 UBE/día o > 6 UBE una ocasión
Mujer ≥ 2,4 UBE/día o > 4 UBE una ocasión
No BEA BEA
Interrogar
cada 2 años
Cuestionario
Educación
AUDIT, AST, VCM,
sanitaria
GGT Citar
consulta médica
programada
Positivo Consulta médica Negativo
(Grado “A”) AUDIT
Sospecha Negativo
BEA
síndrome
dependencia
alcohólica
(SDA)
Si No
Cuestionario MALT ¿Existe repercusión
(Grado “A”) clínica?
Positivo
UBE: unidad de bebida estándar; SDA: síndrome de dependencia alcohólica; BEA: bebedor excesivo alcohol.
311
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE:
1. Se define como adenopatía el aumento del tamaño de los ganglios linfáticos mayor
de 1 cm, excepto en territorio inguinal (mayor de 1,5 cm) y epitroclear (mayor de
0,5 cm).
2. La causa más frecuente en cualquier edad es la infecciosa seguida de procesos
reactivos y neoplasias. En personas mayores de 50 años el 40% de las adenopatías
corresponden a procesos benignos, mientras que en menores de 30 años este por-
centaje asciende a un 80%.
3. Ante una adenopatía de características infecciosas no es necesario realizar explo-
raciones complementarias salvo en casos aislados (mononucleosis infecciosa,
tuberculosis, enfermedad de transmisión sexual [ETS]).
4. En caso de adenopatías de causa no explicada no se aconseja tratamiento antibió-
tico, reservándose este para casos con etiología clara, o en caso de adenopatía
localizada con alto grado de sospecha de ser de etiología infecciosa. Si tras el tra-
tamiento persiste más de dos semanas, se deben realizar pruebas complementarias.
5. La serología básica para descartar las causas más frecuentes de infección com-
prende citomegalovirus, Ebstein-Barr y toxoplasmosis, y si el contexto clínico lo
indica, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), LUES, ANA y FR y estudios
específicos según sospecha clínica. En España la primoinfección por VIH es una
causa infradiagnosticada de adenopatías generalizadas.
6. La biopsia ganglionar es la exploración clave ante una adenopatía en la que no se
encuentra una etiología clara con el estudio básico o presenta características de
malignidad. Nos informa del diagnóstico en un 50% de los casos, pero si el informe
no aclara el diagnóstico o éste es de linfadenitis inespecífica, se aconseja un segui-
miento estrecho, ya que un 25% de estos casos desarrollarán una enfermedad,
generalmente maligna, relacionada con las adenopatías, en el plazo de un año.
7. La punción aspiración con aguja fina (PAAF) está indicada en el diagnóstico de
metástasis ganglionares en pacientes ya diagnosticados de neoplasia, inflamación,
enfermedades hematológicas, linfadenitis inespecíficas o sospecha de infección por
micobacterias.
312
93. DIAGNÓSTICO EN PACIENTE CON ADENOPATÍAS
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Blanco Rodríguez AM, Calvo García E, Moiner Prada C. Adenopatías. C@P. Sesiones clínicas; 1998.
Disponible en: www.cap-semfyc.com.
• Castro Martín J. Enfermedades que cursan con adenopatías. FMC.1999;6:381-91.
• Robert H, Fletcher MD. Evaluation of peripheral lymphadenopathy. Up To Date. Jan; 2002. Disponible
en: www.uptodate.com.
• Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria. Adenopatías 1 CAAPS/2 Fundación de
Atención Primaria. Barcelona: semFYC; 2000.
313
ALGORITMO DIAGNÓSTICO EN PACIENTE CON ADENOPATÍAS
ADENOPATÍAS GENERALIZADAS
Características sugerentes de
malignidad:
> 2 cm (> 4 cm precisan
Infección, fármacos, cirugía, Historia clínica estudio inmediato)
viajes, ADVP animales, neoplasia Exploración física Rx tórax alterada
previa, tiempo de evolución
Hepatoesplenomegalia
Síndrome constitucional
Datos diagnósticos Supraclaviculares
poco concluyentes Duración > 8 semanas
Duras, adheridas e indoloras
Características reactivas:
Diagnóstico Analítica: hemograma + VSG
(blandas, dolorosas y
Bioquímica básica
simétricas)
Serología
Mantoux
314
Tratamiento Rx tórax
Tratamiento y
seguimiento
periódico PAAF/Biopsia
Sí
Sí
No diagnóstico:
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Seguimiento
VSG: velocidad de sedimentación globular; PAAF: punción aspiración
con aguja fira; ADVP: adictos a drogas por vía parenteral.
94. DOLOR CRÓNICO
IDEAS CLAVE:
1. Hablamos de dolor crónico cuando un determinado dolor persiste durante meses.
Generalmente existe patología asociada. Conlleva secuelas psicológicas y socia-
les importantes. Al contrario que el dolor agudo presenta bajo valor biológico.
2. El dolor crónico es la causa más frecuente de consulta en Atención Primaria. A
medida que aumenta la edad el porcentaje de pacientes con dolor crónico es más
elevado. La causa más frecuente en nuestro medio es la patología musculoesque-
lética.
3. La evaluación del paciente y su dolor es imprescindible antes de emprender nin-
gún tratamiento. La causa más frecuente del fracaso del tratamiento es la
insuficiente valoración del paciente. Debemos conocer la etiología del dolor, el
tipo o tipos del dolor desde el punto de vista fisiopatológico (somático, visceral,
neuropático), irradiación, intensidad (medida con alguna escala objetiva), evolu-
ción a lo largo del día, las circunstancias exacerbantes y atenuantes, su
interferencia en la vida diaria, los síntomas asociados, el impacto psicológico en
el paciente y la respuesta a tratamientos previos.
4. Los pacientes con deterioro cognitivo presentan dolor crónico con la misma fre-
cuencia que sus correspondientes grupos de edad, sin embargo, son
habitualmente infradiagnosticados e infratratados. En la evaluación de estos
pacientes deben tenerse en cuenta una serie de “conductas de dolor”.
5. Todo dolor crónico debe ser tratado.
6. Los placebos no desempeñan ningún papel en la evaluación y tratamiento del
dolor.
7. La escalera analgésica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe uti-
lizarse como un sencillo esquema de tratamiento progresivo del dolor.
8. El paracetamol es el fármaco de elección en el dolor musculoesquelético leve o
moderado.
9. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y opioides menores pueden ser utili-
zados en dolores moderados o graves. Debe prestarse especial atención a los
efectos secundarios de estos fármacos.
10. El papel de los opioides mayores en dolor oncológico moderado-grave está bien
establecido. En dolores no oncológicos se puede considerar su utilización con una
monitorización estrecha.
11. Los antidepresivos tricíclicos a bajas dosis (amitriptilina) y los anticomiciales (car-
bamazepina y gabapentina) son de elección en dolor neuropático.
12. La depresión y ansiedad asociadas a dolor crónico deben ser tratadas.
315
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
13. Los programas de ejercicio físico y/o rehabilitación son de utilidad en el dolor
crónico, especialmente en los de origen musculoesquelético.
14. Otras modalidades de tratamiento (calor, frío, masajes, acupuntura, electroesti-
mulación transcutánea) ofrecen con frecuencia un alivio temporal y pueden usarse
como terapias adyuvantes.
15. Las preparaciones de liberación retardada o larga acción son preferibles para el
dolor continuo. Debe dejarse medicación de rescate para el dolor irruptivo.
16. Los pacientes deben ser reevaluados de forma periódica. En estas reevaluaciones
se valorará nuevamente el dolor, la eficacia de los tratamientos y sus posibles efec-
tos secundarios. Debe prestarse especial atención al registro de la intensidad del
dolor utilizando escalas objetivas.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Ashburn MA, Staats PS. Treatment of chronic pain. Lancet. 1999;353:1885-9.
• Elliot AM, Smith BH, Hannaford PC, Smith WC, Chambers WA. The course of chronic pain in the
community: results of a 4-year follow-up study. Pain. 2002;99:299-307.
• Mantyselka P, Kumpusalo E, Ahonen R, et al. Pain as a reason to visit the doctor: a study Finish primary
health care. Pain. 2001;89:175-80.
• The Management of Persistent Pain in Older Persons. AGS Panel on Persistent Pain in Older Persons.
J Am Geriatr Soc. 2002;50:205-24.
316
94. DOLOR CRÓNICO
Sd complejos
Periférico Central locorregionales
Paracetamol/AINE
y/o infiltración
y/o rehabilitación AINE y/o ADT Anticomiciales Derivar a
espasmolíticos (amitriptilina) (CMZ o GPT) U.dolor
Sí No
Depresión Tto
Valoración psicológica
Reevaluar
periódicamente Antecedentes
+ psiquiátricos Tto
+
Escalera analgésica de la OMS
1º AINE
2º Opioides débiles (1ª eleccion codeína)
3º Opioides potentes (1ª elección morfina)
Sí
No
Reevaluar Derivar a
periódicamente U.dolor
AINE: antiinflamatorios no esteroideos; ADT: antidepresivos tricíclicos;
CMZ: carbamazepina; GPT: gabapentina; OMS: Organización Mundial de la Salud;
U. Dolor: unidad del dolor; Tto.: tratamiento.
317
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE:
1. La historia clínica, la exploración y el electrocardiograma constituyen los pilares
básicos del diagnóstico del dolor torácico.
2. Para etiquetar un cuadro de dolor torácico dentro de un perfil, debemos pregun-
tar el carácter de dicho dolor, la localización e irradiación, la duración del mismo,
cómo se inició, si se desencadena o mejora con algún estímulo y los síntomas aso-
ciados.
3. El perfil isquémico es de carácter opresivo, se localiza precordial o retroesternal-
mente, irradiándose a hombros y miembros superiores, cuello, mandíbula,
epigastrio y zona interescapular. Su duración es menor de 20 minutos (si es
mayor, se considera infarto agudo de miocardio [IAM]). Se desencadena con el
ejercicio, el estrés y el frío y, por el contrario, mejora con el reposo y la nitrogli-
cerina sublingual. Se asocia, en ocasiones, a disnea, náuseas, vómitos y
sudoración.
4. El perfil pleurítico tiene un carácter punzante o lacinante. Se localiza en zona cos-
tal unilateral y se irradia a cuello y, en ocasiones, a hombro contralateral (por
irritación frénica). Aumenta con los movimientos y no cambia con la palpación.
Se puede asociar a tos, fiebre, expectoración purulenta, en el caso de la neumo-
nía, o a disnea, en el caso del neumotórax. Su inicio es agudo y su duración
variable, dependiendo de la causa.
5. El perfil pericárdico suele tener como antecedente una infección viral previa. Su
carácter es punzante u opresivo, de localización retroesternal, precordial o en
abdomen superior y con irradiación a hombros, cuello o espalda. Aumenta con
la inspiración, la tos, el decúbito y la deglución. Mejora con la inclinación del
tronco hacia delante. Puede asociarse a tos, disnea o fiebre. Su duración es
mayor que la del perfil isquémico.
6. El perfil esofágico tiene la misma localización, irradiación y respuesta a la nitro-
glicerina que el isquémico. De la misma forma, puede estar relacionado con
bebidas frías, estrés y comidas copiosas, pero también disminuye con antiácidos
y aumenta con la ingesta y el decúbito. Asocia pirosis, odinofagia, disfagia y, en
ocasiones, tos nocturna.
7. El perfil de disección aórtica tiene un carácter transfixivo e intenso, de locali-
zación torácica anterior o interescapular, que va desplazándose según avanza
el cuadro a cuello, espalda, flancos, abdomen y miembros inferiores. Es de ins-
tauración brusca y no varía con la respiración ni con la postura. Los síntomas
asociados dependen de la zona afectada y son, en general, extremadamente
graves.
318
95. DOLOR TORÁCICO
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• American College of Physicians. Clinical policy for the inicial approach to adults presenting with a chief
complaint of chest pain with no history of trauma. Ann Emerg Med. 1995;25:274-9.
• Kontos MC, Jeese RL. Evaluatin of the Emergency Departament Chest pain Patient. Am J Cardiol.
2000;85:32B-9.
• Lee TH, Goodman L. Evaluation of the patient with acute chest pain. N Engl J Med. 2000;342:1187-95.
• López de la Iglesia J, García Andrés LE. Dolor torácico en Guía de actuación en Atención Primaria. Ed
Semfyc. 2000;8(2):374-84.
319
Dolor torácico
Perfil
320
Sin alteraciones anormales
Anormal específicas
Diagnóstica No diagnóstica
Nitroglicerina
sublingual TEP Pericarditis
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE:
1. Se entiende por creatinina alta persistente niveles por encima del límite alto de lo
normal para el laboratorio de referencia en dos ocasiones consecutivas. Se entiende
por insuficiencia renal crónica (IRC) toda disminución del filtrado glomerular (FG)
irreversible.
2. La historia clínica (presencia de enfermedades crónicas, síntomas asociados a IRC,
consumo de fármacos, historia familiar), el examen físico y el análisis básico de
laboratorio (Na, K, CO2, PO4, Cr, BUN, Ca, P, albúmina, glucosa, hemograma, sis-
temático de orina) son imprescindibles para el diagnóstico de la insuficiencia renal.
3. Causas de insuficiencia renal aguda: depleción de volumen (historia de vómitos,
diarrea, diuréticos, etc.), insuficiencia cardíaca grave, obstrucción urinaria, necro-
sis tubular aguda (suele asociarse a infecciones, cirugía o exposición a agentes
nefrotóxicos), nefritis intersticial aguda (suele asociarse a fármacos), pielonefritis
aguda, glomerulonefritis aguda (asociado a aparición brusca de edemas, hiperten-
sión arterial, hematuria y proteinuria en orina), enfermedad tromboembólica.
Situaciones potencialmente mortales en IRC que requieren intervención urgente:
edema agudo de pulmón, hiperpotasemia, acidosis metabólica, pericarditis.
4. La clasificación de la IRC se establece midiendo el FG (grave si es menor de 30,
moderado entre 30-59 y leve entre 60-89), que puede estimarse midiendo el acla-
ramiento de creatinina en orina de 24 horas o directamente con la fórmula de
Cockroft Gault. En el diagnóstico etiológico la ecografía renal es de gran ayuda
(evaluar el tamaño, presencia de poliquistosis u obstrucción).
5. Se recomienda referir al nefrólogo para valoración a pacientes con una creatinina
sérica superior a 1,5 mg/dl para mujeres y 2,0 mg/dl para hombres. Es razona-
ble considerar no remitir a pacientes con IRC que tienen enfermedad terminal de
causa no renal, o cuya situación médica desaconseja la diálisis. Estos pacientes
deben recibir cuidados paliativos continuos.
6. Las estrategias para retrasar la progresión de la IRC son: control de la hipertensión
(objetivo: menor de 130/85), uso de inhibidores de la enzima conversora de la
angiotensina (IECA) (reducen la progresión independientemente de su efecto sobre
la tensión arterial y reducen la proteinuria, que puede ser en sí un efecto renopro-
tector); restricción proteica (retrasa la progresión de la insuficiencia renal,
disminuye los signos y síntomas, reduce la proteinuria), control de la glucemia en
diabéticos.
7. Posibles complicaciones:
a) Desórdenes metabólicos: alteraciones del K (mayor de 6,5 remitir a Urgencias,
entre 5,5 y 6,5 -con paciente asintomático y electrocardiograma [ECG] sin alte-
321
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Clinical practice guideline on shared decision-making in the appropiate initiation of and withdrawal form
dialysis. Renal Physicians Association/American Society of Nephrology; 2000. Disponible en:
www.guidelines.gov.
• K/DOQI clinical practice guidelines for chronic kidney disease: evaluation, classification, and
stratification. Kidney Disease Outcome Quality Initiative. Am J Kidney Dis. 2002;39(2) Suppl 1:S1-246.
• WHA/DoD Clinical Practice Guideline for Management of Chronic Kidney Disease and Pre-ESRD in
Primary Care Setting. Disponible en: www.oqp.med.va.gov/cpg/ESRD/ESRD_GOL.htm.
322
96. INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Causas de insuficiencia
renal aguda (3)
Proceso agudo o
exacerbación aguda de
insuficiencia renal
establecida Sí
Tratamiento, si es
necesario a nivel
hospitalario
Situaciones potencialmente
mortales en IRC (3)
Sí
Candidato actual o futuro a
Derivar a Nefrología
diálisis y/o trasplante renal (5)
Hipertensión, diabetes,
Prevenir y tratar enfermedad cardiovascular dislipidemia, tabaquismo
(modificar factores de riesgo)
Desde el diagnóstico,
Proveer educación para la salud alrededor de estrategias para
prevenir y retrasar
323
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE:
1. La halitosis, definida como olor desagradable procedente del aliento de una per-
sona, es un problema social asociado frecuentemente a una mala higiene bucal o
a enfermedades de la cavidad oral, pero también puede indicar enfermedades sis-
témicas o psiquiátricas graves que necesitan un diagnóstico y tratamiento
específicos.
2. Existen pocos estudios clínicos con tamaño suficiente y no hay revisiones sistemáti-
cas, por lo que el nivel de evidencia de los tratamientos es 3b (grado de
recomendación B). Muchas recomendaciones se basan en opiniones de expertos
(nivel de evidencia 5).
3. En un 85%-90% de los pacientes con halitosis (tanto fisiológica como patológica) el
olor se origina en la cavidad oral. En personas con buena higiene oral, el olor fre-
cuentemente procede de la parte posterior de la lengua, pudiéndose confirmar
mediante el raspado con cucharilla (prueba de la cuchara). La ausencia de una etio-
logía oral clara debe hacernos considerar la posibilidad de etiología orgánica a
otros niveles.
4. La valoración de las características organolépticas debe ser realizada por un observa-
dor externo, en dos o tres días diferentes, del aire expulsado por nariz y boca. Esta
prueba es especialmente útil cuando se sospecha pseudohalitosis o halitofobia.
5. La halitosis fisiológica incluye el mal aliento matutino, el procedente de prótesis den-
tarias, ayuno, ciertos alimentos, tabaco, alcohol, edad, etc. Como primera medida
se recomienda el cepillado de dientes y lengua dos veces al día, hilo dental una vez
al día y enjuagues con un colutorio de clorhexidina,cetilpiridino o combinación de
ambos con zinc dos veces al día. Asimismo, una dieta vegetariana especialmente
rica en frutas frescas y verduras, baja en grasas y carne, y un aumento de la ingesta
hídrica reduce la halitosis. Estas medidas generales de higiene (MGH) y cuidado de
la boca son recomendables como medida complementaria en todos los casos de
halitosis.
6. La halitosis de causa oral puede originarse por una higiene oral deficiente, enfer-
medad periodontal, xerostomía, gingivitis y otras afecciones de órganos locales. El
tratamiento específico debe ser realizado por el odontólogo, junto con las medidas
generales de higiene.
7. Si la anamnesis o exploración física nos orienta a halitosis de causa extraoral
(nasal, laríngea, digestiva, respiratoria, neurológica, enfermedades sistémicas
como la diabetes mellitus, insuficiencia renal o hepática, intoxicaciones, etc.), debe-
remos realizar estudio analítico y pruebas complementarias según la sospecha
clínica. El tratamiento etiológico de este tipo de halitosis debe ser realizado por el
médico de familia o especialista correspondiente, además de las medidas de
higiene general.
324
97. MAL ALIENTO
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Coil JM, Yaegaki K, Matsuo T, Miyazaki H. Treatment Needs (TN) and practical remedies for halitosis. Int
Dent J. 2002;52 Suppl 3:187-91.
• Fernández J, Rosanes R. Halitosis: diagnóstico y tratamiento en Atención Primaria. MEDIFAM.
2002;12(1):46-57.
• Loesche WJ. The The effects of antimicrobial mouthrinses on oral malodor and their status relative to US
Food and Drug Administration regulations. Quintessence Int. 1999;30(5):311-8.
• Replogle WH, Beebe D. Halitosis. Am Fam Phy. 1996;53(4):1215-23.
325
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Halitosis
No Sí
¿Es normal?
Halitosis Halitosis
verdadera psiocógena
Pseudo-halitosis Halitofobia
Anamnesis, exploración
física y diagnóstico del
origen del olor
MGH y tto. por MF MGH y tto.
y odontólogo psiquiátrico
Sí ¿Es normal? No
Halitosis
Halitosis
patológica
fisiológica
Sí No
¿Se detecta
mejoría?
MGH y tto. Estudios complementarios
odontológico específicos
MGH y tto.
MGH: medidas generales de higiene; MF: médico de
específico por MF o
familia; tto: tratamiento. especialista
326
98. PACIENTE FRECUENTADOR
IDEAS CLAVE:
1. Para el correcto abordaje del paciente hiperfrecuentador es fundamental el desarrollo
de habilidades y técnicas de comunicación.
2. Inicialmente, es necesario detectar si estamos ante un paciente hiperfrecuentador,
definido como aquel paciente que presenta una demanda no solucionada, encu-
bierta o no, y que genera visitas sucesivas. Según la bibliografía es aquel que
realiza una media de visitas mayor o igual al doble de la media de la población.
3. Deben analizarse las causas por las que el paciente es catalogado de hiperfre-
cuentador, distinguiendo entre demanda inducida por el propio sistema y demanda
espontánea en la que el paciente es quien decide consultar.
4. La mayoría de las veces la demanda inducida supera el 50% de la demanda total
recibida. En las medidas de desburocratización deben implicarse todos los esta-
mentos del Equipo de Atención Primaria (EAP): “trabajo multidisciplinar”. Destacar
el papel de los profesionales de enfermería en el fomento de los autocuidados y la
educación para la salud (EPS).
5. La demanda inducida por el profesional puede beneficiarse de la consulta con el
resto de los miembros del equipo para la búsqueda de soluciones.
6. Explorar todos los factores posibles de la hiperutilización requiere dedicar tiempo
al paciente y por ello es necesario citar en consulta programada. De esta forma
lograríamos orientar mejor el problema y reducir la frecuentación de los servicios
de salud.
7. Es importante individualizar el abordaje de cada paciente. El profesional sanitario
debe realizar un abordaje biopsicosocial centrado en el paciente, indagando sus
ideas, creencias y expectativas, ayudándole a verbalizar y controlar sus miedos, y
de esta manera conseguir una mejora en la capacidad resolutiva de las consultas
de Atención Primaria (AP).
8. Es necesario profundizar en la detección de indicadores de alarma de patologías
con signos y síntomas mal definidos que nos haga sospechar la existencia de una
disfunción psíquica en estos pacientes. Se ha comprobado que los pacientes en los
que se abordan sus problemas psiquiátricos reducen la utilización. La psicoterapia
breve adaptada a AP (counselling, psicoterapia familiar, grupal, individual, cogni-
tiva, etc.) conseguirían reducir el número de visitas.
9. La utilización excesiva se asocia con fases de “nido vacío”, extinción parcial de la
familia o ciclos vitales avanzados. Ante ciertos hechos estresantes el equilibrio
puede romperse y el sujeto puede hacerse hiperfrecuentador. Presentar una ade-
cuada salud mental y disfrutar de una buena función familiar disminuye la
probabilidad de hiperfrecuentación.
327
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
10. Gran parte de la demanda asistencial encubre una problemática social, que
solamente es abordable en AP desde el modelo biopsicosocial y en colaboración
con otros profesionales sociosanitarios.
11. Como afirma de la Revilla, las únicas variables que explican un porcentaje signi-
ficativo en la variación del número de visitas son, aparte de los grupos
diagnósticos, la cronicidad y la percepción de salud.
Ninguna de las estrategias de intervención anteriormente mencionadas serían úti-
les si no fueran consensuadas y negociadas con el propio paciente.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Bellón Saameño JA. La consulta del médico de familia: cómo organizar el trabajo. En: Gallo Vallejo FJ,
editor. Manual del residente de Medicina Familiar y Comunitaria. 2.ª ed. Madrid: semFYC; 1997. p.
242-51.
• Gómez Calcerrada D, Hernández del Pozo F, Gómez Berrocal M. La investigación en la utilización de servicios
sanitarios. FMC. 1996;3(4):229-42.
• INSALUD. Los equipos de atención Primaria. Propuesta de mejora. Documento de consenso. Madrid:
Instituto Nacional de la Salud; 2001. p. 21-3.
• Martín Araujo J. Trabajo con demanda excesiva. FMC. 1998;9(5):572-82.
328
98. PACIENTE FRECUENTADOR
Paciente hiperfrecuentador
Sí No
Demanda inducida
Demanda espontánea
Organización
Por el profesional Por la organización con otros niveles Consulta programada
asistenciales y/o
institucionales
¿Problemas de relación No
médico-paciente?
Sí No Causas Causas Causas
físicas psicosomáticas sociales
Medidas de control de la
burocracia: IT, recetas, Promover
tratamientos completos coordinación
con otros niveles Aguda Psicológica Sociales
asistenciales
Circuito de garantía
de calidad Crónica
Sí Protocolos
consensuados
EPS
EPS
Formación en técnicas de: Trabajo con Protocolizar
Formación
comunicación, entrevista programas científico-técnica
clínica, autocontrol
emocional, abordaje Psicoterapia Derivar
biopsicosocial breve a SM
Intervenciones Trabajador/a
familiares simples y social
consejo anticipatorio
familiar Utilización de recursos
EPS: educación para la salud; SM: salud mental; ONG: comunitarios grupos de
organización no gubernamental; autoayuda, ONG, etc.
AP: Atención Primaria; EAP:equipo de Atención Primaria.
Estrategias de intervención consensuadas y negociadas con el propio paciente
329
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
IDEAS CLAVE:
1. Ante toda lesión o úlcera en mucosa oral debemos interrogar sobre tiempo de evo-
lución, factores irritativos y hábitos. Debemos inspeccionar completamente la
cavidad oral retirando las prótesis removibles y palpar la lesión para valorar si hay
infiltración o induración.
2. Toda lesión, úlcera o placa blanca en la mucosa oral que persista más de 15-20
días tras eliminar posibles factores locales irritativos (prótesis mal ajustada, restos
radiculares o diente con borde cortante, obturación desbordante) se debe biopsiar
para estudio anatomopatológico.
3. En las candidiasis orales y boqueras recidivantes en personas no edéntulas, sin pró-
tesis dentales y sin tratamiento con corticoides inhalados, habría que descartar
patología inmunodepresora.
4. GUNA: gingivitis ulceronecrotizante aguda de etiología poco clara, ocasionalmente
relacionada con el estrés y con enfermedades hematológicas.
5. Hay múltiples enfermedades sistémicas que pueden ser responsables de la aparición
de úlceras en la cavidad oral: enfermedades bacterianas como sífilis y tuberculosis;
enfermedades víricas como herpes simple y varicela zóster, mononucleosis, enfer-
medad boca, mano, pie, fiebre aftosa, infección por el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH); micosis profundas; enfermedades autoinmunes; postradioterapia;
fármacos en el eritema exudativo multiforme; agranulocitosis, neutropenia cíclica;
neoplasias como linfoma o leucemias, el carcinoma epidermoide; enfermedad infla-
matoria intestinal; enfermedad de Behçet; estomatitis aftosa recidivante.
6. La mayoría de los sangrados gingivales son de causa local, placa bacteriana o pró-
tesis fijas mal ajustadas. El tratamiento es por el odontoestomatólogo, pero hay que
reforzar la higiene oral, cepillado, cinta dental, colutorios de flúor y/o antisépticos
(clorhexidina).
330
99. PATOLOGÍA DE LA BOCA
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Cardona Tortajada F, Bagán Sebastián JV. Guía clínica para lesiones de la mucosa oral en Atención
Primaria. Archivos Odontoestomatol Prev Com. 2003;19(2):143-52.
• Hernández Vallejo G, López Sánchez A, Somacarrera Pérez ML, Arriba de la Fuente L, García Rodríguez
MD. Protocolos clínicos. Medicine. 1996;7(8):337-42.
• González Romero E, López Sánchez A. Dolor dental. Caries. En: semFYC: Guía de Actuación en
Atención Primaria. 2.ª ed. Barcelona: Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria; 2002.
p. 98-101.
• López Sánchez AF, González Romero EA. Conceptos básicos de odontoestomatología para el médico de
Atención Primaria. Barcelona: Masson; 2001.
331
Sangrado gingival
Anamnesis y exploración
Fármacos
332
Prótesis GUNA
Gingivitis Periodontitis
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Alteraciones
hematológicas
Normas de Raspado y
higiene Tartrectomía alisado
bucodental
Patología de la boca
Sí No
Dolor
Aguda Fibroma
333
Recidivante Crónica Candidiasis Se desprende Carcinoma
< 20 días eritematosa Papiloma células
Granuloma escamosas
Sí No piógeno
Vesículas Esomatitis aftosa Liquen
erosivo Épulis gravídico
Behçet
Candidiasis Leucoplasia
No Sí Herpes simple pseudomembranosa Liquen reticular
Pénfigo
IDEAS CLAVE:
1. Toda pérdida de peso significativa en una persona sana, no buscada, suele indi-
car la existencia de una enfermedad aguda o crónica, pudiendo ser la primera
manifestación de ésta. Se asocia con mayor morbimortalidad, especialmente en
población anciana.
2. Es significativa si supone el 5% del peso habitual en seis meses, y severa el 10%
en el mismo período (% cambio = peso habitual – peso actual/peso habitual x
100).
3. Se deben estudiar las pérdidas significativas o severas. En pérdidas menores sin
clínica sospechosa acompañante, está justificada una actitud expectante.
4. Tener un peso de referencia en la historia clínica es útil para detectar pérdidas no
referidas por el paciente (hasta un 50% de pacientes no lo consulta como sín-
toma). Ha de confirmarse la pérdida de peso directa (peso de referencia) o
indirecta (tallas, ropa, etc.).
5. Toda pérdida de peso formando parte de la tríada clásica (anorexia, astenia) o
con algunas de las siguientes características: presentación aguda, edad avan-
zada, tabaquismo, tos nueva o cambiante, disfagia, náuseas o vómitos, cambios
en el ritmo intestinal o exploración física positiva, debe ser preferentemente valo-
rada.
6. Las causas más frecuentes son: en ancianos, depresión, cáncer y enfermedades
gastrointestinales benignas. En pacientes jóvenes si el apetito es normal o está
aumentado pensar en diabetes, hipertiroidismo y, más raramente, malabsorción;
enfermedades psiquiátricas (incluidos los trastornos de la alimentación); infeccio-
nes (especialmente tuberculosis [TBC] e infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana [VIH]).
7. Las neoplasias malignas más frecuentes en los pacientes que experimentan pér-
dida de peso son el cáncer de pulmón y los de tubo digestivo (incluidos páncreas
e hígado).
8. En la anamnesis no olvidar indagar en factores socioeconómicos, consumo de fár-
macos (principalmente antiinflamatorios no esteroideos [AINE], digoxina,
antidepresivos, antiparkinsonianos, antibióticos y suplementos de hierro y potasio)
y hábitos tóxicos (drogas, especialmente el consumo de alcohol).
9. La exploración básica orientará la necesidad de valoraciones más completas (prue-
bas de detección de enfermedades psiquiátricas, demencias, tacto rectal, etc.).
10. Los estudios complementarios básicos deben incluir: hemograma completo, velo-
cidad de sedimentación globular (VSG), electrólitos, función renal y hepática,
334
100. PÉRDIDA DE PESO
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Carol M. Reije. “Pérdida de Peso”. Harrison. Principios de Medicina Interna. 15ª Edición Español. 2002.
• Pérdida de Peso. Guía de Actuación en AP. (SEMFYC). 2ª Edición 2002.
• “Involuntary Weight Loss in Elderly Out Patients: Recognition, Etiologies and Treatment.” Clin. Geriatric
Med. 1997; 13:717-732.
• “Involuntary Weight Loss”. Med Clin. North Am 1997; 79:299-313.
335
Pérdida de peso
Historia dietética
¿Consumo adecuado de
calorías?
Adecuado acceso Sospecha clinica
a la comida No Sí de malabsorción
No Sí
No Sí
¿Endocrinopatías? Estudio
¿Enf. malignas?
Valoración: ¿Problemas ¿Insuficiencia cardíaca?
Factores socieconómicos Estudio básico
disfágicos o ¿Insuficiencia renal? Anamnesis
Problemas funcionales dentales? ¿EPOC?
Necesidades asistenciales Exploración
¿Enfermedades Laboratorio
neurológicas?
336
Rx toráx
Sí No Anorexia
Diagnóstico
Atención bucodental
Estudio disfagia Sí No
¿Depresión? ¿Drogas, fármacos? ¿Disgeusia? ¿Enfermedades?
(endoscopias, etc)
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
Observación
Seguimiento Derivación
101. ACTUACIÓN ANTE UN PPD. DETECCIÓN INFECCIÓN LATENTE TUBERCULOSA
IDEAS CLAVE:
1. Sólo se debe realizar la prueba cutánea en pacientes pertenecientes a los denomi-
nados grupos de “alto riesgo”.
337
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
338
101. ACTUACIÓN ANTE UN PPD. DETECCIÓN INFECCIÓN LATENTE TUBERCULOSA
*Se debe tener en cuenta los siguientes factores: edad, BCG, milímetros de induración, riesgo
de exposición y en especial, la relación entre el beneficio de no enfermar y el riesgo de toxi-
cidad medicamentosa.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• American Thoracic Society Targeted tuberculin testing and treatment of latent tuberculosis infection. Am
J Respir Crit Care Med., Number 4, April 2000; 161 (4):S221-47.
• Joint Tuberculosis Committee Of the British Thoraccic Society. Thorax. 2000; 55: 887-901).
• Control and prevention of tuberculosis in the United Kingdom: code of practice 2000. Normativa sobre
la prevención de la tuberculosis 2002. Recomendaciones SEPAR. Nº 32. Ed. DOYMA.
339
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
No Sí
¿Contacto íntimo de
paciente bacilífero?
(3)
Realización de
radiografía de tórax
No Sí (4)
Quimio-profilaxis
primaria (6)
Individualizar
tratamiento infección Descartar
Repetir tuberculina en 6-8 semanas latente tras descartar enfermedad
enfermedad pulmonar pulmonar
tuberculosa (7,8) tuberculosa
Negativa Positiva
Continuar o iniciar
No tratar tratamiento infección latente
340
102. TRATAMIENTO DEL DOLOR ONCOLÓGICO
IDEAS CLAVE:
1. La morfina es el fármaco de elección para el dolor oncológico moderado grave:
escala visual analógica (EVA) > 7 (C).
2. En manos expertas la alternativa a la morfina es la metadona (C).
3. Una cantidad de 650 mg de ácido acetilsalicílico equivale a 30 mg de codeína y a
5 mg de morfina oral.
4. Los pacientes que estuvieran recibiendo codeína o tramadol, comenzarán con mor-
fina de liberación normal (MLN) 10 mg/4 horas. Si se omite el segundo escalón, la
dosis de inicio será de 5 mg/4 horas (C). A la hora de acostarse, para suprimir la
dosis de madrugada, se administrará una dosis doble (C).
5. Si el dolor no se controla, incrementar la dosis diaria total de morfina (DDT) en un
30% o 50% de la DDT. Cuando se controle el dolor, la DDT se administrará como
morfina de liberación retardada cada 12 ó 24 horas, según la opción elegida (C).
6. El fentanilo sólo está indicado si el dolor es muy estable, la intensidad apenas cambia
a lo largo del día, o no cambia entre el reposo y la actividad, y si hay riesgo de incum-
plimiento terapéutico, estando contraindicada en pacientes con dolor progresivo o
inestable (B).
7. Pautar MLN cada 4 horas, las primeras 12 horas desde que se pone el parche, y
tener en cuenta la existencia de analgesia las 12 horas siguientes tras la retirada
del mismo. La dosis de parche se va aumentando de 25 µg en 25 µg, y se retira
cada 3 días. Si fiebre, retirar el parche, ya que aumenta la absorción del fentanilo
por vasodilatación periférica. La sudoración excesiva produce una pobre adhesión
del parche. Fentanilo produce menor estreñimiento que morfina.
8. El dolor irruptivo es de inicio rápido, intensidad moderada grave y relativamente corta
duración. El dolor incidental es el subtipo más frecuente de dolor irruptivo. Se asocia
con incidentes de la vida diaria, como moverse, toser, orinar o defecar. Pautar siempre
tratamiento con MLN ("rescate") con la misma dosis que se administra cada 4 horas,
pudiendo repetir hasta cada 1 ó 2 horas si se da vía oral, o hasta cada 15 ó 30 minu-
tos si se da vía subcutánea. Si más de tres rescates al día, incrementar la DDT en un
30% o 50%.
9. El citrato de fentanilo oral transmucoso es efectivo para el dolor irruptivo en pacien-
tes estabilizados con morfina oral o con un opioide alternativo del tercer escalón
(A). Se necesitan más datos sobre seguridad, un uso clínico más generalizado y más
prolongado. Requiere titular la dosis.
341
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
10. Si al iniciar tratamiento con opioides aparecen náuseas y/o vómitos, pautar halo-
peridol, 15-35 gotas, los primeros 4-7 días de tratamiento y luego suspender.
Asociar siempre laxantes a los opioides.
11. Cuando el equilibrio analgesia-efectos secundarios no es el más apropiado, rotar
el opioide o rotar la vía de administración del fármaco (B). La Asociación Europea
de Cuidados Paliativos no recomienda rotar de opioide sin el consejo de un
experto.
12. La vía de elección es la vía oral, y la alternativa la vía subcutánea. La relación
morfina oral: subcutánea está entre 1:2 y 1:3. 20-30 mg de morfina oral es
equianalgésica a 10 mg subcutánea (C).
13. La neurotoxicidad inducida por opioides (NIO) está infradiagnosticada en la
actualidad. Incluye uno o todos los síntomas descritos en el algoritmo. No existe
ninguna prueba diagnóstica, por lo que se recomienda monitorizar estos síntomas
de manera sistemática a todos los pacientes en tratamiento con opioides.
14. En el dolor óseo por metástasis óseas, optimizar tratamiento con opioides. No se
recomiendan antiinflamatorios no esteroideos (AINE), siendo los corticoides el
adyuvante de elección.
15. En el dolor óseo localizado el tratamiento de elección es la radioterapia externa.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Centeno C, Bruera E. Tratamiento y prevención del síndrome de neurotoxicidad inducido por opioides.
Med Pal. 1999;2(6):56-66.
• Centeno C, Sanz A, Vara F, Bruera E. Metástasis óseas: manifestaciones clínicas y complicaciones. Un
tratamiento multidisciplinar. Med Pal. 2001;2 (8):100-8.
• Hanks GW, Cherny N. Opioid analgesic therapy. En: Doyle D, Hanks GW, MacDonald N. Oxford
textbook of Palliative Medicine. 2.ª ed. Great Britain: Oxford University Press; 1998. p. 331-55.
• Hanks GW, et al. Morfina y opiáceos alternativos para el tratamiento del dolor oncológico:
recomendaciones de la EAPC. Med Pal. 2002;1(9):22-9.
342
102. TRATAMIENTO DEL DOLOR ONCOLÓGICO
Buscar etiología:
Por infiltración tumoral (75%)
Secundario a tratamiento anticáncer (20%)
No relacionado con ninguna de las anteriores (5%)
343
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS para el MÉDICO DE FAMILIA
ÍNDICE ALFABÉTICO:
344
ESPECIALIDADES MÉDICAS
345