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Realizado por:

Diana Castillo
Anelim Cedeño
Andrea Cohen
Carmen Clavijo
Willy Quintero
Magdyu
Serrano
• Pérdida de su humanidad
•Aparece el miedo a la muerte
•Miedo al dolor
•Pérdida de la capacidad de
ordenar su vida.
•Se vuelven dependientes,
vulnerables y pueden ser
explotables.
Los médicos tenemos que considerar
siempre los derechos
de los pacientes terminales:

•El derecho a vivir hasta su último momento con sus máximos


potenciales personales.
•El derecho a vivir independientemente y en alerta, el derecho a
tener alivio de sus sufrimientos.
•El derecho a tener una adecuada información o rehusar a ella,
sobre su enfermedad.
•El derecho a ser atendido por profesionales que conozcan y sean
competentes en el manejo de estas etapas terminales.
•El derecho a ser el eje principal de las decisiones a tomar en su
etapa final de vida.
• El derecho a que no se mantenga el sufrimiento
indefinidamente para sostener sus funciones
vitales
• El derecho a hacer el mejor uso de su tiempo.
•El derecho a que sus familiares sean tenidos en
cuenta antes y después de su muerte.
•El derecho a morir con dignidad, tan confortable
y apacible como sea posible.
¿Cuál es la verdad?

“La verdad no implica situaciones de


conversaciones frías, técnicas o demasiado
concisas, sino más bien compasión y
estimulación de la esperanza”.
¿Estaré prolongando un sufrimiento, en
vez de aliviar una agonía? ¿Es adecuado
administrar tratamientos vigorosos
sabiendo que no van a ser efectivos?
El paciente debe morir con dignidad, lo cual
implica tranquilidad
del paciente y control emocional
de los familiares, capaces de identificarlo
como la persona de siempre
Existen dos principios que entran
en oposición cuando se discuten
situaciones vitales:
• Uno establece que se debe estimar
formalmente el balance entre
sufrimiento y felicidad cuando se
tomará una decisión de vida o
muerte.
•El segundo establece que la vida es
santa, dedicada o consagrada a
Dios.
La santidad y la calidad de vida son
parte de la ética médica pero entran en
conflicto, cuando por mantener el valor
de la santidad de la vida, se prolonga el
sufrimiento.
Etimológicamente expresa: Eu (buena), thanatos (muerte).

Poner fin a un sufrimiento exagerado


en un enfermo que no tiene
esperanzas de recuperación o que
padece una enfermedad incurable,
con casi nula calidad de vida

En nuestra legislación la eutanasia no


está permitida y el suicidio asistido es
pena criminal. sociedades ha sido
aceptada tales como en Holanda y
Bélgica.
Es crucial la comunicación efectiva del médico con
la familia y con el paciente terminal
Identificar entre los familiares la
persona que sea más adecuada para
llevar el peso de la atención

consideran la atención individual

La familia debe ser instruida en pautas


de actuación ante la aparición de
crisis, agitación y agonía, con el fin de
que tenga asumida la presentación de
un hecho esperado
La comunicación efectiva en los casos
de los cuidados paliativos es crucial
entre el paciente, los familiares y el
equipo multidisciplinario.
Anclados en:
Atraviesan 5 Yfases:
DEPRESIÓN RABIA
 Negación,
 ira,
 negociación,
 depresión
 y aceptación
La muerte puede repercutir en:
 lo afectivo,
 en lo económico
 y en lo material;
 en la ocupación del tiempo físico, del
espacio
En la fase de ira no es raro que se proyecte
ésta hacia médicos, sanitarios e instituciones,
haciendo muy difícil la relación con ellos

“Hay que entenderlo y no responder en espejo”


Le dicen que no se muera, no me hagas
esto, no puedo vivir sin tí, no te puedes
morir.
Esto carga de culpa al enfermo,
agrava su período de depresión y no le
permite llegar
A LA ACEPTACIÓN
En su fase depresiva se
repetirán pensamientos de
culpa

Cuando la enfermedad es
muy prolongada puede
desearse la muerte como un
alivio para el propio paciente,
pero cargado de culpa.
Debemos tener una actitud neutra y
acogedora, sin juicios de valor ni
culpabilizadores.
Es el estado emocional desencadenado a
raíz de la pérdida de un ser querido
En el duelo normal podemos encontrar
sintomatología como:
- sentimientos de culpa.
- síntomas somáticos, depresivos y ansiosos.
- irritabilidad y reacciones hostiles.
- identificación con rasgos o actitudes del difunto.
- temores hipocondríacos a padecer la misma
enfermedad.
Este duelo no complicado suele dar un síndrome
depresivo típico, con síntomas asociados del
tipo de la pérdida de apetito, de peso e
insomnio.
Las ideas de muerte se suelen limitar al deseo de
haber muerto en lugar de la persona querida, o
bien de morir con ella.
El duelo patológico o complicado puede presentar:
- reacciones tardías después de negación prolongada.
- hiperactividad sin sentimientos de pérdida.
- síntomas delirantes hipocondríacos de los que tenía el
paciente.
- ideas delirantes paranoides o de negación de la muerte
del ser querido.
- patología psicosomática.
- pérdida continuada de las relaciones sociales.
- depresión severa con síntomas de agitación.
- conductas autodestructivas
El tipo de duelo que se va a
desarrollar va a estar influido
por:
- La personalidad del sujeto.
- La relación con el fallecido: más
próxima; de tipo simbiótica y
dependiente o no.
- Historia de duelos anteriores.
- Edad del fallecido.
- El medio sociocultural.
- El que haya sido un proceso
brusco e inesperado, o largo y
previsible.
“El suicidio asistido, desde el punto de vista científico
y ético es reprobable. Nos oponemos a que un
médico participe de cualquier forma administrando
algún tipo de tratamiento que facilite la muerte”.
“una acción médica, centrada en
prolongar la vida del enfermo,
que puede ser
extraordinariamente cruel para el
mismo paciente, ya que significa
la prolongación de un proceso
irreversible, acompañado de
graves dolores y angustia”.
Ensañamiento
Eutanasia terapéutico

Decide adelantadamente Retrasa la muerte


cuando morir….!!! innecesariamente….!!!
Más allá de los consuelos humanos, reviste una importancia
fundamental la ayuda que le proporciona al moribundo la
fe en Dios y la esperanza en la vida eterna.
Noticia mal comunicada
Estas etapas deberían ser recorridas en orden, sin pasar de una a
otra si la anterior no acabó. El ritmo a seguir lo determinará el
paciente.
Preparar el entorno
- Revisión exhaustiva tanto de la historia clínica como las
pruebas complementarias.
Encontrar lugar tranquilo, privado que respete la intimidad
del “informado”
- -Preguntar al paciente si quiere estar acompañado
Antes de proceder a informar, averiguaremos qué sabe y
qué sospecha el informado, podemos utilizar preguntas
sencillas cómo ¿qué te han dicho?, ¿qué te preocupa? En
algunas ocasiones son incapaces de identificar cuál es el
motivo de su preocupación o simplemente no son capaces de
expresarlo por el estrés en el que se encuentra, intentaremos
poco a poco ir averiguando qué sabe.
En esta etapa se tratará de
concordar lo que quiere
saber el paciente y lo que
sabemos acerca de su
enfermedad.
Hay pacientes que se
niegan a ser informados, en
este caso se respetará la
decisión pero, ofreceremos
una nueva posibilidad para
hablar del tema
Una vez detectado lo que sabe y lo que quiere saber, se
procederá a dar la información, para ello, utilizaremos
lenguaje sencillo y conciso evitando, en lo posible, el uso de
terminología sanitaria intentando simplificar al máximo la
comprensión del mensaje.
Ante un corto pronóstico de vida o un diagnóstico funesto las
reacciones son muy diversas. Es importante detectar la
reacción que embarga al oyente tras escuchar la información,
si queda silencioso se puede intentar preguntar para que
hable y nos cuente las emociones
Llegados a este punto el oyente suele sentirse confuso,
abatido y preocupado por la información que acaba de
recibir, se intentará demostrar al paciente que estamos de su
lado, que vamos a apoyarle durante todo el proceso
El comunicador analizará los sentimientos y actitudes que ha
experimentado durante el encuentro (huída, angustia,
ansiedad, miedo...). Esta reflexión ayudará a identificar
sentimientos y permitirá mejorar en el desarrollo del la
profesión

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