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Índice
Introducción……………………………………………………………………………5
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Capítulo XXIV: La representación electoral de las minorías…………………………65
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Capítulo XLIX: Los Pactos de la Moncloa……………………………....….………160
Bibliografía……………………………………………………………………………196
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Introducción
Sin olvidarme de recordar los valores del incipiente “Estado liberal de derecho”, el
cual derivaría posteriormente al “Estado democrático de derecho” y terminaría en el
hoy por hoy “Estado social y democrático de derecho”. Como la necesaria separación
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de poderes ideada por Montesquieu, líneas que debían separar nítidamente al
ejecutivo, del legislativo y el judicial, las cuales se han ido difuminado muy lentamente.
Con un legislativo controlado por el ejecutivo, y ¿un judicial? Panorama en el que se
mancillan reiteradamente derechos fundamentales, inalienables al ser humano, como la
presunción de inocencia. Por otro lado aquel anhelo liberal que aspiraba a mostrar
un sistema jurídico ordenado, que favoreciera la seguridad y posibilitara que su
destinatario supiera a qué atenerse en cada momento, se encuentra desbordado.
Calculándose que en España coexisten 100.000 leyes y reglamentos, a lo que hay que
sumar las normativas europeas de ejecución directa, configurando una telaraña de difícil
comprensión y entendimiento y todo gracias a esa absurda “reglamentitis” que aqueja
a nuestros gobernantes. Haciendo realidad lo vaticinado por Frédéric Bastiat en su obra
“lo que se ve y lo que no se ve”. En la que el autor asevera que los efectos de la
intervención estatal no son inmediatos, sino que suelen aflorar a largo plazo,
desvirtuando normalmente la intención inicial.
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Instando a ejecutar cuanto antes la proclama de Antonio Maura, destacado
político regeneracionista de la Restauración, “La Revolución desde arriba”: “(…)
más que nunca es ahora necesario restablecer aquella ya casi olvidada, de tiempo que
ha que fue perdida, confianza entre gobernantes y gobernados; y ya no hay más que un
camino, que es la revolución (…) desde el Gobierno (…). Nunca habría sido fácil la
revolución desde el Gobierno, nunca habría sido recomendable, si hubiera podido
dividirse la facultad y esparcirse la obra en el curso del tiempo; pero cada día que
pasa, (…), es mucho más escabrosa, mucho más difícil, y el éxito feliz mucho más
incierto; y no está lejano el día en que ya no quede ni ese remedio (…)”.
¿Serán capaces nuestros gobernantes de acometer las perentorias reformas que requiere
ineludiblemente nuestro Estado? ¿Abriremos al menos el debate? ¿O continuaremos con
la política del avestruz? Yo prefiero pensar que queda, aunque sea, una nimia esperanza,
y que más pronto que tarde seremos conscientes de la exigencia del cambio, pero no de
color político, sino de estructuras y fundamentos. Porque como aclamara Adolfo Suárez
en las Cortes, el 9 de Junio de 1976, parafraseando al celebérrimo poeta Antonio
Machado:
Sin más, espero que disfruten, tanto como yo al escribir esta novela, de su lectura.
Y quizás, quién sabe, nuestras humildes deliberaciones nos conduzcan a construir
un pensamiento colectivo que contribuya, aún incipientemente, a la mejora de
nuestra sociedad. Pues hay quien asevera que las utopías del ayer, siempre son las
realidades del mañana.
Ibiza Melián
“Historias de un pueblo”
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Capítulo I: Las fiestas patronales
Resulta, según se mire, bastante gracioso o triste. Si el que te empleaba antaño, ahora ya
no estaba, de omnipotente prohombre cubierto de máximas virtudes pasaba a criatura
monstruosa a la que se le atribuyen todo tipo de males. El poder de transformación que
conferían los lisonjeros superaba a cualquier leyenda mitológica.
Gracias a supuestos intereses, los enemigos de ayer eran casi hermanos hoy.
Aunque para mantener en cierto grado las apariencias, procuraban no dejarse ver juntos
en demasía. Olvidando injurias vertidas en otros tiempos contra propios y extraños,
contestadas en aquel momento a modo de promesas eternas, consistentes
básicamente en jamás otorgar el perdón. Esa clásica ristra de estridentes
grandilocuencias que se lanzan al viento y que la brisa erosiona con suma facilidad. Hay
quien cuenta incluso que en estas historias siempre cohabita un padrino, y como tal es
mentado reiterativamente por sus favorecidos.
Y allí estaban ellos en el centro de la plaza con exagerados y falsos abrazos. Hipocresía
en estado puro. Con conversaciones huecas y vacías, repletas de subliminales mensajes.
Quedando delatados inevitablemente por su lenguaje no verbal. Mientras hablaban del
tiempo se frotaban las manos, relamiéndose ya por los pingües beneficios. Se tocaban la
oreja o nariz, trasladándole por consiguiente al receptor la emisión de una burda mentira
más. Total, entre tantas, de seguro que pasaba desapercibida.
Poco a poco se fue yendo la gente. Y allí de pié, pensé en lo que hace años me dijo un
buen señor: “para lograr abrirse paso en un sitio, se ha de conocer primero lo que hay
alrededor del camino”. Y ahora afirmo que este lugar tiene todavía mucho que
enseñar y mostrar. Una historia subyacente repleta de: odios, desilusiones y
confabulaciones.
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Capítulo II: Una más de caciques
En este ambiente se mueve mi pueblo, al que año tras año degradan un poco más.
Donde los condenados por la justicia, manejan los resortes de una deleznable política
clientelar. Aupando a sus apadrinados al poder público y organizacional, en pro de
continuar sosteniendo su entramado particular. Al que se suman allegados y ajenos,
buscando lograr para sí toda clase de favores. El egoísmo en estado sumo: nada importa
las penurias que pasen el resto de conciudadanos, si en algo ellos salen beneficiados.
Una especie de “Sodoma y Gomorra” renacida cual ave Fénix de la España más
profunda y cañí.
Por cierto, ahora caigo en la cuenta, de que llevamos un largo rato conversando, mas no
me he presentado. Me llamo Pedro Gutiérrez, pero mis amigos me llaman Pedrín.
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Vivo en una pequeña circunscripción de la Comunidad Castellano Manchega. Donde el
ocre de las llanuras se confunde con el azul turquesa del cielo. Hermoso rincón de
nuestro territorio patrio, mayormente caracterizado por su desbordante hospitalidad.
Soy un joven pastor de ovejas, orgulloso como ninguno de su profesión y raíces. Para
más reseñas elaboro un queso excepcional, que conste que no es publicidad, sólo pura
realidad, jajajajaja. Más adelante, si así lo desean, los invitaré a un pedazo de este
riquísimo manjar para que lo puedan comprobar. Ya sé lo que me van a contestar: que
no tengo abuela. Sin embargo, es la verdad, puesto que por más que lo intente estoy
incapacitado para la falsedad. Mis amigos se ríen de mí porque aseguran que no sé
poner cara de póquer, resultándome por ello harto difícil encontrar pareja para jugar a
las cartas en el bar municipal.
Bueno, que nos perdemos. El lugar donde resido recibe el nombre de Matahambre,
si bien, paradójicamente, aquí nadie mata el hambre. Es uno de esos lares donde a
pesar de encontrarse inmerso en pleno siglo XXI, concretos y supuestos ilustres señores
aún muestran comportamientos propios del XIX.
A partir de ahora, si me lo permiten, les voy a narrar las venturas y desventuras de este
pueblo. Vaticinando, en este preciso instante, que con él muchos de ustedes incluso
lleguerán a sentirse especialmente identificados.
Os dejo por hoy, que mis ovejas a estas horas han de estar pensando que las quiero
abandonar. Y nada más lejos, estimándolas soberanamente por su franca autenticidad.
Cosa que, con los tiempos que corren, no me arriesgaría a aseverar de los demás.
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Capítulo III: Moción de censura en Benidorm
El viento se colaba por los resquicios del tejado, recreando un ensordecedor sonido
similar a un vendaval. Pero allí estaba él impertérrito, como cada noche junto al fuego.
Sentado en su perenne silla de ruedas, a la que estaba atado desde hace ya una década o
más, cual jaula de cristal que jamás podrá abandonar. Noche tras noche esperaba
ansioso a que regresara de pastorear, para que le leyese las noticias aparecidas
durante el día en los diferentes medios.
Y es que mi padre pertenece a una época ya pasada. Curtido por los miedos de la
infancia, la hambruna de la guerra, por los odios fratricidas de una España
dividida,…Desde muy joven se quedó huérfano, teniendo que trabajar a muy temprana
edad con tal de subsistir. Sí, como tantos otros coetáneos de su mismo periodo, no
sabe leer ni escribir. Si bien mantiene unos pensamientos claros y congruentes como
ninguno, rebosantes en ciertos instantes de suma brillantez, propios de la experiencia y
el sufrimiento de su niñez. Por lo que las tertulias políticas en mi casa se suceden con
bastante asiduidad. Lo han adivinado, Pedro se llama él también.
Es más, les cuento. El Ayuntamiento de mi pueblo, uno como tantos otros del territorio
nacional, ya ha cambiado de manos en esta legislatura cuatro veces. Apoyando a varios
tránsfugas representantes de los partidos que ahora mismo se tiran los trastos a la
cabeza, a razón de la hipotética moción de censura planteada en Benidorm. Incluso,
me dijo mi tío Juan, un abogado del Estado jubilado, que el artículo 73.3 de la Ley
57/2003, de 16 de Diciembre, de medidas para la modernización del gobierno local,
establece lo siguiente: “(…) Los derechos económicos y políticos de los miembros no
adscritos no podrán ser superiores a los que les hubiesen correspondido de permanecer
en el grupo de procedencia (…)” Cosa a la que han hecho igualmente caso omiso,
endosándose el transfugado tres o cuatro puestos más.
El tránsfuga por lo normal es aquel individuo que un día te jura y te perjura que jamás te
abandonará, para acto seguido desaparecer con el firme propósito de a otro alcalde
proponer. No sin antes registrar la moción censurante, la cual suelen firmar en una
notaría del extrarradio, por eso de mantener la intimidad y alevosía exigidas. Durante
diez días hábiles, más los festivos que se encuentren entre ellos, se esconden en un
paradero desconocido, ilocalizables para familiares y amigos. No vaya a ser que
perturben su concentración excepcional, requerida para que en el pleno convocado
transcurrido el plazo estipulado levanten la mano y no chafen el plan por un iluminado
trazado. Y donde yo vivo de esto mucho sabemos, ostentando tan penoso récord, me
atrevería a decir que del planeta entero. Amén de meritorias repúblicas bananeras en
ejercicio.
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Siendo ello de fácil comprobación, simplemente con pedir un acta a la Comisión
Nacional del Pacto Antitransfuguismo. Si algún día los periodistas hicieran esto,
lograrían publicar un jugoso artículo con el que a más de uno pondrían colorado, en
cuanto a su hipocresía y tremenda desfachatez. Pensándose otra vez, el no esgrimir nada
cuando ellos mismos presuntamente alientan y fomentan este tipo de actos. Cobijando
bajo sus siglas a militantes que acceden a sus cargos públicos mediante tránsfugas ya
declarados. Por lo que consecuentemente una vez estén debidamente informados y el
hecho comprobado vía certificación de la Comisión, están obligados a expulsar a esos
miembros con inmediatez. Y alguien me dirá, que el castigo pertinente provendrá de los
Estatutos por los que se rija la organización afectada. No obstante, los mencionados
textos “son como el chicle bazooka, que si lo estiras siempre te toca”. Es decir, que se
interpretan dependiendo de la ocasión y del personaje en cuestión.
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Capítulo IV: El pueblo lentamente se quedaba vacío
La tetera comenzó a silbar, avisándome de que el té estaba listo. Mi cabeza daba vueltas
tras la pesarosa noche. La cual estuvo repleta de sueños que se intercalaban fugazmente
entre enigmáticas sombras y susurros. No podría precisar con exactitud las imágenes
que en mi mente recreé, aunque soy consciente de que me alertaban de un inminente y
nefasto augurio.
Le noté que no sabía como empezar. Su mirada era ausente, sin posarla en un sitio fijo.
Sin embargo, lentamente las palabras brotaron de su boca, cual río deseoso de
desembocar pronto en el mar. Y lo soltó. La próxima semana partiría de
Matahambre, dejando en el pueblo a sus familiares y seres más queridos.
Tornándose vocablo a vocablo aquella conversación en una triste y amarga despedida.
La cuestión es que hace años mantuvo un fuerte enfrentamiento con el Alcalde anterior,
para más señas hoy condenado por prevaricación. Quien desató sobre ella y sus
allegados la furia de los más oscuros resortes del poder. El ex-regidor quería eliminarla
fuese como fuese del panorama municipal, ya que su presencia le resultaba
tremendamente molesta. Principalmente porque hipotéticamente podría desentrañar sus
corruptelas y entramados, e instigar a la población para que modificasen su opinión
sobre tan siniestro señor. Sujeto que se mostraba ante los vecinos como padre
benevolente y protector, disponiendo a su antojo de la corporación local a cambio de
unas cuantas migajas de pan.
Golfi, se llamaba el ex-primer edil. En sus tiempos mozos fue camarero. No pasando
sus estudios del graduado escolar. Aunque, durante sus 8 años en el cargo, supo amasar
una enorme fortuna, invirtiéndola rápidamente en lejanos países. Él justificaba que su
capital provenía de su maestría empresarial al frente de un pequeño local de venta de
tuercas y tornillos. Opinando Luis y Libertad que si eso fuese cierto, harían bien en
declararlo Doctor Honoris Causa en Ingeniería Financiera. Incluso nominarlo para el
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premio Novel quizás, por ser capaz de obtener la máxima rentabilidad a un producto
con tan escaso margen de beneficio.
No obstante, cuanto más se recrudecían las disputas entre Golfi y Libertad, más
presiones recibían los clientes de “Gestoría la Verdad” para que desistieran de su
apoyo a la entidad, amén de sufrir dilataciones en sus futuros trámites burocráticos, o
bien cualquier sanción o penalización. El objetivo era dejar a la ilusa concejal sin pan
que echarse a la boca, en pro de abocarla a emigrar. Empujándola sutilmente a que
buscara en otras tierras la paz, tranquilidad y el bienestar de los suyos. Cualquier acto
valía con tal de que continuara Matahambre en las garras de los que siempre habían
manejado sus hilos. Y finalmente esto que tanto ansiaban parcialmente lo habían
conseguido. Luis se marchaba a Mallorca para trabajar en la administración de un
hotel en la ciudad de Palma, la capital insular, ante la imposibilidad de aquí
encontrar puesto alguno para él. Ya que Golfi en la comarca lo había vetado,
mediante coacciones y amenazas tanto en el ámbito público, como privado.
Rendido y con la triste pena enquistada en el corazón, me decía adiós entre sollozos y
quejidos. Encomendándome encarecidamente cuidar de su amada Libertad, su
bien más preciado en este mundo. La brillante luz que ilumina su camino, por la
que merece la pena luchar hasta el final, cumpliendo así su destino.
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Capítulo V: Una economía con pies de barro
Ya en el coche, mientras nos dirigíamos hacia la casa de mi padre, pues esa noche
teníamos cena familiar, irrumpió a llorar desconsoladamente. Culpándose de lo
ocurrido y preguntándose si no podía comportarse como los demás. Era tan simple
como callarse y mirar para otro lado. Transformarse en un ser carente de empatía,
ajeno a las injusticias y capaz de relegar al olvido la verdad. Total a quién le podría
importar la cruda realidad.
El olor de las migas llegaba hasta la puerta. Servidas en una reluciente cacerola
colocada sobre la mesa. Durante gran parte de la velada nos limitamos a
contemplarlas cabizbajos, atados con los lazos de nuestros profundos pensamientos
a las sillas. Mirando con ojos aguados tan legendario plato de nuestra gastronomía
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tradicional. Era como si un ángel hubiese pasado en esos momentos. O así lo define al
menos la creencia popular a este insólito hecho acaecido en el seno de la familia
Gutiérrez, caracterizada por su habitual locuacidad. Llevándose con él los ruidos y
quejidos de este mundo terrenal.
Fue mi tío Juan, el abogado jubilado del Estado, padre de Libertad, el que fuera esposo
de la única y difunta hermana de mi padre, Clara se llamaba, quien se aventuró a
romper el hielo. Conversando al respecto de la situación de la economía nacional.
Y es que España ya se acerca al 20% de paro. Hay quien vaticina incluso que
superará el 22% en no demasiado tiempo. Por si esto fuera poco, aseveran que será a
partir del 2013 cuando factiblemente comencemos a crecer a un rito del 2%. Lo que
significaría que atendiendo a lo ocurrido en otras épocas, será en ese instante, y no
antes, cuando se empiecen a crear nuevos empleos. Restando por delante un duro
periodo de no saber lo que va a pasar, dominado por la incertidumbre de si a ti también
te podrá tocar. Verte con una carta de despido en la mano después de tantos años
trabajados.
Una economía cual barco que pareciera que navega desorientado. No transmitiendo su
timoneo la seguridad y confianza requeridas. Propiedades indispensables para
reactivarla mediante el empuje de la actividad empresarial y el consumo. Pilares
fundamentales sobre los que se sustenta la riqueza en cualquier lugar del mundo. Y es
que si resulta más fácil abrir un negocio en Zimbabue que en España, escasa
credibilidad al inversor emitimos. Lo que merma nuestra competitividad y capacidad de
reacción ante un eventual ciclón como el que atravesamos hoy.
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Y de los hidrocarburos tampoco nos olvidamos. A veces pareciera que desconocemos
que los medios de locomoción se mueven con combustibles. Imprescindibles para
transportar las mercancías también de primera necesidad. Con lo que la cesta de la
compra inevitablemente se encarecerá unos cuentos céntimos más.
Por otro lado el Banco Central Europeo amaga en el 2010 con incrementar el
Euribor, mayormente debido al buen funcionamiento de otros países que se encuentran
dentro de la zona euro. Buscando con ello evitar que se repita un nuevo ciclo de
inflación, recesión, deflación. Si este hecho se llegase a producir, aquel que tenga
una hipoteca firmada se encontrará inmerso una vez más en una renovada
pesadilla como la de años atrás. Ya que la diferencia entre los sueldos que se perciben
y la cantidad del recibo a abonar a la entidad financiera correspondiente, consumará la
peor fatalidad, que muchos finalmente pierdan su vivienda habitual.
Por cierto, ¿quién era el que afirmaba que el IRPF no se tocaría? Quizás no el
gobierno central. ¿Pero y los regionales? ¿Estamos verdaderamente convencidos de que
no lo harán, mostrando déficits tan elevados como los actuales?
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Capítulo VI: Las facturas municipales
El camión de limpieza del ayuntamiento lavaba lentamente las calles del pueblo. A esas
horas el adoquinado de las aceras, a pesar de su opacidad, se mostraba sorpresivamente
reluciente. El olor de los almendros impregnaba el aire. Cantando los gallos su perenne
letanía anunciando que el nuevo día pronto comenzaría.
Manuel limpiaba la barra vacía. Y es que tan temprano la única compañía factible era
la amena conversación que tan alegremente compartía este entrañable hostelero con sus
escasos madrugadores clientes. Le dije lo que quería y mientras esperé a que me lo
preparase Soledad, la taciturna cocinera del bar municipal. Cuando de repente el
cantinero se soltó a hablar:
-“Estoy harto Pedrín, de tanta hipocresía. Si esto sigue así, yo también dentro de poco
cerraré”.
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-“Te acuerdas de Miguel, el del taller de enfrente. Al igual que hizo con Luis, Golfi lo
ha vetado. Y cómo siempre todos sus órdenes se han tragado. Por lo que en breve nos
abandonará. Avocado a buscar en otro sitio su sustento.
A mí como no les río las gracias, los recibos de lo que aquí han comido, tardan hasta
un año en abonarme. Después se jactan en decir que pagan en 60 días. No obstante, el
truco está en que el periodo que cuentan de cara a la galería es desde que se aprueba
el gasto por Junta de Gobierno, pasando la autorización posteriormente a tesorería. Si
bien desde que yo presento el cargo hasta el instante de pagarme, transcurren
habitualmente varios meses. Ocasionado porque lo debido es por el máximo regidor
retenido en intervención, alegando que no está conforme con el importe u otra tonta
razón. Obligándote a desplazarte hasta su despacho, con el propósito de humillarte y
recordarte de quién en el pueblo manda.
¿Cómo es posible que si yo quiero montar una fábrica, por poner un ejemplo, sea el
alcalde quien me reciba y me transmita verbalmente la oportuna autorización? Lo
coherente sería que el departamento técnico y jurídico fuera el que revisara las
instancias presentadas, informando si cumplen o no con el reglamento vigente. Golfi,
no era abogado, ni arquitecto, y a parte de marrullerías, pocas cosas sabía. El que está
ahora se mantiene en la misma corriente, fiel a su maestro protector, para más señas
cómplice en sus fechorías y sentado en el sillón gracias a los transfugados. Amén de
que fue el menos votado en los comicios pasados. Puesto que no resultaba apropiado
que Golfi se presentase al estar condenado por prevaricación.
Hoy leí en el periódico que el tiempo estimado para abrir un negocio en España es de
47 días, necesitando rellenar 10 documentos. Frente a las 10 jornadas de Singapur,
donde se requieren exclusivamente 4 impresos. Si analizamos lo que ocurre en
Matahambre ni te cuento. Que si revisaran los expedientes consistoriales con grandes
sorpresas se toparían.
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actual, por la del city-manager. Es decir, ponen a un profesional al mando, y limitan la
capacidad de decisión de los políticos. Evitando cambios continuos en las medidas a
ejecutar. Por lo demás motivando la labor del funcionariado. Valorándose para cada
vacante no sólo los datos académicos, sino los laborales y cualidades personales: don
de gentes, trabajo en equipo, aptitud para la resolución de conflictos,…Donde se cubre
exclusivamente el puesto necesitado y ni uno más. Ya que entienden que es el tejido
empresarial el que genera riqueza y empleo, siendo ahí donde los ciudadanos han de
ser contratados. Relegando con ello la abominable práctica política de estos lares: un
puesto a cambio de un voto. Que a lo único que conduce es a subir los impuestos en pro
de mantener tan colosal entramado, y que ahora queda evidenciado al no disponer de
las entradas que anteriormente provenían de las licencias de construcción concedidas”.
Manuel me dio los churros y las porras. Con la bolsa en la mano caminé con paso
firme, dirigiéndome a la casa de mi prima Libertad. Apesadumbrado por las
desgracias de una comarca que cada vez retrocedía más en lo andado. Trágico
hecho mayormente propiciado por las absurdas caciquerías de un grupo de
desalmados.
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(Joaquín Sorolla y Bastida 1863-1923)
“Una nube sombría lo envolvió todo. Era la noche. El frío de la noche helaba mis
versos. Quise salir violentamente del horrible cementerio. Quise refugiarme en mi
propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de deseos.
¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Qué
dice? Leamos ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso letrero! ¡Aquí yace la esperanza!
¡Silencio, silencio!”
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Y en aquel preciso instante se despertó. Alcanzando a pronunciar tan sólo un tímido:
“buenos días”. Su rostro parecía cansado, vencido por las largas horas de vigilia
pasadas en soledad. Con la única compañía de las páginas rubricadas por distintos
autores liberales, que en la mayoría de los casos hace mucho que este mundo
abandonaron. Buscando insistentemente entre sus hojas una respuesta a las numerosas
afecciones que castigan a nuestro pueblo.
Frente a ella, colgado sobre la chimenea el cuadro que la inspiraba, y del que
sacaba fuerzas para proseguir en su ardua lucha: “Sol de la Tarde”. Pintado por
Joaquín Sorolla y Bastida en 1903 y que representa el inicio de la madurez pictórica
del genio valenciano. Donde sobresalen las figuras de rudos hombres por su trabajo
curtidos, que pelean con un mar embravecido. Ciudadanos anónimos, que crean con su
sudor la verdadera historia del pueblo español.
Litografía que le regaló su madre, cuando aún era una niña. Cuya obra original,
perteneciente a The Hispanic Society of America de Nueva York, estará expuesta desde
el 1 de Octubre hasta el 28 de Enero en el Centro Cultural de Bancaja en Valencia.
Junto a los impactantes murales de “Visiones de España”. Después de cosechar un
colosal éxito en el Museo del Prado.
Y es que Clara, su progenitora, sintetizaba a las dos Españas. Una negra, repleta de
chismes y supersticiones, corroída por la envidia, “la carcoma del alma española”,
como así la definía Unamuno. Y otra blanca, liberal, que ansiaba lanzarse a los brazos
del progreso, esperando enterrar algún día su más oscuro pasado, para con ello sus
sangrantes heridas cicatrizar. No buscando encontrar culpables, sino simplemente
olvidar. Mas quedándose con el aprendizaje proveniente de los errores que en otras
épocas cometió.
O como José Ortega y Gasset manifestó: “Una España que se obstina en prolongar los
gestos de una edad fenecida. Y otra vital, sincera, honrada, la cual estorbada por la
otra, no acierta a entrar de lleno en la historia.”
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problemas que aquejaban a la sociedad del momento y que tan magistralmente supo
describir en sus novelas. Recordadas por todos gracias a las populares series televisivas
de los 70: “Cañas y barro” o “La barraca”. Actuando en esta última una jovencísima
Victoria Abril.
Y es que ella eligió el nombre de Libertad para su hija, tras conmoverse leyendo
un artículo del autor. En el que se mencionaba a un aeroplano, el cual con este término
también era llamado. Cuya misión estribaba en aterrizar cuanto antes en nuestro país.
Solicitando el literato a través de las palabras impresas la colaboración de los
españoles para lograr tan noble causa. Quedando intensamente prendada de una frase
que este ilustre personaje pronunció en dicha ardiente soflama:
-¿Tienes derecho, egoísta –me decía una voz interior- a permanecer impasible viendo
la anormalidad en que vive tu país, como si fueses un hombre sin patria?...
Preparé la mesa, depositando los churros y porras en una reluciente fuente que encontré
en la alacena de la vieja cocina. En unas blancas tazas serví el chocolate caliente.
Sentándonos a las 09:00 en la mesa para desayunar. Mas Libertad continuaba
ausente. Su cuerpo presente, sin embargo, su espíritu se había quedado en la
estación. Anclada en el segundo en el que su amado Luis le dijo adiós.
Permaneciendo, cual cuerpo astral, de pie junto al andén, triste y sola. Así como
Matahambre cada vez más vacío y frío.
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Capítulo VIII: Un 70% de fracaso escolar
Recogí la mesa. Tornando Libertad a su sillón y sus libros. Cual espíritu errante se
volvió a sumergir en sus más profundos recuerdos. Albergando la incipiente
esperanza de encontrar un pasaje escrito que le mostrara el modo de expiar su pena.
Cerré la puerta y la dejé allí. En aquella casa solariega de paredes blancas, salpicada
de coloridas flores que cubrían casi por completo su fachada. Aunque hoy algo era
diferente en el ambiente. Depositados en la acera multitud de pétalos que anunciaban
que el otoño ya estaba aquí, y con él las interminables tardes de lluvia con sus nubes
grises.
Buenos días le dije, a lo que me respondió contrariado: “serán para ti”. Fue
entonces, tras semejante contestación, cuando le inquirí por lo que le pasaba. Iniciando
el sempiterno docente un encendido alegato:
-“¿Sabías Pedrín que en este pueblo el 70% de los adolescentes abandonan la escuela
antes de terminar cuarto de la ESO? Se marchan sin un mínimo título bajo el brazo.
Su única aspiración estriba en que por medio de Golfi en el Ayuntamiento sean
contratados.
Y es que a veces pareciera que nadie comprende que los organismos públicos se
mantienen de los impuestos que abonan las personas físicas o jurídicas. Si no existe
actividad empresarial escasos recursos se podrán ingresar en las arcas municipales.
Con lo que consecuentemente el consistorio se verá obligado a reducir plantilla y
servicios. Mermando nuestra calidad de vida local.
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Mas llegados a este punto. Algunos políticos iluminados optan por subir los ya de por
sí elevados impuestos, gravando abusivamente las propiedades que tantos años nos ha
costado pagar. Pequeño patrimonio que uno espera algún día legar a sus hijos y que a
este paso dejaremos inevitablemente por el camino. Provocando con ello que se pongan
más viviendas a la venta, lo que altera el libre mercado. Ocasionando rápidamente una
mayor caída de precios al existir más oferta de la que se demanda. Disipándose en un
instante los frutos de décadas de ardua labor, de sacrificios: sin años de vacaciones,
sin fines de semana de cine, sin cenas románticas, o utilizando la misma ropa
temporada tras temporada. Lo que previamente se cuantificaba en 300.000 en este
momento ya no vale ni 100.000€.
Aún así Golfi y los suyos prometen colocar en el Ayuntamiento a todo aquel que su
apoyo les quiera dar. Gastos que sufragarán incrementando la tributación, con especial
incidencia en el Impuesto de Bienes Inmuebles. Aplastando más las posibilidades del
sufrido contribuyente. Invirtiendo en viajes y agasajos. Y quitando de las partidas
dedicadas a educación. Que cuanto menos sepa el pueblo más fácil resultará su
engaño. Y para cuando esos jóvenes de hoy, que disponen de un sueldo en el bolsillo
cada mes para en diversos menesteres gastar, alcancen los 25 y se den cuenta del
camelo, ya será demasiado tarde. Quedándoles a partir de ahí una larga vida por
delante repleta de penurias y lamentos.
¿Y Golfi dónde estará? Riéndose en tierras lejanas de la enorme fortuna que logró en
una comarca donde él se quedaba el pan, a cambio de regalar exiguas migajas
esporádicamente a determinados vecinos. Mientras en Matahambre lloraremos de lo
mucho que hemos perdido.”
Ya era la hora de almorzar y caminé calle abajo hacia mi casa. Meditando sobre las
amargas palabras de Benito, el maestro krausista. Sin tampoco olvidar la historia de
Miguel o Manuel ó inclusive la de Luis y su amada Libertad. Ni tan siquiera la de la
taciturna Soledad.
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(Manifestación de sufragistas en la ciudad de Nueva York)
Fue uno de aquellos niños de la guerra. Huérfano desde su más tierna infancia. A
su madre nunca la conoció, pues murió en el mismo momento del parto. De su
padre jamás supo su identidad. Criado por sus abuelos, junto a su hermana gemela
Clara, a la que inmensamente idolatraba. A ninguno de los dos nadie les enseñó a
leer ni escribir en su niñez, ni tan siquiera a contar. Pues Pedro debía arar las tierras de
Don Oprobio, el amo y señor de la finca donde habitaban. El que fuera progenitor del
actual Alcalde. Mientras Clara cosía en su casa a cambio de unas míseras monedas.
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Pero no sólo propició la instauración del denominado voto femenino, sino que luchó
denodadamente por la igualdad legal de los hijos dentro y fuera del matrimonio. En
definitiva por una España más justa y equitativa. En su primer libro, editado igualmente
en 1931, “El derecho de la mujer”, ya preconizaba: “El siglo XX será, no lo dudéis, el
de la emancipación femenina…Es imposible imaginar una mujer de los tiempos
modernos que, como principio básico de individualidad, no aspire a la libertad”.
Y como ella, mi tía, ya a avanzada edad, gracias a su esposo Juan, inició sus estudios.
Licenciándose en Derecho muchos años después. ¿Quién sabe si el espíritu de
superación de Clara Campoamor de ella se apoderó, conectando místicamente con
sus pensamientos y su mente? Para terminar enraizando poderosamente en el alma
de su hija Libertad.
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(Montesquieu 1689-1755)
Frente al plato, entretanto rebañaba con el pan los últimos vestigios de tan
exquisito manjar, retornaron a mi mente las quejas de Benito. El eterno maestro
krausista del “Instituto de Educación Secundaria Manuel Bartolomé Cossío.” Su
hondo penar por una juventud obnubilada por las promesas de dinero y diversión
sin esfuerzo que Golfi les planteaba. Y como ciertos políticos, ante el escalofriante
dato de un 70% de fracaso escolar, no barajan como factible solución la de incentivar y
desarrollar el vigente sistema educativo. Partidas que probablemente en los próximos
presupuestos se verán significativamente mermadas. Mas al contrario, se inclinan por
sugerir a los padres que no trabajen tanto, en pro de cubrir las deficiencias en materia
cultural de los niños.
28
De seguir el consejo ¿cómo pagarán los progenitores las elevadas hipotecas suscritas
años atrás con los bancos al no disponer de dos sueldos en el hogar? Y si no viviesen en
régimen de propiedad sino de alquiler, tampoco cuadrarían sus cuentas. Pues si
finalmente los Ayuntamientos elevan la contribución, lógicamente el casero repercutirá
su desembolso en las mensualidades de los recibos que el inquilino ha de abonar. Sin
contar el descalabro que el alza de los mencionados Impuestos de Bienes Inmuebles
acarrearía al sector inmobiliario, al lanzar consecuentemente más oferta al mercado, de
por sí colapsado. Numerosos inmuebles puestos a la venta por propietarios vencidos,
incapacitados para hacer frente a tal magnitud de dispendios surgidos. Ralentizándose
más si cabe las transmisiones, al encarecerse además las casas 2.000 € de media con la
reciente subida pretendida por el Gobierno central del IVA.
Cuando Golfi ostentaba el cargo de máximo regidor lo escuché decir una vez por
“Radio Vecindad”, que aquí no requeríamos de nadie de fuera del lugar para nuestros
problemas arreglar. Puesto que ya poseíamos la suficiente sapiencia para resolverlos por
nosotros mismos. A tenor de una conferencia sobre derechos y libertades que Benito
organizó en la Biblioteca municipal, invitando como ponente al más importante filósofo
liberal del momento. Replicándole inmediatamente el docente al alcalde, después de
quedarse espantado con las desafortunadas declaraciones radiadas: "Todos somos muy
ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas." Parafraseando
a Albert Einstein, el que fuera cofundador del Partido Liberal Democrático Alemán y
Premio Novel en 1921.
Mostrando esta actitud de Golfi un nulo compromiso con otra mítica frase esbozada por
el físico artífice de la teoría de la relatividad: “La libertad política implica la libertad de
expresar la opinión política que uno tenga, oralmente o por escrito, y un respeto
tolerante hacia cualquier otra opinión individual.”
Cuanto más recuerdo aquel episodio, más lamento que poco a poco hayamos ido
distorsionando el Estado Liberal ideado por Montesquieu a mediados del siglo XVIII.
Sustentado en la división de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Concebido en pro
de obtener el máximo equilibrio, y no conferir a un solo hombre o grupo, los designios
de nuestra sociedad. Porque los humanos, somos seres terrenales, dotados de defectos y
29
virtudes. Los Mesías o iluminados que todo afirman lograr, se esconden bajo el manto
de una absurda quimera. Ya que es al pueblo unido al que le debemos los grandes
cambios conquistados por la humanidad desde el comienzo de nuestra era, y a nadie
más.
30
Capítulo XI: El código ético krausista
Sus orígenes se remontan a las teorías del filósofo idealista alemán, Karl Christian
Friedrich Krause (1781-1832). De las cuales se hizo eco el jurista español Julián Sanz
del Río alrededor de 1840. Tras leer un libro, traducido al castellano, escrito por
Heinrich Ahrens, uno de los discípulos de Krause. Texto que recogía el manual docente
del Curso de Derecho Natural que Ahrens había impartido en la Sorbona en 1833.
A partir de ahí Julián Sanz del Río esboza un ideario de fuerte componente moral,
que da a la razón el predominio sobre todas las cosas. Sin negar la vertiente
mística, pues cabe reseñar que el jurista era profundamente católico. Sin embargo,
afirma que sólo a través del conocimiento y la ciencia podrá avanzar nuestra
sociedad. Relegando las creencias religiosas al ámbito privado. Consagrando la
sinceridad y la honradez como valores fundamentales de la conducta humana.
Concibiendo un hombre de fuertes principios. Uno de sus postulados, que quizás más
definan el carácter abnegado al que se aspiraba sería: “haz el bien por el bien mismo”.
Comportando un ascético estilo de vida.
31
Aquel proyecto cultural dio origen a individuos de distintas tendencias ético-políticas.
Pues uno de los axiomas que continuamente se reiteraba a los muchachos era el
siguiente: “Forja tus ideales por convicción y sé coherente con ellos en todo caso. Es
decir, piensa como debes vivir y vive como piensas.”
La ILE contó entre su profesorado con el que llegaría a ser uno de los más
importantes pedagogos españoles de todos los tiempos, Manuel Bartolomé Cossío
(1857-1937). Aunque antes fue el alumno preferido de Giner. Convirtiéndose en el
primer catedrático de pedagogía de la Universidad española. Y declarado ciudadano de
honor por la Segunda República.
Otra de las fructíferas iniciativas que la JAE puso en marcha fue la apertura de la
Residencia de Estudiantes en 1910. Cuyo nombre ha quedado ligado a la generación
del 27. Ya que en ella residirían: Federico García Lorca, Salvador Dalí, Luis Buñuel,...
Albergando con asiduidad recitales o conferencias. Albert Einstein y Manuel de Falla,
son un clarificador ejemplo de la categoría de los invitados a estos actos.
Y es que Francisco Giner de los Ríos, en gran medida, fue el artífice de una
brillante etapa de nuestra cultura, la denominada “Edad de Plata”. El culpable de
que un joven Benito Pérez Galdós consagrara su vida a la literatura. Quedando ya su
huella fuertemente plantada a su muerte en 1915. Y que sólo se difuminaría con el
advenimiento del franquismo. Retomándose parcialmente en 1990, con la entrada
en vigor de La Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE).
Para entender el sentimiento que Francisco Giner de los Ríos despertó en los
intelectuales de esa etapa, basta con leer un poema que Antonio Machado escribió al
saber de su fallecimiento. Redactado el 21 de Febrero de 1915 en Baeza:
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“Como se fue el maestro,
la luz de esta mañana
me dijo: Van tres días
que mi hermano Francisco no trabaja.
¿Murió?... Sólo sabemos
que se nos fue por una senda clara,
diciéndonos: Hacedme
un duelo de labores y esperanzas.
Sed buenos y no más, sed lo que he sido
entre vosotros: alma.
Vivid, la vida sigue,
los muertos mueren y las sombras pasan;
lleva quien deja y vive el que ha vivido.
¡Yunques, sonad; enmudeced, campanas!
33
Artículo XII: Un nuevo episodio de presunta corrupción
La leña ardía lentamente, calentando cada rincón de la amplia estancia. Aquel viejo
salón repleto de recuerdos de un pasado, tal vez austero en lo material, pero sumamente
opulento en cuanto a lo que vivencias se refiere.
Para ello no requerían estudiar, ni tan siquiera esforzarse, simplemente pertenecer a una
amplia familia. Eso sí, se mostraba indispensable que sus miembros estuviesen inscritos
en el censo electoral, detentando el consiguiente derecho a voto en esta circunscripción.
Ansiando proclamarse ediles al objeto de pronto ofertarse al mejor postor. La
manera más certera de medrar económicamente en un corto espacio de tiempo.
Mientras el resto de formaciones políticas consienten, mirando hacia otro lado,
afectadas mayormente por una virulenta cepa de regresión paranoide.
Padecimiento del que suelen contagiarse las variadas opciones: rojos, blancos o
amarillos. Y que, parafraseando las palabras de mi prima Libertad, brota a consecuencia
del modelo vigente de gobierno municipal: el strong-mayor. El cual convenientemente
otros países han sustituido por el más óptimo city-manager.
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Y es ahí, en el escalafón inicial, donde se gesta el asalto al resto de estamentos.
Porque es a los munícipes a los que se les exige el mayor esfuerzo a la hora de preparar
unos comicios. Convocando mítines o entregando conjuntamente las papeletas a:
ayuntamiento, cabildo o diputación, gobierno autonómico o central. ¿Y quién dice que
no cuando te esperan casi a pie de urna para comprobar si votaste por quien tácitamente
te encomendaron? Mas teniendo en cuenta que tu licencia de apertura o construcción
aún está en proceso de aprobación, inclusive cabe la posibilidad de que te agilicen o
retrasen el pago de lo facturado a la institución por tu minúsculo negocio regentado, o
de que no te concedan aquella ayuda o prestación solicitada por ti o un pariente cercano,
etc., etc.
Ya nadie se sorprende cuando uno de esos chavales, asegura que apoyó a Golfi no por
ideas, sino a cambio de una cierta cantidad por colaborar en la campaña electoral. O
incluso por la promesa de un empleo en el consistorio. ¿Dónde queda el voluntariado?
¿El defender las creencias, derechos o libertades? Hasta llegan a disculpar las hazañas
del recién transfugado, porque total el hombre estaba necesitado. ¿Y qué pasa con el
resto de los conciudadanos, no se supone que vivimos en sociedad? ¿Se puede justificar
lo injustificable?
Es más, si Golfi y los suyos siguen apretando las tuercas a todo aquel que no se someta
a su yugo, terminará por emigrar hasta el último empresario aquí anclado. Y después,
sin ingresos en las arcas públicas vía tributación, ¿cómo podrán pagar a tanto colocado
en la corporación? ¿Presenciaremos nuevamente otro de esos esperpénticos casos donde
el personal debe esperar hasta cinco meses para ser remunerado?
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(Claude Frédéric Bastiat 1801–1850)
Si cierro los ojos, aún puedo escuchar el timbre ronco y sonoro de la voz de Don
Pascual, el cura centenario de Matahambre. Quien preside las eucaristías
dominicales desde hace ya casi ochenta años. Todo un récord, y más teniendo en cuenta
su aún lúcido razonamiento.
O las enardecidas soflamas del agnóstico Frédéric, el juez de paz del pueblo. Nieto
de D. Oprobio, nacido del matrimonio de la hija más joven de éste con un reputado
economista del país galo, quien escogió este hermoso y controvertido pueblo para
transitar por los últimos rescoldos de su existencia. Siendo ya un referente de nuestra
historia los reiterados enfrentamientos entre yerno y suegro, a tenor de la disparidad de
opiniones que mantenían sobre la gestión municipal. Quizás esta fuera la razón por la
que mi padre invitaba a sus acaloradas tertulias políticas a Frédéric, acontecidas el
primer viernes de cada mes en el humilde hogar de los Gutiérrez. Al ser descendiente de
una de las pocas personas que osaron enfrentarse abiertamente con el temido cacique
local.
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Frédéric Bastiat (1801-1850). El que fuera acérrimo defensor de la propiedad privada,
el libre mercado y el gobierno limitado, amén de un convencido pacifista.
Un destacado personaje del siglo XIX, que se quedó huérfano a muy temprana edad,
tras lo que pasaría a estar bajo la custodia de sus parientes más cercanos. A los
diecisiete años se ve obligado a abandonar sus estudios para trabajar en el negocio
familiar. Y será ahí donde se percate de las nefastas consecuencias que el
intervencionismo gubernamental provoca sobre el tejido comercial.
El objetivo de la Liga Anti- Maíz era derogar la norma británica que limitaba la
importación del maíz, aunque rápidamente derivaría en solicitar la supresión de la
plenitud de las tasas impuestas al libre movimiento de bienes agrícolas e industriales
entre Gran Bretaña y el resto del mundo. Durante sietes años sus componentes bregaron
incansablemente por divulgar sus ideas. Cuyo esfuerzo se vio recompensado al
conseguir introducir en el Parlamento sus pretensiones a través de sus miembros electos.
Alcanzando su cometido en el año 1846, cuando el Primer Ministro Robert Peel,
mediante una ley promulgada al efecto, abolió las mencionadas restricciones.
Comenzando desde ese momento hasta 1870 una de las etapas anglosajonas más
florecientes.
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(1902-1994): “Cualquiera que no sepa expresarse de forma sencilla y con claridad no
debería decir nada y seguir trabajando hasta que pudiera hacerlo”.
Los postulados de Bastiat aún hoy son de obligada consulta. Uno de sus manuscritos
principales, el último que redactó antes de su fallecimiento, es el ensayo titulado
“lo que se ve y lo que no se ve”. Donde el autor asevera que los efectos de la
intervención estatal no son inmediatos, sino que suelen aflorar a largo plazo,
desvirtuando normalmente la intención inicial.
Él concebía el Estado como: “aquella gran ficción por la que todos tratan de vivir a
expensas del resto”. Puesto que afirmaba que la Administración Pública no produce
nada por sí misma, siendo la tributación su casi exclusiva fuente de ingresos. Dinero
que sustrae del circulante en el mercado.
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(Blanco White 1775-1841)
No sólo Frédéric, nuestro querido Juez de paz, posee notables antepasados. Sino
que también D. Pascual, el cura centenario de Matahambre, asevera que desciende
del controvertido pensador liberal español: Blanco White (1775-1841). Mas si
atendemos a sus sermones dominicales, algo de los perspicaces razonamientos de aquel
erudito sevillano pudiéramos descifrar en ellos.
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actual. Decantándose por el prototipo liberal inglés para mirar al futuro y dejar atrás el
absolutismo de regímenes anteriores. Un sistema integrador donde nadie quedase
excluido, evitando así cualquier tentativa de rebelión futura.
Sin embargo, el modelo por el que se optó para aprobar la primera Constitución
española, la de 1812, fue el francés. Este texto, extremadamente rígido, ha sido el más
extenso de nuestra historia, con 384 artículos. Con una forma de gobierno de
Monarquía Moderada, con Cortes monocamerales. Asimismo contemplaba que el
cargo de Diputado era incompatible con el de Ministro. En su artículo 12 se
acordaba además la confesionalidad del Estado y la unidad religiosa: “La religión de la
Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única
verdadera. La Nación la protege por leyes sabias y justas y prohíbe el ejercicio de
cualquiera otra.”
Resultando el arquetipo galo de difícil desarrollo aquí. Mayormente por nuestra propia
idiosincrasia, por el eterno enfrentamiento entre dos bandos: uno minoritario e ilustrado;
y el otro poseedor de ancestrales privilegios que sometían al pueblo, gracias a las
supersticiones, fanatismos y el gran analfabetismo reinante, convirtiendo a las frágiles
almas en simples reos. Postulados que quedaron demostrados al ser derogado por
Fernando VII el mencionado documento, el 4 de Mayo de 1814. Retrotrayendo a los
que ya vitoreaban aires de libertad al punto de inicio.
Blanco White fue criticado por ambos bandos. Sobre todo por la mala interpretación que
se hizo de uno de sus razonamientos. Publicados en el periódico “El Español”. Rotativo
por él editado y que contó con una enorme difusión. Sus adversarios lo culparon de
instigar a las colonias de ultramar a la independencia. Aunque su alegato
verdaderamente se sustentaba en constituir una entidad de comunidades autónomas
iguales entre sí, con idénticos derechos y obligaciones, y unidas por la misma
monarquía.
White dedicó su vida a buscar el brebaje que curase a España del mal que la
afligía. Pero, como constante durante prácticamente dos siglos, los liberales han
sido víctimas de sus adversarios y también de aquellos a los que querían proteger.
Postreramente aplastados por el choque de dos lados opuestos. Quienes se muestran
incapaces de encontrar la fórmula para apartar lo que los desune y abonar aquello
en lo que coinciden. Realidad a la que tampoco escapa este pequeño pueblo
castellano-manchego.
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Capítulo XV: Mayor carga impositiva, menor competitividad turística
Los rayos de sol atravesaban el cristal de la ventana, anunciando que un nuevo día ya
estaba allí. La brisa mecía pertinazmente las ramas de los longevos árboles del jardín,
como queriendo transmitirnos un mensaje inminente. Y fue entonces, cuando sonó el
timbre de la puerta. Di un salto de la cama y mi dirigí raudo hacia la entrada, en pro de
averiguar quién era aquel que llamaba insistentemente a la humilde morada de los
Gutiérrez.
Era mi querida prima, mi infatigable heroína. Apareció ante mí, cual musa sibilante,
con sus mejores galas y una amplia sonrisa que le llegaba de lado a lado de la cara.
Asiendo fuertemente de la mano a su amado Luis, como temiendo que pudiese
deslizarse entre sus frágiles dedos para marcharse nuevamente. Parecía otra,
rebosante de felicidad y plenitud, muy distinta del último día en que la vi. Habiendo
vuelto a brotar en ella su inalienable espíritu de lucha por Matahambre y sus gentes.
Libertad portaba una bolsa con churros, porras y chocolate caliente, para
convidarnos a mi padre y a mí a un exquisito desayuno. Manjares preparados con
esmero instantes antes por Soledad, la taciturna cocinera del bar municipal. Para la
ocasión sacamos el mantel que celosamente se guardaba en la alacena, blanco salpicado
por multitud de rosas, calado décadas atrás por las laboriosas manos de mi difunta
madre. Lo dispusimos todo encima de la mesa y como una gran familia nos
congregamos en torno a ella. Hasta Juan se sumó al convite, avisado previamente por
su hija. Encuentro que poco a poco se tornó en una vibrante tertulia matutina. En tanto
en cuanto sonaba en el transistor la canción de Mercedes Sosa: “Todo cambia”, emitida
por el programa “te rondará morena” en “Radio Vecindad”.
Más perplejo lo dejaba todavía la noticia que pudo leer, a través de Internet, en el
vespertino periódico “El Pobrecito hablador”, en su columna nacional. Artículo
concerniente a la controversia suscitada entre los Ministros de fomento y el de
economía e industria, al respecto de una hipotética aplicación de un impuesto
ecológico sobre los combustibles. Preguntándose si es que los políticos no intuían
que para que los turistas llegasen a las islas necesitaban del avión. Si además de
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subir el IVA, gravan a las compañías de transporte con otro tributo, consecuentemente
se encarecerá el destino ¿Qué sentido entonces tendría el haber reclamado la supresión
de las tasas aeroportuarias, acordando el Ejecutivo la bonificación del 100% de las
mismas, hasta el 25 de Marzo del 2010, siempre y cuando las empresas aéreas
incrementasen el número de pasajeros? Medida lanzada después de que Grecia, uno de
nuestros más fuertes competidores, eliminara el canon cobrado por aterrizar y despegar
en sus aeropuertos de abril a septiembre del presente año, al objeto de incentivar a los
touroperadores europeos.
Y alguien podría pensar, que lo lógico no sería vender por precio sino por marca. Ya, lo
más razonable, aunque para ello se requiere de esfuerzos titánicos en “branding”.
Redactando un libro de estilo donde se marquen nítidamente tipos y usos de la marca
principal y sus submarcas, con especial hincapié en sus elementos diferenciadores, para
que no se solapen unas con otras. Y esto ni se ha hecho, ni se espera. Pues si bien las
competencias en materia de promoción se encuentran claramente delimitadas,
postreramente se enmarañan en el laberíntico tejido gubernamental de: corporaciones
locales; cabildos o diputaciones; gobiernos autonómicos y central.
Sin olvidarnos que con unos Ayuntamientos casi quebrados, difícilmente se ejecutarán
las obligadas obras de remodelación de las zonas turísticas. Exigidas con la intención de
dotar de una mayor competitividad a dichas áreas, mayormente degradadas por el paso
del tiempo.
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(Escena parlamentaria del Congreso de los Diputados a mediados del siglo XIX por el
pintor Eugenio Lucas Velázquez)
El reloj marcaba las 21:00. Esa noche no faltaba nadie a la tertulia política,
organizada por mi padre el primer viernes de cada mes en nuestra humilde
morada. Mi prima Libertad, quien ya había recuperado su inalienable espíritu de lucha
por Matahambre y sus gentes. Junto a su amado Luis, que estaría entre nosotros hasta el
domingo, pues el lunes debía incorporarse a su puesto de trabajo en el departamento de
administración del “Hotel Concorde”, sito en Palma de Mallorca. Mi tío Juan, el
abogado jubilado del Estado, progenitor de Libertad y el que fuera esposo de la única y
difunta hermana de mi padre, Clara se llamaba. Don Pascual, el cura centenario.
Frédéric, nuestro querido juez de paz. Benito, el eterno maestro del “Instituto de
Educación Secundaria Manuel Bartolomé Cossío”. Incluso Manuel, que había dejado a
Soledad a cargo de la cocina y barra del bar municipal. Y Francisco, gerente de “Radio
Vecindad” y editor del periódico vespertino, de ámbito local, “El Pobrecito Hablador”.
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sistema político imperante. Ya que las sociedades son cada vez más complejas y
requieren de un órgano capaz de compeler a las partes en disconformidad a alcanzar
acuerdos, valiéndose para ello de normas vinculantes, es decir, la ley. Al objeto de
mantener cierto orden y evitar la desintegración.
Es por ello que en ciertos momentos contemplo perplejo el alto grado de división
actual. No entro en si unos u otros alegatos me gustan más o menos, pero sí en que
nuestros mandatarios han de poseer indispensablemente la suficiente destreza para
concitar pactos estables y duraderos, regidos por el máximo consenso. Necesarios en
pro de sortear temibles fracturas.”
- “Tal vez el éxito de Adolfo Suárez como Presidente no fuera su gestión, sino
su encomiable habilidad para que posturas tan dispares llegaran a un entendimiento.
Eso sí que merece el Premio Nobel de la Paz, no por lo que pudo hacer, sino por lo
que sí hizo: darnos el periodo constitucional y democrático más largo de toda la
historia española”.
44
(Representación de la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano de 1789)
45
Primeramente aparecería el “Estado liberal de derecho”, que rompe con el
absolutismo anterior. Cuyo propósito estribaba en proporcionar a los ciudadanos una
serie de libertades individuales. Adoptando el gobierno una postura de no intervención
en el ámbito privado de cada cual. De ahí la célebre frase “laissez faire, laissez paser”
(dejad hacer, dejad pasar).
En estos momentos se especula con una nueva generación de derechos, que será
perentorio avalar: a la paz, al medio ambiente y a las tecnologías de la información
y la comunicación.
Mas, como bien expuso Frédéric Bastiat, en su obra: “lo que se ve y lo que no se ve”,
muchas de las nefastas consecuencias que acontecen, provienen mayormente de
decisiones políticas. Que originariamente quizás se esbozaran con una excelente
intención, pero que suelen acabar desembocando en una alteración del equilibrio de las
fuerzas espontáneas del mercado. Perjudicando a unos y beneficiando a otros
arbitrariamente.
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empleo. El Estado subsiste mayormente de nuestros impuestos, cantidades que de no ser
retenidas, contribuirían a dinamizar las transacciones económicas entre los particulares.
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(Imagen de París en La Plaza de Europa bajo la lluvia, cuadro del pintor francés
Gustave Caillebotte)
El locutor del programa “te rondaré morena” en “Radio Vecindad” se hacía eco del
último parte meteorológico, anunciando inminentes lluvias. No sé si sería cierto o no, o
tal vez simplemente se tratase de una manera muy innovadora y original de presentar la
siguiente canción: “Esta tarde vi llover”, del gran maestro Armando Manzanero.
Al fondo estaba ella, sentada ante una taza de té. Con ojos vibrantes y cálida sonrisa.
Al verme agitó levemente su mano derecha, en pro de que me percatase de su
presencia. Realmente parecía otra después del fin de semana pasado junto a su amado
Luis. Llevaba puesto su vestido favorito, el que él le regaló para su postrero
cumpleaños: blanco, largo y vaporoso. Era imposible no mirarla, estaba tan hermosa
esa mañana. Su larga cabellera brillaba más que nunca y sus mejillas habían vuelto a
sonrosarse. Y Libertad con su dulce tono de voz me dijo:
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-“Sabes Pedrín, lo he estado meditando mucho, durante este tiempo he llegado hasta
pensar que quizás lo mejor sería renunciar a mi acta de concejal. Total si a nadie le
importa lo que pase en esa corporación, por qué tendría que interesarme a mí. Lo peor
es que tales comportamientos acaban concibiéndose como lo más normal del mundo.
Mostrándose como un sueño irrealizable el querer modificarlos cuando durante años
ha sido así. Inclusive me he culpabilizado de lo acontecido. Y de lo injusto que resulta
que Luis tenga que sufrir las consecuencias de mi dedicación a la política.
Soportaría cualquier pena que me infligieran a mí, mas no acepto el daño conferido a
mis seres queridos. Luis es un brillante profesional, y por las represalias de Golfi, tuvo
que cerrar “Gestoría la Verdad” y marcharse de aquí. Dejándome en Matahambre
triste y sola.
No obstante, una retirada significaría que mi madre se equivocaba, y que los valores
que me transmitió no sirven de nada. Que lo que le hizo Don Oprobio a nuestra
abuela ya lo hemos olvidado. En ciertos momentos, cuando estoy en la cama y cierro
los ojos, las percibo allí, susurrándome al oído que es inaceptable el transigir.
Precediendo normalmente a esos efímeros instantes una tenue brisa, que reaviva
intensamente los recuerdos de la época que nos tocó vivir.
Es por eso que te pido tu ayuda, pues no sé a quién recurrir, ni por dónde empezar
para lograr ese cambio tan ansiado. Me siento como perdida, y por más que busco no
vislumbro la salida.”
Me quedé callado, paralizado frente a ella. Era obvio que Libertad necesitaba más
apoyo que nunca. Que Matahambre requería terminar con el descarado y
sempiterno ultraje al que Golfi y los suyos la habían condenado. Y fue entonces
cuando comenzaron a caer las gotas de lluvia tras la ventana, vertidas cual lánguidas
lágrimas derramadas sobre los cristales.
49
Capítulo XIX: Supuestas arbitrariedades en las licitaciones municipales
Las coloridas buganvillas, repletas de diminutas gotas de lluvia, resaltaban más que
nunca sobre las blancas fachadas. Los primeros rayos de luz, que se asomaban entre los
resquicios de los negros nubarrones, se proyectaban sobre sus hermosas flores,
reflejando su efímera imagen en los pequeños riachuelos surgidos calle abajo con la
tormenta. Al fondo se divisaba el reloj del Ayuntamiento, marcando ya casi las 13:00.
Libertad y yo nos apresuramos, ya que habíamos quedado a esa hora con Frédéric para
almorzar en su casa.
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-“Frédéric sé que te pongo en un aprieto, tanto personal como profesionalmente, al
informarte privadamente sobre lo que está ocurriendo en Matahambre. No obstante,
simplemente deseo que me indiques a quién dirigirme para que me asesore
jurídicamente sobre cómo afrontar el asunto en cuestión. No pretendo nada más, pues
nunca me perdonaría el hacer peligrar nuestra amistad. La cual estimo por encima de
cualquier cosa. Y si te preguntas por qué no acudo a mi padre, siendo abogado del
Estado, ahora ya jubilado. La respuesta es bien sencilla, él no quiere oír nada sobre el
tema. Implorándome cada día que abandone cuanto antes la política.
Se rumorea que a Golfi le ha ido bastante mal con los negocios que supuestamente
emprendió en hipotéticos países lejanos. Cuentan además, que para sufragar las
numerosas pérdidas ocasionadas por su incursión extranjera y hacer frente a los
derivados compromisos económicos, en pro de evitar demandas por incumplimiento de
contratos suscritos por él allí, ha amañado con el alcalde actual, para más señas tu
tío, hacerse con las diversas concesiones municipales.
- “Libertad, no sabes donde te metes, lo que hasta ahora te han hecho a ti y a los
tuyos es poco. Aquí no hay nada personal contigo, no lo olvides nunca, simplemente
eres un estorbo en medio de sus intereses económicos. No dudarán ni un minuto en
eliminarte. Y cuentan con el apoyo de otras personas, ubicadas en los puestos que
menos te imaginas.
Déjalo ya. Acuérdate de los disparos inferidos al primer edil del municipio alicantino
de Polop de la Marina, mientras aparcaba el coche frente a su casa. El asesinato del
de Fago. ¿Quieres acabar así? No tienes pruebas. Aunque los que vivamos en
Matahambre alberguemos fundadas sospechas sobre lo que expones, no existe ningún
documento que lo acredite. Y sin algo que los incrimine es imposible que se les pueda
imputar un determinado hecho delictivo.
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Libertad, casi llorando, sólo alcanzó a pronunciar:
52
Capítulo XX: Desmanes intervencionistas en materia urbanística
Francisco nos comentó que Miguel, el titular del taller situado frente al bar
municipal, había pasado a primera hora de la mañana por su oficina para
53
despedirse, antes de marcharse definitivamente de Matahambre. Partía
sumamente harto de las triquiñuelas de Golfi, perpetradas con la inestimable
ayuda del alcalde actual y bajo las sibilinas directrices de Don Oprobio.
Convencido de que era mejor empezar de cero en otro sitio, que seguir aquí sometido.
Por ejemplo, suben y suben el Impuesto de Bienes Inmuebles, al igual que el resto.
Cuya recaudación va destinada casi íntegramente a sostener el descomunal aparato
gubernamental, engordado mediante la política clientelar, indispensable para no perder
el “chiringuito” erigido en pro de muy particulares intereses.
Cargan también a los viejos planes parciales, ya consolidados, con irrisorias tasas.
Superficies sobre las que se ubican la mayoría de los locales comerciales. Alegando
que no están culminadas, y por lo tanto tampoco recepcionadas por la administración.
Por lo que han de liquidar un plus anual por los servicios que el Ayuntamiento les
preste: agua, luz, recogida de basuras…Aparte de lo ya exigido por estos específicos
conceptos y regulados por las distintas ordenanzas fiscales. Y yo me planteo, ¿dónde
están los avales que depositaron los promotores al iniciar la urbanización? Fianza
supuestamente asignada a cubrir hipotéticas eventualidades en su ejecución.
Pero lo curioso del asunto es que ningún propietario está dispuesto a levantar la voz.
Principalmente porque son plenamente conscientes de que tarde o temprano requerirán
tramitar algún documento en la entidad local. Y si se quejan de la abusiva contribución,
lo más probable es que les retrasen, cuanto menos, la contestación de sus futuras
licitaciones hasta el infinito.
Don Oprobio es además el dueño de gran parte de las tiendas arrendadas, confiriendo, a
modo de recompensa, la gratuidad de la renta a aquellos que se adhieren a la causa y
miren para otro lado mientras se cometen tan reiterados dislates. Aunque ¿qué más da
que te liberen de sufragar el alquiler, si tampoco, de seguir así las cosas, vas a tener
dinero ni tan siquiera para el seguro autónomo? La continuidad en la misma línea de
hechos conduciría irreversiblemente a devaluar el lugar y a que se esfume velozmente el
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trabajo de múltiples años. ¿A quién le imputaremos tan cuantiosas pérdidas? Seguro que
ni Don Oprobio, ni su hijo y menos Golfi, los indemnizarán económicamente por los
daños infligidos. Cuando ya no quede nada de dónde sacar tajada, para qué se van a
molestar, se largarán como Golfi a países lejanos para invertir allí lo que de aquí se
llevaron.
55
Capítulo XXI: Las controvertidas Modificaciones Puntuales del Planeamiento
Lo que me explicas es sólo consecuencia de lo que hasta aquí hemos permitido. Por
nuestra apatía, por fingir que no vemos nada con tal de no inmiscuirnos en problemas.
Quizás albergamos la ilusión de que un día llegará un Quijote, que eliminará los
cuantiosos nubarrones que se ciernen sobre este pueblo. Si bien, no nos engañemos, los
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Mecías no existen. Únicamente estos comportamientos se desterrarán, cuando todos, y
digo todos, estemos dispuestos a luchar para erradicarlos de nuestras vidas.
Hemos visto como Golfi y ahora el alcalde actual, han ejecutado reiteradas y
cuestionables Modificaciones Puntuales del Planeamiento. Alegando constantemente
un supuesto interés general para llevarlas a cabo. Y conociendo los antecedentes, ni
tan siquiera nos hemos cuestionado lo que albergan en su interior. Habitualmente
dudosas licencias concedidas, que se les cubre mediante este acto de absoluta
legalidad. Se entiende que ese interés general invocado es compartido por el conjunto
de la sociedad, no obstante, no lo que a él se intenta adherir. Lo que se interpretaría de
un voto favorable así, es que estamos convencidos de que el fin justifica los medios. Y
categóricamente me niego a defender eso, en un Estado democrático y sometido a la ley
como el nuestro.
Sin olvidar que los referidos contratos suelen contener una cláusula penal de máximo
grado. Compeliendo al consistorio, en caso de incumplimiento, lo más factible si no
prospera la Modificación tramitada o si un tribunal tira abajo el susodicho convenio, a
desembolsar una astronómica indemnización. Por un derecho, que en virtud de lo
expuesto, nunca ostentó la parte originariamente licitante, alcanzado exclusivamente
por la vía de la mencionada firma contractual. Y si más nos adentramos en estos
sucesos, nos percatamos que entre las citadas rúbricas invariablemente se da una
conexión con “La banda de Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como”.
57
Morfeo e Iris, de Pierre-Narcisse Guérin (1811)
58
Esa noche al irme a la cama, no pude apartar de mi cabeza la honda preocupación que
me provocaba la degradante situación política en la que se encontraba inmersa
Matahambre. Ni el sufrimiento que a mi prima le suscitaba y a los graves peligros que la
exponían. Por lo que inevitablemente la vigilia se apoderó de mí. Después de
múltiples e infructuosos intentos por dormir, me acordé del libro que Francisco le
regaló a mi padre. Con la esperanza de que tras leer un rato, al igual que había
logrado otras tantas veces, Morfeo me acogiera en sus brazos, transportándome
lentamente hacia un plácido descanso.
• ¿O por el contrario encarna la supremacía de los partidos políticos, cada vez más
profesionalizados, burocratizados y capitaneados por grupos minoritarios
anquilosados en sus puestos que obstaculizan la renovación de los cargos?
• ¿No favorece esto que señalados sectores, que han hecho de la política su forma
de vida, coloquen como candidatos a las diversas instituciones públicas, a
aquellos que son afines exclusivamente a sus particulares intereses y no a los del
pueblo? Sin tener en cuenta si posean o no los conocimientos y aptitudes
suficientes para desempeñar las funciones que se derivaran de salir electos.
59
• ¿Y hasta dónde estarían dispuestos a llegar determinados cargos públicos,
aupados por la “dedocracia” de las formaciones, con tal de no perder su
poltrona?
60
Capítulo XXIII: Contradicciones constitucionales del sistema electoral vigente
61
Mas si atendamos a concretos pasajes de la presente Carta Magna, bien podríamos
interpretar lo opuesto a lo que entraña la lista cerrada y bloqueada hoy por hoy utilizada.
Sin lugar a dudas la alternativa más democrática sería la directa. No obstante, en una
sociedad tan numerosa como la nuestra, resultaría harto difícil congregarnos a todos
para dirimir sobre los múltiples temas. Amén de la complejidad que conllevan las
mencionadas deliberaciones, requiriendo un cierto grado de preparación con respecto a
las variadas materias. Lo que ha conducido a la preferencia por la democracia
representativa.
Sin embargo, con las listas cerradas y bloquedas, distancian al soberano absoluto, el
pueblo, de las decisiones políticas y económicas más significativas. Tomando los
partidos el control. Beneficiándose claramente a los grandes, con el método de
recuento de votos empleado: La Ley D’Hont. Dando lugar a un robusto Ejecutivo que
somete a su mayoría parlamentaria y sólo se encuentra al otro lado a la oposición.
Erigiéndose un Parlamento de simple trámite, limitado a la suscripción de lo ya
determinado por el Presidente y su gabinete, al ostentar éste más escaños, los mismos
habitualmente que asintieron para auparlo en su cargo. Con lo que queda mermada
considerablemente la tan necesaria función de vigilancia que ha de desempeñar este
órgano sobre el gobierno. Desvirtuándose una de las premisas fundamentales de la
división de poderes diseñada por Montesquieu a mediados del siglo XVIII, supeditada a
que todo poder (ejecutivo, legislativo y judicial) estuviera equilibrado por otro, evitando
exceso alguno. Actualmente ese cometido es ejercido por: medios de comunicación,
estamentos territoriales,....Circunstancia que acontece igualmente en las autonomías.
También en las diputaciones o cabildos, y ayuntamientos, con sus respectivos plenos y
grupos de gobiernos.
Se plantea igualmente la veracidad del artículo 67.2: “(…) Los miembros de las
Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo (…)” Usado durante la
Edad Media, cuando los señores feudales hacían oír sus voces a través de sus
portavoces. Y entonces, ¿qué es la disciplina de partido sino un claro
incumplimiento de este artículo constitucional? ¿Es por ello que la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional rechaza la facultad de legislar contra el transfuguismo? Y para
62
sortear tal eventualidad las formaciones echan mano de un denostado Pacto
Antitransfuguismo a nivel nacional, que rara vez se cumple.
63
El quedarnos cruzados de brazos y no hacer nada, contemplando impasiblemente la
degradación política contemporánea, nos abocaría a caminos sinuosos de alambicado
retorno. La pregunta sería, ¿existe voluntad política para acometer tales cambios?
¿Si no se diesen esos responsables pasos por parte de los partidos, no sería lo lógico que
fuera el pueblo, el titular único de la soberanía, el que los exigiese? ¿Cuántas voces
hasta ahora se han hecho eco de la imperiosa urgencia en implantar las listas abiertas en
nuestro sistema electoral?
64
(Jhon Stuart Mill 1806-1873)
Puesto que las heridas abiertas a finales del siglo XIX y comienzos del XX por los
nacionalismos, aún supuraban. Movimientos que germinaron con fuerza a partir del
Desastre del 98, es decir, con la pérdida de las últimas colonias de ultramar. Surgiendo
en aquel instante una profunda preocupación por los males que aquejaban a España.
Con una tasa de analfabetismo que rondaba el 60% y un gobierno central incapaz de dar
respuesta a los problemas de las regiones periféricas. Sobresaliendo la corriente catalana
y la vasca, impulsadas por una emergente clase burguesa. Quedando constatada tal
preponderancia con la entrada en vigor de la Constitución de 1978, al hacerse dichas
autonomías con el máximo techo competencial desde un primer momento. Ya que sus
65
estatutos se refrendaron popularmente durante la Segunda República. Similar a lo
acontecido en Galicia. Lo mismo sucedió con Andalucía y Navarra, aunque acogiéndose
a distintos pasajes constitucionales. Mas la mayoría se convirtieron en Comunidades
Autónomas por la vía lenta. Así como las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
Se entiende pues, que con semejantes prolegómenos, se buscara evitar a toda costa
la fragmentación del voto mediante la potenciación de mayorías estables. Al objeto,
durante los primeros pasos democráticos, de desterrar cualquier tipo de conflictividad.
Su consecuencia fue la derivación hacia el bipartidismo. Salvo el primer mandato
dirigido por la UCD, el poder ejecutivo se ha repartido alternativamente entre el PSOE
y el PP.
Aseveraba el filósofo liberal, político y economista inglés, Jhon Stuart Mill (1806-1873)
que: “(…) La determinación del principio de progreso, e incluso de permanencia de la
civilización, depende de la diversidad y no de la uniformidad”
66
“voto útil”, el votante se declina no por quien le gustaría, sino por quien piensa que
saldrá electo, favoreciendo al bipartidismo.
En idéntico sentido en 1971, otro erudito, Rae, dedujo que: “La fórmula de pluralidad
(mayoría simple en una sola consulta electoral) está siempre asociada con una
competición bipartidaria, excepto donde existen fuertes partidos locales, minoritarios a
nivel nacional”.
67
(José Ortega y Gasset 1883-1955)
Esa integración aclamada por un atormentado Blanco White en los albores de nuestro
constitucionalismo. Quien preconizó sabiamente que negar tal parámetro nos abocaría a
un contexto de perennes revueltas, auspiciadas por los que se considerasen apartados del
68
poder en cada etapa, en pro de retornar al mismo. Y lamentablemente no erró en sus
vaticinios.
Reproducía con amargura el periodista, en su último libro editado, una frase esbozada
por el expresidente Adolfo Suárez, en 1980: “Brindo por el pueblo español, esperando
que tenga unos dirigentes mejores que los que actualmente posee”. Y a veces al
observar con estupor los titulares de prensa, me pregunto si tan excelso político
comenzó a intuir en aquel instante lo que años después acontecería. Cuentan que ha
borrado los recuerdos de su memoria. No obstante, de haberlos conservado intactos,
quizás no soportaría la congoja que le produciría el percatarse de los sinuosos caminos
por los que es conducida nuestra democracia. Empecinada en desandar lo ya andado y
en abrir heridas que se presumían absolutamente cicatrizadas.
“La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales.
69
de las Cortes del 13 de Mayo de 1932. A tenor del debate suscitado en torno al
Estatuto de Cataluña.
“Siento mucho no tener más remedio que hacer un discurso doctrinal, (…) sobre el
problema catalán. (…)
(…) Sobre (…) el Estatuto catalán, es preciso que el Parlamento se resuelva a salir de
sí mismo, de ese fatal ensimismamiento en que ha solido vivir hasta ahora, y que ha
sido causa de que gran parte de la opinión le haya retirado la fe y le escatima la
esperanza.(…)
(….) Ahí tenemos ahora España toda, tensa y fija su atención en nosotros. No nos
hagamos ilusiones: fija su atención, no fijo su entusiasmo. (…)
(…) Lo más inmediato y concreto con que nos encontramos del problema catalán es ese
proyecto de Estatuto que la Comisión nos presenta y alarga; y de él, el artículo Iº del
primer título. (…) Antes de ese primer artículo del primer título hay otra cosa, para mí
la más grave de todas, con la que nos encontramos. Esa primera cosa es el propósito,
la intención con que nos ha sido presentado este Estatuto. (…) Lo habéis oído una y
otra vez, con persistente reiteración, desde el advenimiento de la República. Se nos ha
dicho: “Hay que resolver el problema catalán y hay que resolverlo de una vez para
siempre, de raíz. La república fracasaría si no lograse resolver este conflicto que la
monarquía no acertó a solventar”.
Yo he oído esto muchas veces y otras tantas me he callado, porque a las palabras
habían precedido los actos y por muchas otras razones. Aunque me gusta grandemente
la conversación, no creo ser hombre pronto ni largo en palabras. A defecto de mejores
virtudes, sé callar largamente y resistir a las incitaciones que obligan a los hombres,
que les fuerzan para que hablen a destiempo. Pero ha llegado el minuto preciso en que
hay que quebrar ese silencio y responder a lo tantas veces escuchado, que si se trata no
más que de una manera de decir, de un mero juego enunciativo, esas expresiones me
parecen pura exageración y, por tanto, peligrosas; pero si, como todos presumimos, no
se trata de una figura de dicción, de una eutrapelia, que sería francamente intolerable
en asunto y sazón tan grave, si se trata en serio de presentar con este Estatuto el
problema catalán para que sea resuelto de una vez para siempre, de presentarlo al
Parlamento y a través de él al país, adscribiendo a ello los destinos del régimen, ¡ah!,
entonces yo no puedo seguir adelante, sino que, frente a este punto previo, frente a este
modo de planteamiento radical del problema, yo hinco bien los talones en tierra, y
digo: ¡alto!, de la manera más enérgica y más taxativa. Tengo que negarme
rotundamente a seguir sin hacer antes una protesta de que se presente en esta forma
radical el problema catalán a nuestra Cataluña y a nuestra España, porque estoy
convencido de que es ello, por unos y por otros, una ejemplar inconsciencia. ¿Qué es
eso de proponernos conminativamente que resolvamos de una vez para siempre y de
raíz un problema, sin parar en las mientes de si ese problema, él por sí mismo, es
70
soluble, soluble en esa forma radical y fulminante? ¿Qué diríamos de quien nos
obligase sin remisión a resolver de golpe el problema de la cuadratura del círculo?
Sencillamente diríamos que, con otras palabras, nos había invitado al suicidio. (…)
(…) Los españoles (…) estábamos poseídos por el formidable afán de ser españoles, de
formar una gran nación y disolvernos en ella. Por eso, de la pluralidad de pueblos
dispersos que había en la Península, se ha formado esta España compacta. (…)
(…)Afirmar que hay en Cataluña una tendencia sentimental a vivir aparte, ¿qué quiere
decir, traducido prácticamente al orden concretísimo de la política? ¿Quiere decir, por
lo pronto, que todos los catalanes sientan esa tendencia? De ninguna manera. Muchos
catalanes sienten y han sentido siempre la tendencia opuesta; de aquí esa disociación
perdurable de la vida catalana a que yo antes me refería. Muchos, muchos catalanes
quieren vivir con España. (…)
(…) No, muchos catalanistas no quieren vivir aparte de España, es decir, que aun
sintiéndose muy catalanes, no aceptan la política nacionalista, ni si siquiera el
Estatuto, que acaso han votado. (…)
71
(…)Frente a ese sentimiento de una Cataluña que no se siente española, existe el otro
sentimiento de todos los demás españoles que sienten a Cataluña como un ingrediente y
trozo esencial de España, de esa gran unidad histórica, de esa radical comunidad de
destino, de esfuerzos, de penas, de ilusiones, de intereses, de esplendor y de miseria, a
la cual tienen puesta todos esos españoles inexorablemente su emoción y su voluntad.
Si el sentimiento de los unos es respetable, no lo es menos el de los otros, y como son
dos tendencias perfectamente antagónicas, no comprendo que nadie, en sus cabales,
logre creer que problema de tal condición puede ser resuelto de una vez para siempre.
Pretenderlo sería la mayor insensatez, sería llevarlo al extremo del paroxismo, sería
como multiplicarlo por su propia cifra; sería, en suma, hacerlo más insoluble que
nunca. (…)
(…)Este problema catalán y este dolor común a los unos y a los otros es un factor
continuo de la Historia de España, que aparece en todas sus etapas, tomando en cada
una el cariz correspondiente. (…)
(…) En vez de pretender resolverlo de una vez para siempre, vamos a reducirlo, unos y
otros, a términos de posibilidad, buscando lealmente una solución. (…)
(…)¿Cuál puede ser ella? Evidentemente tendrá que consistir en restar del problema
total aquella porción de él que es insoluble, y venir a concordia en lo demás. Lo
insoluble es cuanto significa amenaza, intención de amenaza, para disociar por la raíz
la convivencia entra Cataluña y el resto de España. Y la raíz de convivencia en pueblos
como los nuestros es la unidad de soberanía. (…)
(…) Soberanía es la facultad de las últimas decisiones, el poder que crea y anula todos
los otros poderes, cualesquiera sean ellos, soberanía, pues significa la voluntad última
de una colectividad. Convivir en soberanía implica la voluntad radical y sin reservas de
formar una comunidad de destino histórico, la inquebrantable resolución de decidir
juntos en última instancia todo lo que se decida. (…) Por eso es absolutamente
necesario que quede deslindado de este proyecto de Estatuto todo cuanto signifique,
cuanto pueda parecer amenaza de la soberanía unida, o que deje infectada su raíz. Por
este camino iríamos derechos y rápidos a una catástrofe nacional. (…)
(…)¡Creed que es mejor un tipo de solución de esta índole que aquella pretensión
utópica de soluciones radicales! La utopía es mortal, porque la vida es hallarse
inexorablemente en una circunstancia determinada, en un sitio y en un lugar, y la
palabra utopía significa, en cambio, no hallarse en parte alguna, lo que puede servir
muy bien para definir la muerte. (…)
(…) Tenemos delante la empresa de hacer un gran Estado español. Para eso es
necesario que nazca en todos nosotros (…) el entusiasmo constructivo. (…) Este
entusiasmo constructivo es un estado de ánimo en que se unen inseparablemente la
alegría del proyectar y la seriedad de hacer. (…)
72
(…) Vayamos, pues, con celeridad, pero sin acritud, con decoro, con exactitud y viendo
bien qué es lo que hoy en su profundo corazón múltiple desea el país que hagamos
(…)”
sufrimiento de siglos.(…)
73
(Sello alemán conmemorativo de la firma del Tratado de Roma de 1957)
Parece ilógico proseguir inmersos en esa perenne disputa entre los distintos territorios
españoles. Y más cuando a nivel internacional se muestra como irreversible la
consolidación de la globalización. Desencadenando un auténtico vaciamiento del
poder de los Estados, que se manifiesta en tres vertientes:
74
aprobados por el Consejo Plenario. Su mandato tendrá una duración diferente a la de
la legislatura, evitando así vinculación política alguna. Quedando ceñidas las
funciones de los concejales, votados por el pueblo en las urnas, a la legislativa.
Circunscrita a su manifestación en el Pleno, donde avalarán o retirarán el apoyo de
las acciones efectuadas por el “city-manager”. Y limitando el papel del Alcalde, al
otorgarle un exiguo margen ejecutivo.
75
(“El Coloso”. Atribuida su autoría a un discípulo de Goya. Alegoría de la Guerra de la
Independencia, donde el gigante simboliza al pueblo español que emerge de los
Pirineos para alzarse contra las tropas napoleónicas. Expuesto en el Museo del Prado.)
76
única identidad nacional. Naciones que aún albergando identidades colectivas
diferentes, lograron exitosamente inculcar en sus habitantes un profundo
sentimiento patriótico, mediante la defensa de idénticos símbolos y valores.
Estos innovadores planteamientos conllevarán a que al inicio del siglo XIX, a raíz
de la independencia de Norteamérica y la Revolución francesa, se consagre el concepto
de igualdad ante la ley. Al objeto de desterrar las arbitrariedades y privilegios de la
etapa precedente. Dando lugar a la redacción de novedosas Constituciones, cuya
ratificación resulta indispensable para calificar a cualquier democracia como tal.
Recogiéndose al comienzo de dichos textos una serie de inéditos derechos
fundamentales inalienables al conjunto de ciudadanos. En la misma línea se concibe
codificar la multitud de normas jurídicas. A modo de presentar una
homogeneización reglamentaria en la globalidad del territorio. Con el propósito de
mostrar un sistema de orden, que favoreciera la seguridad jurídica y posibilitara que su
destinatario supiera a qué atenerse en cada momento.
Mas los efímeros periodos constitucionales españoles desde ese instante, rotos por
otros dictatoriales, impidieron la consolidación de la referida doctrina en España.
Siendo una peculiaridad de nuestro país la convivencia de un derecho civil común,
con otros forales o especiales. Al llevarse también al ámbito del Derecho el agitado
enfrentamiento ideológico que se mantenía en el terreno político.
Ni los románticos: Larra, Goya…; Benito Pérez Galdós con sus celebérrimos
“Episodios Nacionales”; los institucionistas, con Francisco Giner de los Ríos a la
cabeza; la generación del 98; la del 14 ó la del 27; entre otros muchos, conseguirían
insuflar en la población un auténtico sentimiento patriótico compartido por todos.
Y es que este fracaso fue precisamente el caldo de cultivo en el que se gestarían los
nacionalismos y regionalismos durante el último tercio del siglo XIX. Cuyo auge se
impulsa además por la aparición en escena de una próspera burguesía proveniente del
desarrollo industrial de ciertas regiones: País Vasco, Cataluña, Asturias.
Desencadenando abismales desequilibrios territoriales, con unas zonas mucho más
productivas que otras. No obstante, esa primacía económica, no se vio reflejada en el
ámbito de decisión política. En escasas ocasiones, se escogerán mandatarios a nivel
77
nacional de tales circunscripciones. Lo que unido a la lejanía de la Administración
Central y su exigua comunicación con las dispares comarcas españolas, acrecentarán la
brecha entre el centro y la periferia. Y por ende su difícil entendimiento.
El perpetuo antagonismo entre las dos Españas, la que aún se agarraba al Antigua
Régimen y la liberal, propiciará que iniciativas que se robustecían en otros Estados
europeos, aquí escasamente llegasen a brotar. Manteniéndose un sistema político
caciquil y oligárquico. Abonado por la alta tasa de analfabetismo, que en esa época
concreta rozaba un espeluznante 60%.
78
(H.G.Wells 1866-1946, célebre escritor. Autor de míticas novelas de ciencia ficción, y
considerado junto a Julio Verne como uno de los precursores de este género)
79
me deslizaba por sus múltiples palabras, más se agudizaba mi parte consciente.
Expectante ante el hiriente lamento que rezumaban sus hojas.
Una España actual donde lentamente el poder político penetra en cada uno de los
ámbitos que atañen a nuestra existencia: económico, social, cultural,….Imponiendo
controvertidas medidas como la Ley de Economía Sostenible. SITEL. O inclusive la
presunta inspección de los contenidos difundidos en la red a cargo de una comisión
creada al efecto por el Ministerio correspondiente y no exclusivamente por la propia
justicia, lo más coherente en pro de preservar su absoluta independencia y el equilibrio
entre los distintos poderes (legislativo, ejecutivo y judicial); entrando además
previsiblemente en colisión con derechos fundamentales reconocidos en nuestra Carta
Magna. Habiéndose caracterizado nuestro pasado por la alternancia constante de etapas
de evolución e involución, pareciera que ahora nos adentrásemos en otro periodo
involutivo. En vez de guiar a nuestra ya adulta democracia hacia posturas más abiertas,
justas e innovadoras, acordes con el presente siglo XXI, a semejanza del resto de
naciones occidentales.
Se revela inconcebible que desde las Cortes se dicte a la patronal como regir sus
órganos internos, que se ataque, al parecer, impunemente a sus miembros y los
demás callen. Se le hiela a uno la sangre sólo con imaginar que desde el aparato
gubernamental se ose extinguir la vida de cualquier supuesta sociedad, cuyo hipotético
presidente no resulte afín a los designios de la clase dirigente. O cuyas alocuciones
suenen molestas y demasiado altisonantes.
80
Conduciendo factiblemente esta vorágine de pétreo control a la parálisis de la
inversión y a la fuga de capitales hacia otros territorios que otorguen una mayor
seguridad jurídica y respeto a la empresa privada. Provocando la consecuente
pérdida de riqueza y destrucción de empleo. Claro que siempre quedará el recurso de
volver a fustigar al sufrido contribuyente vía impuestos, en pro de mantener el denso
engranaje de ayuntamientos; cabildos o diputaciones; gobiernos autonómicos; sin
olvidarnos del central. ¿Aunque sin retribución alguna salarial, cómo abonaremos la
amalgama de tributos? Todo con tal de no virar el rumbo, y afrontar las impostergables
reformas. Mientras los diversos sectores nada comentan al respecto, al objeto de no
importunar. Qué como dice aquella popular frase: “el que se mueve no sale en la
foto”.
81
(Toma de la Bastilla, París, el 14 de Julio de 1789)
El Estado Constitucional viene impulsado pues por una nueva clase social: la
burguesía. Quienes habían alcanzado un cierto status gracias a su propia valía y no a
razón de título hereditario alguno. Erigiéndose en los auténticos propulsores de la
Ilustración. Relegando así a la privilegiada nobleza, baluartes del absolutismo
imperante hasta ese momento.
Siendo ese eterno choque entre los aires provenientes del Antiguo Régimen y los
liberales los que acarreen una diversidad de efímeros periodos constitucionales,
82
depuestos por continuos pronunciamientos. Aderezado con el caciquismo reinante y la
desvirtuación constante de las disposiciones constitucionales, con una profusa
vulneración del sufragio. Lo que no permitió tampoco una plena transformación de las
estructuras sociales, económicas y políticas nacionales.
Thomas Jefferson (1743 – 1826), Presidente de EEUU entre 1801 y 1809, esbozará
los susodichos axiomas del erudito británico cuando redacte el borrador de la
“Declaración de Independencia”, aprobada el 4 de Julio de 1776. Suscrita después
del malestar generalizado que provocó la subida de los impuestos sobre el té por parte
del gobierno de Jorge III. Decisión tomada por el monarca sin previa consulta a las trece
colonias dependientes de la corona británica, radicadas en la Costa Atlántica de
América del Norte. Lo que fue interpretado por los colonos como un acto sumamente
abusivo, motivo por el que la sublevación, a su parecer, estaba más que justificada.
Postulados inconfundiblemente lockianos que quedan evidenciados en el siguiente
fragmento: “(…) Todos los hombres han sido creados iguales (…)”. Quienes “(…)
recibieron de su Creador ciertos derechos inalienables, entre los cuales están la vida,
la libertad y la búsqueda de la felicidad; así, para asegurar esos derechos, se han
83
instituido los gobiernos entre los hombres, derivándose sus justos poderes del
consentimiento de los gobernados; de tal manera que si cualquier forma de gobierno se
hace destructiva para esos fines, es un derecho del pueblo alterarlo o abolirlo, e
instituir un nuevo gobierno, basando su formación en tales principios, y organizando
sus poderes de la mejor forma que a su juicio pueda lograr su seguridad y
felicidad.(…)”
Tras varios años de guerra, y ayudado por Francia y España, EEUU se constituirá en un
Estado Federal con la promulgación de la Constitución de 1787. Ampliada con las 10
primeras enmiendas de 1791, incorporando un listado de derechos naturales. Norma
jurídica suprema que servirá de referente a las naciones de América Latina, a medida
que vayan adquiriendo su independencia.
84
nueva, a partir de la cultura jurídica inglesa, ya que en aquel territorio anteriormente
no existía el feudalismo. En Francia la evolución se propiciará a costa de
abundantes derramamientos de sangre.
85
(Alegoría de La Niña Bonita sobre la I República Española, publicada en La Flaca,
revista humorística y liberal del siglo XIX)
86
La primera Constitución española se gestará tras la batalla de Bailén y el
abandono del Trono por José Bonaparte. Suscrita el 19 de Marzo de 1812. Si bien
entre esa fecha y 1837 únicamente se encontrará en vigor seis años y no
consecutivos. A tenor del fuerte enfrentamiento entre absolutistas y liberales. Optando
por unas Cortes monocamerales y una monarquía moderada, en la que el rey, todavía
conservando amplias facultades de ejecución y dirección política, no ejerce el poder
absoluto. Recayendo en esta fase la corona en la figura de Fernando VII, mas su
relación con la Carta Magna rubricada se caracterizará por una continua contradicción y
suspicacia.
La Constitución de 1812 fue interpretada, fuera de nuestras fronteras, como símbolo del
liberalismo y el progreso. Y serán los partidarios de la misma los que acuñarán
originariamente el término liberal. En su artículo 2 se declaraba: “la nación española es
libre e independiente y no es ni puede ser patrimonio de ninguna persona”.
Desplazando el mandato representativo al imperativo. Usado hasta ese instante por los
nobles para ordenar a sus representantes los postulados a defender en cada momento.
Texto articulado bajo el precepto de sufragio activo universal masculino. No existiendo
mención alguna en torno a la posibilidad de disolución de las Cortes por parte del Rey.
Se decreta la libertad de imprenta y la de expresión de pensamiento, se deroga la tortura
y se liberaliza la economía.
87
de esta Carta Magna conducirá a la elaboración de una nueva, la de 1856, que no
llegará a ser refrendada. Conocida como la Constitución nonata.
88
(Antonio Cánovas del Castillo 1828-1897)
Acostumbraba Pedro Gutiérrez al alba encender el longevo transistor del salón, al objeto
de escuchar la tertulia política matutina de “Radio Vecindad”, la emisora local. A la
cual precedía el programa musical “Te rondaré morena”, consagrado a deleitar a sus
oyentes con las mejores canciones del panorama nacional. Alcanzando a percibir en ese
preciso instante la ineludible voz de Joan Manuel Serrat, interpretando: “Un pueblo
blanco”.
La mesa yacía engalanada, cubierta por nuestro venerado mantel blanco. Salpicado por
multitud de rosas, caladas décadas atrás por las laboriosas manos de mi difunta madre.
Pedazo de tela que se erigía en el más excelso tesoro de nuestra humilde morada. Y allí
sentada estaba ella, mi querida prima Libertad. Increíblemente hermosa y dulce, a cuál
89
más. No obstante, a veces temía que su inmensurable amor por Matahambre y sus
gentes, acabaran por romper vilmente su frágil corazón en infinidad de pedazos.
A lo que contesté:
-“No, al contrario. Aunque lo cierto es que he dormido poco, se debe a que he estado
absorto en el último libro escrito por Francisco: “El vituperado sistema electoral de la
Restauración y sus similitudes con la partidocracia vigente.” Donde se esfuerza en
explicar la historia del Estado Constitucional español, repleta de cuantiosos
contratiempos hasta llegar al momento vigente. Etapa actual de la que asiduamente
alardeamos por sus altas cotas de democraticidad. Convirtiéndose realmente, según el
autor, con el devenir de los años, en un Estado despótico, regido por una oligarquía
partidocrática.
90
otra polvareda populista y demagógica cuando pronunciemos un no rotundo a lo que
ambicionan. Vislumbrando como exclusiva salida, para lograr sus propósitos, la
presión popular. Ya que continúan erróneamente creyendo que temerosos, por un
hipotético castigo en las urnas, pronunciaremos un sí a unos expedientes
presuntamente espurios, donde las áreas urbanas y la aleatoria edificabilidad se
otorgan supuestamente a tenor de quién ostente la propiedad. Pareciendo aquello, en
vez de planos, un enfermo de sarampión, plagado de dispersos puntitos pálidos y
oscuros, sin consolidación de núcleo poblacional alguno. Eso sí, con la colaboración
inestimable de sus adláteres en variadas administraciones. Pierden el tiempo, mas si
quieren que participemos en la Comisión allí permaneceremos.
- Porque la soberanía no reside en el pueblo, sino en los partidos. Los políticos no son
los verdaderos representantes del pueblo, sino de los partidos ¿No es realmente una
oligarquía partidocrática la que impone a los distintos dirigentes y no el votante? ¿No
se circunscriben las votaciones de los cargos electos a lo decretado por los órganos de
las dispares formaciones? ¿No es la disciplina de partido acaso un camuflado mandato
imperativo? Con lo que no viviríamos en una democracia, sino en una partidocracia.
91
donde esta función recae en una minoría cualificada. Sirviendo allí de control y no de
mero paripé como aquí.
Empresas que al fin y al cabo viven mayormente de la publicidad contratada por sus
clientes. Encontrándose el empresario frente a la disyuntiva de escoger entre un
empleado con talento u optar por su principal fuente de ingresos. Habitualmente suelen
decantarse lamentablemente por lo segundo. Tal vez inevitablemente sea una abyecta
reacción de supervivencia.
92
(Desastre de Anual. Cadáveres en Monte Arruit. Alrededor de 2.900 militares
españoles perecieron el 9 de agosto de 1921 en esa posición.)
Llegó la tarde y con ella mi anhelado retorno a las sinuosas páginas de aquella
magnífica obra. Habiéndose acrecentado, tras las argumentaciones de Libertad, aún más
si cabe, mi curiosidad por tan enigmática época. Donde después de continuos avances y
retrocesos nuestro Estado Constitucional creyó alcanzar, por fin, la paz y tranquilidad.
No obstante, nada más lejos de la realidad. Puesto que al culminar el referido periodo,
con cincuenta años escasos, sobrevino nuevamente una Dictadura. Siendo el Capitán
General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, quien se haría con el poder mediante el
habitual, en nuestro territorio patrio, golpe de Estado, el 13 de Septiembre de 1923.
93
parlamentaria y democrática británica. Configurándose este punto como significativo
óbice para la consolidación del susodicho régimen político en nuestro país.
94
entronización de Alfonso XIII, su hijo, jurando la Constitución en 1902 e
iniciando así su reinado personal. Abuelo de nuestro actual monarca, Juan Carlos
I.
Las negativas consecuencias que suscitó la intromisión de Alfonso XIII en la
actividad parlamentaria, propició que la susodicha cuestión se tuviese muy
presente en la redacción de la vigente Constitución, la de 1978. Optando sus
constituyentes por privar al rey de implicación alguna en el debate político
cotidiano. Circunscribiéndose las actuaciones de la corona a funciones
fundamentalmente simbólicas y representativas del Estado.
• El Gobierno. Será a partir de ahí cuando se defina la figura del Presidente. Aunque
no estuviese tácitamente reconocida en la norma jurídica suprema, se distinguirá del
resto de miembros del gabinete. Componentes penalmente responsables, acusando el
Congreso y juzgando el Senado.
A pesar de que la Carta Magna establecía que correspondía al Rey nombrar y cesar, bajo
su justo criterio, a los Ministros, esta potestad sería ejercida por quien recibiera el
encargo del monarca para conformar Gobierno, es decir, el Presidente.
Además, uno de los grandes logros fue el Código Civil de 1889, en el que resultaría
crucial la figura del político liberal y jurista: Manuel Alonso Martínez. Quien
concibió la idea de que el Parlamento se limitase a establecer una Ley de Bases, en la
que se contemplarían los principios a desarrollar luego por una Comisión técnica creada
al efecto. Entendiendo que se trataba de un trabajo especializado y no político, y el
dejarlo plenamente a la discusión parlamentaria dilataría en el tiempo su culminación.
Procurándose dar una respuesta a la calificada como “cuestión foral”, a través de la
elaboración de Apéndices que describían las instituciones forales a conservar en las
provincias donde existiesen.
95
Esperando con la fórmula del turnismo, dar cabida a ambas posturas
mayoritarias, a semejanza del bipartidismo británico. Idénticamente a lo que
acontece presuntamente hoy en día en nuestro país. Persiguiendo con ello una
supuesta estabilidad, atendiendo a los agitados precedentes. Siendo cierto que lo
consiguió originalmente, posibilitando el desarrollo económico de la nación, el sistema
fue desvirtuándose poco a poco, al ser incapaz de insertar en el mismo a las
contrarias voces, que aunque en inferioridad, progresivamente fueron acerando
sus proclamas: los carlistas; los republicanos; el movimiento obrero (anarquistas y
socialistas); la oposición intelectual; y los nacionalismos y regionalismos, en
Cataluña y el País Vasco.
Y por otro lado, el Desastre de Annual, que llevó a la retirada de las mal pertrechadas
tropas españolas del Rif, al Norte de Marruecos. No sólo promovería el
pronunciamiento de Miguel Primo de Rivera, hipotéticamente para evitar que el
expediente abierto por las negligencias que ocasionaron aquel hecho se le diese curso en
el Parlamento, sino que alumbraría a otro futuro dictador: Francisco Franco. Batalla
desde la que se relanzaría su carrera militar. Entregándole Alfonso XIII, en Enero de
1923, la medalla militar y el cargo honorífico de gentilhombre de cámara. Brindándose
el monarca, más tarde, como padrino de la boda de Franco, representado en el enlace
por el Gobernador Civil de Oviedo, el General Losada.
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(Caricatura satírica del semanario La Flaca al respecto de la farsa electoral)
97
momento en que la formación gobernante entraba en crisis el monarca escogía a otro
Presidente. Confeccionándose desde el Ministerio de Gobernación una lista de
futuribles diputados, detallando sus nombres y apellidos y el distrito por el que
resultarían electos, suficientes para aupar en el poder al nuevo sector y siempre
reservando un determinado número a la oposición. Lo que recibiría el calificativo de
“encasillado”. Correspondiendo al cacique local que las mencionadas candidaturas
fuesen votadas por el pueblo. Logrado mediante componendas varias: otorgando favores
a diestro y siniestro, ofreciendo puestos de trabajo en la corporación, prometiendo la
agilización de trámites administrativos,…En definitiva, creando una auténtica red
clientelar en torno suyo. Y si fuese oportuno empleando técnicas tales como: el
pucherazo, insertando en las urnas más votos del candidato que se quiere que gane; o
inscribiendo o borrando del censo a quien se estimase, incluso apuntando a difuntos si
fuese menester (“lázaros”). Dando apariencia legal a unos comicios abyectamente
manipulados.
Por los efectos, sabemos que esa forma de gobierno, sea la que fuere, no nos sienta
bien y que necesitamos mudarla por otra, o dicho de otro modo, que necesitamos
redimirnos de ella. Ahora bien: es sabido que, para ponerse en cura, lo primero que
hace falta es conocer la enfermedad. (…)
98
(…) Cada región y cada provincia se hallaba dominada por un particular irresponsable
diputado o no, vulgarmente apodado en esta relación cacique, sin cuya voluntad o
beneplácito no se movía una hoja de papel, no se despachaba un expediente, (…), ni se
acometía una obra (…) No había que preguntar si tenías razón, (…) para saber como
se fallaría (…) el expediente: había que preguntar si le era indiferente al cacique, y por
tanto se mantenía neutral, o si estaba con vosotros o contra vosotros. (…) Se
extraviaban los expedientes (…) que él quería que se extraviasen; (…) se imponían
multas si era su voluntad que se impusieran (….); las carreteras iban no por donde las
trazaban los ingenieros, sino por donde caían sus fincas (…); era diputado, alcalde o
regidor a quién él designaba o recibía para instrumento de sus vanidades, de sus
medros o de sus venganzas (…). Tenía demarcado por los jerarcas supremos su feudo,
el cual abarcaba ora una región, ora una provincia, o bien uno o más distritos dentro
de ella. (…)
(…) Todo aquel estado de corrupción y de servidumbre, (…) que acabo borrosamente
de bosquejar, subsiste íntegro (…) años después, salvo haberse agravado con la
hipocresía de la soberanía nacional y el sufragio universal, escarnio e inri de la
España crucificada. Lo mismo que entonces, la nación sigue viviendo (….) a los pies
del cacique, a cambio de los votos necesarios para fabricar las mayorías
parlamentarias en que los pocos centenares de políticos tienen que ampararse para
dominar el país. (…) El español vive a merced del acaso, pendiente de la arbitrariedad
de una minoría corrompida y corruptora, sin honor,(…) humanidad, infinitamente peor
que en los peores tiempos de la Roma pagana. En Europa desapareció hace ya mucho
tiempo: si algún rastro queda aquí o allá, es un mero accidente. En España no: forma
un vasto sistema de gobierno, organizado (…) por regiones, por provincias, por
cantones y municipios, con sus turnos y sus jerarquías, sin que los llamados
Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales, Alcaldías, (…), Ministerios, sean más que
una sombra y como proyección exterior del verdadero Gobierno, que es ese otro
subterráneo, instrumento y resultante suya, y no digo que también su editor
responsable, porque de las fechorías criminales de unos y de otros no responde nadie.
Es como la superposición de dos Estados, uno legal, otro consuetudinario: máquina
perfecta el primero, regimentada por leyes admirables, pero que no funciona;
dinamismo anárquico el segundo, en que libertad y justicia son privilegio de los malos,
donde el hombre recto, como no claudique y se manche, sucumbe.
99
(…)Eso que complacientemente hemos llamado y seguimos llamando «partidos», no
son sino facciones, banderías o parcialidades de carácter marcadamente personal,
caricaturas de partidos formadas mecánicamente, a semejanza de aquellas otras que se
constituían en la Edad Media y en la corte de los reyes absolutos, sin más fin que la
conquista del mando, y en las cuales la reforma política y social no entra de hecho,
aunque otra cosa aparente, más que como un accidente, o como un adorno, como
insignia para distinguirse o como pretexto para justificar la pluralidad. (…)
(…)Significando aristocracia el gobierno del país por una minoría, pero minoría de
los mejores, la forma de gobierno en España es lo contrario, el gobierno del país por
una minoría también, pero minoría de los peores. (…)
(…)Los cargos concejiles no los desempeñan las personas de más ilustración, de más
respetabilidad, de más valía por su posición social, por su sensatez, integridad y
espíritu de justicia, quienes se mantienen alejados de las Corporaciones locales por no
mancharse, sino los vividores, serviles, sin escrúpulos, que en los oficios de república
no ven más sino una granjería. (…) Alcaldes y concejales que, sin oficio ni beneficio,
viven magníficamente a costa del común. (…)
(…)Caciques (…), que tiranizan como les place a los convecinos, siempre que guarden
las formas legales, para lo cual todos son maestros» «Mientras no se corte de raíz esa
planta maldita, (…), y el pobre lugareño siga siendo explotado como una bestia, y
víctima el desvalido de todo género de injusticias, humillaciones y vejámenes por parte
de los seres más abyectos, fuertes con la protección del centro, las personas cultas y
decentes seguirán huyendo de vivir en tales lugares, y. serán inútiles cuantos esfuerzos
se hagan (…) para difundir la cultura, el bienestar y la riqueza, porque lo secará y
esterilizará todo la ponzoña del caciquismo. (…)
(…)El (…) oligarca no es más que el remate de esa organización, el último grado de
esa jerarquía. Y es claro que para que el sistema funcione con regularidad y responda
a su fin (la apropiación y monopolio de todas las ventajas sociales) es condición
precisa que todas las piezas que entran a la parte se muevan armónicamente,
inspiradas en un común espíritu, que aprecien de idéntico modo los medios, como
aprecian de idéntica manera los fines, y, por tanto, que sea una misma en todos su
naturaleza moral. (…)
100
(…)Personajes y ministros que no darían la mano a algunos individuos, que no los
admitirían a su mesa ni en su casa, que si los hallaran en despoblado se llevarían
instintivamente las manos al bolsillo, no tienen inconveniente en entregarles una o
muchas municipalidades, una Comisión provincial o una Diputación entera (…)
(…)Hasta aquí los dos componentes fundamentales del régimen oligárquico, extraños a
la nación y contrapuestos a ella: los prohombres, oligarcas de primer grado; y los que
en la jerarquía feudal ocupan grados inferiores, bien que no menos fundamentales y
sustantivos, y a que solemos apellidar más determinadamente caciques, de mayor y de
menor cuantía, locales, cantonales, provinciales y regionales.(…)
(…)Es el gobierno y dirección de (…) los peores; violación torpe de la ley natural, que
mantiene lejos de la cabeza, fuera de todo estado mayor, confundida y diluida en la
masa del servum pecus, la élite intelectual y moral del país, sin la que los grupos
humanos no progresan, sino que se estancan, cuando no retroceden. (…)
(…)No (…) preguntéis, después de esto, por qué nos estancamos primero y
retrocedimos y caímos después: por qué, siguiendo así, no nos levantaremos jamás
(…)
(…) La forma actual de gobierno en nuestro país: lo dicho hasta aquí es más que
suficiente para dejarla definida como una oligarquía pura en el concepto aristotélico:
gobierno del país por una minoría absoluta, que tiende exclusivamente a su interés
personal, sacrificándole el bien de la comunidad. (…)
101
Capítulo XXXIV: La Revolución desde arriba
En base a ello Maura aseveraría: “(…) España entera necesita una revolución en el
gobierno radicalmente, rápidamente, brutalmente; tan brutalmente que baste para
que los que estén distraídos se enteren, para que nadie pueda ser indiferente y tengan
que pelear hasta aquellos mismos que asisten con resolución de permanecer alejados
(…)
(…) No; más que nunca es ahora necesario restablecer aquella ya casi olvidada, de
tiempo que ha que fue perdida, confianza entre gobernantes y gobernados; y ya no
hay más que un camino, que es la revolución audaz, la revolución temeraria desde el
Gobierno, porque la temeridad es, no obra de nuestro albedrío, sino imposición
histórica de los ajenos desaciertos. Nunca habría sido fácil la revolución desde el
Gobierno, nunca habría sido recomendable, si hubiera podido dividirse la facultad y
102
esparcirse la obra en el curso del tiempo; pero cada día que pasa, (…), es mucho más
escabrosa, mucho más difícil, y el éxito feliz mucho más incierto; y no está lejano el
día en que ya no quede ni ese remedio (…)”.
Luego le tocaría a José Canalejas (1854-1912), por parte del Partido Liberal, retomar las
referidas reflexiones. No obstante, su asesinato el 12 de Noviembre de 1912, a manos
del anarquista Manuel Pardiñas Serrano, mientras transitaba por la zona madrileña de la
Puerta del Sol, imposibilitaría el objetivo por tantos anhelado. Accediendo
postreramente el Conde de Romanones (1863-1950), quien carecería de la convicción
necesaria para abanderar tan magnánimos planteamientos. Circunscribiéndose la
situación política, a partir de 1913, a un perenne apagar fuegos, soslayando cualquier
medida de profundo calado.
103
Capítulo XXXV: Vuelva usted mañana
Una lágrima se deslizó lentamente por mi mejilla, por primera vez atisbaba a
comprender mínimamente el dolor que atormentaba perennemente a Libertad. No
obstante, el mal que ella achacaba a Matahambre quizás no se circunscribiese
exclusivamente a esta comarca. Ni tan siquiera a Golfi y sus secuaces, o al
todopoderoso Don Oprobio. Tampoco a un concreto espectro político. Amargamente
empezaba a intuir que tal como definiera Unamuno a la envidia: “la carcoma del alma
española”. Igualmente esta dolencia estuviese pudriendo las raíces de la democracia en
nuestra patria.
Y es que aquellos pasajes, concebidos por Joaquín Costa hace ya casi un siglo, eran
lo más parecido a la vigente realidad. Y la proclama de Maura una imperiosa
necesidad.
Recordé las promesas de Golfi a los frágiles jóvenes de Matahambre: “Vótame”, les
decía, “Y tendrás un puesto en el Ayuntamiento”. Abandonando los estudios a edades
sumamente tempranas. Convirtiéndolos en carne de cañón ante cualquier eventual crisis,
al carecer, al alcanzar la treintena, de oficio, ni beneficio. Y futuriblemente sujetos a
más que probables Expedientes de Regulación de Empleo, cuando la recaudación
municipal aminorase. ¿No se englobaría esto en la definición enunciada por Costa al
respecto del clientelismo político? Porque si Golfi realmente pensase en sus vecinos,
ante todo desearía el máximo grado de formación para las nuevas generaciones, porque
al fin y al cabo a ellas concierne el futuro. Lo contrario es pretender que nada cambie,
manteniéndose el poder gubernamental constantemente en las mismas manos. Aquí
constreñido a: “La banda de Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como”.
Memoré a Don Oprobio eximiendo del pago a sus inquilinos comerciales a cambio
de apoyar semejante causa, exigiéndoles mirar para otro lado mientras se
104
perpetraban multitudinarias fechorías. La historia de Miguel y las facturas
consistoriales. El relato de Libertad en torno a la Revisión del Plan General de
Ordenación Urbana.
“(…)Presentóse con todo, yendo y viniendo días, una proposición de mejoras para un
ramo que no citaré, (…)Vivió el expediente dos meses en informe, y vino tan
informado como era de esperar.(…)Vuelto de informe, se cayó en la cuenta (…) de que
el tal expediente no correspondía a aquel ramo; era preciso rectificar este pequeño
error; pasóse al ramo, establecimiento y mesa correspondiente, y hétenos caminando
después de tres meses a la cola siempre de nuestro expediente, como hurón que busca
el conejo, y sin poderlo sacar muerto ni vivo de la huronera. Fue el caso al llegar
aquí que el expediente salió del primer establecimiento y nunca llegó al otro. (…)
(…)Hubo que hacer otro. ¡Vuelta a los empeños! ¡Vuelta a la prisa! ¡Qué delirio! (…)
(…)Por último, después de cerca de medio año de subir y bajar, y estar a la firma o al
informe, o a la aprobación, o al despacho, o debajo de la mesa, y de volver siempre
105
mañana, salió con una notita al margen que decía: “A pesar de la justicia y utilidad
del plan del exponente, negado (…)”.
106
Capítulo XXXVI: La mal usada vía de urgencia
107
Memoré también la constante queja de Libertad, acerca del mal uso de la vía de
urgencia en los distintos Plenos celebrados en el recinto consistorial. Según mi
prima, existen tres modalidades de sesiones del Pleno, a tenor de lo dispuesto en el
artículo 77 del Real Decreto 2568/1986, de 28 de Noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las Entidades
locales (ROF):
“(…) a) Ordinarias.
b) Extraordinarias.
c) Extraordinarias de carácter urgente.”
Definiendo el artículo 78 del ROF las ordinarias como: “(…) Aquellas cuya
periodicidad está preestablecida.” Es decir, las que vienen decretadas en virtud del
artículo 46.2.a de la Ley 7/1985, de 2 de Abril, Reguladora de las Bases de Régimen
Local (LRBRL): “El Pleno celebra sesión ordinaria como mínimo cada mes en los
Ayuntamientos de municipios de más de 20.000 habitantes (…); cada dos meses en los
Ayuntamientos de los municipios de una población entre 5.001 habitantes y 20.000
habitantes; y cada tres en los municipios de hasta 5.000 habitantes (…)” Y en las que
media previamente una comisión informativa, donde se exponen los asuntos a
debatir en el Pleno. A la que suelen asistir los técnicos, en pro de aclarar las
diversas dudas suscitadas a los ediles, planteadas sobre los informes por ellos
redactados, ya fueren técnicos o jurídicos. Con el fin de esclarecer cualquier
farragoso asunto, posibilitando la absoluta coherencia en el ulterior voto. Ya que
no olvidemos que un negligente pronunciamiento puede acarrear inclusive
consecuencias penales.
Asimismo corresponde al artículo 78 del ROF fijar las extraordinarias: “(…) Aquellas
que convoque el Alcalde o Presidente con tal carácter, por iniciativa propia o a
solicitud de la cuarta parte, al menos, del número legal de miembros de la
Corporación.” En este tipo también ha de celebrarse con anterioridad una
Comisión Informativa.
108
oposición ni siquiera de una nimia hora para estudiar la referida documentación,
sino que ha de pronunciarse “ipso facto”. Correspondiendo estas cuestiones
normalmente a la desestimación de variadas alegaciones, o sea, opuestas voces a los
proyectos por la citada camarilla ratificados.
109
Capítulo XXXVII: Irrupción de los partidos de masas
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Habiendo predominado hasta ese momento los partidos de notables o de cuadros.
Categoría en la que se circunscribían las formaciones liberales de Cánovas y Sagasta.
Cuyos miembros eran reclutados a razón de determinadas cualidades especiales:
capacidad económica, prestigio social, influencia intelectual. Configurándose en una
amalgama de intereses particulares, muy a tener en cuenta en cualquier decisión final a
tomar. Esta fórmula subsiste únicamente hoy en día en Estados Unidos, donde sus
principales partidos se erigen como inmensas confederaciones compuestas de dispares
grupos locales. Donde en el voto de un cargo electo, ya pertenezca a la Cámara de
Representantes o Senado, prima muchas veces más el temor a rendir cuentas ante el
ciudadano, de quien depende que renueve o no otra vez el escaño, que lo decretado por
su propia organización. Manifiestamente desigual a lo que sucede habitualmente en
nuestro territorio nacional, debido mayormente a las considerables disparidades entre
ambos sistemas electorales.
Hacia finales del siglo XX los mencionados partidos de masas evolucionarán hacia
el prototipo actual: “partidos atrapa-todo”. Denominados de esta forma porque su
fin último es concitar el máximo número de apoyos en las urnas, para lo que
diluyen su ideario y lo envuelven con axiomas universales, de fácil asimilación por
el conjunto de la sociedad. Eludiendo identificarse excesivamente con segmento
alguno, para no ser rechazados por el resto. Utilizando mensajes vagos, que sufren
una constante transformación, atendiendo a los requerimientos de cada momento.
Burocratizándose los partidos en demasía y transformándose sus dirigentes en absolutos
profesionales de la política. Quienes ya no son individuos civiles que, en un momento
determinado de su trayectoria laboral en el ámbito privado, optan por volcar sus
conocimientos en la vida pública, sino sujetos que no conocen más oficio que la propia
política.
111
para sostenerse en su puesto, exclusiva forma de ganarse su sustento. En tanto en cuanto
los demás callan por temor a ser sancionados y verse expulsados de los núcleos del
poder. Avocando a los afiliados de valía a echarse a un lado, con tal de no ser arrollados
por el turbulento vendaval. Amordazando normalmente a su máximo líder, el cual está
abocado a ceder a sus caprichos en pro de no ser derrocado. Estado que conforma el
paso previo para la refundación o extinción de la dolorida formación.
112
(Karl Marx 1818-1883)
“El socialismo ha muerto”, esta era la conclusión a la que llegaba Anthony Giddens
a finales del siglo pasado. Uno de los más eminentes sociólogos ingleses, después de
Jhon Maynard Keynes (1883-1946). Y es que los axiomas keinesianos, proclives al
intervencionismo estatal mediante una fuerte política de inversiones públicas, al objeto
de crear el pleno empleo, supliendo en parte la labor del mercado, regirían la gestión
económica mundial durante largo tiempo. Concretamente desde los años treinta hasta la
década de los ochenta. Momento en el que se verían desplazados, en prácticamente todo
el mundo por el Liberalismo. Coincidiendo con el triunfo de los liberales tanto en Gran
Bretaña, como en los Estados Unidos. Puesto que a la postre se ha demostrado el
desmesurado inflacionismo que provocan las teorías keinesianas. Pensamiento
explicado, de la manera más sencilla posible, por Margaret Thatcher, empleando el
113
coherente criterio de una pragmática ama de casa: “la (…) filosofía del señor Keynes de
gastar más de lo que se ingresa.”
Marx abogaba por la supremacía del proletariado y el control del Estado por este.
Sociedad en la que se expropiarían los medios de producción a los particulares,
que pasarían a formar parte de la colectividad, recayendo en el gobierno la
planificación de los recursos.
114
una certera resolución. No existiendo nada más eficiente para coordinar la
actividad económica que el propio mercado.
Defendiendo Karl Marx una única postura, llegando a decir que: “El significado de paz
es la ausencia de oposición al socialismo.” Lo que será llevado a los extremos con la
revolución rusa de Lenin, donde una élite revolucionaria, supeditada a una férrea
disciplina de partido, acapararía el poder. Cuyas órdenes nunca podrían ser
cuestionadas. Y que desencadenarían las sangrientas purgas de Stalin. Estado que debía
gobernarse bajo un régimen de monopolio político, exclusiva forma, para ellos, de
convertir a la sociedad burguesa en la “dictadura del proletariado”.
Un punto que todos perseguirán será crear el hombre nuevo, capaz de servir fielmente a
la causa revolucionaria. Proceso meridianamente descrito por Ernesto Che Guevara en
un artículo publicado el 12 de Marzo de 1965:
“(…) Para construir el comunismo (…) hay que hacer al hombre nuevo. (…)
(…) La educación directa (…) se ejerce a través del aparato educativo del Estado en
función de la cultura general, técnica e ideológica, por medio de organismos tales
como el Ministerio de Educación y el aparato de divulgación del partido. La educación
prende en las masas y la nueva actitud preconizada tiende a convertirse en hábito; la
masa la va haciendo suya y presiona a quienes no se han educado todavía. (…)
(…) En este periodo de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que
va naciendo. (…)
115
(…) Es un proceso que requiere tiempo.
Particularmente importante es la primera, por ser la arcilla maleable con que se puede
construir al hombre nuevo sin ninguna de las taras anteriores. (…)
Fragmentos en los que algunos atisban a concebir ciertos paralelismos con determinadas
políticas implementadas recientemente en nuestro territorio patrio.
Y es que, como opinara el eminente filósofo liberal Karl Popper, los grandes males
de la sociedad habitualmente no nacieron de seres malvados, ni malintencionados,
sino que brotaron como resultado de las premisas planteadas por sujetos adscritos
a los más nobles ideales. Quien negara tajantemente la posibilidad de un pensamiento
único, manifestando: “el acuerdo del Occidente en torno a una sola idea, a una sola
creencia, a una sola religión, sería el fin de Occidente, su capitulación, su rendimiento
incondicional a la idea totalitaria.” Amparándose siempre en la tolerancia: “Creo que
tenga razón, pero yo puedo estar equivocado y ser usted quien tenga la razón; en todo
caso discutámoslo, pues de esta manera es más probable que nos acerquemos a una
verdadera comprensión que si meramente insistimos los dos en tener la razón.”
116
(Pablo Iglesias 1850-1925)
El PSOE mantendría su adhesión a la filosofía marxista desde sus inicios hasta 1979.
Ideología que queda sintetizada mediante la siguiente frase de su eminente fundador,
Pablo Iglesias: “El Partido Socialista es la entera emancipación de la clase
trabajadora: es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una
sola (…)” Oponiéndose al orden económico burgués.
117
En 1921 sufrirían la escisión de un grupo, quienes crearán el Partido Comunista de
España, de ideología igualmente marxista. Convirtiéndose posteriormente en
importantes protagonistas de la oposición al régimen de Franco. Intentando aglutinar a
las diversas fuerzas existentes en ese momento en un único movimiento para derrocar al
caudillo, abogando por desterrar cualquier halo de rencor y revancha, en pro de reforzar
exclusivamente los lazos de unión alrededor de un mismo propósito. De lo que dan fe
las siguientes palabras esbozadas por Santiago Carrillo en 1956: “(…) Nosotros
entendemos que la mejor justicia para todos los que han caído y sufrido por la libertad
consiste, precisamente, en que la libertad se establezca en España. Una política de
venganza no serviría a España para salir de la situación en que se encuentra. Lo que
España necesita es la paz civil, la reconciliación de sus hijos, la libertad.”
Auspiciadores, a partir de 1950, de la concreción de Comisiones Obreras.
Sin embargo, el papel del PSOE como resistencia a Franco resultó cuanto menos difuso.
De lo que sí se tiene constancia es de la connivencia que mantuvo con la dictadura de
Miguel Primo de Rivera, acontecida desde su pronunciamiento, el 13 de Septiembre de
1923, hasta su dimisión el 28 de Enero de 1930. De quien diría Indalecio Prieto, uno de
los máximos dirigentes del PSOE y líder del sector más moderado del mismo, que era
un “Dictador sin muertos” y que “ojalá todas las dictaduras fueran como la suya”.
Con una notable influencia en dicho gobierno en lo concerniente a legislación social,
parte de la cual se recogió en el Código de Trabajo (1926). Incluso Primo de Rivera
supuestamente llegó a albergar la idea de erigir un sistema turnista, similar al de la etapa
anterior, con el PSOE. Presuntamente gracias a ello UGT tendría un desarrollo
exponencial. Mientras que la CNT, fundada en 1910 bajo el espíritu del anarquismo
español, el otro gran sindicato obrero, sería fuertemente represaliado, viendo
drásticamente sus fuerzas mermadas. Igual fortuna sufriría el Partido Comunista de
España.
118
Además el PSOE se hará eco de la “Tercera Vía”, al parecer, en su XXXV Congreso
Federal, del que resultaría electo como secretario general, el actual presidente del
gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Movimiento al que se conocería, en nuestro
territorio patrio, con el nombre de Nueva Vía. Corriente promovida por los laboristas
ingleses, bajo el liderato de Tony Blair, y los demócratas de Bill Clinton en Estados
Unidos. Donde se sugiere un punto intermedio entre el liberalismo y la
socialdemocracia, con la intención de articular una nueva ideología tras el fracaso del
programa económico socialista, lo que se evidenció con la caída del muro de Berlín
acontecida el 9 de Noviembre de 1989. Es por ello que resultó sumamente
contradictorio el furibundo ataque del PSOE contra el liberalismo, durante las
elecciones al Parlamento Europeo, del 7 de Junio de 2009.
En aquel XXXV Congreso del PSOE, que tuvo lugar en Madrid, en Julio del 2000, el
nuevo secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, haría un llamamiento a la
“pasión por la libertad”, premisa que para él habría de imperar perennemente en el
socialismo. Sin olvidar su dos grandes slóganes: “talante” y el “cambio tranquilo”. Así
en el discurso de clausura de dicho Congreso aclamaría: “No practicaremos ni la
crispación, ni la infamia, ni la injuria; no buscaremos la destrucción de nuestros
adversarios, porque ellos también son parte necesaria de esta sociedad.” Interpelado
sobre el significado que entrañaba el cambio tranquilo, contestaría: “Proponer y aceptar
acuerdos (…) Si cada gobierno destruye todo lo anterior, absolutamente todo, será muy
difícil que prosperemos.”
Una Historia de España que se reescribe cada día, poniendo sobre el tamiz las dicciones
y contradicciones de sus trascendentales protagonistas.
119
(Miguel Primo de Rivera 1870-1930)
El Desastre de Annual, que llevó a la retirada de las mal pertrechadas tropas españolas
del Rif, al Norte de Marruecos, supuestamente suscitaría el pronunciamiento
liderado por el que fuera Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera
(1870-1930). Acaecido el 13 de Septiembre de 1923. Hipotéticamente para evitar
que al expediente abierto, por las negligencias que ocasionaron aquel hecho, se le
diese curso en el Parlamento. Del cual se desprendía una enardecida crítica al
decadente régimen de la Restauración y a la monarquía, encarnada en la figura de
Alfonso XIII (1886-1941).
120
que el golpe de los sublevados militares se tope con una exigua oposición. Osando
mostrarse su personaje estelar ante la opinión pública, como el “cirujano de hierro”,
sugerido por el regeneracionista Joaquín Costa (1846-1911), que salvaría a España de
los males que la aquejaban. Citando el autor en su obra “Oligarquía y caciquismo como
forma de gobierno en España” al respecto lo siguiente: “(…) El sanar a España del
cacique, el redimirla de esa cautividad, supone dos distintas cosas: operación
quirúrgica, de efecto casi inmediato, y tratamiento médico, de acción lenta y paulatina.
(…)” . Lo cual fue espuriamente interpretado por el dictador para hacerse con el poder.
Erigiéndose como el remedio contra “los profesionales de la política”. Siendo
nombrado Presidente, por el Rey Alfonso XIII, el 15 de Septiembre.
Su primera acción al frente del Ejecutivo sería disolver las Cortes y formar un
Directorio Militar. Compuesto por él mismo, como máximo jefe, y mayormente por un
general de cada capitanía. Entre cuyas competencias se hallaban dictar decretos con
fuerza de ley. Permitiendo la operatividad de un único partido político, la “Unión
Patriótica”, dirigida por el propio Miguel Primo de Rivera.
121
• Cortes unicamerales. Conformadas por: treinta diputados designados por el rey a
modo vitalicio; la mitad electos mediante sufragio universal y el resto resultarían
de representación corporativa.
Pero la creciente contestación del proyecto constitucional y del gobierno en sí, más
la gradual pérdida de apoyos, incluso dentro del ejército, abocó a Miguel Primo de
Rivera a presentar su dimisión el 28 de Enero de 1930 y a exiliarse. Sustituyéndolo
en el cargo Dámaso Berenguer (1873-1953), nombrado igualmente por Alfonso
XIII, etapa que sería calificada como “La Dictablanda”, en contraposición con la
anterior.
Sin embargo, el desencanto, con la monarquía y con los sucesivos gobiernos que
hasta ese momento se habían conformado, era palpable. Agrandando abismalmente
la brecha entre gobernantes y gobernados. De lo que dan fe las excelsas palabras del
sempiterno maestro, José Ortega y Gasset (1883-1955), que bien servirían de
aplicación al periodo vigente. Fragmentos extraídos de un artículo publicado en el “El
Sol”, el 15 de Noviembre de 1930, titulado “El error Berenguer”:
“(…) El Estado (…) se ha ido formando un surtido de ideas sobre el modo de ser de
los españoles. Piensa, por ejemplo, que moralmente pertenecen a la familia de los
óvidos, que en política son gente mansurrona y lanar, que lo aguantan y lo sufren
todo sin rechistar, que no tienen sentido de los deberes civiles, que son informales, que
a las cuestiones de derecho y, en general, públicas, presentan una epidermis
córnea.(…)
(…) Entre las ideas sociológicas (…) que sobre España posee el Régimen actual, está
esa de que los españoles se compran con actas. (…)
(…) Hemos padecido una incalculable desdicha. (…). No existe el Estado español.
¡Españoles: reconstruid vuestro Estado! (…)
122
(Ramón Pérez de Ayala 1880-1962)
En Febrero de 1931, lo más granado del liberalismo español: José Ortega y Gasset
(1883-1955), Gregorio Marañón (1887-1960) y Ramón Pérez de Ayala (1880-1962),
crean la “Agrupación al Servicio de la República”. Teniendo lugar su primer acto
público el 14 de Febrero, en el teatro Juan Bravo de Segovia, presidido por el poeta
Antonio Machado. Inicialmente se erigiría exclusivamente como un colectivo de
intelectuales y profesionales que pretendían promover la concepción de un nuevo
Estado. Transformándose posteriormente en partido político, luego del amplio respaldo
social recibido. Presentándose en las elecciones constituyentes convocadas el 28 de
Junio de 1931 con un programa eminentemente liberal, donde sus promotores, entre
otros miembros de la formación, obtendrían acta de diputado. Si bien su aparición
123
como futuro movimiento se escenificaría mediante el manifiesto fundacional
publicado el 10 de Febrero de 1931 en “El Sol”. Del cual destacan, por su
premonitoriedad al respecto de la etapa actual, los ulteriores pasajes:
(…) Nosotros creemos que ese viejo Estado tiene que ser sustituido por otro
auténticamente nacional. Esta palabra “nacional” no es vana; antes bien, designa una
manera de entender la vida pública, que lo acontecido en el mundo durante los últimos
años de nuevo corrobora. (…) Un pueblo es una gigantesca empresa histórica, la cual
sólo puede llevarse a cabo o sostenerse mediante la entusiasta y libre colaboración de
todos los ciudadanos unidos bajo una disciplina, más de espontáneo fervor que de rigor
impuesto. La tarea enorme e inaplazable de remozamiento técnico, económico, social e
intelectual que España tiene ante sí no se puede acometer si no se logra que cada
español de su máximo rendimiento vital. Pero esto no es posible si no se instaura un
Estado que, por la amplitud de su base jurídica y administrativa, permita a todos los
ciudadanos solidarizarse con él y participar en su alta gestión. (…) Que despierte en
todos los españoles, a un tiempo, dinamismo y disciplina, llamándolos a la soberana
empresa de resucitar la historia de España, renovando la vida peninsular en todas sus
dimensiones, atrayendo todas las capacidades, imponiendo un orden de limpia y
enérgica ley, dando a la justicia plena transparencia, exigiendo mucho a cada
ciudadano, trabajo, destreza, eficacia, formalidad y la resolución de levantar nuestro
país hasta la plena altitud de los tiempos. (…)
(…) Importa mucho que España cuente pronto con un Estado eficazmente constituido,
que sea como una buena máquina en punto, porque, bajo las inquietudes políticas de
estos años, late algo todavía más hondo y decisivo: el despertar de nuestro pueblo a
una existencia más enérgica, su renaciente afán de hacerse respetar e intervenir en la
historia del mundo. (…) Pero su realización supone que las almas españolas queden
liberadas de la domesticidad y el envilecimiento en que (se) las ha mantenido. (…)”
124
Presidente del mismo. Quien convocaría elecciones municipales para el 12 de
Abril. Comicios que tomaron un marcado carácter plebiscitario sobre la monarquía y la
propia figura de Alfonso XIII.
“(…) Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas en eficaz
forcejeo con quienes las combaten. Pero, resueltamente, quiero apartarme de cuanto
sea lanzar a un compatriota contra otro en fratricida guerra civil (…)
(…) Espero que no habré de volver, pues ello sólo significaría que el pueblo español no
es próspero ni feliz.”
Con ello se daba por culminada la era monárquica, acusando las Cortes al soberano de
alta traición a través de una ley promulgada el 26 de Noviembre de 1931. La cual sería
derogada por otra rubricada por Franco el 15 de Diciembre de 1938. Pese a la amistad
que unía a ambos, al concluir la guerra civil y no restituir Franco al soberano en su
puesto, Alfonso XIII manifestaría: “Elegí a Franco cuando no era nadie. Él me ha
traicionado y engañado a cada paso.” No volviéndose a restaurar la Monarquía hasta
1975.
A pesar de que la Segunda República comenzó con gran algarabía y júbilo por
parte de la población, quienes se lanzaron rápidamente a la calle para celebrarlo,
pronto se transformaría en confrontación y confusión. Una vez más el espectro de
“las dos Españas”, como las definiera José Ortega y Gasset. Una “que se obstina en
prolongar los gestos de una edad fenecida”. Y otra “España vital, sincera, honrada, la
cual estorbada por la otra, no acierta a entrar de lleno en la historia.” Sembraría de
lúgubres sombras el horizonte. Y es que nuestra historia nos evidencia
pertinazmente, desde hace casi dos siglos, nuestra incapacidad para pasar página y
sumergirnos en la Tercera España. Aquella que describió Salvador de Madariaga
como: la de la libertad, la integración y el progreso.
125
Capítulo XLII: Un sistema más justo y equitativo
Caí vencido con los primeros rayos de sol. Aquel libro me atrapaba poderosamente.
Mostrándose ante mí como el más preciado cofre. Recipiente que guardaba celosamente
la pócima que curaría a nuestra patria de los grandes males que la aquejaban. Pesares
que durante casi dos siglos han provocado que sus dos lados opuestos se enfrenten
perennemente. Sendas caras de una misma España, que inocula su letal veneno en todo
aquel que ose transitar por sus entrañas. Resultando de clamorosa vigencia los tristes
versos del poeta Antonio Machado (1875-1939) cuando entonaba:
ha de helarte el corazón.”
Historias de odios y rencores, de envidias y traiciones, que nos atrapan entre sus redes,
imposibilitándonos alcanzar la tan anhelada Tercera España. La que describiera
Salvador de Madariaga como: la de la libertad, la integración y el progreso.
126
Con tales pensamientos me fui adentrando lentamente en los dominios de la
ensoñación. Campo plagado de escenas reales e irreales, de susurros y lamentos.
En ese momento, inesperadamente, un aire frío inundó la estancia, irrumpiendo,
entre difusas imagines del más allá, los espíritus de mi abuela y mi tía Clara.
Ambas compungidas y con lágrimas en los ojos me aclamaban: “Cuida de Libertad.
No permitas que Don Oprobio llega a ella.” Propiciando tan fantasmagórica escena
nuevamente mi desvelo.
Y allí tumbado en la cama, percibía nítidamente los intensos bramidos del aire que
tocaban en mi ventana como para que los dejara entrar. Desde hacía tiempo intuía un
grave presagio, mas me negaba a advertir tal premonitoriedad.
“Libertad, no sabes donde te metes, lo que hasta ahora te han hecho a ti y a los tuyos es
poco. Aquí no hay nada personal contigo, no lo olvides nunca, simplemente eres un
estorbo en medio de sus intereses económicos. No dudarán ni un minuto en eliminarte.
Y cuentan con el apoyo de otras personas, ubicadas en los puestos que menos te
imaginas.
Déjalo ya. Acuérdate de los disparos inferidos al primer edil del municipio alicantino
de Polop de la Marina, mientras aparcaba el coche frente a su casa. El asesinato del de
Fago. ¿Quieres acabar así? No tienes pruebas. Aunque los que vivamos en
Matahambre alberguemos fundadas sospechas sobre lo que expones, no existe ningún
documento que lo acredite. Y sin algo que los incrimine es imposible que se les pueda
imputar un determinado hecho delictivo.”
Tal vez fuera cierto y las nefastas costumbres que lastraban a nuestra frágil
democracia fuera harto difícil erradicarlas. Arraigadas poderosamente en su
simiente. Corroyendo sibilinamente sus adentros. ¿Y qué podría hacer Libertad
para terminar con semejante infortunio? ¿Tendría idéntico fin al del salmón, que tras
luchar denodadamente contra la adversa corriente, acaba pereciendo en el ocaso de su
angustiado viaje?
127
Ideas que torturaban mi débil mente, aplacadas si cabe, ligeramente, por la melodía
proveniente del longevo transistor del salón. Un hermoso poema de Antonio Machado
cantado: “A un olmo seco”, que rezumaba melancolía y esperanza. Sentimientos que
embargaban en ese instante mi quebradizo corazón. Esperanza en un mañana mejor y en
un feliz término para Matahambre y sus gentes.
Debía proseguir, no podía dejar de leer aquella obra. Pues quizás, entre sus
fragmentos, surgiera la respuesta a nuestras plegarias. Aquella que nos indicara el
camino a tomar, hacia un sistema mucho más justo y equitativo. Donde las
inquietas almas como la de Libertad encontrasen plena cabida y encaje.
128
(Revista la Flaca, ironizando sobre el Unitarismo o centralismo y el Federalismo)
Por raro que pareciese el cambio de régimen en España esta vez no se producía a
manos de un pronunciamiento militar, sino de forma natural, sobre los cimientos
de un sistema ya agotado. El largo periodo de la Restauración, capitaneada por
una longeva Monarquía que no supo adaptarse a los nuevos tiempos, daría paso a
la Segunda República mediante unas elecciones democráticas.
Por otro lado el gran analfabetismo reinante, denunciado vehementemente desde hacía
tiempo por: los institucionistas; regeneracionistas; Generación del 98; y del 14; a la que
se sumarían la savia nueva del 27, considerablemente influenciada por el pensamiento
de José Ortega y Gasset; lucharían por universalizar la educación, intentando llegar a
sectores hasta ese momento marginados. Aumentando el cuerpo de maestros
estatales, incrementándoles el sueldo y mejorando sus condiciones.
129
Uno de los aspectos que se trataría igualmente estribaría en torno a las espinosas
cuestiones suscitadas a tenor de los nacionalismos y regionalismos. Asimismo se
pretendía ejecutar una reconversión del colectivo militar, buscando restarle
protagonismo en el área pública, además de su fiel adhesión al nuevo gobierno
republicano. En cierta manera quizás para evitar que se repitiese otro golpe de Estado,
fórmula a la que tantas veces se recurrió en el pasado. Augurio que postreramente se
cumpliría.
A pesar de que el Vaticano dio claras órdenes a los obispos para que aceptasen al nuevo
orden político instaurado, siendo por lo general la actitud de éstos bastante prudente al
respecto, acatando lo mandatado, inevitablemente surgieron tempranamente notas
discordantes. El 1 de Mayo de 1931 el cardenal primado Pedro Segura (1880-1957),
lanzaba a través de una pastoral una incendiaria soflama: “Cuando los enemigos del
reinado de Jesucristo avanzan resueltamente, ningún católico puede permanecer
inactivo”. Instando a los monárquicos a reorganizarse para arrebatar el poder en las
urnas a los republicanos.
Episodio que llevaría a José Ortega y Gasset a manifestar su pública repulsa, editada en
el Sol, el 11 de Mayo de 1931: “(…) Quemar (…) conventos e iglesias no demuestran ni
verdadero celo republicano ni espíritu de avanzada, sino más bien un fetichismo
primitivo o criminal que lleva lo mismo a adorar las cosas materiales que a destruirlas.
El hecho repugnante avisa del único peligro grande y efectivo que para la República
existe: que no acierte a desprenderse de las formas y las retóricas de una arcaica
democracia en vez de asentarse desde luego e inexorablemente en un estilo de nueva
democracia. Inspirados por ésta, no hubieran quemado los edificios. (…) La imagen de
la España incendiaria, la España de fuego inquisitorial, les habría impedido, si fuesen
de verdad hombres de esta hora, recaer en esos estúpidos usos crematorios. (…)”
130
la Constitución. Agrias sesiones de debate en las que se escenificaría la
confrontación entre las dos formas de entender España.
(…) Las Cortes Constituyentes deben ir sin vacilación a una reforma, pero sin
radicalismo –esto es, sin violencia y arbitrariedad partidista-. En un Estado
sólidamente constituido pueden, sin riesgo último, comportarse los grupos con cierta
dosis de espíritu propagandista; pero en una hora constituyente eso sería mortal.
Significaría prisa por aprovechar el resquicio de una situación inestable, y el pueblo
español acaba por escupir de sí a todo el que “se aprovecha”. Lo que ha
desprestigiado más a la Monarquía fue que se “aprovechase” de los resortes del Poder
público puestos en su mano. Una jornada magnífica como ésta, en que puede colocarse
holgadamente y sin dejar la deuda de graves heridas y hondas acritudes, al pueblo
español frente a su destino claro y abierto, puede ser anulada por la torpeza del
propagandismo.
Yo confío en que los partidos (…) no pretenderán hacer triunfar a quemarropa, sin
lentas y sólidas propagandas en el país, lo peculiar de sus programas. La falsa victoria
que hoy, por un azar parlamentario, pudieran conseguir caería sobre la propia cabeza.
La historia no se deja fácilmente sorprender. A veces lo finge, pero es para tragarse
más absolutamente a los estupradores.
131
esperanza, se dicen ahora entre desasosegados y descontentos: “¡No es esto, no es
esto!”
Son (…) instantes de rango sublime, o ¿es que creéis que podemos entrar en tan
soberana faena como es organizar una nación, edificar un fuerte Estado, si seguimos
los españoles como hasta aquí, con un temple de ánimo chabacano, flojas las mentes y
el albedrío sin una formidable tensión de disciplina? (…)
(…) ¿De dónde va a venir el tono y calidad a nuestra historia, sino del tono y calidad
que logren alcanzar nuestras vidas individuales? Como en el deporte es necesario un
especial entrenamiento y hace falta seguir un régimen de vida que mantenga el cuerpo
en forma, asegurando la plena elasticidad de sus facultades, para hacer historia es
menester que el ciudadano, el simple ciudadano, se halle moralmente en forma, (…)
tenso como un arco que va a disparar su flecha hacia lo alto. Sin eso no habrá nada. Y
uno de los crímenes más insistentes de la Monarquía fue el fomentar continuamente
nuestra propensión a la chocarrería, el chiste envilecedor, a las ridículas disputas de
casinillo. Bajo atmósfera tal, estad seguros de que las almas no pueden querer lo
grande; antes bien, minusculizadas, encanalladas, miopes como ratones se perderán en
el laberinto miserable de las querellas de rincón, y no podrán ver las líneas sencillas,
pero gigantes, que orientan al pueblo en sus renacimientos. (…)
132
esta ocasión para dejar que triunfen las pequeñeces, las manías, las palabras hueras y,
sobre todo, la angostura de visión histórica? (…)
Nació esta República nuestra en forma tan ejemplar que produjo la respetuosa
sorpresa de todo el mundo. Caso insólito y envidiable; acontecía un cambio de
régimen, no por manejos, ni por golpes de mano, ni por subversiones parciales, sino de
la manera inevitable, exuberante y sencilla, como brota la fruta en el frutal. Este modo,
diríamos espontáneo, de nacer la República, nos garantiza que el grave cambio no era
una ligereza, no era un capricho, no era un ataque histérico, ni era una anécdota, sino
que había sido una necesidad profunda de la nación española, que se sentía forzada a
sacudir de sobre sí el cuerpo extraño de la Monarquía.
133
política, pues, inspírela uno u otro temperamento, tendrá que ir a la postre inscrita
dentro de este formidable influjo. Tiene que contar con él y aceptarlo, como se acepta
el avance de nuestro sistema solar hacia la constelación de Hércules. (…)
Porque no se ha hecho eso, o para hablar con más cautela y tal vez con más justicia,
porque se ha dado la impresión de que no se hacía eso, sino que se aprovechaba ese
triunfo espontáneo y nacional de la República para arropar en él propósitos,
preferencias, credos políticos particulares, que no eran coincidencia nacional, es por lo
que resulta que al cabo de siete meses ha caído la temperatura del entusiasmo
republicano y trota España, entristecida, por ruta a la deriva. Y eso es lo que hay que
rectificar. (…)
(…)España es el país, entre todos los conocidos, donde el Poder público, una vez
afirmado, tiene mayor influjo, tiene un influjo incontrastable, porque,
desgraciadamente, nuestra espontaneidad social ha sido siempre increíblemente débil
frente a él. Pues bien: la Monarquía era una Sociedad de socorros mutuos que habían
formado unos cuantos grupos para usar del Poder público. Esos grupos representaban
una porción mínima de la nación (…)
134
espontaneidad nacional, corregir su propia fortuna, regularse a sí mismo, como hace
todo organismo sano; rearticular sus impulsos en plena holgura, sin violencia de nadie,
de suerte, que en nuestra sociedad cada individuo y cada grupo fuesen auténticamente
lo que son, sin quedar, por la presión o el favor, deformada su sincera realidad.
Eso es lo que significaba para mí eso que algunos llaman "simple cambio de forma de
gobierno", y que es, a mi juicio, transformación mucho más honda y sustanciosa que
todos los aditamentos espectaculares que quieran añadirle los arbitrarios y angostos
programas de angostísimos partidos.
Y el error que en estos meses se ha cometido, ignoro por culpa de quién, tal vez sin
culpa de nadie, pero que se ha cometido, es que al cabo de ellos, cuando debíamos
todos sentirnos embalados en un alegre y ascendente destino común, sea preciso
reclamar la nacionalización de la República, que la República cuente con todos y que
todos se acojan a la República. Al día siguiente de sobrevenido el triunfo (no se olvide
que en unas elecciones, no en una barricada) pudo elegir el Gobierno, en pleno
albedrío, entre una de estas dos cosas: o seguir siendo el antiguo Comité
revolucionario o declararse representante de una nueva y rigurosa legalidad que
iniciaba su constitución. Al preferir lo primero, por lo menos al preferirlo más bien que
lo otro, quedó ya en su raíz desvirtuada la originalidad del cambio de régimen, de ese
hecho histórico esencial que ha emanado directamente de nuestro pueblo entero como
un acto de su colectiva aspiración: ese hecho que no es de ningún grupo, ni grande ni
pequeño, sino de la totalidad del pueblo español, hecho al cual debiera volver su
atención y debiera atenerse todo el que no quiera equivocarse en el próximo porvenir.
Este hecho es la verdad de España, superior a todo capricho, y que aplastará cualquier
frívola intención de interpretarlo arbitrariamente. Aquella conducta del pueblo español
es el texto fundamental de que nuestra política tiene que ser el pulcro y fiel comentario.
Y esa conducta significaba un ansia de orden nuevo y un asco del desorden en que
había ido cayendo la Monarquía: primero, el desorden pícaro de los viejos partidos, sin
fe en el futuro de España; luego, el desorden petulante y sin unción de la Dictadura.
A esa unidad de la voluntad nacional que la República tiene que significar es preciso
que volvamos, porque hay a la puerta de la República, instalados en hilera, unos
hombres que perturban la obra de los gobernantes e impiden el ingreso en la
República del buen español, pacífico y mesurado. Hacen ellos grandes aspavientos de
revolución, la cual podrá en alguno ser sentimiento sincero; pero revolución que hoy
en España sería no buena o mala, sino algo más definitivo: históricamente falsa.
Exigen esos hombres pruebas de pureza de sangre republicana y se dedican a recitar
sin parar las más decrépitas antífonas de la caduca beatería democrática. Urge salvar
a la República de esa vieja democracia que amenaza arrastrarla cien años atrás; urge
salvarla en nombre de una nueva democracia más sobria y magra, más constructiva y
eficaz; en suma: la democracia de la juventud. Esta tenemos que constituirla.
135
de régimen. Era natural que existiesen elementos dispuestos a tergiversar su sentido y
pretender que eran ellos quienes habían traído la República, y en consecuencia, que la
República había venido en beneficio de ellos. El Gobierno no debió tolerar ni un
minuto este falseamiento del gran hecho nacional.
En vez de una política unitaria, nacional, dejó el Gobierno que cada ministro saliese
por la mañana, la escopeta al brazo, resuelto a cazar al revuelo algún decreto vistoso,
como un faisán, con el cual contentar la apetencia de su grupo, de su partido o de su
masa cliente. (…)
(…)Es preciso rectificar el perfil y el tono de la República (…) que interprete ésta
como un instrumento de todos y de nadie para forjar una nueva nación, haciendo de
ella un cuerpo ágil, diestro, solidario, actualísimo, capaz de dar su buen brinco sobre
las grupas de la Fortuna histórica. (…)
(…)La nación es el punto de vista en el cual queda integrada la vida colectiva por
encima de todos los intereses parciales de clase, de grupo o de individuo; es la
afirmación del Estado nacionalizado, frente a las tiranías de todo género y frente a
las insolencias de toda catadura; es el principio que en todas partes está haciendo
triunfar la joven democracia; es la nación, en suma, algo que está más allá de los
individuos, de los grupos y de las clases; es la obra gigantesca que tenemos que hacer,
136
que fabricar, con nuestras voluntades y con nuestras manos; es, en fin, la unidad de
nuestro destino y de nuestro porvenir.(…)
(…) Proclamaba el socialista Wissel, que fue ministro de Trabajo en Alemania. "La
participación de los obreros no puede crecer -decía- sino en la medida en que crezca el
rendimiento total de la economía nacional." Por eso añado yo: un partido de amplitud
nacional que acepte ese movimiento ascendente de la humanidad jornalera y que cuide
de que sus empresas tengan la seriedad que garantiza el cumplimiento llevará en su
programa el máximo aventajamiento del obrero, pero sólo el compatible con la
integridad de la economía nacional.
(…)Está, pues, todo por hacer. Tarea posible es para encender la ilusión de todo el que
no sea un inerte, sobre todo si la República consigue contaminar a los españoles de
entusiasmo por la técnica. (…)
(…)Piensen, les digo, que la obra por hacer es ingente, y tiene que serla también el
instrumento; se trata de tomar a la República en la mano para que sirva de cincel con
el cual labrar la estatua de esta nueva España; para urdir la nueva nación, no sólo en
sus líneas e hilos mayores, sino en el amoroso detalle de cada villa y de cada aldea. Se
trata, señores, de innumerables cosas egregias que podríamos hacer juntos y que se
resumen todas ellas en esto: organizar la alegría de la República española.”
137
(Miguel de Unamuno 1864-1936)
138
sufragio universal, directo y secreto. Una vez concluido su mandato, no le sería
factible acceder al mismo cargo hasta transcurridos otros seis años. Entre sus
funciones se encontraban designar y separar de su puesto al Presidente del
Gobierno. Igualmente, y a propuesta de este último, nombrar a los ministros. La
promulgación de las leyes, ostentando también la facultad de ejercer el veto
suspensivo sobre las mismas. Siendo su figura política y jurídicamente
responsable ante el Congreso. Correspondiendo al Tribunal de Garantías
Constitucionales instruir cualquier causa, con indicios de criminalidad, abierta
contra él, previa acusación de las Cortes.
139
Un contexto eminentemente conflictivo. Repleto de abruptas contiendas
protagonizadas por las dos eternas Españas. Impidiendo la fraternal reconciliación
bajo la bandera de la tercera: la de la libertad, la integración y el progreso.
Para acto seguido, luego de los encendidos ataques del militar, continuar: “Venceréis,
pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no
convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo
que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en
España”.
140
(Niño vestido con el atuendo anarquista)
Además surgía una divergencia de planteamientos dentro del grupo. Los socialistas,
tradicionalmente recelosos del modelo liberal representado por la burguesía, aspiraban a
poner en práctica las ideas marxistas. Aceptando sólo a sellar la alianza electoral como
medio para acceder al Poder. Sin embargo, para los republicanos se tornaba prioritario
consolidar la democracia burguesa.
141
moderada, encarnada por la CNT; y la extrema, protagonizada por la Federación
Anarquista Ibérica (FAI). Estos últimos supuestamente responsables de la enardecida
conflictividad laboral y de los amotinamientos en el campo, cometidos para dificultar el
asentamiento del sistema político recientemente nacido.
142
que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas,
habrá que obtenerlo por la violencia… nosotros respondemos: vamos legalmente hacia
la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente.
Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil… Pongámonos en la realidad. Hay
una guerra civil… No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha
tomado aun los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá
inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Mas no olvidéis que los hechos
nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir
a las urnas. ¿Excitación al motín? No, simplemente decirle a la clase obrera que debe
preparase… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en la torres y en los edificios
oficiales ondee, no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja
de la Revolución Socialista”
Durante el primer año, la CEDA, a pesar de ser el grupo más numeroso en el Congreso,
se limitó a otorgar su apoyo al gobierno desde el Parlamento, sin incorporarse al
Ejecutivo. Nuevamente la inestabilidad de los gabinetes fue la nota imperante. Lerroux,
presionado por la CEDA, acometería una política de involución con respecto a la etapa
anterior.
Pero en Octubre de 1934, acaecerán los incidentes más trágicos. El día 7 una parte
del PSOE se embarcaría en una insurrección armada. 30.000 hombres adscritos al
llamado “Ejército Rojo” tratarían de hacerse con el Poder en Madrid. Fracasando,
pero dejando aquel fatídico capítulo el saldo negativo de 4.000 fallecidos. A las
pocas horas de entrar la CEDA en el Gobierno se convoca un “Paro general”. Con
destacada acogida en Asturias. Encargando el Ejecutivo a Franco la sofocación de
la sublevación. Lo que motivó enormes destrozos y más de mil muertos.
143
acerca de la fortaleza gubernamental. Estimando que la única vía para restablecer el
orden se circunscribía a la militar, fórmula eterna y tristemente consagrada en el
panorama nacional.
En una punta la CNT abogaba por la rebelión como vía para la conquista de la riqueza
social, en pro de instaurar una sociedad sin clases, ni Estado. Otro concreto sector
socialista prefería no entrar a formar parte del gobierno, a la espera de la debacle del
modelo burgués que facilitara la conquista del Poder por el Proletariado. En las
antípodas la derecha más reaccionaria promulgaba una ruptura del orden constitucional.
Fractura que se evidenció también en las calles de modo muy violento. Más de un
centenar de iglesias fueron quemadas. El Gobierno decretó el cierre de los colegios
religiosos con la excusa de evitar más altercados, contrariando a la Iglesia que
inicialmente había respetado a la mayoría gobernante del Frente Popular.
Desembocando tales hostilidades en un espíritu de “cruzada”, de suma trascendencia
durante la guerra civil. A lo que se aunaba la beligerancia laboral del mundo rural.
144
Estado del 17 de Julio, que finalizará en una cruenta guerra civil. La cual se
prolongaría hasta el 1 de Abril de 1939, instante en el que se rinden las últimas
tropas republicanas.
Según por donde uno transite en España las historias narradas de ese aberrante periodo
de la contienda, son en el fondo iguales, aunque diferentes en matices y colores. Niños
huérfanos, como mi padre, Pedro Rodríguez. Que pertenece a una época ya pasada.
Curtido por los miedos de la infancia, la hambruna de la guerra y por los odios
fratricidas de una España dividida.
Azaña aseveraría: “Cuando los españoles puedan emplear en cosa mejor este
extraordinario caudal de energías (...) sustituirán la gloria siniestra y dolorosa de la
guerra. Y entonces se comprobará, una vez más, lo que nunca debió ser desconocido
por los que lo desconocieron: que todos somos hijos del mismo sol y tributarios del
mismo río”
Federico García Lorca fue fusilado por los sublevados presuntamente en la madrugada
del 19 de Agosto de 1936. Al igual que la heroína de su obra: “María Pineda”,
publicada en 1927, Lorca moriría en Granada siendo inocente. Narrando al escribirla,
sin saberlo, lo versos de su propio epitafio:
José Antonio Primo de Rivera fue ejecutado por conspiración y rebelión militar, durante
los primeros meses de la Guerra Civil Española, por el gobierno republicano. A modo
de última voluntad pronunciaría: “Que sea la mía la última sangre española vertida en
discordias civiles”. Sin embargo, para desgracia de todos, esto no fue así.
145
Y después de la Guerra Civil vendría el gris y la oscuridad, nota común de todas las
dictaduras, sean del signo que fueren, donde la libertad no existe. Muerta a manos del
miedo y la imposición. Porque como diría el gran médico y célebre liberal Gregorio
Marañón (1887-1960): “Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y
sufrir, y no dormir sin soñar”. Soñar en defender libremente nuestros ideales sin temor
a ser bruscamente acallados o apartados. Soñar con una España libre, donde impere la
razón y la tolerancia. En definitiva, soñar con esa venerada y mil veces aclamada
Tercera España: la de la libertad, la integración y el progreso.
146
(Franco y el presidente norteamericano Eisenhower durante su
Visita a España en 1959)
El rechazo de Franco por cualquier atisbo liberal era máxime, por lo que no optó,
como otras veces aconteció en nuestro pasado constitucional, por elaborar una
norma jurídica suprema, al atribuirle una connotación democrático-liberal.
Aspecto que sí abordó, por ejemplo en la anterior etapa dictatorial, Miguel Primo de
Rivera, con la fallida Constitución de 1929. Lo cual no se podría considerar de ningún
modo como tal, en base al célebre artículo 16 de la “Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano”, aprobada por la Asamblea Nacional francesa, el 26 de
Agosto de 1789: “Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no esté
asegurada, ni la separación de poderes establecida, no tiene Constitución.”
Decantándose Franco por construir la estructura jurídico-política mediante siete
leyes fundamentales, aprobadas entre 1936 y 1975:
147
pétreo control del Estado, fijando éste las condiciones de trabajo, creando al
efecto una Organización Sindical bajo los fundamentos de Unidad, Totalidad y
Jerarquía. Con la obligatoriedad de adherirse a la misma y quedando prohibido
el recurso de huelga. Tal fue la situación de sumisión de dicho órgano al Estado,
que el gobernador civil de Barcelona entre 1945 y 1947, declararía: “Que las
masas obreras no siempre se encuentran representadas en sus sindicatos es
cosa evidente. Muchas veces los obreros no reconocen autoridad moral a sus
propios delegados, diciendo que son servidores del patrono tal o cual. Otras
llegan a afirmar que los mandos están previstos, al amparo de influencias del
orden político, en personas que los ocupan no en beneficio de los productores,
sino en pro de sus iniciativas personales o de partido y para hacer posibles
particulares apetencias.” No obstante, en 1958 se ratifica la “Ley de Convenios
Colectivos Sindicales”, resultando igualmente considerable la intromisión
estatal en el proceso de negociación colectiva. Irrumpiendo en este contexto
Comisiones Obreras, auspiciada por el Partido Comunista de España y
produciéndose un aumento progresivo de la conflictividad laboral desde 1961
hasta el ocaso del Régimen.
148
reconocimiento de los derechos fundamentales de los ciudadanos, libertad
política, constitución de una asamblea legislativa designada por sufragio
universal, reconocimiento de la diversidad regional,…, argumentos de los que
dejó constancia en el Manifiesto de Lausana, que redactó el 19 de Marzo de
1945 en Suiza. Proyecto desarrollado muchos años después por su hijo, quien
sería finalmente el sucesor de Franco.
149
Lo que supuso la defenestración de la dictadura, tratándose de atajar semejante
tesitura con posterioridad a través de los Pactos de la Moncloa en 1977.
Si tras la represión que sufrió la Iglesia durante la Segunda República ésta se acercó
inicialmente al Régimen, comenzará a distanciarse, tensando la relación, a partir de
1962, coincidiendo con la renovación de la Iglesia Católica en el Concilio Vaticano II.
Criticando la falta de respeto a los derechos humanos y apostando por el fin de la
dictadura. Incluso en 1971 los obispos y sacerdotes de toda España piden perdón al
pueblo por no haber desempeñado un papel conciliador después de la Guerra Civil. A
causa de la creciente actitud de protesta se abre en 1968 una cárcel en Zamora, al objeto
de confinar exclusivamente a los clérigos discrepantes.
150
2.- La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en
especial los de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura
gubernativa.
Por otro lado se recrudecerían las fricciones nacionalistas, apareciendo en escena ETA
en 1958.
Si el final del siglo XIX significó la pérdida de las últimas colonias de ultramar (Cuba,
Pto. Rico y Filipinas), la etapa final del franquismo supuso las de las posesiones
españolas en África. Coincidiendo la agonía del Régimen con la entrega del último
bastión, el Sáhara Occidental Español, a Marruecos y Mauritania, en contra de la
resolución de la ONU que reconocía el derecho del pueblo saharaui a la
autodeterminación. Franco había potenciado su meteórica carrera militar en África y su
final concluía con sus grandilocuentes aspiraciones coloniales en dicho territorio. La
“Marcha Verde”, organizada por el rey Hassan II de Marruecos e iniciada el 6 de
Noviembre de 1975 cerraba una de las etapas más recientes de nuestra convulsa
Historia.
La avanzada edad de Franco hizo que se separara por primera vez en distinta
persona la Jefatura de Estado, de la Presidencia del Gobierno. Siendo nombrado
Presidente, en 1973, Carrero Blanco, inmovilista y ultraconservador. Asesinado el 20 de
Diciembre de ese año por ETA. Lo que supuso un fuerte varapalo para el Régimen,
sustituyéndolo el inseguro Carlos Arias Navarro. Franco moriría el 20 de Noviembre
de 1975, asumiendo sus funciones Don Juan Carlos, quien obligaría a dimitir a
151
Carlos Arias Navarro el 1 de Julio de 1976, designando para el puesto a Adolfo Suárez.
Convirtiendo Franco en realidad sus palabras alumbradas muchos años antes,
cuando dijo a sus generales: “Yo no haré la tontería de Primo de Rivera. Yo no
dimito; de aquí al cementerio.”
152
(Don Juan de Borbón, 1941-1993, hijo de Alfonso XIII y padre del actual rey de
España, Juan Carlos I)
Pero si algo caracteriza a esa época es las ansias de libertad que respiraba la sociedad y
desde ese sentimiento irrumpe un espíritu de consenso en todos los ámbitos, buscando
alcanzar ese bien tan preciado. Nada mejor que las palabras de uno de los más
153
importantes conductores de aquel momento, el expresidente Adolfo Suárez, para
entender tan trascendental contexto:
Lo que precisamente se hizo en la Transición fue arrojar por la borda tal lastre.
Debíamos convencernos de que nuestra aptitud para la convivencia en libertad no era
menor que la de cualquier otro país que viviera una democracia plena. Éramos, a pesar
de nuestra larga historia, un pueblo joven. Las generaciones que no habían conocido
la Guerra Civil estaban construyendo una realidad económica y social, abierta al
mundo y a los nuevos tiempos.
Pocas veces en nuestra historia política hemos tenido los españoles la sensación de que
los objetivos soñados por varias generaciones de compatriotas estaban al alcance de
nuestras manos y los podíamos conseguir.”
Mas esa oportunidad sólo se presentó con el ascenso al poder de su hijo. Dando
muestras Juan Carlos I de su propósito durante el discurso de su proclamación
pronunciado, ante las Cortes, el 22 de Noviembre de 1975:
154
(…)Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y
del Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos
que constituyen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serlo de todos a un
tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición.
(…) Una sociedad libre y moderna requiere la participación de todos en los foros de
decisión, en los medios de información, en los diversos niveles educativos y en el
control de la riqueza nacional. Hacer cada día más cierta y eficaz esa participación
debe ser una empresa comunitaria y una tarea de gobierno. (…)”
“En mi opinión fue esencial para el éxito del camino emprendido la eliminación del
espíritu de revancha. Había que asumir la historia entera de España, sin pensar que el
patriotismo y la españolidad eran patrimonio exclusivo de nadie.
Pero la Transición no fue producto de unos pocos, sino de una sociedad entera que
estaba decidida a reconquistar la libertad que le había sido usurpada. Porque,
parafraseando a Adolfo Suárez: “Hay algo que ni siquiera Dios pudo negar a los
hombres: la libertad”.
155
Capítulo XLVIII: De la ley a la ley
Fue profesor de Derecho Político de Juan Carlos I. Incluso hay quien asevera que
el monarca le propuso presidir el gobierno de la nación a lo que supuestamente
respondió: “Majestad, el animal político que llevo dentro me pide la presidencia del
gobierno, pero creo que le seré más útil desde la presidencia de las Cortes.” Cargo
que comportaba igualmente la dirección del Consejo del Reino. Y será desde esos
puestos desde donde logre desmantelar el antiguo régimen, mediante la “Ley para
la Reforma Política”, optando, según sus palabras, por ir “de la ley a la ley a través
de la ley”. Además de hacer factible la inclusión de Adolfo Suárez, en la terna
elaborada por el Consejo del Reino, entre cuyos candidatos Juan Carlos I debía escoger
al sustituto de Carlos Arias Navarro. A la salida de la postrera sesión del Consejo, al
dirigirse para hacer entrega al monarca de la referida lista, exclamaría: “Estoy en
condiciones de ofrecer al Rey lo que me ha pedido”. Una vez aprobada por las Cortes
la norma que supondría el “hara-kiri franquista” dimitiría, al estimar cumplida la
labor que le fue encomendada por Su Majestad, antes de que se celebraran las
primeras elecciones libres desde Febrero de 1936, y que se convocarían para el 15
de Junio de 1977.
156
democracia, soberanía popular, inviolabilidad de los derechos fundamentales de las
personas,…Cercenando las amplias prerrogativas del Monarca previstas en las leyes
franquistas. Las Cortes aún franquistas le otorgarían su beneplácito el 18 de Noviembre
de 1976, obteniendo: 425 votos afirmativos, 59 negativos y 13 abstenciones. Siendo
refrendada por los españoles el 15 de Diciembre del mismo año, suscrita por el 94,16%
de los votantes, estimándose la abstención en un 22,3%.
157
paso a un segundo plano y el constreñimiento de su labor a funciones meramente
representativas.
El rasgo más destacable de la norma jurídico suprema fue su gran consenso, nunca
antes se había dado en la historia española tan amplia conformidad en torno a una
Constitución. Lo que se logró a costa de la claridad y precisión del documento,
hallándose: reiteraciones, dobles regulaciones de un mismo supuesto, expresiones
vacías de contenido en sentido jurídico. Siendo característico también su ambigüedad.
Ya desde su redacción, en pro del pretendido consenso, se daba por sentado que
habría que recurrir al Tribunal Constitucional por las controvertidas cuestiones
autonómicas. Entendible en esa etapa quizás ante el recuerdo de los trágicos
precedentes históricos, mas con la consolidación de la democracia esta cuestión no sólo
no se ha sabido solventar sino que se ha agravado considerablemente. Mostrándose ya
158
difícilmente compatible con el marco constitucional discutibles pretensiones regionales,
a no ser que optemos por otro tipo de modelo estatal, que pasa inexorablemente por la
modificación de la norma jurídica suprema.
Otro punto que nos reportará enormes quebraderos de cabeza a la postre sería esa
preponderancia que se conferirá a los partidos políticos, a modo de resarcimiento
por el ostracismo infligido durante el periodo franquista, recogida en el artículo 6:
“Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y
manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la
participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del
respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser
democráticos.” Lo que derivará en la partidocracia vigente, convirtiéndose en vez de
en la aclamada vía de participación ciudadana, en un muro infranqueable para la libertad
individual.
159
“Mundo Obrero: Órgano del Comité Central del Partido Comunista de España” – Año
XLVII Número 43 (27/10/1977)
160
Segundo para Asuntos Económicos, cargo que ostentaría hasta su dimisión, el 23 de
Febrero de 1978.
El gobierno del PSOE, electo tras la contienda de 1982, se hacía cargo de un país con la
tasa de desempleo más alta de Europa. Provocada por la falta de flexibilización del
mercado laboral. Y con una inflación y déficit público igualmente bastante superior a la
media europea. Mas durante su mandato no se consiguió que descendiera el paro del
16%, al no afrontarse las requeridas reformas estructurales en materia laboral. En cuanto
a la inflación lo más que se logró fue restringirla al 7%. En lo tocante a control
presupuestario no se puede considerar una gestión demasiado brillante, aumentando el
número de trabajadores públicos en un millón y medio. Hacia 1992 daba la impresión
de que nos adentrábamos nuevamente en otra etapa de recesión.
161
de españoles ya no se verían obligados a presentar declaración alguna. La tasa anual de
crecimiento del Producto Interior Bruto se ubicaría en torno al 4%. Si en 1996 el índice
del paro era de un 22,8% en el 2004 descendería hasta el 11,5%.
Lo cierto es que a tenor de los datos, las épocas de mayor prosperidad económica
española han sido aquellas donde se han aplicado políticas económicas
encaminadas a la liberalización del mercado. Lo que aconteció con el Plan de
Estabilización de 1959, aunque tímidamente y bajo un siempre execrable régimen
totalitario, desembocando en el floreciente periodo económico comprendido entre 1961-
1973. Y ya en la presente era democrática con “Los Pactos de la Moncloa” y el modelo
Aznar-Rato.
162
(“Duelo a garrotazos”, Francisco de Goya y Lucientes 1746-1828)
Desde los albores del constitucionalismo español hasta la Transición la lucha fratricida
de “las dos Españas” fue un mal perenne que aquejó a nuestra patria. Incluso hoy,
tristemente, continúa estando plenamente vigente. Aquel famoso cuadro de Goya,
“Duelo a garrotazos”, sin duda estuvo presente en la mente de los constituyentes al
elaborar la Carta Magna de 1978. Porque en esa pugna, descrita magistralmente por
José Ortega y Gasset, entre: “Una España que se obstina en prolongar los gestos de
una edad fenecida. Y otra vital, sincera, honrada, la cual estorbada por la otra, no
acierta a entrar de lleno en la historia”; nadie gana, perdiendo eternamente España.
Muchos, en aquellos instantes, mediante el perentorio consenso, ingenuamente creyeron
adentrarse en la Tercera España, la de, para Salvador de Madariaga, la libertad, la
integración y el progreso.
163
Cortes del 13 de Mayo de 1932, cuando ocupaba un escaño de diputado por León: “(…)
¿Qué es el nacionalismo particularista? Es un sentimiento de dintorno vago, de
intensidad variable, pero de tendencia sumamente clara, que se apodera de un pueblo o
colectividad y le hace desear ardientemente vivir aparte de los demás pueblos o
colectividades. Mientras éstos anhelan lo contrario, a saber: adscribirse, integrarse,
fundirse en una gran unidad histórica, en esa radical comunidad de destino que es una
gran nación, esos otros pueblos sienten, por una misteriosa y fatal predisposición, el
afán de quedar fuera, exentos, señeros, intactos de toda fusión, reclusos y absortos
dentro de sí mismos. (…)”
Mas ese momento lejos de alcanzarse, cada vez se muestra más remoto,
enmarañándose progresivamente el engranaje gubernamental. Grandes quebraderos
de cabeza han traído la distribución de competencias, de suma ambigüedad. La cuestión
financiera pareciera que se otorga en base a quién ejerza más presión, o albergue mayor
sintonía con el gobierno de la nación en cada instante. La conversión del Senado en
Cámara de representación territorial, como foro de participación de las distintas
regiones, todavía espera su tan ansiada reforma. De la colaboración con el ejecutivo
central en cuestiones que atañan a la política de la Unión Europea nada se sabe.
Provocando una constante improvisación en la toma de decisiones a tenor de la
coyuntura imperante según el color gobernante. Reproduciendo 17 gobiernos
autonómicos de similar composición al estatal, llenando la administración de
solapamientos y duplicidades. Complicando excesivamente el entramado burocrático y
multiplicando sus costes. Propiciando una descomunal red clientelar, sustentada en un
presunto y vetusto pilar caciquil. Incrementando no sólo sustancialmente el número de
empleados públicos, sino igualmente el endeudamiento de las comunidades.
164
parlamento propios, el cual tuvo que exiliarse con la llegada del franquismo. Por lo que
Suárez en 1977 reconocería a Tarradellas la legitimidad del cargo que ostentaba,
designándolo presidente del gobierno preautonómico. Restableciéndose
provisionalmente la Generalitat de Cataluña con el Real-decreto ley del 29 de
Septiembre de 1977. Pronunciando Tarradellas el 23 de Octubre, en el balcón del
palacio de la Generalitat la mítica frase: “¡Ciudadanos de Cataluña. Ya estoy aquí!” De
enorme trascendencia al escenificar la llegada de la democracia. El nuevo Estatuto de
Cataluña se refrendaría en Octubre de 1979. Concretándose para Marzo de 1980 las
elecciones al Parlamento catalán, donde el partido de Pujol, Convergencia, se haría con
28 de las 38 comarcas catalanas. Retirándose Tarradellas, una vez cumplida su función
conciliadora, de la vida política.
Muy distinto del contexto que se dio en el País Vasco, cuyo Estatuto no sería
promulgado durante la Segunda República hasta Octubre de 1936, ya iniciada la Guerra
Civil. Restaurándose provisionalmente la autonomía mediante Real Decreto-ley del 6 de
Enero de 1978. No participando los parlamentarios vascos en la elaboración de la
Constitución de 1978. Haciendo el PNV campaña por la abstención y votándola
finalmente sólo el 30% de los vascos.
Uno de los condicionantes del País Vasco fue ETA (Euskadiko Ta Askatasuna), “País
Vasco y Libertad” en castellano. Fundada en 1958 por un grupo de jóvenes expulsados
del PNV. Quienes abogaban por la independencia de Euskal Herria (Vizcaya,
Guipúzcoa, Álava, Navarra, en España; Benaparre, Laburdi y Zuberoa, en Francia) a
través de la lucha armada. Declarándose independentistas y marxistas-leninistas.
Comenzando su acción violenta en 1961. Concitando apoyos, durante el régimen
franquista, por su oposición a la dictadura, transmitiendo una imagen errónea a la
sociedad. Matiz que se deja entrever en las poderosamente llamativas declaraciones de
Xavier Arzalluz, líder del PNV en tan trascendental etapa, a la televisión alemana
(ZDF). Y que sólo son asimilables dentro del clímax vivido. Si para Cataluña la premisa
principal era el restablecimiento de la democracia, en el País Vasco era superada por la
solicitud de amnistía para los presos y el fin de la represión.
“Si el gobierno de Madrid continúa con la represión, con el terror como hasta ahora,
entonces continuarán las posturas extremistas. Yo opino que en estos momentos el País
Vasco es un polvorín que si hace explosión lo que suceda será aún más grave que en
Irlanda del Norte.
165
amnistía para todos, una amnistía total. Bueno, asesinos terroristas, para nuestro
pueblo son luchadores por la libertad.”
En Octubre de 1979 se votaría el Estatuto del País Vasco, con un 90% de votos
afirmativos y una participación del 60%.
166
exigencia de apoyos políticos en las Cortes, que han buscado la connivencia de las
formaciones periféricas representadas en el arco parlamentario, además de los pactos de
gobernabilidad regionales, ha impedido que tal pacto se ejecute.
167
(Adolfo Suárez)
168
sociales, la transferencia de funciones, la descentralización de competencias y el
ejercicio pluralista del poder y de la responsabilidad. Y a todo ello, lógicamente, hay
que aplicar la necesaria atención en la próxima etapa, no sólo, para cerrar o erradicar
situaciones anacrónicas, sino para evitar desviaciones que habría que lamentar.”
Vaticinios que en cierta medida se manifestarían posteriormente a través del gradual
aumento del ansia intervencionista gubernamental, lejos de los parámetros exigidos para
la moderna gobernanza. Concepto donde la garantización de la cohesión social no sólo
depende de la gestión gubernamental nacional, sino de su capacidad de coordinación
con entidades públicas y privadas, estatales y transestatales. Obligando a los dirigentes
de cada Estado a compartir su autoridad dentro de las propias fronteras con otros
estamentos, en materias tales como: inmigración, seguridad, economía, medio
ambiente,…
El 3 Abril de ese mismo año tendrían lugar los comicios municipales, los primeros
de la democracia. UCD consiguió 29.000 concejales. Si bien los socialistas
solamente lograron 12.000, gracias a los acuerdos suscritos con los comunistas, que
sacaron 3.600 actas edilicias, se hicieron con importantes cotas de poder en las
principales ciudades españolas. Y reseñable fue la alcaldía de Madrid, al frente de la
cual se situaría el profesor Enrique Tierno Galván, fundador del Partido Socialista
Popular (PSP) integrado en el PSOE en Abril de 1978. Y donde militara igualmente,
entre otros conocidos políticos, José Bono, Presidente de Castilla la Mancha (1983-
2004), Ministro de Defensa (2004-2006) y Presidente del Congreso de los Diputados
desde 2008. Enrique Tierno Galván se mantendría como máximo regidor madrileño
desde ese instante hasta su fallecimiento en 1986.
Además del fuerte recrudecimiento del terrorismo, 1980 se convertiría en el año más
sangriento de la historia de la banda terrorista ETA, saldándose con 124 víctimas; el
gobierno tendría que lidiar con el agravamiento de la crisis económica; y con las
demandas autonómicas. Acrecentándose la conflictividad de la cuestión autonómica en
comunidades donde hasta ese momento tal punto no se mostraba prioritario, pero que se
irá posicionando en un marcado nivel reivindicatorio.
169
fórmula de coalición electoral, transformándose en partido político el 4 de Agosto de
1977. Compuesta por democristianos, liberales, socialdemócratas, así como otras
figuras independientes. Comienza a irrumpir una idea a propuesta, al parecer, de
los democristianos, la mayoría natural, que pasaba por la unión con el partido de
Fraga. Así como las disensiones de este sector con los socialdemócratas, a tenor de
dispares posturas políticas, como ocurrió, por ejemplo, en lo tocante a la polémica ley
del divorcio.
Frente a esta asfixiante situación Suárez concebirá como única salida la dimisión,
que hará pública el jueves 29 de Enero de 1981, mediante una intervención en TVE,
en horario de máxima audiencia. Alocución entre la que sobresalen los ulteriores
fragmentos que vislumbran su tormento:
“(…) Hay encrucijadas tanto en nuestra propia vida personal como en la historia de
los pueblos en las que uno debe preguntarse, serena y objetivamente, si presta un
mejor servicio a la colectividad permaneciendo en su puesto o renunciando a él. He
170
llegado al convencimiento de que hoy, y, en las actuales circunstancias, mi marcha es
más beneficiosa para España que mi permanencia en la Presidencia. (…)
Pero un político que además pretenda servir al Estado debe saber en qué momento el
precio que el pueblo ha de pagar por su permanencia y su continuidad es superior al
precio que siempre implica el cambio de la persona que encarna las mayores
responsabilidades ejecutivas de la vida política de la nación. (…)
(…) He sufrido un importante desgaste durante mis casi cinco años de presidente. (…)
171
(Congreso de los Diputados)
El candidato escogido por la UCD y sugerido por Adolfo Suárez para sustituirlo en
la presidencia del gobierno sería Leopoldo Calvo Sotelo (1926-2008). Quien se había
educado en el centro liberal de Madrid, “Colegio Estudio”, devoto aplicador de las
teorías de Francisco Giner de los Ríos y de su “Institución Libre de Enseñanza”.
Leopoldo era poseedor de una vasta cultura. Hablaba perfectamente: inglés, francés,
italiano, alemán y portugués. Concluyendo su formación como ingeniero de Caminos,
Canales y Puertos en 1951 y doctorándose en 1960.
172
no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación
cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si
obtuviere la mayoría simple.” Pues al sólo contar Leopoldo Calvo Sotelo con el
apoyo de la UCD, quien no albergaba mayoría absoluta en el hemiciclo, hubo que
repetir la votación del viernes 20 de Febrero, el lunes 23. Fecha sumamente aciaga
para nuestra historia, donde pareciera que una vez más los aires de libertad serían
acallados por el tan común, en nuestro pasado constitucional, pronunciamiento.
El día 23, a las 18:22, el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero,
irrumpiría en la Cámara con un grupo de guardias civiles armados. Instando a los
parlamentarios a que se tirasen al suelo, bramando aquella mítica frase: “¡Quieto todo el
mundo!”. Imágenes que quedarían grabadas para la posteridad por las cámaras de
Televisión Española.
173
Mayor; Quintana Lacaci, gobernador militar de Madrid; Aramburu Topete, director
general de la Guardia Civil y Sáenz de Santamaría, que dirigía la Policía Nacional.
Poco antes de las diez de la noche intervendría, a través de Radio Nacional y Radio
Exterior, Jordi Pujol, presidente de la Generalidad de Cataluña, llamando a la
tranquilidad.
Días después, Leopoldo Calvo Sotelo, el que sería Presidente de la Nación hasta
Diciembre de 1982, manifestaría: “Es momento para proclamar nuestra fe en el orden
constitucional y declarar paladinamente que hoy un auténtico grito de “¡Viva España!”
no encierra una verdad distinta que la de “¡Viva la Constitución! y “¡Viva la
democracia.””
Al 23-F hay que sumar tres conspiraciones golpistas, que no llegarían a ejecutarse al ser
antes abortadas, auspiciadas durante la vigente etapa democrática. La “Operación
Galaxia”, prevista para el 17 de Noviembre de 1978, con la intención de paralizar los
procesos de reforma democrática iniciados, contando también entre sus protagonistas
con Antonio Tejero. La desarticulada igualmente por el gabinete de Leopoldo Calvo
Sotelo, dispuesta para el 27 de Octubre de 1982, la víspera de las elecciones generales,
174
con implicación de cerca de 400 personas. Y la última, que se sepa, al parecer estaba
ideada para el 2 de Junio de 1985, ya bajo el gobierno socialista, jornada coincidente
con la efeméride del Día de las Fuerzas Armadas, a celebrar ese año en la Coruña.
175
Capítulo LIII: La consolidación de una ficticia democracia
Uno de los éxitos del último gabinete de la UCD sería nuestro ingreso en la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Culminando con lo apuntado
por Suárez durante su discurso de investidura en las Cortes del 30 de Marzo de 1979:
“(…) Unión de Centro Democrático – es conocido de todos - es partidaria de la
adhesión de España a la Alianza Atlántica por coherencia con su vocación europea y
occidental. Pero entiende que nuestro ingreso en la OTAN debe plantearse, en su caso,
teniendo en cuenta los condicionamientos que derivan de nuestras peculiaridades y de
nuestras exigencias de seguridad, así como la necesidad de un amplio respaldo
parlamentario. A esta Cámara corresponderá en su día debatir el tema, analizando con
rigor e imaginación las condiciones y modalidades de esa eventual adhesión en la
forma en que resulte más favorable para nuestros intereses políticos y estratégicos.
Porque, en verdad, son múltiples los factores de tipo económico, militar y político que
tienen que ser adecuadamente sopesados y muy variadas las soluciones posibles a que
puede llegarse en cada uno de estos terrenos. (…)” Si inicialmente el PSOE enarbolaría
la bandera opositora a la integración, utilizándola como arma arrojadiza durante la
contienda electoral de Octubre de 1982, al llegar al poder cambiaría radicalmente su
postura. El 17 de Noviembre de 1985 Felipe González aseveraría en el periódico “El
País”: “Creo que los intereses de España se defienden mejor permaneciendo en la
Alianza. Nuestra anterior valoración sobre la Alianza y sobre su funcionamiento no era
correcta (...) En la Alianza, de verdad, están los países que tienen mayor ejercicio de la
soberanía popular del mundo, mayor nivel de desarrollo económico, de democracia, de
176
libertades y de respeto a los derechos humanos y mayor nivel de paz”. Incluso
convocaría un referéndum, el 12 de Marzo de 1986, apoyando la permanencia y que se
saldaría con un favorable resultado. El escrutinio otorgaría: un 52% de votos
afirmativos, 39% en contra, 6% de papeletas en blanco y un 40% de abstenciones.
Asimismo Leopoldo Calvo Sotelo y su equipo serían los encargados de preparar las
bases para la entrada en la actual Unión Europea, que se haría efectiva en 1986.
Denominada en aquel entonces Comunidad Económica Europea (CEE), para pasar a
llamarse posteriormente Comunidad Europea (CE) y desde 1993 Unión Europea.
Por otro lado negociarían con el PSOE el cierre del mapa autonómico, quedando
conformado por las diecisiete Comunidades Autónomas hoy en día existentes. Ya
bajo el gobierno socialista se aprobarían los Estatutos de Autonomía restantes. Y es que
a pesar de la dura oposición ejercida por Felipe González, Leopoldo Calvo Sotelo
afirmaría en Noviembre de 2006: “Echo de menos todos los días a Felipe González. El
PSOE era entonces un partido de Estado y con sentido de la responsabilidad.” En
cuanto a la cuestión autonómica se pronunciaría de la ulterior manera: “Sí, sin
vacilaciones ni reservas mentales ni de ningún otro orden, a las autonomías (…) Pero
no, claramente no, a un entendimiento ligero de las autonomías como disolución de una
patria común forjada por la historia.”
Además promulgaría la controvertida ley del divorcio, lo que dividiría aún más a la
ya maltrecha UCD. Organización afectada por claros síntomas de “regresión
paranoide”. Fragmentación en diversos grupos, atrincherados en pequeños reinos que
ya no comparten un proyecto común, sino únicamente el propio. Tendencia a la traición.
Ahondamiento de las heridas, hasta convertirlas en insalvables. Imagen que fue
percibida nítidamente por los ciudadanos.
177
centrista. Coalición Popular, donde estaba integrada la originaria Alianza Popular,
rebautizada en 1979 como Coalición Democrática y que convergerá postreramente, en
1989, luego de su refundación, en el vigente Partido Popular, se haría con otro 40% del
electorado de UCD y conquistaría 107 escaños, número muy superior a los 10
obtenidos con anterioridad. Configurándose a partir de ese momento como primera
fuerza opositora.
Periodo que concluiría con la consolidación de una ficticia democracia, cuyas fallas
iniciales, producidas en pro de poder suturar las pasadas heridas, se han ido
agrandando paulatinamente. Concluyendo en un sistema muy similar en sus usos y
costumbres al de la Restauración. Donde se muestra urgente ejecutar la proclama
de Maura: “La Revolución desde arriba”: “(…) España entera necesita una
revolución en el gobierno radicalmente, rápidamente, brutalmente; tan brutalmente
que baste para que los que estén distraídos se enteren, para que nadie pueda ser
indiferente y tengan que pelear hasta aquellos mismos que asisten con resolución de
permanecer alejados (…).
(…) No; más que nunca es ahora necesario restablecer aquella ya casi olvidada, de
tiempo que ha que fue perdida, confianza entre gobernantes y gobernados; y ya no
hay más que un camino, que es la revolución audaz, la revolución temeraria desde el
Gobierno, porque la temeridad es, no obra de nuestro albedrío, sino imposición
histórica de los ajenos desaciertos. Nunca habría sido fácil la revolución desde el
Gobierno, nunca habría sido recomendable, si hubiera podido dividirse la facultad y
esparcirse la obra en el curso del tiempo; pero cada día que pasa, (…), es mucho más
escabrosa, mucho más difícil, y el éxito feliz mucho más incierto; y no está lejano el día
en que ya no quede ni ese remedio (…)”.
178
Capítulo LIV: Adolfo Suárez, centro-reformista y liberal
Que Adolfo Suárez estaba tocado por las musas del carisma y del liderazgo, eso nadie lo duda.
Características de las que resultan ungidos escasos políticos. Su perseverancia y auto-
motivación le hicieron labrarse un futuro desde el primer escalón. Hay quien le achacó incluso
un exceso de ambición. Mas su progreso provenía de su propio esfuerzo y trabajo. Lo contrario
de la posición alcanzada por otros, gracias a su nacimiento en el seno de una influyente familia.
No obstante, lamentablemente, esta cualidad es denostada incluso en nuestra época.
Inculcándose el conformismo y la autocomplacencia. Venerándose como una virtud la
mediocridad. Y todo para que el poder siga perennemente atrapado entre las mismas manos.
Erigiéndose en poderosa semilla que se traspasa de generación a generación. Y cuando alguien
logra rebañar algunas migajas de efímero éxito, alguien sin apellido, ni condición, se le
recrimina por su exceso de ambición, al osar penetrar en un coto para él absolutamente vetado.
Su capacidad de persuasión, de comunicación, así como sus grandes dotes para las relaciones
públicas, le permitieron abrirse puertas en un mundo hostil y arbitrario. A lo que hay que unir su
mágica clarividencia, percibiendo antes que los demás lo que acontecería en el futuro más
inmediato. Enfocando sus esfuerzos a la consecución de objetivos. Lo que sumado a su
magistral aptitud para concitar a las más numerosas y divergentes fuerzas en torno suyo, lo
convierten en un referente del panorama político nacional. Baluarte del centro-reformista
y liberal.
179
Incardinado en un proyecto humanista de la sociedad. Manifestando: “Pienso que toda
acción política se ha de fundamentar en el valor de la persona, de su dignidad y libertad. Pero,
entiendo a la persona no como un yo aislado de los demás y de su propio entorno, sino como un
ser racional y sociable que sólo se desarrolla en la comunidad.” Conllevando “una ordenación
de la vida colectiva que tenga como principio el respeto a la dignidad del ser humano.” Porque
como aseverara el filósofo griego Aristóteles (384 a.C – 322 a.C): “El ser humano es un ser
social por naturaleza.”
180
Evolución de los escaños obtenidos por Alianza Popular (1977), Coalición
Democrática (1979), Coalición Popular (1982-1989) y por el
Partido Popular (1989–2008) en las elecciones generales de España
181
perennemente en el socialismo. Aunque algunos intuyen atisbar actualmente un cierto
retrotraimiento en su ideario y una ostensible inclinación de posturas.
Sin embargo, en las generales del 22 de Junio de 1986 se harían con 19 escaños. Y
eso a pesar de que un nuevo movimiento trató de erigirse como máximo garante del
centro, el Partido Reformista. Encabezado por Miguel Roca i Junyent, por lo que
también fue denominada como “Operación Roca”, en clara alusión a su cabeza de lista.
Mas, con sólo 194.538 votos, no consiguieron representación alguna.
Persuadidos de que esta situación del mundo es, en gran parte, debida al abandono de
los principios liberales;
182
(…)El Estado es solamente el instrumento de la comunidad. No debe arrogarse ningún
poder que entre en conflicto con los derechos fundamentales de los ciudadanos y con
los requisitos esenciales de una vida creadora y responsable. Estos requisitos son:
Por otro lado Fraga estimaría que había llegado a su techo electoral. De los 107
diputados de 1982, pasaría a 105. La Alianza Popular de Fraga nacida el 9 de Octubre
de 1976, gracias a la unión de distintas asociaciones políticas, rebautizada en 1979
183
como Coalición Democrática y en 1982 como Coalición Popular, presentía que debía
modificar su ideario para llegar a un mayor número de españoles. Si en su VI Congreso,
acaecido en Barcelona, del 27 al 30 de Enero de 1984, bajo la presidencia de Fraga y la
secretaría general de Jorge Vestrynge, la organización en el artículo 2 de sus Estatutos
se nomina como demócrata y liberal-conservadora. Pronto irá virando su postura al
objeto de prescindir del aspecto conservador, no compartido por una porción de la
sociedad que lo asociaba a una de “las dos Españas”, lo que le imposibilitaba
convertirse en alternativa de gobierno.
De lo que se concluye que la debacle del CDS, no sólo dependió de la ley electoral,
sino también de: un PSOE preocupado en conservar el 30% de los votos centristas
arrebatados a la UCD en los comicios de 1982; un PP, liderado por José María
Aznar, empeñado en reubicar el partido en el centro, desplazando inevitablemente
al CDS. A lo que hay que sumar una serie de maniobras políticas acometidas por el
CDS y no entendidas por los votantes suaristas. Como fue la alianza con los
fraguistas para hacerse con la presidencia de la Comunidad Autónoma Canaria el 30 de
Julio de 1987. Donde su candidato Fernández Fernández Martín, doctor en medicina, la
perderá el 28 de Diciembre de 1988 a causa de una cuestión de confianza, recayendo, a
pesar de todo, en su compañero de filas y abogado Lorenzo Olarte, que fundaría
finalmente el Centro Canario Nacionalista (CCN) y acabaría formando parte de
Coalición Canaria hasta que la abandone en 2005. Más el pacto, en 1989, entre los 20
ediles del PP y los 8 del CDS, para llevar a cabo una moción de censura contra el PSOE
en el Ayuntamiento de Madrid, otorgando el bastón de mando, el 20 de Junio, a Agustín
Rodríguez Sahagún del CDS. Desbancando al heredero del querido profesor Enrique
Tierno Galván, Juan Barranco Gallardo. Agustín Rodríguez Sahagún permanecerá en el
puesto aproximadamente dos años, hasta Abril de 1991, renunciando a presentarse
nuevamente por motivos de salud. Falleciendo el 13 de Octubre de ese mismo año
vencido por el cáncer.
184
En Febrero de 1990, las tensiones afloran en el III Congreso del CDS celebrado en
Torremolinos. Principalmente por la pérdida de posiciones y el no entendimiento de los
militantes acerca de las maniobras políticas llevadas a cabo, concibiendo que se podía
transmitir a la sociedad no una postura claramente centrada, sino otra escorada a uno u
otro lado. Lo que podría conducir a los electores a optar por el voto útil, es decir, por el
de las formaciones mayoritarias. Negando el apoyo al CDS por una percepción de falta
de definición. En las elecciones municipales y autonómicas del 26 de Mayo de 1991,
perderían más de la mitad de los votantes. Al día siguiente Adolfo Suárez
presentaría su dimisión como Presidente del CDS. El 8 de Septiembre cesaría en la
“Internacional Liberal” y el 29 de Octubre dejaría la vida política y su escaño en el
Parlamento.
Los actuales Estatutos del PP, aprobados en el XVI Congreso de la formación, que tuvo
lugar en Valencia del 20 al 22 de Junio de 2008, bajo la presidencia de Mariano Rajoy,
describen a la organización, en su artículo 2, del ulterior modo: “El Partido Popular se
define como una formación política de centro reformista al servicio de los intereses
generales de España, que tiene a la persona como eje de su acción política y el
progreso social como uno de sus objetivos. Con clara vocación europea e inspirado en
los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia (…).” Mas presuntamente
algunos de los sectores liberales comienzan a sentirse, dentro del partido, “como un
verso suelto”.
185
(“El sueño de la mentira y la inconstancia”,
Francisco de Goya y Lucientes 1746-1828)
186
Al igual que en la Primera, esta Segunda arrancaría con la Restauración de los
Borbones en el Trono, en este caso a través de la figura de Juan Carlos I, acaeciendo su
entronización el 22 de Noviembre de 1975. El papel de Antonio Cánovas del Castillo
(1828-1897) recaería en Torcuato Fernández-Miranda (1915-1980). Presuntamente
autor ideológico de la “Ley para la Reforma Política”, así como facilitador y diseñador
del camino que nos conduciría hasta la presente etapa democrática.
Más todos los elementos denunciados por los regeneracionistas durante la Primera,
vuelven a reproducirse actualmente. ¿O es que acaso no presenciamos día tras día
vestigios de un sangrante y deleznable caciquismo? Decía Joaquín Costa (1846-
1911) en su obra “Oligarquía y caciquismo como forma de gobierno en España”: “(…)
Cada región y cada provincia se hallaba dominada por un particular irresponsable
diputado o no, vulgarmente apodado en esta relación cacique, sin cuya voluntad o
beneplácito no se movía una hoja de papel, no se despachaba un expediente, (…), ni se
acometía una obra (…) No había que preguntar si tenías razón, (…) para saber como
se fallaría (…) el expediente: había que preguntar si le era indiferente al cacique, y por
tanto se mantenía neutral, o si estaba con vosotros o contra vosotros. (…) Se
extraviaban los expedientes (…) que él quería que se extraviasen; (…) se imponían
multas si era su voluntad que se impusieran (….); las carreteras iban no por donde las
trazaban los ingenieros, sino por donde caían sus fincas (…); era diputado, alcalde o
regidor a quién él designaba o recibía para instrumento de sus vanidades, de sus
medros o de sus venganzas (…). Tenía demarcado por los jerarcas supremos su feudo,
el cual abarcaba ora una región, ora una provincia, o bien uno o más distritos dentro
de ella. (…)
(…) Todo aquel estado de corrupción y de servidumbre, (…) que acabo borrosamente
de bosquejar, subsiste íntegro (…) años después, salvo haberse agravado con la
hipocresía de la soberanía nacional y el sufragio universal, escarnio e inri de la
España crucificada. Lo mismo que entonces, la nación sigue viviendo (….) a los pies
del cacique, a cambio de los votos necesarios para fabricar las mayorías
parlamentarias en que los pocos centenares de políticos tienen que ampararse para
dominar el país. (…) El español vive a merced del acaso, pendiente de la arbitrariedad
de una minoría corrompida y corruptora, sin honor,(…) humanidad, infinitamente peor
que en los peores tiempos de la Roma pagana. En Europa desapareció hace ya mucho
tiempo: si algún rastro queda aquí o allá, es un mero accidente. En España no: forma
un vasto sistema de gobierno, organizado (…) por regiones, por provincias, por
cantones y municipios, con sus turnos y sus jerarquías, sin que los llamados
Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales, Alcaldías, (…), Ministerios, sean más que
una sombra y como proyección exterior del verdadero Gobierno, que es ese otro
subterráneo, instrumento y resultante suya, y no digo que también su editor
responsable, porque de las fechorías criminales de unos y de otros no responde nadie.
Es como la superposición de dos Estados, uno legal, otro consuetudinario: máquina
perfecta el primero, regimentada por leyes admirables, pero que no funciona;
dinamismo anárquico el segundo, en que libertad y justicia son privilegio de los malos,
donde el hombre recto, como no claudique y se manche, sucumbe. (…)”
187
En España existen 7.286 Ayuntamientos, para una población de unos 46 millones
de habitantes. Correspondiendo el 80% de ellos a circunscripciones con menos de
5.000 residentes, y un 73% inferior a mil. Lo que resulta llamativo al compararlo,
por ejemplo, con el Reino Unido, con 60 millones de ciudadanos y sólo 340 entes
locales. Aseverando asimismo los últimos estudios que un mayor tamaño
consistorial conduce a una reducción en la arbitrariedad municipal. Cuando el
mundo empresarial se reestructura para ahorrar costes, no así la Administración. Ya lo
dice un famoso anuncio de la televisión que “Villa Arriba”, se ha unido con “Villa
Abajo”, para formar “Villa En Medio” y aumentar sus sinergias, pero parece que ese
mensaje aún no ha calado entre las ya paupérrimas arcas consistoriales.
188
a todas luces inacabado, ¿por qué no se ha avanzado en su perfeccionamiento? Si bien
se presenta harto difícil modificar el texto rígido de nuestra Carta Magna si no resurge
el obligado espíritu de consenso de la Transición. Requiriendo una absoluta conciencia
acerca de las vicisitudes que ha sufrido nuestro Estado Constitucional a lo largo de los
casi dos siglos precedentes, atacado demasiado frecuentemente y con suma beligerancia
por fuerzas contrarias a la libertad.
Pero no sólo el caciquismo sigue reinante, sino también las fórmulas del encasillado
o pucherazo, quizás más depuradas pero a la postre sujetas al mismo fin. Siendo
un perfecto encasillado las listas cerradas y bloqueadas, donde los futuros
gobernantes serán aquellos que dispongan únicamente las formaciones políticas.
Probablemente no los más brillantes, sino los más sumisos y proclives a la causa de
cada organización o a la del caudillo de turno. Donde el lema imperante es,
parafraseando a un carismático ex dirigente político, “militancia pura y dura”.
Desterrando cualquier atisbo de razonamiento o autocrítica. ¿Se puede considerar a eso
democracia? Bien les vendría a muchos recordar el ulterior pasaje de Karl Popper:
“Una vez que comenzamos a confiar en nuestra razón y a utilizar las facultades de la
crítica, una vez que experimentamos el llamado de la responsabilidad personal y, con
ella, la responsabilidad de contribuir a aumentar nuestros conocimientos, no podemos
admitir la regresión a un estado basado en el sometimiento implícito a la magia tribal.”
Deambula, de boca en boca, una clásica leyenda urbana que narra una turbulenta
historia de personas que merodean alrededor del colegio electoral, el mismo día de los
comicios, repartiendo votos a diestro y siniestro de concretas candidaturas. Si esto fuera
cierto, y alguien te entregase el sufragio correspondiente a la lista del regidor
gobernante, ¿no lo cogerías? Mayormente en pueblos pequeños donde todos se conocen.
Si además resulta que tu puesto de trabajo, o el de algún familiar, depende del primer
edil. Sin olvidar el lema de la Restauración: “para los enemigos la ley, para los amigos
el favor”. ¿Al menos no haría recapacitar a más de uno el declinar la recepción? ¿No
obligando a retirar exclusivamente la papeleta de la cabina habilitada al efecto, no
estaríamos siendo condescendientes con un picaresco intento de pucherazo?
189
mostrar una homogeneización reglamentaria en la globalidad del territorio. Con el
propósito de presentar un sistema de orden, que favoreciera la seguridad jurídica y
posibilitara que su destinatario supiera a qué atenerse en cada momento. Sin embargo,
con este maremágnum normativo no se muestra factible tan loable propósito. Al
contrario, pareciera que está concebido como una tela de araña con el fin de atrapar
entre sus redes hasta el administrado más avezado.
Quizás la única esperanza que nos quede sea profundizar en ese pensamiento de centro-
reformista y liberal, al objeto de dirigirnos hacia fórmulas más justas, equitativas,
eficaces y eficientes. ¿O tal vez se torna en ilusa utopía? Restándonos sólo transitar
perennemente en el país de los ciegos, como en una especie de limbo impuesto como
pena por no vislumbrar los males que aquejan a nuestra patria, a los que una gran
mayoría prefiere hacer caso omiso. ¿Es la mejor opción vivir en el irreal “Matrix” de
los administrados, diseñado y controlado minuciosamente por unos administradores
alzados sobre el resto de los mortales en sus particulares reinos partidocráticos?
190
(“Saturno devorando a un hijo”, Francisco de Goya y Lucientes 1746-1828)
El mar yacía en calma, resaltando los primeros rayos de sol de la mañana su intensa luz.
Presentándose ante nuestros ojos la playa de la Malvarrosa como una magnífica
estampa, cual brillante retrato del gran maestro Sorolla. Aquel idílico lugar hacía
despertar mi imaginación, evocando los recuerdos de un pasado mejor. Interminables
veraneos con mi padre y con mi madre, de juegos en la arena, de alegres baños,
bendecido todo por las místicas aguas del Mediterráneo.
Mas ese ayer ya había finalizado. Hoy mi compañero de viaje era otro, Luis, mi amado
Luis. Quien se había visto obligado a abandonar Matahambre y sus gentes, perjudicado
por los beligerantes ataques que iban dirigidos hacia mí, perpetrados por Golfi y sus
secuaces. Forzado a abandonar su gran proyecto: “Gestoría la Verdad”, aquel pequeño
negocio de la calle principal.
191
No obstante, la tenue brisa me susurraba levemente al oído que algo iba a cambiar.
Pedrín me había comentado que en el libro escrito por Francisco no se hallaba la tan
codiciada respuesta. Al contrario, nuestra historia constitucional exclusivamente
proyectaba negros nubarrones sobre el futuro más inmediato. Pero como dijera José
Ortega y Gasset: “En tanto que haya alguien que crea en una idea, la idea vive.” Y
yo creía, creía firmemente en que una reforma era factible.
Aquella pequeña tarjeta magenta, con elegantes letras doradas, era la llave del cofre que
custodiaba la auténtica Democracia y la anhelada y venerada, pero casi nunca
alcanzada, Libertad. Pedro Walker ponía. El reputado abogado valenciano que Frédéric
me había recomendado. Encontrándonos en la dirección señalada: Calle de la
Esperanza, número 1, ático centro.
Tocamos en la puerta, y un trajeado caballero nos abrió, saludándonos con una amble
sonrisa de oreja a oreja:
-“Buenos Días, gracias por vuestra puntualidad, el Sr. Walker les está esperando en su
despacho.”
Pedro Walker era de los intelectuales liberales y letrados más afamados, con una fuerte
presencia no sólo en España, sino también en el extranjero. Especializado en
Administración Pública y en defender a los administrados de las injerencias del Estado.
Al vernos se levantó del sillón, donde estaba sentado, tendiéndonos la mano. Su esbelto
cuerpo dejaba parcialmente oculto un impactante cuadro: “Saturno devorando a un
hijo”, pintado por Francisco de Goya y Lucientes. Por lo que no pude reprimir mi
curiosidad acerca de la simbología del mismo. Respondiéndome el abogado en un tono
afable y sosegado:
192
Sé de la devoción que siente Frédéric por ti, y por eso no deseo crearte falsas
expectativas. Mi consejo, si de algo te ha de servir, es que renuncies a tu acta de
concejal, a la política y a tu pasión por los demás. Y hagas sencillamente lo que
afirmaba Blasco Ibáñez, en su novela “El sol de los muertos”, publicada en 1923:
“(…) Para él la existencia era a modo de un lienzo gris, y el gran talento de los
hombres consistía en saber cubrir de colores vivos y risueños ese fondo de tristeza para
ignorarlo, engañándose misericordiosamente.(…)” Y eso te prescribo yo a ti, olvidar lo
acaecido y resignarte a transitar por una adulterada sociedad, a la que se le arrebató,
infinidad de tiempo ya, su idolatrada libertad. Fingiendo que vives en un país moderno
y democrático. Pues si rememoramos, también llamaba Franco “democracia orgánica”
a su larga dictadura.
Lo cierto es que no es libre nuestra patria. Nada más lejos de la realidad. Subyugada
por unos partidos políticos que han usurpado la soberanía nacional. Conminados a
acatar la Constitución de 1978 y el resto del ordenamiento jurídico, más terminando
por hacer caso omiso a tal imperativo legal.
No hace mucho que las palabras “sub iudice” comportaban algún significado.
Declinando: cargos públicos, letrados, o cualquier ciudadano, hacer la más mínima
declaración fuera de los juzgados sobre un asunto que estuviese pendiente de
resolución judicial. Y si alguien tenía algo que aportar, responsablemente se personaba
en la causa a través de un abogado. Pero cuando quedó patente que eran los juicios
paralelos lo que más rédito daba, se prefirió abandonar la coherente susodicha forma
de proceder. Contaminando por consiguiente la imparcialidad judicial. Transformando
el derecho a un juicio justo en utopía.
Aunque lo más grave es cuando los embates surgen de aquellos políticos, que se valen
de su cargo para verter infundadas soflamas, libelos envenenados, hiriendo
profundamente, con tan imprudente comportamiento, los cimientos de nuestro Estado.
Lo que cabría interpretarse como “ius puniendi”, o un camuflado propósito de acción
sancionadora proveniente de las propias entrañas de la Administración. Dinamitando
193
lo decretado por el artículo 24 de nuestra Carta Magna, a tenor de la presunción de
inocencia. Osando inclusive los partidos, en un brote de esquizofrenia, conferir penas a
sus militantes sujetos a causas todavía sin resolver, sin mediar el dictamen de un juez,
el único legitimado en el Estado para impartir justicia. Y mayormente, por si esto fuera
poco, sin derecho a audiencia, actuando a golpe de titular. La Inquisición ha vuelto y
no nos habíamos percatado.
Pero esto no sólo ocurre en procesos penales, violando las garantías procesales de los
implicados, sino en los constitucionales. Inclusive presuntamente procurando justificar
el contrario futuro voto de un juez u otro, mediante las amistades que pueda frecuentar
en su ámbito privado. Hemos retornado a los primeros años de la Revolución Francesa,
donde el linchamiento colectivo en la plaza pública era el deporte más practicado.
Porque si alguien tiene algo que decir, en un país donde impera la libertad de
expresión, ¿acaso no es lo mejor esperar a que la causa sea juzgada y se torne en “res
iudicata”, devuelta a los ciudadanos para su escrutinio y valoración?
Cayendo en este fatídico juego las formaciones políticas, cuando se supone que han de
ser los garantes de nuestro sistema democrático. Mancillando sus reglamentos, que
terminan por ser como “el chicle bazooka, que si lo estiras siempre te toca.” Acabando
por embarrar más la situación, al concebir como salida de tan dantesco contexto la
rúbrica de un nuevo pacto. Como el de “Antitrasfuguismo”, que a la mínima de cambio
con tal de tocar el bastón de mando supuestamente traicionan.
Con esto te quiero transmitir Libertad, que se muestra harto difícil obtener pruebas de
lo ocurrido en Matahambre. Sin las cuales no se puede arrancar una investigación
policial. Muchos murmullan por las esquinas, pero el miedo es humano y es muy
improbable que alguno vaya a declarar al juzgado. Asimismo, ten mucho cuidado,
porque puedes quedar fulminada entre tanto fuego cruzado. Y finalmente, acepta que
no existen los prohombres o heroínas. Las grandes hazañas de la historia se han
conseguido cuando la gente se ha unido. Y hoy por hoy es la apatía de la sociedad el
espíritu reinante. Lamento que hayas hecho tan largo viaje para darte tan simple
recomendación: olvídalo todo, pues ese pensamiento de centro-reformista y liberal que
tanto añoras, quedará rápidamente aplastado por la eterna rivalidad de “las dos
Españas”. ¿No lo ves tú así?”
Luis y yo caminábamos calle abajo, dejando atrás el bufete de Pedro Walker, sin mediar
palabra, asidos de la mano. Pensativos ante el futuro gris e incierto que Pedro
meridianamente nos había descrito. Pero por más que tuviera razón y fueran irrefutables
sus planteamientos, siempre existía una nimia esperanza. Porque parafraseando a
194
Antonio Machado “Hoy es siempre todavía”. Irrumpiendo de repente entre mis labios,
como un irrefrenable suspiro, sus versos. Aquellos que aclamara Adolfo Suárez en las
Cortes, el 9 de Junio de 1976:
195
Bibliografía obra: “Historias de un pueblo”
• Historias del Siglo 20, el sitio web de la historia del siglo XX:
http://www.historiasiglo20.org/
• Dialnet: http://dialnet.unirioja.es/
• Liberalismo.org: http://www.liberalismo.org/
• Retoricas.com: http://www.retoricas.com/
196
• Radio Televisión Española – RTVE.es: http://www.rtve.es/
• “Manuel Azaña y José Ortega y Gasset. Dos visiones de España”, José María
Ridao, Galaxia Gutenberg, Círculo de Lectores, 2005.
• “PSOE125, 125 años del Partido Socialista Obrero Español”, Fundación Pablo
Iglesias, 2004.
• “La Gran Revancha”, Isabel Durán y Carlos Dávila, Temas de Hoy, 2006.
197
• “Introducción a la Ciencia Política”, Ramón García Cotarelo y Juan Luis
Paniagua Soto, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid, 1995.
• “Derecho Civil I”, Leonor Aguilar Ruiz, Francisco Capilla Roncero, César
Hornero Méndez, Francisco Oliva Blázquez y Manuel Rivera Fernández.
Fundació per a la Universitat Oberta de Catalunya. Segunda Edición, Febrero
2005.
198
• “El desarrollo del pensamiento político de José Ortega y Gasset”, Domingo
Fernández Agis. Ediciones Idea. Primera edición, 2007.
199
Datos del Autor
200
accionarial. Cargo que le permite estar presente en las más importantes ferias turísticas
internacionales y establecer contactos con los turoperadores más representativos a nivel
mundial, así como los principales prestadores de servicios. Obteniendo una
visualización genérica de los diferentes agentes que convergen en el desarrollo del
principal motor económico canario: EL TURISMO.
Desde el 14 de Junio del 2003 al 07 de Junio de 2005 forma parte del grupo de gobierno
del Ayuntamiento de su localidad como Concejal Delegada de Turismo, Urbanismo,
Playas, Parques y Jardines. Con los conocimientos adquiridos por su formación
académica; el desempeño de su actividad profesional en la empresa privada; así como el
dominio de la realidad social y económica, con sus luces y sombras, del núcleo turístico
y zonas colindantes que adquirió de primera mano como miembro de la Asociación de
Vecinos; le posibilitó diseñar un amplio programa que lograse el éxito sostenido del
destino y por ende el bienestar social de los ciudadanos.
Amplia y ardua labor que culminó con la obtención del premio de la revista
especializada del sector: “Viajes y Turismo”, en el apartado de profesionales al “Mejor
Responsable Municipal Nacional”, por su trabajo de promoción turística de la zona.
Un galardón de reconocimiento a la edil majorera por su esfuerzo en pro de la mejora
continua del sector.
• http://termometroturistico.es/
201
• http://www.dondeviajar.es/
• http://www.rebeliondigital.es/
• http://www.periodicoliberal.com/
• http://www.valenciaopinionrevista.es/
• http://el-liberalismo.com/
Libros publicados:
• “La relación de Sorolla con los liberales de su época”, que aborda la sincronía
que tuvo el celebérrimo pintor español con las principales figuras del liberalismo
de su época. Publicado el 7 de Mayo de 2010.
202
• “Historias de un pueblo”. Novela política de corte liberal que nace con el
objetivo de dar respuesta a una pregunta: ¿por qué nuestra situación democrática
vigente se ha desvirtuado considerablemente? Una reflexión que llevó al
escritor, de la mano de las vicisitudes de unos personajes, acaecidas en un
hipotético pueblo español, Matahambre, a abordar los principales problemas que
corroen los cimientos de nuestro Estado y que comienzan por el primer escalón,
los Ayuntamientos. Publicada el 17 de Diciembre del 2010.
Para conocer un poco mejor a Ibiza Melián, puedes acceder a algunas de sus
entrevistas concedidas a distintos medios:
e-mail: ibizamelian@terra.es
http://facebook.com/ibizamelian
http://twitter.com/ibizamelian
203
(“Aún aprendo”, Francisco de Goya y Lucientes 1746-1828)
204