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EL PRESENTE ARTÍCULO FUE ESCRITO Y PUBLICADO EN 1991. LO

HEMOS RESCATADO DEL ARCHIVO POR SU PLENA VIGENCIA MÁS
AÚN CUANDO HOY EN DÍA SE HAN ARREBATO LAS BANDERAS
LEGÍTIMAS DEL APRISMO DE HAYA DE LA TORRE AL COLOCARNOS
HACIA EL LADO DRECHO DE LA CONTIENDA POLÍTICA.

EL APRISMO DE LOS POBRES

Por Walter Robles Rosales1

El aprismo de los pobres no es una afirmación casual, es un
concepto científico que marca un deslinde en la trayectoria y en el
destino histórico de nuestros pueblos: Científico, porque proviene
de la confrontación dialéctica de un singular sistema social
desarticulado y dependiente de los grandes centros de poder; una
trayectoria preñada de 61 años de lucha contra las
institucionalizadas dictaduras; y un destino histórico de continuar
la pugna por el cambio social, la vida y la paz.

El aprismo es hechura de los pobres; de allí provienen sus héroes y

sus leyendas. Pero ¿quiénes son lo pobres? Sin duda, aquellos que
viven o comparten las carencias de bienes materiales que
imposibilitan las satisfacción de sus necesidades básicas de
alimentación, salud, vivienda, educación; aquellos que siendo parte
del sistema están impedidos de ejercer sus derechos de ser, pensar
y existir con dignidad, como esa mancha chola que puebla cerros
pétreos o extensos arenales sin agua, sin luz, subempleada, y
cuyos niños no conocen otro “nido” que silos y gusanos. Huelga
decir, que jamás dirigieron el Estado; de modo que, no se les puede
atribuir responsabilidades del fracaso de un sistema social alienado
y postizo, cuyos mentores históricos son la gran burguesía
financiera y sus agentes internos.

Sin embargo, la alegría y la solidaridad de los pobres se muestra

en sus organizaciones comunales o para construir una escuela. Y si
alguien aviva su fe, se entregan con amor hasta más allá de los
límites en busca de la tierra prometida.

Víctor Raúl optó por los pobres, y con él ese océano de creyentes
de la verdad social del aprismo: construir un Frente Único de
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Walter Robles, exdiputado nacional, escribió este artículo en 1991 que fue publicado por el Secretario
de Prensa y Propaganda del Comité Provincial del PAP, c. Teodoro Choy. Actualmente, el c. Robles es
titular de la cátedra de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
y Secretario General de la Agrupación de Abogados Apristas de la Facultad de Derecho de la UNFV. Fue
Director de las Escuelas Profesionales de Derecho así como de Ciencia Política y Presidente del II
Congreso Nacional de Ciencia Política “Globalización y cambio político” (2003).
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Trabajadores Manuales e Intelectuales que nos libere del hambre y

la explotación, generados por un capitalismo extraño que oprime y
disloca las estructuras del pueblo indoamericano. Pero, este Frente
Único no es alianza de los pobres con los ricos, ni de los ricos con
los pobres, sino la alianza de los pobres: del campo y la ciudad; de
la costa, sierra y selva; manuales e intelectuales. Es decir, los que
han hecho suyo un programa común antiimperialista, nacionalista y
democrático.

Entonces, los pobres constituyen este Frente Único como un

proyecto histórico en totalización, confrontando contradicciones en
la acción colectiva orientada a liberar al pueblo indoamericano de
las injusticias sociales y económicas. El Frente Único es un
proceso, como tal, en movimiento continuo y discontinuo,
rigiéndose por el principio dialéctico de “dejar de ser” y “continuar
siendo” superando el esencialismo parmediano y los postulados de
un marxismo decimonónico. Así pues, los pobres a través del
aprismo han logrado elaborar una teoría científica del conocimiento
como una forma de acción colectiva: Conocimiento y cambio.

Por eso el aprismo de los pobres es una ciencia revolucionaria,

comprometido con los desempleados, informales, marginados,
asalariados, oprimidos, explotados y clases medias arruinadas,
cuyo mensaje exige derrotar al imperialismo, peligro mayor y
número uno, y a sus agentes internos, antipatriotas, despóticas y
egoístas, para lograr la justicia social y una libertad insurgente y
creativa condicionada a nuestro espacio-tiempo histórico.

Ayer como hoy, el desafío tiene la dimensión de un Goliat hecho

con barro de acreedores, inflación, narcotráfico y muerte, frente a
un David pobre pero inflamado de fe y esperanza por subvertir el
orden.

Por lo tanto, derrotemos a la inmoralidad, la contemplación y el

arribismo para vencer a los enemigos de la vida y lograr una paz
con justicia en una sociedad sin clases.