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expiación, iglesia, conversión, muerte, vida eterna, castigo eterno, fe, perdón, gracia, infierno,
cielo, imputación, justificación, reconciliación, arrepentimiento, justicia, entre otros muchos temas.
Una de las doctrinas más hermosas de la Biblia es la de la “Hipóstasis.” Esta palabra fue usada
especialmente por Plotino, filósofo griego, nacido en Egipto (205 - 270), quien enseñó en Roma
una filosofía en la que fusionaba las doctrinas antiguas y el cristianismo. Los padres griegos
utilizaban esta palabra para significar la personalidad distinta del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Hipóstasis, según lo que se establece en Colosenses 2:9 y 10 es la unión del Verbo con la
naturaleza humana: “Porque en él [Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y
vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”.
El tema medular del sermón de hoy hace referencia a una poderosísima arma que como seres
humanos tenemos: La Biblia. El texto clave se localiza en Hebreos 4:12, en él se hace alusión a
una espada de dos filos que penetra tanto hasta las partes más vulnerables del cuerpo como en el
pensamiento y las intenciones del corazón.
El poder que proyecta la Biblia se atribuye a que la mente y las palabras divinas están inmersas en
sus páginas sagradas, las cuales fueron escritas por aproximadamente 40 personas quienes fueron
inspirados por Dios, que infundió en ellos sus palabras por lo que podemos decir que el Espíritu
Santo está presente en las páginas bíblicas. 1ª de Timoteo 3:16, dice, “Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir para instruir en justicia”. Y 2ª
de Pedro 1.21 dice, “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.
La Biblia constituye por sí misma un arma sumamente poderosa, que requiere para su manejo el
conocimiento de cómo hacerlo, pues no existe pecado alguno por grande que sea que resista la
fuerza que emana de sus preceptos. 1 de Juan 1.9 dice, “Si confesamos nuestros pecados, él es
fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
La Biblia es una colección de 66 libros que constituyen el Libro de Dios, su Palabra Divina por lo
que quien lo lee y estudia establece una perfecta comunión con Él, ya que lo llega a conocer de
manera personal, encontrándose a sí mismo y consecuentemente alcanzando la felicidad que no le
dan las cosas materiales, las riquezas, el status social y el buen nombre, como lo señala en Juan
10:10b, “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. De ahí la
importancia de leer, estudiar, meditar y poner en práctica diariamente su contenido.
Quien así lo hace, indudablemente en una persona estable, con una gran fortaleza tanto física
como emocional y espiritual que tiene un firme sustento en su ser y hacer cotidiano, ya sea en la
alegría, en medio de la aflicción o de cara a la muerte.
La presencia de una Biblia, cuyas páginas gastadas y maltratadas hablan del deterioro a
consecuencia del uso, paradójicamente hacen referencia también a una persona con una fortaleza
a prueba de todo, lo que indudablemente ha obtenido a través del estudio bíblico sistemático y
tenaz aplicado a su vida cotidiana.
¿Cómo está tu Biblia? ¿La lees y la estudias diariamente? ¿Pones en práctica sus enseñanzas en tu
vida diaria?
De acuerdo a lo dicho por algunos siquiatras cristianos en la época actual, si las personas
dedicaran más tiempo a la lectura de la Biblia, no habría necesidad de médicos de esta
especialidad.
La lectura, el estudio y la práctica de los preceptos bíblicos, asegura a la persona una vida
próspera en todos los aspectos: en lo material, espiritual, relación familiar, y en todos aquellos
inherentes a su existencia.
¿Qué tanto conoces de Dios? ¿Cuánto tiempo dedicas a la lectura de la Biblia? ¿Estás bien con
Dios? Solamente tú puedes contestar a estas preguntas retóricas.
Si nunca has leído la Biblia. Lee también el Evangelio de San Juan en donde encontramos cómo ser
salvo.
Lee la Biblia para ser sabio; Créela para ser salvo y Vive de acuerdo con lo que dice para ser
santo. Si tienes alguna pregunta sobre la Biblia, no dejes de escribirme. Dios te bendiga.