You are on page 1of 3

Ceremonia de graduación 2010

Discurso a cargo de la graduanda Diana Carolina Marín Pereda

Para todas nosotras ésta es la culminación de una etapa importante en nuestras vidas:
una carrera que cada uno empezó; sin embargo, es solo el comienzo de un futuro que
nos espera ansioso. “Lo que una oruga interpreta como el fin del mundo, es lo que su
dueño denomina mariposa.” Hasta hoy día hemos sido parte de un mundo protegido;
ahora es cuando romperemos este cascarón y saldremos al mundo que nos espera.
Estamos a punto de iniciar una nueva etapa.

Muchos hemos soñado con este día. Desde que empezábamos el ciclo nos
quejábamos y decíamos “ya quiero terminar, ¡¡no aguanto más!!”, sin embargo es hoy
día que reflexiono y miro hacia atrás. Creo que todos estamos cerrando una etapa que
marcó mucho nuestras vidas.

Al ingresar al instituto, nunca me imaginé todo lo que me iba a ocurrir de allí en


adelante. Mi vida cambió por completo. Me acuerdo llegar el primer día de clases y no
conocer a nadie, sentirme completamente sola. Sin embargo, no tardamos en hacer
nuevos amigos que luego se convertirían en personas importantes para nosotros. Yo,
como muchos, al comienzo no estaba segura de nada. Es más, mi vida parecía una
incógnita sin salida, estaba confundida. Admiraba a todos los que tenían una clara
vocación, a los que parecían felices. Los admiraba porque yo no conseguía todavía esa
felicidad. Pero esta noche podemos voltear y darnos cuenta de todo lo que hemos
tenido que recorrer y cuánto esfuerzo nos ha costado llegar hasta donde estamos.
Así, como comprobó Siddartha, es solo en el sendero de nuestra felicidad donde
encontraremos la verdadera sabiduría.
Para mí, estos cinco años han significado mucho. Aprendí no solo cursos relacionados
con mi carrera, sino también a tolerar, respetar ideas, aceptarte tal como eres, aceptar
fuertes críticas, reconocer triunfos ajenos, saber que no siempre vas a ser la mejor,
aprendí a autocontrolarme, a tener paciencia, a ser una verdadera amiga, a ser
honesta, a ser más responsable que antes, a hablar en público, a sustentar mis ideas, a
juerguearme, a llorar de verdad y siempre sonreír y brindarle ayuda los amigos.

1
Aprendí a establecer lindas amistades de las que por cierto nunca me olvidaré. Sin
embargo, no quiero que les pase lo mismo que me pasó a mi: a valorar a aquellas
personas que realmente quieres cuando ya no están a tu lado, o, como en este caso,
empezar a valorar todo lo que este instituto nos dio justo cuando nos vamos. Suena
irónico, ¿no?
Quiero agradecer a nuestros profesores, quienes han sido siempre un ejemplo a seguir,
por los conocimientos, experiencias y enseñanzas que han compartido con nosotros a
lo largo de estos años, y por la amistad que nos han brindado como personas.
Por eso, no dejemos que pasen momentos como éstos, la vida está compuesta por
momentos y uno siempre debe disfrutar cada segundo de ella.
El descubrir mi desorden mental en el segundo año de mi carrera hizo que me diera
cuenta de muchas cosas. Por ello llevé dos carreras paralelamente: la arquitectura y la
arquitectura de la vida. La arquitectura no solo me enseñó a diseñar en planta, corte y
en elevación sino también a diseñar para el ser humano, el cual pertenece a una
sociedad dentro de nuestra historia. La arquitectura de la vida me ha enseñado a
recorrer espacios, despertando en mí diferentes sensaciones de querer disfrutar de la
vida y a amar cada segundo que la compone.
Creo que más de uno hemos perdido a seres queridos. Somos todas gentes jóvenes
con ganas de vivir, no dejemos pasar momentos claves en nuestras vidas, nunca
dejemos de aprovechar cada enseñanza que se nos da. Nunca le demos la espalda a
alguien que necesita nuestra ayuda, nunca dejemos de lado a nuestro país. El Instituto
Superior Pedagógico Privado SANTO TOMÁS DE AQUINO nos ha formado más allá de
ser docentes. También nos ha formado como personas donde nuestras metas y
objetivos son los que te impulsan a actuar sobre la base de tus valores. Personas listas
para reconstruir la educación de un Perú que nos necesita. Un país que forje su futuro
en la educación como la que nosotros acabamos de recibir. Un país que sea
gobernado con honestidad. Debemos sentirnos afortunados de estar aquí en este
momento, de tener profesores que nos han brindado todos sus conocimientos, de tener
padres que nos han ayudado para poder realizar esto y de tener buenos amigos que
luchan también por estos ideales y principios. Somos el futuro de nuestro país, ¿que
esperamos? Estamos listos para afrontar nuevas metas y cumplirlas. No nos sintamos
avergonzados por ser soñadores. Siempre debemos perseguir nuestros sueños e
ilusiones. Como escribió Víctor Hugo: “El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas, eso
es lo que la sostiene.”

2
Creo que somos muy afortunados al estar viviendo esto en este momento. Mirémonos:
cada uno de nosotros ha terminado algo que empezó y que nos costó mucho esfuerzo.
Un gran reto en la vida es terminar lo que uno empieza. Eso tiene un gran mérito. El
aprendizaje ha sido duro para todos nosotros porque muchas veces hay que
desprenderse de prejuicios e ideas preconcebidas, pero el resultado supera todas las
expectativas. Basta con atreverse: y ése es el gran desafío que nos plantea la vida.
Como Richard Bach escribió en Juan Salvador Gaviota, aquí tenemos una misión. No
sabemos qué hará cada uno de nosotros, quizás a nuestro costado está sentada la
futura ministra de educación o algún ganador del premio Nobel. He aquí una reflexión
para comprobar si nuestra misión en la Tierra ha sido cumplida; porque si estamos
verdaderamente vivos, todavía no ha sido cumplida. Por eso, como dijo Hermann Hesse
“no vuelvas la espalda a futuros posibles antes de estar seguro de que no tienes nada
que aprender de ellos.” “Hagas lo que hagas, ama lo que haces y consigue siempre la
perfección.” Busquemos siempre la excelencia en todo lo que hagamos, no sólo como
educadoras, sino como personas, hijas, amigas, y algún día esposas y madres. Seamos
siempre profesionales trabajadoras y honestas, buenas y verdaderas amigas, personas
transparentes y responsables. Saquemos provecho de cada una de nuestras
experiencias, y reconozcamos y aprendamos de los errores que podamos cometer.
Seamos líderes y motivemos a la gente para dar lo mejor de sí.
Si estoy aquí es gracias a ustedes, porque me ayudaron, me apoyaron y me dieron los
mejores años de mi vida.
Yo siempre he creído en números, apuntes, plantas, cortes, elevaciones, que nos llevan
a la razón.
Pero tras una carrera de tanta búsqueda me cuestiono muchas cosas.
¿Quién decide que es lo razonable?
Todos estos años de estudio y búsqueda me han llevado a través de lo físico, lo
metafísico, lo alucinatorio y de regreso. Sin embargo, he hecho el descubrimiento más
grande de mi carrera, el descubrimiento mas importante de mi vida: solo estoy aquí
gracias a ustedes.
Ustedes son la razón por la que soy.
Ustedes son todas mis razones.
Gracias

You might also like