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LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
DE ASENTAMIENTOS EN EL ALTO MAGDALENA
Víctor González
INTRODUCCIÓN
más adecuado al tipo de control político del imperio español. Comparadas con los
pueblos mesoamericanos las sociedades indígenas de Colombia debieron parecer a
los españoles relativamente más «salvajes» que las comunidades mesoamericanas
que vivieron en pueblos y ciudades.
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Para comparar centros políticos analizaré su importancia relativa en términos del nú-
mero de tumbas monumentales y el número de estatuas de piedra asociadas a las
tumbas monticulares; analizaré la importancia del tributo para los patrones de asenta-
miento del período Clásico Regional en el Alto Magdalena evaluando el modelo ofre-
cido por Steponaitis (1978). Si el modelo de Steponaitis no se cumple el estudio brindará
apoyo a la idea de que en regiones como esta y en sociedades con este tipo de disper-
sión de asentamiento no se recolectaban tributos (o si se recolectaban no afectaban la
distribución geográfica); en ese caso deberíamos re-evaluar la importancia del tributo
en los cacicazgos del Alto Magdalena y en otros cacicazgos. Si, por el contrario, el
modelo de Steponaitis se cumple habré encontrado evidencia de la importancia del
tributo en la distribución de asentamiento con lo cual este trabajo apoyará la idea de
que los cacicazgos de San Agustín tenían una base tributaria y que este fenómeno es,
por lo menos, comparable con los patrones estudiados por Steponaitis en Alabama.
El análisis de la manera como el modelo describe ciertos fenómenos arqueológicos y
qué aspectos no se explican me guiará en la búsqueda de la explicación de las particu-
laridades del Alto Magdalena. Para evaluar este tipo de modelos se requieren cálculos
complejos y un análisis detallado de los costos de movimiento en el paisaje. La evalua-
ción del modelo de Steponaitis en San Agustín requirió de un Sistema de Información
Geográfica que permitiera incorporar la localización de los centros ceremoniales co-
nocidos sobre mapas topográficos electrónicos.
Definí una región de 1600 km² que incluye la mayoría de los sitios ceremoniales del
Alto Magdalena; allí se han realizado reconocimientos regionales sistemáticos de
cubrimiento total (Drennan 2000:96-100, Figuras 51-52) que aseguran la localiza-
ción precisa de los sitios existentes. La evaluación del modelo de localización de
centros políticos en el Alto Magdalena tiene implicaciones para nuestra compren-
sión de los patrones de asentamiento en regiones como Wessex (Renfrew 1973) y
Hawaii (Earle 1977, 1978). Este trabajo contribuye a estudios previos en la región
que analizaron patrones espaciales en asentamientos dispersos (Jaramillo 1994;
Quattrin 1995), excavaron y reconstruyeron centros ceremoniales (Duque y Cubillos
1979) y analizaron la distribución de la población alrededor de esos centros (Drennan
y Quattrin 1995; González 1998).
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EL MODELO
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Desde los trabajos arqueológicos más tempranos sobre el período Clásico Regional
de la «cultura de San Agustín» fue evidente que el sitio ceremonial más complejo y
más grande, en términos de monumentalidad, era Mesitas, localizado 2 kilómetros
al sur de la cabecera municipal de San Agustín, Huila (Duque 1964), y que es, ac-
tualmente, el Parque Arqueológico de San Agustín. Mesitas está formado por cua-
tro sitios ceremoniales separados (Mesitas A, B, C y D) y ha producido las fechas
más tempranas de la región (Duque y Cubillos 1988); uno de esos sitios, Mesita B,
tiene tres de los ejemplos más llamativos de montículos funerarios con estatuas
monumentales. Además de Mesitas existen en la región varias decenas de centros
monumentales de variado tamaño y complejidad. Después de muchos años de in-
vestigación arqueológica concentrada, principalmente, en los complejos de entie-
rros y estatuas todavía no se ha propuesto una manera sistemática para comparar la
complejidad y el tamaño relativo de esos centros.
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tro del área de estudio de 40x40 kilómetros que contiene la mayoría de sitios con
estatuas del Alto Magdalena. Los datos para esta tabla se obtuvieron, principalmente,
de Sotomayor y Uribe (1987), con correcciones hechas por mí durante el trabajo de
campo para el Programa de Arqueología Regional en el Alto Magdalena. El índice es
bajo (menos de diez) para la mayoría de los sitios con estatuaria. Algunos sitios, sin
embargo, tienen un índice de más de diez y un único sitio (Mesita B) presenta un
índice de más de 30 (SCI = 63). El índice para Mesitas es aún más alto si los cuatro
sitios diferentes que lo conforman (Mesitas A, B, C y C) se toman juntos. Usando ese
segundo acercamiento menos conservador Mesitas presenta un total de 93 estatuas y
10 montículos; su índice de tamaño-complejidad de 103 es casi 5 veces el valor para el
próximo sitio en rango. Idolos, localizado 7 kilómetros al noreste de Mesitas, tiene
tantos montículos como Mesitas pero considerablemente menos estatuas. La conclu-
sión inevitable es que Mesitas (Mesita B en particular) es el sitio más grande y com-
plejo en la región delimitada y debe ser considerado como el mejor candidato para
«centro regional» en la perspectiva del modelo de Steponaitis (1978:436-437).
Tabla 1
Lista de centros ceremoniales en el área del estudio, mostrando el número de
sitio, nombre del sitio, cálculo del índice comparativo y la clasificación
jerárquica del rango en ese índice.
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Figura 1
Los cálculos más conservadores para el Índice SCI de tamaño-complejidad
como Y, y las clasificaciones jerárquicas en este índice como X. Mesita B tiene
un índice 3 veces más grande que el próximo sitio en rango.
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esperada. La eficacia espacial de Mesita B es superada en estos casos por dos sitios
más pequeños; esto no significa que el modelo no funcione en absoluto. La eficacia
espacial de Mesita B (E = 0.948) es alta, incluso más que la eficacia espacial de
Moundville (E = 0.940). Pero, ¿por qué hay una desviación de la localización ideal?
Figura 2
Localización de los centros menores (puntos), el sitio Mesita B (triángulo),
y el GCMC calculado (cruz).
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Como segunda explicación es posible que el costo del transporte en esta clase de
terrenos fuera tan grande que la importancia del tributo que venía desde fuera del
territorio local –sobre todo al noreste de la barrera producida por el río Magdalena–
fuera mínima y que no afectara la localización del centro primario. En este caso Mesi-
ta B no sería el centro primario de toda la región estudiada porque el tributo no se
estaría moviendo hacia un solo centro. El nivel de integración política sería menor
que en la región de estudio. Una manera de evaluar el efecto que podría tener la
pendiente sobre los costos de transporte que fluyen desde o hacia cualquiera de los
sitios con estatuaria es usar el mapa de pendientes como un «mapa de fricción» y
calcular para cada localización el costo acumulativo (en valores de pendiente) de trans-
portarse por el terreno; así se obtiene un mapa de costos de movimiento entre centros
ceremoniales (Figura 5). Este mapa se obtuvo calculando para cada celda la distancia
del menor-costo a los demás sitios a través del mapa de pendientes (Figura 4).
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Figura 3
Vista ortográfica de los valores de elevación para el área del estudio
alrededor de San Agustín. El rango de elevación en este sector
es de 1120-2200m sobre el nivel del mar.
Figura 4
Mapa de pendientes, mostrando en tonos claros las zonas de pendiente suave y
en colores oscuros las zonas de pendientes fuertes. Las zonas negras son
barreras físicas.
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Figura 5
Mapa de costos de movimiento entre centros ceremoniales. Los colores claros
son zonas de fácil comunicación y los colores oscuros son zonas marginales.
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Figura 6
Mapa del agrupamiento de sitios al suroeste del Río Magdalena,
mostrando la localización de Mesitas y del CGMC.
Distancia (km) desde Mesita B
Los tributos de esta clase de organización política financiaron, entre otras cosas, la
construcción de los monumentos (en este caso tumbas monticulares individuales)
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que distinguieron a los centros políticos y que, seguramente, hicieron parte de los
mecanismos rituales e ideológicos que parece haber usado la elite (Drennan 1995)
para justificar la existencia de su poder y de la jerarquía social. Una de las
implicaciones adicionales del modelo de Steponaitis es la correlación del tamaño y
complejidad de la actividad monumental de los centros menores con su distancia a
los centros mayores. Los centros menores más distantes habrían invertido más en
sus propios monumentos a cambio de dirigir mucho de los tributos a los centros
mayores (Steponaitis 1978:446-8). Los centros menores adyacentes a los centros
mayores, dados los costos más bajos de transporte, habrían dirigido una mayor pro-
porción de tributo al centro primario en donde se realizaban las actividades cere-
moniales del cacicazgo. Como resultado los centros primarios tuvieron una cantidad
relativamente grande de inversión en monumentos comparada con la de los centros
adyacentes; los monumentos de los sitios más alejados tienden a ser más elaborados
a medida que aumenta su distancia del centro primario.
Este patrón no exige, necesariamente, que toda la región esté política o económica-
mente unificada. Un centro localizado a mayor distancia pudo haber sido tan gran-
de como el centro primario de referencia; si el flujo de tributos era muy bajo o nulo
habría sido un centro primario independiente. Una serie de cacicazgos económica-
mente independientes que participara en las mismas actividades ceremoniales o re-
ligiosas en una gran región puede haber presentado este patrón sin que haya estado
políticamente unificada o económicamente integrada. Aunque los centros partici-
paran en actividades esporádicas a nivel supra-regional podemos esperar que dedi-
caran menos esfuerzo a las actividades ceremoniales por fuera de sus límites políticos
y económicos debido a los grandes costos de transporte. La participación de los
personajes de importancia en actividades localizadas por fuera del radio propuesto
de 5 kilómetros no sería de índole económica sino de otra clase.
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La Figura 7 muestra los valores del índice de tamaño y complejidad de los sitios del
área de estudio (el eje de Y), ordenados por sus distancias lineales a Mesita B (el eje
de X). El patrón muestra mayores inversiones en monumentalidad lejos de Mesita
B, una de las expectativas del modelo de Steponaitis para un cacicazgo regional,
aunque parece que no había centralización económica; sin embargo, hay algunas
inconsistencias y el ordenamiento de los sitios no muestra una correlación muy bue-
na. Hay varias explicaciones posibles para estos problemas. Puede haber cierta in-
exactitud en los datos debido a que algunos sitios han sido saqueados más
intensamente que otros. La inconsistencia principal en la Figura 7 es que unos sitios
directamente adyacentes a Mesita B son más grandes que lo esperado. De nuevo
vale la pena evaluar el posible efecto de los costos de movimiento. Para esto se
obtuvo un mapa de valores para el costo del movimiento desde y hacia Mesita B
(Figura 8), basado en los mapas de pendiente, que representa la distancia en térmi-
nos de pendiente acumulada, permitiendo crear una superficie artificial de costos
de movimiento desde el punto de vista de Mesita B. Las áreas más oscuras son
lugares remotos; las áreas blancas son de más fácil acceso (la comunicación diaria
quizás era posible); las áreas grises son de acceso considerablemente más difícil (la
comunicación con estas áreas seguramente no podría hacerse eficazmente todos los
días). La Figura 9 muestra el ordenamiento de los sitios y su índices de tamaño y
complejidad pero tomando como medida de distancia el acumulado de pendiente
en lugar de las distancias lineales. La forma global de la distribución es similar pero
ahora el problema de los sitios relativamente grandes cerca a Mesita B desaparece y
los datos observados parecen acoplarse mejor a las expectativas del modelo. Una
conclusión de estos patrones es que cuando no sólo se tiene en cuenta la distancia
sino, también, los costos de movimiento el tamaño y complejidad de los sitios secun-
darios muestran cierta relación general con la distancia a Mesita B.
A pesar de que no parece haber una integración económica en la región los datos
sugieren la existencia del tipo de centralidad que se espera de los cacicazgos más
complejos en términos de monumentalidad. Aunque el tributo sólo habría sido re-
colectado de los asentamientos más cercanos Mesita B logró mantener una prima-
cía a nivel supra-regional en lo que se refiere al tamaño y complejidad de los
monumentos; Mesita B tuvo una centralidad supra-regional de carácter ceremonial
y religioso pero no de carácter económico. Las unidades políticas, económicas y
ceremoniales pueden ser unidades independientes y funcionar a diferente escala.
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Figura 7
Índice de tamaño y complejidad de sitios con estatuaria ordenados
por su distancia en línea recta a Mesita B.
Figura 8
Mapa del costo de movimiento desde o hacia Mesita B. Las áreas blancas son
áreas de fácil acceso, las áreas oscuras son de acceso más difícil. Los puntos
negros indican las localizaciones de sitios con estatuaria. El triángulo
representa el sitio Mesita B. Costos de transporte desde Mesita B
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Figura 9
Comparación de los índices de tamaño y complejidad (y) ordenados por
sus distancias en términos de costo de movimientos desde Mesita B.
La idea de que la centralidad en el Alto Magdalena tiene que ver con jerarquías
políticas basadas en aspectos ideológicos o ceremoniales y no económicos se ha
propuesto con base en los análisis de patrones de asentamiento y patrones funera-
rios (Drennan 1995, 2000). El análisis que aquí se presenta sugiere que el tributo era
un asunto importante al nivel interno de los cacicazgos individuales y no tanto entre
cacicazgos; sin embargo, Mesita B presenta cierta preeminencia a nivel supra-regio-
nal y está localizada de forma relativamente eficiente al centro de la distribución
supra-regional de centros cacicales.
Mesitas presenta gran inversión en monumentalidad y los demás sitios presentan in-
versiones variables con cierta tendencia a aumentar con la distancia de Mesita B en
términos de los costos de movimientos. Varias observaciones se derivan de estos pa-
trones. Primero, la centralidad de Mesita B durante el período Clásico Regional pare-
ce relacionarse, principalmente, con el agrupamiento de muchos sitios a su alrededor.
Segundo, los sitios con estatuaria cercanos a Mesita B presentan poca inversión en sus
monumentos y, probablemente, estuvieron involucrados directamente en las activida-
des ceremoniales de Mesita B. Tercero, el número de centros secundarios contempo-
ráneos en el área de influencia del centro primario debió ser proporcional al volumen
de tributo que se podría recolectar para la construcción de los monumentos y para
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Estas observaciones implican que entre más alto es el número de vecinos cercanos
al centro primario la densidad es mayor y las áreas de recursos disminuyen; en otras
palabras, si el cacique principal quiso aumentar la importancia ceremonial de su
centro ceremonial y aumentar la participación de los centros menores necesitó fo-
mentar la fragmentación de los territorios vecinos y reducir el tamaño de su propia
área de recursos. Este mecanismo aumentaría la importancia ceremonial del sitio
pero reduciría su base productiva. Esto significa que los individuos situados más
arriba en la jerarquía ceremonial y política del Alto Magdalena serían los más po-
bres en lo que se refiere al área de recursos directamente disponible.
Para evaluar esta propuesta medí el área de recursos relacionada con cada localiza-
ción con el método Voronoi theselation; después comparé esta área con los valores
del índice de tamaño-complejidad. La Figura 10 muestra una relación general entre
el área de terreno asociado con cada sitio (X) y los rangos del índice de tamaño y
complejidad (Y). Las áreas más pequeñas están asociadas con los sitios con estatuaria
de mayor rango (las columnas más cortas) y las áreas de recursos más grandes están
asociadas con sitios de menor rango (las columnas más altas). Como se esperaba en
el área de estudio los territorios más pequeños corresponden a sitios donde el es-
fuerzo invertido en los monumentos era mayor. En general el costo del movimiento
desde Mesita B se relacionó con el tamaño del área de recursos de cada sitio en el
área del estudio; esta relación apoya la idea de la centralidad política, ceremonial o
religiosa de Mesita B a nivel regional. Probablemente Mesita B no sostuvo un con-
trol tributario central en la región de estudio sino dentro de unidades territoriales
pequeñas en las cuales se cumplen las expectativas del modelo de Steponaitis; sin
embargo, el patrón de variación en la inversión en monumentos, la centralización
de los sitios con estatuaria, la correlación entre el tamaño del área de recursos y los
costos de movimiento de y hacia Mesita B y la relación general entre el índice de
tamaño y complejidad de los sitios ceremoniales y sus áreas de recursos sugieren
que Mesita B sostuvo una centralidad ceremonial, social o religiosa, a pesar de que
no detentó centralidad económica. Esta interpretación apoya la idea de que la
centralidad económica a una escala de integración puede coexistir con una centralidad
política o ceremonial a una escala mayor de integración.
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Figura 10
Comparación de los rangos del índice de tamaño y complejidad
ordenados por los tamaños de áreas de recursos, que muestra
una relación general entre variables.
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se minimizaran los costos del transporteo. El tributo involucrado, sin embargo, debió
ser bastante modesto en términos de magnitud porque los monumentos de San Agustín
son obras de pequeña envergadura (Drennan 2000).
Drennan (1995) ha mostrado que no había una diferenciación muy clara en la riqueza
del ajuar de los entierros del período Clásico Regional; tampoco se han logrado encon-
trar diferencias económicas entre residencias. La única expresión probable del uso de
los tributos son los montículos funerarios con estatuas que representan a individuos
fantásticos que, probablemente, relacionaban al personaje enterrado con seres míticos
(Sotomayor y Uribe 1987; Drennan 1995). En vez de servir para equilibrar las variacio-
nes en la productividad del medio ambiente (Service 1962) o para financiar guerras y
otras empresas expansivas de la élite (Carneiro 1981; Earle 1978) los tributos en San
Agustín servían para apoyar las actividades ceremoniales dirigidas por la elite. Esta in-
terpretación contradice los modelos que sugieren que los cacicazgos en desarrollo de-
pendieron del control directo de recursos por un grupo de elite (Gilman 1981).
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El hecho de que las comunidades con monumentos más grandes y complejos estu-
vieran asociadas con campos agrícolas pobres contradice los modelos que intentan
explicar las diferencias en la intensidad de construcciones como reflejo de diferen-
cias ecológicas o económicas. En Mesitas e Idolos las diferencias en tamaño y com-
plejidad de los monumentos estaban relacionadas con la cantidad de vecinos: entre
más pequeña era el área de cada unidad más vecinos podrían participar en las acti-
vidades ceremoniales reflejadas en los montículos. En contradicción con modelos
que postulan bases económicas para el desarrollo de sociedades complejas (Service
1962; Gilman 1981) el período Clásico Regional del Alto Magdalena sigue mostran-
do que la centralización religiosa o ceremonial jugó un papel central en la organiza-
ción de la sociedad. La investigación de los cambios de esas dimensiones en la
secuencia prehispánica de la región permitirá entender mejor la interrelación de los
factores responsable de la complejidad social.
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