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Nikola Tesla.
Nació en Smiljan, en el Imperio austriaco (actual Croacia),
el 10 de julio de 1856.
¿Por qué hoy día sólo los inventos y avances técnicos se disparan
en tecnología de aparatos informáticos, teléfonos móviles y sin
embargo vivimos con una energía obsoleta, vieja, contaminante sin
visibles adelantos a favor del ser humano?
¿Por qué las patentes de
inventos eficaces, novedosos y
casi gratuitos son rápidamente
compradas y guardadas en los
cajones del olvido?
Nikola Tesla.
Nikola valoraba que sus
inventos ayudaran a la
humanidad por encima de
cualquier reconocimiento o
premio, incluso económico;
lo que en aquella época y
mucho menos hoy día,
ningún científico o inventor
estaría dispuesto a ofrecer a
la sociedad de manera
altruista.
Tesla estaba fascinado por la energía radiante y su posibilidad de ser
convertida en energía libre y gratuita. Sabía que era posible tomar
energía directamente “conectándose a la verdadera fuerza de la
naturaleza”.
¿Porqué?
¿Qué ocurrió en realidad?
¿Quién quiso que sus inventos fueran olvidados?
Durante una temporada, Tesla trabajó con Edison y lo admiraba. Aunque
Edison no lo respetaba. Le hacía trabajar 18 horas al día durante los siete
días de la semana, solucionando los problemas técnicos que se le
presentaban.
Tesla rediseñó los ineficientes motores y generadores de Edison, quién le
ofreció a Nikola $ 50 000 ($1,1 millones en 2007, ajustado por inflación),
debido a la mejoran tanto en su servicio como en su economía. En 1885
cuando Tesla preguntó por su pago, Edison le respondió: “Tesla, usted no
entiende el sentido del humor de los norteamericanos”.
Edison envidiaba el gran cerebro de Tesla y su arma contra él era la
humillación.
Comenzó a trabajar en la construcción y más tarde se hizo su
propio laboratorio.
La radio. La resonancia.
La bobina de Tesla.
El microscopio electrónico.
El Rayo de la muerte.
Un avión de despegue y aterrizaje
vertical. El control remoto.
Rayos X.
¿Por qué?
¿De qué tienen miedo?