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Manteniéndose Relajado Y

Tranquillo:
La “Paternidad Libre De
Gritos”1

PARTE I

Runkel, H. (2007) hace una


propuesta de educación de los hijos
que implica que el padre/madre de
familia sea capaz de mantenerse
relajado y tranquilo, sin importar la
circunstancia. Él define “vivir libre
de gritos” como: “Aprender a
relacionarse con otros en un modo
tranquilo, relajado y conectado con
la otra persona, tomando el control
de las propias respuestas
emocionales, independientemente
de cómo elija la otra persona
comportarse; aprendiendo a
enfocarse en uno mismo y a cuidar
de uno mismo, en beneficio del
mundo.”

Runkel, H. (op.cit.), al igual que muchos de los profesionales que trabajan con
adolescentes, advierte a los padres de familia que ser un buen padre no significa ser
permisivo y permitir que sus hijos hagan lo que quieran. Él advierte que, lo que los
hijos quieren, son padres que puedan mantenerse tranquilos, aún cuando las cosas
están que “arden.” De acuerdo a este autor, el reto más grande que enfrentan los
padres de familia es ser capaces de crear un ambiente familiar amoroso, lleno de
respeto mutuo y cooperación.

Los padres y madres de familia de hoy han sido bombardeados con el llamado a
sacrificarse a sí mismo por el bien de sus hijos, enfocar toda su atención en lo que los
hijos necesitan y aprender a estar siempre ahí para ellos.

Este llamado al auto-sacrificio, hiere y deja a los padres sintiéndose abrumados,


más frustrados y menos capaces.

Yendo en contra de los libros clásicos de educación que incitan a los padres de
familia a enfocarse en sus hijos, Runkel, H. (op. cit.) claramente pide a los padres de
familia que dejen de hacer que su vida gire alrededor de sus hijos y regresen la
atención a sí mismos.

1
Este documento contiene un breve resumen del libro: ScreamFree® Parenting: The
revolutionary approach to Raising your Kids by Keeping your Cool, de Hal Edward Runkel,
publicado originalmente en inglés. Este documento se tradujo con fines educativos para los
participantes a los talleres: Paternidad Libre de Gritos.

Traducción al español: Lic. Samantha Barocio Rocha, Certified ScreamFree® Leader.


1
Un prominente teólogo alguna vez escribió: “Muchos padres de familia cometen el
error de construir sus vidas y sus matrimonios alrededor de sus hijos. Buscan
satisfacer sus propias ambiciones y sueños identificándose con sus hijos y viviendo sus
vidas a través de ellos. Este intento vicario de encontrar satisfacción a través de otros
siempre lleva a la frustración y la decepción porque los hijos rara vez cumplen con
dichas expectativas y se van pronto de casa. También los coloca bajo estándares de
comportamiento demandantes e intolerables que ellos son física, emocional o
mentalmente incapaces de alcanzar.” (citado en Runkel, H., 2007, pp. 7)

¿Por Qué “Libre De Gritos”?

No todos les gritan a sus hijos. No todos luchan para mantenerse tranquilos.
Pero sí todos los padres de familia experimentan, en diferentes grados, una lucha
universal. Todos se sienten ansiosos con respecto a sus hijos y sus elecciones, y no
saben qué hacer al respecto. Se apresuran y se preocupan por cómo resultarán sus
hijos. De manera inevitable, están tan enfocados en sus hijos que no se dan cuenta
cuando la ansiedad se apodera de ellos –y entonces, se vuelven reactivos.

La “Paternidad Libre de Gritos” propone calmar todas las respuestas reactivas


impulsadas por la ansiedad. Se le llama “Libre de Gritos” porque los gritos son la
reacción más popular. Pero también hay otras reacciones, tal como desconectase de la
situación, sobre-proteger o sobre-compensar o simplemente darse por vencidos y
continuar cediendo. (Ver Estilos de Educación de Nelsen y Lott y Estilos Parentales de
Gomide).

De acuerdo con Runkel, una autoridad tranquila, calma su ansiedad primero,


permanece bajo control y proporciona indicaciones pacíficas a sus hijos. La Paternidad
Libre de Gritos no se ocupa de los hijos, sino de los papás.

Desde esta perspectiva, la cosa más importante que un padre/madre de familia


puede hacer por sus hijos es aprender a enfocarse en sí mismo; al hacerlo, tendrán
una relación más saludable y más feliz con toda su familia.

La Paternidad No Tiene Que Ver Con Los Hijos, Sino Con Los Padres

Hay cosas en este mundo que podemos controlar y cosas que no podemos
controlar. ¿Qué tan inteligente es enfocar tu energía en algo que no puedes controlar?
Respuesta: No mucho. Siguiente pregunta: ¿En qué categoría caen tus hijos? ¿Algo
que puedes controlar, o algo que no puedes controlar? Y he aquí una pregunta más
difícil: aún si pudieras controlar a tus hijos… ¿deberías? ¿De eso se trata la paternidad?
¿Y qué pasa si no son los hijos los que están fuera de control?

El Mayor Enemigo De Los Padres De Familia

Cuando se trata de tener excelentes relaciones, el peor enemigo es la reacción


emocional.

Lo mejor que los papás pueden hacer por sus hijos es aprender a enfocarse en si
mismos, y no en ellos. En vez de tratar de controlar ansiosamente a los hijos, mejor
enfóquense en lo que sí pueden controlar –calmar las propias reacciones emocionales.

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¿Cómo se puede tener cualquier influencia sobre la toma de decisiones de los hijos
si no es capaz de influir sobre sí mismo? Cuando las personas se ponen reactivas, se
vuelven regresivas. Esto es, se encogen a un nivel inmaduro de funcionamiento.

Si como padre de familia comienza a gritar, a asustar a su hijo, volverse


intimidante, tal vez eventualmente obtenga obediencia, pero ¿A qué precio? Tal vez
logre asustar tanto a su hijo que finalmente se someta, pero, ¿Qué tipo de relación
tendrá con él si continua educándolo a través de la intimidación?

Si usted quiere tener una influencia sobre sus hijos, primero es necesario que esté
usted bajo control. Solo desde ese lugar usted podrá elegir su respuesta. Sólo
entonces, podrá elegir cómo quiere comportarse, independientemente de cómo elijan
comportarse sus hijos.

Aprender a estar “bajo control” significa tomar responsabilidad por las propias
decisiones antes, durante y después de que se tomaron.

La Mentira Más Grande Sobre La Paternidad

Con demasiada frecuencia los padres de familia se sienten abrumados, exhaustos,


sobre-comprometidos, poco preparados y poco apreciados. No se sienten malos
padres, se sienten un fracaso. Y desafortunadamente, en el rol de padres es la única
área de la vida en la cual no se pueden dar el lujo de fallar.

Ser padre de familia es algo serio. Las apuestas con increíblemente altas. El costo
del fracaso es inimaginable. Tal vez usted se preguntará: ¿Debería ser así de difícil? La
respuesta es si… y no. Si, la paternidad es difícil y No, no tendía usted por qué sentir
tanta presión. No tendría usted que sentirse tan abrumado.

La razón por la cual los padres de familia se sienten tan abrumados es porque la
mayoría están tratando de seguir un modelo imposible, basado en una mentira muy
peligrosa: los padres son responsables de sus hijos (vs. tener una responsabilidad
hacia sus hijos).

“Es tu trabajo, como padre de familia, hacer que tus hijos piensen, sientan y
especialmente, se comporten del modo correcto. Es tu trabajo hacer que tus hijos sean
buenos”… ¿correcto? Incorrecto. Ciertamente los padres tienen una profunda influencia
sobre cómo resultan los hijos. Pero los padres tienen una mayor responsabilidad hacia
sus hijos, que por sus hijos.

Si los papás son responsables de sus hijos, entonces tenemos un problema muy
grande. ¿Cuánto tiempo se tardó usted en darse cuenta que su hijo tenía una mente
propia? Desde pequeños, los hijos empiezan a hacer sus propias elecciones.
Comienzan a decidir cómo se sienten, cómo piensan y cómo se comportan. De manera
natural, simplemente eligen hacer cosas diferentes de las que sus papás quieren que
hagan.

Y si los padres son responsables de sus hijos, entonces ellos tienen que
ingeniárselas para “programar” a sus hijos para que hagan las elecciones “correctas”,
es decir, el padre/madre es totalmente responsable de obligar a sus hijos a portarse
bien.

Tal acercamiento hace que los padres se sientan grandes, importantes y bajo
control, lo cual deja a los hijos sintiéndose pequeños e incompetentes. Tarde o
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temprano, los hijos se dan cuenta que están en un programa de “entrenamiento para
la obediencia” y que esta es una situación donde no pueden ganar porque las opciones
son: matar su propio espíritu de toma de decisiones, en un intento de reducir la
ansiedad de sus padres, o rebelarse en contra de la autoridad de sus padres.

En un sistema así, donde toda la responsabilidad recae en el padre/madre de


familia, la posibilidad de que los hijos aprendan a actuar por sí mismos y a pensar de
manera crítica acerca de sus elecciones, no existe.

Existe un Mejor Modo

Existe un modo de decir sí a tener una profunda influencia sobre las vidas de los
hijos sin tomar responsabilidad total por sus vidas. Este modo es la Paternidad Libre de
Gritos, porque enfatiza un enfoque radical y un acercamiento a calmar nuestra propia
ansiedad.

Nuevamente, no todos les gritan a sus hijos, pero todos los padres luchan contra
comportamientos reactivos. Unos podrían gritar, manipular o hasta usar violencia.
Otros podrían ser negligentes, evadir o hasta retener amor. Todos estos son ejemplos
de reactividad emocional.

La Paternidad Libre de Gritos toma muy seriamente esta reactividad, porque ésta
no sólo empeora las cosas; en realidad ayuda a producir precisamente los resultados a
los que estamos reaccionando.
La Paternidad Libre de Gritos dice: el único como de mantener una posición de
influencia con sus hijos es retomar una posición de control sobre sí mismos. En
palabras de Runkel:

“Es necesario que usted controle lo que puede controlar, y eso comienza (y
termina) con usted. Usted es responsable hacia sus hijos, su pareja, sus amigos y
los miembros de su familia. Usted debe responder a ellos por cómo usted piensa,
siente y se comporta hacia ellos. Y más importante, usted es responsable hacia
su hijo por cómo usted se comporta, independientemente de cómo se comporte
él/ella. El enfoque está en usted porque finalmente, usted es a la única persona
que usted puede controlar. Si usted se asegura de comportarse –aún cuando sus
hijos se porten mal- entonces usted tiene una mayor posibilidad de influir de
manera positiva en la situación, cualquier situación. Esto es la “Paternidad Libre
de Gritos.” (pp. 23-24)

Desde esta perspectiva, educar a los hijos requiere de los padres de familia
incrementar su auto-consciencia, tener un mayor sentido de auto-dirección y una
disposición mayor para tomar la responsabilidad personal de sus acciones, sin importar
las acciones de aquellos a su alrededor.

Al respecto, Runkel reflexiona: “¿No es eso lo que queremos para nuestros hijos?
Queremos que sean auto-conscientes, auto-dirigidos, y capaces de tomar
responsabilidad personal por sus acciones. Ellos nunca llegarán ahí si no servimos de
modelos para ellos… Una vez que pones la atención hacia adentro, siempre aprenderás
más acerca de ti mismo que lo que te gustaría saber… como cuánto has tratado de
enseñarle a tus hijos lecciones que todavía no aprendes tú mismo. La Paternidad Libre
de Gritos implica abrir tus ojos hacia tu propio crecimiento y madurez continuos, de
modo que puedas guiar a tus hijos hacia el mismo lugar.” (pp. 24-25)

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Si No Estás Bajo Control, Entonces No Puedes Estar A Cargo

“Por favor no me hagas enojar. No soy yo cuando me violento.”


-Bruce Banner (Hulk)

Si usted recuerda esta serie de los 80’s “El hombre increíble,” Bruce Banner no se
gustaba a sí mismo cuando estaba enojado. Él no era capaz de controlar el monstruo
reactivo dentro de sí. El control que necesitaba para manejar su condición estaba
siempre en las manos de todos, menos él. Es por esta razón que tenía que advertir a la
gente a su alrededor. De ellos dependía manejar sus reacciones, porque él había
perdido la habilidad de controlarse a sí mismo. Y los resultados de esto no eran
bonitos.
La triste realidad es que muchos de nosotros vivimos nuestras relaciones de
este modo. Continuamente rendimos el control de nuestras emociones a aquellos a
nuestro alrededor.

Tomar la responsabilidad de nuestras propias acciones es un signo de madurez.


Ser dueño de tus errores sin culpar a las circunstancias, a otras personas, a tu infancia
–es así como nos damos cuenta que somos adultos. Pero ese es sólo el primer paso en
el camino a aprender a tenerte a ti mismo “bajo control.”

Aprender a estar “bajo control” significa tomar responsabilidad por nuestras


decisiones antes, durante y después de que las tomamos. No le estamos pidiendo que
usted nunca cometa errores. Se trata de reconocer que nadie, ni siquiera sus hijos,
pueden hacer que usted sienta nada, piense nada, ni haga nada. Punto. Sus
respuestas emocionales dependen de usted. Usted siempre tiene una opción.

¿Qué Significa Estar A Cargo?

Estar a cargo como padre/madre de la Paternidad Libre de Gritos implica un cambio


fundamental en los objetivos como padres. Para poder estar realmente a cargo,
significa tener el poder de crear un crecimiento continuo y duradero, no sólo ejercer el
poder o demandar obediencia. Significa inspirar a los hijos a motivarse a sí mismos.

Esto implica un cambio radical, de controlar el comportamiento de sus hijos, a


influir en sus decisiones. El objetivo no es controlar. El objetivo es influir.

Usted querrá continuamente darle importancia y respetar su capacidad para elegir,


aún cuando usted esté en desacuerdo. A menos que sus hijos sean libres para hacer
elegir y tomar sus propias decisiones, no podrán aprender la relación entre
elecciones/decisiones y consecuencias. Usted no deberá involucrarse en querer
obediencia a cualquier costo. Este tipo de paternidad sólo funciona a corto plazo y
siempre las semillas del desastre a largo plazo.

Cuando intentamos forzar a los hijos a obedecer a las, algunas veces, demandas
poco razonables, convertimos la paternidad en guerra. “Elige tus batallas” es una frase
común entre los padres de familia. Pero el lenguaje tiene una habilidad increíble de
moldear nuestras interacciones. Si yo pienso en mi relación con mis hijos como una
serie de batallas, no podré evitar ir a la situación esperando una pelea.

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Jamie Raser, autora del libro “Raising Children You Can Live With” (Educando Hijos
Con Los Que Puedes Vivir) dice: “la paternidad no es una serie de “técnicas” y
“manipulaciones” diseñadas para tener el control sobre otro ser humano. Es un tipo
especial de relación entre un padre/madre y un hijo.”

Cuando un padre/madre necesita que sus hijos obedezcan por su propio bien (el
del padre/madre), él/ella está creando un intercambio basado en el poder que requiere
que sus hijos sean los encargados de cuidar el estado emocional del padre/madre.

Lo Que Realmente Decimos Cuando Gritamos

Cuando los padres de familia gritan a sus hijos, cuando reaccionan


emocionalmente, están comunicando un solo mensaje: ¡TRANQUILÍZAME!

Cada vez que usted reacciona con “gritos” al comportamiento de sus hijos, usted
les está rogando que le ayuden a calmar su ansiedad. Usted les está diciendo a sus
hijos que no es capaz de manejar el hecho de que no obedezcan, escuchen o se
tranquilicen. Usted no lo puede soportar y entonces, explota:

¡NO PUEDO CREER QUE HAYAS HECHO ESTO!

¡¿QUÉ DEMONIOS ESTABAS PENSANDO?!

¡MÍRAME CUANDO TE HABLO!

Coloque usted las palabras que quiera; el mensaje siempre es el mismo: “Necesito
que obedezcas, sino, voy a explotar. Y cuando exploto, voy a necesitar que obedezcas
para que me pueda calmar. Todas mis respuestas emocionales están en tus manos.”

Y cuando los adultos ponen el control de sus emociones en las manos de sus hijos,
entonces toda su atención está en ellos, haciendo que todas sus respuestas
emocionales dependan de cómo se comportan sus hijos. Y entonces, la vida emocional
de toda la familia está atada a los caprichos, debilidades y estados de ánimo de los
miembros menos maduros de la familia.

Crecer Es Difícil De Hacer, Especialmente Para Los Adultos

La Paternidad es a veces dolorosa y usted ya sabe que es difícil. Pero así es como
debe de ser. ¿Por qué? Porque la paternidad es un proceso de crecimiento.

Tanto los padres como los hijos están juntos en este proceso de crecimiento;
ambos enfrentan nuevos retos en su interacción con el otro. Para los padres, la
diferencia radica en que ellos son los responsables de establecer los parámetros de la
relación.

Las relaciones son difíciles porque están diseñadas para retarnos a crecer. Ninguna
otra cosa nos requiere que crezcamos en paciencia y habilidades de apoyo como ser
mamá/papá. Ninguna otra situación requiere tanta consistencia e integridad.

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Y parte de ser un adulto, es la disposición a soportar cierta incomodidad por el bien
de una recompensa posterior.

Cuando elegimos crecer, podemos apreciar el hecho de que el dolor y la ansiedad


nos pueden ayudar a seguir creciendo.

Los momentos difíciles con los hijos son necesarios para continuar nuestro
desarrollo; desde este lugar, esos momentos difíciles tienen significado.

Una Oportunidad De Crecimiento

Es importante ser capaces de llegar a un punto en nuestro crecimiento en el cual


podemos elegir experimentar esta ansiedad como útil y hasta necesaria, más que
permitir que dicha ansiedad nos provoque querer corregir a otros.

Y esto no significa que no se nos permita tener el sentimiento, significa que no


debemos ceder a él. No debemos permitir que nuestra ansiedad determine nuestro
comportamiento.

La ansiedad por un ser querido habla de una creciente pasión, una profunda
preocupación y cuidado por la otra persona. Usted tendría razones para preocuparse si
no se sintiera ansioso al mirar a un ser querido tomando una decisión potencialmente
peligrosa. Su ansiedad, principalmente cuando se trata de sus hijos, es un testimonio
de cuánto le importan, cuándo quiere cosas buenas para ellos.

Cuando usted experimenta este tipo de ansiedad, es un llamado a su propio


crecimiento. Y el crecimiento es opcional –su elección. Usted puede elegir simplemente
ceder ante su ansiedad, pero como ya se ha dicho, usted pagará el precio.

Lo que usted quiere es que sus hijos hablen con usted, compartan sus vidas con
usted. Cuando usted tiene una reacción exagerada ante la información que ellos
comparten, usted les está mandando dobles mensajes. Si usted quiere que sus hijos lo
eliminen como guía y apoyo, entonces, por favor, deje de crecer.

Si usted quiere ser una influencia tranquila, el padre de familia que ellos realmente
necesitan, entonces, hágale a todos un favor: siga creciendo.

-o-

7
REFERENCIAS:

Runkel, Hal Edward (2007). ScreamFree Parenting: The Revolutionary Approach to


Raising your Kids by Keeping your Cool. WaterBrook Press.
www.screamfree.com

Parte de la traducción del libro fue tomada de:

Samantha Barocio Rocha (2008). Tesis titulada: Prevención de Conductas de


Riesgo en el Adolescente: Intervención Parental. Facultad de Psicología de la
U.N.A.M.

Traducción:

Samantha Barocio Rocha.


Líder Certificada de ScreamFree®
Asesoría a Padres y Madres de Familia
Terapeuta de Adolescentes y Adultos.

Tel. 5339 5025, 5339 5035 y 044 55 1473 5125


Email: sbarocio@gmail.com
www.educacion-constructivismo.org

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