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Los hombres que entraron se acomodaron en la pequeña plaza que había frente a las puertas
del castillo.
El sujeto que encabezaba la procesión dio una señal y el resto se disperso, algunos a caballo y
otros a pie, quedándose solamente con dos hombres, uno a la izquierda y el otro a la derecha.
Los tres desmontaron de los caballos e inmediatamente 3 hombres mas tomaron las riendas
de los animales dirigiéndolos a un merecido descanso.
Las tres figuras se quedaron inmóviles durante unos momentos, observando las puertas del
castillo y los guardias que las flaqueaban. Las tres encapuchadas, la del medio notablemente
mas alta que las otras dos, ataviadas con una larga tunica negra que cubría un armadura de
hierro ya bastante gastada por las batallas; bajo el brazo un golpeado casco y en la cintura
una empuñadura con una espada manchada de la sangre de cientos o talvez miles de hombres.
Los ojos que asomaban las tres capuchas eran fríos, los rostros con semblantes firmes, no
había duda en ellos, ni una pizca de miedo, esas no eran las razones por las que tardaban en
cruzar las puertas.
Las dos figuras de los lados esperaban el avance de su superior. Por fin unos instantes después
la figura principal avanzo y los guardias le abrieron paso por las puertas del castillo. Un
ancho pasillo de piedra apareció frente a los tres sujetos, iluminado solamente por antorchas.
Conocían el camino así que no necesitaban ser guiados por nadie, se conocían mutuamente así
que no precisaban comunicarse para saber sus pensamientos; aquello ya era rutina.
Los ocupantes del lugar, alarmados, comenzaron a apartarse, cediéndoles el paso conforme
avanzaban hasta el fondo del salón, donde, sobre un pedestal, se alzaban 3 esplendidas sillas.
La del medio era ocupada por un hombre, que observaba a los recién llegados con recelo,
aunque solo era la expresión de su rostro, mas sus ojos mostraban serenidad. El elegante traje
del hombre, que resaltaba ante el de todos los presentes y la corona sobre su testa solo podían
decir una cosa.
-habéis regresado antes de lo que esperaba- exclamo el rey con una vos tranquila conteniendo
el dejo de felicidad.
Los encapuchados descubrieron sus rostros. La figura del medio era un hombre de cabello
corto y oscuro; ojos cafés profundos y tes morena. A la izquierda del hombre se encontraba
una mujer ligeramente más baja de estatura, tenía el cabello castaño y corto y ojos de un
color verde azulado. Por ultimo a la derecha, había otra mujer, un poco más alta que la
primera, de tes blanca casi como la nieve, ojos azul profundo y cabello del mismo color, largo
y apresado por una coleta. Los tres oscilaban en la edad de 25 años.
El hombre avanzo unos pasos hacia delante e hizo una reverencia mostrando respeto a su
regente.
-Mi Lord, su mandato ha sido cumplido, ahora las tierras del este y las montañas del norte os
pertenecen y rinden tributo a su magnificencia.
-habéis hecho un buen trabajo como siempre capitán, teniente y sargento. Os aseguro que
vuestros logros durante mi reinado no serán pasados por alto.
-os agradezco majestad, pero no merezco tales reconocimientos ya que solo cumplo con el
deber que me ha sido encomendado.
El rey sigue elogiando el trabajo realizado por los tres jóvenes, lo que al igual que las batallas
se ha convertido en algo habitual.
Sin embargo solo dos de los elogiados prestan atención a su rey, ya que la tercera no parece
muy interesada en esas palabras. Su mirada se ha perdido en la persona que ocupa la silla del
lado izquierdo del rey. Se trata de una chica de tes blanca, ojos color violeta, facciones finas y
delicadas y cabellos largos y rubios, lleva puesto un vestido largo color azul con vuelos y
holanes por todos lados, con el que parece estar bastante incómoda, y en su cabeza se alza
también una pequeña corona. La expresión de la chica parece distante y fría; se sabe
observada por la chica de ojos azules pero no puede corresponder a la mirada, es algo
incorrecto.
-disculpad mi descortesía mi Lord, pero le pido nos permita retirarnos, ha sido un viaje
extenuante y necesitamos descansar.
Los tres vuelven a colocarse las capuchas. Antes de dar la media vuelta los ojos azules y
violetas se encuentran por primera vez después de meses de ausencia, la sargento sonríe y la
princesa contesta con una leve sonrisa, imperceptible que de inmediato cambia a su anterior
expresión de arrogancia.
Los tres vuelven a colocarse las capuchas. Antes de dar la media vuelta los ojos azules y
violetas se encuentran por primera vez después de meses de ausencia, la sargento sonríe y la
princesa contesta con una leve sonrisa, imperceptible que de inmediato cambia a su anterior
expresión de arrogancia.
Llegan hasta el primer piso y siguen bajando aun mas, cruzan por un nuevo pasillo que
parece más un túnel de piedra, alumbrado solo por la tenue luz de las antorchas. Topan al fin
con una pequeña pero gruesa puerta de madera, todo está en absoluto silencio, se detienen y el
hombre del frente golpea la puerta con los nudillos 2 veces, pausa y vuelve a tocar 3 veces. No
mucho después la puerta se abre hacia adentro acompañada por el sonido de la música y el
fuerte olor a alcohol y tabaco.
Cuando irrumpen en la habitación los tres son recibidos con gritos por sus compañeros de
batallas, los tres son admirados y respetados por su fiereza y técnica en batalla, no por nada
se han convertido en las cabezas de las tropas del reino a pesar de su juventud.
Sonríen por primera vez, haciendo a un lado la careta de frialdad y mostrando su verdadero
rostro. Avanzan y se sientan en una mesa de madera que se encontraba vacía; unos segundos
después uno de sus compañeros pone tres tarros de cerveza sobre la mesa y se retira.
-pero que osadía la nuestra- habla la joven de cabello corto dirigiéndose a sus compañeros-
eso de irrumpir en medio de una celebración no es vista como una muestra de mucho respeto.
-No estamos en este puesto por respetar a nuestro regente Mako-chan, ni nos interesa la fama
por ello- contesta Oogami Souma sonriendo.
-Eso es verdad- añade Himemiya Chikane – solo nuestro talento nos mantiene con la cabeza
en su lugar.
-Brindemos por eso entonces- propone levantando su tarro lleno de espumosa cerveza.
Sus dos amigos la secundaron e instantes después el salón entero brindaba a su salud.
-Parece que la osadía más grande no la hemos cometido en grupo, no es así, Miya-san?-
Souma se percato de inmediato del semblante de su compañera de batallas.
-Vuestro gesto, al verla, puede pasar desapercibido ante los ojos de la muchedumbre, pero
nosotros conocemos vuestra historia y seríamos tontos si no nos diéramos cuenta de lo
turbada que os encontráis ahora por la glaciar bienvenida de vuestra princesa.
-Sin mencionar el resto de los problemas que venís acarreando desde vuestro enamoramiento.
-Pero que podría esperarse si alguien como yo se enamora de una princesa, no se trata de una
osadía sino de un pecado y en el infierno he de pagarlo.
-No os castiguéis de esa forma Miya-chan, el amor no debe de ser un pecado sino una alegría y
debéis estar agradecida de poder tener tal privilegio y que este amor sea correspondido a
pesar de que a ojos ajenos su amor es un crimen.
-Poesía pura Mako-chan- sonríe ligeramente con ojos cerrados, pero al abrirlos, solo la
profundidad de estos tornan su expresión más seria- sé que soy afortunada por sentir esto,
por ser correspondida y aun mas por conservarlo en secreto después de tanto tiempo pero
como guerrera debo mantener mi mente fría y aceptarlo como es, aun si esto implica mi
castigo, un castigo del que seguro no me salvare.
-Pues entonces nos iremos juntos al infierno- afirma Souma- tampoco somos santos de la
devoción de nadie.
-Brindemos por eso!- alentó de nuevo Mako y los tres sonrieron para chocar nuevamente sus
tarros y terminar bebiendo hasta la última gota de liquido.
Justo al poner el tarro sobre la mesa de vuelta, Chikane pudo escuchar las campanadas de la
iglesia por sobre el alboroto del salón.
-Ahhhh- grito supergay -Mira ese hombre… esta como quiere ¿no
crees?
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-Quiero mas rímel en mis ojos, y por favor que el lápiz labial sea más
rojo.
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-¿De qué color me coloco la rosa en el cabello?
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-Ese morenazo me está mirando mucho, ¿que hago Chikane… que hago?
-Y yo con tacones…
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pronto una esbelta figura femenina sale de el y se dirige a nosotras. con una
sonrisa cordial en los labios nos aborda
_o...ola-salude timidamente
_encantada de conocerte Himeko...vaya tu madre no me habia comentado lo
linda que eras, cuantos años tienes? 17...-empezo a deducir
_no, tengo 15
_pareces algo mas grande-dice la mujer mientras aun muestra esa sonrisa y
tenia razon, a mi edad ya se podian notar la redondes de mis caderas, las
curvas y algo que me avergonzaba mucho, era mis pechos...por alguna razon
desde que empezaron a crecer sentia verguenza
_bien hija, recuerda que vendre por ti dentro de 3 horas, el trabajo llama-
dice mi madre y se pone sus gafas de sol
_bueno...entonces entremos-la doctora Himemiya puso su delicada mano
sobre mi hombro y me invito a pasar a su consultorio
_cuando dije que te desnudaras era completa, pense que fui clara. vaya...ya
con 15 años y aun sientes verguenza, veo que estas muy bie desarrollada-sus
ojos se vn a mi par de senos, por eso creo que habra que hacerte un examen
un poco mas completo-dice -asi que te desnudas o prefieres no hacerte nada,
a tu edad es necesario-dice con seriedad.
al no tener mas alternativa, no pense en mas cosas raras, queria que esto
terminara, para porfin salir de esto. decidi y prosegui a quitarme mis pantis,
luego mi sijetador bajo la atenta mirada de la Doctora H. enseguida tape mi
zona mas intima con una mano y con la otra mis pechos
_asi?
_ajam. ahora vea la camilla-me señala, notando que sin ningun disimulo mira
mi trasero, sentandome en dicha pieza, ella se sienta en frente de mi, aun
tapaba con pudor-creo que te hare primero un examen mamario, como tienes
15 quiero descartar que no halla nada extraño. quita tus manos-me dice ,
intente tranquilizarme , seguro estaba colorada, pero pense que ela ya habia
hecho este procedimiento muchas veces, asi que me relaje...o eso pense,
ahora ella toma uno de mis senos y empieza a sopesarlo, a tocarlo, con
delicadeza, siento como su blanca y ahora confirmo que suaves manos
abarcan todo mi seno, probando su textura. pronto con su otra mano hizo lo
mismo con mi otro seno. repitiendo ese movimiento ese excrutinio tan
minicioso. yo por mi parte estaba igual de tensa, aunque su contacto
agradaba..era una extraña sensacion- que sientes cuando te presiono aqui?-
pregunta-te duele?
_no.
_eso significa que estan bien, como estan en desarrollo pense que podian
dolerte, eso pasa muchas veces. pero quiero asegurarme asi que continuare,
ahora porfavor acuestate -dice y con sus manos traslada las mias por encima
de mi cabeza, dejando nuevamente mis pechos a su dispocision. nuevamente
empezo con su manoseo, magreando mis pechos por un buen rato-si se ponen
duros es porque estan bien-dice y con su dedo indice y pulgar se apodera de
mis pezones. los pellizca muy delicadamente, haciendome sentir extraña-
perfecto, el examen mamario ha ido muy bien,ahora procede...abre las
piernas y relajate-me pide , mi respuesta fue un sonrrojo, que seguro invadio
mi cara
_pe...pero
_nada de verguenza,ya he tenido bastante, relajate niña, es por tu bien-
decia la doctora muy segura y yo le crei la vida entera. accedi, extrañamente
una humedad en mis ojos empezo a aparecer, me sentia extraña. ella ahora
se sienta justo en medio de mis piernas, quedando mi femenidad expuesta
ante su aun extraña mirada. ubico sus manos encima de mi vientre y lo fue
bajando jasta llegar a mi vientre plano, unos espasmos me atacaron en ese
momento-tienes buena sensibilidad-sonrie-ahora...hare un examen vaginal, es
muy necesareo, porque solo si te toco podre saber si tienes algo, solo
examinare los labios y clitoris, asi que relajate-me pide
no resisti mas, solo recuerdo haber terminado mientras exale con fuerza y
me deje caer sobre su hombro
estuvimos asi un buen rato,entrelazadas aun
_asi el remedio tendra mas efecto?-dije
_si-susurra cansada-aunque tu enfermedad necesita un tratamiento
personalizado-me dice y da un beso a mis labios, lamiendo la superficie de
estos-debes recordar algo-me mira seria
_que?
_esto es un tratamiento secreto, asi que nopuedes decirselo a nadie ni a tu
mejor amiga n mucho menos a tu madre de acuerdo?-me dijo casi en orden
sosteniendo mi cabeza
_vale-sin ningun rechiste accedi, no diria nada, no queria que mi tratamiento
se hechara a perder
despuesde un rato
" te recojo mañana despues de clases, hay algo que debo curar"
_________________
cap 2:
AHHH estaba tan relajada, era algo ironico porque despues de haber
caminado con mi madre, luego sentarme en el asiento del auto y mas los
rebotes y giros que dabamos en la nave, habia sentido algo de dolor, algo...en
realidad era algo que escocia mucho, un ardor y sensacion extraña entre mis
piernas. no le habia comentado nada a mi madre sobre el examen que habia
recibido era un secreto entre mi Doctora y yo. por supuesto crei fielmente
en sus palabras y no comente nada, todo era parte del tratamiendo que ella
con esmero me habia dado, apesar de esa pequeña molestia en mi rostro no
dejaba de asomarse esa tonta sonrisa, estaba muy risueña...mas de la cuenta,
incluso mi madre se dio cuenta
cuando llegue a casa, lo primero que hice fue tirarme en mi arreglada cama,
me relaje mientras aun pensaba en lo ocurrido en ese limpio consultorio.
como decia...a pesar de la molestia que sentia tenia una relajacion increible,
de esas que uno le dan ganas de dormir, pero no debia...tenia que ir a
ducharme. ya se hacia noche y no podia dormir asi, como es costumbre fui al
baño de mi habitacion, lentamente me quite mis ropas...insitintivamente
recorde lo ocurrido hacia unas horas, cuando hice esto bajo otra mirada note
que mis pantis tenian manchas de sangre, asi como cuando mi periodo llega,
no me extrañe, era la misma sangre que baño la mano de la Doctora
Himemiya y en su camilla...esa sensacion de verguenza llego a mi persona
pero luego , abri la llave de la ducha, dejando caer el agua tibia sobre mi
cabeza, espalda, pecho...el resto de mi cuerpo. a medida que pasaba mis
manos por mi cuerpo, note como mi sensibilidad habia crecido un poco, en
especial una zona que al ser tocada por el agua enjabonada ardio, note esa
parte tan intima de mi ligeramente colorada, estaba rojiza y increiblemente
sensible que cuando pse mis dedos para lavar, senti que no resisti ni mi
propio contacto.
intente tocarme como ella lo hacia pero no dejaba de sentir esa sensacion de
ardor cuando me tocaba, suspire deseando poder estar en otra de sus citas
medicas y preguntarle el motivo de ese malestar, nuevamente con el sueño
apoderandose de mi...hasta que este se hizo dueño de mi conciencia.
cuando abri mis ojos debido al sonido del despertador, me di cuenta que
llebaba un buen rato sonando, lo se por la intensidad del ruido,con pereza
estire mi mano y apague el molesto aparato, debia ir a ducharme para ir a la
escuela, sin embargo siempre gasto unos minutitos en desperezarme, en eso
mientras mis manos y piernas se estiran en la orilla de la cama, siento algo
anormal...algo humedo entre mis piernas, alce las sabanas me asome, en
realidad no note nada, pero fue cuando lleve mi mano con preocupacion alla
que me di cuenta que efectivamente estaba humeda. senti la viscosidad de la
sustancia en la yema de mis dedos, me senti extraña y en mi mente busque
los motivos a algo que nunca antes me paso.
para la hora del almuerzo ya estabamos mis tres amigas y yo, sentadas sobre
un mantel en los verdes pastos de la escuela, nuestras faldas vinotinto
concuadros escoceces, medias hasta la rodillas blancas, zapatos negros,
blusa blanca marinera y lazo vinotinto.
enseguida ellas tres empiezan con sus conversaciones bastante tipicas y
preguntandose entre ellas si alguien la encontro bonita el dia de hoy,cosas
asi...de hecho tres de nosotras eramos resrvadas, yo sobretodo, pero habia
una en particular...Sayaka chan, era lo que yo diria una niña con mucho
mundo, habia tenido novios y hasta novias, habia hecho cosas que creo no
halla hecho. ella era quien ponia picante la conversacion, contando cosas
entre chistosas y picantes, yo usualmente no le doy mucha importancia,
estaba concentrada en mi comida, hasta que las tres se me quedaron viendo
_ajam, me beso. pero segun ella era para examinar, despues senti otra vez
sus manos ahi-a medida que echaba mi historia mi corazon se aceleraba, era
como revivir el momento y ese hilo de placer subia- entro y se movio mucho,
eso no fue tan agradable, pero despues todo salio bien y resulto ser
muy...muy comodo, muy agradable. la Dra despues se desnudo, eso nose para
que, pero despues dijo que queria hacer algo mas, y bueno eso nose como
explicaro, solo se que se pego mucho a mi y...
_eso no tienes que explicarlo, se de que se trata-sonrie sayaka con picardia-
y dime Himeko. que sentias?-pregunta con el mismo tono
_muy rico-dije roja-ella es muy buena Dra-reafirme
_a proposito como se llama tu Dra
_Himemiya Chikane-dije
_vaya...-sonrie
_la conoces?-pregunto eriko
_claro mhhh-dice sayaka acompañado con un gemido-si me atendio y todo una
vez, es la Ginecologa de mi cuñada-su rostro se enrrojecio a medida que
hablo de mi Dra, ya sabia que no era buena idea decirles
_asi que a ti tambien te hizo lo mismo?-pregunto Misuki
_bueno, solo me masajeo un poco, ya tu sabes...pero no me hizo el oral ni
nada-me codeo a mi
_no entiendo, el oral?
_ay Himeko...a ti no te hicieron ningun examen-dice sayaka con una risilla-lo
que te hicieron fue el amor, el oral y bueno...creo que ya eres toda una
mujer-dice entre risas, me alegra que lo hallas disfrutado
_el amor? el oral?...pero-kice entender
_mira, lo que paso fue que, tu Doctorsita se aprovecho de ti, es Ginecologa,
no tenia porque tocarte los senos, mucho menos tenia que tocarte de esa
forma con su boca, eso es un oral, y mucho muchisimo menos...tenia que
desvirgarte¡¡ niña reacciona, te han abusado y ni cuenta te diste-dice sayaka
_que?-palideci-pero ella dijo que..
_dijo lo que tenia que decir para poder acostarse con una virgencita
colegiala sin mucho mundo, simplemente te mintio
_pero...
_lo siento, pero tiene razon-mizuki con su mano me consuela
_pero si abusar es doloroso, osea a mi no me...desagrado, solo esa parte en
que se movio dentro, pero luego.
_entonces te gusto?-pregunto eriko
_pues...
_picara, pero si te ha gustado y yo hablando de abuso-rie sayaka nerviosa-
olvidalo
_pero...entonces si se aprovecho porque no siento que me halla herido? si
alguien te hace daño, lo odias y lo que yo he estado haciendo es pensar en
eso todo el tiempo
_eh?
_pues soñe con ella, tambien no paro de imaginar que vuelvo a su consultorio,
ademas cada vez que su cara...el tacto de sus manos, vuelven a mi memoria
siento algo extraño aqui-toque mi vientre
_vaya, como que te pego duro lo de tu primera vez, asi que te gusto-dice
sayaka-bien, no hay mucho que decir
_yo si-dice mizuki-creo que kieranlo o no, esto fue un abuso, que te halla
agradado fue una cosa, pero el ignorar lo que te estaban haciendo es otra.
esto es denunciable
_deja de fantasear, como Himeko va a denunciar a la persona que la hizo
mujer de una forma tan especial-dice eriko muy contenta, mas que yo
_entonces...
_vamos, no te gustaria conocerla? te dio tu primer beso, tu primer orgasmo,
tu primera vez...mas bien creo que le debes mucho
pases mis clases asi, ala hora de salida, sabia yo que debia tomar el autobus,
mi madre no puede venir por mi a estas horas. mientras saliamos mis amigas
y yo, ellas no soltaban el dichoso tema, para mi suerte ya llego el momento
de que cada una tome por su rumbo, aunque estando sola era peor, los
pensamientos de ayer me inundaban con mas fuerza, mas intensamente y de
nuevo el mismo placer de ayer me recuerda que esta ahi, solo necesita un
detonante y ese era el simple pensamiento de las manos de esa mujer encima
de mi, sus blancas y suaves manos, su rostro...
trague saliva mientras sentia como sus dedos jugaban por encima de mis
bragas, entonces yo sentia que esa parte, ese pekeño boton se ponia duro, y
aumentaba su tamaño a medida que sus caricias profudizaban, a medida que
sus dedos
ella con una sonrisa, se quita sus gafas y me deja mirar sus hermosos ojos,
tranquilos, srenos podria mirarlos la vida entera y no sentir miedo a nada-
gracias
_de nada-nuevamente se acerca y poza sus labios sobre los mios,
calidamente, en un principio solo siento la suerficie tibia de sus labios, pero
pronto empieza a abrir mi boca, con movimientos pausados. sus manos
recorren mi cuello, acariciando mi cabello, sus dedos juegan son las delicadas
hebras q caen por mis orejas
_Dra...- entre murmuros
_mi niña...-sigue besandome lentamente, su lengua entra en mi, mucho mas
delicadamente que ayer, haciendome sentir como una muñeca de porcelana
que no quiere ser rota, por su dueña. para cuando separa sus labios aun estoy
en pocision de besarla, ella rie y me acaricia mis muslos con delicadeza...como
amo sus manos, siempre tan suaves- a donde quieres ir?
no supe cuanto tiempo me llebe en ello, pero cuando vi ella ya venia con un
par de platos y unos palillos
_vamos, ven sientate-me invita a ir a la mesa
_sip-me levante para poder ir a nuestro encuentro, la comida era
simplemente comida china
_me gusta cocinar pero aveces no tengo tiempo, siento que no sea nada
especial-dice mientras toma en mano sus palillos, y yo los mios
_no importa-digo
_enserio?-se extraña
_cierto, ya le dije que si estoy con usted no importa lo demas-dije
sonrrojada
_gracias-sigue con su comida
_porque se extraña?
_es que las niñas de ahora, no se suben sino es en un auto lujoso, no comen
sino es un restaurante famoso-decia
_bueno
_eres una chica muy especial, no pareces de aca
_no lo soy, vengo de un pueblo, alla las cosas son muy diferentes
_con razon-toma mi mano-espero no cambies y te mantengas tan inocente
como ahora
_pero por esa inocencia usted...-me sonrrojo un poco y aparto mi mano-no
estoy segura de lo que siento en estos momentos-dije
_es normal, pero a cambio de eso, si quieres sere yo entonces quien te
protega de los demas-dijo muy segura-me encargare de que esa inocencia
siga intacta
con sus palabras ella no sabia que lograba que mi corazon quisiera salirse,
que mis piernas ymanos temblaran y que no pudiera tomar con abilidad los
instrumentos que me permiten comer.
en nuestra comida pude platicar de lo que le gusta, dijo que estudio eso
porque...me dio pena escucharlo, pero eraporque amaba a las mujeres, y crei
que la...me sonrrojo de nuevo...que la femenidad y sexualidad de una mujer es
maravilloso
tambien de que le encantaba salir a comprar algo como un simple mercado,
cosas asi, ante sus calidas respuestas yo solo pude sonreir despues de ello yo
insisiti en lavar los platos, me daba verguenza no hacerlo.
despues de ello y antes de irme por donde vine, porque solo pretendia
conocerla, no queria inportunar su vida, si que me iria y no volveria, queria
decirselo pero por el momento estaba en el baño, arreglandome para irme a
casa ,debia inventar una buena excusa a esto, a mi llegada mas tarde de lo
normal. mientras miraba hacia el lavavo, y terminar con esto. siento algo
detras mio
cuando alzo la vista esta ella, mirandome atra vez del espejo, trague
saliva,en su mirada habia algo mas que ternura, lo note y antes de darme
vuelt ay empezar a sentir esa excitacion por su presencia, pretendia irme,
pero me atrapa. se acerca y rodea mi cintura con uno de sus brazos
_ te vas?-pregunto
_eemm si, yo queria agradecerle por todo, por permitirme conocerla
_no fue nada-dijo y se pga a mi espalda, siento sus pechos dentras, y el
aliento en mi cuello, sus barbilla la deja descansar en mi hombro, su otra
mano la ubica en mi antebrazo acariciandolo
_cual es la prisa?
_es que no quiero importunarla-dije sonrrojada y empezando a sentirlo, a era
muy tarde, pronto me haria algo como lo de hace un rato y no podre
defenderme, porque yo...nose decirle que no
_pero sino me inoportunas-dijo volviendo a sonreir y besar delicadamente mi
hombro
_lo siento, es que yo...yo nose, usted a mi me ha...se aprovecho, no creo que
sea correcto volver a entregarmele-dije
_vamos, no digas eso
_pero...-apreto
_bien sabes que lo deseabas-dijo y su mano en mi cintura empezo a bajar,
lentamente iba acercandose a donde mi corta falda termina
_Dra...
_ me ekivoko?-antes de responder si delicada mano invadio mi intimidad,
devastandola aun por encima de las pantis, yo me mordi un labio y respiraba
ondo
_mejor sera que me vaya-intente irme, pero no pude, ella me tenia bien
sujeta por detras, estaba atrapada entre el lavamanos y su cuerpo
_acaso...no has pensado ni un ratito en mi?-pregunto-dimelo-su mano
entonces se colo por mis bragas y su contacto ahora era directo-yo creo que
si, tu mirada me lo dice, tus actos lo hacen...acaso anoche no te encontrabas
pensando que era lo que esta Dra te hizo sentir, entonces fue cuando
tomaste tu propia mano y la llevaste aqui-hace presion en mi femenidad
_ahhmmm-mis gemidos no se hacen esperar- porfavor...
_entonces tocaste tu punto mas placentero y deseaste que esas manos no
fueran tuyas sino mias, deseabas que fuera yo quien te estuviera tocando no
es asi?-su tono era algo suave pero guardaba cierta posesividad, y yo tan
debil no podia oponerme...siempre he tenido personalidad docil, y ella es
tan...fuerte e intensa
_si..-admiti-soñe con usted-dije mientras ella no paraba de presionarme ahi
pronto me da vuelta y sus labios buscan los mios, con delicada pasion se hace
dueña de ellos. solo se separo un poco y me alzo entre sus brazos como una
novia en su noche de bodas, me saco del baño y me llevo a lo que son sus
aposentos, una cama enorme estaba alli,de sabanas vinotinto, cuando me puso
sobre ellas, descubri la suavidad de estas
_eres mia
_Draa Himemiya...-susurro cuando sus manos separan mis piernas, intente
evitarlo pero...no podia negarme, yo ...queria sentir sus manos encima de mi
_shhh, deja que yo te quite la ropa-dijo suavemente y sus manos fueron a los
botones de mi blusa, con lentitud se deshizo de todo ellos,abriendola, pronto
me la saca con facilidad, dejandome con mis senos expuestos, porque sus
expertas manos me despojan del sujetador. todo fue muy lentamente, como
cuando llego a mi falda y la bajo, dejandome solo con mis humedas pantis-
eres hermosa-susurrada a medida que las iba quitando, dejandome
expuesta.ella no se quedaba atras, tambien se fue quitando su blusa,
dejandome ver lo mismo de ayer, pero ahora con mas nitidez de las cosas
_Dra...yo
callo mis palabras con sus besos, siento su cuerpo semi desnudo encima del
mio, sus manos me recorren toda,me atrapan me tocan, me acarician, yo sin
decir mucho le iba soltando el pantalon, deseando que me hiciera lo mismo de
ayer. pero no..
se separa lentamente y se sienta entre mis piernas toma la derecha y la alza
por encima de su hombro y noto su mirada que va directo ahi, a mi
femenidad, al centro de mi cuerpo, con su otra mano y la yema de ls dedos
de esta empieza a decender desde el tobillo, pasando por mis rodillas y
porfin llegar alli-me duele alli-dije
_eh?-me mira
_ajam, ayer no podia tocarme alli, aun me duele. que tengo Dra Himemiya?-
pregunte antes de que siguiera
_solo estas un poco sensible, pero veras como se te pasa-dijo y ahora con su
boca empezo chupando un dedo de mi pie y fue recorriendo el camino de su
mano con sus labios hasta poner su cabeza enmedio de mis piernas
_que hara?
_dicen que la saliva es un buen cicatrizante-sonrie y siento como vuelve a
tomarme por ahi. alzo mis piernas y las puso encima de sus hombros y lo que
sentia era como si quisiera comerse mi femenidad, sentia sus succiones,
abarcandola toda, a medida que su lengua viajaba dentro de mi, explorandolo
todo, saboreando mi ser entero, con los segundos abria mas mir piernas para
mejorar sus caricias en mi, yo tome su cabeza y sin proponermelo la
empujaba mas ami, keria sentirla...y la sentia, tambien la humedad, lo
caliente y palpitante de mi interior...pronto llenaria su boca con lo qe iba a
salir de mi, porque se hizo insoportable...de repente una sensacion como si
quisiera ir al baño me invadio, pero con mas intensidad y placer, entonces
senti que salio algo de mi, algo que ella probo y supe se trago, porque se
saboreaba, sentia como lamia con desquiciadas succiones lo que salia de mi,
limpiando el rastro de ese liquido y tragandoselo todo. yo no pude
contenerme mucho, ya gemia y resoplaba, arqueaba mi espalda...
_sabes...sabes mejor que la miel-decia saliendo de mis piernas-tu sabor...es
tan dulce-subio de repente y yo solo respiraba cansada
_y tu a que sabes?-pregunte inocente
talves pasaron un par de minutos en que solo me acaricio, pero despues ella
se puso debajo de mi y tomo mi cabeza
_quieres probarme?-pregunta
_bueno...si-admiti tiernamente
_entonces no pierdas tiempo, es muy facil-sonrie y siento sus manos
alrededor de mi cara y posteriormente comenzo a bajarla haciendo que me
encuentre con su intimidad-lo ves? sera muy facil yo te guiare
estaba exausta, yo...en esos momentos solo queria una cosa, un abrazo, qeria
abrazar a la persona que se acabo de quitar encima demi, y se puso a mi lado
con una sonrisa
_que bien...lo has hecho mi niña-decia con una sonrisa, yo me lanze a sus
brazos y queria dormir en su calido pecho, qu me rodeara fuerte y no me
soltara. asi lo hizo
_quedate esta noche, mira la hora-dijo
_Dios..-me asuste pero no queria pararme de su lado
_ya hablare con tu madre, le dire cualquier cosa, no te preocupes
_pero si...si ella se enoja
_yo respondo, tu quedate tranquila-beso mi frente con ternura- apartir de
ahora tu eres mia y mia te voy a hacer todos los dias
es lo ultimo que escucho antes de dejarme llebar por lo que ella dice
_si, tuya-susurro acurrucandome en su pecho, hundiendo mi caraen su cuello
y dejandome dormir, entre sus brazos...el mejor lugar del mundo
cap 3 : la mujer perfecta
nose cuantas veces mas vaya a decir esto, pero podria jurar que hoy ha
sido el mejor amanecer de mi vida, las sabanas de seda vinotinto
cubrian un poco de mi cuerpo, sentia como mi entera espalda estaba
descubierta, no tenia frio de hecho la temperatura era perfecta, abria
mis ojos y al principio gracias a esos breves segundos de cuando uno se
despierta de no saber donde se esta, me hizo asustarme, pero pronto
una sonrisa se plasma en mi cara, las imagenes de la noche anterior me
hacian ruborizar, como el contacto de unas suaves manos me
acariciaron, el perfecto cuerpo de esa persona sobre el mio, su mirada
entre fria pero delicada y profunda...la dueña de esos atributos era la
maravillosa Dra Himemiya, la mujer que conoci hace un par de dias, la
que me engaño, pero ahi mismo me dio el mejor recuerdo de mi primera
vez y ahora la segunda...
sabia que lo primero que tenia que hacer era buscarla, para colmo sin
mis ropas, pero como soy tan pudorosa, jale la sabana que me cubria y
como pude me "vesti" con ella, como si fuera una toaya, camine
timidamente hasta la puerta, la cual abri con sumo cuidado sin ejercer
menor ruido, estaba extrañamente nerviosa. sali de la recamara y
camine por la sala, buscandole con la mirada, pero no hay
rastro...sentia una angustia tremenda, encima de todo ya mi estomago
pedia alimentos y yo aqui, sola...a pesar de ser de dia, tenia miedo,
nunca he estado sola en ninguna parte. queria a mi mama, a mi papa y
tambien a la Dra Himemiya que cruelmente se ha marchado sin decir
nada. apoye mi cuerpo angustiada en la barra de la cocina que
sobresalia hasta parte de la sala. exale aire pesadamente. cerre mis
ojos...
cuando siento que todo esta en silencio, salvo unos pasos tras mio, los
abro rapidamente, pero las acciones de quien me toma por detras son
mas rapidas, enseguida siento unos largos brazos rodearme. cuando iba
a pegar un grito tan fuerte por mi miedo, entonces descubro el aroma
de ella, la sutil presion de su abrazo en mi, me tranqulizan de
sobremanera
_buenos dias-lo que necesite para confirmar que era ella lo escuche, su
voz
_bu...buenos dias Dra
_veo que te has levantado algo perturbada-siento su respiracion en mi
cuello desnudo, pronto un suave beso fue depositado justo alli- no hay
nada que temer, acaso olvidaste lo que dije ayer
_que usted me cuidaria-termine su frase con mi rostro enrrojecido
_asi es-pronto ella me da vuelta y quedo frente su hermoso rostro, debi
haber aumentado el color en mis mejillas, es tan bella y tan delicada
que no puedo no quiero evitar desear que me toque. mis ojos se pierden
en los suyos, en la profundidad de ese oceano misterioso. cuando me
ofrece una de sus risas siento que voy al cielo, pronto sus brazos
vuelven a rodearme dejandome muy cerca de sus labios de nuevo
_etto...-solo reafirmo el abrazo ubicando mis manos en sus delgados
hombros
_porque tenias miedo?-pregunta mientros yo aprovecho paa mirar como
sus labios se mueven
_crei que usted se habia marchado, no encontraba mi ropa, solo pensaba
como iba a explicarle a mama todo esto-me avergonce por lo que
seguramente ella pensara que son niñerias-no me gusta estar sola
_perdon-una de sus manos toman mi cara y me apoya en su pecho,
mientras su barbilla reposa en mi cabeza. yo rodeo fuertemente su
torso, respirando su aroma y escuchando los tranquilizantes sonidos de
su corazon- cuando desperte estabas justo asi, pero yo debia
levantarme y no queria interrumpir tu sueño, como pude me separe y fui
a ducharme en el baño de la otra habitacion, para no despertarte...te
veias presiosa- sus palabras son el perfecto complemento para su fisico,
acaso podia ser mejor? nunca nadie me habia hecho sentir asi
_gracias-musite aferrandome mas a ella, a pesar que sabia que debia
enfrentarme al mundo real, a mis padres y demas, no queria que esto
acabara, hubiera deseado que el mundo se detuviera ahi mismo...¿ que
es esto?
_luego escuche tus pasos, sali y te veo aqui...parecias indefensa, no
resisti abrazarte, siento si te asuste
_no lo hizo, todo lo contrario, ahora que ha aparecido, me siento mucho
mejor-es ella quien me abraza mas fuerte, recompensando la ausencia
de unos minutos
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la pobre o mas bien no tan pobre de Sayaka chan se quedo con las ganas
de que le contara todo, por lo menos por estas horas de clase, las
cuales aproveche para mandar un mensaje desde el celular de alguna de
mis amigas, a mi querida Dra explicandole que lo de mis padres logre
solucionarlo.
_estoy ansiosa, tanto tiempo sin hablarle y ahora mi mejor amiga sale
con ella-decia mi amiga mientras caminabamos a la salida
el resto solo mirabamos por ahi, caminabamos con paso tranquilo, pero el
particular bullicio de adolecentes emocionadas cuando miraban algo
espectacular, empezo, vi como muchas murmuran entre ellas, otras se
sonrien y otras, simplemente admiran a la figura ubicada justo fuera del
plantel. con esa misma sensacion excitante que recorre mi cuerpo cuando
la veo, ahi estaba ella...reclinada en el chasis de su auto negro, brazos
cruzados y sus ojos cubiertos con lentes de sol, el motivo de tanto
relajo por parte de las demas no podia ser otro, y no las culpo...
el brazo de chikane chan me jala un poco mas hacia ella, mientras sonrie
_nee, Dra Himemiya, etoo...en verdad siento que mis amigas hallan
_tienes buenas amigas-interrumpe con neutralidad- te protegen como
debe de ser, aunque no te negare que me tomaron por sorpresa-sonrie
mientras manejaba su vehiculo- es la primera vez que unas niñas se me
juntan y me hacen preguntas- remata su frase alzando una ceja
_gracias por entender-mi teoria de la mujer perfecta, sigue su curso
_mas bien, pensemos en lo que queremos hacer-menciona mandandome
una mirada cargada de...deseo-logre sonrrojarme
_bien...etto, yo pues. por lo menos quisiera cambiarme de ropa, es que
no quiero parecer colegiala al lado suyo
_estoy de acuerdo, no quiero que digan que eres mi sobrina o algo por el
estilo...porque de eso no tienes nada- termina
cuando sali de casa, procure dejar todo como si nada, una nota diciendo
que estare donde sayaka chan, por lo menos algo he aprendido de ella.
con unos jeans casuales, una blusa balnca larga, zapatillas y lazo d emi
cabelll del mismo color, llegue donde ella, quien solo miraba por largo
escuchando el stereo. cuando volteo...su expresion era lo que yo queria,
y la obtuve. no deje de sonrrojarme, debido al aumento de deseo en su
mirar, pero tambien habia ternura
pronto ambas salimos del vehiculo, ahhh era muy lindo, el lugar tenia
caminos iluminados por faroles, rodeandose de la gente, arboles,
plantas, mas las luces de los edificios, incluso habian luciernagas...era
un hermoso lugar, habi venido antes, pero de noche es totalmente
distinto. tome aire y pronto me puse a su lado, no queria esperar para
sentir el calor de su mano en la mia
_vamos-me propone y como lo espere de una dama como ella, me ofrece
no solo su mano, sino su brazo, del cual no dudo en colgarme
_vamos-repeti, la verdad no haciamos otra cosa, ma que caminar y
mirar a la gente pasar, nose si era normal para ellos dos chicas juntas,
pero la verdad..me importo tan poco, que no preste atencion a la demas
gente, cosa que mi Dra si hizo
_me alegra mucho que te hallas cambiado-comenta- debo admitir te ves
mas...-me mira de reojo
_mas que?-pregunte
_mujer, te ves algo mas grande, si llevaras el uniforme seria otra
historia, no querras que me acusen de pederasta o si?-bromea, pero no
esta muy lejos de la verdad, alfin y al cabo tengo 15, parezcalo o no
_debo tomarlo como un cumpliso?-pregunte
_claro que si-confirma
_seguro no le aburre?-pregunte
_que cosa
_hablar de mi escuela, bueno...es solo que ud es grande, ya paso por
eso
_me dices que soy vieja-rie
_no, para nada-negue totalmente-es solo que ya eso no debe de
parecerle tan interesante
_te preocupas demasiado por esas tonterias
_perdon es solo que...-agache mi rostro
vuelve a mis labios, sus manos magrean mis senos, como si se trataran
de unos algodones de azucar, los aprieta y suelta con ganas, yo me
retuerzo de placer bajo su cuerpo, totalmente roja, mientras recorro su
esplada con las mias, estas tambien bajan y se encuentran con sus
pantalones...porque no hacer lo mismo? meti mis manos bajo la tela y
aprete ese trasero, ella gime dejando de besarme para sacar aire y
sonrrojarse, asi que este punto es debil para usted mi Dra Himemiya?
segui con mi acto y no dude mas al notar sus sonrrojos y baje yo misma
ese obstaculo
_puedo verdad?-pregunte
_claro...-entrecortada y todo deja que yo sea por primera vez quien
entre en ella, como describir su interior?
nose exacto cuando, pero ella exalo y se dejo consentir, supe que ella
habia vivido lo mismo que yo ese dia en su consultorio, un placer que
recorre todo el cuerpo de pies a cabeza. estuve un buen rato encima de
ella, acariciando la linea de su clavicula y dandole besos en el cuello, la
imagen de ella sonrrojada me hizo sentir tan bien, me parecia la cosa
mas tierna del mundo. yo pense que me llevaria a casa, pero...cuan
equivocada estaba solo era el primer round me puso debajo de ella, y
me miro como examinando, una sonrisa pervertida cruzo sus labios
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Cuando baje del auto, si…estaba con ganas, pero era verdad no era el
momento ademas voy tarde, mis papas deben estar algo molestos, no me
extraña en este par de dias no he pasado nada por mi hogar y ellos
conmigo se han visto poco. Camine y miraba el auto estacionado, el cual
al ver que estaba ya en frente de mi casa se enciende, para terminar
de irse al abrirme la puerta. Miro ahora a la persona enfrente mio
TOC TOC
_lo sabia….
_que sabias?-me asuste al pensar que me descubrio en mi intento de….
_esos sonrrojos en tus mejillas no pueden ser otra cosa, vamos hija
cuentame- pide llegando rapidamente hasta mi y sentandose, me diron
ganas en verdad de decirle
_pues no son nada, ha de ser el calor
_si hace frio- dice- vamos mi vida, mi princesita no me mientas, mama
te ayuda mucho como para que no confies en ella
_bueno pero….-era verdad
_pero que? Hay alquien verdad, porque….a tu madre no la engañas, esa
mirada es de cariño, no me mientas no soy un ogro como cierto niño
celoso- hace referencia a el hombre de su vida
_por que crees eso
_tu ropa, nunca te pones asi de linda, ademas la llegada es mas tarde
de lo usual. No es que este al cien por ciento con que te escapes, pero
ayuda mas a que me digas. Asi podre controlar mejor la situación
_de nada sirve ya mama, estoy castigada, asi que….
_no podras ver a esa persona?-pregunta
_ajam….-susurre sonrojadísima
_no puedo creerlo- entonces me abrazo fuertemente- ya eres toda una
mujercita, enamorada
_enamorada?- me asuste
_solo exagere, pero queria decir que….los hijos crecen tan rapido, hija-
me toma de los hombros
_que?
_¿ es guapo?- mi madre en verdad habia dicho algo que me dejo fria,
queria decirle que no era ningun guapo, porque no era hombre sino una
mujer, y que mujer….- es feo- ante mi silencio supuso que no era
“guapo” el hombre que ella misma se invento
_no, de hecho- pues tenia que decir algo que no me deje en evidencia-
es una persona muy atractiva fisicamente
_vaya que bien, dime mas, como es como le conociste, como se llegaron
a esto
_solo salimos, y pues tiene ojos azules, cabello largo- ups se me fue-
es….una persona maravillosa, amable, atenta y nomble, pero tiene su
carácter- sonrie,estaba teniendo una conversación normal con mi madre
sin que ella sospechara nada
_azules, acabo de recordar un gran actor- dice suspirando- entonces
debe ser presioso- y dale con lo mismo
_mmmm
_cabello largo? Acaso es afeminado- poco a poco iba a llegado al
meollo- estas ondas metrosexuales entre la gente no me gustan, pero a
ti si- dice sonriente
_bueno mama, ettoooo
_entiendo hija, no te preocupes por el castigo que yo me encargo de
eso, tu sal con tus amigas y pues….¿ como se llama? ¿ cuando lo
conocere?
_pero, apenas te estoy contando lo basico, vamos de a pocos ne?-
propuse nerviosa- ademas no te preocupes, es una persona confiable
_no te ha pedido nada de “eso y aquello”” verdad y mas le vale que no,
porque bueno….- rie- debo admitir que me conformo un poco por saber
esto, pero no sera por mucho tiempo, por el fin de semana no te
preocupes
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Dias después….
Habia llegado los tan anelados dias en que supuestamente iria con mis
amigas, en la puerta de mi casa con mis morrales donde llevaba mi ropa,
mis papas estaban ahí, uno con mala cara sobre esto y la otra, pues
sencillamente contenta porque juraba que le iba a decir todo, en
realidad no pensaba hacerlo por ahora, pero si queria contar con la
confianza de mi mama debia hacerlo, tarde o temprano, ademas parece
mas abierta de lo que pense….solo espero que no le moleste el hecho que
sea mujer y que encima me doble los años que llevo de vida.
Mis amigas ya estaban instaladas en el cuarto de Sayaka chan, estaban
esperandome mientras se reian y se pintaban las uñas, el rosado en
exceso predominante en las paredes y tocadores de Sayaka chan, me
parecia tan….fresa, pero ya estaba acostumbrada a ese tipo de
ambiente.
_me pregunto si esto excita a Sayaka chan- comento Eriko entre risas
_claro que no, no soy una pervertida, solo me interesa el bienestar de
mi amiga
_pues bien….estuvimos en un parque, todo iba bien- en realidad les
conte todo, efectivamente y lo mas importante para mi era que pudieran
ayudarme, porque a pesar de que todo esto halla surgido de forma tan
extraña, a mi me preocupa mucho nuestra diferencia de edad a
veces….siento que soy tan pequeña, tan tonta, no dude en contar mis
detalles sobre mis dudas, sobre la pequeña charla que tuvimos
_esta tan buena tu Dra, que me dan ganas de ser tu- dice Sayaka
chan- pero me conformo con que en un futuro me pagues esto
presentandome a sus pudientes amistades- no la quieres mirar? Ya se
bajo del auto, no puede estar mucho tiempo ahí, mi madre pregutara y
los vecinos tambien asi que….apresurate
_Dra…..
_vamos- es lo que dice abriendo la puerta de su auto dejandome entrar
_gracias- sonrio medio estupida por su presencia
Estando asolas aun mas, sin la gente en la calle, sin nada mas salvo
nosotras, siento como su mano en mi muslo me distrae de mi mente, la
miro y no puedo evitar sonreir
No como la primera vez, creo que en este caso, me adapte muy facil a
diferencia de otras cosas, con las cuales soy mas cerrada a entender y
recibir en mi vida
Mis manos cayeron a los ldos y alce mi cabeza para afianzar mas el
cntacto de su saliva mojando mis labios, para sentir esos labios que me
cautivaban, ese sabor a menta….a dulce, me volvio adicta
Cerre mis parpados y cuando los volvi a abrir supe algo….mi corazon se
acelero, el sonido de la puerta a estas horas d ela madrugada me
asusto.
Cuando por fin lo hizo, camino hasta la puerta, molesta, pero debia ser
una paciente? Para que abriera a estas horas
Yo tambien
Talvez, por la hora, por el momento, porque aun soy tan inteligente
como para disntiguir la realidad del sueño. Se que esto esta pasando, ni
en las mas extrañas, pesadillas esto habria ocurrido, estaba segura de
vivir un cuento de hadas, una especie de romance….o como sea que le
llame a esto, simplemente se que era feliz, pero solo pensaba que estas
cosas podian pasar en peliculas, pero me equivoque, pensando estar
inmune a estas cosas que pasan, me equivoque tan fuertemente, que
ahora pago las consecuencias, justo ahora.
_no es lo que piensas, mama, yo….- no sabia que decir, estaba sin
palabras, decir esas cosas, solo….traeria mas estupideces al asunto, se
que no era nada confiable esta situación
_a no? Entonces que es- pregunta mirandome a mi, seriamente,
mientras yo busco la mirada de la Dra, cuando alfin la veo….solo esta
ahí, recargada en una pared con los brazos cruzados, una mirada que
dice nada, y un silencio que me pone peor. Aprieto mis manos, asi como
las sabanas alrededor de mi
_señora Kurusugawa….- por fin se levanta y se dirige a mi madre
_que quiere?- la mira desafiante
_debe tranquilisarce, porfavor deje que le expliquemos
_dije claramente, que ud podra explicarle todo lo que quiera a la
delegacion me oyo?
_mama….espera
_tu callate- me miro – y ud, sabra que decir me imagino. Pero de esta
no va a salvarse, como….como es posible lo que usted halla hecho- la
miro con repulsión, la Dra solo conserva esa tranquilidad- asi que
atengase. Himeko vámonos- me dijo tomandome de un brazo
_no, mama…..no- me heche hacia atrás
_Himeko?- me mira incredula
_si, me voy contigo, yo….no me permitiran verla de nuevo- solte sin
medirme
_tu no sabes lo que quieres- me dijo avanzando a mi- ahora vistete
rapido y te vienes conmigo, quieras o no
_no quiero- se me salen las lagrimas y me siento a llorar con las manos
en la cabeza
_tu no te mandas sola, eres menor de edad, en lo que a mi respecta, tu
dependes de tu familia, no de ….-miro a la Dra, con repulsión- de esta
….delincuente
_mida sus palabras, señora Kurusugawa
_entonces que es?. Lo que ud hizo es un crimen muy grave, negligencia,
abuso, y hasta rapto….tener a mi hija, a estas horas de la noche, es un
cirmen, solo tiene 15 y ud ya es una adulta “responsable” ….esto, lo
pagara- dice mi madre, con tal behemencia que cualquier otra persona
menos ella, se hubiera puesto a sudar, me preocupe mas yo que la
misma acusada, o por lo menos en apariencia.
Lo hice tan pronto como pude en el silencio mas tenso que antes halla
vivido, la Dra sin decir nada, ni pudrete, ni vete….parece como si le
diera igual, espero solo sea una fachada de seguridad, sino….sino le
importa en verdad yo…..
No hizo nada, solo senti como lentamente su cuerpo se alejo del mio,
permitiendole a mama tomarme y llevarme con ella, me miro solo para
señalarme la puerta con la cabeza y decirme con ese gesto que partio mi
corazon, que me fuera con mi progenitora, y dejarla aquí.
___________________________________________
Lo ultimo que espere es que esta misma noche, iba a dejar de verla de
escucharla, jamas pense que ahora mismo estaria en casa, mientras yo
esperaba estar en los brazos de la Dra esta noche, pero por un motivo
que aun desconozco, pero espero pronto averiguar me alejaron de ella,
en el transcurso a su auto, no dijimos nada, salvo su mano tomando mi
brazo, como impidiendo que salga corriendo hacia otro lado, pero no
tengo intencion….
_muchas gracias- dice mi madre, al portero, no me importo, no le
preste atención a nada
_para servirle, señora – rie el tipo mientras me mira
_mama…..yo
_dejame- dice alzando un brazo impidiendo mi contacto- dime Himeko,
en que fallamos? – preguntaba
_en nada- susurro, esta conversación. Iba para una parte que seguro no
era buena
_no mientas, entonces porque, porque?¡¡- grita molesta o mas bien
triste- dime que tenia ella, como para hacernos esto, o mas bien, que
teniamos nosotros, como para que lo hicieras….fue con tu consentimiento
verdad….
_ lo siento
_que hice mal, que hicimos mal….talvez te sobreprotegimos
_deja de buscar culpables, simplemente paso….
_que idiota soy, ese dia en la consulta….debio haber empezado todo
_como te diste cuenta- pregunte curiosa
_como me di cuenta? Osea sino lo hago, hasta cuando pensabas
engañarnos
_te lo iba a contar, pero….
_recibi una llamada de la madre de Sayaka chan, me pregunto “ sabes
donde esta tu hija ahora” – rie molesta – yo como una estupida le dije
que en su propia casa, se burla de mi diciendome que no, que clase de
madre soy, que permito que salgas con una mujer mayor por dinero-
apreto el volante, lagrimas caen por ella
_dinero? En verdad crees eso – pregunte totalmente ofendida, como
otrapersona puede hablar porque si, de forma tan hiriente
_no lose, dimelo tu- me mira
_claro que no
_luego, me dijo ante mi incredulidad, que saliste con una mujer alta,
cabello oscuro….hasta el motivo de auto que tenia- ahogo su voz- me
dijo todo lentamente, para decirme el nombre por fin de la susodicha,
sino te veo ahí, hija….jamas hubiera creido esto, duele saber que me
equivoque- rie con pesar
_lo siento
_ahora….nose que hare, tu padre ya lo sabe
_que?-me asuste, una cosa era mama y otra papa- le dijiste?
_me crees tonta, el escucho todo, tuve que detenerlo de venir conmigo,
es capaz de cometer una locura- inmediatamente pense en la seguridad
de la Dra Himemiya, papa es capaz de todo, cuando se trata de mi,
seguro pensaria que soy la victima y la Dra una aprovechada- esto no se
quedara asi, mañana mismo levantare una demanda en contra de la Dra
Himemiya Chikane, por abuso a una menor
_no- tome su brazo – no porfavor- enseguida empece a llorar
desconsolada- ella no tiene la culpa, no abuso de mi, yo accedi a todo,
yo la amo, no puedes….!!!!!no pudes hacerle esto a la persona que tu hija
ama, no mama ¡¡¡¡
_tu no sabes lo que quieres, esa mujer te ha confundido, que puedes
saber tu de amor? Eres menor, esto es un crimen
_pero….seria injusto, ella mama, me ha dado tanto, he sido feliz a su
lado. Porfavor no, si algo le pasa por mi culpa, en esos lugares tratan
mal a la gente, no me perdonaria que le ocurriera algo, es una mujer de
bien en verdad que si
_abuso de ti, como podra ser buena
_que no lo hizo¡¡¡¡- recalque
_no me perdonare que ella vaya a un lugar asi, su carrera, todo por una
niña como yo
_eres mi hija, no cualquier niña- dice
_ perdera todo lo que ha conseguido
_debio pensar en eso antes de tocarte siquiera el pelo
_ no porfavor….no lo hagas- suplique en medio de lagrimas hipeando su
nombre
_tanto asi….la quieres?
_hare lo que sea, pero dejala quieta, dejala ….
____________________________________________
PAMP¡
Antes que terminara senti una bofetada en mi rostro
________________________________________________________
____
Durante estos dias, mis padres muchas veces han tocado mi habitación,
llamandome a cenar, a mirar tele con ellos pero la verdad…..no me
interesa, ellos me han prohibido verla, me han prohibido saber noticias
de ella, prefieren que muera en esta angustia, antes de decirme una
sola palabra de ella, y esa es otra de las razones por las cuales
prácticamente he dejado de comer, no quiero saber nada de esto.
Quiero que sientan como me hacen sentir cuando me hacen esto, que
sepan que asi como mi cuerpo no se siente bien, mi corazon menos. Que
asi como mi cuerpo necesita comida, mi corazon la necesita, para poder
tener energias .
Hacia dos dias en una visita que Sayaka chan, me hizo, por fin pude
enterarme de lo sucedido ….
Flash back
TOCCTOCC
___________________________________
_es muy hermoso que sientas eso, pero recuerda que no solo eres tu, no
sabemos lo que ella piense, por el momento intentare hacer algo y no te
preocupes, no levante cargos, y por tu padre pues espero jamas
encuentre la direccion, de mi parte le deje un mensaje en la consulta de
Himemiya para que se ande con cuidado por si las moscas
_que cosa?
_ya veras, solo espero salga bien….
_gracias mama- susurre, confie en su persona como nunca antes
________________________________________________________
_____
Como la deseo….lleve mi mano a donde sabia muy bien para lograr esos
efectos, a estas horas de la tarde no hay nadie, no hay interrupciones,
solo yo y puedo concetrarme en ello, talves sumergida en el mar de
sensaciones que esperaba sentir….no me di cuenta de la presencia de
unos pases, no me di cuenta sino hasta demasiado tarde
TOCC TOCC
_Himeko….
_mama?-pregunte incredula
_si amor, soy yo, vi….vine temprano porque te he traido una sorpresa
_mama….no tengo hambre, nada de lo que traigas puede interesarme
_hija, enserio es algo importante se que cuando mires te agradara
_no mama, llevate lo que hallas traido- dije molesta
_esta bien si quieres me ire- Dios….no estoy soñando verdad, era esa
voz, la cual pense jamas escuchar
_Dra….
¿ por que? Justo ahora cuando estoy fea y desaliñada, ella aparece,
pero….estoy feliz
Al sentir sus labios sobre los mios, se que se coibia, solo correspondio
ligeramente, por respeto supongo
_coff coff
No puedo mas, dejo que la pasion me lleve, reprimo todo lo que puedo,
mordiendo mi labio, y los suyos ligeramente, todo dentro de mi se volvio
humedo, y como una succion arrastro los dedos de mi Dra dentro, para
después dejarlos salir en una dilatación…..envueltos en una sustancia
transparente, unidos en un hilo delgado a mi feminidad, posteriormente
roto, por la distancia ejercida….ella sonrie y los lame como un manjar
_entiendo
No queria dejarla ir, pero cuando por fin lo hice, me di cuenta del
error, un hombre con sus llaves en las manos y la boca abierta, para
pronto fruncir su ceño
_vengo temprano de mi trabajo, para invitar a mi familia a comer y me
encuentro con esto?¡¡¡¡- grita con mama tratando de detenerlo, en su
avance a nosotras que aun continuamos apretadas
_no crea que no se de su fama, Himemiya, nose que se crea usted pero
ya con mi hija hizo lo que quizo, acaso pretende continuar asi como si
nada
_lo que ocurrio con Himeko, fue algo….especial, su hija es realmente
hermosa
_coff coff- mi madre indica con su toz que dichos comentarios no
gustan
_lo siento, quice decir, su hija es muy encantadora….por esa razon,
yo….
_sino tiene nada mas que decir vayase de mi casa
_aun no termino
_para que quiere que hablemos Dra….usted que es lo que pretende?-
pregunta mi padre
__________________________________________
En el transcurso d el odias, me senti peor, aunque ya Sali de la casa,
hablaba con mama, el saberla a ella tan cerca pero tan elejos, me ponia
triste, pensar que estuvo aquí, dispuesta….crei que eso seria lo
complicado, pero en realidad es la acetacion de mi otro progenitor. Llore
noches pensando que ahora pensara que es inapropiado venir por mi,
seguro ella me olvidara pronto
TOCC TOCC
_______________________________________________
_que?¡- me levante
_asi es Himeko- dice mi padre- ahora sientate, no te agrada?
_bueno pues….-me sonrroje y mire de reojo a la Dra- no le has
preguntado a ella
_pues ya esta aclarado, decidi que le perdonare “ la vida” a la Dra,
porque asumira como toda una adulta las consecuencias de lo que hizo,
haberse metido contigo, haberte tocado….ahora es lo justo no? Dra….-
la mira totalmente seguro- si hay algo que temia,era dejarla a sus
anchas disfrutando de mi Himeko, sin autoridad, puede tener 27 pero
para mi ud esta bajo mi autoridad con relacion a salir con mi hija,
después de eso haga lo que se le de la gana
_porfavor….- mi madre se pone una mano en la cabeza- asi ahuyentaras
a todos los pretendientes
_esa no es mi labor, es la de la Dra….no es asi?- la mira de nuevo,
Chikane estaba al borde del colapso
_claro….-rie
_bien, entonces hija…..ahi lo tienes, espero seas muy feliz, te he
conseguido una linda novia, exitosa, joven pero esta algo mayor para ti,
pero….no importa, talves le de madurez a tu vida- sonrie mi padre
ironico mirando a la nerviosa Dra
_pero…..
_no te preocupes Himeko- la mano de mi Dra fue a dar a mi muslo
_ey ey- mi papa señala la mano de Chikane
_que ocurre?-pregunte
_eso iba a decir, a mi hija la respeta señorita, asi que quite su manita
de ahí….solo puede tomarla de la mano, y porfavor dejen la
besuqueadora eso trae meningitis
_pero papa….- iba a objetar
_esto es estupido- decia mi madre algo chistosa, pero me miraba
satisfecha
_perdonen, pero….ud Dra, cuando se metio con mi retoño, sabia los
apenas 15 añitos de ella, pero debe tratarla y respetarla como tal, mi
hija es mi tesoro si me entero que sus manitas van a dar mas alla de lo
debido….me temo que la lastimare- da un sorbo a un vaso de whisky
cruzando las piernas
_que clase de noviazgo es este?-pregunte
_pues….aun no termino, cuando vaya a llevarla a alguna parte, asegurese
de que sea un lugar hermoso, asi como ella, nada de antros de mala
muerte
_me perdonara Dra, pero estoy de acuerdo en eso.- sonrie mi madre
_no se preocupe, yo….la llevare a donde ella quiera- toma mi mano y la
siento helada….
_menos mal y porfavor, traigamela antes de las 10, sana y salva,
contare hasta las uñas que mi hija se llevo de aquí, y si viene incompleta
o con un solo rasguño, pues…..la que saldra incompleta de verdad sera
ud, solo puede tomarla de la mano, esta casa la respetan y como ud es
la mayor, sobra decirle que no pienso darle un centavo a mi hija para
sus salidas, salvo para el taxi. En caso de pelease con ud, pero de resto
su cortesia le dira que debe costear la recreación de mi niña- mi padre
me consiguió un banco o algo por el estilo? Estaba muerta de pena, con
mis manos tiesas y mis mejillas rojas
_bueno….señores Kurusugawa, yo….
_puede ir cancelando a sus otras citas, quiero que mi hija entre los por
las puertas asi que olvidese de andar coqueteandole a otras personas de
acuerdo?
_si señor
_otra cosa mas, como siempre pense que mi hija se la llevaria algun
buen chico, tengo ciertas reglas, asi que….no la tratare como una hija
mas sino como hubiera tratado a mi yerno, si algo le pasa a Himeko- se
acerca a nosotras y sonrie – le juro se arrepentira- vuelve a su lugar,
para pararse de nuevo y tomar otro vaso de whisky y darselo a mi Dra-
bienvenida a la familia
_gracias- dice algo temblorosa, mi Dra sabe donde se metio?....creo
que el precio de meterse conmigo le salio mas alto de lo que parece, mi
vergüenza no para, pero….me siento feliz, el sentir su mano en la mia,
apretandole en frente de mis padres…..
_bienvenida Dra
_llamenme Chikane, no seamos tan formales- da un sorbo al whisky y
antes que pudiera sacarlo de su boca
_me ecnata eso….Chikane- otro “golpesito” da en la espalda de mi….que
lindo es , novia.
_coff coff- toce
_no seas debil, vamos….
_disculpe no me acostumbro
________________________________________________________
_____
Creo que mi Dra, no sabia muy bien donde ponia sus manitos el dia que
me hizo mujer, pero….le agradezco, tanto. Ya habia vuelto a la escuela
Camino al lado de Sayaka chan quien rie con las locuras que mi padre
impuso, als demas le siguen la pista, mientras yo camino hacia la salida
porque se que ahí, me esta aguardando mi novia
Mi corazon
mi alma
y mi cuerpo
Fin
Capitulo Primero
- Espera…- dijo algo agitado, desde hace rato iba dos metros atrás, la joven de ojos azules
estaba prácticamente huyendo a la salida, el moreno trato de tomar aire apenas y pudo
sujetarla para que no se le escapara- Por que de repente sales corriendo?
- Eso parece- se soltó- no sé que cosa habré hecho para ganarme eso- se despeinó
desesperada.
- No es tan malo tener algunos admiradores, además no es tu culpa ser también popular entre
las chicas
- Aaah…- bufo cansada- pensé que me libraría de eso apenas entrara a la universidad pero al
parecer no puedo, no llevo ni cinco meses estudiando aquí y ya me están acosando- carraspeo
ya un poco más molesta.
El chico la acompaño hacia el estacionamiento y un poco más allá hasta donde se encontraba
su BMW Concept 6, la dejo allí y se retiró a su auto, un Maybach color negro, una vez allí lo
encendió y se despidió de la peliazul, ondeando la mano de un lado a otro, la chica de
cabellos azules respondió al gesto de Oogami con un sonrisa mientras veía como se alejaba,
ya estando fuera de su alcance borro la sonrisa de su rostro, suspiro pesadamente, mientras
se posicionaba en “Misty” como la llamaba.
La encendió un poco más calmada, se puso el casco y arranco a un grado alto de velocidad
para salir del estacionamiento, cerró los ojos para sentir la brisa que la velocidad le brindaba,
conocía muy bien el sitio así que no tenía ningún problema para salir de allí.
- Kyaaa!- algo golpeo su casco y con ello también un poco su rostro, abrió rápidamente los
ojos y freno, en ese mismo instante pudo divisar como algunas hojas caían del cielo, se
preguntaba el porqué de la lluvia de papel, así que decidió dirigir su mirada hacia atrás, para
encontrarse con la de una joven mujer disgustada que con algo de ira le pedía reclamo,
mientras se intentaba parar del sitio donde había caído, Chikane reacciono al ver la imagen
de la otra joven, se bajó de la Motocicleta y se dispuso a recoger el desastre que ella misma
había causado. Luego arreglado el desorden de su sector se acercó a la otra joven para
ayudarla, extendió su mano para que pudiera levantarse, pero en vez de un apretón recibió
fue un Golpe en la misma.
- Oye!-
- …- la joven de cabellos dorados ni se inmuto, como pudo se levantó, pidió sin hablar los
documentos y libros que antes se encontraban esparcidos y se retiró. Chikane desconcertada
pateo una piedra imaginaria mientras veía como se alejaba la joven de ojos color amatista,
ese color había llamado la atención de la ojiazul, al ver como se retiraba de forma altanera no
pudo evitar el mirarla y ver como contoneaba esas caderas y ese cuerpo bien proporcionado
de un lado a otro.
- Esta vez la has hecho Himemiya- Dijo para ella misma a modo de regaño, volvió a mirar por
donde se había retirado la rubia pero no la encontró, de nuevo pateo la piedra imaginaria… se
detuvo de realizar el mismo acto, cualquiera que la viera, pensaría que está loca, decidio
retomar la fina seriedad que desde niña la había caracterizado y camino hacia Misty.-
Vámonos pequeña, no puedo estar mucho tiempo quieta, se podría aparecer en cualquier
momento uno de esos psicópatas- arranco de nuevo, esta vez sin cerrar los ojos, pero sin
dejar de pensar en los mismos de la rubia.
Al salir del estacionamiento de la Universidad, aumento la velocidad, sabia que si iba muy
despacio tendría a todos esos fanáticos tras ella, de vez en cuando se lamentaba de poseer
ese poderoso apellido, ese mismo era el causante de tener a tantas personas tras ella, pero lo
que mas la frustraba, era que ninguno le llamaba la atención y ciertamente la soledad la
empezaba invadir, en verdad esperaba encontrarse con ese alguien, fuera hombre o mujer,
eso no le importaba, pero sus admiradores y admiradoras no despertaban ningun sentimiento
a su ser y en realidad lo que le provocaban era algo de miedo... con aquello se preguntaba si
en verdad podría sucederle algo. A sus 18 años y recién ingresada a la universidad no se
había dado a conocer a los demás, los más cercanos a ella, eran su padre y Oogami, su madre
había muerto hacía muchos tiempo, pero estaba profundamente agradecida con ella, así
tuviera el amor incondicional de su padre, este no mantenía en la ciudad y se preocupaba un
poco más por los negocios que por ella y pues estaba Oogami que hacía de buena compañía,
pero algo faltaba, ella sabía que debía llenar ese vacío que con el tiempo se iba
acrecentando… con aquel pensamiento, salió satisfactoriamente de la universidad, ese día los
acosadores no habian sido tantos, así que aun distraída y todo, había podido esquivarlos.
Continuará…
Capitulo Segundo
- Buenas tardes señorita, al parecer hoy llego un poco más tarde de lo normal- Saludaba una
de las sirvientas.
- Si decidí dar una vuelta para despejarme y.. Cuantas veces te he dicho que no me llames
señorita?- le sonrió fraternalmente, mientras a modo de saludo besaba su mejilla, la chica de
cabellos castaños se sonroja ante tal acto de su “ama” como ella le decía.- Korona?- Le
pregunta la ojiazul preocupada al ver la cara que pone la castaña apenas y recibió el beso-
Oye.. Korona, parece que acabaras de ver a un muerto- le dice en tono de broma, mientras
posa una de sus manos en la cabeza de la chica que ante tal caricia acciona de nuevo sus
movimientos.
- Bueno, pero tampoco te me deprimas… Mmmmm- se quedó pensando- ya se!- miro a la chica
de ojos verdes- que te parece si nos vemos una Película , me vendría bien un rato de tu
compañía, te parece?
- Con…mi..go??
- Ohh.. te estas inventando una excusa para no estar conmigo- dijo lo más afligida posible,
logrando que su encanto y finura terminara por convencer a la joven empleada- Si así quieres-
hizo un puchero- mejor me voy.
- Espere!- hablo de nuevo enérgicamente- Yo- puso sus manos delante y empezó a jugar con
sus dedos- estaría encantada de acompañarla Se..
- Chikane- la interrumpió- acuérdate que te vengo diciendo que me llames Chikane- Esbozo
una pequeña risilla- vamos, no te sonrojes, ni que te estuviera pidiendo matrimonio- la
castaña se sonroja nuevamente, pero el rojo es uno más intenso, Chikane nota aquello y le
parece extremadamente tierno, como juega con sus dedos nerviosamente, mientras la mira
de reojo cuando intenta agachar la cabeza, esa chica si mucho llevaba trabajando un año en
aquella mansión, pero se había ganado un cariño infinito de la heredera de la familia
Himemiya- y bien, aceptas o callas para siempre?- Bromea un poco, mientras todavía en la
parte baja de la primera planta de la mansión extiende de nuevo su mano a la ojiverde- Estoy
esperando..- desciende más su mano.
- …- la joven tenía el corazón a mil, sabía que había sido un error el enamorarse de ella, pero
no había podido evitarlo, para ella Chikane era simplemente irresistible, su forma de ser y de
tratarla la hacían sentir en el cielo, sabía que para Chikane ella no era cualquier Sirvienta,
siempre la trataba con cariño y procuraba ser suave y sutil, con el resto de empleados era
más distante, pero no dejaba de ser amable, la castaña quería estar más cerca de su ama y
para ello debía aceptar cualquier petición de esta, todo fuera para tener su tiempo y su
atención- Acepto- Dijo entre nerviosa y decidía, como si de verdad se estuviera casando.
- Bien, entonces vamos- la tomo de la mano y así mismo subieron las escaleras, Chikane paro
muy cerca de allí, entro al segundo cuarto a la izquierda, el cual parecía una pequeña sala de
Cine, un Plasma de considerable tamaño y al lado de este un estante con lleno de DvDs, el
cuarto era de buen tamaño y se encontraba amoblado, para la ojiazul era como una sala te Tv
y descanso, allí iba a relajarse y vaya que estaba estresada, eso de ser popular jamás le
habida gustado y el tener fanáticos y fanáticas era complicado, los regalos, las cartas en el
asiento de su moto, las declaraciones, todo era demasiado para ella, así que de vez en cuando
disfrutaba del silencio de aquel cuarto y una buena película de acción. En esta ocasión,
decidió invitar a Korona para que la acompañara, para ella la castaña era como la hermana
que nunca tuvo, le gustaba ser un poco mayor que ella ya que le daba la oportunidad de
protegerla y debido a que la chica había tenido problemas en el pasado, la Peliazul sabía que
era algo vulnerable así que siempre la trataba con cariño, pero no se daba cuenta que esto
afloraba en su “pequeña Hermana” pensamientos sobre un incesto. La invito a sentarse en el
mueble que se encontraba justo al frente del plasma mientras miraba que película podrían
ver, en ese momento rompió el silencio- que crees que debamos ver?
- Está bien- volvió su vista a la biblioteca de DVDs- que prefieres Korona, Amor, terror,
comedia.. ¿?
- Y volvemos a lo mismo, pero por hoy te lo perdono- dijo mientras terminaba de escoger la
película, se dirigió al Reproductor e inserto el Cd, luego con una satisfactoria sonrisa se sentó
al lado de la joven de ojos Verdes.
(En la película)
“ Tú tienes que sobrevivir, no me perdonaría que ese bastardo te matara”- dijo al tiempo que
escupía un poco de sangre.
“ Igual Yo”- sus labios se unieron, dejando en aquella mujer un labial color rojo- “ahora Vete,
yo lo detendré, vete!”
“…” la mujer salió corriendo, cuando al fin se sintió segura se apoyo en una de las paredes
del sombrío pasillo a llorar, al poco tiempo noto que la pared era demasiado blanda.
- Jaja, es que tu reacción fue muy chistosa Korona-chan- dejo de reírse al ver la expresión de
la otra- Dije algo malo?
- N..o, Solo que si usted me pide que la llame Chikane, yo le pido a usted que…- se sonrojo de
nuevo y aun mas- me siga llamando así-
- 8:30 pm, vaya que es tarde, a que horas llegue Korona- pausó- chan?.
- Vamos mejorando- termino de decir mientras llegaban al último escalón- bueno Korona-chan
nos veremos más tarde o mañana.
- No piensa Comer?
- Gracias, aunque no iré a dormir- Subió de nuevo, esta vez iba directo a su cuarto, al entrar
se recostó en la cama- Escritores de la época contemporánea eh?, bueno, buscare en la
internet- de una mesa de noche cogió su laptop y la prendió.- 10:00 pm?- dijo al mirar la hora
luego de un rato- O No, se me había olvidado la razón por la cual encendí este aparato, Te
odio Facebook!- levanto su puño- no hay nada más que pueda hacer, así que me acostare a
dormir, luego veré que haaaacer- termino la última palabra en un bostezo, apago la
computadora y se dirigió al baño, ya afuera y en Pijama se lanzó cual cohete a su cama- ahora
que lo pienso en la Universidad hay una biblioteca- volvió a bostezar- averiguare ahí, igual
todavía queda un mes y medio, para que se acabe el semestre y el plazo de entrega, así que
ahora a dormir.
Al otro Día…
- Buenos Días y adiós Korona, se me hizo tarde y la primera Clase de hoy es con el profesor
más fastidioso- Tomo un poco de café que había en la mesa de la cocina y se retiró,
despidiéndose de Korona y otro Empleados. Salió lo más rápido que pudo, se aventó a Misty y
arranco a toda velocidad, no podía darse el lujo de llegar tarde, pero para su fortuna llego a
tiempo, agitada entro al salón y busco a Oogami el cual le tenía un asiento reservado.
- Si lo se, menos mal llegue, no quiero imaginar que trabajo me hubiera puesto el maestro por
llegar tarde- le contesto en mismo tono.
- Tienes razón, por una nariz y te veía la otra clase en una exposición-
- Que así sea Himemiya o si no estaría aquí explicándome para la próxima clase como influye
la demanda en la economía de nuestro país.-
- Mejor dejemos así- trato de apaciguarlo, al poco de aquello, el profesor miro su reloj y dio
por terminada la clase.
- Ojojo… Fresco como la lechuga, no te robare ninguna idea, aunque me gusta eso de no
comentar que libro leerás.
- Si debió haber sido eso, pero bueno vamos a la recepción necesito preguntar dónde se
encuentran las novelas contemporáneas.
- Oh! Aquí no hay zona para adultos querido Oogami- el pelinegro se sonrojo ante lo que dijo
su compañera de clases.
- No es así, creo que acabo de ver a alguien, además no te tomes tantas confianzas no somos
amigos-
Camino más o menos unos 20 pasos de donde despidió a su compañero, se sentía algo
extraña, su corazón había empezado a latir fuertemente, como si estuviera presintiendo algo,
siguió caminando y a paso que daba su corazón latía mas y más rápido, tratando de apaciguar
sus latidos y entender el porqué de ellos, Chikane toco la campanita de la recepción y al no
recibir respuesta volvió a hacerlo.
- Al parecer no hay nadie- se dispuso a darse la vuelta, pero una dulce voz la paro.
- Que se le ofrece?- Chikane volteo a ver al ser de tan angelical voz, sus ojos se abrieron
abruptamente al darse cuenta de quien se trataba, mientras se sorprendia, la emisora de tan
delicada voz cambio su expresión dulce a un ceño Fruncido.
Continuará…
Capítulo Tercero
“De por si las bibliotecas son silenciosas pero este es un silencio demasiado incómodo y más por el hecho
de que no deja de mirarme con esa expresión” pensaba una sorprendida peliazul, se había quedado
estática y más que todo por esa mirada, sentía como podía ver desde lo más profundo de sus
pensamientos, por instinto cerro los ojos.
- Emm.. podría decirme donde es la zona de novelas contemporáneas?- dijo aun con los ojos cerrados, esa
mujer le provocaba escalofríos. Por otro lado la chica de ojos amatistas no dejaba de verla, le parecía algo
extraño que pidiera información con los ojos cerrados, pero más que extrañeza tenia cierto fastidio hacia
la joven para frente a ella, el recordar que fue la que daño su primer día de trabajo le hacía hervir la
sangre, pero debía controlarse después de todo era la nueva bibliotecaria.
- Gracias…- La ojiazul que aún tenía los ojos cerrados se dio la vuelta y abrió los ojos.
Decidió alejarse lo mas rápido posible, por alguna razón sabia porque la chica de cabellos dorados la
miraba mal, busco las escaleras que la guiarían hacia el segundo piso.
- Donde estarán?- se preguntó largo de estar vagando alrededor de unos 10 minutos, siguió caminando lo
más concentrada posible, pero esos ojos amatistas de verdad la hacían sentirse nerviosa, divagando en
aquellos pensamientos, termino en un callejón si salida, tres estantes la rodeaban y la única forma de irse
era devolviéndose por donde había llegado.
- Fiuuu…- silbaron a su espalda la peliazul se asustó-al parecer te encuentras perdida - Chikane, reconoció
inmediatamente aquella voz.
- Jooo!, “Hime-sama” no se encuentra de buen humor, tan malo es que le haga compañía?, además-
mintio-solo andaba por aquí buscando un libro que necesito fingió estar dolida ante la pregunta de la
ojiazul, la cual suspiro.
- Mira, no estoy de humor, para que me vengas con tus escenas y sarcasmos- se volteo para quedar
frente a la morena de cabello Morado- así que por favor dame permiso- intento apartarse de ella, pero la
morena atajo su salida.
- No lo creo- decidió relajarse un poco, sabía que la otra era una cabeza hueca y cuando algo se le metía
a la cabeza, quien sabe cuándo saldría de ella, no podía negar que era muy buena persona e incluso
demasiado seria en el trato con las personas, pero no pasaba a ser grosera, lo que realmente le asustaba
era el porque era tan diferente aquella chica cuando estaba a su lado. se acercó provocativamente hacia
ella, insinuándose, Chikane trato de mirar hacia otro lado, No podía negarlo, esos meses de insistencia
estaban haciendo efecto.
- Tú.
Flashback.
Varios estudiantes del campus murmuraban entre ellos la nueva noticia que desde hace poco había
pasado de ser un rumor a una dulce realidad.
Aquellas jóvenes no paraban de hablar de la joven heredera de la famosa fortuna y empresas Himemiya ,
la Morena Conocía o más bien había escuchado quien era, pero no la emocionaba tanto el hecho de que
ingresara a la misma universidad que ella, pero parecía que al resto de pubertos, jóvenes y adultos
jóvenes les emocionaba demasiado la idea.
- …- la chica no reacciono un fuerte dolor había invadido su cabeza, después de su no dicha opinión.
- Si… Solo un poco mareada- respondió- será mejor que vaya a la enfermería por una pasta.
- Quieres que te acompañemos?, Mira que esas Migrañas son cada vez mas frecuentes.
- No, ustedes puede seguir hablando de la Chikane esa- se retiró antes de recibir abucheos de sus
compañeras.
Camino lo más rápido que su cuerpo le permitió hacia la enfermería, por momentos intentaba sostenerse
de las paredes para poder proseguir, pero el apoyo no duraba mucho, ya fuera porque uno q otro alumno
pasaba al lado de ella, lo cual la obligaba a retirarse y no ser un estorbo, pero más que todo para no
verse patética, detestaba recibir ayuda y por mas mal que se sintiera esa no iba a ser la excepción.
- Odio el hecho de que la enfermería quede tan lejos- se lamentó, su dolor se hizo más fuerte- rayos,
parece que no podre llegar- musito, para luego caer, su cuerpo no daba mas y ese dolor no ayudaba,
mientras perdía la conciencia esperaba ser recibida por un golpe contra el suelo, pero eso no sucedió.
Se encontraba demasiado cómoda, no podía sentir el frio de las baldosas del pasillo en su cara y mucho
menos un dolor que probara su caída, ¿Dónde estaba?.
- Veo que ya despertaste Miyako- aun con los ojos cerrados, supo de quien se trataba.
- Kisaragi-san?.
- La misma.
- ¿Dónde estoy?
- Pues- llevo uno de sus dedos tratando de recordar- una Joven te encontró desmayada o bueno te atrapo
antes de eso y pues ya sabrás el resto, estas aquí- sonrió- Vaya inicio de semestre el tuyo.
- No deberías sentarte, la medicina que te di no a surtido bien efecto- trato de acercarse a la morena,
pero esta fue esquiva.
- Que eres terca muchacha, Yo no soy quien para responderte, ¿Por qué no le preguntas a tu salvadora?-
dijo mirando hacia la izquierda, la morena fijo su vista allí, para encontrarse con la musa peliazul, abrió
abruptamente los ojos, cosa que provoco que su dolor de cabeza volviera una vez más.
- Bueno, no podía dejar a una mujer tirada en el suelo, eso no sería cortes- se sonrojo ante eso.
- Veo…- No sabía que decir, ella no era así, no le gustaba verse débil ante los demás, por eso era una de
las mejores en su carrera, no quería verse débil, al no serlo, seria de buena ayuda para los demás.
- Muchacha, no seas Grosera, Mira que te trajo cargada y todo, una vez que te sientas “Humillada” como
debes estar pensando, no es cosa del otro mundo- fijo su vista en la Doctora e intento fulminarla con la
misma, la Ojiazul miraba todo desde segundo plano- Discúlpala Querida, pero esta chica están obstinada
que no acepta ayuda de los demás, pero no pienses a mal es una buena persona- la otra solo asintió,
mientras la morena aumentó la intensidad de su mirada.
- No te preocupes- intervino la musa Peliazul- No creo que seas Grosera, pero tampoco es malo que te
ayuden de vez en cuando- sonrió de tal modo que la morena se sonrojo aún más, ¿Cómo una chica que
por primera vez había visto, había derrumbado su barrera de mujer fuerte?, agacho la cabeza. Otoha veía
la situación divertida.
- Bueno, interrumpiré su amena charla ya que falta poco para el inicio de Clases, un signo de admiración
apareció sobre la cabeza de la chica desconocida.
- Mmm…
- Otoha, Kisaragi Otoha- se presentó al ver como la chica no sabía de qué modo dirigirse a ella.
- Sigue el pasillo por donde viniste, hasta el final, apenas llegues al jardín que divide las facultades te
diriges al edificio que está justo al frente- concluido aquello, la Peliazul se caminó hacia a la puerta y
luego de abrirla…
- Gracias, Otoha-san- volvió y miro a la morena- espero y te mejores- la morena asintió- Por cierto que
facultada es esta?- pregunto.
- Juro que encontrare una manera de recompensarte- dijo decidida, la ojiazul inocente acepto.
- Podrías enseñarme toda la universidad- dicho aquello salió corriendo, se le había hecho demasiado tarde
para ser su primer dia.
Ya sin su presencia, la Doctora Rio maliciosa, la peli morada no sabía por qué su expresión.
- Te gusto?-
- Ah?
- N-no, tnego que agradecérselo, es cosa de orgullo- excuso Miyako, pero incluido en eso era un pequeño
sentimiento de atracción.
Después de un agotador Primer Día de Clases “Universitarias”, Chikane se Dirigía cansada hacia la salida
del edificio, se encontraba más agotada por los acosos que por las clases, en sus cavilaciones alguien la
sostuvo del hombro, volteo a mirar de mala gana, pero al ver que los ojos de quien la había tocado se
suavizaron cambio su expresión.
- Si que lo es- levanto la voz- no puedo permitir el verme débil y si me ven así e de pagar mi favor, esa es
mi ley- lo último lo dijo agachando la mirada, no sabía porque sentía que la ojiazul con solo mirarla
además de derrumbar todo su carácter, la incitaba inconscientemente a seguirle, de nuevo un leve dolor
ataco su cuerpo, pero esta vez iba dirigido al corazón.
Continuará…
knm solo por ser tu
=Chikane se va corriendo pero Himeko la detiene con un abrazo por detrás y le dice…=
-Acepto Chikane-c..ha..n
-Hi..hi-me…ko este bueno si yo pensé que, tal vez no me querías
-Se que podemos ser amigas, ya lo verás (sólo eso, pero algún día terminará)
-¿Estás llorando? Bueno pues si crees que no funcionará no lo haré más, pero ten en cuenta
que lo único que quiero es que seas feliz, no importa si tengo que sufrir para poder verte
sonreír Himeko.
-No yo sólo quiero estar contigo, esa es mi manera de ser feliz y sólo lo lograré estando a tu
lado Chikane- chan.
-¿En serio? Gracias, por eso te digo que sólo por ser tú yo soy feliz, no necesito nada más que
tu paz y cariño.
=Chikane abraza a Himeko y le besa el cuello a lo que la chica del sol responde con un
suspiro.=
-Ahhh Chikane-shannn.
=separándose de inmediato= -Nos pueden descubrir mejor planearemos nuestra salida
¿A dónde quieres ir Himeko?
-A un parque en un lugar solitario.
-Bien me encanta la idea aunque yo tenía otra en mente
-¿Cúal?
-Ir a un hotel, me gustaría hacer mi vida contigo porque sólo por ser tú mis deseos de vivir
aumentan en demasía y quiero empezar por la confianza, prometo que no te haré daño
Himeko porque yo te quiero mucho.
-Yo también y tengo algo que decirte pero esperaré hasta el anochecer, Chikane-chan.
-Si yo también tengo un secreto que kiero compartir contigo pero en el parque.
Primer Sentimiento
Confusión: La Dirección del Cariño
16 de diciembre 2009
Y que si afuera la gente esta de fiesta, y que si muchos disfrutan de los placeres de la vida, si
cuando tu corazón esta cubierto de nieve, no quieres sentir nada mas… nada.
No me siento muy bien; lo siento estoy un poco triste, no tengo mas humor para escribir lo hare, en
otro momento mejor, realmente yo…lo siento.
19 de diciembre 2009
Hoy me siento un poco mejor, es muy divertido pasar momentos con mi familia, a la cual quiero
mucho y me ayuda a cada momento, pero no es lo mismo que amar a alguien… y que esa persona
este siempre para ti, pero bueno, no entremos a ese tema de nuevo. Este nuevo pensamiento se ha
posado en mi mente, fuertemente y no me deja descansar cuando casi consigo olvidarle, otra vez
reaparece, pero no estoy segura, de que deba hacerle caso o no.
Es como un fantasma que no me deja en paz, y me sigue como si fuese mi sombra, no es justo que
esto me pase a mí… no puedo tomar una decisión como aquella, no de nuevo,
Y que, si tengo un poco de miedo, miedo de tantas cosas. No debería importarle a nadie, estoy
harta de que las personas me digan que hacer, no me interesa escuchar sus consejos y guías de la
vida, saben que probablemente todo lo haga al revés.
Y es que ya no se que pensar, porque tiene que pasarme esto ahora… no me interesa ser su
pareja… no quiero.
20 de diciembre 2:16 am
Enserio debo dejar ese tema, también paso alegrías, hoy, bueno ayer por la noche me hicieron ir a
una estúpida fiesta, no fue la gran cosa, pero me arregle muy bien solo para complacer a mis
padres, arregle mi cabello rubio, hoy lo enchine un poco solo para verme diferente, quería
sentirme bonita y así olvidar penas… además me puse un hermoso kimono de color morado con
detalles en blanco y plateado que mi abuela me regalo al cumplir mis 15 años, es muy lindo y lo
mejor es que me queda a la perfección, además de que su color resalta la hermosura de mis ojos de
un tono parecido a las amatistas.
Y bueno el lugar estaba arreglado hermoso, había flores blancas y rojas por doquier;
Nochebuenas me encantan esas flores. Era la cena de unas personas importantes en la compañía
de mi papá, creo que son mexicanos, y ellos usan mucho algo llamado ¨Posadas¨ no entendí muy
bien de que trataba, pero bueno… ahí estaban los hijos e hijas de algunos empleados de la
compañía, ninguno de ellos es interesante o capta mi atención, no como… yo tengo que irme, es
tarde escribiré mañana.
20 de diciembre 3:37 pm
Bueno estoy de vuelta, anoche enserio tuve que dejar de escribir, bueno, hoy cenaremos en casa
con la familia de un amigo de mi padre, tienen una hija de mi edad se llama Tsukada Hazuki, es
simpática y muy dulce, con unos ojos tan hermosos y de un color tan profundo como el azul del
cielo, y de cabello largo negro, tan negro como la oscuridad misma, adoro su cabello… siempre
me ha gusta el cabello largo, y cuando era niña cometí tonto e infantil error de cortármelo, ahora
otra vez es largo pero no tanto como quisiera.
Bueno en realidad espero poder divertirme con alguien de mi edad, tengo que encontrar una forma
de distraerme de lo que ha rondando por mi cabeza, pero yo no tengo ningún problema, todo esta
bien, es solo un pensamiento pasajero.
Bien tengo que prepararme para la cena, cuando pueda volveré a escribir, quien sabe tal vez de
esta cena pueda surgir algo interesante.
21 de diciembre 1:12 am
Diablos estoy muy enojada, esa metiche de Hazuki. Me hizo preguntas toda la noche, fue tan
molesta, incluso leyó todo lo que aquí escribo, jamás debió haber abierto mi diario, tiene cosas tan
mías, todo lo que realmente siento, y hasta estuvo preguntándome por quien me gustaba, por lo que
leyó se daba cuenta de que me gusta alguien.
No espera… no me gusta nadie. Todo es su culpa ahora si estoy enojada y además pensando en
¨eso¨ ya no puedo seguir así, no me gusta, ¡no me gusta!
No hay ni una sola persona que me guste… y mucho menos… me voy de nuevo, ya escribiré
después. En este momento realmente estoy frustrada y no tengo ganas de escribir toda esa
frustración aquí, tal vez si descanso un poco logre sacarme este tema de la cabeza.
21 de diciembre 7:19 pm
El solsticio de invierno es este día, lo que quiere decir, que hoy comienza el invierno, pero en mi
corazón ha comenzado mucho antes, y la oscuridad que esta época acarrea consigo esta en su
máximo apogeo, dentro de mí confundiéndome a cada instante, sin dejarme un solo minuto.
Y cada vez que obtengo una respuesta a una pregunta, aparece rápidamente otra interrogante, la
cual me confunde mucho más que la anterior y me hace caer un gran estanque de perdición, un
estanque que he creado a partir de mis lágrimas derramadas.
Otra vez estoy llorando y no puedo entender el porque de las cosas, no estoy segura de nada, que
puedo decir… que puedo hacer, ya no quiero pensar en nada mas, solo quiero dejarlo ir todo y
conseguir una forma de escapar de la realidad, pero no lo he logrado.
24 de diciembre 6:57 pm
¿Que tiene de buena esta noche? Es solo una noche mas como las otras, una estúpida invención del
mercantilismo para conseguir más dinero, montones de regalos para niños mimados por sus
padres, esta solo es una tontería.
Pero antes, yo amaba la navidad, tantos colores y risas, algo hacia de todas mis navidades muy
feliz, y no solo eso si no también todos los días, pero ahora esa luz no esta para guiarme mas.
Bueno anoche mama, me encontró llorando en el baño, no encontré ninguna respuesta que darle.
Realmente me he sentido peor en estos últimos días y ni siquiera tenia ganas de escribir, ni un
poco, no quería saber nada, la televisión y el ordenador son solo cajas vacías para mi en estos
momentos, además de que todo este día me he encerrado en mi cuarto, el mayor de todos mis
placeres es la cosa mas aburrida en este momento.
Y aunque afuera esta toda mi familia, no me da ni un poco de ganas de salir con ellos, no quiero ni
verlos, pero están de insistentes tocando mi puerta, es la 6ta vez que papa amenaza con abrir la
puerta… tal vez debería ir, ya escribiré después.
25 de diciembre 3:28 am
Al final me hartaron, terminé por salir del cuarto, dar un par de abrazos tan falsos como esta
mísera fiesta, pase un poco de tiempo con toda mi familia, cene y abrí algunos regalos para mas
tarde regresar a mi cuarto... ahora ya estoy aquí, esperando a que pase algo... alguna forma de
que su imagen no este ahí cuando cierro los ojos, algo que me lleve lejos de esa estúpida idea que
ronda por mi cabeza.
Es tan molesto y frustrante... que aun en estos tiempos donde todo es felicidad y diversión, que aun
así, mi sonrisa no pueda ser sincera, sigue siendo hipócrita y falsa, ¿por que no puedo ser feliz ni
siquiera en fechas como estas? por que no puedo dejar de pensar en esa persona...aun ahora...
Estoy cansada de fingir que todo esta bien, no puedo seguir mas, pero ¿que puedo hacer? tengo
tanto miedo y enojo... siento que voy a explotar, y mis ojos amatistas comienzan a llenarse de
lágrimas. Pero cual es el significado de estas lágrimas… ¿es porque tengo que admitir lo que
siento?
31 de diciembre 11:39 pm
Bien estos son los últimos minutos en este moribundo año, no puedo decir que no fuera un año
especial, tampoco puedo negar que tuvo sus cosas malas, cosas que pudieron no haber terminado
como las deje, pero no se puede hacer nada.
Tengo que confesar algo ahora, y bueno… creo que por fin entiendo este sentimiento que ha estado
tan cerca de mí los últimos días, ya no hay mas lagrimas saliendo de mis ojos y creo que es porque
me he dado cuenta ya.
Me he dado cuenta ya, porque al cerrar los ojos lo único que puedo ver además de toda esa
oscuridad, son esos ojos, esos ojos que con tan solo verlos por un segundo se quedan siempre en tu
memoria, del color tan hermoso como el extenso mar, que están llenos de paz y bondad, pero que
al mismo tiempo pueden llenarse de confusión.
Ansió ver pronto esos ojos, solo faltan unas pocas semanas más, y después de eso podre verlos de
nuevo. Pero hay algo que extraño tanto como a esos hermosos ojos.
Extraño ese cabello azul tan obscuro como la noche misma, tan largo, tan sedoso, tan fino, siempre
he amado su cabello tan bonito y bien cuidado. También su piel nívea es tan suave…
Ahora todo esta muy claro para mí, si hay una persona importante para mí y siempre había estado
ahí, junto a mí. Pero ahora ahí otra duda mas dentro de mi cabeza, ¿será acaso una buena idea
sentir algo por ella?
Si, la persona que ahora se que me gusta, es… una chica. Sonara raro y esa podría ser una de las
razones para hacerme dudar, pero eso no me importa en absoluto ahí algo mas a lo que si le temo.
Y sobre todo lo demás amo su actitud en especial, tan linda, tan fuerte, tan decidida, es valiente,
inteligente, gentil, carismática, además de que es muy hermosa, todo lo hace bien, perfectamente,
es como una princesa, o mas que eso. Yo ahora se lo que siento por ella, no me importa lo que
digan los demás, lo primero que hare será ir a buscarte, decirte lo que yo siento, ya lo había estado
pensando y soy una terca que no quería aceptar lo que sentía.
Ahora que acepto que me gustas, siento como una presión se libera de mi pecho, ya no hay mas
confusión, o no mucha, pero ahora tengo mi mente bien fija en un solo objetivo, le diré que me
gusta a…
Las campanas del reloj comienzan a sonar, ha llegado por fin el año nuevo.
-Feliz año nuevo, Chikane-chan- sonrió mientras mis ojos de color amatista dejan salir unas cuantas
lágrimas.
Abrazo un pequeño peluche de jirafa de color morado, que esta a mi lado sobre mi cama.
Lo miro fijamente pero obviamente jamás obtendré una respuesta de el porque es solo un muñeco,
pero es uno especial.
Tomo de nuevo mi diario con cuidado planeo escribir solo algo mas.
Apenas han pasado unos cuantos minutos de este nuevo año y yo, bueno ya me he dado cuenta, me
gusta Himemiya Chikane-chan, aun faltan algunos días para volverle a ver.
Este sentimiento solo se hará mas fuerte en este tiempo, pero podre esperar yo se que puedo
hacerlo, y en el momento en que este frente a mi se lo diré.
-que hermosa luna hay hoy- en efecto la luna luce hermosa esta completamente llena y resplandece
dejando su brillo en la oscuridad de la noche, iluminando cualquier parte donde traten de esconderse
las sombras.
-Casi lo olvido-corro hacia mi tocador y abro un pequeño cofrecito de madera con adornos dorados,
y saco uno de mis mayores tesoros, un collar con una pequeña concha rosada-hoy es un buen día
para comenzarlo a usar-
¿Que es lo que le puedo decir, después de todo este tiempo? No puedo llegar y decirle que me
gusta tengo que buscar el momento preciso para hacerlo, el lugar, y cuando todo este listo podre
confesarle mis sentimientos.
Pero… si no duermo un poco hoy, no podre hacerlo, debo tratar de calmarme y pensar las cosas
fríamente, ya mañana será otro día, bueno hoy ya es mañana, pero no importa se que podre
hacerlo.
-uuaahh-bostezo mientras escribo en mi diario, sentada en mi gran cama, con mi jirafa de peluche
entre las piernas- voy a dormir-
Dejo mi pequeño diario en mi mesita de noche y me recuesto en mi cama tapándome con las cobijas
moradas, lentamente me voy quedando dormida, con la visión de esa princesa de cabello azul en mi
cabeza
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Un pequeño zumbido se hace presente en mi oído, lentamente se va a haciendo mas agudo y
comienza a cobrar la forma de una melodía, la cual termina por despertarme-¡ohh no… llegare tarde
al instituto!-me levanto rápidamente de la cama y comienzo a desvestirme para ponerme el
uniforme
-Estoy lista-sonrió al mirarme en el espejo, mi cabello rubio tan brillante como el sol cae como
cascada por mi cuerpo llegando hasta mi espalda baja, mis ojos que brillan con intensidad, mi piel
bronceada que se conjuga perfectamente con mi cabello, y mi uniforme escolar, de camisa blanca
manga larga, con detalles en negro, como las mangas y el cuello, corbata azul rey, la camisa interior
es azul marina, falda negra y mayas azul marinas.
-Debería ponerle algo más a mi cabello-ato un pequeño listón morado casi al final de mi cabello.
Me dispongo a salir de casa después de haber desayunado, papá y mamá ya se han ido a trabajar y
mi hermana seguro esta en la universidad, así que estuve sola y de seguro estaré también sola
cuando regrese, no es que sea nuevo para mi, normalmente nunca hay nadie en casa.
-Bueno parece que no es tan tarde como creía- con la mirada baja saco mi celular de color morado y
miro la hora aun hay bastante tiempo no hay necesidad de prisas.
En el camino tengo una gran oportunidad de reflexionar acerca de lo que pienso hacer, será bueno
decírselo hoy o no.
-Chikane-chan, es muy linda y comprensiva… seguro ella entenderá mis sentimientos- observo
como los pájaros revolotean por ahí.
-Estoy muy bien, lista para un nuevo semestre, ¿y tú? Al parecer estas muy contenta-
-Oh vamos Himeko-chan, solo mírate se te nota en la cara, en tu gran sonrisa de boba y tus ojos
brillantes- despeina un poco mi cabello y me mira pícaramente con sus azules ojos– ¿no es así?-
hablándome al oído, con su mano comienza a acariciar mi largo cabello rubio- ¿le conozco?
-Esta bien, esta bien- hace un pucherito- pero mirate, estas tan sonrojada- con su mano aprieta una
de mis mejillas.
Con cada nuevo paso que doy, estoy cada vez mas cerca de encontrarme con Chikane-chan, mi
corazón late agitadamente de solo pensar en verla, la conversación con mi pelinegra amiga solo
hace mas rápida la llegada al instituto, lentamente veo mas y mas chicas con nuestro mismo
uniforme además de muchos chicos también, soy tan distraída que ni siquiera me doy cuenta de que
ya estoy en el salón de clases, junto a mi amiga busco un buen lugar para sentarnos y miramos al
resto de nuestros compañeros.
-Mira hay chicos muy guapos y chicas muy lindas también- Hazuki sonríe al ver a tantas caras
nuevas.
Y bueno tal vez a ella le gusten las caras nuevas pero a mi me gustaría permanecer con mis amigos
como siempre, aun no estoy segura de que clase de chicos y chicas estarán en este salón de clases.
-¿Kurusugawa-san?- una voz familiar me llama desde la puerta- eres tu Himeko- dice después de
correar hacia mi.
-no creí que pudiéramos ser compañeros de nuevo, esto será genial- aun me abraza con fuerza.
En ese momento algo capta mi atención en la puerta esta parada una hermosa chica, con su cabello
oscuro como la noche misma, con piel nívea, la sonrisa de un ángel y unos ojos tan azules y
hermosos como el mar.
Es increíble que este en mi salón, ahora todo para mi será mucho mas fácil, con ella aquí podre
acercármele y al pasar un poco de tiempo con ella le podre confesar mis sentimientos.
-aah lo siento Himeko, esto no volverá a ocurrir lo prometo- este chico siempre promete tantas
cosas, podría pensar que esta enamorado de mi, pero el solo es un buen amigo.
Comienza a mirar el sol naciente detrás de los grandes edificios. Se gira para mirarnos un poco, sus
zafiros se clavan solo en mí, después de haber visto solo un poco a mis dos amigos.
No puedo creer que en verdad, ella sea quien esta hablándome, tal vez yo pueda decirle lo que
siento, no… yo lo hare. Sonrió de igual forma a la hermosa peliazul.
Segundo Sentimiento
By Lemurkev
Crueldad: Mentir es lo más Divertido
Un leve sonrojo se hace presente en mis mejillas, la cual queda totalmente visible y expuesta ante la
expectante mirada de la peliazul, ¿sabrá que ella es la razón de la ruborización en mis mejillas?
-Gokigenyou… Chikane-chan- sonrió llena de alegría por la forma en la que la linda peliazul me
mira y me sonríe.
-¿Chikane-chan?, valla que irrespetuosa eres Kurusugawa-san- lleva un dedo a mis labios
sonriendo- mira esto- me da la espalda y da un saludo generalizado a todos los alumnos de nuestra
clase.
-Gokigenyou Miya-sama- todos y todas saludaron con reverencia incluida a la peliazul, como si
unos plebeyos saludaran a su hermosa princesa, una chica que brilla con luz propia, como la luna en
medio de la oscuridad de la noche.
-Vez Kurusugawa-san, todos ellos han sido muy respetuosos, ¿no lo crees?- sonríe nuevamente pero
esta vez un poco mas fría, se gira y se sienta delicadamente en su pupitre y mira por la ventana la
escarcha que cae.
-Si Miya-sama- digo esto quedadamente me siento como una tonta, y estoy totalmente apenada, he
hecho el ridículo frente a todos, y el sonrojo en mis mejillas prevalece pero ahora es de vergüenza
de lo que hice.
Las clases comenzaron de esa manera tan humillante para mí. Pero, no por eso me daré por vencida,
no… mis aspiraciones son mucho mas altas, no estoy jugando con este sentimiento, yo realmente la
amo, y quiero estar junto a ella.
Y sobre su actitud, ella se ha portado muy bien, lo ultimo de seguro solo lo dijo, porque no quiere
que otras personas le llamen Chikane-chan, si de seguro eso es, a sido amable, además de que ella
es linda y gentil.
A veces puedo jurar que siento su mirada sobre mí, y eso me hace sentir tantas cosas en mi interior,
lo hace, ¿porque me quiere o porque me odia? Le llamo la atención o esta solo comprobando que mi
forma de vestir sea adecuada, y cada vez que volteo a verla como una niña esperanzada, ella
simplemente no esta mirando hacia mí, pero de nuevo puedo sentir su mirada posada en mi persona.
Esta vez, giro la cabeza decidida, y en efecto la peliazul esta mirándome intensamente con sus
azules ojos; al ver mi cara de sorpresa sonríe.
-¿Pasa algo Kurusugawa-san?- actúa amablemente, es como imaginaba, ella no quiere que todos la
llamen Chikane-chan, por eso me corrigió, esta claro que soy una tonta siempre dejo correr mi
imaginación y pienso en cosas que no son.
-Umm no, no pasa nada Chi… Miya-sama, yo solo estoy un poco cansada y descanso la mirada-
sonrió apenada porque tartamudeo al hablarle a esa chica de piel nívea.
-Bien entonces esta todo en orden- se reacomoda en su lugar sin decir nada mas.
Con el paso del tiempo trato de pensar en algo interesante de que poder hablar con ella, o una forma
de acercarme más a ella, pero todos mis esfuerzos parecen en vano y mi mente se cicla.
Los profesores, entran y se van, pasan rápido como las horas de clase, y el fuera en cielo, el sol
avanza. Lo único que he podido hacer en este tiempo, es plasmar la imagen de mi amada, en mi
cuaderno de sketch y sorprendentemente no es solo similar a Chikane, si no que es idéntica incluso
sus ojos son iguales, con ese hermoso brillo.
Estamos en la hora del almuerzo y la mayoría de mis compañeros ya han salido del salón, en busca
de algún buen lugar para estar con sus amigos y comer de sus obentos, yo prefiero quedarme dentro
del salón de clases.
Unas manos llegan a mis hombros y comienzan a acariciarlos con cuidado y lentitud.
-Bonito dibujo, ¿Quién es?- la peliazul que esta parada a mi lado, deja de sobar mis delicados
hombros y pasa a acariciar mi rubio cabello.
-Yo pues bueno… ella es- no puedo terminar, gracias a que la ojiazul me interrumpe.
-¿Debe ser alguna personaje de un manga verdad?- sonríe intensamente- si creo que la he visto por
ahí, pero bueno yo no se nada de manga, pero esta muy linda, Kurusugawa-san, me gustan tus
dibujos, ahora lo haces mejor que antes…- al terminar de decir eso, Chikane se aleja con la piel
pálida, ella tiene la piel muy blanca, pero ahora se ve aún más.
-Espera un momento, por favor Miya-sama- comienzo a correr detrás de la peliazul hasta alcanzarla
en el pasillo- por favor…-
-¿Qué pasa Kurusugawa-san?- me mira seriamente, pero con una ligera sonrisa al verme.
-Lo siento, será en otro momento, necesito arreglar unos asuntos del consejo estudiantil- se gira un
poco, pero aun me mira.
-Pero… esta bien, no te quitaré más tiempo- al decir esto me sonríe y se despide haciendo un
ademan con su mano.
Porque tiene que ser así, yo enserio necesito un momento con ella, para poder hablar, no importa si
no es confesármele en este momento, al menos me gustaría charlar de algo interesante
-¿Ella te estaba molestando, Himeko?- una voz conocida suena en mi oído, y después los brazos del
joven me abrazan fuertemente contra su cuerpo.
-Ummm…- giro un poco la cabeza para encontrar el serio rostro de Oogami-kun- no ella solo se
despedía tenia unos asuntos del consejo que arreglar-
-Si ella llega a molestarte, solo tienes que decírmelo Himeko- sus manos comenzaron a acariciar mi
vientre y mis caderas- ella es bastante rara y hostil, y yo no dudare en protegerte… de quien sea.
-No, no es así- él no lo ve pero mi ceño esta fruncido, no me gusto para nada la forma en la que la
etiqueto, a pesar de todo eso aún no rompo su abrazo, para muchos podría parecer que somos
pareja, pero solo es mi amigo de la infancia.
-Pues tengo muchos amigos, que estuvieron con ella el último año, dijeron que era muy agresiva,
amargada, hipócrita y cínica y que solo esta interesada en si misma- termina de decir eso y me lleno
de rabia, puedo sentir como aspira el aroma que despide mi cabello.
-Ni siquiera la conoces, Oogami-kun, ni tu ni nadie mas, todas esas cosas son solo mentiras- me
separo del chico mirándolo con el ceño fruncido.
A los pocos segundos de a verlo hecho me doy cuenta y le pido disculpas muy apenada al chico.
-No, no pasa nada Himeko, creo que me lo merecía- besa mi mejilla y se comienza a alejar- no te
molestes, nos vemos mañana-
-No es verdad…. Tú no eres así- digo eso cuando su imagen ronda por mi mente a cada instante, y
lo repito una y otra vez, para convencerme de algo de lo que estoy plenamente segura.
Pero y… ¿si fuese verdad lo que dice Oogami-kun? Ya no sabría que haría o que pensar. No yo
estoy bien segura de quien es Himemiya Chikane.
-Ella es…
…Alguien muy fácil de engañar- una media sonrisa se forma en mi níveo rostro mientras camino
por los corredores del instituto-Kurusugawa-san eres una tonta…-
Mentir para mi nunca ha sido un problema, me ayuda a salir de varias situaciones estúpidas, que no
me traen ningún beneficio, solo están ahí para molestar… como la ultima.
La mayoría de las personas siempre me creen, bueno y como no, con solo ver a la magnifica ¨Miya-
sama¨ ya se sienten en el cielo, y como no. Si todos sucumben ante mi encanto, chicos, chicas
incluso maestros y mayores, pueden caer ante mí.
Pero no me gusta llamarlo mentir. El ser humano siempre ha estado destinado a fingir, también se
puede decir que toda mi vida es una actuación, siempre he pretendido ser quien soy, alguien amable
y dulce, o alguien seria y fría, todas las personas tienen una forma de engañarles.
Incluso con Kurusugawa-san estoy actuando, pretendiendo ser quien ella quiere que sea, es una
tonta si no sabe que ya me he dado cuenta de lo que esta buscando.
-Ilusa…- acomodo un poco mí azulado cabello- pero será un juego muy divertido-
Mientras camino sin rumbo por los corredores del instituto la gente me saluda, y al llegar a una
parte mas solitaria siento como unos brazos me retienen y no me dejan avanzar.
-Hola, Chikane… mi amor- al girar un poco la cabeza, puedo darme cuenta que se trata de una niña
de cabello morado, y ojos color miel- te he extrañado mucho, todo este tiempo- sus manos acarician
mi vientre con delicadeza.
-Aah… buenos días- me giro lentamente quedando frente a ella para mirar sus ojos, esos ojos
inocentes que me miran con algo más que cariño… Amor- Mitsuki, como estas-
-Excelente, Chikane… solo con verte, mi día se hace el mejor de todos- se aferra a mi cuerpo
fuertemente, como si no quisiera alejarse nunca de mí- ¿no se te olvida algo?-
-Ummm no recuerdo ¿qué es?- (le miro con mis zafiros fijamente)
-No me has dado mi beso de buenos días, Chikane hoy estas un poco distraída- hace un pequeño
puchero, debo admitir, se ve hermosa.
-Si tienes razón… - me acerco a ella tomando su barbilla, lentamente mis labios se van pegando a
los suyos, hasta que se unen completamente en un pasional beso, no conforme con esto, comienzo a
introducir mi húmeda lengua en su cavidad explorándola, cierra sus ojos y deja su cuerpo flojo, a mi
merced, para poder hacer lo que yo quiera con el, a mi antojo.
Intensifico el beso, al abrazar a la chica por las caderas y pegarla a mi cuerpo, lentamente mis
expertas manos consiguen infiltrarse bajo la ropa y comienzo a tocar la tersa piel del torso de la
chica, sus mejillas se sonrojan instantáneamente.
-nnn…- un leve sonido se le escapa de la boca, pero es ahogado por mis labios que no paran de
besarla, lentamente consigo llevar mis manos hasta sus pechos acariciándolos sobre el sujetador-
Chikane…- me detengo cuando la chica dice mi nombre, este no es el momento para dejarse llevar,
nuestros labios ya han roto el beso.
Le sonrió llena de falso cariño, así es… Mitsuki es también una carta en mi juego, incluso frente a
ella sigo fingiendo, y ¿por que no? Incluso frente a mis padres soy otra. No es bueno mostrar quien
eres, la gente es demasiado crédula al creer que de verdad me interesan, para mi solo importa una
persona, yo misma-Te quiero Chikane- me dice mirándome muy sonriente, con delicadeza se abraza
de mi brazo, mientras caminamos juntas, es como si no quisiera dejarme ir.
-Si yo lo sé- sonrió elegantemente para complacerla- Mitsuki, discúlpame… pero tengo que volver
a clases- realmente no tenía la intención de toparme con ella este día, resulta muy empalagoso estar
junto a ella.
-Aahh… no es justo Chikane- hace un puchero abrazándome mas fuerte, ojala y no empiece con su
numerito otra vez, me tiene harta que sea tan empalagosa- esta bien Chikane, te extrañare-
El dejar en su mente mi imagen, mi esencia en su piel y ropa y sus labios con ganas de más de mi y
de mis besos; es vital, tiene que extrañarme, pensar en mí a cada momento hasta que nos volvamos
a ver.
Regreso caminando elegantemente hasta mi salón de clases, aun faltan algunos minutos para que
almuerzo termine, así que regreso al salón de clases; el cual esta prácticamente vacio excepto, por
una persona.
Ahí esta, esa niña de rubios cabellos, tan sola… mirando perdidamente al cielo, como si estuviera
buscando la respuesta a algo, seguro le gustara verme, sonreirá entusiasmada y dirá ¨Chikane-chan
hola¨. Es hora de jugar con mi victima preferida.
-Himeko hola- al llegar a su lado la abrazo por la espalda sorprendiéndola, cuando voltea y me ve
sus ojos de color amatista se abren por la sorpresa.
-¡Chikane-chan! Digo… Miya-sama- debo admitir que sus mejillas sonrojadas la hacen lucir
realmente linda. Pero yo no caeré ante sus encantos, ella es mi presa y yo la cazadora.
-Chikane-chan, esta bien- le sonrió gentilmente, si quiero lastimarla desde adentro, tengo que estar
aun más cerca de ella, pero en este momento ya piensa en que soy el más hermoso de los ángeles…
tonta si supiese que soy el peor de los demonios.
En sus ojos puedo ver como el temor y la vergüenza se hacen presentes, seguro quiere decirme algo,
y cree que lo esconde, cuando se le nota a kilómetros.
¿Sera acaso que me dirá ya que me ama? Seria divertirlo verlo, pero quiero jugar mas…
-Puedes contármelo Himeko, lo que sea- digo tomando su mano para que confié en mí.
Dilo ya Himeko, dime que me amas, para romper una a una tus ilusiones, la perspectiva que tienes
de mi, regocijarme con tus lagrimas y llanto, y sobre todo tu dolor…
-Quisieras… salir conmigo este fin de semana, tu sabes… Salir a pasear, platicar un poco como
amigas- me mira nerviosa con sus mejillas encendidas mientras yo reorganizo mis ideas en la
mente.
-Ummm… yo no lo se Himeko- digo haciéndome la difícil, no aceptare así como así quiero me lo
pida especialmente.
-Por favor Chikane-chan… hace tanto que no pasamos tiempo juntas- eso nunca fue mi culpa,
nunca estuvo en mis manos.
Sus ojos tristes ante mis negaciones con el rostro, me dan lastima y termino accediendo, y quien
sabe quizás sea una buena idea, si acepto salir con ella quizás exista una buena forma de burlarme
de ella y divertirme a un mas. Ya pasadas unas horas hablamos antes de irnos a nuestros respectivos
hogares.
-Bien… entonces será el fin de semana, otro día definimos la hora- le dijo de forma neutral mientras
ella sonríe embobada al verme.
-Si, Chikane-chan-
-Adios Himeko- me acerco a ella seductoramente mis labios se acercan a su rostro para besarla,
quiero dejar la duda en ella, y mi imagen, que no deje de pensar en mi en ningún momento, pero
tampoco quiero entregármele aun, no aun quiero jugar mas. Por eso, un beso en la comisura de los
labios es perfecto para eso… no me olvidara.
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23 de enero 12:30 pm
El resto de la semana, paso sin ningún inconveniente, puedo decir que me he acercado mucho mas
a Chikane-chan, pero no hemos salido de las conversaciones comunes y corrientes, no he ido mas
allá, pues debo admitir que me da un poco de miedo equivocarme.
Ahh… ella siempre amable, educada y linda, Chikane-chan siempre ha sido así, pero hay algo
diferente en ella, no se que es, pero sin dudas hay algo.
Pero a quien le importa eso, hoy es el gran día, hoy tendré una cita con Chikane-chan, no puedo
esperar para verla, y quien sabe, quizás este sea el día en el que le confiese lo que siento en mi
interior.
Tengo que estar hermosa para Chikane-chan, quiero sentirme bien conmigo misma al estar frente
a ella. Y creo que lo he conseguido.
Mi cabello liso, ahora esta ligeramente ondulado, por la ocasión especial, he dejado mi moño de
lado, llevo un ligero blusón de color morado, con un hermoso cinturón de color plata, unas mallas
negras y unos zapatitos negros con moñitos como adorno, tal vez demasiado aniñados pero me
gustan.
-Estoy lista- sonrió dándome una ultima mirada en el espejo, no es por presumir pero realmente me
veo muy linda, espero que Chikane-chan este feliz al verme, deseo… que lo este.
-Me voy mama- salgo rápido no quiero que me llenen de sermones y preguntas, no ahora tengo que
llegar puntual.
El camino es realmente solitario y largo, pero no importa la distancia pues traerá una recompensa, la
más grande de todas, el poder estar con Chikane-chan, y además de todo será en un lugar muy
especial y romántico, es un restaurant que esta sobre una montaña y se ve toda la ciudad desde ahí.
Al llegar puedo apreciar lo hermoso de la ciudad desde esta altura, Chikane-chan aun no ha llegado
bueno, de seguro es porque esta un poco ocupada, después de todo yo he llegado muy temprano,
apenas son la 1:45 pm.
Pero los minutos pasan y pasan, y la chica de nívea piel aun no aparece… en mi cabeza solo rondan
preguntas, de ¿Por qué? ¿Estará todo bien? Y más importante, ¿vendrá?
-2:30...-miro mi reloj un poco triste-¿donde estas Chikane-chan?- una lagrima cae por mi mejilla.
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Estúpidos escalones… Himeko eligió el peor lugar para vernos, solo acepte porque este día tengo
ganas de jugar con ella, con sus deseos e ilusiones, seguro será divertido.
-Himeko gokygenyou- saludo cuando por fin llego a la cima, en cuanto me ve su cara se ilumina, y
sonríe como una boba.
Y como no hacerlo… verme a mi es como ver a la luna, la luna tan hermosa y brillante, siempre ha
sido el anhelo del ser humano, el poder llegar hasta ella, brillante, llena de pureza y serenidad, pero
nadie llega a estar a su altura.
-Himeko… mira ahí alguien a quien quiero que conozcas- sonrió amablemente- ella es mi…
Fin capitulo 2
Tercer Sentimiento
Envidia: El odio y el desprecio, hacen al mundo Girar
…Mi novia, Mitsuki- sonríe para luego dar paso a un ligero beso en los labios de la sonrojada
pelimorada.
No puede ser cierto…. No puede ser que Chikane-chan tenga una novia, Chikane-chan no estaría
con cualquier persona, nunca había sabido nada de ella, seguro es solo una aprovechada que quiere
la fama y el dinero de Chikane.
-Emm… hola yo soy Kurusugawa Himeko- no puedo creer que haya alguien mas aquí, era mi cita
con Chikane-chan, el día especial que tenia esperando desde hace un tiempo, no es justo que esta
tonta… venga a arruinarlo, y lo peor que este con Chikane-chan.
-Un gusto Himeko-chan, espero que podamos ser grandes amigas, Chikane-chan me ha contado
tanto de ti- sonríe mientras camina abrazada de Chikane.
-Aahh… si- sonrió hipócritamente, todavía cree que podemos ser amigas… por favor.
Chikane ayuda a sentarse a Mitsuki, acomodándole la silla para que esta no tenga que moverse.
-Gracias Chikane- sonríe esta intrusa mientras la peliazul acaricia su cabello y la mira con amor.
Le ha dicho princesita… no puedo creerlo, porque tubo que pasarme esto a mi. ¿Que fue lo que vio
Chikane en ella? ¿Que tiene de especial?... solo es una niña tonta que sonríe por todo lo que
Chikane hace.
-Yo quería decirle algo importante…-Literalmente las palabras se escapan de mis labios
escuchándose en toda la mesa, Mitsuki me mira con duda y Chikane sonríe grácilmente como
siempre.
-¿Dijiste algo Himeko?- pregunta con interés, si ella no tiene nada la culpa de esta situación…
siempre tan linda y gentil, no es raro que todo el mundo quiera estar con ella, realmente lo
comprendo ella no es una persona que merezca estar sola. Es tan hermosa y linda, es como la
brillante luna que ilumina las mas oscuras noches, no importa como lo haga Chikane-chan siempre
lo hace todo perfectamente.
-Ahh no… no es nada, porque no pedimos algo de comer- sonrió a ambas claro que es hipócrita mi
sonrisa y mas fría hacia la pelimorada.
-Pediré solo si Chikane-chan quiere- sonríe tomando la mano de Chikane sobre la mesa, con su otra
mano acaricia el hermoso cabello azul de Chikane… es una maldita suertuda.
-Entonces pidamos- sonrio besando la mano de esa cualquiera… ¿porque haces esto Chikane-chan?
¿Porque?...
-No tienes porque estar tan seria Himeko-chan. ¿Qué quieres de comer? No seas tímida y hablemos,
yo se que no eres aburrida- me dice esto sonriendo y toma mi mano, mi primer pensamiento es
querer quitar mi mano pero eso seria bastante descortés, pero aun así… que se piensa, seguro sonríe
porque se esta burlando de mi, por estar con Chikane… por mi dolor.
Ni crea que se va a salir con la suya, voy a sacarla del camino y me quedare con Chikane-chan.
Porque… ella me pertenece a mí no importa desde donde la veas… así la tenga que atropellar un
auto, que se caiga de un puente, que un lémur rabioso la muerda en el zoológico ella no estará mas
con Chikane.
Y si todo eso no pasa… yo misma me encargare de ella, no tengo idea de cómo o cuando pero yo
me encargare de que no este con Chikane, de verla llorar, sufrir que sienta el mismo dolor que estoy
sintiendo ahora, si abrazare a mi Chikane-chan y la besare todo frente a ella… y así veremos si le
gusta que se burlen de ti.
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-Ya has pensado en algo Himeko?- digo sonriéndole delicada y amablemente a la rubia, al parecer
mi plan marcha a la perfección, puedo ver por su seriedad que no entiende lo que esta pasando y de
seguro esta pensando en tantas formas quitar a Mitsuki de su camino.
-¿Cuanto tiempo… llevan ustedes dos juntas?- juega con sus dedos de seguro por el nerviosismo,
esta pregunta era obvia que la iba a hacer, la pobre tiene esperanzas.
-Bien, Mitsuki y yo llevamos 4 meses juntas ¿verdad amor?- finjo felicidad al voltear a ver a mi
¨novia¨ que la verdad me cansa tanto, valla que solo me sirve para liberar la frustración, ella no esta
mintiendo, ella es igual a Himeko otra tonta con esperanza, pero igual me sirve para mis metas- Los
mas felices de mi vida- seguro que matare a Himeko con esto.
-Lo mejor de mi vida es estar junto a ti- acurruca su cabeza en mi hombro sonriendo, mientras yo
miro los gestos de la rubia, seguro esta destrozada por dentro.
-Ya entiendo- baja un poco la cabeza y como no el dolor en ella es evidente, su amada Chikane-
chan esta con alguien que no es ella, pero no me basta solo con esto… jugare mucho mas con sus
sentimientos.
Ni siquiera los griegos, que fueron genios para escribir las obras mas trágicas, se comparan
conmigo porque yo hare de la vida de Kurusugawa Himeko la obra mas trágica de la historia del ser
humano. Pobre Himeko ni siquiera se espera que esta dulce y tierna chica… sea el peor de los
demonios.
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Awww todo esto ha sido tan lindo y entretenido en esta reunión la comida estuvo deliciosa, además
de que Himeko es una niña muy linda y simpática, tiene una hermosa sonrisa y voz, brilla como un
sol, no me sorprende que Chikane-chan hablase tan bien de ella, después de todo son grandes
amigas, Chikane-chan es tan noble que esta para todas las personas que quieran su amistad, es por
eso que la amo tanto.
Además hace un tiempo que no he podido estar tanto con Chikane, tal vez de esto podamos hacer
algo más las dos solas, pero valla Himeko me preocupa un poco esta tan callada, debería de hablar
muy feliz, ya que esta con su amiga.
-Himeko-chan, te noto seria ¿pasa algo?- pregunto a la rubia que se ve bastante decaída, la verdad
no entiendo el porque, jajá, pero bueno es bueno hacerle la pregunta, si no pensara que soy una
mala persona.
-Nop, no es así Mitsuki, es solo que bueno yo estoy un poco cansada, no he podido dormir muy
bien últimamente, y hoy me desperté muy temprano- sonríe después de haber dado su respuesta
moviendo sus manos muy cómicamente, valla chica.
-Deberías dormir más Himeko- aaah cada vez que mi princesa habla mi corazón palpita mucho, y se
acelera, es tan hermosa y perfecta, además esta siempre para las personas que la necesitamos,
Chikane es toda un princesa enviada por la luna. Tanta elegancia en una chica, tanta clase, e
inteligencia, hermosura, serenidad, Chikane-chan es todo eso y mucho mas.
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Ya no puedo soportar mas esto, como ocultar este maldito dolor… la persona que amo esta tan feliz
con alguien mas, ni siquiera le importa que yo este aquí, aunque hay una frase que dice ¨no coman
pan enfrente de los pobres¨ pero seguro no le importa, porque esta con la persona que quiere.
Lo único que puedo pensar es en irme, quiero irme correr lejos y no voltear atrás, pero mas que
todo. Quiero llorar, pero no puedo llorar aquí frente a Chikane, y mucho menos frente a la tonta de
Mitsuki, no le daré esa satisfacción.
Tampoco hay forma de que pueda decirle a Chikane que la quiero, seria un bobo error, lo único que
puedo hacer es esperar a que termine con Mitsuki, porque conozco a Chikane, protegerá lo que tiene
no dejara que nada externo a ellas las separe, así que no puedo separarlas yo.
-¿Estas bien realmente Himeko?- Chikane se sentó a mi lado y esta acomodando mi cabello- no
luces muy bien enserio- su nívea mano baja a mis mejillas apretándolas un poco con delicadeza.
-Si Chikane-chan… estoy bien enserio- me sonrojo por la cercanía entre las 2 por su caricia, que
aunque mínima, para mi es como el toque divino de un ángel- pero yo… sabes tengo que regresar
temprano a casa- miento aunque realmente deseo estar con ella, no quiero verla con alguien mas.
-Ya veo- la peliazul baja la cabeza cuando le digo eso- es una lastima Himeko, ya pasaremos mas
tiempo juntas después.
-Lo siento Chikane-chan, Mitsuki- me levanto y camino lentamente hacia las escaleras, si estoy
dudando en irme o no, quisiera quedarme con Chikane-chan… pero solo con ella.
-Cuídate Himeko- cuando Chikane dice esto no puedo evitar llorar de toda la impotencia y dolor
que siento así que me apresuro a irme de ahí, con lagrimas de dolor y de… envidia.
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Pobrecita de Himeko seguro va a su casa con su corazoncito roto, llorando a mares, molesta porque
no esta conmigo. Tiene que aprender que la vida no es fácil, que nada es justo, que para ser
realmente felices tenemos que sufrir… que cualquiera te puede romper el corazón…
-Chikane-chan, tu estas igual que Himeko, estas muy seria, ¿que tanto piensas?- había olvidado por
completo a Mitsuki, también tengo que encontrar una forma de deshacerme de ella.
-Ah no es nada no te preocupes- camino hacia ella tomándola del mentón para besarla con mucha
pasión, ojala y esto la calle.
Pero Himeko… esto apenas empieza, tu infierno llamado Himemiya Chikane aun no quiere dejarte
ir, tú vas a sufrir… como nadie.
Sentirás tanto dolor que lo más que desearas será morir para poder escapar de mí, seguro no querrás
volver a verme nunca mas, me odiaras con todo tu corazón… y no me importa.
Seguro, también trataras de borrar mis recuerdos a como de lugar… pero no lo conseguirás, nadie lo
consigue, ni siquiera yo podría.
Pero ya no podía seguir ahí. Mis gritos y sollozos se pueden escuchar por toda la casa, es la única
forma en la que puedo pensar de poder desahogarme, es la única de todas las que puedo pensar en la
que no incluye la muerte de alguien o la mía...
-¡No es justo… no es justo!- repito una y otra vez contra mi almohada, empapada ya por tantas
lagrimas que he derramado, trato de
convencerme de mi realidad, de que no es mi culpa… y de que odio al causante de todo esto.
-¡La odio!- Limpio mis lagrimas con pesar después de gritar eso y muchas mas cosas.
Pero, realmente ¿a quien va centrado mi odio? Aunque este con alguien mas, aunque este feliz por
estar con ese alguien y no conmigo… Chikane-chan no es la persona que oído, porque… la amo, la
amo con todo lo que soy.
Entonces es a Mitsuki, por tener a mi Chikane, por amarla, por poder besarla, por estar entre sus
brazos… porque se burla de mí con sus sonrisas y sus actos. Por hacerla feliz y estar a cada
momento a su lado.
¿Por tener algo que yo no? ¿Esa es la razón de mi odio contra ella?
No esa no puede ser la respuesta pero si no son ellas a quienes odio… tampoco es el resto del
mundo, solo hay un culpable.
Soy yo… yo soy a esa persona que tanto odio. Esa persona a la que desearía desgarrar y todo por la
simple y sencilla razón de que toda mi vida he sido una cobarde. Una cobarde que teme decir si algo
le gusta o no, que se conforma con algo sin apreciarlo realmente.
Porque temo echarlo a perder todo, porque nunca he podido disfrutar al máximo lo que tengo. Y
más importante. Porque nunca acepte lo que sentía por Chikane-chan.
-¿Porque…?- las lagrimas siguen saliendo de mis ojos sin que pueda evitarlo, aunque no quiera
llorar el liquido sigue saliendo por si solo.
-¡Tonta… tonta, tonta!- me reprendo contra mi almohada- siempre has sido toda una tonta Himeko-
mis gritos se ahogan.
-Ahora tienes a alguien que te hace muy feliz, ¿verdad Chikane-chan?- me levanto como un zombi,
sin brillo en los ojos, con lagrimas aun cayendo por mis mejillas y con pasos lentos y torpes,
camino a donde esta mi diario.
Las lágrimas empapan la hoja en la que voy a comenzar a escribir, débilmente tomo una pluma y
comienzo a escribir lo que siento en el corazón, y que mejor lugar que en mi diario, aquel que
siempre a sido mi confidente, a quien no temo decirle lo que siento, aquí nadie lo vera y me
criticara o se reirá de mi.
23 de enero 8:30 pm
Cuando comencé a escribir en estas hojas, hablaba sobre cosas tan comunes, cosas tontas y sin
sentido, que la verdad carecían de importancia e indignas de recordar, y también; muchas cosas
felices que mas que nunca añoro ahora.
Desde aquel día todo se ha tornado tan gris, sin vida, sin ilusiones, todo un camino oscuro y que
parece no tener salida.
Pero... esto no es mas que mi culpa, no es que las cosas sucedan porque si, si no porque las
personas mismas las causamos, y yo cave mi propia tumba ya hace mucho, y ahora solo puedo
sentir celos de Mitsuki.
Ahora Chikane-chan esta muy feliz, le gusta la compañía de Mitsuki y no necesita a nadie más
cuando esta con ella.
No hay forma de que yo pueda cambiar eso, no puedo separarla de la persona que la hace feliz. Lo
único que puedo hacer… es admirarla desde lejos, caminar siempre detrás de ella, soñar con algún
día estar con ella, amarla desde las sombras… sonreír porque ella sonríe. Y esperar.
Jamás imagine que esto pudiese pasar, jamás pensé que pudiese amar a alguien mas. Pero solo
puedes ver el valor de algo, hasta que lo ves perdido… me odio por eso…
El odio y el desprecio que siento me hacen actuar sin pensar, sin verdadera intensión, comienzo a
rasguñar mis brazos con mis uñas dejando pequeñas heridas, que aunque duelen por alguna extraña
razón no me detengo, en el fondo… muy en el fondo, me hacen sentir viva.
-Nunca lo hubiese imaginado Chikane-chan…- las lagrimas se mezclan con las gotas de sangre que
hay en mis delgados brazos, duele… duele mucho.
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5 de marzo
Ha pasado tanto tiempo ya desde aquel día… prácticamente mas de un mes, y aunque ya me he
hecho a la idea de que los besos y caricias de Chikane-chan sean para otra persona, aun en el
fondo me duele y mucho.
Y aunque me he acercado a ella en el transcurso del tiempo, y hemos vuelto a intimar como
amigas, eso no parece servir de nada, cada día me doy más cuenta de que no la voy a tener para
mí… por más que me esfuerce.
-Hora de irme….- cierro mi diario y después miro a mi espejo para ver mi reflejo, veo a esa misma
niña triste de siempre, con la misma desilusión en los ojos desde ese día… tengo sueño.
Pero no quiero dormir que caso tiene, si no puedo descansar y no hablemos de soñar, porque si
llego a soñar solo puedo pensar en ti… Chikane-chan, en algo que no pasara.
Mi sufrimiento continuara hoy en clases, afortunadamente es viernes… pero, el viernes esta tan
cerca del lunes, pero el lunes esta tan lejos del martes, no hay forma de poder escapar de este cruel
destino.
Me sonrojo con solo tenerla cerca un poco, sonrió cuando ella sonríe, no soy mas que una esclava
de su amor, pero ella no se fija en mi, no soy alguien importante para ella o que le llame la
atención… no como solía serlo.
Pero jamás volverá a ser así y la culpa es toda mía, mi existencia entera siempre ha sido un gran
error.
Ya estoy en la escuela… y solo puedo esperar a que el día termine, pero en cuanto Chikane-chan
aparece mis ojos la buscan… que puedo decir… deberás la amo.
Sorpresivamente camina hacia mi, muy decidida y con una gran y hermosa sonrisa en su níveo
rostro.
-Himeko, ¿que te parece si este fin de semana hacemos algo juntas?- sonríe besando mis mejillas,
muy sonrojadas por el contacto.
Un fin de semana sola con Chikane-chan seguro es una broma… o seguro ira Mitsuki.
-Mitsuki no estará el fin de semana así que pensé que tu y yo podríamos hacer algo de amigas, ¿que
me dices?- sus ojos azules me miran penetrantes… vamos Himeko dile que si la puerta esta abierta
para ti.
El pensar que ella me esta invitando, que la luna tan inalcanzable haya bajado solo para mi.
Chikane-chan que es como una hermosa flor… y yo… no soy nada, sumida en un abismo.
Fin capitulo 3
Cuarto Sentimiento
Lastima: Ella un lirio… yo una Espina
6 Marzo
Además puede que estén a punto de romper ella y Mitsuki, si de verdad la quisiera no saldría con
nadie más, esperaría por ella.
Y sip ya lo tengo todo planeado, lo haremos todo juntas, caminaremos de la mano, subiremos a
todas las atracciones, y comeremos una rica nieve de vainilla las dos juntas, y cuando el atardecer
caiga y esos cálidos colores cubran el cielo, la abrazare como si nunca quisiera dejarla ir, y ahí en
ese romántico momento le diré… que la amo.
Que la amo mucho y que lo dejaría todo por ella, que haría lo que deseara para poder estar a su
lado. Yo se que sus caricias y besos serán para mi. Definitivamente los tendré.
-Este es perfecto- sonrió cargando un vestido de color rosado de tirantes y con un pequeño moñito
de adorno en el pecho.
Los minutos pasan rápidamente y así prácticamente estoy lista para poder irme solo me falta
ondular un poco mi rubio cabello, quiero que Chikane-chan, vea lo linda que puedo ser.
Al terminar todo eso bajo las escaleras hay un gran silencio en toda la casa, al parecer no hay nadie,
y bueno no es que me sorprenda.
-¿Papá, Mamá?- camino por la casa pero no recibo respuesta, ni siquiera por parte de mi hermana
hasta que encuentro una pequeña nota en la puerta de entrada, la cual leo detenidamente.
-Entonces… mejor me voy rápido- dejo la pequeña nota en su lugar después de leerla.
Cierro las puertas de mi casa que se queda en silencio y en plena tranquilidad, mientras yo me
apresuro a llegar a la estación del metro, para mi es vital poder llegar a tiempo y poder encontrarme
con Chikane-chan.
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-Bien… estoy aquí- por fin he llegado al parque de diversiones y mi reloj apenas marca las 12:13
así que aun falta un rato para que llegue Chikane-chan- debería ir a algún lugar donde me pueda
ver.
Al llegar a la entrada busco con mi mirada por todos los rincones y se pueden ver muchas personas,
pero ninguna mi hermosa peliazul.
-Himeko, por fin has llegado- unas finas manos blancas me abrazan por la espalda- te estuve
esperando- recarga su cabeza en mi hombro.
Chikane-chan ha estado esperándome… y ahora esta aquí, no puedo evitar sonrojarme solo con
tenerla cerca de mi, esto me da tanta pena… y la forma en la que me mira con esos hermosos ojos
azul zafiro, me siento insignificante a su lado… incluso me doy lastima.
Y es que para mi, que Chikane-chan me hubiese invitado a salir es realmente emocionante, tan
linda, tan perfecta como solo ella puede serlo, se ha fijado en mi, la torpe y despistada Himeko.
-Que bueno que llegaste estaba impaciente por verte- me sonríe soltándome, al girar puedo notar lo
hermosa que esta vestida.
Con una falda de color índigo, una hermosa camisa lila de vestir y debajo de ella una blusa morada,
y su hermoso cabello negro azulado cayendo como cascada por su espalda.
-¿Te hice esperar mucho?- pregunto preocupada, seguro la he hecho perder tiempo de mas.
-No Himeko, además nunca es mucho tiempo, para esperarte a ti- toma mi mano mientras me
sonríe- lo importante es que hayas venido, eso me hace feliz- ahora besa mi mejilla tiernamente.
-Es verdad no nos habíamos saludado bien verdad, buenos días- ríe por el descuido de ambas.
-Gracias Chikane-chan, yo también tenia muchas ganas de verte y venir aquí contigo-
delicadamente con su mano toma la mía.
-No hay de que, pero vamos Himeko, hay que divertirnos- en su otra mano lleva una gran bolsa,
¿que será lo que tiene ahí dentro?
-Sip vamos Chikane-chan- comenzamos a caminar al interior del parque ambas tomadas de la
mano, algunas personas nos miran extrañadas, pero eso no me importa y creo que a Chikane-chan
tampoco… ya que aprieta mas mi mano.
-Nee, Chikane-chan ¿que tienes en tu bolsa?- pregunto llena de curiosidad de veras quiero saber que
hay en la bolsa, ella solo sonríe.
Deberás quería saber que hay ahí adentro, pero bueno a quien le importan esas cosas, cuando
puedes estar con la persona que amas, mejor disfrutare de cada momento.
-Vamos ahí Himeko- apunta hacia donde esta la enorme montaña rusa que se alta frente a nosotras.
-Claro que no Himeko, es súper seguro además yo estaré contigo- me toma de las dos manos
sonriéndome.
-Entonces estaré bien, con Chikane-chan nada malo puede pasar- sonrió también.
-Yo te protegeré- dice y nos dirigimos a la entrada del juego.
Estoy feliz de estar aquí, deberás puedo sentir que le importo, que sabe que existo, que me quiere…
-Aquí viene la caída Himeko…- el carrito empieza descender a gran velocidad, y comenzamos a
gritar por la fuerza, aunque Chikane-chan lo hace por diversión.
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Ya ha pasado un buen rato desde que llegamos y hemos decidido por fin dejar los juegos de lado y
sentarnos a almorzar y charlar un poco. De paso también le he mostrado la sorpresa que tenia
preparada para Himeko.
-¿Te gusta Himeko?- sonrió mirando a la rubia que come alegremente de su obento.
-Si Chikane-chan esta muy rico, fue una gran idea el que hayas traído obentos- sonríe antes de
llevar un poco de onigiri a su boca, esa boca con pequeños labios rosados.
-Si verdad… bueno es que pensé que seria bueno traer comida preparada en casa- sonrió saliendo
del trance.
Flashback
-¿Ojou-sama donde esta?- la voz de mi fiel sirvienta se escucha por todos lados- ohh aquí estaba
Ojou-sama, estuve buscándola por todos lados, que hace despierta tan temprano- entra a la gran
cocina donde me encuentro.
-Oh entiendo entonces déjeme ayudarla- se acerca y trata de cortar algunos vegetales-
-¡No!- la detengo- lo siento Otoha-san, pero esto es algo que quiero hacer yo sola, es importante
para mí.
-Tomate el día libre- la miro con mis penetrantes ojos azules- por favor…-
-¿Le gustara a Himeko lo que estoy preparando?- pregunto al aire un poco perdida mirando el sol
mañanero.
Todo tiene que estar perfecto para esta cita, no puede haber nada fuera de su lugar, todo en
sincronía para Himeko.
Y bueno… el porque es muy simple. Siempre después de una gran velada y una buena comida,
siempre hay un delicioso postre.
Y el delicioso postre para este día, eres tu Himeko. Después de toda esta lastima… seguro tendré
mi recompensa.
-si tienes razón, creo que es hora de irnos- se levanta lentamente- Chikane-chan quiero decirte que
me he divertido como nunca- me levanto y ella me abraza fuertemente- gracias por invitarme.
-Pero Himeko, aun te tengo que acompañar a tu casa- correspondo el abrazo sonriéndole.
-Por supuesto Himeko, no dejaría que anduvieras sola por ahí- rompo el abrazo y la tomo de la
mano.
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Hoy a sido un día mucho mas fantástico de lo que había planeado e incluso imaginado y ahora
vamos camino a mi casa y lo mejor de todo vamos las dos juntas tomadas de la mano como una
pareja… si como una feliz pareja.
-Lo pasamos bien, ¿No es cierto?- me pregunta la peliazul con una sonrisa en su rostro.
-Si ha sido fantástico, fue muy divertido el estar contigo todo este tiempo- le sonrió, hacia mucho
que no había sonreído de esta manera.
-Que bueno que te haya gustado, mira parece que ya hemos llegado- dice cuando estamos cerca de
mi casa.
-Sip esa es mi casa- la miro con todas las luces apagadas, había olvidado algo importante.
-Si… bueno es que había olvidado que mis padres y mi hermana estarían fuera hoy y mañana, pero
bueno me quedare sola, es algo común Chikane-chan- le digo como si fuera lo mas común en mi
vida.
No puede ser que de verdad Chikane-chan se quedara conmigo a dormir, será acaso uno mas de mis
sueños… no, no puede ser esta es la realidad.
-No me molesta en absoluto Chikane-chan, si eres tu podrías quedarte todo lo que quieras-
Que cálido es estar así, también es muy reconfortante, puedo sentir su respiración y también el calor
de Himeko, se siente… muy bien.
´
Hace un tiempo que no estaba con una persona solo por el gusto de estar con ella, y es realmente
divertido.
Quizá…
-¿Que pasa Himeko?- le sonrió con dulzura mientras acaricio su rubio cabello.
-Nada solo te veías un poco perdida- me abraza mas fuerte, tiene su cabeza en mi hombro.
-Aah lo siento- miro el techo- es que me quede muy a gusto así con Himeko.
-Si eso creo- acaricia uno de mis azulados mechones- dime Chikane-chan, ¿no te gustaría estar
siempre así?
-Si Chikane-chan, tu sabes lo que quiero decir- se acerca mas a mi rostro- como antes.
No puede ser que este hablando enserio… no puede ser, y ¿porque comienzo a temblar tan
repentinamente?
-¿Acaso lo has olvidado ya? Yo nunca lo he olvidado- me sonríe con sus mejillas muy rojas.
¿¡Que le pasa!? Es frustrante que me venga con tonterías como esta, y más de la manera en la que
me lo dice, como si nada le hubiese importado, como si todo eso fuese fácil de decir, como si el
pasado no existiera… como se atreve. Me tiene lastima… y no dejare que sea de esa manera.
-Yo… yo no se- porque… porque no puedo decirle nada malo. ¿Por qué estoy dudando? Dile algo
Chikane…
-Chikane-chan yo quiero estar contigo, y yo se que tu también quieres estar conmigo- se acerca mas
aun, no puede… no crea que con su carita va a lograr que ceda.
¿Qué cree que hace, piensa que puede jugar conmigo?, ¿Qué puede utilizarme y burlarse de mi en
mi cara? No se lo voy a permitir porque… es mi presa.
Esta un poco temblorosa como yo, pero aun así sigue acercándose a mi, esta muy cerca…
Con una mano toma una de mis mejillas sonrojadas y se acerca a mis labios que están cerrados.
Cierro mis ojos cuando la noto demasiado cerca, sus pequeños labios rosados se unen a los míos en
un delicado beso.
¿Por qué lo hace? ¿Acaso es divertido para ella hacer esto? A mi me duele… y me llena de furia.
Como se ha atrevido a besarme tan descaradamente… y yo soy una tonta, no pude evitarlo… no
pude…
Y mas aun lo he disfrutado, no puede ser, se va a arrepentir…. Piensa Chikane, tienes que idearte
una forma de hacerla sufrir, le demostrare que conmigo no va a jugar.
-Chikane-chan… yo lo siento…- tiene una mano sobre su boca, con sus mejillas muy rojas, estoy
segura de que le dio pena hacerlo, pero aun así… lo hizo.
-Eres… una niña traviesa- trato de levantarme pero ella me retiene y ambas quedamos de rodillas,
prácticamente ala misma altura.
-Chikane-chan… déjame decirte lo que siento- lleva mi mano a su pecho- te amo, mucho- puedo
sentir los latidos de su corazón acelerado.
-Quiero estar contigo, y se que puedes sentir los latidos de mi corazón, esta latiendo por ti Chikane-
chan.
Tonta, ahora sale con que me ama… de verdad no tiene vergüenza, para decirme este tipo de cosas,
pero si quiere jugar yo también puedo.
-No se que pensar estoy confundida- no puedo irme ya que se aferra a mi. Todo esto es tan confuso,
siento como si me fuera a estallar la cabeza, pero no dejare que me meta en su sucio juego.
-Hare todo lo que sea para estar contigo, para poder estar como en aquellos días- lagrimas caen por
sus mejillas- lo que sea que me pidas Chikane-chan, no importa que tan difícil sea, pero por ti nada
mas importa.
La abrazo lentamente con un brazo y con mi mano derecha limpio las lagrimas de sus mejillas, ella
va a perder algo realmente preciado para ella.
-¿Harás lo que sea?- pregunto con una gran sonrisa, ella solo asiente con la cabeza.
Me acerco lentamente a su cara y beso su mejilla, lentamente subo un poco lamiéndola con mi
lengua hasta llegar a su oído.
-Entonces…- muerdo el lóbulo, emite otro pequeño gemido y sus mejillas están ruborizadas-
déjame hacerte mía…
Fin capitulo 4
Quinto Sentimiento
Esperanza: El mundo no es tan cruel como los Ves.
-Déjame hacerte mía...
Su mirada cambia a una completa de asombro, y comienza a temblar, es algo que puedo notar a
duras penas. Poso mis manos en sus hombros tratando de tranquilizarla y la miro con atención.
-Chikane-chan… eso que me pides- me gusta verla de esa manera, se ve tan inocente, bueno… lo
es.
-Si alguien mas te lo pidiera aceptarías con gusto ¿verdad?- le digo esto de forma fuerte, seguro esto
la confundirá aun mas- ¿Tanto me aborreces? ¿Acaso no te gusto ni un poco?
-No me digas que me amas, si es una mas de tus mentiras- rompo el abrazo dándole la espalda.
-De verdad te amo…- eso es lo que quiero escuchar, no sabe que pensar, seguro terminara
derrumbándose.
-Entonces déjame hacerte mía- me acerco y beso en los labios con maestria, mis manos acarician
sus finas mejillas y mis pechos rosan con los suyos.
-Yo… Chikane-chan, yo…yo soy… virgen…- cierra sus ojitos asustada, realmente es lindo verla
así.
-Eso me hace feliz, no esperaba menos, solo quiero ser una con Himeko, tu también lo quieres así
¿o no?- llevo una de mis manos a sus muslos y comienzo a acariciarla, ella se estremece por el
contacto.
-Y yo solo quiero estar contigo, tenerte a mi lado... alguien para amar- algunas lágrimas caen por
sus mejillas, las cuales limpio rápidamente.
-Tranquila, seré muy cuidadosa- la beso de nuevo, ya esta segura de que hacer, y seguro esta feliz
con esto, y yo no me voy a contener voy a disfrutar de esto al máximo.
Comienzo a mover mi lengua que ha logrado introducirse por sus labios. Juego en el interior de la
pequeña boca de Himeko, explorando con gusto cada rincón.
Ya no se resiste ni un poco, ha dejo caer sus brazos a sus costados, mientras tanto yo acaricio con
suavidad su rostro y sus dorados cabellos. Ella tímidamente trata de imitar mis movimientos con su
lengua, es tan inocente y lo hace tan torpemente que es adorable.
-Chi…Chikane-chan- llevo una de mis manos a sus pechos, mucho menores en tamaño que los
míos, sus mejillas tan rojas y su voz tan temblorosa, esto es realmente excitante.
-Himeko entonces… ¿me dejaras hacerte mía?- mi otra mano sigue subiendo por los deliciosos
muslos de esta princesa, ya logre levantar con mucha delicadeza un poco el vestido.
He llegado a una parte especial, ella no dice nada ni opone resistencia pero aun así, no la veo del
todo segura, la miro con duda, y ella solo asiente, llevo mi mano de sus pechos a esa zona.
-¡Aahn!- un gemido se le escapa mientras yo acaricio su centro de placer sobre la ropa interior.
-Esa fue la primera vez que haces ese sonido ¿verdad Himeko?- digo sin parar las caricias sobre sus
pantis- y fue por mi culpa, realmente estoy halagada.
-Chikane-chan yo no e…- pongo dos dedos sobre sus labios impidiéndole hablar, cuando veo que
no pretende hablar comienzo a recorrer esos exquisitos labios con ambos dedos.
-Ya estas algo húmeda Himeko- ahora llevo los mismos dedos a mi boca probando el sabor de la
sustancia.
-La miel de Himeko, sabe bien- me acerco a ella y la beso en el cuello con cuidado- pero ahora
quiero hacer algo mucho mas divertido.
-Si…si Chikane-chan- parece que por fin aflojara mas, ya parece que me ha dejado su inocencia en
una bandeja de plata.
-No te apenes, eres muy hermosa- le digo mientras mis blancas manos juegan en sus delicados
hombros amenazando con quitar los tirantes del hermoso vestido.
Lentamente desciendo hasta las caderas y comienzo a levantar el vestido, solo quiero deshacerme
de el y tenerla para mi.
Ella solo mira la escena, seguro que esta muy apenada, yo no pierdo de vista eso, y mucho menos
cada centímetro de su piel, cubre rapidamente sus pantis.
-Déjame ver- levanto los brazos con cuidado y la despoja del vestido rosado, centro la mirada en sus
pechos- no tienes nada porque avergonzarte- beso las rojas mejillas, mientras la abrazo por la
espalda, acariciándola y buscando el broche del sostén.
-Ummm… Chikane-chan-
-Ah ya veo, entonces así será mucho más divertido- poso las manos en sus pechos y sonrío- te dije
que crecerían, ¿no es así?-
El sostén cae al suelo y abarco los senos. Tan hermosa, luces tan hermosa, y tan inocente es una
lastima que tengas que perder tu inocencia Himeko, pero es mejor que sea conmigo.
-Aahh…- los masajeo con sumo cuidado pero también con la fuerza suficiente para producir
sensaciones nuevas en mi querida rubia.
-Otro gemido… así que a Himeko le gusta aquí…- aprieto aun mas sus pechos mientras beso el fino
cuello, dejando pequeñas mordidas en el- y ¿que tal aquí?-aprieto uno de sus rozados y erizados
pezones.
La coloco con cuidado en la cama observando su hermoso cuerpo, quiero hacerla mía… y ahora que
ya no muestra duda, aprovechare.
-Chikane-chan no pares… por favor…- estoy segura que tiene miedo de esto, pero aun así ¿me pide
que no pare?
-¿Que cosa Himeko?- sonrío picara, quiero que rugue por ello.
-Quiero que sigas tocándome Chikane-chan… por favor- me mira con ojos de perrito, le daré lo que
quiere.
-Si me ves así también me harás sentir apenada- dejo caer la camisa y comienzo a bajar mi falda,
quedando solo con la blusa morada y mis pantis.
Presta especial atención a mis largas y estilizadas piernas, levanto los brazos para quitarme la blusa,
quedando solo en ropa interior frente a ella.
-Eres muy hermosa… Chikane-chan- sonrió y me recuesto sobre ella evitando cualquier
movimiento.
-Gracias princesa- la beso de nuevo en la boca ahora con mucha más intensidad, mientras acaricio
su vientre.
Al romper el beso le sonrío, ella también lo hace, y me extraña el como lleva sus temblorosas
manitas a mis pechos.
-Tranquila Himeko, puedes tocarme- desabrocho mi sostén dejándole ver mis senos- yo digo que
están en forma, ¿que piensas tu?… ¿te gustan?- sin darme cuenta los aprieta lentamente.
-aahm…- se me escapa un gemido… realmente lo hace bien- Hi… Himeko sigue así…-ella al
escuchar esto aumenta las caricias.
-Chikane-chan, ¿te gusta esto?- me pregunta mientras me recuesto sobre ella, sus pechos contra los
míos, es realmente excitante tener a este ángel bajo mi cuerpo.
-Himeko, solo quiero que te sientas mas cómoda, solo dímelo y parare.- llevo la mano al encaje de
su ultima prenda.
-Chikane…chan….Continua… por favor- quien diría que este inocente angelito pudiese terminar
así… como una perra, pidiéndome mas como una zorra barata.
Asi quería verte Himeko, como la zorrita que puedes ser, y lo mejor es que eres mi zorrita.
Bajo sus pantis lentamente hasta la altura de sus tobillos y después comienzo a acercar mi rostro a
su centro.
-Es parte del juego Himeko- bajo aun más con una sonrisa y beso esa zona prohibida y nunca antes
profanada.
-No… no Chikane-chan ahí no- dice esto muy roja y con los ojos cerrados.
Lamo su centro, su clítoris, y trato de escurrir la lengua por su entrada, delicadamente claro, no
seria capaz de lastimarte… no aun.
-aaah… aah…-las delicadas manos de la rubia se aferran a mi cabeza, haciendo que me acerque
mucho mas a su centro.
-Pero que tenemos aquí- me separo un poco. He encontrado algo realmente bueno, el botón de
Himeko. Sin dudar lo aprieto mientras continuo lamiendo su centro.
-aahh aahmm!! Chikane-chan- arquea su espalda, y una deliciosa fragancia y humedad inundan mi
boca y mi rostro.
-umm… -me separo un poco, el liquido escurre por toda mi cara, en especial de mi boca.
-Esta es la miel de Himeko, tu deliciosa miel- vuelvo a llevar la boca a su intimidad lamiendo todo a
su paso- tuviste un orgasmo, estoy feliz de haber sido yo, quien te diera tu primer orgasmo.
Realmente fue maravilloso, tengo la inocencia de Himeko a mi merced, ya tengo todos sus
primeros, la primera en verla desnuda, la primera en tocarla, la primera en hacerla gemir y su
primera vez. Incluso yo fui quien le dio su primer beso mucho antes.
Ahora ya es toda mía, la dulce, inocente, tierna y tímida Himeko esta colgando en mis manos, y
pienso disfrutarlo.
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Mi corazón late acelerado y yo me siento muy bien, todo lo que Chikane-chan me ha hecho se
siente muy bien. Solo tengo un poco de miedo nunca antes había hecho algo como esto.
Pero yo la amo, la amo mucho y ahora me esta amando ella también, de verdad me ama. Y ambas
nos estamos mostrando nuestro amor porque estamos juntas como… pareja.
Sus palabras me llena de alegría y de esperanza, me quiere tanto que piensa más en mi que en su
propia satisfacción, sin duda… mi amor es correspondido, y Chikane-chan me lo demostrara.
La miro perdidamente a sus ojos azules, tan hermosos y profundos como zafiros, mi Chikane-chan
realmente es hermosa.
-Mi hermosa princesita- besa mi cuello ya rojo por tantos besos y mordidas.
Puedo sentir el calor de Chikane-chan, se siente bastante bien, la humedad de ambas es en verdad
una sensación única.
Me encanta en verdad el vaivén de la cadera de Chikane-chan sobre mí, sus pechos moviéndose en
sincronía a ella y el calor que hay entre las dos.
-Ahm.. ahm.. Chikane-chan- la miro y ella sonríe al ver mis mejillas rojas-
-Me encantas Himeko- toma mis pechos, generando mas gemidos- me encantan estos pechos ni
muy grandes ni muy pequeños.
-Y tu carita de ángel, con tus hermosos ojos, tus delicados labios y tus divertidos sonrojos- me besa
en el cuello, yo gimo de nuevo- y los dulces sonidos que puedes hacer- su mano baja a mi centro.
-aahmm… maa… mas…- lo digo casi en tono de suplica, y me muevo aun mas fuerte.
-Ahhmm… Hi… Himeko- sus mejillas también están rojas- si sigues moviéndote así yo…- cierra
sus ojos azules.
Algunas lágrimas salen de mis ojos, pero no estoy triste en absoluto, también algo de saliva se
escurre de mi boca.
Mis manos van a parar a sus pechos, ella sonríe por mi iniciativa.
-Princesita eres… una traviesa-
-Pero a ti te gusta así Chikane-chan- sonrió complacida al ver que se sonroja aun más.
De nuevo esa sensación de calidez se acerca y me hace sentir bastante bien, la fricción entre las dos,
que se da de forma mas ágil por los líquidos es indescriptible…
Los líquidos se combinan en nuestros centros que se amoldan perfectamente el uno al otro. Ambas
tratamos de recuperar el aire, lentamente se separa de mi acostándose a mi lado.
-Lo se Himeko- me toma del mentón y me besa con dulzura- que hermosa luces, a la luz de la luna-
tiene razón ya es de noche…-
-Tu igual - me siento sobre su vientre con cuidado para no lastimarla y acaricio su cabello azul-
quiero estar contigo siempre- me toma por las caderas.
De nuevo comienza todo ese momento mágico para mi, el momento en el que he sentido el amor de
Chikane-chan… pero aun así… siento que algo falta.
-Chikane-chan quiero estar contigo- la sigo lentamente, ella solo me da la espalda sin decir nada.
-Te digo que no puedo, entiéndelo- me lo dice en un tono gélido y sin mirarme.
Se que es alguien bastante ocupada, solo quiero pasar un rato con ella, hace un buen tiempo que
estamos juntas.
-Ya no nos vemos nunca, ¿cuantas semanas estaremos así Chikane-chan?- le digo levantando la
voz, ella por fin voltea.
-Estoy muy ocupada, pero seguro no lo entiendes solo eres una niña mimada, mas te vale
entenderlo- lo dice tan fríamente que duele… solo quiero llorar.
-Tengo que irme- limpia mis lagrimas y me besa con… ¿amor? Si con amor- te quiero Mitsuki.
-Aquí estoy mi princesita hermosa- dice una chica abrazándome por la espalda.
-Perfectamente, sabes que estar a tu lado me hace muy feliz mi amor- tomo sus manos.
Y es verdad estas dos semanas han sido lo máximo para mi, soy tan afortunada al poder estar con
Chikane-chan… seguro dejara pronto a la estúpida de su novia. Ya que me quiere mucho mas a mi
que a Mitsuki, solo es cuestión de que se lo diga.
-Te amo, de verdad de verdad, te amo- la beso antes de que ella lo logre, se deja llevar y me abraza,
después toma el control.
Todo en mi mundo es felicidad ahora… porque tengo a mi Chikane-chan conmigo… como quisiera
poder escribir esto en mi diario pero… no lo encuentro por ningún lado… no importa.
Fin capitulo 5
Sexto Sentimiento
Inseguridad: Yo estoy contigo en cuerpo y alma... ¿y tu mi amor?
Martes 6 de Abril
De nuevo me encuentro en esta vergonzosa situación, ni en mis mas locos sueños llegue a tal grado,
y ahora me encuentro totalmente expuesta y vulnerable, ante sus hábiles manos y sus azules ojos
que recorren de arriba abajo mi desnudo cuerpo.
Pero aunque sé que todo esto es malo y que no debería estar haciéndolo o permitiéndolo, no puedo
parar, y tampoco quiero hacerlo. Me encanta como Chikane-chan… me hace… esto.
-Chikane-chan… aah… te amo- esas palabas salen constantemente de mi boca. Siempre esperando
respuesta, aunque nunca hay una, y mis ¨ te amos” se los lleva el viento.
Pero me demuestra su amor de otras maneras, y esta es la mejor forma de transmitir este
sentimiento. Las palabras se las llevara el viento, pero las acciones siempre estarán presentes y
Chikane-chan y yo estamos haciendo el amor.
Pero no sé si realmente esto es “hacer el amor”. Solo ella actúa, solo ella toma la iniciativa y solo
ella lo hace todo, y yo, solo estoy aquí recibiendo todo eso. Tampoco es como lo pensaba, no digo
que no sea bueno… solo que le falta algo. Siempre pensé que sería algo más mágico, donde ambas
nos diríamos hermosas palabras, halagos y los “te amo” existieran en abundancia.
Chikane-chan dijo que no entraría en mí, aquella noche; la primera vez que tuvimos relaciones,
porque no quería lastimarme, pero ya ha pasado un mes, y no ha pasado nada.
-Yo quiero la miel de Himeko ahora- aumenta el ritmo de sus besos y caricias en esa zona tan
prohibida.
Estos encuentros secretos, son tan normales… prácticamente pasan todos los días. Al principio no
era así, solo pasaba cuando visitaba mi casa pero ahora sucede en todo lugar.
-Si sigues hablando nos descubrirán- me mira un poco molesta y vuelve a bajar a mi entrepierna, su
hábil lengua se escurre en mi interior con delicadeza.
-Solo guarda silencio- sus manos acarician mis clavículas y en momentos bajan para masajear mis
pechos, sus finos de dedos hacen que mi piel se erice y que yo me estremezca.
Cuando siento que voy a explotar de placer, algo detiene ese momento intimo entre mí… novia y
yo; un molesto zumbido que se hace cada vez más intenso.
Lentamente la peliazul se levanta y comienza a poner en orden su uniforme para volver a clases…
me da la espalda arreglándolo lo más pronto posible sin decir nada.
-Tú sabes que tengo práctica de tenis, Himeko- se gira para verme con seriedad.
-Pero tú eres la gran Miya-sama… no necesitas practicar ya eres perfecta sin eso- le digo para que
se quede más tiempo conmigo.
-Lo siento, esta vez no me puedo quedar- sonríe y se arrodilla para besarme tenuemente, yo disfruto
de ese beso.
Sin perder mucho tiempo sus manos llegan a mis pechos los cuales acaricia al principio, pero
después comienza a apretar y masajear.
-Aaahh… Chikane-chan… quédate conmigo… por favor- al decir esto sus manos se alejan.
-Lo siento, te veré luego ¿sí?- me besa nuevamente para despedirse, introduciendo su lengua en mi
boca como acostumbra.
-¡Chikane-chan, cuídate y da lo mejor de ti!- le digo cuando se separa y camina derecho a la puerta,
gira un poco la cabeza y me sonríe- ¡te amo!-
Le digo con entusiasmo pero no hay una respuesta de su parte, y solo se va, dejándome ahí sola y en
una posición muy vergonzosa.
¿Por qué? No entiendo ¿por qué Chikane-chan le da tanta importancia a ese tipo de cosas?…
fácilmente podría quedarse más tiempo conmigo, pero no lo hace.
Siempre tiene que irse, siempre tiene algo que hacer, y me deja… me deja tan sola como ahora, y
yo, yo…
-No tiene tiempo para estar conmigo aunque lo deseara, porque sus padres no le permitirían que
desatendiera la escuela-
Me levanto en busca de mi ropa que ha quedado esparcida por toda el aula de clases.
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Justo cuando me dispongo a marcharme rumbo a mi casa, en los jardines de la escuela me topo con
la persona que menos ganas tengo de hablar o tan siquiera ver. La tonta que cree que sigue siendo la
novia de Chikane-chan…
Hay que ser una ilusa para seguir creyendo que, alguien como mi Chikane-chan , seguiría con ella,
teniéndome a mí, porque después de todo Chikane-chan esta colgando de mis manos.
-Himeko-chan, buen día, ¿Cómo estás?- me pregunta sin mirarme directamente a los ojos.
-Muy bien, la vida me trata excelente- sonrío triunfante- pero tu Mitsuki no te ves muy bien ¿Qué
sucede?
-¿Qué pasa con ella? ¿Acaso no es la novia perfecta? Digo que suerte poder tenerla como novia, ¿no
lo crees?-
-Si estoy muy feliz siendo su novia, nada puede ser mejor que eso- tonta presumida, pero muy
pronto ella ni siquiera te hablara.
-Bueno, es que desde hace unas semanas ha estado actuando muy extraño -la miro atenta mientras
juega con su cabello- bueno desde enero ha estado muy rara pero… últimamente es muy fría.
-Ya veo…-
Por supuesto que no tienen tiempo, siempre está conmigo, pobre Mitsuki, ni se imagina quien es su
verdugo.
-Ya veo, y no has pensado en que Chikane-chan este con… como decirlo, no mejor no lo digo-
-¿Qué?... ¿qué cosa?- me toma por los hombros- ¡dime por favor!
-Umm… bueno pues me refiero a que ya le hayas cansado y que este con alguien más-
Tiene un semblante confundido y yo me dispongo a continuar.
-Digo, eres muy linda y muy divertida, a mi me caes muy bien Mitsuki-chan, pero quizás a
Chikane-chan ya no le atraigas- guardo silencio por unos segundos- que ya este cansada de ti.
-¿Cansada de mi…?- sus ojos comienzan a humedecerse y lleva ambas manos a su pecho- pero…
no puede ser.
-Las cosas malas pasan… o tal vez solo sean alucinaciones tuyas.
-¡La extraño tanto!… ¡Pasar tiempo con ella, charlar con ella…!-
Eso a mi realmente no me importa, yo también quiero estar con ella, y no me importara destrozar
tus sueños…
-Extraño sus abrazos tan cálidos y sus besos, ¡todos son como el primero!
Yo también cada beso que me da es como el primero, y por eso mismo, no dejare que ella la tenga.
Porque Chikane-chan es mía… yo soy su novia… no Mitsuki.
Y por eso no dejare que nada, ni nadie se interponga entre nosotras, Chikane-chan y yo, estamos
predestinadas a estar juntas, no importa cómo, no me interesa si tengo que quitar a alguien del
camino, lo hare.
Sus lágrimas mojan mas y mas mi camisa, realmente… ella está llorando… Mitsuki esta llorado por
Chikane-chan.
Pero… no, no puede ser verdad, que a ella se lo haya dicho… no ¡no es verdad! Chikane-chan
siempre me ha amado solo a mi… ¡solo a mí!
-¿Lo prometes?- me mira con sus ojos ambarinos completamente rojo por las lágrimas, no
encuentro una manera de evitar responder-¿lo prometes Himeko?
-Si… todo estará bien- se abraza más fuerte a mí como si no quisiera dejarme ir.
Realmente, no me siento como lo esperaba después de que la he lastimado, no estoy feliz por
hacerlo, y además… si es verdad que Chikane le dijo que la ama. Ya no se qué pensar.
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Al dia Siguiente
-¡No es verdad! ¡No puede ser que a Mitsuki le diga te amo y a mí no!... ¡Se supone que yo soy
mucho más para ella! Porque yo… ¡soy más especial que Mitsuki!- digo aventando por todas partes
de mi habitación cualquier cosa que este en mi camino
-¡Y no pudo haber sido un invento de Mitsuki!…ella no estaba mintiendo…- digo dejándome caer
en el suelo.
Es solo una tontería… necesito tranquilizarme, el que no me haya dicho te amo aun no significa,
nada, ella es tímida y no habla mucho de lo que le gusta y lo que no. Y me demuestra su amor de
otras formas… pero si toco ese tema, también aparece el que no hemos hecho el amor aun.
Ella solo se divierte con mi cuerpo, pero yo no hago nada, tampoco es como lo tenía en mente… me
hace ilusión que Chikane-chan… sea mi primera vez… pero… no es como lo había pensado… es
como si ella solo quisiera hacer cosas pervertidas…
-Tengo que sacarme ya esta duda- lentamente me levanto en busca de mi celular, el cual se
encuentra dentro de un cajón de mi peinador.
Abro el teléfono y me encuentro con la imagen de fondo, una foto de Chikane y mía, ambas juntas
sonrientes y abrazadas. Escribo el numero que se me al derecho y al revés para llamar a mi
Chikane…
3 sonidos después de que llame, y por fin contesta con mucha tranquilidad diciendo ¨hola princesa¨
-Debo verme muy, muy linda para ella- corro a mi armario para buscar algo bonito para ese día
especial.
-Este es muy tonto- digo arrojando un vestido azul- y estos son demasiado infantiles- tiro otros dos
vestidos, uno blanco y otro rosa, ambos llenos de encajes, detalles y moños…
Después de sacar unos diez vestidos, me doy por vencida no he podido encontrar algo que
realmente me guste... al menos no como están, pero si pudiese hacer algún cambio a uno quizá
podría ser el vestido perfecto.
Decidida tomo uno de los vestidos y lo llevo a mi escritorio y tomo unas tijeras mientras comienzo
a cortar la fina tela.
-No sé cómo me voy a relajar... con esas dos detrás de mi todo el tiempo- me levanto de la silla y
abro la puerta del balcón para de nuevo entrar a mi habitación de hotel, camino despacio solo
vistiendo la fina bata del hotel, que lleva tonos guindas. Me dejo caer en la gran cama, la cual no
está sola, lentamente unas manos me abrazan en la oscuridad.
-Chikane... ¿quién era? Haz tardado mucho- dice una pequeña rubia de ojos verdes.
-Si... pues nadie importante, la verdad- cierro los ojos por un momento tratando de descansar pero la
rubia se aferra más y más a mí.
-Disculpa... veo que aun no te has ido, estoy segura que mi inglés es perfecto, así que no entiendo
porque sigues aquí- digo sin mirarla y con mi voz más fría de lo habitual.
-¿A qué te refieres Chikane?- pregunta con cara de no entender lo que pasa.
-Mira... espera, ¿cuál es tu nombre?- pregunto sin interés- bien, como sea, no importa, claramente
esta que solo quería pasármela bien un tiempo.
-Pero... pensé que me querías Chikane, ¿qué pasa con todo lo que dijiste antes?- pregunta con los
ojos llorosos.
-Ah… ¿eso?- me llevo una mano a mi mentón mirándola- solo eran simples mentiras- digo
sonriendo.
-¿Crees que vine hasta aquí solo por ti? ó ¿Que vine para conseguir pareja? Solo eres un pequeño
juego para pasar el rato. No me interesas, ni tú, ni lo que sientes, espero que sea lo suficientemente
claro para ti- se lo digo mientras acaricio sus mejillas, para después darle una pequeña palmada
dejando su blanca piel rojiza.
-Tú... eres un monstruo...- dice tratando de alejarse- no puedo creer que digas ese tipo de cosas tan
frías. Tú… ¡no tienes corazón!- me acusa mientras se aleja
-Acostúmbrate... es un mundo frio- le digo recostándome en la cama y cubriéndome con las cobijas-
yo lo aprendí de la peor manera, solo las personas fuertes pueden salir a delante.- anuncio mas para
mí misma.
Ella toma su ropa y corre al baño, seguro en unos minutos se va de aquí, eso sería lo mejor, así
estaré… sola.
Escondo mi cara en la almohada deseando que el tiempo pase, y de mi mano se cae mi móvil, no me
importa. Aun al fondo continúo oyendo sus llantos, patético, ¿quien se tira en un esquina a llorar?
Es igual a aquellas dos.
-Realmente... son unas taradas...- digo apenas audible- estoy harta. Harta de todas ellas.
Fin Capitulo 6
Séptimo Sentimiento
-Te amo- le digo con delicadeza y con una voz muy cariñosa y paciente- como puedes
cuestionar mi amor hacia ti.
-Entonces dime porque... ¿porque estas lejos de mi?- su voz sueña desesperada, no me
sorprende.
-Mi amor... ya te lo dije, eran asuntos familiares, pero ya han terminado, ya volví- contesto
con toda la paciencia que puedo tener- perdóname por irme de esa manera.
-No... no es tu culpa- dice algo más tranquila- solo que me siento sola sin ti, ahora estas
ocupada de nuevo... siento que ya no me...-
-Te prometo que estaremos pronto juntas...- miro con desinterés como llueve por la ventana
del auto y me dispongo a terminar la llamada- tengo que colgar... Mitsuki te prometo que te
veré luego...
-...Maldición...- digo con la cabeza baja- ¡Maldita sea!...- arrojo el celular a cualquier lugar del
auto.
¡Tengo que quitármela de encima! Me tiene harta, siempre se ésta quejando y pidiéndome
que este más tiempo con ella. ¡No puedo seguir aguantándola así!
Y aun falta ver que quiere la otra... seguro son las mismas estupideces, será algo como que
quiere que la abrace, la bese, y luego la mime, que la trate como a una ¨princesa¨… ella no es
una princesa.
Miro por la ventana y el cielo está cubierto por grandes nubes de tormentas, mientras
algunas gotas de agua comienzan a caer de estas.
-Aun no entiendo por qué tanta urgencia... con todos esos ¨Chikane-chan por favor¨, es toda
una molestia.
Seguro Himeko me recibirá con esa molesta sonrisa y con sus mejillas sonrojadas. Quizá sea...
lo único que aun no haya cambiado. Toco el timbre con desganas y en segundos se oyen sus
pasos dirigiéndose hacia la puerta.
-Hola mi amor- abre la puerta con una leve y delicada sonrisa en sus labios, los cuales
siempre habían estados rosados pero ahora son tan rojos como una rosa.
Y no solo eso, puedo observar sus mejillas, con un rubor que no es natural; también usa rímel
en sus ojos que provoca que estos resalten, y a pesar de que no quiera debo admitir que se
ven hermosos. Y su cabello rubio, tan brillante y sedoso, ahora esta suelto sin ningún tipo de
moño... ¿esta es Himeko?
Esta no puede ser ella, es… completamente diferente a la tímida y gentil niña que se la lleva
detrás de mí. Es increíble, nunca pensé en encontrarme una Himeko así. Verla así me
provoca... tocarle, sentir su cuerpo, solo un poco.
-No te quedes ahí Chikane-chan pasa- me guiña un ojo, para después tomar mi brazo y
caminar junto a mi hacia adentro de la casa.
Al entrar me conduce a la planta alta, pensaba que seria a su habitación, pero estamos en la
de sus padres; una habitación mucho más grande que la suya, con una gran cama, la alfombra
en el suelo está llena de pétalos de rosas rojas, y algunas velas aromáticas iluminan el lugar.
Pronto me dirige hacia la cama, pero no puede fijarme en otra cosa más que en ella.
-¿Linda?, ¿Hermosa?.... ¿Sensual?- se ve como ella dice. Realmente ese vestido le queda de
maravilla... su figura se resalta mas, sus pequeños pero lindos pechos, su pequeña cintura,
sus hermosas piernas, todo con ese vestido negro muy atrevido y corto, la hacen ver muy
bien.
-Pues si... te ves justo como dices- le sonrió, y ella se acerca con una mirada traviesa
comienza a abrazarme y a besar mi cuello- Himeko...
-Esto te gusta, ¿verdad Chikane-chan?, siempre me haces esto- dice con una voz seductora,
los besos se extienden por todo mi cuello acompañados de la húmeda lengua de Himeko.
Una pequeña mordida de parte de la rubia me hace gemir, mis brazos quedan colgando a mis
costados y ella los toma sonriente.
-¿Por qué mejor no los pones aquí, Chikane-chan?- pone mis manos sobre sus pechos,
prácticamente obligándome a tocar
¿Quién es esta Himeko?... no es la misma niña de siempre, está decidida, y podría decir que
quiere seducirme, quizá si yo fuera otra, ya hubiese caído.
Después de un rato comienzo a masajearlos por mi propia iniciativa, causando gemidos por
parte suya. Aunque he aumentado las caricias, para hacerla caer rendida ante mí, no se rinde
y sigue besando mi cuello, y sus manos comienzan a apretar mis pechos, primero con caricias
leves pero después tomando mucha más intensidad.
Al cabo de un rato termina tumbándome en la cama y ella juega con los tirantes de su
vestido, mientras a gatas camina por la cama para sentarse sobre mi vientre,
Himeko realmente ha cambiado, y todo es mi culpa, esto lo hace por mí. Eso es lo mejor de
todo, que es toda mía, la tengo en mis manos, la disfruto cuando lo deseo, y además esta
Himeko es mucho mejor, menos preguntas tontas y mas acción, mucho más sensual.
Lo que es increíble es que aquella tímida y tonta niña, aquella que jamás hubiese usado
maquillaje, o este tipo de vestido, este haciendo algo como esto.
-Te extrañe bastante Chikane-chan- dice desabotonando mi camisa para dejar mis pechos solo
cubiertos por mi sostén, a su alcance- ¿te gusta esto?-
-Si Himeko...- digo un poco ruborizada, jamás me esperaba encontrar en esta situación, y
como decirle que no, con su pequeña boca va dejando mordidas por todo mi vientre, y sus
manos masajean con decisión mis pechos.
-Chikane-chan... me gusta cuando de tu linda boca salen esos sonidos- se acerca y comienza a
besarme, yo solo me dejo hacer.
-¡No… no sigas!- digo cuando sus manos comienzan a tratar de descender entre mi falda y mi
piel, pero me calla con un beso, introduciendo su lengua dentro de mi boca.
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-Chikane-chan...- me separo de ella muy roja, pero a la vez feliz y sonriente, seguro que esto
a Chikane-chan la ha impresionado y le ha gustado mucho.
-¿Que pasa Himeko?- pregunta mirándome fijamente, ella esta sonrojada… realmente le ha
gustado.
-Te amo, te amo Chikane-chan- mi mano aun continua acariciando sus pechos y la otra
abriéndose paso por su falda.
No responde, continua besando mi cuello, haciéndome gemir un poco, y luego con su lengua
baja hasta mi clavícula.
-Chikane…chan..- me besa de nuevo en la boca y sus manos bajan hasta mis muslos
acariciándolos y subiendo un poco mi vestido.
Continua acariciando y besándome sin decir nada, nunca lo hace, pero no debo rendirme, si
ella no me lo dice, yo debo hacer que lo haga.
-Chi…Chikane-chan, ¿me amas?- le pregunto tímidamente sin dejar de jugar con ella también.
-Shh… Himeko arruinas el momento, eso puede esperar- se acerca de nuevo para besarme y
lo consigue- lo ves, te ha gustado Himeko, que tal si continuamos…
-¡NO!... ¿por qué? ¿Por qué nunca me lo dices?- la tomo de los hombros para que no se
acerque mas, ya no aguanto más la falta de las palabras que tanto anhelo- ¡Quiero que me lo
digas!
-¿Decirte qué?- es obvio que sabe a qué me refiero- mira es lindo que te hagas la que no
quiere, pero vamos tu sabes que también quieres jugar. Tú me quieres Himeko.
Trata de tomar mi mentón para besarme, pero sin pensarlo golpeo su mano para que no me
toque, me mira molesta después de esta acción.
No dejare que me ignore esta vez, quiero que me dé una respuesta a todo esto.
-Se que yo te quiero, pero ¿tú me quieres? - quizá no fue lo más ortodoxo pero tengo que
saber el porqué de lo que está haciendo…
-Que molesta eres Himeko… mataste el momento, ¡Bravo! un aplauso para ti- dice dándome la
espalda y sobando su mano.
-Yo no sé de qué me hablas Himeko, yo no soy fría- me mira seria con sus penetrantes ojos
azules.
-¡Si lo eres! Ha Mitsuki le dices que la amas… y se supone que ya no sientes nada por ella,
pero aun así se lo dices- digo mirándola molesta- y a mi… ¿Por qué no me lo dices?
-Tú y Mitsuki son muy diferentes- dice dándome la espalda de nuevo. Dejándome aun mas
confundida, no sé qué pensar, solo sé que debo insistir.
-Exacto… por eso debes dejarla ya, la estas lastimando y a mi desesperando, muéstrame que
me amas Chikane-chan.
-Himeko olvida esta tontería, aun podemos divertirnos, es lo que querías ¿no?
-¡¿Entonces cuándo lo será?! ¡Quiero que me respondas ya! ¿Qué soy para ti?-
-Himeko déjate de tonterías- dice tomándome del mentón obligándome a mirarla- eso no
importa.
-Espera… ¡Chikane-chan no te vayas, no me dejes!- me levanto tan rápido como puedo para
detenerla tomándola de la mano- ¡por favor, quédate! Quiero que estés aquí conmigo… yo
solo quiero saber qué es lo que sientes por mí.
-¡No Himeko!- dice molesta, me siento como una niña regañada por su madre, pero no puedo
dejar que Chikane-chan se vaya… necesito arreglar esto.
-Por ahora me tienes harta, a ver si nos vemos luego, yo solo quería pasar un rato divertido
contigo, pero lo echaste todo a perder con tus tonterías- dice acusándome de arruinar todo,
con una mirada que me tacha como la peor de las personas. Con fuerza libera su brazo de mi
agarre alejándose de mi.
Eso me lastima mucho, esa mirada es fría, tan gélida que congela. Enserio yo no le importo en
nada a Chikane-chan…. ¿Estaba jugando conmigo?
-¡¿Eso es lo único que quieres conmigo?!- le grito molesta y ella se detiene antes de salir-
¡¿Divertirte?!
Le pregunto con los ojos lloroso, enserio me tiene muy lastimada en mi interior ya no se qué
hacer, estoy completamente desesperada, solo quiero encontrar una luz
Las lagrimas empiezan a salir de mis ojos rodando por mis mejillas, mientras aprieto los
dientes llena de coraje.
Lentamente la peliazul se acerca a mí, con una pequeña sonrisa y ojos que denotan
preocupación y consideración, y con cuidado me abraza.
-Himeko- dice a mi odio y mi corazón empieza a latir rápido, mi respiración se agita, con sus
finos dedos limpia mis lágrimas- Si, yo solo quería divertirme.
Con una sonrisa en su rostro y sin previo aviso me empuja tirándome al suelo que se
encuentra lleno de pétalos, impactada no puedo reconocer en que situación me encuentro y
ella se abalanza sobre mí, comenzando a romper mi vestido, ese con el que pensaba
sorprenderla. Estoy completamente choqueada y pronto ese chock se convierte en terror
cuando comienzo a ver las partes rasgadas de mi vestido, y como muerde y lame mi piel con
desesperación.
-Pero acaso, no es esto lo que querías ¿verdad zorrita?- cada vez arranca mas partes de mi
vestido y acaricia cada parte de mi piel que va quedando descubierta-por eso te vestiste así
para mi ¿verdad?
-¡Para no me toques!- digo tratando de quitármela de encima. ¡No, esto no lo había planeado
así! ¡Esto no tenía que ser así! Se supone que Chikane-chan me amaba… esto no puede estar
pasando- ¡Paraa…!
-¡Cállate ya! Me tienes harta con tus gritos, llantos e interrupciones- dice después de
abofetearme- ¡eres una estúpida, si crees que podías jugar conmigo, y lastimarme así
nomas!.
Lloro desconsolada mientras veo como va dejando a una lado la ropa que va rompiendo. Me
siento tan mal conmigo mismo, Chikane… ella no es Chikane… ella nunca me lastimaría o me
usaría.
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Ya… ya no se cuanto tiempo ha pasado, parece toda una eternidad, pero apenas han pasado
unos minutos. Mi cuello esta rojo y adolorido de tantas mordidas y besos que ha dado. Ya me
ha quitado casi toda mi ropa y estoy prácticamente desnuda ante ella, trato de cerrar mis
piernas para que no avance más y ella a sonreído ante esta acción.
Pero eso no es lo que me duele más, todo mi mundo se caído en pedazos, ella no es Chikane.
Pero yo si soy todo lo que ella me ha dicho, tiene razón, incluso me vestí así solo para
gustarle más… para que me amara. Y no funciono, solo se ha estado burlando de mi y
lastimándome. Solo me ha usado… ya no puedo aguantar más…
¡Suéltame!- la miro molesta y la empujo, aun con lagrimas corriendo por mi cara- no me
toques-
-¿Qué? ¿Acaso no es esto lo que querías? Maldita zorra barata… pudiste haberte quedado
quietecita, y que te diera lo que tanto has deseado, pero ahora ya no seré tan considerada,
así que cállate y abre las piernas- sus manos bajan a mi entrepierna acariciándome contra mi
voluntad, tratando de que le deje el paso libre.
-¡Ya te dije que no me toques!- la abofeteo, pero de sus boca solo sale una risa burlona-
-En verdad eres una estúpida-dice como si hubiera escuchado un chiste y ahora ella es quien
me golpea, aun mucho más fuerte, no puedo aguantarlo más…
-¡Te odio!- digo estrellándola contra un mueble de la habitación, llorando como nunca antes.
Me ha usado, se ha reído de mi… solo he sido un juego para ella- no quiero verte más… ¡Vete!
¡Solo jugaste conmigo! ¡No sentías nada por mí, solo era tu juguete! ¡Tú nunca me amaste...!
Me tiro al suelo llorando, llorando por todo… ella no dice nada solo está ahí mirándome y
luego se levanta y sale de la habitación tomando sus ropas.
Y me quedo ahí, desnuda, humillada y sobre todo destrozada. Ya… No me quedan ganas de
sentir…
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Mi meta era esta… humillarla, así como ella me humillo, por fin he terminado con todo esto.
La lluvia cae sobre mi sin piedad, esta fría y además sopla demasiado aire tan frio que cala en
los huesos, la ropa que uso no abriga para nada y en cuestión de segundos se encuentra
completamente empapada.
No tengo forma de llamar, ya que he dejado el celular en el auto, trato de correr para
alejarme de la tentación de volver a la casa de Himeko, me odia y no quiere volver a verme.
Ese fue mi gran premio, esa es mi tan anhelada victoria, que tanto había buscado.
Sin previo aviso caigo aparatosamente al suelo, mojándome aun más. Trato de levantarme
pero un dolor agudo en mi pie me lo impide y por ende vuelvo a resbalar por el húmedo suelo.
Miro hacia todos lados, y no puedo ver mas allá de mi cuerpo, está todo muy oscuro y lluvioso
si bien solo veo algunos faroles a lo lejos.
Mis manos sangran después de la caída sobre el pavimento, al igual que mis rodillas.
Pero mi victoria, es una victoria fría, que el mundo no reconoce, cruel y sin nada que festejar,
es… algo sin una ganancia valiosa, es una batalla que tenía ganada desde el principio.
Una estúpida victoria vacía, que está basada en venganza y rencor… sí, eso es lo que fue todo
esto. Sonrió llevando una mano a mi rostro, el cual se mancha con sangre.
Fin Capitulo 7
Octavo Sentimiento
-Te extraño, te necesito conmigo, cuando no estoy contigo, yo… me siento pérdida de nuevo-
digo sincerizandome completamente.
-Chikane-chan… eres realmente una persona muy importante para mí, quizás la más
importante. Tu has sido quien le ha dado un giro de 360 grados a mi vida. Por eso quiero
agradecerte, por eso siempre seré tuya Chikane-chan- juego con mis dedos con nerviosismo
-Yo no era nadie solo una débil niña insegura y sin amigos, sin ningún apoyo, y entonces
apareciste tu, Chikane-chan, me enseñaste cosas de las cuales desconocía y a tu lado todo ha
sido mágico, mi primer amiga de verdad, mi primer amor, y me diste mi primer beso…- el
sonrojo en mis mejillas aparece.
-Ya son casi 8 meses a tu lado y de verdad eres la mejor persona que he conocido, mi gran
estrella, y… te amo- puedo sentir como de mis ojos quieren brotar lagrimas
-Chikane-chan estoy muy feliz de tenerte a mi lado, aunque a veces me gustaría que me
tuvieras mucha más confianza y pudieses contarme lo que te pasa. Después de todo para eso
estoy yo, por eso soy tu novia para apoyarte… y sobre todo amarte…
-Pero que tonta soy-digo riéndome de mi misma- todo esto que digo, es como si se lo dijera
de frente a la misma Chikane-chan- continuo riéndome de mi bobo comportamiento ya que le
he estado hablando al espejo todo ese tiempo- seguro ella se preocuparía por mí, y me
llevaría al hospital…
-Eso sería lindo- me miro detenidamente al espejo, mis ambarinos ojos brillan con intensidad,
mientras arreglo mis ondulados cabellos violetas- estar con Chikane-chan mientras sostiene
mi mano sin soltarla en una habitación de hospital. ¡seria realmente lindo!- miro mi piel que,
como la misma Chikane-chan define, es blanca como porcelana.
Me levanto buscando varias cosas alrededor de mi habitación, necesito llevarle los apuntes a
Chikane-chan, incluso hasta podríamos hacer juntas los deberes.
Al tener ya todo en la bolsa de mano sobre mi cama, busco algo mas en un pequeño alhajero
sobre mi buró, es completamente blanco, lo abro con cuidado.
-Porque es súper especial- sonrío tomando entre mis manos un collar con un dije en forma de
llave, de plata pura. Me gusta creer que es la llave del corazón de Chikane-chan.
-Adiós- sonrío y apago la luz para luego correr fuera de mi habitación con la bolsa en manos.
Me dirijo escaleras abajo hasta que mama me detiene.
-Mitsuki-chan, ¿a dónde vas?- me pregunta al salir de la cocina, sus ojos similares a los míos y
nuestro cabello igualmente muy parecido, pero el de ella recogido, no se puede negar que soy
su hija.
-Oh si es por Chikane-san, entonces no hay problema, un día invítala a comer, es sin duda una
chica excepcional-
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-Se fue…-
La luz… desaparece de mi vida, tan rápido, así como el agua se puede escurrir por las manos,
aunque fuese solo una pequeña vela, me daba calor y luz… pero ahora me ha dejado sola, en
esta gran oscuridad.
Miro entre la oscuridad con dificultad, mientras me encuentro recostada sobre mi cama, en mi
lúgubre habitación, ni una sola luz se cuela, el ambiente de presión y tristeza en el aire, me
hace desesperarme, me da ganas de levantarme y correr lejos, pero estoy aquí, sin poder
salir, como si fuese un castigo, y la oscuridad es algo que…
-Algo que yo deseaba- sonrío para después recorrer mi cara con mis blancas manos.
-Ojou-sama, alguien quiere verla- dice Otoha-san al abrir la puerta- este lugar sí que esta
tétrico, el doctor dijo que descansara no que se encerrara en su cuarto.
-¿Quién es?- pregunto mirándola con dificultad por la poca luz que entra por la puerta además
de ignorar tajantemente su comentario.
-Esto está muy oscuro Chikane-sama, dejare que entre algo de luz- va y abre las cortinas
haciendo que el cuarto se llene de luz- mucho mejor, la señorita Narazaki es quien la busca.
-Mitsuki… hazla pasar- digo arreglando un poco mis azulados cabellos que caen como agua
por toda la cama.
Se va dejándome de nuevo sola, pero ahora, ya no está todo oscuro, ahora hay un luz en esta
penumbra.
-Mitsuki…- vuelvo a tomar mi bolígrafo y escribo con delicadeza sobre el papel… después
escucho unos golpes en la pared e instintivamente lo escondo entre el colchón-pase…-
Sonrío al ver en la puerta a una chica de cabellos violetas y piel blanca como la porcelana, la
cual me mira, con compresión y amor y una pizca de indecisión en si entrar o no a la
habitación, mi pequeña novia…
-Mitsuki…-
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Su voz, me hace tanto bien poder escucharla de nuevo, realmente la extrañaba demasiado.
Corro hacia ella que yace en su cama, junto con algunos peluches, cubierta por las sabanas
hasta la cintura, abrazándole fuertemente, y ella corresponde el abrazo acariciando mi
espalda.
-Te extrañaba- me confiesa al oído, y yo me alejo un poco para ver su cara, esta levemente
sonrojada y sonríe mientras me mira intensamente con sus hermosos ojos azules- debí
llamarte, lo siento.
-No, está bien, yo también te extrañe mucho Chikane-chan, por eso decidí venir a verte- le
sonrío muy feliz, aww enserio Chikane-chan es hermosa.
-Gracias…- baja un poco la cabeza, razón por la cual llevo mi brazo a su hombro con
preocupación, pero antes de que pueda preguntar algo, comienza a hablar- sin duda tengo
una gran novia.
Sus palabras me llegan al corazón, realmente sus palabras me hacen sentirme realizada, hace
algún tiempo que no tengo un rato junto con Chikane-chan, así que aprovechare cada
segundo con ella.
-Gracias Chikane-chan- beso su mejilla a lo que ella también corresponde sin dejar de
abrasarme- tus palabras son muy dulces… te amo- le digo con un gran sonrojo en mi cara.
-Y yo también a ti- me da un piquito, y cuando quiero sentarme en la cama, aplasto su pie por
accidente, ella hace una cara de dolor- ¡aaahh!…
-No, no es tu culpa… tu no sabias- dice sacando sus piernas de debajo de las sabanas,
mostrando su pie vendado.
-¿Que te paso…?- pregunto preocupada inspeccionando su pie, mientras ella se queja un
poco.
-No es nada… resbale y me torcí el tobillo, no te preocupes- dice masajeándose mientras trata
de sonreír- Lo bueno es que no me afectara cuando juegue tenis, camine o corra-
-Eso es bueno, pero aun así, debes tener más cuidado. ¿Así que por eso no has ido a clases?-
pregunto mirándola fijamente.
-Bueno a decir verdad, tampoco Himeko-chan ha ido a clases, sí que es extraño, ¿estará
enferma?- le pregunto a mi novia con interés, después de todo ellas son buenas amigas- quizá
pueda ir a su casa también y darle los apuntes, ¿no?
Un silencio inunda la habitación, Chikane-chan no dice nada al respecto, y por eso prefiero
continuar.
-Es raro que falte, siempre la veo por ahí, sonriendo y corriendo, y normalmente llega contigo
a hablar, ¿segura que no sabes nada Chikane-chan?- le pregunto, pero parece como si no me
oyera.
-Ummm… bueno, quizá podamos salir de nuevo todas juntas un día- sonrío tratando de
animar a la peliazul frente a mí.
No quiere hablar de eso, quizá si discutieron, mejor no la agobio con más preguntas, ya me
enterare después, ahora no es el momento.
Sin previo aviso se levanta con mucha dificultad haciendo una pequeña mueca de dolor a lo
cual corro para ponerme a su lado.
-¿Quieres ayuda Chikane-chan?- pregunto apoyándola en mi, aunque es mucho más alta- no
puedo dejarte caminar así de lastimada… no sería bueno, y que pasara si te lastimas mas,
sería todo mi culpa… y…
-Mitsuki, tranquila Mitsuki- sonríe llevando un dedo a mi boca- solo necesito ir al baño… estoy
bien- la dejo en la puerta de su baño personal.
Comienzo a caminar por toda la habitación, mirando detenidamente cada cosa que está en los
bellos aposentos de mi novia; un gran librero, que seguro alguna vez Chikane-chan leyó, o al
menos es lo que dice. Sonrío al pensar en que solo esta alardeando.
Veo en el escritorio, muchas cosas que le pertenecen, sonrío al ver que los pequeños regalos
que le hago están aquí todos muy bien cuidados, camino hasta la cama donde veo algo
inusual, entre los colchones de la suave cama, se encuentra algo semiculto.
Tomo entre mis manos el objeto lo que resulta ser… el diario de Chikane-chan… Esto… yo
nunca creí que ella tuviese un diario, bueno, Chikane-chan es solo una niña como yo, no un
ángel como siempre la he visto.
Yo… ¿debería tomarlo?...umm no, no puedo hacerlo… es suyo y está mal, es privado, no me
gustaría que ella leyera mi diario, porque vería todas las tonterías que escribo. Mejor lo dejo
donde está. Lo vuelvo a poner entre los colchones.
No… es espera. Es malo hacer esto… pero Chikane-chan, tiene algo y no me lo quiere contar,
pero si leo su diario podré saber que le pasa.
-Es por una buena causa, así que… lo haré- Tomo el diario el cual escondo dentro de mi
mochila, y unos momentos después Chikane-chan sale del baño.
-Chikane-chan… - le sonrío desde la cama, con un poco de nerviosismo… ¡Aah! ¡qué tonta soy,
fue una pésima idea tomar su diario!
-No, no es nada- digo negando mucho con la cabeza, llena de temor- umm es solo que te ves
más linda.
-¡Valla! Lo notaste, pues si quería verme más linda para ti - dice acomodándose el cabello- lo
mejor para mi princesa.
-Chikane-chan… no es cierto- digo riendo- me quieres, pero… no te arreglarías solo para mí.
-¿Ah sí?- sonríe caminando con lentitud a su cama- claro que me arreglaría así solo para ti-
toma mi mentón sonriendo.
-¡Chikane-chan!- me separo de ella y la miro fijamente- ¿estás usando las pantuflas que te
di?- le pregunto sonriendo de oreja a oreja.
-Ummm… pues si, son las que me diste- pregunta algo confuso- ¿que tienen?
-¡Te ves tan linda con ellas! - apunto directamente a ella mientras rio, ya que usa esas
pantuflas, las cuales son blancas y con la forma de un unicornio con su cuerno y todo- es la
primera vez que las usas, cuando las compre, no pensé que te verías tan linda y graciosa.
La peliazul se sonroja y pone cara molesta, cuando está a mi lado me tira hasta la gran cama
para luego caer sobre mí y me mira fijamente y después hace un puchero.
-Tonta Mitsuki, no te rías de mis pantuflas… emm… esto… los unicornios son geniales…- dice
sobre mí, ni aunque quisiera podría quitármela de encima es mucho mas grande.
-Está bien, está bien no lo voy a hacer- digo mientras rió porque Chikane-chan me hace
cosquillas- ¡Ahh! Para, ¡para Chikane-chan!
-Bien, así es mejor…- mientras la observo fijamente, ella se inclina un poco y con lentitud,
hasta posar sus labios sobre los míos.
El beso tímido, va tomando más fuerza, sus manos recorren mi cuerpo con delicadeza y las
mías recorren la espalda de la peliazul sobre su cabello.
Un beso tan tierno, único de ella, el cual me da mientras me abraza, yo también me aferro a
ella, porque no quiero que se valla nunca, siempre quiero tenerla aquí conmigo.
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Más tarde.
-Umm… quizá debí aprovechar la oferta de Chikane-chan y quedarme a dormir con ella,
hubiese sido lindo estar toda una noche a su lado… ah que tonta soy- digo suspirando al
llegar a casa.
Y de verdad parecía que Chikane-chan deseaba que me quedara con ella, ella nunca pide las
cosas así… ¿enserio abra pasado algo malo con ella...?
-Quizá sea mejor… ver que paso, seguro su diario tiene algo escrito- me siento en mi cama y
tomo el diario entre mis manos el cual comienzo a hojear.
Comienzo solo hojeando el diario de color vino tinto, y realmente tiene una cantidad de
escrito muy grande, más que un diario, parece un libro de alguna aburrida materia de
escuela…
Pero si es tan grande, es seguro por la increíble vida que lleva Chikane-chan después de todo,
alguien tan importante, carismática y linda, tiene mucho que escribir en un diario, jajaja,
nada parecido a lo que yo escribió, solo cosas tontas.
Por eso seguro que este diario está lleno de grandes momentos, y secretos muy grandes. Aun
dudo si debo leerlo realmente, no me gusta meterme con la vida privada de las personas,
pero Chikane-chan es mi novia, y es claro que no está bien, que necesita que alguien la
escuche, seguro le da vergüenza, contarme lo que le pasa.
Comienzo a leer con detenimiento lo que al parecer fue lo último que la ojiazul escribo en su
diario, la fecha es de hoy así que debió ser antes que yo llegase.
¨ Mi vela en la oscuridad, aunque… solo sea una luz insignificante en este mar de sombras,
me ayuda para seguir buscando mi camino, no es mi luz de verdad y tampoco mi camino
correcto, pero este me llevara al que yo deseo…
Ese camino que perdí hace mucho. Por eso en la oscuridad de la noche… tu eres mi vela.
MITSUKI ¨
-Pero… que es esto- releo el texto, pero no logro entender bien que quiere decir Chikane-chan
a través de esto, solo sé que… dice mi nombre.
Si bien esto es bastante raro y confuso, lo mejor sería seguir leyendo y así podría encontrar,
mi respuesta. Comienzo a ir hacia atrás en las hojas, tratando de hallar… algo.
Pero mientras más leo me confundo aun más. Demasiadas vueltas al asunto, demasiadas
palabras escritas entre líneas, es realmente extraño tratar de ir de adelante hacia atrás.
Pero justo cuando no parezco encontrar nada, más que una nostalgia y tristeza de Chikane-
chan, desconocida para mi, encuentro una palabra clave algo que me deja perpleja mientras
leo.
-¡ven…vengarse de Himeko-chan! ¿qué quiere decir con esto?- hablo para mí misma ante el
impacto de esta frase.
¿Vengarse de Himeko? ¿Por qué Chikane-chan querría vengarse de Himeko? Ella… no creo que
le haya hecho nada, además ambas son amigas…
¿Chikane-chan, tendría alguna razón? Pero no, espera, eso es sacar conclusiones muy rápido,
ella no es así, es dulce, encantadora y muy linda. Sabe cómo tratar a todos, es generosa y
solidaria… y siempre sonríe. Chikane-chan es buena
-Pero… muy claramente aquí dice que se vengó de ella- Ni siquiera de broma es algo
divertido… pero al mismo tiempo no puede ser real, es imposible que Chikane-chan le haya
hecho algo malo a Himeko-chan.
Si regreso hacia atrás… aun mas, aunque este mal, ahora más que nunca debo leer, lo que
Chikane-chan ha escrito… venganza…
Volviendo más atrás, las palabras, de Chikane pasan de esa melancolía, a algo un poco más
extraño y retorcido… venganza, esta palabra se repite y se repite a cada momento,
dejándome aun mas confundida.
Cuando realmente creo que mejor debería dejar esto por la paz, encuentro un separador… con
interés voy directo a esa página, no tengo idea de porque está justo ahí.
Justo en ese momento comienzo a leer de nuevo, esta vez, la narración, es aun más triste y
melancólica las palabras, reflejan… dolor, pero, porque estos cambios de ánimo en Chikane-
chan… la fecha de este hoja… es de hace 9 meses…
Una frase más que ninguna me llama la atención, y la releo una y otra vez.
-Extrañar…-
HIMEKO… te extraño ¨
-Que, significa esto, acaso… estuvieron distantes, o ¿algo así?- mientras más retrocedo mas
puedo ver ese nombre, esas 6 letras tan finamente escritas por mi novia…por Chikane-chan.
Con desesperación comienzo a ver cada una de las hojas, retrocediendo a un mas en el
desconocido y oscuro pasado de la peliazul, una persona que ha llenado de luz mi vida, pero
que la suya la ha mantenido sumida en la oscuridad…
¨ Himeko… me haces falta, ¿porque me dejaste? ¿por qué?, acaso estar conmigo es tan
aburrido… o soy yo el problema, si fuera por eso, yo estaría dispuesta a cambiar, solo quiero
estar contigo ¨
Himeko… y Chikane-chan… ¿fueron pareja? Ellas nunca dijeron nada al respecto, ellas solo
dijeron que eran buenas amigas...
Aprieto mis dientes, mientras mis manos tiemblan y con indecisión cambio de hoja
lentamente, definitivamente… todo está lleno de secretos, uno más oculto que otro mientras
voy hacia atrás. Mientras más busco mas encuentro, y entre mas leo… más me duele.
-No… no es cierto…- lagrimas comienzan a caer por mis mejillas, mojando la hoja del diario en
la cual me encuentro, con un dibujo, uno hecho por Chikane, de… Himeko -es mentira…
-¡No es verdad! ¡No!…- arrojo el libro con todas mis fuerzas y cierro mis ojos abrazándome a
mi misma con fuerza mientras lloro- …ella me ama a mí!.
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Abro mis ojos con pesadez hallándome de nuevo sola en esta oscura habitación, el sol ya se
ha ocultado, dando paso a una oscura noche, sin luna.
-¿Fue esta la mejor opción?– digo con frialdad, acariciando mi pálida piel
Realmente me siento miserable… pero, esto es lo que yo quería, lo había planeado por
meses… tenía que mostrarle a Himeko mi dolor, humillarla como ella a mí. Pero aun no sé si
haya sido lo mejor, el haber hecho todo esto, convertirme en la villana… y sobre todo… ser
cruel. Romperle el corazón, destruir todas sus esperanzas.
No… cualquiera en mi lugar lo hubiese hecho, nadie hubiese resistido esto, nadie podría
haber vivido con esta pesada losa, yo no pude… la locura te consume a momentos, el saber
que la persona que amas, te abandono, que te engañaba, que te hizo el corazón añicos.
-Yo también soy una víctima…. Yo también llore- digo con lagrimas corriendo por mis
mejillas…- yo también… me enamore y… también odie- siento como cada momento el nudo en
mi garganta se va haciendo más apretado, además hipeo un poco mientras lloro.
A mí también me toco sufrir, aunque la amaba, no le importo, se fue sin siquiera explicarme
nada, y ahora ella quería, que le perdonara… como si no hubiese importado de nada el
pasado, como si se hubiese olvidado de lo que me hizo. Como si dejarme, ignorarme, y
además… irse con alguien más, no me importara y estuviera dispuesta a estar con ella de
nuevo.
Entre mis manos sostengo un collar de plata con una concha. Hermosa y de un color
singular…
-Quisiera… volver en el tiempo…- fijo mi mirada acuosa al pequeño collar- al tiempo en el que
siempre estábamos juntas… antes de que fuese una idiota.
Llevo el pequeño collar hacia mi pecho justo donde esta mi corazón y comienzo a llorar aun
mas fuerte… penoso.
Cierro los ojos... quiero escapar de todo esto, de esta oscuridad, quiero de nuevo volver,
escuchar su voz, conocerle desde el principio, quizá ahora, no cometería errores.
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-Ummm… disculpa llevas siguiéndome ya varios minutos, ¿pasa algo?- pregunto a una chica
rubia, la cual no ha parado de caminar tras de mí.
-Espera, no te disculpes…- me acerco a ella con una sonrisa en mi rostro- ¿estás perdida?
-Entonces, déjame guiarte, yo conozco toda esta escuela- le doy la mano como señal de
cortesía- soy Himemiya, Himemiya Chikane, ¿y tú?
-Kurusugawa… Himeko…
Fin capitulo 8
Memoria l
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Mi lejano cuento de Hadas
-Ummm… disculpa llevas siguiéndome ya varios minutos, ¿pasa algo?- pregunto a una chica
rubia, la cual no ha parado de caminar tras de mi.
-Espera, no te disculpes…- me acerco a ella con una sonrisa en mi rostro- ¿estas perdida?
-Entonces, déjame guiarte, yo conozco toda esta escuela- le doy la mano como señal de
cortesía- soy Himemiya, Himemiya Chikane, ¿y tu?
-Kurusugawa… Himeko…
-Himeko, como una princesa- sonrio acariciando su cabello rubio- mas bien, una pequeña
princesa.
Se aleja un poco de mi fingiendo molestia, se que es asi porque sonrie un poco, ademas sus
mejillas estan sonrojadas.
-¿Eres nueva en la escuela? No es normal ver muchos alumnos nuevos y menos tan avanzado
el año escolar.
-Si lo soy- la verdad pareciera como si no quisiera continuar la charla conmigo, pero es mas
que nada por pena, es como si se quisiera hechar a correr para que no viera sus mejillas
rojas.
La verdad no es que me importe mucho lo que ella piense, es solo otra chica mas en esta
enorme escuela, tan alternativa como las otras, solo que… ella tiene algo, seguro nada
importante. Pero de verdad, nunca he sentido la necesidad de hablar con la gente…ni siquiera
soy muy unida con mis padres, y bien la gente, me fijo en quien me sirve y quien no.
-Y dime, ¿de donde vienes?- pregunto para tratar de buscar un tema de conversacion.
-Pues, yo vivia en Hokkaido- responde mirandome con aun mas pena, incluso tartamudea un
poco, no puedo creer que este asi solo por esas preguntas.
-Oh es bastante lindo- tenemos una casa de campo ahí mi familia y yo, pero la verdad me
parece solo un terrreno vacio… son lindos los bosques y las montañas, pero bah… no es como
que wow, la octava maravilla del mundo. Entonces Kurusugawa-san es una pueblerina, si se
abriera un poco mas, sabria que tipo de chica es, y como puedo tratarla, decirle lo que quiere
escuchar, como a todas en esta escuela.
-Sip lo es- aun se mantiene distante, asi que yo soy la que tiene que tener toda la iniciativa- y
que haces aquí tan avanzado el año escolar, y mas que nada, ¿porque a esta escuela?
-Pues, solo fue por el trabajo de mi papa, le ofrecieron uno aquí en Tokyo y porque no
aceptarlo- da una risita tonta mientras yo la miro con intensidad cosa que le provoca un
sonrojo.
-Entiendo. Por cierto, ¿que parte de la escuela estas buscando?- pregunto hasta ahora,
porque realmente lo olvide al principio.
-umm bueno, me dijeron que tenia que llevar este papel a direccion y ahí me dirian cual es mi
salon de clases- dice hablando ya un poco mas.
-Entonces, vamos para aya, ya estamos cerca, que suerte que mi salon esta para esa
direccion- le sonrio y ella me corresponde la sonrisa por primera vez.
-Oki, te sigo-
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Ya lleva algunos minutos ahí adentro, realmente comienza a desesperarme, ni siquiera pude
comer mi almuerzo, pero bueno, ya que. Sin duda una visita con la directora de la escuela, es
algo importante mas cuando eres de nuevo ingreso.
-aahh…- suspiro mientras cierro mis ojos, solo un momento para relajarme.
Y entonces la miro ahí, mirando un poco hacia abajo, con sus manos cruzadas detrás de su
espalda, y con el uniforme que todas en esta escuela de señoritas usan: calcetas blancas,
falda gris, y la camisa de estilo marinero color negro con un moño rojo.
Sus ojos morados se topan con los mios azules, lentamente aprecio un sonrojo en sus mejillas
y una leve sonrisa en su boca, yo tambien le sonrio en forma tonta, y solo al darme cuenta me
tapo la cara, apenada.
-2D- responde.
-¿Enserio?- miro la nota de la directora que lleva en sus manos- wow, es mi salon, parece que
seremos compañeras.
-¡Bien! Alguien conocida en salon, gracias por guiarme, Chikane-chan- dice esta vez muy
sonriente.
-Chikane-chan…- digo seria analizando sus palabras, nunca nadie me ha llamado asi, y ella lo
hace tan natural…-
-sip-
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Chikane-chan… cualquiera de las personas que son mis ¨ fans ¨ dirian que esa pequeña niña,
es una atrevida e irrespetuosa por no llamarme Miya-sama como todas.
Pero realmente no me molesta, es sorpresivo, eso si. Pero puedo decir, que me gusta, que no
es una persona como todas las que estan aquí, que son falsas. Ella es alguien… genuina.
Pero justo ahora esta sola, en una de las gradas mas altas del salon, donde nadie se sienta.
Realmente se ve sola y aburrida.
-Miya-sama… que boberia ¿verdad?- pregunta una pelinegra- digo ¿a quien le importa el
algebra?- que chica mas molesta, como odio que me pregunten ese tipo de cosas.
-Deberias poner mas atencion, no parecera imporante pero lo es- le sonrio falsamente.
-Si tienes razon Miya-sama, gracias, siempre te preocupas por mi y por todas eres muy
buena-
Aaahh… como quisiera no escuchar ese tipo de cosas, esos halagos sin sentido, que pensarian
todos, si supieran que solo estoy fingiendo, si es cierto, me quejo de que todos fingen,
aunque yo tambien lo hago… si que soy despreciable.
Al terminar la clase el maestro se retira, dejando el salon solo con las alumnas las cuales
comienzan a hablar en voz muy alta, bastante molesto debo decir, y ahí se encuentra ella sola
e ignorada y yo aquí rodeada de gente a la que no le presto ni un poco de atencion.
-Miya-sama, ¿irias con nostras al cine hoy?- preguntan cinco chicas al ulisono.
-No lo creo, estoy demasiado ocupada, ya saben el comité escolar y mis practicas de tenis-
digo sin animo de dejarles esperanzas.
-Oh… tienes razon- dicen con la cara larga, pero parece que no desestiran de hablar conmigo-
bueno, pero podemos estar juntas en el almuerzo y…-
-¿Te molesta si tomo este lugar?- pregunto ya cuando me he instalado y la miro con una
sonrisa.
-Chikane…chan- me mira incredula- pues, pues no pero… ¿que haces aquí? ¿No deberias estar
con tus amigas?-
-Pero ahora quiero sentarme contigo- no se, no se porque hago esto, solo… estoy sintiendo
esto… que esto es lo correcto. Le sonrio de nuevo, pero me da un poco de nerviosimo y pena
el estar aquí, seguro que mis mejillas deben estar algo enrojecidas- que tal si yo, ¿quiero ser
tu amiga?.
-¿Tan molesta soy?- digo levantandome mirandola con cara triste- bien, si te molesto… me ire,
lo siento- justo cuando comienzo a caminar me detiene tomandome de la mano.
-¿De verdad?-
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Este dia fue tan especial… realmente, creo que porfin consegui a una amiga genuina, es linda,
lista, timida, graciosa, cariñosa… de verdad estoy feliz de conocerla.
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Cada dia es una nueva aventura a tu lado, me has dejado conocerte hasta un punto, que ya no
me da vergüenza decir… que tu, eres mi mejor amiga, no… tambien mi unica amiga, pero por
eso mismo eres mas especial.
Y como eres tan tierna y linda, yo aveces me siento tan falsa a tu lado, seguro que si me
conocieras como soy realmente… no me hablarias mas.
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Entro corriendo muy emocionada al salon, para encontrarme con mi rubia amiga, hace ya un
tiempo que, todos los dias estoy a su lado
-Himeko- llego a su lado muy sonriente- mira lo que consegui- le muestro dos boletos para el
cine.
-Son para la pelicula que se estrena mañana Chikane-chan- dice sonriendo y mirandolos con
atencion.
-Como lo voy a olvidar Chikane-chan, por supuesto que si, entonces ¿iremos?-
-Pues claro que si, si es contigo Himeko por supuesto- le sonrio sentandome a su lado y ella
recarga su cabeza en mi hombro.
-Entonces… no puedo esperar a que sea mañana en la noche- dice y yo recargo mi cabeza
sobre la suya.
-Yo tampoco- digo al cerrar mis ojos.
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-¿Donde estas Himeko?- pregunto al aire, mientras espero en la puerta del cine, por Himeko.
Comienzo a desesperarme y a caminar en circulos por todos lados, siento que es tanto tiempo
pero con solo ver el reloj, me doy cuenta que aun quedan unos 20 minutos para que empieze
la funcion y no tengo que desesperarme tanto.
-Tranquila… ya llegara- digo aspirando un poco del aire frio, por supuesto, en febrero aun el
frio se puede sentir, lentamente unos brazos me abrazan por la espalda, me asusto pensando
en que podria ser un pervertido y grito.
-Soy yo Chikane-chan- me sonrie la rubia con la lengua de fuera y cerrando sus ojos.
-Ok, no lo hare, ¿como me veo?- dice llevando sus manos detrás de su cuerpo.
La miro con atencion, lleva un vestido ligero rosa, zapatillitas, y un saco color negro
cubriendola por el frio, su cabello rubio y brillante como el sol, se ve tan hermoso como
siempre, es como finas ebras de seda, y con un moño rosa de adorno.
-Jaja, ¿hermosa? No es para tanto Chikane-chan, solo que bueno, nunca habiamos salido antes
y queria verme bien… para ti- cuando dice eso me sonrojo- solo mirate tu te ves muy bien, tu
eres la hermosa.
-Gracias Himeko- digo al ver mi ropa, llevo botas de cuero, una falda corta de mezclilla, y un
abrigo negro al igual que Himeko- es lindo que tu lo digas.
-Pero si siempre te lo digo Chikane-chan, tu serias una de esas chicas, que podria salir en las
revistas de adolescentes, o en algunos programas de television, o las reinas de los bailes de
graduacion, cualquier chico quisiera estar contigo- dice con una sonrisa de oreja a oreja.
-Gracias…- me siento tan halagada con todo lo que dice- mira, que tal si entramos ya, no
conseguiremos buenos lugares si no entramos ya.
-Pero tu eres Himemiya Chikane, haha, ¿no te reservan lugares solo por ser tu?- comienza a
burlarse, ya antes hemos hablado de quien soy yo, y sorprendetemente nunca se ha
aprovechado de esto, como antes lo habia pensado Himeko es genuina y honesta.
-Jaja, asi no funcionan las cosas, ademas te dije que vendriamos a este cine donde nadie me
conoce, no quiero que nadie nos interrumpa.
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Justo cuando vamos a sentarnos ya en nuestros lugares oigo una molestosa voz, y no solo
una… son varias.
-Miya-sama, que sopresa que estes aquí- en cuestion de segundos me veo envuelta por varias
chicas de mi salon.
-Uh hola, disculpen… voy a sentarme- con la mirada busco a Himeko la cual a quedado fuera
del circulo que estas fans hicieron.
-Pero yo…- Himeko a lo lejos solo me sonrie y se dispone a ver la pelicula que esta
comenzando, entiendo que es mejor dejar las cosas asi -ok…
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-Son todas unas estupidas- digo gritando en el baño, al que sorpresivamente pude venir sin
que todas me siguieran.
Arruinaron mi noche perfecta donde saldria a divertirme con Himeko… no puedo creerlo como
supieron que estariamos aquí… son unas arpias, las odio, las odio.
-No se porque les hablo, deberia hacerlas a una lado como el remengo de inutiles que son,
solo estan ahí estorbando- mi frustracion esta en puntos maximos, esta es la parte que no
quiero compartir es la parte que no quiero que nadie conosca.
-Si… tranquila, no pasa nada- sonrie- recuerda lo que siempre dicen los mayores, no hay nadie
que pueda vivir aislado de los dem…- la interrumpo.
-Porfavor Himeko, no creeras en esas estupidas curcilerias, claro que se puede, solo necesitas
a las personas correctas de tu lado, personas que te sirvan para…
Pronto logro recapacitar en lo que le dije, fueron palabras muy frias e insensibles, no puedo
creer que le dijera ese tipo de cosas a Himeko… seguro ya no me hablara por ser una persona
de este tipo, soy una estupida.
-Yo…-
-No hay problema, no me molesta que pienses eso, ademas si somos las mejores amigas, me
gustaria que me contaras todo lo que te pasa, no me molestare de lo que pienses, eres mi
amiga y te quiero con todos tus defectos y virtudes Chikane-chan- la abrazo cuando dice eso-
¿me prometes que me lo contaras?
-Sii…- cuando me muestra su meñique yo le doy el mio como señal de promesa, ambas
sonreimos.
-Si vamonos, no era tan buena la pelicula despues de todo, digo tu sabes, la peliplateada esa
pareciera que se queria, pues… llevar a la cama a todas las chicas- digo riendome.
-Siii y la peliroja era una lenta, y no habia ni un solo hombre en toda esa pelicula.
-Esta bien-
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Me aceptaste tal y como soy, con todos mis defectos y virtudes, incluso cuando te hable de
mis preferencias, eso no te molesto, incluso… me recomendaste algunas chicas, aunque
sabias bien, que no me habia fijado en nadie.
Cada dia compartimos mas, una nueva historia, un nuevo momento magico, alguna cancion,
cualquier cosa tonta, nos une mas y mas, y realmente llenas de luz cada dia que paso a tu
lado, y los meses pasan mas y mas y miranos, hace tan poco eras la niña nueva que me
seguia, y ahora yo te tengo que seguir a ti.
Y hoy despues de muchos meses juntas, estoy tan feliz, este verano ya hemos hecho tantas
cosas. Y en este momento me siento tan tonta escribiendo aqui… teniendote a mi lado.
Cierro mi diario dejandolo sobre mi buro. Y me giro para verte dormir tan placidamente a mi
lado. Te vez tan llena de paz mientras estas dormida, con mis manos tomo un poco de tu
cabello acariciandolo con cariño.
Llevas una de mis pijamas, de esas que nunca en la vida he usado, pero tu encantada te la
pusiste, me pregunto como sera el dia de mañana.
-Te quiero Himeko, ojala y siempre… -me abrazo de su cuerpo tan frajil y delicado- siempre
seamos amigas.
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Y el tiempo paso, y somos mas inseparables que nunca, ya hemos pensado en nuestro futuro
ambas, y entraremos a la misma preparatoria, nuestros padres estan deacuerdo y ahora solo
falta graduarnos, y es lo que haremos justo ahora, graduarnos… que tonta, estoy escribiendo
como si ella lo hiciera tambien.
Pero ya Himeko se volvio una parte de mi como yo una parte de ella, vaya cuantos momentos
no habremos ya vivido juntas, hay momentos tristes si, pero sin duda muchos mas buenos y
felices, recuerdo cuando su mama dijo que pareciamos una pareja, bromeaba, pero eso.. me
ha hecho pensar en lo que siento.
-¿Si que es un dia especial hoy verdad?- pregunta mi padre, el cual me mira con orgullo desde
la puerta de mi habitacion, al verlo cierro mi diario rapidamente.
-Papa, si… si que lo es- le devuelvo la sonrisa, mirandolo, nos parecemos mucho en
personalidad, pero no tanto en apariencia, tiene el cabello negro pero los ojos azules como
yo.
-Ah aquí estabas mi amor- mi madre, la cual si es identica a mi aparece, abrazandolo por la
espalda.
-Entonces, ¿nos vamos Chikane?- me llaman y yo camino hacia ellos, ambos me toman del
brazo y caminamos juntos.
-Gracias…-
Mis padres y yo, no compartimos mucho tiempo juntos, antes lo haciamos, pero ahora esos
momentos familiares son lo que tardamos en cenar juntos, y normalmente se interrumpe por
cualquier cosa. Pero estaran conmigo en este dia tan especial.
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-Himemiya Chikane-
Miro hacia el publico al momento de recibir mi diploma por haberme graduado de la escuela.
Y ahí esta ella, sonriente y mirandome justo a mi, esperando junto con las otras chicas del
salon su turno para pasar por su diploma.
-Mucha suerte ahí arriba- comienzo a avanzar hacia mi lugar dejandola ahí.
Claro que cuando ella pasa, por su diploma yo soy la que aplaude con mucha mas fuerza que
cualquiera en todo el auditorio, y ella me mira sonriente desde ahí arriba.
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No entiendo mucho de lo que pasa, estoy confundida, impaciente, imperactiva. Sera que yo
me estoy… ¿enamorando?
HIMEKO
KnM
UNTIL THE LAST MOMENT
_ ¿Estás cómoda?
_Más que eso Chikane-chan, tenerte a mi lado en este momento, admirando este hermosos cielo me
hace sentir…- cerró los ojos sintiendo el suave retozo de la coqueta brisa, aspiró profundamente el
aire impregnado de naturaleza divina con un toque de sandia –como si ya hubiese logrado todo lo
que en mi vida he deseado, quiero convertir este momento en un paraíso eterno.
_Porque no me parece justo- desvió su mirada al firmamento -porque aun no puedo creer todo lo
que está sucediendo, si tan solo…
Chikane la abrazó firmemente no queriendo que continuara –calla- susurró entre dientes, se aferró a
aquella figura extremadamente delgada deseando no separarse, como si el mismo viento en una
fuerte ventisca pudiera arrebatársela –hasta el último momento.
_No dejes este vacío entre mis brazos- replicó la morena la sentir el cruel abandono.
_Nunca- se movió tratando de alcanzar el cuerpo que la rechazaba, pero solo encontró una mano
delante de ella que la detenía.
_No te puedo condenar a que sufras a mi lado- se soltó del sutil agarre quedando ambas frente a
frente -¿no entiendes que cada vez que estas cerca me hace pensar que pasará cuando yo no este?,
me hace contar las horas que estamos juntas sabiendo que el final está cerca, me hace no querer
dejar todo esto, veo la vida color rosa cuando en realidad es negra, me hace sentir envidia de
aquellos que si pueden disfrutar, salir, divertirse, jugar, hasta pelear, y siento que te estoy
arrastrando conmigo a este agujero sin fondo, solo por egoísmo, por no querer estar sola, por sentir
un amor sin futuro.
_Y ¿crees que toda esa vida de la que hablas significa algo para mí?- la tomó de los hombros
acercándose al rostro ojeroso de la rubia –escúchame Himeko, sé que esto no es fácil para ninguna
de las dos, y comprendo tu temor, pero no puedes culparte por amarme cuando lo único que me has
dado es felicidad, mírame –como un suspiro la rubia sintió el frio tacto de la mano de Chikane en su
mejilla – Chikane Himemiya no existe si Himeko kurusugawa no está a su lado, tú me das el
descanso en este mundo hecho trizas, y no me refiero a lo que nos rodea, si no a este mundo- colocó
su mano al costado izquierdo de su pecho – este mundo interior aclama por consideración, por
aceptación… aclama en este momento por piedad, por razones justas, y no caprichosas, aclama por
tener un juicio justo – bajó su mirada al suelo- aclama por ser libre a tu lado, por dejarlo amar, y ser
amado.
_Chikane-chan…
_Himeko, déjame ir contigo.
_ ¿Dónde?- torció los labios en un intento vano de sonrisa – ¿que sabes tú de lo que hay después?
_Algo debe haber, no puede ser solo esta existencia, sería injusto-miró la luna percatándose de su
plenitud –mira- señaló ese gigante punto que se alzaba con majestuosidad en la oscuridad del
firmamento, Himeko siguió con la mirada la dirección de la mano de Chikane –tal vez un paraíso
efímero nos espere, un jardín en la luna donde solo existamos tu y yo, donde no hayan problemas,
ni soluciones, donde no exista el blanco ni el negro, ni el frio ni el calor, en donde el bien y el mal
carezcan de importancia, al igual que la riqueza y la pobreza –dejó caer su mano enfocando su vista
en la rubia –dime que es lo que ves mi vida, quiero que seas tú quien permanezca a mi lado.
A Himeko le pareció gracioso lo que sus ojos observaban, tal vez era obra y gracia de su
imaginación y por ello le dio un poco de pena decirlo –bueno si veo algo pero no creo que sea lo
mismo a lo que te refieres.
_Bueno es que… etto –se sonrojó -no es por burlarme de ti pero lo único que puedo distinguir en
esas manchas de la luna es una especie de conejo –Chikane sonrió emocionada –si, mira- señaló la
luna como anteriormente lo había hecho su novia –esas parecen las orejas, y esa… esa parece ser la
cola como un copo de algodón, y las patitas, ¿si lo vez Chikane-chan?-no obtuvo respuesta –
Chikane-chan –regresó la vista encontrándose con un rostro aunado en llanto.
_Lo sabia- susurró sin dejar de llorar –sabía que veías lo mismo que yo, eso significa que eres la
persona ideal para mí, como lo dice la leyenda.
Himeko volvió a su expresión de melancolía, no era posible que siguiera insistiendo aun sabiendo
que la arena del reloj se había acabado; su mandíbula comenzó a temblar y de nuevo se vio envuelta
en aquel sentimiento de soledad, ¿y si hubiese algo mas allá de la muerte? No quería estar sola a
donde fuese que llegase, pero era injusto arrastrar a Chikane a la misma condena.
La respiración se le hacía cada vez más dificultosa, un mareo la atacó de improvisto, no quería que
volvieran aquellos malestares propios de la enfermedad, siempre atacándola en los momentos en los
cuales compartía con su pareja, causando en Chikane el desasosiego de la impotencia. Veía en
aquella mirada oceánica la angustia y el desespero, eso la afectaba sobremanera, la hacía dudar si
dejar que Chikane la acompañara en su travesía por la muerte, o dejarla seguir su vida, segura que
comentaría alguna locura.
_Himeko – la tomó con delicadeza evitando que la rubia se desplomara en la húmeda arena –amor
¿estás bien?, vamos a casa, llamaremos al médico para que te examine.
_Ya hemos pasado por esto varias ocasiones y aun sigo viendo en ti esa mirada que me espanta- las
palabras de la rubia eran tan suaves como una caricia del viento, las fuerzas se le agotaban mientras
el malestar se acrecentaba, era el momento… era su hora, el último suspiro antes de perder la
conciencia.
_Aun no Himeko-se arrodilló en la arena trayendo consigo el débil cuerpo en sus brazos –yo… -el
nudo en la garganta se volvió asfixiante, el llanto no daba tregua, las salinas gotas amenazaban por
desbordarse de sus ojos.
_No llores, y no digas nada mas –susurró aspirando con fuerza el olor del mar embravecido –somos
los dueños del tiempo… baila conmigo en el viento… desnuda tus sentimientos hasta…
_Nunca olvidaré esa canción-con dificultad alzo la mano y la colocó en la húmeda mejilla de
Chikane –con ella nos conocimos, y con ella… nos despedimos.
_Yo… te amo mas- sus ojos se cerraron lentamente, la mano que aun mantenía en la mejilla de su
amada cayó como roca en la arena, la respiración se volvió imperceptible y el calor corporal se iba
poco a poco disipando.
Aquella sonrisa radiante no se volvería a ver en ese rostro angelical, solo quedaría en la memoria de
quien alguna vez fue su acompañante, su amiga, su amante.
Los segundos se convirtieron en minutos y los minutos en horas, pronto había amanecido y el sol
despuntaba radiante por el oriente de la capital, las gaviotas sobrevolaban el cielo y el cantar de las
aves era motivo de alegría, el aire mañanero fresco purificaba los pulmones mientras la marea había
bajado considerablemente.
A orillas de la playa se alzaba una roca grande con un grabado que decía:
_ ¿Te parece?, bueno yo pensé lo mismo la primera vez que las leí aunque después de frecuentar
este lugar varias veces pude comprender que en esa frase esta el más puro e infinito amor.
_Lo único seguro es que la persona que la escribió debió amar demasiado a su pareja.
_ ¿Eso crees?
_Si, Mira nada más el sentimiento que refleja- se quedaron en silencio observando detenidamente
cada letra, parecía como si el tiempo se hubiese detenido mientras las palabras eran repasadas una y
otra vez como el coro de una canción.
_ ¿Me creerías si te dijera que la mitad de la concha que tienes en el cuello llego aquí?- interrumpió
el mágico momento
_Más o menos, la primera vez que vine tendría unos 12 años, Salí a caminar un rato porque no
quería estar más tiempo encerrada en esa casa de playa, mis padres no se dignaron en
acompañarme, solo me mandaron con una niñera quien tampoco prestaba atención a lo que hacía,
recorrí el pueblo por varias horas sin ningún interés, hasta que llegue a esta roca, no sé cómo
explicarlo solo me atrajo como un imán y me hipnotizó; ese día el mar estaba furioso y sabía que
era peligroso quedarme allí parada en medio de la oscuridad leyendo una frase, pero por más que
quisiera dar media vuelta y seguir con mi patética vida, mis piernas se negaban en reaccionar,
recuerdo que una gran ola atrajo consigo esta pequeña concha que si no fuera por el brillo que
emitía ni siquiera la hubiese percibido, en ese momento me di cuenta que mis días de soledad se
terminarían pronto y alguien especial estaba destinado en mi vida, por eso me prometí que cuando
llegara esa persona, le daría como objeto preciado la mitad de esa concha, y cuando le propusiera
matrimonio, seria aquí mismo, teniendo esta roca como testigo.
_Eso significa…
_Yo…- se llevó las manos al pecho como si tratara de evitar que el corazón se le saliera del pecho –
claro… acepto- dio un brinco colgándose del cuello de su prometida -es lo que siempre he deseado.
_Te amo mi sol de mediodía- apretándola contra su cuerpo –me haces la mujer más feliz del
planeta.
_Yo te amo más mi luna de media noche, y ya que no hay una historia para esta roca nosotras
podríamos crear una, la cual traspase los siglos y se convierta en una leyenda de amor.
OTRO DE MIS DELIRIOS, ESPERO LES GUSTE.
DUDAS!! Capitulo 1
Sabes que te amo mi vida, no debes preocuparte- me dices con tu tan carismática sonrisa que
te caracteriza, depositas un beso en mi mejilla mientras me abrazas por encima de mis
hombros, es increíble la sensación que me haces sentir, eres tan calida, tan suave, tan
atrayente, no dudo un momento en tomarte por la cintura y apretarte aun mas hacia mi,
necesito tenerte cerca, sentir tu aroma, ese que me embriaga, tan dulce, tan natural, sin mas,
siento como mi corazón estalla en alegría, cada duda que siento sobre nosotras se disipa
cuando al fin te tengo a mi lado, para mi sola, sin necesidad de compartirte con mas nadie,
porque se que te encanta pasar tiempo conmigo a solas, a pesar de que no salimos en citas
normales, no nos separamos para nada cuando estamos juntas, cualquiera diría que es una
relación puramente sexual, mas, yo estoy segura de tus sentimientos sobre mi, y como nunca
siento como mi alma cobra vida cuando te tengo a mi lado, tus manos no tardan en llegar a mi
parte mas sensible de mi cuello, jugando con el, rozándolo con ternura, poco a poco vas
desatando las tiras de mi blusa, es un poco incomodo de usar, pero vale la pena porque me
has dicho que te encanta como me queda ese tipo de blusas que dejan al descubierto mis
brazos y hombros, cuando al fin terminas de desatar mi nudo, siento como otro nudo se
forma, pero en mi garganta, aun me dejas sin aliento, mi respiración es entrecortada aun
cuando se que no has hecho gran cosa, pero me descontrolas, todo mi ser pide a gritos que te
acerques, que hagas lo que tanto sabes hacer y que me permitas complacerte, hacerte mía y
reclamar lo que tanto me gusta de ti, quiero llenar tu ser conmigo misma, ser capaz de
hacerte llegar hasta el limite y escuchar lo que son para mi las mas gloriosas notas que
existen en este mundo, ni siquiera mi piano y mis amaestradas manos pueden producir ese
sonido tan espectacular como el que tu haces cuando explotas en placer.
Tus manos descienden a mi espalda hasta el borde de mi blusa, juegas un momento con ella
mientras con tus hermosos y rosados labios rozas muy suavemente mi cuello, mis piernas
comienzan a perder su fuerza, ni siquiera en las tan agotadoras pruebas de tenis mis piernas
fallaban asi, eres asombrosa, tu hermosura me envuelve, con tu lengua trazabas pequeñas
líneas en mi cuello, en círculos, me vuelves loca, siento como empiezo a perder el control, mi
respiración notablemente agitada, mi frente desprende unas cuantas gotas al saber que no
me dejaras hacer nada, aun no, te encanta tener el control en mi, sabes que lo tienes, soy
tuya, tu esclava, solo dime lo que quieras y yo te lo daré, no importa que tenga que hacer
para conseguirlo, tu confía en mí, tentando a mi suerte, sobo tu espalda intentando subir tu
falda, acaso sabes lo sexy que te ves con ese tipo de mini faldas,..
creo que si, eres sublime, me matas y me revives con una pestañear, me dejas sobar tu
espalda, y puedo notar que te gusta por como aprietas tu agarre en mi espalda, te estas
aguantando, se que estas tan excitada como yo y que deseas ahora mas que nada deshacerte
de mi ropa, hacerme tuya y sentir mi interior, tienes una obsesión con hacerme venir entre tu
dedos, definitivamente yo prefiero hacerte venir con un contacto directo entre nuestras
pieles, cuando prevés que mis manos se dirigen donde la espalda pierde su nombre sueltas
un suspiro un tanto alargado para ser un suspiro normal y siento como te estremeces, sin
embargo, no serías tu si no hicieras esto, mueves tus manos de mi espalda y apartas
gentilmente las mías de tu trasero, que lastima, con las ganas que tengo de tocarlo, de
sentirlo, besarlo, eres mía, te amo, no tengo dudas de ello-
mi amor, calma, tenemos toda la tarde- me dices de manera muy sensual a mi oído soplando
un poco haciendo que el rastro de la saliva que allí se encontrara cambiara la temperatura de
mi oreja, mis estremecimientos te parecen graciosos porque siento como sonríes levemente y
vuelves a repetir el acto, tomando de inmediato mi oreja entre tus labios, tus manos viajan a
través de mi cuello, tocando de manera lenta pero firme, mis hombros, los aprietas un poco,
inclino mi cabeza hacia atrás, no resisto, debo probar tus labios de nuevo, sostengo tus
mejillas y bajo mi cabeza, soy más alta que tu, así que debo bajar un poco más aun, uno
nuestros labios de manera desesperada, sentía ansias de tocar esos dulces labios que me
llaman, que me queman con su tacto y me hacen renacer, mi lengua hurga tu boca, conozco
tan bien esa boca como tu la mía, nuestros labios son prácticamente devorados por la otra,
nuestra temperatura subía drásticamente, tus manos seguían con las caricias, ya se
encontraban en mis senos, los masajeabas y estrujabas suavemente con toques fuertes de
vez en cuando, como me excitas, tu lengua también quiere unirse a nuestro desenfreno por lo
que, la introduces en mi boca, como haciendo una inspección meticulosa, no te gusta que te
controlen así que de inmediato tomas el control, pero esta vez no te sera tan facil, nuestras
lenguas se encuentran en una batalla, la saliva comienza a salir por la comisura de nuestros
labios, pero no nos importa, tu desases el beso, tomándome por mis mejillas claramente
sonrojadas- te a-mo- dices de manera muy pausada tratando de controlar tu respiración, esas
palabras, esa manera de decirlo, la persona que lo dice, sus labios, eso es todo lo que
necesitas para desarmarme, mi corazón va a estallar, mis lagrimas se hacen presente,
humedecen el camino por el que corren, solía pensar que llorar era para debiles, personas
que no sabían que hacer con su vida, y en parte si es cierto, pero, también es cierto que es
una manera muy eficaz de desahogarte, un manera en la que deshaces toda la rabia, o
expresas todo el amor que siente tu corazón, mi corazón rebosa de alegría, es curioso como
esas simples y fuertes palabras provenientes de tus labios me hacen tan feliz, coloco mis
manos por encima de las tuyas que se encuentran limpiando mis lagrimas y las tomo
juntándolas frente a mis labios y las beso como la fiel esclava que soy- te amo, te amo más
que a nadie en este mundo-decia con mi voz quebrantada- te amo más que a mi vida, no
dudes de ello- decía esta vez con lagrimas saliendo de nuevo de mis ojos, suelo ser muy seria,
pero cuando la emotividad sale me es muy difícil controlarla- eres todo para mi- bajaba un
poco la cabeza para disimular el vergonzoso goteo que comenzaba a surgir de mi nariz- no te
escondas de mi- dices dulcemente con una sonrisa- yo quiero saber todo de ti chikane-Chan –
no dude un segundo en abrazarte como si quisieras escapar, como si alguien quisiera
apartarte de mi lado- por favor, conóceme mi vida- decía mientras aun la sostenía, pronto
sentí como aflojaba su abrazo por lo que también hice lo mismo, tomo mis brazos y los coloco
a un lado de mi cuerpo y sonriéndome de una manera muy coqueta- muy bien chikane Chan,
ahora si- dijo haciéndome retroceder y caer en la cama, se subió encima de mi, terminando el
recorrido que había quedado inconcluso llego hasta el borde de mi blusa y esta vez no jugó,
solo la fue subiendo dejando mi abdomen a su disposición, sin embargo, no la quito, acerco
sus labios a mi ombligo y con su lengua lo delineaba, al igual que con mi abdomen, lo besabas
y me mordías ligeramente, tomas de nuevo la blusa entre tus manos y esta vez si decides
quitarla, ya te estorba, lames mis senos, juegas con ellos y mis gemidos ya empiezan a salir
de mi.
con tu mano izquierda aprietas mi pezón derecho y el otro es recorrido por tu lengua,
continuas de esa manera hasta que ves lo sonrojada e inquieta que me encuentro, sentada a
horcadillas sobre mi regazo, sostienes mis manos y las llevas a tus senos cubiertos solo por tu
lindo sostén color lila de encajes, no estoy segura en que momento exacto retiraste tu blusa,
pero, francamente no me importaba, mientras pudiera tocarte y hacerte mía, el resto me
parece irrelevante- chikane-chan- decia con su voz entre cortada, sabia que le encantaba que
la tocara alli, me incline un poco hacia delante desesperada por su contacto y uniendo
nuestros cuerpos mi mano derecha seguia con su labor en tu seno, mi brazo izquierda la
deslice por detrás de tu espalda, afianzando nuestro abrazo, tus manos por encima de mis
hombros aprentandote cada vez mas a mi, nuestros labios desesperados por sentir el tacto de
la otra se fundieron en un beso que nos dejo sin respiración, era increible la fuerte corriente
electrica que sentia por cada uno de mis poros cuando tus manos se deslizaban por mi piel, tu
sabor era dulce, tan dulce como nuestra fruta favorita, la uvas, tus labios sabian mil veces
mejores que cualquier uva importada jamas comida por mi, tus labios son adictivos, son
carnosos y delirantes, con toques electroestáticos, son afrodisíacos, aerodinámicos, tus besos
son hiperquinéticos, las sensaciones que me provocas son intergalácticos, estereofónicos e
incluso estratosféricos y me hacen ser toda una ninfomaníaca.
Mis manos viajan a lo largo de tu cuerpo, y pronto tu falda me es incomoda, sin embargo, te
ves tan sexy con ella que seria inhumano arrebatartela, asi que, mis manos rodean tus tan
delicados muslos hasta llegar al interior de ellos, sobandolos de manera delicada pero firme
intento llegar hasta tu ropa interior pero tus manos son mas rapidas que las mias y las
detienes en el preciso momento en que me disponia a rozar tu ropa interior y las colocaste a
los lados de tu rostro justo encima de tus hermosas y sonrojadas mejillas- calma mi vida, no
hace falta que te apresures- me dijiste con tu voz un poco ronca, como me encantaba cuando
tu aguda voz cambiaba un poco, eso me indicaba que estabas sumergida en el deseo, no
podia ser nada mas, el deseo que recorria cada uno de los vasos sanguíneos de mi cuerpo
recorria de igual manera tu sistema, volviste a recostarme en la cama y te sentaste
completamente en mi vientre, colocas mis manos por encima de mi cabeza recostadas en la
cama y comienzas tu torturante juego una vez mas, un beso a penas rozado sobre mi frente,
tus manos siguen sujetando las mias como evitando que las mueva, un beso mas en el puente
de mi nariz, uno mas en la punta de esta, rozas mis labios por un momento pero no me besas,
saltas directamente y mi menton, tus manos aprietan mis manos cuando notas que iba a
tocarte, entrelazas tus dedos a los mios y noto que sonries de medio lado, sigues bajando
hacia mi cuello y lo lames con parcimonia, haciendo que me derrita, porque sabes que es uno
de mis puntos debiles mas fuertes, me estremece el sentirte tan segura lamiendo mordiendo
y besando mi cuello, noto que estas incomoda porque cambias tu posición y te acercas aun
mas a mi, tus besos son mas apasionados que antes, y no seguían a ningun otro lado, estas
completamente extasiada en los gemidos que salen de mis labios, esos que ya no intento
reprimir porque simplemente seria inútil, me tienes vuelta loca, tus caricias son excelsas, son
magnificas y me llevan al cielo al mismo tiempo que me arrastran al mismísimo infierno, son
mi perdición, mi maldición y mi salvación, me traes de vuelta a la vida y me despojas de ella
si asi lo deseas, sin embargo mi desespero se hacia cada vez mas fuerte, te quiero ya, siento
que voy a explotar- mi amor, olvida eso- digo en un hilo de voz, ya no tenia consiencia, no me
importaba mas nada, no entendía nada, en estos momentos solo quiero algo- Himeko, me
estas matando- digo con pucheros, lo que provoco una sonrisa en ti- mi chikane-Chan esta
apresurada hoy, no??- dijo retirandose de mi cuello-esta bien, si eso es lo que quiere mi
chikane- chan- decia quitandoseme de encima- eso es lo que tendra-
por un momento crei que estabas molesta por mi desespero, pero vi como sonreías mientras
comenzabas a halar de mi pantalón, luego de quitarlo lo tiraste en una esquina lejos de
nosotras, he hiciste lo mismo con mi ropa interior- veo que chikane- chan trajo un lindo
cachetero hoy- tu comentario a pesar de no ser la gran cosa logra avergonzarme un poco por
lo que solo sonrio, tomo tu cabeza entre mis manos hasta traerte conmigo y deposito un
tierno beso en tus labios, lentamente y con cautela para que no te resistas damos la vuelta
quedando encima de ti, todo con completa calma, abro tus piernas toco por debajo de la falda
y retiro tu ropa interior, noto que estas tan húmeda como yo- chikane- Chan tiene mucha
suerte- digo mientras beso su ombligo, recorro su abdomen y la levanto un poco del colchón
de la cama para poder retirar su sostén, mientras beso sus lindos y bien formados senos quito
mi brasier- Himeko fue muy mala al no quitarme mi brasier antes de besarme- dije mordiendo
levemente el pezón izquierdo-chikane-chann.- gemía Himeko enredando sus manos en los
sedosos cabellos de chikane, su cuello se me hacia tan apetecible que no pude evitar
morderlo y saborearlo, de nuevo bese tus labios mientras sentía como bajabas mi cachetero,
cuando sentí que estaba por mis rodillas decidí facilitarte las cosas y terminar de retirarlo yo
misma, acomode tus piernas para poder meterme entre ellas- espera chikane- Chan no me
quitara mi falda??- preguntaste sosteniéndome por mis hombros-no, Himeko se ve muy linda
con la falda puesta- dije besando su clavícula- pero,..es que,.- shhh!!- la silencie, no hay
problema amor,.- es que no traje ropa para cambiarme- dijiste poniendo esa cara a la que no
puedo negarle nada, *suspiro*, solo acentí y me arrodille en la cama para sacarle su falda, a
diferencia de ella yo no tiro la ropa, solo la coloco a un lado, donde no estorben después-
listo, ahora si mi amor- dije con una sonrisa, ya era hora, cuanto había esperado eso, siento
como si lleváramos años sin hacerlo, como extraño a tu piel,- como te amo Himeto dije en
susurro es su oreja y de inmediato comenzamos con un vaivén un tanto lento, pausado,
haciendo que nuestros cuerpos se electrifiquen con el contacto, sentir su femineidad húmeda
haciendo presión en la mía era delirante, la llene de besos húmedos a lo largo de su cuello,
sus orejas se me hacían tan apetecibles, pero lo mejor de todo eran sus labios, uniéndolos
mientras apresaba mis glúteos con sus manos haciendo que acelerara un pocotas mis
movimientos, sin embargo, no quería que esto acabara tan pronto, por lo que me di el placer
de hacernos esperar con movimientos que la encendían pero que eran demasiados sutiles
como para hacer que se viniera-
Veo como divertida buscas tu ropa,- ven, ayúdame, no te quedes allí viendo- dices
extendiéndome tu mano, sonrío y aprovecho que te has dado la vuelta y te abrazo por la
espalda- te amo- musité cerca en tu oído,- yo también te amo, pero eso no me ayudara a
encontrar mi ropa o si??-dices mientras sueltas una pequeña risa- ahh si??, pues ya veras-
digo mientras te tomo entre mis manos y te tiro en la cama haciéndote cosquillas-
no,..no,..no..ajajajajaj,..chik,…jajajaja,..no es justo- dices sin evitar que la risa se apodere de
ti- bueno ya,..aquí esta- le extiendo la blusa que con tanto recelo había guardado- eres una
tramposa- dice con pucheros en su rostro- pero soy TU tramposa, la tramposa que te ama con
locura y que daría su vida por ti, no lo olvides por favor- chikane- Chan,..Porque siempre dices
eso??- pregunta sosteniendo mi rostro entre sus manos- porque es cierto, Himeko, por ti daría
hasta lo que no tengo, conseguiría lo que quieras, te lo juro- decía besando sus manos- que te
parece un helado??- me pregunta haciendo referencia a lo que le dije- si eso es lo que quiere
mi princesita, pues con mucho gusto, vamos- le digo señalándole la puerta, ella terminaba de
colocarse su blusa- no,..Pero,…no ahora, recuerda que me tengo que ir- pero,.*cabizbaja*,-…-
Himeto no crees que,.- no me dejaste terminar, me diste un beso, un beso silenciador para no
caer en el mismo tema de siempre,..- por favor chikane- Chan- me miras dulcemente-te amo-
me dices mirándome a los ojos, y depositas otro beso en mis labios, - te acompaño- digo
sabiendo muy bien su respuesta, sin embargo no debo rendirme- sabes que no es bueno- me
dice aun sin apartar su mano de mi mejilla,- sabes que eres muy impulsiva mi chikane- Chan-
….- no creo que sea buena idea,..
Además solo tengo que bajar un piso, estaré bien-……- no te preocupes,. Ven- y me abrazaste
rodeando mi cuello, después de llegar a la sima con la persona que amo tengo que ver como
se va,- quédate conmigo- digo al ver que no cambiara de idea,.-….- por favor,- sabes que no
puedo- pero,…prometo no hacer nada,..-…- n serio, solo quiero ver que estés bien,..Por favor
Himeko te rue,..- - no lo hagas!!- dijiste un poco sobresaltada,.. Me interrumpiste y no me
dejaste terminar,.- te he dicho que no ruegues, y mucho menos a mi, puedes acompañarme
pero,..*dudando*,..pero,.promete que no harás nada, que esperaras allí, cuando salga ya no
intentaras salir conmigo, sino que esperaras, por favor.- mis mejillas se encienden al notar
que por poco le suplico, sabia que ella odiaba que hiciera eso, decía que no era suficiente
como para merecer un ruego de mi parte, pero para mi es todo lo contrario, es lo mas bello y
precioso que existe en este mundo, su valor es incalculable, es magnifica es única,- esta bien,
no haré nada, solo te acompañare- dije forzando una sonrisa, de esa manera nos dispusimos a
bajar en el ascensor, nuestras manos estaban tomadas, nuestros dedos entre lazados,
llegamos a la entrada del departamento y antes de que se soltara, decidí besarla, un beso
lleno de todo el amor que siento por ella, ese amor que jamás podrá ser borrado, sin importar
lo que pase, será fuerte, y esperara todo lo que tenga que esperar- chau,.. Cuídate si??- dije
depositando un beso en la frente,- llámame cuando llegues,.- claro, no te preocupes, te
quiero-me dice ya a punto de irse- y yo te amo le dije estando ella de espaldas a mi, de
inmediato entendió y se dio vuelta hasta quedar de frente a mi-yo te amo chikane- Chan, no
lo dudes, te amo mucho, mucho, mucho- decía mientras me daba pequeños besos en mis
mejillas, sonreí al notar que entendía, chaito,..Dice alejándose y moviendo su mano en señal
de despedida.
A lo lejos veo como una silueta masculina se apresura a su encuentro, extendiendo sus brazos
a los costados convidándola a abrazarlo, de inmediato mi Himeto se abalanza a el haciendo
que del impulso de unas pequeñas vueltas, sus rostros se veían tan felices en estos
momentos, todo lo contrario al mío, que derramaba lagrimas, mis manos aforrándose a la
puerta, impidiéndome a mi misma ir y acabar con ese idiota, se lo prometí a Himeto que no lo
haría me repetía en mi mente, pero, cuando vi como sus rostros se unían cada vez mas, mordí
mis labios esperanzada de que Himeko hiciera algo, pero, ella simplemente acepto el beso.
La niña mas hermosa del mundo, mas noble y llena de amor, mi otra mitad, aquella que
sobrepasa las barreras del entendimiento y que me distrae sin ninguna dificultad, la niña que
me hace suspirar y que me conoce en realidad, la que se ha ganado mi corazón sin ninguna
dificultad, la dueña de las lagrimas que rebosan en mi rostro, la dueña de cada una de mis
palpitaciones, de cada respiro que doy, cada paso, cada partícula de mi ser, la única
beneficiaria en caso de que algo me pasase, sin dudar he puesto todo a su nombre, ese
nombre tan lindo, mi princesita.
Esa princesa que tiene un corazón puro que alberga en si mucho amor, pero que esta dividido
en dos, tiene dos corazones, o al menos dos mitades, tiene un amor ilimitado que debo
compartir, un cuerpo y unos labios que debo compartir.
Así es, yo himemiya chikane, debo compartir a mi alma gemela, a mi dulce Himeko con nada
mas y nada menos que,…
Oogamy souma,…
Continuara,….
Kannazuki No Miko
Capítulo I ‘El encuentro’
Por: NagiShizuma
Una prima que apenas había conocido, una tía con la que apenas había tenido trato, pero allí se
encontraba, lamentablemente su madre había perdido el empleo y tras la muerte de su padre, se
encontraron que no tenían nada, aparte de las deudas.
Pero allí se encontraba mirando aquel lago cristalino, una entre tantas…
El centro ni más ni menos era un centro comercial de varios niveles cuyo nombres son realmente
significativos, la primera área llamada viento que tiene unos 214 locales especializados, en ropa, en
artefactos de hogar… y por supuesto el cine. La siguiente área bosque en la que se puede encontrar
351 tiendas especializadas en todo lo que puede necesitar un hogar y la familia, los supermercados,
salones de belleza, coches, tanto en un área como en la otra, se podían encontrar buffets o aparatitos
de fideos.
Después de tanto caminar y comprar se detuvieron en uno de los buffets, Himeko no tenía muchas
ganas de empezar en la academia, por mucho que su Prima Yuki le hubiera hablado tan y tan bien
de ella y de sus integrantes, para ella seguía siendo escuela nueva, y gente desconocida que no
estaba segura de querer conocer.
Pero el día llego, se levantó temprano se acicalo y se puso el uniforme a mala gana, su anterior
academia no exigía uniforme alguno y en esta era totalmente obligatorio, al menos no se sentiría tan
ridícula al ver que más jóvenes lucían igual a ella.
Su prima llego como de costumbre alegre, se lanzo a sus brazos y ambas collerón por suerte sobre
la cama.
El camino fue más corto de lo que deseaba, y durante todo el trayecto tuvo que aguantar los chismes
de Paula.
Himeko debía de reconocerlo, Japón era hermosos y se respiraba serenidad y paz, a medida que se
iban acercando a la gran academia, no podía creer lo que sus ojos veían, era tan grande como una
mansión, con algo rustico y moderno, las demás jóvenes iban alegres hablando las unas con las
otras, con el mismo uniforme.
-Espérame Yuki- Himeko la llamó, cuando comprobo que su enérgica prima ya lleva un tramo largo
de escaleras.
Comenzó a subirlas corriendo, lo que menos quería era perderse en ese inmenso lugar, con miles de
desconocidas que vestían igual a ella.
Himeko no sabía de qué hablaban, pero se quedo extraña por ambos nombres que oyó, pues le
pareció que ambas eran mujeres y que hablaban de una situación romántica. En su casa el amor
entre mujeres no estaba bien visto, y estás muchachas lo hablaban con tanta naturalidad que le
asombraba.
Cuando intento adelantarlas para llegar a su primera, una de ellas hecho el brazo hacía atrás,
Himeko intentó recuperar el equilibrio, pero por mucho que lo intento no fue suficiente, comenzó a
caer sin poder evitarlo, consiguió ver la cara aterrada de su prima antes de cerrar los ojos y esperar
el fin.
Una mano agarro la suya y fue izada de nuevo, Himeko aún reusaba abrir los ojos, pero al verse
envuelta en un caluroso abrazo se obligo abrirlos, y vio el rostro más hermoso que había visto en su
vida, se quedo sin habla, pero con su mirada le mostro su agradecimiento, la salvadora anónima le
dio unas palabras y siguió subiendo las escaleras.
Los ojos de Yuki miraron las espalda de mi salvadora mientras esta subía el trayecto final y
desaparecía; Himeko miró a su alrededor y comprobo que era el centro de atención, algo que no le
gustaba.
Sus ojos recorrieron las demás mesas, comprobando que todas estaban tomando sus
respectivos asiento, muestra evidente que la sensei iba a llegar y con ello la clase
comenzaría.
-Sí, porque Himeko las demás si estuvieran en tu lugar…-suspiró. –Estarían que no podrían ni
sentarse de la emoción-.
-Yuki sólo me salvo, tengo que encontrarla para agradecérselo, pero nada más-.
-No sólo te salvo, estuviste en sus brazos, fue… fue hermoso- sonrió. -¿No sentiste nada?
-Deja el tema- se sonrojo.
-Te has sonrojado-rió.
La sensei llegó y con ello Himeko puedo respirar tranquila, de una buena se había librado, lo
supo nada más ver el brillo extraño en los ojos de su prima.
Su mente vago a ese momento, cuando su mano fue tomada por otra mano suave y cálida,
cuando fue envuelta en un abrazo intenso, y cuando una dulce voz pregunto por mí estado y
al poco marcho con una extraña despedida: al mediodía en el jardín de las rosas…
Ahora bien, Himeko no conocía del todo la academia, no sabía dónde encontrar el jardín de las
rosas, y luego estaba el hecho de si quería ir…
En su mente vagaba una y otra vez preguntas, a las cuales aún no sabía las respuestas, de lo
que si estaba segura es que si quería obtener respuestas, debía de ir al dichoso jardín. Paseo
por los pasillos con Yuki a cada cambio de clase, a cada oportunidad que tenía, se asomaba
por la ventana buscando aquel jardín de rosas, sin éxito, al menos aparente. Porque a ver
¿Qué aspecto tenía un jardín de rosas? Se preguntaba.
Ella imaginaba un camino llenó de rosas, o algo similar, pero nada de ello veía, tal vez la joven
tan popular, quería reírse de ella a su costa, por eso de ser nueva.
-¿Qué buscas?
-Yo…-se señaló. –Nada ¿Por?
-Llevas toda la mañana mirando por todas las ventanas, pareces…-rió.
-¿El qué?
-Una boba turista ¿Dónde te has dejado la cámara de fotos?
-Tonta- sonrió. –Esto… ¿Aquí hay un jardín de rosas?
-¡Eh no! ¿Estás bien Himeko?
-Nada, me lo figuraba-.
-¿El qué?
-Nada-.
-Eso ya lo has dicho, estás más rarita de lo normal- miró el reloj. –Es hora de comer, ven
conmigo te presentare a mis amigas, se que haréis buenas migas-.
Me ha engañado sus ojos se pusieron tristes, no sé… por un momento pensó que en verdad
aquella talentosa chica, había querido quedar con ella, aún no sabía si para agradecerle su
ayuda, pero bueno el caso es que la había invitado.
-Está bien- dijo algo más desanimada, siguió a su prima de la misma forma que la seguiría un
perrito abandonado.
-¿Por qué la pregunta del jardín de rosas?
-Pues… porque me gustan las rosas claro- carraspeó y miró a todo menos a su prima.
-¡Ah! Haber empezado por ahí, en aquel camino solitario de allí-señaló. –Hay algunas rosas
hermosas, pero no es un jardín, y apenas va nadie-.
-Sí- una chispa apareció en sus ojos. –Pues…-miró el camino. –Yuki nos vemos al empezar las
clases- se retiro un poco.
-¿Pero no vienes almorzar conmigo y mis amigas?
-Hoy no, ya sabes lo mucho que me gusta tener mi espacio-.
-Sí, pero pensé-.
-Mira Yuki, prometo que a la tarde voy contigo a donde quieras-.
-Es una promesa y las promesas se cumplen-.
-Lo haré- sonrió y salió corriendo.
Paro de correr y miró hacia atrás, para alcanzar a ver como su prima se dirigía hacia otro
lugar con sus amigas, continuó caminando, y cuando llego al final vio toda una rotonda de
rosas rojas, rosa, amarillas y blancas, decorando una verja robusta y aparentemente cerrada,
tal y como había dicho Yuki eran hermosas, pero no había nada más que eso, el disgusto
volvió a mostrarse en su cara, se encogió de hombros y miró a su alrededor, aún así era un
bonito lugar, un solitario y muy bonito lugar en el cual estaba segura pasaría gran parte del
tiempo.
No es que no fuera sociable, sólo algo tímida al principio, por mucho que fuera japonesa no se
había criado aquí y todo para ella era desconocido y lo desconocido, daba tanto miedo... Sólo
se encontraba protegida en lugares hermosos y tranquilos como esté, se acercó a oler las
rosas, su fragancia impregno sus fosas nasales, llenándola de calidez, las acaricio con la
palma de sus manos y entonces, algo sujeto su mano y la introdujo a la fuerza por todo el
manto de rosas, cerró los ojos asustada, mejor era no ver que ver.
Cuando todo cesó la sujeción desapareció y su mano volvió a sentirse sola, al notar la perdida
sus parpados parpadearon hasta abrirse por completo.
Su salvadora, la joven más talentosa y popular de la academia estaba frente a ella, sacándole
un palmo de altura mirándole con aquellos bellos ojos azules brillantes, recordándole al lago
que durante tantos meses visitaba, envolviéndola en sus lagunas aguas y ella definitivamente
dejándose llevar sin temor a hundirse; sus perfectos labios sonreían mientras la miraban.
-Yo… quería pues- carraspeó sintiéndose ridícula. –Darte las gracias, por tu ayuda de antes-
dijo todo del tirón.
Sus mejillas ardían, en ese momento supo que su sonrojo debía ser más que evidente, lo que
provoco que el sonrojo aumentara, y la profunda mirada de Chikane no hacía más que agravar
el problema.
La miró durante unos instantes y después su atención fue aparar a la cesta que tenía sobre la
manta, la abrió revelando un almuerzo completo, Himeko se relamió de verlo, pero pensando
que la estaba despachando, se levantó.
-Himeko-.
-Lo que no entiendo, es si eres una chica muy ocupada- miró hacia las bonitas rosas dándole
valor a seguir. -¿Qué haces aquí con…?- no tuvo valor a terminarla.
-Porque es el único momento en el que puedo estar contigo Himeko ¿No puedo?
-Esto… claro que puedes- carraspeó.
La miró sorprendida, aquella chica elegante y refinada con baraja de dones, le decía que
quería estar con ella y no se conocían de nada, aunque aquella sensación…
Sus ojos se cerraron nuevamente, viendo la escena de la escalera, sintiendo aquellos brazos
rodeándola, aquel pecho veloz, esa sensación de estar a salvo, de ser querida, de confianza
mutua, los volvió abrir los ojos aún más brillantes que antes.
El silencio volvió de nuevo, mientras almorzaban y bebían en té, pero Himeko aprovechando
el momento decidió abrir conversación de nuevo.
-Por lo que he oído, eres una chica impresionante, dicen que todo lo haces bien, que puedes
hacer todo lo que te propones con buenos resultados, te ponen como una princesa, así que…
pues… me resulta raro que quiera compartir el escaso tiempo que te queda conmigo, con
alguien que apenas acabas de conocer-.
-Eso no es verdad- miró al horizonte. –Eso no es… verdad-.
Las idas y venida al jardín de las rosas comenzaron a ser rutinarias, Chikane Sama, era una
chica tan formidable, amable simpática.
Para Yuki la idea de estar continuamente viendo a su prima correr al mediodía hacía camino
abandonado le resultaba extraña, continuamente solía preguntarle ¿Qué hacía allí sola? Y
Himeko no quería mentirle, pero tampoco podía decirle la verdad, o no tendrían ningún lugar
tan hermoso y con tanta tranquilidad como ese. Así que sus escapadas fueron cada vez más
difíciles, Yuki tenía el reto metido en la cabeza, de seguirla y ver que hacía, así que una de
tantas veces, cuando llego al lugar, comprobo con sus propios ojos que no había rastro de su
prima Himeko.
Después de dar unas largas ojeadas al lugar, aún más extrañada decidió ir con sus amigas, o
corría el riesgo de quedarse sin almorzar.
Himeko lo abrió ansiosa por saber que había en su interior, sus ojos se abrieron al ver la
invitación.
-¿Es para tu fiesta de cumpleaños Chikane Chan? -la miró. –Seguro ira estudiantes mayores y
gente importante… ¿Estás segura de invitarme?
-Es una fiesta sólo para la familia Himemiya, es una fiesta para las dos- la miró sonriente.
-¿Para mí también?
-Cumplimos el mismo día ¿Recuerdas?- rió animada.
-¡Está bien, iré! – se sumó a la risa.
Esta tan feliz, Chikane chan la había invitado a una fiesta, pero no a una fiesta cualquiera, ¡A
una fiesta para las dos! No podía ocultar su sonrisa, la vida por primera vez después de la
mudanza sonreía y Himeko sonreía con ella; como siempre corría para llegar a los sitios,
sumerja en sus propios pensamientos felices.
Justo cuando llegaba, el autobús comenzó a marchar y a pesar de verla corriendo detrás del y
pedir que se detuviera no espero.
¿Por qué tendré tan mala suerte? Suspiró resignada, mientras mirada el horario del próximo
autobús.
Yuki tenía entrenamiento por eso Himeko tenía que tomar el autobús para ir a casa, pero esa
vez era diferente, quería tomarlo para ir al centro comercial, tenía un regalo especial por
comprar; pero el plan que tenía se estaba viniendo abajo, el próximo autobús tardaba mucho
en pasar, no llegaría tiempo a encontrar las tiendas abiertas, le entraron repentinas ganas de
llorar.
Entonces, cuando pareció que todo estaba perdido, una silueta desconocida encima de una
moto paro delante de ella.
Himeko se quedo sorprendida de que aquel chico conociera su apellido, cursaba el mismo
curso Chikane Chan, nunca había hablado con él, ni un hola, ni un adiós, pero él conocía su
apellido, al igual que Chikane Chan, no lograba entender por qué; aunque no hubieran
hablado, Himeko lo conocía por Yuki y las demás chicas, pues hablaban cosas maravillosas de
él, además supuestamente lo ponían de pareja con Chikane Chan, y por mucho que ese hecho
le molestara, tenía que aceptar que juntos se veían bien, ambos respetados, ambos adorados,
ambos amados tanto por chicas como por chicos, buenos deportistas y talentosos
estudiantes, la pareja ideal.
-Oogami Kun-.
-Mmm. Pensaba ir de compras a la ciudad… pero he perdido el autobús- miró el horario de
autobuses. –Pero si espero al siguiente autobús, cerraran la tienda-.
-Ni hablar entonces- le pasó sonriente un casco. –Conmigo llegarás a tiempo- le guiñó un ojo y
la invito a subir.
En otra ocasión, hubiera dudado en subir con un desconocido, pero… algo en el al igual que
Chikane chan, le era familiar y no noto ni un abismo de alerta, llevaba prisa, tenía que
comprar algo especial para Chikane chan. Se subió en la moto, se coloco el casco y posó uno
de sus brazos en la cintura del chico.
Continuará..
Kannazuki No Miko
Capítulo II ‘Conocimiento ’
Por: NagiShizuma
-¡Himeko!
-Sí mama, ya he llegado-.
La madre salió de la cocina con el delantal, su cara no parecía muy alegre, se acercó con rostro
decidido.
-Se puede saber dónde has estado, han pasado ya varios autobuses, tú prima me contó que te había
visto correr sobre las seis y medía y son las diez- poso sus manos en la caderas y espero una
respuesta.
-Tenía un encargo que hacer- posó la chaqueta en el perchero. –Además desde que hemos llegado te
has quejado de que no salgo lo suficiente y que no hablo con gente, y por una vez que lo hago…
-Lo siento, pero no me lo esperaba y me he asustado, entiéndalo Himeko, nos fuimos de aquí
cuando tú tenías cuatro años, no conoces el lugar-.
-No he ido sola-.
-¿No?
-No, perdí uno de los autobuses y él se ofreció en llevarme-.
-¿Él?
No tenía la culpa de que Oogami kun se hubiera ofrecido a ayudarla, y tampoco que Chikane Chan
se comportara también con ella, al punto de poder llamarse amigas, ella no lo había buscado, todo le
había venido, como si su destino fuera escrito.
Se sentó sobre el alféizar de la ventana contemplando la luna, era tan bonita, tan a la vez misteriosa,
sobre todo aquella noche, pues estaba luna llena y la luna era el doble o el triple de lo normal, una
sensación rara en la boca del estomago luchaba por salir, aún así algo de la luna la relajaba,
suspirando dejo la maravillosa visión para acostarse. Justo cuando más bien estaba, alguien llamó a
la puerta, pensando que sería su a veces repelente prima, decidió no contestar y con ello hacerse
pasar por dormida, pero el golpeteo se hizo constante, hasta que finalmente la puerta termino por
abrirse.
-Himeko-.
-¿Mamá?- se medio levanto.- ¿Ocurre algo?
El semblante de su madre era serio, sin pronunciar aún palabra se acercó y tomo lugar en la cama,
se la quedo mirando silenciosa y algo misteriosa, no hizo más que hacer crecer esa sensación del
estomago.
-Esta historia ocurrió en la época de los dioses, las personas no eran consideradas seres humanos, lo
que te voy a contar es cruel, pero es momento de saberlo… pues todo conocimiento que tengas será
poco. En la Luna existe un santuario…
-Mamá-.
La ignoro.
-Un santuario para sellar el mal, cuando este santuario sea derribado, se levantará en el cielo un sol
negro. Esa será la señal para que un Jyashin destruya el mundo, en este caso el Orochi...-.
-¿Orochi?- Esta parte de historia no se la conocía.
-El Orochi al ser un dios no puede ser derrotado, sólo una persona puede sellar al Orochi, y ese es el
gran Kenshi Ameno Murakumo, que será revivido por las dos sacerdotisas-.
-¿Dos sacerdotisas?
-El ciclo del renacimiento… repitiendo reencarnaciones en doncellas que están cerca del Kenshin,
aquellas serán conocidas como la sacerdotisa del sol y de la luna-.
-Eso es una leyenda ¿Pero mamá que te pasa? ¿Es por qué me estoy haciendo mayor? Aún así
siempre seré tu hija… si estoy rara es porque…-.
-No Himeko, tu no lo entiendes, antes de que tu nacieras, me dijeron que daría a luz a una de las
sacerdotisas, tanto tu padre como yo hemos luchado para que tu destino no fuera ese… pero todo lo
que hemos hecho no ha funcionado para nada, de nuevo estamos aquí, porque nuestra situación así
lo ha requerido y de nuevo te has vuelto a encontrar…-.
-¿Encontrar con quién?
-Con Himemiya y Oogami-.
-¿Qué tienen que ver ellos en todo esto?
-Nada y todo-se levantó. -¿No los recuerdas?
-No, sólo se me hacen en ocasiones familiares-.
-Fuiste amigos inseparables de pequeños, siempre estabais juntos, yendo cerca del lago con la
bicicleta, el día que tuvimos que marcharnos por tu bien, lloraste por alejarte de ellos… y ellos por
temor a no volverte a ver más, pero ahora tú estás aquí y ellos también lo están, y todo lo que hemos
hecho no ha servido para nada, el destino está echado…- Se fue hacia la puerta. – Pronto una señal
aparecerá en alguna parte de tu cuerpo, y nada podrás hacer, que seguir tú camino establecido- abrió
la puerta dejando a una cada vez más confundida y asustada Himeko.
-Mamá…-llamó. -¿Qué tiene que ver Himemiya y Oogami en todo esto?
-La familia de los Oogami desciende de sacerdotes- se giró mirándola con rostro impasible. –Que
guiaron a las sacerdotisas, en cada una de sus reencarnaciones… para revivir al Kenshi Ameno
Murakumo, trabajando por el cuidado del santuario de generación tras generación. Hija…-.
-¿Sí?
-Cuídate de los Orochi-.
-¿Por?- le siguió el juego, pensando que llegado el momento su bromista madre se pondría a reír y a
decirle que había caído en su trampa, a pesar de ya cumplir un año más.
-El orochi, tiene ocho Shintos, son creyentes, parecidos a los monjes, todo lo que tienen en su
interior es oscuridad, y desprecio por nuestro mundo, por mucho que vengan pintados con sus
mejores galas, no confíes en ellos y no les des nunca la espalda… ahora intenta descansar, todo el
descanso que puedas conseguir será poco- cerró la puerta tras de sí.
Himeko se quedo esperando que entrara, pero la puerta no volvió abrirse, espero y espero, y el
sueño desapareció, la historia había logrado intranquilizarla dejándole una repentina ansiedad
molesta, se tumbo nuevamente y cerró los ojos a la espera de que el sueño se dignara a regresar.
Continuará...
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Kannazuki No Miko
Capítulo III ‘El sueño’
Por: NagiShizuma
-Himeko mira…
-¿Qué?
-La luna es llena- una mini chikane sonreía. –Mi papa dice que la luna es tan bella como yo, porque
ambas representamos la misma-la miró con atracción.
-Para mi tu eres más guapa que la luna-.
-¿Eso crees?- se giró Chikane, mirando con sus profundos ojos azules, se acercó hacia Himeko. -
¿Souma es más guapo que yo?
-Souma es un chico, es distinto-.
-Pero… te gusta más que yo- se alejo. –No tendría que gustarte, tú y yo debemos estar juntas,
siempre lo estamos-.
-Siempre estaré contigo Chikane-. Himeko se abrazo a la muchacha más alta con cabello negro
azulado. –Lo prometo-.
***
Los ojos morados brillantes chispeaban, viendo como uno de sus mejores amigos huía corriendo, y
le decía eso, no lograba entender por qué, se vio en vuelta por unos brazos ya bien conocidos por
ella, se giró y se dejo envolver sin poner resistencia, enterró su cara en el pecho de la más alta.
***
Kannazuki No Miko
Capítulo IV ‘Eclipse lunar’
Por: NagiShizuma
Despertó sorprendida, no sabía si lo que había soñado era real o era producido por la extraña
historia que le había contado su madre, suspiró relajándose y decidió levantarse a tomar un vaso de
leche, mientras se dirigía a la cocina, comprobo que ya eran las dos de la madrugada, oficialmente
ya era un año más mayor. Abrió la nevera y preparo el vaso con leche, dio el primer sorbo y el
segundo, esa sensación del pecho no lograba irse, era como si esperará algo inminente, pero no
sabía el qué ni cuando iba a suceder. Se fue nuevamente a su habitación y se poso en el alféizar,
poso su vaso al lado y contemplo de nuevo la luna, seguía tan grande.
-Hoy la noche da escalofríos- se estremeció. –Sólo es sugestión- sonrió por su inocencia. –Pero esto
de aquí…-toco su pecho. –Es tan real-.
Al acabar el vaso de leche, decidió volver a conciliar el sueño, al fin y al cabo había mucha noche
por delante y ahí no hacía nada, dejo el vaso vacio sobre la mesita, tomo un álbum de fotos y se
tumbo de nuevo creyendo que al ver las foros se relajaría.
-Chikane chan… -Suspiró mirando las imágenes. - La hermosa, fuerte, amable y delicada Chikane
Chan. Yo estoy… muy contenta, de haberte conocido, de verdad- acaricio el rostro bello, mientras
sonreía. Cerró finalmente el álbum, agarro el perfecto regalo y lo abrazo como si le fuera la vida en
ello. –Chikane Chan, espero que te guste…- sus ojos se cerraron.
En ese momento no sé percato, que un manto de oscuridad estaba cubriendo la luna, mostrando algo
aterrador pero a la vez hermoso, sólo se percato cuando sus ojos violetas, se abrieron y
comprobaron que había más oscuridad que de costumbre, su pecho volvió a palpitar, se levantó y se
asomo de nuevo.
La puerta de su dormitorio fue abierta, en seguida supo quién era, cuando la persona se puso junto a
ella y miró la ventana.
-¿Qué es esto? ¿Un eclipse solar? Las noticias no han avisado de esto… ¿Verdad?
-No lo sé Yuki-.
En otro lugar no muy lejano unos ojos azules presenciaron lo mismo, pero con algo más de
conocimiento.
Souma Oogami se encontraba llevando agua del pozo a la casa, cuando la luna se llenó de oscuridad
y unas palabras se adentraron en su cabeza sin poder controlarlas, llamándole, despertándole de un
letargo.
-Ha llegado la hora. Todos los orochi de este mundo, hijos de la oscuridad… descendientes del
antiguo orochi ¡Sublévense! ¡Destruyan! La sacerdotisa del sol. La sacerdotisa de la luna…-.
-¡Noooo!- Souma comenzó a convulsionarse, todo en el quemaba, una fuerza años y años mantenía
oculta amenazaba con salir y dominarlo en su totalidad y por mucho que pusiera resistencia, más
dolor obtenía. Sabiendo que necesitaba ayuda, pues no podría soportarlo más, agarro la cuerda de la
campana y llamó con fuerza.
-¡Souma!
-¡Souma San!
-Soma resiste, se que eres fuerte no tienes que seguirle-.
La voz seguía cada vez obteniendo más poder, controlando todos sus sentidos, era tan doloroso
luchar contra ella.
La gente en las calles presenciaban la escena, aterrorizados, confusos, habían decidido salir a
divertirse y en lugar de ello estaban viviendo un extraño acontecimiento que parecía no pintar bien.
Las sirenas comenzaron apropiarse del lugar, como preparándose para un ataque inminente.
En la cabeza de Himeko no hacía más que aparecer unas palabras dichas por su madre apenas hacía
unas horas antes, parecía que hubieran sido hacía un siglo.
El santuario de luna… cuando este santuario sea derribado, se levantará en el cielo un sol negro.
Esa será la señal para que un Jyashin destruya el mundo, en este caso el Orochi…
Pronto una señal aparecerá en alguna parte de tu cuerpo, y nada podrás hacer, que seguir tú
camino establecido…
-¡Mamá, tía!- Yuki chillaba, mientras llevaba consigo a su prima, una extraña fuerza parecía mover
los cimientos de aquel aparente seguro hogar.
Su madre se mantenía sentada en el sofá, vestida como esperando el momento, observo a su hija
durante un determinado momento, se levantó cuando su hermana algo asustada se reunió con ellas,
y agarro a su hija.
-¿Qué ocurre?
-Llego el momento hermana…
-¡No, eso son sólo cuentos!
No lejos de allí Chikane, frunció el ceño y sintiendo el peligro salió corriendo, veloz no haciendo
caso a las palabras de su preocupada doncella.
Chikane salió corriendo, tenía un deber tanto emocional como físico, un deber interno que no podía
eludir, iba más allá de todo lo inexplicable.
En las oscuras calles, seguí el terror, algunos presenciaban todos desde los balcones, otros desde
terrazas, esquinas, o debajo de los coches, las sirenas de peligro sonaban cada vez más fuertes,
dando un claro aviso y aumentando el terror en las calles.
-No hay nada que podamos hacer, huir no valdrá de nada-.
-¡Mamá!- Himeko se acercó a ella. –Tengo… tengo miedo-.
-Tienes que ser valiente-.
Otra fuerte sacudida indicaba que algo se acercaba cada vez más, Yuki volvió agarrar la mano de su
prima y comenzó a tirar de ella hacía la puerta, junto a su madre.
Se separó de su familia, para volver a su dormitorio, ese regalo era muy importante, a pesar de su
terror no podía perderlo, significaba demasiado para ella.
Cada vez más cerca una buena amazona se acercaba, sabía que Himeko corría peligro, cada vez
achuchaba más a su fiel corcel, tenía que llegar cuanto antes.
-Himeko, huye-.
-Uff ¡Aquí está!-Comento alegre, mientras se lo llevaba al corazón. Cuando lo tuvo en sus manos,
se dispuso a regresar con su familia, con intención de ir algún lugar seguro, hasta que pasara todo.
Un ruido le alarmo, se giró corriendo librándose del cruel impacto, las paredes se vinieron abajo, el
polvo se adueño de la habitación, haciendo prácticamente imposible ver algo, se encontró envuelta
en algo frió y rígido, cuando el polvo se disipo, los ojos violeta pudieron ver qué era lo que la
estaba atacando y sujetando y no pudiéndolo resistir se desmayo.
-Cómo te atreves ¡Suelta a Himeko!- Una furiosa Chikane, saco su arma predilecta y lanzó la
primera flecha, con maestría puntería, pero era inútil, estaba hecho de un material resistente. –
¡Himeko! – Chilló aterrorizada, pensando que poder hacer para salvar, a la persona que más había
significado en su vida.
Los ojos de Souma reconocieron por un momento, a la victima que tenía entre sus manos, los
marrones ojos parpadearon volviendo poco a poco a la normalidad.
-Hime…hime… ko.
-Despierten, día y noche al mundo humano, aquellas que brillan en la eternidad. ¡Sacerdotisas del
sol y la luna!
Entonces un energía blanca cegadora como el sol, salió del pecho de la inconsciente Himeko,
despertando del letargo donde había sido recluido hasta el momento, la marca se poso en su lugar
correspondiente, dónde siempre había estado y donde siempre estaría, con la diferencia de que
ahora era visible.
-¡Himeko, himeko!- El fuerte dolor de cabeza era insoportable, Souma no podía contenerse, todo en
el temblaba, cayó al suelo, dejando a su presa caer.
Chikane corrió y la sostuvo en sus brazos evitando un terrible y doloroso impacto, que habría
podido costar la vida al amor de su vida.
-Himeko, resiste, himeko-acaricio la preciosa aunque polvoriente cara de Himeko. –Himeko…- se
dispuso a comprobar si respiraba. –Lo siento…- sus manos temblorosas abrieron la camisa de
dormir, mostrando un sujetador de encaje rosado, y una marca justo en el centro de sus pechos. El
sonrojo de Chikane se hizo más que evidente, sus mejillas ardían ante tan bella imagen que pasaba
por sus ojos, su mano se poso en uno de los pechos, para después comenzar a proceder con el
masaje de reanimación, hasta que un pequeño quejido salió de los labios de la inocente Himeko.
Pero cuando pareció que todo había terminado por esa noche, que Himeko había conseguido
salvarse, un molestoso ruido hizo acto de presencia.
Un monstruoso ser lanzó un poderoso ataca hacía ellas y todo se lleno de oscuridad, pero el impacto
no llego, Chikane sujeto aún a Himeko, no queriéndose separarse de ella en ningún momento,
pasara lo que pasara.
El primer robot que había atacado a Himeko, parecía ahora protegerlas contra el otro, Chikane se
despreocupo de ello y volvió a centrar al precioso ser que tenía en sus brazos.
Los ojos azulados pestañearon al ver como la marca de Himeko, parecía brillar y llamarla con una
energía oculta, resistirse era casi imposible.
-Te suplico que despiertes…- la acaricio. –Sino yo…- se fue acercando. –Yo…- sujeto la mano.
-Chikane chan-suspiró Himeko.
Los ojos azules se abrieron sorprendidos, Himeko sacaba toda la dulzura que se mantenía en sus ser,
sus ojos azules chispearon brillantes, llenos de calidez, producidas por cabellos de sol. Aparto los
mechones rebeldes del bello rostro.
Los ojos violetas se abrieron en el proceso, pudo ver como la dulce Chikane se iba acercando cada
vez más a ella, sus ojos se abrieron al comprender lo que iba a suceder.
-Feliz cumpleaños- susurró Chikane, para después ajuntar finalmente sus labios.
Himeko abrió más los ojos, al sentir los suaves labios de la hermosa Chikane Chan, se sorprendió al
recordar ese suave tacto, pero no era momento de pensar, sino de sentir… así que cerró los ojos y se
dejo llevar.
Continuará…
finjamos k te amo-knm
“Ella” es quien sufrió y con su dolor una parte de mí murió. Pero si sigo aquí, de pie, es por
ella, por mi querida…
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¿Qué pasa?-pregunté volviendo a la realidad, descubriendo que por enésima vez en el día
miraba al vacío. Dirigí la mirada hacia la hermosa mujer cabello negro y sensuales ojos verdes
que tenía frente a mí.
Que otra vez me ignoras cuando te hablo, mi querida alumna- me regaña para después beber
un poco de su café.
Y tú, como siempre me recuerdas que eres mi maestra y comenzarás a decirme que me has
enseñado todo lo que sé-repito con voz aguda el clásico regaño- Tú, la gran Rebecca Van der
Woodsen, la mayor femme fatale del siglo XXI, te has encargado de educarme, bla bla bla bla-
termino el monólogo con una sonrisa.
Sabes que dedique mi tiempo con mucho gusto-responde Rebecca con una sonrisa más
grande que la mía- me conmovió el motivo que tuviste para cambiar, además eras un
diamante en bruto-termina evaluando con una orgullosa mirada lo que considera “su obra
maestra”.
¿Crees que estoy lista?-pregunte con cierto nerviosismo, hecho raro en mí, que desde hacía
tiempo solo mostraba emociones cuando era parte de mis actuaciones.
No puedo evitar recordar lo fácil que fue para mí. Esa noche vestía con elegancia y glamour,
me comportaba con sensualidad y un toque de frialdad, buscando despertar la necesidad de
tenerme en todos los hombres reunidos en aquel baile de gala. El viejo que eligió Rebecca
para la ocasión era un típico empresario deseoso de jovencitas hermosas. Le provoque con la
mirada cuando estábamos a unos metros de distancia e irremediablemente cayó bajo el
hechizo de mis ojos.
Le siguió un baile, solo uno bastó acompañado de mi singular acento japonés para volverlo
loco de deseo, le pedí un regalo digno de mi persona, y cuando acabó esa pieza me marche
del lugar. Al día siguiente afuera de la mansión de Rebecca estaba mi nuevo jet.
Ahí es donde se encuentra tu mayor ventaja-dice firmemente Rebecca- tu sabes como es, pero
ella no tiene ni idea de quién eres en realidad, por fuera verá a una encantadora y hermosa
jovencita, pero desconocerá tu verdadera identidad y el futuro que le tienes planeado-bebe el
resto de su café de un golpe.
Tienes razón-pronuncio al fin con una felicidad embriagante, felicidad causada por los sueños
que muy pronto veré realizados. Ansías combinadas con placer. Como disfrutaré cada
segundo a tu lado. ¡Oh! He planeado por años tantas cosas, necesito tenerte a mis pies.
Tienes razón-concuerdo con ella y me pongo de pie con rapidez- Apenas tendremos tiempo de
arreglarnos después de las horas de vuelo y el cambio de horario- camino hacia una de las
ventanas y miro la luna- Extrañaré París- exclamo con sinceridad.
Una vez dentro de mis aposentos. Me despojo de toda ropa y me encamino al baño, donde
una tina con relajantes burbujas me espera. Me sumerjo en el agua caliente, dejándome
envolver por cientos de emociones.
En unas horas al fin comenzara de lleno mi participación en el plan. No sé si este mal por
esto, desconozco si algún Dios me castigara, pero si me condena, primero debe hacer pagar al
despreciable ser humano que odio, que es la causa de todos mis problemas.
No es fácil ser una adolescente llena de sueños, acostumbrada al calor de hogar y al amor de
mis padres. Y que de la nada alguien te robe toda tu felicidad, todas tus ilusiones. Que acabe
con tu familia, que te deje con un vacío enorme en el corazón.
Salgo de la tina, envuelvo mi delicado y bien cuidado cuerpo con una fina toalla. Camino hasta
el espejo de cuerpo entero y dejo caer la toalla. Admiro mi belleza empezando por mi cuerpo.
Las largas y bien torneadas piernas, la perfecta cintura, los bellos senos, el tentador cuello.
Mi piel, que incita a ser tocada, con un ligero bronceado y con gotas de agua. Sonrió para mí
misma, deleitándome con la mujer que veo en el espejo. Ahora me concentro en el rostro, dos
grandes y cautivadores ojos de color violeta, una respingada nariz, un par de tentadores
labios. Acompañado de mi larga y bien cuidada cabellera rubia, tan dorada como el sol.
Prepárate para ser mía-exclamo a mi reflejo que me muestra un brillo triunfador en los ojos,
mentalizando a mi víctima- prepárate para morir de amor Himemiya, Chikane Himemiya.
Paciencia, noble capacidad de soportar la realización de cualquier minuciosa tarea o por ende
resignación contra la desgracia. Paciente es el viento frío de otoño, que lentamente deshoja
los árboles que se encuentran a su paso. Tranquilas son las olas de mar en un día sin
tormenta. Calma presenta una amorosa madre que a media noche se levanta para alimentar a
su recién nacido. Lentos son los días calurosos del verano cuando no se cuenta con la persona
predilecta para amar.
Y porque bien dicen que la primera impresión es la que cuenta, la de gran importancia. Mi
misión de hoy consiste en deslumbrar solamente a una mujer, aunque seguramente caerá
bajo mi encanto cualquiera que se cruce en mi camino.
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Señores pasajeros sean tan amables de abrochar sus cinturones porque estamos a punto de
aterrizar- se escucha la orden de la azafata por todo mi jet.
Debo admitir que ha sido agradable el primer vuelo en mi juguetito nuevo. Bebo otro sorbo de
champagne y le entrego la copa vacía a la aeromoza que no ha dejado de verme desde que
puse un pie aquí. Curvo mis labios en una media sonrisa con malicia y la chica responde con
una gran sonrisa al instante.
No vale la pena-habló Rebecca desde su sitio. Sonreí internamente al notar que a mi maestra
no se le pasaba ningún detalle.
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Sonreí como un gesto desaprobatorio. Mi maestra nunca cambiará. Miré mi belleza una vez
más en uno de los detallados espejos que había en la suite. La diosa Afrodita quedaría como
una chica más del montón al ser comparada conmigo. Mis rubios cabellos peinados en
delicadas ondas, dándome un aspecto angelical; el maquillaje sencillo resaltando mis ojos y
los carnosos labios. El vestido, de un maravilloso color azul, hecho por Carolina Herrera
especialmente para mí, con el escote necesario para seducir pero sin parecer vulgar;
resaltando mi exquisita figura. Un bello collar de diamantes, un par de aretes y un carísimo
bolso de mano terminan por conformar mi atuendo.
Y tú no estás nada mal, casi podría enamorarme de ti- resalté el “casi”. Regla número uno,
nunca te permitas sentir amor por nadie, menos por tus víctimas.
Y eso que no has visto el escote en la espalda-dijo Rebecca entre risas provocativas. Se giró y
en efecto, la muestra de su anatomía era para dejar mudo a cualquiera, menos a mí,
obviamente por estar acostumbrada a su belleza.
¿Por qué me toco el viejo? Tú tendrás buena compañía, en cambio yo…-se quejó infantilmente.
Rebecca, ante todo somos profesionales, podrás deshacerte de él en cuanto yo sea la señora
de Himemiya-le recuerdo la idea principal.
¿No crees que sería mejor, además de destruir al sólido matrimonio Himemiya, convertirme en
la madrastra de Chikane?- me pregunta con tal propuesta que me pone a pensar.
¡Pero claro! ¿Por qué no lo había pensado antes?-pregunté retóricamente con una sonrisa
real… realmente malévola en el rostro.
Después de la modificación en el plan, nos vimos una última vez en el espejo y nos dirigimos
al ascensor. A la salida del hotel ya nos esperaba nuestra limosina para ir a la mansión
Himemiya.
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Llegamos. Rebecca baja primero al ser abierta la puerta por el chofer. Me acerco al final del
asiento pausadamente y percibo la mano del hombre que me ayudara a bajar. Al salir siento
una fría corriente de viento, lo percibí tan vivo, tan dedicado para mí, así de frio es mi
corazón.
Una, dos, tres, cuatro, cinco miradas fijas en mí. Un par de pasos más y ya no las podía
contar. Si la aparición al evento de una mujer tan bella como Rebecca era un hecho que
aturdió a todos los presentes, al verme se que prácticamente hasta olvidaron su nombre.
¿Nombres?-pregunta uno de los grandes hombres vestidos de negro, que tenía fija la mirada
en la lista de selectos invitados.
El que desees-respondí mordiéndome el labio inferior, él había apartado la vista del papel e
igual que el resto se maravillo con lo que se encontraba frente a sus ojos.
Respiro con profundidad, buscando calmar la impaciencia que me invadía de la cabeza a los
pies. Al fin, al fin me verás… y no podrás dejar de hacerlo. Esta noche es nuestra noche, hoy
nacerá el amor, al menos de tu parte porque yo no puedo hacer nada más que odiarte.
Caminamos hasta el centro del salón y podía sentir toda clase de miradas. Unas de extrema
admiración, otras de pasión, la mayoría ansiosas de acercarse. No faltaron las de envidia, las
que más placer me causan. Pobres mujeres que se sienten sumamente decepcionadas, tanto
tiempo que debieron pasar intentado ponerse bellas para sus caballeros y que ahora sean dos
desconocidas las culpables de atraer toda la atención.
Buenas noches, señoritas-escucho una melodiosa voz a mis espaldas. La primera valiente de
esta noche.
Me gire con delicadeza con la sonrisa ensayada ya formada por mis labios. Y…la vi. No tuve
que buscarla, ella vino a mí. Tenía frente a frente a nada más y nada menos que Himemiya
Chikane, la cual me sonreía extasiada. ¿Tan rápido te atrapé? Pensé que podrías ser un
pequeño reto, algo con que aumentar mi diversión.
Igualmente-respondí fijando mí vista en ella. Alta, de elegante porte; largos cabellos azules,
cuerpo sencillamente perfecto. Vestía de blanco, de un tono no tan bello como su piel nívea,
su rostro seductor y sus ojos de zafiros hipnotizantes. Las fotos no hacen justicia. Haremos
simplemente una pareja perfecta. ¡Como lo disfrutaré!
De momento quede sin habla, con un gran nudo en la garganta. Estaba frente a la culpable de
todo y el centenar de sentimientos chocaron entre sí. Ya no hay marcha atrás.
Himeko iré a saludar a unos viejos amigos-hablo Rebecca y en ese momento recordé su
presencia- Un gusto conocerla señorita Himemiya-se despidió cortésmente y la vi marcharse
con su paso sensual, sé que me daba la oportunidad de tener un acercamiento mayor.
Tiene un hogar muy hermoso-pronuncie con una tierna sonrisa. La alegría en el rostro de
Chikane era mayor.
No tan hermoso como usted-me regresa el cumplido- Háblame de tú, por favor-pidió y yo
acepté.
Bien Chikane, entonces es justo que tú también lo hagas-en realidad quisiera nunca haberte
conocido, pero es necesario.
Siento que te conozco-dijo tras unos segundos- aunque estoy segura de que jamás olvidaría
semejante belleza-un cumplido más de sus mentirosos labios. Apuesto que lo mismo le decías
a ella, y ella tan inocente cayó en tus redes.
Podría decir lo mismo, no eres fácil de olvidar-regresé su cumplido, aunque admito que me
han dicho mejores.
¿Me permites esta pieza?-me pregunta esperanza y la vez temerosa de que la rechacé, que
predecible eres Himemiya, un poco de palabrería barata y ya quieres un baile. Esto te
costará.
Vaya… hoy también es mi cumpleaños-respondí con sinceridad. Con todo mi plan incluso
olvidé que este día cumplo 24 años. ¿Por qué es así el destino? Compartir el día de
nacimiento. Otro motivo más para odiarte.
En esta ocasión has ganado, no será tan sencillo para la próxima-acepte guiñando un ojo.
Ella se acerco a mí, poso su mano derecha con delicadeza en mi cintura y con la izquierda
tomo mi derecha. Mi mano izquierda la apoye en su hombro derecho. Chikane acerco mi
cuerpo al suyo con un elegante movimiento. Centré mi mirada en la suya y comenzamos a
danzar.
¿Qué estará pensando? Busco en sus ojos azules la respuesta. Obtengo lo que esperaba.
Tiene un brillo de amor en los ojos, combinado con la alegría del primer encuentro, con una
ligera pena por el primer baile, concentración para no equivocarse. Sonreí gratamente.
¿Crees en el amor a primera vista?-le pregunté muy cerca de su oído, rozando con mis labios
el lóbulo de su oreja. Puedo sentir como se estremeció por el contacto.
¡Perfecto! Todo marcha de acuerdo al plan, espero seas de mi total ayuda. Juntas… finjamos
que te amo.
Capítulo 2- Feliz cumpleaños.
Claro está que los sueños no se realizan para los mediocres, clase de persona que se fija meta
tras meta, pero no hace nada para conseguirlo. Esos seres ignorantes y faltos de decisión.
La mediocridad no es una característica que me agrade. Desde pequeña aborrezco esa actitud
tan deprimente, tan exasperante y aniquilante de cualquier posible interés.
Acepto que he soñado demasiado, y todas y cada una de mis ilusiones fueron cumplidas. Aún
me quedan mucho sueños por realizar y una vida por delante. La juventud, inteligencia,
belleza y experiencia están de mi lado. Quizás peco con un gran orgullo, o quizás es solo una
indudable fortaleza. No lo sé.
Solo sé, que mi destino es triunfar. Triunfaré. Y eso nadie lo podrá evitar.
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Es una excelente bailarina-dice Chikane al terminar el vals y aún sin soltar su agarre.
Toda dama debe ser perfecta en el baile, si es que quiere jactarse de ser una dama-respondí
veloz, no dejándome adular por sus cumplidos tan poco creativos. Vamos Himemiya no
permitas que me lleve tal decepción esperaba un poco más de ti.
¿Podemos hablar en privado?-pidió la mujer frente a mí, soltando al fin mi mano y mi cintura.
Su tono de voz demuestra ternura.
Ojou-sama- escucho decir a una repugnante voz. Enfoco mi mirar violeta a la izquierda de
Chikane. Allí se encuentra una joven de una edad similar a la mía, rubia ¡pero qué rubia! casi
podría jurar que es artificial y ni siquiera se pintó bien el cabello.
Otoha-san-dice Himemiya con enfado. Lástima mi vida nos han interrumpido-¿Qué ocurre?-
inquiere con molestia controlada en su voz. No quiere quedar mal frente a mí.
¿Ya te vas, sin siquiera preguntarme si necesito algo más?-pregunto con sarcasmo remarcado
en mi sensual voz-Que mala educación hay en este país.
Disculpe señorita, ¿desea algo?-preguntó con enojo. ¡Qué sorpresa! Se atreve a desafiarme,
esa no es la manera de responderme.
Tantas cosas-respondí con burla-la primera es que muestres el respeto necesario a tus
superiores.
No me retes, porque no sabes de lo que soy capaz-respondí con decisión y voz fría- Y para que
veas que no te guardo rencor, te daré un consejo: píntate el cabello de otro color. Siempre he
pensado que hay de rubias a rubias, y a ti simplemente no te queda- me jacto en su cara con
una gran sonrisa vencedora.
¿Desea algo señorita?-pregunto con rubor en sus mejillas, roja de la vergüenza. Gané, como
acostumbro hacer.
Sí, una copa de champagne-respondí con hastío. Que ya desaparezca de mi vista. Hasta
podría decir que es más agradable ver a Himemiya, no, en realidad no lo es.
Quiero sentarme. Camino unos metros hasta las mesas, miro al primer hombre frente a mí. El
nerviosismo es evidente al notar que una belleza como yo le miró. Se pone de pie y mueve
una silla para poder sentarme. Le sonrió falsamente y tomo mi lugar. Busco por toda la pista a
Rebecca. ¿Dónde se habrá metido? Al no encontrarla por ningún lado saco mi celular y le
escribo un mensaje de texto: “Rebecca, por aquí todo marcha a la perfección. ¿Tú como vas?”.
Envió el mensaje y espero por la respuesta.
Aquí tiene señorita-escucho esa molesta voz nuevamente. Tomo la copa entre mis manos y
observo el contenido- Mmmm… he probado de mejor calidad, ya no la quiero, llévatela-le
ordeno centrando mi atención en la respuesta del mensaje.
Tome esto señorita-dice el hombre que me ofreció la silla, lo había olvidado completamente.
Te extrañé-le digo jugando con uno de mis ondulados cabellos, que continúe la actuación.
Entonces… ¿en qué estábamos?-me preguntó Chikane acercándose más. Se sienta a mi lado y
clava sus zafiros en mis amatistas. Pero que mirada tan fuerte, decidida, dispuesta a
conseguir cualquier reto que se proponga.
En que no sé cómo pude estar tanto tiempo sin ti, sin conocerte. 24 años sin saber que
existías-susurra cada vez más próxima a mi rostro.
¡¿Qué has creído?! ¡¿Qué puedes besarme cuando quieras?! No soy yo quien recibe, yo doy;
yo decido cuándo y cómo.
Iríamos al balcón ¿no?-dije ladeando la cabeza a la izquierda con una tentadora y pícara
sonrisa.
Sí, tienes razón-respondió Himemiya y tal como esperaba no tomó mi acción a mal, sino que
aumentó el deseo en ella. 5 años de preparación sí que funcionan.
Se puso de pie antes que yo y estiró su mano para que la tomara. Apoyo con delicadeza la
palma y ella me apretó con rapidez, sus dedos rodearon el dorso de mi mano y sentí su
calidez. Este elegante movimiento fue acompañado de una guerra de miradas donde cada una
expresaba mil deseos; sin dejar de lado las sonrisas y la ligera mordida de mi labio inferior.
Seguí sus pausados pasos hasta el balcón, tal parecía que quería alargar el momento lo
máximo posible. Observe los finísimos ventanales abiertos de par en par. Para su suerte el
sitio estaba vacío.
Pues por donde empiezo…-habló sonriendo- Nacida en el seno de una de las más importantes
familias, he tenido la mejor educación, lo mejor de todo cuanto existe, todo lo que he pedido.
Tengo un don especial para el piano, el violín, el tennis, la equitación, el tiro con arco… en fin,
dicen que puedo hacer todo lo que me proponga- tomo una pausa para respirar y continuar-
pero sé que no soy perfecta, si bien he sido agraciada con muchas aptitudes siempre me ha
faltado algo.
¿Y qué es ese algo?-pregunté interesada por el rumbo que estaba tomando la conversación.
Eres ciertamente presumida Himemiya, lo siento pero mi ego es mayor al tuyo.
No, no lo hubo-contestó segura y firme. Era todo lo que necesitaba saber. No existe error en
mi venganza, el motivo está justificado- Jamás había conocido a la persona que desde el
primer momento en que le haya visto, hubiese logrado paralizar mi respiración, grabarse en
mi mente y en mi corazón-habló con calma, tranquilidad que yo detesto, que cinismo.
¿Pero qué es del amor sin el trato cotidiano? ¿Y si a pesar de la cegadora primera vista esa
persona no resulta ser lo que parece?-cuestioné tomando una de sus manos por impulso
llamando su atención, ella se sorprende el gesto.
Si es mutuo ese amor pienso que todo saldrá bien; por más defectos, diferencias y
adversidades que se presenten; el cariño se mantendrá-respondió tomando mi otra mano y
entrelazando nuestros dedos quedando frente a frente una de la otra.
Pareciera que mi querida Chikane Himemiya tiene idealismos románticos, cursis y antiguos,
suena a amor de época, y aunque yo parezca la princesa que espera ser rescatada en realidad
soy la villana disfrazada, pero aun así protagonista de la historia.
Dijiste que jamás habías conocido a esa persona ¿Eso significa que ya le conoces?-inquirí
fingiendo curiosidad.
Así es, la conocí cuando menos lo esperaba, entre un mar de personas, resaltando por su
belleza y encanto-respondió con ahínco.
La mujer de piel nívea sonrió mostrando su blanca y perfecta dentadura- Claro que sí Himeko,
eres tú-así de directa y contundente fue su confesión.
Estaba listo todo en el campo de batalla, la estrategia hecha desde hace tiempo, las
coordenadas hacia el objetivo fueron alcanzadas. Es ahora Himemiya que lloraras todo lo que
ella lloro por ti, sufrirás todo lo que yo sufrí por ella. Vivirás lo que viví. Seré el verdugo de
este castigo.
Feliz cumpleaños-susurre acercándome a sus labios, cuando los toqué, recibió los míos
gustosa, correspondió con pasión al beso. Me estrecho más a su cuerpo y en ese momento
derrame una lágrima silenciosa que murió en mi cuello. Esa lágrima era de pura felicidad,
perversa y vengativa sí, pero felicidad al fin.
Te deseo
Era mi pensamiento antes de conocerle. Por primera vez encuentro a alguien que al
hechizarle con mi belleza logra encantarme con la suya. Ninguna de las dos eclipso a la otra,
por que las dos eran igual de hermosas.
Si bien no tenía concebida la idea de caer en la lujuria, hoy me parece totalmente insensato
no disfrutar de ella.
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¿No piensas dejarnos pasar?-pregunto sensualmente Rebecca al jovencito que trabajaba como
guardia de seguridad en aquel reconocido y lujoso spa.
Recuerdo la noche anterior, fue todo un éxito, luego de aquel pasional beso con Himemiya me
retiré dejándola con las ganas de más.Solamente le di una tarjeta con mi número telefónico y
una disculpa por tener que retirarme. Tuve toda la noche para contarle a Rebecca con detalles
lo ocurrido y al parecer ella está avanzando muy rápido, muy pronto seremos familia.
Si no les das una disculpa a las señoritas y las dejas pasar de inmediato, te despediré y me
encargaré de que no te contraten en ningún sitio-escuche una amenaza proveniente cerca de
mi costado izquierdo.
Gire el rostro para encontrarme con una joven sonriente. Es simplemente… espectacular… me
atrevo a decir que es tan hermosa que podría trabajar en el negocio, pero se ve de alta clase
social y con mucha educación.
Niarchos-sama, yo…siento lo sucedido- se disculpo con una gran reverencia a las tres y nos
abrió las puertas de cristal para entrar al lugar.
Van der Woodsen Rebecca-se presento mi pelinegra acompañante- ¿Eres hija de Stavros
Niarchos, el magnate griego?-le preguntó.
Exactamente; y debo agradecerte que mi padre dejará a mi última madrastra, un amigo te
recomendó y fue él quien te pidió ese favor-respondió la ojos azules, viendo a Rebecca con
familiaridad.
Lo recuerdo, fue muy fácil y pagaste muy bien. Supongo que eso fue al garantizar que serías
la única heredera-comento mi maestra y finalizó con unas elegantes y cortas risas.
Niarchos también rió- Encontrando que somos…conocidas, creo que aceptaran una invitación
de mi parte-hablo la joven griega. Jamás había sentido tantas ganas de estar con alguien,
necesito sentir sus manos por mi cuerpo. Necesito besarla con pasión desbordante.
Aceptamos-accedí con una sensual sonrisa. Scarlett Niarchos, te quiero para mí, más
concretamente te necesito para mí.
Bueno Rebecca, Himeko, aquí las dejo yo voy al sauna-nos comunicó. Se despidió de Rebecca
con un beso en la mejilla, cuando se acercó a mí clavó finamente sus manos en mis caderas y
me beso, rozando solo los labios. En el momento en que busque profundizar el contacto, la
hermosa mujer de cabellos cafés se alejó sonriendo, dio media vuelta y se fue.
Perfecta para mí. Y sentí como hacía mucho tiempo no me pasaba, un fuego interno corriendo
por todo mi cuerpo. Mi agua de manantial, el remedio para esta fiebre es la belleza de piel
bronceada y ojos color mar, las griegas siempre me han parecido encantadoras.
Claro que lo haré. Mientras dos musculosos hombres se deleitaban relajando nuestra espalda
con sustancias aromáticas y terapéuticas, nosotras recostadas nos relajábamos. Añoraba el
momento de estar con Scarlett. ¿Qué pensaría Himemiya si nos viera? Podría darle un ataque
de celos muy divertido.
Terminamos-dijo uno de los hombres al cabo de 20 minutos, era un moreno americano que
nos devoraba con la mirada.
Se retiraron. Con lentitud me puse de pie y envolví mi cuerpo de diosa con una suave y
elegante toalla azul.
Creo que te buscan-me dijo sonriendo y viendo a alguien detrás de mí, para eso tuvo que
caminar unos metros para que su vista saliese de los cubículos.
Caminé igualmente y me gire… por las puertas de vidrio observe a Scarlett Niarchos. Sonreí
internamente. Tanto le atraje que ya estaba esperando por mí.
Scarlett abrió las puertas para mi amiga, hablaron sobre algo que no logre escuchar
claramente. La castaña entró, saco de su bolsillo delantero de la falda deportiva un juego de
llaves. Buscó la correcta y cerró el lugar. Corrió las cortinas de fina tela para evitar las
miradas de los curiosos.
Sabes-me dijo con toda la provocatividad de que era posible por el deseo que veía en sus ojos
azules y seguramente sentía en todo su ser-No pude dejar de pensar en ti.
No quiero que dejes de hacerlo-le dije caminando a su encuentro; la tomé de una mano y la
encamine hacia una de las camas de masaje.
Sonrió enormemente cuando con esa mano que le tenía sujeta me encargué de desatar el
nudo en mi toalla, haciendo que esta cayera a mis pies.
Se maravilló con mi cuerpo desnudo. Guió sus manos a mi espalda y la recorrió de arriba para
abajo hasta llegar a mis glúteos.
Yo no me iba a dejar hacer todo, así que acerque mis labios a su cuello, sabía a gloria.
Hábilmente desabroche los botones de su blusa y se la quite, degustando la vista de sus
perfectos pechos aún cubiertos por el sujetador.
Mmmm-exclamé al sentir sus dedos en mis senos, sintiendo como Scarlett era capaz de
ponerlos erectos a solo segundos de su contacto.
Eres totalmente hermosa-pronunció con la voz ronca por el placer que le daba. Acercó su boca
a la mía y nos fundimos en un beso que derrochaba pasión.
Rápidamente se convirtió en una lucha de lenguas, besaba expertamente. Hurgando cada una
la boca de la otra. Me levantó por el trasero y yo rodee su cintura con mis piernas. Hundí mis
manos en sus cabellos, buscando profundizar más el beso y el contacto cuerpo a cuerpo. Me
sentó en una de las camas y recorrió mis perfectas piernas con sus tersas manos.
Baje mis manos hasta su cintura quitando su falda con una velocidad increíble. Acaricie su
centro de placer por encima de la ropa interior. Al sentirlo, ella mordió mi labio inferior
aumentando el placer.
Dirigí mis hábiles dedos al broche de su sujetador y lo dejé caer al piso. Disfrute brevemente
de la vista de sus senos ya que lleve uno de ellos a mi boca.
Mmmm-gimió Scarlett. En ese momento ella se sentó en la cama y yo la monté, poniendo mis
pantorrillas alrededor de sus piernas. Me incline lo suficiente para continuar con mi labor en
su pezón derecho, mientras acariciaba el izquierdo con la yema de mis dedos de la mano
derecha.
Se hicieron presentes los gemidos y jadeos por parte de ambas; ella acariciaba mi entrada
notando la humedad presente. Me torturaba haciendo que yo la deseara. ¡Ya! ¡Te quiero
dentro de mí!
Lo mismo digo para ti, mi preciosa rubia-exclamó tirándose sobre mí con tanta pasión, como
si fuese la primera y única vez que pudiésemos estar juntas.
Acaricie su entrada con dos dedos, deteniéndome para masajear su clítoris. Scarlett unió
nuestras bocas nuevamente, aunque el beso duro muy poco, porque enseguida sus labios y su
exquisita lengua desfilaron por mi cuello.
Tanto como jamás desee a nadie-respondió para después besar mis senos, recorrerlos con su
lengua, morderlos causando un ligero dolor que solo aumentaba mi dicha.
Siguió bajando hasta mi vientre plano, se divirtió con el ombligo y se separó para probar lo
que más ansiaba. Posó sus labios en mí centro y yo grite. Era maravillosa, simplemente una
experta; velozmente dejo que su lengua sustituyera a sus labios rojos e hinchados de tanto
besar. Clavé mis uñas en su espalda a causa del gozo de todas sus caricias.
Llegué a mi primer orgasmo con ella al cabo de unos minutos. Respiré solamente lo suficiente
para llenar mis pulmones y mi adorada mujer de castaños cabellos volvió al ataque. Ella sobre
mí, pero yo siempre dentro de su cabeza y su corazón, todavía puedo pensar fríamente pero
apuesto a que ella no. Probémoslo.
¿Qué harías por mí?-inquirí cerca de su oído, mordiendo ligeramente el lóbulo de su oreja.
Lo que me pidieras, absolutamente todo-respondió viéndome a los ojos. Sus azules ojos
dejaban ver una capa de placer, de deseo, de lujuria, de pasión. Cuando una mujer mirada a
los ojos durante el sexo es porque no miente… Scarlett Niarchos ya es mía.
Por lo pronto… termina con lo que empezaste-le pedí acariciando su derriére. Ella sonrió y
dirigió dos dedos a mi centro, entró con fuerza, pero no dolió. ¡Más! ¡Quería, necesitaba,
ansiaba mucho más!
¡Ah!-gemí otra vez, un orgasmo amenazaba con aparecer. Vi su rostro decorado por una gran
sonrisa de orgullo. En esta ocasión hasta yo te aplaudo mi querida Scarlett, porque son pocos
quienes logran tenerme como tú en estos momentos. Introdujo un dedo más y el éxtasis
aumento. Lleve mi mano derecha a su entrada e hice lo mismo que ella.
Minutos de placer en extremo, de gritos, jadeos y suspiros, gotas de sudor recorriendo ambos
cuerpos y delirio de pasión en cada mente fueron los actores principales de nuestra obra
privada. El título aún no le ponemos, pero sabemos que fue todo un éxito.
Tu eres indescriptible-respondió con una sonrisa de lado que me encanto. No sé que tienes
que haces que me guste todo de ti. Con sus finos dedos acaricia mi cabello-Sabes…hace un
mes que había planeado volver a mi natal Grecia-confeso clavando su mirada en la mía.
¿Me dejaras?-pregunte con cierto temor en la voz, actué como una niña caprichosa a la cual
están a punto de quitarle su juguete nuevo. No puedes irte, no podría…
Simplemente… no podría estar sin ti- respondió precisamente con las palabras que pasaban
por mi cabeza-Hay dos opciones, me marcho a Grecia y tu vienes conmigo o ambas nos
quedamos en Japón; tú eliges-dijo mostrando de donde debía escoger, permitiéndome
comprobar que no quería sacarme de su vida y que era yo quien decidiría, mi querida Scarlett
estaba a mi voluntad.
Pensé en una vida en Grecia, con ella y el mundo a mis pies. Me resultaba tentador pero mi
propósito aquí es de mayor importancia, debo acabar con Himemiya; porque con la misma
fuerza con que deseaba a mi griega, odiaba a la japonesa. Ciertamente después de acabada
mi venganza podría estar con Scarlett.
Que así sea-sonrió a mi petición y me beso. Alteras mis planes mi adorada castaña pero no
puedo quejarme porque eres magnifique.
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Hija, ¿Por qué estas tan distraída?-pregunto mi padre haciéndome descubrir que solo estaba
jugando con la fruta en mi plato.
¿Se siente mal, ojou-sama?-preguntó Otoha que siempre se encontraba parada esperando
ordenes mías-No ha probado bocado.
Creo que se debe a cierta señorita rubia, muy bella por cierto-intervino mi madre, sacando a
relucir el motivo por el cual no participaba de la conversación como solía hacer siempre.
¿Es enserio?-preguntó alegre mi padre- ¿De quién se trata? Chikane ya es hora de que te
cases.
Imaginaba que sería otra más de mis fiestas de cumpleaños. Fastuosa, lujosa y elegante; con
las personas de mayor renombre social y los más altos empresarios. Estaba hecha a la idea de
sonreír falsamente y entablar rápidas conversaciones con los invitados, unas cuantas piezas
de baile y cientos de fotografías para los periódicos y revistas.
Caminaba hacia el encuentro con un matrimonio de viejos amigos de mis padres cuando la
mire. Como no desviar la mirada ante semejante diosa. Con su andar elegante, sensual y
provocativo atraía hacia su persona a todos los presentes. Si su perfil era hermoso verla de
frente debía ser tan magnífico que hasta dolería tal belleza. Cambie mi ruta para ir al
encuentro de la rubia mujer.
Cuando estaba detrás de ella, salude con un “buenas noches, señoritas”, a ella y su
acompañante, misma a la que no le había prestado atención por centrarla toda en Himeko y
debo decir que era igualmente hermosa. Se giraron mostrándome su deslumbrante porte.
Una rubia de preciosos ojos amatistas y rostro de modelo pintado con una sonrisa seductora
me encanto al instante. Sumamente bella con ese vestido azul perfectamente a su medida,
sentí lo que nunca había sentido por otra. Fue como un vuelco en el corazón, una necesidad
tan grande como respirar de estar con ella. Cuando logré salir de mi momentáneo
embobamiento mire a la otra mujer. De cabellos negros, ojos verdes y también hermosa en un
rojo vestido atrevido. ¿Quién puso en mi destino a tales mujeres este día?
Pero había algo en ella, un no sé que que me parecía tan familiar. Lo deje pasar porque
estaba segura de que jamás podría olvidar a semejante dama. Bailamos y al poner una de mis
manos en su cintura y la otra en su mano derecha sentí como si ya hubiesen estado allí, como
si hubiesen esperado toda la vida por volver a su cuerpo. Me preguntó si creía en el amor a
primera vista y yo le respondí de acuerdo a lo que me pasaba con ella.
Después del baile y una interrupción la lleve al balcón, ahora hizo preguntas sobre mi vida y
termine confesándole que ella se gano mi corazón en el momento en que mis ojos se posaron
en los suyos. Para mi sorpresa, Himeko pronunció un “feliz cumpleaños” y me beso. Contacto
que yo correspondí. Después de un apasionado beso ella se disculpo, tenía que irse y me dejo
una tarjeta con su número de teléfono.
No era conocedora de que me dejo con ganas de más, no de seguir sexualmente sino de
seguirla mirando, me bastaba con estar en su presencia, me era suficiente ver más sonrisas
traviesas, hundirme en su mirada, admirarla.
Kurusugawa Himeko… ¿Por qué siento que te conozco de toda la vida? Ahora que lo pienso
más a fondo, te pareces a ella. No, debe ser una tontería son totalmente diferentes.
Otra vez pensando en ella, ja ja- oí las risas de mis padres. Nuevamente me perdí en mis
recuerdos.
No me parece graciosa su actitud infantil-le dije con enojo y me puse de pie, dejando intacto
mi desayuno-Perdí el apetito, nos vemos-Me despedí sin oír sus disculpas.
Chikane me entere de que ayer hiciste una gran fiesta a la cual no fui invitada-escuche un
reclamo por parte de tan singular acento… era Scarlett Niarchos al teléfono. Pero ¿Qué hacía
con el celular de Himeko? ¿Acaso se conocían?
Me comentaron que irías a tu país-respondí con voz calmada, no iba a permitir que mi rival de
toda la vida me amargara el día.
Déjalo así, voy para allá- respondí decidida a no dejar a Scarlett intentar ligar a Himeko, la
conozco demasiado bien.
Salí con prisa de mi hogar y subí a mi lujoso auto. Himeko, mi Himeko, necesito verte tanto.
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Que día tan productivo. Vine al club a relajarme y me encontré con Scarlett. En estos
momentos decidí salir de la piscina, deseo ciertas miradas en mi cuerpo, aunque la que más
ansiaba estaba pendiente de todos mis movimientos. Mi amante griega estaba sentada en
uno de los camastros con un bikini de dos piezas azul a juego con sus ojos.
Camine a su encuentro con sensuales movimientos solo para ella. ¡Me encanta!
Ella hizo un movimiento con la mano para llamar a uno de los trabajadores para que nos
trajera unas bebidas. Tomo una toalla y me secó delicadamente. ¡Es totalmente un amore!
¿Celosa?-pregunte divertida.
En ese caso, diré que somos amigas de toda la vida-dijo Scarlett entendiendo a la perfección
mi juego.
Sonreí para ella. Que mejor aliada que mi amore. Espero que donde quiera que estés,
disfrutes de esto tanto como yo. Esta venganza es por ti, por todo tu sufrimiento por todo lo
que lloraste y no pude estar contigo, te fallé hermana, te fallé. Pero es ahora que con creces
haré todo lo que no pude hacer. Mi cambio fue por ti, mi gemela, mi otra mitad.
The one
Y… ¿Qué son los celos? Son solamente la demostración irrefutable de la inseguridad. Los
motivos son los clásicos: “es porque te quiero demasiado” “no quiero perderte”. Pero…
¿Cómo perder algo que ni siquiera nos pertenece? ¿Algo que nunca fue nuestro?
A pesar de todo, los celos pueden resultar muy divertidos. Si me encanta tener todas las
miradas llenas de deseo sobre mí, con mayor fuerza me gusta que me celen.
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¿Eso es acaso relevante?-conteste con una pregunta sarcásticamente para molestarla un poco
y dirigí una mirada traviesa a sus azules ojos.
“The one”-conteste a su anterior pregunta- Dolce & Gabbana-nombre a la marca antes de dar
un sorbo a mi martini.
Tan propio de ti-pronuncio en elegantes risas-¿Algo más que quieras saber de mí?-cuestionó
mi griega para finalizar observándome con una sonrisa de victoria, claro como no tenerla, si
ella era la envidia de todos en el club por estar junto a esta belleza sobrehumana.
¿Qué tan buena actriz eres?-inquirí al ver a lo lejos a Chikane Himemiya acercarse.
Pruébame -respondió burlona- pero te aseguro que me desempeño tan bien como en la cama.
¡Qué bien! Porque nuestra querida Miya-san está a punto de llegar-le digo guiñándole un ojo.
¿Interrumpo?-escuchamos la pregunta.
Lo siento, Chikane, eres linda sí, pero para tu desgracia no eres mi tipo-contraatacó mi
adorada castaña, al parecer ninguna de las dos iba a ceder terreno.
Las rubias ojos amatistas-respondió mi amore sin titubeos, dejando ver que era de su total
predilección-Despertaste mi curiosidad ¿Cuál es el tuyo?-inquirió con fuerza en la voz, creo
que he visto a una linda griega intentando defender lo que es suyo. Pero mi amor ¿Cuál es
problema? Si tú eres mía y yo soy tuya.
¿Desde cuándo se conocen?-pregunto Himemiya sin poder esconder su sorpresa y sus celos,
porque con la mirada fulminaba a mi griega.
Tuve la dicha de conocerla cuando era una pequeña de 6 años-comencé a relatar la mentira-
nos encontrábamos en su mansión cerca de la bahía de una isla balcánica, nuestros padres
cerraban un trato financiero. Yo estaba aburrida en medio de una plática de adultos, fue en
ese momento en que escuché una tierna voz con un acento peculiar-tome una pausa para
continuar, me permití ver la gran sonrisa de Scarlett, apuesto a que se reía de lo que
inventaba- Me sorprendió que ella apenas teniendo mi edad hablara fluidamente mi idioma,
me presenté con una gran sonrisa y lo demás es historia… hemos sido muy buenas amigas
desde entonces.
Cualquiera que me mire, se olvida del mundo-atacó Himemiya. Que ególatra resultaste ser.
Pues Hime-chan no quiso ponerse al día en ciertos asuntos-intervino Scarlett concluyendo con
risas sensuales.
Dejemos que se adelanten-pronuncie solo para ella, probándole que mi interés era por ella.
Levanté el rostro con tranquilidad, aumentando sus ganas de saber-Como no tienes idea-
respondí para después besar su mejilla izquierda; con la lentitud necesaria para crear cierta
agonía, con el deseo en la mirada para avivar la lujuria, con una pizca de ternura para fingir
amor verdadero y con la sonrisa perfecta para que se tragara mi mentira.
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La comida había transcurrido con tranquilidad, Chikane y Scarlett al parecer pactaron una
tregua con la mirada ya que no se hicieron presentes comentarios sarcásticos y de notoria
rivalidad.
Y dime Scarlett… ¿Por qué decidiste quedarte más tiempo en Japón?-preguntó Chikane que
estaba sentada a mi lado dejando de lado sus cubiertos para centrarse en la plática-¿Qué
influenció para alargar tu estancia en mi país?- el tono con que lo dijo daba a notar que para
nada le agradaba la extranjera.
Pues…-comenzó la respuesta mi castaña ojos azul turquesa bebiendo un trago de vino antes
de continuar- tengo algunos asuntos de trabajo que tratar con Hime-chan y aprovecharé que
ella volvió a Japón-concluyó con una sonrisa.
Rebecca rió por lo bajo, divertida con la situación. Mientras yo, solamente podía analizar lo
que sucedía para ayudar a Scarlett si era necesario. Confío en mi amante, de quien no me fío
es de Chikane.
Estoy sorprendida conmigo misma, sé que mi entrenamiento psicológico fue el mejor; pero…
jamás pensé que de verdad podría estar a un lado de la persona que merece todo mi odio y
poder actuar a la perfección, sin que mi cuerpo manifestara cuanto ansío verla acabada.
Logre matar la mayoría de los sentimientos que antes poseía. Lo sé, soy totalmente
grandiosa, indudablemente única, como el título de mi perfume predilecto.
Primeramente continuamos con la alianza pactada hace algunos años por nuestros padres, de
igual manera incursionaremos al mercado con un producto propio -respondió mi castaña con
completa seguridad, hummm, así luces más sexy- no puedo decirte de que se trata, como
comprenderás no queremos arruinar la sorpresa.
Entiendo-dijo Himemiya sin nada más que discutir. Grecia 1, Japón 0. Pronto llegó un silencio
aburrido, mi mentora y amiga lo notó y disculpándose con las presentes me pidió que la
acompañase al tocador, petición a la cual accedí enseguida.
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¿Quién no lo haría?-cuestionó con petulancia- Fui su primer amor, la única a quien no puede
olvidar.
Es que para tu fortuna solo a conocido a personas inferiores a ti, ella no ha tenido la dicha de
encontrarse con alguien como yo-ataqué con una gran sonrisa.
No se debe a eso, para empezar ella tiene mucho mundo, ha viajado tanto como yo,
seguramente se demostró a si misma que soy la persona perfecta para ella-contraatacó
Niarchos con rapidez, está claro que no se dejaría vencer tan fácilmente- además le he dado
muchas primeras veces: su primer amor, su primera relación formal, su primer beso, su
primera vez-terminó con una sonrisa victoriosa. Su primera vez. ¿Por qué esas tres simples
palabras me calaban tan hondo en el corazón? La respuesta era sencilla, sumamente
entendible. Yo no puedo concebir la idea de que alguien que no sea yo la mire, la abrace, la
tome de la mano, la bese con pasión y le haga el amor.
Tomé el resto de mi copa de vino de un solo trago. Si bien no es sencillo borrar el pasado,
haré todo lo que esté en mis manos para ganar el corazón de Himeko Kurusugawa. Promesa
de Himemiya y una Himemiya siempre cumple lo que promete.
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Camino con elegancia hasta posicionarme detrás de su silla de cuero blanco que hacía juego
con la decoración minimalista, ella seguía hablando pero se estremeció al sentir como
acariciaba su cuello y sus hombros por encima de la ropa. Como pudo tecleó en su lap top
cantidades y diversos datos.
Bebé, no me hagas esperar-le ordené a su oído con la voz candente y mis manos traviesas
que ahora acariciaban sus pechos.
Terminó la llamada en menos de un minuto, dejó el teléfono con velocidad y antes de que ella
se pusiera de pie yo ya estaba sentada sobre sus piernas, nos besamos. Primero con calma,
solamente un roce de labios, después entraron las lenguas a la batalla campal. Sus manos
jugaban con mis senos por encima del sostén y yo hundía mis dedos en su precioso y sedoso
cabello.
Tenemos una extraña fijación por los lugares incómodos-dijo con risas al separar nuestros
rostros por falta del aire.
Aún hay muchos sitios que intentar, el sauna me provoca- le digo con malicia y llevo mis
labios a su cuello.
No crees que... aparte del calor del sauna, nuestra temperatura estaría muy elevada-habló
con dificultad por el placer que le daba, pero a pesar de todo, sus manos no estaban quietas,
ahora masajeaban mi derriére.
Scarlett llevó sus manos hasta mi rostro, lo tomó con amor y unió nuestras bocas. Esto me
resultaba un vicio demasiado adictivo, podría pasar horas en sus labios.
Escuchamos por toda la oficina principal el tono de llamada entrante de mi celular, más
específicamente era la melodía que tenía asignada para Rebecca.
“No sé que estés haciendo pero termínalo, Himemiya ya va para allá y no te puede encontrar
desnuda”-Es lo que me informó mi amiga con velocidad, colgué y me separé de Scarlett a
pesar de sus quejas.
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Cansada de esperar por el regreso de Himeko, me despedí de su amiga y me dirigí hacia las
instalaciones que conocía tan bien. Himeko… ¿pensaras en mí todo el día tal como yo lo hago?
Una vez frente a la puerta toque para avisar de mi presencia y sin esperar respuesta entré.
Ante tal belleza quien no lo estaría- respondí observando como Himeko se despedía con un
beso en la mejilla de mi rival, la griega la abrazó como no queriendo dejarla ir.
Kurusugawa Himeko, la mujer más hermosa del siglo XXI daba un paso tras otro hacia mí. Con
la mirada me comunico que quería irse y yo accedí. No le dije ni un adiós a Niarchos y no fue
necesario, nuestro desagrado es mutuo.
No, ella sabe cómo llegar a nuestro hotel-respondió de manera traviesa. No me había
percatado del lugar al que me guió. Era un conjunto de privados. La miré incrédula y ella
respondió a mis dudas dándome un beso de esos que quitan el aliento, claro que yo la
acerque lo más posible tomándola de su perfecta cintura.
¿Hasta dónde quieres llegar?-le pregunté haciendo uso de la poca fuerza de voluntad que me
quedaba, no quería que pensase que soy de esa clase de mujeres que a la primera cita tiene
sexo con ella; pero admito que al encontrarnos tan cerca, con su aliento en mi rostro, sus
mejillas ligeramente ruborizadas y ese brillo en la mirada era imposible no caer a sus pies.
Esto es real, nunca lo dudes-le digo embelesada por todas las sensaciones que su sola
presencia me causa-The one te queda perfecto-le dije de repente al recordar el perfume que
usa.
¿Lo notaste?-cuestionó sorprendida.
Claro que sí, desde nuestro primer encuentro-era absolutamente la verdad- eres unique-
Descubrí un brillo distinto en su mirada, no pregunté porque a los segundos sus labios volvían
a los míos.
Ámame… con tal intensidad como jamás nadie lo ha hecho-pidió Himeko desprendiéndose
lentamente de su ropa. ¿Cómo decirte que nací para esto? Solamente para amarte…
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¿Quieres ser mí…? Parte 1
Sí y no. Blanco y negro. Día y noche. Odio y amor. ¿Relación entre ellos? Opuestos directos,
uno exactamente el contrario del otro. Tan absolutos que hasta un niño es capaz de encontrar
la diferencia.
Dicen que al juzgar el actuar humano, tales hechos se clasifican en dos grandes grupos: el
bien y el mal; el problema aquí es que no existe un definición plena para cada uno ¿Qué es el
bien? Lo contrario a la maldad. ¿Y el mal? Sin el mal no existe el bien. Así de simple y
entendible.
Hay muchas maneras de hacer el bien, aunque la mayoría de los seres humanos sean unos
egoístas y no puedan hacer nada uno por el otro.
El lado oscuro presenta tantísimas clasificaciones, quizás porque nuestra naturaleza dicta a
siempre buscar el placer ante todo, igualmente pareciera que nuestra meta es nunca estar
conformes. Ser Agradecidos con lo que tenemos, con lo que somos y con lo que podemos ser...
Lástima, no es posible; siempre queremos algo más.
Los siete pecados capitales…vicios que engloban tantísimas acciones negativas. Soberbia, ira,
lujuria, pereza, avaricia, gula y envidia. Dime… ¿de cuál pecas tu? Haciendo alusión a mi
persona, sería orgulloso de mi parte no reconocer que soy soberbia. Aún así lo que más
estragos causa en mí es la ira. Ha sido mi fiel compañera durante tantos años, la he
experimentado en distintas etapas…
Todo se remonta desde el momento en que perdí a mi hermana, pero…eso es algo que no
quiero recordar detalladamente. Ya he sufrido demasiado. Es hoy que el pasado no me
interesa, solo me importa lo que hago en mi presente para conseguir el futuro que deseo.
El precio a pagar puede ser muy elevado; pero nadie dijo que la vida es fácil.
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No, ella sabe cómo llegar a nuestro hotel-respondí juguetonamente cuando me preguntó si
iríamos por Rebecca. Está claro que mi amiga no va a interrumpir en mis planes. Caminé con
Himemiya a mi lado hasta el sitio perfecto…privados, a Scarlett en verdad no se le paso
ningún detalle al diseñar este lugar. Observé su rostro y me percaté de su incredulidad y sus
dudas; no soy tan inocente como parezco. La besé y como reflejo Chikane envolvió mi cintura
con sus brazos.
Así que me lancé hacia la peliazul. Es hora de actuar. Sentí como mis mejillas adquirieron
calor, perfecto ahora parecerá que estoy ligeramente avergonzada; lo siguiente es cambiar la
mirada, mis ojos deben demostrar el deseo amoroso que siente una chica en su primera vez.
¿Hasta dónde quieres llegar?-me preguntó con su aliento chocando en mi rostro. ¡Chikane es
una mojigata! No creas que solo elevaré tu temperatura, quiero más. Me quede con ganas de
estar en los brazos de mi griega…entonces tú pagarás. Intentaré verlo como un simple
intercambio de placer sexual.
Esto es real, nunca lo dudes-me dice con esfuerzo, al fin descubrirás a la única mujer que hará
que ardas del deseo, de la necesidad -The one te queda perfecto-dijo de repente. Se refiere a
mi perfume.
Ámame… con tal intensidad como jamás nadie lo ha hecho-le pedí quitándome la ropa lenta y
sensualmente. Fingiré que disfruto de tus caricias, te daré mi cuerpo y lo gozaras, de igual
manera en un futuro cada vez más cercano seré yo la ganadora.
Chikane me envolvió en un abrazo delicado, dejando a sus manos jugar en la tentadora piel
de mi espalda. Mis dedos se fueron al cinturón del vestido que portaba, lo quite tan rápido
pude. ¡Tengo una idea! Lleve mi boca a la suya, fundiéndonos en un beso que me encargue de
acelerar, de que tuviera pasión. Sus manos dejaron mi espalda y ahora estaban en mis
pechos, acariciándome con las yemas de los dedos. Me afiance de sus largos cabellos azules,
cayendo en la cama ella sobre mí.
Himemiya separo nuestra bocas cuando le falto el aliento, recorrió todo mi rostro con sus
labios, dejando besos fogosos en las mejillas, la frente, las sienes, el mentón. Deslizo su boca
hasta mi cuello y allí le dio rienda suelta a su lengua. Ahora sus manos tocaban mis perfectas
piernas que estaban alrededor de su cadera, uniendo más nuestros cuerpos.
Su ropa estorbaba así que rompiendo todo contacto, quedándome estática como una piedra le
invite a que también parara.
No es eso-respondí transmitiéndole todo el amor que fingía sentir por ella por medio de mis
ojos y mi tono de voz.-Es solo que…tu ropa estorba y yo sé como dejará de hacerlo-termine
mordiéndome el labio inferior sensualmente.
Chikane sonrió más al ver que invertía las posiciones. Ella estaba recostada en la cama de
cobertor de tonos cremas que podrían confundirse con el tono tan blanco de su piel. Yo
estaba de pie, dándole una vista perfecta de mi cuerpo desnudo; me quité la pinza de Tous
con la que tenía amarrado mi rubio cabello dejándolo en caída libre sobre mi anatomía.
Eres lo más hermoso que mis ojos han visto-dijo Himemiya con la voz deseosa. Podría hacerte
arder de agonía pero eso será después. Di cada paso hacia donde estaba con la lentitud
perfecta, dispuesta a hacerla gritar mi nombre. Es una suerte para ti, Himemiya Chikane, que
esta femme fatale te dé un poco de su tiempo y de sus expertas caricias…conmigo no
necesitas al Kamasutra, no, yo poseo mil maneras distintas para amarte.
Me subí en ella, quedando apoyada en las palmas de mis manos y mis rodillas. Dirigí mi rostro
al suyo donde sus labios ya esperaban ansiosos el contacto, al hacerlo mi hermoso cabello
cayó como una cascada dorada. Su boca devoraba la mía, con su lengua ferviente explorando
mi garganta. Cuando me canse del sabor de su saliva, rompí el contacto y sonreí con malicia.
Solo disfruta-le pedí acariciando sus labios con mi dedo índice. Chikane mostró una sonrisa de
gozo. Me incliné y acerqué mi boca a la altura de su cuello. Di breves mordiscos a su piel,
donde en la yugular noté el ritmo agitado de las pulsaciones de su corazón. Descendí con mis
perfectos y blancos dientes hasta donde la piel me estorbaba; con una tortuosa lenta
velocidad me encargué de desabotonar cada uno de los pequeños impedimentos presentes en
la tela de su vestido que me impedían contemplarla completamente desnuda.
A medida en que trabajaba con cada botón con mis labios, lengua y dientes; y un nuevo tramo
de nívea piel se extendía ante mis amatistas ojos; primero exhalaba sobre su dermis y
después dejaba mi marca…la huella de mi presencia en su cuerpo, obviamente su ropa
interior quedo en algún punto de la habitación cuya localización precisa desconozco. Los
gemidos no se hicieron esperar al igual que los temblores en su cuerpo. Elevé el rostro para
ver su estado… las mejillas fuertemente sonrojadas, el sudor comenzaba a hacer su aparición
y sus manos se agarraban del cobertor.
Sabes soy muy feliz-confesé sincera mientras mis finos dedos jugaban en su abdomen,
preparándome para seguir y sentándome sobre ella.
¿Por qué?-preguntó Himemiya con la voz ronca.
Es sencillo-comencé con mi respuesta- estoy aquí…contigo, es algo que esperé por años.
Cierto, no nos conocíamos, pero yo sabía que llegaría el día en que encontraría al amor de mi
vida y sería plenamente feliz-dije tal mentira sin indicio alguno de fingir. Chikane se lo tragó
todo. Si estoy feliz, quizás explotando de alegría; pero se debe a que conseguí lo que quería.
Te tengo debajo de mí, esperando mis besos, añorando mis caricias, es hoy que tomo tu
voluntad para manejarla a mi deseo y antojo, para hacer contigo lo que quiera. Siempre he
pensando que más dolorosa que la muerte física es la decadencia del alma. El arma será el
veneno, y el veneno… es mi cuerpo.
Me deje caer sensualmente sobre ella, recostándola nuevamente. Sus manos jugaban en mi
cabello y sus piernas se enredaban en las mías, permitiendo el contacto de nuestros centros
placenteros con la piel de la otra. Su boca pronunciaba gran cantidad de suspiros, gemidos y
por supuesto mi nombre. Lleve los dedos de mi mano derecha a mi boca, los humedecí y
después fueron a su vagina donde entraron con facilidad por la excitación que la peliazul
tenía. El índice y el medio en su interior y el pulgar masajeando su clítoris. Ella devoraba mis
pechos como una niña lactante, con hambre y ahínco.
Deje escapar un gemido desde el fondo de mi garganta, su lengua es buena, debo admitirlo.
Seguí con mis movimientos intensos hasta que Chikane alcanzó un orgasmo. Limpié los vastos
residuos que causé, deleitándome por todas las reacciones que provoqué en la empresaria
japonesa. Le di a probar de sí misma directamente en sus labios, besándonos por largo
tiempo; sus manos avanzaron por mi cuerpo directamente hacia mi entrada, la acarició por
fuera con sutileza, rozando ocasionalmente mi clítoris extasiado.
Antes de entrar en mí, cambió las posiciones, mi cuerpo se encontraba debajo de ella, mi cara
a la altura de sus grandes pechos, mismos a los que les di un tratamiento especial. Invadió de
lleno mi santuario personal y empezó con su ritmo enloquecedor. Tiempo después sus largos
dedos, de alguna manera, dieron con mi punto G, haciendo que inevitablemente sufriera del
colapso de múltiples orgasmos.
Eres una diosa-me dijo Himemiya viéndome a los ojos. ¿Griega? No, esa es Scarlett. Aunque
confieso que bien puedo ser la representación de Afrodita.
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Capítulo 6. ¿Quieres ser mí…? Parte 2
Cuando hablamos de medidas surgen bastantes en nuestra mente. Medidas de peso, longitud,
velocidad…tiempo. El tiempo… tan relativo, tan distinto de las otras clases de mediciones.
En ocasiones nos parece lento, en otras demasiado rápido. La verdad es que depende de
nuestra percepción. Se clasifica, para términos prácticos en: pasado, presente y futuro.
Nuestra memoria no selecciona solo lo bueno, también guarda lo malo para sacarlo a relucir
cuando menos lo esperamos. Se aprende a vivir así, sin eliminarlo todo, pero escondiéndolo
en el alma.
Y cuando llega el momento todo el dolor sale, todo el enojo y la tristeza se fusionan. En ese
instante podemos nublarnos y llorar nuevamente cada triste recuerdo.
O, como hacemos los triunfadores. Tomamos todos sentimientos para volvernos más fuertes,
para seguir el camino para que el futuro que deseamos lo comencemos a construir desde hoy.
Ya no lloramos, porque ya lo hicimos lo suficiente.
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Pues, eso significa que tengo que hacerte una pregunta muy importarte…más que una
pregunta es una proposición-respondió con tranquilidad pero transmitiendo la gran carga de
sentimientos por medio de su mirada.
Te escucho-dije con gran alegría uniéndome más a ella si eso era posible. Festejaré a lo
grande con Rebecca y Scarlett esta noche, ¡oh sí!
Fue mientras me cambiaba que al fin pude dejar mi furia de lado y me centre a analizar la
situación: Confiadamente aguardaba que Himemiya me pidiese casarme con ella, en cambio
me pidió ser su novia. Yo puedo con esto…me tomará más tiempo pero conseguiré lo que
quiero. Aunque esta desilusión, mejor dicho, este enojo te costará caro. Entonces… sentí su
presencia tras de mí. Respiré hondo, vamos princesa hay que actuar nuevamente. Me gire
para hacerle frente.
¿Te molesto lo que te pedí?- inquirió con velocidad y preocupación la peliazul-No fue mi
intención; pero no entiendo porque te pusiste así.
¿Acaso mi decepción fue tan obvia? Por lo menos parecí una enamorada destrozada que una
asesina a la que le frustran sus planes. Asesina se oye muy feo, usemos una analogía; seré
una empresaria a la que no le fue como deseaba en el mercado laboral.
Soy muy feliz-me dijo antes de abrazarme y enterrar mi cabeza en su pecho. Bueno no es lo
que esperaba pero…por algo se empieza. Chikane no es tan fácil como imaginaba, es obvio
que no le iba a proponer matrimonio a una persona que conoce desde ayer. Estoy molesta sí,
pero más conmigo misma, por adelantarme a los hechos.
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No puedo imaginar tu cara, ja ja-se reía burlonamente mi amiga ojiverde después de contarle
lo sucedido con mi novia, se siente tan raro tener que llamarle así.
¿Podríamos cambiar de tema?-mas que una pregunta era una orden, llevábamos ya media
tarde hablando de lo ocurrido. Aunque pensándolo bien, es más agradable esta sesión de
“Burlándose de Himeko” que los momentos románticos que tuve que pasar con Chikane.
De acuerdo, bien. ¿Y…quienes son mejores en la cama, las griegas o las japonesas?-preguntó
traviesamente y un toque de seducción tan propio de ella, haciendo referencia a mi amante y
a mi novia. Su pregunta causó una sonrisa en mí al obligarme a recordar y comparar el
desempeño de las dos.
Pues, podría pasar todo el día, las 24 horas, en los labios de Scarlett-comente sin responder a
su pregunta y lleve mi dedo índice a mis labios evocando el recuerdo de los besos mi castaña-
y Chikane es agradable a la vista-ahora mi lengua suplanto a mis dedo en su recorrido por mi
boca.
No te pregunte eso, querida-me dijo sirviéndose otro trago- cuéntame por favor, tú tienes a
dos mujeres bellísimas y yo a un viejo decrepito, necesito saber que al menos una de las dos
si goza y se divierte-pidió pestañando, gesto que la hacía lucir en verdad tierna.
No te quejes, que bien puedes conseguir a quien te caliente la cama por un rato-le digo
tomando la botella entre mis manos, vertiendo en mi vaso la bebida nuevamente.
Es difícil encontrar a quien sea digno de mí-se adulo a sí misma, el elevado ego es de
profesión- Si me dejaras estar con Scarlett por unas horas…algunos días-comenzó su
propuesta y golpeo suavemente mi hombro, otra broma. Sé porque lo hace, quiere
levantarme el ánimo. Rebecca…siempre preocupándose por mí. Como la hermana mayor que
nunca tuve, como la hermana que perdí.
Búscate una griega particular si quieres, porque Niarchos es solo mía y solo yo sentiré placer
en sus brazos-le digo con un suspiro al aire- Si gustas, cuando termine con Himemiya y si
queda algo de ella, te la regalo -agregué con malicia.
Scarlett es puro fuego y pasión, Chikane es más calmada y elegante; pero considero que no
hay punto de referencia porque con una quería hacerlo y con la otra fue necesario- di mi
opinión esperando que le quede claro a quien le doy mi voto y respondiendo al fin a la
pregunta que tan anteriormente me hizo.
Al parecer los Niarchos lo traen en la sangre-habló dándole otro punto a la familia griega-
Recuerdo a Stavros…hum… un gran amante-bebió nuevamente de su vaso.
Pero recuerda que un gran amante siempre necesita a una belleza que le provoque tal…
energía…vigorosidad-Mi ego otra vez, pero es la verdad.
No se lo pidas todavía, quiero que Chikane tenga un tiempo de felicidad para que piense que
es la persona más afortunada del mundo y cuando todo esté absolutamente perfecto, es
cuando comenzaran todos los problemas para ella, incluyendo el divorcio de sus padres-
Himemiya debe sufrir exactamente igual que mi hermana, que pensaba que tenía garantizada
la felicidad y un día, de repente, esa mujer se lo quitó todo, le acabó su mundo y transformó
completamente el mío-Por el momento cumpliré con mi papel de novia, tú seguirás trabajando
con el viejo e inicia a hacerte amiga de Chikane, eso nos servirá. Necesitaré que alguien me
cubra cuando este con mi amore. Además mañana le pediré ayuda a Scarlett con un asunto de
negocios, algo que afectará a mi querida novia-Te castigaré por la desilusión de hoy
Himemiya. De eso no tengas ninguna duda.
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Es bonita la suite, no más que tú por supuesto-me dice Scarlett mirando la gran habitación
del hotel donde me hospedo con mi amiga, llegó puntual a nuestra cita acordada por teléfono.
¿Y mi beso de buenos días?-pregunté con una inocencia traviesa que sabía le encantaría a la
castaña.
Ella esbozó una sonrisa de lado y levantándose de su asiento camino hasta mí y se agachó lo
suficiente para que nuestros ojos se encontraran. Su mirada azul sonreía tanto como su
rostro.-Sabes que será mucho más que solo un beso-unió nuestros labios por unos segundos
sin profundizar-porque haces que quiera hacerte miles de cosas sumamente divertidas,
Himeko-dijo mi nombre con deseo y lleve mis manos a su cabeza para darnos un largo beso.
No, porque a ella no la miras de la manera en que lo haces conmigo-decía entre las lamidas
que daba a mi cuello.
Tus labios por favor-le pedí, los necesitaba, quería que borraran los besos de Chikane.
Scarlett lo hizo al instante, me beso con ahínco. Mi lengua jugaba con la suya.
Pero mi griega no vino para esto, ya habrá tiempo. Separé nuestras bocas para su sorpresa.-
Sexy, tendremos tiempo. Necesito que me ayudes-le solicite. Ella me dio un beso corto.
Ambas nos sentamos.
Quiero comprar acciones en una empresa, más ampliamente en una serie de empresas-revelé
el motivo por el cual necesitaba verla.
Ella meditó un par de segundos- Te costaran una fuerte cantidad pero no son imposibles de
conseguir. Puedo preguntar para que las quieres, no debe ser para nada bueno porque ya se
las habrías pedido a Himemiya, ella no te las hubiera negado.-Me miro con curiosidad. Esta
mujer es tan inteligente, digna de mí.
Brillante deducción mi querida Scarlett. Quiero apoderarme del mayor porcentaje posible en
cada una de sus empresas, obviamente no se deben enterar de quien es el comprador.
Requiero de tu ayuda para que se compren a varios nombres y no levantar sospechas, que
parezcan cantidades inofensivas pero que al sumarse pueda tomar decisiones importantes y
trascendentales en la compañía.-Le conté mi plan y ella escucho paciente, no podía evitar
esconder su sonrisa al pensar en lo mal que lo pasará Chikane en un futuro.
Déjamelo a mí, tardará solo lo suficiente para que no puedan descubrirnos-me dijo después
de terminar su trago.-¿Necesitas algo más?-inquirió con ternura.
Después de que me hagas el amor como si no lo hubiésemos hecho en años, necesito que me
consigas un pent house, no me gustan los hoteles.-Le pedí tomándola de las manos y
guiándolas a mi cintura.
Tus deseos son órdenes, mi diosa-dijo galantemente besando una de mis manos y después
esos tentadores labios ya estaban en mi cuello, me cargaba: sus manos sosteniéndome por
los glúteos, mis piernas alrededor de su cintura y ella guiándonos a mi habitación.
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¡Mira la hora!-exclamó mi castaña con su reloj en una mano. Claro que el tiempo pasa volando
luego de una esplendida sesión de sexo.
No te preocupes, fue una buena inversión de tu tiempo-le declaré subiéndome una vez más
sobre su vientre. La mire nuevamente, su piel desnuda, sus cabellos desordenados y la gran
felicidad en su hermoso rostro. Solo yo puedo pintarle esa sonrisa en su cara.
De eso no tengo ninguna duda-pronunció mientras se apoyaba en sus antebrazos para ganar
altura. Nuestras miradas se encontraron con facilidad, su boca se dirigía a la mía, cuando…
sonó mi celular.
No respondas-me pidió.
Podría ser importarte-respondí, bajé de ella y caminé hasta donde se encontraba mi móvil. Vi
la pantalla, era una llamada de Himemiya.
¡Aló!-respondí con alegría, escondiendo mi fastidio, tenía que interrumpir tal momento.
De acuerdo, nos vemos. Te quiero-finalicé la llamada lo más pronto posible porque mi amante
se estaba vistiendo con rapidez.
Pensé que eras más segura de ti misma-le dije atacando a su orgullo para que al menos se
dignase a mirarme.
Tengo mucha seguridad, pero no es fácil tener que compartirte y además con ella, mi eterna
rival-alegó viéndome al fin-No te apures, ya se me pasará. Debo trabajar en lo que me
pediste…por cierto, sacaré un juego de llaves para mí. Para visitarte cuando guste.-Agrego
demostrándome que sus celos eran pasajeros.
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Pareciera que vas a cenar con alguien más importante que los padres de Chikane-dijo
Rebecca que miraba como me arreglaba- El presidente de algún país, por ejemplo.
Debo dar una excelente primera impresión-respondí a sus comentarios- Además es un vestido
sencillo de noche-Me miré al espejo mientras me decidía entre el collar de perlas o el de
diamantes. Lucía hermosa, tan hermosa como siempre.
¿Hija, cuando llegaste al país?-fue lo que dijo la voz al otro lado de la línea, un número que al
verlo no reconocí, la palabra hija tampoco hubiese significado mucho si no fuese pronunciada
por esa voz. Era mi querida madre.
Hace algunos días-respondí sin ganas. La mujer que durante años pareció que ni se acordaba
de mí ahora recordaba la existencia de su hija.-¿Cómo supiste en qué hotel estaba?-pregunté
sin tacto.
No creo poder, tengo una agenda muy apretada-le dije sin ganas de prolongar la
conversación, mientras más lejos este de ella, mejor.
Hermana… desde que llegue aquí, no había pensando en ir al sitio de tu descanso eterno,
pero… es necesario. Debes ver en lo que me convertido, debes ver que soy lo que me
propuse. Debes saber estoy cumpliendo con mi juramento. Himiko, mi querida hermana
gemela… Ella nos va a pagar… todas las lágrimas que derrámanos. Reitero mi promesa.
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dicen los sociólogos y psicólogos. Y me pregunto ¿Qué pasa con los perdidos en la selva? ¿Los
náufragos en una isla? Ellos seguramente responderán: morirán, se volverán locos.
La institución más importante: la familia. Vil mentira. Quien te aleja no tiene derecho a
pedirte que vuelvas.
No creo en las familias pero pronto me uniré a una, la cual planeó destruir, porque
simplemente…se me antoja.
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El hombre que viajaba conmigo en el ascensor no dejaba de verme. Giré mi rostro y le sonreí
sensualmente, le brillaron los ojos, pobre se quedará con las ganas.
Llegamos al lobby y se abrieron las puertas. Salí sin mirarle nuevamente, pero asegurándome
de que jamás me olvidase, ya fuera por el contoneo de mis caderas o por mi bello derriére.
Tan sólo anduve un par de metros cuando encontré a Chikane esperándome. Me miraba con
amor y un poco de idiotez. ¡Uag! Seguramente me recibirá empalagosamente.
Salió a mi alcance y solo con ayuda de mis tacones nuestros rostros podían estar a la misma
altura. Sonrió ampliamente antes de besarme. Un contacto corto, tierno. De esos que me
aburren.
Por primera vez repare en su apariencia, vestía un conjunto de blusa y falda de la temporada.
Sus piernas lucían muy bien en esas botas y qué decir de su escote. ¡No desentonaremos
demasiado!
Me atrapó súbitamente entre sus brazos- Hoy no…debes conocer a mis padres-dijo para
convencerse a sí misma, porque seguro no aguantaba las ganas de estar conmigo.
Esta bien-me separé de ella y tome su mano-¡andando que no quiero que piensen que soy una
impuntual!-pronuncie con alegría.
Chikane me guió hasta su auto. Un lujoso Mercedez color negro que llamaba la atención a
pesar de ser este, un hotel muy prestigioso.
Cierra los ojos-me pidió antes de subir al automóvil. Accedí de inmediato, veremos que
sorpresa será.- Ábrelos-pidió, así lo hice. Y ahí estaba una hermosa orquídea negra en un
recipiente de cristal.
¡Es encantadora!-exclamé sincera. Adoro esta flor… tan exuberante, y aún más el color, tan
único.-Deben ordenarse especialmente y tardan días en llegar, ¿cómo la conseguiste?-
cuestione fingiendo interés.
Pues solo necesite hacer unas llamadas-respondió la mujer de cabello azul-Imagine que te
gustaría.
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Bien, Himeko, hemos llegado-anunció Himemiya cuando estábamos fuera de su mansión.
Bien, hora de ganarme a mis futuros suegros, apuesto 200 euros a que me adoraran.
Caminamos hasta la entrada y las puertas se abrieron inmediatamente. Ahora miraba con más
detalle la casa de Chikane. Tenía una agradable combinación de lo oriental y lo occidental.
Habíamos avanzando hasta la sala y allí estaban sus padres. Parecían uno de esos clásicos
matrimonios de alta posición debido a su dinero y su aristocracia, pero en sus ojos note una
calidez en cuanto vieron a su hija y ambos nos dedicaron una sonrisa.
Siéntete como en tu casa, hija-dijo alegre su mamá, de quien mi novia heredó el color de
cabello y su belleza. Después hizo algo que me sorprendió…me abrazó maternalmente.
Pero si Himeko es muy querida por nosotros-escuche que dijo su padre, mientras yo seguía en
brazos de la mujer mayor.
Querida, haces muy feliz a nuestra hija, por eso es que te queríamos antes de conocerte-
pronunció la mujer con dulzura. Lo siento suegra, dentro de unos meses no me querrán nada.
Muchas gracias-hable con una supuesta mezcla de entusiasmo y vergüenza-No sé que decir.
Eres muy bella, como dijo Chikane-me alagó su padre-Pero pasemos al comedor para
conocernos mejor-Sus padres se adelantaron para darnos privacidad.
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Así que viviste 6 años en Francia-comentaba Junn Hideki Himemiya mientras daba un sorbo de
su copa de vino. Habíamos logrado un gran ambiente, me sorprendió que fueran tan
hogareños y que de inmediato me pidieran que los llamará papá y mamá. Ni siquiera llamo de
esa manera al par de extraños que me dieron la vida.
Mis estudios en modelaje e historia del arte, usted sabe, nada mejor que París- además de
mis clases particulares con Rebecca-Viajaba constantemente a Milán por mis desfiles.
Perdón, mamá-respondí mirando de reojo la reacción de la sirvienta. Paso del rojo de la ira al
verde la envidia.
Creo que Chikane tendrá que cuidarte mucho, debes tener muchos enamorados-habló el Sr.
Himemiya y dirigí mi mirada hacia mi novia para ver su reacción.
Eso no debes dudarlo, padre-dijo orgullosa la peliazul-Ni siquiera dejaré que Scarlett se te
acerque- comentó con celos y posesivamente, error mi cielo, tú no me darás ordenes y por
supuesto que no dejaré de ver a mi griega favorita.
Somos amigas desde la infancia-respondí- Pero yo solamente tengo ojos para Chikane-chan-
dije lo más empalagosamente posible y le di un tierno beso en su mejilla.
Cuanto amor-dijo Junn con una gran sonrisa. Y yo miré a la sirvienta rubia demostrándole que
gané.
Sin duda alguna Chikane-chan es mi otra mitad, a pesar de conocer a tantas personas, jamás
me sentía completa y cuando la vi… supe que era la indicada-hable con ese tono de una
sincera enamorada, el cual era producto de una sublime actuación.
La velada siguió hasta altas horas de la noche. Los padres de Himemiya me recibieron con un
cariño que no esperaba, pero eso, facilitará demasiado las cosas. Todo marcha de acuerdo a
mis planes. Lo siguiente será molestar a la sirvienta, necesito un poco de sana diversión.
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¿Segura que no quieres que vaya contigo?-me preguntaba Rebecca cuando estábamos en mi
habitación, la de mi reciente pent house, Scarlett lo consiguió de inmediato. Mientras yo
ocultaba con maquillaje las huellas del desvelo de anoche y me preparaba mentalmente para
el encuentro con mi pasado. Sinceramente lo único que podía revolver mi estómago a tal
punto de hacer daño era el tema de mi hermana.
Completamente, Rebecca. Esa mujer resulta un fastidio, además es una visita rápida, para el
anochecer estaré de regreso-le respondí tomando mi bolso y mis gafas oscuras.
Debes creer más en mí. En el peor de los casos solamente tomaré una cantidad desmedida de
alcohol, no soy idiota- le reclamó para que deje de insistir.
Esta bien-accedió y me dio un fuerte abrazo-yo estaré ocupada con cierta amiga muy especial
que viene desde Italia-me informó haciéndome participe de sus aventuras.
La misma-respondió con una sonrisa- todavía no puede aceptar que estoy en Japón, me
extraña y la entiendo-la expresión de su cara era de maldad combinada con deseo.
Disfrútala al máximo-le pedí antes de partir-ya te hace mucha falta-se lo digo con sorna.
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Después de un viaje de dos horas en automóvil al fin llegué a la mansión en que viví en mi
infancia y parte de mi adolescencia. Se veía tan parecida a mis recuerdos, solo la pintura
había cambiado y ciertos detalles en la fachada. Salí del auto y el chofer no apartaba la
mirada de mi cuerpo. Ni siquiera sentía ganas de provocarlo, toda mi dedicación estaba
puesta en lo que vendría.
Subí los escalones de piedra y allí estaba una joven sirvienta que sonreía tímidamente, una
mujer como yo debe impresionarle.
Entré a mi antiguo hogar y a diferencia del exterior todos los muebles eran distintos, la
decoración cambiada y me costó reconocer el sitio en que pase tantos años.
¡Hija! ¡Mírate, ya eres toda una mujer!-escuche esa falsa exclamación de esa rubia mujer que
estaba frente a mí.
“Y tú eres una anciana” estuve tan tentada a decirle. Y seguía allí, sin responder, con la
frente en alto y una posición de diva; no iba a ceder.
¿No piensas saludar a tu madre?-mas que una pregunta era un regaño tan poco creíble. Por
favor, si hace años que te olvidaste de mí.
Te has olvidado de las buenas costumbres desde que vives en París, jamás me gusto la idea
de que te fueras-dijo con tono de… ¿madre arrepentida? Que burdo intento de actuación, si
para ti lo mejor que pude hacer fue desaparecer del mapa.
Bueno, ¿piensas tenerme aquí parada o podemos ir al salón?-cuestioné sin tacto alguno y con
enfado, quitando mis lentes.
La rubia mujer se quedo sin habla al ver mi rostro despejado- En verdad…estas tan diferente,
tan bella…como una modelo-me alagó y lo acepte con gusto, al fin decía algo coherente.
7 años no pasan en vano, convierten a la más tierna niña en la peor de las mujeres, destruyen
al corazón más puro y deja en su lugar a un hoyo negro-le digo con furia controlada en la voz-
pero no vine para esto.
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Después de una conversación de dos horas, donde la ex. Sra. Kurusugawa (así es, mis padres
se divorciaron desde el accidente de mi hermana) me interrogó lo suficiente para ponerse al
tanto de mi vida. Claro está que lo que dije fue mínimo.
Himeko-habló después de dar un sorbo a su café- lo que quería hablar contigo…no era
precisamente de tu hermana, sino que quería verte.
¿Me has mentido… ahora también te has convertido en una vieja embustera? Fue el reclamo
que surgió en mi alma, quería gritárselo…quería decirle todo lo que odio de ella…pero ante
todo soy una actriz y no demuestro mis emociones.-Entonces…-dije sin darle importancia.
Pues, debes tener una idea. Eres mi única hija-cuando lo dijo, la odie mucho más, si es que se
podía. Que mi hermana estuviera en un coma permanente no significaba que estuviera
muerta, que quizás nunca despertase no es igual a que este 3 metros bajo tierra.-Ya tienes 24
años-¡Vaya, no ha olvidado mi edad!-Y me he perdido muchos años de tu vida, supongo que ya
tienes tus propios planes, pero eres mi única heredera y también te tocará mucho de lo que
deje tu padre- déjame tu dinero y propiedades si gustas aunque no lo necesitaré, le quitaré
demasiado a Chikane.
¿Qué es lo que quieres realmente, madre?-pregunté con un título que no merecía, pero
solamente para que dijera de una vez lo que quería.
Quiero pasar más tiempo contigo, que vivas en esta casa-soltó sus peticiones con suplica.
Vivir aquí, no sueñes-le dije con burla- podría visitarte-delimite hasta donde iba a ceder,
mientras más dinero pudiera conseguir mejor, necesito comprar las acciones.-Creo que es lo
máximo que podrías pedir, me apartaste de tu vida, si mal no recuerdo, yo sería demasiado
caritativa si te veo ocasionalmente.
Quiero verla-exigí ansiosa. Ya que estaba aquí al menos podría ver a mi hermana.
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Y aquí estoy como aquella vez. Hace unos 7 años la situación era la misma. Me encontraba
fuera de esa habitación, en que Himiko estaba conectada a tantas maquinas como jamás
había visto juntas en mi vida. Y otra vez la adrenalina, los nervios, la desesperación y el dolor
en mi estómago me acompañaban.
Giré el pomo de la puerta y entré a su cuarto acondicionado especialmente para que pudiese
estar aquí y no en un hospital. Camine unos metros y la vi… tan diferente de mis recuerdos…
tan distinta a mí… nadie pensaría que somos gemelas.
Sentí la opresión en mi garganta y los ojos acuosos, las traicioneras lágrimas no tardarían en
salir. Llegué hasta su cama y me dedique a observarla. Sus párpados cerrados, su boca sin
sonrisa, el respirador artificial, su rostro con cicatrices, su cuerpo casi inerte… Y a pesar de
todo…de todas las cosas que seguían igual a la última vez que nos vimos aún me era
imposible aceptar la realidad.
Mira, hermanita-le dije antes de que mi voz se quebrace, tome una de sus manos y la apreté
con fuerza- Soy una mujer hermosa, esta belleza es de las dos. Soy inteligente, estos
conocimientos son por ti. Soy una femme fatale y es el medio de nuestra venganza…Sabes he
vivido para esto, para cumplir mi juramento. Ya era hora de volver… ya es tiempo de
destruirla, como destruyó nuestras vidas.
Sé que no hubieses querido que me convirtiese en esto, pero alguien tiene que hacerle pagar
a Himemiya lo que te hizo, y quien mejor que yo, quien mas sufrió por ti…espero que
entiendas que es necesario…y quizás cuando termine ya no tenga ningún motivo para vivir…
así que por favor, mientras dure dame tu apoyo, en donde quiera que estés.
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Por la ventana del automóvil veía las coloridas luces nocturnas… Apenas terminé la visita a mi
hermana salí de allí, ya no podría haber estado ni un segundo más sin temor a derrumbarme.
Ahora mi destino es el Spa de Scarlett. Necesito verla, requiero de una noche entre sus
brazos… no quiero sexo, solamente dormir allí, en el único lugar en que no hay debilidades ni
temores.
Mi griega y esa mujer se giraron- Claro que no-dijo la castaña- Entonces pude ver a esa…
pelirroja de ojos claros, piel blanca y bella cara. ¿Te buscaste un reemplazo, Scarlett?
Kurkova Katarzyna (léase Katashana)-se presento por sí misma la rusa, sí, acento y facciones
inconfundibles-Un gusto.
Ahora pase mi violeta mirada a Scarlett, en sus ojos debía hallar la respuesta a mi pregunta.
¿Sería una nueva conquista de mi griega?
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Capítulo 8. Haz de la ira tu pasión y embriágame de ella.
Si tienes dudas como yo alguna vez las tuve, te puedo explicar de poco a poco y encaminarte
al mundo del placer.
¡Ah! Un consejo: nunca temas del placer. Que sería de la vida si no pudiésemos sentir placer…
supongo que ya no se le llamaría vida. En fin, continuo con lo que expresaba.
Por supuesto que en los vicios entran los siete pecados capitales y sus derivados. ¿Y si
hacemos de la pasión un vicio? Obtenemos la lujuria. ¿El enojo como hábito? Se le llama ira.
De los celos se derivan tantas pasiones tan divertidas como intensas. Reconozco que me
agrada manipular las situaciones para obtener placer. ¿Si no lo hago yo misma, quién lo haría
por mí?
El problema surge cuando soy yo quien siente celos. Es imposible que una diosa los sienta;
pero quizás no sea totalmente una diosa, mi parte humana es la que busca el desborde del
placer.
Si tanto éxtasis vendrá de mis celos y de que me celen…acepto darle rienda suelta a mis
necesidades carnales, asumiendo todas sus consecuencias.
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Katarzyna Kurkova me parecía una mujer de profesión similar a la mía, solo que le faltaba mi
elegancia, mi clase, mi absoluta seguridad, mi belleza letal. Sí, absolutamente, no era
competencia para mí.
No fue necesario ver la respuesta en los ojos de mi griega amante, porque mi egocentrismo
me dio la resolución al instante. Pero aun así la miré, para demostrarle que ella no va a jugar
conmigo, si eso es lo que planea. Sus orbes azules me miraron con amor y al recibir la carga
de superioridad en mis amatistas observe la preocupación.
Cariño estoy muy cansada-le impedí que continuara hablando-No seas mala y llévame a mi
hogar por favor-acaricie su brazo derecho con un tuene roce que logró despertar sus deseos,
lo noté porque se estremeció bajo mi piel.
Como gustes-acepto con rapidez- Katarzyna, nos veremos después-le dijo sin prestarle mucha
atención.
Así será Scarlett, estaré aquí por un buen tiempo-habló la pelirroja sin esconder el enojo que
le causo el que la dejásemos allí- un placer Kurusugawa-dijo forzadamente.
Como describir el ambiente… Scarlett estaba tensa. La rusa se encontraba entre una mezcla
de molestia y envidia. Por mi parte todo el dolor que sentía por la tarde se había esfumado
por el cansancio y el hastío.
Además ante todo soy una gran actriz y no dejaré que vean mis debilidades.
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Cambia de ruta-le ordené a la joven castaña que estaba atenta a la carretera y al volante en
sus manos.
Tu dijiste que te llevaría a tu pent house-hablo Scarlett con tono de gran sumisión. No quiere
que me moleste, ¡ay que linda!
Estará ocupado-respondí con malicia imaginando que bien lo estaría pasando Rebecca,
liberando seguramente todas las… necesidades que tenía almacenadas- Y pensé en que
podría dormir en tu hogar esta noche.
Por mi no hay oposición alguna-dijo con un tono sensual y hasta cierto punto descarado, que
logró que me hirviera la sangre-verás como se hace el amor en territorio griego-quito su
mirada de la carretera para centrarla en mí.
Entonces, acelera si son tantas las ganas que ya no puedes soportar-le respondí en su oído
para después enterrar mis labios en la piel de su cuello.
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Arribamos a nuestro destino. No podría afirmar el tiempo que tardamos en estar dentro de su
mansión. Supongo que Scarlett me tomó en brazos, quizás me llevó volando… no lo sé. Sus
manos tocaban cuanto lograban abarcar, todo sobre la ropa. En el momento en que se da el
paso entre un simple contacto al mero acto, hice lo que debía.
Bella, estoy muy cansada, ¿podemos dormir?-le inquirí con un tono juguetón lleno de malicia.
Lo siento, cariño. Por más que te quiera, conmigo no se juega.
Tan enserio como que soy una belleza-le dije comenzando a desvestirme sin ningún intento de
despertar más ansias en ella, pero al parecer, sin quererlo, lo logré.
Necesito mis 10 horas de sueño-dije tajantemente- ¿me prestas algo para dormir?-cuestione
con un tono más calmado, menos tenso, más yo.
No te puedo negar nada-dijo entre risas tomando una bata de seda nada decente color negra
y me la dio- ¿Dónde quieres dormir?-preguntó amablemente.
¡Contigo por supuesto!-respondí con una gran sonrisa. Que mejor castigo que mi querida
Niarchos duerma a mi lado, a pocos centímetros de una Diosa y no pueda hacerle nada.
Y de pronto sentí algo que no imagine sentir. Un fervor en el alma, una necesidad
encadenada, pero que, mi griega… no podía satisfacer.
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Miraba a una rubia con el cabello recogido en una coleta con mechones sueltos, el fleco sobre
la frente y el rostro naturalmente bello. Sus ojos llenos del brillo de la vanidad y la soberbia;
y una sonrisa tentadora. El espejo, uno de los mejores amigos de la mujer, no mentía, me
encontraba radiante.
Después de una relajante ducha y un desayuno tranquilo con mi amante, por supuesto no
hemos tenido el contacto que ella desea porque aún está vigente su castigo. Me encontraba
lista para volver a la realidad, para regresar a mi plan en esta partida de ajedrez.
Le mandé un mensaje mi novia para avisarle que ya había regresado de mi viaje y podíamos
encontrarnos en el Spa de Niarchos. Chikane mandó su respuesta afirmativa casi al instante,
acompañado de un te quiero demasiado, que logró emocionarme, todo marchaba
perfectamente bien.
Esa mujer es una desesperada, ayer claramente mi castaña le demostró que no le importa un
comino su vida y ahora está aquí nuevamente. Con mi novia. Coqueteándole a mi novia.
¡Alto, Himeko! ¿Qué es lo que noto? ¿Son celos? ¿Yo… y por esa escoria despeinada? Los celos
son inseguridad y yo cuento con un temple de acero, soy una ególatra elevada a la decima
potencia, yo…yo, no. ¡No! Es sólo porque es una ramera de 10 dólares y me desquicia que
piense poder hacerme la competencia.
Además aunque quiera a Chikane de la misma manera en que adoro una imperfección en el
rostro, es mi novia, es mía. Y esa mujerzuela no va a arruinar lo que he planeado por años.
Gire mi rostro para encontrarme con el de la joven de las islas Balcánicas y nuestras miradas
comprendieron a la perfección. Salimos al encuentro de las recién llegadas.
¡Oh! Así es-respondió Scarlett por nosotras, que nos encontrábamos muy ocupadas dándonos
los besos atrasados de todo un día- Es una lástima porque las eternas enamoradas de Hime-
chan nos quedamos sin ella. A menos que se de cuenta que Chikane no es la mujer que
necesita y terminen.
¡Claro que no! Chikane-chan me ama-argumente con un falso tono de ternura y posesivismo
disfrazado. Tomé las manos de la peliazul e hice que envolvieran mi cintura. Mi novia apoyó
su mentón en mi hombro y mirando de reojo observe su gran sonrisa.
Percibí la tensión que llenaba el cuerpo que me rodeaba. La sonrisa se borró y su ceño se
mostró-Te agradecería que no hablaras sobre eso-pidió con molestia en la voz.
Tiene una lengua que hace milagros-dijo para rematar con una cara lujuriosa-Tendría que ver
que tanto has avanzado Himeko-agregó con descaro.
La tensión en el cuerpo de Chikane se elevó mucho más y con un movimiento brusco tomó mi
muñeca entre una de sus manos y nos alejó de allí. Me sorprendió… no lo esperaba.
Pensé que se dejaría vencer en esa guerra de palabras, quizás se defendería allí, frente a
Scarlett. Pero lo que hizo fue irse, mas no huyo como una cobarde. No existía ni un gramo de
temor en su rostro cuando al llegar al estacionamiento por fin me miró.
Sus azules ojos estaban desbordantes de furia, enojo, celos. Bruscamente abrió la puerta de
su auto y me ordenó que subiese en él. Así lo hice.
Ni siquiera tuve tiempo de ponerme el cinturón cuando ella ya había arrancando. Sentí miedo.
Quizás esta fue la cara de Chikane que vio mi hermana, que hizo sufrir a Himiko. No puedo
idear una estrategia, porque todas sus emociones son de enojo y es muy difícil calmar a la
furia, hay que dejarla fluir.
Tan solo unos minutos después, a causa de que íbamos a altísima velocidad y ya nos
encontrábamos fuera de una pequeña casa de campo. Supuse que era de su propiedad.
Bájate-me ordenó con una voz tan contradictoria: fría porque no demostraba emoción y
ardiente porque yo sabía que estaba demasiado colérica.
Salí del auto y apenas puse un pie en el pavimento me tomó del brazo y caminamos hasta la
entrada. Sacó el juego de llaves y abrió impaciente la cerradura.
Tenemos que hablar-soltó la oración una vez que estábamos dentro de la casa.
¿Sobre qué?-pregunté viéndola a la ojos con la cabeza en alto. No iba a dejar que me
intimidará.
Sobre que me harta que esa idiota se la pase diciendo que “ella y tú esto” “ella y tú lo otro”-
dijo con la voz potente.
Pero si pudiste haber medido todo lo que hiciste con ella-me reclamó acercándose más a mí.
Fue entonces que vi en sus pupilas que podía hacer el siguiente movimiento, la tenía donde
quería. Además reconozco que este carácter que le brotó de sabe Dios donde la hace ser
demasiado interesante, altamente deseable-No te preocupes por lo que alguien más hizo en
mi…preocúpate por todo lo que tienes que hacerme-le dije sincera, por primera vez sincera;
porque mi cuerpo ardía de deseo. Porque al verla tan furiosa, tan embriagada de la ira es que
despertó mis impulsos carnales.
Caímos al piso, rodamos, ambas queríamos el control, ella ganó. Su manos hambrientas que
añoraban piel ya tocaban todo cuanto querían morder sus dientes…marcar sus uñas… lamer
su lengua.
Y nos estorbó la ropa. Mi atuendo de cientos de euros quedo hecho un desastre y juro que no
me importo en lo absoluto. Solo me importaba lo que Chikane hacía en mí: mordía, besaba,
lamía, frotaba, entraba…todo en una magnifica conjunción, como la mejor canción de una
orquesta.
El primer orgasmo fue tan maravilloso que hasta dolía, los demás eran intensos pero los
disfrute mucho más. Mi cuerpo quedo exhausto de recibir tanto placer.
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Debo decir que esa casa era nueva, obviamente estrenamos todas las habitaciones. Himemiya
traía la fogosidad de un toro por alma y yo obviamente lo iba a disfrutar. Algo bueno tiene
que salir de esto, al menos ya comprobé que cuando me case al menos buena actividad sexual
no me va a faltar, siempre y cuando haga enojar a mi novia.
Estoy cada vez más cerca del objetivo, avanzado velozmente. El próximo paso es conseguir el
anillo… de compromiso por supuesto.
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Capítulo 9. Nuestra obra maestra.
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El teatro un arte escénico, una de las bellas artes. ¿Quién no ha disfrutado de una buena obra
acompañada de una magnífica actuación? No es invento de genios recientes ni del siglo pasado, se
remonta a las épocas gloriosas de los imperios griego y romano.
¿Por qué fue así? Porque esos innovadores del pensamiento y que rechazaban las creencias basadas
en tantísimos dioses descubrieron que todo se trataba de mentir. Es decir todos mienten, no hay
persona que no lo haga. Y… ¿no es la actuación una mentira? Claro que sí, es ponerse otro rostro y
conseguir otra vida.
No necesitamos estar en un escenario y que un afamado director nos diga que hacer, basta con un
actor y no hay que preocuparse por el vestuario ni la iluminación. Solo debemos decir una mentira
tras otra. Pero para que la actuación sea creíble, depende de la capacidad del artista. No todos
poseen esa cualidad.
Nací con ella, con el tiempo la perfeccione. Soy una maestra en el arte de la hipocresía. Sería iluso
pensar que soy la única que puede actuar, pero que sorpresa me llevaría si quien menos pensara
también estuviese fingiendo.
¿Me dejaría envolver por esa ilusión o haría que fuese ella quien cayera en mi versión de la
realidad?
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Ha pasado un mes desde que mi relación con Chikane pasó a otro nivel. Si a disfrutar mutuamente
en la cama se le puede denominar un avance. 30 días en los que combinaba todas mis actividades en
un coordinado itinerario. En las mañanas me dedicaba enteramente a mí misma; por las tardes
comía con Chikane y en ocasiones convivía con mi futura familia; después trabajaba con Scarlett.
Claro está que el trabajo lo dejábamos para lo último. A pesar de todo, nuestros planes se
encontraban muy avanzados.
Como puedes ver aquí- me señalaba Scarlett una gráfica en medio del mundo de papeles- poco a
poco he comprado acciones; cantidades que parecen inofensivas, pero que juntas en cada una de las
empresas, te permitirán entrar en el consejo directivo y tomar decisiones-explicaba mi amante
griega pasando de un papel a otro.
¡Perfecto!-exclamé extasiada con los números que veía, adueñarme del emporio Himemiya era una
meta cada vez más cercana. Sin duda alguna conocer a Scarlett y ser su mujer fue una de las
mejores elecciones que he tomado. Es encantadora, hermosa, pasional, seductora, educada, hábil
con las relaciones mercantiles, con un acento que estremece mi columna vertebral…besa de una
manera que hace que cierre mis ojos como niña enamorada.
¿Himeko, por qué me miras así?-escuche la pregunta de la castaña y me hizo volver a la realidad.
Solo porque me gusta perderme en tu mirada-esos ojos azules tan brillantes causaban que mi voz de
terciopelo se diera a la tarea de hipnotizarla, como la primera vez.
Solo fueron 48 horas-exclamo respirando de su aroma. Sus mechones de cabello caoba caían sobre
mi cara. Junte mis labios a los suyos, nuestro beso era solamente el contacto de nuestras bocas
entreabiertas jugando esa partida de seducción.
Serán unas horas más-dijo con pesar separándose de mí y metiendo su mano en el bolsillo.
Lo sé, pero esto es importante-declaró la ojiazul antes contestar la llamada- Es una sorpresa para ti-
dijo sonriendo al ver mis amatistas que contenían enojo. Después dio una serie de instrucciones en
su idioma natal y concluyó la llamada.
¿Puedo saber de qué se trata?-inquirí acercándome a ella; moviendo ligeramente las caderas a cada
paso.
Sabrás la mitad de la sorpresa-respondió con una cálida sonrisa en sus labios- Daré una fiesta en tu
honor la noche de mañana-confesó mientras ordenaba todos los documentos regados en la gran
mesa-El evento será en mi casa de playa.
Me parece solamente un motivo para gastar dinero-digo sentándome en sus piernas y viendo sus
ojos.
Puede ser…pero no me negaras que es excitante estar juntas, mientras los invitados ni siquiera
notan nuestra ausencia-declaró mi griega contra mi yugular-Incluso invitaré a tu querida novia-
concluyó con su melodiosa risa.
¿Y por qué, crees tú, que sea?-contestó con otra pregunta y sus celos fueron notorios, ¡ay que linda!
–Hay muchas razones; por ejemplo aunque le seas infiel eres su novia y ella se jacta de ello en mi
cara; Chikane puede besarte frente a todos y yo tengo que hacerlo en la oscuridad…tú quieres
casarte con ella y eso es algo que…aún no logro entender-dijo con una seriedad que no esperaba y
descubrí no enojo, sino dolor en su voz.
No falta mucho para que entiendas mis razones, todo tiene una justificación…mi amor-le dije
evadiendo el tema de alguna manera, pero sé que mi gran aliada se enterará en un futuro muy
cercano-¿Qué usarás para el evento?-le pregunte aligerando el ambiente.
Espera y lo veras, pero al final de todo da igual, terminará en el piso-respondió con su habitual
estado de ánimo.
Te quiero también-escuche lo que me decía entre sus brazos, dejando caer mi cabeza en su pecho y
cerrando los párpados. ¿Con quién podría hablar de esto? Se supone que no debería sentir más que
deseo sexual por una persona…pero, enamorarme de ella es algo que simplemente no se puede
evitar.
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Mira, Himeko-decía mi amiga francesa emocionada. Yo conozco ese tono de voz, es el que Rebecca
utiliza cuando consigue el vestido más nuevo de algún famoso diseñador.
Apenas había entrado a mi pent house y miré cajas y cajas esparcidas por la sala.- ¿Quién las
envía?-pregunte acercándome a ella.
Las mejores casas de moda de Milán. Quieren que utilicemos su colección otoño-invierno-
respondió dando pequeños saltitos infantiles en sus stilettos.
Entonces es perfecto, porque tenemos una fiesta el día de mañana y supongo que habrá cámaras a
morir, así podremos lucirla-le informé mirando la gran cantidad de ropa: vestidos, faldas, botas,
accesorios, blusas, abrigos.- ¿Todo eso es tuyo?-le pregunte mirando una avalancha de cajas todavía
cerradas.
Es obvio que no abriría tus obsequios, sé que lo disfrutas tanto como yo-exclamó con su notoria
alegría- por cierto… ¿Dónde es la fiesta, quién la dará?-inquirió dejando sus movimientos alrededor
de la ropa esparcida por toda la sala por un momento.
Scarlett Niarchos, su casa de playa-respondí caminando hasta uno de los paquetes más grandes que
vi-¿Qué será?-lo tome entre mis manos y comencé a quitar el lazo.
Himeko, te pasa algo-dijo la francesa pelinegra sentándose a mi lado- ¿qué es?-preguntó sin
derecho a objetar.
No, no me pasa nada-le respondí mirándola a los ojos, actuando lo mejor que podía. Ella sería la
primera en matarme si se entera de mis sentimientos.
Muy bien, haré como que te creo-habló poniéndose de pie- cualquier cosa que sea, sabes que puedes
decírmelo-la miré dirigirse al comedor-nos vemos, linda-fue lo último que le escuche decir.
Y aquí estoy yo, en mi elegantísimo sillón minimalista, preocupada por algo que ya no debería
importarme. Abro la gran caja para ver si su contenido podría animarme… una verídica sonrisa
ilumino mi rostro.-Simplemente excelente-exclame demasiado feliz. Esto es algo que…sé me
elevará el ego a niveles desbordantes. Que mejor que las miradas que tendré sobre mi persona para
alegrarme el día.
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Es injusto que tú ya sabes que es lo que usaré para la fiesta y a mí no me has querido decir lo que te
pondrás-escuchaba los reclamos de Rebecca a través de la puerta de mi baño.
No es mi culpa que ella no haya resistido enseñarme la falda modernísima con tonos deslavados y
con varios zippers de Dsquared, sus zapatillas negras Fendi, la blusa blanca de Kain Label y la
chaqueta llena de lentejuelas negra Gucci.
En cambio era un misterio la ropa que yo usaría. Una vez que terminé de peinar mi rubia cabellera
en delicadas ondas; propias de la moda de este invierno; retoqué mi boca y sonreí. Hoy seré, como
siempre la sensación entre los invitados.
Quizás pensaron que mis piernas se verían más bonitas-me burle pasando a su lado para verme en el
espejo de cuerpo completo. Allí estaba esa rubia fantástica de 24 años; que vestía un suéter blanco
de tela delgada, manga 3/4 con un largo hasta debajo del derriére y con hoyos en partes
seleccionadas; que permitían observar el vestido Chanel color gris con delgadas cadenas de círculos
por toda la falda; mismo que llevaba hasta unos pocos centímetros más abajo del suéter. Y… el par
de zapatos que hizo enojar a mi amiga, eran unas botas estilo leggins, con tacón de 10 cm y
plataforma en la base, cuero negro en su mayoría y que alcanzaban mi anatomía hasta más arriba de
la mitad de mis muslos; cortesía de Gucci.
Tus piernas lucen…kilométricas- expreso mirándome celosa- te las voy a quitar-dijo a modo
infantil.
Si eres buena, quizás te las preste algún día, ya sabes que no me gusta repetir ropa. Además, ya esta
tarde, mi novia no tarda en pasar por nosotras-tomé mi bolso y camine hasta la sala donde
aguardaríamos.
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No me gusta la manera como te miran-se quejaba Chikane conforme avanzábamos la vereda que
nos separaba del lugar donde estábamos a la recepción de la fiesta. Era obvio que con este atuendo
atraería más miradas de las normales, yo solo sonreía con autosuficiencia.
A pesar que los refinados invitados estaban acostumbrados a la elegancia y la gente bella, otra rubia
como yo no existía en el mundo entero. Como predije, esta fiesta será muy divertida.
Debería gustarte que saben que estoy contigo-dije con supuesta ternura-Solo te quiero a ti.-la miré
penetrantemente a los ojos. Sus ojos azules tan profundos estaban alegres.
Sabía que sería una mala idea venir, pero tu amiga insistió demasiado-dijo tomándome más fuerte
de la mano.
Y yo quería venir-le dije cerca del oído- ¿me lo ibas a negar?-le pregunté seductoramente.
Una vez que estábamos en la pista de baile la anfitriona de la fiesta se dirigía a nosotras. Scarlett
lucía como la diosa griega que es, con un vestido verde con caída en ondas, de un solo hombro y
corto. Sus zapatillas azul metálico que contrastaban a la perfección y el adorno de diamante puro en
su cintura.
Buenas noches, me alegra que hayan venido-saludo educadamente comiéndome con la mirada,
disimuladamente por supuesto.
¡No podíamos faltar!-respondió mi maestra haciendo contacto visual con una de las invitadas. ¡Qué
rápida!
Lindas botas-aduló mi castaña preferida dando un sorbo a las bebidas que acaban de traernos.
Pensé lo mismo-dije moviendo mi cabeza a un lado para verme más traviesa. La miré con lujuria
para avivarle el deseo por mis besos.
Himemiya hay algunos empresarios que quieren saludarte-dijo atentamente mi amante. Todo debe
ser un plan para tenerme en sus brazos lo antes posible.
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Seguramente… la puritana de tu novia se resistió… las ganas de faltar…a esta velada-decía con
dificultad la griega que subía escaleras conmigo en sus brazos y mis piernas aferradas a su espalda.
¿Por qué lo crees?-cuestioné con los labios hinchados por tantos besos.
Porque llegaron. Yo al verte así, simplemente no habría resistido-respondió, sus manos cargándome
por la parte baja del cuerpo. Al fin llegamos a la habitación mas privada de todas.
Hacía algunos minutos cuando Chikane nos dejo a solas, nos mezclamos entre los invitados y
prácticamente huimos entre besos y caricias.
Sabías que con esas botas, luces más maravillosa que nunca-me arrojó a la cama sin brusquedad,
sus labios desfilaban en mi cuello.
Lo sé-uní nuestras bocas en uno de esos besos roba-oxígeno que tanto me encantan.
Scarlett se separo de mí para quitarse el vestido con cuidado-te lo dije, al final, todo terminaría en el
piso-sus manos bajaban el zipper de mis botas, después se dio a la tarea de quitarme el abrigo y el
vestido.
¿Me quieres? ¿O solo me deseas?-le pregunto deteniendo nuestras caricias, su mirada azul y la mía
violeta se observaban con intensidad.
Te deseo muchísimo, pero es mayor la fuerza con la que te quiero-respondió sonriendo dulcemente.
No fue necesario escuchar nada más, me entregué a ella completamente feliz. Sintiendo renacer mi
alma una y otra vez en sus brazos, contra su cuerpo lleno de calidez.
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Mi amante griega salió primero para atender el asunto de mi sorpresa, según dijo. Mientras yo me
doy a la tarea de quedar exactamente igual a como llegue, pensando al mismo tiempo en una excusa
para Chikane por mi ausencia.
Suspiré varias veces viendo las olas del mar, el viento acariciaba finamente mi figura y jugaba con
mi cabello. La luna iluminaba el balcón en que me encontraba. Existía una tranquilidad que hace
tiempo no sentía.
¿No puedo acaso disfrutar de un poco de tranquilidad, alejada de la mirada de cuanta persona
curiosa hay en el este lugar?-le respondí con otra pregunta volviendo mi atención al mar.
Tú y yo sabemos que lo que viniste a hacer aquí, no fue nada tranquilo, al contrario hubo demasiado
fuego y pasión-concluyó con una risa burlona.
Mi reclamo aquí es, que no puedes tener a las dos, al menos déjame a una-esa odiosa pelirroja ya
conocía la situación. ¡Felicidades, para el miedo que le tengo!
Sabes que eso no es cierto Himeko, tu querida hermanita y yo te ganamos-habló con el suficiente
volumen y la adecuada pausa para que entendiera cada palabra.
No sé de qué me estás hablando, yo no tengo ninguna hermana-dije en cuanto mis cuerdas vocales
pudieron emitir sonido alguno.
¿Ahora niegas a tu hermana muerta?-inquirió con total sorna.-Que pensaría la tierna y delicada
Himiko de esto, pobrecita, ella que tanto te quería.-sus pelirrojos cabellos se movían
estrepitosamente a causa de la fuerte corriente de viento que comenzaba.
Dos mujeres que se miraban sin bajar la cabeza, ninguna cedía ni un milímetro de la victoria.
Soy una reina de la actuación, porque por fuera miraba con los ojos de hielo, mi cuerpo sin
doblegarse, las lágrimas ni siquiera querían salir. Por dentro, mi mente hecha un lío de furia. Esa
tonta conoció a mi hermana y se está burlando de ella. Es algo que no puedo soportar, otra más a mi
lista de la perfecta venganza.
Vaya, no dices nada-sonrió mostrando su dentadura-Supongo que te dolió demasiado cuando viste
su cuerpo, estaba irreconocible. Tú que eres una reina de belleza y ella terminó siendo…bueno por
respeto a su memoria no lo diré.-tiraba cada una de sus estocadas a mi corazón. No perdonaré ni una
sola de sus palabras, no está consciente de con quien se metió. Ya me comprobó que conoció a mi
gemela, ahora yo le demostraré que no puede burlarse de ninguna de las dos.
No te conviene que se sepa, si no, lo habrías dicho antes-sentencié con la voz firme.-Te daré un
consejo: jamás ataques sin conocer las facultades de tu rival, a diferencia de ti, que no eres nada, yo
soy, como bien dijiste, una reina.-la deje con la palabra en al aire, marchándome rumbo a la
habitación.
Otro asunto que agregar a mis planes. Caminé por los pasillos pensando en esa idiota, ya me
encargaré de que sufras.
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La noche transcurrió sin algún otro inconveniente. Himemiya se tragó rápidamente mi mentira de
“me perdí buscando el tocador” al menos es una residencia muy grande y es totalmente creíble mi
excusa.
Ven-escuche la voz griega que consiguió apaciguar mi alma. Ella estaba oculta por las sombras en
ese sitio donde no había mucha iluminación, la cual se centraba en la zona opuesta.
Tomé un par de copas en mis manos y la seguí. Me guió por la puerta trasera, caminando por un
túnel modernísimo. Llegamos a su playa privada. Tomo mi mano y caminamos juntas por el muelle
de blanca madera.
Entonces vi un enorme yate, acaso mi amante griega quiere un viaje marítimo rápido.
Es un regalo para ti-explico mirándome fijamente-es lo que yo hago, es parte de mis raíces. Bueno
no lo construí con mis manos, pero lo diseñé y supervisé su construcción. Tardo 4 años en hacerse y
esperaba por la persona especial a cual dársela.-hablaba con mucha calma, sonriendo a cada
palabra-ni aunque usara toda mi vida, podría hacerte un barco que fuera del tamaño de todo lo que
significas para mí.
¿Por qué me dices eso? ¿Por qué eres todo lo que creía del amor? No puedo equivocarme como mi
hermana, que le costó la vida el amar a Chikane Himemiya. No seas así, no intentes jugar con todos
mis sentimientos, no busques que reviva mis sensaciones de hace 7 años, no me hagas pensar en el
amor nuevamente.
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Pov Scarlett
La primera vez que la vi fue… inesperado, sorprendente, enloqueciente. Inesperado porque una
mujer hermosamente perfecta es imposible de encontrar. Sorprendente porque descubrí el mismo
deseo en su mirada. Enloqueciente…entre más grande se hacía el contacto entre las dos, me sentía
grandemente perdida, atraída, atada a ella.
Y aunque no hubiese dicho su nombre y hallan pasado tantos años, convirtiéndola en toda una
mujer única, claro que la reconocí. Bueno directamente no la había conocido, pero si… a su
hermana gemela.
Ella no ha hablado de su gemela conmigo. Himeko no imagina que yo conocí a quien se hizo llamar
de otra manera pero que al final no era otra que Himiko Kurusugawa. Teníamos 17 años, éramos
adolescentes que no medían consecuencias… y el pasado se vuelve vergonzoso, lacerante y un
conjunto de acciones que solo quería olvidar.
Entonces el destino que no perdona, juzga con lentitud pero al final condena; puso frente a mis ojos
a su hermana, una belleza altamente peligrosa… después de todo es una femme fatale; y consiguió
atraparme en solo unos días. ¿Qué tan grande sería mi necesidad de ella pasada una vida entera?
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No llores-le pedí secando las lágrimas que opacaban su perfecto rostro-Pensé que te agradaría el
regalo, pero…
Bien, ahora conoceré sus motivos, pero probablemente, sean los que imagino.-Te escucho-le dije
llevándola a una banca para conversar con calma.
Todo comienza hace 7 años, cuando tenía 17…y…no pensé que volvería a contar esta historia-
murmuró sonriendo con dolor.
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Ya hable de una de las bellas artes. Hoy narraré sobre otra…si, allí está la clave. La literatura. La
conjunción perfecta de descripción, acción y fantasía. La belleza a partir de las letras, la
imaginación sin límites.
Las obras literarias se presentan en tres grandes géneros: lirico, dramático y narrativo.
Después de vivir acostumbrados a esas historias donde un caballero medieval rescata a la bella
princesa que se encuentra en peligro; al crecer y tener que enfrentar el mundo por nosotros mismos,
sin el cobijo de los benévolos progenitores es cuando descubres que la vida no tiene tonos color
pastel y mucho menos cada uno de los seres ilusos que habitan este planeta tendrán su final feliz.
Es hoy que contaré la mejor de las historias, la más realista y apasionantemente triste. Incluye los
requisitos básicos: la bella protagonista, los mil y un sucesos dramáticos, lamentablemente no tiene
un final clásico, ni siquiera hay un desenlace todavía.
Mi historia…
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No tienes porque decírmelo si no quieres…si esto te hará llorar-decía Scarlett cuando mis lagrimas
habían cesado de emerger.
Es necesario y es tan grande mi pasado que debo deshacerme de una parte de él-la brisa marina
secaba mis mejillas-disculpa este momento de debilidad-le pedí cuando mi vista se aclaró,
hundiéndome en el azul intenso de sus ojos…vi la paciencia que se transforma en el deseo ardiente
por saber, conocer y comprender.
Bien, todo paso hace 7 años; pero para que comprendas tengo que hablar de más atrás en mi pasado,
cuando ella y yo teníamos 15 años-le explique preparándome mentalmente para contar todo.
Sí, ella…mi hermana gemela-respondí. Su rostro era de total asombro al escucharlo- Invierno del
año 2000…
Flash back.
¡Despierta!-decía una rubia de ojos amatistas a su igual que dormía plácidamente envuelta en una
cobija de tonos sobrios.
¡Vamos, Himeko! Preparé el desayuno-se quejo la chica dando pequeños golpes en la espalda de
su hermana.
Seguramente está quemado o con mucha sal-se burló la rubia al fin saliendo de la cama. Su
cabello ligeramente desordenado y los ojos hinchados.
Yo también, anda que tengo mucha hambre-le animó mientras acomodaba su pijama.
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Delicioso-mentí un poco, en esta ocasión se le pasó la mano con el azúcar, pero hizo el intento.
Total, estaba comestible el desayuno y lo que valía era su esfuerzo.- ¿Y nuestros padres?
En un viaje urgente a Kyoto, pero aseguraron que estarán a tiempo para celebrar navidad-me
respondió sonriendo.-Los sirvientes se encargaran de tener todo listo para la cena.
Eso me recordó que había algo de lo que ella no estaba enterada: yo había tomado la decisión de
ir a Europa a estudiar, mis padres me apoyaron pero no sabía cómo decírselo a Himiko.-Etto…
Himiko-chan, sabes que siempre hemos estado juntas, verdad, desde antes de nacer…-comencé con
un discurso ya ensayado.
Bueno, tú sabes, algún día seremos más grandes y cada una querrá hacer algo distinto-di un sorbo
a la copa con jugo de naranja antes de continuar.
¿Qué quieres decir con eso?-preguntó mirándome fijamente-¿pero seguiremos juntas, cierto?
No, onee-chan… yo…sabes que quiero dedicarme al modelaje y estudiar historia del arte, pero tú
quieres algo muy distinto-tomé su mano entre las mías.- Y si quiero triunfar debo empezar ya y las
mejores academias no están en Japón.
Me iré a estudiar a Europa en cuanto acaben las fiestas decembrinas-le solté la bomba; el sonido
de un tenedor cayendo al plato de fina cerámica fue lo único que se escucho en el silencio que se
había formado.
¡No es cierto, estas mintiendo!-movía su cabeza a modo de negación, las lágrimas salieron casi al
instante.-No puedes dejarme, no puedes irte-corrió de la cocina, seguramente a su habitación.
Fue peor de lo que esperaba...en el resto del día no me dirigió la palabra, podía ver sus ojos rojos
de tanto llorar.
Había llegado la hora de la cena y mis queridos padres estuvieron a tiempo. La mansión
Kurusugawa se hallaba convertida en un derroche total de lujo que buscaba trasladar a sus
invitados al escenario de navidad más exótico que en su vida hubieran visto.
¿Puedo pasar?-pregunté fuera de la habitación de Himiko tocando ligeramente.
Abrí la puerta y al entrar la encontré todavía con la pijama, ni siquiera se había bañado.-Himiko-
chan, los invitados ya están llegando y tú sigues igual-le dije acercándome al sillón donde estaba
acostada.
No me importa tanto como a ti-reprochó girando el rostro para no verme.-Que me cambias por
vestidos y diseñadores.
No seas así-le pedí al oír que podía ser tan terca como yo-primero, jamás te cambiaría por nada ni
nadie; segundo, es a lo que quiero dedicarme yo no digo nada de la economía ni los números, pero
eso es lo que quieres estudiar y lo respeto.
Los visitaré en vacaciones y cada vez que pueda-le prometí acariciando su rubio cabello.-Sabes
que jamás te olvidaría, Himiko-bese su frente en repetidas ocasiones.
Sí-respondí suspirando-los siguientes días a esa navidad fueron difíciles, preparé mi equipaje, me
despedí de mi familia, mas difícil aun tenía que hacerme a la idea de estar sin ella…es decir
hacíamos todo juntas. Yo apenas tenía quince años pero debía empezar desde ya con el modelaje así
que mi destino fue Milán, Italia. Allí pase dos años de mi vida; en la academia de modelaje me fue
muy bien, tenía un talento innato para los desfiles y posar frente a la cámara estaba hecho para mí.
Por eso mismo hasta después de un año pude volver a Tokio…-tomé aire para continuar.-Mi
sorpresa fue que mi hermana estaba muy cambiada, ya no era la niña dulce que preparaba el
desayuno y que era tímida con todos…
Flash back
¡Oka-san, oto-san!-grité animada a mis padres al verlos en la sala del aeropuerto. Los abrace
llena de felicidad.
¡Himeko! ¡Hija! Mira cuanto has crecido-dijo papá al estrecharme en sus brazos. Después abracé
a mamá.
Ella…esta con sus nuevos amigos-respondió mi padre casi enojado-no me convencen, pero ella
dice que es porque se siente sola.
Mi sonrisa se había borrado al no verla allí.-Bien, pero vayamos a casa-pedí ardiendo de deseos
por pasar algunos días en familia. Aunque en Italia tengo la libertad total solamente que cuidada
por mis tíos que me llaman algunas veces para ver si todo está bien, extraño considerablemente mi
hogar.
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¿Himiko?-inquirí sorprendida al llegar a casa y mirar a una completa extraña. Físicamente era
igual a mí, pero su actitud, sus ropas, su porte eran otros. Creyó que no me di cuenta, pero olía a
alcohol y cigarro cuando la abracé.
¡Oh, hermana!-se rió burlona por mi cara de sorpresa-no sabes de lo que te has perdido, conocí
gracias a mis nuevos amigos lo mejor de todo Tokio-dijo dejando caer su bolso en la cama.
A mí no me engañas, has bebido y fumado, ¿por qué Himiko?-le pregunté sujetándola de los
hombros.
Solamente disfruto de mi vida no me vas a decir ahora que en Italia no sales de fiesta y convives
con hombres guapísimos-objetó seriamente.
Sabes que no lo hago. ¿Y tú, por quién haces todo esto?-pregunté enojada por el rumbo que seguía
su vida.-No me gusta que andes de fiesta en fiesta y menos consumiendo alcohol.
No seas aburrida-rodo los ojos poniéndolos en blanco como jactándose de mí-mi amor es quien me
ha enseñado todo.
No te diré el nombre porque irías corriendo a decirlo a nuestros padres, solo te diré que tiene igual
de dinero y aristocracia que nosotras y sus ojos azules son un mar.
¿Jamás te dijo el nombre de esa persona?-preguntó Scarlett llena de interés, con mucha necesidad,
tanta que no la entendía.
No, nunca lo supe de su boca-respondí-pero todavía no llegamos a esa parte que es muy importante.
En fin, mientras ella me daba largas con el nombre de esa persona, yo notaba más y más su cambio.
Era rebelde, irreverente. Salía de fiesta en fiesta, hecho que noté a pesar de estar muy poco tiempo
en mi hogar-le contaba mirando el cielo estrellado.
¿Pero de verdad había cambiado o solo lo hacía como reacción de adolescente a tu partida?-
pregunto la griega apretando más mis manos.
Yo también me hacía esa pregunta hasta que hallé la respuesta la noche antes de mi partida a Milán,
al término de mis vacaciones-vino a mi mente ese momento en que me asombré completamente, fue
lo que menos esperaba…
F.B.
Otra vez Himiko estaba en una fiesta con sus amigos. Ni siquiera pensó en que mañana me
marchaba, en que quizá quería charlar con ella como hacia tanto tiempo no teníamos una
conversación.
Suspiré cansada y tomé mi reloj de mano “1:45” ya era muy tarde y mi vuelo partía temprano.
Vencida por su ausencia decidí que era mejor dormirme. Solo transcurrieron algunos minutos
hasta que me rendí al sueño.
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Himeko, hermanita, mañana te vas y no tengo tu regalo-susurraba la gemela menor que subía con
trabajo por las escaleras. Las sustancias que había consumido esa noche trastornaron sus
pensamientos. No distinguía entre lo correcto y lo incorrecto, desconocía el término moralidad.
Abrió la puerta del cuarto de su gemela y la miró durmiendo plácidamente, con la cobija
cubriendo la mitad de su cuerpo-Sigues igual de inquieta-dijo sonriendo la dueña de esos ojos
amatistas enrojecidos por las drogas. Le puso seguro a la puerta y caminó hasta la cama…en el
trayecto se despojaba de sus ropas.
Seguramente te molestaste porque no estuve este día contigo, pero la noche es mil veces mejor.-
sonreía con lujuria al momento de meterse desnuda en la cama de su gemela y observar su cuerpo
perfecto- Eres hermosa, onee-chan…me pregunto si alguien ya te habrá puesto las manos encima-
se inclinó para besar el cuello de la rubia.
Prometimos hacer todo juntas por primera vez, creo que esto también está incluido en esa lista-
acariciaba los pechos de la chica que no era consciente de lo que sucedía.
Con una mano se divertía recorriendo sus muslos y su vientre, su abdomen firme y terso. En el
justo momento en que se atrevió a besarle los labios, la bella durmiente abrió los ojos.
Te doy tu regalo de despedida, para que tengas deseos de volver pronto y que veas que te sigo
queriendo-volvió a unir sus bocas.
En ese justo momento se escucho el sonido de quien bofetea a otro. La rubia mayor miraba con
enojo a la menor y la empujo quitándosela de encima.-¡Estás loca! ¿Cómo se te ocurre?-le
preguntaba muy molesta.- ¿Qué rayos estás haciendo con tu vida?
Ese día perdí la visión que tenía de mi hermana. Su imagen, para mi percepción, quedó por los
suelos. Fue lo más bajo y denigrante que he vivido. En cuanto pude abordé el avión y me marché de
Japón.-Le contaba a mi amante que oía todo con total atención- Por más que imploró perdón a lo
largo de un año no respondí a sus cartas, sus llamadas, nada de nada. Ese fue mi mayor error, si
hubiese leído al menos una sola de esas desgarradoras cartas…yo…-subí mis piernas a la banca
donde estábamos sentadas y las abracé, esta era la parte más dura de todas.-Cuanto me arrepiento de
no haberlo hecho a tiempo.
¿Qué fue lo que ocurrió que te lamentas tanto?-preguntó Scarlett con la mayor duda del mundo.
Paso todo, el motivo por el cual soy lo que soy-respondí estremeciéndome como hace 7 años,
cuando recibí la noticia- me enteré horas después de mi graduación en la Academia de Modelaje,
faltaba media hora para la pasarela final cuando tuve la peor conversación de mi corta vida hasta
ese entonces en que tenía 17 años.
¿Señorita Kurusugawa?-preguntó una de las maestras de la Academia entrando al sitio donde las
modelos eran preparadas por los maquillistas y los peinadores.
¿Qué ocurre?-cuestioné cuando llegue con la profesora. Mi largo vestido negro me hacía lucir
preciosa, yo abriría el desfile.-¿Ya está aquí mi familia?-Dijeron que llegarían a tiempo para ver
la pasarela.
No, ellos no pudieron venir. Tiene una llamada, sígame por favor-pidió la mujer y yo consternada
caminé a su lado.
Nos trasladamos hasta la recepción. De pronto me invadió un nerviosismo inexplicable, todo el día
había sentido una abrumadora ansiedad pero pensé que se debía al desfile donde participaría.
Agarré el aparato en mis manos y lo llevé al oído con la mano temblando.
¿Por qué?-casi le grité desesperada por el dolor intenso que se formaba en mi estómago.
¿Pero qué está diciendo?-grité histérica.-¿Esto es una broma?-estuve a punto de colgar de no ser
porque la maestra tomó la llamada.
Me negaba a creerlo pero aún así me quede de piedra, clavada al piso. No lloraba, no gritaba,
parecía una estatua. Observé que la llamada telefónica llegó a su fin.
Tiene que ir a Tokio-dijo la mujer tomándome de los hombros-informaremos a sus tíos e irán con
usted, Kurusugawa. Lo siento mucho-me abrazó maternalmente.
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Olvidé todo lo demás porque me pareció tan rápido, yo como un zombi guiada por los demás, mis
recuerdos regresan a cuando ya estaba en el aeropuerto nipón.
Dime que es una broma-le exigí a mi padre cuando me abrazó con toda su fuerza sus ojos rojos por
el llanto evidenciaban todo- por favor, dime que Himiko no…que ella no…
Cuando abrieron la puerta del auto y sentí el frio viento de la madrugada todo el peso de la
realidad cayó sobre mí. Casi corrí a pesar de que todavía portaba los stilettos para la pasarela, no
sé quien me cambió de ropa ni me importaba.
Llegamos al pasillo donde se encontraba la sala de urgencias. Abracé a mi madre que en vano
intentó contarme lo sucedido, lloró estrechándome en sus brazos…yo no lloraba, era una terca
obstinada que esperaba por un milagro, que deseaba que todo fuese una pesadilla y despertar en
cualquier instante.
En esas largas horas de espera, me enteré del análisis de los paramédicos: Brazos, costillas y
pierna rota. Hemorragia por herida de objeto punzo-cortante (vidrios de las ventanas del
automóvil) aún alojado en su abdomen y estado inconsciente, además de las varias heridas en el
rostro. Fue lo que diagnosticaron en su evaluación rápida.
Fue en ese momento en que todo se volvió oscuro y desmayada me precipité al suelo.
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Desperté en un cuarto del mismo hospital, en mi muñeca una aguja que me conectaba al suero. Me
senté mirándolo todo con rapidez: estaba sola. Me quité la aguja como pude y busqué desesperada
a mi familia. No encontré a nadie pero oí sobre “la pobre rubia de 17 años…” dijeron el número
de su habitación así que me dirigí hacia allá.
Entre sin obstáculo alguno y la miré. A cada paso que daba al acercármele, de mis ojos caían las
lágrimas que se habían negado por horas. Ahogué mis gritos y mis llantos cargados de histeria,
dolor y sufrimiento poniendo la mano en mi boca, y apretándola muy, muy fuerte.
Allí estaba mi querida hermana menor, pero ya no se parecía a mi reflejo; las vendas cruzando su
rostro, los cables de las máquinas que la mantenían con vida. Su respiración asistida… me deje
caer de rodillas, llorando en una de sus manos.
¿Por qué? ¿Por qué a ella? No lo podía entender…teniéndola frente a mí ya no existía alguna
posibilidad…esto era la realidad, nuestra realidad.
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Pasaron los días, las semanas…los meses. En casa había un gran cuarto acondicionado para ella,
sus heridas sanaban poco a poco pero no sabíamos cuando saldría del estado de coma.
Y yo estaba allí, a su lado, siempre… culpándome por haberla dejado sola dos años. Lo peor llegó
cuando por fin leí sus cartas. En todas me pedía perdón, se arrepentía, sus amigos la obligaban a
consumir, a beber; más aún esa persona que ella amaba.
Poco después, hallé su diario y las cartas que le mandaba esa persona. Era una chica de largo y
hermoso cabello, según las palabras de mi hermana, bonita, alta, elegante, educada.
Pero por lo que leí en esas supuestas letras de amor, era una mujer malvada, chantajista, que
amarraba a mi hermana por la soledad en que ella se sentía. Fue quien la indujo en el alcohol, las
fiestas, la mala vida. Ella cambió a mi Himiko, ella la destruyó…
En la última carta, la más cercana a la fecha del accidente le pedía que se vieran en un sitio
alejado. En su diario, mi gemela relató como esa chica le partió el corazón, le dijo que ya no la
quería, que todo fue un juego. Y ella ante mi rechazo y abandono no tuvo a quien recurrir. “Pero
no es culpa de Himeko-nee-chan, todo es mi culpa”. Fueron sus últimas palabras.
Me sentí la peor de las basuras. El ser más inmundo, mucho más que quien la lastimó. Que esa
mujer que odié con toda mi alma desde ese día. Pero el dolor me cegaba y era en todo lo que podía
pensar.
Fue mi culpa, fue mi culpa ¡FUE MI CULPA! Yo no quise creerle, ni escucharla, no estuve a su
lado, la abandoné, la dejé, a mi gemela, mi otra mitad mi única hermana.
Lloré y me lamenté hasta que se acabaron mis lágrimas…No me había percatado de que el tiempo
pasaba y yo solo era una persona con el corazón destrozado, que se olvidó del mundo a su
alrededor.
Cuando volví, todo era muy distinto. Mis padres discutían por todo, hasta el más mínimo detalle
los hacía convertir la situación en un campo de batalla. ¿En qué momento paso eso?¿Se acabó
nuestra familia perfecta y llena de amor? Papá vivía en el trabajo, mamá se consolaba con los
juegos, las compras compulsivas y el alcohol.
Así estuve hasta mis 18 años…pero…¿Quién pensó en que yo también estaba sufriendo? ¿Qué
quizá a mi me dolía más que a todos? Solo era una jovencita a la cual le arrebataron su perfecto
mundo, me arrancaron la felicidad de un tajo y las consecuencias seguían y seguían.
¿De qué servía todo el dinero en las cuentas bancarias? Nada me regresaba a mi hermana. No
existía castigo para esa mujer invisible. ¿Estaría riéndose, burlándose de nuestro dolor? Ella era
libre y yo una presa de mis remordimientos.
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El último año que viví con mis padres fue desesperante. Poco a poco me di a la tarea de conseguir
el nombre de esa persona, analizaba cada detalle y poco a poco conseguí pistas, pequeños rastros.
Aún así, cada tarde lloraba afianzada a mi hermana que ahora solamente parecía que dormía pero
las cicatrices en su cara relataban otra verdad.
Otra vez vino la tormenta, “tu padre tiene una amante” dijo un día mi madre sin importarle. Siguió
el divorcio y por más que le lloré, rogué e imploré a mi padre que no nos dejara, él se marcho a
buscar su felicidad en brazos de quien pudiera ser mi hermana mayor.
Mi mamá seguía en sus vicios. Yo no le importaba ni una milésima parte. Mi vida era un abismo
negro. Me miraba en el espejo y lo que veía era a una rubia ojerosa, sin brillo en los ojos, más
delgada que antes. Ya no lloraba, ahora ganaba un rencor hacia todo, hacia todos, porque me
dejaron a la deriva, porque no le interesé a nadie.
Si cada quien podía hacer lo que quisiera, ¿ por qué yo no? ¿Qué me detenía, que me ataba? La
respuesta: nada. Mi rencor se convirtió en odio que canalicé hacia el culpable. Como ansiaba
destruirlo, no creía en la justicia legal, sino en la que sólo podría hacer yo misma. Porque nadie
jamás, nunca, llegaría a comprender como me sentía, todo lo que sufrí y continuaba sufriendo.
Ya no tenía nada que hacer en casa… Entonces después de seguir tantas pistas, conseguí un
nombre: Himemiya Chikane. Hija de un matrimonio de alta posición social y económica, bonita,
distinguida y que había dejado el país el día del accidente de Himiko. Supo protegerse,
directamente no había nada que la inculpase.
Pero yo conocía la verdad y con eso era suficiente, me bastaba. Ahora, ¿cómo podría hacerla
pagar lo mismo que yo sufrí? Mi deseo era que pagara por lo que le hizo a Himiko y a mí. Mi dolor
se había transformado en el deseo absoluto de la más pura venganza.
Solo que no tenía ni la más remota idea de cómo hacerlo. Y una noche mi suerte comenzó a
cambiar. Fue asunto del destino.
Ese día lo dediqué a dar una vuelta por la ciudad. Distraerme para salir de la rutina. Y entonces…
por la acera que yo transitaba, a varios metros delante de mí, observé a la mujer más bella que
jamás había visto. Alta, cabello negro, radiante. Quede absorta en su caminar, parecía tan natural
y a la vez perfectamente ensayado y aprendido.
Lo que despertó mi completo interés fue la manera en que todos los presentes la miraban. No hubo
ni uno solo que no se perdió en su belleza. Tenía algo así como una fuerza magnética. Todos
parecían enamorados de esa hermosa mujer.
Y fue el momento en que el plan vino a mi mente…la seguí. Ella era capaz de enamorar a
cualquiera de eso no había duda; si yo pudiese enamorar a la persona que enamoró a Himiko
jugaría con ella, le haría pagar todo mi dolor.
Tendría una ventaja, mi hermana jamás dio su nombre real y en esos pocos años había cambiado,
en algunos cuanto más podría ser irreconocible. ¡Tenía que ser como ella!
La mujer de ojos verdes, hecho que noté cuando se quitó las gafas, captó mi mirada sonriendo
divertida. Entramos a un restaurant donde las miradas de todos los comensales seguían fijos en su
andar.
¿Por qué tanto interés?-pregunto con un marcado acento francés.-Lo siento, mademoiselle, pero
no soy la clase de persona que piensas.
Si usted no es capaz de volver loco a quien se proponga, entonces no es quien yo pensaba-le dije
con la cabeza en alto y la voz firme.
Que tenemos aquí, me gusta tu respuesta-sonrió sensualmente.- Dime, ¿qué necesitas de mi?
Quiero que me acepte como su aprendiz, quiero ser capaz de hacer lo que usted hace-respondí al
instante, ese era mi más grande deseo, surgió de repente, lo acepto, pero no descansaría hasta
conseguirlo.
Quieres ser una Femme Fatale, encantador-rió con elegancia-¿y porque habría de aceptar?
Hay algo en ti, que me inspira-me evaluaba con la mirada- ¿Pero dejarás todo y me seguirás a
donde vaya y harás todo lo que yo diga?
Doy mi palabra, hasta la muerte-bebí de un solo trago la bebida que tenía frente a mí.-
Kurusugawa Himeko.
Que así sea-bebió de su copa solo unos sorbos- Rebecca Van der Woodsen.
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Siempre he pensado que es maravilloso como de un poco de barro o de un bloque de piedra se
puede obtener una pieza de arte. Una figura perfecta hasta el más mínimo detalle. Algo que asombra
a quien le mire.
Toma tiempo y dedicación del escultor, sus conocimientos y sus herramientas son clave en el
proceso de transformar la nada en el todo.
La técnica para tallarla debe ser la más selecta, aprendida y practicada.
Quedaron así monumentos para el deleite del público mundial. Las obras difieren en comparación
con las de la antigüedad. Ya no solo se trata de hacer un objeto sin vida, ahora se puede esculpir a
una persona.
Bien, así paso conmigo. Hubo una escultora que tomó la materia prima e hizo a la mujer que es
ahora. Fue un largo proceso pero el resultado complació enormemente a la artesana.
Porque solo una mujer letal, puede formar a otra e incluso… hacerla mejor.
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Ahora entiendo porque decidiste vengarte-murmuraba la griega a mi oído, en algún momento del
relato terminé refugiada en sus brazos.
Yo no era mala, ella me hizo así-toqué mi rostro en busca de lágrimas, no las había. Salí de sus
brazos ya más tranquila.-Ya tenía la decisión, la convicción y la ayuda de Rebecca. Ahora seguía el
largo proceso de transformación. Pero según las palabras de mi mentora: “en ti veo algo que jamás
había encontrado”. Ese algo desconocido me permitiría hacer grandes cosas.
¿Cuánto tiempo tardaste?-preguntó peinando con sus finas manos mis rubios cabellos.
Flash back
Lo primero que debía hacer era tomar todos mis documentos, preparar mi equipaje. Quizá en otra
situación hubiera tenido que pedir el permiso de mis padres pero como ahora cada uno vivía en su
propio mundo no hubo nadie que me retuviera en Japón. Sí…tuve que despedirme de mi hermana y
confiarle sus cuidados a un médico particular. Mi destino entonces era Francia…
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¿Van der Woodsen-san, a dónde iremos?-pregunto cuando abordaríamos su avión privado. Esta
mujer tiene mucho dinero, fue mi pensamiento en aquellos años.
Subimos al transporte y la plática de nuestro viaje se trató de mi historia, del porque quería ser
como ella, un “létale ange”, imponentemente bella.
¿Sabes qué me motivó a instruirte?-cuestionó mirándome con gran alegría, como quien encuentra
el mayor tesoro que estuvo enterrado por infinidad de tiempo.
No lo sé, Rebecca- pensé que se había compadecido de mí, pero no quise parecer idiota dando esa
respuesta.
Tu historia es muy triste, sí, pero no cualquiera hubiera reaccionado como tú-respondió y yo me
perdía en el movimiento sensual de sus labios y en el grosor de sus pestañas-Quiero decir, eres
muy joven, una chica común se hubiese hundido en la depresión y después suicidado; otra hubiera
tomado los hábitos y acercado a Dios; y la última viviría el resto de sus días con la angustia de no
haber hecho nada. Pero tú, “chéri”, quieres cobrar tu venganza y de la manera más excitante que
conozco-comió una uva verde antes de que sus ojos esmeraldas se tornaran maliciosos-te
convertiré en una mujer de mi clase.
No hay nada que desee con tanta fuerza-hablé cada vez más ansiosa de ser así-¿Cuánto tiempo
tomará?-inquirí a la pelinegra.
No seas impaciente, porque esto lleva años, pero tú eres bella de nacimiento, sólo hay que
trabajarlo más y tienes andar de modelo; y esos son dos puntos a tu favor-rió complacida.
De acuerdo, sabré esperar y daré todo de mí para tenerla a mis pies-me recliné en el asiento.
No solo ella, Himeko, tendrás al mundo entero besando el suelo que pisas-prometió con
vehemencia.
El resto del vuelo me dediqué a observarla. Todo en ella era perfecto: su cabello sano y bien
peinado; el rostro hidratado, sin imperfecciones, maquillaje que sobresaltaba su belleza; el
atuendo y los accesorios bien elegidos.
Su cuerpo sin un ápice de gordura o defecto. Pero eso era sólo el físico; su actitud, porte,
educación, vocabulario y sus movimientos. Todos encajaban excelentemente, con la precisión de
un reloj suizo, con la magnificencia de una de las maravillas del mundo.
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El trato diario nos permitió darnos cuenta de que encajábamos bien, éramos tan compatibles como
dos mejores amigas.
Captó mi mirada de sorpresa al instante-si no te veo desnuda no puedo decirte que hay que
cambiar-explicó tomando en sus manos una libreta y una pluma-Vamos, Himeko. Eres modelo que
no te de pena-animó con una sonrisa tierna.
Procedí a quitarme la ropa, esto era lo que yo quería y no iba a dudar. Sentí su verde mirada por
todo mi cuerpo, Rebecca anotaba en su libreta mas no estaba incomoda, era estrictamente
profesional y analista. –Ahora siéntate allí-dijo señalando una sillita, tomó nota otra vez-Dame la
espalda-así lo hice. Continuó su examen desde distintos ángulos hasta que pasada casi una hora
procedió a leer lo que escribió.
Bien, primero ganaras peso, unos 8 kilos ya que se ven tus costillas y quiero que tus caderas
aumenten de grosor. No has cuidado tu cabello como deberías, tendrás un tratamiento especial
porque quiero que parezca el destello del sol. Comenzaras una rutina en el gimnasio para trabajar
las piernas y el derriére. Tu piel es muy blanca, debes broncearte ligeramente para que cree
armonía con tu cabello y ojos. Iremos con un dermatólogo para encontrar las cremas precisas a tu
rostro y cuerpo-dejo la libreta en el sillón y camino hacia mí-Además tomaras clases de actuación,
de baile, preparación en el arte sexual más adelante y por último y demasiado importante:
educación emocional conmigo-informó mientras yo me ponía la ropa.
Sonaba a demasiadas cosas por hacer pero mi decisión seguía tan firme como el odio que crecía
en mi interior.
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Durante los primeros meses me dediqué al físico solamente. Ya tenía la figura que había
visualizado Rebecca. Mi cabello y cutis eran perfectos. Estaba dominado ese aspecto.
Es bonita, muchísimo, pero en sus ojos falta algo, no es feliz-respondí analizándome a fondo.
Solo causaría atracción, sigue incompleta-era cierto, toda una belleza pero aún no era una mujer
letal.
Ahora cada vez que te mires en el espejo quiero que lo hagas convencida de que eres la mujer más
hermosa en la historia del mundo. Eres unique, eres una diosa. Enamórate de la mujer del espejo,
idolátrate a ti misma. Ella es la única a la que debes serle fiel. Tú, tú, tú y si hay tiempo, quizá otra
vez tú-me decía que debía ser plenamente egocéntrica.- Después proponte que cada ocasión que te
mires, esa belleza sea mejor, más y más cerca a quien buscas ser.
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Esa fue la primera de muchas clases de alto ego. Al finalizar el primer año de mi preparación. Me
inscribí en la universidad para estudiar historia del arte. Entraba a clases la bella japonesa de 20
años, que era la idealización de los hombres. Pero, no me relacionaba con nadie lo más importante
éramos yo y mi venganza.
Comencé con mis lecciones de baile para poder suavizar la frialdad de la modelo y ser la cálida
mujer que despertaba el deseo con sus movimientos.
Mis estudios en la carrera continuaron. Después de aprender los clásicos ritmos del baile
siguieron el belly-dance y cualquier danza que estuviese llena de sensualidad.
Nos acercábamos al tercer cuatrimestre del segundo año y mis clases de actuación teatral eran la
actividad destinada a las tardes en mi apretada agenda.
Lo que siempre hacía era pasar una hora entera admirándome en los espejos que había mandado a
colocar con especial cuidado para que, desde una sola posición pudiese mirar cualquiera de mis
ángulos.
Estoy muy orgullosa de ti-decía mi tutora y guía en esta misión-llevamos ya dos años y medio y
todo lo has aprovechado excelentemente.
Gracias, Rebecca-sonreí llevando con mucho estilo, clase y educación la taza con café a mis
labios.
Ya pareces toda una Femme Fatale-me miró evaluadoramente-Eres muy bella, cuerpo perfecto,
culta, actriz y bailarina. Tu actitud y mentalidad son otras; y lo más difícil: tus movimientos, son
sugerentes, perfectos.
Todo ha sido a base de esfuerzo, dedicación y mucha práctica. Aunque con alguien como yo no hay
mucho trabajo que hacer. Soy toda una diosa-hablaba con la voz seductora que desde hace tiempo
me caracterizaba.
Ahora, Himeko, la mitad del camino está reservado para la más difícil de las asignaturas de
nuestra profesión. Se trata de la sexualidad. Debes ser capaz de volver loco a un hombre con el
simple roce de tus manos, pero también que aunque te hagan el amor de una manera arrebatadora
puedas seguir teniendo como prioridad tus objetivos-el fervor en sus palabras solo me hacía querer
saber más-Viene de la mano el jamás mezclar sentimientos. Y cuando seas toda una experta el
Kamasutra lo sabrás de memoria y lo habrás practicado 8 veces. El número infinito-guiñó un ojo-
pero sobre todo disfrutará tu cuerpo de los placeres carnales que envuelven la pasión, la seducción
y el deseo.
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Yo no había tenido en mi vida una experiencia sexual. Primero porque fui una chica bien educada,
segundo por los problemas que sufrí y tercero por mi preparación con la francesa de ojos
arrebatadores de vida.
Pero a mis 22 años ya conocía la teoría básica, contaba con información de sobra. Y como un buen
científico debía ir al campo de investigación y experimentar cientos de veces hasta obtener el
resultado anhelado.
Rebecca como siempre, no soltó mi mano por el sendero del proceso de transformación. Me
condujo con las mejores personas, ella forjó con cuidado, esmero y cariño a la mujer de rubios
cabellos y labios gruesos que ganaba fama por la capital francesa y causaba que todas las miradas
se girasen a ella.
Pasados unos meses de intensa actividad; era yo, pues, la representación de Afrodita en la Tierra.
Una experta en la rama de las artes amorosas tanto que incluso sabía dar masajes tailandeses
para esos momentos de derroche pasional.
Rumbo a mis 23 amaneceres, llegó la graduación de la universidad. Lo celebramos con una fiesta
por todo lo alto. La más selecta aristocracia parisina asistió al evento. Los diseñadores de ropa de
reconocidos marcas se flecharon de mi encanto al verme.
Para finalizar los estudios con Rebecca Van der Woodsen, éste último año pondría todo lo
aprendido a trabajar con un solo fin: convertirme en la imagen necesaria para las pasarelas en
Milán y París.
No quedaba rastro de la adolescente que había huido de Japón. Era toda una mujer, una completa
Femme Fatale. Conquisté mi sueño. No existía en Europa Occidental quien se resistiese a mis
encantos.
Estaba en mis mejores años. Lista para actuar y cobrar mi venganza. Había aprendido a
manejarlo como la actriz que soy. Sin olvidarlo pero sin permitir que mi pasado me sumergiese con
él.
Salí airosa de la batalla contra los sentimientos. Dominaba hasta el más minúsculo de mis
pensamientos, acciones o emociones.
Las propuestas de toda clase sobraban. Pero yo sabía de quien sería mi mano, de Himemiya
únicamente. Sólo ella era mi objetivo.
Destruirla como me destruyó. Acabar e involucrar a las personas a su alrededor así como mis
seres queridos fueron sus víctimas. Hacerla pagar una a una todas las lágrimas que corrieron por
mi rostro. Sufriría exactamente lo mismo que yo, aumentado y con otros aspectos necesarios. Pero
básicamente seguiría la Ley de Talión: ojo por ojo y diente por diente.
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Fueron muchos aspectos que cubrir- me miró con intensidad-Cada día me pareces más irresistible,
eres excepcional.
No me alegues tanto, después de todo soy una seductora profesional-sonreí poniéndome de pie-
Anda que aún continúa la fiesta.
Cronos fue bueno y el tiempo transcurrió mas aceleradamente de lo que esperaba. La joya más
hermosa descansaba en mi dedo anular. Así es, estoy comprometida con Chikane no solo eso. Éste
día me caso ella. Al fin seré la señora Himemiya.
Mis futuros suegros quisieron una fastuosa celebración, por lo tanto se demoró nuestro enlace.
El lugar de la boda sería una hermosa propiedad campestre, que luciría como un bosque nevado
ruso. Con las decoraciones de los mejores en su ramo traídos desde Suiza y Francia.
Mi vestido fue confeccionado por el mismo Karl Lagerfeld. Con el sello de Chanel, las joyas de
Tiffany & Co. y el maquillaje y peinado del mejor grupo de estilistas; lucía como toda una
emperatriz.
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No es algo que te incumba, Katarzyna-dije sin querer caer en una batalla mientras era peinada por
una reconocida estilista.
Lo hago por nuestra amistad, Scarlett-se defendió con voz tranquila-quiero que seas feliz.
Tus orbes azules que conmigo son sinceras-respondió-Es obvio que por tanto tiempo juntas y aún
en el peligro, te has enamorado-dedujo con pequeñas risas.
¿Qué debería hacer, genio?-pregunté poniéndome frente a ella al haber terminado la peinadora.
No dije nada. Lamentablemente sus palabras me hicieron pensar eso que tanto había evitado.
Considéralo, Niarchos, sería tan feliz viendo la cara de Himemiya plantada y todos los invitados sin
saber qué rayos pasó-sonrió con burla-Créeme que me divertiría demasiado, además tu eres mi
amiga y también deseo que seas feliz.
Se retiró de mi casa dejándome con cientos de dudas. ¿Qué es lo que debía hacer? Acaso no sabía
yo desde un principio los términos de mi relación con Himeko. Estaba metida en uno de esos tontos
dilemas del corazón que no matan pero pareciera que arrancan la vida.
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¿Pero qué pasa, Himeko?-preguntó tomando mi manos manos-Si este es el día más feliz de una
mujer-sonrió como solo ella sabe hacerlo.
Sabes que el día en que sentiré la gloria será cuando Chikane esté completamente destruida-repetí
esas palabras que estaban grabadas en mi mente.
Todavía hay tiempo. Pero necesitaba verte-me extrañó la seriedad con que dijo lo último, porque
era muy raro en ella-Vine para recordarte algunas cosas.
No dejes que tus sentimientos afloren. Recuerda que para nosotras no existe el amor. Jamás, jamás
debe temblar tu corazón-aconsejaba sin un gramo de juego-Porque el día en que tus sentimientos
entren en esta pelea, es seguro que sufrirás y de alguna manera saldrás lastimada.
Repíteme la regla de oro-ordenó como hacía años no ocurría.
Por sobre todas las cosas, situaciones y demás, lo único que en realidad importa soy yo y mis
planes-dije con total control de la voz.
Excelente, mi niña-sonrió una vez más y lanzó un beso a mi frente-siempre estaré a tu lado-
prometió antes de dirigirse a su habitación.
Había transcurrido si acaso una media hora en que me perdí en ilusiones y fantasías sobre lo que
haría una vez casada. Ya era dueña de un importante porcentaje de acciones, incluso muchos de los
socios se inclinaron a mi favor y aunque aparenten seguir siendo de la corporación Himemiya, la
verdad es que su voluntad y dinero son míos.
Himemiya Junn, mi futuro suegro era el títere de Rebecca. Esperando solo que ella le diga que
abandone a su familia.
Chikane sin ninguna duda estaba rendida de amor ante mí. Y quedaba solamente mi queridísima
Scarlett Niarchos. ¡Oh Dios! Probablemente en otra vida y con otra historia ella sería quien esperase
en el altar por mi llegada.
Y como si de un conjuro se tratasen mis pensamientos, detrás de mí estaba esa castaña de besos
adictivos y caricias electrizantes.
Estás muy hermosa-habló hasta ponerse frente a mí-pero no vine aquí para adularte. Si no para
hacerte una pregunta.
“¿Cuál es?” inquirí solo con la mirada por mis sentidos no fallaban y yo sabía que algo muy grande
se debatía en su interior al ver sus ojos, que se asemejaban a una tormenta.
¿Me amas?-la voz sin ninguna vacilación, alto y claro, para que no hubiesen dudas.
Lo importa todo, es nuestro futuro-corrió del sillón donde estaba y se arrodilló frente al mío,
tomando mis manos entre las suyas-Pero aún no has respondido. Si me amas como yo a ti no tienes
porque hacer esto.
Vámonos, abandónala y huye conmigo. Te prometo que juntas la acabaremos si es lo que deseas,
pero solo juntas. Tú y yo para siempre-su decisión no se doblegaba.
No me pidas esto, conoces mi historia de mis propios labios y me ruegas porque abandone todo por
lo que he luchado-mis ideas temblaban pero a pesar de eso no lo demostré-Me pides que mis años
de preparación se vayan a la basura. Que egoísta eres, mi amor.
Lo soy y demasiado, pero entiéndeme te quiero solo para mí-se apoyo ahora de los descansos del
sofá y nuestros rostros estaban frente a frente a pocos centímetros de distancia-Te doy todo lo que
soy y lo que tengo. Scarlett Niarchos te implora, Himeko Kurusugawa que pienses en tu corazón y
me sigas. Yo curaré todas tus heridas, pero por favor amor mío, ven conmigo.
No puedo hacerlo-me costó tanto decirle esas palabras-Yo no necesito amor, todo lo que quiero es
mi venganza.
Tú me quieres y no puedes negarlo-dijo con terquedad pero sus ojos se volvían acuosos.
Si te quiero pero no lo suficiente-esa era la oración necesaria para darle fin a su insistencia.
Ojala no te arrepientas-su voz a punto de quebrársele, se alejó de mí y hasta que llegó a la puerta me
miró de nuevo-Debí suponer que eras así, pero está bien, vete con esa idiota y espero que al final no
te sientas de la misma manera que yo, con tanto dolor-abrió con su digna elegancia la puerta y se
fue.
Sé que el amor no es para mí, pero… ¿Por qué de mis ojos salen estas lágrimas que no puedo
detener?
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5 p.m. y están los preparativos listos. Los invitados se giran desde sus posiciones para ver el
momento en que la rubia cruce por la alfombra el camino que la separa de su amada.
La orquesta llenaba el aire con la música de Vivaldi y Tchaikovsky previamente seleccionada. Del
brazo del más sobresaliente empresario iba la modelo e historiadora del arte Kurusugawa Himeko.
La mujer que emanaba hermosura, elegancia y sensualidad. Esta mujer letal que en incontables
ocasiones vio roto su corazón.
Pero sus sentimientos hace unas horas apenas fueron agitados y a pesar de ello una sonrisa radiante
iluminaba su rostro. Sus labios y ojos, rostro entero eran la expresión excelsa de todo lo bello. Su
cabello recogido, peinado armoniosamente culminado con una delicada tiara de diamantes.
El vestido blanco perpetuo, strapless, ceñido a su envidiable cintura y la falda larga y ancha;
causaron en la peliazul una gran felicidad.
Sobraron las palabras puesto que sus sentimientos eran transmitidos todos con su mirada.
Himemiya Chikane sentía al fin que todo era el inicio de una nueva vida junto al amor de su
existencia. Ese ángel que cuidaría eternamente, al que daría cuanto hubiese en sus manos, hasta la
última gota de sangre para entregarle la vida si fuese necesario.
Las futuras esposas sonrieron, tomaron de la mano y miraron al hombre que las ataría en
matrimonio.
La ceremonia dio inicio. Entre los presentes que con atención no perdían ni un detalle se
encontraban tres personas muy importantes:
La francesa de cabello negro ataviada en un vestido azul que resaltaba su perfecto cuerpo: Rebecca
Van der Woodsen. Esta mujer que era la “madre” de la femme fatale. Su creadora, mentora y
amiga.
La pelirroja rusa: Katarzyna Kurkova. Que no podía perderse tal enlace, porque aunque solo unos
pocos lo supieran, ella era conocedora del pasado de la rubia japonesa y jugaría un papel muy
importante en la nueva etapa de su vida.
Y por último, aquella diosa griega que a pesar de tener el corazón roto miraba con la frente en alto
al amor que partió de su lado. Scarlett Niarchos no aceptaba la derrota con facilidad. Porque en ella
algo cambió al oír que el juez las unía. No fue simplemente el papel a lo que le temía sino a no
haberse abstenido de meter sus sentimientos en la partida de seducción de Himeko.
Perdió, ahora era una esclava de su amor. Pero a diferencia de lo que pudiese alguno pensar, se
retiraba a su patria en vez de dar pelea inmediata.
La ahora señora Himemiya lloró tenuemente. ¡Que enorme felicidad la embriagaba! Un éxtasis de
triunfo que le hizo pensar que tanto sacrificio había valido la pena.
Recibió un beso de Chikane y lo correspondió. ¿Qué importaba el mundo y ella misma si al fin
vengaría a su inocente hermana?