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Creación y más
E SP E C I A L: JU LI O C O RT Á ZA R
"Yo soy siempre el mismo desconcertado
cronopio que anda mirando las babas del
diablo en el aire, y que recién a los veinte mil
kilómetros descubre que no ha soltado el freno
de mano." [Julio Cortázar, Cartas, T1]
La primera intención que se tiene al aproximarse a un texto allá (París) y Del lado de acá (Buenos Aires). Y se diferencian no
narrativo es la explicitación de las coordenadas de la anécdota, sólo en lo que corresponde a los personajes que tiene cada uno de
reseñar el perfil de los personajes y establecer las relaciones entre los espacios, sino también en el tono que lleva el derrotero de
ellos para, a la luz de la interpretación, otorgarle un sentido a todo Oliveira. Si en París camina por las calles como un flaneur, en una
esto. Nosotros seguiremos en cierta medida este esquema pues en sucesión de anécdotas que tiene como objetivo adquirir la manera
la novela que analizaremos se subvierte el orden temático en que la Maga se mueve por el mundo, esa negligencia
tradicional a favor de la concepción del autor – implícita dentro de inconsciente, esas respuestas sin preguntas, parece que Buenos
la ficción – de lo que es, o deber ser, una novela, como producto Aires es el lugar donde termina, recluido en su departamento, el
social de lenguaje. Y esta subversión imposibilita el realizar una circo o el hospital, por cerrar su espacio y donde no le queda más
crítica que deje de lado la reflexión acerca de la novela como que recordar el pasado junto a ese fantasma que antes llamó Maga
género, asunto tan relevante en Rayuela que sin él se relegaría la o Lucía. Acabamos de escribir que se trata de dos partes
poética que alienta el texto y sólo se enumeraría algunos aspectos diferenciadas, pero quizá, a partir de lo dicho, convenga hacer una
considerados de relevancia. aclaración. Ellas, París y Buenos Aires, son ciudades reunidas por
Así, este trabajo presentará una disposición estructural similar a la este personaje que se constituye en el referente central ―no es
del libro, orientada básicamente en función a los espacios ―París casual el adjetivo― de la novela.
y Buenos― y los cambios que el protagonista atraviesa en ellos Oliveira es un exiliado (a su manera también lo es en el mismo
durante su búsqueda. Entendemos búsqueda en el sentido de Buenos Aires) que debe estar rondando los cincuenta años y que se
derrotero físico y emotivo en función a un fin: como es obvio nos dedica a la escultura. Durante el periodo que se narra en la novela,
movemos por uno de los tópicos más caros a la literatura que va parece llevar ya un buen tiempo en Francia, dedicado a un confuso
desde la mitología griega, pasando por el Chrétien de Troyes, hasta negocio con un librero y a buscar por la calle pedazos sueltos de
el mismo Marcel Proust; sin embargo, en Rayuela el objetivo es latón o cualquier cosa para armar sus esculturas. Así, esa realidad
singular. ¿Cuál es el objetivo? Ningún otro que la identidad final artística que él elabore con ellas, esa dimensión y valor nuevos, lo
basada en la extrapolación del principio dialéctico ―entendido serán en tanto reúne estos objetos encontrados y les da significado
como alienante por Oliveira― y ajena a las determinaciones de dentro de un nuevo código. Lo mismo que Marcel Duchamp con
nación, sociedad o cualquier término heredado sin sus ready made, Oliveira hace esculturas con objetos que, en
problematización. Más allá de si el objetivo de Oliveira pueda principio, poco o nada tienen de artístico, es la intención
pasar por romántico, como se ha indicado en numerosas ocasiones, subversiva del artista la que los hace arte. Es en la dispersión que
nosotros analizaremos su derrotero en las siguientes páginas para, nuestro personaje reúne bajo un mismo signo tenemos ya una
hacia el final, cuando nos toque interpretar la tercera parte del primera búsqueda: como artista, Oliveira procurará encontrar una
libro, entroncar su búsqueda con la de otro personaje: Morelli. unidad atrás o más allá de objetos.
De este modo, al final procuraremos haber dilucidado un aspecto Quizá, si tenemos en cuenta la tradición literaria rioplatense, puede
que consideramos que, pese a su simpleza, ha sido poco señalado resultar un lugar común esta especie de viaje iniciático por París,
por la exégesis cortazariana: es el motivo de la búsqueda como pero quien ha leído la novela sabe que él tiene rasgos muy
recurrencia durante toda la narración. Además, dadas las particulares. Oliveira es un excéntrico desde el momento en que ha
características singulares de la ficción que se plantea en Rayuela renunciado a la complacencia y la seguridad que puede brindar una
este motivo atravesará la narración misma para reflexionar sobre vida burguesa. Como es evidente, es muy consciente de esto, una
los alcances, los senderos y las posibilidades del lenguaje como conciencia de un estricto rigor lógico que, si bien le da una
novela. Tema y lenguaje, anécdota y sintaxis, los hilos entre unos y posición crítica, lo deriva en un asombro y una búsqueda que poca
otros no se encuentran separados sino todo lo contrario, ambos se tranquilidad le permiten. Hay un pasaje representativo en este
entrecruzan y reclaman mutuamente. sentido pues en él Oliveira afirma su temprano divorcio del
“instalarse confortablemente en esa supuesta unidad” que, según le
I. París o las formas de la razón parece, es perniciosa desde el momento en el que cierra las puertas
a las preguntas o introduce en una dialéctica tan efectiva de “pelota
En principio, Rayuela se lee de dos formas: una, la corriente, en la
y pared” (2, 135):
que las páginas se suceden hasta tres asteriscos que significan
“fin”; otra, la alterna, en la que el lector salta páginas y capítulos en La cuestión de la unidad lo preocupaba por lo fácil que le parecía
un aparente desorden receptivo. Esto no quiere decir, como es caer en las peores trampas. En sus tiempos de estudiante, por la
evidente, que se trate de lecturas canónicas: dentro de la dinámica calle Viamonte y por el año treinta, había comprobado con
del libro, la postura o la interpretación que le da el autor a su texto (primero) sorpresa y (después) ironía que montones de tipos se
instalaban confortablemente en una supuesta unidad de la persona
se encuentra en una posición horizontal con su lector o co-autor, que no pasaba de una unidad lingüística y un prematuro
como prefiere llamarlo Cortázar. Así, bien podemos seguir estas esclerosamiento del carácter. Esas gentes se montaban un sistema
instrucciones, nunca indicaciones, como podemos obviarlas, es de principios jamás refrendados entrañablemente, y que no eran
decir, leer el libro a nuestro antojo (desde luego, según el ideal de más que una cesión a la palabra, a la noción verbal de fuerzas,
repulsas y atracciones avasalladoramente desalojadas y sustituidas
lector que plantea la novela). ¿Es un capricho el de Cortázar, como por el correlato verbal. Y así el deber, lo moral, lo inmoral y lo
se le ha achacado, o, por el contrario, hay una razón subyacente a amoral, la justicia, la caridad, lo europeo y lo americano, el día y la
todo esto? ¿Hay mucha diferencia entre una y otra lectura o sólo se noche, las esposas, las novias y las amigas, el ejército y la banca, la
trata de la amplificación de anécdotas? ¿Tiene repercusiones en la bandera y el oro yanqui o moscovita, el arte abstracto y la batalla de
Caseros pasaban a ser como dientes o pelos, algo aceptado y
recepción no leer el texto más que en una de sus formas? fatalmente incorporado, algo que no se vive ni se analiza porque es
La primera de las lecturas comienza nada más abrir el libro y se así y nos integra, completa y robustece. La violación del hombre
extiende hasta el capítulo 56, cuando Horacio Oliveira, el por la palabra, la soberbia venganza del verbo contra su padre,
protagonista, parece caer de la ventana de un sanatorio bonaerense. llenaba de amarga desconfianza toda meditación de Oliveira,
forzando a valerse del propio enemigo para abrirse paso hasta un
Se encuentra dividida en dos partes bien diferenciadas: Del lado de punto en que quizá pudiera licenciarlo y seguir ― ¿cómo y con qué
Cabe añadir que quien lo hace, Talita, es una mujer que atraviesa a Como señala Saona, en este fragmento se “niega la localización
medias un puente con un objetivo que se escapa a su terrenal del kibbutz”, se hace de él una instancia ubicua, que está
Y como los filósofos, naciste para dibujar en la tierra con la yema de Somos mortales, de eso me doy cuenta, pero a la vez adivino una
los dedos.Yo, que siempre pensé que los vuelos eran, como he leído, pequeña constelación en el fondo del café, cuando ya te has ido por
sueños en los que los genios muestran al sol sus horizontes, habría haberme puesto melancólico demasiado pronto, cuando esta vez no
comprado un billete de avión a tu aeropuerto. Viviste a deshora. Te has perdonado nada y mis ojos han llenado esta taza vacía de café,
pusiste a cobijo de los crepúsculos. Cejijunto. Como disimulando. comountorotristequeagonizabajolaespada.
La leucemia es una putada, chico. Un sicario. Deja tenores pero se
llevanovelistasyhaceelcaldogordoalaguadaña. ***
MIRAS el esqueleto de una hoja, derrumbas el esqueleto ciego de
Debiste de pensar ―de saber― que los peores pronósticos son una hoja; pareciera que con tu inocencia y tu sonrisa que lo pregunta
siempre verdaderos. Supiste que Orwell acechaba y optaste por todo volvieras a recrearla, a inventarla en un juego cerrado de dedos
morir. La muerte natural siempre es más limpia, menos forense. de luz que originas en la mañana. Vuelves a dejarla en su sitio, y
Masnadacasual. hechasdemenos:“¿!cuántashojashatraídoelotoño?!”
Llevaste la narración corta a Borges, artimañas de abrigo con botón Paseas, sigues tu rumbo fijo que te va cercando de pasos; respiras,
negro. Sacudiste Latinoamérica, inmigraste a las europas, te vives, eres como una pequeña persona única en el mundo. No tendré
dedicaste a la tarea sagrada de la página en blanco. Te gustaba más que sonreírte para abrir tu felicidad; mueves las cosas y las dejas
una historia que unas piernas de mujer sobre la cama. Encima, casi intactas, es decir que no agredes el orden de las cosas; como la magia
siempredesarrollabasconesmero.¡Quiéntelascontaríatanbien! que enciendes, dejas intactas las cosas, como a esa pequeña hoja que
estuvo a punto de morir, pero que tus dedos la volvieron a dejar tal y
Pronto encontraste la aguja del pajar: te salió la obra maestra. ¡Qué como estaba, como cerrando el ciclo de la reencarnación, como
más quedaba por hacer! La vida es una novela que un mal final puede cerrando el movimiento de las cosas, como en un inicio intacto,
oscurecer. Nada se resume mejor que cerrando los ojos. Lo sabía comocerrandoelciclodeloquenaceypervive.
Silvia Plath. Escritor clandestino y popular, tú lo sabías también.
Escribistetruenosyrelámpagos.Unanana.Adormir. De La hendidura del vacío (inédito)
EQUIPO:
- OPERACIONES: Silvia Farfán Cedrón, Bachiller en Lengua y Literatura.
- PUBLICIDAD Y MARKETING: Eduardo Farfán Cedrón, Administrador de Empresas.
- PROYECTOS LITERARIOS: Jack Farfán Cedrón, Escritor.
- FINANZAS Y GESTIÓN EJECUTIVA: Javier Farfán Cedrón, Máster en Administración de Negocios.
|Director: Jack Farfán Cedrón||Impresión: Martínez Compañón Editores S.R.L.| |Tiraje: 500 ejemplares |