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El apetito de la injuria
Libelo, censura eclesiástica y argumentación en la prensa del
Huila (1905-1922)
4 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 5
El apetito de la injuria
Libelo, censura eclesiástica y argumentación en la prensa del
Huila (1905-1922)
Colección de Investigación
Editorial Universidad Surcolombiana
6 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
© de esta edición
Editorial Universidad Surcolombiana
Primera edición:
Noviembre de 2008
ISBN 978-958-8154- -
Ilustración de portada:
Mesa de Diálogos, Óleo-Lienzo
153 x 126 cms
Fotografía digital:
María Mónica Bonilla
Impresión y encuadernación:
Agradecimientos
Contenido
Pág.
Prólogo .............................................................................................xvii
Fabio López de la Roche
1. CAPÍTULO I.
PRENSA CATÓLICA: ANTILIBERALISMO,
MORALIZACIÓN Y OPINIÓN PÚBLICA EN EL HUILA.
El caso del semanario Dios y César de Garzón (1910-1913) 55
2. CAPÍTULO II.
CENSURA ECLESIÁSTICA Y LIBELO DIFAMATORIO
EN LA PRENSA CATÓLICA Y LIBERAL DEL
DEPARTAMENTO DEL HUILA 89
3. CAPÍTULO III.
LA EDUCACIÓN EN EL HUILA (1909-1917): CAMPO
ESTRATÉGICO EN DISPUTA Y ASUNTO DE DEBATE
PÚBLICO 131
BIBLIOGRAFÍA 205
ANEXOS 217
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Lista de cuadros
Pág.
Prólogo
Toda esta reflexión sobre nuestro pasado reciente vale para decir
que si bien muchos de los sectarismos y doctrinarismos del
periodismo estudiado por Acebedo se asociaban a características
de las sociedades tradicionales y a sus pautas religioso-doctrinarias
de integración social y cultural, nuestra experiencia periodística y
comunicativa moderna y contemporánea ha sido también la de otras
homogeneizaciones o uniformizaciones y la del funcionamiento
social de otras visiones sacras de la política y la sociedad.
Introducción
2
En éste apartado sobre los aspectos espaciales y geográficos del Huila, me apoyo ante
todo en las aportaciones del profesor Alfredo Olaya Amaya, de la Universidad
Surcolombiana, y en especial en los siguientes textos:
OLAYA AMAYA, Alfredo. El espacio del hombre Huilense. En: TOVAR Z, Bernardo (Dir.
Ac). HISTORIA GENERAL DEL HUILA. 2 ed., Vol. 1. Neiva: Academia de Historia Huilense-
Gobernación del Huila, p. 33-87, 2005.
OLAYA AMAYA, Alfredo y SANCHEZ RAMIREZ, Mario (editores). Del Macizo
Colombiano al Desierto La Tatacoa: la ruta del río Magdalena en el Huila. Neiva: Universidad
Surcolombiana, 2005.
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3
En la actualidad, las vías Neiva-Suaza-Florencia, la vía Neiva-Balsillas-San Vicente del
Caguán, y la vía Neiva-Pitalito-Mocoa, comunican por vía terrestre al departamento del
Huila y el centro del país con el Caquetá y el Putumayo.
4
Asimismo, existen otras carreteras, tales como la que comunica a Pitalito-Isnos-Paletará-
Popayán; y la que une a La Plata-Toés-Piendamó- Cali. Tales vías se concibieron con el
propósito de buscar una ruta hacia el occidente del país y el pacífico colombiano.
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5
Citado por DIAZ JORDAN, Jenaro. Proceso histórico de pueblos y parroquias de la
Diócesis de Garzón. Neiva: Imprenta Departamental, 1959. p. 313.
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6
Díaz Jordán anota: «Como según los decretos citados la Diócesis de Garzón comprende
las antiguas provincias de Neiva y del Sur, y éstas justamente vinieron a constituir el
Departamento del Huila, los límites de las circunscripciones eclesiásticas y civiles son
idénticos…» . Op.cit., p. 320.
7
TORRES SILVA, William Fernando. De la insularidad al naufragio. En: MOSQUERA,
Ricardo y otros. Huila años 80: economía, política y cultura. Neiva: Universidad
Surcolombiana, 1985, p. 76.
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8
Estoy en deuda con el profesor Gabriel Restrepo Forero, de la Universidad Nacional,
quien luego de una lectura juiciosa de este trabajo, recomendó incluir la dimensión espacio-
temporal del Huila en los años estudiados, y en particular su condición de frontera con los
antiguos territorios nacionales y la función de apoyo logístico a los grupos misioneros
católicos en Caquetá y Putumayo, que cumplió la Diócesis de Garzón. En estas líneas
apenas si alcanzo a esbozar algunos aspectos de esta dimensión, que requiere de nuevas
indagaciones para ahondar en su significado.
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9
El historiador huilenese Reynel Salas enriqueció el primer borrador de este apartado con
diversas anotaciones y datos obtenidos a lo largo de sus propias indagaciones, por lo
cual le estoy muy agradecido.
10
SALAS ORTIZ, Camilo Francisco. Historia del periodismo huilense: la prensa escrita.
Neiva: Instituto Huilense de Cultura. 1994.
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13
Ibid., p. 97.
14
Ibid., p. 102.
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15
Ibid., p. 104.
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2. Aspectos teóricos
20
RAMÍREZ BAHAMÓN, Jairo. La educación en el Huila 1885-1900. Monseñor Rojas por
la Regeneración y por la Escuela. En: TOVAR ZAMBRANO, Bernardo (Dir. Cient.). Historia
General del Huila. Neiva: Academia Huilense de Historia – Gobernación del Huila. Volumen
4, p. 15 - 34.
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23
BAJTIN, Mijail. Estética de la creación verbal. 12 ed. México: Siglo XXI, 2005. pp.248-
293.
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25
CERTEAU, Michel de. La toma de la palabra y otros escritos políticos. Traducción de
Alejandro Pescador. México, D.F.: Universidad Iberoamericana, 1995. p.148
26
GÓMEZ, Adolfo León. Argumentación y sofismas. Santiago de Cali: Editorial Facultad
de Humanidades, Universidad del Valle, 1993. p.14.
27
PERELMAN, Ch. y OLBRECHTS, L. Tyteca. Tratado de la argumentación: la nueva
retórica. Madrid: Gredos, 1989.
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3. Aspectos metodológicos
28
Ibid., p. 36.
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CAPÍTULO I.
PRENSA CATÓLICA: ANTILIBERALISMO,
MORALIZACIÓN Y OPINIÓN PÚBLICA
EN EL HUILA.
El caso del semanario Dios y César de Garzón
(1910-1913)
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RAMÍREZ BAHAMÓN, Jairo. La educación en el Huila del siglo XIX: Monseñor Esteban
Rojas Tobar, por la regeneración y por la escuela 1885-1900. En: TOVAR ZAMBRANO,
Bernardo (Dir.Ac.). Historia General del Huila. Neiva: Academia Huilense de Historia –
Gobernación del Huila. 1994. Vol. 4. p. 32.
32
A continuación algunos datos cronológicos parciales sobre la prensa liberal huilense:
La Reivindicación (1909); El Deber (1912-13); La Opinión (1912); La Palabra (1918-21); La
Tenaza (1920-24); La Información (1926-1934).
33
DÍAZ JORDÁN, Jenaro. Proceso histórico de pueblos y parroquias de la Diócesis de
Garzón, Neiva: Diócesis de Garzón, 1959. p. 475.
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SALAS ORTIZ, Camilo Francisco. Trayectoria del Periodismo Huilense. En: TOVAR
ZAMBRANO, Bernardo (Dir.Ac.). Historia General del Huila. Neiva: Academia Huilense
de Historia – Gobernación del Huila, 1994. Vol. 5. p. 106, 107.
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35
Acerca del Pbro. Pedro María Rodríguez Andrade, director de Dios y César, acudimos a
los siguientes datos ofrecidos por Jenaro Díaz: «Nació en Neiva el 22 de Febrero de 1873.
Fue estudiante en el Seminario Conciliar de Bogotá y concluyó su carrera en Roma donde
fue ordenado el 17 de Abril de 1897. Es doctor en Derecho por la Universidad Gregoriana.
Al regresar de la ciudad eterna desempeñó sucesivamente los cargos de Capellán del
Colegio de Santa Librada, Cura de Timaná, Rector del Colegio de San Luis y del Seminario
Diocesano y Vicario General desde 1904 hasta 1920. Más tarde lo encontramos dirigiendo
las parroquias de Anolaima y Funza, en la Arquidiócesis de Bogotá. Preconizado Obispo
de Ibagué, se consagró el 3 de Agosto de 1924». DÍAZ JORDÁN Op. cit., p. 339.
Rodríguez murió el 5 de Noviembre de 1967, siete años después de haber entregado la
dirección de la Diócesis de Ibagué a Monseñor Arturo Duque Villegas (Ver: Diócesis de
Garzón: Cien años.1900-2000. Sanfafé de Bogotá, 2000) .
36
Rafael Uribe Uribe fue asesinado en Bogotá en 1914, cuando era el principal jefe del
Partido Liberal, en lo que se constituyó quizá en el primero de una larga lista de magnicidios
políticos acaecidos durante el siglo XX en Colombia.
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37
Al comenzar el año de 1912 no circula en el Huila ningún periódico liberal. El antecedente
inmediato es La Reivindicación (1909), de tendencia republicana aunque dirigido por
Anselmo Gaitán Useche, liberal republicano, que fue censurado por el Obispo y no superó
la novena edición. En cambio, hay tres periódicos católicos: El órgano oficial de la Diócesis,
El Eco del Vaticano -que se publica desde 1903 y lo dirige el Obispo Esteban Rojas-; El
Bien Social, de Neiva, que forma parte de la Cruzada Nacional de la Prensa Católica y es
dirigido por Zoilo Rivera, un seglar conservador; y Dios y César, órgano del Comité Diocesano
de Garzón, dirigido por el Vicario de la Diócesis, Presbítero Pedro María Rodríguez. Al finalizar
ese mismo año, resurgirá la prensa liberal en Neiva, a través de dos periódicos: El Deber, de
Ramón Alvira Durán, y La Opinión, de Anselmo Gaitán Useche (órgano del partido
Republicano que apoya a Carlos E. Restrepo). Los hechos acaecidos en 1912 que se examinan
en este capítulo, van a servir de aliciente a la aparición de esos periódicos liberales, los
cuales abrirán varias grietas en el sólido edificio de la hegemonía católica y conservadora en
el Huila en el campo de la prensa y en el ámbito político y educativo. Ver cuadro 1.
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38
Ver Dios y César, núm. 80, Marzo 27 de 1912, p. 301. Otros datos sobre la misión jesuita
fueron tomados de: Dios y César, núm. 72, enero 31 de 1912, pág. 270; núm. 73, febrero 3
de 1912, p. 274. Ver asimismo: Ignacio Trujillo, Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas
Tobar. Bogotá, 1949, pág. 370.
39
Ignacio A. Trujillo, Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tobar. Obispo Dimisionario de
Garzón, Bogotá, 1949, pág. 370.
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Diagnóstico y receta
40
DÍAZ JORDÁN, Op. cit., p. 475. El autor incurre en una imprecisión cuando señala que
la misión jesuita del padre Arango tuvo lugar en 1913, pues la revisión del periódico Dios
y César no deja lugar a dudas sobre el hecho de que dicha correría se llevó a cabo un año
antes, en 1912. Pequeño yerro en una obra histórica documentada con mucho rigor.
41
Dios y César, núm. 81, Abril 4 de 1912, pág. 303, 304. Es muy probable que Jeremías sea
el seudónimo utilizado por alguno de los misioneros, lo cual se refuerza con el hecho de
que sus artículos comienzan a ser publicados en Dios y César cuando el padre Arango y
los demás jesuitas han arribado a Garzón. En una de sus notas Jeremías se presenta a sí
mismo como organizador muy activo de las misiones. Lo mismo puede decirse de Tobías,
el seudónimo de otro escritor católico del periodo.
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42
Ibíd.
43
Dios y César, núm. 81, pág. 306.
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Esta campaña perseguía conformar una opinión activa cimentada en la sanción moral. Se
debía ejercer presión social para que los individuos actuaran según los patrones socialmente
aceptados y evitaran de ese modo el aislamiento. Ahora bien, se invocaba una opinión
activa mas no deliberante, ni sobre la base de la interacción entre sujetos racionales
colocados en pie de igualdad -según el modelo europeo documentado por Habermas y
otros- sino más bien movilizada por el clero y los conservadores a partir de la difusión de
prejuicios contra los disidentes y del temor de llegar a ser contaminado por la inmoralidad
o a ser visto como alguien que cohonesta y tolera las prácticas pecaminosas.
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Dios y César, núm. 84, Abril 25 de 1912.
46
Ibíd., Las mayúsculas corresponden a la versión original del periódico.
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De hecho, Monseñor Rojas invocará este criterio de la circular para reclamar al Gobierno
Departamental por no atender algunos vetos y recomendaciones acerca de nombramientos
de maestros y funcionarios de la rama de la instrucción pública, en una Resolución en la que
advierte que de no corregirse esta actitud se reserva el derecho de orientar a los padres de
familia para que abandonen las escuelas oficiales y a promover la fundación de escuelas
privadas dirigidas por el clero. En un párrafo se alude, sin nombrarlo, a José Eustasio Rivera,
quien había sido nombrado de tiempo atrás como Inspector Escolar de dos provincias, y se vio
forzado a abandonar el cargo por presiones del Obispo de Garzón ante el Ministro del Ramo. En
palabras del Obispo Rojas: «Verdaderamente incomprensible es todo esto a tiempo que en
recientísima circular se ordena proceder contra «las personas de malas costumbres ó de vida
sospechosa que puedan ser perniciosas a la sociedad» y «lanzar ostensiblemente o hacer
lanzar del empleo al responsable o siquiera sospechoso de corrompidos manejos. ¡Y con todo
las quejas de un Cura y de un Obispo en el desempeño de su misión pastoral no bastan para
mirar ni como sospechoso a un empleado corrompido, sino que se aprovecha la ocasión para
hacer sufrir á esos Ministros de Cristo malos tratamientos y marcados desprecios! ¡Así se trata
a la Santa Iglesia, á cuyos esfuerzos se debe más de la mitad de los maestros que hoy funcionan¡».
Ver «Resolución», Dios y César, Garzón, núm. 87, Mayo 15, 1912, págs. 326, 327.
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Dios y César, núm. 86, mayo 9 de 1912.
49
Dios y César, núm. 93, Junio 27 de 1912, p. 352.
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50
El testimonio del dirigente y periodista liberal Anselmo Gaitán Useche, ilustra sobre la
manera como los integrantes de este partido reaccionaron frente a la ofensiva de prensa
de la Iglesia católica: « En «Dios y César, órgano de la curia, editado en la imprenta
Diocesana», según se leía en su encabezamiento y dirigido por el hoy obispo de Ibagué
Monseñor Rodríguez, se publicaba un «Permanente» titulado «Lista de los empleados
públicos que viven amancebados»; y seguía la lista con los nombres propios de ellos y
ellas, los empleos desempeñados y detalles y comentarios de la más asquerosa y repugnante
vulgaridad. Tal prensa entraba a saco en la vida privada de los ciudadanos y no se detenía
ante ninguna consideración ni ante ningún límite, usando armas tan viles como la de
propalar que yo estaba turberculoso; «el tuberculoso mediquillo» me llamaba, con el
propósito de alejarme clientela profesional». Ver Anselmo Gaitán Useche. Periódicos del
Huila. Rojas Garrido, redactó uno de los primeros periódicos editados en el Huila. El
Tiempo, Núm. 10000, Bogotá. (30, julio, 1939); Sec. 2, p. 23, 24.
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Como ocurrió en este caso, cada vez más el campo de la lucha tendía
a desplazarse del terreno de la conducta moral y privada, al escenario
más amplio y directo de la contienda política con el liberalismo, que
había empezado a tonificar sus fuerzas en preparación de las elecciones
que se aproximaban.
51
Para seguir los episodios de esta trama, ver las siguientes ediciones: Dios y César,
Garzón, núm. 86, Mayo 9, 1912; núm. 87, Mayo 15, 1912; núm. 88, Mayo 29, 1912; núm. 92,
Junio 21, 1912; núm 93, junio 27, 1912; núm.100, Agosto 14, 1912.
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Dios y César, núm. 107, Octubre 2 de 1912, y continúa en núm. 108, octubre 10 de 1912.
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53
URIBE URIBE, Rafael. De cómo el liberalismo político colombiano no es pecado. Santa
Fe de Bogotá: Planeta, 1994. p. 47.
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54
A continuación un aparte de la Circular sobre el Liberalismo (1901), de Monseñor Rojas
Tobar: «No les vemos evidentemente admitir y poner en práctica las ideas liberales? El derecho
de insurrección justificado y reconocido; la voluntad popular proclamada como ley o regla
para todo; la opinión pública declarada como Supremo Tribunal que debe decidir de todo; los
hechos consumados; la multitud y la fuerza como origen de autoridad y por consiguiente, el
pueblo declarado como gobernador del gobierno, y no el gobierno como gobernador del
pueblo; la más lamentable corrupción del concepto de autoridad, y pernicioso prurito de
desprestigiarla y hacerla despreciar; la licitud de cualesquiera medios para obtener un fin que
se apetece con más o menos razón; la prescindencia del gobierno de Dios y de la determinación
de la Divina Providencia en los asuntos públicos; la demasiada confianza en el juicio y opinión
propios y la demasiada facilidad de publicarlos; difusión autorizada del error por medio de la
prensa; la prescindencia de lo que la Iglesia dice por medio de sus prelados y ministros; todo
esto es liberalismo que actualmente existe fervoroso en muchos cerebros que no se llaman
liberales sino católicos…». Ver a: Ignacio A. Trujillo. Op. cit., p. 232, 233.
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Modos de argumentar
56
TRUJILLO, Op. cit., p. 373. Otro ejemplo de silogismo utilizado por el Obispo Rojas, es
el siguiente: «Toda sociedad o agrupación humana que se proponga cualesquiera fines,
más aún si son de orden moral, con expresa e intencional prescindencia y desprecio de la
Revelación, es enemiga del catolicismo y de la Iglesia Católica y del Redentor que la
instituyó. Es así que el partido liberal colombiano (...) prescinde precisamente en sus fines
políticos y sociales, de las verdades reveladas, y las desprecia. Luego es anticatólico».
Ibid., p. 377.
57
URIBE URIBE, Op. cit., p. 49.
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58
Argumento ad personam ofensivo es la denominación genérica que se emplea en retórica
para clasificar los epítetos despectivos y otros agravios e insultos personales que se
orientan a descalificar al adversario por sus defectos o errores, sin hacerse cargo de
refutar con solidez sus razones. Ver: DIAZ, Alvaro. La argumentación escrita. Medellín:
Editorial Universidad de Antioquia, 2002.
59
TRUJILLO, Op. cit., p. 379.
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60
Ibid., p. 380.
61
Ibid., p. 379.
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62
Ver a Juan Camilo Rodríguez, «Prólogo: El liberalismo: ¿pecado o virtud?». En: URIBE
URIBE, Rafael. De cómo el liberalismo colombiano no es pecado. Bogotá: Planeta, 1994. p.
17 - 18.
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63
Ver a: SALAS VARGAS, Reynel. El proceso político durante el siglo XX. En: TOVAR
ZAMBRANO, Bernardo (Dir. Ac.). Historia General del Huila, Neiva: Academia Huilense
de Historia – Gobernación del Huila. Vol. 2. p. 172, 178, 185, 188.
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64
GUERRA, Francoise Xavier y LEMPÉRIÉRE, Annick et al. Los espacios públicos en
Iberoamérica: ambiguedades y problemas. Siglos XVIII-XIX. México: Centro Francés de
Estudios Mexicanos y Centroamericanos, Fondo de Cultura Económica, 1998. p. 5 - 21.
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CAPÍTULO II.
CENSURA ECLESIÁSTICA Y LIBELO
DIFAMATORIO EN LA PRENSA CATÓLICA Y
LIBERAL DEL DEPARTAMENTO
DEL HUILA
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CONCILIO PLENARIO DE LA AMERICA LATINA. Biblioteca Electrónica Cristiana-
Bec- Ve Multimedios. [Online]. Abril 2002 [citado en 12 de Febrero de 2005]. Avalaible from
Internet: < URL:http://www.multimedios.org/docs/d000021/p000018.htm>.
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66
Ibíd.
67
«Triaca: 1. f. Preparado farmacéutico usado antiguamente, compuesto de muchos
ingredientes, entre ellos opio; su uso principal era como antídoto contra las mordeduras
de los animales venenosos». Ver MOLINER, María, Diccionario de uso del español. Madrid:
Gredos, 1998.
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68
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Conclusiones, resoluciones y normas
1908, 1912, 1913. Bogotá: Imprenta de San Bernardo, 1913. p.111.
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69
Ibíd., p. 115.
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Advertencia para Nadie puede leerlo con la Expedida por el La Opinión, No.9, Neiva,
1912 Obispo de Garzón. diciembre 21 de 1912, p.1
leer al pueblo conciencia tranquila.
Advertencia para leer al pueblo varias veces. En: La Opinión, Núm.9, Neiva (21 diciembre
70
de 1912); p. 1.
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71
Ibíd.
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ROJAS TOBAR, Esteban, Obispo de Garzón. Excomunión contra «La Palabra» de Neiva.
72
En: El Eco del Vaticano, Núm. 305 A, Garzón (2 de enero de 1919); pp. 1507-1508.
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ruega a Dios para que alguno de los dos- Gaitán Useche o el propio
Rojas- salga definitivamente del territorio de la Diócesis73.
73
GAITAN USECHE, Anselmo. Periódicos del Huila. Rojas Garrido redactó uno de los
primeros periódicos editados en el Huila. En: El Tiempo, Bogotá. (30, julio, 1939); sec. 2, p.
23, 24.
74
Ibíd. Conviene precisar, sin embargo, que de acuerdo con el Cuadro 1, la sanción de
excomunión contra Renacimiento, fue la tercera y no la cuarta excomunión que recibió
Gaitán; en 1913 la Conferencia Episcopal le aplicó la sanción de «prohibición bajo pena de
pecado mortal» a La Opinión, y en 1909 y 1913 el Obispo profirió dos Advertencias, que
en el Derecho Canónico son sanciones proporcionalmente menores a la pena de
Excomunión.
75
DIAZ JORDAN, Jenaro. Proceso histórico de pueblos y parroquias de la Diócesis de
Garzón. Neiva: 1959, p. 475.
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76
ROJAS TOBAR, Esteban. Carta pastoral para la cuaresma, en la cual se condena «La
Opinión» y la Escuela de la «Unión Progresista de Neiva». En: El Eco del Vaticano, Núm.
278, Garzón. (8, febrero, 1917).
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77
BOURDIEU, Pierre. ¿Qué significa hablar?. Madrid: Akal, 2001. p. 109-110.
78
PERELMAN, Chaim y OLBRECHTS-TYTECA, L. Tratado de la argumentación: la nueva
retórica. Madrid: Gredos. 1989, p. 48, 52, 105.
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79
Estos hechos los he estudiado en forma amplia en el primer capítulo de este libro.
80
MOLINER, María. Diccionario de uso del español. Madrid: Gredos, 1998.
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81
Notas editoriales. En: La Reivindicación, No. 1, Neiva. (1, noviembre, 1909); p. 1.
82
Nuestra prensa. En: La Opinión, No. 2, Neiva. (3, noviembre, 1912); p. 1.
83
Maryluz Vallejo ofrece los siguientes datos: «1908. La Gaceta Republicana. Bogotá.
Vespertino fundado y dirigido por Enrique Olaya Herrera para respaldar el Republicanismo…
Cerró en 1919 bajo la dirección de Alberto Manrique Páramo». Ver: VALLEJO MEJIA,
Maryluz. A plomo herido: una crónica del periodismo en Colombia (1880-1980). Bogotá:
Planeta, 2006, p. 392.
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84
En una hoja. En: La Opinión, No. 2, Neiva. (3, noviembre, 1912); p. 3.
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85
El término «bloquista» y el calificativo de «ser agente del Indiscutible», los utilizó la
prensa católica y conservadora del periodo para referirse peyorativamente a los seguidores
del dirigente liberal Rafael Uribe Uribe, como lo fue Ramón Alvira Durán. Ver: «El que
rompe, paga». En: El Deber, No. 1, Neiva. (12, octubre, 1912); p. 3.
86
Editorial. En: El Deber, No. 8, Neiva. (1912).
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87
Ver ALVIRA, Ramón. Carta Abierta. En: El Deber, No. 3, Neiva. (6, noviembre, 1912); p. 1.
88
Hoja volante No. 6. En: El Deber, No. 3, Neiva. (1912).
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Yo calumnio, tu calumnias
89
ALVIRA DURÁN, Ramón. En: El Deber, No. 3, Neiva. (1912).
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90
Pedimos justicia. En: La Opinión , No. 1, Neiva. (27, octubre, 1912); p. 2.
91
El «Decreto sobre publicaciones en la prensa Diocesana», suscrito por el Obispo el 26
de febrero de 1912, prohíbe la divulgación de cualquier escrito «que raye en ofensas
personales ó dé pábulo a altercados y divisiones en la sociedad». Ver: Se obedece pero no
se cumple. En: El Deber, No. 1, Neiva. (12, octubre, 1912); p. 2.
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92
Es muy probable que el seudónimo «El cura viejo» corresponda al propio Obispo Esteban
Rojas.
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95
La Opinión, No. 1, Neiva. (27, octubre, 1912); p. 1.
El apetito de la injuria / 115
96
Abajo el anónimo. En: La Opinión, No. 3, Neiva. (9, noviembre, 1912); p. 1.
116 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
97
Ramón Alvira Durán, Firme o no escriba. En: El Deber, No. 1, Neiva. (12, octubre, 1912).
98
Ibíd.
El apetito de la injuria / 117
Don Cucufacio
99
La Opinión, No. 2, Neiva. (3, noviembre, 1912); p. 3.
El apetito de la injuria / 119
100
Eusebio Caro. No más triquitraques. En: El Deber, No. 5, Neiva. (1912).
120 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
101
Carta de Monseñor Esteban Rojas Tobar, dirigida a don Roberto Macías (en Neiva), y
firmada en Agua de Dios (Cundinamarca), 11 de Febrero de 1929. Biblioteca del Seminario
de Garzón.
102
GUTIÉRREZ GIRARDOT, Rafael. Universidad y sociedad. En: Argumentos, No. 14-15,
16-17, Bogotá, 1986, p. 63-76.
El apetito de la injuria / 121
Y agrega:
103
BOURDIEU, Pierre. Op.cit. p. 65-66.
104
Ibíd. p. 81.
122 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
A modo de colofón
mundo», Revista Número, No. 37, Bogotá, Jun.-Agos., 2003, pp. Separata VII-XII.
124 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 125
126 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 127
128 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 129
130 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
CAPÍTULO III.
LA EDUCACIÓN EN EL HUILA (1909-1917):
CAMPO ESTRATÉGICO EN DISPUTA Y
ASUNTO DE DEBATE PÚBLICO
132 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 133
109
Ver DÍAZ JORDAN, Jenaro. Proceso histórico de pueblos y parroquias de la Diócesis
de Garzón. Neiva: 1959, p. 466, 467.
El apetito de la injuria / 135
110
Nueva condenación del Colegio Paredes. En: El Símbolo, No. 4, Neiva. (11, abril, 1914);
p. 1, 2. El decreto aparece firmado por el Obispo Esteban Rojas el 26 de Marzo de 1914,
durante la «Santa Visita en el Santuario de Nuestra Señora de las Mercedes de Nátaga».
136 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
111
PACHON FARIAS, Hilda Soledad. Los intelectuales colombianos en los años 20: El
caso de José Eustasio Rivera. Santafé de Bogotá: Colcultura, 1993. p. 47.
112
ROJAS TOBAR, Esteban, Obispo de Garzón. Resolución. En: Dios y César, Núm. 87,
Garzón. (15, mayo, 1912); p. 1.
138 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
113
Conferencia Pedagógica. En: El Bien Social, núm. 13, Neiva. (23, diciembre, 1911); p. 2, 3.
114
Ibíd.
El apetito de la injuria / 139
115
SAENZ OBREGON, Javier, SALDARRIAGA, Oscar y OSPINA, Armando. Mirar la
infancia: pedagogía, moral y modernidad en Colombia, 1903-1946. Vol. 2. Medellín:
Colciencias/Ediciones Foro Nacional por Colombia/Ediciones Uniandes/ Editorial
Universidad de Antioquia, 1997. p. 52, 53.
El apetito de la injuria / 141
INSTRUCCIÓN PUBLICA
El Ilustrísimo Señor Obispo en la misa que celebró en esta
Iglesia el domingo 4 del corriente invitó a los fieles a que le
ayudacen á dar gracias á Dios por haber desaparecido las
graves dificultades y peligros que hubo el año último en la
Educación, la cual merece, en su concepto, la confianza de
la Iglesia y de los padres de familia no sólo en esta ciudad
sino también en todo el Departamento118.
119
En la Sección Varia de Dios y César, puede leerse el siguiente suelto: «EN REEMPLAZO-
De D. José E. Rivera, como Inspector Provincial de Instrucción Pública de Neiva, han
nombrado al Dr. J.B. Moreno Arango, católico de tuerca y tornillo, defensor de los derechos
de la Iglesia. Muy bien!....Así si ¿quién dirá nada?...». Dios y César, núm. 73, Garzón. (8,
febrero, 1912); p.274. La misma cita fue recogida por Hilda Soledad Pachón en su estudio
sobre José Eustasio Rivera.
120
TRUJILLO, Ignacio A. Biografía del Excmo. Sr. Esteban Rojas Tobar, Obispo Dimisionario
de Garzón. Bogotá: 1949. p. 406 - 420.
Refiriéndose a la mencionada Carta Abierta, dice Trujillo: «El segundo documento, más
importante y trascendental que el anterior, se refiere a un penoso incidente que se presentó
en la Escuela Normal de Señoritas de Neiva, siendo director general de I.P. el doctor José
Eustasio Rivera… La carta del señor obispo es más bien una relación de lo ocurrido, pues
ya lo más grave estaba remediado. La ponemos aquí como muestra de que el señor Rojas
no miraba la persona que ejerciera la autoridad para reprender los actos que él creía lesivos
a la autoridad de la santa Iglesia». Para verificar la fecha y el destinatario de la Carta
Abierta del Obispo, se pueden consultar las siguientes fuentes: El Símbolo, Neiva, núm. 1
al 6, 1914.
El apetito de la injuria / 143
121
Desde la primera edición de El Símbolo (en especial entre la primera y la sexta) se
plantea la controversia sobre el tema de la Instrucción pública. La polémica involucra al
Director General de Instrucción pública, Dr. Leandro Medina, al Presbítero Octavio
Hernández y al Obispo Rojas Tobar y tuvo repercusiones en el resto de la prensa católica
y liberal del Huila. Hay cinco documentos claves que soportan esta polémica en el semanario
El Símbolo, así: el artículo de Octavio Hernández en el número 1; la carta de rectificación
de Leandro Medina en el número 5; la carta abierta del Obispo Rojas a Leandro Medina en
los números 5 y 6; y el artículo de respuesta de Hernández a la rectificación de Medina, en
el número 6.
144 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
122
A la par, en una nota política, El Símbolo informa que los señores Calixto Leiva, padre del
presbítero Luís Calixto Leyva, y Milciades Gómez, hombre de confianza del Obispo Rojas en
el ramo de la educación y futuro Director Departamental de Instrucción a partir de ese mismo
año -1914-, fueron nombrados presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Asamblea
Departamental del Huila para el segundo periodo. Ver: El Símbolo, núm. 3, Neiva. (1914).
En el No. 4 del mismo periódico, se reproduce la segunda condenación al colegio de Angel
María Paredes por parte del Obispo Rojas.
123
«Me rompo, pero no me doblo», es el título de un breve texto sarcástico publicado por
La Lid, el periódico católico de Garzón, en medio de esta polémica con Leandro Medina, al retomar
una expresión suya con la que pretendía subrayar su firmeza de carácter. A continuación se reproducen
algunos apartes del mencionado texto: «San Miguel se dobló-Lucifer se rompió. Abel se dobló-Caín
se rompió…Magdalena se dobló- Judas se rompió. San Pedro y S. Pablo se doblaron -Nerón se
rompió…S. Ignacio se dobló- Lutero se rompió…La humildad se dobló siempre- La soberbia se
rompió y se romperá eternamente.» Ver: La Lid, núm. 46, Garzón. (13, mayo, 1914); p. 3.
146 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
125
HERNÁNDEZ, Octavio, Pbro. Los sucesos de la Normal (Contrarréplica). En: El Símbolo,
núm. 6, Neiva. (24, abril, 1914); p. 3, 4.
126
Ibid., p. 3.
148 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
127
Ibíd.
128
La referida Carta Abierta forma parte de la coyuntura de polémicas y roces entre la
Iglesia regional y el gobierno republicano que se instaura entre 1910 y 1914, del que
también hizo parte José Eustasio Rivera como Inspector Local de Educación. Cuando se
elabora y divulga la misiva, ya el Obispo Rojas sabe que los Republicanos perdieron las
elecciones presidenciales de 1914, y que el conservatismo volverá al poder a nivel nacional
con Concha. Uno de los protagonistas de este episodio es el presbítero Octavio Hernández,
que a la sazón cumplía funciones en Neiva, y quien más adelante se desplazará a Garzón,
donde se desempeñará como Secretario del Obispo y encargado de la prensa católica,
entre otras funciones de mucha confianza encomendadas por el prelado. El texto completo
de la Carta Abierta se puede consultar En: El Símbolo, núms. 5, 6, Neiva. (1914).
El apetito de la injuria / 149
129
Al respecto, el Obispo cita en extenso la circular número 373 del Ministerio de Instrucción
Pública, del 22 de febrero de 1912, dirigida a los directores generales de instrucción pública,
de la que tomamos textualmente lo siguiente: «… las autoridades escolares administrativas
no están autorizadas para introducir novedades y prohibiciones respecto de lo que haya
sido establecido en los establecimientos oficiales docentes en materia de religión, moral y
piedad por recomendación o con la aprobación de la autoridad eclesiástica, por cuanto
esas materias son de la exclusiva competencia de ésta, y si en ellas tuvieran a la vez
jurisdicción las autoridades escolares, se plantearía una situación anómala y penosa,
fecunda en conflictos entre éstas y aquella autoridad, de los que se originarían inmensos
males para la niñez, la juventud y la sociedad».
130
Nótese la concordancia entre la conclusión del Obispo y la directriz del Ministerio del
ramo transcrita en la nota anterior.
150 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
131
Anselmo Gaitán Useche ofrece la siguiente versión sobre los orígenes de la escuela
privada auspiciada por los liberales en Neiva en 1916: «Una de las mayores dificultades
con que entonces tropezábamos los liberales y que nos ponía en condiciones de
inferioridad era que carecíamos de una imprenta medianamente servible, a tiempo que los
conservadores contaban con las prensas de la curia. Felizmente se presentó un buen día en
que un comisionado de una logia masónica vino a fundar la logia de esta ciudad, cuya base
fue un triángulo constituido por Luís Felipe Blanco, Guillermo E. Borrero y yo. Dicha entidad
patrocinó dos laudables obras: una escuela privada que quedó bajo la dirección de Ramón
Alvira y en la cual actuamos como profesores gratuitos varios liberales; y la consecución de
una imprenta, modesta pero suficiente para nuestras necesidades más apremiantes, y en la
cual empezó a editarse, bajo mi dirección «La Palabra», y se han seguido editando casi todos
los periódicos liberales que han aparecido desde entonces». Ver: GAITAN USECHE, Anselmo.
Periódicos del Huila. Rojas Garrido redactó uno de los primeros periódicos editados en el
Huila. En: El Tiempo, Bogotá. (30, julio, 1939); p. 23, 24.
El apetito de la injuria / 151
132
El Eco del Vaticano, Núm. 274-A, Garzón. (1916); p. 1002.
El apetito de la injuria / 153
133
Ibid.
El apetito de la injuria / 155
134
Ibid., p. 1007.
156 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
135
Ver: ORTEGA, Francisco (Edit. Acad.). La irrupción de lo impensado: Cátedra de estudios
culturales Michel de Certeau. Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2004.
136
TRUJILLO, Op.cit., p. 483.
137
El Eco del Vaticano, Núm. 274-A, Garzón. (1916).
158 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
138
CONCILIO PLENARIO DE LA AMÉRICA LATINA. Biblioteca Electrónica Cristiana-
Bec- Ve Multimedios. [Online]. Abril 2002 [citado en 12 de Febrero de 2005]. Avalaible from
Internet: < URL:http://www.multimedios.org/docs/d000021/p000018.htm>.
El apetito de la injuria / 159
139
El Eco del Vaticano, Núm. 274-A, Garzón. (1916).
140
Ibíd.
141
Ibíd.
160 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
142
Ibid.
El apetito de la injuria / 161
143
Escuela Anticristiana. Correspondencia y Pastoral. En: El Eco del Vaticano, núms. 274B
y 275, Garzón. (22, diciembre, 1916); p. 1014,1015.
162 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
144
Ibid., p. 1016.
El apetito de la injuria / 163
Es el siguiente:
145
DÍAZ JORDAN, Op.cit., p. 465.
146
Escuela Anticristiana. Correspondencia y Pastoral. En: El Eco del Vaticano, núms. 274B
y 275, Garzón. (22, diciembre, 1916); p. 1017.
164 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
Escuela anticristiana. Correspondencia y Pastoral. En: El Eco del Vaticano, núm. 274B y
147
148
Ibid., p. 1020, 1021.
El apetito de la injuria / 167
149
Ibid., p. 1023.
El apetito de la injuria / 169
150
Ibid., p. 1022.
151
Ibid., p. 1024.
170 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
152
Ibid., p. 1027.
153
Ibid., p. 1024, 1025.
El apetito de la injuria / 171
Escuela anticristiana. Correspondencia y Pastoral. En: El Eco del Vaticano, núm. 274B y
155
durante el siglo XIX: un proceso maliciosamente olvidado. En: I Bienal de Ensayo Joaquín
García Borrero. Neiva: Universidad Surcolombiana, 2005. p. 15 - 39.
El apetito de la injuria / 175
157
RAMÍREZ BAHAMÓN, Jairo. De la influencia ilustrada y liberal a la consolidación del
proyecto católico. Escuela huilense: 1829-1922. En: La Universidad Surcolombiana piensa
la Región: perspectivas de investigación en el primer centenario del Huila. Neiva:
Universidad Surcolombiana, 2005. p. 196.
158
SALAS VARGAS, Reynel. El proceso político durante el siglo XX. En: TOVAR
ZAMBRANO, Bernardo (Dir.Ac.). Historia General del Huila. Neiva: Academia Huilense
de Historia – Gobernación del Huila, 1994. Vol. 2. p. 167 - 247.
176 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
159
WILLIAMS, Raymond. Marxismo y literatura. Barcelona: Ediciones Península, 1997.
160
RAMÍREZ BAHAMÓN, Jairo. Predominio del discurso ilustrado y liberal en el Huila
durante el siglo XIX: un proceso maliciosamente olvidado. En: I Bienal de Ensayo Joaquín
García Borrero. Neiva: Universidad Surcolombiana, 2005. p. 15-39.
161
Al respecto, conviene tener en cuenta los aportes de Jesús Martín Barbero, Fabio
López de la Roche y Francisco Ortega, entre otros.
178 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
(Garzón, 1910-13)
La Lid
(Garzón, 1912-20)
El Bien Social
Partido Conservador (Neiva, 1911-13)
(sector Nacionalista) El Símbolo
(Neiva, 1914-16)
Partido Republicano
La Opinión (Neiva, 1912)
163
SALAS VARGAS, Reynel. Op.cit., p. 188 - 193.
El apetito de la injuria / 183
Partido Conservador
(sector Nacionalista)
Dominantes o Incumbentes
Iglesia Católica
(Diócesis de Garzón)
Pretendientes o Contendientes
Partido Conservador
(sector Histórico)
Partido Republicano
Partido Liberal
184 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 185
186 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 187
188 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 189
190 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 191
4.
A MODO DE CONCLUSIONES
192 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 193
BIBLIOGRAFÍA
1. FUENTES DOCUMENTALES
1.1 Archivos
1.2 Periódicos
1.3 Catálogos
2. Libros y artículos
3. Textos complementarios
ANEXOS
216 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
El apetito de la injuria / 217
Nota Preliminar
1
ROJAS TOBAR, Esteban. Carta pastoral para la Cuaresma en la cual se condena «La
Opinión» y la Escuela de la «Unión Progresista» de Neiva. En: El Eco del Vaticano, Núm.
278, Garzón. (8, Febrero, 1917); p. 1065-1080. (Archivo de la Diócesis de Garzón).
2
GAITAN USECHE, Anselmo. Periódicos del Huila. Rojas Garrido redactó uno de los
primeros periódicos editados en el Huila. En: El Tiempo, Núm. 10.000, Bogotá. (30, Julio,
1939); sec. 2, p. 23, 24.
218 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
Anexo 1
Es verdad que ningún hombre puede dar el primer paso hacia Dios
sin un auxilio divino llamado vocación o llamamiento, que consiste
en una luz que ilumina y conforta al hombre para que crea en Dios,
en su justicia, en su misericordia y en todo cuanto Él se ha dignado
enseñarle o revelarle. Y como Dios no quiere la perdición de nadie,
sino que todos se conviertan y vivan, es certísimo que Dios concede
a todos los hombres esa luz o llamamiento, al cual todos están
220 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
No hay cosa pues que deba el hombre estimar más que la fe; no
hay otro bien para cuya conservación y aumento deba esforzarse
con más empeño. Decimos aumento porque, aunque la fe no es un
bien que pueda adquirirse ni aumentarse con solas fuerzas
humanas, sino que es un dón gratuito, infuso en nuestra alma por
el Espíritu Divino que se nos da en el Bautismo, sin- embargo, en
nuestra mano está ejercitarnos en esta virtud y obtener su aumento
por ese ejercicio y nuestros ruegos, mediante la gracia de Dios.
Debemos pues desear ardientemente y pedir al Señor como los
Apóstoles que nos aumente la fe (S. Lucas, XVII, 5). Es verdad que
a este deseo y ejercicio somos refractarios, porque el pecado que
cometieron nuestros primeros padres, con el cual nacemos, es
precisamente la incredulidad: el demonio nos contagió con su
perfidia, con la cual se negó a creer y obedecer las palabras del
Creador, e hizo que Adán y Eva dejasen de creer a Dios, suma
verdad, y le creyesen a él, padre de la mentira. Debemos pues
imitar al padre del lunático del Evangelio (S. Marcos, XI, 16 y sigs.)
quien con humildad, aunque con deficiente fe, pedía el remedio
de su hijo, y al oír de los labios del Redentor que la condición
necesaria para ello era la fe, y que nada había imposible para el
que verdaderamente creyese, suplico postrado y con lágrimas al
Señor que le diese esa fe que aún le faltaba, y con esa humilde
súplica obtuvo el cumplimiento de sus deseos.
El apetito de la injuria / 221
Y debemos hacerlo así con tanto mayor razón cuanto que, además
de nuestra personal dificultad, tenemos nuestra fe rodeada de
terribles enemigos y peligros externos, de suerte que, si es
sobrenatural y prodigiosa la infusión de ella por el Espíritu Santo
en nuestra alma, no lo es menos su conservación y aumento.
II
III
Sostiene que sin creer en Dios y sin practicar deberes ningunos para
con Él, puede perfectamente el hombre ser bueno y recto, y que al
contrario, la idea de Dios y de que existan deberes para con Él, son
prejuicios absurdos que se oponen a la recta formación y educación
del hombre. Según esto, para el Dr. Gaitán Dios no es bueno, ni es
origen de nada bueno, sino al contrario: para el Dr. Gaitán Dios es
malo y origen de lo malo! Qué horror!
IV
Con esta ocasión habla de varios dioses, del Dios de los católicos, del
Dios de cualquiera de las religiones teístas, y afirma (n. 57) que no es un
error hablar de religiones sin Dios que son verdaderas religiones
porque ligan al hombre con la naturaleza.
VI
existe sin que nadie la haya hecho existir. En este mundo-dios del
Dr. Gaitán es pues una misma e idéntica cosa la verdad y el error, y
nuestra inteligencia se alimenta lo mismo con éste que con aquella.
VII
VIII
IX
4. Si alguno dijere que las cosas finitas, tanto las corporales como
las espirituales, o al menos las espirituales, han emanado de la
divina sustancia;
XI
XII
XIII
XIV
1º
2º
3º
XV
XVI
Todos los fieles mayores de veintiún años que sean capaces por su
salud y estado:
ESTEBAN
OBISPO DE GARZON
Anexo 2
CONSIDERANDO:
DECRETAMOS:
Octavio Hernández R.
Pbro. Secretario
El apetito de la injuria / 235
Anexo 3
Recién pasada la guerra de los mil días vine por primera vez a este
departamento, a Neiva, cuando todavía hacia parte del Tolima. No
se publicaba aquí periódico ninguno. Escribí alguna o algunas
236 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
En una sesión del Senado, en 1920, durante una discusión que tuve
con el doctor José Joaquín Casas, leí algunas de esas publicaciones
periodísticas, que dejaron escandalizados a mis colegas, tanto
liberales como conservadores. Al día siguiente el senador Aquilino
Gaitán me exigió que le facilitara, con carácter devolutivo, los
papeles leídos en la sesión anterior, para que los leyera el Superior
de una comunidad religiosa que se negaba a creer en la autenticidad
240 / Juan Carlos Acebedo Restrepo
«La Tenaza» fue fundada por el señor Reynaldo Matiz, y «El Radical»
por el doctor Roberto Scarpetta Durán y don Arcadio Perdomo y
Serrano. Ambos periódicos eran liberales, pero empeñáronse en
lucha de carácter personal en la cual intervino desde las columnas
de «El Radical» Ramón Alvira Durán. Como consecuencia de la
agresividad de esta lucha sobrevino la muerte del señor Matiz a
manos del señor Perdomo. Este fue absuelto. Yo me hallaba en
Bogotá desde varios meses antes del deplorable suceso. Y sin
embargo, casi quince años después, el año pasado, un
radioperiódico de Bogotá y un cronista de «La Razón» informaron
que yo había sido llamado a juicio por la Corte Suprema como
responsable en la muerte del señor Matiz. La oportuna y terminante
rectificación de la «La Razón» puso fin a la absurda y malévola
información.
ANSELMO GAITAN U.