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Lic. Rodrigo Medina de la Cruz
Gobernador Constitucional del Estado de Nuevo León

Lic. J. Aurora Cavazos Cavazos


Secretaria de Desarrollo Social

Carmen Junco de Garza T.


Coordinadora General de los Festejos del Bicentenario
de la Independencia de México
y Centenario de la Revolución Mexicana.

Dra. Bertha Alicia Garza Elizondo


Directora de Atención a Grupos Vulnerables
Secretaría de Desarrollo Social

Lic. Antonio Guerrero Aguilar


Asociación Estatal de Cronistas Municipales
de Nuevo León, “José P. Saldaña”, A.C.
Presidente Mesa Directiva 2010-2012

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Edición y Compilación
Lic. Rosa Carmen Romero Terrazas

Diseño
Mauro Machuca

Entrevistas y transcripción de testimonios


Belinda Morales Montemayor, coordinadora.
Elvia G. Leal Gutiérrez
Brenda Sánchez Flores
Cecilia Silva Saldaña
José Iván Leija Flores
Elica Yadira Solís Lira

Derechos Reservados
“100 años, 100 anécdotas” es propiedad de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado de Nuevo León. Ninguna parte de esta obra
puede ser reproducida o transmitida, mediante ningún sistema o método, electrónico o mecánico, sin el consentimiento por escrito de
esta Secretaría.

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Índice

Mensaje del C. Gobernador del Estado de Nuevo León


Lic. Rodrigo Medina de la Cruz 9

Presentación de la Secretaria de Desarrollo Social


Lic. J. Aurora Cavazos Cavazos 11

Introducción
A nombre de los cronistas de Nuevo León,
Antonio Guerrero Aguilar, Presidente de la Asociación Estatal
de Cronistas Municipales de Nuevo León, “José P. Saldaña”
y Cronista de la Ciudad de Santa Catarina 13

I) La Revolución Mexicana 13

II) La Revolución en Nuevo León


• Los enfrentamientos 13

III) Las fechas de la Revolución en Nuevo León 20

100 años, 100 anécdotas: testimonios 21



1) La vida cotidiana 23
2) La niñez y la educación 29
3) El trabajo 35
4) La pobreza 41
5) La alimentación y la salud 47
6) Las luchas revolucionarias y los revolucionarios 53
• La vida por un centavo 54
7) Más que una anécdota, su presencia 72
• Seleccionados por el H. Congreso del Estado de Nuevo León 74
Adultos mayores en Nuevo León: indicadores 75
Centenarios participantes 78
Biografía de José P. Saldaña 83
Cronistas 85
Anexo fotográfico 89
Glosario 105
Bibliografía 107

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Mensaje

E l Gobierno del Estado se ha comprometido junto con la sociedad en lograr el desarrollo


de Nuevo León, apoyando a los grupos vulnerables y mejorando la calidad de vida de
todos sus habitantes.

Ante esto la administración que encabezo, emprendió una tarea de organizar la gestión
gubernamental en torno a estrategias, objetivos y metas consistentes con las necesidades,
las aspiraciones y los intereses de los nuevoleoneses.

En el sector social se está trabajando en muchas acciones, una de ellas, fue el asumir el
compromiso de fortalecer los programas de apoyo a los adultos mayores, motivo por el
cual se incrementó la aportación que reciben, de 500 a 700 pesos mensuales.

Pero mi Gobierno, sabe bien que las personas de la tercera edad no sólo requieren cubrir
necesidades materiales, sino también aquellas que enriquezcan su ser a través de la cultura
y la convivencia sana.

Por eso en el marco de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la


Revolución Mexicana, generamos un programa que permitió que 113 adultos mayores, se
dieran cuenta qué tan importantes son; y motivó un ejercicio de integración con su familia
al compartir sus vivencias y anécdotas con la sociedad.

Por eso aplaudo la publicación de esta obra, 100 años, 100 anécdotas, que es un ejemplo
de las acciones que dignifican y enaltecen a quienes han trabajado tantos años en la
construcción de Nuevo León.

Lic. Rodrigo Medina de la Cruz


Gobernador Constitucional del Estado de Nuevo León.

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Presentación

N uestro país está conmemorando dos acontecimientos muy importantes el Bicentenario


de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana, que nos
han permitido reflexionar sobre la nación que queremos dejar a nuestros descendientes.

Para contribuir a dichos festejos, el Gobierno del Estado de Nuevo León, a través de la
Secretaría de Desarrollo Social y de la Coordinación Especial que se instituyó para tal
efecto, convocaron a las familias de Nuevo León a participar en el programa 100 años,
100 anécdotas, con el objetivo de ofrecer a personas centenarias un espacio para recordar,
reflexionar, narrar sus anécdotas y experiencias de vida sobre la Revolución Mexicana.

En dicha invitación cumplieron con las bases de la convocatoria 113 adultos que cumplían
100 años o más hasta el 20 de noviembre del año 2010, y a quienes se acordó en rendir un
sentido homenaje, a través de la publicación de un libro y un documental en video, con sus
experiencias y anécdotas de vida. A esta publicación sumamos el esfuerzo que realizó el H.
Congreso del Estado que invitó a la comunidad a inscibir a centenarios en una convocatoria
similar.

Las inscripciones, entrevistas y transcripciones de testimonios se realizaron a través de la


Dirección de Grupos Vulnerables y Participación Social de esta Secretaría, quien además
logró crear un ambiente de integración entre las familias, quienes se sentían motivados por
esta convocatoria.

Las vivencias de estos centenarios reunió a equipos de grabación y a sus familias, quienes
escucharon testimonios que quizás nunca han sido leídos en algún libro, porque representan
el sentir personal de quien fue testigo de una época difícil para un país que estaba en
formación.

Una nación que ha aprendido, que no es a través de las armas o la violencia con la que
se construye un país con igualdad de oportunidades para todos sus habitantes, sino con
mayores conocimientos, cultura y educación.

Confío en que esta obra sea de utilidad para los investigadores y que a los lectores les
permita tener una opinión más amplia de la Revolución Mexicana.

Lic. J. Aurora Cavazos Cavazos


Secretaria de Desarrollo Social del Estado de Nuevo León.

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Porfirio Díaz.

Venustiano Carranza.

Francisco I. Madero.

12
Introducción
I.- La Revolución Mexicana
En 1877 don Porfirio Díaz llegó por fin al primer cargo político de la nación, después de dos
fallidas revoluciones: la de la Noria en 1871 en contra de las reelecciones de Benito Juárez
y la de Tuxtepec el 21 de marzo de 1876 en contra de Lerdo de Tejada. En buena parte, Díaz
obtuvo lo que anhelaba gracias al apoyo de caciques y caudillos que mantenían el control
político en sus respectivos estados y regiones.

La Revolución Mexicana comprende muchas etapas que tienen una delimitación temporal
y que están focalizadas en acciones que se dieron preferentemente en Chihuahua, Coahuila,
Zacatecas, Durango, Guanajuato, Nuevo León, Tamaulipas, Ciudad de México, Veracruz y
Morelos. Aunque también ocurrieron eventos propios de la revolución en otras entidades,
no fueron tan continuos y recurrentes como los que se dieron en los lugares ya señalados.

II.- La Revolución en Nuevo León


En Nuevo León, don Porfirio Díaz, tenía el apoyo de Jerónimo Treviño y Francisco Naranjo,
quienes delegaron su influencia en la figura de don Genaro Garza García.

Pronto este grupo rivalizó con otro, encabezado por don Lázaro Garza Ayala, héroe de la
Reforma y distinguido militar que estuvo a las órdenes de Ignacio Zaragoza. De esa manera,
entre 1870 y 1885, uno y otro grupo se sucedían en la gubernatura de Nuevo León. Y con
la intención porfiriana de pacificar al país a costa de lo que sea, hábilmente enfrentó a los
dos grupos para que se desgastaran y finalmente apoderarse del control de una región que
comenzaba su empuje industrial y comercial. Para ello puso al general Bernardo Reyes
como gobernador interino y comandante militar de Nuevo León entre 1885 y 1887. En el
lapso de 1887 y 1889 fue gobernador del estado don Lázaro Garza Ayala, mientras que don
Genaro Garza García se había confinado al ostracismo político en Villa de García.

Luego Reyes regresó en 1889 y no se fue hasta 1909, exceptuando


un periodo correspondiente entre 1900 y 1902 que fue Gobernador
del Estado, el linarense Pedro Benítez Leal, pues tuvo que atender
la cartera del ministerio de Guerra en el gabinete de don Porfirio.

13
Introducción

Con don Porfirio en la presidencia y con don Bernardo en la gubernatura, la inversión


extranjera encontró en Nuevo León un óptimo espacio para establecer sus proyectos
económicos. Muchos municipios de Nuevo León se beneficiaron con esta participación que
hizo posible la producción minera, agropecuaria e industrial en considerable proporción.
Como había dinero circulante, nacieron los bancos de Nuevo León en 1892 y el Mercantil
en 1899.

Precisamente don Porfirio estuvo unos días en Monterrey a fines


de 1898, en donde se dedicó a visitar fábricas, inaugurar obras y a
mantener contacto con las élites económicas de la entidad. En esa
estancia don Porfirio le dijo a Bernardo Reyes: “General Reyes, así
se gobierna: así se corresponde al soberano mandato del pueblo”.

Para muchos, esas palabras ponían a don Bernardo en la antesala de la Presidencia de


la República. Y en efecto, en la última etapa del porfiriato se formaron dos grupos que
buscaban el poder: los científicos encabezados por el ministro de Hacienda don José Yves
Limantour y los reyistas promovidos por el mismo gobernador de Nuevo León.

Había crecimiento económico a la par de obras de desarrollo e infraestructura social. No


obstante, muchos sectores permanecían rezagados de los beneficios que el viejo régimen
proporcionaba; a decir de ellos, llegaba sólo a unos cuantos.

Se sabe que en esa época surgieron grupos rebeldes en el oriente de Nuevo León encabezados
por Mauricio Cruz y en el norte, un bandolero de nombre Juan Rodríguez apodado “El
Coyote”, mantenían intranquila a las respectivas poblaciones. Para ello establecieron las
famosas “acordadas” formadas por grupos civiles al amparo del gobierno para erradicar el
bandolerismo y todo tipo de descontento social. Por ejemplo, hubo una manifestación en
1903, en donde se notó el clima de tensión y animadversión en contra del porfiriato y que
por lo mismo fue disuelta a balazos y a golpes.

La primera década del siglo XX estuvo marcada por tragedias no sólo provocadas por los
ánimos sociales y políticos, en 1898 hubo una epidemia de fiebre amarilla que se repitió en
1903 y los veranos trajeron muchos calores pero a la vez lluvias que dejaban paralizadas a
las municipalidades, preferentemente la de 1909 que provocó fuertes pérdidas humanas y
materiales que lamentar.

Lo que don Porfirio hizo en el plano nacional, don Bernardo lo aplicó en el plano estatal; al
mantener el control de los puestos de elección popular a través de los denominados clubes

14
Introducción

del Partido de Unión y Progreso, que en los municipios eran dirigidos por caciques afines
a la política oficial quienes ocupaban los cargos de alcaldes y regidores que se reelegían o
alternaban en el poder.

Don Bernardo Reyes dejó la gubernatura al general José María


Mier el 24 de octubre de 1909, quien a su vez le entregó el cargo al
Lic. Viviano Villarreal en 1911 quien ocupó el puesto hasta 1913.

Al iniciar la Revolución Mexicana el 20 de noviembre de 1910 con el Plan de San Luis, la


situación política en Nuevo León guardaba todavía ciertos resabios reyistas, aun y cuando
el general Bernardo Reyes había dejado la gubernatura en 1909. Desde el punto de vista
económico, Monterrey había sido escenario de una segunda revolución industrial que inició
con el establecimiento de la cervecería en 1890, lo cual dio origen a un grupo empresarial,
que no dependía tanto de la agricultura, la ganadería y la minería que aun era importante
en casi la totalidad de los municipios de Nuevo León.

Muchos pensaron que el movimiento maderista sería muy bien recibido cuando se
proclamó el Plan de San Luis, pero muchos clubes de afiliación reyista y simpatizantes
del viejo régimen lo vieron con recelo. La familia Madero mantenía nexos con grupos
empresariales y políticos de la entidad. Por ejemplo, su tío, el Lic. Viviano L. Villarreal
quien había gobernado al estado entre 1879 y 1881 y luego de 1911 a 1913. En donde si
tuvo aceptación, fue en las clases medias y bajas que buscaban un cambio a las situaciones
sociales imperantes que les negaban posibilidades de acceder a las oportunidades que el
porfiriato pregonaba que se habían alcanzado.

Madero estuvo en Monterrey en plena campaña en junio de 1910. Por rebeldía fue
aprehendido y confinado a San Luis Potosí. Dicen que uno de sus principales oradores
Roque Estrada, estaba dirigiendo discursos cada vez más alzados de tono, por lo que fue
aprehendido en Monterrey. Madero solidariamente pidió ser encarcelado junto con él en
la penitenciaría de Monterrey para luego ser llevados a San Luis Potosí. Cuando escapó
de ahí, vino a Monterrey, en donde se ocultó en la casa de su tío Viviano L. Villarreal; una
casona que aun está enfrente de la Alameda Mariano Escobedo, sede de la rectoría de la
Universidad Regiomontana. Al año siguiente cuando Madero ya era presidente, el trato
hacia él cambió radicalmente. Durante la presidencia de Madero, el crecimiento económico
de la región continuó pero a marchas forzadas.

A la caída de Madero en febrero de 1913, en Coahuila surgió la reacción contraria al


Presidente Victoriano Huerta, pues en Ramos Arizpe, Coahuila se proclamó el 26 de marzo
de 1913 el Plan de Guadalupe. También Carranza mantenía nexos con Nuevo León, pues

15
Introducción

había nacido cuando ambos estados formaban una sola entidad y por parte de su mamá,
tenía sus raíces en Villa de García.

Victoriano Huerta nombró como Gobernador del Estado al Lic. Salomé Botello quien tomó
posesión el 24 de marzo de 1913. Originario de Villaldama, recibió abiertamente el apoyo
de los grupos empresariales. Sólo el alcalde de Monterrey, don Nicéforo Zambrano se opuso
a él, por lo que fue aprehendido. Una de las cosas que hizo don Salomé Botello fue la de
organizar un grupo llamado la Defensa Social de Monterrey, conformado preferentemente
por empleados de las empresas y principales casas comerciales y obreros de las industrias
para que actuaran como grupo paramilitar y defendiera los intereses oficiales, como de los
particulares.

Muchos de los recursos y artículos de primera necesidad que se requerían, fueron


conseguidos gracias al apoyo de la Cámara de Comercio de Monterrey, de las principales
industrias y de los gremios de médicos, maestros y abogados. Cuando cayó el usurpador
Huerta, militares identificados con Carranza y que eran originarios del norte del estado,
como Antonio I. Villarreal, Pablo González y Fortunato Zuazua, van a mantener el control
militar y político de la región noreste.

Los enfrentamientos
Tiempos difíciles sin duda alguna. La mayoría de las escuelas estaban cerradas. Pocos tenían
acceso a la educación primaria y muchos menos a la educación secundaria y profesional.
Los habitantes de las zonas rurales de nuestros pueblos se dedicaban a la agricultura,
la ganadería y a la minería como pequeños propietarios. Monterrey aun contaba con el
impulso industrial que desde tiempos de Vidaurri, Garza García y Bernardo Reyes habían
promovido.

Ciertamente los movimientos armados de la Revolución Mexicana detuvo el crecimiento


industrial, obligando a los empresarios a trasladarse a los Estados Unidos. Como la Iglesia
mantenía una fuerte presencia, los grupos carrancistas se dedicaron a hacerle la vida
imposible a los ministros: algunos templos fueron incendiados y hasta destruidos, tal es el
caso del templo franciscano de San Andrés, que estaba en el cruce de Ocampo y Zaragoza
fue completamente derrumbado. Monterrey perdió su joya arquitectónica más antigua e
importante de la época colonial.

Los días de mayor tensión en el estado fueron el 23 y 24 de octubre de 1913. Algunos


municipios como Mina y Salinas Victoria ya estaban tomados por los carrancistas. El 22
de octubre de ese año se enfrentaron los carrancistas contra los últimos reductos fieles a
Huerta en el Topo Chico. Fue cuando los carrancistas se apoderaron de la cervecería y se
tomaron todo el producto que encontraron.

16
Introducción

Monterrey estaba defendida por una fuerza de mil 700 hombres que le hicieron la vida
imposible a Pablo González, quien finalmente optó por la retirada, dejando una estela de
destrucción y muerte. En los cables de luz y telégrafos quedaron decenas de carrancistas
ahorcados. Muchas casas tenían las huellas de los orificios provocados por las balas y se veía
a muchos cadáveres regados por doquier. Finalmente el 23 de abril de 1914 los carrancistas
se hicieron de Monterrey, quedando como Gobernador del Estado don Antonio I. Villarreal.

Entonces las tropas fieles al Plan de Guadalupe entraron a Monterrey para ocupar la plaza.
Cuando pasaron por el Palacio de Gobierno vieron desde un balcón la bandera de los Estados
Unidos. Era la habitación en la cual el Gobernador del Estado tenía confinado al cónsul de
los Estados Unidos en Monterrey, don Phillip Hanna en señal de rechazo por la presencia
de las tropas norteamericanas en el puerto de Veracruz.

Las tropas huertistas debieron salir con rumbo a Saltillo y para no


encontrarse con los enemigos, se aventuraron a cruzar la Sierra
Madre por el Cañón de Santa Catarina. Iban cerca de tres mil
hombres, con ocho cañones y varias ametralladoras al mando de
Wilfredo Massieu. Las últimas batallas entre ellos se dieron en
Guadalupe y Santa Catarina.

Ya como gobernador, Villarreal se cobró todas las simpatías que la Iglesia tuvo por el antiguo
régimen. Todos los sacerdotes fueron expulsados de sus templos y quedaron prohibidos
los oficios litúrgicos. Por ejemplo en Cerralvo, David G. Berlanga entró al templo de San
Gregorio, juntó todas las imágenes y les prendió fuego. A la única imagen que no quemó
fue la de un crucificado que lanzó de cabeza a una noria. Un coronel de apellido Garza Siller
al pasar por el pueblo de Ciénega de Flores, mandó sacar al crucifijo de madera y lo fusiló.
Villarreal se dedicó a destruir muchos bienes pertenecientes a la Iglesia, especialmente el
del templo franciscano de San Andrés situado en el cruce de Ocampo y Zaragoza, el edificio
colonial más antiguo de Monterrey.

También enfrentó a los empresarios que habían mostrado afinidad hacia Salomé Botello e
incautó bienes a los principales hombres que apoyaron al huertismo en Nuevo León. El 10
de junio de 1914, Pablo González impuso una fuerte multa a la Cervecería Cuauhtémoc,
por lo que el cónsul de los Estados Unidos Phillip Hanna hizo un reclamo para evitar
dañar la participación que los extranjeros mantenían en la empresa. A lo que Pablo A.
González le contestó que era una empresa mexicana y que como tal debía estar sujeta a las
autoridades del país. Y más cuando se decía que sus dueños habían apoyado a Porfirio Díaz
y a Bernardo Reyes.

17
Introducción

Es probable que Carranza estuviera en al menos dos ocasiones en Monterrey. La primera


el 25 de junio de 1914. Durante su estancia se quedó en una de las casas del cerro del
Mirador y en Monterrey en la casa del Lic. Eugenio Castillón. Carranza estuvo otra vez
en Monterrey entre el 13 y 19 de octubre de 1914. Fue bien recibido por los empresarios,
quienes le hicieron una comida en la Quinta Calderón. No obstante al recibimiento que le
habían dado, amenazó a los principales invitados con fusilarlos por apoyar al régimen del
traidor Huerta.

Por estas fechas, después de la Convención de Aguascalientes se da el rompimiento


entre los ejércitos de Villa y Zapata en contra de Carranza, a quien desconocieron como
primer jefe del ejército constitucionalista. De nueva cuenta la región fue escenario de los
enfrentamientos entre la famosa División del Norte y la aguerrida División del Noreste.
Finalmente los carrancistas entregaron la plaza y se fueron a algunos lugares de Coahuila
y Tamaulipas en donde esperaron la oportunidad de enfrentar de nueva cuenta a los
villistas. Quienes se hicieron cargo de la autoridad en la capital, fueron los de la Cámara de
Comercio de Monterrey. Fue cuando se dice que en una cantina de Monterrey, los villistas
compusieron unos versos en contra de los carrancistas, pero con música de una canción
muy antigua llamada La Cucaracha.

Las tropas de la División del Norte del General Felipe Ángeles entraron a Monterrey el
15 de enero de 1915, y quedó como Gobernador. Para defender la ciudad se dispuso que
el general Máximo García con dos mil efectivos se apostaran en la Loma de Armendaiz al
norte de Monterrey. Un oficial del Estado Mayor se quedó en el Obispado, mientras que el
general Herón González allá por el rumbo de la cervecería. De la cervecería con rumbo a
la Fundidora, la famosa brigada Bracamontes estableció una línea de franco tiradores. Así
quedó protegida la ciudad de Monterrey por sus cuatro costados para evitar el ingreso de
los carrancistas. También envió tropas a Cadereyta, Ramones, Villaldama y otros lugares.
No obstante dejaron sin protección el camino al Huajuco y los accesos a Santa Catarina
pues mantenían el control de Saltillo y de Torreón y porque pensaron que la misma sierra
les pondría el alto.

En una de ésas, allá por el rumbo de Fundidora atraparon a una mujer disfrazada de hombre,
con un nombramiento de teniente expedido por Pablo A. González. Traía una pistola y
un frasco con unas pastillas de veneno, con la que supuestamente se dijo quería matar a
Felipe Ángeles. El 6 de febrero, las tropas de Pablo A. González atacaron a Monterrey,
pero fueron rechazadas por una fuerza al mando del general Felipe Ángeles que se habían
apostado en Fundidora. El 15 de febrero delegó la comandancia militar y la gubernatura a
Raúl Madero, hermano de los mártires Francisco y Gustavo.

Francisco Villa llegó a Monterrey con el grueso de la División del Norte el 13 de marzo de
1915, para dejar la ciudad el día 19 de ese mes. En este periodo existen algunas anécdotas

18
Introducción

en torno a la estancia de Villa en Monterrey. Finalmente los villistas fueron empujados


por los carrancistas para dejar la ciudad. Los villistas se fueron a Icamole, perteneciente a
Villa de García, en donde se enfrentaron. Ahí en Icamole, la División del Norte sufrió otra
de sus peores derrotas.

Las fuerzas del general Felipe Ángeles se apoderaron de Saltillo el 6 de enero de 1915. Una
vez que comieron y descansaron, Villa dispuso que una partida de 50 hombres marchara
con rumbo a la hacienda San José para ver si había grupos armados. Ahí en Ramos Arizpe
después de una batalla en la que triunfaron, se hicieron de los archivos de Antonio I.
Villarreal y de Eulalio Gutiérrez. Aparentemente en la hacienda San José había estado
toda la llamada División del Noreste. Cuenta el rumor de que en uno de los vagones donde
dormía don Antonio I. Villarreal había ropa íntima de mujer y comenzaron a burlarse los
villistas, difundiendo que Villarreal, era quien en realidad las usaba.

Por estos días corrió el rumor que las fuerzas al mando del general carrancista Luis
Gutiérrez, hermano de don Eulalio Gutiérrez, quien había sido nombrado Presidente de
México por la Convención de Aguascalientes, pretendía atravesar la sierra de Arteaga hasta
Santa Catarina con un contingente compuesto por 2 mil hombres, con la intención de atacar
a Monterrey. Por lo que el general Felipe Ángeles, con la intención de detener la marcha
de esa considerable fuerza, pidió al coronel Jesús Aguilar González y a Roberto Morelos
Zaragoza su disponibilidad para esperarlos en la entrada del Cañón de Santa Catarina.

Ellos, con cien hombres y dos metralletas se quedaron esperando al


ejército de Luis Gutiérrez, que al fin de cuentas no llegó. Durante la
espera, los del contingente al mando de Jesús Aguilar, vieron pasar a
unas cabras, mataron a unas e hicieron barbacoa con ellas y pidieron
a las mujeres que vivían en los alrededores que les prepararan unas
tortillas y una salsa con la que se comieron la carne de las chivas
viejas. Como no pasó nada se regresaron a Monterrey todos llenos
y contentos.

A nombre de los cronistas de Nuevo León,


Antonio Guerrero Aguilar
Presidente de la Asociación Estatal
de Cronistas Municipales de Nuevo León
“José P. Saldaña” y Cronista de la Ciudad de Santa Catarina.

19
Introducción

III.- Las fechas de la revolución en Nuevo León


n 1909.- La disidencia organiza reuniones clandestinas en contra del Presidente Porfirio
Díaz.

n 1909.- Se registra una inundación en Monterrey que provocó fuertes pérdidas


humanas, mientras el Gobernador del Estado, el General Bernardo Reyes se
encontraba en Galeana.

n 1910.- Francisco I. Madero visita Monterrey para hacer proselitismo para su


candidatura a la Presidencia de la República.

n 1911.- Pablo de los Santos inició una rebelión armada en Sabinas Hidalgo, Vallecillo,
Bustamante, entre otros municipios.

n 1911-1913.- Asume la Gubernatura de Nuevo León, Viviano Villarreal.

n 1913.- Toma posesión como Gobernador de Nuevo León, el Lic. Simón Botello, quien
fue impuesto por Victoriano Huerta.

n 1913.- Los carrancistas toman Salinas Victoria y Mina

n 1914.- Asume la Gubernatura del Estado, Antonio I. Villarreal, quien era apoyado por
Pablo A. González y Fortunato Zuazua.

n 1914.- Pablo A. González, impone una multa a Cervecería Cuauhtémoc, situación


que provocó la inconformidad del entonces cónsul de los Estados Unidos,
Phillip Hanna.

n 1914.- Venustiano Carranza visita en dos ocasiones Monterrey.

n 1914.- Se rompen las relaciones entre Francisco Villa y Venustiano Carranza, el


primero decidió tomar posesión de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

n 1915.- El General Felipe Ángeles entra a Monterrey con su División del Norte y se
convierte en el Gobernador de Nuevo León.

n 1915.- Llega Francisco Villa a Monterrey.

n 1917.- Se instaló el Congreso Constituyente de Nuevo León.

20
100 años, 100 anécdotas: testimonios

“Déjalo hablar…porque hay en su pasado un tesoro


lleno de verdad, de belleza y de bien”.

Autor desconocido

El Gobierno de Nuevo León, a través de la Secretaría de


Desarrollo Social, rinde un merecido homenaje a 113
adultos mayores, por ser forjadores de trabajo, solidaridad
y justicia. Los centenarios a través de sus vivencias, relatos
y anécdotas de vida nos muestran a un México y a un
estado de Nuevo León, cuyos habitantes han luchado por
tener acceso a la educación, a la salud, a un mejor trabajo
y a vivir en ambientes en donde no sólo haya generación
de riqueza, sino también valores, cultura y armonía con la
naturaleza y las personas.

Los testimonios aquí reunidos conservan la forma de


expresarse y las palabras de mujeres y hombres que
nacieron en Nuevo León, así como de otros estados de
la república, quienes por diversos motivos crecieron y
formaron su familia en nuestra entidad.

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22
La vida cotidiana

R egistrar la forma de vida de un pueblo es muy valiosa porque fortalece los valores,
pues es muy probable que por el paso del tiempo y un descuido de quienes estamos
obligados a reafirmarlos, éstos pasen al baúl de los recuerdos.

Vienen a mi memoria las pláticas de nuestros abuelos en las que señalaban el gran respeto
que los jóvenes tenían hacia los mayores y gracias a la historia oral, a ésa que va de
generación tras generación, nos damos cuenta que ellos no se atrevían a levantarles la
voz, a contradecirlos, a enfrentarlos con una mirada y mucho menos a desobedecer algún
mandato.

Y cómo no mencionar cuando una persona moría: los dolientes, acompañando al cuerpo
para el servicio religioso, generalmente no utilizaban la carroza, ésta únicamente abría
paso al cortejo, ya que familiares y amigos más cercanos llevaban en hombros el féretro,
quienes se iban relevando cada cien metros aproximadamente.

En Hualahuises, durante el lapso de noviembre a enero, nuestros


antepasados celebraban un significativo acontecimiento conocido
como “las moliendas”, es decir, la temporada que duraba la operación
de moler la caña de azúcar. Menciono el término significativo,
pues era la oportunidad para que las familias convivieran más
estrechamente, observando los grandes montículos de caña que
serían triturados en molinos de madera o de fierro; dichos molinos
eran movidos por un tiro de caballos o de mulas girando en círculo.

Sería difícil escribir sobre todas las costumbres y buenos modales que sirvieron para formar
a nuestros abuelos como unos ciudadanos ejemplares, sin embargo, estamos a tiempo para
rescatar lo que creamos pueda servir a las nuevas generaciones.

Napoleón Nevárez Pequeño


Cronista Municipal de Hualahuises.

23
La vida cotidiana

“No había nada en esos años que yo nací. Tenía unos padres, que no
crea usted que le hablaban como hija, como una corrida de animal,
pero parados en la puerta, ¿qué esperas? métete pa´ dentro. Nosotros
no teníamos esos padres, nosotros no tuvimos padres, tuvimos unos
padrastros, porque los padres nos trataron muy mal, no jueron los
padres de ahora, no hubo escuela, no hubo nada, no hubo dónde
estudiar.”

“Jugábamos en el montón de la masa de nixtamal…a los ocho años… ése era el juego. A
las cuatro de la mañana, estando ajuera, moliendo en el metate, el nixtamal y las bolotas
de masa”.
Ramona Ruiz Banda / Nació en San Luis Potosí; el 11 de marzo de 1903.

“Mi mamá era muy regañuda (sic), no nos contaba nada de chicos,
decía que no debería de andar oyendo las pláticas de personas grandes;
decía: «No mijita tú no debes de andar escuchando pláticas de cosas
grandes».

Elena Hernández Pulido / Nació en el Estado de México.

“Mi papá tenía ganado, teníamos ganado y allá lo cuidábamos. Fui


pastor cuidando las cabritas de mi padre, después acarreando leña y
ya después de joven alcancé a agarrar la cuchara de albañil, también le
hice a la lucha una temporada, ya después estudié radio-técnico. Estuve
estudiando ya después la cuestión de electricidad; ayudé mucho aquí
a mi pueblo como 30 años, sirviendo en cuestión de la luz y teléfonos,
es que yo ayudé mucho aquí a mi pueblo, Dios me dio sabiduría a mi
mente”.

Ventura Martínez Serna / Nació en Hidalgo, Nuevo León; el 12 de julio 1910.

“A puro calzoncillo blanco… andaban en botas o en huarache,


sombreros, unos sombreros semigrandotes… con vaquetas… las
mujeres con sus vestidos largos” .

Ramona Montoya Ortega / Nació en Jalisco; el 22 de abril de 1910.

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La vida cotidiana

“Pues a las muñecas, ya ves que mas antes se usaban mas con
muñequitas de trapo que traía, y ella a jugar con sus demás amiguitas,
sus muñequitas de trapo porque no había muñecas de éstas, que hora
que hay, pura muñequita de trapo que nos hacían, muñequitas de
trapo para jugar, así con sus demás amiguitas, allí ajuerita por ahí en
un rinconcito.”

“Comíamos... figúrese qué, iba mi papá a los magueyes, había tanto


maguey en aquellos años, en aquellos años. Iba a sacar raspa… de
maguey, donde sacaban la agua miel. Iba a sacar la raspita mi papá… pa´ traer la raspita pa´
revolverle mi mamá al nixtamal, para que rindiera la masita, y hiciera sus gorditas con el
agua”.
Sofía Díaz Cruz / Nació en San Juan del Río, Querétaro; el 17 de septiembre de 1910.

“Mi mamá me bajó con una cuartita porque yo andaba viendo a los
viejos. Yo quería ver los caballos, las carrilleras. Mi mamá andaba
escondiéndoles a las hijas grandes. No se llevaron a nadie y mi papá
nunca lo llevaron..., porque mi papá los juntaba a todos los soldados y
les daba de comer y se hacían muchas tortillas y todo y ellos se morían
de hambre allá en los cerros, mi papá era mayor de edad y no le hacían
nada y nunca le hicieron nada.”

“Mi papá sembraba papa, mataban un borrego y secaban las carnes y comíamos carnes
todos los días. Con mi papá nunca pasamos hambres por allá, pero había toda la gente que
no tenía trabajo ni qué comer, por eso se venía mucha gente para acá estas tierras, que no
tenía nada. Pasaba muchas hambres.”

“No había nada de juegos comprados ni nada. Mi mamá nos hacia muñecas de garras y los
rescataba haciendo bracitos y todo, yo era la más chiquilla, yo era la última mujer”.

San Juana Camacho Rodríguez / Nació en la Hacienda de la Palma, Jalisco; el 8 de diciembre de 1908.

“Nomás con mi mamá, porque mi papá falleció cuando ella se retiró de


la… de onde(sic) andaba de… en la que lo dieron de baja en la guerra,
yo no me di cuenta de éso, cosas de ellos”.

María Rafaela González López


Nació en San Luis Potosí; el 13 de junio de 1910.

25
Poema
La vida cotidiana

Plaza, plaza de mi pueblo


plaza llena de recuerdos
de aquella hermosa juventud.

Plaza, cómo me haces añorar aquella serenata


los domingos en la noche,
allá los años treinta
cuando cruzábamos hermosos valses
que todavía vibran mis oídos.

Hermosas notas musicales


mas debía morir por tu amor
morir soñando, viva mi desgracia
ojos de juventud, canción mixteca, quiereme mucho, Ramona.

Añoramos aquella hermosa época


en que circulábamos caballeros en un sentido
y las damas a lado contrario
ahí platicábamos con nuestras novias,
hoy nuestras esposas, convertidas en abuelas.

Los años nos han envejecido


en cambio tú, casa de mi pueblo
nos has rejuvenecido
hoy cuando por ti cruzo,
con mis pasos lentos,
mis manos temblorosas,
llenos de añoranzas,
de aquella hermosa juventud.

Ventura Martínez Serna


Nació en Hidalgo, Nuevo León; el 12 de julio 1910.

26
La vida cotidiana

“De la Revolución no le puedo decir mucho porque mi papá nos llevó a


Estados Unidos, allá la pasamos nosotros; ya cuando pasó nos vinimos
otra vez a México. Mi papá tenía rancho, no había carecías de nada,
había gallinas, marranos, vacas y sembraba”.

María Amparo Rábago Muzquis


Nació en Las Esperanzas, Coahuila.

“Lo principal era ir con los ganaderos. Iban a enterarse de las noticias.
De vez en cuando leían algún periódico que hablaba de la Revolución”.

Felipe Mejía Chávez


Nació en Matamoros, Coahuila; el 23 de agosto de 1908.

“Las mujeres estaban vestidas hasta el huesito, casi la mayoría y


usaban un rebozo en la cabeza”.

Juan Daniel Puente Martínez


Nació en Los Encinos, Zacatecas; en 1910.

“Así traivan a nosotros, vestidos hasta abajo; nos mandaban hacer


vestidos pero abajo. Mire yo cuando me empiezo acordar, como mi
mamá murió, — dicen que murió mi mamá — no la conocí yo bien…
éramos cuatro en la familia y luego cuando tenía yo, ya más grandecilla,
yo me ponían a moler un nixtamal y se me rodaba la mano del metate,
me la daban, me ponía a jalar yo en el metatito, a moler”.

Juana Mata Frías / Charcas, San Luis Potosí; en 1910.

“Con vestido largo y grande el vestido, bien tapadas… todo hasta las
manos. Los hombres pantalones con botones, sombreros y moño en la
camisa”.

Ma. Guadalupe Sifuentes Hernández


Nació en San Luis Potosí; el 13 de octubre de 1908.

27
Fotografía que representa a niños que tenían acceso a la educación.
Fotografía proporcionada por el cronista de Santa Catarina, N. L.; Profr. Antonio Guerrero.

28
La niñez y la educación
en la época de la Revolución

L a educación para los niños y jóvenes, era una de las aspiraciones de los campesinos y
sectores populares, que participaron en la Revolución Mexicana.

Una de las características de la lucha armada era la irregularidad del funcionamiento del
sistema educativo, se reflejaba en que los alumnos tenían que cursar el grado en varias
etapas y escuelas, debido a que se cerraban las escuelas por la llegada de los revolucionarios,
los maestros huían al monte, ante el temor de que se los llevaran los soldados y con
frecuencia abandonaban a sus alumnos.

La educación se componía de primaria elemental y primaria superior,


la mayoría de los alumnos cursaban cuatro años, cumpliendo así la
primaria elemental, nivel educativo único que se ofrecía en el área
rural. Con frecuencia los alumnos terminaban este nivel educativo
a la edad de 14 años, por las interrupciones propias de la Revolución.

Otra razón de la deserción escolar era la necesidad económica de las familias, para que los
hijos menores de edad ayudaran en el trabajo de campo y las niñas en la cocina y en las
labores manuales.

En cuanto a los programas escolares, se daba especial atención a las materias instrumentales,
tales como las matemáticas y el lenguaje. En tiempos de paz, las escuelas se llenaban de
alumnos y obligaban al director a formar varios grupos atendidos por ayudantes.

La asistencia a la escuela era mañana y tarde. Los exámenes eran públicos con sinodales y
en presencia de los padres de familia, no había premios, ni concursos, nada más las fiestas
escolares de fin de año con música, bailables, recitaciones y teatro.

Profra. María Luisa Santos Escobedo


Cronista Municipal de Villaldama.

29
La niñez y la educación en la época de la Revolución

“Mi papá se puso a trabajar en la Cervecería y me puso en la escuela


aquí (Monterrey). Aquí fue donde estudié primero, segundo, tercero
y cuarto año, y entonces el licenciado, el Gobernador de aquellos
años, Bernardo Reyes le dijo a papá que ya cuando se acabó yo creo
la guerra, ya estaba mejor, que se fuera otra vez para Zaragoza, para
haber si la gente se volvía a bajar de los cerros. Que a ver qué hacía,
que pusiera escuela… o a ver qué hacía … y ya fue cuando pusieron
a papá de Gobernador, allá en Zaragoza y fue cuando nosotros de
profesores; yo no estaba recibida y me recibía hasta cuarto año y ya la
gente pobrecita quería que estuvieran los niños, que no se quedaran así, sin estudiar. Así
fue cuando se empezó a componer poco a poco Zaragoza”.

María Guadalupe Camero Tejada


Nació en General Zaragoza, Nuevo León; el 3 de septiembre de 1910.

“Bendito sea Dios y no me quejo, porque nunca tuve un rechazo de


decir que sufrí. Gracias a Dios que no, claro que en esos años no habían
escuelas, colegios costosos, aquí del primer año a sexto.”

“Lo único que me acuerdo era que vivíamos aquí, y que mi papá
trabajaba en la presidencia y como se esperaba que entraran los
revolucionarios en la noche, mi mamá nos llevaba con mi abuelita,
y brincábamos las cercas y así nos íbamos con mi abuelita y nomás
me acuerdo de un señor que mataron cerquita de la otra abuelita, es lo que me acuerdo
y nomás decían, ahí vienen los revolucionarios y corríamos todos y no hallábamos qué
hacer”.

María Guadalupe Villalón Cavazos


Nació en Allende, Nuevo León, el 20 de diciembre de 1909.

“Mi papá tenía la costumbre de decir que tenía un hijo tan trabajador;
uno tenía diferentes valores y siempre platicaba: «Tengo un hijo tan
trabajador.» Teníamos tres bueyes, tres vacas, caballos, burros. Yo
nunca conocí la escuela, yo no sabía qué era la escuela.”

“Había una gripe que le decían gripa en 1917 y en 1918. En 1917 fue
la gripa y el 18 fue la mortandad. Las carrozas las hacían con caballos,
no se daban abasto, nomás las entregaban y vámonos, y los llevaban
a las fosas a taparlas con tierra. Se murieron dos hermanos aquí y no
se dieron cuenta; estábamos recién llegados aquí (Allende), y llegamos
aquí en 1916, un 16 de septiembre no se me olvida”.

Luis Morales Morales


Nació en Charcas, San Luis Potosí; el 27 junio de 1910.

30
La niñez y la educación en la época de la Revolución

“Él sufrió porque él no estudió nada y lo escondían en la Revolución,


dice que inclusive hacían rendir la tortilla con flores de palma”.

Antonio Morales Reyes


Nació en la comunidad de Santa Clara
Galeana, Nuevo León; el 5 de julio de 1908.

“Pues en la escuela, a la bebeleche, a la cuerda, a la matatena, a eso


jugábamos en la escuela”.

Catalina Ordóñez Hernández


Nació en Palaú, Coahuila; el 30 de abril de 1910.

“A pos con piedritas, con pedacitos de plato, juntaba yo con otras


compañeras … y así jugábamos.”

“Pos lo que Diosito les daba, pos sopas y frijoles y así, lo que hubiera,
nopalitos, flores, calabacita, todo naturalito.”

“De aquí de Linares se jue(sic) la mamá de un carrancista, se jue (sic)


y yo vine con mi mamá en un carro. De esto, ¡no mandó mi papá a
bautiza a una niña!, y en la bautizada ya cuando nos juimos(sic), se
cargó a la mamá de uno de ellos, que se iba con mi mamá, que se iba y él se orquetó en el
carro y se jue(sic) y por esa causa ahorcaron a mi papá, porque había dos heridos, ahí de
ese combate, y creían que mi papá sabía de ese combate y ella les dijo, le decía mi papá, que
él no sabía de ese combate, pero él decía que ahí estaba en Linares; le decían que no y lo
ahocaron”.

María Eustolia Aragúz Chávez


Nació el 6 de febrero de 1909.

“De la Revolución, sí yo estaba más mediano, más medianito en la


otra me traiva(sic) de los brazos mi mamá y ella corría y decía: “Mijo
se me va, se me va a caer.” Me platicaba un tío, un tío mío hermano
de mamá”.

Rito Aguilar Cuarenta / Nació en San Luis Potosí, en 1910.

31
La niñez y la educación en la época de la Revolución

“No, pos no jugábamos a nada, mi mamá no nos dejaba. Era puro


trabajo, jugábamos a la ropita, íbamos a traer leña para echar la tortillas
y pos mas antes no había boletos para que te dieran un kilo de maíz.”

“Pos yo nací en 1910 ya cuando la Revolución. Yo tenía como 10 años,


pos … mi mamá nos escondía en una casa de adobe, así nos escondía
como en un subterráneo, para dentro, ahí nos escondíamos porque los
carrancistas se llevaban a las muchachas.”

“Pos andaban en las mulas, en caballos, en las yeguas, con su


cargamiento de maíz pizcaban las vías, en el monte donde se sembraban, iban y pizcaban
y echaban en los costales todo el piloncillo, la calabaza, todo eso cargaban, en la yeguas”.

María Salas Olvera


Nació en Villa de Santiago, Nuevo León; el 14 de agosto de 1910.

“Jugando así con tepalcatillas, con cualquier cosilla que se haya uno
tirada, nomas que esté bonita, con eso anda uno muy gustoso, muy
encarrerao(sic), que miren lo que me hallé, cualquier cosilla que se
haya uno, tepalcatillos, piedritas.”

“Tortillita con a veces con frijolitos, con lo que Dios le daba a nuestros
padres, pos qué más, nopalitos, calabacita, pos es lo que hay en los
ranchos, porque pos se dan nopalitos, calabacitas, florecitas de palma,
muy sabrosas las florecitas de palma, son muy sabrosas y muy
llenadoras”.

Virginia Zapata Mendoza / Nació en San Francisco de las Borregas, Tamaulipas.

“Jugaba con pelotas, con animales, con una reata, correteábamos a


los animales. Cuando entró Carranza se fueron llevando todos los
caballos… se llevaban hasta mujeres y las tierras”.

Lorenzo Carrillo Páramo


Nació en Guanajuato; el 10 de septiembre de 1904.

“No, a mí no me dejaban jugar. Mi padre quería que trabajara. Cuando


tenía diez, siete u ocho años, ya trabajaba yo con un tío”.

José Ortega Castro


Nació en Villa Hidalgo en el Estado de San Luis Potosí; el 19 de marzo de 1910.

32
La niñez y la educación en la época de la Revolución

“A los columpios, a las muñecas”.

Antonia Vega González Nació en China, Nuevo León; el 7 de enero de 1910.

“Cuando era niño jugaba a las canicas o al valero, no recuerdo de lo


que pasaba”.

Armando Blanco Amezcua / Nació en el Estado de Veracruz; en 1910.

“Juagaba a las canicas”

Enrique Saldívar Chapa / Nació en Agualeguas, Nuevo León.

Familia García Castillo, tomada el 5 de mayo de 1912.


Fotografía proporcionada por la cronista de Zaragoza, Profra. Emma Reyna García.

33
Trabajadores que construían la carretera Monterrey- Saltillo, junio de 1928.
Fotografía proporcionada por el cronista de Santa Catarina, N. L.; Profr. Antonio Guerrero.

34
El trabajo

H ace 100 años la actividad económica de la población activa en nuestro estado,


presentaba una marcada diferencia, debido a las facilidades otorgadas en aquella
época para emprender negocios productivos, que no benefició a la mayoría de la población.
En la capital, dominaban los obreros y empleados en decenas de industrias y compañías,
como Fundidora de Fierro y Acero, Cervecería Cuauhtémoc y Vidriera Monterrey, entre
otras. En la generalidad de los municipios, los habitantes se dedicaban a la agricultura y
en menor escala, al comercio y a la ganadería, quienes al desarrollar sus actividades dieron
lugar al surgimiento de la carpintería y la herrería, ya que las carretas para el transporte de
carga eran construidas de madera y con el hierro forjado calzaban las ruedas.

Por ejemplo en el municipio de Allende, en “La Fragua” fabricaban rejas para arados,
azadones, fierros para herrar, herraduras y clavos para proteger las pezuñas de los caballos
y otras herramientas, como picadoras de tabaco, porque en aquel tiempo se cultivaba
esa planta. Las mujeres en sus casas se encargaban del proceso para la elaboración de
cigarros. Para uso común utilizaban la hoja de maíz, pero para ceremonias especiales como
pedimentos o bodas, empleaban papel fino.

La gente creativa aprovechaba los materiales que tenían a su alcance, había alfareros que
producían artículos de barro, principalmente moldes para el piloncillo, tinajas, cazuelas y
comales, algunos fabricaban adobes para construir sus casas, otros curtían la piel de los
animales para hacer correas, coyundas, huaraches y hasta zapatos. Entre las actividades que
realizaban las amas de casa destacaba la elaboración de velas con cera de las colmenas y la
de cardar, hilar y tejer lana de borrego y algodón para confeccionar sobrecamas, colchas,
almohadas y prendas de vestir.

Así vivieron nuestros abuelos hasta después del movimiento


revolucionario, conforme los caminos se extendían de pueblo en
pueblo para unirse a la capital, se fue favoreciendo la economía,
iniciando de manera paralela el florecimiento de la industria y el
comercio, reflejándose en un mayor desarrollo.

Mtra. Lilia Idalia Alanís García


Cronista Municipal de Allende.

35
El trabajo

“Agarraba yo la yunta y andaba trabajando con él. Él sembrando y


yo con la yunta. Le decía yo siempre, déjeme mejor la yunta. Aquí a
mi padrino que iba a ser, aquí mataron al cura que iba a bautizarme,
lo mataron porque me iba a bautizar, yo tenía 18 años y a mi padrino
también lo mataron ahí en la huerta, ahí en la huertita.”

“Nomás un pedazo de tortilla, en ese tiempo ni quién comprara un kilo


y usted sin zapatos y huaraches y mal. Pero una tortilla nomás una y
al otro día vámonos a la labor, como era tiempo de los hacendados, se
hacía lo que ellos querían, como a las ocho volvíamos de vuelta a nuestra casa”.

Brígido Contreras Coronado


Nació en el Distrito Federal; el 2 de noviembre de 1902.

“Como mi mamacita se iba a dejar lo que iba a vender al pueblo, yo era


la que miraba la familia, yo era la que miraba allá la casa, yo era la del
quehacer. Yo para moler — entonces todavía no había ni molinos en
el pueblo — la gente molía pues yo estaba ansinilla(sic) pos me daba
sabe que, que mi mamá llegaba y con calor y todo y a moler, y un día
me puse a lavar el metate, lo lavé bien y luego a moler y a moler. ”

“Sabe que un día mi abuelita estaba haciendo las tortillas en la mañana


cuando dice mi abuelito: «Oye allí vienen … los carrancistas oye.» Le
dijo ella: «Si déjalos que se vayan.» Dice: «No si aquí vienen derecho pa´acá.» En el rancho-
porque mi abuelita vivía en el rancho- estaba cerquita como nosotros ahí, pos nosotros
nos escondíamos allá y mi abuelita en la cocina, porque ahorita se meten a la cocina y
ahorita agarran la tortilla y ahorita se las comieron , pos todavía no salieron los animales
de mi abuelo, tenía su ganadito, ahorita se metieron al corral y sacaron un borrego allá al
patio y ahorita lo mataron. Lo mataron y lo despedazaron y otros haciendo leña por allá,
— pos en los ranchos hay leña — ahorita hicieron leña y lumbre y en el patio, y ahorita
asaron el borrego.”

“Yo ya estaba como de unos 20 años sería, cuando oí decir en el rancho que habían llegado
a pedir la plaza los carrancistas o villistas o sabe qué, pero que habían llegado. Duraron
ocho días en el pueblo, y a los ocho días fueron carrancistas los que se fueron. Salieron
en un camino asina ahí por el rancho. Nos dio miedo, yo me escondí, ya estaba muchacha
grande, nos escondíamos las muchachas, se jueron, se jueron y ya no supe nada. Pero
la semana que estuvieron oí decir, oímos decir los del rancho, que le habían cerrado las
tiendas a los ricos y les habían sacado el maíz”.

Emeteria Coronado Moreno


Nació en Charcas, San Luis Potosí; en 1908.

36
“Porque yo ya tenía entendimiento, ya sabía yo quiénes eran y todo
eso. Yo tendría la edad como de ocho años, ocho o nueve años por
ahí cuando sus villistas — que era sangre de nosotros — pero es que
ellos o esa revolución tenía su sobrada razón, porque ya nosotros ya
no éramos nada para España, entonces en esos tiempos ya éramos
esclavos de ellos; no nos enseñaban más que trabajo, era lo que a
ellos les interesaba mucho, tener peones sin sueldo nomas por la
comidita, enchiladita, o a veces sin chile o a veces sin sal, nomás
tostaditas en las brazas y ándale tómate el jarrito de agua y vámonos
a trabajar”.

Eulogio Cerda Torres


Nació en Aramberri, Nuevo León; el 11 de marzo de 1908.

“Trabajábamos en pos… tallaba en palma”.

Francisco Salazar López


Nació en la Tapona Moreña en Dr. Arroyo, Nuevo León.

“Mi padre era muy pobre, y él salía y nos explicaba que él era vaquero
de los señores ricos de Sabinas Hidalgo. Pos mi estilo es campear,
ensillar un caballo e irme a campear, a buscar a las vacas, cabras, yeguas
que tenían los patrones y se los recogía mi papá.”

“No podían ir nuestros señores al pueblo a traer la nota del


mandado, porque los soldados no los dejaban pasar, no se podían salir.
Aguantábamos hambre y nos echaba mi mamá panes de harina y maíz
y comíamos; mi papá tenía cabras, mataba una cabra, un chivo y eso
nos lo comíamos.”

“En los ranchos sí llegaban, levantaban a mi papá para que los encaminara, para que le
dijeran dónde eran los caminos. Se lo llevaban un día o dos y luego se venía”.

Herminia de León Esparza


Nació en Villaldama, Nuevo León; en 1908.

37
El trabajo

“Me iba a tallar al cerro. Desde niño trabajaba, tallaba lechuguilla”.

Julio Rodríguez Carrizales


Nació en Santo Domingo, en Matamoros.

“Tallar a tallar, pos qué más, no había nada en el rancho que la tierra.
Una vez mi mamá estaba mala de la calentura, taba yo chiquia (sic).
Una vez voy hincada pidiendo a Jesucristo, que me libere a mi madre, a
Diosito lindo, por esa cura, que me libere de mi madre y me concedió.”

“Pos qué frijolitos, nopalitos, pos qué más éramos pobres; ojalá que
aigamos(sic) tenido qué comer, pos no había nada de comer”.

Macrina López Tello


Nació en San Ignacio; el 14 de enero de 1909.

“No había profesión, ahí había sólo trabajo… los niños jugaban a la
pelota, el trompo y a las canicas.”

“El sacrificio que hubo fue mucho, porque ya no se conseguían artículos


para comer, cosas de primera necesidad, como el maíz y el frijol y todo
eso, ya no había qué comer; carne con sal, esa era la comida. Yo tenía
cuatro años en ese entonces”.

Daniel Campos Garza


Nació en la Hacienda el Refugio, municipio de Cadereyta,
Nuevo León; el 27 de marzo de 1910.

“Mi papá era cochero, tenía coche. El paseaba a toda la gente. Mis
hermanas eran muy trabajadoras. Trabajaban en encaje”.

Elisa Garza Sepúlveda


Nació en la Sabinas Hidalgo, Nuevo León;
el 23 de diciembre de 1909.

38
El trabajo

“Trabajando en la agricultura, yo soy agricultor…desde los ocho años;


sembraban algodón y las hacían pacas, después sacaban unas muestras
y lo sacaban para venderlo”.

Manuel Segovia Monsiváis


Nació en Villaldama, Nuevo León; el 15 de diciembre de 1906.

Fotografía: M. M. López. Municipio de Monterrey, N. L.

39
Fotografía: M. M. López. Municipio de Monterrey, N. L.

40
La pobreza

L a revolución mexicana de 1910 está catalogada como la primera revolución social de


América Latina en el siglo XX. La conformaron a la vez una serie de procesos violentos
y de confrontación civil que suponen escenarios complejos difíciles de entender a simple
vista y razonamiento, ya que incluyen dentro de esa complejidad, la transición de un estado
anticuado y terrateniente a un estado moderno, creador de instituciones.

Para los estudiosos de la historia económica, este acontecimiento nacional de hace cien años,
describe el paso de un sistema feudalista atrasado a un sistema capitalista dependiente.

En donde la acumulación originaria del capital se ubica entre los pocos propietarios de las
grandes extensiones y mejores tierras de la República Mexicana. Originando con ello una
incipiente clase agraria adinerada particularmente en las regiones del norte fronterizo con
los Estados Unidos de Norteamérica. Dicha clase social exigía cada vez más su participación
en los espacios políticos y públicos que el porfiriato en su largo período de conformación y
consolidación no reconoció, ni permitió para su ascenso social.

Y fue precisamente esa nueva clase social en ascenso la que permitió


visualizar a las otras muchas clases sociales populares y marginales;
al convocarlas a participar en una revolución, al realizar reiteradas
invitaciones para derrocar a un tirano déspota y autoritario que
envejecido en el poder gubernamental había cerrado todos los
caminos de participación política y social.

Aún cuando Porfirio Díaz, en su largo periodo como Presidente de México, había logrado
desarrollar económicamente al país, gracias al impulso del capitalismo en expansión de los
estadounidenses como vecinos potenciales, de los ingleses y franceses como principales
inversionistas extranjeros; los procesos de desarrollo no fueron iguales ni para todas las
regiones del país, ni para todos los pobladores de la nación mexicana. Cuadros de miseria y
pobreza extrema eran contemplados en todos los lugares de México.

Si bien, durante la época de la guerra independentista o fin del imperio colonial español
en México, la población rebasaba apenas los seis millones de habitantes; la pirámide social
señalaba aproximadamente a cinco millones de población desposeída y marginal.

41
La pobreza

Cien años después, la población a pesar de los consecutivos cuadros de pobreza, sequías,
pestes, epidemias, hambrunas, despojos y las guerras del XIX; podía contabilizarse alrededor
de los quince millones de habitantes. De ellos aproximadamente sólo dos millones eran
propietarios o dueños de los recursos económicos o controladores de las fuerzas productivas.

En el campo, en las minas, en las fábricas, en los talleres, en las


cárceles, en los “presidios” llamados haciendas; se encontraban la
mayor parte de los mexicanos, sometidos totalmente a desarrollar
su fuerza de trabajo sin garantías económicas, políticas y sociales.
Reconociendo a la explotación desmedida como única forma de
vida.

A partir de 1906, cuando se manifiesta la crisis política del porfiriato, la mayor parte de la
población mexicana que era la desposeída y marginada, a través de clubes y organizaciones
políticas planteaban exigencias cada vez más drásticas hacia el régimen dictatorial. Logrando
entre 1910 y 1911 la culminación negociada de la dictadura porfiriana.
Siendo precisamente esa nueva clase agraria norteña adinerada la que inicia, impulsa,
controla y triunfa finalmente en las diversas confrontaciones armadas y que solamente
utiliza a las clases populares y marginales de mexicanos para el logro de ciertos propósitos,
desplazando deliberada y violentamente sus liderazgos.

Aún cuando el desarrollo de México después de terminada la Revolución y durante el siglo


XX, se puede considerar como significativo en diferentes ámbitos, la población mexicana
ha aumentado considerablemente. Sin embargo su desarrollo económico, político y social
no ha logrado cubrir con igualdad y justicia social a todos sus habitantes. Los estándares de
educación y salud pública cada vez se anotan a la baja y las políticas públicas de protección,
bienestar y seguridad social que corresponde al Estado ejecutar, se palpan ausentes y en
muchos casos nulas. De casi 110 millones de mexicanos se dice oficialmente que la mitad
de su población presenta cuadros de pobreza absoluta.

Podemos concluir entonces que pese a las distintas reformas políticas, y económicas;
proyectos, planes y programas de desarrollo social todavía no se logra a plenitud la justicia
social y la igualdad económica de los mexicanos. Las teorías sociales nos enseñan que la
pobreza entre otros muchos factores más, ha sido un detonante importante y causal de las
revoluciones sociales de todos los tiempos.

Maestra Hortencia Camacho Cervantes


Cronista Municipal de Anáhuac.

42
La pobreza

“No comía uno. Los padres, las madres más bien de uno iban al monte
y hasta raíces de nopales nos daban de comer, porque no había que
comer, porque pasaban unos y pasaban otros y se llevaban todo y no
nos dejaban de comer.”

“Villa, Zapata, Obregón y Carranza, no se sabía quién era porque


pasaban un día y luego pasaban otros y uno no sabía ni quién era,
no los podía uno identificar. Las personas grandes ni sabían leer ni
escribir.”

“Eran puras haciendas, los dueños eran españoles. Los curas, el gobierno y los hacendados
nos tenía el pie en el pescuezo, nos tenían muertos de hambre. Yo cuando empecé a trabajar,
de sembrar todo el santo día — con el morral de la semilla, nos pagaban media real, y el
que traía la yunta le pagaban un real — ¿saben cuánto es un real? 12 centavos, a mí me
pagaba seis centavos y el que traía la yunta le pagaban un real, y luego tenía que ir uno a
misa el día domingo a las diez de la mañana a cobrar sus centavos a la hacienda y le daban
a uno, una medida de maíz porque no había pesas, un litro, medio almú y un almú, así le
decían, así de que yo estaba chico pero me acuerdo de todo eso.”

“Luego se vino una enfermedad que le decían el trancazo. A la casa que entrara esa
enfermedad se quedaba sola, se morían todos, quedaba la casa sola. Luego se terminó esa
enfermedad y llegó la viruela; quedaba toda la gente cacariza de su cuerpo, se le podría todo
el cuerpo. ¡Cómo no me voy a acordar de todo eso! Se acostaba uno en el piso como un
perro en un costal, en un petate porque no había cama, no había silla, no había nada. Las
madres de uno hincadas en el suelo moliendo el nixtamal, cómo no me voy acordar de eso,
uno deveras sufrió. Había mucha chinche, mucha pulga, mucho piojo, andaba uno lleno,
era una cosa increíble, de todo lo que me pasó; sí, uno deberás sufrió, ahora casi, casi por
ahí vamos pero antes estaba mal, los curas, los hacendados y el gobierno nos tenían con la
pata en el pescuezo.”

“Andaba uno con calzón de manta, camisa de manta y una faja azul o roja que le daba
vuelta al calzón; huaraches que era de suela, uno mismo los hacía; compraba uno la suela,
ponía el pie, marcaba el pie, le ponía unos agujeros y le ponía una correa y ya.”

“Ellos eran muy ignorantes (sus padres), ellos estaban a lo que decía el Gobierno y los
curas, más bien los curas que yo recuerdo . Había un general que impuso las escuelas de
gobierno creo que fue Plutarco Elías Calles, pero como nadie quería mandar sus hijos a
la escuela, porque los curas ponían un cartel que decía que todos los que enviaran a sus
niños a la escuela de gobierno, se iban ir al infierno por desobedecernos, entonces andaba
la policía por las calles llevándose a los niños y a las niñas a la escuela, y entonces decían:
«Andale esconde a tus hijos no ves que anda la policía en la calle y se está llevando a los
niños a la escuela y tú te vas al infierno.», ignorancia que había”.

Julio Arias Flores / Nació en Jalisco.

43
La pobreza

“Los que tenían hijos chicos, señoritas, los subían al techo, porque
era muy perdigo (sic) nuestro parador jovencitas y llegaban y hacían,
hacían y al fin eran criminales porque no tenían ninguna causa para
hacer guerra, yo digo.”

“Porfirio y la esposa, hacían banquetes y alhajas... y cuánto banquete


y la gente del pueblo apenas alcanzaba.”

“Estaba la gente pobre, pobre no tenían qué comer, qué vestir y ellos,
el Presidente con todo y alhajas y así es que se vinieron hambre y religión y muchos
masivos para la guerra”.

Ángela Romero Martínez


Nació en Aguascalientes; en 1904.

“Pues igual todo el tiempo fuimos pobres, como ahorita”.

Mucio Castillo Campos


Nació en Los Ángeles, en Coahuila; en 1908.
.

“Vi cuando quemaron aquí a Montemorelos. Los carrancistas con los


villistas, fueron los que pelearon, y cuando ya acabaron el combate
entonces llevaron a todos los muertos. Se llevaban mujeres los
soldados. Cuando ya acabaron del combate, se llevaban mujeres. Mi
mamá escondía a las muchachas porque por ahí pasaron todos los que
pelearon, hubo mucha hambre. Nosotros batallamos mucho, porque
ya después de la Revolución, ya no hubo trabajo, lo que hubo fue
mucha hambre, nosotros nos fuimos a Linares a trabajar”.

María Muñoz Patlán


Nació en la Hacienda del Cerrito;
el 14 de mayo de 1910.

44
La pobreza

“Estaba mucho una temporada muy dura, había veces que mi madre,
Dios la tenga en lo mejor del cielo, nos bajaba mezquites pa’ cenar.”

“Mi papá estaba en un rancho y allá nos tenía y cuando pasaban los
Carrancistas nos metía donde ponían los pirules pa’ hacer la conserva
o los piloncillos”.

Elvira González Garza


Nació en Doctor González, Nuevo León, el 2 de noviembre en 1910.

“Cuando yo era niño ... un señor de los que tenía una tienda frente
a la vecindad donde vivíamos, le dijo a mi madre que me dejara con
él porque ya muerto mi padre — que vivíamos en la miseria — ese
señor le dijo a mi madre que me diera con él, para poderme dejar
mejor”.

José de Jesús Arias Sandoval


Nació en Guanajuato; en 1904.

Fotografía: M. M. López. Municipio de Monterrey, N. L.

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Banquete en el Palacio Nacional. De izquierda a derecha José Vasconcelos, Francisco Villa, Eulalio
Gutiérrez, Presidente provisional; Emiliano Zapata y Felícitas Villarreal.

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La alimentación y la salud

P laticó Clemente Rendón de la Garza, Cronista de Matamoros, Tamaulipas, que en


una ocasión unos revolucionarios llegaron a un rancho y le pidieron al dueño que les
diera de comer. El propietario les dijo que no podía porque su esposa estaba muy enferma.
Quien iba al mando del regimiento le pidió que matara unos cabritos y que sólo dejara las
tripitas aparte. Con los cabritos hicieron varios platillos que degustaron y con las tripitas
hicieron un brebaje que le dieron a la enferma. A los pocos días la señora se repuso y el
matrimonio agradecido le preguntó que cómo le había hecho. El señor les contestó que
como el animalito comía hierbitas del campo, alguna de ellas haría efecto en el organismo
de la señora y en efecto así lo fue.

¿Qué comían y cómo se curaban en la Revolución? En el monte


comían lo que encontraban o piscaban. Seguramente en los
campamentos comían frijoles, tortillas y su salsa en la que no
podían faltar los chiles. Cuando llegaban y tomaban una hacienda
o población se aprovechaban. El revolucionario era muy dado a
las comilonas, en especial la de los bautizos, cumpleaños, pero en
especial las bodas. Hay muchas fotos en donde los vemos sentados
y comiendo.
En un ambiente en donde faltaban los centros de salud y los médicos, seguramente
recurrían a la medicina tradicional basada en la herbolaria y lo más probable que también
acudieran con curanderos o curanderas que lo mismo curaban el cuerpo, que el alma y los
males de ojo y los “trabajos” a los que eran sometidos. Estoy seguro que había gente entre
las tropas que lo mismo cortaban el pelo y afeitaban, que sacaban muelas, curaban heridas,
acomodaban huesos o cortaban los miembros gravemente heridos.

Antonio Guerrero Aguilar


Cronista Municipal de Santa Catarina.

47
La alimentación y la salud

“Cuando llegó la Revolución yo tenía 12 años y recuerdo que llegaron


esa tropa de mechones, quemaron el banco, quemaron la caza del juez;
al juez lo sacaron vestido de mujer para que no lo fueran a matar. Le
quemaron su casa y luego de eso se vinieron a quemar la tienda que
se llamaba “Los Medallínes”. Pasaron a Concepción e hicieron muchas
barbaridades. Cuando mi papá venía de trabajar de “Los Galemes”,
él encontró en un callejón que tenían Don Isidro López, - el dueño
de un pozo y el dueño que todavía vive-; cuando mi papá llegó a ese
callejón estaba un señor que se llamaba Mondelo, que era el único Doctor que estaba en
Mazapil. Dice mi papá que ahí tenía al Doctor con un bote de gasolina y los cerillos, y el
difunto Isidro todavía estaba vivo, como que todavía se movía. Entonces dice mi papá que
lo agarraron y le dijeron que tenía que quemarlos. Y mi papá no quería pues él decía que
cómo iba a matar a esa pobre gente, pero le dijeron que si no los quemaba él y todos se iban
a quedar ahí los dos muertos”.

Manuela Yañez Delgado / Nació en México; el 23 de julio de 1908.

“Mi padre tenía coche y recogía a los heridos, y mi madre los cuidaba”.

María Guadalupe Villarreal Arrambide


Nació en Cadereyta, Nuevo León; el 19 de diciembre de 1907.

“La cajeta era de maguey, era miel, la cajetita que tiraba uno y la
recogía, la molía en el molino, en el metate y hacíamos tortillas pa´
que tuviera sabor la masa”.

Antonia Zamora Gómez / Nació en Bustamante, Nuevo León.

“Pos ya le revuelven pero puro huevo, por frijolitos, sopa de todas las
comidas aquí hacen también de todo, los frijolitos y los quelites”.

Faustino Espinoza Salinas


Nació en El Consuelo, Dr. Arroyo, Nuevo León; el 10 de noviembre de 1910.

48
La alimentación y la salud

“Nopales, papas, frijoles, agua de maguey, no pos era… comía uno


muchas cosas”.

Francisca Mascorro Cardona


Nació en Zaragoza, N.L; el 24 de enero de 1907.

“Jugábamos todo, brincábamos riata, pelota, sobre todo riata,


jugábamos pelota y muñecas y jugábamos a la comidita, hacíamos
comida, jugábamos a la sopa de tortilla, no sabíamos hacer otra cosa
con mi hermana, y otra que murió de 12 años; yo era la más chica, mi
hermana se llama Isabel.”

“Comíamos lo que ellos comían, pero nunca nos enfermábamos,


yo creo que era la comida; hacía mucha verdura, acelgas, espinacas,
calabacita, zanahoria, comida sana, nos hacía tomar mucha leche, le
gustaba que nos alimentáramos bien”.

Guadalupe Berho Forey


Nació en México, Distrito Federal; el 7 de septiembre de 1909.

“Pos nopalitos, frijoles lo que Diosito nos daba, pos ya ve que en el


rancho los meros güenos son los nopales”.

María Victoria Galaviz Martínez


Nació en San Luis Potosí; en 1908.

“Las mamás vamos a cortar las piececitas que le decían como caniques,
los lavaban y los lavábamos y los hacíamos y nos los comíamos; la
leche así pura de la vaca o de cabra”.

Primitiva Zapata Castillo


Nació en San Luis Potosí; el 9 de mayo de 1910.

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La alimentación y la salud

“Hubo una crisis muy fuerte, y había una más — no había qué comer
tortilla — duramos un año que comíamos pura vegetación, sotol,
biznaga, tarros de pulque, melcocha, atole de mezquite… tenían todo
lleno de mezquite y lo molían en metates y ya lo tenían molido en
agua y ya que lo echaban en agua, lo hacían muy bien y quedaban
muy bien”.

Simón Arredondo González


Nació en Charcas, San Luis Potosí;
el 27 de octubre de 1907.

“Antonces (sic) le decía a mi papá, ¿qué iremos a hacer? ya se acabó


la guerra, ya se jueron (sic), ya se jueron (sic) y ¿ahora? ¿pos qué?
Te voy a dar pa´ que vallas a traer un doble de maíz y cuando iba
por el doble de maíz, valía un centavo, los daban a un centavo. Pero
no, no estaban buenos. Desgranábamos, las mazorcas y nos comíamos
los olotes duros, macizos; los machucaba bien machucados y nos los
comíamos, así nomás aplanando los pedazos y le decía a mi mamá:
«Está muy feo, raspa muy feo, no, no, no quero (sic) mamá.» Y le
decía mi papá a mi mamá: «Ya déjala, ya ves cómo ha batallado ella
con nosotros buscándonos que comer.» “Enseguida de la Revolución, pos iba mi abuelita
al monte y cada quien llevaba un colote y lo llenábanos de xoconostles y mi abuelita ponía
puras camitas de rajas de maguey. Hacía las camitas todas así, ahí los tenía porque ella era
la que los curaba.”

“Poníanos los xoconostles a cocer y los molíanos en el metate y luego molíanos dos doble
de maíz pa’ batirlos, pa’ poder que se revolvieran y luego que se revolvían ya agarraba ella
puños de xoconostles y el agua, que estaba re agria y con eso curaba a los señores. Quedaban
blancos, blancos. Y le decían: «María mira cómo me dejates (sic).» Y les contestaba: «No
estés molestando, es la medicina, ahorita te doy para que tomes agua.»Y era la misma agua
de los xoconostles”.

Anita Valencia Gutiérrez


Nació en San Luis Potosí; el 21 de marzo de 1904.

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La alimentación y la salud

“Tortilla con chile, frijoles, pos que más, nopalitos, ­— carne cuando
había, — éramos muy pobres. Pos trabajaba con yunta y sembraba
maíz para vender y poder comer”.

Mateo Barrera de la Cerda


Nació en General Terán; el 11 de noviembre de 1908

“No había para carne, nomás pura sopa y frijoles. Antes la gente se
acostumbraba mucho hacer la tortilla a mano, ahora todas ya son
compradas”.

Carmen Moreno Montiel


Nació en San Luis Potosí; el 10 de junio de 1910.

Fotografía: M. M. López. Inundación en Monterrey, N. L., 1909.

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52
Las luchas revolucionarias
y los revolucionarios

L os archivos fílmicos y fotográficos son más que elocuentes: hombres de armas tomar,
con sombrero, pantalones ya sea charros, bombachos o caquis. Camisa o blusa tal vez
de algodón que los protegían de las inclemencias del tiempo. Algunos con finta de bragados
y valientes. El bigote abultado como dice el corrido no podía faltar. En su vestimenta
sobresalían las armas: las cananas en especial, la pistola fajada al cinto y también la
requerida carabina.

De la mujer qué les puedo decir: siempre la ponen con vestido ancho, enaguas, rebozo que
lo mismo servía para protegerse de las inclemencias del tiempo, que para cargar alguna
cosa o amarrarse a un crío. Mujeres de armas y cuidados tomar, pues de ellas dependían
los regimientos, los hospitales, la atención de los heridos y el cuidado de los niños. Una
vez escuché decir en uno de los diálogos de la película “Gringo Viejo” que la diferencia
entre los ejércitos mexicanos y el norteamericano, es que éste último se iba a pelear solo,
mientras que los mexicanos prácticamente llevaban su hogar a la guerra.

El revolucionario como su contraparte femenina, tal vez viva más en el anonimato. Y


todo porque la industria fílmica nacional sólo ha difundido la imagen de Francisco Villa,
Emiliano Zapata, Huerta o Benjamín Argumedo. Sobresalen María Félix, Rosita Quintana
o Lilia Prado como prototipo de soldaderas, Cucaracha, Adelita o Valentina.

Se nos olvida el valiente soldado que dejó todo para pelear por
alguna causa justa o simplemente para ver qué agarraba. Muy
pocos se beneficiaron y vieron como otros, a base de traiciones y
engaños, se sucedieron en el poder. A muy pocos les hizo justicia la
Revolución. Mientras que la verdadera Revolución aún les adeuda a
muchos sus promesas y compromisos. Para todos ellos, los olvidados
y rezagados, un sepulcro de gloria en su honor.

Antonio Guerrero Aguilar


Cronista Municipal de Santa Catarina.

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Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

La vida por un centavo


 

H igueras, Nuevo León no es propiamente un escenario de luchas durante la Revolución


Mexicana, pero si figura como semillero de ilustres higuerenses que ofrendan la vida por la
patria.

Así, hay quienes alcanzan el grado de General de Brigada por su larga y destacada participación en
el movimiento armado, también hay nombres inscritos en las páginas de la historia debido al arrojo
y valentía aunque fuese por breves instantes de participación, ya que la muerte los sorprendió al
inicio de su carrera militar.

Tal es el caso de Enrique González Lozano, quien se une a la causa de la Revolución por su buen
corazón y carácter conciliador y a cambio el destino le paga con una mala jugada.

Siendo Enrique el menor de nueve hijos del matrimonio formado por doña Paulita Lozano y
don Crecencio González, nace y crece en el Higueras de las casas de piedra, las calles de tierra
apisonadita. Cuando el tañir de las campanas de la iglesia se escuchaba hasta lo alto de la sierra de
Picachos.

Estando el ilustre actor nacional Gregorio González “Goyo Dante”, de visita en Monterrey, en el
barrio beato para ser exactos. Enrique, hermano de este último, acude a visitarlo y al cruzar la Plaza
de Armas, ahora Zaragoza, se encuentra una escena que le conmueve; dos pequeños reñían a golpes
y se expresaban ofensas mutuamente.

Enrique, se acerca y con palabras convencedoras logra separarlos


para que le expliquen qué motivó los golpes. Uno de los niños
discutía que se había encontrado un centavo tirado en el piso y que
como él fue quien lo vio primero, el “tesoro” le correspondía. El otro
le gritaba:
-Mentiroso, mentiroso, ese centavo lo vi yo primero y es mío.

Enrique decide terminar con la pelea y sacando un centavo del bolsillo del pantalón, y después de
darles una cátedra de buenos modales, les dice:

54
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

-¡Ah!, ahora ya tienen los dos un centavo cada uno, así es que no más golpes.

A pocos pasos observando la escena se encontraba un militar revolucionario quien se acerca al


higuerense y le expresa:

-Gente como tú, es el tipo de personas que requiere la Patria. Y lo invita a incorporarse a la fuerza
revolucionaria.

Enrique le explica que él no radica en la capital, que irá a Higueras a despedirse de su familia y
avisar a sus padres que se va con la bola.

El militar le otorga dos días para que vaya al pueblo natal y regrese
para partir al centro de la República. Enrique se une y se marcha
con el ejército hacia Coahuila.
Días más tarde, en uno de los enfrentamientos al desconocer nuestro higuerense las tácticas de la
defensa, cae abatido por las balas del enemigo.

Muy corta fue su participación en la Revolución Mexicana, sin embargo su nombre es recordado
con admiración hasta la fecha.

Al recordar este hecho, es común escuchar a los viejos del pueblo decir: Enrique González dio su
vida por un centavo.

Leticia Montemayor Villarreal


Cronista Municipal de Higueras.

55
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Mi papá empezó desde soldado raso, como era chaparrito pero muy
valiente, lo fueron ascendiendo hasta que llegó a capitán segundo,
porque no sabía leer ni escribir. Él no entendía bien la letra de molde…
no sabía nada, si no él debía de ser más, pero no, sólo llegó a capitán
segundo.”

“ Yo conocí a Pancho Villa de pasadita porque ya ve que eran villistas


y los soldados eran carrancistas, porque íbamos mire en un tren de
carga; le dieron a mi papá ya de capitán, iban los carros y en unos de
ésos iba el doctor que curaba los heridos y él llevaba a su esposa, y a una chamaca, que
era de mi edad. Mi mamá se llamaba Juliana que no es igual, entonces estábamos las dos
chiquillas, yo creo tendría entre ocho y nueve años. Íbamos sentados en la puerta, porque
en el carro que le dieron al doctor era para curar a todos los heridos y que de la cabeza, que
el de las piernas, que el de los hombros, ¡ay Dios!, era un quéjese y quéjese.”

“Estábamos parados en una puerta donde estaba Pancho Villa. Él mandó tirar todos los
puentes para que se cayeran los carrancistas y había colgados soldados, hombres; unos
recién y otros de días, sin ojos porque los zopilotes se los comían, otros con la lengua de
fuera, eran soldados nomás le hacía el aire pa´allá y pa´ca y otros tenían espuma y otros
ya con días. Pasábamos donde estaba Pancho Villa por eso lo conocí, nunca se me olvida su
fisiología, él andaba vestido todo de negro, él era moreno, tenía sus polainas negras, largas
y no se dio cuenta que éramos de federales porque si no, nos mataba; pero sabes qué, es que
le fueron a decir; un soldado le dijo, fue a avisarle que unas siete mujeres lo querían matar,
porque le habían matado a sus soldados los otros, entonces él ahí estaba parado, esperando,
porque le dijo al soldado que fue a avisarle que se las trajera; entonces fueron a traerlas
y él estaba parado, él aquí en un lado; seguramente estaban un pozo distante y donde él
estaba parado vio un pozo, ahí las llevaron a las siete mujeres, y ahí las metió en el pozo
y las quemó con gasolina vivas, ahí en el pozo, tenía la sangre fría, era malo y nosotras
estábamos chiquitas.”

“Conocí a Carranza, al general Matías Ramos, a muchos coroneles y tenientes, conocí


también a la abanderada, ésta que le compusieron creo que es, cómo le compusieron una
canción, cómo se llama Adelita, ella tenía su gente, Adelita.”

“Los trenes de nosotros los carrancistas, íbamos a vuelta de rueda, porque mandó quemar
todos los puentes que iban para Chihuahua y todos, porque los trenes eran carrancistas,
íbamos para Chihuahua, pero iban las monas, las soldaderas ahí en naguas, las soldaderas
pero bien valentonas con sus hombres y sus carrilleros, aquí en sus naguas, se bajaban a los
pueblos, se hacían los bailes en los ranchos donde se paraban.”

56
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Hay un cerro que se llama Santa Rosa, pero combate cruel, ahí nomás pasaban los caballos
que corrían sin jinetes, porque los mataban los villistas, con la silla, sin cadetes, ya unos
muertos, hasta los caballos se morían y ahí anduvimos en la mera guerra de Pancho Villa,
ahí nos traía mi papá y entonces ya lo habían ascendido a capitán.”

“Íbamos a Chihuahua y cuando llegamos nos encuartelaron en, no sé si sea colegio, pero
ahí nos dejaron, era un salón grande de dos pisos y estaban los caballos listos, en la lista
para que cuando sonaran las trompetas, ya nomas tocaban ta,ta,ta, estaban listos y a
montar, a ensillar los caballos, por si estaban los villistas. Nomás al pasar el puente y no
sé si todavía habrá, sólo sé que pasábamos por los nogales bien grandes y muy bonitos;
ahí están colgados otros que sólo el aire los hacía pa´ca y para allá, pero al cruzar el arroyo
seco que cruzaba por la ciudad, había un general Francisco Saavedra, ahí estaba muerto,
lo colgaron los villistas y así estaba el cadáver colgado y tenía un cartón con letras negras
en el pecho que decía: «Aquí está el cadáver del general Francisco Saavedra.» Entonces ahí
estaba muerto y colgado.”

“Pasando el puente estaba una señora tirada en la orilla de las vías del tren, estaba tirada
y ella muerta y su hijo ahí en brazos con ella, pero él vivo; pero quién se iba a parar a
recogerlo entonces ahí se murió con su mamá en brazos. Esa impresión nunca se me va a
olvidar, tantas cosas que ví, pero vivimos la Revolución de 1914”.

Josefina Muñoz García


Nació en Concepción del Oro, Zacatecas; el 26 de noviembre de 1908.

“Estábamos en ese entonces, estábamos viviendo en un rancho que


se llama “El Barretal”, municipio de Padilla, allá estábamos, allá
vivíamos, y entonces allá estábamos cuando los soldados tumbaron
un ferrocarril, aquí en un punto que se llama Puerta del Aire; allí
tumbaron el ferrocarril los soldados y allí se agarraban y se oía hasta
allá, hasta donde vivíamos nosotros, se oía el tiroteo todavía, hasta los
ocho días estaban saliendo hombres heridos, aparte de los que quedaron
todos muertos, allí comieron los zopilotes, los coyotes y todavía a los
ocho días estaban saliendo a los ranchos heridos pidiendo de comer”.

Absalon Soto Estrada


Nació en San Carlos, Tamaulipas; el 9 de marzo de 1910.

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Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Si los ahorcaban y los colgaban porque daban la comida muy cara,
porque daban la comida muy cara, Panchito, sí él era, el que los
ahorcaba, sí él, en la esquina.”

“Habían muertos, nos íbamos de aquel lado del río, mamá me


cargaba y me ponía una garra para que no viera, para que no viera
a los muertos, y me cargaba, y me decía: “Tápate porque están unos
hombres acostados.” Y que me decía: ¡Tápate muchacha, tápate!”.

Anastasia Rangel Parras


Nació en Hidalgo, Tamaulipas.

“Estábamos en el rancho cuando la Revolución, estábamos en el


monte pos era donde nos alojábamos. Quemaban las casas con todo
y santitos y todo lo que tenía uno, la ropita de uno y todo se hizo
carbón. Después vivíamos en el monte, en el cerro, se quemó todo,
quedó en cenizas y nomás rodeábamos… un corralito para sentarnos
y no había qué comer uno, qué comía, si no dejaban meter nada y
ya después no dejaban salir a uno y se iban a otro rancho y si los
alcanzaban ahí los mataban con todo y familia. Los federales fueron
los que quemaron las casas, la federación que se le echaron encima a
don Alberto Carrera y ahí tuvo la Revolución y ¡vámonos! ¡ córrele pal monte! y corre y
corre y ya después ahí andaban tras las guapillas, arrimadas pos que nos cobijábamos y no
teníamos que cobijarnos, nomás echabas el nudo y ahí andabas y ¿qué comíamos? no había
nada, y nomás sacábamos los corazoncitos y nopalitos y vamos a echar algo en tierra pa´
comer porque no había nada de comer. Esta Revolución vino muy fea y se acabó ya cuando
mataron a don Mariano, hasta entonces se acabó la Revolución y entonces pos vámonos al
rancho y nos vinimos otra vez pa´ acá.”

“Que no se venga una Revolución como ésta, porque está feo lo que uno sufrió. Hacían
de comer nomás lo que uno hacía con las matillas, mi papá tenía maíz, nomás quedaron
las mazorcas hechas carbón, todos los maicitos quemados, ¡sufrimos mucho, mucho
sufrimos!”.

Andrea Rodríguez Piña


Nació en San Luis Potosí.

58
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“A nosotros nos dejó encerradas ahí en una cueva y tapadas con unas
láminas y luego nos echaba ramas arriba y decía: “No hagan ruido, no
hagan ruido.” Y allí nos metía a nosotros y él se iba; ‘Ya cuando pasen
les voy a hablar, entonces les hablo aquí, pero no hablen, no griten ni
nada.’ Ahí estaba mi mamá con nosotros y mi papá por allá, te digo
que lo corretearon una vez con las carabinas, le tronaron, le tronaron,
pero no le alcanzó ninguna.”

“En la cueva, esa que nos metió mi papá... ahí dormiamos. Y ahí dormíamos, nos decía: “No
lloren, no chisten ni nada.” Nos decía: “ Aquí van a comer.” Mi papá salía en la noche a
llevar qué comer, a llevar tortillas o masa para que mi mamá nos haga tortillas”.

Hilaria Molina Padilla


Nació en Saltillo, Coahuila; el 15 de abril de 1910.

“Murió mi mamá cuando yo tenía dos años, entonces mi papá como


éramos cuatro no podía, entonces nos repartió y mi padrino me crió
y él era curtidor de cueros y ese oficio agarré también, y con ese
oficio llegué aquí a Monterrey.”

“Sí llegué a ver unos combates afuera de mi casa, había un terreno


muy grande, era un llano y yo ví una vez a un General Medina;
un ataque a la base de Guadalajara… los sacaron a balazos y me
acuerdo yo que nos subíamos, afuera de la casa, a la azotea y yo veía
que los sacaba el ejército… eso lo alcancé a ver yo afuerita de mi
casa. Había un campo como le digo yo, corriendo, sacando fuera a los de Medina, sacándolos,
muchos entraban y salían. El General Calles, el General Obregón yo los conocía, porque en
la plaza de Guadalajara… ahí hacían sus discursos y ahí conocí a Calles, a Obregón y no
recuerdo qué otro general y le hablaban a todo el pueblo a que fueran.”

“Toda la gente vivía con miedo, porque de repente llegaban unos y las balaceras y mataban
a mucha gente inocente, una vez en la madrugada mató mucha gente inocente, que se
levantó muy temprano a trabajar, mataron algunos pos no recuerdo cuántos, pero era
mucha gente inocente, pero si mató mucha gente inocente, pero o no sabían lo qué iba
a pasar y era de repente que llegaban los medenistas y ahí llegaban a matar soldados, los
mataban, iban y la recogían, era la Cruz Roja ya había Cruz Roja en ese entonces”.

Ismael Cepeda Ulloa


Nació en Guadalajara, Jalisco; en 1905.

59
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Peleaba mucho la gente, porque querían tener más, uno que el otro”.

Antonia Torres Pedraza


Nació en Montemorelos; el 20 de septiembre de 1905

“No pos una vez vinieron, pos … ¿cómo le diré?... las tropas a caballo;
ya estaba yo grandecita y vivíamos primero allá a un lado del río, y yo
y mi primo estábamos viendo y vinimos a ver qué hacían, les estaban
dando de comer a los caballos, vinieron con mi papá para que les diera
un manojo de rastrojo, ya nada más acabaron y se fueron, quien sabe a
dónde, quién sabe; nomás esa vez, nomás esa vez, ya no volvió naiden
(sic) y naiden (sic) comentó eso”.

Catarina Marquéz Aparicio


Nació en Monterrey, Nuevo León; el 28 de noviembre 1909.

“Mi papá por andar escondiendo a mi hermana, no se dio cuenta yo


creo, pero mi mamá estaba ahí en la calle y se la querían llevar, pero
una señora la ayudó.”

“Había estado muy triste, que a mi mamá se la querían llevar, pero


estaba naciendo yo, por eso era el motivo de que no se la llevaron”.

Concepción Hilario Mata


Nació en Concepción del Oro, Zacatecas; el 7 de agosto de 1910.

“Eran muy malos los revolucionarios, iban a las casas y dejaban a la


gente sin nada, sin comer y nuestras cosas”.

Altagracia Casas de Gallegos


Nació en el Estado de Zacatecas; el 20 de agosto de 1910.

60
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Yo estaría como de diez años y mi papá le mochó la lengua a los


gallos pa´ que no cantaran, y nos fuimos al cerro; aquel grande y mi
mamá ponía el comal pa´ que no ahumara y pura tortilla de harina y se
escondían porque tenía a mi hermana, a mis hermanos; y a hermanas
ya grandes porque se las robaban”.

Reymunda Valero Marín


Nació en Galeana, Nuevo León; el 25 de junio de 1906.

“Aprendí a hacer tortillas cuando la Revolución, era el nixtamal y era


porque vienen los soldados a comer, les decían “Los carrancistas” y
mi mamá y yo les hacíamos la comida y los soldados se llevaron a un
hermano mío y a un tío, se fueron de soldados a la guerra. Mamá me
decía: «Hay vienen los carrancistas, que las mujeres se las llevaban a
fuerza y eran maltratadas, y que los de Pancho Villa (se refiere a los
soldados) y los zapatistas, los federales golpeaban a las mujeres.»”.

Juana Belmares Juárez.


Nació en Matehuala, San Luis Potosí; el 3 de marzo de 1907.

“Pues la gente estábamos pobres, pero sólo la gente más decente que
ahora, más decente y trabajadora, porque tenían que trabajar mujer y
hombre, sino de qué comíamos.”

“Todavía me acuerdo de la Revolución, íbamos a pegar a un cerrito,


se llama el Cerrito de Guadalupe. A las que pescaban pues mataban, a
los que les iba de la chingada, pues eran malos esos cabrones, andaban
zapatistas y todos nos íbamos a esconder a los cerros, y eran las ocho
de la noche y ya estábamos en la casa, y en la tarde lo que hacíamos
era escondernos porque pescaban a las mujeres, los hombres”.

Carlos Vázquez Lozada


Nació en Perote, Veracruz; el 4 de noviembre de 1898.

61
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Yo tenía diez años pero bien fuerte mi papá y mi mamá se fueron a
la casa a estar moliendo y echando tortillas a los carrancistas. Aquellos
hombres bien altotes con unas cosas aquí, los mirábamos por un
agujerito pero con unas metralladoras bien grandes, yo ví toda la
Revolución”.

Elpidia Mendoza Macías


Nació en la Hacienda del Carrizo, Los Ramones, Nuevo León.

“Mi papá era soldado, él se dio de alta con Emiliano Zapata, con él se
fue de soldado y nos abandonó a toda la familia y mi mamá fue la que
se hizo cargo de criarnos y ella sabría Dios cómo se animaría para
criarnos, ella toda la Revolución del diez sufrió con nosotros, pero nos
crió, nos sacó adelante”.

“Eran zevillistos (sic) donde estábamos nosotros en el monte, y allá


eran carrancistas y el que hallaban los carrancistas no los lo dejaban
con vida, aunque juera chiquito, aunque juera jovencillo. Los
chiquillos ellos aprenden lo que oyen y dicían (sic) , traivan (sic) una canción que dicían
(sic) de Venustiano Carranza: «Con las barbas de Carranza voy a hacer un bolsillo, para
que amansen la rebudia de mi General Treviño.» Usted cree que nos iban a dejar con vida”.

Eulogia Duque Zúñiga


Nació en la ciudad del Maíz; San Luis Potosí.

“Uno de mis hermanos mayores sí estuvo con Pancho Villa, fue


una temporada muy corta con él, pero sí supe de la Revolución, que
como todos los soldados participaron en la Revolución. Llegaban a las
ciudades y pueblos y saqueaban todo lo que había y se llevaban todos
los animales para comer”.

José Antonio Fernández Servera


Nació en Monterrey, Nuevo León; el 14 de marzo de 1910.

62
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Fuimos soldados de Villa. Nos dijeron que recogiéramos los caballos,


y recogí un caballo y ese caballo, vino un señor a las seis de la mañana.
Llegó él, llegó, y dijo: «Yo vengo por ese caballo.» Yo no sé quen(sic)
lo tenga.”

“Quemaron el rancho porque lo prometieron con una carabina,


y prometieron el rancho a Villa y quemaron el rancho y mataron,
pos como unos cuatro y ellos con una onda, un piedrazo, con eso se
metieron al rancho y se fueron a Dr. Arroyo y allá quemaron Dr.
Arroyo allá se fueron”.

José Leonor Pérez Ortiz


Nació en el Charquillo, Dr. Arroyo, Nuevo León; el 26 de julio de 1907.

“Hacía muchas cosas, le digo que todavía cuando el año 27 que vine yo
a Estados Unidos, había muchos, muchos de las orejas. Se las mochó,
pos pa´ que no se les perdieran de vista, pues era muy valiente. Los
americanos ya nomás oían que cantaba uno el corrido de Pancho Villa
y luego mandaban que ya, que ya no estén cantando ese mugrero,
porque pos los ofendió mucho, pero no, no le decían nada porque le
tenían miedo.”

“Pos ahí en las casas si les daban tiempo si no se salían pal campo,
porque hacían de ellas lo que les daba en gana, y eso si lo vide (sic) yo, le hablaban a una
mujer y no la dejaban que se parara hasta que empezaba el primero y hasta que venía el
último.”

“Les metieron el Gobierno de aquí de México, les metieron un escuadrón de infantería y


otro de caballería y les sitiaron la sierra, pues ¿qué hacían? se les acabaron los vívieres de
comida, de todo y se rindió”.

José Pedroza Cordero


Nació en Galeana, Nuevo León; el 25 de noviembre de 1906.

63
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Acabó Villa y entró Carranza… y me escondía yo porque me agarraba


de los brazos y me daba miedo porque traía los carrillerotes, me daba
miedo y me escondía porque me daba mucho miedo, pues me sacaban
de donde me escondía. Mi mamá así les asistía… mi mamá les daba
tortillas y comida para darle a la tropa.”

Josefa Ovalle Rodríguez


Nació en San Luis Potosí; el 14 de noviembre de 1910.

“Me acuerdo que ponían las banderas afuera de la casa, mi papá como
era francés no lo tocaban, respetaban al extranjero”.

Isabel Berho Forey


Nació en México, Distrito Federal; el 4 de noviembre de 1907.

“Estaba yo un poco más grande que ese niño, cuando yo iba a pedir
limosna porque mamá estaba enferma, iba ahí con los revolucionarios
en Camacho, en San Juan de Guadalupe. Uno me quería llevar porque
les daba lástima. Decían: no la vamos a llevar. Y ya no me dejaba ir
después. Iba yo sola cerquita a una tiendita y allí iba yo, y nomas dijo
uno, ¿pos no la llevaremos a la casa Isabel? ¿a la niña? Dijo. Duraban
un día y nos íbamos pa´ otra parte. Ahí andaban nomas robando. Pos
robando, peleándose y así, porque la que me iba llevar la mataron cerca
de la casa. Una mujer y un hombre y no me dejaban y las quemaron,
ahí mataron como a unas cuatro. No, yo ya no salí”.

Josefina Santos Pinales / Nació en el estado de Durango; el 19 de marzo de 1910.

“Por una parte era buena gente y por otra malo Pancho Villa. Yo tenía
vacas, poquitas no muchas, unas cuatro o cinco y 200 cabras, tenía
ocho yeguas. Cuando llegaban los villistas tomaban de lo que había,
lo agarraban. Villa por la buena era muy bueno, pero por la mala era
muy malo”.

Leonardo Martínez Hernández / Nació en Guanajuato; en 1910.

64
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Métanse aquí porque los soldados se los llevan, nos decía mi abuelito
que se llamaba Miguel”.

Marcelina Barrón Mendoza


Nació en el municipio de Galeana, Nuevo León;
el 10 de mayo de 1908.

“Se me fue el sueño, mis hermanos y mi papá se fueron, no me


acuerdo con quién, pero mi mamá me platicaba que mi papá huyó
cuando llegaron los soldados, se fue para Saltillo y mi hermano el más
grande se fue con los carrancistas. Mi mamá sufrió mucho por sus dos
hijos y su esposo que se tuvieron que ir. Le dijeron que mi hermano
el mayor que se fue con los carrancistas que lo habían puesto con la
bandera y que había caído la bandera. Antonio Granados Flores; yo
creo que Antonino tenía 16 y el otro como 18, se fueron solos y jamás
volvieron”.

María de Jesús Granados Flores / Nació en Saltillo, Coahuila; en 1910.

“Pues me acuerdo que ellos nomás venían de pasada…pero como no


tenían sus casitas a dónde llegar y pa´ llegar con nosotros nomás de
pasada…nosotros les teníamos unas gorditas.

Ellos buscaban quienes les diera unas gorditas…les decían a las señoras
que les dieran unas gorditas para llevárselas de pasada”.

María de la Luz López Hernández


Nació en Concepción del Oro, en Zacatecas; el 3 de marzo de 1909.

“Nos dejaban en el pueblo a mí, a todas las soldaderas, pues cuidábamos


lo que quedaba, cuidarles a ellos su ropa”.

Martha Camacho Aragón


Nació en Jalisco; en 1909.

65
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Le decía a mi mamá, mi papá: «Si estás echando tortillas no tortes


recio, porque si te oyen se vienen encima, y no te dejan ni masa.»
Como ellos iban por el camino y mi mamá estaba en su casa y si oían
una cosa la dejaban sin masa y encuerados”.

Matías Coronado Olvera

“¿Qué más hacían aquí los soldados? pos aquí pedían de comer ellos,
y golpeaban la gente porque no les daban de comer , los golpeaban”.

Natalia Ramos García


Nació en Coahuila; en 1906.

“Yo no jugaba, yo trabajaba como un hombre grande, yo no jugaba


porque mi padre no me dejaba, puro trabajo. La Revolución de Villa
la reconocí desde el principio hasta el fin, fui prisionero de la gente de
Villa”.

“Conozco desde que Villa cometió el error, mató uno y se jue (sic) y de
ahí, principió la Revolución. La búsqueda de Villa y la búsqueda, hasta
que engruesó Villa, engrueso de gente y le hizo tercera el Gobierno.”

“Era uno que se llevó a una hermana y no se casó con ella y juró chiquillo, chiquillo, que
luego que estuviera grande lo mataba y nomás creció y lo mató, y ese fue el principio de la
búsqueda de Villa. La Revolución de la muerte que hizo, al hombre que se había llevado a
la hermana y no se casó con ella. El General Obregón rindió a Villa a súplicas, lo rindió y
lo bajó de la sierra y se recuperó Villa con su gente, con el Gobierno”.

Pedro Galindo Castillo


Nació en Aramberri, Nuevo León; el 29 de julio de 1901.

“Los soldados mire bajaban las gallinas de los árboles, las gallinas y
se las comían, las asaban pa comérselas, mi mamá tendía su ropa, la
guardó mi mamá Rosita en unos nopales pa’ que no se las fueran a
robar, la gente como quiera se la robaron”.

Vacilisa Alejandro Gutiérrez / Nació en San Lucas, Galeana; Nuevo León.

66
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Jui (sic) soldado de Zedillo al último. La Revolución la pasé en el monte


ya chiquillo, asinilla, se acabó la Revolución y quedé yo, mire lo que
comíamos en la Revolución..., nos mantuvimos con puras biznaguitas
de monte, pateábamos una piedra y hacíamos unas astillas pa’ poder
romper las biznaguitas, para poderlas comer, los nopales de cuija, ahí
en las matas le quitábamos las espinas con las uñas y ahí se las comía
uno porque no había más, no había lumbre y si hacíamos lumbre, los
soldados nos hallaban, nos quitaban los nopales, porque eso era lo que
comíamos nopales y ratas. Matábamos y nos las comíamos crudas.”

“Andaban a pie, corriendo, en el monte, yo era soldado, pero ya habían caballos, entonces
no había caminos... nomás vereditas para las haciendas donde pasaban los ladrones por las
espaldas y yo sufrí mucho, yo sufrí mucho.”

“Yo era villista, todo el tiempo he sido villista, nunca me quise rajar ni nada. Muchos se
rendían y yo no, no y aquí estoy sufriendo todavía, se me acabaron todos mis tíos que
fueron, los que fueron de la Revolución, jueron (sic) jefes, jueron (sic) capitanes y yo
quedé”.

Pedro Partida Segundo


Nació en Mier y Noriega, Nuevo León; el 20 de octubre de 1902.

“Estábamos con mi abuelita, la mamá de papá, yo y otra, una prima,


las dos ya largas. Decía…mi abuelita decía: «Válgame Dios hijas,
¿dónde las escondo?, pues están allá los hombres, los villistas y que se
andan llevando mujeres.» Y pos no, pa´ qué nos querían tan chiquillas.
Llegaron a la casa buscando armas, y estábamos con ella, aquí ya, ahí
están las casas pa’ abajo. Los villistas, ya namas(sic) que no me acuerdo
el año que fueron, nosotros todavía estábamos allá el año que fue, eran
villistas muy malos, donde quiera tiraban balazos, no nos dejaba salir
mamá Gregoria. Para fuera no salíamos, tábamos(sic) aquí, porque allí
andaban los villistas tire y tire tiros al viento y buscando armas en
todas las casas y llegaban y aventaban lo que hallaban pa’ sacar las armas, pues no hallaban
pues no habían, no había hombre en ese rato, ahí andaban en la labor trabajando”.

Rita Luna Ramírez


Nació en el Tunal en Galeana, Nuevo León; en 1908.

67
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Yo conocí a Pancho Villa, ahí estuvo en la casa cuando el robo; le


robaron. Entró al campamento un señor y lo robó. Él nos platicó todo,
este Pancho Villa y lo robó y luego lo andaba persiguiendo y allá en La
Trinidad se fue a esconder pero iba pa’ Saltillo ya con sus tiliches ya
todo cargado. Se llamaba Manuel Ramírez el que lo robó, y allí estuvo
mucho tiempo este Pancho Villa, en la Trinidad viviendo.”

“A un hijo de Don Librado Mendoza, también ése era de los más


bravos para llevarse a las mujeres, y todos, y todos esos, sí los conocí,
pos allá andaban ellos robando aquí en Potosí.”

“Pero para que no le hiciera nada a papá, como él tenía sus animales, ya le dijo a qué iba,
que iba siguiendo a Don Manuel Ramírez; así se llama el que lo robó, y ya entonces, ya
papá en la mañana, en la noche le dijo al pastor: «Oyes te levantas temprano y si encuentras
una carreta por el camino nomás le dices que aquí está Pancho Villa.» Ese era el que andaba
siguiendo a Don Pancho Villa, no se jue (sic) el pastor dice que lo encontró, que ya iba pa’
Potosí, ya pa’ Saltillo allá en La Trinidad, dijo: «Aquí está Pancho Villa, no luego, luego
se fue el hombre, se salió el señor y se echó a juir (sic) y dejó a la señora en la carreta y
la suegra y se jueron (sic) hasta la Trinidad, ellas, nomás llegaron y ya estaban todos los
soldados rodeados de la carreta y mucha gente que estaba, pos todos los que estaban allí
viendo, les habían echado gasolina a la carreta, y llegó papá.”

“Llegó mi tío Julio el hermano de papá a hablar con Pancho Villa. Que las mujeres ¿qué
culpa tenían?, que las dejaran salir; no si las dejaron salir, salieron se las llevaron pa’ la casa
y le prendieron a la carreta con toi (sic) todo”.

Udelia Montes Alvarado


Nació en la comunidad del Potosí, municipio de Galeana,
Nuevo León; el 4 de febrero de 1906.

“Pues entonces se peleaban, andaban a caballo y andaban pa´ca y pa´


allá su gente, y Pancho Villa... quién sabe dónde pasaría, no me acuerdo
dónde mataron a Pancho Villa”.

Juan Manuel Martínez Ramos


Nació en la Estación de Calera, Zacatecas; el 28 de mayo de 1909.

68
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Me quedó un recuerdo de él divino, nada más que aquí la gente es


muy tricha (sic). Yo lo veía, a él se le cayó el cepillo con el que
estaba peinando al caballo. Le dije: «Oiga ¿De dónde viene?» ... y luego
le pregunté: «¿A dónde va?» y me dijo: «A Las Lajas.» Cuando
estaba cepillando el sombrero, él estaba sacudiendo el sombrero
—como quiera él plátique, plátique con los señores — y dije: «Le daré
el sombrero.» Traía escolta Venustiano, donde estaba yo platicando
con él, era para la calle, decían que era muy bravo y que esto y que lo
otro, pero yo lo ví buena gente. Y me dijo: «Adiós, ya me voy, porque
voy para Las Lajas.”

“Como decían que era muy malo y que no sé qué, pues dije yo voy a platicar con él, yo
estaba chiquita, iba para la escuela y gritaban allá va éste, entonces yo me lo llevé a la casa y
yo platicaba con él y decía Venustiano: «Ya me voy, ya me voy, ya me voy para Las Lajas.”.

Eufemia Alanís de los Santos


Nació en Los Herreras, Nuevo León; el 3 de septiembre de 1904.

“No pos persiguiéndose unos con otros, Villa perseguía a Carranza y


Carranza perseguía a Villa, cuando no andaba uno adelante, andaba
otro y andaban así acomodando vueltas pero no, en una fracción de
San Luís unos por allá lejos andaban retiraos (sic) porque no se veían,
pero se veían por las vías pero no falta quién de razón de las cosas”.

Hipólito Guerrero Castillo


Nació en San Luis Potosí, el 21 de agosto de 1910.

“Quemaban todas las bodegas pa’ que no tuvieras (sic) con carrancistas”.

Florencio Muñiz Juárez


Nació en San Luis Potosí; el 27 de octubre de 1905.

69
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Mucha gente que andaban a caballo con los rifles y todo… las dagas
que traiban y todo eso , así es de que nosotros mirábamos todo arriba
de la casa. Nos tenían ahí escondido nomás. Mamá era la que estaba en
la cocina y se metían pa´ dentro y ese era disfrutar de la comida que
tenía mi madre. Les daban de comer, pos agarraban los trastes y los
llevaban pa´ fuera”.

María Pérez Sifuentes


Nació en Saltillo Coahuila; el 22 de abril de 1909.

“Lo que tenía uno, y se llevaban las bolsas de mandado que compraban
ahí las gentes, tortillas y todo llevaban”.

María de la Rosa Obregón


Nació en Iturbide; el 12 de mayo de 1902.

“Cuando yo me casé, unos hermanos de mamá trabajaban en la


Revolución y ellos traían su gente, y otros traían arreo (sic) y se
juntaban todos; hubo mucho, pero gracias a Dios que no mató a nadie,
porque a todos les daban de comer”.

Eusebia Garza Gómez


Nació en el Rancho de Gómez en General Terán; el 27 de octubre de 1910.

“Escondieron a mi papá en una castaña grande para que no se lo


llevaran”.

Filomena Benítez Cantú


Nació en el barrio de Los Aldamas; el 22 de noviembre de 1908.

70
Las luchas revolucionarias y los revolucionarios

“Cuando recibimos las armas, las escondíamos en las casas”.

Máximo Pérez Bernal


Nació en Linares, Nuevo León; en 1903.

“había tropas de soldados…en ese entonces no había carros ni


camiones, venían en caballos, venían de pasada pa´ Monterrey o pa´
Saltillo”.

María Josefa Muñoz Medrano


Nació en Dr. Arroyo, Nuevo León; el 27 de abril de 1910.

“No pues yo estaba chiquillo, había pero yo no eso, no vide (sic), todo
lo que supe de la Revolución fue por lo que platicaban mis tías, mis
tíos, que platicaban de la Revolución, estaba la Logia ocupada con los
soldados de allí mismo, allí se quedaban, allí se dormían, hicieron
pedazos todo lo que pudieron, yo no sabía me platicaban”.

Pedro Vega Torres


Nació en Aguascalientes; el 9 de junio de 1910.

71
Más que una anécdota,
su presencia

Alejandro López Hernández Francisca Estrada Margarita Ovalle Rangel


Nació en Zacatecas; Nació en San Luis Potosí; en 1910.
el 27 de noviembre de 1909.

María Cruz Uribe Uribe Felipe Reyna Castillo Rosa Carrillo Luna
Nació en San Pedro Garza García; Nació en San Luis Potosí. Nació en Coahuila.
en 1909.

Catalina Casas Casas José Félix Terán Pérez Sabino Guzmán Ramírez
Nació en Durango. Nació en Guanajuato; en 1910. Nació en el municipio
de Galeana, Nuevo León;
el 15 de septiembre de 1910.

72
Más que una anécdota, su presencia

Faustina Olguín Ibarra Carolina Landa Cantú Félix López Cisneros


Nació en San Luis Potosí; Nació en Nuevo León. Nació en Lampazos, Nuevo León;
el 1 de agosto de 1909. en junio de 1908.

María Roberta Francisca Mendoza Esparza María Enriqueta Puerta


Maldonado Adame Hernández
Nació en San Luis; el 7 de junio Nació en San Luis Potosí;
de 1910. el 15 de julio de 1910.

Agradecemos el interés mostrado por las familias de:

Alfredo Cerda Bocanegra. Nació en San Luis Potosí; el 26 de agosto de 1912.


Anastacia Hernández Espinoza. Nació el 22 de enero de 1911.
Hilaria Arredondo González. Nació el 22 de enero de 1911.
Jesús Peña Castillo. Nació el 20 de enero de 1911.
Josefina Mata Picón. Nació en 1911.
Juana Ortíz González. Nació en 1915.
Paula Arjona Flores. Nació en General Terán; en 1911.
Silveria Santoy Morales. Nació en Galeana.
Victoriana Lozano Cantú. Nació en Salinas Victoria; en 1911.

73
Más que una anécdota, su presencia

Seleccionados por el H. Congreso del Estado de Nuevo León

Aurelio Cásarez Nájera Catarina Miranda López Cornelio Salas Rutia


Nació el 13 de abril de 1910. Nació el 15 de septiembre de 1908. Nació el 16 de septiembre de 1910.

Elodia Olvera Mancillas Félix Moreno Hernández Gregoria Álvarez Ruiz


Nació el 14 de octubre de 1910. Nació el 29 de marzo de 1910. Nació el 17 de noviembre de 1910.

Hilaria Alemán Ramos Josefina Arredondo Cepeda Leocadia Galván Peña


Nació el 27 de octubre de 1906 Nació el 3 de noviembre de 1908 Nació el 9 de diciembre de 1906.

María Gallegos Cuéllar Petra Rodríguez Martínez Petronilo González Tristán


Nació el 28 de diciembre de 1910. Nació el 29 de marzo de 1909. Nació el 31 de mayo de 1909.

74
Adultos mayores en Nuevo León

E l envejecimiento es un proceso que se desarrolla gradualmente en los individuos y en


el colectivo demográfico. Las personas envejecen a medida que en su tránsito por las
diferentes etapas del ciclo de vida ganan en años; una población envejece cada vez que las
cohortes de edades mayores aumentan su ponderación dentro del conjunto. Si bien la edad
parece ser el criterio más apropiado para delimitar el envejecimiento, la determinación de
un valor numérico preciso estará siempre sujeta a discrecionalidad. El umbral de la vejez
se ha retrasado a lo largo de la historia y se sostiene que la edad de la vejez autopercibida
o socialmente aceptada ha venido aumentando (Villa, 2000).

De acuerdo a una práctica tradicional de la división de Población de las Naciones Unidas


y en los estudios sobre la materia, la edad umbral puede situarse en los sesenta años, sin
embargo, también se considera que a partir de esta edad se reconocen cuatro grupos de
adultos mayores con características peculiares (Rodríguez, 1999). De los 60 a 64 años las
personas se encuentran en el inicio de la vejez, y tanto los hombres como las mujeres que
lo conforman, mantienen un buen estado físico y con condiciones productivas al grado de
ser un grupo demandante aún de empleo. De los 65 a 74 años se conoce como la tercera
edad funcional y en ella se encuentra todavía población económicamente activa. De los
75 a 84 años es el rango de edades en donde se inicia un decrecimiento de las funciones,
y en el grupo de 85 y más el rasgo más comúnmente observado es la declinación física e
intelectual; los hombres y mujeres que lo integran están más impedidos físicamente y la
dependencia de los demás o de las instituciones es casi total.

Esto refuerza la idea de identificar la existencia de por lo menos cuatro


posibles políticas diferentes para este grupo de edad: políticas sociales
básicas de acceso universal, como la salud, la vivienda, la cultura
y la recreación; políticas asistenciales para los adultos mayores
que tengan una disminución permanente o transitoria de alguna
capacidad; políticas de protección especial para los adultos mayores
en circunstancias especialmente difíciles (abandono, maltrato
desnutrición grave) y las de garantía para quienes están propiamente
en la indigencia, desafiliados, desintegrados y socialmente excluidos.

75
Adultos mayores en Nuevo León

Estas cuatro modalidades de política, a su vez, deben estar cruzadas por los cinco principios
que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha identificados como básicos para
cualquier política dirigida a esta edad. Ellos son: independencia de los adultos mayores,
participación, recepción y provisión de cuidados, autorrealización y dignidad.

El tema del envejecimiento y su relación con los aspectos del desarrollo, actualmente
cobra relevancia como problema demográfico. Esto se debe a que en los países de la región
latinoamericana se verifica un proceso de aumento generalizado de la población mayor de
60 años, evento que con frecuencia va acompañado de una persistencia o incremento en los
niveles de pobreza y de una aguda desigualdad social.

El fenómeno del envejecimiento de la población plantea un legítimo dilema de política


pública. Los países afrontan retos sobre la viabilidad del sistema de pensiones, los
presupuestos públicos, las implicaciones para el sistema de salud y el creciente número de
personas mayores que serán excluidas del desarrollo social y económico y se hallarán en
situación de pobreza y marginación.

Datos de la ONU extraídos del Informe Demográfico, revelaron que una de cada cinco
personas tendrá más de 60 años en el 2050, y que la edad media mundial -dentro de 50
años- será de 38 años, frente a la actual que es de 28.

En México, en 2000, se registró a 6.8 millones de personas de 60 años y más, cantidad que
representaba al 6.8% de la población total en ese año. En el 2005, la cantidad de personas
de ese grupo de edad ascendió a 8.3 millones, representando el 8.1% de la población total.
CONAPO estimó que, en menos de 20 años, el grupo de personas de 65 años y más pasará
del 5.5% al 8.1% de la población.

Al inicio de la década de los setenta Nuevo León tenía una población


muy joven, la edad mediana se estimó en 16 años, pasados 35
años, en 2005, este indicador fue de 26 años, característica de una
tendencia hacia el envejecimiento poblacional.

76
Adultos mayores en Nuevo León

Actualmente, el 8.13% de la población total de Nuevo León está ubicada en el rango de


edad de 60 años y más (359,767 adultos mayores), para el 2015, se estima de acuerdo a las
proyecciones realizadas por CONAPO, que se incremente a un 9.61% (455,326 adultos
mayores). La proporción de personas de 65 y más años en 2000 representó un 4.7% de la
población total y en 2005 ese porcentaje fue de 5.4%.

Nuevo León: Participación relativa de la población por grandes grupos de edad Años cens-
ales de 1930 a 2005.
Año Total 0 - 14 15 - 29 30 - 64 65 - 69 70 y + N.E.
1930 417,491 37.8 29.8 29.0 1.3 2.1 0.0
1940 541,147 40.1 26.9 29.8 1.3 2.0 0.0
1950 740,191 40.4 27.6 28.4 1.4 2.1 0.2
1960 1,078,848 42.0 27.3 27.2 1.3 2.1 0.1
1970 1,694,689 44.9 26.5 25.1 1.5 2.1 0.0
1980 2,513,044 41.8 28.8 25.6 1.4 2.3 0.0
1990 3,098,736 33.9 32.1 29.4 1.5 2.6 0.5
1995 3,550,114 30.8 32.1 32.6 1.6 2.7 0.1
2000 3,834,141 29.7 29.6 34.8 1.7 3.0 1.2
2005 4,199,292 28.1 26.6 37.9 2.0 3.4 2.0
Fuente: Elaborado con base en Estadísticas Históricas de los Municipio de Nuevo León (2008). INEGI.

Fotografía: M. M. López. Fundidora Monterrey.

77
Centenarios participantes

Nº Nombre Municipio de residencia Lugar de nacimiento


1 Absalon Soto Estrada Monterrey Rancho de Santa Anna, San Carlos, Tamaulipas
2 Alejandro López Hernández Monterrey Villa de Coss, Zacatecas
3 Anita Valencia Gutiérrez Monterrey San Luis Potosí
4 Altagracia Casas de Gallegos Monterrey San Germán, Zacatecas
5 Anastacia Rangel Párras Escobedo Hidalgo, Tamaulipas
6 Andrea Rodríguez Piña San Nicolás de los Garza San Luis Potosí
7 Angela Romero Martínez Monterrey
8 Antonia Torres Pedroza Montemorelos Montemorelos
9 Antonia Vega González China China
10 Antonia Zamora Gómez Bustamante Bustamante
11 Antonio Morales Reyes Monterrey Santa Clara, Galeana
12 Armando Blanco Amezcua Monterrey Orizaba, Veracruz
13 Brígido Contreras Coronado Mier y Noriega México, D.F.
14 Carlos Vázquez Lozada Allende Allende
15 Carmen Moreno Montiel Monterrey San Luis Potosí
16 Carolina Landa Cantú Vallecillo Nuevo León
17 Catalina Casas Casas Monterrey Durango
18 Catalina Ordóñez Hernández Mina Palau, Coahuila
19 Catarina Marquéz Aparicio Santiago Monterrey
20 Concepción Hilario Mata Monterrey Concepción del Oro, San Luis Potosí
21 Daniel Campos Garza San Nicolás de los Garza Cadereyta
22 Elena Hernández Pulido Monterrey México
23 Elisa Garza Sepúlveda Monterrey Sabinas Hidalgo
24 Elpidia Mendoza Macías San Nicolás de los Garza Hacienda del Carrizo, Los Ramones
25 Elvira González Garza Pesquería Dr. González
26 Emeteria Coronado Moreno Monterrey Charcas, San Luis Potosí
27 Enrique Saldívar Chapa Agualeguas Agualeguas
28 Eufemia Alanís de los Santos Los Herreras San Agustín, Los Herreras
29 Eulogia Duque Zúñiga San Nicolás de los Garza San Luis Potosí

78
Centenarios partícipantes

Nº Nombre Municipio de residencia Lugar de nacimiento


30 Eulogio Cerda Torres Monterrey Aramberri
31 Eusebia Garza Gómez Montemorelos Gral. Terán
32 Faustina Olguín Ibarra Monterrey Magdalenas, San Luis Potosí
33 Faustino Espinoza Salinas Dr. Arroyo El Consuelo, Dr. Arroyo
34 Felipe Mejía Chávez Monterrey Matamoros, Coahuila
35 Felipe Reyna Castillo Guadalupe Hacienda de Santiago, San Luis Potosí
36 Félix López Cisneros Lampazos La Barranca, Lampazos
37 Filomena Benites Cantú Los Aldama Los Aldama
38 Florencio Muñiz Juárez Anáhuac San Luis Potosí
49 Francisca Estrada Monterrey San Miguel
40 Francisca Mascorro Cardona Zaragoza Zaragoza
41 Francisca Mendoza Esparza Apodaca
42 Francisco Salazar López Mier y Noriega Tapona Moreña, Mier y Noriega
43 Guadalupe Berho Forey San Pedro Garza García México, D.F.
44 Herminia de León Esparza Sabinas Hidalgo Villaldama
45 Hilaria Molina Padilla Montemorelos Saltillo, Coahuila
46 Hipólito Gerrero Castillo Monterrey Villa de San Nicolás Tolentino, San Luis Potosí
47 Isabel Berho Forey San Pedro Garza García México, D.F.
48 Ismael Cepeda Ulloa Monterrey Guadalajara, Jalisco
49 José Antonio Fernández Monterrey Piedras Negras, Coahuila
50 José de Jesús Arias Sandoval Monterrey León, Guanajuato
51 José Félix Terán Pérez Monterrey San Felipe Guanajuato
52 José Leonor Pérez Ortíz Dr. Arroyo Dr. Arroyo
53 José Ortega Castro Apodaca Villa Hidalgo, San Luis Potosí
54 José Pedroza Cordero Galeana Galeana
55 Josefa Ovalle Rodríguez Guadalupe San Luis Potosí
56 Josefina Muñóz García Monterrey Concepción del Oro, Zacatecas
57 Josefina Santos Pinales Monterrey Santa Cruz del Orégano, S. J. Guadalupe, Dgo.
58 Juan Daniel Puente Martínez Juárez Los Encinos, Zacatecas

79
Centenarios participantes

Nº Nombre Municipio de residencia Lugar de nacimiento


59 Juan Manuel Martínez Ramos Monterrey Estación de Calera, Zacatecas
60 Juana Belmares Juárez Escobedo Matehuala, San Luís Potosí
61 Juana Mata Frías Guadalupe San Luis Potosí
62 Julio Arias Flores Apodaca Pochitlán, Jalisco
63 Julio Rodríguez Carrizales Monterrey
64 Leonardo Martínez Hernández Monterrey
65 Lorenzo Carrillo Páramo Guadalupe
66 Luis Morales Morales Allende Charcas, San Luis Potosí
67 Ma. Amparo Rábago Muzquis Monterrey Las Esperanzas, Coahuila
68 Ma. Cruz Uribe Uribe San Pedro Garza García San Pedro Garza García
69 Ma. Guadalupe Sifuentes Hdz. Guadalupe El Pedernal, San Luis Potosí
70 Ma. Guadalupe Villalón Cavazos Allende Allende
71 Ma. Roberta Maldonado Adame Guadalupe San Ciro, San Luis Potosí
72 Macrina López Tello Monterrey San Ignacio
73 Manuel Segovia Monsiváis Villaldama
74 Manuela Yañez Delgado Monterrey
75 Marcelina Barrón Mendoza Santa Catarina Galeana
76 Margarita Ovalle Rangel Guadalupe San Luis Potosí
77 María de Jesús Granados Flores Apodaca Saltillo, Coahuila
78 María de la Luz López Hdz. San Pedro Garza García Concepción del Oro, Zacatecas
79 María de la Rosa Obregón Iturbide
80 María Enriqueta Puerta Hdz. Monterrey Mexquitic de Cardona, San Luis Potosí
81 María Eustolia Aragúz Chávez Linares
82 María Guadalupe Camero Monterrey General Zaragoza
83 María Guadalupe Villarreal A. San Nicolás de los Garza Cadereyta
84 María Josefa Muñoz Medrano García Dr. Arroyo
85 María Muñoz Patlán Montemorelos Hacienda del Cerrito
86 María Pérez Sifuentes Escobedo Saltillo, Coahuila

80
Centenarios participantes

Nº Nombre Municipio de residencia Lugar de nacimiento


87 María Rafaela González Monterrey
88 María Salas Olvera Santiago Guajuquito, Santiago
89 María Victoria Galavíz Martínez Monterrey
90 Martha Camacho Aragón Montemorelos Cocula, Jalisco
91 Mateo Barrera de la Cerda Gral.Terán Gral. Terán
92 Matías Coronado Olvera Montemorelos
93 Maximino Pérez Bernal Guadalupe Linares
94 Mucio Castillo Campos Monterrey Coahuila
95 Natalia Ramos García Mina Acatita, Coahuila
96 Pedro Galindo Castillo Aramberri Aramberri
97 Pedro Partida Segundo Pesquería Mier y Noriega
98 Pedro Vega Torres Monterrey Zacatecas
99 Primitiva Zapata Castillo Guadalupe San Luis Potosí
100 Ramona Montoya Ortega Cadereyta Encarnación de Díaz, Jalisco
101 Ramona Ruiz Banda Juárez San Luis Potosí
102 Reymunda Valero Marín Galeana Galeana
103 Rita Luna Ramírez Galeana Tunal, Galeana
104 Rito Aguilar Cuarenta Bustamante San Luis Potosí
105 Rosa Carrillo Anáhuac Muzquis, Coahuila
106 Sabino Guzmán Ramírez Galeana Galeana
107 San Juana Camacho Rodríguez Cadereyta Hacienda de la Palma, Jalisco
108 Simón Arredondo González Monterrey Charcas, San Luis Potosí
109 Sofía Díaz Cruz Monterrey San Juan del Río, Querétaro
110 Udelia Montes Alvarado Galeana Galeana
111 Vacilisa Alejandro Gutiérrez Montemorelos San Lucas, Galeana N.L.
112 Ventura Martínez Serna Hidalgo Hidalgo, N.L.
113 Virginia Zapata Mendoza Dr. González San Francisco de las Borregas, Tamaulipas

81
Don José P. Saldaña
1891 - 1992

82
Bibliografía
de José P. Saldaña

Datos biográficos

E l historiador José Pedro Saldaña, nació en Monterrey, N. L. un 19 de octubre de 1891,


aquí mismo realizó sus estudios de primaria, secundaria y comercio, participó en los
partidos Liberal de Nuevo León y Constitucional Nuevoleonés. Militó en la Revolución
Constitucionalista al lado del General José E. Santos. Fue diputado en la XXVIII Legislatura
(1918-1920). Fue Oficial Mayor de Gobierno, durante el mandato del Gobernador general
Gregorio Morales Sánchez (1935), en el mismo año 1935, en los meses de octubre y
noviembre fue encargado del despacho del Poder Ejecutivo. Residió en Cd. Victoria, aunque
por poco tiempo. Como muy buen escritor se dio a la tarea de difundir la historia de
Monterrey. Colaboró en numerosos periódicos de Tampico, Torreón y San Antonio, Texas.
Por muchos años escribió en el periódico, “El Norte”, de Monterrey, así como también se
destacó con centenares de artículos y crónicas en el periódico “El Porvenir”. Fue consejero
y director de diversas instituciones bancarias y sociales. Gerente del Centro Patronal de
Nuevo León. Presidente de la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística,
de la cual posteriormente fue nombrado presidente honorario. Fue nombrado cronista
oficial de Monterrey, en 1967.

Su producción principal es de carácter histórico, entre el gran acervo de su autoría destaca:


Páginas de verdad y de combate, (1917); “Mi actuación como diputado al Congreso de
la Unión” (1919); “Estampas antiguas de Monterrey” (1942); “Historia y tradiciones de
Monterrey” (1943); “Casos y cosas de Monterrey” (1945); “Episodios históricos” (1948);
“La novela de Juan Luis” (1951); “Episodios contemporáneos” (1955); “Episodios de ayer”
(1959); “Apuntes históricos sobre la industrialización de Monterrey” (1965); “Mercado
Colón” (1966); “Casa del General Bernardo Reyes” (1966); “Monterrey de 1920 a 1930”
(1967); “Grandeza de Monterrey” (1968). Y así podríamos seguir enumerando sus libros
ya que realmente su obra escrita es grande.

Muchos de los grandes y respetados historiadores y escritores, se han referido en sus libros
a don José P. Saldaña, tales como el profesor Israel Cavazos Garza, Mons. Dr. Aureliano
Tapia Méndez, así como también el extinto profesor Celso Garza Guajardo, quién, en el
libro de su autoría “El centenario de don José P. Saldaña” escrito en octubre de 1991, nos

83
Bibliografía de José P. Saldaña

narra: “Tengo desventajas y ventajas al tratar esta faceta de la vida de revolucionario de


don José P. Saldaña en este su centenario, frente a las facetas respectivas como hombre
y como historiador que aquí han sido abordadas por Israel Cavazos Garza y Aureliano
Tapia Méndez.

Las desventajas son que ambos expositores son eruditos en la materia. Israel Cavazos
Garza conoce el pasado de tal forma, que puede pasear con don José en su mismo oficio
de historiador, de ida y vuelta. Don Israel anota y don José le dicta, o al revés, don Israel
amplía lo que don José recuerda. Es formidable el entendimiento entre ambos.

Mientras que, por otra parte, el padre Tapia sabe de almas y al saber de almas sabe de la
vida. Por eso, cuando él habla, lo hace recio y en serio; y más aún, cuando se trata de don
José P. Saldaña”.

Don José Pedro Saldaña, murió en Monterrey, el 11 de julio de 1992 a la edad de 101 años.
A un año de la muerte de don José, la Asociación de Cronistas de Nuevo León, en su honor,
como un homenaje y con mucho orgullo lleva su nombre.

Asociación Estatal de Cronistas Municipales de Nuevo León


“José P. Saldaña”

Elda Feliz González González


Cronista Municipal de Marín.

Bibliografía
Cavazos Garza, Israel.- Escritores de Nuevo León, Diccionario Bibliográfico. (1996) Talleres de Editorial
Cargo, S. A.
Cavazos Garza, Israel.- Diccionario Biográfico de Nuevo León. (1996) Talleres Grafo Print.
Garza Guajardo, Celso.- (1991).

84
Asociación Estatal de Cronistas

Municipales de Nuevo León,

“José P. Saldaña”, A.C.

Integrantes de la Asociación de Cronistas “José P. Saldaña”


Fotografía enviada por la cronista de Zaragoza, Profra. Emma Reyna García.

85
Asociación Estatal de Cronistas Municipales de Nuevo León, “José P. Saldaña”, A.C.

Municipio Cronista
Abasalo Profr. Martín Salaís Cantú
Agualeguas Profr. Mauro Martínez Pérez
Anáhuac Profra. Hortencia Camacho Cervantes
Apodaca Lic. Ramiro Estrada Sánchez
Allende Profra. Lilia Idalia Alanís García
Bustamante Lic. Carlos Jesús Gómez Flores
Cadereyta Dr. José Asención Tijerina Flores
Cerralvo Lic. Cuauhtémoc E. Contreras Hi
Ciénega de Flores Luis Ángel Sáenz Villarreal
China Profr. Jesús Erasmo Leal Flores
Dr. Arroyo Lic. Francisco Javier Alvarado Segovia
Dr. Coss Profra. Ma. del Refugio Ríos Ríos
Dr. González C.P Jesús Ramiro González Contreras
El Carmen Leonardo Villarreal García
Galeana Profr. Alejandro Luna Salazar
García Antonio Flores Treviño
Gral. Bravo Profr. Adolfo Garza González
Gral. Escobedo Profr. Juan Ramón Garza Guajardo
Gral. Terán Profr. Andrés Puente Muñoz
Gral. Treviño Profr. Aarón Cadena Sáenz
Gral. Zaragoza Profra. Emma Reyna García
Gral. Zuazua Edelmiro Alemán Cantú
Guadalupe Profr. Francisco Arredondo Cano
Hidalgo Profr. Oziel Garza Elizondo
Higueras Profra. Leticia E. Montemayor Villarreal

86
Asociación Estatal de Cronistas Municipales de Nuevo León, “José P. Saldaña”, A.C.

Hualahuises Profr. Napoleón Nevárez Pequeño


Iturbide Pbro. Pedro Gómez Danés
Juárez Lic. Ismael Garza de la Garza
Lampazos Profr. Israel Pedraza Garza
Los Aldama Dr. Rubén Darío Pastrana
Los Herrera Lic. Jorge Pedraza Salinas
Los Ramones Dr. Juan de Dios Leal Rodríguez
Linares Lic. Armando Leal Ríos
Marín Profra. Elda Feliz González González
Melchor Ocampo Dalila Salinas Rivera
Mier y Noriega Profr. Jesús María Chávez Muñiz
Mina Lic. Ernestina Lozano Gza. de Villarreal
Montemorelos Sra. Beatriz Bazán de Vaquero
Monterrey Profr. Israel Cavazos Garza
Parás Profra. Mirtha Hinojosa Ruíz
Pesquería Profr. José Mario Elizondo Montalvo
Los Rayones Profr. Hernán Farías Gómez
Sabinas Hidalgo Profr. Héctor Jaime Treviño
Sabinas Hidalgo Profr. Santos Noé Rodríguez Garza
Salinas Victoria Ambrosio H. Guajardo y Morales
San Nicolás de los Gza. Profr. Severo González
San Pedro Garza G. Lic. Carlos González Rodríguez
Santa Catarina Lic. Antonio Guerrero Aguilar
Santiago Arq. Juan A. Alanís Tamez
Vallecillo Juan Manuel González Sánchez
Villaldama Profra. María Luisa Santos Escobedo

87
88
Anexo fotográfico

Venustiano Carranza
Fotografía proporcionada por el Sr. Sergio L. González De León.

89
Fotografía proporcionada por el Sr. Sergio L. González De León.

Cortejo fúnebre en hombros con dirección al Panteón


Porfirio Díaz Municipal de Hualahuises.

Francisco I. Madero
Carreta fúnebre parada frente al Templo de San Cristóbal
de Hualahuises. Fotografías enviadas por el cronista de
Hualahuises, Profr. Napoleón Nevárez Pequeño.

90
Anexo fotográfico

Familia típica marinense, 1920. Tenientecoronel Ma. de Jesús González. Fotografías proporcionadas
por la cronista de Marín, Profra. Elda Feliz González González.

La forma de vestir de las damas del municipio de Santa Catarina. Tenientecoronel Ma. de Jesús
Fotografía proporcionada por el cronista de Santa Catarina, N. L. González
Antonio Guerrero.

91
Anexo fotográfico

Banquete en el Palacio Nacional. De izquierda a derecha José Vasconcelos, Francisco Villa, Eulalio
Gutiérrez, Presidente provisional; Emiliano Zapata y Felícitas Villarreal.

Fotos de Francisco Villa, proporcionadas por la cronista de Zaragoza, Profra. Emma Reyna García.

92
Anexo fotográfico

Fotos de Francisco Villa, proporcionadas por la cronista de Zaragoza, Profra. Emma Reyna García.

93
Anexo fotográfico

Fotografía que representa a niños que tenían acceso a la educación.


Fotografía proporcionada por el cronista de Santa Catarina, N. L. Profr. Antonio Guerrero A.

Familia García Castillo, tomada el 5 de mayo de 1912.


Fotografía proporcionada por la cronista de Zaragoza, Profra. Emma Reyna García.

94
Anexo fotográfico

Fotografía proporcionada por el Sr. Sergio L. González De León.

Fotografía proporcionada por el cronista de Santa Catarina, N. L. Profr. Antonio Guerrero Aguilar.

95
Anexo fotográfico

Fotografía: M. M. López. Inundación en Monterrey, N. L., 1909.

Fotografía: M. M. López. Fundidora Monterrey.

96
Anexo fotográfico

Fotografía: M. M. López. Obispado, Monterrey, N. L.

Fotografía: M. M. López. Cervecería, Monterrey, N. L.

97
Anexo fotográfico

Trabajadores que construían la carretera Monterrey- Saltillo, junio de 1928.


Fotografía proporcionada por el cronista de Santa Catarina, N. L. Profr. Antonio Guerrero Aguilar.

Fotografía: M. M. López. Municipio de Monterrey, N. L.

98
Anexo fotográfico

Fotografías: M. M. López. Municipio de Monterrey, N. L.

99
Anexo fotográfico

Revolucionarios del General Pablo Gzz. rumbo a Tampico cerca de Monterrey. Mayo de 1914,
sobre los trenes de los ferrocarriles.

Fotografías proporcionadas por el Sr. Sergio L. González De León.

100
Anexo fotográfico

Venustiano Carranza y el General Pablo González; en la ciudad de México, agosto de 1914.

Venustiano Carranza rumbo a Sonora en el trayecto de Cuatro Ciénegas, Torreón.


Fotografías proporcionadas por el Sr. Sergio L. González De León.

101
Anexo fotográfico

Fotografías proporcionadas por el Sr. Sergio L. González De León.

102
Anexo fotográfico

Fotografías proporcionadas por el Sr. Sergio L. González De León.

103
Anexo fotográfico

Fotografía proporcionada por el Sr. Sergio L. González De León.

Integrantes de la Asociación de Cronistas “José P. Saldaña”


Fotografía enviada por la cronista de Zaragoza, Profra. Emma Reyna García.

104
Glosario

Aigamos.- Del verbo haber.


Almú.- Medida para granos, harinas, etc, equivalente a kilo y medio.
Ansinilla.- Expresión “así es”.
Arreo.- Acción y efecto de arrear (a las bestias). Adorno.
Asina.- Expresión “así es”.
Bebeleche.- Es un juego en donde se acostumbra a rayar una superficie con cuadros
que asemeja un avión. Consiste en brincar los cuadros de uno en uno sin
pisar las casillas que esten ocupadas por otras personas, sin salirse ni pisar
ninguna raya.
Biznagas.- Se da el nombre biznaga a varias especies de cactáceas originarias de
América.
Cardar.- Cepillo de madera con clavos chicos que se usa para peinar la lana.
Carrillerotes.- Se refiere a las cananas que usaban cruzadas en el pecho los revolucionarios
y las soldaderas para colocar los cartuchos.
Castaña.- Es el fruto del castaño, árbol nativo de climas cálidos.
Coyunda. Correa fuerte con que se uncen los bueyes al yugo.
Cuartita.- Cuerda o correa que era utilizada para disciplinar a los hijos.
Chistar.- Emitir un sonido con la boca.
De´ onde.- Contracción de la pregunta Dónde.
Jueron.- Fueron del verbo ir en pasado.
Matatena.- Nombre que se le da a un juego que usaban huesos de duraznos, piedritas
o algo similar y era indispensable una pelotita.
Moliendas.- De moler y no sólo la caña.
Metralladora.- Arma utilizada por los revolucionarios.
Naguas.- Es la falda y el fondo. En aquellos años la faldona y el fondón que sólo
dejaban ver los pies y a veces hasta los tobillos.
Orquetó.- Subir a un lugar. Generalmente lo utilizaban para referirse a los niños
cuando se subían a un árbol y se montaban en las ramas.
Pa´acá.- Contracción que significa “para acá”.
Pa´allá.- Contracción que significa “para allá”.
Pos.- Muletilla que significa “pues”.
Pirules.- Árbol hasta de diez metros aproximadamente, leñoso, de muchas ramas,
corteza gris que se quita fácilmente, tiene una resina blanca y de olor
picante.

105
Glosario

Pizcaban.- Palabra de origen azteca que significa recoger, recolectar la cosecha.


Rastrojo.- Resto de las cañas de la mies que quedan en la tierra después de segar.
Reata.- Cuerda o correa que ata y une dos o más caballerías para que vayan en fila
una detrás de otra.
Regañuda.- Del verbo regañar. Expresión que se utiliza para decir que es muy regañona.
Taba.- Del verbo estar.
Tepalcatillas.- Tepalcate, palabra mexicana. Se refiere a un pedazo de una vasija de barro.
Tortes recio.- Expresión que significa “no hagas ruido”.
Traiban.- Del verbo traer.
Vals.- Baile de pareja de origen Alemán, de ritmo.
Vide.- Del verbo ver.
Yunta. Par de bueyes, mulas u otros animales que sirven en la labor del campo o
en los acarreos.
Xoconostle.- Tuna que nace del nopal, rica en fibra, vitamina A, C y K, calcio, magnesio,
hierro y cobre.

106
Bibliografía

Aguilar Belden, Sara. Una ciudad y dos familias. Editorial Jus, México, 1970.

Cavazos Garza, Israel. Nuevo León: montes jóvenes sobre la antigua llanura.
Monografía Estatal Secretaría de Educación Pública, México, 1982.

Cossío, David Alberto. Historia de Nuevo León. Evolución Política y Social. Monterrey,
N.L., Ed. Cantú Leal. 6v. Vol. III y IV, 1925.

Roel, Santiago. Nuevo León Apuntes Históricos. Monterrey, 1963.

Secretaría de Desarrollo Social. Plan Sectorial 2010-2015. Monterrey, 2010.

Serna Treviño, Pablo. “Vocablos que mucho se oyen y poco se escriben”. Vol. I, II, III;
San Pedro Garza García, 2009.

Santos Escobedo, María Luisa; Reséndiz Balderas José; Treviño Villarreal


Mario. IV Congreso de Historia Municipal del Noreste. Sociedad Nuevoleonesa de
Historia , Geografía y Estadística; Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Vol. II,
Monterrey, N.L., 2009.

Nevárez Pequeño, Napoleón. Hualahuises, un pueblo con historia. H. Congreso del


Estado de Nuevo León. Monterrey,N.L., 2003.

Contreras Soto, R. Celaya: clasificaciones, estratificaciones y discriminaciones bajo el


criterio del vestido” en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 88, 2007.

Diccionario del español usual en México. El Colegio de México, 2a. edición, 1996.

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Es una publicación
de la Secretaría de Desarrollo Social
de Nuevo León.
La responsabilidad de la edición
estuvo a cargo del área de Comunicación.

Impresa en Grupo Rosh, S. A. de C. V.


Clavel 5118 Fraccionamiento Aztlán,
Monterrey, Nuevo León, México.
La edición consta de 2,000
ejemplares que se terminaron de imprimir
en octubre de 2010.

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