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Concepto y teoría en ciencia social (1952)

Carl Hempel

(Traducción María Inés Pazos)

(Concept and Theory in Social Science, Philsophies of social science, The


classic and contemporary readings, Gerard Delanty y Piet Strydom eds. Open
University Press, 2008 (2010).

¿Pero no es verdad, después de todo, que en la física también hay teorías,


tales como las de los gases ideales, la del impacto elástico perfecto, la del
péndulo matemático, la de los aspectos estadísticos de un juego jugado con un
dado perfecto, etc., que no se considera que sean invalidadas por el hecho de
que no posean una ejemplificación precisa en el mundo empírico? ¿No podrían
los tipos ideales reclamar el mismo estatus que los conceptos centrales de
esas teorías idealizadas? Esos conceptos refieren a sistemas físicos que
satisfacen ciertas condiciones extremas que no pueden ser satisfechas sino
aproximadamente por fenómenos empíricos concretos. Su importancia
científica se basa, creo, en los siguientes puntos. a) Las leyes que gobiernan el
comportamiento de un sistema físico ideal son deducibles de principios teóricos
más comprensivos que están bien confirmados por evidencia empírica; la
deducción usualmente toma la forma de asignar ciertos valores extremos a
algunos de los parámetros de la teoría comprensiva. Así, por ejemplo, las leyes
de un gas ideal se obtienen de principios más inclusivos de la teoría cinética de
los gases, por el medio de “asumir” que el volumen de las moléculas de gas se
desvanece y que no hay fuerza de atracción entre las moléculas –es decir,
haciendo los parámetros adecuados iguales a cero. b) Las condiciones
extremas que caracterizan el caso “ideal” pueden ser al menos empíricamente
aproximadas, y siempre y cuando en una instancia concreta las leyes ideales
en cuestión sean empíricamente confirmadas. Así, por ejemplo, la ley Boyle-
Charles para los casos ideales es satisfecha de modo muy estrecho por una
amplia variedad de gases dentro de rangos amplios, especificables, de presión
y temperatura (para una masa fija de gas), y es por esa razón que la ley puede
ser invocada significativamente para propósitos explicativos.

El análisis precedente sugiere las siguientes observaciones sobre el


“ideal” y sobre los aspectos empíricos de los conceptos de tipo-ideal en
ciencias sociales.

(i) Los constructos “ideales” tienen el carácter no de conceptos en sentido


restringido sino de sistemas teoréticos. La introducción de un constructo tal en
un sistema teorético requiere, por lo tanto, no definición por género y
diferencia sino la especificación de un conjunto de características (tales como
presión, temperatura y volumen en el caso de un gas ideal) y el conjunto de
hipótesis generales que conectan esas características.
(ii) Un concepto ideal P no funciona, por tanto, en hipótesis de la forma simple
“Si P entonces Q”. Así, por ejemplo, la hipótesis “Si una sustancia es un gas
ideal entonces satisface la ley de Boyle”, que tiene esa forma, es un
enunciado analítico implicado por la definición de gas ideal; no puede servir a
los propósitos explicativos. Más bien las hipótesis que caracterizan el concepto
de gas ideal conectan ciertas características cuantitativas de un gas, y cuando
son aplicadas a un sistema físico concreto, hacen predicciones empíricas
específicas. Así, para poner el punto en una forma de algún modo sobre
simplificada, lo que entra en una teoría física no es el concepto de gas ideal en
absoluto, sino más bien los conceptos que representan las distintas
características con las que trata una teoría de los gases ideales; sólo éstas son
mencionadas en los principios de la termodinámica.

(iii) En ciencias naturales el menos, un conjunto de hipótesis se considera que


caracteriza un sistema ideal sólo si ellas representan las que podrían ser
llamadas idealizaciones teoréticas más bien que intuitivas; es decir, si pueden
obtenerse, dentro de la estructura de una teoría dada, como casos especiales
de principios más inclusivos. Así, por ejemplo, la fórmula para el péndulo
matemático, tal como fue descubierto empíricamente por Galileo, no
constituye una idealización teorética sino hasta después del establecimiento de
hipótesis más comprensivas que a) tengan confirmación empírica
independiente, b) impliquen la fórmula del péndulo como un caso especial, c)
nos habiliten para juzgar el grado de idealización implicado en el último al dar
cuenta de factores adicionales que son relevantes para el movimiento del
péndulo físico, pero cuya influencia es claramente pequeña en el caso de
aquellos sistemas físicos a los cuales la fórmula es habitualmente aplicada.

Ninguna teoría, por supuesto, por más inclusiva que sea, puede pretender dar
una explicación totalmente adecuada de ninguna clase de fenómenos
empíricos; siempre es posible que aún una teoría muy comprensiva y bien
confirmada pueda ser mejorada en el futuro por la inclusión de parámetros
adicionales y leyes apropiadas: la teoría más comprensiva de hoy podría no ser
más que una idealización sistemática dentro de una estructura teorética más
amplia de mañana.

Entre los conceptos de tipo ideal de la teoría social, los usados en la economía
analítica son los que más se aproximan al estatus de las idealizaciones de las
ciencias naturales: los conceptos de competencia libre perfecta, de monopolio,
de conducta económicamente racional por parte de un individuo o una firma,
etc., todos representan esquemas para la interpretación de ciertos aspectos
del comportamiento humano e implican la asunción ideal de que ningún factor
no económico de la clase que en realidad influye las conductas humanas puede
ser pasado por alto para los propósitos que se tienen. En el contexto de una
rigurosa construcción de una teoría, a esos constructos ideales se les da un
significado preciso en la forma de hipótesis que “postulan” conexiones
matemáticas específicas entre ciertas variables económicas. Frecuentemente,
tales postulados caracterizan el tipo de conducta ideal como maximizando una
cierta función de esas variables (digamos, beneficio).

En dos aspectos, sin embargo, las idealizaciones en economía me parece que


difieren de aquellas de las ciencias naturales: primero que todo, son
idealizaciones intuitivas más bien que teoréticas en el sentido de que los
“postulados” correspondientes no son deducidos como casos especiales, de
una teoría más amplia que cubre todos los factores racionales y no racionales
que afectan la conducta humana. No está disponible actualmente ninguna
teoría general más adecuada, y no hay bases teoréticas para una apreciación
de la idealización implicada en aplicar los constructos de la teoría económica a
situaciones concretas. Esto nos lleva al segundo punto de diferencia: la clase
de fenómenos de conducta concretos respecto de los que los principios ideales
de la teoría económica pretenden constituir al menos generalizaciones
aproximadas, no siempre están claramente especificados. Esto, por supuesto,
obstaculiza el uso explicativo significativo de esos principios. Un sistema
teorético ideal, como ciertamente cualquier sistema teorético, puede asumir el
estatus de un aparato predictivo y explicativo sólo si su área de aplicación ha
sido especificada; en otras palabras, si a sus conceptos constituyentes se les
ha dado una interpretación empírica que, directa o al menos indirectamente,
los liga a fenómenos observables. Así por ejemplo, el área de aplicación para la
teoría de los gases ideales podría ser indicada, aproximadamente,
interpretando los parámetros P, V, T, en términos de las magnitudes “definidas
operacionalmente”, de presión, volumen y temperatura de los gases, a
presiones bajas o moderadas y a temperaturas moderadas o altas.
Similarmente, la aplicabilidad empírica de los principios de un sistema
económico ideal requiere una interpretación en términos empíricos que no
vuelva a esos principios analíticos; por lo tanto la interpretación no debe
equivaler al enunciado de que las presuposiciones de la teoría valen en todos
los casos de conducta económicamente racional -esto sería simplemente una
tautología; más bien tiene que caracterizar, por criterios lógicamente
independientes de la teoría, aquella clase de conducta grupal o individual
respecto de la cual la teoría se pretende que es aplicable. En referencia a eso,
entonces, tiene que atribuir un significado operacional razonablemente
definido a los parámetros teoréticos, tales como “dinero”, “precio”, “costo”,
“beneficio”, “utilidad”, etc. De este modo, las presuposiciones de la teoría
adquieren importancia empírica: se vuelven capaces de prueba y así
susceptibles de desconfirmación –y esto es una característica esencial de todos
los sistemas potencialmente explicativos.

Los resultados de la comparación precedente entre los constructos ideales de


la economía y la física no deben ser considerados como indicadores de una
diferencia metodológica esencial entre los dos campos, porque en vista de los
primeros dos puntos de la comparación, sólo necesita recordarse que mucho
del esfuerzo en la teorización sociológica actual se dirige hacia el desarrollo de
una teoría de la acción social comprensiva, con relación a la cual los
constructos ideales de la economía, en tanto que permitan una aplicación
empírica, puedan tener el estatus de teoréticos más bien que de que de
idealizaciones intuitivas. Y con independencia de la posibilidad de alcanzar esta
meta tan ambiciosa, es claro que se requiere una interpretación para cualquier
sistema teórico que haya de tener contenido (import) empírico, en lo social no
menos que en las ciencias naturales.

Los tipos ideales invocados en otros campos de las ciencias sociales carecen
de la claridad y precisión de las concepciones usadas en la economía teorética.
Las regularidades de conducta que se usan para definir un tipo ideal dado
usualmente son establecidas sólo en términos más o menos intuitivos, y los
parámetros que se pretende conectar no están específicamente explicitados;
finalmente no hay una indicación clara del área de aplicabilidad empírica y la
testeabilidad (posibilidad de someter a prueba) consecuente que se pretende
para el sistema tipológico. En realidad la demanda por esa testeabilidad es por
lo general ampliamente rechazada de una manera que, yo creo, la discusión
precedente ha mostrado que es inconsistente con la pretensión de que los
tipos ideales provean un entendimiento de ciertos fenómenos empíricos.

Si el análisis anterior es esencialmente correcto, entonces los tipos ideales


pueden servir a su propósito sólo si son introducidos como sistemas teoréticos
interpretados, es decir, a) especificando una lista de características con las que
la teoría vaya a tratar, b) formulando un conjunto de hipótesis en términos de
esas características, c) dando a esas características una interpretación
empírica, que asigne a la teoría un dominio de aplicación específico y c) como
objetivo a largo plazo, incorporando el sistema teórico a una teoría más
comprensiva como un “caso especial”. En qué extensión estos objetivos
pueden ser alcanzados no es decidible por un análisis lógico; pero sería auto
frustrante creer que cualquier procedimiento conceptual que carezca
esencialmente de los tres aspectos puede dar un entendimiento teórico en
cualquier campo de la investigación científica. Y en la extensión en que el
programa delineado acá pueda ser levado a cabo, el uso de “tipos ideales” es a
lo sumo un aspecto terminológico sin importancia, más bien que una
característica metodológica distintiva de las ciencias sociales. El método de los
tipos ideales se vuelve indistinguible de los métodos usados por otras
disciplinas científicas en la formación y aplicación de conceptos y teorías
explicativos.

En suma, entonces, los distintos usos de conceptos-tipo en psicología y en


ciertas sociales, cuando se los libera de ciertas connotaciones incorrectas, se
prueba que son exactamente del mismo carácter que los métodos de
clasificación, ordenamiento, medición y correlación empírica, y finalmente de la
formación de teorías usadas en las ciencias naturales. Al conducir a este
resultado, el análisis de los procedimientos tipológicos exhibe, en un ejemplo
característico, la unidad metodológica de la ciencia empírica.

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