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Diánoia:

Di noia:

¿Qué es la arquitectura?
Cayetano Acuña Vigil

¿Qué es la arquitectura?, los estudiantes se lo preguntan y en donde estudian no les saben


responder. Porque quienes enseñan nunca aprendieron qué es enseñar.
Dramática situación de los centros de "estudio" de la Arquitectura en un país pobre que demanda
cuadros técnicos que apoyen en su construcción.
Sin embargo esta pregunta se la formulan pocos. La respuesta es directa. Podríamos decir dentro
del paradigma vigente que sirve para ganar dinero facilmente, sin esfuerzo.
Por lo tanto la profecía auto cumplida es válida.
¿Para qué leer? , ¿Para qué reflexionar?, ¿para qué investigar?
Si sólo se trata de ser diseñador, como quien diseña zapatos, o tangas, o pantalones. El arquitecto
diseña objetos de consumo.
Esto está siendo validado tragicómicamente con el paradigma de que todo vale, y cuanto más fácil
mejor.
Y sin esfuerzo se valida la cundería y la viveza. ¿No tienen remordimiento estos adalides de la
trampa y del engaño?
Parece ser que los tiempos del engaño y de la viveza se han entronado. Adiós a la auto estima.
Diseño objetos de consumo, entonces dicen que hago arquitectura.
Arquitectura sin mística, sin ideales, sin una razón fundamental, sólo negocio al menor esfuerzo,
sin objetivos profundos, puramente fenicios.
Sin actitud crítica y sin nada de valor que constituya un aporte.
Validar la sin razón y el negocio fácil es el paradigma vigente en la enseñanza de la arquitectura.

Sobre la investigación

Paralelamente la evidencia muestra que muchos docentes universitarios no investigan, y que son
ellos mismos quienes se oponen a la enseñanza de las asignaturas de investigación. Más aún están
creando vías alternativas para que los graduandos no realicen investigación, tal es el caso de varias
universidades públicas y de la mayoría de las universidades privadas, esta es la razón de la pérdida
del nivel académico por todos conocida y de la creciente falta de competencia profesional.

Esta situación expuesta en los estudios muestra que estamos al mismo nivel que países que sólo
presentan una universidad o institución en la lista, la mayoría africanos. Estamos por debajo de
otros países de la región como Brasil (27 instituciones), Argentina (12) o Chile (11); y ni mencionar
la distancia que nos separa de quienes lideran la tabla: Estados Unidos (456), China (198), Reino
Unido (139), Japón (160) y España (137).

Frente a esta situación en las universidades nacionales en donde han logrado que haya facultades
de arquitectura, se está permitiendo que se gradúen alumnos sin hacer investigación, ni tesis,
como en la mayoría de las universidades particulares, en donde no se tiene ningún respeto por lo
que a la calidad académica se refiere, abriendo un seudo sistema que vulnera las más elementales
normas académicas haciendo que los graduandos paguen la obtención de su titulo, sin hacer
investigación, a la que si se le exige a todos los alumnos regulares.

Aquí se encuentra la viveza y la cundería a la que me refiero. Viveza de quienes permiten


alegremente esta situación amparándose en que se hace bajo la mesa con el silencio cómplice de
los concejos de facultad y de los docentes a quienes se les encarga la administración de este
engaño, y viveza de quienes se prestan a salir por la puerta falsa y con el estigma de ser
delincuentes ante la comunidad académica, que si los tiene registrados como tramposos con una
ética no aceptada.

¿Para qué leer? , ¿Para qué reflexionar?, ¿para qué investigar?, estas son las preguntas que se
hacen los promotores de esta situación que desnaturaliza la actividad de investigación que
realizan los alumnos que no desean hacer un pago ilegal para la obtención de su titulo para
graduarse.

Con esta situación cómo quedan las asignaturas de los Talleres de Investigación.
Estas asignaturas tienen por principal objetivo motivar a los participantes a plantearse el reto de
investigar, haciendo uso de técnicas, procedimientos y métodos pertinentes para lograr la
construcción del conocimiento y/o su respectiva aplicación.

Sin embargo tienen que enfrentar el dilema de motivar a investigar a los alumnos a quienes se les
dice, por los administradores de turno, “que mejor se esperan un ratito” y luego sin hacer tesis,
sin hacer investigación obtienen su titulo pagando una cómoda suma de dinero.

Si los objetivos específicos de estos talleres de investigación son:

• Difundir las normas, técnicas y procedimientos que rigen el proceso de la investigación científica
en función de los paradigmas cualitativos y cuantitativos que orientan la actividad investigativa.

• Proporcionar los elementos fundamentales para la construcción del conocimiento.

• Aprender a detectar y expresar un problema de investigación, formulando sus objetivos e


hipótesis para plantear en cada caso, las mejores alternativas de solución.

• Impartir capacitación a los participantes para presentar proyectos de investigación de acuerdo


con los métodos, técnicas y requisitos metodológicos pertinentes.

Estos objetivos están asociados a la capacitación para formular proyectos, tarea para la cual los
egresados no se están preparando.

Sin embargo lo que se acepta con esta modalidad es cualquier cosa sin validación académica, lo
que importa es recaudar dinero y que nadie se dé cuenta de lo que se está haciendo
sigilosamente, y de este modo estos objetivos quedan automáticamente sin valor.

¿Frente a esta situación pueden estos irresponsables hablar de enseñanza de arquitectura, y


además pueden pretender que alguien pueda concederles alguna certificación académica?

Frente a esta situación ¿Qué sostenemos?

La investigación que postulamos, es una que está basada en la búsqueda de la verdad, y que tiene
como sustento una epistemología de la arquitectura pertinente y apropiada al contexto.
Sostenemos una investigación que no considera a la arquitectura como un objeto de consumo, y
en donde el valor del servicio sea prioritario.

Sostenemos una investigación de la arquitectura que la considera en forma holística en donde el


hombre es el sujeto frente a la que se basa en juegos de abalorios de carácter puramente formal.

Sostenemos una investigación que recusa el discurso mesiánico del modernismo, en el cual las
obras arquitectónicas dejaron de servir a las necesidades humanas específicas para convertirse en
verdaderos manifiestos particulares sin sustento ni fundamento, basados en el lucro y la ganancia.

Esta investigación recusa las viejas máximas propias del despotismo ilustrado, que ha encontrado
eco en la arquitectura comercial y que enajenada por el consumo no pierde el tiempo
investigando lo que realmente requieren quienes en realidad son a los que tiene que servir.

El concepto de servicio en la arquitectura ha dejado paso al negocio a ultranza, dejando de lado al


hombre y a sus necesidades frente a las necesidades del mercado. Este es un problema de
concepción de los fines de la arquitectura en un contexto en donde priman las carencias. En este
contexto es donde la arquitectura resulta original, apropiada y pertinente.

Este contexto requiere entonces mayor incidencia, además de las propiamente arquitectónicas, en
la tecnología, en las técnicas constructivas, en el conocimiento de los requerimientos de la
ingeniería ambiental, en el conocimiento de las demandas estructurales, en el conocimiento de la
tecnología ambiental y en una mayor y más amplia formación humanista.

Esta investigación revisa el dogma modernista de la forma sigue a la función en la arquitectura


resultante, que muchas veces es un compendio de formas preestablecidas que poco y nada
responden a los requerimientos y contexto que les habían dado origen.

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