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CORRECTA UTILIZACIÓN DE LA TRACCIÓN LUMBAR MECÁNICA (TLM)

EN EL TRATAMIENTO DE LA HERNIA DISCAL

Junio 22, 2008

Por: Crisanto Torrado Navarro


Fisioterapeuta
Dir. Unidad de Trastornos Vertebrales.
Cúcuta – Colombia

La TLM es una herramienta dentro del arsenal terapéutico útil para tratar las hernias
discales lumbares nucleares.
La TLM es una técnica ampliamente utilizada en la Unidad de Trastornos Vertebrales
con óptimos resultados. Es usada complementariamente a otras técnicas, lo cual hace
que se pueda contar con un buen record de pacientes recuperados. Es necesario aclarar
que esta técnica sola no es suficiente para tratar una disfunción como la hernia discal,
sino que se necesita que sea implementada dentro del marco de un plan fisioterapéutico
diseñado exclusivamente para cada paciente que sea diagnosticado con esta entidad
patológica.
La tracción de los cuerpos vertebrales constituye un tratamiento estructural, ya que tiene
un efecto biomecánico comprobado: separa las vertebras disminuyendo la presión
intraarticular en el disco lesionado, reduciéndolo. De tal manera podríamos decir que
específicamente la TLM produce tres efectos directos sobre la hernia:

1. Succión: Se crea una presión subatmosférica al separarse las superficies


articulares, creando un vacio que succiona el material lesionado
reabsorbiéndolo, reduciendo así la protrusión.
2. Alejamiento: Se ha comprobado que entre los cuerpos vertebrales de la región
lumbar se puede presentar 2.5 mm de separación al aplicar tracción. Con lo que
se libera la presión intradiscal causante de la hernia.
3. Tensado de los ligamentos: Al producirse un alejamiento entre las vertebras, el
ligamento longitudinal posterior se tensa lo suficiente como para ejercer una
fuerza centrípeta sobre el material lesionado devolviéndolo a su ubicación
original dentro del espacio intradiscal.
Además de estos efectos biomecánicos directos, también debemos considerar otras
consecuencias benéficas de la tracción: estirar toda la musculatura estabilizadora de
tronco, provocando paulatinamente y con el transcurrir de los minutos un mayor estado
de relajación de esta musculatura, la cual se encuentra afectada por el aumento de
tensión en sus fibras y por espasmos que empeoran el cuadro de dolor del paciente.A
diferencia de lo que dicen otros autores que utilizan dispositivos electrónicos de
tracción, el dispositivo de TLM causa molestias por la presión de las correas en la
cintura pélvica y la parte inferior del tórax. Lo cual no contribuye mucho a la
comodidad del paciente pero si desarrolla una adaptación y una tolerancia más amplia al
dolor, aumentando el umbral de percepción doloroso para esta parte de la espalda.

Técnica

El paciente debe durar expuesto a la tracción entre 15 y 30 minutos. El tiempo de


exposición es determinado conforme al criterio del fisioterapeuta, teniendo en cuenta el
estado físico, el grado de dolor, la tolerancia al dispositivo, etc.
Al terminar la exposición a la TLM se deben seguir unos pasos protocolares, que el
fisioterapeuta debe determinar, como: la forma adecuada de liberar la fuerza de tracción,
la manera de soltar las correas, el tiempo de reposo después de aplicar esta técnica y el
tipo de maniobras que pueden hacer con el paciente posteriormente.

Precauciones

• Osteoporosis: se debe dosificar la fuerza con que se sujetan las correas, la


cantidad de tracción que se va a ejercer, la intensidad del dolor del paciente. Si
no es completamente necesaria la aplicación de la tracción, es mejor buscar otro
método para el paciente.

• HTA: Si el paciente es hipertenso, solo se debe admitir para este tratamiento si


su afección es controlada medicamente y compensada. De lo contrario se debe
remitir al paciente al médico familiar para que sea tratado y controlado. Se debe
tomar la presión sanguínea antes, durante y después de la tracción. En caso de
aumento de la presión arterial se debe liberar poco a poco la tracción y volver a
tomar la tensión una vez más.
• Fracturas vertebrales: Por obvias razones no se debería intentar aplicar esta
técnica que puede empeorar la condición del paciente. Cuando la vertebra este
consolidada, es posible aplicar la técnica si la valoración clínica muestra una
indicación clara para ella.

Lectura recomendada

Cyriax, J. Tratamiento por Manipulación, Masaje e Inyección, Medicina Ortopédica, Tomo II. 11ª edición.
2001

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