Casa Vanna

Chesnut Hill, Filadelfia – 1962

Integrantes: Bassi Capurro Tatiana

Castagnino Delfina
Dalessandro Mariana
Fusilieri Julieta
Grupo: 8
Fecha: 18-06-08
 Turno: Mañana

La Casa Vanna fue realizada por Robert Venturi en el año 1962, por encargo de Vanna
Venturi, su madre. Este edificio reconoce complejidades y contradicciones que sirvieron a
Venturi para escribir su libro “Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” (1966).

“He escrito sobre la casa por ser moderna pero también referencial, llena de imágenes - por ser una casa
genérica/icono - por no esforzarse en ser una arquitectura original, sino por ser buena.” (Robert Ventura – “La casa
Vanna Ventura” para “Historias de casas”)

En el libro, Venturi se muestra partidario de un intento de crítica arquitectónica y aporta

una justificación de su propio trabajo: su posición no es la objetividad, sino la libertad artística;
estudia lo que le interesa en la arquitectura: la complejidad y la contradicción. Se remite a la
literatura y el arte, en los que estos dos elementos son imprescindibles. Como ejemplo incluye
el Pop Art, que trabaja con paradojas, cambia el contexto o la escala y quiere aprovechar todos
los potenciales de la percepción. El Pop Art le marca el camino, ya que le abre los ojos para lo
cotidiano como fuente de vitalidad, variedad y colorido.
A su vez, Invirtiendo el dicho de Mies van der Rohe (“menos es más”), Venturi postula:
“más no es menos”. Este “más” de comunicación explícita, de simbolismo y decoración no se
encontraba en la arquitectura de la Modernidad clásica. Según Venturi podía alcanzar su
pureza ignorando muchos aspectos y cerrándose a las necesidades de la sociedad. Venturi
encuentra lo ambiguo, lo contradictorio y lo opuesto mirando la historia, sobre todo en la
arquitectura del manierismo, del barroco y del rococó.

“Me gusta la complejidad y la contradicción en arquitectura… hablo de una arquitectura compleja y

contradictoria basada en la riqueza y ambigüedad de la experiencia moderna, incluyendo la experiencia que es
intrínseca al arte” (Robert Venturi – “Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” – 1966)

“La arquitectura es necesariamente compleja y contradictoria por el hecho de incluir los tradicionales
elementos vitruvianos de comodidad, solidez y belleza… Al aceptar la contradicción y la complejidad, defiendo tanto la
vitalidad como la validez” (Robert Venturi – “Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” – 1966)

“Una arquitectura válida evoca muchos niveles de significados y se centra en muchos puntos: su espacio y
sus elementos se leen y funcionan de varias maneras a la vez. Pero una arquitectura de la complejidad y la
contradicción tiene que servir especialmente al conjunto; su verdad debe estar en su totalidad o en sus implicaciones.
Debe incorporar la unidad difícil de la inclusión en vez de la unidad fácil de la exclusión. Más no es menos” (Robert
Venturi – “Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” – 1966)

La complejidad de la obra se ve reflejada en la fachada. Ésta es tratada de modo

ambiguo ya que aparenta ser un plano de forma simétrica si bien no lo es. Por un lado la casa
presenta diversos elementos que dan idea de simetría, como ser la forma exterior de la
construcción y la caja de la escalera, que actúa como eje central de la composición. Sin
embargo, tanto la disposición de las ventanas, que se muestran como perforaciones en el muro

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que varían en forma y tamaño y la localización descentrada de la chimenea, contradicen la
simetría total de la forma exterior. En la fachada delantera las ventanas están equilibradas a
cada lado del ingreso que domina y del elemento chimenea-lucernario, mientras que en la
fachada trasera se equilibran a cada lado de la ventana arqueada.
A su vez, la idea de asimetría se ve acentuada por el camino lateral de llegada que se
encuentra desfasado con respecto al centro de la fachada.

De este modo la vista delantera se asemeja a un cuadro elemental de una casa como
la que dibujan los niños: techo a dos aguas, puerta central, ventanas y una chimenea. Venturi
crea una imagen casi simbólica de una casa aparentando ser una obra simple, de elementos
sencillos, si bien la disposición de los mismos, su articulación y composición general resulta
compleja y a la vez contradictoria.

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 “El uso de ornamento: la decoración del muro corresponde a una necesidad humana innata de elaboración, y
de articulación de los elementos constructivos a la escala humana”. (Robert Stern – “Los grises como Post
Modernismos” - 1976)

“…mi inclinación hacia ciertas épocas: Manierismo, Barroco y Rococó especialmente.” (Robert Venturi –
“Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” – 1966)

“…mi visión histórica es la descrita por Hitchcock: Hace un tiempo, naturalmente, casi toda la investigación
sobre la arquitectura del pasado estaba destinada a su reconstrucción exacta; era un instrumento del “revivalismo”.
Eso ya no se da… Cuando hoy re-examinamos o descubrimos este u otro aspecto en los edificios antiguos, no es con
la idea de copiar sus formas, sino más bien con la esperanza de enriquecer ampliamente nuevas sensibilidades que
son totalmente el producto de nuestros días”.

En los muros exteriores, Venturi utiliza diversos elementos a modo de ornamentación,

como ser el frontón, elemento fundamentalmente clásico que aparece aquí como punto
simbólico, los frisos, el moldeado de madera y el arco, utilizado en la casa como recurso
manierista para manifestar el simbolismo clásico y no como expresión estructural. Estos
elementos enfatizan la obra y le otorgan a su vez una mayor escala.
La casa es a la vez grande y pequeña. Tanto interior como exteriormente se presenta
como una casa pequeña que usa dimensiones y escala arquitectónica grandes. La razón de
esta gran escala es compensar la complejidad de la obra. Venturi afirma que la complejidad de
organización combinada con la pequeña escala, en edificios pequeños, significa actividad. El
uso de una escala grande en un edificio pequeño produce tensión.
Las manifestaciones de gran escala están dadas por los grandes y escasos elementos
ubicados en el centro o en posición simétrica, como también la simplicidad y la consistencia de
la forma y la silueta del conjunto. En el frente la entrada es amplia, alta y central. Su escala es
acentuada por el contraste con las demás puertas, más pequeñas en tamaño pero de forma
similar. En la contrafachada la ventana arqueada es grande y domina en forma y posición. El
zócalo aumenta la escala del edificio porque es más alto de lo que se espera. También las
molduras afectan la escala: hacen los muros de estuco más abstractos y la escala más
ambigua e indefinida.

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 “El énfasis en los espacios intermedios… la circulación, los bordes y los espesores de muro. De esto surge
una arquitectura hecha de espacios cuya configuración es mas neutral y suple desde el punto de vista funcional…”
(Robert Stern – “Los grises como Post Modernismos” - 1976)

En el interior los elementos también poseen grandes dimensiones: el hogar es grande y

la chimenea alta en relación a las dimensiones del espacio. A su vez las puertas son amplias y
la subdivisión de espacios es mínima, lo cual reduce el espacio de circulación.

“La preferencia por geometrías incompletas, con distorsiones voluntarias y el reconocimiento del crecimiento
de los edificios a los largo del tiempo” (Robert Stern – “Los grises como Post Modernismos” - 1976)

“Prefiero los elementos híbridos a los puros, los comprometidos a los limpios, los distorsionados a los rectos,
los ambiguos a los articulados… los integradores a los excluyentes, los redundantes a los sencillos… los irregulares y
equívocos a los directos y claros. Defiendo la vitalidad confusa frente a la unidad transparente. Acepto la falta de lógica
y proclamo la dualidad” (Robert Venturi – “Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” – 1966)

Los espacios interiores fueron pensados como espacios geométricos amplios,

complejos y deformados en sus formas y relaciones mutuas.

La planta es simétrica pero se altera cuando precisa ajustarse a las necesidades

particulares de los distintos espacios. Éstos se organizan alrededor de dos elementos
verticales: la chimenea y la escalera que conforman el núcleo central de la casa. Se genera de
este modo un espacio centrífugo, al igual que en las casas de Wright, en donde la chimenea

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actúa como foco de la composición. Aquí la chimenea reajusta su forma y se desplaza
lateralmente.

De este modo, la escalera se va adaptando a la forma de la chimenea por lo cual la

misma se va angostando y se deforma a medida que asciende. Su parte inferior es más ancha
para acomodarse a la escala de la primera planta cuyos ambientes son más amplios. Esto
permite que la base sea un lugar para sentarse así como para ascender e ir dejando objetos.
Esta rigidez casi Palladiana de composición, posteriormente distorsionada forma parte de la
tradición Manierista. A su vez, la casa cuenta con otra escalera más pequeña que no llega a
ninguna parte y cuya función se limita a permitir la limpieza de las ventanas superiores.

“La Arquitectura está abierta al análisis… y se hace más vívida por medio de comparaciones. El análisis
incluye la descomposición de la arquitectura en elementos, una técnica que uso frecuentemente aunque sea la opuesta

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a la integración, que es el objetivo final del arte.” (Robert Venturi – “Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” –
1966)