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los hijos
Por Roberto Martínez (27-Sep-1997).-
Por ejemplo, en China tienen una política del hijo único que fue ratificada en 1979
para disminuir el crecimiento de la población. Esta imposición a las familias no es
aceptada por todos y los "rebeldes" sufren castigos muy severos. Las consecuencias
de esta política son muchas: abortos, esterilizaciones forzadas, ataques a doctores y
funcionarios de gobierno, niñas y minusválidos abandonados y corrupción. La
multa por no acatar la norma puede ascender hasta los 7 mil dólares, (lo que
equivale tres años del salario de un obrero) y además, las familias con más de un
hijo deben pagar más impuestos a las autoridades locales.
No hace falta que sean casos graves para que sean esterilizadas, en muchas
ocasiones se trata de señoritas que sufren por problemas afectivos y sociales y que
han obtenido resultados académicos negativos por lo mismo.
También en Japón se han esterilizado por a fuerza a por lo menos 16 mil mujeres.
En 1948, el Gobierno nipón legalizó la esterilización como instrumento para
mejorar la raza. La ley, que fue cancelada apenas el año pasado, permitía a los
médicos la esterilización de seres humanos con malformaciones físicas o con
problemas psíquicos, aunque no se diera el consentimiento de los interesados.
Bastaba la aprobación de las autoridades sanitarias.
Esta ley provocó que miles de mujeres con ligeros padecimientos mentales fueran
esterilizadas sin su consentimiento. En los casos en donde se oponía resistencia, los
doctores estaban autorizados para utilizar tranquilizantes.
Estas políticas son claramente fascistas porque consideran a los individuos como
objetos manipulables para alcanzar las cifras demográficas y económicas del
programa de gobierno. El gobierno por encima del individuo. ¿Dónde quedó la
copia de la Declaración de los Derechos Humanos que muchos de los
representantes de estos países firmaron?
En los Estados Unidos no sólo se limitan a ofrecer a jóvenes y adultos todo tipo de
métodos abortivos y anticonceptivos, también están educando a las nuevas
generaciones para que prefieran la no procreación.