Amor
Vida Moderna
a la
ecuatoriana
¿Es infiel mi pareja?, ¿Es adecuado mi desempeño en la
intimidad? Dos de las principales preocupaciones sobre la
vida en pareja entre los adultos ecuatorianos se relacionan
con mitos sobre la sexualidad.
L
as encuestas más conservadoras
dicen que el 48 por ciento de hom-
bres y el 43 por ciento de mujeres
vivieron al menos un episodio de infideli-
dad, pese a tener un compromiso estable.
Por esto, no resulta extraño que la sospecha
de infidelidad sea la primera causa de con-
El economista y diricvx Ureet aliquat venim illaort issequi tet acillan diamet dit amet, quipit lum nibh et, ignibh exerit,
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Por Xc xv c xv c xv c xv xc v xc v xc v
sulta para terapias de pareja en el país.
“En muchas ocasiones hay un funda-
mento para ese temor; en otras, no está
explícito, pero al indagar en la dinámica de
la relación, detectamos que hubo, está en
curso, o está por ocurrir un episodio de esa
naturaleza”, corrobora el psicólogo Peter
Sanipatín, especialista en terapia de pareja
y autor de un estudio sobre infidelidad
entre los ecuatorianos.
“Los expertos hablan de la contem-
poránea como una sociedad líquida, con
lazos débiles; que responde al imperativo
social del goce; que vive la paradoja entre
la individualización y la necesidad de
relacionarse en forma estable”, explica el
experto a Vistazo.
La psicóloga y catedrática Teresa Borja,
de la Universidad San Francisco de Quito,
advierte que la infidelidad es la consecuen-
cia de una dinámica de dificultades. Por
eso, la traición es el efecto y no la causa de
una crisis de pareja.
Gladys Llanos de Ordóñez, médica con
35 años de trayectoria, es coautora del libro
“El Poder Curativo de la Vida Sexual”. La
especialista en sexología plantea que la
sospecha de la infidelidad de la pareja está
relacionada con un temor arraigado entre
los ecuatorianos: “¿Es adecuado mi desem-
peño en la intimidad?”.
La inquietud puede quitar el sueño más
a hombres que a mujeres –advierte la espe-
cialista- porque está arraigado el mito de
que el hombre debe ser vigoroso 24 horas
al día, siete días a la semana.
Un mito a veces divorciado de la reali-
dad. “En consulta hemos visto mujeres que
se quejan de la falta de actividad sexual por
parte de la pareja; a veces ellas asumen que
la pérdida de interés se debe a la intrusión
de otra mujer, o a falta de amor, pero con
frecuencia el presunto desinterés del hom-
bre es una respuesta frente al estrés de la
vida diaria”, explica Teresa Borja.
El del hombre vigoroso no es, por cierto,
el único mito que –sobre temas de sexua- hombre perceptivo que respete sus tiempos sylvania en Estados Unidos, determinó
lidad- es fuente de preocupaciones para y entienda sus reacciones sexuales”, explica que una relación adecuada dura entre tres
muchos ecuatorianos. el sexólogo argentino. López comenta que y siete minutos; de siete a 13 minutos es
pronto aparecerá en las pantallas del pro- una relación deseable. Esto derriba el tabú
Tamaño, duración y otros mitos… grama “Así Somos” de Ecuavisa.
“El tema del tamaño es una de las grandes El tamaño no es el único mito. La
preocupaciones sexuales, especialmente de duración del coito es otro. A mediados
los hombres”, sentencia –desde Bogotá- el de 2010, un estudio del sexólogo Eric
sexólogo y terapeuta argentino Ezequiel Corty, del Behrend College de Penn-
López Peralta. Desde el sitio web sexotera-
piaonline.com el experto responde inquie-
tudes relacionadas con este tópico.
“Existe la compatibilidad geni-
tal, esto es, la coincidencia entre el
tamaño y forma de pene y vagina.
Ante la pregunta específica
que muchos hacen sobre el
parámetro de ‘normalidad’,
aproximadamente el 92 por
ciento de varones de raza
blanca tiene un órgano que
en erección mide de 12 a
17 centímetros de largo y
alcanza de 3 a 5 cm. de
diámetro. Son frecuentes
las consultas de hombres
sobre las posibilidades de
alargar o engrosar, pero la
realidad es que muchas
de las parejas bus-
can romanticismo y
pasión, quieren un
“El deseo de dar amor y
dar ternura no se quita con
los años. Los prejuicios
desprestigian al ser
humano adulto mayor y
dicen que no tiene deseo”.

48%
de hombres y el 43 por ciento
de mujeres vivieron al menos
un episodio de infidelidad

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Vida Moderna

“Hacer el amor es un arte, hacer disfrutar es un arte y no se

necesitan ni la erección ni el orgasmo para hacer un acto sexual
placentero”.
de que a mayor duración, mejor relación.
Según el estudio, la expectativa de una
relación más larga puede disminuir la fun-
ción sexual. Para la sexóloga ecuatoriana
Gladys Llanos, en una sociedad altamente
erotizada, la presión sobre el adecuado des-
empeño sexual puede provocar episodios
como la eyaculación precoz del hombre,
causante del 33 por ciento de casos de dis-
funciones sexuales.
Raúl Mideros es médico y catedrático
de Salud y Sexualidad en la Universidad
Andina Simón Bolívar. Según este experto,
la mayoría de personas percibe la sexualidad
únicamente desde lo genital, “Pero la eroti-
cidad permite que se consigan orgasmos sin
penetración, concibiendo al orgasmo como
un regalo después de la fusión de dos seres
en un acto de fe mutua”.
Susana Bermeo tiene una maestría en

Deseo, sin fecha de vencimiento

U
na radiografía a la sexualidad de los adultos mayo-
res de 60 años abarca una serie de mitos: terminada
la juventud, concluido el placer. Nada más alejado
de la realidad, según el sexólogo Rodolfo Rodríguez Carrión,
autor del libro Salud, Amor y Sexo, en los adultos mayores.
“Nosotros nacemos sexuados y sexuales y morimos sexua-
les y sexuados. La diferencia es que de acuerdo a las etapas
de la vida las manifestaciones y frecuencia de la sexualidad
son diferentes, pero hay deseo hasta la muerte”, explica el
especialista guayaquileño.
Marcela tiene 62 años y vive en Guayaquil; es viuda
y cuenta que ha tenido varias parejas desde que murió
su marido. No se sonroja al decirnos que redescubrió su
sexualidad a los 50, “antes era por cumplir con los deberes
de esposa y tener hijos, hoy hasta me di cuenta que era
multi-orgásmica”, dice.
Este testimonio sustenta el libro de Rodríguez, la
sexualidad no pasa inadvertida en la tercera edad, sino que
es muy complicado para quienes viven la edad dorada rom-
per con los prejuicios que les inculcaron. Aún más, salir de
los estigmas de “vieja loca o viejo verde”, cuando encuentra
una nueva pareja. “Vivimos en una sociedad inculta donde
la cultura se vuelve restrictiva por la religión y nos dicen
que todo es pecado o prohibido”, agrega.
Otra de las grandes creencias erróneas dentro de la
sexualidad en la tercera edad, es que una vez extirpado el
útero (histerectomía), la libido disminuye en las mujeres.
Rodríguez aclara que fisiológicamente el deseo sexual no
El eSPECIALISTA Rodolfo Rodríguez
Carrión, autor de Salud, Amor y Sexo, en
los adultos mayores, asegura que en la
tercera edad las manifestaciones de
placer son diferentes, pero existen.
nace en el aparato reproductivo sino en el cerebro, “el
placer se ha genitalizado y no se concibe que dos adultos
mayores se pueden relacionar de una forma intensa, plena
y satisfactoria sin llegar al coito”.
Debido a que la sociedad actual idealiza la belleza y
juventud de los cuerpos, se asocia sexualidad con el físico,
pero se ignora que existen otro factor que influye en las
relaciones sexuales: las caricias. Está comprobado que
la piel es el mayor órgano sexual del hombre, por tanto,
dice Rodríguez, no se debe menospreciar el encuentro
entre adultos mayores, dónde sólo existen caricias de
por medio.
“Cuando se lee bien la respuesta sexual y se conoce
todo esto no hay falta de deseo. Es el verdadero amor por
los años compartidos lo que permite a los adultos mayores
dar y recibir placer”.
El economista y diricvx Ureet aliquat venim illaort
issequi tet acillan diamet dit amet, quipit lum nibh et,
ignibh exerit,
Sexualidad y dirige talleres en la misma
Universidad. Mantuvo el programa radial
“Sexo nuestro de cada día”.
“Hay un mito extendido, según el cual si
no hay eyaculación no hay una buena rela-
ción, pero la sexualidad no es un mero acto
sino una energía que habita en nosotros las
24 horas del día. Vivimos una sexualidad
de rendimiento, cuando lo importante no
es llegar a la meta, sino el camino que
se recorre”.
Muchas de las preocupaciones
de los ecuatorianos sobre la vida en
pareja se relacionan con mitos sobre
sexualidad. Pero como explica la doc-
tora Gladys Llanos, una sexualidad
sana, saludable y gratificante solo
es posible cuando todas las dimen-
siones de la persona –biológica, psi-
cológica, social y espiritual- están
equilibradas”. n

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