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Actuación que se lleva a cabo como consecuencia de una obligación, una promesa o una
orden.
b. m
porque el pago libera al deudor, lo desliga de la relación obligatoria y hace
ineficaz cualquier reclamación posterior del acreedor.
c. ?
porque el pago o cumplimiento supone que el interés del acreedor se ha
colmado.
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Los efectos de las obligaciones son las consecuencias de orden jurídico provenientes de
la existencia y virtualidad de la obligación. Los efectos de las obligaciones se refieren al
cumplimiento, o no, del deudor, y son acciones legales de las que dispone el acreedor.
Los efectos son normales o anormales. Los normales son las obligaciones en natura. Los
anormales se corresponden con el daño resarcitorio.
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El principal fin que persiguen las obligaciones es que estas se cumplan, que se
paguen, es por eso que sumado se habla de pago se hace referencia al cumplimiento de
la obligación. Con el pago del acreedor deja de ser, por haber obtenido del deudor la
prestación a la que se encontraba sujeto.
El Código Civil dispone en su art. 2062 que pago o cumplimiento es la entrega de
la cosa, la cantidad o la prestación del O que se hubiere prometido. El pago supone
la presencia de dos actores. No es valido el pago hecho con una cantidad de o en
otra cosa fungible ajena, no habrá repetición contra el acreedor que le haya consumido la
buena fe. El pago además, se hará en el
designado en el contrato, exceptuando
aquellos casos en que la ley permita o prevenga expresamente otra cosa.El lugar de pago
debe hacerse en conformidad de las partes y si estas no hubiesen pactado nada será en
el domicilio del deudor.
El deudor que después de celebrado el contrato mudare voluntariamente de
domicilio, deberá indemnizar al acreedor de los mayores OO que se haga por esta
causa para obtener el pago.
El pago debe y puede ser hecho por el mismo deudor, por sus representantes, o
por cualquier otra persona que tenga
O jurídico en el cumplimiento de la obligación.
Yambién puede hacerse por un tercero no interesado en el cumplimiento de la obligación,
que pague bajo el consentimiento del deudor.
El pago deberá hacerse al acreedor mismo o un representante legítimo.
El pago deberá hecerse desde luego, del modo que se hubiese pactado y nunca
podrá hacerse parcialmente sino en virtud de convenio expreso o de disposición de la ley.
Sin embargo cuando la deuda tuviere una parte liquida y otra íliquida, podrá exigir el
acreedor y hacer el deudor el pago de la primera sin esperar que se liquide la segunda.
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1º. Se precisa que exista una obligación, no sólo una obligación civil.
2º. Debe de existir un ánimo de pagar o sea que forzosamente tiene que haber por parte
de quién paga un ánimo de donar o definitiva de pagar, pero lo esencial y que debe existir
es el ánimo de pagar.
3º. Debe ser preciso el hecho en qué consiste la prestación, sin lugar a dudas constituye
éste el elemento más importante. Es necesario que haya un hecho o una prestación,
también puede existir una abstención, es necesario estudiar este último elemento
(abstención) subjetivamente las personas que intervienen en el pago, y objetivamente, las
cosas que son objeto del pago.
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Considerar al pago como un negocio jurídico bilateral, teoría que resulta antagónico a
lo expuesto con anterioridad.
En este orden de cosas vemos que de las teorías antes expuestas, respecto de la
que considera al pago como un simple hecho extintivo de la obligación enfoca al pago
como un número hecho jurídico que tiene por objeto extinguir la deuda, pues el mismo no
constituye más que la realización del contenido de la obligación.
La teoría que considera al pago como un negocio jurídico bilateral, considera que
se trata de un efectivo contrato, pues la prestación efectiva además de constituir un acto,
a su vez exige un contrato de cumplimiento como factor determinante.
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La doctrina se basa en que dos son los sujetos a distinguirse: El que paga
c y el que recibe
, o destinatario: Otro principio gira en torno a la
capacidad de los sujetos descritos anteriormente esta capacidad puede ser analizada
desde dos aspectos, el primer aspecto comprende el caso de la persona que se ven en la
necesidad de hacer una entrega efectiva de algo y para ese fin tiene que ser dueña de la
cosa que entrega pues sólo ostentando dicha calidad puede transmitir de manera legítima
el dominio.
Los elementos reales del pago se relacionan con exclusividad al objeto del mismo,
o sea al cuerpo cierto o prestación física que se ha de entregar para que se entienda
realizada la prestación que pondrá fin al vínculo obligatorio que surgió de la obligación.
6 %"! ! ," !& Este principio lo acepta la Doctrina: Debe
entenderse como el hecho de que jamás se considerará pagada una deuda sino hasta
que se haya entregado completamente la cosa o bien ejecutado el hecho en que la
obligación existía, de lo anterior se infiere, que el deudor u obligado tiene que cumplir
íntegramente con la totalidad de la prestación y por su parte el acreedor estar satisfecho
con ese cumplimiento.
Este elemento real del pago incluye además de un pago completo e íntegro, el
pago de los gastos, haciendo la aclaración que no me refiero a gastos judiciales, sino a
los gastos propios del pago, sucederá lo mismo en el caso de que se trate de obligación
de dar, la cual al tenor del principio de integridad de la prestación estará cumplida cuando
se entregue además del objeto principal, sus accesorios y en su caso también los frutos,
aunque tales aditamentos no se mencionen (Artículo 2062 del Código Civil).
A que exista un común acuerdo entre las partes para que los pagos se lleven a cabo
en forma parcial.
El caso de que la deuda tenga una parte líquida y otra ilíquida supuesto que nos obliga
a pensar que el acreedor podrá exigir el pago de la primera, sin esperar a que la parte
ilíquida le sea pagada.
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El patrimonio del deudor es la garantía común de los acreedores. Este principio significa
que todos los bienes del patrimonio del deudor responden por las deudas que él tenga.
Si el deudor no cumple, los acreedores podrán ejecutar sus bienes y cobrarse del
producido de éstos.
a) los acreedores no son todos iguales, y hay algunos de ellos que tienen derecho a ser
pagados antes que otros, u otros que pueden separar bienes del deudor para satisfacer
sus créditos;
b) hay bienes a los cuales el principio no se aplica, porque ellos no están afectados al
cumplimiento de ninguna deuda.
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El incumplimiento supone la lesión o perturbación del derecho de crédito por la no exacta
ejecución de la prestación, ya sea la principal como la accesoria.
El que contraviene una obligación de no hacer pagara daños y perjuicios por el solo hecho
de la contravención.
"< En las obligaciones de dar que tengan plazo fijo, se observara lo dispuesto
de la fracción I del artículo anterior.
a)Subsiste la obligación
b)El acreedor puede exigir la indemnización de daños y perjuicios por la pérdida adicional
que haya experimentado su patrimonio como consecuencia del incumplimiento.
INCUMPLIMIENYO NO IMPUYABLE AL DEUDOR
Diversamente, el deudor que obra con dolo responde de todos los daños y perjuicios que
conocidamente se deriven de la falta de cumplimiento de la obligación.
CULPA
DOLO
REQUISIYOS
1. -Que se trate de una deuda consistente en una prestación positiva (de dar o hacer),
vencida, exigible y líquida
2. -Retraso culpable del deudor en el cumplimiento de la obligación
3. -Requierimiento del acreedor al deudor para que pague.
³Incurren en mora los obligados a entregar o hacer alguna cosa desde que el acreedor
les exija judicial o extrajudicialmente el cumplimiento de su obligación´. Según esto la
mora no se produce por el solo hecho del retraso, ni desde el momento en que la deuda
esté vencida, sino sólo cuando se produzca el requerimiento de pago por el acreedor al
deudor y desde el momento en que el deudor conoce la reclamación.
EFECYOS
CESACIÓN DE LA MORA
1.-Por extinción de la obligación por pago o por cualquier otra causa de extinción de las
obligaciones.
2.-Por voluntad del acreedor, como cuando renuncia al pago de la indemnización debida.
3.-Por concesión de una prórroga por parte del acreedor o por concesión de una
moratoria legal, otorgada por el Estado, la cual tiene el doble efecto de suspender el
comienzo de la mora si todavía nos e había incurrido en ella, uy de suspender
temporalmente los efectos de la mora que ya se ha producido.
4.-por incurrir en mora el acreedor. Esta supone una resistencia o falta de cooperación del
acreedor para hacer factible el cumplimiento. Con la mora de acreedor se modifica el
régimen de riesgo por pérdida de la cosa, que pasa al acreedor.
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La /"#! !-" o ! ! !-", también conocido como ! o en
R `is maior, es un hecho que no se puede evitar y tampoco se puede prever. Yiene
gran importancia, en V , a la hora de establecer la O
OR por los daños.
Por poner un ejemplo, cuando una empresa no ofrece un servicio por causa de fuerza
mayor, puede evitar el pago de los daños, ya que no está en su mano poder evitarla. La
existencia de una uerza mayor normalmente libera a una o ambas partes de un contrato
de sus R O R O.
Quedan excluidas la causas que no se pueden evitar pero sí prever, que se denominan
O, y las R O, que son casos que sí se pudieron evitar:
La Ley dispositiva normalmente exime ambos casos, pero se permite que se pacte en el
la responsabilidad en el caso fortuito.
Si bien ambos conceptos son difusos y en muchos casos la R OR los
confunde, la coincide en señalar que, si bien en ocasiones se puede
obligar a un a cumplir una R que incumplió por caso fortuito, no se puede
exigir nunca una obligación que se incumplió por fuerza mayor.
El caso se ilustra con un suceso real en el que una persona, dentro de su coche,
parado y con la ventanilla abierta sufrió lesiones en el ojo a consecuencia de una piedra
que saltó al paso de otro vehículo. El afectado demandó a la aseguradora del coche que
le provocó las lesiones, pero ésta se negó a indemnizarle alegando que el percance se
había producido por causa de fuerza mayor. La víctima recurrió a los R O que le
dieron la razón al entender que la fuerza mayor se debe a un factor ajeno como un rayo o
un huracán mientras que el accidente se produce por efecto de una actividad, en este
caso la circulación y la existencia de gravilla en la calzada. Por tanto, y al tratarse de un
caso fortuito, la aseguradora se vio obligada a indemnizar.
Puede definirse la cláusula penal en sentido amplio como una obligación accesoria
que tiene como fin asegurar el cumplimiento otra principal de modo que, si el deudor no
cumple esta última, entre en juego la obligación accesoria (cláusula penal), consistente
por lo general en la entrega de una determinada cantidad de dinero. Como se deduce de
esta definición y de la propia ley, la cláusula penal es una obligación accesoria, resultando
de esta naturaleza importantes consecuencias en relación con su régimen jurídico, su
interpretación, etc.
Precisamente por su naturaleza accesoria, el Código Civil viene a precisar que la nulidad
de la cláusula penal no conllevará la de la obligación principal mientras que, por el
contrario, la nulidad de la obligación principal lleva como consecuencia la de la cláusula
penal.
ï Por una parte ejerce una función coercitiva: que el duedor tenga un acicate para el
cumplimiento exacto de aquella prestación a la que viene obligado con carácter
principal.
ï Por otra parte, tiene una función liquidatoria, sustitutiva de los daños y perjuicios
ocasionados por el incumplimiento, que las partes han procedido a valorar
anticipadamente.
ï Que esta posibilidad haya sido pactada expresamente por las partes, sin que
pueda nunca presumirse ni extender efectos más allá de la literalidad del contrato,
precisamente por ser objeto de interpretación restrictiva.
ï Que la parte que reclame cumpla con los requisitos exigidos para la cuantificación
de los daños y perjuicios realmente sufridos (prueba del daño, cuantificación del
perjuicio, nexo causal, etc.).
ï Que los términos de la obligación estén perfectamente definidos, en el sentido de
prever la entrada en juego de la cláusula penal sólo en aquellos casos de
incumplimiento propio o total, o bien que también se engloben supuestos de
cumplimiento parcial o defectuoso, en qué términos, etc.
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La "$! " % es una teoría con la cual se pretende establecer un criterio
adecuado para los fines del "* y de las necesidades sociales de nuestra época por
medio del cual determinar cual o cuáles son los responsables de un daño ocasionado a
una persona natural o jurídica que no tenía por qué soportar.
Así ocurre, por ejemplo, en materia de accidentes de tránsito, porque con la "$!
" % están incluidos: el conductor, el propietario del vehículo, la empresa afiliadora
y hasta la empresa Leasing, porque entre todos crearon un riesgo. El conductor ejerce la
actividad riesgosa y se lucra de ella, el propietario se lucra de esa actividad riesgosa, la
empresa afiliadora se lucra de esa actividad riesgosa y la empresa Leasing también se
lucra de esa actividad riesgosa, pero no únicamente porque se lucran son responsables,
sino porque crean el riesgo. Entre todos se hacen responsables por los daños causados.
Estas situaciones son las que salva la "$!" %. Con esta teoría ya no se
pretende que sea una persona el directamente responsable del daño causado, sino todos
aquellos que en determinado momento tomaron la decisión de asumir ciertos riesgos
dentro de los que sus consecuencias se encontraba el que pudieran generar daños como
el que se efectúo en el caso concreto. En palabras más puntuales, con la "$!
" % se acoje todos los que intervienen en la creación del riesgo y crearon las
condiciones para que el daño se produjese. Con esta teoría, todas estas personas son
responsables solidarios del daño ocasionado, a tenor del artículo 2344 del C.C.
En el "* de civil, esta teoría tiene una especial significación, ya que permite
actualizar los criterios de responsabilidad al desarrollo de la actividad moderna. En efecto,
con tantas personas que intervienen en las actividades de la sociedad, el asumir una
teoría como la de la culpa lo único que generaría es patrocinar la irresponsabilidad de
muchas personas en sus decisiones y actos, las cuales se resguardarían en la
participación de otros en los actos llevados a cabo que generaron un perjuicio para un
tercero.
La teoría del riesgo es una teoría que se aplica al campo de la responsabilidad civil
extracontractual y es un criterio para determinar la responsabilidad de las personas
(naturales o jurídicas) involucradas en el daño ocurrido a otra persona (natural o jurídica),
sin haber tenido tal persona que soportar el daño que se le ocasionó.Este criterio dice que
son responsables de los daños de tipo extracontractual todas aquellas personas que
eectúan una conducta que tenía el riesgo de que se presentara en concreto el resultado
dañoso acontecido. Es decir, son responsables todos aquellos que asumen el riesgo de
llevar una acción que puede tener una consecuencia dañosa para las otras personas, aún
cuando la persona que asuma el riesgo efectúe la actividad o conducta con el mayor
cuidado y perfección posible. En otras palabras, es responsable todo aquel que lleve a
cabo una conducta que conlleva el riesgo de un resultado dañoso. Si este resultado se
presenta, tendrá que responder patrimonialmente.
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Las características, para identificar la responsabilidad por riesgo.
1. Que exista un riesgo de daño que se encuentre más allá del ordinario riesgo que
implica toda actividad humana. Esto es, el riesgo debe ser destacable, pues toda actividad
en la vida implica riesgos.
2. La actividad riesgosa debe ser permitida por el "* ,! y las buenas
costumbres. En efecto, hay actividades de riesgo que lo implican pero que también son
sancionadas penalmente. Un ejemplo de ello es el porte de armas de alto calibre en la
ciudad. Estos son riesgos no permitidos por el derecho y los daños que resultan de ellos
son sancionados de diferente manera a como lo haría la teoría del riesgo.
En los O donde el contrato no tiene eficacia real, es decir, no genera
derechos reales, sino exclusivamente derechos personales, para transferir el dominio (u
otro derecho real) se requirirá de un . El modo más típico será la ,
o entrega hecha con la intención de transferir el dominio.
Si los contratos no tienen "eficacia real", debemos responder sobre la suerte de las
obligaciones cuando el objeto del contrato se pierde por un caso fortuito. Por una parte, la
destrucción fortuita de la cosa siempre extingue la obligación que tenía por objeto esa
cosa. Por otra parte, respecto de la obligación de la otra parte, caben dos posibilidades:
ï Si el riesgo es del deudor o sea, quien estaba obligado a dar la cosa que se
destruyó fortuitamente, entonces la obligación del acreedor se extingue también y
si todavía no cumplía con su prestación, nada debe hacer, y si ya la cumplió tiene
derecho a ser restituido.
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Este amparo consiste en su defensa cada vez que el vendedor sea víctima de la agreción
de terceros que pretendan derechos sobre la cosa, que embaracen su goce y turben su
posesión.
Por tanto comprende:
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GARANYÍA O SANEAMIENYO:
De esta idea se desprenden las dos clases de garantía que regula el CC: la
garantía por evicción que garantiza la posesión pacífica de la cosa y evita que el
comprador sea perturbado por causas jurídicas, y el saneamiento por vicios ocultos que
garantiza la posesión útil de la cosa vendida y evita al comprador perturbaciones por
causas económicas.
Por lo tanto, las partes pueden aumentar, disminuir o suprimir esta obligación legal del
saneamiento por evicción.
ï Privación por sentencia firme: el saneamiento no podrá exigirse hasta que hay
recaído sentencia firme por la cual se condene al comprador por la pérdida de la
cosa comprada.
Si la evicción se ha realizado (por sentencia firme) el comprador tiene derecho a exigir del
vendedor los gastos siguientes:
1. El precio que tuviese la cosa vendida al tiempo de la evicción sea mayor o menor
que el que tuviese en el momento de la venta.
2. Los frutos o rentas si se viese obligado a entregarlos.
3. Las costas del pleito.
4. Los gastos del contrato (de la escritura pública, de la inscripción en el registro y un
impuesto del 7%).
5. Los daños y perjuicios así como los gastos de puro recreo si la venta se hizo de
mala fe.
Que haya recaído sentencia firme que así lo declare. Que resulte probado que el
comprador notificó la demanda al vendedor. En el caso de fincas, si esta estuviese
gravada, sin mencionarlo la escritura o contrato, con alguna carga o servidumbre "no
aparente", de tal forma que deba presumirse que no la habría adquirido el comprador si la
hubiera conocido, podrá pedir la rescisión del contrato a no ser que prefiera la
indemnización correspondiente. La solicitud de cualquiera de estas acciones debe
hacerse en el plazo de un año. Pasado este, sólo podrá solicitar la indemnización en el
plazo de un año desde que se descubriera la carga o servidumbre
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> Que el gravamen sea oculto, por ejemplo: una carga o una
servidumbre no aparente que no se refleje en la escritura de venta
ni que conste en el registro de la propiedad.
Los efectos son: que el comprador podrá elegir entre rescindir el contrato o la reclamación
al vendedor de la indemnización por daños y perjuicios.
Se incluyen aquí los vicios o defectos que puedan tener la cosa, cualquiera que sea su
naturaleza, mueble o inmueble.
Los requisitos y los efectos son los mismos que para los gravámenes ocultos en las
fincas, con la única diferencia de que el plazo para su ejercicio es el de 6 meses contados
desde la entrega de la cosa.
Los requisitos y efectos son los mismos que para los gravámenes ocultos en las fincas,
con la única diferencia de que el plazo para el ejercicio de la acción es de 40 días
contados desde la entrega salvo que los usos locales establezcan un plazo mayor o
menor.
El vendedor está obligado al saneamiento por los defectos ocultos que tuviere la
cosa vendida si la hacen impropia para el uso a que se la destina, o disminuyen de tal
modo este uso que, de haberlos conocido el comprador, no la habría adquirido o habría
dado menos precio por ella; pero no será responsable de los defectos manifiestos o que
estuvieren a la vista, ni tampoco de los que no lo estén, si el comprador es un perito que,
por razón de su oficio o profesión, debía fácilmente conocerlos.
El comprador podrá optar por desistir del contrato, abonándosele los gastos que
pago, o rebajar una cantidad proporcional del precio, a juicio de peritos. Además, si el
vendedor conocía los vicios y no se los comunicó al comprador, podrá este pedir una
indemnización de los daños y perjuicios si optase por la rescisión.
Si la cosa vendida con algún vicio oculto se pierde después por caso fortuito o por
culpa del comprador, podrá este reclamar el precio que pagó, con la rebaja del valor que
la cosa tenía al tiempo de perderse más daños y perjuicios si el vendedor obró de mala fe.
Estas acciones se extinguirán a los seis meses, contados desde la entrega de la cosa
vendida.
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El hecho simulado se considera que puede ser atacado dentro de la figura
contractual como una causa falsa, porque el hecho simulado para una tercera persona,
ajena a la relación contractual, no conoce realmente los efectos del contrato) .
Es la que compete a las partes del acto simulado o a los terceros interesados para
que se reconozca judicialmente la inexistencia del acto ostensible y queden desvanecidos
los efectos de dicho acto.
La acción puede ser ejercida por las partes del acto simulado o terceros
interesados, como acreedores, fiadores, herederos, etc.
La acción deducida por las partes: cuando la simulación es lícita cada parte tiene
siempre abierta la posibilidad de declarar la inexistencia del acto simulado, ya que si ellas
se han concertado para constituir un acto aparente, cambiándose un consentimiento
inefectivo, no se les puede negar el derecho de hacer establecer el verdadero estado de
las cosas. Esta es denominada R .
Si la simulación fuere ilícita, los que hubieren simulado un acto con el fin de violar
las R O o de perjudicar a un tercero, no pueden ejercer ninguna acción el uno contra el
otro, pero se autoriza a los jueces para conocer sobre el contradocumento y la simulación
cuando fuere ilícita y el contradocumento se hiciese para dejar sin efecto el acto simulado.
Esto es, si ellas no se proponen consumar el acto ilícito realizado mediante la
simulación ni aprovechar de él, sino repararlo.
El rechazo de la acción entre las partes cuando ella es ilícita tiene el fin de impedir
que los simuladores después de haber defraudado a los terceros puedan establecer la
verdadera situación declarando la simulación del acto. Además no se puede presentar
una contra otra atendiendo al principio que nadie puede alegar su propia torpeza.
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La sentencia que se da sobre la simulación hace lugar a la nulidad del acto
aparente. La nulidad que afecta al acto simulado puede ser relativa, si los intereses
comprometidos en la cuestión son meramente privados; y será absoluta si están en
R O imperativas o la defensa de intereses generales superiores.
Esto así cuando se haya reclamado explícitamente la nulidad, ya que el acto
simulado es anulable y por consiguiente cuando se pide la declaración de simulación, se
pide que se lo deje sin efecto, que se lo anule.
La nulidad opera para el desvanecimiento del acto simulado, pero produce el
descubrimiento de acto real, oculto, el cual prevalecerá con todas las consecuencias
legales atendiendo la real intención de las partes.
Siempre que el acto real no contenga nada contrario a la ley o en contra de los
derechos de los terceros
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DERECHO DE REYENCIÓN
Recibe este nombre una medida especial de garantía concedida por la R a ciertos
acreedores que consiste en la facultad de conservar la cosa del deudor de que se
encuentran en
O O hasta que se les satisfaga ciertos créditos relacionados con la
cosa misma.
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La simulación es una institución de derecho civil; el derecho civil es su ámbito
natural y original. Cualquier perspectiva civil que se asuma termina apuntando a los
cimientos mismos de esta institución más que a alguna de sus particulares
manifestaciones. Así, en un esfuerzo por intentar delimitar el tratamiento de la materia
Se ha definido la acción de simulación como "una acción autónoma y declarativa,
tendiente a hacer constar de un modo autorizado la falta de realidad o la verdadera
naturaleza de una relación jurídica". Lo que pretende, en caso de haber existido una
simulación absoluta, es obtener se declare la inexistencia o nulidad de un acto ficticio; es
decir, se trata de una acción de reconocimiento negativo. En caso de simulación relativa,
lo que se persigue es, simultáneamente, un reconocimiento negativo y positivo: se declare
a la vez la inexistencia o nulidad del acto ficticio y la realidad del negocio disimulado.
La simulación puede también alegarse por vía de excepción, cuando el actor
intenta hacer producir efectos al acto ostensible tras el cual ninguna realidad existe o al
acto ficticio que oculta el verdadero consentimiento. Incluso podría también suceder que
frente a la acción de simulación absoluta el demandado opusiera la excepción de
simulación relativa.
Aparece consagrada en el artículo 1281 del código civil vigente y se trata de un
acuerdo entre partes sobre la apariencia del acto para plasmar documentalmente una
acto distinto a la voluntad sentida y real de forma que instrumentan un mecanismo que
produce una apariencia distinta a la verdad.
Los acreedores pueden también pedir la declaratoria de simulación de los actos
ejecutados por el deudor.
Esta acción dura cinco años a contar desde el día en que los acreedores tuvieron
noticia del acto simulado.
La simulación, una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros
que, no teniendo de ella, han adquirido derechos sobre los inmuebles con
anterioridad al O de la por simulación.
Si los terceros han procedido de mala fe quedan no sólo sujetos a la acción de
simulación sino también a la de daños y perjuicio.
El acto jurídico es estimulado cuando las partes declaran o confiesan falsamente lo que
en realidad no ha pasado o que no se ha convenido entre ellas, por lo tanto, si la actora
otorgó al demandado un poder general para ejercer acto de y de O
respecto de sus bienes, y en el juicio natural quedó comprobado:
± Que la hija del mandatario fue quien figuró como compradora del bien raíz.
± Que la compradora no pagó el precio que se indica en el contrato.
± Que el mandatario vive en el inmueble de la compraventa, se configura la
presunción de que la compraventa cuya nulidad demandó es simulada, puesto que
si la voluntad interna de los contratantes hubiera sido que el inmueble pasará a ser
propiedad de la compradora, al no haberse pagado el precio es obvio que lo
querido y deseado por las partes no sería coincidente con lo manifestado en dicho
contrato, y por lo tanto, es evidente que la referida operación fue estimulada.
2
Es denominada también acción subrogatoria por cuanto el acreedor se subroga la
posición de su deudor y se dice que " el deudor de mi deudor es mi deudor ". A través del
ejercicio de esta acción, el acreedor no sustituye al deudor, sino que el acreedor
solamente esta ejerciendo el derecho de su deudor, por esta razón es una acción
indirecta y además es una acción conservatoria, ya que el acreedor no trata de pagarse
su acreencia, sino conservar el patrimonio del deudor, y a su vez ejecutar la defensa de
los derechos patrimoniales de carácter pecuniario, ejerciendo las acciones y resguardo de
su deudor salvo las que le sean exclusivamente personal. Esta Acción Oblicua esta
consagrada en el Articulo 1278 del código civil.
Los acreedores pueden ejercer, para el cobro de lo que se les deba, los derechos y las
acciones del deudor, excepto los derechos que son exclusivamente inherentes a la
persona del deudor.
Los acreedores solo están facultados a dirigirse contra un tercero ejerciendo bajo
la forma de acción un derecho perteneciente al deudor. Se supone entonces, que el
deudor tiene una acción por ejercer (como cobrar un crédito, reivindicar un bien, etc.).
también se supone que esta acción se encuentra en peligro de extinguirse, ya sea por
efecto de la prescripción o por el concurso próximo del sujeto a ella y que el deudor titular
de eta acción no la ejerce y la va a dejar perecer, su acreedor actuara en su lugar y
ejercera esos derechos a nombre de el.
A través del ejercicio de esta acción, el acreedor no sustituye al deudor, pues este
continua juridicamente vinculado a su deudor, el acreedor solamente ejerce el derecho de
su deudor, por esa razón es una acción indirecta y además es una accion conservatoria,
pues el acreedor no trata de pagarse su acreencia, si no conservar el patrimonio del
deudor.
Mas no todos los derechos del deudor pueden ser objeto de la acción oblicua, esta
procede en aquellas acciones que tengan contenido patrimonial, como el caso de la
aceptación de una herencia repudiada o renunciada por el heredero (Art. 1017 del Código
civil); pero, no tendrá efecto en aquella acciones del deudor que puedan dar lugar a la
constitución de una situación judicial nueva (como aceptar una oferta de venta por el
deudor, arrendar por un precio superior un bien del deudor, por que inmiscuiría en la
administración de los bienes de su deudor)
Existen algunas acciones de contenido patrimonial que sin embargo no pueden ser
ejercidas por el acreedor como los créditos inembargables inherentes a la persona misma
del deudor (revocatoria de donación por causa de ingratitud del donatario, acción de
daños y perjuicios provenientes de un daño moral, separación de bienes entre cónyuges).
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ï Se requiere que el deudor sea negligente en el ejercicio de sus acciones dejandolas
prerecer o prescribir.
ï Los derechos descuidados por el deudor deben ser patrimoniales, por tanto se exuyen
los extrapatrimoniales personalisimos.
ï El credito debe ser cierto, liquido y exigible. No es necesario que el credito contra el
tersero, sea anterior, no importa que sea posterior, por que es una accion
conservadora.
ï Se requiere que exista interes por parte del acreedor, cosa que no sucede cuando el
deudor es solvente. Por tanto, la insolvencia del deudor, crea interes por parte del
acreedor.
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ï El resultado de la acción aprovecha a todos los acreedores quirografarios,porque el
patrimonio del deudor es la prenda común de sus acreedores.
ï El acreedor no tiene el pago de su crédito, sólo obtiene que el pago ingrese al
patrimonio del deudor, luego intentarán su acción ejecutiva.
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Para poder ejercer la acción pauliana, el deudor tiene que estar en estado de
insolvencia, pues de lo contrario, éste puede disponer de sus bienes a su antojo, siempre
que conserve la capacidad de honrar las obligaciones que ha contraído.
Por ejemplo, en caso que un deudor insolvente, con el objetivo de no perder sus
bienes, los vende a una tercera persona por una suma muy inferior al valor real de ellos.
Debido a esta venta, el patrimonio del deudor insolvente se reduce considerablemente,
perjudicando a los acreedores. Bajo esta situación, los acreedores pueden ejercer la
acción pauliana y pedir que el bien vendido regrese al patrimonio del deudor.
Requisitos
ACCIÓN PAULIANA.
DOCYRINA.²Origen y carácter autónomo de la acción pauliana. "La acción
pauliana tiene su origen en el derecho romano, como que se debe al pretor Paulo, quien
le dio su nombre. Constituía un remedio "en forma de acción de carácter personal dirigida
contra el tercero culpable de haberse prestado en complicidad con el deudor, a maniobras
fraudulentas dirigidas a despojar a los acreedores, originando una condena pecuniaria".
Por otra parte, representaba un incidente dentro del procedimiento colectivo de los
acreedores contra el deudor.
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ï El que debe ser demandado con la accion pauliana es el adquirente segun los
artículos 2167, 2169, 2176 del código civil, y además como requisito constitucional
es necesario demandar al deudor, pues para declarar la nulidad de un acto juridico
en que éste intervino, es preciso que sea parte en el litigio; de otra manera no
podrían afectarse sus derechos derivados de ese acto, sin ser oído y vencido en
juicio.
ï ºresunciones de raudulencia: A efecto de facilitar la prueba en el ejercicio de la
accion pauliana, y justificar a base de presunciones la mala fe de deudor y tercero,
la ley admite dos presunciones.
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ï Que el Acreedor tenga interés en el ejercicio de la acción (el deudor debe ser
insolvente)
ï El desprendimiento real de los bienes o derechos ah dejado al deudor en estadode
insolvencia o ah acrecentado la que ya existia, al no poder hacer frente a su
obligación y haber cesado en sus pagos. Es el llamado eventus damni, pues
resulta evidente el daño sufrido por el acreedor.
ï El crédito debe ser cierto, liquido y exigible (del deudor debe saber que debe y por que
debe la cuantia debe estar determinada o puede llegarse a determinar en plazo breve,
la insolvencia del deudor hace caducar el termino)
ï El Consilium raudis, que es el acuerdo fraudulento entre el deudor y el tercero, es el
elemento subjetivo de la accion pauliana.
ï Debe haberse efectuado estos efectivamente. (venta, cesión, donación, renuncia,
hipoteca, etc.) ya que si el acto efectuado es solo aparente, procede la acción de
simulación.
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La simulación puede también alegarse por vía de excepción, cuando el actor intenta hacer
producir efectos al acto ostensible tras el cual ninguna realidad existe o al acto ficticio que
oculta el verdadero consentimiento. Incluso podría también suceder que frente a la acción
de simulación absoluta el demandado opusiera la excepción de simulación relativa.
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Nuestros tribunales han establecido que "el único requisito necesario para ejercer
la acción de simulación es la existencia de un interés jurídico del actor, o sea, un interés
en interponer una demanda para que se declare o afirme la titularidad de un derecho
subjetivo o de un conjunto de relaciones jurídicas y que por estar violentado o amenazado
por un contrato aparente, hace nacer la necesidad de una tutela jurídica".
Al respecto, creemos que las mismas razones que se han invocado para sostener
que el interés que exige el articulo 1683 para alegar la nulidad absoluta puede ser no
pecuniario sino meramente moral, esas mismas razones, repito, permitirían concluir que
no sólo puede ejercer la acción de simulación quien tiene interés pecuniario en ella sino
también quien tiene un interés meramente moral.
Por otra parte, pensamos que el interés no necesariamente debe relacionarse con
un perjuicio actual causado por el acto aparente. El interés para actuar equivale, en las
insustituibles palabras de Ferrara, en la necesidad de tutela jurídica. Se ha sostenido que
también debe considerarse que existe interés -aunque no haya un perjuicio actual- en el
eventual legitimario que, en vida de su padre está viendo cómo éste merma
simuladamente su patrimonio para burlar su legítima. Se argumenta que en tal caso no
sería razonable que el hijo deba esperar el fallecimiento del causante para ejercer acción
de simulación o de inoficiosa donación.
Creemos que mientras el causante no muera, los asignatarios forzosos tienen una
mera expectativa que les impide tener injerencia alguna en el patrimonio del futuro difunto.
Ni siquiera podrían -pensamos- impetrar medidas conservativas (que el legislador en el
artículo 1078 reconoce para el asignatario condicional, lo que es muy distinto). Sin
embargo, dado el especial carácter de la simulación, creemos que esta sería posible en la
especie propuesta. No se trataría de una suerte de medida conservativa, como se ha
insinuado, sino sólo una acción declarativa de mera certeza. Ella es a nuestro juicio
suficiente interés como para ejercer la acción de simulación impugnando en vida del
enajenante y futuro causante las enajenaciones simuladas. En la doctrina comparada esto
ha sido enfocado bajo el interesantísimo planteamiento de la amenaza de violación de un
derecho como justificación de la tutela jurídica.