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La píldora RU486

Por Roberto Martínez (27-Dic-1997).-

La vida humana es un bien con un valor que no tiene comparación y está por
encima de todo. Sin embargo, esta concepción no es compartida por todos y cada
vez en más países se impone una mentalidad anti-vida.

Esta actitud no es contra la propia vida, pues aun los que se quejan de su existencia
de alguna forma la están defendiendo al exigir mejores condiciones de vida. El
problema es que se antepone la propia existencia a la de los demás.

Así, por ejemplo se prefiere recurrir al aborto antes que a la promoción de un uso
correcto de la sexualidad; se prefieren las campañas contra la natalidad que los
planes eficaces de desarrollo y colaboración económica.

A consecuencia de esta mentalidad, la dignidad humana está siendo


constantemente violada, porque si no respetamos y hacemos que se respeten a los
más indefensos de entre nosotros ¿cómo podemos evitar tantos otros atropellos?

Miren nada más este caso. En España, aprovechando la época navideña con todos
sus compromisos sociales y familiares en donde la gente lo último que quiere es
protestar ante las injusticias y anhela convivir en paz, el Parlamento acaba de
aprobar el uso de la píldora RU 486 que mata a los niños no nacidos. Esto es a
consecuencia de la presión de los abortistas que quieren implantar su mentalidad
anti-vida e imponer la píldora RU-486 en todos los países, incluyendo nuestro
México lindo y querido.

Tal como indica la campaña publicitaria de la compañía fabricante de estas


píldoras..."la medicación llamada RU486 está siendo usada para abortar en los
primeros momentos del embarazo... Por romper la gestación en sus primeros
momento, RU ha sido llamada la píldora abortiva...".
La RU486 (o Mitepristone) es una hormona esteroide con una estructura similar a
la hormona progesterona. Fue inventada en 1980 por el Dr. Etienne-Emile Baulieu
para la compañía farmacéutica Roussel-Uclaf, y es parte de una nueva generación
de drogas abortivas llamadas "antiprogestinas" (el nombre RU 486 procede de las
iniciales de la empresa Roussel-Uclaf, más un número de serie.)

El cuerpo de la mujer produce naturalmente una hormona conocida como


progesterona que es esencial para que se desarrolle el embarazo una vez lograda la
concepción, ya que ante la presencia de esta sustancia el útero retiene el
endometrio, membrana que sirve de "cuna" para el embrión. El nombre de la
hormona procede de las palabras latinas "pro" (para) y "gestare" (llevar).

La RU486 actúa contra la progesterona, induciendo la menstruación y llevándose


de encuentro a la criatura no nacida. Solamente funciona en las primeras nueves
semanas de embarazo o antes de que pasen 63 días desde el comienzo del último
periodo menstrual. Después el nivel de progesterona propio de la mujer
embarazada es aparentemente demasiado alto para ser afectado por la droga.

En los primeros ensayos se obtuvo que la RU486 cuando se tomaba sola, actuaba
despacio y con un índice de error inconveniente. Para mejorar su efectividad, los
investigadores de Roussel comenzaron a combinar la RU486 con una dosis de
prostaglandinas, sustancias que han sido usadas desde 1970 para inducir
contracciones uterinas. La mezcla dio resultado. Las prostaglandinas
complementaban la acción asesina del RU486.

En los últimos 15 años docenas de experimentos sobre el RU486 han sido


efectuados sobre miles de mujeres en más de 20 países, incluyendo Francia, Reino
Unido, España, Alemania, Países Bajos, Suiza, Estados Unidos, países
escandinavos y la antigua Unión Soviética. Tan sólo en Europa, el RU486 ha sido
usado por más de 200 mil mujeres.

La RU486 mezclada con prostaglandinas está siendo ampliamente usada en


Francia desde 1989 para embarazos de hasta siete semanas y supone el 30 por
ciento de los abortos franceses. En 1991 fue legalizado su uso en Gran Bretaña para
embarazos de hasta nueve semanas. Suecia fue el siguiente país que aprobó su uso
y ahora estas siendo estudiado en Estados Unidos. Los chinos además de sus
políticas infanticidas están ahora probándola para usarla de forma masiva.

La mujer que quiere abortar visita una clínica en donde se le da una dosis de
RU486 (tres píldoras de 200 miligramos cada una) y se va a su casa. (Alrededor de
la mitad de las mujeres comienza a sangrar el día después de tomar la RU486). La
mujer deber volver a la clínica 48 horas después para recibir prostaglandinas, la
cuales completan el aborto.

¡La cantidad de Mitepristone recomendada (600 miligramos) es alrededor de un


millón de veces más alto que el nivel normal en una mujer adulta! La mujer debe de
volver algunos días más tarde para un examen médico y para asegurarse de que el
aborto ha sido completo y determinar si se han experimentado efectos secundarios.
Sangrará después de forma importante durante una media de 10 a 12 días.

Los efectos secundarios incluyen sangrado del tipo menstrual, dolores y calambres
similares a los de un aborto quirúrgico. Las mujeres necesitan calmantes y
analgésicos. Algunas tienen nauseas, vómitos o diarrea por la prostaglandina.

El uso de la RU486 no tiene efectos anticonceptivos, es 100 por ciento abortiva.

Puedo decir, sin temor a equivocarme, que estas píldoras servirán de catalizador
para llevar al aborto al primer lugar de la lista de las principales causas de muerte
en el siglo XX. Ni las armas nucleares, ni las minas antipersonales, ni todas las
guerras juntas podrán ostentar más víctimas que las causadas por los promotores
del aborto.

Es hora de defender la dignidad de la vida humana. En estos tiempos, tolerar el


aborto es hacerse cómplice.

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