20 :ev 6 al 12 de febrero de 2011
“Yo me consagraré en ese
día a la Inmaculada Con-
cepción, porque quiero que
mi Madre con su interce-
sión me ayude a ser un san-
to sacerdote”, dijo el reve-
rendo diácono Eduardo del
Rivero.
NATALIE E. Negrón Torrens
n.negron@elvisitante.net
Luego de años de servicio al Señor como laico,
maestro de religión, consejero, diácono y tras obte-
ner la nulidad de su matrimonio, que por Derecho
Canónico no es posible dilucidar en estas páginas;
Eduardo del Rivero recibirá este próximo viernes 11
de febrero la gracia de ser ordenado sacerdote por
el Obispo S. E. R. Mons. Eusebio Ramos Morales, a las
7:00 p.m. en la Cancha Emilio E. Huyke en Humacao.
En la Entrevista de las entrevistas con El Visitan-
te, Del Rivero indicó que el llamado de Dios siem-
pre estuvo en su corazón y ahora que se acerca el
momento de convertirse en presbítero de la diócesis
misionera del Yunque, revela sentirse emocionado,
agradecido por el apoyo de sus cuatro hijas y pre-
parado para la encomienda pastoral que recibirá de
Jesucristo, del Obispo Eusebio y de la Iglesia.
EV: ¿Cómo describe la forma en que sus padres lo
guiaron en la vida de Iglesia?
Mis padres y mi abuela fueron los que guiaron
mis pasos en la fe. Nací en Santurce y me bauticé
en la Catedral de San Juan de manos de mi primo
Padre Juan José Ortiz del Rivero. Esto ya estaba en mi
sangre. Tuve una excelente catequista, la Sra. Baralt
quien me llevó a conocer a Cristo en esta etapa de mi
vida, y sembró en mí esa inquietud.
EV: ¿Cómo califica su encuentro definitivo con
Jesús?
Como trabajador social auxiliar le cogí un gran
amor a ayudar a la gente. Sin embargo, el encuentro
definitivo fue cuando hice mi Cursillo de Cristiandad
en el 1969. Esa experiencia me llevó a convertirme
en rector de cursillos en la Diócesis de Caguas y me
movió a trabajar en esto. Tiempo después tuve otro
encuentro especial en la Renovación Carismática.
Camino al Presbiterado
Entrevista de las Entrevistas: al Rvdo. Diácono Eduardo del Rivero
EV: ¿Cómo esas vivencias iluminaron las realida-
des temporales en que estuvo inmerso?
Descubrí la necesidad de más apóstoles con
compromiso serio con el Señor, por lo que tomé
cursos de espiritualidad. Mis pasatiempos comenza-
ron a cambiar. Siempre me ha gustado pescar, pero
no entendía que estaba llamado a ser pescador de
hombres. Mi vida se convirtió en un “dedicatiempo”
completo a Cristo y a su Iglesia.
EV: ¿Cuán importante es la catequesis prematri-
monial, durante el noviazgo?
Es muy importante invertir tiempo y recursos
para que los jóvenes aprendan el verdadero signifi-
cado de esto, que no es todo color de rosa y que es
importante entender al ser humano.
EV: ¿Cómo define la gracia o la bendición que re-
cibió de Dios a través del sacramento del Matri-
monio?
Los hijos son la bendición más hermosa. Veo a
mis cuatro hijas y a mis ocho nietos y lo que siento es
orgullo, son mi tesoro.
EV: ¿Cómo la experiencia de la paternidad lo ayu-
dó como individuo y ser humano?
Dios es padre. Se da y busca a su criatura; un
papá tiene que ser como Dios en la casa, estar pre-
sente y fluir entre sus hijos. El que entiende la pater-
nidad lo ve todo a la luz de la Trinidad.
EV: ¿Cómo Jesús lo llamó al sacramento del Or-
den diaconal?
Los monjes benedictinos me pidieron que diri-
giera el Colegio San Antonio Abad tras haber com-
pletado mi maestría en administración y consejería.
Estando allí supimos que ISTEPA estaba preparando
a diáconos y los monjes me invitaron. Estudié por
dos años y me convertí en oblato benedictino y ex-
perimenté una vida monástica de oración y servicio.
Tiempo después completé mis estudios en la escuela
para el diaconado de la Diócesis de Caguas y en oc-
tubre de 2009 fui ordenado por Mon. Eusebio Ra-
mos.
EV: ¿Cuál ha sido su mayor satisfacción como diá-
cono?
Saber que estoy sirviéndole a Cristo y ejerciendo
la caridad. Y tener el apoyo de todos. Mons. Eusebio
creyó que debería continuar hasta presbítero y com-
pleté mi preparación con el Abad Oscar Rivera, OSB.
Ya estoy listo.
EV: En vísperas de su ordenación sacerdotal,
¿cómo describe su amistad con Dios y su prepa-
ración para la paternidad espiritual?
Nunca pensé que Dios me tendría tan hermoso
regalo y esto me ha llevado a una profunda espiri-
tualidad. La Iglesia me ha preparado para ser pastor.
El detalle está en la obediencia y la humildad.
EV: ¿A quien dedica la consagración sacerdotal y
por qué?
Se lo dedico a mis hijas, por supuesto. Yo me
consagraré en ese día a la Inmaculada Concepción,
porque quiero que mi Madre con su intercesión me
ayude a ser un santo sacerdote.
EV: ¿Cómo puede describir el entusiasmo que
siente al pensar en el servicio que ofrecerá a la
diócesis misionera del Yunque?
Estoy muy emocionado y agradecido. Me sien-
to como nunca. El domingo 13 de febrero celebraré
mi primera misa en la Parroquia Reina la Paz a las 4
p.m. y el miércoles 16 será la primera misa en la con
Catedral Dulce Nombre de Jesús a las 7 p.m. Estoy
igual de emocionado que aquel día de mi Primera
Comunión.