Professional Documents
Culture Documents
Ateniéndonos a nuestros propios Furs, que son los que transmiten de aquellas
primeras costumbres o leyes promulgadas por el propio Conqueridor a los regnícolas,
sabemos que con ellas surgió la escolta para la Senyera y fue por ellas cómo el propio
monarca al jurarlas en 1.261 durante las primeras Cortes Valencianas las instituyó o
dio motivo para su creación, pues en el fuero VI, de titulo Batlle e de la Cort hizo
posible la formación de la primera antedicha escolta para su bandera y allí establece y
dice:
“los cavallers en així que sien tenguts de seguir la senyera, de la ciutat o del terme o
de qualque loch que sien e si no ho fallen que no sien demanats en la dita electió”
-El Marqués de Cruilles. Guía Urbana de Valencia, antigua y moderna. Valencia 1.876.
1
-Pascual Esclapes de Guillo. Resumen historial de Valencia. Valencia 1.738
-Luis Querol y Roso. Las Milicias Valencianas desde el Siglo XIII al XV. Castellón de
La Plana 1.935.
-Joseph Ortí y Mayor. Fiestas centenarias con que la insigne, noble, leal y coronada
ciudad de Valencia celebró el 9 de de octubre de 1.738, la quinta centuria de su
cristiana conquista. Valencia 1.740.
-Pere Hieroni Taraçona. Institucions dels furs e privilegis del Regne de Valencia.
Valencia 1.580.
“Se puede afirmar sin posibilidad de error que los idiomas hablados en el
Reino de Valencia actualmente, no son producto de un fenómeno de reconquista por
parte de Jaime I.” (Antonio Ubieto. 1977)
Lo bien cierto es que debemos hacer referencia a los freires-guerreros o sea a los
templarios que fueron tutores y mentores de nuestro Rey Don Jaime, ellos
influyen mucho en nuestra historia, mitos y simbología, tanto y en cuanto había influido
en nuestro Rey. Los templarios son el resultado de la primera cruzada, tomaron el
nombre del edificio que les concede Balduino II, rey de Jerusalén, como casal de la
Orden junto al Templo de Salomón y que desde esa fecha se consideraron custodios y
guardadores, su objetivo proteger a los peregrinos a Tierra Santa y para ello se
establecieron y estructuraron a lo largo de los distintos caminos de Europa, ejercieron
la asistencia al peregrino, el auxilio en muchos casos, se convirtieron en los
guardianes del camino, con lo cual adquirieron gran renombre y ello dio lugar a que
recibieran muchos donativos y todo tipo prebendas lo que supuso que además se
convirtieran en los banqueros y colaboradores de aquella marcha continua y
peregrinaje a Tierra Santa, hasta tal punto que con ellos empieza el cauce de las
finanzas, dejando su huella por toda Europa; ingeniosos inventores de las “cámaras de
compensación bancaria” tal como las entendemos hoy en día; construyeron catedrales
con sus simbolismos y criptografías. San Bernardo de Claravás fue el que les otorgó la
regla de monjes y caballeros. Se funda la Orden en Francia y seguidamente pasan a
Navarra y Aragón, también se establecen en la Catalonia, línea fronteriza del Imperio
Carolingio (Cata=castillo lonia=linea, o sea “Castilla” en Ibero), combatieron en la
2
Navas de Tolosa, en la reconquista de Lérida y Tortosa, en Mallorca y por supuesto en
Valencia y podemos asegurar que en la conquista de este Reyno fueron los
auténticos patrocinadores. No nos quepa la menor duda de que la Orden del
Temple, siempre desde la sombra, fue el mas discreto guía y el mas generoso
colaborador del Rey Don Jaime, este por su parte no les olvida en ningún momento y a
través de su Crónica los va mencionando en su infancia, en su primera juventud, en
sus incidentes, en sus frustraciones y sus crisis de autoridad, etc…, ante todo eso,
Jaime solo confía en ellos, en los templarios y siempre busca cobijo en Burbáguena o
en la población Horta propiedades de El Temple. Ellos le dieron formación humana y
militar, espiritual y científica, lo educan como vencedor, siempre en eterna vigilia y
conquistador y así sale formado desde sus años en Monzón… y jura el Conquistador
(Furs) “sien tenguts tots los cavallers de seguir la senyera”. Y bien para el tema
trascendente que nos ocupa los freires-guerreros cuando acuden al combate forman
cuerpos de ejército, en centurias (Imperio Romano y Carolingio) o sea en “Centenares
ó Compañías” y así estructura sus tropas el Conquistador.
De los Fueros:
“…Valencia disfrutaba de un régimen especial, que era compartido por todas las
demás villas y ciudades libres, aunque con organismo mas sencillo –y que, como
hermanas mas pequeñas del Cap i Casal- gozaban conjuntamente de todos los
privilegios que ésta conseguía, pues aquéllas conquistábanlos al propio tiempo que la
Ciudad los adquiría”.
“..Tenía ésta plenas atribuciones para crear milicias y el mero hecho de acaudillar
huestes, la autorizaba automáticamente, y en el aspecto heráldico a crear sus propias
enseñas y timbre en sus blasones”.
Capítulo núm. 229 de las Cortes de Felipe III, celebradas en esta Ciudad en el año del
Señor de 1.604:
“item per cuant la Companya del Centenar de la Ploma ab sos macips y patees es
antiquísima del temps de la conquista del presente Regne…”
“La Compañía del centenar de la ploma, instituida per la magestad del Senyor Rey en
Jaume lo Conquistador…”
3
Desde los tiempos de Jaime I y tal y como se recoge el AUREUM OPUS VALENTIAE
hallamos fueros y privilegios referentes al aspecto militar y hay uno especialmente
titulado DE LES BATALLES E DE LES FORTALEES, que indica de modo conciso
que se deberá acudir obligatoriamente a la Crida Real, estos fueros fueron
confirmados por Pedro III el Grande de Aragón y I de Valencia en 1.283, por Alfonso
el Liberal en 1.286, por Jaime II en 1.309 y así hasta llegar a Pedro IV el Ceremonioso
y II de Valencia que también los confirmó. Y es que este último rey El Rey Pedro II de
Valencia, pasó a la historia como “Pere el del Punyalet”, ya que siempre llevaba al
cinto una daga ó puñal, como Pedro IV el Ceremonioso en el resto de la Corona de
Aragón y en el Reino de Mallorca como Pedro I de Mallorca y Cerdeña, además de
Conde de Barcelona, Duque de Atenas y Neopatria y Conde de Ampurias. Fue un
monarca enérgico y duro que reorganizó la corte, la administración y el ejército,
dirigiendo sus actividades a incrementar el poder real en el interior de su reino y a
aumentar sus dominios en el mar Mediterráneo cosa que logró con la expedición de
los almogávares al conquistar éstos los ducados de Atenas y Neopatria. Derrotó a la
unión de los nobles en Épila, apoyó a Enrique de Trastamara frente a Pedro I de
Castilla, arrebató a su cuñado Jaime III de Mallorca el Rosellón e incorporó Sicília a la
Corona de Aragón.
“per rahó de la meció que ha feta en los sobresenyals e una senyera de cendal blanch
ab creus bermelles, que feu fer en la ciutat de València, en los mes de Març del any
deius scrit” ARCHIVO CORONA DE ARAGON, Real Patrimonio, Reg. 858, folio 211
del año 1.348.
Las señales de San Jorge, patrón de Aragón, aparecen en Valencia en el 1.237, dice
Beuter en su Crónica fue en la batalla del Puig, por cierto batalla a la que asistío Rey
Don Jaime, cuando por primera vez estuvo presente una de estas banderas del
4
Senyor Sent Jordi dentro del nuevo reino, que estando presente la Orden Militar de
San Jorge de Alfama y como dice la tradición en esta batalla fue donde se apareció el
Senyor Sent Jordi en medio del fragoroso combate montado en su corcel blanco y que
tanto tuvo que ver con el feliz desenlace. Como dato de consolidación histórica, el
Centenar disponía de titularidad de capilla privada bajo la advocación de la Virgen de
las Victorias en la iglesia de San Jorge ubicada en la calle de los Ballesteros y en la
que por cierto existía un magnífico retablo del siglo XV, atribuido al gran Mestre Marçal
de Sax que hoy se conserva en el Museo Victoria Alberto, de Londres.
“Com es pot vure per la data apuntada, en el documents que abans hem analizat, va
ésser durante el setge de Morvedre quan el rei, per recompensar la valentia i el
coratge dels ballesters valencians que acompayaben la Senyera, els va atorgar el
privilegi reial de formar una milicia permanent, ja ho era quan va eixir a lluitar pel
rei. Des d’aleshores aquells ballesters van ser el Centenar de la Ploma”
5
…o sea que desde ese instante el Centenar de la Ploma es milicia
permanente y protocoliza la compañía con el apelativo Centenar de Glorioso San
Jorge. No confundamos, ese 3 de junio de 1.365, que es un acto de agradecimiento y
como tal, de concesión de privilegios, con la creación o fundación del Centenar.
En el transcurro de los seis años de haber otorgado Don Pedro aquellas prerrogativas
especiales al Centenar del Glorioso San Jorge (de la Ploma), algunos de sus ya
antiguos miembros solicitaron a Pedro el Ceremonioso la creación de una Cofradía
bajo la advocación de San Jorge, que fue concedida por privilegio el 10 de julio de
1371. Entre las funciones de la cofradía estaba la de velar enfermos, acompañamiento
de difuntos y cámara mortuoria. Se realizaba un encuentro anual de la cofradía, que
suponía distinto tipo de festejos y banquetes por San Jorge. La cofradía en principio se
formó con un máximo de 100 hombres y 150 mujeres y en 1.391 pidieron al Rey Juan I
y a la Reina que se hicieran cofrades, y el rey amplió el número de cofrades a 500
hombres y 600 mujeres, otorgándoles algunas exacciones.
Fue el 23 de julio de 1376, cuando se amplió la milicia con 100 hombres a caballo,
distinta de la de los ballesteros, pero también con la función de proteger el estandarte
real, y que fue creada en las Cortes Generales de Monzón, por el mismo Pedro el
Ceremonioso, a pesar de que las ordenaciones no se elaboraran hasta 1.391 durante
el reinado de Juan el Cazador, este nuevo cuerpo de combate de100 hombres estaba
distribuido por 70 hombres a caballo armados y 30 jinetes con armas ligeras. Queda
estructurado el Centenar en 3 cuerpos de ejército, 100 caballeros, 100 ballesteros y
100 arcabuceros. La compañía de ballesteros es la que suele rendir siempre los
máximos honores, esta Compañía introducirá también 50 jinetes con ballesta ligera y
quedará definitivamente formada por 50 caballeros-ballesteros y 50 ballesteros de a
pie, con ballestas mas pesadas y así queda escrito en los anales de nuestra historia.
6
antes de recibir el nombramiento, se someterán a una "probanza" ante el Gobernador.
Una vez admitidos, acudirán a la Casa de la Ballestería y en presencia de "los caps de
dehena" recibirán las insignias de San Jorge. Acto seguido, y ya investidos, según se
desprende del privilegio real, oirán la Santa Misa y antes de la lectura del Evangelio
realizarán el juramento bajo el que se comprometen públicamente a permanecer fieles
al Rey, a su servicio y al de la ciudad. Su uniforme será una dalmática de lienzo
blanco, con la cruz roja de San Jorge al pecho y espalda, y un casco con una pluma
de garza, detalle éste de donde le viene el nombre de "la ploma". La milicia tendrá su
casa en la ciudad, que se construirá cerca de la que se llama calle de las Barcas.
“Primerament, Senyor, attenent que,per priviliegi otorgat al dit Centenar, per l’alt rei En
Pere, sots kalendari de tres de juny any Mil CCC LXV, són atorgades al dit Centenar
certes gracies, indults e prerrogativas segons per la tenor d’aquell appar”. (Vease que
no indica nada de la creación o fundación, sino de la concesión de privilegios).
II) Solicitud de pena pecuniaria contra el que hiciera oposición a los privilegios del
Centenar.
7
El Rey Juan II aprobó y confirmó el 18 de julio de 1.470 dichos privilegios, ordenado
respetarlo, bajo pena de 2.000 florines de oro. El 28 de octubre de 1.479, Fernando el
Católico confirmó también, de nuevo el mencionado privilegio.
Debemos tener en cuenta, que junto a la Senyera, las tropas valencianas tuvieron
otras banderas, algunas de carácter local, y otras gremiales. Las primeras eran telas
donde se pintaban el escudo del señor feudal o del Reino, el cairo o rombo coronado;
los segundos, llevaban los distintivos del gremio en cuestión, siendo especialmente
apreciada la bandera del Gremi de Blanquers, que llevaba representada la Custodia
robada por piratas musulmanes en Torreblanca, y por ellos posteriormente rescatada.
También se hicieron interpretaciones de la Senyera, por ejemplo sustituyendo la
corona por un Rat Penat, que mostraba que nuestra bandera estuviera bien viva,
teniendo también presente que El Rey Pedro II de Valencia volvió a introducir el “drac
allat” sustituyendo al Rat Penat, hasta que fue nuevamente restituido por Alfonso el
Magnánimo, en fin que hemos de tener en cuenta que ha habido cierta evolución en
nuestra simbología. Otro dato anecdótico es que Alfonso el Liberal no fue fiel a la
cuatro barras de Aragón, pues en su escudo nada mas tenía dos barras rojas y dos
amarillas.
"en ser arrabassats els sagrats Furs de València pel funest decret del francés
Felip d'Anjou", como lamenta, Beút y todos y cada uno de los patriotas valencianos.
8
Copia de la convocatoria, presidida por el popular cartel anunciador de la Exposición
Regional Valenciana de 1909, al finalizar un verano de los años sesenta el presidente
de la Casa Valencia en Barcelona y Cavaller en Cap de la Dehena del Centenar de la
Ploma, Vicente Sena Bisbal, cursó a los miembros de dicha agrupación, y que
comienza así: "En la antología dels records histórics del Rei Don Jaume, está en lloc
principal la página del Centenar de la Ploma, selecció admirable que nosaltres devem
tindre present". Y es que el Centenar siempre ha existido, existe y existirá, desde la
creación del Reino Cristiano de Valencia hasta hoy con L’Insigne Capitul de
l’Almoina de Sant Jordi dels Cavallers del Centenar de la Ploma.
Cavaller núm. 79 de L’Insigne Capitul de l’Almoina de Sant Jordi dels Cavallers del
Centenar de la Ploma.