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Origen, Historia y Evolución del Cultivo de la Vid

Mª Carmen Duque. Dra. Ciencias Biológicas.


Félix Yáñez Barrau
Instituto de la Vid y del Vino de Castilla-La Mancha. IVICAM.
Ctra. Toledo-Albacete, s/n
13700 Tomelloso Ciudad Real.

RESUMEN

Se plantea la diversidad varietal del cultivo de la vid, pudiendo ser considerado como un conjunto de variedades
población policlonales, debido a que su origen data de la Era Terciaria, está modificado por la acción del hombre y es
una especie muy plástica capaz de adaptarse a climas diferentes a los de su zona de origen y con facilidad para hacer
recombinaciones genéticas con plantas afines a ellas.

Por otro lado, el cultivo de la vid tiende hacia un número limitado de variedades, de ahí la necesidad de la creación de
bancos de germoplasma vitícola que conserven la diversidad de los recursos fitogenéticos de la vid y detengan la
erosión genética.

Palabras clave: vid, clones, variedades población policlonales, sinonimias, homonimias, sinonimias erróneas, recursos
fitogenéticos de vid.

1.- INTRODUCCIÓN

La vid es una planta cuyo origen se remonta a la Era Terciaria, por ello para adaptarse a las difíciles condiciones de las
glaciaciones (Eras Terciaria y Cuaternaria) fue desarrollando diferentes formas.

La variedad Vitis vinífera, L., es la especie a partir de la cual se derivan fundamentalmente las principales variedades
comerciales cultivadas, si bien esta variedad procede de cruces con otras variedades, originándose así una importante
diversificación entre variedades (intervarietal), e incluso dentro de una misma variedad (intravarietal). Siendo la
variabilidad intravarietal el punto de partida para seleccionar los clones de cada variedad que mejor se adapten a los
condicionantes que busquemos.

Posteriormente, el hombre en su afán por conseguir nuevos segmentos en el mercado vitivinícola, ha ido cruzando las
variedades y adaptándolas a diferentes condiciones edafoclimáticas y gustos de mercado, originándose así el problema
de las sinonimias, homonimias y las sinonimias erróneas.

Por todo ello, es conveniente hacer una revisión para determinar en qué situación nos encontramos, con objeto de
preservar la diversidad de los recursos fitogenéticos tanto de las variedades mayoritarias como de las minoritarias y de
las que se encuentran en peligro de extinción, ya que el cultivo de la vid tiende hacia un numero de limitado de
variedades que exponen a un grave riesgo el patrimonio genético vitícola español.

2.- ORIGEN DE LA VID

Las primeras formas de vid aparecieron hace aproximadamente 6.000 años (21; 36). La vid en estado silvestre era una
liana dioica que crecía, durante la Era Terciaria, apoyada sobre los árboles del bosque templado del Círculo Polar
Ártico, (36). Así aparece el Vitis praevinifera que es la forma mas antigua de hoja quinquelobulada, el V. salyorum de
hoja no recortada y el V. teutónica, posteriormente en la Era Cuaternaria tenemos fósiles del V. aussoniae y el V.
vinífera (figura 1).
La vid sobrevivió durante los periodos fríos del Terciario y del Cuaternario gracias a los refugios fitosociológicos del
bosque templado y de la viña, situados al pie de los grandes macizos montañosos (mapa 1), donde había un ambiente
soleado al abrigo de los vientos glaciares y de las bajísimas temperaturas (21). En América del Norte (mapa 1), la
dirección de los plegamientos es N-S (Montes Appalaches), por lo tanto la viña pudo replegarse hacia el sur en busca
de condiciones más cálidas durante las glaciaciones (36), ocupando sus antiguos espacios al terminar las glaciaciones
(mapa 2), lo que motivó que la desaparición de especies fuese menor que en Europa, donde la dirección de los macizos
montañosos es E-O (Alpes, Cárpatos y Montes Pónticos), y por lo tanto impedía el movimiento de las especies hacia
condiciones climáticas más favorables.

En Europa el refugio más idóneo para la vid fue el refugio Póntico (del Puente Euxin), situado en la parte oriental del
Mar Negro, en la actual Georgia, (mapa 1), alejada de las aguas frías del Atlántico y protegidas de los vientos glaciares
de Siberia por la cadena montañosa del Cáucaso (21). En este refugio de veranos cálidos y lluviosos sólo una especie
el Vitis vinífera, L., consiguió perpetuarse, pero originó nuevas formas de gran calidad, debido a que disponía a corta
distancia de una gama completa de climas templados: muy húmedos y cálidos al oeste, muy secos en el este y
desérticos en el Azerbaidjan (sureste).

A partir del año 6.000 al 4.000 a J.C., los piedemontes y las planicies se repoblaron rápidamente por el bosque y ello
favoreció la proliferación de los Vitis y la salida del refugio Póntico al tener ya un soporte sobre el cual apoyarse para
crecer. La vid crecía asociada a algunas especies arbóreas, como por ejemplo el roble, donde se encuentra la levadura
exógena llamada Saccharomyces cerevisiae, responsable de la fermentación del mosto y su posterior transformación en
vino. De ahí que esta asociación pudo originar una inoculación espontánea en las uvas y después la mano del hombre
seleccionó estos genotipos (50).

Así en la emigración hacia la cuenca mediterránea este-oeste, surgieron las “Proles orientalis” procedentes del sur del
Mar Caspio y Próximo Oriente, cultivadas en Oriente, con uvas de gran tamaño (mesa) o apirenas y las “Proles Póntica”
originarias de la cuenca del Mar Negro (Mediterráneo), que se extienden desde Georgia hasta España, con racimos
medios y compactos y uvas de pequeño tamaño (vinificación), también se incluyen en este grupo uvas de mesa y uvas
secas (var. Corinto). Durante la emigración se produjeron cruzamientos con V. vinífera silvestris (ver cuadro 1),
refugiadas en el resto de la cuenca mediterránea (mapa 1), dando lugar a las “Proles occidentalis”, que se desarrollan
desde Alemania hasta Portugal, caracterizadas por tener racimos compactos y uvas pequeñas (vinificación), al que
pertenecen las variedades más cultivadas: Pinot, Chardonnay, Gamay, Cabernet y Merlot (21).

3.- HISTORIA DEL CULTIVO DE LA VID

La puesta en cultivo de la vid siendo una planta dioica (36), trepadora y liniforme, ha estado
ligada a la selección hecha por el hombre hacia la elección de individuos hermafroditas, la
domesticación del cultivo y la posterior emigración de las poblaciones orientales (21).

Los primeros datos que se han recogido sobre el cultivo de la vid se sitúan en Egipto, en la
Biblia se cita a la vid asociándola siempre a la tierra fértil (figura 2). No obstante, los
verdaderos impulsores del cultivo de la vid fueron los iberos y los celtas, hacia el año 500 a.
J.C. (10), aunque fue posteriormente consolidado por los
fenicios y sobre todo por los romanos (9; 40), siendo ambas
poblaciones procedentes del Mediterráneo oriental, cuna de
origen del cultivo. El cultivo de la vid para los fenicios gozaba de
tanta importancia que en sus monedas imprimían un racimo de
uvas (figura 3).

Durante el periodo visigótico se siguieron plantando viñas (44)


teniéndose noticias de que durante la Edad Media se cultivaron especies del grupo de
las “Pónticas” así como de las “Occidentalis”, como lo demuestran los numerosos
bajorrelieves que existen en los monasterios (figura 4). A partir del s. XVI, el cultivo de
la vid gozó de gran importancia, de ahí que de estos períodos daten los pioneros de la
ampelografía española (15).

Posteriormente, durante el s. XX el cultivo de la vid se ha diversificado en dos aspectos, por


una parte en buscar plantas resistentes a la plaga de la filoxera (plaga procedente de América
del Norte que arrasó los viñedos europeos), fundamentalmente con la utilización de patrones y
por otra parte en diferenciar clones dentro de cada variedad que cumplan con unas exigencias
específicas.

A partir del s. XX una de las líneas preferentes de la viticultura ha sido la descripción de


variedades de vid, tanto con las técnicas de ampelografía clásicas como con la ayuda de
técnicas genéticas.
4.- ORIGEN DE LAS VARIEDADES

La vid pertenece a la familia de las Vitáceas, que comprende 12 géneros, entre los que destaca el g. Vitis, originario de
las zonas templadas del Hemisferio Norte.

El género Vitis al que pertenecen las vides cultivadas, está dividido en dos secciones o subgéneros: Euvitis (2n=36) y
Muscadinia (2n=40). En el subgénero Muscadinia, la única especie cultivada es V. rotundifolia (ver cuadro 1). En el
subgénero Euvitis distinguimos tres grupos: las variedades procedentes de América del Norte, que son resistentes a la
filoxera y se utilizan fundamentalmente para la producción de patrones (V. riparia, V. rupestris, V. berlandieri, V.
cordifolia, V. labrusca, V. candicans y V. cinerea), y las cultivadas en Europa y en Asia occidental, donde una única
especie presenta grandes cualidades para la producción de vino es el V. vinífera (ver cuadro 1), sensible a la filoxera y
a las enfermedades criptogámicas. El número de variedades de V. vinífera registradas en el mundo y surgidas por
evolución natural, es al menos de 5.000 (48).

Los patrones (31) son híbridos entre especies americanas (V. riparia, V. rupestris y V. berlandieri) y/o de éstas con
viníferas (V. vinífera), con objeto de conseguir material resistente a la filoxera para poder ser injertado (cuadro 2). Los
clones (ver cuadro 1) son las descendencias por vía vegetativa, surgidas a partir de un único individuo (cabeza de clon)
y que tienen alguna cualidad que los hace diferenciarse del individuo tipo de la variedad (18; 12).

La clasificación de las variedades cultivadas que componen la especie del Vitis vinífera es difícil, debido a que las
variedades actuales proceden, de la evolución, selección, adaptación al cultivo de las lambruscas (vides silvestres) y del
cruzamiento natural entre plantas hermafroditas de origen asiático, introducidas por el hombre, con las poblaciones
dioicas europeas de vides silvestres (variabilidad intervarietal), es decir, son mestizos entre las “Proles Póntico-
occidentalis” (24; 37; 43). De aquí que se afirme (10) que los viñedos españoles son variedades de distintas especies.
Por otro lado, estos cultivares europeos actuales, posiblemente procedan de un grupo de plantas muy semejantes
extraídas de la flora, lo que justificaría plenamente el origen policlonal de nuestros actuales cultivares, que por lo tanto
deben ser considerados como auténticas viníferas población (24). Dada esta variabilidad intravarietal, donde cada
variedad esta constituida por un conjunto de individuos que no presentan caracteres idénticos en los aspectos
morfológicos, agronómicos y organolépticos, es posible, seleccionar cabezas de clon y posteriormente clones, dentro de
las variedades (ver cuadro 1).

El cultivo de la vid tiende hacia un número limitado de variedades (debido a causas naturales y/o humanas), que pone
en grave peligro el patrimonio genético vitícola. Tras la terrible plaga de la filoxera que asoló los viñedos europeos en el
siglo XIX, los métodos de cultivo han cambiado de forma radical: modificación de las técnicas de cultivo y creación de
viveros de selección y multiplicación de material vegetal. Así la mayoría de las variedades cultivadas hoy en día no
tienen más de 200 años (50).
Esta situación ha provocado una gran perdida de riqueza genética en muchas de las variedades empleadas, incluso
pueden desaparecer genotipos autóctonos o variedades enteras que son minoritarias en cuanto a superficie de cultivo
(19).

5.- PROBLEMÁTICA DE LAS SINONIMIAS

El problema de las sinonimias de las diferentes variedades que integran el V. vinífera, L., es grave y antiguo.

Una misma variedad, puede presentar diversos nombres o sinónimos según el lugar donde se cultive (3; 9; 22; 29; 39),
existe una media de cuatro sinónimos o sinonimias por variedad (49). La variedad en cuestión se la conoce con el
nombre más extendido, llamándose al resto de los nombres, sinónimos de esa variedad. Ya el autor latino Columela
(s.I), cita la variedad Biturica menor que en España la llaman Cocolubis o la variedad Torrontés también llamada
Monastrell blanco (27), o la var. Palomino común llamada Centella en Rota (42).

En ocasiones ocurre que a distintas variedades se las conoce con el mismo nombre (homónimos u homonimias), debido
a errores o denominaciones populares, o bien variedades diferentes se las considera la misma variedad (sinónimos
erróneos o sinonimias erróneas), pudiendo originar la pérdida de la variedad autóctona que erróneamente se considera
sinónima de la variedad dominante (4; 7). Incluso una misma variedad puede sufrir modificaciones (ecotipos), para
adaptarse a diferentes zonas. Así se encontraron diferencias entre el Albillo de Herrera y el encontrado en Talavera y en
Andalucía; así como entre el Torrontés del mismo autor del hallado en Ronda, Trebujena y Gérgal (27).

De aquí, surge la exigencia de aunar los nombres sinónimos de una misma variedad para evitar confusiones y/o
equivocaciones. En 1942 se recogen los nombres vulgares y sinónimos de las vides cultivadas en España (10). En
1980, se describen 229 variedades de vinificación y 175 de uvas de mesa y detecta más de 1.500 sinonimias (23). En
España el panorama es similar ya que aunque el número de variedades no supera las 79, se pueden encontrar hasta
173 denominaciones diferentes (28). Este mismo autor en 1988 (29) describe 67 var. de vid cultivadas en España y
recoge sus sinonimias. Posteriormente, en 1992 la OIV redacta una lista con los principales sinónimos de las viníferas
de vinificación (39).

Por todo ello, surge la necesidad de la creación de bancos de germoplasma vitícola (2; 5; 17; 25), donde se conserve
todo el acervo genético de las variedades cultivadas.

6.- AMPELOGRAFIA DE LAS VARIEDADES

Para poder admitir una variedad como sinónima de otra ya descrita con anterioridad, o bien definirla como una nueva
variedad, se ha de proceder a su descripción e identificación.

La caracterización de las especies y variedades de vid (Ampelografía) se centra en varios campos (23): recopilación de
las variedades cultivadas, estudio de sinónimos, puesta a punto de los métodos de identificación varietal y conocimiento
de las aptitudes de las variedades y de los portainjertos.

La caracterización de especies, variedades y clones de vid se realiza fundamentalmente


mediante métodos morfológicos (8; 14; 16; 23; 26; 34; 35; 38), en los que se hace un
estudio detallado de la hoja y del racimo (figura 5); bioquímicos (1; 11; 46); genéticos (6;
32; 41; 45; 47), se determina el perfil genético de la planta a estudiar (figura 6); físicos
(13; 33; 51)...

No obstante, el método ampelográfico oficial para la caracterización de variedades y clones de vid es el de la OIV,
UPOV e IBPGR (1983), que consta de 130 caracteres: 40 obligatorios para la descripción de todas las variedades de
viníferas. Estos 40 caracteres se muestrean durante todo el ciclo vegetativo de la vid (cuadro 3). Así en brotación se
analiza un parámetro; en foliación 4 caracteres sobre el ápice del pámpano joven; en floración 7 caracteres en el
pámpano adulto; 17 caracteres se muestrean sobre la hoja adulta en la época de cuajado a envero; mientras que en la
maduración se analizan 3 caracteres sobre los racimos y 7 sobre la baya y finalmente en el agostamiento se muestrea
un único parámetro (cuadro 3). Este método adoptado por la UE, unifica criterios y descripciones para toda la
Comunidad y es la base necesaria para colaboraciones e intercambios de material vegetal vitícola a nivel internacional.

Cuadro 3.- Caracteres Ampelográficos


CARACTERES PRIORITARIOS (OIV/UPOV) NOTACIÓN
OIV

BROTACIÓN
Yemas de los pulgares
301 Época de brotación 1 muy precoz 3 precoz 5 media 7 tardía

FOLIACIÓN
Pámpano joven (ápice)
.001 Forma del ápice 3 cerrada 5 semi-abierta 7 abierta
.002 Distribución de pigmentos antociánicos ápice 1 ausente 2 ribeteada 3 uniforme
.003 Intensidad de pigmentos antociánicos ápice 1 ausente o muy débil 3 débil 5 media 7 fuerte
.004 Densidad de pelos tumbados del ápice 1 ninguna o muy baja 3 baja 5 media 7 densa

FLORACIÓN
Pámpano adulto
.006 Porte 1 erguido 3 semi-erguido 5 horizontal 7 semi-rastrero
.007 Color de la cara dorsal de los entrenudos 1 verde 2 verde con rayas rojas 3 rojas
.011 Densidad de pelos erguidos de los nudos 1 ninguna o muy débil 3 débil 5 media 7 densa
.012 Densidad de pelos erguidos de los entrenudos 1 ninguna o muy débil 3 débil 5 media 7 densa
.016 Distribución de los zarcillos en el tallo 1 discontinua (2 ó menos) 2 subcontinua o continua
.017 Longitud de los zarcillos 1 muy cortos 3 cortos 5 medianos 7 largos
151 Sexo de la flor 1 masculina 2 de masculina 3 hermafrodita 4 femenina con
a estambres
hermafrodita erguidos

DE CUAJADO A ENVERO
Hoja adulta
.065 Tamaño 1 muy pequeña 3 pequeña 5 mediana 7 grande
.067 Forma del limbo 1 cuneiforme 2 cordiforme 3 pentagonal 4 orbicular
.068 Número de lóbulos 1 hoja entera 2 tres 3 cinco 4 siete
.070 Pigmentación antociánica nervios principales haz 1 nula o muy débil 3 débil 5 media 7 fuerte
.075 Hinchazón del haz 1 nula o muy débil 3 débil 5 media 7 fuerte
.076 Forma de los dientes 1 de lados cóncavos 2 de lados 3 de lados 4 un lado
rectilíneos convexos cóncavo y otro
convexo
.077 Longitud de los dientes 1 muy cortos 3 cortos 5 medianos 7 largos
.078 Profundidad de los dientes 1 muy cortos 3 cortos 5 medianos 7 largos
.079 Forma del seno peciolar 6 son lóbulos 7 son lóbulos 8 son lóbulos
ligeramente superpuestos muy
superpuestos superpuestos
.080 Forma de la base del seno peciolar 1 en U 2 en V
.081 Particularidades del seno peciolar 1 ninguna 2 fondo a menudo limitado por el 3 presencia
nervio cerca del punto peciolar bastante
sobre el borde
.084 Densidad pelos tumbados entre los nervios 1 nula o muy baja 3 baja 5 media 7 alta
(envés)
.085 Densidad pelos erguidos entre los nervios (envés) 1 nula o muy baja 3 baja 5 media 7 alta
.086 Densidad pelos tumbados de los nervios 1 nula o muy baja 3 baja 5 media 7 alta
principales
.087 Densidad pelos erguidos de los nervios principales 1 nula o muy baja 3 baja 5 media 7 alta
.090 Densidad pelos tumbados del peciolo 1 nula o muy baja 3 baja 5 media 7 alta
.091 Densidad pelos erguidos del peciolo 1 nula o muy baja 3 baja 5 media 7 alta

MADURACIÓN
Racimos
202 Tamaño (longitud) 1 muy pequeño 3 pequeño 5 mediano 7 grande
204 Compacidad 1 muy suelto 3 suelto 5 medio 7 compacto
206 Longitud del pedúnculo 1 muy corto 3 corto 5 medio 7 largo
Baya
220 Tamaño (peso) 1 muy pequeña 3 pequeña 5 media 7 grande
223 Forma 1 aplastada 2 ligeramente 3 redonda 4 elíptica corta
aplastada
6 obtusa-ovovada 7 obovada 8 cilíndrica 9 elíptica larga
acuminada
225 Color de la piel (epidermis) 1 verde-amarilla 2 rosa 3 roja 4 roja-gris
7.- CONCLUSIONES

Del presente trabajo se obtienen las siguientes conclusiones:

La diversidad genética de la vid, se debe a ser un cultivo muy antiguo, con facilidad para hacer
recombinaciones genéticas con especies afines y a la modificación realizada por el hombre para conseguir
genotipos adecuados a sus necesidades.

Las variedades de vid actuales son cultivares población policlonales de unos cientos de años.

Es conveniente determinar el estado actual de las sinonimias, homonimias y sinonimias erróneas para evitar
confusiones y pérdidas de material vegetal.

Se ha de preservar la diversidad de los recursos fitogenéticos de la vid, tanto de las variedades mayoritarias
como de las minoritarias y de las que se encuentran en peligro de extinción, a través de la creación de bancos
de germoplasma vitícola.

8.- BIBLIOGRAFÍA

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