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El español de América

-El español es la lengua oficial o vehicular de 360 millones de personas, de las


que solo 40 millones viven en España. Es indudable, pues, que en la
actualidad el español es mayoritariamente patrimonio de América.

Las variedades

Al igual que ocurre con las variedades del castellano en la península Ibérica,
en América se perciben claramente dos áreas: la innovadora, que comprende
las islas caribeñas y las zonas costeras tanto del Atlántico como del Pacífico, y
la conservadora, que se extiende por las zonas altas del interior.

La diferenciación de estas dos áreas se explica a través de la historia. En los


primeros años de la colonización americana, el español experimentó en
América un proceso de diferenciación a causa de la lejanía de la metrópoli.
Los modelos de habla en aquella época eran básicamente dos: el primero era
la norma culta de los cortesanos y familias nobles; el segundo era la manera
de hablar de los andaluces, que se veía un tanto alejada de la norma culta. En
unos territorios optaron por el primer modelo, el modelo castellano -por eso
se llama zona conservadora-; en otros, el modelo seguido fue el segundo, el
de los andaluces que llegaron a América, de ahí que se llame zona innovadora.

Principales rasgos

Entre los rasgos que caracterizan al español de América se pueden destacar


los siguientes:

• El seseo, cuando s y z se pronuncian como s, es general en América.


• El voseo (vos amás en lugar de tú amas), característico del habla de
Argentina y otros países hispanoamericanos.
• Ausencia de los fenómenos de leísmo, laísmo y loísmo.
• Preferencia por el pretérito perfecto simple (comí), en lugar del
compuesto (he comido).
• Preferencia por la forma -ra en el imperfecto de subjuntivo (comiera),
frente a la forma -se (comiese).
• Uso de palabras que en España han dejado de emplearse habitualmente
(vidriera por escaparate).
• Presencia de adverbios con usos diferentes: no más, vino recién...
• Anteposición enfática del posesivo: ¡Mi hijo! en lugar de ¡Hijo mío!
• Abundancia de palabras nuevas y préstamos de otras lenguas,
especialmente del inglés (overol en lugar de mono de trabajo).
• Frases del tipo Quiero que tú salgas (Quiero que salgas en el español
peninsular) o ¿Qué tú quieres? (¿Qué quieres?).

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