Professional Documents
Culture Documents
Veamos lo que
ocurrió después:
Los que habían
pedido dinero
prestado, al no
vender los burros,
no pudieron pagar
los préstamos.
Los que habían
prestado dinero
se quejaron al
ayuntamiento
diciendo que si
no cobraban, se
arruinarían, y
entonces no
podrían seguir
prestando… y
se arruinaría
también todo el
pueblo.
Para que los prestamistas no se arruinaran, el alcalde, en
vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las
deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya
cobrada una gran parte del dinero, no perdonaron las
deudas a los del pueblo, que siguieron igual de endeudados.
El alcalde dilapidó así el
presupuesto del ayuntamiento,
que quedó también endeudado.
Entonces pidió dinero a otros
ayuntamientos, pero éstos se
negaron a ayudarle porque,
como estaba en la ruina, no
podría devolver lo que le
prestasen.
El nuevo resultado: