El Romanticismo es un movimiento cultural, literario y artístico que alcanza su apogeo en la
primera mitad del siglo XIX. El Romanticismo surge como reacción contra el espíritu racional y hipercrítico de la Ilustración y del Neoclasicismo. Este movimiento anteponía, ante todo: El individualismo y el subjetivismo (egocentrismo, que tiene sus raíces en la filosofía kantiana y el idealismo trascendental) en el que la personalidad del individuo, sus ideales y aspiraciones se convierten en el centro de la vida y de su obra. Se da mayor importancia al sentimiento frente a la razón. La búsqueda de la libertad, es entendida como necesidad del artista para explorarse y explorar el mundo exterior. Se opone a toda norma. En la literatura la libertad se manifiesta con la oposición a las normas y a las reglas neoclásicas. La razón y el didacticismo son sustituidos por la sensibilidad. Se recurre a la originalidad en contra de la tradición grecolatina y a la creatividad frente a la imitación neoclásica. El ansia de libertad que surge frente al despotismo ilustrado favorece la aparición de tendencias nacionalistas, basadas en la valoración de la lengua y la cultura de cada pueblo. El carácter revolucionario del Romanticismo es incuestionable ya que supone una ruptura con una tradición, con el orden anterior y con una jerarquía de valores culturales y sociales, en nombre de una libertad auténtica. La base reside en una nueva manera de sentir y de concebir al hombre, la naturaleza y la vida. La literatura romántica se puso de manifiesto a través de: -La naturaleza. La descripción del paisaje se adapta a los sentimientos de cada autor. La naturaleza es un espejo de su estado de ánimo y se presentará como su eterna amiga. Los paisajes serán lúgubres, grises, tormentosos… -El sentimiento. El amor era el epicentro del ideal del escritor romántico, y no conseguirlo podía llevar a la autodestrucción. Tienden a expresar el amor, la tristeza, la soledad, la melancolía… -El sueño. Se daba más importancia a la nocturnidad, al valor del presagio, la dimensión visionaria y la imagen onírica. -La imaginación. La creatividad y la originalidad individuales cobraron valor contra la copia del modelo y la aplicación de cánones cerrados. Se comenzó a valorar el exotismo, y la reivindicación de la época medieval adquirió gran importancia. -La insatisfacción y la rebeldía contra el mundo, el choque entre la realidad y el deseo, llevan al artista romántico a la evasión a mundos lejanos y desconocidos, sólo al alcance de la imaginación. Estos ideales y aspiraciones, chocan con la realidad y provocan en el romántico una decepción que lo lleva a la soledad y a la insatisfacción con la vida. El Romanticismo nació en Alemania y Gran Bretaña, pero rápidamente se extendió por todo el mundo. En Alemania destacamos a Goethe, uno de los grandes escritores universales. La primera manifestación del romanticismo se ve en la novela Las penas del joven Werther, que causó gran impresión ante la sociedad de la época. En ella se narra la historia de un fracaso amoroso en el que el joven Werther, ante la imposibilidad de conseguir el amor de Carlota, una mujer casada, se suicida. El sentimentalismo de la novela la convirtió en símbolo del primer romanticismo y a su protagonista en el prototipo de héroe romántico. Pero la obra que más destaca es Fausto, que representa al hombre que a conseguido el conocimiento y la sabiduría a la edad madura, y que pacta con el diablo para volver a ser joven. De la literatura romántica alemana cabe citar también a Friedrich von Schiller (Los bandidos, A la alegría), que cultivó la poesía, el teatro y el ensayo. Su poesía era compleja, subjetiva y sentimental, y abrió paso al ideal romántico. En Inglaterra, la industrialización provocá un auge econòmico que favoreció la aparición de nuevos autores. En prosa, cabe destacar a Walter Scott, iniciador de la novela histórica con Ivanhoe y Rob Roy. La novela histórica surge por el interés de los románticos por la Edad Media. Lord Byron es, sin duda, el prototipo de poeta romántico, revolucionario, apasionado, melancólico y de vida aventurera. Su propia vida y su muerte prematura le han convertido en un símbolo del poeta maldito. Entre sus poemas destacan El corsario, donde explica leyendas en verso que exaltan la libertad, y Don Juan. En el Romanticismo británico también destaca una mujer, Mary Shelley, con Frankestein, una de las mejores obras maestras de terror En Francia, prevaleció la tradición clasicista del renacimiento, así que el romanticismo fue tardío. Los introductores del romanticismo fueron Madame de Staël con novelas como, Corinne y De Alemania y Chateaubriand, con su obra más importante llamada; El genio del cristianismo (1802). Aun así, se señala la fecha 1830 como el inico del Romanticismo francés, por el estreno de Hernani, de Víctor Hugo, donde ya se ven reflejadas las características del drama romántico. La novela de folletín adquirió gran importancia (se llamaba así porqué se publicaba en pliegos de periodicidad semanal. Entre los novelistas más populares destaca Alejandro Dumas con Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo. Finalmente, en España, donde el romanticismo también fue tardío y de corta duración Los autores más importantes son José de Espronceda autor de El estudiante de Salamanca; Mariano José de Larra y José Zorrilla autor de Don Juan Tenorio, la obra más popular del teatro romántico español. Dentro de la corriente lírica, intimista y sentimental, el gran romántico español Gustavo Adolfo Bécquer, que con sus Rimas y Leyendas refleja el esfuerzo por encontrar, a través de la palabra, la síntesis de un universo dividido entre el sueño y la razón.