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COMISIÓN HONORARIA PARA LA LUCHA ANTITUBERCULOSA

Y ENFERMEDADES PREVALENTES – CHLA-EP


DEPARTAMENTO DE TUBERCULOSIS

EPIDEMIOLOGÍA DE LA TUBERCULOSIS

La epidemiología es la ciencia que trata del estudio de la historia natural de las


enfermedades referidas a grupos de personas o poblaciones. Su unidad de trabajo antes
que el individuo es el grupo, la comunidad.

1. HISTORIA NATURAL DE LA TUBERCULOSIS


Al nacer las personas no se encuentran infectadas por el Bacilo de Koch, pero conforme
crecen, se exponen a las fuentes de infección existentes en la comunidad. De esta manera
sucede que una proporción de la población pasa a estar infectada por el bacilo tuberculoso.
Este riesgo de infectarse (riesgo de infección) está determinado fundamentalmente por el
número de fuentes de contagio existentes en la comunidad y está fuertemente influído por
las condiciones de vida de esa comunidad: sociales, económicas y culturales (por ejemplo:
hacinamiento, nutrición, infección VIH, etc.).
En los sujetos infectados, la tuberculosis puede desarrollarse de inmediato tras establecerse
la infección (poco frecuente) o hasta varios años después (situación habitual).
Generalmente, el pasaje de infección a enfermedad ocurre cuando, por algún motivo, las
defensas orgánicas se debilitan. De esta forma un sujeto infectado evoluciona a sujeto
enfermo. Si se ha demostrado o no la presencia del bacilo de Koch en las lesiones, los
pacientes serán considerados confirmados o no confirmados.
Si bien para designar a los casos no confirmados utilizamos durante mucho tiempo el término
sospechoso, este concepto debe ser reservado para otra situación. En efecto, cuando un
paciente tiene un cuadro clínico e imagenológico (radiológico, tomografía computada) y
antecedentes epidemiológicos compatibles con el diagnóstico de tuberculosis, entonces se
considera como caso sospechoso de la enfermedad.
Acto seguido debemos procurar confirmar que el agente causal de dicho cuadro es el bacilo
tuberculoso. Cuando se logra demostrarlo, el paciente tiene una tuberculosis confirmada,
cuando no se encuentra el bacilo, pero persiste la sospecha clínica-imagenológica-
epidemiológica de tuberculosis, se considera no confirmada.
Esta diferenciación es importante, ya que los pacientes en los que se han demostrado
bacilos de Koch en el examen directo de la expectoración (baciloscopía) son más peligrosos
como fuente de contagio que aquellos cuyo esputo es positivo solamente al cultivo. Estos
pacientes reciben el nombre de bacilíferos. A su vez, ambos son más contagiantes que
aquellos en los que no fue posible demostrar la presencia del bacilo tuberculoso (no
confirmados).

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Las lesiones tuberculosas podrán evolucionar hacia la curación, ya sea de manera
espontánea o como resultado de un tratamiento específico o podrán progresar hasta
producir la muerte.
Tanto el riesgo de enfermar como el de morir están asociados estrechamente al proceso
patológico propio de la enfermedad. Ambos están afectados por todos los factores que
influyen en el estado inmunitario de la población.
La historia natural de la tuberculosis puede representarse esquemáticamente de la siguiente
manera:

NO INFECTADOS
ê RIESGO DE INFECCIÓN
INFECTADOS
ê RIESGO DE ENFERMAR
ENFERMOS
ê RIESGO DE MORIR
MUERTES

Para poder establecer la situacción epidemiológica de la tuberculosis en un país es


necesario contar con un sistema que permita la observación de cerca y en forma
permanente de todos los aspectos de la infección y de la enfermedad, mediante la
recolección, análisis e interpretación sistemática de los datos. Esto es lo que se conoce
como "Vigilancia Epidemiológica", y en el Uruguay se lleva a cabo actualmente en el
Departamento de Tuberculosis de la Lucha Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes.
Con estos datos es posible obtener los llamados "Indicadores Epidemiológicos". Estos son
índices que permiten cuantificar la magnitud del problema de la tuberculosis. Además de su
comparación en el tiempo, se puede obtener no solamente la tendencia histórica de la
enfermedad en la comunidad, sino también realizar estimaciones de futuro.
Es evidente que para que los indicadores sirvan a estos fines, deberán cumplir con las
condiciones de veracidad, objetividad y haber sido proporcionados con la celeridad
necesaria.
Hemos visto que los tres aspectos epidemiológicos escenciales en el análisis de la
enfermedad en la comunidad son: infección, enfermedad y muerte. Los indicadores que
traducen estos aspectos son los índices de infección, morbilidad y mortalidad.

2. INDICACORES EPIDEMIOLÓGICOS
2.1 Indices de infección
Como ya se dijo, el riesgo de infección depende fundamentalmente del número de fuentes
contagiantes existentes y en menor grado, aunque importante, de las condiciones sociales,
económicas y culturales de la sociedad.
El indicador más usado para medir el riesgo de infección es el llamado "Riesgo de Infección
Tuberculosa Anual" (R.I.T.A.).
El RITA se define como la proporción de la población que será infectada por primera
vez o reinfectada por el bacilo tuberculoso en el lapso de un año.

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Este índice se obtiene a partir de estudios con test tuberculínico en personas de la misma
edad 1, no vacunadas con BCG y repetidos luego de un lapso prudencial. El requisito de que
no estén vacunadas con BCG es fundamental ya que no es posible la diferenciación entre la
respuesta inducida por la vacuna con aquella debida a la infección natural por el bacilo de
Koch. Por lo tanto se entiende que en aquellos países donde la cobertura de vacunación con
BCG es importante, la obtención de este índice es muy dificultosa. Esta es la situación que
se da en nuestro país, ya que desde 1980 la cobertura con vacuna BCG en el recién nacido
es prácticamente del 100%.

2.2 Indices de Morbilidad


La morbilidad expresa la frecuencia de un estado "patológico" o "anormal" en una población.
Los índices de morbilidad expresan pues, la cantidad de enfermos en una población. Es
clásico distinguir dos índices de morbilidad: Incidencia y Prevalencia.
En primer lugar, para ingresar un paciente al registro es necesario conocer la definición de
caso de tuberculosis. Las siguientes definiciones siguen las pautas establecias por la
Organización Mundial de la Salud (OMS)
La definición de caso de tuberculosis tiene los siguientes objetivos:

1. registro y notificación adecuados de los pacientes

2. conocer la tendencia de los porcentajes de casos nuevos, recaídas y otros casos de re-tratamiento
confirmadas o no confirmadas

3. asignar los casos a categorías estandarizadas de tratamiento (por ejemplo tratamiento para formas pulmonares,
tratamiento para formas extra-pulmonares)

4. realización de análisis de cohortes para evaluar los resultados del tratamiento en pacientes que fueron tratados
durante un período determinado.

Los cuatro componentes de la definición de caso son:

1. lugar de la enfermedad tuberculosa

2. categoría bacteriológica de la enfermedad

3. severidad de la enfermedad tuberculosa

4. historia de tratamiento anti-tuberculoso previo

1. Localización de la enfermedad tuberculosa – En este sentido se distinguen dos


grandes categorías:

a. tuberculosis pulmonar

b. tuberculosis extrapulmonar

En un mismo paciente pueden co-existir una localización pulmonar y extrapulmonar; este


caso de define como TBC asociada.

1 Generalmente el estudio se hace en niños escolares

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2. Categoría bacteriológica – La necesidad de def inir la categoría bacteriológica es
fundamental, sobre todo en los casos de localización pulmonar. Desde el punto de vista
bacteriológico la TBC se define como:

1. TBC pulmonar confirmada por baciloscopía: baciloscopía positiva

2. TBC pulmonar no confirmada por baciloscopía: baciloscopía negativa

3. TBC extra-pulmonar

1. TBC pulmonar baciloscopía positiva – Es la forma más infecciosa de tuberculosis por


lo cual, desde el punto de vista epidemiológico, los pacientes que presentan esta forma
constituyen las principales fuentes de contagio.

Se pueden presentar estas eventualidades:

a. paciente con dos muestras de esputo positivas para bacilos ácido-alcohol resistentes (BAAR) (baciloscopías
positivas)

b. paciente con una muestra de esputo positiva para BAAR y decisión del médico de instituirle tratamiento anti-
tuberculoso completo, basada en consideraciones clínicas, imagenológicas y epidemiológicas.

c. paciente con una muestra de esputo positiva para BAAR cuyo cultivo para M. Tuberculosis resultare positivo .

2.TBC pulmonar baciloscopía negativa – En esta categoría pueden incluirse las siguientes
eventualidades:

a. dos series de baciloscopías, tomadas con un intervalo de 1 a 2 semanas, de por lo menos dos muestras de esputo
que resulten negativas en el estudio baciloscópico

b. paciente que cumple con los siguientes requisitos: estado grave, dos muestras de esputo negativas para BAAR y
decisión del médico de instituirle tratamiento anti-tuberculoso completo, basada en consideraciones clínicas,
imagenológicas y epidemiológicas.

En estas dos eventualidades no hay confirmación bacteriológica: TBC no confirmada


bacteriológicamente

c. la tercera eventualidad es un paciente con muestras de esputo inicialmente negativas para BAAR, en el cual,
posteriormente, el cultivo de esputo que se había enviado inicialmente resulta positivo. En esta última situación si bien la
baciloscopía es negativa, la TBC se considera confirmada bacteriológicamente por cultivo.

3.Tuberculosis extrapulmonar

a. Paciente con al menos un cultivo positivo de muestras obtenidas de localizaciones extrapulmonares. (Se incluye la
TBC que afecta la pleura como localización extra-pulmonar).

b. Paciente con estudio directo positivo para BAAR de muestras obtenidas de localizaciones extrapulmonares y
decisión del médico de instituirle tratamiento anti-tuberculoso completo, basada en consideraciones clíni-cas,
imagenológicas y epidemiológicas.

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c. Paciente con estudios histopatológicos y/o biológicos compatibles con el diagnóstico de tuberculosis y decisión del
médico de instituirle tratamiento anti-tuberculoso completo basada en consideraciones clínicas, imageno-lógicas y
epidemiológicas.

3. Severidad de la enfermedad – Los casos severos o graves son aquellos que pre-
sentan una situación con amenaza inminente para la vida y/o pueden generar secuelas
graves. Las formas más graves de tuberculosis son: meningo-encefalitis, pulmonar miliar,
pericarditis, vertebral, genito-urinaria y digestivo-peritoneal, derrame pleural extenso o
bilateral

4. Historia de tratamiento anti-tuberculoso previo – Es de gran importancia contar con


este dato en dos situaciones:

- a la hora de indicar un tratamiento anti -tuberculoso, el cual varía si se trata de un paciente no tratado previamente o si
ha recibido anteriormente drogas anti-tuberculosas por más de treinta días.

- cuando se emprenden estudios de vigilancia epidemiológica a efectos de diferenciar entre resistencia inicial (paciente
no tratado previamente) y resistencia adquirida (paciente tratado previamente) a las drogas antituberculosas.

Se define como caso nuevo al paciente que nunca ha sido tratado por tuberculosis o que ha
recibido drogas antituberculosas por menos de un mes.
Se define como recaída a un paciente que ha recibido un tratamiento antituberculoso
completo y cuarado de su enfermedad; luego de finalizado el tratamiento enferma
nuevamente de tuberculosis.

2.2.1 Incidencia
Es el número de casos nuevos de una enfermedad que se diagnostican en un
período de tiempo especificado (generalmente un año). En el caso de tuberculosis, los
casos pueden ser nuevos o recaídas, según las definiciones establecidas más arriba.
En la práctica, cuando manejamos datos de Incidencia nos estamos refiriendo a la
"registrada" y no a la "real". La incidencia real se refiere al número de casos nuevos que han
desarrollado la enfermedad dentro de una colectividad durante el período en estudio. Por
incidencia registrada se entiende a todos aquellos casos registrados por el Registro Nacional
de Tuberculosos entre el primero de enero y el treinta y uno de diciembre del año conside-
rado.
En la práctica, la incidencia real se puede estimar a partir de estimaciones cuyo análisis
escapa a los objetivos de este trabajo. La incidencia registrada se aproximará tanto más a la
real cuanto mayor sea la eficiencia en los sistemas de pesquisas y notificación de casos.
Los índices de morbilidad, especialmente el de incidencia, son útiles, entre otros fines, para
evaluar la magnitud de la tuberculosis en un país, región, etc, para comparar con otros
países, regiones y para conocer la tendencia de la enfermedad en el tiempo.
Desde un punto de vista epidemiológico y administrativo se distinguen:

2.2.1.1 - Incidencia de casos de tuberculosis todas las formas y localizaciones


Comprende aquellos casos nuevos y recaídas de todas las formas y localizaciones en las
cuales se aisló o no el bacilo de Koch en las lesiones o secreciones (confirmada o no
confirmada, respectivamente).

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El conocimiento de esta incidencia nos da una idea de la magnitud global de la tuberculosis
en un determinado contexto, nos permite comparar con lo que ocurre en otros países y nos
permite conocer la evolución durante el período que queramos considerar.

2.2.1.2 - Incidencia de tuberculosis pulmonar


Se refiere a los casos de tuberculosis (nuevos y recaídas) cuyas lesiones están localizadas
en el parénquima pulmonar.2 A su vez la tuberculosis pulmonar puede ser
- confirmada, cuando ha sido posible demostrar la etiología tuberculosa del proceso, ya
sea por métodos bacteriológicos y/o histopatológicos o
- no confirmada, cuando no ha sido posible demostrar la presencia del bacilo tuberculoso
en las lesiones o en secreciones provenientes del órgano afectado (por ejemplo,
esputos).
Según ha sido expuesto, dentro de la incidencia de tuberculosis pulmonar, tiene especial
interés el conocimiento de la incidencia de casos pulmonares diagnosticados por el estudio
directo de la expectoración (baciloscopía). Este índice se conoce también con el nombre de
incidencia de bacilíferos.
Reiteramos por su importancia que la trascendencia de este índice radica en que traduce la
cantidad de casos con el mayor potencial de contagio. El hecho de que la enfermedad se
descubra por baciloscopía traduce la gran riqueza bacilar de las lesiones pulmonares y por
tanto su mayor riesgo de producir contagio.

2.2.1.3 – Inci dencia de tuberculosis extrapulmonar


Está integrada por los casos de tuberculosis localizada fuera del pulmón. Igualmente, la
tuberculosis extra-pulmonar puede confirmarse por métodos bacteriológicos y/o histo-
patológicos, en este caso se considera confirmada; o cuando el diagnóstico de tuberculosis
se basa en una sospecha clínico-radiológica, pero no se logró aislar el Bacilo de Koch, se
considera no confirmada.
Hay casos de la enfermedad que pueden presentar lesiones pulmonares y extrapulmonares.
Este tipo de situación recibe el nombre de tuberculosis asociada. A efectos del registro se
toma como un único caso y se adjudican a la tuberculosis pulmonar. La existencia de formas
asociadas hace que el número de localizaciones (pulmonar + extrapulmonar) supere el
número total de casos de la incidencia.

2.2.2 - Prevalencia
Es el número de casos presentes de una enfermedad en una población; puede expresarse
en un momento o en un período. Cuando se mide la prevalencia en un momento
determinado, por ejemplo al 30 de junio, se denomina prevalencia puntual o instantánea.
Cuando se considera la prevalencia en un lapso determinado (por ejemplo un año) se habla
de prevalencia de período.
La diferencia de la prevalencia con la incidencia es que la prevalencia comprende además
de los casos nuevos, a todos aquellos casos existentes en un momento o en un período,
incluidos los que fueron conocidos previamente.

2 Se excluye la tuberculosis cuya localización es sólo pleural. La tuberculosis pleural, al no producir eliminación de bacilos al exterior se
considera extrapulmonar y epidemiológicamente no tiene la trascendencia de la pulmonar.

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Al igual que la incidencia, la prevalencia puede ser referida a todas las formas y
localizaciones, la localización pulmonar (confirmada o no confirmada), a la tuberculosis extra-
pulmonar (confirmada o no confirmada).
La prevalencia refleja en buena medida la calidad del tratamiento. Cuando se logran buenos
resultados con la terapia antituberculosa, la incidencia y la prevalencia son muy semejantes.
Por el contrario, cuando no se obtienen buenos resultados, los casos persisten positivos (ya
sea en el estudio baciloscópico o en el cultivo) por lo cual pasan a engrosar la prevalencia.

2.3. - Indice de Mortalidad


Dentro de los indicadores de mortalidad conviene diferenciar entre mortalidad y letalidad.
Mortalidad se refiere a la cantidad de muertos por tuberculosis en relación a la población
total de la comunidad en estudio en un período determinado.
Letalidad, en cambio, relaciona el número de muertos por tuberculosis con la cantidad de
enfermos tuberculosos existentes en esa población en un período determinado.
Cuando un enfermo tuberculoso muere, el Registro Nacional de Tuberculosos establece las
siguientes categorías:
1 - Muerto de o por tuberculosis. Cuando la tuberculosis es reconocida como la primera o
principal causa de la muerte.
2 - Muerto con tuberculosis. La causa de muerte no es la tuberculosis, pero al fallecer el
individuo padecía una tuberculosis activa, que puedo haber contribuido o no, aún de manera
indirecta, al desenlace fatal.
3 - Muerto por otra causa. Son aquellos que padecieron una tuberculosis, de la que
curaron y la muerte se produce por una enfermedad no vinculada a la tuberculosis ni a sus
secuelas.
Todos los índices definidos precedentemente, tienen una manera común de ser expresados
y es bajo la forma de tasas. Estas resultan de relacionar la frecuencia del fenómeno
estudiado, con la población expuesta al riesgo de padecerlo. El número así resultante, se
multiplica por un coeficiente, cuyo valor dependerá de la magnitud de las cifras obtenidas.

Dr. Jorge Rodríguez De Marco

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