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1 INTRODUCCIÓN
2 ORÍGENES E HISTORIA
3 DISEÑO HERÁLDICO
El diseño de un escudo de armas consta de varias partes, entre las que se incluyen las
siguientes: el escudo en sí, el casco o yelmo, la cimera, el lema o voz de guerra, el manto, los
tenantes y los lambrequines. De todas ellas, el escudo es el identificador personal. Todo el
conjunto recibe el nombre de timbre de armas. La descripción adecuada de un escudo de armas
implica el uso de un preciso vocabulario heráldico que procede del siglo XIII.
El escudo de armas se distingue del escudo normal en que lleva un dibujo de armas, y por lo
general guarda la forma de un escudo convencional, excepto el oval de los eclesiásticos, y el de
las damas, que adopta la forma de losange. Para facilitar su descripción, los heraldos dividen el
escudo de arriba a abajo en tres áreas —jefe, centro o abismo y punta— y de derecha a
izquierda (de su titular) en diestra, media o palo y siniestra. El escudo ostenta varias piezas o
figuras, representadas en esmaltes o colores.
El término esmalte incluye la representación de metales, colores y forros. Los dos metales de
uso común son el oro y la plata, el primero representado por pintura amarilla y el segundo por
pintura blanca; en los dibujos o grabados en blanco y negro, el oro se representa mediante
pintura blanca con unos pequeños puntos negros; la plata, por pintura blanca plana. Los
principales colores son: gules (rojo), azur (azul), sable (negro), sinople (verde) y púrpura. Una
pieza blasonada o pintada con el color natural del objeto al que representa, se dice que es
apropiada. Los forros son armiños o veros (ardillas). Los colores y forros se dibujan mediante
sombreados y figuras convencionales.
4 PIEZAS
Son figuras geométricas simples delimitadas por líneas rectas o por líneas divisorias de forma
irregular. Las rectas incluyen el palo, que es una faja perpendicular, llamada faja cuando es
horizontal a la mitad del escudo. Si está situada en la punta del escudo se llama campaña o
barba. La banda cruza el escudo de derecha a izquierda del usuario, y la barra, de izquierda a
derecha. Las líneas divisorias irregulares constituyen diferentes mallas: angrelada, lobulada,
ondulada, nebular, dentada, tridentada, en cola de paloma, almenada y poderosa.
La bordura o borde del escudo se considera con frecuencia una figura honorable. Consiste en
una banda que rodea el escudo, con una anchura que es la sexta parte del mismo, y puede
ostentar pequeñas figuras. La orla es un borde interior con un ancho que es la mitad de la
bordura, sin tocar los bordes del escudo. El diminutivo de la orla es el trechor o contrafilete, con
un ancho que es la mitad del de la orla, y casi siempre luce flores de lis.
Se llama francocuartel al situado a la derecha en el área del jefe. Si su tamaño es menor que un
cuarto del escudo, o está situado a la izquierda, recibe el nombre de cantón. Si el francocuartel o
el cantón están divididos por una diagonal, cada uno de esos triángulos se denomina jirón.
Los lados diestro y siniestro del escudo son los flancos, delimitados en ocasiones por líneas
curvas. Tienen como diminutivos los flanquises.
La losange es una figura en forma de rombo, con sus cuatro lados iguales. Cuando la losange
está vacía, esto es, mostrando en su interior el esmalte del campo, recibe el nombre de mallada.
Cuando guarda un agujero se denomina rustrada. La pieza similar a la losange, pero mucho más
alta que ancha, recibe el nombre de fuso.
El escudo puede contener como figura un escudo menor, y este puede llevar figuras o estar
vacío. El billete es una pieza pequeña y rectangular, cuya altura alcanza el doble de su ancho.
Entre las piezas que unos consideran honorables disminuidas y otros seantes particiones, se
encuentran la perla y el roel o tornillo. Las perlas son piezas en forma de Y, y representan la
insignia que el papa otorga a los arzobispos. Los roeles son piezas ornamentales redondas y
siempre de color, pues cuando son metálicas (oro y plata) se llaman bezantes.
4.2 Figuras comunes
Las figuras comunes son representaciones convencionales de objetos familiares que a veces
expresan la historia o el carácter del individuo o la estirpe. A menudo representan un juego de
palabras con el nombre de la familia, en cuyo caso se llaman armas en germanía. Una de las
más importantes entre tales figuras es el león, que ya aparece en el sello (c. 1164) de Felipe I,
duque de Flandes. Después fue adoptado por los soberanos de Inglaterra, Escocia y otras
naciones europeas. La posición más antigua del león heráldico es la rampante, es decir, erguido,
mirando a la derecha y apoyando tan sólo una pata en el suelo. Si mira a la izquierda está en
posición contornada. La posición saliente se define por guardar las dos patas traseras en el
suelo. Se dice pasante, de la bestia de presa que camina hacia la derecha. Una bestia agazapada
está acostada si mantiene erguida la cabeza, y durmiente si la descansa sobre las patas
delanteras. Cuando mira hacia el observador está en posición gardant y en regardant si mira
hacia atrás. Dos leones rampantes frente a frente están en posición combatant, y en addossé si
se dan la espalda. Los leones, así como otros animales, aparecen con frecuencia coronados o
con gorguera y guirnalda o coronita.
Otros animales de utilización heráldica son el oso, el toro, el lobo, el jabalí, el ciervo, el chivo, el
perro, el zorro, el caballo y el erizo; menos comunes son el elefante, el camello, el topo, el
mono, el gato y el ratón. Entre las aves, el águila y el halcón. También se recurre a la
representación de animales mitológicos como el grifo, el unicornio, el dragón y el basilisco.
Muchas piezas representan objetos relacionados con la profesión o posición del individuo, como
espadas, arcos y flechas, yelmos, hachas de combate y puntas de lanzas para los caballeros;
mitras y báculos para los obispos y abades. El sol rodeado de rayos se dice que está en su
esplendor y muestra, por lo general, los rasgos de un rostro humano. La luna se representa en
su cuarto creciente con los cuernos hacia arriba, o en menguante, con los cuernos hacia abajo.
Si los cuernos miran a la derecha, la luna es tornada, y si miran hacia la izquierda, contornada.
La estrella de cinco puntas se utiliza especialmente en la heráldica española —donde existe una
Orden militar de la Estrella— y muy poco en las demás. La estrella convencional, la estoile se
muestra con seis rayos ondulados. Los cometas se representan con ocho puntas, alargándose la
cola hacia la punta del escudo.
5 ORNAMENTOS EXTERNOS
La divisa, en su origen la voz de guerra del titular, es ahora una frase o sentencia alusiva a la
familia, al escudo o a la cimera, y aparece en una cinta de pergamino sobre la cimera o en la
base del escudo.
Los tenantes y soportes son por lo general figuras humanas y animales, respectivamente,
colocadas a cada lado del escudo. En un principio desempeñaban un papel decorativo, pero
después pasaron a indicar la cabeza de una distinguida familia.
La guirnalda, la coronita y la mitra son aditamentos de las armas de las personas que por sus
títulos tienen derecho a ellos. Cualquier collar o cinta de una orden a la que el titular tenga
derecho puede incorporarse al timbre de armas. El collar rodea el escudo. Las cintas, llamadas
lambrequines, cuelgan del yelmo a ambos lados del escudo.
6 BLASÓN
Cuando en los torneos de la edad media aparecía un caballero desconocido, el heraldo tenía el
deber de hacer sonar (en alemán, blacen) una trompeta para llamar la atención, y describir las
piezas y su orden en el escudo del caballero. El término blasón pasó de esta práctica a
convertirse en el modo de describir con precisión y minuciosidad un escudo de armas.
Cuando se mencionan dos piezas iguales se supone que están colocadas al palo, es decir, en
línea vertical, a menos que se especifique otra cosa; tres están dispuestas en pila, dos arriba y
otra debajo. Una pieza honorable puede cubrir parte de una figura, en cuyo caso se menciona
primero la figura. La convención heráldica prohibe la repetición: cuando un esmalte se repite, se
dice “del primer” o “del segundo” esmalte o “del campo”. Para evitar la repetición de un número
se acude a la expresión “tantos otros”. Por ejemplo: Anglesey, negro, cruz angrelada entre
cuatro águilas, plata, cinco leones pasantes gardant, del campo.
6.1 Distinción
Desde los más antiguos días de la heráldica, sólo los cabeza de familia ostentan el derecho a
heredar sin cambios las armas paternas; las ramas secundarias de la familia ven alteradas sus
armas por el cambio de algún esmalte o la sustitución de algunas piezas: tres estrellas por tres
billetes.
El blasón de diferentes escudos en uno, dividido en horizontal y vertical se llama cuartel, siendo
el más antiguo el de los dominios de Castilla y León hacia 1270. Las porciones del escudo se
llaman cuarteles y se numeran en sentido horizontal desde el primero de la diestra al último de
la punta. Los soberanos hacen cuarteles de sus escudos para mostrar sus dominios, a veces
hasta veinte en un mismo escudo. La razón más normal de los cuarteles radica, sin embargo, en
la indicación de la línea de una heredera casada con algún miembro de la familia. En el caso de
una sola partición en cruz, las armas paternas están en los cuarteles primero y cuarto; las
maternas, en el segundo y tercero. Estos, tras varias generaciones, pueden resultar ocupados
por una segunda y tercera heredera. Cuando el escudo de la heredera ya está cuartelado, se
coloca entero en el cuartel apropiado, que pasa a llamarse gran cuartel. Aunque los escudos de
armas de algunas familias europeas tienen hasta treinta cuarteles, la práctica lleva a seleccionar
tan sólo el más importante.