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BICKERTON, DEREK. 1994. “lenguaje y especies”. Pág. 141. Madrid, Alianza Editorial.

Reseñante: Jorge Andrés Cortés Molina. Cód. 447783

El mundo del Protolenguaje

Considerando nuestra común y más importante facultad, el lenguaje, y pensando que ésta toma su
origen y desarrollo en el cerebro humano -como bien lo señala el autor- sería entonces querer
entender el origen del lenguaje, tanto como entender el origen de éste órgano; sin embargo,
compete saber en nuestra disciplina todos estos conceptos, evaluar teorías y comprender razones.

Antes que nada, de comprender sea que la brecha más grande que nos separa de los animales –
actualmente sin ser posible romper- es precisamente el lenguaje (pensamiento) y su consecuente
componente, un sistema de comunicación articulada (lengua). No obstante, el autor señala la
aparición del lenguaje conjuntamente con alguna forma de australopiteco “eslabón perdido”,-sin
haberse probado eminentemente aún-, hace unos 20 a 5 millones de años. En el marco del estudio
del lenguaje y semiótica, se hacen comparaciones, intentos de enseñanza, suposiciones, etc. con los
simios actuales, pero aún no se logra acabar con ésa brecha, que de suceder, nos uniría,
irrefutablemente, a toda suerte de antropoides. Más aún al seguir la teoría dominante, de notar sea
la declaración del autor, “todo es especulativo en cierta medida”.

Se presupone sin embargo la necesidad de un mínimo de alrededor de 1400 cm cúbicos de capacidad


craneana para notar algún viso histórico de la presencia del lenguaje, esto en contraste con los
estimados 951 cm cúbicos del más acertado fósil y por demás, el único, el “ homo erectus”, que
señalan los proponentes de la teoría evolucionista como el más cercano en la línea ascendente del
hombre. Ahora bien, conociendo la naturaleza hipotética y especulativa del texto, y centrándome en
establecer una posición propia de la reseña crítica, sea entonces entendido el concepto de
protolenguaje por medio de una analogía: la relación entre historia y prehistoria. Así, el protolenguaje
es un concepto teórico de cómo se pudo haber constituido la base para el desarrollo de nuestra
facultad, el lenguaje, si es que se desarrollo de menos a más, evolutivamente hablando, y no como lo
hemos visto factualmente a lo largo de la historia, de más a menos, recordando conceptos como
monogénesis y/o poligénesis, ambos dando cuenta de la teoría bíblica del lenguaje, ampliamente
aceptada en los Estados Unidos por ejemplo.

Pero, ¿cómo conocer exactamente el desarrollo lingüístico del protolenguaje? El autor señala la
imposibilidad de identificar en los fósiles la organización interior cerebral que permitiera conocer del
protolenguaje en los antiguos homínidos, las zonas de Broca y de Wernicke siendo éstas descriptivas
de la localización del componente sintáctico y léxico respectivamente. Siendo así, resulta superflua la
teoría; ¿hubo estos componentes?, si los hubo, y siendo éstos herramienta que permite el desarrollo
en general, ¿por qué no se pasó de fabricar las mismas herramientas y utensilios selváticos que los
simios actuales? No hay claridad sobre esto, y por ende, el autor llega a la conclusión que no existe
conexión entre el desarrollo del lenguaje y la utilización de herramientas, ni aún la invención del
fuego. Pero el lenguaje presupone la existencia del pensamiento razonable.

Concluimos, que el protolenguaje necesita mucha más investigación en el área práctica, y su


descripción prehistórica se establece como una teoría existencialista más.
COSERIU, EUGENIO (1986). “Introducción a la Lingüística”. Pág. 11. Segunda Ed. Editorial Gredos.
Reseñante: Jorge Andrés Cortés Molina. Cód. 447783

Introducción a la Lingüística

Ante todo definamos el objeto de ésta, la ciencia del Lenguaje. Citando al autor, “esta ciencia estudia
desde todos los puntos de vista posibles el lenguaje humano articulado, en general y en las formas
específicas en que se realiza, es decir, en los actos lingüísticos y en los sistemas de isoglosas que,
tradicionalmente o por conversión se llaman lenguas”.

Entendiendo esta definición hemos de precisar la diferencia entre el lenguaje humano como
facultad, y las lenguas como meros instrumentos de ésa facultad. Decimos que los lingüistas se
ocupan del estudio científico del sistema en general (lenguaje), sin verse en lo absoluto obligados a
manejar o conocer para su estudio, los instrumentos (las lenguas) que expresan el tal, puesto que su
campo de trabajo comprende el conocimiento estructural del lenguaje como facultad, y no la práctica
o tratado de alguna de sus expresiones en particular.

También aclara el autor, la diferencia grande entre los términos “lingüística y filología”, éste último es
considerado hoy como una rama auxiliar de la lingüística, dedicándose al estudio de los textos en su
lengua, no como un fenómeno añadido al lenguaje, sino como un componente de estudio literario, de
cultura y eminentemente de historia, sin olvidar por supuesto el componente lingüístico inherente a
éstos. Concluimos, la filología es –además- la ciencia indispensable para la interpretación exacta de
los textos. Así amén los filólogos deben ser igualmente lingüistas en cierta medida, y viceversa, pero
aunque a menudo se confunden las ciencias por su necesario complemento, son, por mucho, razón
de estudio de fenómenos diferentes.

Ahora, lenguaje se conozca como cualquier sistema de signos expresando y comunicando ideas y
sentimientos. Es decir, todo lo que la estructura del pensamiento sea capaz de expresar
comunicándolo. Pero, nos encontramos con una dualidad. Limitemos la anterior definición a la parte
vocal, cuando los signos son palabras, mostradas por sonidos, constituyendo así un lenguaje
articulado. El significado más global, acaece a la ciencia de la Semiótica.

El autor define también el lenguaje articulado -objeto principal de estudio de la lingüística- como
aquel compuesto por un conjunto de actos lingüísticos (signo articulado hablado p.e. una palabra)
comunes para una comunidad, conformantes así del sistema de la lengua. Así entonces, resta
describir lo que el autor diferencia como lingüística general, de la filosofía del lenguaje, cuando
declara el estudio teórico, estructural básico y esencial del lenguaje, perteneciente al objeto de
estudio de la lingüística general, y en cambio define la filosofía del lenguaje, como el estudio de éste
relacionado más con aspectos sociales humanos, como la esencia de correspondencia de significados
(semántica), más que la teoría y estructura de que son objeto en la Lingüística general, o también
llamada por terceros como lingüística teórica, ó teoría del lenguaje.
Concluimos pues la necesariedad de diferenciar los conceptos básicos, así como el estudio de los
diferentes puntos de vista que cada autor tuviere, dándonos estas variedades más luz en el
entendimiento de las diferentes teorías, ramas y fenómenos lingüistas.

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