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ANTECEDENTES HISTORICOS

LA PREHISTORIA.
Familia.
• Gente que vive en una casa bajo la autoridad del señor de ella.
• Conjunto de personas de la misma sangre; estirpe
• Parentela inmediata, el padre, la madre y los hijos.
Forma de vida:
Durante miles de años los seres humanos vivieron de la recolección de alimentos y la
caza menor. Se agrupaban en bandas de aproximadamente 25 individuos.
Estadíos primitivos de la evolución: Salvajismo
• Vida arbórea y desarrollo del lenguaje articulado.
• Uso del fuego y consumo de alimentos cocidos.
• Invención del arco y la flecha. Inicio de la caza.
Estadíos primitivos de la evolución: Barbarie
• Inicio de la alfarería.
• Domesticación y cría de animales; cultivo de plantas.
• Empleo de adobe y piedra para la construcción.
Los orígenes de la familia.
Surgió como una preocupación biológica por la conservación de la especie; por los
cuidados que requieren los niños en los primeros años; para asegurar la transmisión
de una cultura de generación en generación.
Estadíos sucesivos de la familia.
a) Promiscuidad absoluta.
b) Prohibición de relaciones sexuales entre padres e hijos; hermanos y hermanas.
c) Familia tipo punalúa: Matrimonios grupales contraídos desde el nacimiento.
d) Familia tipo sindiásmica: Adopción de una pareja "favorita".
e) Familia patriarcal: Autoridad absoluta del jefe de la familia.
f) Familia monógama: Entre dos personas; paternidad indiscutible.

Tipos de familia
*Familia conyugal / familia consanguínea:
Comprende al padre, la madre y los hijos nacidos de su unión.
*Familia extensa:
Conformada por dos o más adultos del mismo sexo, su cónyuges y sus hijos
respectivos.
La autoridad del grupo recae en un solo individuo.
* Clan: Individuos unidos por un sentimiento de lazo sanguíneo.
* Linaje: Formado por un grupo de individuos que descienden de un mismo
antepasado real.
* Tribus y Fratrías: Agrupación de varios clanes unidos entre sí por su descendencia
común de un antepasado mitológico.
* Familia Nuclear: Formada por un hombre y una mujer y sus hijos, naturales o
adoptivos.
* Poliandria: Varios hombres que tienen en común una única mujer.
*Poliginia: Un solo hombre unido a varias mujeres.[1]

LA FAMILIA EN LA AMERICA PRECOLOMBINA


Los mayas, aztecas e incas formaban la clase dirigente de esa época.
La familia maya.
Al igual que en otros pueblos, el día de nacimiento condicionaba la vida de una
persona y determinaba los dioses que le eran favorables. Cuando aún se era pequeño,
por razones estéticas, se ataban durante algunos días dos tablas planas a la cabeza
de los niños, una detrás y la otra en la frente. Una vez retiradas las tablas, la cabeza
quedaba aplanada para siempre. En el seno de la familia se desarrollaba la educación
de los hijos, hasta que pudieran desempeñarse en la agricultura que fue la principal
ocupación de los mayas.
Un día en la vida de una familia maya se iniciaba alrededor de las cuatro de la
mañana. Todos se dirigían temprano al campo y la primera tarea consistía en cortar
los árboles con un bat, o sea un hacha de piedra.
En cuanto al sistema de familia, hubo ritos de pubertad, después de los cuales los
adolescentes tenían que vivir hasta su matrimonio o hasta los 18 años en casas
comunales, ocupadas por grupos de hombres jóvenes. El matrimonio era
monogámico, pero con tal facilidad de repudio que con frecuencia se presentaba una
especie de poligamia sucesiva.
Hubo una fuerte tradición exogámica; dos personas del mismo apellido no podían
casarse, el novio entregaba a la familia de la novia ciertos regalos, en vez de la dote a
lo que llamaba “precio de la novia”. O que el novio trabaje por algún tiempo para su
futuro suegro.
La herencia se repartía entre la descendencia masculina, fungiendo la madre o el
tío paterno como tutor, en caso de minoría de un heredero. En la entrega de las cuotas
hereditarias intervenían las autoridades locales.
Cada familia recibía, con intervención de los sacerdotes, una parcela, para uso
personal, la tierra se cultivaba bajo un sistema colectivo; ignoramos si en caso de
defunción del jefe de una familia, la parcela la recuperaba la comunidad; se repartía
entre todos los hijos, o se entregaba a un hijo privilegiado.
Los apellidos eran dobles, el papel de la mujer en la familia y en la vida comunal
no era prominente; en la civilización maya no hallamos rasgo alguno del matriarcado,
salvo, quizá, la función de profetisa que correspondía a algunas mujeres, y la
existencia de ordenes vírgenes con funciones sacrales. Por lo demás, la mujer ni
siquiera podía entrar en el templo o participar en los ritos religiosos.
Reviste especial importancia en cuanto a institución fundamental. Existía una gran
libertad sexual para los jóvenes tanto para hombres como mujeres, eran tradicionales
las visitas de las jóvenes a las casas de los varones solteros y tener relaciones
sexuales sin compromiso alguno. La llegada del matrimonio monogámico daba por
terminado el periodo de libertad sexual; la familia de la mujer recibía una dote, en caso
de que no dispusiera de bienes prestaba servicio a los padres por algunos años. La
agricultura fue la principal ocupación de los mayas.
A los veinte años los hombres se podían casar y las mujeres a los diecisiete.

La familia azteca.
El derecho de familia es menos sujeto a la arbitrariedad de la elite dominante, y
más fijado en forma de tradiciones.
El matrimonio: Fue potencialmente poligámico, pero una esposa tenia preferencia
ante las demás, y tal preeminencia también se manifestaba en la situación privilegiada
que tenían sus hijos, en caso de repartición de la sucesión del padre. Hubo una
costumbre de casarse con la viuda del hermano, que recuerda el levirato hebreo. La
celebración del matrimonio era un acto formal, desde luego con infiltraciones
religiosas; en algunas partes hubo matrimonios por rapto o por venta. Los matrimonios
podían celebrarse bajo condiciones resolutorias o por tiempo indefinido. Las
condicionales duraban hasta el nacimiento del primer hijo, en cuyo momento la mujer
podía optar por la transformación del matrimonio en una relación por tiempo indefinido;
si el marido se negaba, ahí terminaba el matrimonio.
EL divorcio: Era posible con intervención de las autoridades, que en caso de
comprobarse una de las múltiples causas (incompatibilidad, sevicia, incumplimiento
económico, esterilidad, pereza de la mujer, etc.), solían autorizar de mala gana la
disolución del vínculo, perdiendo el culpable la mitad de sus bienes. Los hijos se
quedaban con el padre, y las hijas con la madre. La mujer divorciada o la viuda tenían
que observar un plazo de espera antes de volver a casarse.
Separación de bienes: Este sistema predominaba, combinado en ocasiones con la
necesidad de pagar un precio por la novia y, a veces, en cambio, recibir dote que la
esposa traía al nuevo hogar.
El hijo pasaba por dos consagraciones la primera el agua jugaba un papel
comparada con el bautizo; y la segunda recibía el nombre. La patria potestad
implicaba el derecho de vender como esclavo, pero no el de matar; terminaba con el
matrimonio del hija o de la hija, el consentimiento de los padres era necesario. Como
había una fuerte presión social en contra del celibato de hijos mayores de veintidós o
hijas mayores de dieciocho años, es de suponer que este consentimiento no podía
negarse arbitrariamente.
Sucesiones: La línea masculina excluía a la femenina. La vía legitima se podía
modificar por decisión del cuius, basada en la conducta irrespetuosa, cobarde,
prodiga, etc. De los perjudicados por tal decisión.

Existía un grupo privilegiado de jefes, guerreros y comerciantes que tenían


autorizada la practica de la poligamia. En cambio la clase agricultora era sometida a
las reglas monogamia.
Las niñas eran educadas por sus madres en las labores del hogar y la religión, la
mujer debía de ser dócil para el marido ya que para eso las educaban sus padres. Los
hombres podían tener varias mujeres pero debían de darles sustento y atención, solo
una mujer era considerada legítima y las otras eran aceptadas con respeto como
concubinas oficiales.

En la sociedad azteca la formación de la familia estaba formada primero por el


matrimonio en el cual el varón solo podía tener una esposa, que era legítima con quien
se casaba con todo el ritual correspondiente, pero podía tener tantas concubinas como
pudiera sostener.
La edad ordinaria era entre los veinte y veintidós años mas o menos, no podían
casarse padres con hijos, ni padrastros ni entenados, ni hermanos entre si. Para
casarse necesitaban el permiso de sus maestros esto se obtenía cuando los padres
ofrecían un banquete de acuerdo a sus recursos. Entre los plebeyos era frecuente la
unión libre y después de obtener los recursos adecuados se efectuaba la ceremonia.
Se procuraba fortalecer en los niños mediante castigos severos el fomento a los
valores primordiales como el amor a la verdad, la justicia, el deber, respeto a los
padres, a los ancianos, el rechazo a la mentira y al libertinaje, tener misericordia con
los pobres y desvalidos. Los jóvenes aprendían música, bailes, cantos religión
matemáticas, interpretación de los códices, artes marciales, escritura y conocimiento
del calendario.

La familia inca.

Características de la familia inca:


El pueblo inca estaba sometido a una explotación, sobre todo, en servicios de
carácter gratuito.
Los varones eran enviados a trabajos fuera del núcleo familiar. A las mujeres se les
integraba al servicio de la clase superior.
Había funcionarios que elegían periódicamente a las más jóvenes y "graciosas", las
separaban de la tutela familiar y las instruían en escuelas para convertirlas en
concubinas destinadas a los harenes de hombres notables, o en sacerdotisas.
La monogamia era obligatoria en las clases inferiores, mientras que las clases
superiores que gozaban de privilegios practicaban la poligamia.
El ayllu era la unidad básica de la organización social inca.
Se trataba de una agrupación económica, cuyo objetivo era el control colectivo de
porciones de tierra y de trabajo, que estaba constituida por un grupo de parentesco
basado en la descendencia masculina de un hombre, un supuesto mítico antepasado
común o incluso de miembros que trataban como si fuera un dios.
El Inca, emperador, con poder tan igual al de los faraones egipcios, considerado
hijo del Sol, es el jefe supremo, infalible, todopoderoso, sagrado. Dueño de las tierras
imperiales y señor absoluto de sus habitantes. La sucesión era hereditaria. Para no
perder la sangre real había la costumbre, igual a la egipcia, de casar al inca con su
propia hermana.
El Inca tenía en sus manos el poder absoluto y controlaba el imperio con ayuda de
una gran burocracia. Este imperio se dividía en cuatro regiones o suyos y estas
regiones a su vez se dividían en provincias.
El poder era hereditario; el heredero sólo lo engendraba la esposa principal y hermana
del Inca llamada Coya.
El Inca tenía otras esposas o concubinas de sangre real o extrañas a la familia
real. Se distinguían los militares de alto, mediano y bajo rango, y se diferenciaban
cada uno por sus vestimentas.

Organización Social de tipo clánica, llamada también Hatuuruna.


Pueblo integrado por los agricultores, los pequeños funcionarios y los artesanos
constituyen la clase media que ellos llamaban ayllus. Cada ayllus poseía un territorio
que era trabajado comunalmente. Debían pagar tributo.
Cada ayllú estaba formado por familias, las que, por sistema decimal, recibían
nombres en grupos según el número que formaban. Así, diez familias integraban una
chunca; diez chuncas una pachaca; diez pachacas una huaranca y diez huarancas
una hunu.
Todo súbdito estaba obligado a trabajar, a manera de servidumbre, en las tierras del
sol y las del Inca. Nadie tenía propiedad privada. Cada ayllú tenia su lote de tierra
(tupo), que Se repartía entre las familias. Las cosechas resultantes no pertenecían a
nadie en particular: debían llevarse a los graneros, donde los funcionarios oficiales las
repartían según, la necesidad y dejaban el sobrante en reserva.[2]

LA FAMILIA MESOAMERICANA.

La familia chichimeca.
En la organización de la familia chichimeca llamaba la atención el sistema de la
“residencia matrilocal”: el hogar se forma alrededor de la madre. Puede ser que se
tratara de un eco del matriarcado, aunque probablemente esta costumbre encontró su
origen en la división de labores entre los hombres (cazadores, recolectores,
ambulatorios) y las mujeres (dedicadas a una primitiva agricultura que les ligaba a un
lugar determinado).

La familia olmeca.
Florecieron entre los siglos IX y l a. C., en la zona costera del Golfo. Tenían fama
de magos y utilizaron drogas alucinógenas.
En cuanto a su organización familiar no se tienen datos.[3]

LA CONQUISTA DE MEXICO.

Las expediciones al continente se realizaron por medio de convenios entre


particulares y representantes de la corona, bajo el entendimiento que las tierras que
ocuparan estarían bajo la autoridad del Rey así como la quinta parte de la riqueza
obtenida.

La llegada a la península; Hernán Cortez toco tierras continentales en la península.


Al cabo de crueles batallas, las fuerzas imperiales ceden ante la invasión de los
conquistadores.

La familia azteca fue destruida desde sus cimientos, a través de la violencia y las
enfermedades del viejo mundo. Los pocos sobrevivientes varones fueron vendidos
como esclavos y las mujeres como concubinas.
El mestizaje una forma nueva de familia apareció en la nueva España, la unión con
las mujeres indígenas pertenecientes a las elites locales fue utilizada por los
conquistadores españoles y como un sistema de dominio sobre la población
autóctona, al implantar la familia nuclear y aprovechar el prestigio de sus autoridades
en beneficio del ejercicio del poder.
Se establecieron leyes que formaban las instituciones de gobierno y sus cargos, la
formación de ciudades, y composición de las sociedad, así como el papel que debía
de desempañar cada grupo que era formado por; españoles peninsulares, criollos,
mestizos e indios.
La mujer indígena eran esclavas era objeto de regalo y placer.
La conquista española trajo consigo un sistema social jerarquizado de acuerdo con
el color de piel, que junto con el nombre y el rango de un individuo determinaba su
posición social.
La malinche destaca como símbolo de proceso de mestizaje que implica una neta
subordinación, ya que retrata la jerarquía y la sumisión a un jefe por partida doble por
conquista y en razón a su sexo.
En la sociedad novohispana había una escalera de categorías llamadas castas,
india, mestiza, castiza, española; por la cual una familia podía ascender por medio de
matrimonios y entrega al trabajo.

LA FAMILIA EN LA CONQUISTA.
Algunas sociedades indígenas conceden gran importancia a la cooperación
económica entre marido y mujer, y a otras a la que se originan entre hermanos y
hermanas.
Los lazos conyugales no pueden ser disueltos por deseos de cualquiera de las
partes, solo el hombre podía repudiar a su mujer. Se le otorgaba el derecho de
infidelidad sancionada, derecha que se ejerce cada vez más a medida que progresa la
evolución social.
La poligamia esta prohibida por las autoridades eclesiásticas.
La mujer casada tenia categoría de menor de edad, y aunque podía heredar
propiedades, títulos y negocios sus derechos quedan subordinados al marido quien
era el administrador de los bienes; era el estado de viudez que le permitía a la mujer la
plena capacidad de ejercicio pues hasta entonces podía administrar sus bienes y tenia
el derecho de ejercer la patria potestad sobre sus hijos menores.
El concubinato de españoles con mujeres indígenas convivían con el matrimonio
legal; los hijos nacidos del concubinato eran criados como siervos de las casa grande,
vagando entre las poblaciones de indios españoles, por lo que el termino mestizo se
identifico con el de ilegitimo.
Los negros se consideraban infames de sangre y su estatus de esclavos se
transmitía por vía materna, y eran colocados en los trabajos más ingratos y peligrosos.

Las mujeres que recibían educación eran las criollas; sin embargo, se consideraba
a la mujer encargada de su casa y aun la de mas estatus no necesitaba de mayores
conocimientos su función era producir una abundante prole y para cumplir ese
cometido bastaba un buen funcionamiento de las hormonas, una resistencia física
suficiente y mucha salud, pero no se necesitaba, ni elocuencia ni ingenio, ni memoria,
ni libertad , ni capacidad para administrar ciudades, menos cualquier clase de estudios
superiores.
Las mujeres que deseaban un nivel superior de conocimientos debían de contar
con el apoyo económico para pagar un maestro particular y el permiso de un padre
tolerante.[4]

LA LEGISLACION EXPEDIDA DURANTE LA REVOLUCION.

En cuanto al derecho de familia encontramos importantes modernizaciones, como


la introducción del divorcio (29 de diciembre de 1914).
La ley del 29 de enero de 1915 que reforma varios artículos del código civil en
materia de familia. Y finalmente la reforma global del derecho de familia en la ley de
las relaciones familiares del 9 de abril de 1917, luego absorbida por el código civil de
1918. Uno de los resultados de estas reformas es de igualdad entre marido y esposa
en cuanto a la autoridad dentro del hogar.
Una innovación a la que la familia mexicana solo lentamente pudo ajustarse y que
todavía en muchos hogares no corresponde a la realidad, sin embargo el derecho
legislado puede ser un buen educador, aunque requiera a menudo algunas
generaciones para su labor.
Mediante el desarrollo jurídico pos revolucionario han surgido innovaciones como
la publicada en el Diario Oficial de la Federación de fecha 31 de enero de 1974, en la
que manifiesta la equiparación jurídica de los sexos. Algunas de las múltiples
enmiendas son mas bien retoricas; por ejemplo: en la formulación del derecho de la
pareja a “espaciar” a los hijos, olvidando que “espacio” y “tiempo” son conceptos
opuestos, y que aquí se trata del derecho de la pareja de establecer un intervalo que
juzgue conveniente, entre nacimiento y nacimiento.[5]

EL DERECHO CIVIL 1982-1997.

Entre los nuevos códigos estatales destaca el de Hidalgo (1983) y en Zacatecas


(1986), ha prosperado la tendencia del derecho familiar de salir de los Códigos Civiles,
para tener un propio domicilio en Códigos Familiares. Quedando incluso Hidalgo
complementado por un Código de Procedimientos Familiares.

LA FAMILIA PARA EL DERECHO ROMANO.


La ley de las XII Tablas, primera ley romana que data del año 450 a. C., llamaba
familia al conjunto de bienes de un ciudadano sui iuris (no sujeto a potestad), fallecido
sin testamento y que se transmitía, a falta de herederos suyos y necesarios
(descendientes directos), al agnado (pariente por vía de varones) más próximo.
En sentido restringido, familia o domus, significaba la reunión de personas
sometidas a la potestad o a la manus (poder sobre la esposa) de un pater familias (jefe
familiar). Comprendía a todos los descendientes bajo su potestad y a la mujer in manu
(casada en justas nupcias) que era equiparada a los efectos sucesorios, a una hija
(loco filiae).
El pater, varón vivo más antiguo del seno familiar, era el jefe absoluto de su familia
y sacerdote del culto doméstico, donde los antepasados muertos, eran divinizados.
La familia era una unidad política, económica y religiosa, cuyos integrantes
estaban vinculados entre sí, por un vínculo civil, la agnación (parentesco por vía
masculina) constituyendo la familia proprio iure, que incluía todos los parientes unidos
por un mismo pater.
Cuando un pater moría, cada hijo varón se convertía en sui iuris y jefe de su propia
familia; pero entre esas personas que habían estado bajo la autoridad del mismo
pater, seguía habiendo un vínculo agnaticio, que conformaba la familia communi iure.

También era familia, la reunión de personas, ligadas por un vínculo de sangre (por
vía paterna o materna) por tener entre ellas un ascendiente común. Ese sería nuestro
concepto actual de familia, que recién en el Imperio, bajo el reinado del emperador
Justiniano, cobró relevancia jurídica.
El poder absoluto del pater, se denominaba potestas y comprendía:
• El dominium: poder sobre las cosas.
• La patria potestas: poder sobre los hijos.
• La manus: poder sobre la esposa.
• El mancipium: poder sobre personas extrañas que se incorporaran a la familia
en causa mancipi, por ejemplo, por resarcimiento de un daño causado al pater.
• La domenica potestas: sobre los esclavos.

En un principio, el pater era el jefe absoluto del grupo familiar, y podía disponer
hasta de la vida de sus miembros. No había leyes que lo limitaran, sino solamente las
costumbres del grupo familiar (mores) que le imponían la convocatoria en ciertas
situaciones, de imponer un castigo grave, la convocatoria de un concilio doméstico.
Era también el dueño de todo el patrimonio familiar del que podía disponer por actos
inter. vivos (por ejemplo una venta o donación) o mortis causa (testamento).
El poder ilimitado del pater va sufriendo restricciones. En la República, los censores,
estuvieron facultados para sancionar los abusos cometidos por los paters en ejercicio
de la patria potestad y en el Imperio, lo serían los propios emperadores. También poco
a poco va surgiendo la posibilidad de que los filius pudieran tener su propio peculio.
En el Imperio, con la influencia del cristianismo, se redujeron notablemente los
poderes del pater.
La familia se constituía a partir del matrimonio legítimo, o justas nupcias formándola
los cónyuges, y todos los descendientes nacidos de esa unión (filius), y de los
descendientes de esos filius, que también eran filius familias. La cabeza de la familia,
no sometida a postad era el pater, los filius eran allieni iuris.
También ingresaban a la familia, personas extrañas como las nueras, los adrogados
(adopción de un sui iuris, que ingresaba con todas las personas que estuvieran bajo su
potestad) o por adopción de un allieni iuris.
La hija que se casaba mediante justas nupcias, daba origen al matrimonio cum manu
y pasaba a integrar la familia agnaticia del marido, conservando con su familia el
vínculo cognaticio o de sangre.
Para los romanos, el matrimonio era la unión de dos personas de diferente sexo
efectuada con la intención común de ser marido y mujer, procreando y educando a los
hijos, que de dicha unión nacieran, constituyendo entre ellos una comunidad absoluta
de vida.
El matrimonio romano tenía algunos rasgos peculiares que hicieron de él, un instituto
distinto del matrimonio moderno.
En efecto, no constituía un acto jurídico que se perfeccionara con el cumplimiento de
formalidades especiales, sino que estaba integrado por un elemento objetivo derivado
del hecho de la convivencia del hombre y la mujer y otro subjetivo o intencional
representado por la affectio maritalis, entendiéndose por tal, la intención de ser marido
y esposa. A pesar de tratarse de un elemento subjetivo, se exteriorizaba por
determinadas conductas de los cónyuges: compartir la mesa, vestir la mujer con ropas
adecuadas a posición social de su marido o el trato de la mujer hacia los familiares de
su esposo. La mujer ocupaba el rango social del marido y gozaba de la dignidad de
esposa.
La convivencia de los esposos, debía ser un estado permanente y duradero, porque
el simple acuerdo inicial de considerarse marido y mujer no bastaba para configurar el
matrimonio, comenzando la vida en común en el momento que la mujer era introducida
en el domicilio conyugal, sin importar que el marido estuviera ausente.
La Palabra familia tuvo, así mismo, otros significados:
Reunión de personas con el vínculo civil de agnación, siendo los agnados los
parientes por línea paterna que, dependiendo de un tronco común por la sangre o por
razones de adopción, se hallaban sometidos a la potestad de ese tronco.
Sinónima de cognatio para expresar el parentesco natural habido entre personas
que descendían unas de otras (parentesco directo), o de un tronco común (parentesco
colateral). El parentesco existente entre uno de los cónyuges y los parientes del otro,
fue el de afinidad.
Como equivalente a domus, vale decir, como las personas que habitaban bajo un
mismo techo e, incluso, la reunión de esclavos.
- Empero, aquí solamente se hará el estudio de la familia en su acepción de reunión
de todas las personas que se encontraban bajo la potestad del paterfamilias.[6]

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