You are on page 1of 12

Capitalismo

Periférico
La primera característica fue señalada por Karl Marx (1983), como
plusvalía absoluta y se refiere a la forma de explotación original del
capitalismo, propia de un régimen de producción artesanal donde la
producción desorganizada es causa de que la empresa trabaje al ritmo
del trabajador por lo que la forma de compensar este régimen tan
holgado es con la prolongación de la jornada de trabajo lo más
humanamente posible, trabajando todos los días sin días de asueto ni
descanso alguno, más allá de lo que el propio cuerpo humano tolera
por su necesidad de pernoctar.
 La segunda característica citada
por Marx es la llamada plusvalía
relativa, mismo que se da cuando
la producción inicia a organizarse
debido a la acumulación capitalista
que engendra factorías de mayor
tamaño, así como el ascenso de la
composición orgánica que aumenta
la productividad empresarial, por
lo que la colocación del plus
producto social se vuelve cada vez
más difícil. Aquí se trata de
jornadas laborales determinadas,
por decir, la semana inglesa de 40
horas a la semana, u 8 horas
diarias.  Entonces se intensifica el
proceso de explotación laboral con
una organización rígida de la
producción y el trabajo.
 La tercera la cita Marini
(1983), quien sustenta que en
ante la la expansión del
capitalismo imperialista, en
América Latina se
implementan de manera
conjugada las dos formas de
explotación citadas por K.
Marx, distinto a la historia
económica de las naciones
occidentales donde la
plusvalía absoluta es
sustituida por la forma de
explotación basada en la
plusvalía relativa. Es por ello
que Marini llama a esta
conjugación súper
explotación.
 No obstante Marini hace mención de esta característica postfordista a
fines de los años 70 cuando apenas lleva dos décadas el nacimiento de
la toyotización y de los esquemas de producción flexible a nivel central,
y los regímenes proteccionistas latinoamericanos limitan en gran
medida la generalización de formas de organización flexible del
trabajo y la producción.

 Han de vivirse los años 80 para que América Latina conozca nuevas
reexpresiones de la inhumana súper explotación. Destacamos entonces
la cuarta característica que se basa en la depauperización del trabajo.
 El salario real de los trabajadores latinoamericanos es congelado en
procuración de una mayor acumulación capitalista con base a la
implementación del modelo neoliberal, que de manera temprana
representaron los trabajos de Arthur Lewis (1970)[1], quien sostuvo que
una nación con rezago tecnológico puede lograr acelerar su
crecimiento económico gracias a la gran abundancia de mano de obra,
que en su modelo el represento como una oferta perfectamente elástica
de mano de obra.
 La quinta característica tiene que ver con la precarización del empleo que trae
inminentemente la flexibilidad laboral (Bouzas, 2004), propia del esquema de
producción flexible. Los contratos a corto plazo, sin prestación laboral alguna,
donde de forma unilateral puede rescindir el contrato cuando lo deseen cualquiera
de las partes, pone en abierta desventaja al trabajador que, ahora con la nueva
fórmula de organización obrera a la que nombran Nuevo Sindicalismo
Democrático.
 La flexibilidad laboral tiene algunos puntos a favor para el caso de naciones
industrializadas como lo son las naciones de Europa.  Naciones con distritos
industriales amplios y bien consolidados, con ofertas laborales inelásticas y
sobre todo con seguro de desempleo y agencias de empleo privadas como
gubernamentales. En Latinoamérica la situación es muy distinta, puesto que
estas naciones presentan una oferta laboral altamente elástica, sus distritos
industriales no causan una demanda de trabajo suficiente, no existen agencias
de trabajo ni seguro de desempleo.  Hay altos niveles de desempleo y el
desempleo friccional fácilmente pasa a ser desempleo involuntario por el
lapso de su duración. La tasa de salario es tan bajo que causa incluso que las
personas prefieran un desempleo voluntario a razón del costo de oportunidad
que representan otras ocupaciones no laborales tales como estudiar, labores
hogareñas o simplemente ocio y recreación.
 Con todo lo anterior, la precarización del
empleo se refiere propiamente a maltrato
laboral, donde cada vez las condiciones
de trabajo, no físicas sino institucionales
son más pobres y alentadores a la mejora
en la calidad de vida del trabajador como
de sus dependientes económicos. Con la
precarización del empleo viene por otra
parte la crisis de la previsión social. Los
organismos públicos que originalmente
velan por la seguridad del trabajo
pierden peso social ante nuevas fórmulas
privadas que lo que hacen finalmente es
cargar 100% el costo de la previsión y la
seguridad al trabajo, exentando al
empleador de responsabilidad al
respecto, lo que deja un gran margen
adicional de nuevas ganancias por ahorro
de no pagar la previsión y la seguridad
social de sus trabajadores.
 La sexta característica tiene que ver con la discriminación que sufren los
trabajadores de las naciones receptoras de inversión extranjera directa del
capitalismo central. El Etnocentrismo y Eurocentrismo decimonónico se
reanima ahora en etnocentrismo anglosajón y nipón.
 Los trabajadores latinoamericanos que trabajan en maquiladoras de
empresas extranjeras solo aspiran a ingresar a bases y mandos medios en el
organigrama de estas factorías, los altos mando, con muy pocas
excepciones, son puestos para extranjeros, normalmente provenientes de las
naciones de donde se origina el capital de la IED.
 Incluso sucede que esta situación, cuando el aparato productivo de factorías
maquiladoras de origen extranjero es muy representativo, como es el caso
de México, las empresas nacionales imitan y ven con buenos ojos la
contratación de directivos extranjeros o bien con estudios realizados en
instituciones educativas extranjeras.
 Así, este malinchismo a nuestra propia mano de obra, descalifica por
criterios étnicos y de origen la mano de obra nacional a la que relegan a un
rol que no les permite participar en la toma de decisiones de las empresas
para las que trabajan.
 Existe una séptima característica de este nuevo régimen de flexibilidad
laboral y se refiere al servilismo que finalmente tienen que aceptar los
trabajadores de las factorías posmodernas, donde ante el nuevo
sindicalismo democrático, la flexibilidad laboral y la gran elasticidad de la
oferta de trabajo, los trabajos asumen conductas de servidumbre y
adulación a sus empleadores para que, al término de su contrato laboral, el
cual se define en periodos muy cortos, éstos les vuelvan a recontratar y con
ello poder mantener el empleo. Situación que es efecto condicionado de las,
precisamente, nuevas condiciones del mercado laboral, y no por imposición
alguna de la parte empresarial, sino como un efecto inminente del proceso
que han creado.
 La octava es la referente a la lumpa proletarización de la mano de obra, la
que finalmente debe ser versátil y libremente móvil, respecto al esquema de
la organización social del trabajo y la producción, como en lo geográfico.
 La polivalencia que se exige a la fuerza de trabajo implica que se
generalice el empleo parcial, de menos de 20 horas a la semana, que se
labore en varios trabajos a la vez para lograr el pleno empleo de al menos
40 horas a la semana, así como la mano de obra acabe por ser mil usos de
las necesidades volubles de los procesos de producción flexible.
Bernal Lugo
Lucia Elena

Hinojosa Monsivais
Guadalupe de Jesus

Irabu Badillo
Luis Alfonso

You might also like