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Marguerite Berger
Lara Goldmark
Tomás Miller-Sanabria
Editores
p. cm.
Includes bibliographical references.
ISBN: 1597820652
ISBN: 9781597820653
IDB Bookstore
1300 New York Avenue, NW
Washington, DC 20577
Estados Unidos de América
Tel. (202) 623-1753, Fax (202) 623-1709
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www.iadb.org/pub
P RÓLOGO ............................................................................................... ix
Luis Alberto Moreno
C APÍTULO 1
El modelo latinoamericano de microfinanzas ...................................1
Marguerite Berger
C APÍTULO 2
Pioneros en la comercialización de las microfinanzas:
el avance logrado con el upgrading ..........................................43
Marguerite Berger, María Otero y Gabriel Schor
C APÍTULO 3
Downscaling: la incursión de bancos
latinoamericanos en las microfinanzas....................................91
Beatriz Marulanda
C APÍTULO 4
Regulación y supervisión del microcrédito en
América Latina .........................................................................125
Ramón Rosales
C APÍTULO 5
Instituciones de microfinanzas en tiempos de crisis:
efectos, actuaciones y lecciones aprendidas ..........................165
Armando Muriel, Victoria Muriel, Giulissa Franco
y Elsa Martín
vi ÍNDICE
C APÍTULO 6
C APÍTULO 7
Más allá de las finanzas: microfinanzas y servicios
de desarrollo empresarial ........................................................219
Lara Goldmark
C APÍTULO 8
Los retos futuros de las microfinanzas en
América Latina .........................................................................269
Robert Peck Christen y Jared Miller
C APÍTULO 9
El futuro de las microfinanzas en América Latina .........................307
Tomás Miller-Sanabria
Marguerite Berger
E
n una región caracterizada por una gran desigualdad y por ines-
tabilidad económica, las microfinanzas constituyen una paradoja
del mundo capitalista. En los últimos 20 años, han pasado de ser
un experimento poco conocido en pos del desarrollo a convertirse en
una empresa multimillonaria que lleva servicios bancarios a millones
de personas. Si bien la industria ha crecido en todo el mundo, y hay
actores destacados en cada región, las instituciones de América Latina
sobresalen por su integración en el sistema financiero formal y por sus
admirables indicadores de crecimiento, cobertura y rentabilidad. Hacia
fines de 2004, 80 de las instituciones de microfinanzas más importantes
de América Latina (tanto ONG como instituciones financieras formales)
brindaban servicios a más de cuatro millones de clientes, con una cartera
combinada de préstamos vigentes por un valor de US$4.000 millones
(Miller y Martínez, 2005).1 El volumen actual de microcréditos es mucho
mayor, ya que en la región operan cientos de instituciones, incluidos
algunos bancos comerciales de gran envergadura que recientemente
han ingresado al mercado de las microfinanzas en países como Brasil,
México, Perú y Venezuela.
El camino para llegar hasta este punto no ha sido fácil y la industria
de las microfinanzas está lejos de alcanzar su apogeo en la región. De
1
La cifra corresponde a la cartera de préstamos vigentes, a su cantidad de saldo disponible,
lo que significa que las 80 instituciones declarantes en 2004 desembolsaron más de
US$10.000 millones en concepto de préstamos.
2 MARGUERITE BERGER
Definición de microfinanzas
modo tal que los productos que ofrecen satisfagan sus necesidades y
convergencia entre las dos regiones, dado que los bancos de propiedad
dirigidos al segmento más bajo del mercado. Los fondos irlandeses para
2
Para más información sobre la banca comunal en la región, véase Westley (2004).
EL MODELO LATINOAMERICANO DE MICROFINANZAS 17
Sostenibilidad y rentabilidad
3
El capítulo 2 analiza en más detalle este tema de la distribución de los préstamos en
función de su tamaño; examina las instituciones que pasaron de ONG a instituciones
financieras formales e ilustra algunos de los peligros de usar el tamaño promedio del
préstamo como barómetro del grado de cobertura que las instituciones de microfinanzas
tienen en la región.
4
Véanse los fundamentos de Christen y Miller, en el capítulo 8 del presente libro.
EL MODELO LATINOAMERICANO DE MICROFINANZAS 19
Recuadro 1.1
Fuentes: Adaptación de Otero y Rhyne (1994) y Berger, Beck Yonas y Lloreda (2003).
compartimos en este libro, son las verdaderas razones del éxito de las
5
Se trata de una adaptación del tradicional interrogante empresarial: ¿reestructurar, cerrar
o vender? Por ejemplo, véase Slater (2004).
24 MARGUERITE BERGER
Un entorno propicio
6
Entre ellas se incluyen Prodem, en Bolivia; Finamérica, en Colombia; Adopem y Ademi,
en República Dominicana; Banco Solidario, en Ecuador; Compartamos y Fincomún, en
México; Financiera Visión en Paraguay; Mibanco, en Perú; y Bangente, en Venezuela.
EL MODELO LATINOAMERICANO DE MICROFINANZAS 35
Referencias
E
l proceso de upgrading para la creación de instituciones ha pre-
sentado muchas dificultades, pero en última instancia, ha tenido
buenos resultados. En ese sentido, constituye un caso de estudio
convincente en materia de desarrollo eficaz. El upgrading, la transfor-
mación de organizaciones no gubernamentales de microfinanzas en
instituciones financieras formales, bajo la supervisión de las autoridades
bancarias, les ha permitido brindar servicios financieros a microempresa-
rios, a pequeñas y medianas empresas, y a hogares de bajo ingreso. Estas
instituciones todavía tienen un desafío clave por delante: administrar
la diversificación y la competencia sin distorsionar su producto básico
de microcrédito.
Hace quince años, el proceso de upgrading ocupó las primeras
planas, ya que estas instituciones encabezaron el desarrollo de un sector
microfinanciero sostenible y contribuyeron a fortalecer considerable-
mente los sectores financieros de sus países. Aunque no es el principal
vehículo de expansión de las microfinanzas en América Latina en la
actualidad, las lecciones recogidas de las experiencias de upgrading
ofrecen información valiosa para el desarrollo de sectores financieros
que puedan brindar un mejor servicio a microempresarios, pequeñas
empresas y familias de bajo ingreso.
Las instituciones microfinancieras que transitaron este proceso
siguen teniendo un papel fundamental en las microfinanzas y en los
sectores financieros de sus países, a pesar de la creciente importancia
44 MARGUERITE BERGER, MARÍA OTERO Y GABRIEL SCHOR
1
Datos recogidos del Boletín Informativo Mensual Sistema Bancario, 31 de diciembre de
2005, publicados por la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras.
PIONEROS EN LA COMERCIALIZACIÓN DE LAS MICROFINANZAS 45
2
Financiera Calpiá transitó una segunda instancia del proceso de upgrading: en junio de
2004, se transformó en un banco comercial en toda su dimensión, el Banco ProCredit.
PIONEROS EN LA COMERCIALIZACIÓN DE LAS MICROFINANZAS 47
3
Compartamos recibió su licencia bancaria por parte de la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores en junio de 2006.
48 MARGUERITE BERGER, MARÍA OTERO Y GABRIEL SCHOR
La búsqueda de financiamiento
Asistencia técnica
4
En enero de 2005, IMI-International Micro Investitionen AG se transformó en ProCredit
Holding Group AG.
52 MARGUERITE BERGER, MARÍA OTERO Y GABRIEL SCHOR
Instituciones respaldadas
por ACCIÓN
comercial
Colombia Finansol/ Financiera 11,0 35,8 10 27 26,6 2.230 7,0 A+
Finamérica
México SOFOL Financiera 8,8 144,4 64 402 — — 59,4 AA
Compartamos
Perú Mibanco Banco 10,0 180,5 16 129 139,4 46.452 37,1 A–
comercial
Instituciones respaldadas
por IPC
ProCredit comercial
Fuentes : ACCIÓN y ProCredit Holding. La información sobre las instituciones de Bolivia proviene de Asofin, 30 de septiembre de 2005, Superintendencia de Bancos.
53
Bancosol 1992 1999 2000 2001 2001 1993 1992 No 2005 1997 2003 2001
Finamérica 1994 1994 1998 2003 No 2006 1994 No 2006 1994 No No
PIONEROS
5
Según las estimaciones preliminares del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco
Interamericano de Desarrollo correspondientes a 2005.
PIONEROS EN LA COMERCIALIZACIÓN DE LAS MICROFINANZAS 59
a
Estimado.
61
estilos para distintos grupos de destino. Sin embargo, los directivos y los
Desempeño financiero
6
La cartera en riesgo (PaR, por sus siglas en inglés) mide el valor vigente de los préstamos
que registran morosidad como porcentaje de la cartera total.
PIONEROS EN LA COMERCIALIZACIÓN DE LAS MICROFINANZAS 67
Incrementar la eficiencia
Rentabilidad
con desempeño más destacado en los últimos años, incluidas las que
Cuadro 2.6. Estructura de propiedad de las instituciones de microfinanzas que han seguido el upgrading
(porcentaje)
Donante
internacional/ ACCIÓN
Institución Investments Otros
financiera o ProCredit ACCIÓN fondos Inversionistas
Institución ONG internacional Holding Gateway especializados particulares Otros
Compartamos 39 10 0 18 0 33 0
Mibanco 63,9 3,8 8,9 6,3 11,4 0,7 5
Banco Los Andes ProCredit 14,6 0b 83,6b 0 0 1,8 0
Banco ProCredit, El Salvadorb 1 0b 98,6b 0 0 0,4 0
Banco ProCredit, Nicaragua 17,7 0 81,6 0 0 0,7 0
GABRIEL SCHOR
7
Acción Investments in Microfinance, SPC y ACCIÓN son distintas organizaciones.
PIONEROS EN LA COMERCIALIZACIÓN DE LAS MICROFINANZAS 83
8
Banco de Crédito es un caso interesante, al ser uno de los accionistas fundadores de
Mibanco, con una participación del 5% en el total del capital accionario. En los primeros
dos años de operaciones de la entidad, Banco de Crédito formó parte del directorio de
Mibanco y se interesó por las microfinanzas. Después de dos años, vendió su participación.
Actualmente, es uno de los competidores más importantes de Mibanco en el mercado
microempresario de Lima.
88 MARGUERITE BERGER, MARÍA OTERO Y GABRIEL SCHOR
Referencias
Beatriz Marulanda
E
l desarrollo y la consolidación de las instituciones de microfinan-
zas han demostrado que el crédito destinado a microempresas es
un mercado rentable y con gran potencial, en el que es posible
controlar el riesgo crediticio. Si bien las iniciativas de downscaling que
realizan los bancos tradicionales pueden ampliar la oferta de productos
y reducir los costos de intermediación, el principal desafío que enfren-
tará la industria microfinanciera en los próximos años es, sin lugar a
dudas, persuadir a las instituciones financieras formales de participar
en este segmento.
Las instituciones financieras formales de América Latina y el Caribe
han tardado en incluir el crédito para microempresas en sus servicios,
especialmente si se compara este proceso con la proliferación de insti-
tuciones de microcrédito no formales. Estas instituciones han crecido
rápidamente, transformándose en intermediarios financieros regulados
(véase el capítulo 2). En la actualidad hay varios casos exitosos de insti-
tuciones de microfinanzas sostenibles que se transformaron mediante el
proceso de upscaling en la región. En cambio, las instituciones financieras
tradicionales no se han animado a incursionar en este mercado, debido
a factores sistémicos y macroeconómicos que limitaron las posibilidades
de exploración de nuevos mercados, como el microfinanciero.
Quisiera agradecer a todas las instituciones financieras que proporcionaron toda la infor-
mación que aquí se presenta, como así también a Mariana Paredes, sin cuyos comentarios
y sugerencias hubiese sido imposible escribir este capítulo.
92 BEATRIZ MARULANDA
1
Para más información sobre las crisis financieras en Ecuador y Bolivia, véase el capítulo
5.
94 BEATRIZ MARULANDA
2
El indicador M2 mide la oferta monetaria total e incluye todos los depósitos a la vista de
cuentas corrientes y de ahorro, y otros depósitos a plazo.
BANCOS LATINOAMERICANOS EN LAS MICROFINANZAS 95
3
ProFund es un fondo de inversiones con fines de lucro cuyo objetivo es obtener una alta
rentabilidad; apunta a los sectores de micro y pequeñas empresas de la región; al mismo
tiempo, promueve el crecimiento de intermediarios financieros eficientes y regulados.
4
Las pequeñas instituciones financieras de Paraguay constituyen la excepción.
BANCOS LATINOAMERICANOS EN LAS MICROFINANZAS 97
5
En enero de 2005, IMI-Internationale Micro Investitionen AG cambió su nombre por
ProCredit Holding AG.
BANCOS LATINOAMERICANOS EN LAS MICROFINANZAS 101
Recuadro 3.1
Recuadro 3.2
Caja Sociedad de Ahorros: cien años de compromiso con los
clientes de más bajo ingreso de Colombia
Caja Sociedad de Ahorros fue fundada por el Padre José María Campoamor en 1911,
como parte de los esfuerzos de la comunidad jesuita por ayudar a resolver el problema
de la pobreza en Colombia. Funcionó como una institución de ahorro sin fines de
lucro hasta 1991, año en que se convirtió en un banco comercial. En 1996, el nombre
del banco pasó a ser Banco Caja Social. La institución sigue cumpliendo su función
social original, en calidad de banco perteneciente a la organización sin fines de lucro
Fundación Social.
Banco Caja Social es una de las instituciones financieras más grandes y antiguas de
la región. Desde hace 96 años, canaliza los ahorros del público hacia el sector de
microempresarios y habitantes de bajo ingreso de áreas rurales, e individuos de mayor
ingreso que residen en áreas urbanas. Actualmente, posee una red de 122 sucursales
en 42 ciudades. En 2003, tenía más de un millón de cuentas de ahorro, 226.000 clien-
tes de préstamos (40% de ellos, microempresarios) y una cartera de US$159 millones
destinada al segmento de trabajadores por cuenta propia, donde casi la mitad de los
prestatarios ganan menos de 2,5 veces el salario mínimo mensual.
Banco Caja Social tiene una excelente estructura financiera, cimentada en cuentas
de ahorro que, junto con una cartera de préstamos destinada a empresas de distinto
tamaño, permiten que la institución atienda al sector microempresario a un costo
razonable. No obstante, la falta de tecnología microfinanciera especializada le impidió
ofrecer un mayor respaldo al segmento de microempresarios sin acceso al sector
financiero, por lo que el tamaño promedio de los préstamos es de US$1.770. A julio de
2003, el 5% de los préstamos se otorgaban a microempresarios sin historial de crédito
anterior. Sólo el 2,3% del total de la cartera registra una morosidad superior a 30 días.
El banco ha diseñado un producto de préstamo para financiar la compra de lotes, las
tareas previas a la construcción, la ampliación de construcciones en lotes adquiridos
anteriormente y/o las remodelaciones con fines productivos. La experiencia ha sido muy
positiva en términos comerciales. Este producto se suele ofrecer a clientes que tienen
buenos antecedentes con el banco, ya que en el 80% de los casos, no se presentan
garantías. La cartera asciende a US$52 millones (no se dispone de las cifras correspon-
dientes al segmento de microempresarios exclusivamente).
6
Según la encuesta, los bancos de gran envergadura ven en este sector una oportunidad de
diversificar su mercado, mientras que los bancos más pequeños y los estatales lo consideran
una necesidad para cumplir con su responsabilidad social.
104 BEATRIZ MARULANDA
Recuadro 3.3
Banco Solidario de Ecuador: compromiso con la microempresa
Banco Solidario fue fundado en 1995 como financiera (Enlace) y fue la primera institu-
ción en Ecuador creada para atender al sector microempresario. En 1996, se convirtió
en Banco Solidario, por iniciativa de Fundación Alternativa, una organización social que
respaldaba al banco y a tres inversionistas del sector privado. Posteriormente se incor-
poraron inversionistas extranjeros en calidad de accionistas, entre los que se incluye
ACCIÓN International (asesor técnico desde 1996), la Corporación Andina de Fomento
(CAF), Care Ecuador, ProFund International y Seed Capital.
El nicho de mercado definido por el banco está formado por más del 60% de la pobla-
ción económicamente activa de Ecuador, que trabaja en los sectores socioeconómicos
urbanos y rurales, y tiene poco acceso al sistema bancario tradicional del país. La gama
de productos de préstamo diseñados para empresas de distinto tamaño permite que
el banco pueda ofrecer financiamiento para microempresarios durante todas las fases
de su desarrollo y crecimiento. Tiene 12 puntos de venta en zonas urbanas de bajo
ingreso y una cartera sólida de micropréstamos para la vivienda, que forma parte de
un programa de promoción de viviendas del gobierno de Ecuador. Durante la primera
etapa de este programa, Banco Solidario logró movilizar ahorros de 14.000 clientes.
También diseñó un modelo que le permite ofrecer crédito para la vivienda a costos más
bajos y, de este modo, las familias pueden combinar los subsidios del gobierno con
un préstamo directo del sector privado. A diciembre de 2005, el banco tenía 148.712
clientes y una cartera de US$183 millones, con un préstamo promedio de US$909.
108 BEATRIZ MARULANDA
Creación de filiales
Recuadro 3.4
Banco Estado provee una infraestructura técnica y física a la subsidiaria que se encarga
del segmento de microcrédito. Actualmente, dicha subsidiaria tiene 70 sucursales, el
36% de las cuales están situadas en áreas urbanas y el 64%, en áreas rurales. Otorga
préstamos tradicionales y también presta servicios al sector microempresario, entre
los que se incluyen préstamos a agricultores y pescadores. También ofrece tarjetas de
crédito, cuentas electrónicas y seguros.
7
La diferenciación, a efectos de calificar y clasificar, la cartera debería establecerse entre
“préstamos a trabajadores asalariados” y “préstamos a microempresarios”, antes que entre
“créditos de consumo” y “microcréditos”, ya que esta última puede incluir préstamos a
microempresarios que se destinen a financiar productos de consumo.
116 BEATRIZ MARULANDA
180
50
140
40
Clientes (miles)
120
100 30
80
20
60
40
10
20
– –
2000 2001 2002 2003 2004 Junio
2005
Conclusión
Referencias
Ramón Rosales
H
ace 15 años, los vendedores en las calles de Lima, La Paz y San
Salvador tenían una única alternativa conveniente de financia-
miento: los créditos a corto plazo concedidos por prestamistas
informales, a tasas de interés elevadas. Hoy en día, estos mercados son
atendidos por varias instituciones financieras reguladas, que ofrecen
crédito con condiciones mucho más convenientes. La mayoría de estos
préstamos son otorgados por instituciones constituidas recientemente
a raíz de los cambios en el marco que reglamenta del sistema regula-
torio.
La tasa de interés anual promedio que paga en la actualidad un
microempresario en el mercado de Uyustus de La Paz por un préstamo
en dólares es del 21%. En el mercado central de Arequipa, la tasa de un
préstamo en moneda local, soles, es de aproximadamente el 50%, si
bien las tasas de interés vienen disminuyendo y probablemente sigan
esa tendencia en el futuro. Antes de la aparición de las instituciones de
microfinanzas reguladas, el promedio de estas tasas era más de diez veces
superior a estos niveles. Aproximadamente el 38% de los microempre-
sarios de Bolivia tienen hoy acceso al crédito. En Perú, este porcentaje
es también elevado. La industria microfinanciera boliviana se ha trans-
formado en un mercado importante y sofisticado y es líder indiscutido
en la región. Habiéndose iniciado desde cero a mediados de los años
ochenta, el microcrédito cobró considerable peso hacia fines de 2004,
con la presencia de 21 prestamistas en este segmento, que representaban
cerca del 11% de la cartera total del sistema financiero.
126 RAMÓN ROSALES
1
Este comentario se refiere únicamente a microcréditos individuales y no a créditos para
grupos organizados, en los que cada miembro del grupo garantiza el préstamo mancomu-
nadamente con los demás y en los que las instituciones financieras cuentan con la presión
del grupo como medio para garantizar el pago.
130 RAMÓN ROSALES
Recuadro 4.1
Requisitos para microfinancieras que se especializan en
operaciones de microcrédito
Recuadro 4.2
Las reformas del sector financiero de los años ochenta y noventa tu-
vieron por objeto intensificar la intermediación financiera, mejorar
REGULACIÓN Y SUPERVISIÓN DEL MICROCRÉDITO EN AMÉRICA LATINA 135
Futura convergencia
2
En general, los países no necesariamente han definido parámetros adecuados para el
riesgo relacionado con el microfinanciamiento. En algunos casos, está relacionado con la
definición de microempresa, pero difiere mucho según el país del que se trate.
3
Existen límites de crédito y es necesario obtener un permiso para efectuar préstamos entre
partes relacionadas, en cuyo caso, estas entidades entrarían en una categoría de entidades
financieras que se especializan en micropréstamos y en préstamos de poca cuantía.
REGULACIÓN Y SUPERVISIÓN DEL MICROCRÉDITO EN AMÉRICA LATINA 141
4
Los problemas habituales del gobierno corporativo de fundaciones incluyen los siguientes:
concentración excesiva de poder, que incluye la facultad administrativa y gerencial diaria
en manos del directorio; ausencia de un marco que delimite las funciones de otras áreas de
la institución; inexistencia de mecanismos formales de control; falta de responsabilidades
definidas inherentes al directorio y a la gerencia; ausencia de mecanismos de asignación de
responsabilidades gerenciales y de una normativa prudencial para la gestión del riesgo.
144 RAMÓN ROSALES
(Edpyme)
1995 Bolivia Fondo Financiero Privado (FFP) Sociedad anónima Personas físicas y jurídicas
2000 Brasil Sociedade de crédito ao microempreendedor (SCM) Sociedad anónima Personas físicas y jurídicas
2000 El Salvador Sociedad de Ahorro y Crédito (SAC) Sociedad anónima Personas físicas y jurídicas
2001 Honduras Organización Privada de Desarrollo Entidad privada Sin propietarios, sólo
Financiero (OPDF) sin fines de lucro miembros fundadores
2001 México Sociedad Financiera Popular (Sofipo) Sociedad anónima Personas físicas y jurídicas.
10% cada una como máximo
2001 México Sociedad Cooperativa de Ahorro y Cooperativa Personas jurídicas.
Y SUPERVISIÓN DEL MICROCRÉDITO EN
Bolivia FFP Cuentas de ahorro 900.000 10%, igual al de los bancos Bancos: 7.500.000
Depósitos a plazo fijo Financieras: ninguno
Brasil SCM No 53.000 16,6%, superior al de los bancos Bancos: 6.500.000
y financieras (11%) Financieras: 2.600.000
El Salvador SAC Cuentas de ahorro 2.850.000 12%, igual al de los bancos Bancos: 11.400.000
Depósitos a plazo fijo 1.140.000a Financieras: ninguno
Honduras OPDF Cuentas de ahorro 60.000 16,6%, superior al de los bancos Bancos: 6.000.000
REGULACIÓN
Venezuela BEM Depósitos a la vista 2.370.000 12%, igual al de los bancos Bancos: 19.800.000
Cuentas de ahorro
Depósitos a plazo fijo
Fuente: Jansson, Rosales y Westley (2004).
a
Este requisito más bajo se aplica si la entidad otorga préstamos a microempresarios y pequeñas empresas únicamente y recibe depósitos sólo de sus prestatarios. Una microempresa es aquella que tiene
AMÉRICA LATINA
menos de 10 empleados o ventas mensuales inferiores a US$5.700. Una pequeña empresa es aquella que tiene entre 10 y 50 empleados y sus ventas mensuales oscilan entre US$5.700 y US$57.000.
b
SOFIPO y SOCAP están sujetas a un acuerdo operativo por módulos en función de su capital. Las entidades con capital superior a US$7.500.000 operan del mismo modo que los bancos.
c
Panamá tiene financieras, pero no están bajo la supervisión de la superintendencia de bancos y no están autorizadas a movilizar ahorros.
d
Todas las entidades especializadas están sujetas a un acuerdo operativo por módulos en función del capital mínimo de las mismas. Las Edpyme pueden aceptar depósitos en cuentas de ahorro y a plazo
149
fijo cuando acceden al módulo 1, para el que se exige un capital de aproximadamente US$1 millón.
Bancos comerciales
Cooperativas de crédito
5
Los miembros de la mayoría de las cooperativas grandes de la región no mantienen rela-
ciones estrechas con éstas, lo cual explica que muchos de ellos no asistan a las asambleas.
Muchas veces, basta con presentar un documento de identidad para poder ser miembro. En
los casos en que los aportes no son remunerados y se aplica una tasa fija a los depósitos, es
posible que los miembros tengan poco interés en participar en decisiones clave, tales como
elegir a los miembros del directorio y aprobar los resultados financieros; mucho menor
es su predisposición a participar en el control societario. En la práctica, la gran mayoría
de los “socios” de las cooperativas de crédito son meramente clientes.
154 RAMÓN ROSALES
Limitaciones legales
Limitaciones institucionales
Recuadro 4.3
Los problemas concretos con los que se enfrentan los organismos de regulación y
supervisión en la actualidad están vinculados con la forma de abordar los riesgos que
surgen de los siguientes factores:
1. Alejamiento de las buenas prácticas crediticias, en respuesta a una competencia des-
leal o a prácticas de concesión de préstamos predatorias (que incluyen la rotación
de los oficiales de crédito de una entidad a otra) en áreas geográficas que están
superpobladas de entidades financieras.
2. Sobreendeudamiento de una gran cantidad de individuos (mediante una o varias
entidades financieras) y la posibilidad de que se les cierren las puertas del sistema si
no cumplen con sus obligaciones.
3. Prácticas de cobro abusivas, contratos de préstamo con cláusulas engañosas o que
incluyan cambios unilaterales en las condiciones pactadas, a criterio del prestamista.
4. Cobro de tasas de interés excesivas para préstamos pequeños garantizados con
propiedades.
5. La práctica de no suministrar a los prestatarios información clara sobre tasas de inte-
rés vigentes y otros cargos financieros aplicables a sus préstamos.
6. Sindicalización de pequeños deudores y la consiguiente politización de los cobros.
7. Falta de información pública acerca del nivel de morosidad en cada institución
financiera.
8. Bancos que aplican cargos mensuales excesivos por mantener pequeños depósitos,
lo que obliga a los depositantes a recurrir a entidades de depósito menos seguras.
9. Cobro de comisiones muy altas por transferir pequeñas sumas de dinero electrónica-
mente o por fax.
De cara al futuro
Todos los países de América Latina afirman que cumplen con los princi-
pios de regulación y supervisión recomendados por el Comité de Basilea
sobre Supervisión Bancaria (Basilea I). No obstante, dicho cumplimiento
es en la práctica una combinación imaginativa de pautas que se traduce
en requisitos de capitalización más bajos para los bancos.
REGULACIÓN Y SUPERVISIÓN DEL MICROCRÉDITO EN AMÉRICA LATINA 161
6
Lo que comúnmente se conoce como “Basilea II” hace referencia a la versión actualizada
del documento titulado International Convergence of Capital Measurement and Capital
Standards: A Revised Framework, elaborado por el Comité de Basilea sobre Supervisión
Bancaria en junio de 2004. Más información en www.bis.org
162 RAMÓN ROSALES
Recomendaciones
Referencias
E
ste capítulo analiza las formas en que las instituciones de microfi-
nanzas latinoamericanas han respondido a las crisis de liquidez y
solvencia, y las lecciones que pueden extraerse de esas experiencias.
América Latina experimenta crisis financieras sistémicas con más fre-
cuencia que otras regiones. Es importante estudiarlas, así como también
sus efectos en las instituciones de microfinanzas, de modo que estas
últimas puedan actuar con miras a atenuarlos. Esto es especialmente
importante para que puedan tomarse medidas a fin de proteger a los
clientes, que en general provienen de grupos de bajo ingreso y que son
especialmente vulnerables a los tiempos de crisis.
Un aspecto asombroso es el escaso número de estudios acerca de
las crisis de liquidez y solvencia de América Latina, en particular, si se
los compara con la gran cantidad de estudios acerca de las asiáticas.
De modo que este capítulo también analiza los estudios disponibles
sobre las crisis sistémicas en la región. Se centra en dos países, Bolivia y
Ecuador, y en dos instituciones de microfinanzas de cada país, a fin de
incluir organizaciones con bases jurídicas diferentes (bancos, coopera-
tivas, instituciones especializadas y ONG). Con ese objetivo, los autores
Queremos agradecer a Banco Solidario, Cooperativa Jardín Azuayo, Caja los Andes y FIE,
y a sus representantes, por la información y las observaciones que han hecho posible este
capítulo. El contenido es responsabilidad exclusiva de los autores.
166 ARMANDO MURIEL, VICTORIA MURIEL, GIULISSA FRANCO Y ELSA MARTÍN
La crisis en Bolivia
Bolivia, al igual que otros países de América Latina, sufrió una fuerte
recesión económica a fines de los años noventa, después de casi una
década de crecimiento económico sostenido. Al incremento del PIB
del 5,2% en 1998, siguieron una fuerte desaceleración en 1999, una
tenue recuperación en 2000 y un crecimiento totalmente nulo en 2001.
INSTITUCIONES DE MICROFINANZAS EN TIEMPOS DE CRISIS 167
La crisis en Ecuador
Lecciones aprendidas
Referencias
L
as nuevas tecnologías representan grandes oportunidades para que
las instituciones de microfinanzas amplíen considerablemente el
alcance de sus servicios, reduzcan el costo de las transacciones y
lancen nuevos productos. La tecnología les ofrece en América Latina
nuevas formas de ampliar su cobertura y mejorar los servicios para
microempresarios de áreas urbanas y rurales. Este capítulo describe, en
líneas generales, la forma en que los desarrollos tecnológicos han trans-
formado la industria de servicios financieros durante las tres últimas
décadas, destaca las diferencias específicas de la tecnología microfinan-
ciera, y analiza oportunidades y desafíos especiales.
El capítulo comienza con una breve descripción del contexto en
el que operan las instituciones de microfinanzas latinoamericanas y
explica de qué forma la tecnología puede contribuir a que el campo mi-
crofinanciero haga frente a algunos retos fundamentales. En la segunda
sección se analiza la “nueva economía” y la forma en que la revolución
de la tecnologías de la información y de la comunicación ha repercutido
en el desarrollo de la industria de servicios financieros. En la tercera
sección se analiza la forma en que las instituciones de microfinanzas
latinoamericanas utilizan actualmente tecnologías innovadoras, como
cajeros automáticos, tarjetas inteligentes, asistentes personales digitales,
tecnología de voz interactiva, scoring estadístico y tecnología biomé-
trica. En la cuarta sección se describe, a modo de conclusión, de qué
manera la tecnología podría contribuir de un modo realista para que la
industria microfinanciera de América Latina pueda superar obstáculos
190 SERGIO CASTELLO Y CARLOS DANEL
Fuentes: Carvajal (2003); Trejos (2003); Castello (2004), adaptado por los autores.
194 SERGIO CASTELLO Y CARLOS DANEL
principios del siglo XX, un momento en que los bancos estaban direc-
tamos sólidas, y una base de clientes que compite con la de los bancos
Cajeros automáticos
Tarjetas inteligentes
Scoring estadístico
Tecnología biométrica
debe trabajar mucho para poder garantizar que las tecnologías innova-
Conclusión
Referencias
Lara Goldmark
E
n América Latina, las microfinanzas han estado siempre fuertemente
vinculadas al desarrollo de empresas. En efecto, en este libro, se
las describe como “servicios financieros de pequeña escala para
propietarios y trabajadores de microempresas”; la definición destaca la
ocupación de los beneficiarios, más que cualquier característica de los
productos ofrecidos. La innovación central consiste en un conjunto de
técnicas que pueden utilizarse para gestionar los riesgos inherentes a
los préstamos para empresas pequeñas e informales, y que se utilizan en
todo el mundo desde hace decenios para ofrecer microcrédito: présta-
mos de capital de trabajo a corto plazo, destinados a microempresarios.
Sin embargo, en los primeros tiempos de las microfinanzas en América
Latina, el crédito a empresas rara vez se presentaba como un servicio
autónomo. Por el contrario, a menudo se agrupaba con otros servicios
financieros, por ejemplo, servicios de ahorro, sociales (salud y educa-
ción) o de desarrollo empresarial, como los de capacitación en gestión,
asistencia técnica y acceso a mercados.
Hacia fines de los años setenta y principios de los ochenta, cuan-
do el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comenzó a respaldar
la expansión de microempresas a través de su Programa de Pequeños
Proyectos, la gran mayoría de los programas ofrecía servicios finan-
cieros (principalmente de crédito, pero en algunos casos de ahorro)
únicamente después de que sus clientes hubieran completado un curso
de capacitación obligatorio. Con frecuencia, la capacitación se centraba
en habilidades de gestión e incluía el desarrollo de un plan de negocios.
220 LARA GOLDMARK
1
Entrevista con Carlos Castello, Vicepresidente Senior, ACCIÓN International, 2 de enero
de 2004.
MICROFINANZAS Y SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL 221
2
Diversas grandes empresas de Brasil han comenzado a ofrecer alguna forma de educación
financiera a sus empleados: Coca-Cola en Rio Grande do Sul, Volkswagen en São Paulo,
Mahle (acería), Brastemp (electrodomésticos) y Mercedes Benz.
3
Las garantías se utilizan para reducir el riesgo de parte de un prestamista en caso de
incumplimiento del prestatario. Los modelos más comunes utilizados para préstamos
a pequeñas y medianas empresas, son de cartera e individuales. Estos no se consideran
una forma eficaz de facilitar los préstamos a microempresas, principalmente debido a
las pequeñas dimensiones y a los elevados costos de transacción de los micropréstamos.
Más recientemente, las instituciones de microfinanzas han podido obtener garantías
institucionales para tener acceso a fondos de bancos comerciales. Véase Young, Goldmark
y Londoño (1997).
MICROFINANZAS Y SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL 225
Recuadro 7.1
Financiera Solución, que fue adquirida recientemente por Banco de Crédito del Perú
(véase el capítulo 3), es una institución que otorga préstamos para consumo y que
hace poco comenzó a ofrecer microcréditos a trabajadores por cuenta propia y a pro-
pietarios de empresas informales. En un contexto de creciente competencia, creó una
serie de esquemas de incentivo para fomentar la lealtad del cliente, entre los que se in-
cluyen ofrecer capacitación gerencial de cortesía a sus clientes más exitosos. El servicio
se brinda sin cargo y la capacitación hace hincapié principalmente en la elaboración de
un plan de inversión para el beneficiario. De los clientes seleccionados por Financiera
Solución para recibir este servicio, solamente entre un 10% y un 15% finalizaron el
curso (aproximadamente 6.000 clientes). Si bien el número de personas que optaron
por tomar la capacitación es relativamente bajo, Financiera Solución sostiene que dicho
curso tiene un efecto muy positivo en cuanto a la lealtad de los clientes que sí lo han
tomado.
Fuente: Sievers y Vandenberg (2004).
Recuadro 7.2
Un enfoque integrado al desarrollo empresarial:
Actuar Famiempresas
Actuar Famiempresas es una institución con sede en Medellín, Colombia, que ofrece
crédito a un grupo de “empresas familiares” de bajo ingreso. Si bien ya se prestaban
servicios de asistencia técnica en esa ciudad, Actuar analizó el mercado y detectó
que estos servicios no satisfacían las necesidades de las empresas familiares. Dichos
servicios suponían cierto nivel de educación, no acompañaban al empresario para
determinar si los conocimientos se habían asimilado y se aplicaban, y eran demasia-
do especializados, por lo que no permitían adoptar un enfoque integrado a toda la
empresa. Actuar recibió el apoyo del Fondo Multilateral de Inversiones para elaborar
un programa personalizado de asistencia técnica, en el que los consultores adoptaran
un enfoque integral de las empresas. El proceso comienza con 15 horas de trabajo
de diagnóstico, seguido de 97 horas de asistencia de consultores con el objetivo de
mejorar el desempeño en una serie de áreas: procesos de producción, procedimientos
de gestión y administración, ventas, calidad de productos, canales de distribución y
posicionamiento de mercado. La asistencia técnica se centra en áreas de necesidad y
de oportunidad identificadas durante la etapa de diagnóstico, y se recurre a consultores
especializados para cada módulo. Los consultores de Actuar hacen un seguimiento para
garantizar que los conocimientos se hayan asimilado y se apliquen. Los empresarios
abonan el 60% del costo (la institución suele ofrecer crédito para cubrir estos costos), y
Actuar subsidia el 40% restante.
Fuente: García Tabuenca y otros (2004).
MICROFINANZAS Y SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL 227
Los vínculos con el mercado han sido desde hace mucho tiempo una
forma muy aceptada en que las organizaciones que trabajan para las
microempresas combinan finanzas, información, habilidades y acceso
al mercado en un mismo paquete. Desde 1978, cuando se lanzó el Pro-
grama de Pequeños Proyectos (que se transformó recientemente en el
Programa Social para la Empresa), el BID apoya a grupos o asociacio-
nes de pequeños productores, en programas sectoriales que combinan
diversos elementos. Estos programas incluyen asistencia para el for-
talecimiento institucional, u otro tipo de asistencia, para organizar a
los productores (lo que incrementa su capacidad de producir a mayor
escala); para obtener acceso al crédito y/o a insumos especializados, y
acceso a asistencia técnica para producción o procesamiento (lo que
incrementa su capacidad de producir la calidad necesaria); para obtener
inversiones en infraestructura (en algunos casos, ayudándolos a realizar
funciones de valor agregado, de modo de recibir un mayor porcentaje
de las ganancias); y, por último, para lograr un fortalecimiento de las
228 LARA GOLDMARK
relaciones existentes, así como para establecer otras nuevas, con com-
4
Las investigaciones han revelado que los pequeños productores tienden a ubicarse en
sectores en los que tienen una ventaja competitiva: donde existen pocas economías de
escala o donde las que existen favorecen el uso intensivo de mano de obra, los bajos costos,
la mano de obra flexible o su supervisión intensiva (Tybout, 1998).
MICROFINANZAS Y SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL 229
5
Resultados de una encuesta a empresarios con gran potencial, llevada a cabo en siete países
de América Latina. Las conclusiones son coherentes con las de investigaciones similares
en Estados Unidos y Rusia (Pegram, 2003).
230 LARA GOLDMARK
citado por Pegram, 2003), las vías más efectivas para lograrlo parecen
6
Entrevista con Maria das Graças de Andrade Borges, ex empleada de Projeto Uno y luego
superintendente de la institución de microfinanzas brasileña CEAPE-Pernambuco. Véase
también Jackelen (1982) para un análisis detallado de Projeto Uno.
232 LARA GOLDMARK
Una de las lecciones más importantes aprendidas a través del gran número
de proyectos sectoriales de desarrollo de microempresas financiados por el
BID fue que la clave del éxito radica en comprender la naturaleza de la de-
manda del mercado y en propiciar las condiciones para que los productores
puedan satisfacer esa demanda. Como se ha mencionado anteriormente,
los primeros proyectos a menudo respaldaban a grupos de productores
agrícolas a través de cooperativas multipropósito, así como a artesanos
que producían artículos funcionales (por ejemplo, para la cocina), arte
tradicional, o recuerdos para mercados locales o turísticos.
Promotora del Comercio, en Colombia, fue una institución que
desarrolló el mercado local de producción de artesanías. Otras, como
Maquita Cusunchic, en Ecuador, intentaron penetrar en mercados de
exportación con artículos funcionales o de diseño en busca de precios
más altos y con miras a producir mayores volúmenes. Ya sea que trabaja-
ran con canales de mercado sencillos o sofisticados, todos los proyectos
que lograron establecer un vínculo provechoso tenían un elemento en
común: ayudaban a canalizar el conocimiento obtenido del compra-
dor hacia el productor, en forma constante; de este modo, el diseño y
la producción podían adaptarse rápidamente a las preferencias de los
compradores (Hagen-Wood y Mikkelsen, 1998). El gráfico 7.1 ilustra
MICROFINANZAS Y SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL 233
VENTA DIRECTA
Productores hogareños Interno:
• Turismo
• Minoristas
Individuos/grupos pequeños
INTERNET
Grupos de productores
Asociaciones
Cooperativas
Exportación:
VENTA INDIRECTA
• Importador
MEDIANTE INTERMEDIARIOS
• Tiendas minoristas/
Producción a escala ONG Tiendas por
(semi-industrial) Organizaciones de departamentos
comercio alternativas • Catálogos/pedidos
Mayoristas comerciales por correspondencia
• Ferias comerciales
SERVICIOS Y RETROALIMENTACIÓN
7
Las cuentas internas se usan para otorgar préstamos suplementarios a miembros de bancos
comunales y, en algunos casos, para miembros externos a la comunidad. Está basada en
comisiones, multas, ingreso de intereses y varias formas de ahorro.
236 LARA GOLDMARK
8
Entrevista con Pedro Jiménez, ex director ejecutivo de ADEMI, 29 de enero de 2004.
MICROFINANZAS Y SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL 237
Recuadro 7.3
Fuente : Comunicación por correo electrónico con J. D. Von Pischke, octubre de 2004.
El tránsito al minimalismo
9
Entrevista con Carlos Castello, vicepresidente principal de ACCIÓN International, 2 de
enero de 2004.
MICROFINANZAS Y SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL 239
10
En evaluaciones no publicadas de los primeros préstamos globales a microempresas se
señaló que los programas de capacitación se caracterizaban por las aulas vacías y/o por la
práctica común de enviar a miembros de la familia —hijos u otros familiares— a asistir a la
capacitación, de modo tal que los empresarios no debieran dejar de atender su negocio.
240 LARA GOLDMARK
Recuadro 7.4
11
Swisscontact implementa diversos programas de desarrollo de empresas en toda América
Latina y el resto del mundo. Se trata de una organización no gubernamental con apoyo
de Swiss Development Corporation.
246 LARA GOLDMARK
El modelo indio
Con los años setenta llegó una nueva ola de pensamiento acerca del
desarrollo económico, en particular, con respecto a la función de las
empresas del sector informal. A mediados del siglo XX, los debates entre
economistas y académicos giraban en torno a una caracterización de
la economía como “tradicional” o “moderna”. Staley y Morse (1965)
argumentaban que las empresas tradicionales en sectores que parecían
no tener futuro desaparecerían gradualmente (o, como mínimo, serían
relegadas), en tanto otras podrían transformarse en unidades productivas
de la economía moderna.
12
Aunque se ha eliminado el límite de 50 empleados, en ciertos sectores continúan
existiendo algunas restricciones en cuanto al tamaño. Por ejemplo, en la actualidad, una
restricción vigente en la industria de la indumentaria limita las inversiones en activos fijos
de las fábricas a US$200.000.
MICROFINANZAS Y SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL 249
Ahora, ¿qué?
13
Cabe destacar que diversos organismos gubernamentales de Chile habían comenzado
a utilizar mecanismos centrados en la demanda para financiar los programas de apoyo a
empresas a principios de los años noventa.
254 LARA GOLDMARK
14
A lo largo de las últimas décadas, USAID ha brindado apoyo a un gran número de
proyectos sectoriales que se proponen incrementar los ingresos y el empleo para pequeñas
empresas y microempresas, en algunos casos, como intervenciones autónomas para estas
últimas y, en otros, como parte de proyectos de desarrollo del sector privado de mayor
envergadura, en las áreas de agroindustria, comercio o competitividad. Asimismo, el BID
ha seguido adelante con sus programas iniciados en los años ochenta, conforme a estos
lineamientos. Una evaluación reciente de la cartera de desarrollo empresarial del Fondo
Multilateral de Inversiones concluyó que los programas sectoriales habían sido los más
exitosos (BID, 2002).
258 LARA GOLDMARK
La conexión financiera
Conclusión
Referencias
cgap.org/portal/site/CGAP/menuitem.1b5d171ad6c9e3016780
L
as microfinanzas en América Latina tienen una historia larga y llena
de pormenores. Desde que se acuñó el término “microempresa”,
en Recife, Brasil, en 1972, se ha desarrollado toda una industria
destinada a ofrecer crédito a millones de personas autónomas y a mi-
croempresarios, para que puedan ampliar sus empresas, enfrentar crisis
financieras inevitables, o proveer salud y educación a sus familias. El
microcrédito está en boca de la mayor parte de los políticos nacionales y
numerosas personas creen que es una herramienta poderosa en la lucha
contra la pobreza. Sin embargo, sin desmerecer sus evidentes logros,
todavía queda mucho por escribir en la historia de las microfinanzas. En
América Latina, el campo enfrenta numerosos retos que le imprimirán
forma y carácter en el futuro. En algunos aspectos básicos, todavía no han
cumplido las promesas hechas años atrás, cuando pasaron del ámbito
del trabajo social y de beneficencia para formar parte del mundo de la
banca, si bien se trata de un tipo especial de servicio bancario.
Después de reconocer los logros de la comunidad de microfi-
nanzas de América Latina, este análisis se centrará en las tareas que
quedan pendientes para alcanzar el desafío de ofrecer una amplia gama
de servicios financieros al sector informal. A lo largo del capítulo, se
destacarán cuatro retos: la ampliación de la cobertura en los mayores
mercados de la región; un mayor alcance del servicio que incluya a los
escalones inferiores de la pirámide socioeconómica; la ampliación de
la oferta de productos no crediticios; y, por último, la consecución de
estas tres tareas bajo una creciente presión competitiva. Estos desafíos se
270 ROBERT PECK CHRISTEN Y JARED MILLER
6
Millones de clientes
0
Grupo 1: Bolivia, Grupo 2: Chile, Colombia, Grupo 3: Argentina, Brasil,
El Salvador, Costa Rica, República México, Venezuela
Honduras, Nicaragua Dominicana, Ecuador,
Guatemala, Paraguay, Perú
Recuadro 8.1
Pese a los recientes avances, continúa siendo difícil para la mayor parte
de los empresarios de las comunidades rurales, pobres y marginadas de
América Latina obtener acceso a cualquier tipo de servicio financiero
formal. La pobreza sigue sumamente concentrada en áreas rurales de
toda la región. Pocas instituciones de microfinanzas operan en estas
áreas, por ejemplo, el noreste de Brasil, el norte de México, el noroeste
de Venezuela, la costa del Pacífico y áreas centrales de Honduras y Ni-
caragua, así como las regiones del norte de Perú y Chile. La industria
del microcrédito aún tiene mucho por hacer si desea ampliar la pro-
mesa de acceso al extremo inferior del espectro económico, hacia los
que habitualmente se autoexcluyen de los programas debido a la poca
confiabilidad de sus flujos de ingreso o a los costos prohibitivos de las
transacciones.
LOS
800
700
Saldo promedio (US$)
600
500
400
300
200
100
0
Bancos Instituciones financieras ONG
no bancarias
1998 2003
promueven desde mucho tiempo atrás, no sea atractivo para las organi-
50
40
Porcentaje
30
20
10
0
1998 1999 2000 2001 2002
Razón ajustada Razón ajustada Razón ajustada Razón ajustada
gastos operativos provisiones para incobrables gastos financieros ingresos financieros
50
40
Porcentaje
30
20
10
0
1998 1999 2000 2001 2002
Razón ajustada Razón ajustada provisiones Razón ajustada Razón ajustada
gastos operativos para incobrables gastos financieros ingresos financieros
8
Porcentaje
0
1998 1999 2000 2001 2002
60
40 1.000
150
50
– – 0 0
1998 1999 2000 2001 2002 1998 1999 2000 2001 2002
70 50
1.200 200
Saldo préstamo/PNB per cápita (porcentaje)
Préstamos vigentes ajustados (miles)
60
40 1.000
50 150
Saldo promedio, US$
800
30
40
600 100
30 20
400
20
50
10
10 200
– – 0 0
1998 1999 2000 2001 2002 1998 1999 2000 2001 2002
10
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002
Innovaciones recientes
Referencias
Hulme, David y Paul Mosley. 1997. “Finance for the Poor or the Poorest?
Tomás Miller-Sanabria
D
os hitos marcaron el inicio del fenómeno mundial conocido
como microfinanzas en América Latina. En los años setenta, se
utilizó por primera vez el término “microcrédito” en un proyec-
to de las Naciones Unidas llevado a cabo en Recife, Brasil (Fiori et al.,
2004). En 1978, un organismo multilateral, el Banco Interamericano de
Desarrollo, comenzó a otorgar financiamiento en apoyo a proyectos de
microempresas, sin la exigencia de una garantía soberana. Entre 1978
y 2003, el Programa de Pequeños Proyectos del BID entregó US$120
millones en condiciones concesionarias, para ayudar a financiar 212
proyectos de microfinanzas (Luna y Sáenz, 2004).
El éxito de este programa y del trabajo directo con instituciones de
microfinanzas privadas incipientes se refleja en el elevado nivel de desa-
rrollo alcanzado por muchas de estas instituciones. Las organizaciones no
gubernamentales que iniciaron sus operaciones con apoyo en condiciones
concesionarias hoy operan como bancos y como intermediarios financieros
especializados, integrados en los mercados financieros y de capitales de
sus respectivos países. Hace sólo 25 años, se ponía en duda la capacidad de
los operadores de microempresas para reembolsar préstamos comerciales.
Hoy, se sabe que las microempresas no sólo devuelven sus préstamos, sino
que los cancelan en su totalidad y puntualmente, y demandan una gama
completa de servicios financieros (véase el capítulo 7).
El progreso logrado por el sector en este período resulta evidente
en el crecimiento no sólo de las entidades, sino también del tejido insti-
tucional de la industria de las microfinanzas; incluyendo por ejemplo, los
308 TOMÁS MILLER-SANABRIA
Tecnología apropiada
1
El Ford T fue el primer automóvil diseñado por Henry Ford. A principios de los años
veinte, 25 años después de la introducción del vehículo, su creador reconoció que había
cumplido su ciclo de vida, y lanzó el Ford A. Pronto les siguieron muchos otros.
314 TOMÁS MILLER-SANABRIA
cercano. Para poder adaptar los servicios que ofrecen a las necesidades
Economías de escala
2
Estadísticas basadas en datos de la División de Población de las Naciones Unidas y los
Indicadores de Desarrollo del Banco Mundial. Se define “inmigrante” como una persona
que ha vivido fuera de su país de origen por 12 meses o más.
322 TOMÁS MILLER-SANABRIA
quienes las envían, en los países de los que las remesas salen, ha sido po-
Desafíos futuros
Referencias
monografías acerca del tema y fue coeditora de The New World of Mi-
C de riesgo, 119
de ingreso bajo, 56, 60, 66, 71, potenciales, 173, 274, 275g, 290
control(es), 38, 68, 76, 79, 83, 200, Corporación Andina de Fomento,
control de, 83 I
microcrédito(s), 4–5, 13, 22, 26–28, producto(s) de, 33, 43, 47, 59,
región andina, 88 S
transferencia(s), 6, 9, 55c, 205, 262, agregado, 36, 168, 227, 256, 262,
WWB
ÍNDICE