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Durante estos últimos años, La Madrileña no ha estado sola.

A pesar de su abandono
y de su caótica situación, hubo personas allí dentro que, en la más absoluta
clandestinidad, proporcionaban comida extra, atención veterinaria y todo el cariño
que podían, todo por su cuenta y al margen de la directiva. A la entrada del verano y
durante los meses de calor, con mucho trabajo y muy pocos medios, se daban baños
a los perros con un producto antiparásito para eliminar las garrapatas, verdadera
plaga del albergue.

Con el respaldo económico de la Asociación Proyecto Animal, junto con la importante


contribución de varios particulares, se llevaron a cabo varias esterilizaciones y
tratamientos urgentes, así como cirugías bastante importantes que no podían
esperar. “A escondidas”, 21 animales fueron dados en adopción y hoy viven felices
con sus nuevas familias. Se alquiló una máquina desbrozadora para eliminar todas las
malas hierbas de los pasillos de las zonas comunes para sanear el suelo y fumigar.
En todas estas tareas jamás participó la directiva, se llevaron a cabo con muy pocas
personas y por supuesto con medios económicos de particulares y de la asociación
antes mencionada.

En aquellos momentos, estas personas que permanecían allí a pesar de todo, obraban
a espaldas de los cargos directivos, bajo amenazas y exponiéndose a insultos,
recriminaciones e incluso la expulsión definitiva que les impediría la entrada en el
albergue para siempre; estos voluntarios que así actuaban teniendo todo en su
contra, también formaban parte de La Madrileña en aquellos momentos y aunque su
capacidad y potencial estaban mermados por las numerosas prohibiciones expresas,
siguieron luchando por salvar a aquellos animales, que son éstos .

Es por eso que resulta justo e imprescindible reconocer su valor, puesto que ,
aunque exentos de la responsabilidad del deterioro y la situación desastrosa del
albergue, sin embargo sí fueron responsables de que muchos animales no perecieran
en la indigencia y contribuyeron a mitigar su miseria y su dolor; y es por eso
también que, cuando se define La Madrileña como “lugar horrible”, “campo de
exterminio”, “cámara de los horrores” etc.… , ellos se sienten en cierto modo
heridos, porque ellos estaban allí y también eran La Madrileña. Lo cierto es que
gracias a ellos se pudieron cambiar las cosas desde dentro antes de que, de forma
irremediable, esta Asociación y sus animales entraran en un camino sin retorno.
Así es como se les curaba antes

Perros enfermos y esqueléticos

Anteriormente Luisa, gran amiga y gran proteccionista, antigua guardesa del


albergue, también luchó y sufrió por retar a la directiva y gracias a su esfuerzo se
salvaron muchas vidas.

Todos ellos han sido imprescindibles. De modo que el horror, el verdadero horror,
fue la inefable gestión de unas personas que estuvieron al mando, que tiranizaron
durante muchos años a todos los que se acercaban a ayudar y no supieron o no
quisieron darle esperanza y dignidad a aquellos animales, gobernando de forma
feudal y totalmente antidemocrática lo que consideraban “su propiedad”. Era algo
delirante que son se pudiera adoptar, que estuviera prohibida la atención
veterinaria, que una vez en semana comieran huesos de pollo crudo, que estuvieran
machos y hembras juntos y se durmiera a las camadas (no sabemos con qué método)
como única solución al descontrol de la natalidad. Y lo más alarmante es que
disfrutaran de total impunidad durante tanto tiempo.

Esqueletos de pollo y poco pienso de mala calidad


ha sido el unico alimento durante años. Perros comiendo pan duro
De cómo estaba el albergue de La Madrileña cuando la nueva junta directiva se hizo
cargo, dan buena cuenta las fotografías que se hicieron.
En cuatro fines de semana hemos avanzado mucho, gracias a todos los voluntarios
de distintas asociaciones que han estado ayudando, poco a poco vamos viendo la
carita lavada y alegre de La Madrileña.
Lo que llamábamos “el zulo”, una habitación oscura y fría, llena de podredumbre, en
la que a veces se metían animales enfermos o cachorros, ahora es una almacén con
utensilios para los animales, allí guardamos la ropa, las correas, las camitas, los
comederos

La enfermería antes…

Y después…

Zulo de cachorros sucios antes…


Como estaban las gateras antes

Y Despues:

Una habitación que forma parte del edificio principal, donde vivieron encerrados 11
gatos durante años, ahora está arreglada, pintada y limpia, será un despacho.
Imágenes de cómo estaban antes los espacios

El despacho en proyecto….
Así dormían los perros en invierno…..

Se están arreglando todas las rejas y el vallado, también los techos de las jaulas,
las gateras también están limpias a falta de una manita de pintura, ahora los gatos
tienen juguetes y sitios por donde trepar y jugar.
La enfermería, que durante mucho tiempo fue una sala grande llena de maletas y
ropa esparcida por el suelo entre excrementos, orines de perros y telas de araña,
ahora está limpia y se usa para hacer curas y guardar medicación y material de
primeros auxilios.

Se están construyendo unos muretes de ladrillo en los habitáculos interiores de los


patios para poner allí unas camitas que nos han donado y hacerles a los perros más
confortable la estancia, ya que muchos dormían en el suelo o en palés viejos y asti
llados, además les resguardará del frío.

Ahora por fin pasara un poco menos


de frío en invierno en estas camas

Se han puesto toberas en todos los patios, ya no comerán del suelo. Se han
desinfectado los cheniles de cuarentena, se ha limpiada la fosa séptica y se ha
contratado la desratización con una empresa.
Se han cambiado las puertas de la sala de entrada que estaban agujereadas y rotas,
se han arreglado desagües y se ha renovado la instalación eléctrica, llevando luz a
las gateras y a otras zonas que carecían de ella.
Arreglando poco a poco todos los espacios:

Hay mucho trabajo por hacer, pero también se ha hecho ya mucho y estamos
contentas y agradecidas a toda la gente que nos está ayudando.
Los animales ya tienen analíticas de sangre y están desparasitados y lo más bonito,
ya tienen nombre y figuran todos en un registro con sus datos.
Otra de los cambios más importantes es que ahora….¡¡ da gusto verles comer ¡!.

Amigos y voluntarios ayudando a construir un lugar mejor, gracias a todos de


corazón por vuestro esfuerzo y apoyo….
(sábado 12 y domingo 13 de Febrero)
Aun así todavía necesitamos muchas manos y toda la ayuda es bienvenida ya que
quedan muchas cosas por arreglar y sobre todo agradeceríamos infinitamente la de
personas que sepan trabajar el hierro para arreglar las alambradas, también
albaliñeria, fontanería, si no gratis, que nos pudieran hacer un precio especial.

Estas son algunas de tantas que nos quedan por mejorar, necesitamos comprar
muchos materiales……
Esta foto nos emociona a todos, es la primera adopción desde que el albergue
cambio de directiva.
El sabado unos amigos se llevaron a esta perrita pastora alemana a su nuevo hogar,
Luna, es la primera en emprender una nueva vida. Buena suerte amiga, te la
mereces!!!!

LUNA – ADOPTADA 12 Febrero 2011


Nos encantan las puertas abiertas y la gente
que viene al albergue.
Nos encanta el nuevo aroma de La Madrileña,
ahora huele a libertad.

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