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PRODUCCIÓN HORTÍCOLA

Cultivo de cebolla

La cebolla ocupa el segundo lugar, de acuerdo al volumen producido, entre las principales hortalizas
a nivel mundial. La producción de América Latina representa el 9% de la producción mundial, siendo
los países más importantes México, Brasil, Argentina, Colombia y Chile.

En Argentina se cultivan anualmente alrededor de 20.000 ha, que representan una producción de
450.000 t. Esta superficie incluye cebollas de días cortos, intermedios y largos, así como las
destinadas al consumo en fresco y a la industria. Tanto el área sembrada, como los rendimientos
muestran una tendencia creciente, motivada por el aumento de las exportaciones.

La cebolla, junto con el ajo, representan los principales rubros dentro de las exportaciones de
hortalizas frescas de Argentina. Las perspectivas para el sector son promisorias. Pero, para continuar
teniendo éxito en mercados cada vez más competitivos, es necesario mejorar aún más la calidad y el
rendimiento.

Producción y mercado de la cebolla argentina

Argentina presenta ventajas comparativas para producir cebolla, como contar con diferentes
regímenes fotoperiódicos que permiten cultivar materiales precoces (días cortos) y tardíos (días
largos); poseer una tradición en el cultivo de ésta especie , haber desarrollado tecnología propia,
adaptada a las condiciones locales y producir a contraestación , hecho que permite exportar a
mercados del hemisferio norte.

Superficie, producción y zonas productoras

La cebolla ocupa el segundo lugar, por el volumen producido, entre las principales hortalizas a nivel
mundial.

La producción de América Latina representa el 9% del total y los países más importantes son México,
Brasil, Argentina, Colombia y Chile.

En la Argentina se cultivaron durante la campaña 1993-94, 22.541ha, que representaron una


producción de 457.700 t. Esta superficie incluye cebollas de días cortos, intermedios y largos, así
como las destinadas al consumo en fresco y la industria.

El área sembrada y los rendimientos muestran tendencia creciente, motivada por el aumento de las
exportaciones.

La cebolla y el ajo son los principales rubros de exportación de hortalizas frescas de Argentina.

Principales zonas de producción

Zona Norte:

• Comprende las provincias de Santiago del Estero, Catamarca, Salta y


Córdoba
• La superficie cultivada fluctúa de año en año, pero se puede estimar una
media 3.000 ha.

• Se cultivan principalmente variedades de días cortos, tipo Valencianita, que


se cosechan desde fines de Agosto hasta Noviembre. La producción se destina al
mercado interno.

Zona Oeste:

• Comprende las provincias de Mendoza y San Juan.

• En Mendoza se cultivan alrededor de 3.600ha de cebolla. Los principales


departamentos productores son Maipú, Lavalle y Luján. Más del 90% de la superficie
está implantada con Valcatorce INTA, existiendo cultivos de Torrentina y
Valencianita en la zona norte de la provincia y también del cultivar Southport White
Globe, para abastecer a la industria del deshidratado.

• En San Juan se implantan alrededor de 3.400ha de cebolla, siendo el


departamento más importante Jáchal (con el 38% de la producción). En ésta
provincia se cultiva tanto Valenciana como Valencianita y Torrentina.

• La mayor parte de la producción se destina al mercado interno, enviándose a


los principales mercados del país. También se realizan exportaciones,
particularmente a Brasil, Paraguay y Uruguay.

• Una actividad que resulta importante para la zona es la producción de


semillas, con un rendimiento de 65.000 kg al año.

• Argentina prácticamente se autoabastece de semilla de cebolla. Se importa


sólo el 8%, llegando a exportarse pequeños volúmenes de semilla del cv Valcatorce
a países limítrofes, en particular Chile y Uruguay.

Zona Sur:

• Comprende el sur de la provincia de Buenos Aires, principalmente las


localidades de Pedro Luro, Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi, y se agregan
últimamente partidos aledaños a Balcarce. También forman parte de ésta zona el
Alto Valle, Valle Medio e Inferior de Río Negro.

• En el sur de Bs .As. y los Valles Medio e Inferior de Río Negro se implantan


alrededor de 12.000ha de cebolla y en el Alto Valle 800ha. Prácticamente la totalidad
pertenece al cv. Valcatorce INTA.

• La producción se destina al consumo en fresco. La mayor parte se vende


tanto en el mercado interno como en el externo, especialmente Europa y Brasil.

Producción Mundial:

El cultivo de cebolla presenta amplia distribución y la producción mundial presenta una tendencia
creciente.

Es más notable éste crecimiento en Estados Unidos, algunos países de Asia y Sudamérica. No
ocurre lo mismo en Europa, donde la producción se mantiene constante.
Del análisis de los datos resulta la existencia de diversos grados de tecnificación entre países. Por
ejemplo, el rendimiento obtenido por ha. en Estados Unidos es superior al Argentino y en algunas
regiones de Australia los rendimientos medios superan los 50.000kg x ha.

Mercado externo

El comercio internacional de cebolla ha registrado aumentos significativos durante los últimos años.

Las importaciones han aumentado en un 16%, principalmente en Europa, Asia y Norteamérica.


En Asia se destacan países como Malasia, Japón y Arabia Saudita y en Europa Inglaterra, Alemania
y Francia

Egipto, Estados Unidos, México, Chile, Argentina. India, Holanda, España, Polonia, Australia y Nueva
Zelanda, son los principales países exportadores.

De estos, los competidores de nuestro país, en el mercado externo son los ubicados en el hemisferio
sur.

Los principales destinos de las exportaciones argentinas son Brasil, Uruguay, Alemania, Holanda,
Inglaterra y, en menor medida, Italia y Francia. Prácticamente toda la cebolla exportada corresponde
al cv. valcatorce INTA.

Los volúmenes exportados son difíciles de precisar, sobretodo los destinados a países limítrofes,
dado que gran parte de los envíos no son registrados en la frontera. Según algunas estimaciones, las
exportaciones llegarían a 50.000 t. Tomando un precio promedio de 0.15 U$/KG representarían en
total alrededor de 7.500.000 dólares.

Mercado común europeo

En Europa el principal importador es Alemania, con 360.000 t anuales y una producción interna que
solo alcanza al 12.5% de sus necesidades. Le siguen el Reino Unido con 200.000 t y luego Francia
con 100.000 t.

En 1.986 se activó la exportación de cebolla en nuestro país, realizándose envíos de poco volumen
(alrededor de 10.000 bolsas)

Desde el año 1.989, la actividad tuvo un incremento muy notable y en la actualidad se exporta más
de 1.000.000 de bolsas de 25 kg.

Los principales puertos de embarque de la cebolla destinada a mercados europeos son, San Antonio
Oeste, Bahía Blanca y Buenos Aires.

El período óptimo para ingresar con cebolla a Europa va de fín de Diciembre hasta principios de
Abril. Posteriormente comienza a ingresar la producción del sur de España de cebolla tipo Babosa.

Se logran precios entre 0.2 y 0.8 U$/Kg, pero oscilantes de acuerdo al año y la época del mismo. Los
mejores se logran en el Reino Unido y Alemania.

En general no hay diferencia entre los precios pagados por cebollas argentinas, chilenas,
australianas, o neocelandesas en el mercado europeo. Debe destacarse que dichos precios son , en
el período de exportación señalado, superiores a los de la cebolla holandesa (conservada en
estructuras especiales), con la que las cebollas argentinas compiten en calidad.

Es importante recalcar el aumento de la participación de cebollas de Australia y Nueva Zelanda en


este mercado. Además, está aumentando la producción de los países del este europeo, como
Polonia.

La competencia es cada vez mayor y es necesaria una gran infraestructura a la hora de exportar.

Debe tomarse en cuenta el grado de organización de los productores en países competidores, y la


forma de presentación del producto.

Existen posibilidades de aumentar la oferta, en cuanto al tipo de cebolla que se ofrece, pudiendo
exportarse cebollas blancas y coloradas, que si bien se consumen en menor medida, alcanzan
buenos precios.

Mercado común estadounidense

La producción de cebolla en los Estados Unidos, se encuentra ampliamente distribuida, siendo los
estados más importantes: Oregón, Washington, Nueva York, Colorado, California, Idaho y Michigan
para cebollas de días largos e intermedios; Texas y Nueva México para cebollas de días cortos.

El principal destino de la producción es el mercado en fresco. Sin embargo cerca de un 25% va a la


industrialización, sea como producto congelado, enlatado o deshidratado o para la producción de
anillos de cebolla (onion rings).

El consumo de cebolla ha aumentado en Estados Unidos, como consecuencia de la concientizasión


de los consumidores acerca de las propiedades medicinales de la especie.

Este concepto es muy importante en el mercado de alimentos en la actualidad.

En relación al volumen de importaciones, Estados Unidos, al igual que la mayoría de los países
activos en el comercio de este rubro, presenta grandes fluctuaciones. México es el principal
exportador de cebolla a los Estados Unidos, a pesar de producir en la misma época. Luego se
destacan Chile y Nueva Zelanda, alcanzando éste último los mejores precios.

Si bien se ha exportado cebolla argentina, la actividad ha sido esporádica y de escaso volumen.

Existen posibilidades de exportar cebollas dulces a Estados Unidos y Canadá. El problema es que
Estados Unidos ofrece dificultades arancelarias y tiene acuerdos preferenciales con países de
Centroamérica. A pesar de ello, Uruguay y Chile han realizado algunas operaciones.

Mercado brasileño

La producción brasileña de cebolla en la última década oscilo entre 639.182 t y 867.062 t y manifiesta
tendencia creciente, los estados con mayor incremento, sea por aumento de superficie o
productividad son Santa Catarina, Bahía y San Pablo.

Se produce en todo el país pero la producción está concentrada en tres regiones: sur 50%, sudeste
33% y nordeste 15%.

En la región sur, la cosecha se realiza entre los meses de septiembre y diciembre y la producción
puede conservarse hasta el mes de mayo.

La producción de la zona sudeste se localiza en su totalidad en el estado de San Pablo. Tienen tres
épocas de cosecha: de septiembre a marzo, abril y julio a septiembre. Se cultivan variedades de días
cortos, de escasa conservación y coloración de catáfilas claras.

La producción del nordeste, está localizada en el valle de San Francisco, en los estados de
Pernanbuco y Bahía y se destina al consumo en fresco en los meses de abril a diciembre,
concentrándose en el período que va de junio a septiembre.

A pesar de contar con oferta de producto todo el año, las características varietales y las inclemencias
climáticas hacen que Brasil importe cebollas normalmente.

De septiembre a febrero la producción excede la demanda. Desde allí hasta septiembre es el período
más favorable para enviar cebollas argentinas al mercado brasileño.

De acuerdo con los tratados del Mercosur, no deberían existir aranceles para la cebolla argentina
que ingresa en Brasil.

De afianzarse la integración económica, las posibilidades son excelentes, especialmente para la


cebolla cuyana, ya que existe en la zona tradición exportadora a ese país, de productos como ajo y
aceituna, por lo que los canales de comercialización son bien conocidos.

Otros mercados

Uruguay es un tradicional comprador de cebolla argentina. Se exportan a ese país alrededor de 1000
t anuales.

Malasia, Arabia Saudita y Japón, son mercados potenciales, porque su producción resulta
insuficiente para sus necesidades. Sin embargo debe tenerse presente la competencia de los
exportadores de Oceanía, que dominan el mercado en razón de su cercanía.

Perspectivas para la exportación de cebollas

Si bien la demanda ha aumentado durante los últimos años, el comercio internacional se ve sujeto a
grandes fluctuaciones, tanto por los volúmenes como por los precios percibidos.

Para aumentar el precio o incentivar la demanda debería diferenciarse más el productos

Es importante insistir en su importancia como producto alimenticio, o buscar variedades que generen
nuevos hábitos de consumo.

Brasil aparece como el mercado más atractivo para nuestra producción a pesar de ser inestable,
tanto en el volumen que requiere como en los precios que se obtienen, más aún si avanza la
integración en el Mercosur.

El mercado europeo, a pesar de ser altamente competitivo, es una alternativa, especialmente para la
zona productora del sur de Buenos Aires, por su cercanía a los puertos y su estructura de empaque.

El mercado de Estados Unidos y Canadá, puede ser interesante en la medida que se logre exportar
por puertos del Pacífico.

Los mercados asiáticos si bien son ávidos de cebolla, están abastecidos por Australia y Nueva
Zelanda, con quienes resulta difícil competir.

Mercado interno

El mercado interno está completamente abastecido por la producción nacional. Casi el 80% de la
misma es consumida en fresco. Las plazas más importantes son Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

Entre febrero y agosto el mercado recibe cebolla tipo Valenciana, producida en el sur de Bs.As. y la
región Cuyana.

Entre septiembre y diciembre es abastecido por Valencianita, proveniente de Santiago del Estero y
San Juan.

En diciembre y enero ingresa al mercado la Torrentina producida en la región cuyana.

Existe un comercio restringido de cebollas blancas y rojas, cuyas semillas se importan.

La producción de cebolla para verdeo se produce en los cinturones hortícolas de las grandes
ciudades, especialmente Buenos Aires y Rosario.

El éxito dependerá de la incrementación de poder adquisitivo del consumidor.

Limitantes de la producción

Los problemas fitosanitarios, si bien son importantes en casos puntuales, pueden ser solucionados
con el adecuado manejo del cultivo, la cosecha y las condiciones de almacenamiento y adoptando un
buen sistema de rotación de cultivo.

Entre los problemas más comunes se encuentran enfermedades como carbonilla, fusariosis, botrytis
y raíz rosada; y plagas como los trips.

Si bien ya se han obtenido cultivares adaptados a los requerimientos de las posibilidades de


producción de las distintas zonas del país, actualmente es necesario lograr variedades que reúnan
las características de calidad y conservación del c.v.Valcatorce INTA, pero con ciclo más corto, para
abastecer el mercado europeo en enero y febrero.

Por otra parte también es necesario un mejoramiento dirigido a aumentar el contenido de sólidos
solubles en las variedades para deshidratado, a fin de incrementar el rendimiento industrial, y por
ende la competitividad de la industria.

Habría que contar con cebollas dulces, blancas y coloradas, para ampliar la oferta a los Estados
Unidos.

La mano de obra resulta escasa, y cada vez incide en mayor proporción en los costos del cultivo,
especialmente durante la cosecha. Por ello, resulta imperioso incrementar la mecanización del
cultivo.
Conclusiones :

Las perspectivas para el sector cebollero argentino son alentadoras. Sin embargo es necesario
realizar un trabajo mancomunado entre productores , exportadores y organismos de investigación,
para enfrentar con eficacia un mercado de cebollas que aparece como altamente competitivo, tanto
en el plano externo como interno.

Se debe procurar entre otras cosas, aumentar los rendimientos, disminuir los costos, diversificar la
oferta de cebolla y conquistar nuevos mercados.

http://www.agrobit.com/Info_tecnica/alternativos/horticultura/AL_000022ho.htm

CEBOLLA

¿QUE ES LA CEBOLLA?

Es el bulbo comestible de la planta conocida como cebolla


común, cabezona o de jardín (Allium cepa) que es una planta
herbácea bulbosa de la familia de las aliáceas y se cultiva en
todo el mundo para su empleo en cocina. Se consume
principalmente el bulbo, pero también las hojas. Toda la
cebolla posee un sabor y olor fuerte, debido a la alicina, que
se suaviza con la cocción.

Hay numerosas variedades de cebollas de uso común en


cocina: cebolla blanca, cebolla roja, cebolleta, cebollita
francesa, chalota, calçots.

La cebolla es una de las plantas culinarias más cultivadas en


el mundo entero y sus numerosas formas y variedades
ocupan miles de hectáreas de tierras de cultivo.

La parte comestible de la planta de la cebolla es su carnoso


bulbo globular , mientras que su inflorescencia nos es casi
desconocida. Del bulbo se obtienen preparados de múltiples
presuntas acciones terapéuticas.

Para que la cebolla pierda su sabor picante y sea más dulce,


antes de utilizarla debe mantenerse, cortada, sumergida en
vinagre. Las amas de casa dicen que es un truco que casi
nunca falla.
Indice

• Origen
• Descripción
o Clasificación científica
o Principios activos
• Ciclo vegetativo
• Requerimientos edafoclimáticos
• Variedades
• Cultivo
o Preparación del terreno
o Siembra y trasplante
o Escardas
o Abonado
o Riego
o Recolección
• Usos
o Usos culinarios
o Cebolla para encurtidos
o Acción Farmacológica
o Indicaciones
o Contraindicaciones
o Efectos Secundarios
o Precauciones
• Valor nutricional
• Compra y conservación

Origen

La cebolla se sitúa entre las primeras plantas cultivadas. El


origen primario de la cebolla se localiza en Asia central, y
como centro secundario el Mediterráneo, pues se trata de una
de las hortalizas de consumo más antigua. Las primeras
referencias se remontan hacia 3.200 a.C. pues fue muy
cultivada por los egipcios, griegos y romanos que la
difundieron por ls zonas que colonizaron. Durante la Edad
Media su cultivo se desarrolló en los países mediterráneos,
donde se seleccionaron las variedades de bulbo grande, que
dieron origen a las variedades modernas.

Descripción

Herbácea, de menos de un metro de altura, con hojas


envolventes y alargadas que parten del tallo bulboso que se
desarrolla bajo tierra; produce un soporte donde se ubican
las flores conforma de pequeñas sombrilla. Originaria de Asia
y Europa, ahora adaptada diferentes hábitat en climas cálido,
semicálido, semiseco y templado. Se cultiva en casas y está
asociada a la selva tropical caducifolia, subperennifolia,
perennifolia, matorral xerófilo, bosques mesófilo de montaña,
de encino y pino. Vive dos años: durante el primero se forma
el bulbo, y durante el segundo crece el tallo y forma la flora y
el fruto. Las flores se agrupan en una inflorescencia esférica
que culmina el tallo.

Planta: bienal, a veces vivaz de tallo reducido a una


plataforma que da lugar por debajo a numerosas raíces y
encima a hojas, cuya base carnosa e hinchada constituye el
bulbo.

Bulbo: está formado por numerosas capas gruesas y


carnosas al interior, que realizan las funciones de reserva de
sustancias nutritivas necesarias para la alimentación de los
brotes y están recubiertas de membranas secas, delgadas y
transparentes, que son base de las hojas. La sección
longitudinal muestra un eje caulinar llamado corma, siendo
cónico y provisto en la base de raíces fasciculadas.

Sistema radicular: es fasciculado, corto y poco ramificado;


siendo las raíces blancas, espesas y simples.

Tallo: el tallo que sostiene la inflorescencia es derecho, de 80


a 150 cm de altura, hueco, con inflamiento ventrudo en su
mitad inferior.

Hojas: envainadoras, alargadas, fistulosas y puntiagudas en


su parte libre.

Flores: hermafroditas, pequeñas, verdosas, blancas o


violáceas, que se agrupan en umbelas.

Fruto: es una cápsula con tres caras, de ángulos


redondeados, que contienen las semillas, las cuales son de
color negro, angulosas, aplastadas y de superficie rugosa.

Clasificación científica:

• Reino: Plantae
• División: Magnoliophyta
• Clase: Liliopsida
• Orden: Asparagales
• Familia: Alliaceae
• Género: Allium
• Especie: A. cepa

Nombre binomial
Allium cepa
L.

Principios activos

Las acciones terapéuticas de la cebolla sobre el organismo se


deben a un compuesto que no se encuentra en otras plantas,
el llamado «disulfuro de alilpropilo», un aceite volátil
lacrimógeno. Además, posee vitaminas A, B, C, E y PP,
azúcares, grasas, proteínas.

Ciclo vegetativo

En el ciclo vegetativo de la cebolla se distinguen cuatro fases:

1.- Crecimiento herbáceo

Comienza con la germinación, formándose un tallo muy


corto, donde se insertan las raíces y en el que se localiza un
meristemo que da lugar a las hojas. Durante esta fase tiene
lugar el desarrollo radicular y foliar.
2.- Formación de bulbos

Se inicia con la paralización del sistema vegetativo aéreo y la


movilización y acumulación de las sustancias de reserva en la
base de las hojas interiores, que a su vez se engrosan y dan
lugar al bulbo. Durante este periodo tiene lugar la hidrólisis
de los prótidos; así como la síntesis de glucosa y fructosa que
se acumulan en el bulbo. Se requiere fotoperíodos largos, y si
la temperatura durante este proceso se eleva, esta fase se
acorta.

3.- Reposo vegetativo

La planta detiene su desarrollo y el bulbo maduro se


encuentra en latencia.

4.- Reproducción sexual

Se suele producir en el segundo año de cultivo. El meristemo


apical del disco desarrolla, gracias a las sustancias de reserva
acumuladas, un tallo floral, localizándose en su parte terminal
una inflorescencia en umbela.

Requerimientos edafoclimáticos

Es una planta de climas templados, aunque en las primeras


fases de cultivo tolera temperaturas bajo cero, para la
formación y maduración del bulbo, pero requiere
temperaturas más altas y días largos, cumpliéndose en
primavera para las variedades precoces o de día corto, y en
verano-otoño para las tardías o de día largo.

Prefiere suelos sueltos, sanos, profundos, ricos en materia


orgánica, de consistencia media y no calcáreos. Los aluviones
de los valles y los suelos de transporte en las dunas próximas
al mar le van muy bien. En terrenos pedregosos, poco
profundos, mal labrados y en los arenosos pobres, los bulbos
no se desarrollan bien y adquieren un sabor fuerte.

El intervalo para repetir este cultivo en un mismo suelo no


debe ser inferior a tres años, y los mejores resultados se
obtienen cuando se establece en terrenos no utilizados
anteriormente para cebolla.

Es muy sensible al exceso de humedad, pues los cambios


bruscos pueden ocasionar el agrietamiento de los bulbos. Una
vez que las plantas han iniciado el crecimiento, la humedad
del suelo debe mantenerse por encima del 60% del agua
disponible en los primeros 40 cm. del suelo. El exceso de
humedad al final del cultivo repercute negativamente en su
conservación. Se recomienda que el suelo tenga una buena
retención de humedad en los 15-25 cm. superiores del suelo.
La cebolla es medianamente sensible a la acidez, oscilando el
pH óptimo entre 6-6.5.

Variedades

Las variedades de cebolla son numerosísimas y presentan


bulbos de diversas formas y colores. Pueden ser clasificadas
desde diferentes puntos de vista: criterio fitogeográfico y
ecológico, forma y color del bulbo, modo de multiplicación,
tiempo en que se consume el producto, criterio comercial y
de utilización del producto. El primer criterio es el único que
puede considerarse científico y al mismo tiempo práctico, ya
que implica el estudio del óptimo climático y el óptimo
ecológico de las distintas variedades y es de gran importancia
en la aclimatación de las mejores variedades y en la creación
de otras nuevas mediante cruzamiento. Bajo el criterio
comercial se pueden distinguir tres grandes grupos de
variedades: cebollas gigantes, cebollas corrientes y
cebolletas.

Las primeras presentan un diámetro de bulbo superior a 10-


11 cm y las últimas son las cebollas pequeñas que se
destinan a la preparación de encurtidos. Entre las variedades
de primavera-verano destaca la cebolla Blanca de España,
que es una de las variedades más apreciables de la
península, con bulbo redondo, un poco puntiagudo en la parte
superior, de mayor tamaño que la generalidad de todas las
demás variedades conocidas, notable precocidad, sabor dulce
y buena conservación. La cebolla morada española también
se cultiva con mucha frecuencia en España y presenta un
bulbo redondo, algo puntiagudo en la parte superior,
bastante grande, dulce y de buena conservación.

Entre las variedades de otoño-invierno destacan la cebolla


amarilla azufre de España y la gigante de España. La primera
presenta un bulbo aplastado, túnicas apretadas, espesas y
adherentes, de un amarillo vivo ligeramente verdoso. La
segunda, de forma esférica o ligeramente aplastada, de color
amarillo pálido y a menudo voluminosa, es muy apreciada
para la exportación, especialmente con destino a Inglaterra.

Actualmente la variedad más temprana que se cultiva en


Europa es Spring, cuya recolección comienza a principios de
abril y finaliza a finales de mayo. Babosa era la variedad más
temprana que se cultivaba en España, cuya recolección
comienza en mayo y dura hasta mediados de junio, teniendo
el bulbo forma de cono invertido, aplanado en la parte
superior. De color verdoso y con un sabor dulce. Liria es una
cebolla de media temporada, se recolecta desde mitad de
junio hasta finales de julio. Difiere de la "Babosa" en que ésta
tiene forma esférica, ligeramente oval y un color amarillo
dorado, es una de las variedades más dulces y menos
picantes. Nueva Zelanda promociona para exportación una
variedad denominada Pacific Sweet, la cual está consiguiendo
un papel importante en el mercado internacional.
Generalmente se van a buscar variedades, que además de
adecuarse bien a las condiciones de cultivo, presenten
homogeneidad, buena conservación, sabor menos acre,
precocidad, en ocasiones resistencia a enfermedades o al frío,
eliminación de algunos defectos como la germinación precoz,
etc., y hacia estos fines está encaminada la mejora genética.

Es una planta que no debería faltar nunca en la mesa y


debería comerse siempre cruda, pues la cocción destruye sus
componente esenciales. Se puede comer en caldo, mezclada
con otras verduras. Sobre todo, debería comerse en
ensaladas cruda. Para estómagos delicados, puede dejarse la
cebolla en maceración con aceite de oliva durante la noche, lo
que le hace perder su acritud. Lo mismo si la introducimos
dentro de agua con un poco de jugo de limón durante unos
minutos. La ventaja de estos dos procedimientos anteriores
es evitar que la cebolla pique, pero conservar sus
propiedades.

También se clasifican según su uso culinario:

Para cocinar: son variedades de bulbo grande. Su sabor


varía del suave al fuerte y su color del blanco al rojo. Las más
blancas suelen consumirse en ensalada, además de ser
utilizadas para la obtención de cebolla deshidratada.

Entre una y otra variedad garantizan la presencia de esta


verdura en los mercados a lo largo de todo el año.

Para ensalada: son las conocidas cebolletas de manojo o


cebollas dulces, de sabor suave y de gran demanda en
Estados Unidos.

Para encurtir: pequeñas, blancas y de sabor picante.

Existe una variedad de cebolla denominada "cebolla


morcillera", que se utiliza en la elaboración de morcillas. Es
una cebolla de gran tamaño que consigue mejorar la calidad
de los productos de charcutería
Cultivo

Se trata de un cultivo muy extendido por todo el mundo,


pues hay gran número de cultivares con distinta adaptación a
las diferencias de climatología que influyen en su vegetación.
A pesar de ello no todos los países cubren sus necesidades, y
han de importar una parte de su consumo.

La superficie total plantada de cebolla en el mundo asciende


a más de 2 millones de hectáreas, produciéndose 32.5
millones de toneladas. En la Unión Europea se producen
anualmente unos 3 millones de toneladas de esta hortaliza,
en 95.000 ha de superficie. Europa es el único continente
productor que importa (1.600.000 t) bastante más de lo que
exporta (1.100.000). Los grandes importadores de cebolla
europeos (Francia y Alemania) están incrementando
rápidamente su producción. En Alemania la producción de
cebolla aumenta a un ritmo del 5%.

Fuera de Europa, países como China están incrementando la


producción. En los últimos cinco años, Nueva Zelanda ha
triplicado su producción. En América, los principales países
productores son: México, Ecuador, Jamaica y Paraguay.

Preparación del terreno

La profundidad de la labor preparatoria varía según la


naturaleza del terreno. En suelos compactos la profundidad
es mayor que en los sueltos, en los que se realiza una labor
de vertedera, sin ser demasiado profunda (30-35 cm.), por la
corta longitud de las raíces. Hasta la siembra o plantación se
completa con los pases de grada de discos necesarios,
normalmente con 1-2, seguido de un pase de rulo o tabla,
para conseguir finalmente un suelo de estructura fina y firme.
Si el cultivo se realiza sobre caballones, éstos se disponen a
una distancia de 40 cm., siendo este sistema poco utilizado
actualmente.

Siembra y trasplante

La siembra de la cebolla puede hacerse de forma directa o en


semillero para posterior trasplante, siendo esta última la más
empleada. La cantidad de semilla necesaria es muy variable
(4 g/m2), normalmente se realiza a voleo y
excepcionalmente a chorrillo, recubriendo la semilla con una
capa de mantillo de 3-4 cm. de espesor. La época de siembra
varía según la variedad y el ciclo de cultivo.

A los tres o cuatro meses se procede al trasplante;


obteniéndose aproximadamente unas 1.000 plantas/m2 de
semillero, es importante que el semillero esté limpio de malas
hierbas, debido al crecimiento lento de las plantas de cebolla
y su escaso grosor. La plantación se puede realizar a mano o
con trasplantadora; en el primer caso se utilizará una
azadilla, colocando una planta por golpe. Se dejará 10-12 cm
entre líneas y 10-12 cm entre plantas dentro de la misma
línea. distanciados entre sí 50-60 cm, sobre los que se
disponen dos líneas de plantas distanciadas a 30-35 cm y 10-
15 cm entre plantas. También se realiza la plantación en
caballones y apretando la tierra para favorecer el arraigo.
Seguidamente se dará un riego, repitiéndolo a los 8-10 días.

Escardas

La limpieza de malas hierbas es imprescindible para obtener


una buena cosecha., pues se establece una fuerte
competencia con el cultivo, debido principalmente al corto
sistema radicular de la cebolla. Se realizarán repetidas
escardas con objeto de airear el terreno, interrumpir la
capilaridad y eliminar malas hierbas. La primera se realiza
apenas las plantitas han alcanzado los 10 cm de altura y el
resto, cuando sea necesario y siempre antes de que las malas
hierbas invadan el terreno.

Las materias activas de los herbicidas de preemergencia más


utilizados en el cultivo de la cebolla son: Pendimetalina,
Oxifluorfen, Propacloro , Trixalaxil y Loxinil octanoato.

Abonado

En suelos poco fértiles se producen cebollas que se conservan


mejor, pero, naturalmente, su desarrollo es menor. Para
obtener bulbos grandes se necesitan tierras bien fertilizadas.
No deben cultivarse las cebollas en tierras recién
estercoladas, debiendo utilizarse las que se estercolaron el
año anterior.

Cada 1.000 kg de cebolla (sobre materia seca) contienen


1,70 kg de fósforo, 1,56 kg de potasio y 3,36 kg de calcio, lo
cual indica que es una planta con elevadas necesidades
nutricionales. La incorporación de abonado mineral se realiza
con la última labor preparatoria próxima a la siembra o a la
plantación, envolviéndolo con una capa de tierra de unos
20cm.

El abonado en cobertera se emplea únicamente en cultivos


con un desarrollo vegetativo anormal, hasta una dosis
máxima de 400 kg/ha de nitrosulfato amónico del 26% N,
incorporándolo antes de la formación del bulbo.

-Nitrógeno. La absorción de nitrógeno es muy elevada,


aunque no deben sobrepasarse los 25 kg por hectárea, e
influye sobre el tamaño del bulbo. Por regla general, basta
con un suministro días antes del engrosamiento del bulbo y
después del trasplante, si fuese necesario. El abono
nitrogenado mineral favorece la conservación, ocurriendo lo
contrario con el nitrógeno orgánico. El exceso de nitrógeno da
lugar a bulbos más acuosos y con mala conservación.

-Fósforo. La necesidad en fósforo es relativamente limitada y


se considera suficiente la aplicación en el abonado de fondo.
Se deberá tener en cuenta que el fósforo está relacionado con
la calidad de los bulbos, resistencia al transporte y mejor
conservación.

-Potasio. Las cebollas necesitan bastante potasio, ya que


favorece el desarrollo y la riqueza en azúcar del bulbo,
afectando también a la conservación.

-Calcio. El suministro de calcio no es por norma necesario si


el terreno responde a las exigencias naturales de la planta.

Riego

El primer riego se debe efectuar inmediatamente después de


la plantación. Posteriormente los riegos serán indispensables
a intervalos de 15-20 días. El número de riegos es mayor
para las segundas siembras puesto que su vegetación tiene
lugar sobre todo en primavera o verano, mientras que las
siembras de fin de verano y otoño se desarrollan durante el
invierno y la primavera. El déficit hídrico en el último período
de la vegetación favorece la conservación del bulbo, pero
confiere un sabor más acre. Se interrumpirán los riegos de 15
a 30 días antes de la recolección. La aplicación de
antitranspirantes suele dar resultados positivos.

Recolección

Se lleva a cabo cuando empiezan a secarse las hojas, señal


de haber llegado al estado conveniente de madurez. Se
arrancan con la mano si el terreno es ligero, y con la azada u
otro instrumento destinado a tal fin para el resto de los
suelos. Posteriormente, se sacuden y se colocan sobre el
terreno, donde se dejan 2-3 días con objeto de que las seque
el sol, pero cuidando de removerlas una vez al día. Es
conveniente que se realice bajo tiempo estable en días secos.
Se van formando montones de dimensiones similares a
distancias regulares, lo cual facilita el transporte al almacén y
permite una apreciación aproximada de la cantidad de la
cosecha. Para el transporte sobre el campo se emplean las
cestas y posteriormente se llevan ensacadas al almacén.

Para evitar la brotación de los bulbos almacenados se emplea


Hidracina maleica 10 o 20 días antes de la recolección, al
iniciarse el decaimiento de las plantas, a una dosis de 7-12
l/ha.

En caso de recolección mecanizada se realiza primero el


arranque de los bulbos y después su recogida, o bien
realizado en una sola operación, por medio de cosechadoras
completas, que realizan también el arranque. Las
cosechadoras integrales deberán ser movidas por un tractor
de la misma potencia indicada en el caso del arranque,
estando impulsada por la toma de fuerza.

Usos

La cebolla, sana y nutritiva, esconde numerosas propiedades


medicinales entre sus capas y además resulta muy versátil en
la cocina.

Usos culinarios

La cebolla es imprenscindible en la cocina pues es uno de los


condimentos más empleados en la cultura gastronómica
mediterránea.Gracias a su jugosidad, la cebolla permite
cocinar con muy poco aceite y agua. Encurtida, frita,
rebozada, hervida, al horno o cruda la cebolla es deliciosa.

Es una planta que no debería faltar nunca en la mesa y


debería comerse siempre cruda, pues la cocción destruye sus
componente esenciales. Se puede comer en caldo, mezclada
con otras verduras. Sobre todo, debería comerse en
ensaladas cruda. Para estómagos delicados, puede dejarse la
cebolla en maceración con aceite de oliva durante la noche, lo
que le hace perder su acritud. Lo mismo si la introducimos
dentro de agua con un poco de jugo de limón o vinagre
durante unos minutos. La ventaja de estos dos
procedimientos anteriores es evitar que la cebolla pique, pero
conservar sus propiedades.

Cebolla para encurtidos

El cultivo de cebolla destinado a la conserva en vinagre se


diferencia del cultivo tradicional para bulbos frescos en la
variedad a sembrar, estos tienen que ser de color blanco,
poco desarrollados y de día corto. Entre las variedades
destacan Premier, Barleta, Maravilla de Pompei, etc.

Las siembras se realizarán de enero a marzo y serán muy


espesas, empleando variedades de crecimiento rápido, que
desarrollan perfectamente la forma del bulbo, obteniéndose
finalmente todos ellos homogéneos y de reducido tamaño
(generalmente el de una nuez). La densidad de siembra
depende del tamaño de bulbo deseado.

Se aplicarán 1 ó 2 riegos para provocar la nascencia,


recomendándose además que el terreno quede libre de malas
hierbas. La cosecha depende de la época de siembra, siendo
normalmente entre junio y julio.

Además del uso extrictamente culinario, la lista de


propiedades de la cebolla es interminable. Podríamos decir
que es diurética, abre el apetito, favorece la digestión y
ligeramente laxante. Calma la tos, elimina secreciones
bronquiales y es estimulan Resulta útil para evitar que suba
la presión arterial.

Acción Farmacológica

Las fructosanas son responsables de su acción diurética,


reforzada por las sales potásicas y los flavonoides que
además presentan una acción antiinflamatoria. El aceite
esencial es hipoglucemiante, expectorante, antiséptico,
antifúngico, hipocolesterolemiante, anticoagulante
(antiagregante plaquetario), hipotensor, antihelmíntico,
balsámico, rubefaciente y analgésico local.

Hay mil formas diferentes de condimento con las cebollas.


Debe tenerse en cuenta que para que ejerza sus efectos con
la máxima intensidad, debe tomarse cruda, y la mejor
manera es en ensalada, aliñada con sal, aceite oliva) y
vinagre. Sin embargo, no puede olvidarse la sopa de cebolla
de nuestros abuelos, se doran 250 gramos de cebollas cortad
trocitos o ralladas en mantequilla. Se añaden a la sartén unos
50 gramos de harina. Una vez dorada, se agrega un cucharón
de caldo. Cuando ha adquirido una consistencia pastosa, se
echa a una olla con caldo caliente (unos 2 litros). Se hierve
durante una hora y se cuela. Se vuelve a calentar y añaden 4
huevos batidos y 200 gramos queso rallado. Retirar del fuego
y servirlo

Indicaciones

La cebolla estimula el apetito y regulariza las funciones del


estómago, es diurética, por lo tanto es un medio importante,
como depurativo del organismo.

También es muy buena para todas las afecciones


respiratorias, como tos, catarro, resfrio, gripe, bronquitis. No
debemos olvidar que las cebollas crudas o cocidas o también
su jugo, funcionan muy bien en caso de estreñimiento. Es un
gran desinfectante, por lo tanto comerla sobre todo cruda,
ayuda a protegernos contra las enfermedades infecciosas.
Otras de sus propiedades es que nos ayuda a combatir la
caspa y la caída del cabello, haciéndonos fricciones en la
cabeza, con su jugo frecuentemente. Contiene vitaminas y
sales minerales, azufre, fósforo, hierro, calcio, sodio,
magnesio etc.

Para aquellos que son diabéticos, incorporar la cebolla a su


tratamiento es muy importante ya que ellos necesitan
depurar su sangre y la cebolla ayuda a depurarla,
desinfectándola, ya que actúa eliminando las impurezas de la
sangre, tornándola más limpia y pura y por lo tanto con más
defensas. Como punto final les sugerimos, aprovechando de
la generosidad y de los conocimientos del Señor Kozel, esta
fórmula sencilla para ayudarnos a limpiar y rejuvenecer
nuestro cutis.

Extraer el jugo de una cebolla cruda y aplicarlo una o dos


veces seguidas, sobre el rostro, masajeándolo hasta que lo
absorba totalmente. Este procedimiento embellece nuestro
rostro. No desaprovechemos esta oportunidad ya que es fácil,
rápida, económica e inofensiva

• Estimula numerosas funciones orgánicas, pues es


diurética, cardiotónica e hipoglucemiante.
Tiene asimismo propiedades antisépticas y emenagogas
(regulación del ciclo menstrual).
• Reduce, al igual que el ajo, la agregación plaquetaria
(peligro de trombosis), así como los niveles de
colesterol, triglicéridos y ácido úrico en la sangre.
• De manera general, favorece el crecimiento, retrasa la
vejez y refuerza las defensas orgánicas, sobre todo
frente a agentes infecciosos.

Las indicaciones terapéuticas de la cebolla son:

1. Edemas, oligurias (escasa formación de orina);


congestión de los órganos pelvianos en la mujer y
prostatismo en el hombre.
2. Enfermedades infecciosas; convalecencia; astenia.
3. Trastornos cardiacos; hipertensión; arteriosclerosis.
4. Resfriados, gripe, bronquitis y tos.
5. Digestiones lentas y flatulencia con hipoclorhidria
(disminución de jugos gástricos, pero se desaconseja
en caso de hiperclorhidria y ardores).
6. Fermentaciones intestinales; estreñimiento; parásitos
intestinales.
7. Nerviosismo, insomnio, depresiones menores.
8. Diabetes; reumatismo; obesidad y celulitis.

La cebolla es rica en propiedades que hacen de ella un tónico


general y un estimulante. Debido a su contenido en vitaminas
A y C puede tratar todo tipo de enfermedades respiratorias,
también gracias a su contenido en vitamina B puede tratar
enfermedades nerviosas.

Tiene ciertas propiedades antianémicas, y gracias a su


contenido en hierro, fósforo y mineral repone la pérdida de
sangre y glóbulos rojos. La cebolla protege contra infecciones
y sobre todo regula el sistema digestivo manteniendo el
balance de los fermentos digestivos y previniendo los
parásitos intestinales.

Estados en los que se requiera un aumento de la diuresis:


afecciones genitourinarias (cistitis, ureteritis, uretritis,
pielonefritis, oliguria, urolitiasis), hiperazotemia,
hiperuricemia, gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso
acompañado de retención de líquidos. Taquicardia,
hipercolesterolemia, prevención de arteriosclerosis y
tromboembolismos. Diabetes, gripe, resfriados, bronquitis,
asma. Parasitosis intestinales. Inflamaciones osteoarticulares.

Contraindicaciones

Debido a su acción fibrinolítica, el médico deberá de evaluar


la conveniencia de la administración de extractos de cebolla
en casos de hemorragias activas, o cuando se sigan
tratamientos con anticoagulantes. No prescribir formas de
dosificación con contenido alcohólico a niños menores de dos
años ni a consultantes en proceso de deshabituación etílica.

Efectos Secundarios

Puede causar dermatitis de contacto.

Precauciones

El uso de diuréticos en presencia de hipertensión o


cardiopatías, sólo debe hacerse por prescripción y bajo
control médico, dada la posibilidad de aparición de una
descompensación tensional o, si la eliminación de potasio es
considerable, una potenciación del efecto de los
cardiotónicos. Cuando la prescriban a diabéticos, deberán
controlar la glucemia para ajustar, si es necesario, las dosis
de insulina o de antidiabéticos orales.

Valor Nutricional

Las cebollas son un alimento con un escaso aporte calórico


porque su contenido en agua es de alrededor del 90%. En la
composición de las cebollas se ha de tener en cuenta su
apreciable aporte de fibra y su contenido mineral y
vitamínico, que la convierten en un excelente alimento
regulador del organismo.

La cebolla es rica en minerales y oligoelementos: calcio,


magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel,
potasio, silicio, cinc, azufre, bromo, ... También abundan la
vitaminas A, B, C y E.

Las cebollas son una buena fuente de potasio, y presentan


cantidades significativas de calcio, hierro, magnesio y fósforo.
El calcio vegetal no se asimila tanto comparado con el de los
lácteos u otros alimentos que se consideran buena fuente de
este mineral. Algo similar ocurre con el hierro, cuya absorción
es mucho mayor cuando procede de alimentos de origen
animal.

El potasio es un mineral necesario para la transmisión y


generación del impulso nervioso y para la actividad muscular
normal, además de intervenir en el equilibrio de agua dentro
y fuera de la célula. El fósforo, al igual que el magnesio,
juega un papel importante en la formación de huesos y
dientes, pero este último además se relaciona con el
funcionamiento de intestino, nervios y músculos, mejora la
inmunidad y posee un suave efecto laxante.

En cuanto a su contenido vitamínico, las cebollas son ricas en


vitaminas del grupo B, como los folatos y las vitaminas B3 y
B6. Presenta cantidades discretas de vitamina C y E, ambas
con efecto antioxidante.
Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y
blancos, en la síntesis de material genético y en la formación
de anticuerpos del sistema inmunológico. La vitamina E, al
igual que la C, tiene acción antioxidante, pero ésta última
además interviene en la formación de colágeno, glóbulos
rojos, huesos y dientes. También favorece la absorción del
hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente a las
infecciones.

No obstante, las propiedades salutíferas de las cebollas se


deben, más que a su composición nutritiva, a su abundancia
de antioxidantes, entre ellos los flavonoides y los compuestos
azufrados. Estos últimos son sustancias precursoras de
compuestos volátiles que son los que aportan a la cebolla ese
olor y sabor tan característicos.

Además alberga un aceite esencial que contiene una


sustancia volátil llamada alilo, con propiedades bactericidas y
fungicidas.

Es interesante su contenido en glucoquinina, una sustancia


hipoglicemiante considerada la «insulina vegetal», pues
ayuda a combatir la diabetes.

Sus enzimas favorecen la fijación de oxígeno por parte de las


células, colaborando en la función respiratoria.

En cuanto a sus componentes principales son: agua (89%),


glúcidos (8,6 g), fibra (1,6 g), proteínas (1,2 g) y grasas (0,2
g), con 38 calorías por 100 g.

NUTRIENTES CONTENIDO
Agua 86 g
Hierro 0.50 mg
Prótidos 1.4 g
Manganeso 0.25 mg
Lípidos 0.2 g
Cobre 0.10 mg
Glúcidos 10 g
Zinc 0.08 mg
Celulosa 0.8 g
Yodo 0.02 mg
Potasio 180 mg
Ácido ascórbico 28 mg
Azufre 70 mg
Nicotinamida 0.50 mg
Fósforo 44 mg
Ácido pantoténico 0.20 mg
Calcio 32 mg
Riboflavina 0.07 mg
Cloro 25 mg
Tiamina 0.05 mg
Magnesio 16 mg
Carotenoides 0.03 mg
Sodio 7 mg
Calorías 20-35

Compra y conservación

En el mercado se dispone de cebollas durante todo el año, si


bien su mejor época es la que transcurre durante los meses
de primavera.

A la hora de la compra se deben elegir los ejemplares que


tengan el bulbo firme, sin brotes y que conserven intacta la
piel, que ha de ser crujiente.

Para conservarlas bien no es recomendable introducirlas en el


frigorífico. Por el contrario, se deben guardar en un lugar
seco y ventilado, donde no tengan la luz directa, y colocadas
sin amontonar.
http://www.bedri.es/Libreta_de_apuntes/C/CE/Cebolla.htm

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