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Dios habló
Dios mirándolo fijamente a los ojos y con voz paterna y dulce le dijo:
"Si he tenido en cuenta todo lo que tu me reclamas hijo... por ello te envié a
ti..."
Cabellos blancos
Un día una niñita estaba sentada observando a su mamá lavar los platos
en la cocina. De pronto notó que su mamá tenía varios cabellos blancos
que sobresalían entre su cabellera oscura.
Su mamá le contestó:
—Bueno, cada vez que haces algo malo y me haces llorar o me pones triste,
uno de mis cabellos se pone blanco.
—Mami..............
El puente
El camino ha sido largo y muy, muy duro. Él sospechaba que aún quedaba
mucho trecho por recorrer, que las penurias no habían hecho más que
comenzar.
No sabía ni cómo ni por qué había iniciado su marcha. Lo único que sabía es
que llevaba toda la vida caminando, que aún no había llegado a su meta, que
sólo conocería su destino cuando llegase a él, y que era posible que el final
del camino no existiera, o que estuviera demasiado lejos para poder llegar.
Siempre hacia adelante, sin mirar atrás, el camino era tortuoso pero claro.
No dudaba del camino, sólo dudaba si llevaba a algún sitio. Pero tenía que
seguir caminando. Siempre hacia adelante.
lo contaba como una leyenda, como una historia fantástica, sin hacer ver a
sus compañeros de viaje que era él, que lo que él llamaba sus alas eran sus
sueños, su vida, su futuro. Y es que ya no creía en el final del camino.
Un día se detuvo. Ante sí había un puente. Era un puente hecho con troncos
y cuerdas. No tenía pinta de ser muy seguro, era muy viejo, le faltaban
algunos troncos, seguramente otros estarían podridos, y no tenía ni idea de
si la cuerda aguantaría.
¿Debía cruzar o no? Por primera vez en su vida dudaba. Siempre había ido
hacia adelante, a veces el camino era difícil pero siempre había dado la
sensación de ser superable... este parecía insuperable. Estaba convencido de
que si intentaba cruzar, caería, acabaría su vida, moriría.
"No cruces. No seas tonto. Hay caminos más fáciles" decía una parte de su
cerebro.
"Cruza. Esta es tu vida. Tienes que arriesgarte. No merece la pena vivir si
no vives tu vida" decía otra parte de su cerebro.
Y descubrió que sí podía. No llevaba sus alas, esas las había cedido... pero le
habían crecido unas alas nuevas, blancas, de algodón, muy ligeras pero
resistentes.
Y levantó el vuelo. Y desde las alturas vio el camino más allá del puente, un
camino que merecía la pena ser recorrido. Porque el camino era su vida, y
quería conocer nuevos lugares, nuevas gentes y nuevos aromas.
Busco a Dios...
¿Piensas desistir?
• La súper estrella del básquet, Michael Jordan, fue expulsado del equipo
escolar.
• Albert Einstein no habló hasta los 4 años de edad y aprendió a leer a los 7,
su maestra lo calificó como "mentalmente lerdo". Fue expulsado de la
escuela y no fue luego admitido en el Politécnico de Zurich.
Por eso no debemos pensar que nuestro tiempo pasó. Mientras aquí estemos,
siempre habrá algo para aprender y mucho por hacer.
El problema era que lo que tenía que llevar era mucho...Le costó mucho
tiempo prepararlo todo; necesitó la ayuda de su madre. Al final tuvo que
dejar algunas cosas sin meter.
Una de las jornadas fue tan dura y pedregosa que su pies terminaron
reventados. Cuando llegó a un puesto de socorro, le tuvieron que curar un
montón de heridas. Y así, día a día..., mes a mes...descanso a
descanso...nuestro peregrino llegó a la meta.
Toma y descubre
Toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido. Toma un rayo de sol,
hazlo volar allá en donde reina la noche. Descubre una fuente, haz bañar a
quien vive en el barro. Toma una lágrima, ponla en el rostro de quien nunca
ha llorado. Toma la valentía, ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.
Son pequeñas las cosas que podemos hacer y grandes las que podemos
descubrir cuando las hacemos. Muchos están esperando hacer grandes
cosas y se les olvida que solo una cosa pequeña pero hecha con el corazón es
capaz de cambiar el rostro de alguien o las cosas y circunstancias a nuestro
alrededor. Vamos, camina y atrevete a hacer algo pequeño pero significativo
en este día, pero hazlo con AMOR.
Con dinero puedes comprar una iglesia pero no la Gloria. Con dinero puedes
comprar mil amores, pero no cariño. Que tonto yo me acabe la vida por
ganar dinero ahora me doy cuenta que no están en venta las cosas que
quiero. Dales a las cosas materiales menos importancia Lo que vale en la vida
no tiene precio.
El deseo de crear algo nuevo, sea un par de zapatos, una nueva casa o una
gran suma de dinero, nace porque estás preparado para evolucionar y
realizar una mayor parte de tu potencial. La mayoría de las personas piensa
que el dinero satisfará una necesidad, permitiéndoles experimentar
sensaciones, cualidades o situaciones que hasta ahora no han tenido. Algunos
creen que una gran cantidad de dinero les aportará sensaciones de viveza,
bienestar, autoestima, paz interior, amor, poder o seguridad.
Con el dinero hay algo curioso que juega a la inversa de cómo nosotros lo
concebimos, por lo general tenemos pensamientos del tipo:
Entonces, si tu crees que solo cuando tengas dinero podrás tener tiempo
libre tendrás que desarrollar en este momento, un espacio para tu tiempo
libre y te darás cuenta que es justo este espacio el camino para crear
dinero, nunca será al contrario.
Ahora bien, pregúntate en este momento ¿Por qué quieres dinero? ¿Qué
quieres resolver con el dinero?.
Ahora reflexiona:
Tal y como te encuentras el día de hoy, sin pretender que algo cambie ¿cómo
podrías lograr ese bien que persigues SIN DINERO? ¿Quieres libertad,
paz, serenidad, tranquilidad, alegría, diversión, etc? ¿Cómo podrías empezar
a introducir los valores que persigues en tu vida tal y como te encuentras el
día de hoy?.
Un día un muchacho muy pobre, quien era vendedor de puerta a puerta para
pagar sus estudios, se encontró con solo diez centavos en su bolsillo y tenía
mucha hambre. Entonces decidió que en la próxima casa iba a pedir comida.
No obstante, perdió su coraje cuando una linda y joven muchacha abrió la
puerta.
En lugar de pedir comida pidió un vaso con agua. Ella pensó que el se veía
hambriento y le trajo un gran vaso con leche. El se lo tomó lentamente y
luego le preguntó, "Cuánto le debo?"
"No me debe nada," ella respondió. "Mi mamá nos enseñó a nunca aceptar
pago por bondad." El dijo..."Entonces le agradezco de corazón." Cuando
Howard Kelly se fue de esa casa, no solo se sintió más fuerte en sus fuerzas
sino también en su fe en Dios y en la humanidad. El ya estaba listo para
rendirse y renunciar.
Años más tarde esa joven muchacha se enfermó gravemente. Los doctores
locales estaban muy preocupados. Finalmente la enviaron a la gran ciudad
donde llamaron a especialistas para que estudiaran su rara enfermedad. Uno
de esos especialistas era el Dr. Howard Kelly.
Cuando él se dio cuenta del nombre del pueblo de donde ella venía, una
extraña luz brilló en sus ojos.
Desde ese día le dio atención especial al caso. Después de una larga lucha, la
batalla fue ganada. El Dr. Kelly pidió a la oficina de cobros que le pasaran la
cuenta final para darle su aprobación. La miró y luego escribió algo en la
esquina y la cuenta fue enviada al cuarto de la muchacha. Ella sintió temor
de abrirla porque estaba segura de que pasaría el resto de su vida tratando
de pagar esa cuenta. Finalmente ella miró, y algo llamó su atención en la
esquina de la factura. Ella leyó las siguientes palabras...."Pagado por
completo con un vaso de leche."
En una tierra en guerra, había un rey que causaba espanto: a sus prisioneros,
no los mataba… los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros en un
lado y en otro una inmensa puerta de hierro, sobre la cual se veían grabados
figuras de cadáveres cubiertos de sangre.
En esta sala les hacía formar un círculo y les decía a cada uno que eligieran,
entre morir a flechazos por sus arqueros o pasar por esa puerta…
Detrás de esa puerta yo os estaré esperando…
Todos elegían ser muertos por los arqueros… pero un día al terminar la
guerra, un soldado que durante mucho tiempo había servido al rey se dirigía
a él para preguntarle:
- Señor ¿puedo hacerle una pregunta?
- Dime, soldado.
El trigo crecía tan alto....que el granjero fue a ver a Dios y le dijo: '¡Mira!
esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún
así tendremos comida suficiente'.
El primero dijo: "Pues aparece mas comida", Dios contestó que era una
respuesta sin sabiduría, pues no se debe pedir a Dios que aparezca
mágicamente la solución a los problemas sino trabajar con lo que se tiene.
Dijo el segundo entonces: "Entonces haz que la fruta crezca para que sea
suficiente", a lo que Dios contestó que No, pues la solución no es pedir
siempre multiplicación de lo que se tiene para arreglar el problema, pues el
ser humano nunca queda satisfecho y por ende nunca sería suficiente.
El tercero dijo entonces: "Mi buen Dios, aunque tenemos hambre y somos
orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la fruta nos alcance"... Dios
dijo: "Has contestado bien, pues cuando el hombre se hace humilde y se
empequeñece delante de mis ojos, verá la prosperidad".
Saben, se nos enseña siempre a que otros arreglen los problemas o a buscar
la salida fácil, siempre pidiendo a Dios que arregle todo sin nosotros
cambiar o sacrificar nada. Por eso muchas veces parece que Dios no nos
escucha pues pedimos sin dejar nada de lado y queriendo siempre salir
ganando. Muchas veces somos egoístas y siempre queremos de todo para
nosotros. Seremos felices el día que aprendamos que la forma de pedir a
Dios es reconocernos débiles, y ser humildes dejando de lado nuestros
orgullos. Y veremos que al empequeñecernos en lujos y ser mansos de
corazón veremos la prosperidad de Dios y la forma como El SÍ escucha.
Pídele a Dios que te haga pequeño...Haz la prueba!!!!
Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso, o puedo dar gracias a Dios
porque las plantas están siendo regadas gratis.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar
contento de que mis finanzas me empujan a planear mis compras con
inteligencia.
Hoy el día se presenta ante mí, esperando a que yo le dé forma y aquí estoy,
el escultor que tiene que darle forma. Lo que suceda hoy depende de mí... yo
debo escoger qué tipo de día voy a tener.
El asno letrado
La chimenea
Un joven que había estudiado lógica, acudió a un rabino y solicitó ser instruido en
Talmud.
"¿Lógica?" - preguntó el rabino - "dudo que eso sea suficiente para estudiar
Talmud, pero te tomaré una prueba. Supongamos que dos hombres bajan por una
chimenea, uno sale con la cara limpia y el otro con la cara sucia ¿Cuál se lava la
cara?"
"Volvamos a empezar. Dos hombres bajan por una chimenea, uno sale con la cara
limpia y el otro con la cara sucia ¿Cuál se lava la cara?" - Planteó el rabino.
"Recién hemos respondido, aquel con la cara limpia" - contestó el estudiante.
"No. Ambos se lavan la cara - dijo el rabino - Aquel con la cara sucia mira al de la
limpia y piensa que su cara está limpia también. Pero el de la cara limpia mira al de
la sucia, y piensa que su cara también lo está, entonces se lava. Cuando el de la cara
sucia ve que el de la limpia lava su cara, él también se lava. Por lo tanto ambos lavan
su cara".
"No. Ninguno de los dos". - Dijo el rabino - "Aquel con la cara sucia mira al de la
limpia y piensa que la suya también lo está. El de la cara limpia mira al de la sucia, y
piensa que su cara también está sucia. Pero cuando él ve que el hombre de la cara
sucia no se lava, él tampoco se lava. Por lo tanto ninguno se lava."
"¿Ves ahora por que la lógica no es suficiente para estudiar Talmud? ¿Cómo es
posible que dos hombres que bajan por la misma chimenea, uno salga con la cara
sucia y otra con la cara limpia? ¿No ves que la pregunta es tonta? Y si intentas
contestar preguntas tontas, tu respuesta será tonta. Así que aprende algo más
de lógica antes de que intentes estudiar el Talmud." - Sugirió el rabino.
Finalmente él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para
cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más
enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a
través de esa gran distancia.
Baba continuó:
-Cuando se enamoran aún más ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se
acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se
miran y eso es todo.
¡Qué suerte!
¡Qué envidia!
¡Felicidades, Carlota!
¿Cómo crees que será tu nueva familia?
Carlota cruzó los dedos y pidió un deseo: "Espero que sea la mejor familia
del mundo." Esa noche, Carlota no podía dormir de los nervios y pensó en
cómo sería la familia perfecta. Imaginó que la adoptaba… ¡una familia de
pasteleros!
Aunque pensándolo mejor… Como seguía sin poder dormir, Carlota volvió a
pensar en cómo sería la familia perfecta. Imaginó que la adoptaba… ¡una
familia de piratas!
Los Pérez.
El agujero en la barca
Cuanto terminó la labor por la que había sido contratado, percibió su dinero
y se fue. Pero cuál fue sorpresa cuando al día siguiente el propietario de la
barca lo fue a buscar y le pidió que aceptara un nuevo cheque.
–¡Pero usted ya me pagó lo que convinimos por la pintura del barco! –exclamó
sorprendido el trabajador.
Y el profeta contestó: «Dan muy poca cosa cuando dan de lo que poseen.
Cuando dan algo de ustedes mismos es cuando realmente dan. ¿Qué son sus
posesiones sino cosas que atesoran por miedo a necesitarlas mañana?
»Y hay quienes tienen poco y lo dan todo. Éstos son los que viven confiando
en Dios, y su cofre nunca está vacío.
»Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su premio. Y hay quienes dan
con dolor y ese dolor es su bautismo.
»Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda,
comprendiendo las necesidades del otro.
Fósiles Vivientes
Sus pesadas conchas eran su gloria y su cruz: les servían de eficaz defensa
a la vez que las cerraban a toda evolución. Miraban las cosas y la vida con
ojos apagados y paleontológicos desde la noche de tiempos remotos. Sin
embargo, vivían contentas con su suerte y se arrastraban lentamente sobre
sus sólidas patas con el orgullo de quienes se saben depositarios de la
verdad.
-¡Hay que ver cómo está el mundo! Todo cambia tan rápidamente…
-Afortunadamente –añadió otra que tenía estudios- nosotras no hemos
evolucionado prácticamente desde el Terciario. Permanecemos fieles a lo
que siempre fuimos.
-Tienes razón –dijo una tercera- pero me pregunto si no seremos más que un
recuerdo del ayer que no despierta ningún interés al hombre de hoy.